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Andrés Avelino Cáceres

Andrés Avelino Cáceres Dorregaray

Presidente Constitucional de la República del Perú

3 de junio de 1886-10 de agosto de 1890

Vicepresidente 1º Remigio Morales Bermúdez


2º Aurelio Denegri

Predecesor Antonio Arenas


(Presidente del Consejo de Ministros)

Sucesor Remigio Morales Bermúdez

10 de agosto de 1894-20 de marzo de 1895

Vicepresidente 1º César Canevaro


2º Cesáreo Chacaltana

Predecesor Justiniano Borgoño


Sucesor Manuel Candamo Iriarte
(Presidente de la Junta de Gobierno)

Segundo Vicepresidente del Perú

23 de abril de 1883-27 de octubre de 1883

Presidente Francisco García Calderón


Lizardo Montero

Predecesor José Francisco Canevaro

Sucesor Aurelio Denegri

Información personal

Nacimiento 4 de febrero de 1833


Perú, Ayacucho

Fallecimiento 10 de octubre de 1923 (90 años)


Perú, Lima

Lugar de
Cementerio Presbítero Matías Maestro
sepultura

Nacionalidad Peruana

Partido
Partido Constitucional
político

Familia

Cónyuge Antonia Moreno Leyva

Hijos Zoila Aurora Cáceres Moreno, Rosa Amelia


Cáceres y Lucila Hortensia Cáceres

Información profesional

Ocupación Militar
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Andrés Avelino Cáceres Dorregaray (Ayacucho, 4 de febrero de 1833 - Lima, 10 de


octubre de 1923), fue un militar y políticoperuano que luchó en la guerra del Pacífico y
fue Presidente Constitucional del Perú en tres ocasiones durante el siglo XIX, de 1881 a
1882 como el 34º Presidente del Perú, luego de 1886 a 1890 como el 36º Presidente del
Perú, y nuevamente de 1894 a 1895 como el 38 ° Presidente del Perú. Es el patrono del
Arma de Infantería del Ejército Peruano.
En el Perú es considerado un héroe nacional, por haber luchado en todas las batallas
importantes de la guerra del Pacífico (San Francisco, Tarapacá, Tacna, San
Juan y Miraflores) y por haber liderado la resistencia en la sierra central contra la
ocupación chilena, la llamada Campaña de la Breña (1881-1883). Dominaba el quechua,
por lo que tuvo gran influencia sobre la población indígena de su país, a base de la cual
formó un ejército regular, apoyado por guerrillas o montoneras. Fue conocido por sus
soldados como Taita Cáceres, mientras que los chilenos le apodaron El Brujo de los
Andes, debido a que siempre burló las maniobras envolventes planeadas con mucho celo
por los generales chilenos, y porque actuaba con tanta fluidez que parecía estar presente
en todas partes. En dicha campaña obtuvo el triple triunfo de Pucará,
Marcavalle y Concepción, y aunque fue derrotado en Huamachuco, no se rindió y continuó
organizando la resistencia, hasta que tuvo que aceptar los hechos consumados tras la
firma del tratado de Ancón.
Después de la guerra con Chile, incursionó activamente en la política, fundando su propio
partido, el Constitucional. Se enfrentó al presidente Miguel Iglesias, quien había firmado
el tratado de paz con Chile con cesión territorial, desatándose una guerra civil. Una vez
más, Cáceres demostró su estrategia militar al poner fuera de juego al ejército principal de
Iglesias en la localidad de Huaripampa (sierra central peruana), acción que se conoce
como la “huaripampeada” (1884). A continuación atacó Lima, donde sus fuerzas cercaron
en el Palacio de Gobierno a Iglesias. Éste renunció a la presidencia en 1885, siendo
sucedido por un gobierno provisional, el mismo que convocó elecciones en las que ganó
abrumadoramente Cáceres. En este primer gobierno constitucional, de 1886 a 1890,
Cáceres tuvo que llevar adelante la Reconstrucción Nacional, especialmente en el campo
de la recuperación económica. Puso fuera de curso el billete fiscal o papel moneda, muy
devaluado entonces; creó impuestos nuevos; intentó la descentralización tributaria; y para
solucionar el problema de la enorme deuda externa firmó el Contrato Grace por el cual
entregó los ferrocarriles a los acreedores. Volvió a la presidencia en 1894, en unas
cuestionadas elecciones, que provocaron en su contra la formación de la Coalición
Nacional, integrada por los demócratas y civilistas, encabezados por Nicolás de Piérola; se
desató una sangrienta guerra civil que culminó con el asalto de los coaligados a Lima, ante
lo cual Cáceres renunció y partió al exilio, en 1895. Volvió al Perú en 1899 y siguió
participando en la política. Apoyó al presidente Augusto B. Leguía en su ascenso al poder
en 1919, el mismo año en que el Congreso le ascendió a Mariscal.
De los cuatro héroes peruanos (Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte, Miguel Grau y
Andrés Avelino Cáceres) de la Guerra del Pacífico, Cáceres fue el único que sobrevivió a
la guerra y que posteriormente se convirtió presidente del Perú.

Índice
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 1Nacimiento e infancia
 2Primeras armas
 3La guerra contra España
 4Defensor de la legalidad
 5Descripción
 6Guerra del Pacífico
o 6.1Campaña del Sur
o 6.2Campaña de Lima
o 6.3Cargos políticos
o 6.4Campaña de la Breña
 7La guerra civil de 1884-1885
 8Elecciones presidenciales de 1886
 9Primer gobierno (1886-1890)
o 9.1Aspecto económico
o 9.2Aspecto internacional
o 9.3Origen del problema de La Brea y Pariñas
o 9.4Otras obras y hechos importantes
o 9.5Elecciones presidenciales de 1890
 10Segundo gobierno (1894-1895)
o 10.1La guerra civil de 1894-1895
 11Post presidencia
 12Memorias
 13Legado
 14Referencias
 15Bibliografía
 16Enlaces externos

Nacimiento e infancia[editar]
Según investigaciones de Jorge Guillermo Leguía, nació el 4 de febrero de 1833 y no el 10
de noviembre de 1836, como tradicionalmente se había venido afirmando.1 No obstante,
todavía algunos sostienen esta última fecha, habida cuenta que durante las dos
presidencias de Cáceres fue siempre celebrada como la fecha de su onomástico, lo que se
abonaba aún más por ser el día de San Andrés Avelino, pues presumiblemente su nombre
fue escogido del santoral. Aunque otras fuentes aseguran que el segundo nombre del
héroe era Alfredo, este nombre no se encuentra en ningún registro oficial.
Sus padres fueron Domingo Cáceres y Oré, hacendado de Ayacucho, y Justa Dorregaray
Cueva, hija del coronel español Demetrio Dorregaray.2 Por la línea materna estaba
emparentado con Catalina Huanca1 (1543-1637), princesa inca-huanca, hija de Machu Apu
Alaya, curaca de Atun Jauja (hoy Jauja, Concepción y Huancayo), y descendiente por vía
materna del inca Huáscar. Esta Catalina Huanca fue una de las damas más acaudaladas y
respetables de su tiempo; se decía que conocía los sitios donde se hallaban enterrados los
fabulosos tesoros del templo de Pachacámac, que los indígenas habían puesto a
resguardo de la voracidad de los españoles. Esta leyenda del «tesoro de Catalina
Huanca» todavía se mantiene viva.3
Cáceres cursó sus estudios escolares en el Colegio San Ramón de su ciudad natal.14

Primeras armas[editar]
En 1854, junto con otros jóvenes entusiastas, se sumó a un motín que estalló en Ayacucho
en apoyo de la rebelión liberal conducida por el general Ramón Castilla contra el
presidente José Rufino Echenique. Poco después, llegó a Ayacucho el ejército rebelde
encabezado por el mismo Castilla. Seducido por la personalidad de este caudillo, Cáceres
abandonó sus estudios y se enroló en el ejército.5 Él mismo cuenta este episodio, en una
entrevista que dio a un diario de Lima en 1921:
En 1854, acababa de estallar la revolución contra Echenique, provocada por los escándalos de la
corrupción del guano. De todos los rincones del país, se sumaban las adhesiones. En Ayacucho, mi
tierra natal, don Ángel Cavero, uno de los vecinos del lugar, encabezó el movimiento rodeado de
simpatía popular. Muchos jóvenes nos presentamos voluntarios a filas. Yo contaba 19 años,
estudiaba en la universidad de Huamanga y era de los más entusiastas. Nos apoderamos de la
gendarmería. Luego llegó el ejército rebelde, en donde terminé de enrolarme. Entonces el general
Castilla, a quien sin duda caí en gracia, me llamó a su despacho y me dijo: “¿Quiéres seguir la
carrera?”, “Sí, señor, es mi mayor deseo”, le contesté con aplomo. Entonces, me respondió,
palmeándome la espalda, “serás un buen guerrero”.
Entrevista en el diario La Crónica, 27 de noviembre de 1921, con ocasión del 42 aniversario de la
victoria de Tarapacá, durante la Guerra del Pacífico.6

Cáceres ingresó como cadete en el batallón Ayacucho, organizado por el general Fermín
del Castillo.5 Luchó en batalla de La Palma, librada en las afueras de Lima, el 5 de enero
de 1855, donde resultó herido en un pie.1 Por su actuación destacada fue ascendido
a subteniente. En 1857 ascendió sucesivamente a teniente graduado y teniente efectivo.5

Toma de Arequipa de 6 a 7 de marzo de 1858, donde el entonces teniente Andrés A. Cáceres


resultó herido en el rostro.

Entre 1856 y 1858 apoyó activamente al gobierno de Ramón Castilla contra la rebelión
de Manuel Ignacio de Vivanco en Arequipa, que derivó en la sangrienta guerra civil.
Militaba entonces en la segunda compañía del batallón Ayacucho. Participó en las batallas
de Yumina, Bellavista (Arequipa) y en el asalto final de Arequipa, entre el 6 y el 7 de marzo
de 1858, por lo que fue ascendido a capitán.5 Durante este último combate, fue herido bajo
el ojo izquierdo, lo que no comprometió su vista, pero le quedó una cicatriz que le cruzaba
el párpado y le encerraba dicho ojo, dándole apariencia de tuerto.1 A pesar que aún estaba
convaleciente, fue uno de los primeros en marchar a la campaña del Ecuador (1858-
1860).1
Luego fue enviado a Francia como adjunto a la legación peruana encabezada por Pedro
Gálvez Egúsquiza, estancia que aprovechó para someterse a diversos tratamientos
médicos. De vuelta al Perú en 1862, integró la plana mayor del batallón Pichincha Nº 3
acantonado en Huancayo, al que organizó sus cuadros de reclutas y se trasladó con ellos
a Lima. En 1863 fue ascendido a sargento mayor graduado.5

La guerra contra España[editar]


Véanse también: Guerra hispano-sudamericana y Combate del Callao.

Se hizo conocido por su abierta oposición al gobierno del presidente Juan Antonio Pezet,
que había permitido la ocupación de las islas Chincha por la Escuadra Española del
Pacífico y firmado el Tratado Vivanco-Pareja, que la ciudadanía peruana consideró
claudicante. Por sus críticas fue exiliado a Chile con otros muchos oficiales, pero todos
ellos consiguieron regresar al Perú, desembarcando en Mollendo para luego unirse a
la Revolución Restauradora encabezada por el coronel Mariano Ignacio Prado contra el
gobierno de Pezet (1865).5
Durante la campaña revolucionaria ascendió sucesivamente a mayor efectivo y a teniente
coronel graduado, en abril de 1865. Participó en la ocupación de Lima y más tarde, ya con
Prado como Dictador, en el combate del Dos de Mayo de 1866 contra la Escuadra
Española del Pacífico en el Callao.5 Aquí estuvo al mando de 46 hombres y 30 voluntarios
en el fuerte Ayacucho, desde el cual puso fuera de combate a las fragatas Villa de
Madrid y Berenguela. En el parte respectivo, el coronel José Joaquín Inclán, jefe de las
baterías del Norte, destacó su desempeño, calificándolo de «resuelto».1
En 1870, se casó en Ayacucho con Antonia Moreno Leyva con quien tuvo tres
hijas: Aurora Cáceres, Rosa Amelia Cáceres y Lucila Hortensia Cáceres.

Defensor de la legalidad[editar]
En 1868 decidió abandonar la carrera militar y regresar a Ayacucho para dedicarse a
la agricultura. Pero en 1872 retornó al servicio, para enfrentar a la rebelión del
coronel Tomás Gutiérrez contra el presidente José Balta, originado por el descontento de
un sector del ejército por la elección de Manuel Pardo y Lavalle, el primer presidente civil
del Perú y el fundador del Partido Civil.54
Su respaldo al presidente Pardo le ganó la simpatía de los líderes civilistas y fue nombrado
subjefe del Batallón Zepita, acuartelado en San Francisco, en Lima. Fue en esta
circunstancia cuando alcanzó súbita notoriedad, al reprimir personalmente una rebelión de
varios sargentos de su batallón. Durante tres cuartos de hora y al frente de un retén de
soldados, se batió a disparos con los amotinados, y él mismo mató de un certero tiro de
revólver al cabecilla de la rebelión.1 Esta actuación le valió su ascenso a teniente coronel
efectivo, en noviembre de 1872.5
Con el mismo batallón marchó hacia Tarma y Chanchamayo para entrenar a sus soldados
en trabajos de colonización. En 1874 fue uno de los encargados de sofocar la revolución
de Nicolás de Piérola, que acabó siendo derrotado en la batalla del Alto de Los Ángeles,
en Moquegua. Por esta acción fue ascendido a coronel graduado, en 1875.5
Reteniendo el mando del Batallón Zepita, asumió la prefectura y la comandancia militar
del departamento del Cuzco, cargo que desempeñaba al estallar la guerra con Chile.1

Descripción[editar]

Cáceres, junto a su esposa Antonia Moreno y sus hijas Zoila, Hortensia y Rosa (1886).

Cáceres era alto, delgado, ancho de hombros, de aspecto imponente, de rostro enjuto y blanco, ojos
grises y casi negros y una permanente cicatriz en el párpado derecho, cabello castaño, largo,
poblado y entrecano y espesas patillas "a la austriaca", pues se afeitaba la barba desde el labio
inferior hasta la garganta. Para la guerra en el interior tenía extraordinarias condiciones. Su salud
robusta, lograba soportar las incesantes marchas a través de largas distancias por cordilleras,
desiertos, quebradas y barrancos, así como las peores privaciones, y por ella llegó a veces a
alimentarse con la más extrema frugalidad. Incansable en su actividad, valiente en la lucha, eficaz
en el comando, tenaz ante el infortunio, luchó con los chilenos y también con la escasez de
recursos, con los rigores de la naturaleza, con la saña de las facciones políticas, no sólo en guerra
declarada como primero ocurriera con tropas de García Calderón, luego de Piérola, y por último, de
Iglesias, sino también en hostilidad aleve, como en el caso de los políticos de Arequipa. Conocía el
idioma indígena y con él sabía inspirar devoción y coraje a sus soldados. Solían llevar ellos los
sombreros o kepis con funda encarnada y cubrenuca blanca, origen del famoso kepí rojo, más tarde
cantado por el poeta Ricardo Rossel.

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