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HISTORIA DE LAS FUNCIONES ARMONICAS MUSICALES

Funciones Armónicas
Existen miles de acordes. Basta abrir algún libro de armonía moderna para
encontrarse con un catálogo interminable donde se incluyen casi todas las
combinaciones de tonos imaginables clasificadas por los intervalos presentes.
Frente a semejantes libros el lector a menudo reacciona con aprensión y
desesperanza. Parece como si la música tuviese una complejidad insondable para
la capacidad del cerebro humano. Afortunadamente a un tal Jean-Philippe Rameau
se le ha ocurrido, ya en 1722, poner orden a todo ese lío. En ese año se publico el
“Traité de L´Harmonie Reduite à les Principles Naturels.” Este es sin duda el libro
que más ha influido en toda la historia en la práctica de la composición musical en
el mundo occidental.
Rameau aplica una idea tremendamente potente y sencilla. Según él –atendiendo
al efecto acústico de los acordes, no a su ortografía– existen tres funciones
armónicas fundamentales, cada una de ellas con su sonido característico. El sonido
de un acorde determinado corresponderá a una función armónica pura, o bien, a la
combinación de funciones armónicas.
Podemos hacer una comparación con los colores. Existen miles de colores, pero
todos ellos se derivan de la combinación de los tres colores fundamentales: el rojo,
al amarillo y el azul. En el caso de las funciones armónicas hablamos de las
funciones fundamentales de tónica, dominante y subdominante.
Es muy difícil explicar con palabras la diferencia entre el color rojo y el azul.
Podemos decir que el rojo es apasionado, mientras que el azul es más frío y
reposado. Sin embargo, lo único eficaz es señalar un objeto rojo y decir: “eso es
rojo.” Algo semejante pasa con las funciones armónicas. Podemos decir que la
función tónica transmite sensación de reposo y de encontrarse en casa. La función
dominante transmite una sensación opuesta, de excitación, de viaje fuera de casa
e incluso de elevación. En la función tónica nos encontramos cómodos, pero
también aburridos, por lo que nos entran ganas de salir a viajar hacia otra función.
En la función dominante notamos excitación y alejamiento, pero también un fuerte
deseo de volver a la tranquilidad de la función tónica. La función de subdominante
transmite una sensación de alejamiento –al igual que la función dominante– pero
ese alejamiento no se asocia a un fuerte deseo de volver a la tónica. Mientras que
la función dominante transmite sensación de elevación, la función subdominante
transmite una sensación de viaje introspectivo hacia el interior, con cierta sensación
de sumergirse bajo las aguas.
Antes de finalizar hay que aclarar que además de acordes con funciones puras
también tenemos acordes que son mezclas de funciones. Esto equivale a los grises
y marrones de un cuadro. Son acordes que enriquecen las canciones con sus
matices sonoros más sutiles. Sin embargo, como compositor creo que es un error
abusar de ellos. Los acordes con funciones puras conducen a armonías claras y
transparentes mientras que el abuso de acordes con funciones mixtas conducen a
músicas difusas y confusas como un cuadro donde dominen grises y marrones.
No confundamos la complejidad con la calidad. En mi opinión la calidad en música
exige planteamientos armónicos sencillos. La complejidad armónica es un defecto
del que hay que huir. La complejidad instrumental es otro defecto enormemente
común.

¿Qué es una función armónica?


Una función armónica es una manera de expresar la relación individual entre dos o
más acordes. Están relacionadas con los grados de las escalas (tanto mayores
como menores) y los intervalos existentes entre ellas. (Si te pierdes en la explicación
puedes visitar la otra entrada sobre teoría musical,

Existen tres funciones armónicas principales, a saber: Tónica (I) , subdominante (IV)
y dominante (V).
•La tónica es la que manda (no es la Schweppes, eso es otro tipo de tónica). Es el
centro tonal, la que parte el bacalao. Todo empieza y termina en ella. Es Dios en su
tonalidad. Es el acorde formado con el primer grado de esa escala. Genera
estabilidad sonora.
•La subdominante es aquella relacionada con el 4º grado de esa escala, o que está
una 5ª por debajo (como su propio nombre indica, subdominante) de la tónica.
Aporta semiestabilidad, desde la que, dependiendo de cómo o qué quieras
componer, puede volver a la estabilidad de la tónica, o evolucionar hacia la tensión
generada por la dominante.
•La dominante está relacionada con el 5º grado, y de la misma manera que la
subdominante estaba una 5ª por debajo ésta está una quinta por encima de la
tónica. Genera una fuerte tensión que pide ser resuelta (por la tónica, por ejemplo).
Ahora te preguntarás: si las anteriores funciones armónicas tenían relación con
ciertos grados de la escala, ¿dónde se quedaron el resto de grados? Bien, he aquí
el resto de funciones armónicas secundarias (ya que realmente desempeñan una
función principal) y sus relaciones con los grados:
•La supertónica se refiere al 2º grado, y aunque pueda engañarnos el nombre, tiene
función de subdominante. Es útil para llegar a la dominante, al igual que el 4º grado.
•La sensible se refiere al 7º grado, y tiene función de dominante. Es sustituible por
el 5º grado.
Existen dos grados que actúan con funciones armónicas un tanto ambiguas: los
grados III y VI. A continuación lo veremos.

•El 3º grado queda a medio camino entre la tónica y la dominante, y además


comparte dos notas con los acordes de ambas, por lo que puede desempeñar las
dos funciones.
•Al 6º grado le ocurre lo mismo, solo que comparte las dos notas con los acordes
de tónica y subdominante, pudiendo también desempeñar las dos funciones.
Ahora que hemos visto un poco lo que vienen siendo las funciones armónicas,
vamos a agruparlas en una tabla muy útil que relaciona grados,acordes, funciones
y escalas. Le debemos esta tabla al forero de Guitarristas.info Rubiolus, que entre
otras cosas, con su pequeño “método” de aprendizaje de armonía ayudó
enormemente a que guiara correctamente mi aprendizaje autodidacta (solo decir
que si no fuera por ese pdf de menos de 20 páginas yo no sabría ni siquiera lo que
significa el título de esta entrada).
Ejemplos extremadamente simples del empleo de estas funciones sin necesidad de
mucha imaginación los encontramos en muchas canciones del pop moderno, cuyo
esquema es tan simple como tónica-dominante-tónica- dominante hasta la
saciedad.
Ahora que ya tenemos tocado este tema, en adelante podremos hablar de
progresiones armónicas decentes y todas estas fórmulas para componer buena
música rápida y sencillamente que propone este blog. Por el momento quédate con
dos cosas: una, saberte más o menos bien en qué “saco” meter determinado acorde
respecto a una tonalidad (de tónica, subdominante o dominante); y la otra, tener en
cuenta el patrón de “equilibrio” (tónica) — “semiestabilidad” (subdominante) —
“tensión” (dominante) — “resolución” (tónica). Y una cosa más, no emplees todo el
rato progresiones del tipo I – IV – V, sé un poco más original y mete por el medio
algún sonido menor, alguna función secundaria y marginal… Experimenta.
Encuentra el sonido que te gusta.
Un especial agradecimiento al forero Rubiolus de Guitarristas.info, por su manual
de “armonía para todos”, sin el cual ni me habría asomado a este universo, y a la
página web Teoria.com, ya que me apoyé en ella, no sólo para aprender, sino para
guiar esta misma entrada y que no fuera todo un lío contraproducente.
Funciones Tonales y Funciones Armónicas
Una escala se compone de notas; la tonalidad se divide en grados. Cada nota de la
escala se asocia a un grado de la escala. Las notas se representan con números
arábigos (1,2,3…) y los grados de la escala con números romanos (I,II,III,…).
Los nombres de los diferentes grados de la escala son estos:

I Tónico base
II Supertónico
III Mediante o Modal
IV Subdominante
V Dominante
VI Submediante o Relativo menor
VII Sensible (cuando está a un semitono de la tónica)
Séptima o Subtónica (cuando está a un tono de la tónica)
I Tónico (octava)

Funciones tonales
Como introducción, recordar que la tonalidad se basa en siete sonidos llamados
grados y que se corresponden con los siete nombres de las notas (con las
alteraciones correspondientes).
Una tonalidad puede tener varios modos; los más importantes son Mayor y Menor.
De estos siete grados hay unos que son modales y otros tonales:
- Grados modales: definen el modo del tono y son el III (el más importante) y los II,
VI y VII.
- Grados tonales: Forman los pilares de la tonalidad y son el I el IV y el V.
Los nombres de los diferentes grados de la escala son estos:
Si analizamos las triadas que obtenemos tras la armonización de la escala mayor,
obtenemos que:
- Grado I: El acorde que se forma es mayor. Es el acorde base de la tonalidad (y por
lo tanto el más estable) y el resto de acordes tenderán en mayor o menor medida a
moverse hacia él. Su función tonal es de Tónica.
- Grado II: El acorde que se forma es menor. Su función tonal es de Subdominante,
por contener el cuarto grado de la escala. Tiende a moverse con la misma fuerza
hacia la tónica y hacia dominante.
- Grado III: El acorde que se forma es menor. Su función tonal es de Tónica. La
tendencia de este acorde es moverse hacia el acorde el VI grado ó hacia el II ó IV.
Al tratarse de un grado con función tonal de Tónica, este es un acorde estable, pero
al contener el grado VII es menos estable que el grado I.
- Grado IV: El acorde que se forma es mayor. Su función tonal es de Subdominante
y su tendencia es moverse con la misma fuerza hacia tónica o hacia dominante.La
cadencia IV-I es de las más fuertes y se llama cadencia plagal.
- Grado V: El acorde que se forma es mayor. Su función tonal es de Dominante. Su
tendencia es moverse hacia tónica. Es el acorde más importante de la tonalidad
después del acorde I. La unión V-I es la más fuerte y se la llama cadencia auténtica.
Es una cadencia concluyente. Si el acorde V se mueve hacia otro acorde que no es
el I, se dice que estamos ante una cadencia rota. Si ese acorde hacia el que se
mueve es el IV se le llama cadencia de Blues.
- Grado VI: El acorde que se forma es menor. Al tratarse del relativo menor, tiene
cierta función de tónica. Su tendencia es a moverse hacia el II o el V. Muy a menudo
se utiliza como cadencia rota después del V.
- Grado VII: El acorde que se forma es disminuido. Su función tonal es de
Dominante, por contener los grados IV y VII. Se trata del acorde más débil e
inestable de la tonalidad. Su tendencia es moverse hacia el I, pero también suele
usarse moviéndose hacia el III.
- Grado bVII: Aunque no es un acorde diatónico, su uso es muy frecuente en
progresiones diatónicas. Se trata de un acorde mayor, con función no diatónica,
pero como contiene el grado IV se le asigna cierta función de subdominante. Se
utiliza en secuencias bVII-I o en una cadencia IV-V-I, donde se sustituye el V por el
bVII, obteniendo: IV-bVII-I.
Funciones armónicas
Existen tres funciones armónicas: Tónica, dominante y subdominante.
Cada acorde cumple una de esas tres funciones que viene determinada primero por
el grado sobre el que se forma y segundo por los grados que contiene dicho acorde.
Conocer las funciones armónicas no va a permitir saber algo más a cerca de las
relaciones entre los diferentes acordes, así como a entender mucho mejor el
concepto de tonalidad.
Tónica
Se corresponde con el grado I (tónica), tanto en las escalas mayores como menores.
Es la función tonal más estable y con más equilibrio de la tonalidad.
Los acordes que pertenecen a la función de tónica son:
- En tonalidades mayores: I, IIIm y VIm
- En tonalidades menores: Im y bIII
Subdominante
Se corresponde con el grado IV (subdominante), tanto en las escalas mayores como
menores.
Los acordes pertenecientes a esta función armónica piden una ligera resolución en
un acorde de función armónica dominante y, en menor medida, en un acorde de la
función armónica tónica.
Los acordes que pertenecen a la función subdominante son:
- En tonalidades mayores: IIm y IV
- En tonalidades menores: IIº, IVm, bVI y bVII*
* La especie de este acorde es de dominante, pero su función tonal es de
subdominante menor.
Dominante
Se corresponde con el grado V (dominante), tanto en las escalas mayores como
menores.
Es la más tensa e inestable de las tres. Un acorde que pertenece a esta función
armónica pide siempre una resolución en un acorde de tónica.
Los acordes que pertenecen a la función dominante son:
- En tonalidades mayores: V y VIIº
- En tonalidades menores: Vm
* Debido a que en tonalidades menores, en la escala diatónica menor armonizada,
es muy común sustituir el acorde Vm por el V o V7. También el acorde bVII suele
reemplazarse por el VIIº; La regla en este caso sería: Si cualquiera de las 4 notas
del acorde de 7ª disminuido funciona como leading tone (7ª mayor) del siguiente
acode, funcionará como acorde VIIº, o sustituto dominante. En ambos casos sus
sonidos son distintos, pero se mantiene la relación entre los acordes.
BIBLIOGRAFIA

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