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UNIVERSIDAD JUÁREZ AUTÓNOMA DE TABASCO

DIVISIÓN ACADÉMICA MULTIDISCIPLINARIA DE COMALCALCO

ASIGNATURA:
TECNOLOGIA DE LA INFORMACION Y COMUNICACION

PROFESORA: MTRA. VERÓNICA FERNÁNDEZ ARTEAGA

NOMBRE: ARACELI PÉREZ MONTES

SEMESTRE: 2 GRUPO:” K”

Lunes, 19 de febrero de 2018


INDICE

Contenido
INDICE.................................................................................................................................................. 1
1.-Ética, psicoanálisis y ciencias naturales .......................................................................................... 3
Ética y ciencia en general ................................................................................................................ 3
Ética y psicoanálisis ......................................................................................................................... 3
2.-Ética de la ciencia ............................................................................................................................ 4
3.- definición de etica .......................................................................................................................... 4
Tareas de la ética................................................................................................................................. 5
4.-La ética importa .............................................................................................................................. 6
5.-Lo ético de la ética empresarial ...................................................................................................... 7
¿Qué es la ética empresarial? ......................................................................................................... 7
6.- ¿Por qué promover una “ética empresarial” y no una “ética del empresario”? ....................... 7
7.-LA ÉTICA, una necesidad colectiva .................................................................................................. 8
8.-Ética................................................................................................................................................. 9
9.-Etica............................................................................................................................................... 10
Ética en el ámbito filosófico .......................................................................................................... 10
Lo que es la ética ........................................................................................................................... 11
10.-Ética............................................................................................................................................. 11
La Verdad ...................................................................................................................................... 11
La Bondad ...................................................................................................................................... 12
La Unidad....................................................................................................................................... 12
1.-Ética, psicoanálisis y ciencias naturales

Ética y ciencia en general


La separación entre la ciencia y los valores no epistémicos se remonta, según el filósofo de
la ciencia Javier Echeverría (1995), a Locke y Hume, ya que ambos separaban totalmente
los ámbitos del ser y el deber ser. Echeverría advierte que esta concepción influyó incluso
en la sociología a través de Max Weber: 86 C O N V E R G E N C I A S Puesto que los valores
son culturalmente dependientes, la objetividad de la ciencia sólo puede estar garantizada
en la medida en que, aunque en las ciencias sociales [...] pueda haber referencia a valores,
sin embargo no haya nunca juicios de valor.

Un antecedente de la posición de que en ciencia existen valores epistémicos y de otros


tipos, lo tenemos en Thomas Kuhn, para quien no era suficiente estudiar sincrónicamente
al conocimiento científico para comprender su funcionamiento, también recurrió a la
historia de la ciencia y se percató que las disciplinas evolucionan de manera distinta a
como lo había planteado la filosofía de la ciencia de la concepción estándar.

En particular, advirtió que cuando dos teorías rivales se encuentran en competencia,


interviene un factor de inconmensurabilidad entre ambas, es decir, las teorías rivales
pueden diferir no sólo en las leyes que sostienen sino también en sus métodos de
evaluación, en el significado que dan a los conceptos que emplean, los problemas que
intentan resolver, etcétera. Por ello, aun cuando los científicos contaran con una serie de
criterios epistémicos para evaluar las teorías rivales, éstos no eran decisivos. Echeverría
comenta que para Kuhn hay cinco criterios epistémicos que emplean las buenas teorías
científicas: precisión, coherencia, amplitud, simplicidad y fecundidad. Sin embargo, tales
valores epistémicos no son suficientes para elegir entre teorías rivales, ya que: Dos
científicos distintos pueden obtener valoraciones diferentes respecto de una misma teoría
a pesar de usar un mismo criterio, como por ejemplo el de fecundidad o el de coherencia.
Y desde un punto de vista colectivo, algunos criterios pueden oponerse a otros a la hora
de evaluar teorías.

Ética y psicoanálisis
No sólo desde la filosofía de la ciencia se ha advertido la importancia de los valores en la
ciencia, también desde la ética. En este ámbito, Jürgen Habermas (1968) consideró que
cualquier tipo de conocimiento está guiado por intereses –en las ciencias naturales como
en las sociales. Para las ciencias naturales, Habermas señala el interés técnico, es decir, el
interés por dominar a la naturaleza; para las ciencias históricohermenéuticas, como la
historia, sitúa el interés práctico, que consiste en asegurar y expandir las posibilidades de
entendimiento y comunicación entre los seres humanos. Por lo que se refiere al
psicoanálisis, Habermas comenta que está orientado por un interés emancipativo, que
consiste en liberar al ser humano de la dominación y la represión. Para este filósofo, lo
que hace posible satisfacer este interés y que está en el núcleo del psicoanálisis es el
supuesto de la capacidad de autorreflexión de los seres humanos; destaca incluso que el
psicoanálisis es “el único ejemplo tangible de una ciencia que recurre metódicamente a la
autorreflexión”. (Kruyff, 2010)

2.-Ética de la ciencia
El conocimiento, considerado en la actualidad casi todopoderoso que, sin embargo, está
orientado a resolver problemas que no parece responder al concepto de “prioridad ética”
expuesto por algunas de las principales orientaciones actuales de la ética y que apunta a
señalar la imperiosa necesidad de actuar para proteger la vida, aún en sus posibilidades
más básicas, atender la situaciones críticas de injusticia, la pobreza extrema y la miseria
deshumanizadora, las amenazas armadas y la violencia generalizada, la subalimentación,
la salud deteriorada por enfermedades erradicabas pero en franco crecimiento el
analfabetismo, la desocupación, la exclusión. Esta inadecuación entre poder y problemas
reintroduce el tema de la responsabilidad y de los valores éticos en el abordaje de los
problemas fundamentales, consecuencia de los cuales es la profundización y radicalización
de la violencia y la ingobernabilidad. Poder-problemas-valores es un nuevo modo de
manifestación del desafío de la inteligencia humana como inteligencia de la vida, como
fuente de capacidades para elegir y construir el bien personal en armonía con el bien
común (a una inteligencia de intervención, está sucediendo una inteligencia de
integración). (Fiorino, 2008)

3.- definición de ética


“Ética” deriva de la palabra griega ethos. Hay dos significados de “ética” en el lenguaje
griego que revelan dos modos de entender y explicar el comportamiento moral de las
personas: a) Êthos (): significaba “carácter”, “modo de ser”. Este es el sentido que
tiene la palabra “ética” en los poemas de Homero (s. -IX o -IIIV), Iliada y Odisea Según este
modo de entender la ética, el comportamiento moral depende del “carácter” o “modo de
ser” de las personas. El “carácter” o “modo de ser” está determinado por la herencia
(genética o social) y, por tanto, no se puede cambiar. Así, pues, las normas y los valores
morales son inmutables. b) Posteriormente (s. -V), éthos () significó “uso”,
“costumbre”, “hábito”. Con este sentido aparece la palabra “ética” en los escritos de la
sofística, de Platón, de Aristóteles... Según esta manera de entender la ética, el
comportamiento moral depende de los hábitos o costumbres. Los hábitos o costumbres
son producto del acuerdo social y, por tanto, se pueden modificar mediante nuevos
acuerdos sociales. Además como los hábitos o costumbres los aprendemos, necesitamos
de la educación moral para adquirir hábitos de “buen” comportamiento. “Moral” deriva
del latín mos, moris. Su significado etimológico era “costumbre”, y también “norma” o
“precepto”. De la fusión de ambos sentidos (“costumbre” y “norma”) surge la concepción
latina de la moral. La moral, entendida como “buena costumbre” está formada por los
diversos modelos sociales de comportamiento. Estos modelos funcionan como patrones
de buena conducta y sirven para valorar el comportamiento de las personas. Así, “moral”
hace referencia a las “formas de vida”; éstas reflejan las ideas compartidas acerca de los
valores y del sentido de las cosas. Ética y moral. Si unimos los significados etimológicos de
las palabras “ética” y “moral”, podemos decir que la moral se refiere tanto a las acciones
como a los productos humanos susceptibles de ser valorados como “buenos” o “malos. Y
que la ética es una reflexión filosófica sobre nuestro comportamiento moral (sobre las
costumbres, normas, responsabilidad, valores, obligación...) orientada a buscar soluciones
a los problemas que tiene una persona consigo misma (resolución de conflictos
intrasubjetivos) y a los que genera la convivencia con otras personas (resolución de
conflictos intersubjetivos). Así pues, la ética es la reflexión filosófica sobre la moral. Dicho
de otro modo, el objeto de estudio de la ética es la moral.

Tareas de la ética
Para reflexionar sobre la moral, la ética hace una investigación filosófica sobre el
comportamiento moral de las personas. El punto de partida es, pues, la descripción de la
vida cotidiana (ética descriptiva). Después procede a criticar y reformular las normas
morales vigentes en la vida cotidiana de acuerdo con principios éticos racionales (ética
normativa). Estos principios también son revisados y cuestionados por una reflexión crítica
más profunda (metaética). Finalmente, tras esta doble revisión crítica, ofrecerá normas,
valores y principios morales concretos para orientar nuestra conducta en la vida cotidiana
(ética aplicada).

Ética descriptiva o empírica. Pretende describir los diversos fenómenos de la vida moral,
explicarlos y hacer una teoría general de la conducta humana. Uno de los aspectos que
más le interesa es el proceso de moralización o de transmisión de normas morales. La
investigación sobre este proceso, le ha permitido, a la ética descriptiva, poner de
manifiesto que nuestro comportamiento es producto de un proceso de socialización que
nos “modela” con las normas, los valores y los principios morales dominantes de nuestra
cultura. Pero, nuestro comportamiento no es sólo un producto de nuestra cultura.
Nosotras también decidimos qué “forma de vida” queremos. Y, con nuestro
comportamiento moral, también “modelamos” (transformamos) nuestra cultura. Además,
la investigación sobre el proceso de moralización le ha permitido, a la ética descriptiva,
evidenciar que decidir “no-seguir” algunas de las normas impuestas por el uso y la
costumbre supone tener que superar numerosos obstáculos en la vida. Por último,
conocer quiénes son los agentes socializadores, qué nos transmiten y para qué, hace que
la ética descriptiva nos ayude a decidir qué normas morales merecen ser obedecidas y
cuáles ignoradas o substituidas para poder construir nuestra “manera de vivir”

Ética normativa. Pretende establecer principios generales que se autorrecomienden y que


fundamenten de forma racional (sin apelar seres sobrenaturales) las normas morales
vigentes. Nos proporciona sistemas de reglas prácticas para la “vida buena”. Por ejemplo,
la ética de Platón nos dice que “es preferible sufrir la injusticia que cometerla”; el
utilitarismo, que debemos comportarnos de tal manera que las consecuencias de nuestros
actos proporcionen la mayor felicidad posible al mayor número de personas; la ética de
Kant nos dice: “obra sólo según aquella máxima [norma] que puedas querer que se
convierta, al mismo tiempo, en ley universal”.

Ética crítica o metaética. Es una reflexión crítica sobre éticas normativas. Investiga el
lenguaje que utilizamos cuando decimos qué debemos hacer o qué queremos decir
cuando decimos que un comportamiento es “bueno”.

Ética aplicada o ética práctica. Propone normas morales concretas aplicables a nuestra
vida cotidiana. Esas normas se traducen en códigos deontológicos (elaborados por
mayorías o por consenso) como los de la práctica médica, los de la creación y utilización
de nuevas tecnologías, los de los negocios, los de la política, etc. (Peral)

4.-La ética importa


Hay una sed de ética en América Latina. La opinión pública reclama en las encuestas y por
todos los canales posibles comportamientos éticos en los líderes de todas las áreas y
temas cruciales como el diseño de las políticas económicas y sociales y la asignación de
recursos sean orientados por criterios éticos. Contrariamente a ese sentir, las visiones
económicas predominantes en la región tienden a desvincular ética y economía. Sugieren
que son dos mundos diferentes con sus propias leyes, y que la ética es un tema para el
reino del espíritu. Este tipo de concepción que margina los valores morales parece haber
sido una de las causas centrales del “vacío ético” en el que se han precipitado varias
sociedades latinoamericanas. La idea de que los valores no importan mayormente en la
vía económica práctica, ha facilitado la instalación de prácticas corruptas que han causado
enormes daños.

El Papa Juan Pablo II ha encabezado el cuestionamiento de la supuesta dicotomía entre


ética y economía. Ha señalado repetidamente que es imprescindible volver a reanalizar la
relación entre ambas, y que la ética no solo no es ajena a la economía sino que debería
orientarla y regularla. Así entre otros aspectos el Papa exige un “código ético para la
globalización”.(Kliksberg, Revista Venezolana de Gerencia, 2003)

5.-Lo ético de la ética empresarial


¿Qué es la ética empresarial?
La ética, según Cortina, “es un tipo de saber de los que pretende orientar la acción
humana en un sentido racional; es decir, pretende que obremos racionalmente”. Dicho
saber ético tiene fundamentalmente dos modos: el primero, es la forja de carácter con el
que se busca aprender a tomar decisiones prudentes; el segundo es la toma de decisiones
moralmente justas, que la autora relaciona con “el respeto de los derechos humanos
desde una moral crítica” (Cortina, 1994:19-25). Ante la pérdida de legitimidad de la
religión católica que era fuente de la ética durante la Edad Media, el mundo occidental vio
surgir en la Modernidad la ética cívica. En su obra “Ética de la Empresa (1994)”, la autora
nos narra cómo, a partir de los eventos que posibilitaron el pluralismo(la convivencia
pacífica entre ciudadanos de diferentes credos y por tanto, códigos morales), se hace
necesario el establecimiento de unos mínimos morales que garanticen la buena
convivencia entre los ciudadanos, pero que, además, emerjan de dicha convivencia. Ello
motiva el nacimiento de la ética cívica. La ética empresarial es parte de ella, pero no
cualquier parte. Para Cortina, no es posible una ética empresarial sin una ética cí- vica;
pero lo mismo se puede decir en el sentido contrario, no es posible una ética cívica sin una
ética empresarial pues, según piensa esta autora, sin organizaciones morales toda la
sociedad se desmoralizaría. Pero el contexto de la ética cívica no es el único para la ética
empresarial, la empresa capitalista requiere del marco de la “ética de la economía
capitalista” de la cual, nos dice Cortina (1994), la empresa sería su “espíritu”. Para ella, el
capitalismo ha demostrado ser la mejor forma económica, ya que posibilita tanto la
libertad de los individuos como la democracia que, bajo un modelo comunitario, hace
posible encontrar esos mínimos morales requeridos por la ética cívica. (Kliksberg, 2003)

6.- ¿Por qué promover una “ética empresarial” y no una “ética del empresario”?
Ante lo hasta aquí expuesto, habrá quien desee seguir la lógica aquella que dice que “el fin
justifica los medios”, y que si hay un discurso, por muy inconsistente que este sea, que
logre en los empresarios un cambio de comportamiento tal que se resuelvan los grandes
problemas de desigualdad en el mundo, lejos de criticarlo hay que apoyarlo y fomentarlo.
Ante esas posibles voces, habría que descubrir primero, si ese que piensan es el objetivo
de los discursos en torno a la ética empresarial o, si por el contrario, lo que pretenden es
dar mayores herramientas para que la lógica de la acumulación de la riqueza se perpetúe.
Por otra parte, si lo que se pretende es el cambio de actitud de los empresarios, ¿por qué
no se promueve una ética del empresario? (Crespo, 2003)

7.-LA ÉTICA, una necesidad colectiva

La ética, desde el punto de vista etimológico, es una ciencia que estudia el ethos, es decir,
algo característico de las costumbres o de los modos habituales de actuar, y por fin, de la
propia naturaleza o capacidad natural del hombre para comportarse de una u otra manera
con un fin determinado. El sentido del término latino se encuentra precisamente en la
explicación de la palabra ethos, que en latín es mos (costumbre) de donde deriva el
término moral con el mismo significado de ética. Con otras palabras, la ética estudia la
actitud humana acostumbrada o simplemente, los actos humanos racionales y
espirituales. Es importante precisar sobre la palabra actitud, tratado de manera clara por
Luka Brajnovic: [...] la ética se encarga de estudiar los actos humanos (no los del hombre)
en el estricto sentido de la palabra, es decir como una práctica que como una
especulación teó- rica.1 La ética pues, es una ciencia –filosófica– práctica, pero también
teórica, normativa, que descubre y fija normas, consejos y advertencias para que el
hombre viva bien. En este sentido, no se puede negar a la ética su carácter científico, ni
puede negar una ley natural que incluya la existencia de un legislador, que es el mismo
que creó la naturaleza.

En cuanto a su ramificación, se divide en ética general y ética especial. La primera estudia


leyes, normas y hechos generales de la actitud moral del ser humano; la segunda, la
actitud en diversas circunstancias en las que el hombre se encuentra como ser social. Ante
esto, la deontología pertenece a la ética especial. La persona –cualquiera que sea su grado
de cultura y de civilización– posee un sentido ético o moral. “Este sentido está
estrechamente ligado a los actos volitivos – sobre todo al calificarlos– como buenos o
malos. Esta facultad nata se perfecciona poco a poco a lo largo de su ejercicio práctico, lo
que se le llama criterio moral del hombre.” Cuando se tiene un sentido estético –sobre lo
bello– y no ético –sobre la verdad– es completamente distinto de tener la capacidad de
explicar, argumentar o justificar la belleza y la verdad. Lo mismo sucede con el sentido
ético. Todos los seres humanos lo tienen, ya que existe una diferencia entre el bien y el
mal, entre los actos honestos y deshonestos. Y así como existe la belleza
independientemente de nuestra opinión y existe la verdad aunque no la conozcamos, así
también existe la diferencia entre el bien y el mal reconociéndola nosotros o no.

En fin, dicha diferencia entre el bien y el mal existe antes de que podamos juzgar en qué
consiste y en qué se fundamenta; y además existe antes que sepamos juzgarla o
comprenderla lógica y teóricamente. Obrar como debe y decidir lo que éticamente es
bueno es el deber fundamental del hombre. Este deber, es preciso señalarlo a los
comunicadores o educadores y no disminuye su libertad, sino que la hace ejercer. Los
hombres se relacionan con el bien y el mal según sus actos morales. Esto significa que
para la diferenciación ética hay que tomar en cuenta la misma persona humana como una
integridad individual. La medida para definir estos actos es la razón, es decir la naturaleza
racional del hombre. Por ello, un acto es honesto si concuerda con la recta razón y con el
bien común: “la calumnia, la mentira, el atentado contra la buena fama, un ejemplo
escandaloso, la corrupción, el homicidio, la dádiva por hablar o escribir ‘bien’ sobre
personaje deshonesto, el homicidio, etc., son delitos morales porque son contrarios a la
sana razón.”

El ejercicio de una profesión no se limita únicamente al oficio como tal –con sus
correspondientes deberes éticos– sino también a la conciencia moral del hombre, a los
actos, juicios y derechos inalienables de la persona, sean o no reconocidos por las normas
jurídicas vigentes. Ante esto, la deontología o moral profesional, se puede definir como
una parte especializada de la ética porque considera el aspecto moral del hombre
ejerciendo su profesión. Esta parte de la ética se fija especialmente en el contenido y en la
honradez de las actividades profesionales y en los deberes de los que desempeñan las
actividades y trabajos, como los periodistas, comprometiendo así la misma profesión. La
deontología es una parte especializada de la ética general –como ya se dijo– pero no una
parcela totalmente delimitada que pueda estudiarse sin tener en cuenta la visión conjunta
de la moral natural. Precisando, la moralidad, el honor, la honestidad, el deber, la
responsabilidad social y la obligación de conciencia referidos al ejercicio de una profesión,
se denomina deontología o ética profesional. (JOSÉ LUIS JÁQUEZ BALDERRAMA, 2009)

8.-Ética
Del griego ethike, derivado de ethos, carácter, y, según Aristóteles, de éthos costumbre)
Rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es la moral. Si por moral hay que entender el
conjunto de normas o costumbres (mores) que rigen la conducta de una persona para que
pueda considerarse buena, la ética es la reflexión racional sobre qué se entiende por
conducta buena y en qué se fundamentan los denominados juicios morales. Las morales,
puesto que forman parte de la vida humana concreta y tienen su fundamento en las
costumbres, son muchas y variadas (la cristiana, la musulmana, la moral de los indios hopi,
etc.) y se aceptan tal como son, mientras que la ética, que se apoya en un análisis racional
de la conducta moral, tiende a cierta universalidad de conceptos y principios y, aunque
admita diversidad de sistemas éticos, o maneras concretas de reflexionar sobre la moral,
exige su fundamentación y admite su crítica, igual como han de fundamentarse y pueden
criticarse las opiniones. En resumen, la ética es a la moral lo que la teoría es a la práctica;
la moral es un tipo de conducta, la ética es una reflexión filosófica
La ética no crea la moral. Aunque es cierto que toda moral efectiva supone ciertos
principios, normas o reglas de conducta, no es la ética la que, en una comunidad dada,
establece esos principios y normas. La ética se encuentra con una experiencia histórico-
social en el terreno de la moral, o sea, con una serie de morales efectivas ya dadas, y
partiendo de ellas trata de establecer la esencia de la moral, su origen, las condiciones
objetivas y subjetivas del acto moral, las fuentes de la valoración moral, la naturaleza y
función de los juicios morales, los criterios de justificación de dichos juicios, y el principio
de que rige el cambio y sucesión de diferentes sistemas morales.
La ética es la teoría o ciencia del comportamiento moral de los hombres en sociedad. O
sea, es ciencia de una forma específica de conducta humana.
Tanto la moral como la ética, términos que en la práctica suelen identificarse, tienen una
función práctica: se refieren, aunque no exclusivamente, a situaciones conflictivas de la
vida de las personas. Desde el punto de vista de la moral, hay que tomar una decisión
práctica; desde el punto de vista de la ética, ha de formarse la conciencia en el hábito de
saber decidir moralmente. En ambos casos, se trata de una tarea de fundamentación
moral. (Riu., 1996)

9.-Etica
La ética, es el conjunto de normas y preceptos, establecidos por el hombre, para marcar
pautas o directrices, con respecto a su propia actuación. De esta manera, sirve de
reflexión sobre aspectos específicos en cuanto a las experiencias vividas, determinando la
práctica de la moral, a través del uso de normas sociales aceptadas y cumplidas por la
mayoría. Por esta razón, es un aspecto muy relacionado con el carácter interno personal,
en cuanto a su interpretación o a la aceptación de esas pautas, en beneficio del bien
común.

Ética en el ámbito filosófico


Ya se anticipó lo que se entiende por filosofía; sin embargo, aún no se enuncia el
contenido central del estudio de la filosofía que se conoce también como la Madre de
todas las ciencias. Pues bien, de igual manera existe una diversidad de formas de dividir la
filosofía con la intención de estudiarla y encontrar la esencia que da origen al estudio de
todas las cosas por sus causas últimas adquiridas por la luz de la razón; es decir, si se
conoce el objeto de estudio de la filosofía se estará en posibilidad de atisbar la fuente de
donde emana todo lo que existe; esto es, las cosas y las ideas, lo que vemos y lo que no
vemos, lo que preocupa y ocupa, el junto y el lejos. En fin, todo lo que puede ocupar un
lugar en el espacio y todo lo que puede ocupar un lugar en la mente del ser que piensa y
siente.
Lo que es la ética
 Ciencia práctica que versa sobre la naturaleza y el objeto de la acción humana.
 Se ocupa de las virtudes morales que no son innatas, ni las transmite simplemente
el maestro al discípulo, se adquieren mediante la práctica y se pierden por falta de
ésta.
 Una virtud moral, no es una facultad (como la inteligencia o la memoria) ni una
pasión (como un arrebato de cólera o un sentimiento de piedad).
 Ni la simple posesión de facultades ni la mera irrupción de pasiones hace a las
personas buenas o malas, dignas de encomio o de censura.
 Lo que hace de alguien una buena persona es el estado habitual de su alma, o sea,
el estado de su carácter. (Hernández, 2014)

10.-Ética
De acuerdo con el acercamiento al significado de lo expresado por el grupo informante,
los profesionales en Orientación tienen que atender dos aspectos, el primero en relación a
ellos mismos como personas; y el segundo a ellos como profesionales. En cualquiera de
los dos, lo que antecede a las actitudes que éstos muestren, son los valores. El primero,
significa la orientación conductual de la persona, respecto a qué atenerse y cómo
comportarse con relación a sí mismo, a los demás, a las normas de convivencia de la vida
cotidiana; así como conducirse en la vida social institucional, (Montero, 1999).

El segundo, consiste en analizar responsablemente cuál es la ética y cuáles son los valores
que deben sustentar y conformar la relación de orientación, ya que una meta de ésta es la
reintegración del ser humano y claridad de su sentido de vida. Por su parte Martínez
propone como los valores que deben orientar una conducta ética, la libertad y la
responsabilidad del ser humano, con acciones guiadas por otros valores tales como:
verdad, bondad y unidad.

La Verdad
Esta consiste en aceptar la realidad tal cual es, no en querer cambiarla. En todo proceso
de orientación la relación se basa en aceptar a la persona sin juicios ni evaluaciones. Ser
respetuoso, velar por la integridad física y mental de las personas y tener como emblema
la confidencialidad. Sentirse libre y responsable de su accionar para poder así mostrarse,
ante su entorno, con autenticidad.
La Bondad
El dominio y claridad que posea todo profesional, en la conceptuación de ser humano,
determina la respuesta orientadora para quien orienta. Tratarla con confianza, respeto y
actitud genuina

La Unidad
El individuo es una unidad en sí mismo y a la vez uno con todo lo que le rodea. Es una
unidad en armonía que debe integrar y trascender el opuesto, es decir la división ilusoria
entre el “yo-no yo”, entre el yo real y el yo ideal, e integrar la totalidad natural del ser con
su entorno, con el medio ambiente inmediato para vivir más acorde con sus principios
morales y de esta manera asumir responsabilidad para con él y para con su quehacer
profesional en relación con los demás. La estructura ética de la persona implica, según
Galdona, el desarrollo de una serie de contenidos que deberán ser definidos con
responsabilidad y competencia por parte de ella misma. La práctica constante de estos
principios podrá guiar hacia un mayor autoconocimiento, desarrollo personal y desarrollo
profesional ético. (Vargas Cordero, 2004)
Bibliografía
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Vargas Cordero, Z. R. (28 de febrero de 2004). Desarrollo moral, valores y ética; una investigación
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una investigación dentro del aula: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44028206

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