Camilo Andrés Rodríguez Romero

Según el autor, la administración de un proyecto es vista como un caso fortuito para el que se
puede subcontratar personal especializado, lo que deja de lado la participación activa y aporte del
dueño de la idea principal o potencial para su desarrollo. Esto representa una limitación
importante, ya que se dejan de lado las habilidades especializadas de un profesional. Es conocido
que la temática de la administración es objeto de la percepción social, no todos creen ser capaces
de lidiar con personal bajo su cargo y huyen de esta responsabilidad y más que un avance
profesional hace falta un cambio de visión en los jóvenes que se desempeñarán en el mercado. Sin
duda la gerencia de un proyecto es tan importante como su desarrollo y finalización, sin
planeación y estrategia cualquier proyecto está destinado al fracaso. Una causa de esta
problemática puede ser el desconocimiento de lo que en verdad sucede cuando se elige enfocar
una profesión hacia la gestión, no muchos jóvenes están enterados y la ignorancia no permite la
participación en foros de discusión que deje ver un panorama útil. En estos los temas no tienen
que ser necesariamente cerrados, también se ofrece la oportunidad de mejorar aspectos
profesionales como la postulación a un cargo o trabajo para el que se tiene que saber vender las
habilidades, ideas y proyectos, por la falta de ello muchos profesionales toman caminos menos
provechosos para ellos y para su entorno. No solo hay falencias en la visión de los aspirantes o de
otro modo, no toda la responsabilidad recae en ellos, quienes se dedican a la educación o incluso
quienes no lo hagan, pero hayan adquirido experiencia a lo largo de su trayectoria son
importantes piezas en la construcción del conocimiento y también es importante que adquieran
habilidades para transmitir. En si se puede resumir la solución en mejorar las técnicas de
comunicación, finalmente se busca un balance entre lo que es fundamental para un profesional y
su comunicación con su entorno.