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Artes plásticas

Por artes plásticas se entiende una clase de arte al mismo nivel que las artes escénicas, las artes
musicales y las artes literarias. Las artes plásticas se diferencian de todas aquellas en su forma de
expresión, ya que utilizan materias flexibles o sólidas, moldeadas, dispuestas o modificadas de
cualquier otra forma a voluntad por el artista.

Dentro de ellas se integran tanto la pintura, la escultura, la fotografía, el dibujo o la ilustración;


técnicas como el grabado (u otras artes gráficas), y algunas artes decorativas y artes industriales,
como la cerámica, la alta costura o la joyería.

 1 Artes plásticas y visuales

 2 Conceptos en artes plásticas

o 2.1 Figura - fondo

o 2.2 Imagen

o 2.3 Percepción

o 2.4 Proporción

o 2.5 Punto

o 2.6 Plano

o 2.7 Movimiento

o 2.8 Croquis

o 2.9 Boceto

o 2.10 Tono

o 2.11 Escala de valores

o 2.12 Tonalidad

o 2.13 Valor

Artes plásticas y visuales


Las artes plásticas son la presentación o representación de conceptos, emociones y situaciones de
carácter humano por medio de elementos materiales o virtuales que pueden ser percibidos por los
sentidos (especialmente el de la vista). Los factores principales en el desarrollo de una obra
artística son la materia, el espacio y el tiempo, estos combinados, presentan al espectador una
situación de la cual él pueda apropiarse e interpretar en su propio contexto.

Las artes visuales se diferencian de las artes plásticas por combinar otros recursos, como el teatro
o la danza en el happening y la performance, o el arte sonoro en instalaciones o intervenciones. Es
decir, las artes visuales poseen un abanico más amplio e inclusivo de medios, para la elaboración
de las obras artísticas, que las artes plásticas o gráficas.

Conceptos en artes plásticas

Figura - fondo

Ley de la psicología de la forma, establece la tendencia a subdividir la totalidad de un campo de


percepción en zonas más articuladas (figuras) y otras fluidas y desorganizadas que constituyen el
fondo. Según esta ley, toda superficie rodeada tiende a convertirse en figura en tanto que la
restante actuará como fondo. Wertheimer fijó, además, otras leyes principales que determinan el
fenómeno: todo objeto sensible existe contra un fondo; la figura tiene calidad de cosa, el fondo
tiene la impresión que el fondo 'pasa' por detrás de la figura; la figura es por lo general el campo
de menor tamaño; el color es más denso y compacto en la figura que en el fondo; también aquella
presenta mayor estabilidad, claridad y precisión, y aparece siempre más cerca del espectador.
Todo lo de la figura se recuerda mejor.

Imagen

Suele llamarse imagen al conjunto de las representaciones que tenemos de las cosas. En alguna
medida imagen y representación son sinónimos y se refieren a los diversos tipos de aprehensión
de un objeto presente, la representación de percepciones pasadas, estar ligado a la imaginación
en la libre combinación de percepciones pasadas o a la alucinación. Las imágenes o
representaciones pueden ser acústicas, ópticas, eidéticas, no eidéticas, afectivas, volitivas, etc.

En el sentido artístico, la imagen plástica puede ser definida como el resultado de un proceso de
creación, en el que, buscando la adecuación de los materiales, las técnicas y la organización sufre
una transformación de las impresiones sensoriales, de fantasías mnémicas, supone siempre la
actualidad de la experiencia, la que aparece a través de la imagen; esto hace suponer a la vez una
experiencia anterior. La imagen trae consigo la actualidad del objeto convocante de lo dado.

Percepción

El término alude primariamente a una aprehensión, sea cual fuere la realidad aprehendida.
Percibir es en efecto recoger, si se recoge o aprehende notas intelectuales se habla entonces de
nociones. El rojo o el verde no son sensaciones, son algo sensible, y la cualidad no es un elemento
de la conciencia, sino una propiedad del objeto.” También es distinta de la intuición intelectual,
parece ser equidistante de ambos actos. Distingue entre percepción interna y externa, llamadas a
veces intuiciones. La interna llamada también inmanente, son vivencias intencionales, cuya
esencia consiste en que sus objetos intencionales, cuando existen pertenecen al mismo flujo
vivencial. La percepción es sensible cuando aprehende un objeto real, 'que es aprehendido
directamente' y categorial cuando aprehende un objeto ideal, es decir cuando se constituyen
nuevas objetividades que se fundan en las anteriores y se refieren a ellas. Dentro de este campo la
percepción tiene una base psicológica, pero con un propósito ontológico.

No se supone al mundo percibido el mundo de las ideas. La idea descansa sobre la percepción. El
mundo percibido es el fondo siempre presupuesto por toda racionalidad, todo valor y toda
existencia.

Para dar un ejemplo, al observar una mancha clara, sobre un fondo oscuro homogéneo, todos los
puntos que integran la mancha, tienen una función, hacer de ellos una figura. El color de la figura
parece ser más denso que el del fondo, hay contraste; los bordes de la mancha de la figura, le
pertenece totalmente a ella; la figura parece colocada sobre el fondo, al cual no interrumpe y que
pasa por debajo de ella. Esto constituye una percepción elemental, pero como cada parte anuncia
más de lo que contiene, ya está cargada de sentido.

Proporción

La proporción o canon es una relación de medidas armónicas entre las partes componentes de un
todo, tanto como la distancia armoniosa entre parte y parte. Estas relaciones de medida son
encontradas en el mundo orgánico e inorgánico. Pero tales relaciones matemáticas no se expresan
de manera mecánica, la relación existe pero las formas exhiben una serie de pequeñas variaciones
dentro de la relación general, lo que contribuye a la belleza y la vitalidad.

Razones numéricas o geométricas de distinta índole que emergieron de investigaciones sobre la


naturaleza fueron aplicadas al arte, siempre en la persecución de una unidad armónica, los
diversos rectángulos, pentágonos, las divisiones internas de los mismos, etc.; tanto como en los
diversos cánones de medida aplicados a la figura humana para obtener belleza, por ejemplo los
cánones de siete u ocho cabezas hacen a la proporción. El recurso de la forma regular fue tenido
en cuenta, aún frente a la influencia de distorsionante de la perspectiva, es así que de acuerdo con
Vitrubio los griegos ensanchaban la parte superior de la columna, respecto de la inferior y en
relación al aumento de altura para mantener la proporción cuando esta entrara visualmente en la
convergencia de perspectiva. Todo esto tenía como finalidad salvar la belleza de la obra.

Punto

El punto, según Wassily Kandinsky[1] es el elemento plástico básico. Siguiendo sus conceptos el
punto en plástica no es un ente material, sino que al reclamar una cierta superficie sobre el plano,
se materializa, posee límites, sus tensiones internas y comienza a vivir como ente autónomo; en él
se encuentra el embrión de la línea y el plano, pero se lo percibirá como punto si en relación con el
plano que lo contiene y los elementos que lo rodean, su tamaño es adecuado a la percepción de
un punto. Su forma externa es variable, sea circular, triangular, trapezoidal, como simple mancha
sin características geométricas, etc. Constituye el 'sonido' elemental de la plástica y con sólo un
punto sobre el plano este ya comienza a expresarse estructuralmente. Es la mínima expresión
posible que se puede dejar sobre una superficie.

Plano

Desde el punto de vista geométrico, el plano puede ser representado sobre una superficie, pero
en el espacio no es posible representarlo sin espesor, tiene que existir como material, en este caso
si el alto y el ancho predominan con respecto al espesor percibimos la forma como un plano. Hay
dos tipos de plano. El plano regular y el plano irregular; el plano regular se refiere a que tiene una
forma definida como por ejemplo las figuras geométricas, y el plano irregular es aquella figura que
no tiene su forma bien definida como puede ser una manchas o un garabato.

Movimiento

Es el foco de atención más fuerte en una comprensión.

Sugerencia que logra en un orden plástico debido a la aplicación, en la organización, de


determinados fundamentos visuales: destino común, buena dirección, agrupamiento, secuencia
lineal, transponibilidad, progresión, alternancia, etcétera.

Tensión existente entre varios elementos formales o lineales y el campo que los contiene, a través
de la cual las figuras son atraídas, repulsadas o aquietadas provocando la sugerencia del
movimiento o desplazamiento. Según la regla de Duncker, en la experiencia de desplazamiento el
marco tiende a permanecer fijo, mientras que el objeto dependiendo de ese marco ejecuta el
movimiento. La estructura del contexto en el espacio y en el tiempo determinan la percepción del
movimiento; de igual manera ocurrirá con las propiedades del movimiento, es decir velocidad y
dirección (la velocidad puede ser constante, cambiar en progresión regular o abruptamente). El
movimiento se percibe dentro de ciertos límites de velocidad, el minutero del reloj,
aparentemente parece quieto, dada su escasa velocidad, pero las paletas de un ventilador se ven
como una forma borrosa y quita dada su alta velocidad.

De igual manera un objeto pequeño parecerá desplazarse a mayor velocidad que uno de gran
tamaño. La dirección está determinada por el sentido de la secuencia en que un objeto, forma,
color, etc. sigue en un orden dado, o por la tensión de una línea, forma, etc. con respecto a un
borde o en su propia dinámica, así vemos desplazarse hacia arriba a una vertical con velocidades
distintas en sus extremos, subir a un triángulo isósceles, dirección igual en una horizontal con
mínima diferencia de velocidad hacia la izquierda, y carecer de dirección a un cuadrado. Es decir,
los elementos axiales expresan movimiento, una catedral gótica es ascendente. Las superficies
curvas expresan movimiento doble, acercarse y alejarse.

El movimiento puede ser continuo, con dirección establecida, lineal o giratoria. La forma del
movimiento puede ser simple o compleja, cuando por ejemplo, varios elementos realizan igual
movimiento con igual ritmo, o cuando dos o más grupos realizan distintos movimiento
organizados con ritmos distintos entre sí.

Croquis

Diseño rápido y ligero que se hace de un terreno, de un paisaje, de una posición militar, etc., sin
valerse de instrumentos ni aparatos geométricos en forma de dibujo y como tanteo o preliminar
de algo que puede completarse.

A pesar de ello un croquis no carece de mérito. Incluso algunos, realizados por grandes artistas, se
consideran actualmente como obras de gran valor, debidamente apreciadas y con categoría de
producciones artísticas. Son famosos, por ejemplo, algunos croquis de Rafael, Rubens, Leonardo
Da Vinci, etc.

Boceto

En pintura, es la plasmación de la primera idea del artista, realizado en un borrador, es decir, en


una superficie apta simplemente para trazar unas líneas y dar unos colores, todo de forma rápida,
y con el único objetivo de conocer el objeto que ha de producir la obra definitiva.

Tono

Color integrado en todas sus dimensiones.

Se denomina también tono a la escala resultante de un color mezclado sea con blanco, negro o
gris, es decir, al matiz o bien con su color complementario.

Escala de valores

Es el orden de los gradientes que se encuentran entre los extremos máximos. En este caso se
refiere sólo a variaciones crecientes o decrecientes de claridad, ubicadas entre polos de claridad u
oscuridad.

Tonalidad

Es la resultante de diversas relaciones del tono, conceptuado en todas sus dimensiones, que por
su organización tienden a provocar un tipo tal de orden de color que se manifiesta moviéndose
hacia la armonía, el contraste o la relación de temperatura.

Frente a un cuadro siempre se hace referencia a la tonalidad dominante, sea armónica, por
predominio de un solo color (monocromático), por predominio de un color al cual los otros
tienden a asemejarse por mezcla (tonalidad rojiza, azulada, etc.), tanto como por su oposición
(contraste), o por su temperatura (tonalidad cálida o fría). Puede darse también en valores de
grises.

Valor
Grado de claridad u oscuridad de un color (blanco y negro), debido a la presencia de blanco o
negro en el mismo. El valor no depende del color en sí, sino de los tonos cercanos: por ejemplo el
amarillo, es un color muy claro, tiene un valor inferior a un verde o violeta.

Dentro de una pintura destacan mayormente los colores que poseen un valor más alto, es decir los
que cuentan con una mayor presencia luminosa: amarillos, cremas, blancos, etc.

En el Renacimiento, los pintores mantenían un equilibrio de los valores, en el Barroco, tal


equilibrio se sustituye por el juego de los mismos.

Referencias

1. ↑ Kandinsky, Wassily (1991). Punto y línea sobre el plano (primera edición). Labor
Publications Inc. ISBN 8433535102. «El punto se instala sobre la superficie y se
afirma indefinidamente. De tal modo representa la afirmación interna más
permanente y más escueta, que surge con brevedad, firmeza y rapidez. Por
consiguiente, tanto en sentido externo como interno, el punto es el elemento
primario de la pintura y en especial de la obra «gráfica».»

Pintura

La creación de Adán, por Miguel Ángel. Detalle de uno de los frescos de la Capilla Sixtina
en El Vaticano.

La pintura artística es el arte de la representación gráfica utilizando pigmentos mezclados


con otras sustancias aglutinantes orgánicas o sintéticas. En este arte se emplean técnicas de
pintura, conocimientos de teoría del color y de composición pictórica, y el dibujo. La
práctica de el arte de pintar, consiste en aplicar, en una superficie determinada —una hoja
de papel, un lienzo, un muro, una madera, un recorte de tejido, etc.— una técnica
determinada, para obtener una composición de formas, colores, texturas, dibujo, etc. dando
lugar a una obra de arte según unos principios estéticos.

El arquitecto y teórico del clasicismo André Félibien, en el siglo XVII, en un prólogo de las
Conferencias de la Academia francesa hizo una jerarquía de géneros de la pintura clásica:
«la historia, el retrato , el paisaje, los mares, las flores y los frutos».

La pintura es una de las expresiones artísticas humanas más antiguas y una de las seis
Bellas Artes. En la estética o teoría del arte modernas la pintura está considerada como una
categoría universal que comprende todas las creaciones artísticas hechas sobre superficies.
Una categoría aplicable a cualquier técnica o tipo de soporte físico o material, incluyendo
los soportes o las técnicas efímeras así como los soportes o las técnicas digitales.

Contenido
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 1 Definición
 2 Historia de la pintura
 3 Géneros pictóricos
o 3.1 Pintura histórica
o 3.2 Retrato
o 3.3 Pintura de género
o 3.4 Paisaje
o 3.5 Naturaleza muerta
o 3.6 Desnudo
 4 Técnicas
o 4.1 Óleo
o 4.2 Cera
o 4.3 Acuarela
o 4.4 Témpera
o 4.5 Acrílico
o 4.6 Pastel
o 4.7 Temple
o 4.8 Tinta
o 4.9 Fresco
o 4.10 Grisalla
o 4.11 Puntillismo
o 4.12 Dripping
o 4.13 Graffiti
o 4.14 Técnicas mixtas
 5 Materiales
o 5.1 Soportes
 5.1.1 Tabla de madera
 5.1.2 Lienzo
 5.1.3 Cobre
 5.1.4 Vidrio
 5.1.5 Papel
o 5.2 Pinceles
o 5.3 Fondos
o 5.4 Pigmentos
 6 Véase también
 7 Referencias
 8 Bibliografía
 9 Enlaces externos

Definición

El arte de la pintura per Johannes Vermeer (1665) Kunsthistorisches Museum de Viena.

Una pintura es el soporte pintado, sea un muro, un cuadro, o una lámina. La palabra
pintura se aplica también al color preparado para pintar, asociado o no a una técnica de
pintura, en este sentido es empleado en la clasificación de la pintura atendiendo a las
técnicas de pintar, por ejemplo: «pintura al fresco» o «pintura al óleo».

La clasificación de la pintura puede atender a criterios temáticos, como la «pintura


histórica" o la "pintura de género». O a criterios históricos basados en los periodos de la
Historia del Arte; como la « pintura prehistórica», la «pintura gótica» y en general de
cualquier período de la historia de la pintura.

Las pinturas son obras de arte, atendiendo a su sentido estético Ernst Gombrich dice que:[1]

No hay nada de malo en que nos deleitemos con la pintura de un paisaje porque nos
recuerda nuestra casa o en un retrato porque nos recuerda un amigo, ya que como hombres
que somos, cuando miramos una obra de arte estamos sometidos al recuerdo de una
multitud de cosas que para bien o para mal influyen sobre nuestros gustos.
Gombrich, Historia del arte (2002)

Y parafraseando a Arnold Hauser:

Las interpretamos (las pinturas) de acuerdo con nuestras propias finalidades y aspiraciones,
les trasladamos un sentido, cuyo origen está en nuestras formas de vida y hábitos mentales.

Ernst Bloch en El espíritu de la utopía (1918), defiende el arte no figurativo,


relacionándolo con una concepción utópica del hombre, como un destino no revelado pero
presente de forma inconsciente en lo más profundo del ser humano.[2]
Si la tarea de la pintura fuera ponernos ante los ojos del aire y la preciosa vastedad del
espacio y de todo lo demás, más valdría ir a disfrutar directa y gratuitamente de todo
aquello.
Ernst Bloch, El espíritu de la utopía (1918)

Erwin Panofsky y otros historiadores del arte, analizan el contenido de las pinturas
mediante la iconografía (forma) y la iconología (su contenido), primero se trata de
comprender lo que representa, luego su significado para el espectador y, a continuación,
analizan su significado cultural, religioso y social más ampliamente.

Historia de la pintura

Réplica de unas pinturas de la cueva de Chauvet del período Auriñaciense.

La historia de la pintura consta desde la prehistoria hasta la Edad Contemporánea, e incluye


todas las representaciones realizadas con las diferentes técnicas y cambios, que coincide
con la historia del arte en su contexto histórico y cultural.

El llamado arte parietal de pintura mural en cuevas, se concentra sobre todo, en ciertas
regiones pirenaicas pertenecientes a Francia y España y en la costa mediterránea en el arte
levantino, en muestras inferiores se han encontrado en Portugal, Norte de África, Italia y
Europa oriental. Las pinturas rupestres más antiguas conocidas se encuentran en la Cueva
de Chauvet en Francia, fechada por algunos historiadores de unos 32.000 años, de los
períodos entre el Auriñaciense y el Gravetiense, fueron realizadas con ocre de arcilla, rojo
de óxido de hierro y negro de dióxido de manganeso . También cabe destacar las cuevas de
Lascaux y Altamira. Se encuentran dibujados rinocerontes, leones, búfalos, mamuts,
caballos o seres humanos a menudo en aptitud de caza.[3]

Las imágenes que se observan en las paredes de las tumbas egipcias de hace unos 5.000
años son escenas de la vida cotidiana y mitológicas con los rasgos característicos de
esquemas de perfil y utilizando el tamaño de las figuras como rango social. En la Antigua
Roma era normal decorar los muros de las casas y palacios principales y entre las mejores
conservadas se encuentran las de Pompeya y Herculano. En la época paleocristiana se
decoraron las catacumbas con escenas del Nuevo Testamento y con la representación de
Jesús como el «Buen Pastor», eran figuras estáticas con grandes ojos que parecían mirar al
espectador, este estilo continuó en la escuela bizantina de Constantinopla. La pintura
románica se desarrolla entre los siglos XII y XIII, siendo las zonas más interesantes las del
Sur de Francia y las de Cataluña, la mayoría de las veces eran temas religiosos realizados
para los ábsides y muros de las iglesias con representaciones del Pantocrátor, la Virgen
María y la vida de santos. En pintura gótica además de los temas religiosos se representan
temas laicos principalmente en Francia e Italia, donde destacó la figura el pintor Giotto.[4]
La Gioconda pintura del renacimiento por Leonardo da Vinci.

En el renacimiento tuvo la pintura una gran influencia clásica, se desarrolló la perspectiva


lineal y el conocimiento de la anatomía humana para su aplicación en la pintura, también en
esta época apareció la técnica del óleo. Fue una época de grandes pintores entre los que se
destacaron Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael Sanzio y Tiziano. En la obra de La
Gioconda descollan las nuevas técnicas empleadas por Leonardo, el sfumato y el
claroscuro. Miguel Ángel realizó una de las más grandes obras pictóricas los frescos de la
Capilla Sixtina. Los artistas que más emplearon temas simbólicos fueron los del Norte de
Europa encabezados por los hermanos Jan van Eyck y Hubert van Eyck. En Alemania
sobresalió el pintor y humanista Durero.[4]

Hipnotizador (1912), de Bohumil Kubišta (Ostrava). Pintura del expresionismo con mezcla
del cubismo.

La Iglesia de la Contrarreforma busca el arte religioso auténtico con el que quiere


contrarrestar la amenaza del protestantismo, y para esta empresa las convenciones
artificiales de los manieristas, que habían dominado el arte durante casi un siglo, ya no
parecían adecuadas, las dos características más importantes del manierismo eran el rechazo
de las normas y la libertad en la composición, en los colores y en las formas, la novedad de
los caravaggistas era un naturalismo radical que combinaba la observación física detallada
con una aproximación, incluso teatral y dramática mediante el claroscuro, el uso de luz y
sombra. Caravaggio y Annibale Carracci son dos pintores coetáneos, y considerados
decisivos en la conformación pictórica del barroco. La pintura barroca se caracteriza por el
dinamismo de sus composiciones; se distinguieron entre otros Velázquez, Rubens y
Rembrandt. En la primera mitad del siglo XVIII se impuso el rococó, más alegre y festivo
que el barroco. Tuvo especial importancia en Francia y Alemania.

El romanticismo de principios del siglo XIX expresaba estados de ánimos y sentimientos


intensos. En Francia el pintor más importante fue Delacroix; en el Reino Unido, Constable
y Turner; en los Estados Unidos, Thomas Cole; y en España, Francisco de Goya. Con la
invención de la fotografía a mediados del siglo XIX, la pintura empezó a perder su objetivo
histórico de proporcionar una imagen realista; el impresionismo, con Manet como
precursor, es un estilo de pinceladas sueltas y yuxtaposición de colores que busca
reconstruir un instante percibido, una impresión, sin interesarse por los detalles concretos.[5]

El inicio del siglo XX se caracteriza por la diversidad de corrientes pictóricas: el Fauvismo,


que rechaza los colores tradicionales y se acerca a colores violentos; el Expresionismo, que
mostraba más los sentimientos que la reproducción fiel de la realidad; el Cubismo con
Georges Braque y Picasso, con la descomposición de las imágenes tridimensionales a
puntos de vista bidimensionales; y la pintura abstracta, heredera del cubismo. El
expresionismo abstracto se desarrolló en Nueva York entre los años 1940-1950, el Pop art
llegó un poco después, con un conocido exponente en Andy Warhol. El minimalismo se
caracteriza por la búsqueda de la máxima expresión con los mínimos recursos estéticos. El
siglo XXI demuestra una idea de pluralismo y las obras se siguen realizando en una amplia
variedad de estilos y gran estética.[4]
Géneros pictóricos

Entierro del conde de Orgaz (1586-1588), de El Greco.Se puede considerar dentro del
género de pintura histórica: describe una leyenda local según la cual elconde fue enterrado
por sant Esteban y san Agustín. En la parte inferior, se describe un enterramiento con la
pompa del siglo XVI; en la parte superior, está representada la Gloria y la llegada del alma
del conde.

Retrato de El doctor Paul Gachet (1890) por Van Gogh.

Pintura de género: Boda campesina (1568) por Pieter Brueghel el Viejo.

Paisaje tipo vedutismo de la Iglesia de Santa Lucía des del Gran Canal (siglo XVIII) por
Francesco Guardi.

Canasta de fruta (c. 1599) naturaleza muerta por Caravaggio.

Los géneros artísticos, además de clasificar las obras por temas, han sido la presentación
artística a través de la historia de la pintura, que ha afectado también la técnica, las
dimensiones, al estilo y a la expresión de las obras de arte. Los autores como Platón (427-
347 a. C.), Aristóteles (384-322 aC) y Horacio (65-8 aC) afirmaron que el arte es siempre
una mímesis y que su mérito está en el valor didáctico de lo que representa y su buena
representación, sin establecer diferencias entre el retrato imaginado o real. Vitruvio en la
segunda parte del siglo I, describió la decoración de comedores donde se veían imágenes
con comida y de otras salas con paisajes o escenas mitológicas.[6]
En el renacimiento, Leon Battista Alberti quiso elevar el grado de «artesano de la pintura»
al de «artista liberal» afirmando: «El trabajo más importante del pintor es la istoria», con la
palabra historia se refería a la pintura narrativa, con escenas religiosas o épicas « ... la que
retrata los grandes hechos de los grandes hombres dignos de recordarse difiere de la que
describe las costumbres de los ciudadanos particulares, de la que pinta la vida de los
campesinos. La primera tiene carácter majestuoso, debe reservarse para edificios públicos y
residencias de los grandes, mientras que la otra será adecuada para jardines ...»[7]

La aparición de la pintura al óleo en el siglo XVI y el coleccionismo, hizo que, aunque no


se perdiera la monumentalidad para murales narrativos, surgieran las pinturas más
comerciales y en otros formatos más manejables, así comenzaron a clasificarse los géneros
pictóricos y su especialización por parte de los artistas. En la Italia central se continuó
haciendo pintura histórica, los pintores de la parte norte de la península itálica realizaban
retratos y los de los Países Bajos realizaron la pintura de género a pequeña escala
presentando la vida campesina, el paisaje y la naturaleza muerta. En 1667, André Félibien
historiógrafo, arquitecto y teórico del clasicismo francés, en un prólogo de las Conferencias
de la Academia hace una jerarquía de géneros de la pintura clásica: «la historia, el retrato,
el paisaje, los mares, las flores y los frutos».[8]

Pintura histórica

La pintura histórica era considerada grande genre e incluía las pinturas con temas
religiosos, mitológicos, históricos, literarios o alegóricos, era prácticamente una
interpretación de la vida y mostraba un mensaje intelectual o moral. Sir Joshua Reynolds,
en sus Discursos sobre arte expuestos en la Royal Academy of Arts entre 1769 y 1790
comentaba: «El gran fin del arte es despertar la imaginación ... De acuerdo en
correspondencia con la costumbre, yo llamo esta parte del arte Pintura Histórica, pero
debería decirse Poética .(...) Debe algunas veces desviarse de lo vulgar y de la estricta
verdad histórica a la búsqueda de grandeza para su obra ». Aunque Nicolas Poussin fue el
primer pintor que realizó este género en formato más reducido, esta innovación tuvo poco
éxito, Diego Velázquez en 1656 realizó Las Meninas con un tamaño que demuestra
simbólicamente que este retrato de la familia real entra dentro del género de la pintura
histórica, mucho más tarde Pablo Picasso en su obra Guernica de 1937, también emplea
una gran dimensión para esta pintura histórica.[9]

Retrato

Dentro de la jerarquía de géneros, el retrato tiene una ubicación ambigua e intermedia, por
un lado, representa a una persona hecha a semejanza de Dios, pero por otro lado, al fin y al
cabo, se trata de glorificar la vanidad de una persona. Históricamente, se ha representado
los ricos y poderosos. Pero con el tiempo, se difundió, entre la clase media, el encargo de
retratos de sus familias. Aún hoy, persiste la pintura de retrato como encargo de gobiernos,
corporaciones, asociaciones o particulares. Cuando el artista se retrata a sí mismo se trata
de un autorretrato. Rembrant exploró en este sentido con sus más de sesenta autorretratos.
El artista en general intenta un retrato representativo, como afirmó Edward Burne-Jones:
«La única expresión que se puede permitir en la gran retratística es la expresión del carácter
y la calidad moral, nada temporal, efímero o accidental.»[10] En la técnica del óleo fue Jan
van Eyck uno de los primeros que lo impuso en los retratos, su Matrimonio Arnolfini fue un
ejemplo de retrato de pareja en cuerpo completo. Durante el renacimiento, representaron el
estatus y éxito personal del retratado, sobresalieron Leonardo da Vinci, Rafael Sanzio y
Durero.[11] En España descollaron Zurbarán, Velázquez y Francisco de Goya. Los
impresionistas franceses también practicaron este género, Degas, Monet, Renoir, Vincent
van Gogh, Cézanne etc. En el siglo XX, Matisse, Gustav Klimt, Picasso, Modigliani, Max
Beckmann, Umberto Boccioni, Lucian Freud, Francis Bacon o Andy Warhol.[12]

Pintura de género

La pintura de género o «escena de género» es el retrato de los hábitos de las personas


privadas en escenas cotidianas y contemporáneas del pintor, también se suele llamar
«pintura costumbrista». Los primeros cuadros más populares se dieron en los Países Bajos
durante el siglo XVI y entre los artistas más destacados se encuentran Pieter Brueghel el
Viejo y Vermeer. No se sabe con seguridad si se trata de simple representación de la
realidad con un propósito de mera distracción, a veces cómico, o bien se buscaba una
finalidad moralizante a través de los ejemplos cercanos al espectador. No hay duda de que,
en el cuadro de género del siglo XVIII, sí estaba presente la intención satírica o moralizante
en obras como las de William Hogarth o Jean-Baptiste Greuze. En España, Diego
Velázquez lo cultivó con su Vieja friendo huevos o El aguador de Sevilla, Francisco de
Goya reflejó, en varias obras de cartones para tapices, las fiestas populares, Bartolomé
Esteban Murillo hizo escenas de género de mendigos y jóvenes picarescos. En Francia,
Jean-Honoré Fragonard y Antoine Watteau hicieron un tipo de pinturas idealizadas de la
vida diaria.[13]

Paisaje

En China y Japón son los países donde, desde el siglo V, se encuentran pinturas con el tema
del paisaje. En Europa, aunque aparecen elementos de paisaje como fondo de escenas
narrativas, o tratados de botánica y farmacia, se inicia verdaderamente en el siglo XVI,
cuando con la aparición del coleccionismo se empezó a pedir temas de cuadros campestres
y a designar como especialistas a los pintores del norte de Europa. Así de una manera
específica se impuso el tema del «paisaje holandés», que se caracteriza por su horizonte
bajo y los cielos cargados de nubes y con motivos típicos holandeses como los molinos de
viento, ganados y barcas de pesca. Los paisajes venecianos de Giorgione y sus discípulos
son con una apariencia lírica y un bello tratamiento cromático, este tipo de pintura se
desarrolló sobre todo a lo largo de todo el siglo XVIII, en un estilo llamado vedutismo, que
son vistas generalmente urbanas, en perspectiva, llegando a veces a un estilo cartográfico,
donde se reproducen imágenes panorámicas de la ciudad, describiendo con minuciosidad
los canales, monumentos y lugares más típicos de Venecia, solos o con la presencia de la
figura humana, generalmente de pequeño tamaño y en grandes grupos de gente. Sus
mayores exponentes fueron Canaletto, Bernardo Bellotto, Luca Carlevarijs y Francesco
Guardi. En la escuela de Barbizon fueron los primeros en pintar al aire libre y hacer un
estudio sobre el paisaje a base de la luz y sus variantes que influyeron especialmente en la
pintura impresionista.[14]
Naturaleza muerta

Es el género más representativo de la imitación de la naturaleza de objetos inanimados, en


general de la vida cotidiana, como frutas, flores, comida, utensilios de cocina, de mesa,
libros, joyas etc. y se puede decir, que es el menos literario de todos los temas. Su origen
está en la antigüedad donde se utilizaba para la decoración de grandes salones, como los
frescos romanos en Pompeya. Plinio el Viejo relata que los artistas griegos de siglos antes,
eran muy diestros en el retrato y la naturaleza muerta. Fue muy popular en el arte
occidental desde el siglo XVI, un ejemplo es La carnicería de Joachim Beuckelaer. En el
mismo siglo Annibale Carracci y Caravaggio representaron magníficas naturalezas muertas.
Durante el siglo XVII evolucionó en los Países Bajos un tipo de bodegón, llamado
«vanitas», donde se exponían instrumentos musicales, vidrio, plata y vajilla, así como joyas
y símbolos como libros, cráneos o relojes de arena, que servían de mensaje moralizante de
lo efímero de los placeres de los sentidos. La Academia francesa lo catalogó en el último
lugar de la jerarquía pictórica. Con la llegada del impresionismo y junto con la técnica del
color, la naturaleza muerta volvió a ser un tema normal entre los pintores, las pinturas de
los Girasoles de Van Gogh son de los más conocidos. Los artistas durante el cubismo
pintaron también composiciones de bodegones, entre ellos Pablo Picasso, Georges Braque
y Juan Gris.[15]

Desnudo

El desnudo es un género artístico que consiste en la representación del cuerpo humano


desnudo. Es considerado una de la clasificaciones académicas de las obras de arte. Aunque
se suele asociar al erotismo, el desnudo puede tener diversas interpretaciones y
significados, desde la mitología hasta la religión, pasando por el estudio anatómico, o bien
como representación de la belleza e ideal estético de perfección, como en la Antigua
Grecia. El estudio y representación artística del cuerpo humano ha sido una constante en
toda la historia del arte, desde la prehistoria (Venus de Willendorf) hasta nuestros días. Una
de las culturas donde más proliferó la representación artística del desnudo fue la Antigua
Grecia, donde era concebido como un ideal de perfección y belleza absoluta, concepto que
ha perdurado en el arte clasicista llegando hasta nuestros días, y condicionando en buena
medida la percepción de la sociedad occidental hacia el desnudo y el arte en general. En la
Edad Media su representación se circunscribió a temas religiosos, siempre basados en
pasajes bíblicos que así lo justificasen. En el Renacimiento, la nueva cultura humanista, de
signo más antropocéntrico, propició el retorno del desnudo al arte, generalmente basado en
temas mitológicos o históricos, perdurando igualmente los religiosos. Fue en el siglo XIX,
especialmente con el impresionismo, cuando el desnudo empezó a perder su carácter
iconográfico y a ser representado simplemente por sus cualidades estéticas, el desnudo
como imagen sensual y plenamente autorreferencial.[16]

Técnicas
Las técnicas de pintura se dividen de acuerdo a cómo se diluyen y fijan los pigmentos en el
soporte a pintar. En general, y en las técnicas a continuación expuestas, si los pigmentos no
son solubles al aglutinante permanecen dispersos en él.[17]
Óleo

Paleta de pintor, pinceles y tubos de pintura al óleo.

El dos de mayo de Francisco de Goya.

El vehículo empleado para fijar el pigmento son tipos de aceites y el disolvente es la


trementina. La pintura al óleo se hace básicamente con pigmento pulverizado seco,
mezclado en la viscosidad adecuada con algún aceite vegetal. Estos aceites se secan más
lentamente que otros, no por evaporación sino por oxidación. Se forman capas de pigmento
que se incrustan en la base y que, si se controla cuidadosamente los tiempos de secado, se
fijarán correctamente en las siguientes capas de pigmento. Este proceso de oxidación
confiere riqueza y profundidad a los colores del pigmento seco, y el artista puede variar las
proporciones de aceite y disolventes, como la trementina, para que la superficie pintada
muestre toda una gama de calidades, opaca o transparente, mate o brillante. Por esta y por
otras razones, el aceite puede considerarse como el medio más flexible. Usado de una
manera conveniente, la pintura al óleo cambia muy poco de color durante el secado aunque,
a largo plazo, tiende a amarillear ligeramente. Su capacidad de soportar capas sucesivas,
permite al artista desarrollar un concepto pictórico por etapas - Degas llamaba este proceso
bien amenée(bien llevado)- y la lentitud de secado le permite retirar pintura y repasar zonas
enteras. Las fotografías con rayos X demuestran que incluso los grandes maestros
introducían a menudo cambios durante el proceso de realización de un cuadro.[18]

Cera

El vehículo son ceras que normalmente se usan calientes. La encáustica, que deriva del
griego enkaustikos ('grabar a fuego'), es una técnica de pintura que se caracteriza por el uso
de la cera como aglutinante de los pigmentos. La mezcla tiene efectos muy cubrientes y es
densa y cremosa. La pintura se aplica con un pincel o con una espátula caliente. La
terminación es un pulido que se hace con trapos de lino sobre una capa de cera caliente
previamente extendida (que en este caso ya no actúa como aglutinante sino como
protección). Esta operación se llama «encaustización» y está perfectamente descrita por
Vitruvio (c. 70-25 aC), que dice así: «Hay que extender una capa de cera caliente sobre la
pintura y a continuación hay que pulir con unos trapos de lino bien secos.»[19]

Caja de acuarelas.
El Temerario remolcado a dique seco, J.M.W. Turner, acuarela.

Acuarela

La acuarela es una pintura sobre papel o cartulina con colores diluidos en agua. Los colores
utilizados son transparentes (según la cantidad de agua en la mezcla) y a veces dejan ver el
fondo del papel (blanco), que actúa como otro verdadero tono. Se compone de pigmentos
aglutinados con goma arábiga o miel. En sus procedimientos se emplea la pintura por capas
transparentes, a fin de lograr mayor brillantez y soltura en la composición que se está
realizando. Requiere del artista la seguridad en los trazos y espontaneidad en la ejecución,
ya que su mayor mérito consiste en el frescor y la transparencia de los colores. Sin embargo
existe la acuarela hiper realista que va en contra de este postulado y que utiliza barnices
para no remover las primeras capas y dar sucesivas veladuras con lo que se consigue un
claroscuro muy detallado pero carente de la translucidez de la acuarela clásica.[20]

Témpera

La témpera o gouache es un medio similar a la acuarela, pero tiene una «carga» de talco
industrial o blanco de zinc. Este añadido adicional al pigmento le aporta a la témpera el
carácter opaco y no translúcido que lo diferencia de la acuarela, permitiéndole aplicar
tonalidades claras sobre una oscura, procedimiento que en la acuarela «clásica» se
considera incorrecto. Es a su vez un medio muy eficaz para complementar dibujos y hacer
efectos de trazo seco o de empaste. Igual que la acuarela su aglutinante es la goma arábiga,
aunque muchas témperas modernas contienen plástico. Con esta técnica François Boucher
logró grandes obras maestras, los artistas del siglo XVIII emplearon la acuarela y el
gouache juntos para dar distinción a una zona concreta de la pintura hecha con acuarela .
Según el pintor Paul Signac: «... determinados rosas violáceos de los cielos de Turner,
ciertos verdes de las acuarelas de Johan Jongkind no se habrían podido conseguir sin un
poco de gouache.»[21]

Acrílico

La pintura acrílica es una clase de pintura de secado rápido, en la que los pigmentos están
contenidos en una emulsión de un polímero acrílico (cola vinílica, generalmente). Aunque
son solubles en agua, una vez secas son resistentes a la misma. Se destaca especialmente
por la rapidez del secado. Asimismo, al secar se modifica ligeramente el tono, más que en
el óleo. La pintura acrílica data de la primera mitad del siglo XX, y fue desarrollada
paralelamente en Alemania y Estados Unidos. El pintor Jackson Pollock utilizó las pinturas
acrílicas tal como salen de los tubos para conseguir texturas nuevas y espesas mientras que
Morris Louis las diluía con gran cantidad de agua para pintar grandes telas que quedaban
con un efecto de teñido más que de pintura.[22]

Pastel

Caja de barritas de pastel.

El barreño, Degas, pintura al pastel.

La técnica de la pintura al pastel consiste en la utilización de unas barras de colores cuyos


pigmentos en polvo están mezclados con la suficiente goma o resina para que queden
aglutinados y formen una pasta seca y compacta. La palabra pastel deriva de la pasta que
así se forma; es pasta modela en la forma de una barrita del grueso aproximado de un dedo
que se usa directamente (sin necesidad de pinceles ni espátulas, ni de disolvente alguno)
sobre la superficie a trabajar, como soporte es común utilizar papel de buena calidad de
buen gramaje de color neutro no blanco y de ligera rugosidad, aunque la técnica es lo
suficientemente versátil para que se pueda usar sobre otras superficies como madera. Son
colores fuertes y opacos, la mayor dificultad es la adhesión del pigmento a la superficie a
pintar, por lo que se suele usar alfinalizar el dibujo fijadores atomazados (spray) especiales.
El pastel generalmente se usa como el «crayon» o el lápiz, su recurso expresivo más afín es
la línea con la cual se puede formar tramas, también suele usarse el polvo, que tiende a
soltar la barra del pastel, para aplicar el color. Muchos artistas han empleado esta técnica
desde el siglo XVI, Leonardo da Vinci, fue uno de los primeros en utilizarlo en Italia en el
dibujo de Isabel de Este. Otros artistas son Hans Holbein el Joven, Correggio, Fragonard o
Degas.[23]

Temple

La pintura al temple tiene como aglutinante una emulsión de agua, clara y yema de huevo y
aceite. Conviene primero hacer la mezcla del huevo con el aceite hasta lograr una mezcla
homogénea, después gradualmente agregar el agua hasta crear la emulsión o médium de la
técnica al temple. La proporción es de un huevo entero, más una parte igual de aceite, más
una, dos o tres partes de agua, dependiendo de la fluidez que se quiera alcanzar. También se
puede agregar un poco de barniz «dammar» que reemplaza la parte de aceite de linaza, con
este procedimiento se logra mayor firmeza o agarre y un secado más rápido, sin embargo el
acabado es más impermeable a las nuevas veladuras. En lugar del agua se puede emplear
leche desnatada, látex de higuera o cera siempre con agua. Vasari también empleó en su
descripción la palabra temple para la composición de aceite con barniz. Grandes obras
maestras como por ejemplo El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli están realizadas
con esta técnica.[24] Según explica D.V. Thompson:

Una pintura al huevo bien hecha está entre las formas de pintura más duraderas que ha
inventado el hombre. Bajo la suciedad y los barnices, muchas obras medievales al temple
de huevo están tan frescas y brillantes como cuando se pintaron. Normalmente las pinturas
al temple han cambiado menos en quinientos años que cuadros al óleo en treinta.
D.V. Thompson, The Materials and Tecniques of Medieval Painting (1956) Nova York.

Tinta

Pincel, barra de tinta y tintero.

Tinta sobre papel, siglo XIV, Japón.

La presentación de la tinta, también llamada tinta china, es generalmente líquida aunque


también puede ser una barra muy sólida que se debe moler y diluir para su uso. Se usa
sobre papel y los colores de tinta más utilizados son el negro y el sepia, aunque actualmente
se usan muchos otros. La tinta se aplica de varias maneras, por ejemplo con pluma o
plumín, que son más adecuados para dibujo o caligrafía y no para pinturas, las diferentes
puntas de plumilla se utilizan cargadas de tinta para hacer líneas y con ellas dibujar o
escribir. Otro recurso para aplicar la tinta es el pincel, que se utiliza básicamente como la
acuarela y que se llama aguada, pero la técnica milenaria llamada caligrafía o escritura
japonesa también está hecha con tinta y pincel sobre papel. Otras formas más utilitarias de
usar la tinta es el tiralíneas (cargador de tinta) o rapidograph. La tinta junto con el grafito
son más bien técnicas de dibujo.

Fresco

A menudo el término fresco se usa incorrectamente para describir muchas formas de


pintura mural. El verdadero fresco es a las técnicas pictóricas modernas lo que el latín es a
los idiomas modernos. La técnica del fresco se basa en un cambio químico. Los pigmentos
de tierra molidos y mezclados con agua pura, se aplican sobre una argamasa reciente de cal
y arena, mientras la cal está aún en forma de hidróxido de calcio. Debido al dióxido de
carbono de la atmósfera, la cal se transforma en carbonato de calcio, de manera que el
pigmento cristaliza en el seno de la pared. Los procedentes para pintar al fresco son
sencillos pero laboriosos y consumen mucho tiempo. Esta técnica de pintura suele ser
estable y de larga duración, aunque se puede dañar por causas físicas, químicas o
bacteriológicas, la más frecuente es la humedad que consigue la alteración de los colores
ante la disolución del carbonato de calcio y el desarrollo del moho.[25]

Grisalla

Pigmento de óxido de hierro.

Martirio del Apóstol San Bartolomé de Josep Maria Sert.

Es una técnica pictórica basada en una pintura monocroma en claroscuro: «luz y sombra»
como la llamó Vasari, el color está hecho de una mezcla de óxidos de hierro y de cobre y de
un fundente, que produce la sensación de ser un relieve escultórico. En el siglo XIV se
utilizó para esbozos prepatorios de los escultores para conseguir el efecto de relieve
mediante diversas gradaciones de un solo color. Bajo el reinado de Carlos V de Francia, el
uso de la grisalla fue sobre todo en la miniatura, en los vitrales y en la pintura. Su
utilización será una de las características de la pintura flamenca: en el dorso de los retablos
se solía representar una Anunciación en grisalla (Políptico de Gante, Jan Van Eyck, para la
catedral de San Bavón en Gante). Josep Maria Sert enfatiza aún más por su evolución
cromática, que termina apoyándose en un predominio de la monocromía dorada. Empleaba
una gama cromática limitada: oros, ocres, tierras tostadas, con toques de carmín, utilizando
como fondo una rica preparación en metal, plata y pan de oro.[26]

Puntillismo

El puntillismo es la técnica que surgió en el neoimpresionismo por el estudio practicado


principalmente por el pintor Georges Seurat, que consiste en colocar puntos pequeños
esféricos de colores puros, en lugar de la técnica de pinceladas sobre el soporte para pintar.
Al haber relaciones físicas entre los colores, la interacción entre los primarios y
complementarios, consiguen con la posición de unos junto a otros la mezcla óptica, a partir
de una cierta distancia del cuadro, que es capaz de producir el efecto de la unión entre
ellos.[27]

Dripping

El dripping es una pintura automática, que según los surrealistas se consigue con ella una
pintura casual, hecha con gotas y salpicaduras de pintura, es la técnica pictórica
característica de la «action painting» estadounidense (pintura de acción). La pintura se
realiza por el artista caminando sobre la superficie a pintar con grandes brochas o con el
mismo bote de pintura, dejando caer el goteo del color, normalmente esmalte, que es el que
forma las manchas sobre el soporte.

Graffiti

Pintura envasada en spray.

Graffiti en una calle de Barcelona.

Se realiza con una pintura envasada en aerosoles que se utiliza pulsando el botón superior
por lo que sale en una aspersión muy fina y permite pintar grandes superficies,
normalmente los muros de las calles, a la pintura conseguida de esta manera se le denomina
graffiti. A finales de los años 1970 se empezaron a ver muchas de estas obras urbanas
firmadas y cada vez más elaboradas, incluso se fabrican pintura en aerosol exclusivamente
para estos artistas, a veces se utilizan plantillas para recortar la superficie que se quiere
pintar, así como también hay otras plantillas para letras en el mercado, aunque lo más
corriente es que los propios artistas se hagan las suyas.

Técnicas mixtas

A veces se emplean diversas técnicas en un mismo soporte. El collage por ejemplo, que es
una técnica artística ( no pictórica por no ser pintada) se convierte en una técnica mixta
cuando tiene alguna intervención con guache, óleo , tinta o cualquier otra pintura.[28]

Finalmente, sería conveniente distinguir entre «procedimiento pictórico» y «técnica


pictórica». Se entiende por procedimiento pictórico la unión de los elementos que
constituyen el aglutinante o adhesivo, y los pigmentos. La forma de aplicar este
procedimiento pictórico se denomina técnica pictórica.[29]

Materiales

Pintura con cera o encàustica sobre tabla en Fayum.

Existe información sobre los materiales empleados por los artistas en documentos escritos,
notas dirigidas a otros artistas y otra fuente es el examen técnico y científico de las obras de
arte. Estos exámenes sirven también para reforzar las pruebas documentales. Como es
natural los materiales empleados a partir del siglo XX son mucho más numerosos y
exhaustivos.[30]

Soportes
El soporte cumple la función de ser el portador del fondo y de las capas de pintura. Los
soportes son muy variados, los más tradicionales son el papel, el cartón, la madera, el
lienzo y los muros, a los que se puede añadir el metal, el vidrio, el plástico o el cuero entre
otros. Todos necesitan de una imprimación especial según el procedimiento pictórico que
se quiera seguir.[31]

Tabla de madera

La tabla de madera ha sido de los soportes más utilizados desde siempre, los artistas
egipcios ya pintaban sobre la madera de los sarcófagos y especialmente en la Edad Media,
los retablos o los frontales de altar. Su imprimación es suficiente con una capa de cola o en
caso de tener que dorar con pan de oro, hay que hacer otra preparación de colas, yeso y
arcilla previas, y también fue el principal soporte para la pintura de caballete europea hasta
el siglo XV.[32] La madera maciza empleada antiguamente se había de cubrir con tiras de
tela de lino encoladas para disimular las juntas, también a veces se cubría completamente
con la tela, así se evitaban posibles grietas posteriores. Así lo explica Cennino en su obra Il
Libro dell'Arte del año 1390.[33] Se utilizan también el contrachapado y el conglomerado,
tableros prefabricados que ofrecen la característica de tener las superficies lisas y sin
uniones, se encuentra el llamado táblex que además de ligero, tiene dos caras una lisa y otra
rugosa, se suele utilizar por la parte rugosa ya que la lisa necesita una preparación para que
la pintura se adhiera a ella correctamente.[34]

Lienzo

Vista posterior de un bastidor en construcción, soporte de madera sobre el cual tensar el


lienzo.

traducción del catalán al español Plinio el Viejo narró que el emperador Nerón encargó un
retrato suyo sobre una tela de 36,5 metros de largo. Heraclio en su manuscrito De
Coloribus te Artibus Romanorum del siglo X, describía cómo se preparaba un lienzo de lino
para poder pintarlo y dorarlo, tensando la tela y preparándola con cola de pergamino. La
pintura sobre tela fue utilizada sobre todo en el norte de Europa y después en Italia por su
gran ligereza, a partir del siglo XVIII se hizo corriente su utilización en bastidor fijo y
desde el siglo XIX se comercializó en serie.[32]

Los lienzos más usados son los provenientes de fibras vegetales como el cáñamo, el lino, el
yute con tramado fino o el algodón, todos se presentan con grano fino o grueso según el
resultado que quiera el artista de su trabajo, también hay soportes realizados con tejido de
poliéster. Estos lienzos se pueden adquirir a metros y montarlos sobre marco el propio
pintor o utilizar los que hay en el mercado de diferentes tipos y formatos. Existe una
numeración internacional para las medidas de largo y ancho de cada bastidor, además tres
formatos diferentes para cada número que corresponde a: «figura», «paisaje» y «marina», el
tamaño de un lado es siempre el mismo y el otro va disminuyendo, por ejemplo el «40
figura» mide 100 x 81 cm, el «40 paisaje» mide 100 x 73 cm y el «40 marina» mide 100 x
64 cm. Naturalmente no hay que seguir esta regla, cada autor puede realizar su obra
libremente en la medida que más desee.[35] La mayoría de lienzos del mercado están
preparados con aceite de linaza y tapaporos y también existen preparaciones a base de
emulsiones aptos para el óleo o el acrílico, así se simplifica la preparación de
imprimaciones para diferentes tipos de pintura y se obtiene siempre el mismo resultado.[36]

Vidrio pintado greco-romano del siglo II.

Cobre

No es un soporte muy común, pero fue usado principalmente durante el siglo XVI en
láminas muy delgadas y por pintores del norte de Europa, como el artista alemán Adam
Elsheimer. El tamaño normalmente pequeño de estas planchas hace pensar que los artistas
que las emplearon, las habían reciclado de antiguos grabados.[32]

Vidrio

Otro soporte para pintar es el vidrio, realizado en objetos (jarras, vasos) con esmalte que
una vez decorados en frío, debe ser sometido, para su fijación al soporte, al calor del horno
con una temperatura inferior a la fusión del vidrio.[37] Fue el soporte para vidrieras de
catedrales desde el siglo XII, donde se colocaban cristales de colores y la pintura sobre el
mismo vidrio por medio de la grisalla, así se conseguía por un lado, cambiar el color del
cristal de fondo y por otro, hacer los trazos de las figuras representadas, especialmente los
rostros.[38]

Papel
Dibujo sobre papel de arroz chino (1729).

traducción del catalán al español Se han datado hallazgos de papel procedentes de China
cerca del 200 a. C.. Se da como inventor del papel al chino Cai Lun (50 a. C.-121), eunuco
imperial, que mejoró la fórmula del papel, convirtiéndolo en una alternativa al papiro y al
pergamino, los soportes tradicionales para la escritura, gracias al añadido de almidón que
protegía las fibras vegetales. El soporte del papel es utilizado en diversas técnicas
pictóricas, las más corrientes son la acuarela, el gouache, el pastel y la tinta china negra o
en colores. Hay gran variedad de texturas, pesos y colores, y su elección depende del estilo
del artista. Existen tres tipos estándares:

 Papel prensado en caliente: tiene una superficie dura y lisa, muchos artistas
consideran una superficie demasiado resbaladiza para la acuarela.
 Papel prensado en frío: es texturado, semiáspero, adecuado para lavados amplios y
lisos.
 Papel áspero: con una superficie granulada, cuando se aplica un lavado se obtiene
un efecto moteado por las cavidades del papel.

El peso del papel es la segunda consideración para su elección, ya que un papel más pesado
tiene menos tendencia a ondularse. Para evitar que el papel se ondula hay tensarlo. El
gramaje apropiado para la acuarela es entre 120 g/m² subasta 850 g/m².

Pinceles

Los pinceles, son un instrumento clásico y efectivo que el pintor emplea en su trabajo. Los
pinceles pueden variar en tamaño, anchura, y calidad. Los materiales de los componentes
de los pinceles y brochas pueden ser orgánicos o sintéticos.
Pinceles diversos.

El pincel consta de tres partes: el pelo, la férula o virola y el mango. Se distinguen por el
pelo y su forma, los planos y los de «lengua de gato» suelen ser de pelo duro y los redondos
de pelo fino. Los pinceles los escogen los artistas según el trabajo a realizar y su forma de
tratar la pintura. Para preparar grandes superficies utilizan las brochas grandes, el interior
de las cuales está vacío para recoger una mayor cantidad de pintura, otras brochas más
pequeñas ya no tienen el vacío central. Las cerdas de los pinceles suelen ser naturales
provenientes de diferentes animales (caballo, marta, cerdo etc.) o de crines artificiales. Los
pinceles, requieren ser tratadas con cuidado para así prolongar su vida útil; esto incluye su
limpieza continua. Una forma eficaz de mantener las cerdas de los pinceles en buen estado,
es quitar el excedente de pintura, limpiarlos con disolvente y lavarlos con jabón, secar la
humedad con una franela y guardarlos horizontalmente o con las cerdas hacia arriba. Se
utiliza también como medio para imprimir la pintura rodillos de diferentes tamaños y
materiales, como los de lana, goma-espuma o fibras, esponjas naturales o artificiales y los
cuchillos paleta y las espátulas metálicas de hoja flexible en formas diversas sirven para
unir diferentes colores y también para pintar con ellas.[39]

Fondos

Interior con una mujer bebiendo en compañía de dos hombres por Pieter de Hooch. A
través de la transparencia de la falda de la mujer de la derecha y de la capa del hombre, a
medida que pason los años se aprecia las baldosas pintadas anterioremente como fondo de
la pintura.

En la diversidad de soportes, se acostumbra a modificar antes de comenzar la pintura en


ellos, con un tratamiento de imprimación el fondo, que alcanza una superficie pintada con
el color y la textura deseada por el artista. Solían hacerse por medio orgánico como el
aceite o la cola, mezclado con el color blanco o coloreado, estos medios adhesivos han sido
las colas de animales y de pescado, los secantes y las emulsiones de huevo, aceite o resina ,
el color sólido solía ser la cal, la piedra pómez y la tierra ocre. Esto definía también el
efecto visual de la obra finalizada. Este color en el fondo del soporte, consigue en un blanco
reflejar la luz a través de las capas de pintura y si es un color oscuro tiende a rebajar el tono
de la pintura.[40]

Según Vasari explica en su tratado Sobre la técnica en el prólogo técnico de Las Vidas
(1550), los fondos oleosos tienen la ventaja de conservar su flexibilidad en los lienzos de
grandes dimensiones y que se puedan enrollar para trasladarlos, aunque necesitan de un
tiempo mayor para su secado. Durante los siglos XVII y XVIII se utilizaron mucho los
fondos pintados con tonos de tierra rojizas, lo que permitía dejar algunos espacios sin poner
pintura y el cuadro ganaba en uniformidad tonal. Desde el siglo XIX los fondos
comerciales han sido preparados industrialmente con blanco de plomo y secante.[41]

Pigmentos

Los pigmentos se dividen en inorgánicos como los derivados de minerales, las tierras, sales
u óxidos con los que se consiguen los colores de tierras ocres y sienas, y los orgánicos
derivados de vegetales o animales como los conseguidos por cocción de semillas o
calcinación y los obtenidos por vía sintética como anilinas también de compuesto orgánico.
Los orgánicos suelen ser menos estables que los inorgánicos. El pigmento junto con el
aglutinante forma la pintura. El aglutinante es el que permite alcanzar la fluidez en el
pigmento y conseguir la adhesión de la pintura en la superficie, puede ser acuoso o graso.
El disolvente tiene la misión de diluir o disolver y su tipo depende de la clase del
aglutinante empleado. Así el aguarrás diluye el aceite y disuelve la resina, y el agua
disuelve la goma y una vez disuelta, también puede diluirla más.[42]

Según el índice de opacidad de la pintura utilizada, a medida que pasan los años, puede
captar mejor el fondo de una pintura y los «arrepentimientos» del artista durante su
ejecución. En pinturas realizadas anteriormente al siglo XVIII se pueden observar las
partículas del pigmento mediante un microscopio, cuanto más grueso era el grano del
pigmento más baja calidad tenía la pintura. Durante el siglo XIX se sintetizaron materias
colorantes que se usaban como pigmentos, el azul cobalto, el amarillo zinc y el óxido de
cromo entre otros. El número de pigmentos ha ido creciendo hasta la actualidad en que
existe una gran variedad y todos de excelente calidad.[43

Arte antiguo
Torso del Belvedere, obra de Apolonio de Atenas del siglo I a. C. Miguel Ángel lo
admiraba extraordinariamente (esta es la obra de alguien que ha sabido más que la
Naturaleza) a pesar de, o quizá gracias a, su aspecto semidestruido, que produce una
fascinación común a todo el arte antiguo que se mitifica. Es famosa su definición de una
buena escultura: la que permanecía bella tras haber rodado por una pendiente.[1]

Arte antiguo o Arte de la Antigüedad es el arte de la Edad Antigua. La historia del arte
antiguo es la división de la historia del arte que se centra en su estudio e interpretación
formal, técnica, estructural, e ideológica (iconográfica, iconológica) y en su explicación
histórica; aunque la arqueología es la ciencia histórica cuyo objeto es la cultura material de
la que las obras de arte son la manifestación más valiosa, y es la encargada de su
descubrimiento y análisis contextual.

Su delimitación cronológica va desde el comienzo de la Historia (aproximadamente el IV


milenio a. C. en Próximo Oriente y Egipto) hasta la caída del Imperio romano de Occidente
(siglo V). La extensión geográfica del desarrollo de las primeras civilizaciones –definidas
por la aparición de la escritura y el poder político y religioso– impone dónde pueden
localizarse (civilizaciones mediterráneas, de la India, de Extremo Oriente, de América
Precolombina y del resto de Europa y de África) y cuándo puede hablarse en cada una de
un periodo histórico (Historia) o de un periodo prehistórico (Prehistoria), que determinaría
que su producción artística fuese objeto de la historia del arte prehistórico; aunque
realmente la metodología para su estudio es en gran parte común, hay una diferencia
fundamental, y es la posibilidad de utilizar las fuentes escritas para los periodos históricos.
Este recurso es insustituible, puesto que no sólo permite la identificación en su caso de los
autores o patrocinadores de la obra artística y reconstruir el contexto en el que se produjo,
sino que posibilita la interpretación del Arte en su relación con la producción intelectual en
otros ámbitos del pensamiento, sobre todo la religión y la filosofía. De esta manera se
puede efectuar una lectura del arte que lo entienda a través la visión del mundo
(Weltanschauung) o ideología dominante en épocas y lugares tan lejanos a nosotros como
las civilizaciones de la Edad Antigua, y del que el Arte es la plasmación material y visual.

Al contrario que la civilización occidental, las civilizaciones africanas, extremo-orientales y


americanas no experimentaron la marcada discontinuidad que el arte occidental presenta
entre el arte antiguo y el arte medieval; con lo que éste último concepto no suele aplicarse a
estas civilizaciones.

También existe un concepto comercial y coleccionista del Arte antiguo, entendido como
antigüedades; es decir, como el término usado para englobar todo tipo de objetos artísticos
que no se consideran Arte moderno, pertenezcan a la Edad Antigua o a periodos posteriores
(arte medieval, arte de la Edad Moderna e incluso buena parte del arte contemporáneo si
este no se entiende sólo como el más actual sino como todo el arte de la Edad
Contemporánea -desde mediados del siglo XVIII-).

Contenido
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 1 Consideración social del Arte en la Antigüedad


o 1.1 Funciones del arte en la Antigüedad
o 1.2 La idea de belleza en el Arte antiguo
 2 Innovaciones y evolución en el arte antiguo
 3 El descubrimiento del Arte antiguo
 4 Otras artes
o 4.1 Artes menores, artes suntuarias y artes efímeras
 5 Periodización y estilos del Arte antiguo
o 5.1 Arte preclásico de la civilización occidental
o 5.2 Arte antiguo de otras civilizaciones
o 5.3 Arte clásico y post-clásico antiguo en la civilización occidental
 6 Referencias
o 6.1 Bibliografía
o 6.2 Notas
 7 Enlaces externos

Consideración social del Arte en la Antigüedad

Venus Anadiómena (su nacimiento saliendo del mar, lo que exige su desnudez), fresco
pompeyano que reproduce la composición atribuida a Apeles (finales del siglo IV a. C.),
apreciadísima en la Antigüedad (Augusto pagó la extraordinaria cantidad de cien talentos a
la ciudad de Cos para llevársela a Roma)[2] y que seguirá imitándose con distintas versiones
y contextos en el renacimiento (Nacimiento de Venus de Botticelli, distintas Venus de
Tiziano), el barroco (Velázquez) y posteriormente.

El concepto de arte en la Antigüedad no había alcanzado en ninguna civilización la


consideración social de bellas artes que consiguió en la cultura occidental a partir del
Renacimiento. Pintura, escultura y arquitectura (las artes visuales) eran equivalentes a las
diferentes artesanías, habilidades o técnicas manuales (ars en latín, tekné en griego) que no
gozaban de prestigio social en ninguna de las distintas formaciones económico sociales de
las primeras civilizaciones (modo de producción primitivo, modo de producción asiático o
despotismo hidráulico y modo de producción esclavista). Durante el periodo clásico de
Grecia, sí que hubo artistas destacados que se relacionaron con políticos e intelectuales, o lo
eran ellos mismos (como Fidias); pero tal cosa sucedió más como excepción que como
regla, e incluso actuó más como mitificación que como una valoración del artista concreto
(el caso de Apeles).

Columnas y puerta
Templo egipcio de Templo griego de Atenea
flanqueada por guardianes
File. (antes conocido como de Cúpula del
alados en el Palacio de
Persépolis. Ceres) en Paestum. Panteón de
Roma.

Funciones del arte en la Antigüedad

La función del arte y la valoración de los objetos que hoy consideramos una obra de arte,
no tenían la misma consideración en las civilizaciones de la Edad Antigua: los pequeños
objetos cotidianos que hoy se exhiben en los museos (desde pesos de husos para hilar hasta
joyas) serían apreciados por su función o por el valor intrínseco de su material tanto o más
que por cuestiones formales;[3] por el contrario, las grandes estatuas egipcias o las estelas
sumerias tenían funciones religiosas –vida eterna– y de presencia política –ejercicio del
poder y memoria histórica–, identificadas con el dios o el rey –que podía ser objeto incluso
de una damnatio memoriae, borrando su nombre y sustituyendo sus rasgos por los del rey
rival–.

Tumbas de los
emperadores persas
Estela de Ramsés II en la Damnatio memoriae, en que aqueménidas, en
Hammurabi, con entrada al templo se ha borrado la cara de Naqsh-e Rostam.
el texto del de Abu Simbel. Publius Septimius Geta en un
famoso Código en retrato de la familia imperial
escritura romana de los Severos.
cuneiforme.

Pirámides de Guiza.

La casa, la tumba, el templo o el palacio, son contenidos arquitectónicos expresados en


formas muy diversas por las distintas civilizaciones, sometidas a los condicionantes físicos
y la disponibilidad local de materiales; pero no obstante, las soluciones formales
encontradas fueron muy a menudo sorprendentemente similares (pirámides egipcias,
chinas, mesoamericanas), y los elementos arquitectónicos elegidos de entre un surtido no
ilimitado (cubiertas, muros, vanos, columnas, pilares, dinteles, arcos, bóvedas). Siempre, y
en todo caso, con rasgos de validez prácticamente universal: la obligación de que el edificio
permita satisfacer necesidades materiales e imaginadas de personas e instituciones (agentes
sociales y políticos que son sujetos históricos), además de ser vehículo de una creación.
Sólo desde ese punto de vista puede entenderse que la movilización necesaria para levantar
las Pirámides de Guiza era en sí misma justificativa de su existencia como proyecto
ideológico de una sociedad entera.

Stonehenge. Mecanismo de
Mono de las líneas de
Disco de Nebra. Anticitera.
Nazca.

Pont du Gard, puente y acueducto romano en su Provincia Gala Transalpina (actual


Provenza, Francia).
Idénticas funciones tenía el arte en las culturas prehistóricas simultáneas a las primeras
civilizaciones del Próximo Oriente Antiguo, con las que de hecho mantenían relación, en
toda la Cuenca del Mediterráneo e incluso la Europa central: objetos como el disco celeste
de Nebra, recuperado por románticos procedimientos y estudiado por la arqueología, eran
en la época (II milenio a. C.) útiles tecnológicos, valiosos por su función real y por su
función simbólica, no por cuestiones relativas a la estética, a pesar de que son
indudablemente bellos. Lo mismo podría decirse de los monumentos megalíticos como
Stonehenge, un verdadero observatorio astronómico que al tiempo servía de calendario
solar-lunar, o el mecanismo de Anticitera, un enigmático objeto de bronce con engranajes
fechado en el siglo I a. C.. Otros son de muy discutida función, como las preincaicas líneas
de Nazca. En la civilización romana, la función utilitaria y la durabilidad de acueductos y
puentes sin duda prevalecía sobre cualquier consideración estética, aunque también
sirvieran de vehículo para expresarlas.

Copia romana en mármol del Copia algo más similar al original, al menos en su
Discóbolo de Mirón. Necesita un material: de bronce, con lo que es más ligera y no
apoyo para que no se desequilibre o necesita el apoyo. Su color oxidado es verde oscuro,
se le quiebren las piernas por el pero bruñido es de un tono similar al de la piel
peso. mediterránea bronceada en verano.

Elementos arquitectónicos griegos, coloreados tal como lo estarían.


La idea de belleza en el Arte antiguo

En otras ocasiones, la imagen que nos hacemos de lo sublime del arte antiguo tiene poco
que ver con lo que veían sus contemporáneos: la blancura del mármol de templos y
esculturas griegas que tanto admiramos estaba siempre cubierto de pintura en vivos colores,
puesto que sin ella los hubieran considerado inexpresivos e inacabados. También hay que
considerar que la mayor parte de esas esculturas griegas las conocemos por copias
industrializadas hechas en época romana con criterios arqueológicos, culturales o turísticos
entonces sí algo más cercanos a los nuestros.[4]

Afrodita, Leto y Artemisa en


los relieves del Partenón
Trono Ludovisi,
Busto de Akenatón, Nefertiti Afrodita saliendo del (técnica de paños mojados)
Nefertiti. Obra y sus hijos. Fidias, mediados del siglo
mar.
maestra del arte V a. C..
egipcio.

Marsias despellejado por Apolo en castigo por haberle desafiado (o quizá en venganza por
haberle en verdad vencido) en una competición musical; un tema muy adecuado a las
reflexiones griegas sobre la capacidad humana de equipararse a los dioses mediante la
habilidad o el arte, que fácilmente desemboca en el exceso pecaminoso de la hybris u
orgullo desmesurado. Es copia romana de una escultura helenística que se recrea en el dolor
de la tortura de un hombre viejo y feo, en un estiramiento anatómico muy estudiado por el
arte académico, y que se considera precedente de las representaciones del Cristo
crucificado tan habituales en el arte occidental a partir de la Edad Media.

La idea de lo bello no ha sido nunca constante;[5] ni siquiera en un periodo de estabilidad


tan prolongada en la repetición de formas estereotipadas como fue el arte egipcio, que
presentó una discontinuidad radical como fue el periodo de Tell el Amarna (vinculado a las
reformas religiosas de Amenofis IV-Akenatón. Tampoco presenta características locales
inconfundibles: la manera egipcia de representar las figuras es similar a la de la Grecia
arcaica; al igual que las formas fantásticas que se han venido en llamar estilo orientalizante.
Tomando como ejemplo el caso paradigmático del arte griego, la evolución de los periodos
arcaico, clásico y helenístico ha sido comparada a otros momentos de evolución pendular
en la Historia del Arte, que Eugenio D'Ors interpretaba como alternancia entre clasicismo y
barroco:

Acicateado por Benedetto Croce, quien pregonaba, como si estuviese en 1800, que el
barroco era sólo una de las variedades de lo feo, d'Ors conjuró esa anticuada injuria
neoclasicista. Fue más lejos y, contra eruditos como Wölfflin, negó el escritor barcelonés
que el barroco fuese tan sólo una excentricidad jesuita visible en la iglesia romana del Gesù
o un reflejo de la decadencia del imperio español, controlado en calidad de epidemia en el
tránsito del siglo XVII al XVIII. El barroco, argumentó d'Ors, era un estado del alma que,
atemporal y ahistórico, aparecía en diversas estaciones de la civilización. Lo barroco era un
eón que imitaba los procedimientos de la naturaleza, mientras que el eón clásico hace lo
propio con los mecanismos del espíritu. Barroco era lo mismo Proust que la novela rusa,
Goya que Picasso, Copérnico como la teoría de la relatividad. "Así", dice d'Ors en Lo
barroco, "en las épocas de clasicismo, la música se vuelve poética; la poesía, gráfica; la
pintura, plástica; y la escultura, arquitectónica. Recíprocamente, en las épocas de tendencia
barroca, la gravitación se produce en sentido inverso: el arquitecto es quien se hace
escultor; la escultura pinta; la pintura y la poesía revisten las formas dinámicas propias de
la música." Las tesis de d'Ors, aunque escandalizaron en Pontigny, nunca alcanzaron a
imponerse. Repitiendo al Stendhal de 1823 cuando eternizó al romanticismo de
Shakespeare contra el clasicismo de Racine, d'Ors profundizó en esa dicotomía binaria a
través de la oposición nietzscheana entre lo apolíneo y lo dionisiaco, aplicándola al barroco
y al clasicismo.[6]

Venus de Arles, copia Afrodita Kallipygos (calispigia o


[[Koré (escultura)|]]
Hetepheres II romana de la Afrodita de las nalgas hermosas), periodo
arcaica, Grecia,
y Meresankh de Tespias de helenístico, divulgada a partir de
segunda mitad del
III. Praxíteles, Grecia, una copia romana hallada en el
siglo VI a. C..
segunda mitad del siglo renacimiento propiedad de los
IV a. C.. Borghese.

Innovaciones y evolución en el arte antiguo


La historia del arte como esfuerzo continuado de transmisión y tradición directa de maestro
a discípulo, de una generación a su siguiente, relaciona el arte de nuestro tiempo con el del
valle del Nilo de hace cinco mil años, pues nosotros aprendimos de los griegos y estos
aprendieron de los egipcios.[7]

Todos nosotros somos alumnos de los griegos.


Ernst Gombrich[7]

La evolución e innovaciones en el arte de las civilizaciones antiguas es consecuencia del


trabajo de búsqueda de innumerables artistas que al elaborar nuevas soluciones formales
fueron conformando avances y cambios en el arte de su tiempo.

En la aspiración de los egipcios a la eternidad, debía ser de suma importancia la


construcción de sus tumbas para asegurarse la perennidad.[8] Hacia el 2.700 a. C. se habían
realizado importantes progresos arquitectónicos en las tumbas reales pero aún se seguía
edificando en adobe. En tiempos de Djoser (segundo faraón de la Tercera Dinastía), se
construyó en Saqqarah la primera pirámide escalonada, grandiosa realización debida a la
inventiva del arquitecto Imhotep, también primer ministro y sumo sacerdote. Según cuenta
Manetón, Imhotep fue el inventor de la construcción con sillares de piedra. La pirámide
escalonada no fue concebida de una vez. Después de dos ampliaciones para englobar pozos
y galerías subterráneas, tenía una forma trapezoidal de unos ocho metros de altura. Imhotep
tuvo entonces la idea de elevar hacia el cielo, donde reinaba el dios Sol, una gran escalera
que permitiera al faraón después de su muerte elevarse hacia la morada de los inmortales.
Había inventado el género de la pirámide. Inicialmente tuvo cuatro grandes escalones con
una altura de 42 metros. Después una nueva ampliación elevó los escalones a 6 y la altura
total a 60 metros.[9] En tiempos de Snefru, fundador de la cuarta dinastía, se modificó la
poderosa arquitectura escalonada ascendente, estableciendo la nueva orientación de la
arquitectura monumental funeraria egipcia: la Pirámide de Meidum.[10]

Imhotep construyó en Pirámide de Meidum, una


2645 a. C. para su faraón verdadera pirámide a pesar Estauilla
Djoser, una tumba de Copia del
de que se la conoce como empleada como Diadumeno de
diseño revolucionario, la falsa pirámide debido al exvoto en la
pirámide escalonada, la Policleto realizado
derrumbamiento de sus civilización en el 440 a. C.,
primera erigida en Egipto. caras triangulares. sumeria en el III según su canon de
milenio a.C. belleza.

Las estatuillas sumerias encontradas en la zona de Diyala son exvotos que tanto la gente
corriente como la acomodada depositaban al pie del altar en sus templos. Son de yeso,
alabastro, o mármol rosa y con sus manos juntas y la mirada perdida en la contemplación
representaban la plegaria permanente de aquellos que las depositaban a los pies de la
divinidad. Algunas estatuillas son obras de buenos artistas empleados por reyes y altos
funcionarios, otras eran realizadas en serie al alcance de todos los bolsillos. Seguramente
los talleres donde los artesanos trabajaban la piedra estarían en las proximidades del templo
y allí los fieles irían a comprarlas. Los descubrimientos arqueológicos de Henri Frankfort
muestran que la evolución que se produjo en tres o cuatro siglos pasó desde unas formas
geométricas hasta reflejar la realidad en todos sus detalles. Los orantes con el rostro
bondadoso y sonriente del periodo más reciente serían la indicación de que el terror y las
angustias ante los dioses habían desaparecido.[11]

El estudio de las esculturas de desnudos en la Grecia antigua desde la época arcaica ha


permitido reconstruir la historia de la reproducción del cuerpo masculino e interpretarla en
términos de progreso continuo. Tal evolución tuvo un hito en el establecimiento del canon
sobre las medidas del cuerpo humano establecido por el escultor Policleto en el siglo
V a. C. y que sirvió como ejemplo a los escultores griegos posteriores. El sistema de
proporciones que estableció es parte de las búsquedas emprendidas desde la época arcaica y
está basado en relaciones aritméticas simples.[12] La belleza del cuerpo se encontraba en la
proporcionalidad de todas sus partes entre sí: la cabeza debía ser la séptima parte de la
altura total, el pie dos veces la longitud de la palma de la mano, etc.[13] Como refinamiento
estético introducía el contrapposto: una pierna ligeramente flexionada; con lo que la cadera
del lado opuesto aparecía más elevada, el hombro de ese mismo lado quedaba a menor
altura que el contrario, y la figura describía en su vertical una ligera curva y contracurva
(una "S"), dando una sensación de movimiento.

El descubrimiento del Arte antiguo


Aunque el Arte medieval, sobre todo en Italia, no significó una ruptura radical con el arte
clásico (que de hecho ya se había desvirtuado en su clasicismo con el Helenismo, y mucho
más con el arte tardorromano), el Renacimiento se definió a sí mismo como una
resurrección de la Edad Antigua, entendida como un modelo a imitar. La división de las
edades históricas -Antigua, Media y Moderna-, que ha sido acusada frecuentemente de
eurocéntrica, tiene esencialmente valor para Occidente tal como se definirá ese concepto a
partir del siglo XVI, puesto que se origina en ese momento, y para las culturas antiguas en
que los intelectuales de Europa Occidental de la Edad Moderna pretendían encontrar su
origen.[14]

La presencia en Italia, sobre todo en la ciudad de Roma, de restos visibles, y el hallazgo


continuo de restos enterrados, eran tenidos en cuenta, y permitieron la paulatina definición
del oficio del anticuario (coleccionista, erudito y al tiempo expoliador y destructor),
mientras se crean las bases de la ciencia arqueológica. Se recuperaban con veneración
textos clásicos, como Los cinco libros de la arquitectura de Vitrubio, y se escudriñaban los
escasos pasajes sobre arte de Plinio el Viejo. El hallazgo de la Domus Aurea de Nerón, el
grupo de Laocoonte o el Apolo de Belvedere, fueron percibidos por los pintores y
escultores del Cinquecento como una confirmación del camino emprendido o un estímulo
para emprender otros nuevos (caso del torso Belvedere para Miguel Ángel). Más adelante,
en el siglo XVIII, el descubrimiento de Pompeya y Herculano en el reino de Nápoles de
Carlos III (excavaciones sistemáticas de Karl Jakob Weber, Roque Joaquín de Alcubierre,
Francisco la Vega y su hermano Pietro la Vega) impactó extraordinariamente en la
intelectualidad europea, especialmente en Johann Joachim Winckelmann (muy crítico con
Alcubierre), y se divulgaron a través de los dibujos de John Flaxman y la cerámica de
Wedgwood, creando una verdadera fiebre neoclásica que tuvo incluso su versión turística
(el Grand Tour).

[[Babilonia (ciudad)|]] en la
Schedelsche Weltchronik o
Crónica de Núremberg
Tumba micénica (1493), imaginada como una Excavaciones en el Howard Carter y
denominada ciudad europea amurallada templo de Isis en su equipo
imaginativamente del siglo XV, con sus casas Pompeya (gouache abriendo la tumba
de Pietro Fabris,
Tesoro de Atreo por de tejados nórdicos, aunque mediados del siglo de Tutankamón
Heinrich Schliemann con varias cúpulas similares XVIII). (KV62 -número
en 1879. a la de Brunelleschi en 62 del King Valley
Florencia y una columna al o Valle de los
estilo de la Columna Reyes-) en 1922.
Trajana.

Simultáneamente se fue produciendo una ampliación de la atención a otras civilizaciones de


la Edad Antigua, destacadamente la griega, cuyo solar nacional y monumentos estaban en
sometidos al Imperio Turco. El interés de los viajeros europeos occidentales no fue ajeno al
surgimiento de la conciencia nacional griega, como prueba la peripecia romántica de Lord
Byron.[15] Otras civilizaciones, como la egipcia, había sido objeto de mistificación desde
muy antiguo (vinculación con la alquimia y el hermetismo y otras disciplinas mistéricas,
como los símbolos y escenografía de la masonería, que reprodujo Mozart en La Flauta
Mágica).
Pirámide del Sol, Teotihuacán (México), siglos I y II.

El siglo XIX contempló el desarrollo de los saqueos a gran escala mientras se desarrollaba
la egiptología científica (expedición napoleónica a Egipto y posteriores investigaciones de
Champollion, incluyendo la utilización de la Piedra de Rosetta, para el desciframiento de
los jeroglíficos). De forma similar se procedió en Palestina con la denominada arqueología
bíblica (1865 Palestine Exploration Fund -Charles Warren-, 1870 American Palestine
Exploration Society, 1889 École Biblique et Archéologique Française), en Troya y Micenas
con Heinrich Schliemann (desde 1870), y en Mesopotamia con la excavación de Babilonia
por la Deutsche Orientgesellchaft (1898, Robert Koldewey).[16]

El siglo XX desarrollará una arqueología más sistemática y racional, que no obstante jamás
se ha desprendido de su aureola romántica (Arthur Evans en Cnosos -el mítico laberinto del
minotauro en Creta- y Howard Carter en la tumba de Tuntankamón). La arqueología
precolombina (que se extiende sin solución de continuidad cronológica desde la Prehistoria
hasta lo que en Europa sería Edad Media -mayas, aztecas e incas-) se ha desarrollado como
resultado del interés de los estadounidenses por encontrar un pasado autóctono americano
que proponer como memoria continental alternativa a la del Viejo Mundo (John Lloyd
Stephens, Hiram Bingham). La arqueología en China y Asia central es una disciplina aún
más reciente, y en pleno desarrollo. Lo mismo ocurre con civilizaciones europeas que han
tenido la buena o mala fortuna de presentar poco apoyo de las fuentes escritas y hallarse en
zonas de Europa Oriental menos accesibles a los arqueólogos occidentales por cuestiones
políticas (tracios -Tumba tracia de Kazanlak, Bulgaria- o escitas -descubrimiento en 1947
del enterramiento de Pazyryk por Sergei Rudenko en los Montes Altai-).

Ejército de terracota (Xian,


210 a. C.). situado en el interior
Napoleón ante la del Mausoleo de Qin Shi Huang,
Esfinge, de Jean- Reconstrucción Peine de oro uno de los lugares arqueológicos
Léon Gérôme. del Palacio de escita, orfebrería más espectaculares de China y
Cnosos por Arthur de los pobladores del mundo, descubierto
Evans. de Escitia. casualmente en 1974.
Las colecciones antiguas del Museo del Louvre de París, el British Museum de Londres, la
Gliptoteca de Múnich y la Isla de los Museos de Berlín, son consideradas hoy en día como
la demostración de un expolio (comenzado en época romana, con el traslado de algunos
obeliscos egipcios) cuya devolución reclaman los países emisores, basándose en
argumentos morales, jurídicos y en la preferencia por mantener las piezas en su contexto
original (destruido en buena parte durante la extracción); frente al argumento de los
receptores de que si no hubiera sido por su interés de entonces, la mayor parte de las piezas
probablemente se habrían destruido, dado el desinterés de los anteriores administradores o
propietarios, que los museos donde están son un entorno idóneo para su estudio y
contemplación, y que el tiempo transcurrido les ha hecho también adquirir derechos
históricos (que tampoco pueden reclamar en exclusiva y sin oposición los emisores, dado
que también eran imperios expoliadores de otros pueblos de donde obtuvieron esos o
semejantes tesoros).

Obelisco de Montecitorio, Los Mármoles de Elgin,


trasladado a Roma el año Escalera del extraídos del Partenón de
10 a. C. por orden de Gliptoteca de Museo del Louvre Atenas entre 1801 y 1805,
Augusto desde Heliópolis Múnich, en una de París, con la en el British Museum de
donde había sido erigido foto de 1900. Victoria de Londres.
por Psamético II (XXVI Samotracia.
dinastía, hacia 589 a. C.).

Otras artes
Musa tocando la lira en un lecito ático del llamado pintor de Aquiles (440 a. C.).

Otras artes también son objeto de estudio para la Edad Antigua, pero por su naturaleza (por
ejemplo, por no ser artes visuales) o por otras razones), lo son por otras disciplinas y no por
la Historia del Arte, a pesar de que en la Antigüedad eran ellas, y no pintura, escultura o
arquitectura, el objeto de la protección de las divinas e inspiradoras musas:

 Música en la Antigüedad (Euterpe). No debe confundirse con el concepto de


Música antigua, que se utiliza de forma equivalente a la música clásica anterior al
siglo XVIII y limitada geográficamente a Europa Occidental.
 Historia de la Danza (Terpsícore).
 Historia de la Literatura antigua (hasta cinco musas, según el género literario -
Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia y Talía-; incluso ciencias como la
historiografía y la astronomía tendrían a Clío y a Urania).

 La historia de la escritura, además del estudio lingüístico de los distintos


alfabetos o el estudio erudito historiográfico de la paleografía, incluye
cuestiones formales, como son:

 la epigrafía, estrechamente unida al estudio de los monumentos


arquitectónicos y escultóricos que son el soporte de sus inscripciones,
 y la caligrafía, vinculada al estudio de los textos escritos en soporte ligero
(papiro y pergamino), y que en algunas civilizaciones, sobre todo asiáticas,
alcanzó un gran desarrollo artístico (caligrafía china, caligrafía japonesa); la
caligrafía árabe y la caligrafía latina u occidental (con muchas variantes,
como la caligrafía Uncial), tuvieron mayor desarrollo a partir de la Edad
Media.

Artes menores, artes suntuarias y artes efímeras


Pintura sobre cerámica. Dinastía Han oriental, China, siglo I al III.

Otras artes, que hasta hace poco eran artesanías, artes menores, artes aplicadas, oficios
artísticos o artes y oficios; y que a partir de mediados del siglo XX dignificamos con
nombre de diseño (a veces pervertido en un cliché pretencioso), tampoco fueron objeto de
protección de las musas:

 Historia del vestido antiguo.


 Historia del mobiliario antiguo.
 La orfebrería suele ser objeto de tratamiento común con la escultura, por las
características comunes en técnicas y aspectos formales, aunque reducida a pequeña
dimensión y especializada en materiales denominados nobles (metales preciosos,
piedras preciosas, etc.).
 La cerámica suele ser objeto de un tratamiento común con la pintura, en cuanto a su
decoración (siendo considerada a veces como un mero soporte de la representación
pictórica, como podría serlo el muro, la tabla o el lienzo), y de un tratamiento
especializado en cuanto a sus valores formales propios y técnicas de elaboración.
 Algunas de las anteriores u otras -tratamiento artístico de las armas- dado el precio
extraordinario que podrían alcanzar, y lo exclusivo de su clientela, alcanzan el
calificativo de artes suntuarias.
 Otras, como la perfumería o la gastronomía, dado lo efímero de sus productos, no
alcanzan a fijarse en la cultura material perdurable (más allá de las reconstrucciones
analíticas), aunque sí en las fuentes escritas que las describen.
 El carácter efímero era consustancial a determinadas expresiones limitadas a un
evento particular, como los triunfos romanos, algunos de cuyos materiales
terminaron por convertirse en obras perennes (arco de triunfo), o todas las
ceremonias religiosas, de las que las más espectaculares fueron en todas las
civilizaciones las ceremonias fúnebres, en las que se desarrollaban todo tipo de
artes, incluidas artes marciales.
 Del valor artístico intrínseco que sus contemporáneos daban a las manifestaciones
deportivas de la antigüedad, especialmente los Juegos Olímpicos, son muestra su
reflejo literario y en las obras de arte visual que inmortalizaron a sus campeones.

Periodización y estilos del Arte antiguo


La periodización de la historia del arte antiguo se basa en las distintas civilizaciones donde
surge, utilizándose de forma equivalente a las divisiones estilísticas propias de los periodos
posteriores de la Historia del arte occidental.

Los primeros apartados de este esquema utilizan denominaciones marcadamente


geográficas, tanto para las civilizaciones antiguas que conformaron la civilización
occidental (Próximo Oriente Antiguo, Egeo, resto de Europa), como para las demás
civilizaciones antiguas (resto de Asia y América precolombina); mientras que el último
hace referencia a los últimos periodos cronológicos que presenciaron el periodo formativo
del arte occidental en la Edad Antigua: con el nombre de arte clásico se hace referencia al
de Grecia y Roma en el periodo denominado Antigüedad clásica, que se impone en todo el
espacio mediterráneo y próximo-oriental por el helenismo y la conquista romana; mientras
que con el de Arte del cristianismo antiguo se hace referencia al arte del periodo
denominado Antigüedad tardía (siglos IV al VIII), que se sitúa posteriormente a la
Antigüedad clásica, a caballo entre los últimos siglos de la Edad Antigua y los primeros de
la Edad Media.

Arte preclásico de la civilización occidental

El nacimiento de la civilización se produce en el Creciente fértil (término de James Henry


Breasted para referirse a la zona que presenció las transformaciones radicales en la historia
de la humanidad que Vere Gordon Childe denominó revolución neolítica y revolución
urbana), que dibuja en los mapas una forma de luna creciente, entre Mesopotamia, sureste
de Anatolia, Levante mediterráneo y Valle del Nilo.[17] El mundo mediterráneo y el
próximo oriente presenciaron el surgimiento competitivo de distintas civilizaciones, unas
sedentarias, con base en la agricultura de irrigación en valles de grandes ríos inundables o
en otras zonas apropiadas, otras nómadas, con base en el pastoreo. Los pueblos que las
originaron procedían de muy distintos orígenes etno-lingüísticos de debatida clasificación
(la terminología tradicional, muy discutida, usa términos como semitas, indoeuropeos,
camitas, etc.). El desarrollo de las primeras religiones organizadas (con clero jerarquizado,
templos, mitología, etc.) y las primeras estructuras políticas (reyes, palacios, burocracia,
ejércitos, fronteras, guerras de conquista, ciudades-estado, reinos, imperios), proporcionó
los primeros patrocinadores de programas artísticos de envergadura (sobre todo
arquitectónicos y escultóricos, aunque también demandaban pintura, cerámica, orfebrería y
todo tipo de arte suntuario -armas, mobiliario, vestiduras, etc.).

La consideración de preclásico para estos estilos es una visión en perspectiva, dado que la
experimentación de tantas y tan variadas formas artísticas terminaron influenciando lo que
mucho más tarde se definió como arte clásico.

Arte mesopotámico
- A partir del IV milenio a. C. aparecen las primeras ciudades
(Ur, Uruk, Eridú, Lagash) en la actual zona de confluencia del
río Tigris con el río Éufrates (antigua línea de costa del Golfo
Pérsico): la Baja Mesopotamia, también llamada Sumeria o
Caldea.
- Palacios, templos (zigurats), cámaras funerarias.
- Uso del adobe, la madera, y el ladrillo (determinado por la
inexistencia de canteras en un territorio aluvial), lo que
Arte
implica la utilización de la bóveda y el arco. Ladrillo
sumerio
coloreado para decoración.
- Figuras religiosas de alabastro (jerarquía por altura y tamaño
de los ojos). Formas geométricas (geometrización) y
esquemáticas (esquematismo) basadas en el cono y el cilindro.
-Estelas para glorificar victorias militares (Estela de los
buitres, Estela de Naram-Sim)
-Taracea (Estandarte de Ur).
- Influencia en el arte asirio y arte babilónico.
- Inicialmente en la zona norte del río Tigris (la Alta
Mesopotamia), con centro en Assur y luego en Nínive;
posteriormente se extiende en un imperio de grandes
dimensiones (Imperio Asirio).
- Auge en la primera mitad del I milenio a. C. (entre c. 1000 y
Arte asirio 612 a. C.).
- Influencia del arte sumerio. Templos y zigurats
monumentales. Ladrillo, y también piedra en las entradas de
las ciudades y salas.
- Escultura monumental (demonios guardianes), bajorrelieve
narrativo a gran escala.
- Ciudad de Babilonia y los dos periodos en que se extendió un
imperio con centro en ella: primero con Hammurabi (Imperio
babilónico, II milenio a. C.), y más tarde con Nabucodonosor
(Imperio neobabilónico, mediados del I milenio a. C., entre
Arte 612-539 a. C.).
babilónico -Construcciones mitificadas en las narraciones bíblicas: Torre
de Babel, Jardines Colgantes de Babilonia).
- Ladrillo vidriado coloreado para la decoración de superficies
arquitectónicas.
- Representación de figuras animales.
Arte del valle del Nilo
- Desde el IV milenio a. C. hasta la conquista de Alejandro
Magno en el siglo IV a. C..
- Civilización creada en torno al poder político y religioso
(faraón y templos) que controlan la agricultura regada por las
inundaciones del Nilo, y en una estructura burocrática
(escribas y escritura jeroglífica). Se desarrolló una religión
basada en el concepto de vida eterna después de la muerte
(Libro de los Muertos), lo que implicó un gran desarrollo del
arte funerario.
- Arquitectura monumental en piedra: templo egipcio (Luxor,
Karnak, Abu Simbel, File) y tumba egipcia (mastabas y
pirámides en el Imperio Antiguo, e hipogeos en el Imperio
Nuevo -Valle de los Reyes-).
- Imhotep (Pirámide escalonada de Saqqara) fue el primer
arquitecto de nombre conocido (siglo XXVII a. C.,
inmediatamente anterior a la Pirámide de Keops (arquitecto
Hemiunu).
Arte
- Relieves y pinturas murales asociados a la arquitectura,
egipcio
estatuaria colosal de bulto redondo (tríada de Micerino,
Colosos de Memnón, El escriba sentado, Cheik-El-Beled,
busto de Nefertiti) artes decorativas y mobiliares.
- Carácter solemne con base en cánones rígidos de
representación y simbolismo.
- Las características del arte egipcio son notablemente estables
en un periodo de tres milenios: monumentalidad,
estereotipación de la figura humana, frontalismo, jerarquía,
ausencia de perspectiva en pintura y explotación de la
perspectiva en arquitectura, donde predomina de forma
absoluta la línea recta (el sillar, la columna, el dintel); con la
excepción (en las artes visuales y en los conceptos religiosos)
del periodo de Tell-el-Amarna, y (en arquitectura) del Templo
Solar egipcio.
- Los pigmentos son minerales y el aglutinante es a la cola,
aplicado sobre una capa de yeso blanco que cubre la pared, lo
que dota a la pintura de una extraordinaria luminosidad.
- Nubia, al sur del Alto Egipto, más allá de Asuán, habitada
por pueblos nilóticos (negros) desarrolló una civilización que
llegó a emular a la egipcia, con la que estuvo en contacto
(intervenciones alternativas de una en la otra).
Arte nubio - Reino de Kush, Reino de Aksum, rey Arikamaninote.
- Escultura, orfebrería y arte funerario de marcada influencia
egipcia.

- Pirámides de Meroe y Napata.


Otros artes del Antiguo Oriente Próximo
- Los hititas, desde el centro de Anatolia (actual Turquía),
establecieron un imperio con capital en Hattusas que se
extendió por la costa del Mediterráneo hasta Egipto.
- Arte ciclópeo: sillería de grandes dimensiones, relativa
tosquedad de sus bajorrelieves (influencia asiria) y escasas
Arte hitita
esculturas en bulto redondo (influencia egipcia), aunque
caracterizadas por la ausencia de delicadezas formales y
escaso detallismo.
- Trabajo de los metales, rudo pero muy sugestivo por su
estilización y abstracción. Símbolos crípticos.
- Los fenicios o púnicos, pueblo semita asentado en la costa
del actual Líbano (Tiro, Sidón, Biblos) se expandieron por el
Mediterráneo entre el siglo XI a. C. y el siglo VII a. C.
mediante la fundación de colonias comerciales: sur de la
península itálica, Sicilia, sur de la península ibérica y norte de
África donde fundaron la colonia de Cartago (que a la caída de
las metrópolis asiáticas bajo el imperio persa, continuó su
expansión convirtiéndose en un verdadero imperio marítimo
Arte en el Mediterráneo Occidental hasta el siglo III a. C. -Guerras
fenicio Púnicas contra Roma-).
- Sentido utilitario: artesanía y comercio de productos de lujo
(armas, cerámica, telas, tintes) mediante navegación por todo
el Mediterráneo e incluso por las costas atlánticas europeas y
africanas.
- Influencia del arte egipcio, el arte mesopotámico y el arte
egeo primitivo (arte minoico y arte micénico); e influencias
mutuas con el arte griego posterior (período orientalizante y
época arcaica).
- La Historia del Antiguo Israel es la de un pueblo semita
nómada (pueblo judío o hebreo) que se asienta y forma un
reino en conflicto con los pueblos de Canaán a finales del II
milenio a. C. (Saúl, David, Salomón)
- Capitalidad de Jerusalén y su templo, principal centro
Arte artístico y religioso: monoteísmo, libro sagrado (Torá o
hebreo Biblia), prohibición de la idolatría (lo que impide cualquier
antiguo representación gráfica humana o animal).
- Se relaciona con las civilizaciones egipcia y fenicia (incluso
con el reino de Saba, localizable al sur del Mar Rojo, en
Yemen o en Etiopía); y es conquistado por asirios, babilonios,
persas, griegos y romanos, con sucesivos exilios masivos
(cautividad de Babilonia, cautividad de Nínive y Diáspora).
- Los medos y persas desarrollaron su civilización entre
Mesopotamia, India, Asia Central y el Cáucaso, región árida
de paso de tribus nómadas correspondiente con el actual Irán.
- Arte nómada ornamental (armas, vasos) en madera, hueso o
metales. Estilo animalista, abstracción figurativa y orgánica.
- Tras dominar a los asirios, conquistaron Babilonia en el
Arte persa
539 a. C..
- Palacios colosales (varias influencias, ambiente ceremonial y
repetitivo -Persépolis, Susa-), ausencia de arquitectura
religiosa, determinada por las características del zoroastrismo.
- Arte funerario: tumbas de Naqsh-e Rostam.
- Escultura asociada a la arquitectura.
- La Arabia preislámica se desarrolló como una civilización
sin un estado centralizado, entre los pueblos árabes, algunos
nómadas y otros asentados en zonas agrícolas y urbanas. La
unificación se produjo con el Islam (siglo VII).
Arte árabe
- Influencias del arte mesopotámico y persa (templo solar de
preislámico
Ma'rib). Con la helenización y la conquista romana de las
zonas periféricas de Arabia, influencia del arte grecorromano
(Palmira, Petra).
-
Arte egeo

- Archipiélago de las Cícladas, Edad del bronce (2500-


1600 a. C.).
Arte - Objetos de cerámica (vasos, copas, etc.) de decoración
cicládico geometrizante (líneas rectas, curvas, espirales).
- Pequeños ídolos en mármol de líneas sintéticas con nariz de
relieve destacado.

- En la isla de Creta surge en la Edad del Bronce (III


milenio a. C.) la civilización cretense, denominada minoica
por el mito del rey Minos y el laberinto del minotauro
(identificado con el palacio de Cnosos).
- Pintura mural decorativa de armonía y movimiento, colores
Arte vivos y visión frontal (frontalismo) asociada a una arquitectura
minoico palaciega de estructura informal y práctica (laberíntica, con
patios interiores y distintos niveles).
- Piezas de cerámica, poca escultura (pequeñas figuras en
arcilla y terracota), vasijas.
- Temáticas de lo cotidiano, animalística (mundo marino) y
religiosa (piezas votivas y rituales).
- Aqueos establecidos en territorio de la actual Grecia
continental, Edad del bronce.
Arte - Principal centro en Micenas, influencia del arte minoico.
micénico Murallas de Tirinto.
- Arquitectura monumental, pintura sin la ligereza del arte
cretense, temática militar y narrativa.
Otros artes europeos antiguos
- Estilo característico de los pueblos de lengua celta en Europa
central y occidental (Alemania, Francia, centro y norte de
España), y en las Islas Británicas (Gran Bretaña e Irlanda),
Arte celta
donde pervivió hasta la Edad Media (Arte hiberno-sajón). En
las demás regiones se desarrolló desde la prehistoria (Edad del
Bronce-Cultura de La Tène) hasta la conquista romana.
- Estilo característico de los pueblos germánicos. Véase
Arte de los también: Prerrománico para la contextualización del arte
pueblos germano durante el periodo de las migraciones o invasiones
germánicos bárbaras (arte del periodo de las invasiones) que constituye el
comienzo del arte medieval.
- Sur y este de la Península Ibérica: costa del Mediterráneo,
valle del Ebro y valle del Guadalquivir.
- Iberos: son los diferentes pueblos indígenas de esas zonas, lo
que excluye a los celtas (interior y norte). Lenguas
preindoeuropeas, emparentadas con el euskera. Desarrollan su
Arte
civilización por contacto con los pueblos colonizadores
ibérico
griegos y fenicios (Emporion -Ampurias-, Gadir -Cádiz-, Qart
Hadash -Cartago Nova o Cartagena-). Verdaderos estados (el
primero y más importante, Tartessos).
- Esculturas votivas y monumentos funerarios. Orfebrería.
Ciudades y poblados amurallados (Ullastret).
- El pueblo etrusco desarrolló su civilización en la región de
Etruria, actual Toscana entre el siglo IX a. C. y el siglo
II a. C..
- Arte funerario, cámaras tumulares con pintura mural, urnas,
Arte estatuaria yacente en sarcófagos (sarcófago de los esposos) y
etrusco bustos.
- Piezas en bronce (Quimera de Arezzo) y terracota,
orfebrería.
- Influencia de la época arcaica griega (Apolo de Veyes).
- Ciudades amuralladas (Veyes).

Arte antiguo de otras civilizaciones

Una característica común al arte no occidental, sobre todo del de las civilizaciones asiáticas
(India, China y Japón), al menos visto desde la perspectiva de los historiadores del arte
occidentales, es la de mantenerse fiel a su estética y a sus formas aun dentro de una
evolución estilística entre la sencillez y el recargamiento. Según esa óptica, carecería de la
desconcertante variedad que presenta el arte occidental, a pesar de ser extraordinariamente
fecundo. Otro rasgo es el de su significación esencialmente religiosa (incluso en los temas
que en occidente serían profanos y obscenos), frente al precoz surgimiento del arte civil en
Occidente.[18] Tampoco presentarían ninguna discontinuidad como la que el arte occidental
experimentó entre el arte antiguo y el arte medieval; con lo que éste último concepto no
suele aplicarse a estas civilizaciones.

Las civilizaciones precolombinas tienen un especial valor para la Historia del Arte, dado
que se desarrollaron en América sin conexión alguna con las civilizaciones del Viejo
Mundo, y aun así encontraron soluciones formales paralelas, como la pirámide o la cantería
ciclópea, y vehículos similares para la expresión artística, no sólo en las tres grandes artes
visuales (pintura, escultura y arquitectura), sino en las artes menores como la cerámica y la
orfebrería. Esta en especial alcanzó unas cotas extraordinarias. Otras artes, en cambio,
fueron exclusivas americanas, como el arte plumario, así como algunas técnicas, como la
obtención del pigmento azul maya, que aún hoy siguen siendo un misterio (ambas
cuestiones exceden temporalmente de la Edad Antigua).

El arte africano antiguo (concepto que también se aplica sin solución de continuidad al de
siglos posteriores a la Edad Antigua, y es muchas veces identificado con el arte étnico de
época colonial y postcolonial) fue especialmente valorado por las vanguardias artísticas del
siglo XX (cubismo, expresionismo).[19]

Arte de la India antigua


- La Cultura del valle del Indo (Mohenjo-Daro) creó el
sustrato cultural sobre el que se impondrán posteriormente
los arios (un pueblo indoeuropeo), que introducen la religión
y literatura védica, que se desarrollará en el hinduismo.
- La influencia de los contactos con las civilizaciones persa
(siglo siglo VI a. C.) y helenística (siglo IV a. C.) se asumirá
y recreará en los siguientes periodos:
Arte de la
- Periodo Maurya (rey Asoka, que mandó erigir 84.000
India
stupas budistas y grabar sus edictos en estelas -lat o
antigua
stambha- por todo su imperio; el capitel de Asoka es hoy en
día un símbolo nacional de India.).
- Periodo o estilo Gandhara (arte greco-budista).
- Estilos locales (Mathurā y Amarāvati).
- Periodo Gupta. Adquiere preponderancia el hinduismo
(construcción de numerosos santuarios), aunque se toleraron
las demás religiones. Relieves de sutileza equilibrada y
risueña (Buda de Sarnath).
Arte del Extremo Oriente antiguo
- La civilización china nació en las llanuras boscosas entre el
Huang-ho (Río Amarillo) y el Yangtsé (Río Largo o Río
Azul).
- A partir de la Dinastía Zhou (primera mitad I milenio a. C.)
se establecieron los ciclos dinásticos en los que la figura del
Emperador de China recibe y debe honrar el Mandato del
Cielo.
- Las tradiciones religiosas animistas se convierten en un
rígido sistema moral de culto a los antepasados con el
confucianismo siglo VI a. C., que se consolidó incluso con
la adición de la filosofía del taoísmo y la división política
del periodo de los Reinos Combatientes, reunificados con las
Arte de dinastías Quin y Han.
China - Se recibe el budismo por la ruta de la seda desde la India
antigua entre el siglo II a. C. y el siglo I d. C., lo que explica la
difusión de las representaciones de Buda. Desde China se
difundirá el budismo zen a Japón.
- El uso de materiales perecederos en arquitectura,
sometidos a constante mantenimiento y de fácil desaparición
ha producido que queden pocas muestras genuinas.
-Son mucho más abundantes los ejemplos de escultura
(ejército de terracota) y el trabajo de los metales (vasijas de
bronce) y de las piedras preciosas (jade).
- La mayor parte de la pintura que se ha conservado es de
época posterior, pero implica su desarrollo en época antigua.
- Obras de ingeniería a enorme escala: Gran Muralla China y
Gran Canal de China.
-En el archipiélago japonés se fue creando una civilización
por el pueblo japonés, sobre la base de una ricicultura de
pequeñas explotaciones campesinas estrechamente vinculada
al medio físico, expresada en una religión animista (el
shinto) que posteriormente recibió la influencia budista (el
zen). La estructura política estatal experimentó una historia
oscilante entre tendencias descentralizadoras e imperiales.
Arte del
- La Era Yayoi (200 a. C. - 200 d. C.) (sepulturas de gran
Japón
tamaño) y el periodo denominado de las antiguas tumbas
antiguo
(emperadores Ōjin (200-310) y Nintoku (310-399) presentan
arte suntuario, con esculturas llamadas haniwa, así como
pintura (tumbas de Kyushu -siglos V-VI-; enterramiento real
de Otsuka).
- Arquitectura religiosa pre-budista (templo de Isa).
- El templo de Horyu (comienzos del siglo VII) es la primera
estructura arquitectónica budista en Japón.
Arte precolombino antiguo
- En la altiplanicie central del actual México y el América
Central o Mesoamérica surgieron endógenamente
civilizaciones con base en la agricultura del maíz, que
desarrollaron ciudades estado competitivas, con estructuras
estatales, religiones organizadas y escritura desde comienzos
del I milenio a. C., que en épocas posteriores darían origen a
Mesoamérica las civilizaciones maya y azteca.
- En el Período preclásico mesoamericano se desarrollaron
las culturas olmeca, zapoteca, capacha, mixteca y la cultura
de Teotihuacán.
- El arte olmeca se caracteriza por sus cabezas colosales.
- En la zona del México central (Teotihuacán) se levantaron
la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna.
- La América andina desarrolló culturas agropecuarias de la
patata y los camélidos autóctonos (llama, alpaca y guanaco),
base de civilizaciones urbanas y estatales social y
culturalmente muy complejas desde épocas preincaicas
(Civilización Caral, III milenio a. C., pre-cerámica pero con
arquitectura monumental); aunque no utilizaron sistemas que
puedan denominarse propiamente de escritura (contabilidad
y mensajes mediante el sistema del quipu).
- En el territorio de la actual Colombia destaca la orfebrería
Sudamérica
de las culturas Quimbaya, Chibcha y Calima.

- En el Antiguo Perú, las culturas Chavín, Moche, Paracas y


Nazca, con todo tipo de objetos y construcciones,
precedentes de los muros ciclópeos propios de la
arquitectura inca, además de restos muy enigmáticos (líneas
de Nazca, candelabro de Paracas -de problemática datación-)
y otros que se han mixtificado y actualmente se consideran
fraudulentos en su mayoría (piedras de Ica).
Arte africano antiguo
- Al sur del desierto del Sahara (muy rico en arte
prehistórico), el espacio denominado África negra
experimentó una evolución cultural (neolítico, edad de los
Arte
metales, estados, cultura escrita) mucho más tardía que el
africano
África mediterránea; caracterizándose sus núcleos por una
antiguo
gran dispersión y discontinuidad.
- Esculturas en arcilla de la cultura Nok (norte de la actual
Nigeria, siglo V a. C. - siglo III d. C.).

Arte clásico y post-clásico antiguo en la civilización occidental


La época clásica de la civilización occidental se ha hecho corresponder con la civilización
grecorromana: concepto con el que se indica la profunda identidad y continuidad entre las
de la Antigua Grecia y la Antigua Roma, sin perjuicio que dentro de cada una de ellas haya
marcadas diferencias en la evolución formal, conceptual e ideológica. De hecho, el periodo
clásico estricto podría limitarse al denominado siglo de Pericles (mediados del siglo V a. C.
en Atenas), considerando post-clásico a todo arte posterior, puesto que supone mayores o
menores desviaciones de ese modelo.

Mucho más trascendental es la diferenciación entre Antigüedad clásica y Antigüedad tardía,


aunque no debe considerarse tampoco una ruptura de civilización (no hubo realmente
discontinuidad), sino una profunda transformación en la economía, sociedad, política e
ideología, marcadamente en la religión con la imposición del cristianismo como religión
oficial del Imperio romano en el siglo IV (entre el Edicto de Milán -313- y el Edicto de
Tesalónica -380-); que también se expresó con cambios radicales en el Arte.

Arte clásico y post-clásico pre-cristiano


- Tras la Edad Oscura la civilización griega se conforma en
el siglo VIII a. C. (poemas de Homero). En las artes
visuales se pasa por un período orientalizante (finales del
siglo VIII a. C. y siglo VII a. C., que desemboca en la época
arcaica (siglo VI a. C. y comienzos del siglo V a. C., a la
que, tras las Guerras Médicas, sigue la época clásica
(segunda mitad del siglo V a. C. y siglo IV a. C.), en la que
se incluye el denominado siglo de Pericles, durante la
hegemonía de Atenas y la guerra del Peloponeso.
-Grecia actual, costa egea del Asia Menor (actual Turquía)
y Magna Grecia (Sicilia y sur de Italia).
- Arquitectura religiosa: Templo griego en piedra, evolución
de la cabaña con tejado a dos aguas y columnas que
determinan los órdenes arquitectónicos nombrados por los
Arte de la
linajes antiguos -dórico, jónico y corintio -atribuido al
antigua
enigmático escultor Calímaco-); en forma circular da el
Grecia
tholos.
- Fidias dirigió el proyecto de Pericles para la Acrópolis de
Atenas (Partenón -arquitectos Ictino y Calícrates-, Erecteión
y Propileos -arquitecto Mnesicles-); templos de Paestum, en
Magna Grecia (sur de Italia).
- Arquitectura civil: pública (teatros) y privada (casa griega
-oikos- , costumbres de la Antigua Grecia).
- Cerámica con pintura decorativa (cerámica de figuras
negras, cerámica de figuras rojas), con artistas consagrados
por la fama y que firman sus obras desde el siglo VI a. C.
(Klitias, Exequias -Ayax y Aquiles jugando a los dados-,
Nearcos), aunque no tanto como los alfareros (Ergótimos,
Amasis, Andócides) asociados a grandes pintores de
nombre desconocido (pintor de Amasis, pintor de
Andócides). En el siglo V a. C. Eutímides y Eufronios
(Lucha de Hércules y Anteo), grandes rivales.
- La pintura al fresco, que no se ha conservado más que por
copias y testimonios, comienza en Sicione y Corinto en el
siglo VII a. C., pero alcanzó el culmen a mediados del siglo
V a. C. (Polignoto -Toma de Troya, Descenso al Hades- y
Mikón -Retorno de los Argonautas-). En el siglo IV a. C.
Zeuxis -Demos de Atenas, libidines de tema erótico- Pánfilo
de Anfípolis -teórico de la aplicación de la matemática a la
pintura, entendida como proporción- y sus dos discípulos:
Pausias y la cumbre de la pintura antigua: Apeles (Afrodita
Anadiómena, La Calumnia).
- Escultura en relieves (frontones, frisos y metopas de los
templos) y en bulto redondo (estatuas de dioses y héroes en
mármol y bronce); también como elemento constructivo
(cariátides, acroteras).
- Resultado de la confrontación dentro del pensamiento
helénico entre mito y logos, lo apolíneo y lo dionisíaco, el
intelectualismo y el sentimiento; es un arte que identifica
belleza con virtud (kalokagathia), busca la perfección en la
armonía, el equilibrio y la proporción (sophrosine),
valorando al ser humano medida de todas las cosas
(antropocentrismo). Inspirado en la naturaleza, tiende a
imitarla con realismo.
- La expresión era estereotipada en la época arcaica
(estatuas masculinas -Kurós, Cleobis y Bitón, siglo
VI a. C.- y femeninas -Koré, Dama de Auxerre, siglo
VII a. C.; Hera de Samos, siglo VI a. C.-, sonrisa arcaica,
frontalidad, hieratismo) y serena en el clasicismo, donde no
se representa la fealdad ni los extremos de edad (se hará en
el helenismo).
- El Canon se basa en la repetición modular (módulo de la
columna en arquitectura, en escultura un múltiplo de la
cabeza con distintos valores: siete para Policleto -Doríforo,
Diadumeno, Discóforo, mediados del siglo V a. C.- y ocho,
más esbelto, para Lisipo -Apoxiomeno, siglo IV a. C.-).
- El concepto de perfil griego, nariz griega, curva
praxitélica (arqueo de la cadera), u otras partes del cuerpo,
han pasado a ser un modelo de belleza clásica. La
idealización de esa belleza se conseguía, según testimonios
escritos, por selección de distintos miembros, las partes más
bellas de distintas personas reales consideradas ejemplo de
belleza y tomadas como modelos.
- Temática mitológica, y de la vida cotidiana, representando
a los dioses como hombres y a los hombres como héroes
(campeones olímpicos).
- Escultura del periodo arcaico final o clásico temprano
(comienzos del siglo V a. C.), también denominado estilo
severo: Auriga de Delfos, frontón del Templo de Afea en
Egina, Trono Ludovisi, Tiranicidas, Bronces de Riace, Dios
del cabo Artemisio, metopas del Templo de Zeus Olímpico
(Olimpia).
- Periodo clásico maduro (segunda mitad del siglo V a. C.:
Mirón (Discóbolo de Mirón), Fidias (en el Partenón -friso
de las Panateneas, Lapitas y centauros, estatua colosal
crisoelefantina de Atenea Partenos- y Estatua de Zeus en
Olimpia) y Policleto.
- Periodo clásico final (siglo siglo IV a. C.: Praxíteles
(Afrodita Cnidia, Apolo sauróctono, Hermes con el niño
Dionisio), Scopas (Ménade furiosa), Lisipo y Leócares
(Apolo Belvedere).
- Helenismo es el periodo que va desde el final del siglo
IV a. C. (muerte de Alejandro Magno y división de su
imperio) hasta el final del siglo I a. C. (conquista romana de
Egipto). No sólo afectó a la civilización y al arte griego,
sino que la influencia griega se extendió por toda la Cuenca
del Mediterráneo y Asia occidental hasta la India: en el
Mediterráneo occidental por la continuidad y expansión de
las colonias griegas establecidas en el periodo anterior, y en
Arte el Mediterráneo oriental y el Próximo Oriente por el
helenístico establecimiento de los reinos helenísticos. Influyó de modo
decisivo en el arte romano.
- Escultura con un pleno sentimiento de emoción y
movimiento, buscando el desequilibrio frente al equilibrio
de la época clásica. División en escuelas locales: escuela de
Pérgamo (rey Átalo I: Epígono -Gálata moribundo-,
Nicérato y Firómaco), escuela de Rodas (Agesandro,
Polidoro y Atenodoro -Laocoonte-), escuela de Atenas,
escuela de Alejandría.
- Monarquía romana, República romana e Imperio romano,
cubren el periodo desde el siglo VIII a. C. al siglo V d. C..
Se localiza primero en el Latium (Italia Central), y se
extiende por toda la Cuenca del Mediterráneo (Mare
Nostrum).
- El periodo anterior a la recepción de la cultura helenística
Arte romano
(siglo III a. C.) desarrolla un arte latino emparentado con
otros pueblos itálicos (sabinos y sobre todo etruscos) Loba
capitolina .
- El periodo clásico del arte romano dura hasta el triunfo del
cristianismo (siglo IV). Asimila y desarrolla la cultura
griega (órdenes arquitectónicos, diseño de los templos,
concepción escultórica), incorporándola características
propias, tanto en materiales de construcción (mortero y
cemento y hormigón romanos) como en elementos
arquitectónicos (el arco -Arco de triunfo- y la bóveda, orden
toscano y orden compuesto, principio de superposición de
órdenes) y formas escultóricas (el retrato romano -exigido
por el culto a los antepasados y la propaganda política, y
que permite datar la evolución estilística y de la moda,
sobre todo en la expresión y el peinado- y el relieve
romano, caracterizado por la búsqueda de la profundidad y
la perspectiva) y pictóricas (los estilos pompeyanos,
decorativos, narrativos o procurando el trampantojo).
- Desarrollo arquitectónico con gusto por lo colosal y
magnificente, al tiempo que con un acusado sentido
pragmático y utilitario. (puentes y acueductos -puente de
Alcántara, Pont du Gard, Acueducto de Segovia-, calzadas).
Edificios públicos (termas -termas de Caracalla-, teatro
romano -Teatro Marcelo-, circo romano -Circo Máximo-,
anfiteatros -Anfiteatro de Capua, Coliseo, Anfiteatro de El
Djem-, etc.), religiosos (templo romano -Templo de Vesta,
Maison Carrée, Panteón de Agripa-) y civiles (foro romano,
basílicas, palacio romano -Domus Aurea de Nerón,
construcción original del Palacio de Letrán, luego
convertido en residencia papal-, villa romana -Villa romana
del Casale- con su versión de villa imperial -Villa Jovis o de
Tiberio en Capri, Villa Adriana-, casa romana -domus,
vivienda (Roma Antigua)-).
- Escultura histórica narrativa (frisos corridos en relieve:
Ara Pacis, Columna trajana), bustos, estatuas de cuerpo
entero (Augusto de Prima Porta) y excepcionalmente
ecuestres (estatua ecuestre de Marco Aurelio).
Arte del cristianismo antiguo o de la Antigüedad tardía
- Primera expresión artística del cristianismo, en el área del
Imperio romano de Occidente, entre el siglo IV y el siglo V.
Las expresiones anteriores (catacumbas son muy escasas, y
ocultas a causa de las persecuciones). La parte oriental del
Imperio desarrollará el Arte Bizantino, indistinguible de la
occidental en esta época. A partir de las invasiones bárbaras
Arte
y el establecimiento de los reinos germánicos comienza el
paleocristiano
arte medieval.
- Pintura mural (fresco) en catacumbas, relieves en
sarcófagos. Utilización de iconografía y simbolismos
cristianos (uvas -eucaristía-, pez -ICTUS, apócope de Iesus
Christus-, pavo real, pelícano, fénix, cordero -Buen Pastor-,
crismón -XPO-, alfa y omega -principio y fin-, etc.).
- Primeras basílicas cristianas, utilizando el modelo del
edificio civil romano.
- Arte cristiano del Imperio romano de Oriente, desde el
traslado de la capital del imperio a Constantinopla hasta su
conquista en 1453 por el Imperio otomano; con lo que cubre
todo el periodo del arte medieval, donde habitualmente se le
estudia e incluye.
- Influencia del arte grecorromano y mucho menor del arte
oriental (frontera con el Imperio persa y tras el siglo VII
Arte
con el Islam). Influye grandemente en el arte italiano
bizantino
medieval y en el arte de los reinos eslavos. El periodo de la
iconoclasia (siglo VIII y IX) destruyó la mayor parte de la
pintura y escultura anterior.
- Arquitectura religiosa (cúpula).
- Pintura en fresco y tabla, y mosaico de carácter
bidimensional y simbólico, con horror vacui. Iconos,
expuestos en el iconostasio).

Referencias
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 Enciclopedias de Historia del Arte:

 Summa Artis, de Espasa Calpe


 Ars Magna, de Planeta

Arte
El arte griego de la Época clásica alcanzó, sobre todo en escultura, cotas de perfección que
lograron que fuera tomado como modelo por el arte europeo durante muchos siglos.

Entre los escultores sobresalieron Fidias, Mirón y Policleto, en el siglo V a. C. En el


IV a. C. se destacaron Cefisodoto el Viejo, Escopas, Praxíteles (y su hijo Cefisodoto el
Joven) y Lisipo. El bronce y el mármol eran los materiales más empleados, de entre los
cuales era muy famoso el mármol rosado del monte Pentélico, en Atenas. También se
realizaron algunas estatuas criselefantinas.

El gran proyecto arquitectónico de la época fue la reconstrucción de la Acrópolis de


Atenas. El templo de Zeus en Olimpia fue otra obra relevante de entre los numerosos
templos construidos en este periodo.

Entre los pintores descollaron Polignoto, Paneno, Apolodoro, Zeuxis y Parrasio.

La cerámica fue otra de los artes que alcanzó su apogeo en esta época.
La historia de la pintura ha tenido un desarrollo cronológico y estilístico paralelo en gran
medida al resto de las artes plásticas, si bien con diversas particularidades en el tiempo y el
espacio debidas a numerosos factores, desde los derivados de las diversas técnicas y
materiales empleados en su confección hasta factores socio-culturales y estéticos, ya que
cada pueblo y cada cultura ha desarrollado a lo largo del tiempo distintos conceptos de
plasmar la imagen que recibe del mundo circundante.

La pintura es el arte y técnica de crear imágenes a través de la aplicación de pigmentos de


color sobre una superficie, sea papel, tela, madera, pared, etc. Se suele dividir en pintura
mural (fresco, temple) o de caballete (temple, óleo, pastel), e igualmente puede clasificarse
según su género (retrato, paisaje, bodegón, etc). La pintura ha sido durante siglos el
principal medio para documentar la realidad, reflejando en sus imágenes el devenir
histórico de las distintas culturas que se han sucedido a lo largo del tiempo, así como sus
costumbres y condiciones materiales.

La clasificación de la pintura como arte ha variado a lo largo del tiempo: en la antigüedad


era considerada un mero oficio artesanal, mientras que se consideraban actividades
artísticas las relacionadas con el intelecto. Galeno dividió en el siglo II el arte en artes
liberales y artes vulgares, según si tenían un origen intelectual o manual: entre las liberales
se encontraban la gramática, la retórica y la dialéctica —que formaban el trivium—, y la
aritmética, la geometría, la astronomía y la música —que formaban el quadrivium—; las
vulgares incluían la arquitectura, la escultura y la pintura, pero también otras actividades
que hoy se consideran artesanía.[1] No fue hasta el siglo XVI que empezó a considerarse
que la arquitectura, la pintura y la escultura eran actividades que requerían no sólo oficio y
destreza, sino también un tipo de concepción intelectual que las hacían superiores a otros
tipos de manualidades. Se gestaba así el concepto moderno de arte, que durante el
Renacimiento adquirió el nombre de arti del disegno (artes del diseño), por cuanto
comprendían que esta actividad —el diseñar— era la principal en la génesis de las obras de
arte.[2] Por último, en 1746, Charles Batteux estableció en Las bellas artes reducidas a un
único principio la concepción actual de bellas artes, concepto que hizo fortuna y ha llegado
hasta la actualidad.[3]

En la historia de la pintura es primordial el estudio de los estilos artísticos: cada periodo


histórico ha tenido unas características concretas y definibles, comunes a otras regiones y
culturas, o bien únicas y diferenciadas, que han ido evolucionando con el devenir de los
tiempos. De ahí surgen los diversos estilos, que pueden tener un origen geográfico o
temporal, o incluso reducirse a la obra de un artista en concreto, siempre y cuando se
produzcan unas formas artísticas claramente definitorias. Actualmente se entiende como
estilo aquella cualidad que identifica la forma de trabajar, de expresarse o de concebir una
obra de arte por parte del artista, o bien, en sentido más genérico, de un conjunto de artistas
u obras que tienen diversos puntos en común, agrupados geográfica o cronológicamente.[4]

También cabe tener en consideración para el estudio histórico de la pintura su clasificación


en diversos géneros: un género artístico es una especialización temática en que se suelen
dividir las diversas artes. En la actualidad se consideran como principales géneros
pictóricos: retrato y autorretrato, desnudo, bodegón y vanidades, paisaje y marina, pintura
de mitología, pintura de historia, pintura religiosa y pintura de género.[5]
Por último, cabe tener en cuenta los distintos procedimientos técnicos empleados en
pintura: acrílico, técnica pictórica donde al colorante se le añade un aglutinante plástico;
acuarela, técnica realizada con pigmentos transparentes diluidos en agua, con aglutinantes
como la goma arábiga o la miel, usando como blanco el del propio papel; aguada o
gouache, técnica similar a la acuarela, con colores más espesos y diluidos en agua o cola
mezclada con miel; fresco, realizado sobre un muro revocado de cal húmeda y con colores
diluidos en agua de cal; miniatura, decoración de manuscritos con láminas de oro y plata, y
pigmentos de colores aglutinados con cola, huevo o goma arábiga; óleo, técnica que
consiste en disolver los colores en un aglutinante de tipo oleoso (aceite de linaza, nuez,
almendra o avellana; aceites animales), añadiendo aguarrás para que seque mejor; pastel,
lápiz de pigmento de diversos colores minerales, con aglutinantes (caolín, yeso, goma
arábiga, látex de higo, cola de pescado, azúcar candi, etc.), amasado con cera y jabón de
Marsella y cortado en forma de barritas; temple, pintura realizada con colores diluidos en
agua temperada o engrosada con aglutinantes con base de cola (yema de huevo, caseína,
cola de higuera, cerezo o ciruelo).[6]

Contenido
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 1 Prehistoria
o 1.1 Paleolítico
o 1.2 Neolítico
 2 Arte antiguo
o 2.1 Egipto
o 2.2 Grecia
o 2.3 Roma
 3 Arte medieval
o 3.1 Arte paleocristiano
o 3.2 Arte prerrománico
o 3.3 Arte bizantino
o 3.4 Arte románico
o 3.5 Arte gótico
 4 Arte de la Edad Moderna
o 4.1 Renacimiento
o 4.2 Manierismo
o 4.3 Barroco
o 4.4 Rococó
o 4.5 Neoclasicismo
 5 Arte contemporáneo
o 5.1 Siglo XIX
 5.1.1 Romanticismo
 5.1.2 Realismo
 5.1.3 Impresionismo
 5.1.4 Simbolismo
 5.1.5 Modernismo
o 5.2 Siglo XX
 5.2.1 Vanguardismo
 5.2.2 Últimas tendencias
 6 Arte no occidental
o 6.1 Arte islámico
o 6.2 India
o 6.3 China
o 6.4 Japón
o 6.5 América
o 6.6 África
 7 Véase también
 8 Referencias
o 8.1 Bibliografía
 9 Enlaces externos

Prehistoria

Pintura rupestre de la Roca de los Moros, en El Cogul.

El arte prehistórico es el desarrollado por el ser humano desde la Edad de Piedra


(paleolítico, 25.000-8.000 a.C.; mesolítico, 8.000-6.000 a.C.; y neolítico, 6.000-3.000 a.C.)
hasta la Edad de los Metales (3.000-1.000 a.C.), periodos donde surgieron las primeras
manifestaciones que se pueden considerar como artísticas por parte del ser humano.

Paleolítico

El paleolítico tuvo sus primeras manifestaciones artísticas alrededor del 25.000 a.C.,
teniendo su apogeo en el periodo magdaleniense (±15.000-8.000 a.C.). Las primeras
manifestaciones pictóricas aparecen en cuevas —la llamada pintura rupestre—, como
medio de expresar la interrelación entre el ser humano primitivo y la naturaleza. Como
material pictórico utilizaban principalmente rojo de óxido de hierro, negro de óxido de
manganeso y ocre de arcilla. La pintura rupestre se desarrolló principalmente en la región
franco-cantábrica: son pinturas de carácter mágico-religioso, de sentido naturalista, con
representación de animales, destacando las cuevas de Altamira, Tito Bustillo, Trois Frères,
Chauvet y Lascaux.[7]
Neolítico

Este periodo —iniciado alrededor del 8.000 a.C. en el Próximo Oriente— supuso una
profunda transformación para el antiguo ser humano, que se volvió sedentario y se dedicó a
la agricultura y la ganadería, surgiendo nuevas formas de convivencia social y
desarrollándose la religión. En la pintura levantina —datada entre el mesolítico y el
neolítico— se dio la figura humana, muy esquematizada, con notables ejemplos en El
Cogul, Valltorta, Alpera y Minateda. También se dio este tipo de pintura en el norte de
África (Atlas, Sáhara) y en la zona del actual Zimbabue. La pintura neolítica solía ser
esquemática, reducida a trazos básicos (el hombre en forma de cruz, la mujer en forma
triangular). Son de destacar igualmente las pinturas rupestres del Río Pinturas en Argentina,
especialmente la Cueva de las manos.[8]

Arte antiguo

Pintura mural de la cámara funeraria de Amenemhet, Imperio Nuevo, dinastía XVIII (s. XV
a. C.).

Egipto

En Egipto surgió una de las primeras grandes civilizaciones, con obras de arte elaboradas y
complejas que suponen ya una especialización profesional por parte del artista/artesano. Su
arte era intensamente religioso y simbólico, con un poder político fuertemente centralizado
y jerarquizado, otorgando una gran relevancia al concepto religioso de inmortalidad.
Iniciado alrededor del 3.000 a.C., el arte egipcio perduró hasta la conquista de Alejandro
Magno, si bien su influencia persistió en el arte copto y bizantino.

La pintura egipcia se caracteriza principalmente por presentar figuras yuxtapuestas en


planos superpuestos. Las imágenes se representaban con criterio jerárquico, por ejemplo: el
faraón tiene un tamaño más grande que los súbditos o los enemigos que están a su lado.
Predominaba el canon de perfil, que consistía en representar la cabeza y las extremidades
de perfil pero los hombros y los ojos de frente.[9]

Grecia

En Grecia se desarrollaron las principales manifestaciones artísticas que han marcado la


evolución del arte occidental, con un estilo basado en la naturaleza y en el ser humano,
donde preponderaba la armonía y el equilibrio, la racionalidad de las formas y los
volúmenes, y un sentido de imitación («mímesis») de la naturaleza que sentaron las bases
del llamado arte clásico. Tras unos inicios donde destacaron las culturas minoica y
micénica, el arte griego se desarrolló en tres periodos: arcaico, clásico y helenístico.

La pintura griega se desarrolló sobre todo en la cerámica, en escenas cotidianas o de


temática histórica o mitológica. Se suele establecer dos épocas, en función de la técnica
utilizada en la confección de cerámica pintada: «figuras negras sobre fondo rojo» (hasta el
siglo VI a.C.) y «figuras rojas sobre fondo negro» (desde el siglo VI a.C.). Aunque no han
llegado numerosas muestras hasta la actualidad, se tiene constancia por fuentes históricas
del nombre de varios famosos pintores griegos, como Zeuxis, Apeles, Parrasio, Eufranor,
Polignoto, etc.[10]

Roma

Fresco hallado en Pompeya.

Con un claro precedente en el arte etrusco, el arte romano recibió una gran influencia del
arte griego. Gracias a la expansión del Imperio Romano, el arte clásico grecorromano llegó
a casi todos los rincones de Europa, norte de África y Próximo Oriente, sentando la base
evolutiva del futuro arte desarrollado en estas zonas.

La pintura romana es conocida sobre todo por los restos hallados en Pompeya, donde se
perciben cuatro estilos: el de incrustación, que imita el revestimiento en mármol; el
arquitectónico, llamado así por simular arquitecturas; el ornamental, con arquitecturas
fantásticas, guirnaldas y amorcillos; y el fantástico, mezcla de los dos anteriores, con
paisajes imaginarios, variadas formas arquitectónicas y escenas mitológicas.[11]

Arte medieval
Pantocrátor de Sant Climent de Taüll, MNAC.

La caída del Imperio Romano de Occidente marcó el inicio en Europa de la Edad Media,
etapa de cierta decadencia política y social, pues la fragmentación del imperio en pequeños
estados y la dominación social de la nueva aristocracia militar supuso la feudalización de
todos los territorios anteriormente administrados por la burocracia imperial. El arte clásico
será reinterpretado por las nuevas culturas dominantes, de origen germánico, mientras que
la nueva religión, el cristianismo, impregnará la mayor parte de la producción artística
medieval.

Arte paleocristiano

Se denomina arte paleocristiano al efectuado por los primeros seguidores de esta nueva
religión, primero de forma oculta, mientras aún eran perseguidos por el poder imperial, para
pasar posteriormente, tras la conversión al cristianismo del emperador Constantino, a ser el
estilo oficial del Imperio. Las formas clásicas fueron reinterpretadas para servir como
vehículo de expresión de la nueva religión oficial, y se produjo una atomización de estilos
por zonas geográficas.

La pintura se dio sobre todo en las catacumbas, con escenas religiosas y alegóricas, y surgió
la miniatura, iluminación de manuscritos, con dos principales escuelas: la helenística-
alejandrina y la siria.[12]

Arte prerrománico
Ilustración del Beato de San Millán, Monasterio de San Millán.

Se denomina así a los múltiples estilos desarrollados en Europa desde la coronación de


Carlomagno (año 800) hasta alrededor del año 1000, donde la aparición del románico
supondrá la divulgación de un mismo estilo unitario a lo largo de todo el continente
europeo. Esta acepción es simplemente una forma de englobar una serie de estilos
independientes y con pocos o ningún factor común, con el único aglutinante de ser
predecesores de la internacionalización del románico.

 Arte carolingio: la coronación de Carlomagno supuso en cierta forma la


restauración del Imperio Romano, lo que conllevó un renacer cultural y un primer
retorno a la cultura clásica como fuente de inspiración, aunque matizada por la
religión cristiana. La pintura se circunscribió a la miniatura, con varias escuelas
como la palatina, la de Tours, la de Reims y la de Saint-Denis.

 Arte otoniano: se denomina así por coincidir con los reinados de Otón I, Otón II y
Otón III. En la pintura otoniana se percibe la influencia bizantina, debido al
matrimonio de Otón II con Teófano de Constantinopla, destacando los frescos de
San Jorge de Oberzell.

 Arte celta: en las Islas Británicas, recientemente evangelizadas, tuvo una época de
esplendor el arte celta, destacando la miniatura, de influencia carolingia, siendo de
relevancia la escuela de Winchester, a la que perteneció el Pontifical de San
Aethelwold (British Museum).

 Arte mozárabe: se denomina mozárabes a los cristianos que vivían bajo la


dominación islámica, y que, al pasar de nuevo a territorio reconquistado por los
cristianos, practicaban un tipo de arte de gran influencia islámica. Se desarrolló
sobre todo en el siglo X, principalmente al norte del Duero, en el alto Ebro, sur de
Galicia, Cantabria y Pirineos. Cabe destacar en miniatura los beatos, ilustraciones
del Comentario al Apocalipsis del Beato de Liébana.[13]
Arte bizantino

Pintura bizantina sobre pergamino (siglo X).

Pese a la caída del Imperio Romano de Occidente, en Oriente perduró —conocido como
Imperio Bizantino— hasta la conquista de Constantinopla en 1453 por los turcos otomanos.
Heredero del arte helenístico, el arte bizantino recogió las principales tradiciones artísticas
orientales, de las que fue puerta de entrada en Europa, donde el arte bizantino influyó en el
arte prerrománico y románico. Se distinguen en el arte bizantino tres «edades de oro»: una
primera en el siglo VI, coincidiendo con el reinado de Justiniano; una segunda desde el
siglo IX hasta la toma de Constantinopla por los cruzados el 1204; y una tercera en el siglo
XIV, con la dinastía Paleólogo.

La pintura bizantina tuvo en época de Justiniano influencia paleocristiana, a la vez que


recogió diversas tradiciones anteriores, especialmente la helenística y la siria neoática,
destacando los conjuntos musivarios de San Demetrio de Salónica y San Vital de Rávena.
En la segunda edad dorada se establecieron la estética y la iconografía bizantinas, sobre
todo en torno a los iconos, con una fuerte carga simbólica de las imágenes, con figuras
estilizadas y perspectivas jerárquicas (el tamaño de la figura depende de su importancia
religiosa). En la tercera edad dorada la pintura sustituyó al mosaico, sobre todo los iconos
de pintura sobre tabla, destacando las escuelas de Chipre, Salónica, Creta, Venecia y Moscú
(donde descuella Andrei Rubliov).[14]

Arte románico
Códice de Santa Hildegarda (1165), Abadía de Santa Hildegarda, Eibingen (Alemania).

El arte románico representa el primer estilo de carácter internacional de la cultura europea


occidental, con una identidad plenamente consolidada tras el paso del latín a las lenguas
vernáculas. De carácter eminentemente religioso, casi todo el arte románico estaba dirigido
a la exaltación y divulgación del cristianismo. Surgido a mediados del siglo XI, se
desarrolló fundamentalmente durante el siglo XII, a finales del cual empezó a coexistir con
el incipiente gótico. En el románico culminaron los diversos estilos producidos por el
prerrománico, a la vez que se denota la influencia oriental del arte bizantino.

La pintura románica era preferentemente mural, de signo religioso y figuras esquemáticas


al igual que la escultura. Tuvo una fuerte influencia bizantina, difundida sobre todo por la
orden benedictina. Se desarrolló preferentemente en el ábside de las iglesias, con un
programa iconográfico donde destacaba la figura del Pantocrátor, alrededor del cual se
encuentran la Virgen y los apóstoles, dejando al pie el Juicio Final. Vemos esta disposición
en Sant'Angelo in Formis (Capua), Sant Climent de Taüll y San Isidoro de León. También
se produjo pintura sobre tabla, al temple, generalmente en retablos para el altar; y la
miniatura, donde destacaron las escuelas inglesa e italiana.[15]

Arte gótico

El matrimonio Arnolfini (1434), de Jan van Eyck, National Gallery de Londres.

El arte gótico se desarrolló entre los siglos XII y XVI, época de gran desarrollo económico
y cultural. El fin de la época feudal supuso el afianzamiento de los estados centralizados,
con mayor predominio de las ciudades sobre el campo, al tiempo que un sector cada vez
mayor de la sociedad tenía acceso a la cultura, que dejó de ser patrimonio exclusivo de la
Iglesia. El auge de las universidades comportó un aumento de los estudios científicos,
filosóficos y literarios, sentando las bases de la cultura moderna.
La pintura gótica dejó de ser mural para pasar a retablos situados en los altares de las
iglesias, y empezó a desarrollarse la pintura en lienzo, al temple o al óleo. Se sucedieron
cuatro estilos pictóricos:

 Gótico lineal o franco-gótico: se desarrolló desde el siglo XIII hasta principios del
XIV, caracterizado por el dibujo lineal, el fuerte cromatismo, un naturalismo de
líneas sencillas y el idealismo de los temas representados. Este estilo se desarrolló
sobre todo en vidrieras y miniaturas.

 Gótico itálico o trecentista: surgido en el siglo XIII en Italia, se caracteriza por la


aproximación realizada a la representación de la profundidad –que cristalizará en el
Renacimiento con la perspectiva lineal–, los estudios sobre anatomía y el análisis de
la luz para conseguir la matización tonal. Destacan dos escuelas: la florentina
(Cimabue, Giotto, Andrea Orcagna) y la sienesa (Duccio, Simone Martini,
Ambrogio Lorenzetti).

 Gótico internacional: corresponde a finales del siglo XIV y primera mitad del XV,
suponiendo una fusión de los estilos anteriores. Se caracteriza por la estilización de
la figura y el predominio de la línea curva, el detallismo técnico y el naturalismo
simbólico de la narración. Destacan los pintores Paul de Limbourg, Stefan Lochner,
Conrad Soest, Bernat Martorell y Lluís Borrassà.

 Gótico flamenco: surgió en Flandes a principios del siglo XV, predominando a lo


largo de ese siglo en la mayor parte de Europa –excepto Italia, donde ya descollaba
el Renacimiento–. Su principal aportación es la técnica al óleo, que da colores más
brillantes y permite su gradación en diversas gamas cromáticas, a la vez que permite
mayor minuciosidad en los detalles. Cabe destacar a Jan y Hubert van Eyck, Robert
Campin, Rogier van der Weyden, Hans Memling, Gerard David, Hugo van der
Goes y El Bosco; en el resto de Europa, Jean Fouquet, Conrad Witz, Martin
Schongauer, Hans Holbein el Viejo, Nuno Gonçalves, Lluís Dalmau, Jaume
Huguet, Bartolomé Bermejo, Fernando Gallego, etc.[16]

Arte de la Edad Moderna

El nacimiento de Venus (1485), de Sandro Botticelli, Uffizi (Florencia).


El arte de la Edad Moderna —no confundir con arte moderno, que se suele emplear como
sinónimo de arte contemporáneo— se desarrolló entre los siglos XV y XVIII. La Edad
Moderna supuso cambios radicales a nivel político, económico, social y cultural: la
consolidación de los estados centralizados supuso la instauración del absolutismo; los
nuevos descubrimientos geográficos —especialmente el continente americano— abrieron
una época de expansión territorial y comercial, suponiendo el inicio del colonialismo; la
invención de la imprenta conllevó una mayor difusión de la cultura, que se abrió a todo tipo
de público; la religión perdió la preponderancia que tenía en la época medieval, a lo que
coadyuvó el surgimiento del protestantismo; a la vez, el humanismo surgió como nueva
tendencia cultural, dejando paso a una concepción más científica del hombre y del
universo.

Renacimiento

La Gioconda (1503-1506), de Leonardo da Vinci, Museo del Louvre.

Surgido en Italia en el siglo XV (Quattrocento), se expandió por el resto de Europa desde


finales de ese siglo e inicios del XVI. Los artistas se inspiraron en el arte clásico
grecorromano, por lo que se habló de «renacimiento» artístico tras el oscurantismo
medieval. Estilo inspirado en la naturaleza, surgieron nuevos modelos de representación,
como el uso de la perspectiva. Sin renunciar a la temática religiosa, cobró mayor relevancia
la representación del ser humano y su entorno, apareciendo nuevas temáticas como la
mitológica o la histórica, o nuevos géneros como el paisaje, el bodegón e, incluso, el
desnudo. La belleza dejó de ser simbólica, como en la era medieval, para tener un
componente más racional y mesurado, en base a la armonía y la proporción.

La pintura renacentista sufrió una notable evolución desde las formas medievales, con
formas naturalistas y temáticas profanas o mitológicas junto a las religiosas. Los estudios
de perspectiva permitieron hacer obras de gran efecto realista, basadas en proporciones
matemáticas, con especial utilización de la «sección áurea» tras el estudio publicado por
Luca Pacioli (De Divina Proportione, 1509). Se utilizó el fresco y el temple, mientras que
se introdujo el óleo a mediados del siglo XV por influencia flamenca. Uno de sus
principales exponentes fue Leonardo Da Vinci, genio polifacético que introdujo el sfumato
o «perspectiva aérea», con obras como La Virgen de las Rocas (1483), La Última Cena
(1495-1497), La Gioconda (1503), etc. Otro nombre de relevancia fue Rafael, maestro del
clasicismo sereno y equilibrado, con una perfecta ejecución pictórica, como se demuestra
en sus frescos de las Estancias del Vaticano. Otros artistas destacados fueron: Masaccio,
Fra Angelico, Paolo Ucello, Andrea del Castagno, Perugino, Piero della Francesca,
Benozzo Gozzoli, Domenico Ghirlandaio, Botticelli, Andrea del Verrocchio, Luca
Signorelli, Andrea Mantegna, Giovanni Bellini, Antonello da Messina, etc. En el resto de
Europa: Matthias Grünewald, Alberto Durero, Hans Holbein el Joven y Lucas Cranach el
Viejo en Alemania; Quentin Metsys y Pieter Brueghel en Holanda; y Pedro Berruguete,
Alejo Fernández, Vicente Masip, Juan de Juanes, Pedro Machuca y Luis de Morales en
España.[17]

Manierismo

Venus de Urbino (1538), de Tiziano, Galería Uffizi (Florencia).

Surgido igualmente en Italia a mediados del siglo XVI como evolución de las formas
renacentistas, el manierismo abandonó la naturaleza como fuente de inspiración para buscar
un tono más emotivo y expresivo, cobrando importancia la interpretación subjetiva que el
artista hace de la obra de arte.

La pintura manierista tuvo un sello más caprichoso, extravagante, con gusto por la forma
sinuosa y estilizada, deformando la realidad, con perspectivas distorsionadas y atmósferas
efectistas. Destacó en primer lugar Miguel Ángel —autor de la decoración de la Capilla
Sixtina—, seguido de Bronzino, Andrea del Sarto, Pontormo, Correggio, Parmigianino,
Giorgione, Tiziano, Veronese, Tintoretto, Jacopo Bassano, Giuseppe Arcimboldo, etc. Cabe
mencionar a Maarten van Heemskerck y Abraham Bloemaert en los Países Bajos, y
Bartholomeus Spranger en Alemania. En España destacaron Juan Fernández de Navarrete,
Alonso Sánchez Coello, Juan Pantoja de la Cruz y, especialmente, El Greco, artista
excepcional creador de un estilo personal y único, de fuerte sentido expresionista.[18]

Barroco
Las Meninas (1656), de Diego Velázquez (Museo del Prado).

El barroco se desarrolló entre el siglo XVII y principios del XVIII. Fue una época de
grandes disputas en el terreno político y religioso, surgiendo una división entre los países
católicos contrarreformistas, donde se afianzó el estado absolutista, y los países
protestantes, de signo más parlamentario. El arte se volvió más refinado y ornamentado,
con pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero con formas más dinámicas y
efectistas, con gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los golpes
de efecto.

La pintura barroca se desarrolló en dos tendencias contrapuestas: el naturalismo, basado en


la estricta realidad natural, con gusto por el claroscuro —el llamado tenebrismo—, donde
cabe citar a Caravaggio, Orazio y Artemisia Gentileschi, Pieter van Laer, Adam Elsheimer,
Georges de La Tour y los hermanos Le Nain; y el clasicismo, que es igualmente realista
pero con un concepto de la realidad más intelectual e idealizado, englobando a Annibale
Carracci, Guido Reni, Domenichino, Guercino, Giovanni Lanfranco, Nicolas Poussin,
Claude Lorrain, Hyacinthe Rigaud, etc. En el llamado «pleno barroco» (segunda mitad del
siglo XVII), de estilo decorativo y predominio de la pintura mural, destacaron Pietro da
Cortona, Andrea Pozzo, Luca Giordano y Charles Le Brun. Aparte de estas corrientes,
hubieron infinitud de escuelas, estilos y autores de muy diverso signo, destacando dos
escuelas regionales: la flamenca (Peter Paul Rubens, Anton Van Dyck, Jacob Jordaens,
Frans Snyders), y la holandesa (Rembrandt, Jan Vermeer, Frans Hals). En España destacó
la figura excepcional de Diego Velázquez (La fragua de Vulcano, 1630; La rendición de
Breda, 1635; Venus del espejo, 1650; Las Meninas, 1656; Las hilanderas, 1657), así como
José de Ribera, Francisco Ribalta, Alonso Cano, Francisco de Zurbarán, Juan de Valdés
Leal y Bartolomé Esteban Murillo.[19]

Rococó
El columpio (1767), de Jean-Honoré Fragonard, Colección Wallace, Londres.

Desarrollado en el siglo XVIII —en convivencia a principios de siglo con el barroco, y a


finales con el neoclasicismo—, supuso la pervivencia de las principales manifestaciones
artísticas del barroco, con un sentido más enfatizado de la decoración y el gusto
ornamental, que son llevados a un paroxismo de riqueza, sofisticación y elegancia. El
progresivo auge social de la burguesía y los adelantos científicos, así como el ambiente
cultural de la Ilustración, conllevaron el abandono de los temas religiosos a favor de nuevas
temáticas y actitudes más mundanas, destacando el lujo y la ostentación como nuevos
factores de prestigio social.

La pintura rococó se movió entre la exaltación religiosa o el paisajismo vedutista en Italia


(Giambattista Tiepolo, Canaletto, Francesco Guardi), y las escenas cortesanas de Jean-
Antoine Watteau, François Boucher, Jean-Baptiste-Siméon Chardin y Jean-Honoré
Fragonard en Francia, pasando por el retratismo inglés de Joshua Reynolds y Thomas
Gainsborough. Figura aparte es el inclasificable pintor español Francisco de Goya, que
evolucionó desde un sello más o menos rococó hasta un cierto prerromanticismo, pero con
una obra personal y expresiva de fuerte tono intimista. Cultivó tanto la pintura como el
grabado, siendo igualmente de destacar sus cartones para tapices. Entre sus obras destacan:
los Caprichos (1799), La familia de Carlos IV (1800), El tres de mayo de 1808 en Madrid
(1814), las Pinturas negras (1820), etc.[20]

Neoclasicismo
Juramento de los Horacios (1784), de Jacques-Louis David, Museo del Louvre.

El auge de la burguesía tras la Revolución Francesa favoreció el resurgimiento de las


formas clásicas, más puras y austeras, en contraposición a los excesos ornamentales del
barroco y rococó, identificados con la aristocracia. A este ambiente de valoración del
legado clásico grecorromano influyó el hallazgo arqueológico de Pompeya y Herculano,
junto a la difusión de un ideario de perfección de las formas clásicas efectuado por Johann
Joachim Winckelmann, quien postuló que en la antigua Grecia se dio la belleza perfecta,
generando un mito sobre la perfección de la belleza clásica que aún condiciona la
percepción del arte hoy día.[21]

La pintura neoclásica mantuvo un sello austero y equilibrado, influido por la escultura


grecorromana o figuras como Rafael y Poussin. Destacó especialmente Jacques-Louis
David, pintor «oficial» de la Revolución Francesa (Juramento de los Horacios,1784; La
muerte de Marat, 1793; Napoleón cruzando los Alpes, 1800). Junto a él conviene recordar
a: François Gérard, Antoine-Jean Gros, Pierre-Paul Prud'hon, Anne-Louis Girodet-Trioson,
Jean Auguste Dominique Ingres, Joseph Wright of Derby, Johann Zoffany, Angelika
Kauffmann, Anton Raphael Mengs, Joseph Anton Koch, Asmus Jacob Carstens, José de
Madrazo, etc.[22]

Arte contemporáneo
Viajero frente al mar de niebla (1818), de Caspar David Friedrich, Kunsthalle de
Hamburgo.

Siglo XIX

Entre finales del siglo XVIII y principios del XIX se sentaron las bases de la sociedad
contemporánea, marcada en el terreno político por el fin del absolutismo y la instauración
de gobiernos democráticos —impulso iniciado con la Revolución Francesa—; y, en lo
económico, por la Revolución Industrial y el afianzamiento del capitalismo, que tendrá
respuesta en el marxismo y la lucha de clases. En el terreno del arte, comienza una
dinámica evolutiva de estilos que se suceden cronológicamente cada vez con mayor
celeridad, que culminará en el siglo XX con una atomización de estilos y corrientes que
conviven y se contraponen, se influyen y se enfrentan. Surge el arte moderno como
contraposición al arte académico, situándose el artista a la vanguardia de la evolución
cultural de la humanidad.

Romanticismo

La Libertad guiando al pueblo (1830), de Eugène Delacroix, Museo del Louvre, París.

Movimiento de profunda renovación en todos los géneros artísticos, los románticos


pusieron especial atención en el terreno de la espiritualidad, de la imaginación, la fantasía,
el sentimiento, la evocación ensoñadora, el amor a la naturaleza, junto a un elemento más
oscuro de irracionalidad, de atracción por el ocultismo, la locura, el sueño. Se valoró
especialmente la cultura popular, lo exótico, el retorno a formas artísticas menospreciadas
del pasado —especialmente las medievales—, y adquirió notoriedad el paisaje, que cobró
protagonismo por sí solo.

En pintura, después de una fase prerromántica donde podríamos citar a William Blake y
Johann Heinrich Füssli, destacaron Hubert Robert, Eugène Delacroix, Théodore Géricault,
Francesco Hayez, John Constable, Joseph Mallord William Turner, Caspar David Friedrich,
Karl Friedrich Schinkel, Philipp Otto Runge, etc. Una derivación del romanticismo fue el
movimiento alemán de los Nazarenos, inspirados en el Quattrocento italiano y en el
Renacimiento alemán, principalmente Durero (Friedrich Overbeck, Peter Cornelius, Franz
Pforr). En España destacaron Genaro Pérez Villaamil, Valeriano Domínguez Bécquer,
Leonardo Alenza y Eugenio Lucas.[23]

Realismo

El Ángelus (1857), de Jean-François Millet, Museo de Orsay, París.

Desde mediados de siglo surgió una tendencia que puso énfasis en la realidad, la
descripción del mundo circundante, especialmente de obreros y campesinos en el nuevo
marco de la era industrial, con un cierto componente de denuncia social, ligado a
movimientos políticos como el socialismo utópico. En pintura destacaron Camille Corot,
Gustave Courbet, Jean-François Millet, Honoré Daumier, Adolph von Menzel, Hans
Thoma, Ilya Repin y Marià Fortuny. Ligado al realismo estuvieron dos escuelas
paisajísticas: la francesa de Barbizon (Théodore Rousseau, Charles-François Daubigny,
Narcisse-Virgile Díaz de la Peña), marcada por un sentimiento panteísta de la naturaleza; y
la italiana de los Macchiaioli (Silvestro Lega, Giovanni Fattori, Telemaco Signorini), de
corte antiacadémico, caracterizada por el uso de manchas (macchia en italiano, de ahí el
nombre del grupo) de color y formas inacabadas, esbozadas. En Gran Bretaña surgió la
escuela de los prerrafaelitas, que se inspiraban —como su nombre indica— en los pintores
italianos anteriores a Rafael, así como en la recién surgida fotografía, destacando Dante
Gabriel Rossetti, Edward Burne-Jones, John Everett Millais y Ford Madox Brown.[24]

Impresionismo
Impresión: sol naciente (1872–1873), de Claude Monet, Museo Marmottan Monet, París.
Cuadro al que debe su nombre el movimiento.

 Impresionismo: fue un movimiento profundamente innovador, que supuso una


ruptura con el arte académico y una transformación del lenguaje artístico, iniciando
el camino hacia los movimientos de vanguardia. Los impresionistas se inspiraban en
la naturaleza, de la que pretendían captar una «impresión» visual, la plasmación de
un instante en el lienzo —por influjo de la fotografía—, con una técnica de
pincelada suelta y tonos claros y luminosos, valorando especialmente la luz. Surgió
una nueva temática, derivada de la nueva forma de observar el mundo: junto a los
paisajes y marinas, aparecen vistas urbanas y nocturnas, interiores con luz artificial,
escenas de cabaret, circo y music-hall, personajes de la bohemia, mendigos,
marginados, etc. Cabe mencionar como principales representantes a Édouard Manet,
Claude Monet, Camille Pissarro, Alfred Sisley, Pierre-Auguste Renoir y Edgar
Degas.

 Neoimpresionismo: evolucionando desde el impresionismo, los neoimpresionistas


se preocuparon más de los fenómenos ópticos, desarrollando la técnica del
puntillismo, consistente en componer la obra mediante una serie de puntos de
colores puros, que se colocan junto a otros de colores complementarios,
fusionándose en la retina del espectador en un nuevo tono. Sus principales
representantes fueron Georges Seurat y Paul Signac. Otra variante fue el
divisionismo, surgido en Italia en ambientes de inconformismo social cercanos al
anarquismo. Esta técnica se caracteriza por la proximidad de colores
descompuestos, con largas pinceladas que, observadas a larga distancia, producen
un efecto de composición. Este estilo fue practicado principalmente por Giovanni
Segantini, Giuseppe Pellizza da Volpedo y Gaetano Previati, e influyó en el
futurismo italiano.

 Postimpresionismo: fueron una serie de artistas que, partiendo de los nuevos


hallazgos técnicos efectuados por los impresionistas, los reinterpretaron de manera
personal, abriendo distintas vías de desarrollo de suma importancia para la
evolución del arte en el siglo XX. Así, más que un determinado estilo, el
postimpresionismo fue una forma de agrupar a diversos artistas de distinto signo:
Henri de Toulouse-Lautrec, autor de escenas de circo y cabaret esbozadas con
rápidos apuntes del natural; Paul Gauguin experimentó con la profundidad dando un
nuevo valor al plano pictórico, con colores planos de carácter simbólico; Paul
Cézanne estructuraba la composición en formas geométricas (cilindro, cono y
esfera), en una síntesis analítica de la realidad precursora del cubismo; Vincent van
Gogh fue autor de obras de fuerte dramatismo y prospección interior, con
pinceladas sinuosas y densas, de intenso colorido, deformando la realidad, a la que
otorgó un aire onírico. En España podemos reseñar a Joaquín Sorolla, autor de
escenas populares donde destaca la utilización de la luz.[25]

Simbolismo

El beso (1908), de Gustav Klimt, Österreichische Galerie Belvedere (Viena).

Estilo de corte fantástico y onírico, surgió como reacción al naturalismo de la corriente


realista e impresionista, poniendo especial énfasis en el mundo de los sueños, así como en
aspectos satánicos y terroríficos, el sexo y la perversión. Una característica principal del
simbolismo fue el esteticismo, reacción al utilitarismo imperante en la época y a la fealdad
y materialismo de la era industrial. Frente a ello, el simbolismo otorgó al arte y a la belleza
una autonomía propia, sintetizada en la fórmula de Théophile Gautier «el arte por el arte»
(L'art pour l'art), llegando incluso a hablarse de «religión estética». La belleza se alejó de
cualquier componente moral, convirtiéndose en el fin último del artista, que llega a vivir su
propia vida como una obra de arte —como se puede apreciar en la figura del dandy—.
Destacaron: Gustave Moreau, Odilon Redon, Pierre Puvis de Chavannes, James McNeill
Whistler, Lawrence Alma-Tadema, Arnold Böcklin, Ferdinand Hodler y Gustav Klimt, así
como el grupo de los Nabis (Maurice Denis, Paul Sérusier, Pierre Bonnard, Félix Vallotton.
Ligado al simbolismo estuvo también el llamado arte naïf, cuyos autores eran autodidactas,
con una composición algo ingenua y desestructurada, instintiva, con cierto primitivismo,
aunque plenamente consciente y expresiva (Henri Rousseau, Séraphine Louis, Grandma
Moses).[26]

Modernismo
El valle de los naranjos, Biniaraix (Mallorca) (1901), de Santiago Rusiñol.

En paralelo a la arquitectura —la vertiente más destacada de este movimiento— el


modernismo también se desarrolló en pintura, surgiendo una notable escuela en Cataluña,
con artistas como Ramon Casas, Santiago Rusiñol, Alexandre de Riquer, Adrià Gual y Joan
Llimona, mientras que en un llamado «posmodernismo» —no confundir con el arte
postmoderno, aplicado a las últimas tendencias artísticas del siglo XX y principios del
XXI— se encuentran nombres como Isidre Nonell y Joaquim Mir. En el resto de Europa, la
pintura modernista estuvo muy ligada al mundo del diseño y la ilustración, especialmente al
cartelismo, nuevo género artístico a caballo entre la pintura y las artes gráficas, ya que se
basaba en un diseño realizado por un pintor o ilustrador, para ser luego reproducido en
serie. Destacaron artistas como Alfons Mucha, Aubrey Beardsley, Jan Toorop, Fernand
Khnopff, etc.

Siglo XX

Fränzi ante una silla tallada (1910), de Ernst Ludwig Kirchner, Museo Thyssen-
Bornemisza, Madrid.

El arte del siglo XX padeció una profunda transformación: en una sociedad más
materialista, más consumista, el arte se dirige a los sentidos, no al intelecto. Surgieron así
los movimientos de vanguardia, que pretendían integrar el arte en la sociedad, buscando
una mayor interrelación artista-espectador, ya que es este último el que interpreta la obra,
pudiendo descubrir significados que el artista ni conocía.[27]

Vanguardismo

En los primeros años del siglo XX se forjaron las bases del llamado arte de vanguardia: el
concepto de realidad fue cuestionado por las nuevas teorías científicas (la subjetividad del
tiempo de Bergson, la relatividad de Einstein, la mecánica cuántica); también influyó la
teoría del psicoanálisis de Freud. Por otra parte, las nuevas tecnologías provocaron que el
arte cambiase de función, ya que la fotografía y el cine ya se encargaban de plasmar la
realidad. Gracias a las colecciones etnográficas fomentadas por el colonialismo europeo los
artistas tuvieron contacto con el arte de otras civilizaciones (africano, asiático, oceánico),
que aportó una visión más subjetiva y emotiva del arte. Todos estos factores comportaron
un cambio de sensibilidad que se tradujo en la búsqueda de nuevas formas de expresión por
parte del artista.

 Fauvismo (1905-1908): primer movimiento vanguardista del siglo XX, el fauvismo


supuso una experimentación en el terreno del color, que era concebido de modo
subjetivo y personal, aplicándole valores emotivos y expresivos, independientes
respecto a la naturaleza. Destacan Henri Matisse, Albert Marquet, Raoul Dufy,
André Derain, Maurice de Vlaminck y Kees van Dongen.

 Expresionismo (1905-1923): surgido como reacción al impresionismo, los


expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo, donde predominase la
visión interior del artista —la «expresión»— frente a la plasmación de la realidad
—la «impresión»—, reflejando en sus obras una temática personal e intimista con
gusto por lo fantástico, deformando la realidad para acentuar el carácter expresivo
de la obra. Con precedentes en las figuras de Edvard Munch y James Ensor, se
formó principalmente en torno a dos grupos: Die Brücke (Ernst Ludwig Kirchner,
Erich Heckel, Karl Schmidt-Rottluff, Emil Nolde), y Der Blaue Reiter (Vasili
Kandinski, Franz Marc, August Macke, Paul Klee). Otros exponentes fueron el
Grupo de Viena (Egon Schiele, Oskar Kokoschka) y la Escuela de París (Amedeo
Modigliani, Marc Chagall, Georges Rouault, Chaïm Soutine). Figuras individuales
serían: José Gutiérrez Solana, Constant Permeke, Cândido Portinari, Oswaldo
Guayasamín, etc. También se suele considerar como una derivación del
expresionismo el grupo Nueva Objetividad (George Grosz, Otto Dix, Max
Beckmann). En México tuvo su expresión en el muralismo de José Clemente
Orozco, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo, e influyó en la
obra de Frida Kahlo.
Retrato de Picasso (1912), de Juan Gris, Instituto de Arte de Chicago.

 Cubismo (1907-1914): este movimiento se basó en la deformación de la realidad


mediante la destrucción de la perspectiva espacial de origen renacentista,
organizando el espacio en base a una trama geométrica, con visión simultánea de los
objetos, una gama de colores fríos y apagados, y una nueva concepción de la obra
de arte, con la introducción del collage. La figura principal de este movimiento fue
Pablo Picasso, uno de los grandes genios del siglo XX, junto a Georges Braque,
Juan Gris y Fernand Léger. Una derivación del cubismo fue el orfismo de Robert
Delaunay, así como el rayonismo ruso, síntesis de cubisno, futurismo y orfismo
(Mijaíl Larionov, Natalia Goncharova). Igualmente, el purismo fue un movimiento
poscubista (Amédée Ozenfant, Le Corbusier).

 Futurismo (1909-1930): movimiento italiano que exaltó los valores del progreso
técnico e industrial del siglo XX, destacando aspectos de la realidad como el
movimiento, la velocidad y la simultaneidad de la acción. El futurismo aspiraba a
transformar el mundo, a cambiar la vida, mostrando un concepto idealista y algo
utópico del arte como motor de la sociedad. Destacan Giacomo Balla, Gino Severini
y Umberto Boccioni.[28]

 Arte abstracto (1910-1932): cuestionado el concepto de realidad por las nuevas


teorías científicas, y con el surgimiento de nuevas tecnologías como la fotografía y
el cine, que ya se encargaban de plasmar la realidad, se produjo la génesis del arte
abstracto: el artista ya no intenta reflejar la realidad, sino su mundo interior,
expresar sus sentimientos. El arte pierde todo aspecto real y de imitación de la
naturaleza para centrarse en la simple expresividad del artista, en formas y colores
que carecen de cualquier componente referencial. Iniciado por Vasili Kandinski, fue
desarrollado por el movimiento neoplasticista (De Stijl), con figuras como Piet
Mondrian y Theo Van Doesburg.
 Constructivismo (1914-1930): surgido en la Rusia revolucionaria, fue un estilo
comprometido políticamente que pretendía a través del arte realizar una
transformación de la sociedad, mediante una reflexión sobre las formas puras
artísticas concebidas desde aspectos como el espacio y el tiempo, que generan una
serie de obras de estilo abstracto, con tendencia a la geometrización. Destacan
Vladimir Tatlin, Lissitzky, Anton Pevsner y Naum Gabo. Una variante fue el
suprematismo de Kasimir Malevich.

 Dadaísmo (1916-1922): movimiento de reacción a los desastres de la guerra, el


dadaísmo supuso un planteamiento radical del concepto de arte, que pierde
cualquier componente basado en la lógica y la razón, reivindicando la duda, el azar,
lo absurdo de la existencia. Esto se traduce en un lenguaje subversivo, donde se
cuestionan tanto las temáticas como las técnicas tradicionales del arte,
experimentando con nuevos materiales y nuevas formas de composición, como el
collage, el fotomontaje y los ready-made. Destacan Hans Arp, Francis Picabia, Kurt
Schwitters y Marcel Duchamp.

 Surrealismo (1924-1955): con un claro precedente en la pintura metafísica (Giorgio


de Chirico, Carlo Carrà), el surrealismo puso especial énfasis en la imaginación, la
fantasía, el mundo de los sueños, con una fuerte influencia del psicoanálisis. La
pintura surrealista se movió entre la figuración (Salvador Dalí, Paul Delvaux, René
Magritte, Max Ernst) y la abstracción (Joan Miró, André Masson, Yves Tanguy).[29]

Últimas tendencias

Desde la Segunda Guerra Mundial el arte ha experimentado una vertiginosa dinámica


evolutiva, con estilos y movimientos que se suceden cada vez más rápido en el tiempo. El
proyecto moderno originado con las vanguardias históricas llegó a su culminación con
diversos estilos antimátericos que destacaban el origen intelectual del arte por sobre su
realización material, como el arte de acción y el arte conceptual. Alcanzado ese nivel de
prospección analítica del arte, se produjo el efecto inverso —como suele ser habitual en la
historia del arte, donde los diversos estilos se enfrentan y se contraponen, el rigor de unos
sucede al exceso de otros, y viceversa—, retornando a la formas clásicas del arte, aceptando
su componente material y estético, y renunciando a su carácter revolucionario y
transformador de la sociedad. Surgió así el arte postmoderno, donde el artista transita sin
pudor entre diversas técnicas y estilos, sin carácter reivindicativo, volviendo al trabajo
artesanal como esencia del artista.[30]

 Informalismo (1945-1960): conjunto de tendencias basadas en la expresividad del


artista, renunciando a cualquier aspecto racional del arte (estructura, composición,
aplicación preconcebida del color). Es un arte eminentemente abstracto, donde
cobra relevancia el soporte material de la obra, que asume el protagonismo por
encima de cualquier temática o composición. Incluye diversas corrientes como el
tachismo, el art brut y la pintura matérica. Destacan Georges Mathieu, Hans
Hartung, Jean Fautrier, Jean Dubuffet, Lucio Fontana, etc. En España surgieron los
grupos El Paso (Antonio Saura, Manolo Millares) y Dau al set (Antoni Tàpies,
Modest Cuixart). En Estados Unidos se desarrolló el expresionismo abstracto —
también llamado action painting—, caracterizado por la utilización de la técnica del
dripping, el chorreado de pintura sobre la tela, sobre la que intervenía el artista con
diversos utensilios o con su propio cuerpo. Entre sus miembros figuran Jackson
Pollock, Mark Rothko, Franz Kline y Willem de Kooning.[31]

 Nueva figuración (1945-1960): como reacción a la abstracción informalista surgió


un movimiento que recuperó la figuración, con cierta influencia expresionista y con
total libertad de composición. Aunque se basaban en la figuración no quiere decir
que ésta fuese realista, sino que podía ser deformada o esquematizada a gusto del
artista. En la génesis de este estilo tuvo decisiva influencia la filosofía
existencialista y su visión pesimista del ser humano, y entroncaron con el
movimiento beat y los angry young men. Entre sus figuras se puede mencionar a
Francis Bacon, Lucian Freud, Bernard Buffet, Nicolas de Staël y los miembros del
grupo CoBrA (Karel Appel, Asger Jorn, Corneille y Pierre Alechinsky).

 Arte cinético (desde 1950): también llamado op-art (arte óptico), es un estilo que
pone énfasis en el aspecto visual del arte, especialmente en los efectos ópticos, que
son producidos bien por ilusiones ópticas (figuras ambiguas, imágenes persistentes,
efecto de moiré), bien mediante el movimiento o los juegos de luces. Es un arte
abstracto pero racional, compositivo, al contrario que el informalismo. Destacan
Victor Vasarely, Jesús Rafael Soto, Yaacov Agam, Julio Le Parc, Eusebio Sempere,
etc.[32]

 Pop-art (1955-1970): surgió en Estados Unidos como movimiento de rechazo al


expresionismo abstracto, englobando una serie de autores que retornaron a la
figuración, con un marcado componente de inspiración popular, tomando imágenes
del mundo de la publicidad, la fotografía, el cómic y los medios de comunicación de
masas. Con un precedente en el llamado New Dada (Robert Rauschenberg, Jasper
Johns), destacaron en el pop-art Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Tom Wesselmann,
James Rosenquist, Eduardo Paolozzi y Richard Hamilton.[33]

 Nuevo realismo (1958-1970): movimiento francés inspirado en el mundo de la


realidad circundante, del consumismo y la sociedad industrial, del que extraen —al
contrario que en el pop-art— su aspecto más desagradable, con especial
predilección por los materiales detríticos. Sus representantes fueron Yves Klein,
Piero Manzoni, Martial Raysse, Niki de Saint Phalle, etc.[34]

 Minimalismo (1963-1980): con un antecedente en la Nueva abstracción o


Abstracción postpictórica (Barnett Newman, Frank Stella, Ellsworth Kelly, Kenneth
Noland) el minimalismo fue una corriente que supuso un proceso de
desmaterialización que desembocaría en el arte conceptual. Son obras de carácter
abstracto, de acusada simplicidad, reducidas a un mínimo motivo, depurado al
planteamiento inicial del autor, la base sobre la que habría desarrollado la idea que,
sin embargo, queda plasmada en su fase inicial. Destacan Robert Mangold y Robert
Ryman.[35]
 Hiperrealismo (desde 1965): como reacción al minimalismo surgió esta nueva
corriente figurativa, caracterizada por su visión superlativa y exagerada de la
realidad, que es plasmada con gran exactitud en todos sus detalles, con un aspecto
casi fotográfico. Destacan Chuck Close, Richard Estes, Don Eddy, John Salt, Ralph
Goings y Antonio López García.[36]

 Arte postmoderno (desde 1975): por oposición al denominado arte moderno, es el


arte propio de la postmodernidad. Asumen el fracaso de los movimientos de
vanguardia como el fracaso del proyecto moderno: las vanguardias pretendían
eliminar la distancia entre el arte y la vida, universalizar el arte; el artista
postmoderno, en cambio, es autorreferencial, el arte habla del arte, no pretenden
hacer una labor social. Destacan artistas individuales como Jeff Koons, David Salle,
Jean-Michel Basquiat, Keith Haring, Julian Schnabel, Eric Fischl, Miquel Barceló,
etc.; o también diversos movimientos como la transvanguardia italiana (Sandro
Chia, Francesco Clemente, Enzo Cucchi, Nicola De Maria, Mimmo Paladino), el
neoexpresionismo alemán (Anselm Kiefer, Georg Baselitz, Jörg Immendorff,
Markus Lüpertz, Sigmar Polke), el neomanierismo, la figuración libre, etc.[37]

Arte no occidental

Joven y pretendientes, Mashhad (Irán), 1556-1565.

Arte islámico

Con la Hégira de Mahoma en 622 surgió una nueva religión, el islamismo, que tuvo una
rápida difusión desde el Próximo Oriente por el norte de África, llegando a Europa con la
conquista de la Península Ibérica y con la zona de los Balcanes tras la caída del Imperio
Bizantino. Su principal medio de expresión fue la arquitectura, pues la prohibición religiosa
de representar imágenes figurativas supuso una seria traba para la pintura y escultura, que
era únicamente de tipo ornamental, con motivos abstractos o geométricos.

Así, la pintura islámica se ha utilizado sobre todo como elemento decorativo en las
edificaciones, normalmente a través de la escritura (decoración caligráfica mediante
versículos del Corán), dibujos geométricos o vegetales y, más raramente, mediante la
representación figurativa de personas y animales. La actividad pictórica se vio así reducida
a los arabescos, principalmente abstractos, con configuraciones geométricas o pautas
florales o vegetales, generalmente en azulejos en las mezquitas. También se desarrolló la
iluminación en libros sagrados y profanos, destacando la escuela de Bagdad y la miniatura
persa.

Dentro de la pintura mural destacan, en un primer momento, las pinturas de los palacios
sirios, como el de Qusair Amra, en el que se narra la historia del rey visigodo don Rodrigo,
y contiene escenas íntimas del baño de las mujeres. En el Egipto fatimí (909-1171) se
constata la existencia de una rica iconografía, con representaciones animales y humanas,
siendo palpable la influencia técnica y estilística de las culturas de la cuenca mediterránea,
sobre todo Bizancio. En España, hay pinturas genuinamente islámicas en la Alhambra de
Granada, aunque las que pueden verse en la Sala de los Reyes son realizadas por artistas
cristianos, siendo más propias del arte occidental que del islámico.

India

Bodhisattva del loto azul (hacia 550), vihāra nº 1 de Ajaṇṭā (Mahārāṣtra).

El arte indio tiene un carácter principalmente religioso, sirviendo como vehículo de


transmisión de las distintas religiones que han jalonado la India: hinduismo, budismo,
islamismo, cristianismo, etc. También hay que destacar como rasgo distintivo del arte indio
su afán de integración con la naturaleza, como adaptación al orden universal, teniendo en
cuenta que la mayor parte de elementos naturales (montañas, ríos, árboles) tienen para los
indios un carácter sagrado.

La pintura ha tenido en la India menos representación que la arquitectura o la escultura,


pero ha estado presente en diversos periodos históricos: de época prehistórica destacan los
abrigos rupestres de Bhimbetka (Bhopāl), donde se ha encontrado un conjunto de más de
mil cuevas con pinturas rupestres (7000 a.C.). De época gupta (siglos IV-VIII) destaca el
templo de Ajaṇṭā, con un conjunto de treinta cuevas excavadas en la roca, de las que
dieciséis están decoradas con magníficas pinturas murales sobre la vida de Buda y los
cuentos populares budistas jataka, aunque también hay escenas cotidianas y de la
naturaleza.[38]

De época islámica (siglos XIII-XVIII) destacó la pintura mogol, desarrollada


preferentemente en miniatura, en libros lujosamente decorados, generalmente de temática
histórica, biográfica y cortesana, destacando artistas como Basawan, Abu'l Hasan, Sahifa
Banu y Sewa.[39] También destacó la pintura rajputa, generalmente en miniatura, género
que adoptaron del arte islámico, con dos principales escuelas: la rājasthāni, desarrollada en
regiones como Mewar, Mālwa, Bundi, Jaipur y Kishangarh; y la pahari, surgida en el siglo
XVIII en el Punjāb, en pequeños reinos como Guler y Kangra.[40]

En época colonial (siglos XVIII-XX) surgió un estilo denominado «arte de la Compañía»


(por la Compañía Británica de las Indias Orientales), caracterizado por la técnica occidental
aplicada a representaciones de diversos elementos de la cultura hindú; paralelamente, nació
un estilo conocido como kalighat pat, desarrollado en Calcuta, que mezclaba el arte popular
indio con el realismo del arte occidental.[41]

China

Colores del otoño en las montañas Qiao y Hua, de Zhao Mengfu.

El arte chino ha tenido una evolución más uniforme que el occidental, con un trasfondo
cultural y estético común a las sucesivas etapas artísticas, marcadas por sus dinastías
reinantes. Como la mayoría del arte oriental tiene una importante carga religiosa
(principalmente taoísmo, confucianismo y budismo) y de comunión con la naturaleza.

 Dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.): época de paz y prosperidad, se introdujo el


budismo, que tuvo una implantación lenta pero progresiva. Destacó por sus capillas
funerarias, con estatuas aladas de leones, tigres y caballos. La pintura se centró en
temas de la corte imperial, nobles y funcionarios, con un sentido confucianista de la
solemnidad y la virtud moral.

 Periodo de las Seis dinastías (220-618): se difundió más ampliamente el budismo, y


gracias a la ruta de la seda se recibieron diversas influencias procedentes del oeste
asiático. En pintura se formularon los seis principios, enunciados por Xie He a
principios del siglo VI, y comenzó la caligrafía artística con la figura legendaria de
Wang Xianzhi.[42]

 Dinastía Tang (618-907): este fue uno de los periodos más florecientes del arte
chino. En pintura apareció el paisaje, género inicialmente de signo elitista, destinado
a reducidos círculos culturales. Desafortunadamente, los paisajes Tang no han
llegado hasta nuestros días, y sólo se conocen por copias, como Templo budista en
las colinas después de la lluvia, de Li Cheng (siglo X).

 Dinastía Song (960-1279): época de gran florecimiento de las artes, se alcanzó un


nivel de elevada cultura que sería recordado con gran admiración en posteriores
etapas. Continuó el paisaje, con dos estilos: el septentrional, de dibujo preciso y
colores nítidos, con figuras de monjes o filósofos, flores e insectos; y el meridional,
de pinceladas rápidas, colores ligeros y diluidos, con especial representación de
paisajes nublados.

 Dinastía Yuan (1280-1368): dinastía de origen mongol (su primer emperador fue
Kublai, nieto de Gengis Khan), China se abrió más hacia Occidente, como queda
patente en el famoso viaje de Marco Polo. En pintura proliferaron los temas
religiosos, especialmente los taoístas y budistas, destacando las pinturas murales del
templo de Yonglegong (Shanxi), y artistas como Huang Gongwang, Wang Meng y
Ni Zan.[43]

 Dinastía Ming (1368-1644): supuso la restauración de una dinastía autóctona tras el


periodo mongol, retornando a las antiguas tradiciones chinas. La pintura de esta
época era tradicional, de signo naturalista y cierta opulencia, como en la obra de Lü
Ji, Shen Zhou, Wen Zhengming, etc.

 Dinastía Qing (1644-1911): dinastía de origen manchú, en el arte supuso la


continuidad de las formas tradicionales. La pintura era bastante ecléctica, dedicada a
temas florales (Yun Shouping), religiosos (Wu Li), paisajes (Gai Qi), etc.[44]

Japón
El puente Ōhashi en Atake bajo una lluvia repentina (1857), de Utagawa Hiroshige,
Brooklyn Museum of Art, Nueva York.

El arte japonés ha estado marcado por su insularidad, aunque a intervalos ha ido recibiendo
la influencia de las civilizaciones continentales, sobre todo de China y Corea. Gran parte
del arte producido en Japón ha sido de tipo religioso: a la religión sintoísta, la más
típicamente japonesa, formada alrededor del siglo I, se añadió el budismo en torno al siglo
V, forjando un sincretismo religioso que aún hoy perdura.

 Período Kofun (200-600): en este período encontramos las primeras muestras de


pintura, como en el enterramiento real de Ōtsuka y las tumbas en forma de dolmen
de Kyūshū (siglos V-VI), decoradas con escenas de caza, guerra, caballos, pájaros y
barcos, o bien con espirales y círculos concéntricos.

 Período Asuka (552-646): la llegada del budismo produjo en Japón un gran impacto
a nivel artístico y estético, con fuerte influencia del arte chino. La pintura seguía los
patrones chinos, en tinta o pigmentos minerales sobre seda o papel, en rollos de
pergamino o colgando de la pared. Denota un gran sentido del dibujo, con obras de
gran originalidad, como el relicario de Tamamushi (Hōryū-ji).

 Período Nara (646-794): en esta época tuvo su apogeo el arte budista, continuando
con gran intensidad la influencia china. La pintura está representada por la
decoración mural de Hōryū-ji (finales del siglo VII) y por kakemonos y makimonos,
historias pintadas en un largo rollo de papel o seda, con textos relatando las diversas
escenas o sūtras. A mediados del período se puso de moda el estilo pictórico de la
dinastía Tang, como se vislumbra en los murales de la tumba Takamatsuzuka, de
alrededor del año 700.

 Período Heian (794-1185): la iconografía budista tuvo un nuevo desarrollo con la


importación de dos nuevas sectas del continente: Tendai y Shingon. En pintura, la
aparición de la escuela de yamato-e («pintura japonesa») supuso la independencia
de la pintura japonesa de la influencia china. Se caracteriza por su armonía y su
concepción diáfana y luminosa, con colores vivos y brillantes, líneas simples y
decoración geométrica. Las obras principales se encuentran en los monasterios
budistas (Byōdō-in, Kongōbu-ji), y en los rollos manuscritos emaki, como la
Historia de Genji. Pese a ello, la influencia china (pintura kara-e) continuó en
edificios públicos y oficiales, ya que estaba ligada al prestigio funcionarial.

 Período Kamakura (1185-1333): en esta época se introdujo en Japón la secta zen,


que influyó poderosamente en el arte figurativo. La pintura se caracterizó por un
mayor realismo y por su introspección psicológica, desarrollándose principalmente
el retratismo y el paisajismo. Continuó el estilo yamato-e y la pintura narrativa en
rollos, algunos de hasta 9 metros de longitud. La pintura relacionada con la secta
zen era de influencia más directamente china, trazada en sencillas líneas de tinta
china siguiendo la máxima zen de que «demasiados colores ciegan la visión».
 Período Muromachi (1333-1573): en este período floreció notablemente la pintura,
enmarcada dentro de la estética zen. Predominó la técnica de la aguada (sumi-e),
perfecta transcripción de la doctrina zen, que pretendía reflejar en los paisajes lo que
significan, más que lo que representan, destacando Sesshū Tōyō, autor de retratos y
paisajes. Cabe mencionar también la Escuela Kanō, fundada por Kanō Masanobu,
que aplicó la técnica de la aguada a temas tradicionales.[45]

 Período Momoyama (1573-1615): el arte de esta época se alejó de la estética


budista, remarcando los valores tradicionales japoneses, aunque durante este
período se recibieron las primeras influencias de Occidente. En pintura, la escuela
Kanō recibió la mayoría de encargos oficiales, desarrollando la pintura mural de los
principales castillos japoneses (Kanō Eitoku, Kanō Sanraku). Continuó el estilo
yamato-e principalmente entre la clase burguesa, representada por la escuela Tosa,
que continuó la tradición épica japonesa de escenas históricas y paisajes, destacando
las figuras de Tosa Mitsuyoshi y Tosa Mitsunori.

 Período Edo (1615-1868): este período artístico se corresponde con el histórico de


Tokugawa, en el que Japón se cerró a todo contacto exterior. Se desarrolló
notablemente la pintura, que adquirió gran vitalidad, destacando Maruyama Ōkyo,
Tawaraya Sōtatsu y Ōgata Kōrin, así como el género ukiyo-e («estampas del mundo
flotante»), desarrollada alrededor de la técnica del grabado —principalmente
xilografía—, que destacó por la representación de tipos y escenas populares
(Hishikawa Moronobu, Kitagawa Utamaro, Katsushika Hokusai, Utagawa
Hiroshige).[46]

América

Códice Nuttall (British Museum, Londres), circa siglo XIV.

La pintura precolombina no se desarrolló tanto como la arquitectura y la escultura, pero


existen numerosos vestigios arqueológicos de pintura mural, especialmente en México: en
Teotihuacán las paredes de los edificios solían cubrirse con una capa de estuco pintada con
escenas narrativas o diseños decorativos; en Bonampak y Chichén Itzá los mayas decoraban
sus templos con frescos de estilo realista que narraban acontecimientos históricos; en
Cacaxtla (Tlaxcala) se han descubierto recientemente pinturas murales con
representaciones de dioses, sacerdotes y guerreros. También se han encontrado pinturas
murales en Mesoamérica, generalmente con diseños geométricos, como en Tierradentro
(Colombia), o de tema mitológico, como en Panamarca (Perú).

También hay que remarcar la extraordinaria habilidad mostrada por numerosos pueblos
(mayas, mixtecas y aztecas) en la escritura pictográfica, especialmente en códices
ilustrados, que solían contar con figuras y símbolos de esmerado dibujo e intensidad
cromática, narrando hechos históricos o mitológicos, como el Códice Nuttall de los
mixtecas (British Museum, Londres). Otras muestras de pintura precolombina se hallan en
la decoración cerámica, especialmente las vasijas mayas, las moches y de la cultura peruana
de Nazca.[47]

Desde el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492 hasta la independencia


de los diversos países americanos a lo largo del siglo XIX (los últimos Cuba y Puerto Rico
en 1898) se dio el denominado arte colonial, que fue un fiel reflejo del arte efectuado en
Europa. Las primeras muestras de pintura colonial fueron las de escenas religiosas
elaboradas por maestros anónimos, como las imágenes de la Virgen con el Niño. La
producción artística hecha en Nueva España por indígenas en el siglo XVI es denominada
arte indocristiano. La pintura barroca recibió la influencia del tenebrismo sevillano,
principalmente de Zurbarán, como se puede apreciar en la obra de los mexicanos José
Juárez y Sebastián López de Arteaga, y del boliviano Melchor Pérez de Holguín. A finales
del siglo XVI destacó la Escuela cuzqueña de pintura, representada principalmente por Luis
de Riaño y Marcos Zapata. En el siglo XVIII la principal influencia sería la de Murillo, y
en algún caso —como en Cristóbal de Villalpando— la de Valdés Leal. Destacan Gregorio
Vázquez de Arce en Colombia y Juan Rodríguez Juárez y Miguel Cabrera en México. V
C[48]

Francisco Tito Yupanqui


Estatua del escultor Tito Yupanki en el Santuario de Copacabana

Francisco Tito Yupanqui (Copacabana, 1550[cita requerida] - Cusco, 1616) fue un aimara
católico, evangelizado por los dominicos, que esculpió la imagen de la Virgen de
Copacabana, la devoción mariana más importante de Bolivia. Sus seguidores buscan que
sea el primer santo boliviano.

Contenido
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 1 Inicios
 2 El tallado de la imagen
 3 Otras imágenes
 4 Proceso de beatificación
 5 Referencias a Tito Yupanqui
 6 Véase también
 7 Enlaces externos

Inicios
Nacido en lo que se llamaba Khota Kawana (Mirador del Lago), fue hijo de Tola y
Francisco Tito Yupanqui y provenía de una familia ya conversa al catolicismo que sin
embargo conservaba muchas de las creencias aymaras. La región era considerada el lugar
central de la vida religiosa andina, en el eje que iba desde el lago hasta el Cusco, por ello
las congregaciones de misioneros se empeñaron en evangelizar a sus habitantes como
prioridad. Primero fue la Orden de Santo Domingo de 1539 a 1574, luego continuaron los
del clero secular, en 1589 la de San Agustín, más tarde la de San Francisco (1894) y los
jesuitas en 1576 erigieron su centro de doctrinas en el poblado ribereño de Juli.

Bajo la influencia de los padres dominicos, el joven Yupanqui creció espiritualmente


admirando las obras de arte religioso europeo. En ese entonces, la región estaba dividida
entre los Urinsayas, que apoyaban que el patrono de la población fuera San Sebastián y los
Aransayas, que querían que sea entronizada la Virgen de la Candelaria, de los cuales
Francisco Tito Yupanqui formaba parte.

Cuenta la leyenda que una noche, una bella mujer que cargaba entre sus brazos a un niño de
meses apareció en el cuarto del indígena y que así el supo que era el destinado a hacer la
imagen.

El rostro de la Virgen aparecida se clavó en la mente del hombre, quien a partir de entonces
comenzó con sus ensayos hasta crear una figura en arcilla de una vara de alto, bastante
tosca. Antonio de Almeida, párroco de la capilla local, la hizo colocar en el altar junto a las
magníficas figuras llegadas desde Europa. Al poco tiempo el padre Antonio Montoro se
hizo cargo de la congregación y ordenó que se retirara la tosca figura y que se la guardara
en un rincón de la sacristía. Yupanqui, avergonzado, se la llevó pero prometió seguir
intentando hasta lograr una figura que fuera digna no sólo de acompañar a las otras, sino de
ser la principal en el altar mayor. Decidió partir a Potosí para aprender las técnicas
necesarias, ya que la población prefería que fuera un originario del lugar quien hiciera la
imagen en lugar de traerla desde fuera.

El tallado de la imagen
El escultor hizo el camino a pie y halló cobijo en el estudio del artista Diego Ortiz, quien le
enseñó algunas técnicas para mejorar su obra. En su autobiografía, en un castellano
aymarizado, dice que fue a Potosí para aprender y luego "lo impizaria un hechora del
Vergen".

Francisco Tito Yupanqui tenía 40 años cuando empezó esa labor que le llevaría varios
intentos y muchas frustraciones:

“La unión de lo indígena y lo europeo fue lograda con angustia y sacrificio. No surgió
como un brote espontáneo del espíritu. El indio llegó a la creación extraordinaria como si la
arrancase de la entraña de su vida, con dolor y sufrimiento
“Tito Yupanqui, escultor indio”, de Guillermo Francovich.
“Sus primeros ensayos fueron para los cuerdos materia de irrisión y para los indevotos
materia de burla. El indio sufría los baldones y lloraba por no saber pintar”.
Historiador P. Antonio de la Calancha

Yupanqui se hizo artista gracias a su fe. Encargó varias misas rogando a la Virgen que le
proporcionara el talento necesario para crear su imagen. En Potosí visitó el templo de Santo
Domingo, de los padres dominicos y allí encontró como modelo la imagen de la Virgen del
Rosario, que se acercaba al suyo: la Virgen de la Candelaria.

Titu Yupanki llega con la imagen de la Virgen a la Iglesia de San Francisco (La Paz)

Ya con una imagen más cierta, Yupanqui comenzó el trabajo. El tallado en maguey era
mucho más complicado que el de la madera que hacían los españoles, además tenía
revestimiento de tela y estuco. Fueron muchos días de intentos y el hombre apenas dormía
empecinado en acabar su trabajo. Cuando creyó haber terminado, le mostró la obra a su
maestro. Ortiz la encontró hermosa, y le aconsejó llegar hasta el Arzobispado de La Plata
(Sucre)para pedir autorización del obispo y entronizar la imagen.

Yupanqui llegó caminando hasta Charcas, con su “bulto”. Cuando le presentó su obra
cuenta Yupanqui en su Autobiografía que el obispo junto a su séquito calificaron a su
Virgen como "una mona con su mico" y le prohibieron "hagais hechoras del Vergen ni
boltos... que los naturales no puede hacer el imágenes del Vergen". Dicen los historiadores
que estas frases prácticamente desmayaron a Yupanqui, pero luego de unos momentos,
agradeció a las autoridades de la Iglesia, recogió su obra y se dirigió directamente al taller
para seguir trabajando.

Varios intentos después, la imagen fue aprobada por el obispo y con ella en hombros
Yupanqui llegó hasta La Paz, porque todavía quería seguir mejorándola. En la ciudad se
empleó como ayudante de un pintor español de apellido Vargas, que estaba realizando
revestimientos con pan de oro en el altar de la Iglesia de San Francisco. Yupanqui trabajó
con él por unos meses con la condición de que Vargas policromara también su imagen, lo
que el artista hizo con mucha dedicación, siendo quizá uno de los primeros devotos de esa
Virgen morena.

Con la Virgen ya terminada, el escultor indio retornó a su pueblo natal. Avisados de su


llegada, los pobladores de Copacabana lo esperaron con flores y alegría, admirados por la
belleza de la imagen, y en una solemne misa la entronizaron en el altar mayor de la iglesia
en 1583. Sus milagros alcanzaron tal magnitud que incluso el poeta español Pedro Calderón
de la Barca, le dedicó el auto sacramental “La Aurora en Copacabana”, que alcanzó mucha
difusión.

Años más tarde en 1616, luego de una intensa labor evangelizadora y de crear otras figuras
similares, Francisco Tito Yupanqui falleció en el retiro de los Oblatos de la Orden de San
Agustín en Cusco.
La Virgen creada por él fue solemnemente coronada como Reina de Bolivia el 1 de agosto
de 1925, año del centenario de la República, con la participación del presidente de la
República Bautista Saavedra, oficiando el acto religioso monseñor Augusto Sieffert,
Obispo de La Paz, y monseñor Gaetano Cicognani, Nuncio Apostólico en Bolivia del Papa
Pío XI.

Titu Yupanki de regreso a Copacabana con la imagen de la Virgen

La fama de la singular Patrona del Lago, hizo que varias réplicas fueran creadas por
Yupanqui y enviadas a distintos lugares. Se sabe que el escultor entregó al indígena
Sebastián Quimichi una imagen similar que actualmente reposa en Cocharcas en Perú.
También hubo otra imagen para el pueblo de Pucarani, actualmente desaparecida, así como
otra que fue enviada a Tucumán, en el norte de Argentina.

Sin embargo, luego de la imagen que custodia el lago Titicaca, la más famosa es la Virgen
de Copacabana de Brasil que fue trasladada hasta territorio carioca por un negociante
español muy devoto, quien había decidido regresar a su patria navegando por las costas de
Argentina y pasando por Brasil. El barco naufragó cerca de costas brasileñas y él prometió
a la Virgen que llevaba en un cajón de madera, construirle una capilla si lo salvaba, cosa
que sucedió como se cuenta habitualmente en las leyendas de vírgenes.

La playa donde se construyó la iglesia (actualmente desaparecida) era conocida como


"praia do forte" (playa del fuerte) pero con el paso del tiempo y la extensión de la fe hacia
la Virgen, los brasileños rebautizaron la conocida "Praia do Forte" como playa de la Virgen
de Copacabana.

Proceso de beatificación
Francisco Tito Yupanqui podría convertirse en el primer santo boliviano si los trámites
seguidos por la Conferencia Episcopal de Bolivia llegan a buen término. Este hombre
aunque poco conocido, llevó para según sus seguidores católicos una vida de santidad
dedicada al prójimo y es el artista que con un talento nacido de la fe y soportando burlas y
humillaciones, logró crear la imagen de la milagrosa Virgen de Copacabana, Reina
coronada de Bolivia.

La Virgen de Copacabana, es visitada todos los años en su santuario a orillas del lago
Titicaca por miles de creyentes, pero aunque es una de las imágenes más veneradas y su
fama ha trascendido las fronteras, pocos conocen la historia de Tito Yupanqui.

Coronación de la Virgen de Copacabana en 1925.

Los trámites para la beatificación y canonización de Francisco Tito Yupanqui han sido
iniciados hace varios años. Monseñor Jesús Suárez fue autorizado en 2007 a continuar con
el trámite en la Congregación para las Causas de los Santos, y ha constituido una Comisión
Histórica, compuesta entre otras personalidades por Marcelo Arduz Ruiz, Hans van den
Berg, Jaime Calderón Manrique, Geraldine Gutiérrez, Armando Loayza, Miguel
Manzanera, Jorge Siles Salinas y René Vargas, para precisar la biografía y la fama de
santidad de Tito Yupanqui. Al respecto, el padre Miguel Manzanera afirma:

"Francisco Tito debe ser considerado como el precursor de la inculturación a través del arte,
elemento clave en la catequesis indígena. La santidad de Yupanqui se muestra en su
empeño en hacer una imagen digna de nuestra Señora, superando no sólo su falta de
instrucción artística, sino también los desprecios de propios y extraños". “Estamos
queriendo desempolvar su historia para comprobar que en los tiempos primeros de la
conquista, pues ya había verdaderos santos, además que eran originarios.”
Revista Extra, 24 de diciembre de 2006

Referencias a Tito Yupanqui


“Lamentablemente hoy la devoción y el interés por la Virgen a pesar de haber sido hecha
por un indígena, ha quedado un poco en el olvido. Esta Virgen fue entronizada para
sustituir al dios del Lago, que es mucho más antiguo que Viracocha y Tunupa. Como
artista, Tito Yupanqui dejó escuela porque existen otros indígenas, como Sebastián Acosta
Tupac Inca, que tiene el mismo estilo y también trabaja sus retablos en maguey. Otra cosa
importante es que muy pocos artistas a través de los años, han dejado escrita su
autobiografía. Tito Yupanqui sí lo hizo. Me parece muy importante desde el punto de vista
humano, igual que desde su rol de artista y también por las circunstancias en las que vivió.
Fue un hombre intachable y muy humilde.”

Melchor Pérez de Holguín

Entrada del Virrey Arzobispo Morcillo en Potosí (1718). Museo de América, Madrid.

Melchor Pérez de Holguín (Cochabamba, 1660–1732) fue un pintor barroco de la época


colonial de Bolivia.

Nacido en Cochabamba, pasó la mayor parte de su vida y desarrolló su arte en Potosí (Alto
Perú, actual Bolivia).

Se desconoce quién pudo ser su maestro, aunque se especula que pudo ser Bartolomé
Esteban Murillo que sin duda pertenecía a la escuela española del barroco. Su producción
principal se centró en los encargos realizados para órdenes religiosas católicas, como la
franciscana y la dominicana.
Entre sus principales obras destacan: El Juicio Final (1706), Triunfo de la Iglesia (1708,
parroquia de San Lorenzo, en Potosí), Entrada del Virrey Arzobispo Morcillo en Potosí
(1718) San Mateo (1724), perteneciente a la serie de los Evangelistas de la moneda, Virgen
de la Merced, La peregrina, San Francisco de Asís (1693, Museo de la Moneda, Potosí) y
San Pedro de Alcántara en éxtasis (1701, Museo Nacional de Arte).

Su obra se inscribe en una Potosí crédula y milagrosa, donde el arte barroco se fundía con
el carácter religioso español. La fe de Pérez de Holguín y sus conocimientos de religión,
combinados con ciertas creencias sobrenaturales (paganismos), le mantuvieron en
numerosas ocasiones al borde de la herejía.

Canon puede referirse a:

Estética, arte y literatura


 Canon, término de origen griego (κανών) que significa "regla" o "modelo". En
bellas artes, y más especialmente en escultura y música, el canon designa el
conjunto de las relaciones que regulan las diferentes proporciones de las partes de
una obra. Por ejemplo, el Canon/Kanon de Policleto.
 Canon de perfil, modo característico de representar la figura humana utilizado por
los antiguos egipcios.
 Canon de belleza, conjunto de aquellas características consideras estéticas.

Arte de la Edad Moderna


Vista en altura de la Plaza de San Pedro, de Piranesi (1748), arquitecto visionario que en
este grabado destaca la columnata de Bernini (1656-1667), autor también del diseño de la
plaza y del baldaquino interior, todos ellos elementos barrocos. La fachada de Carlo
Maderno (1626) da paso a un brazo mayor, prolongación del mismo arquitecto, que alteró
la planta centralizada concebida para la Basílica de San Pedro por los anteriores maestros
del Alto Renacimiento desde 1506: Bramante, Rafael, Sangallo y Miguel Ángel, cuya
solución para la cúpula fijó hasta hoy el perfil del horizonte de Roma. Las Estancias
Vaticanas (con los frescos de Rafael, 1508-1524) y la Capilla Sixtina (con los de los
pintores del Quattrocento, 1481-1482, y los de las dos épocas de Miguel Ángel, 1508-1512
y 1535-1541) pertenecen al mismo conjunto; una concentración inigualable de historia del
arte de la Edad Moderna, así como de los hechos y procesos históricos que lo hicieron
surgir y evolucionar. A pesar de esta indudable centralidad, el arte de la Edad Moderna fue
mucho más que arte religioso; tuvo, incluso en Italia, muchos centros además del romano
(Florencia, Venecia, Nápoles); y tuvo, en otros países de Europa Occidental, muchas otras
escuelas nacionales (Flandes, Alemania, Francia, Inglaterra, España), cada una con sus
propias escuelas locales.

Tras una de sus puertas secundarias, se suceden hasta la lejanía los edificios del inmenso
complejo de la Ciudad Prohibida de Pekín, sede del gobierno imperial chino durante las
dinastías Ming y Qing, que la convirtieron en un espacio palaciego que aventaja en
dimensiones y lujo al Palacio de Versalles, al Monasterio de El Escorial o al Hofburg de
Viena. Además de vehículo de expresión artística, similares funciones socio-políticas
cumplieron el Kremlin de Moscú, el Palacio de Topkapi de Estambul, el Palacio de
Golestán de Teherán o el Castillo Edo de Tokio. Las civilizaciones no occidentales, con
excepción de las americanas, continuaron durante la Edad Moderna su dinámica propia, que
incluyó el desarrollo autónomo de su arte. En el caso de las de Extremo Oriente, sin apenas
influencia europea, a excepción de Filipinas.

Arte de la Edad Moderna es el período o subdivisión temporal de la historia del arte que
corresponde a la Edad Moderna. No se ha de confundir con el concepto de arte moderno,
que no es cronológico sino estético, y que corresponde a determinadas manifestaciones del
arte contemporáneo.

El período cronológico de la Edad Moderna corresponde con los siglos XV al XVIII (con
distintos hitos iniciales y finales, como la imprenta o el descubrimiento de América, y las
revoluciones francesa o industrial), y significó históricamente en Europa la conformación y
posterior crisis del Antiguo Régimen (concepto que incluye la transición del feudalismo al
capitalismo, una sociedad estamental y preindustrial y una monarquía autoritaria o absoluta
desafiada por las primeras revoluciones burguesas). Desde la era de los descubrimientos los
cambios históricos se aceleraron, con el surgimiento del estado moderno, la economía-
mundo y la revolución científica; en el marco del inicio de una decisiva expansión europea
a través de la economía, la sociedad, la política, la técnica, la guerra, la religión y la cultura.
Durante ese periodo, los europeos se extendieron fundamentalmente por América y los
espacios oceánicos. Con el tiempo, ya al final del periodo, estos procesos terminaron por
hacer dominante la civilización occidental sobre el resto de las civilizaciones del mundo, y
con ello determinaron la imposición de los modelos propios del arte occidental,
concretamente del arte europeo occidental, que desde el Renacimiento italiano se identificó
con un ideal estético formado a partir de la reelaboración de los elementos recuperados del
arte clásico greco-romano, aunque sometidos a una sucesión pendular de estilos
(renacimiento, manierismo, barroco, rococó, neoclasicismo, prerromanticismo) que, bien
optaban por una mayor libertad artística o bien por un mayor sometimiento a las reglas del
arte institucionalizadas en el denominado arte académico. La función social del artista
comenzó a superar la del mero artesano para convertirse en una personalidad individualista,
que destacaba en la corte, o en una figura de éxito en el mercado libre de arte. Al igual que
en los demás ámbitos de la cultura, la modernidad aplicada al arte significó una progresiva
secularización o emancipación de lo religioso que llegó a su punto culminante con la
Ilustración; aunque el arte religioso continuó siendo uno de los más encargados, si no el que
más, ya no dispuso de la abrumadora presencia que había tenido en el arte medieval.

No obstante, durante todo el periodo de la Edad Moderna las principales civilizaciones del
mundo se mantuvieron poco influidas, o incluso casi del todo ajenas a los cambios
experimentados por las sociedades y el arte europeos, manteniendo esencialmente los
rasgos culturales y artísticos propios (arte de la India, arte de China, arte de Japón, arte
africano).

La civilización islámica, definida por su posición geoestratégica intermedia, y principal


competidora histórica de la civilización cristiana occidental, a la que disputó secularmente
el espacio mediterráneo y balcánico, desarrolló distintas modalidades locales de arte
islámico en las que pueden verse influencias tanto del arte occidental como del de las
civilizaciones orientales.

Para el caso del arte americano, la colonización europea supuso, especialmente para zonas
como México y Perú, la formación de un arte colonial con algunas características
sincréticas.

En Europa oriental el arte bizantino continuó perviviendo con el arte ruso o con algunas
manifestaciones del arte otomano.

Además de las artes plásticas, otras bellas artes como la música, las artes escénicas y la
literatura tuvieron desarrollos paralelos, analogías formales y una mayor o menor
coincidencia estética y, sobre todo, intelectual, ideológica y social; lo que ha permitido a la
historiografía etiquetar su periodización con denominaciones similares (música del
renacimiento, música barroca, música del clasicismo; literatura del renacimiento, literatura
del barroco, literatura ilustrada o neoclásica, etc.) Lo mismo puede decirse de las
denominadas artes menores, decorativas o industriales, que fueron un fiel reflejo del gusto
artístico de determinadas épocas (como los denominados estilos Enrique II, Luis XIII, Luis
XIV, Regencia, Luis XV, Luis XVI, Directorio e Imperio, convencionalmente denominados
a partir de la historia del mobiliario francés[1] ).[2]

Contenido
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 1 Arte europeo occidental


o 1.1 Siglos XV y XVI: Gótico final, Renacimiento y Manierismo
 1.1.1 Gótico final y Renacimiento nórdico
 1.1.2 Renacimiento italiano: Quattrocento
 1.1.3 Alto Renacimiento o Renacimiento clásico
 1.1.4 Bajo Renacimiento o Manierismo
o 1.2 Siglo XVII y primera mitad del XVIII: Barroco, Clasicismo y Rococó
 1.2.1 Barroco
 1.2.2 Clasicismo
 1.2.3 Rococó
o 1.3 Segunda mitad del siglo XVIII y primer cuarto del XIX: Neoclasicismo
y Prerromanticismo
 2 Arte en otros espacios de la civilización occidental
o 2.1 Arte colonial, hispanoamericano o indiano e hispanofilipino
o 2.2 Arte ruso
 3 Arte oriental
o 3.1 Arte islámico
 3.1.1 Arte africano-islámico
 3.1.2 Arte turco otomano
 3.1.3 Arte persa
 3.1.4 Arte mogol y otros de la India
o 3.2 Arte de extremo oriente
 3.2.1 Arte chino
 3.2.2 Arte japonés
 4 Filmografía
 5 Véase también
 6 Referencias
o 6.1 Notas
o 6.2 Bibliografía
 7 Enlaces externos

Arte europeo occidental


Siglos XV y XVI: Gótico final, Renacimiento y Manierismo

Gótico final y Renacimiento nórdico

El siglo XV significó una continuidad del arte gótico en la mayor parte de los países
europeos. El denominado gótico internacional representaba la imposición, en el
denominado otoño de la Edad Media,[3] de un gusto refinado y cortesano, de origen francés,
provenzal y borgoñón, que se extendía entre todas las artes plásticas, especialmente la
pintura en soportes muebles (polípticos cada vez más complejos[4] e iluminación de
manuscritos) y la orfebrería (El corcel dorado, 1404). El gótico flamígero se aplicó a la
arquitectura civil (ayuntamientos y palacios urbanos) además de la religiosa, de lo que son
muestra los conjuntos urbanos de ricas ciudades burguesas como Brujas y Gante en Flandes
y otros núcleos en las rutas comerciales que se extendían por todo el continente con gran
vitalidad tras la crisis del siglo XIV: ferias de Champaña y de Medina, cañadas de la Mesta
que cruzaban Castilla de sur a norte (Toledo, Segovia, Burgos), ciudades del Rin (Colonia,
Maguncia, Colmar, Friburgo, Estrasburgo, Basilea), del sur de Alemania (Augsburgo,
Núremberg), de Borgoña (Dijon, Hôtel-Dieu de Beaune, 1443) o los puertos septentrionales
de la Hansa (Tallin, Danzig, Lübeck, Hamburgo o el propio Londres).

El mantenimiento de la tradición gótica, de las características locales o la mayor o menor


influencia de los núcleos flamenco-borgoñón o italiano caracterizó la diversidad de la
producción artística europea durante todo el periodo. Buena parte de la producción
arquitectónica de finales del XV y comienzos del siglo XVI se efectuó con estilos
nacionales que suponen una evolución natural del gótico, como el plateresco o isabelino (de
debatido deslindamiento) y el estilo Cisneros en Castilla;[5] y el estilo Tudor o gótico
perpendicular en Inglaterra, que evolucionó a la arquitectura isabelina de finales del XVI y
comienzos del XVII, ya fuertemente influida por los nuevos modelos renacentistas
italianos. El arco ojival gótico y las floridas crucerías fueron sustituidos por el arco de
medio punto, la cúpula y los elementos arquitrabados que recordaban a Roma (frontones,
frisos, cornisas, órdenes clásicos). Incluso se impuso la decoración a base de los grutescos
recientemente descubiertos en la Domus Aurea de Nerón.

En pintura y escultura, el gusto nórdico predominó frente al italiano hasta comienzos del
siglo XVI en la mayor parte de Europa Occidental, lo que explica el éxito de artistas como
los Colonia, los Egas, Gil de Siloé, Felipe Bigarny, Rodrigo Alemán o Michel Sittow
(proveniente de un lugar tan lejano como el Báltico Hanseático); aunque el influjo de Italia
también se dejó sentir, como demuestra el periplo europeo de escultores italianos como
Domenico Fancelli y Pietro Torrigiano (menos significativa fue la emigración de pintores
italianos, puesto que es fácil importar pintura, pero es más fácil importar al escultor que a
las esculturas) y los aprendizajes en Italia de pintores franceses y españoles como Jean
Fouquet, Pedro Berruguete o Yáñez de la Almedina. Pero ni siquiera en esas primeras
décadas del siglo XVI puede decirse que se produjera una identificación del italianismo
renacentista a comprar o imitar con el canon florentino-romano o paradigma vasariano
(que es el que terminó fijando en el gusto clasicista perpetuado en los siglos posteriores).[6]
La mayor parte de la producción local, en todos los artes, tuvo una paulatina transición
entre las formas góticas y las renacentistas. En la escultura castellana, esta transición corrió
a cargo del denominado grupo Torrijos formado en torno a los Egas (Juan Guas, Alonso de
Covarrubias y Sebastián de Almonacid),[7] mientras que en la corona de Aragón cumplió un
papel similar Damián Forment y en Francia Michel Colombe.

Incluso en la propia Italia de finales del XV había posiblemente mayor interés por la
pintura flamenca que el que pudiera haber por la pintura italiana en Flandes, como
demuestra el impacto del Tríptico Portinari (1476), que no tuvo equivalente en obras
italianas exportadas a los Países Bajos.[8] En cuanto al gusto privado de un monarca de la
segunda mitad del XVI, calificado de Príncipe del Renacimiento,[9] como Felipe II de
España, las fantasías oníricas y moralistas de El Bosco o las obras de pintores tan
arcaizantes como Marinus y Pieter Coecke aventajaban a los maestros italianos o a otros
más innovadores, como El Greco. No obstante, la generación de los monarcas de la primera
mitad del siglo se había dejado seducir por los genios italianos de Leonardo da Vinci
(Francisco I de Francia) o Tiziano (Carlos I de España -emperador Carlos V-).

Las muy ricas horas


Pasaje del Mar
del Duque de Berry, Bóveda de abanico de la
Díptico de Melun de Rojo, de Jaume
de los hermanos Capilla del King's College
Jean Fouquet (1450). Huguet (1456-
Limbourg (1411- (Cambridge) (1441-1554).
1460).
1416).

Sepulcro del Doncel Capilla Real de Granada, Claustro del Fachada de la


de Sigüenza, atribuido con esculturas de Monasterio de los Universidad de
a Sebastián de Bartolomé Ordóñez y Jerónimos de Belém, Salamanca (1529-
Almonacid (c. 1492). Domenico Fancelli (1505- Juan de Castillo 1533).[10]
1517). (1516).

En cuanto a Flandes e Italia, la brillantez y originalidad indiscutible de cada uno de los


artistas individuales y escuelas locales; así como la fluidez de los contactos mutuos, tanto
de obras (Tríptico Portinari) como de maestros (Justo de Gante, Petrus Christus, Roger van
der Weyden, Mabuse —viajan de Flandes a Italia— Jacopo de'Barbari, Antonello da
Messina —viajan de Italia a Flandes—, el viaje de Antonello, citado por Vasari, es puesto
en duda por la moderna historiografía, que únicamente reconoce su coincidencia con Petrus
Christus en Milán[11] ); obligan a hablar de un protagonismo compartido que ni priorice ni
confunda las características propias de cada foco, que son marcadamente diferentes.[12] La
región flamenco-borgoñona y su conexión natural con Italia, la zona alemana del Rin y el
alto Danubio, fueron de un destacado dinamismo en todas las ramas de la cultura y el arte,
destacadamente en pintura, con la innovación decisiva de la pintura al óleo (hermanos van
Eyck)[13] y el desarrollo del grabado que alcanzó alturas extraordinarias con Alberto Durero
o Lucas van Leyden, además de la invención de la imprenta (Gutenberg, 1453). La pintura
flamenca y alemana se caracterizaron por un intenso realismo y nitidez, y el gusto por el
detalle llevado a su límite. La escuela de pintores del siglo XV denominada primitivos
flamencos se compone de una extensa nómina de maestros: Roger van der Weyden, Thierry
Bouts, Petrus Christus, Hans Memling, Hugo van der Goes, y algunos anónimos cuya
atribución se ha conseguido establecer o es aún objeto de debate (Maestro de Flemalle —
Roberto Campin—, Maestro de Moulins —Jean Hey—, Maestro de la Leyenda de Santa
Lucía,[14] Maestro del follaje bordado,[15] Maestro de Alkmaar, Maestro de Frankfurt,
Maestro de la Leyenda de Santa Bárbara, Maestro de la Virgo inter Virgines, Maestro de la
Vista de santa Gúdula, Maestro de María de Borgoña, Maestro del Monograma de
Brunswick[16] ); y que a finales del XV y comienzos del XVI continuó con figuras de la
talla de El Bosco, Gerard David, Jan Joest van Calcar, Joaquín Patinir, Quentin Metsys o
Pieter Brueghel el Viejo. La potencia de la pintura alemana de la época no se limitó a
Durero, viéndose en la producción de artistas como Grünewald, Altdorfer o Lucas Cranach
el Viejo. También se producen fructíferos viajes de maestros alemanes a Italia (Durero,
Michael Pacher),[17] mientras que el trasiego de maestros alemanes, sobre todo renanos,
hacia Flandes fue mucho más abundante.

Alto Renacimiento o Renacimiento clásico

La genial figura de Leonardo da Vinci, que mantuvo una vida errante por las cortes
italianas y francesa, enmarca el tránsito hacia el Cinquecento (años mil quinientos en
italiano). Se abre el denominado Alto Renacimiento o Renacimiento clásico:[23] Florencia
(que había sufrido el furor iconoclasta de Savonarola) fue sustituida como centro artístico
por Roma, bajo el mecenazgo papal, que atrajo a Bramante, Miguel Ángel y Rafael Sanzio,
desarrollando el ambiciosísimo programa artístico del Vaticano (cuyo enorme coste fue una
de las razones del descontento que generó la Reforma protestante), con lo que puede
hablarse de una escuela florentino-romana (los citados y Fra Bartolommeo, Andrea del
Sarto, Giulio Romano, Benvenuto Cellini, Baldassarre Peruzzi, Giovanni Antonio Bazzi "il
Sodoma" y otros, cuya condición de émulos eclipsados por el genio de sus maestros, a
pesar de sus valores propios, les hace ser clasificados muy habitualmente como
"manieristas").[24] Mientras tanto, en Venecia se desarrolló con características propias una
escuela veneciana de pintura caracterizada por el dominio del color (los Bellini, Giorgione,
Tiziano).

En relación con el renacimiento de mediados del siglo XV, caracterizado por la


experimentación sobre la perspectiva lineal, el alto renacimiento se caracterizó por la
madurez y el equilibrio que se encuentra en el sfumato de Leonardo; en los volúmenes
marmóreos de la terribilità miguelangelesca; en los colores, texturas y el chiaroscuro de los
venecianos o de las Madonnas de Rafael, que dan a la luz y a las sombras un nuevo
protagonismo, junto a su característica morbidezza (suavidad, blandura); en el
adelantamiento del brazo en los retratos (como en la Gioconda); en la composición clara,
especialmente la triangular, marcada por la relación de las figuras con miradas y posturas,
particularmente en las manos.
[25
La Gioconda, de Leonardo da Vinci (1503-1506).

La Gioconda, de Leonardo da Vinci (1503-1506).

Templete de San Pietro in Montorio, de Bramante (1502-1510).


David de Miguel Ángel (1501-1504).

Esponsales de la Virgen, de Rafael Sanzio (1504)

Edad de Piedra
La Edad de Piedra[1] es el período de la Prehistoria durante el cual, los seres humanos
crearon herramientas de piedra debido a la carencia de una tecnología más avanzada. La
madera, los huesos y otros materiales también fueron utilizados (cuernas, cestos, cuerdas,
cuero...), pero la piedra (y, en particular, diversas rocas de rotura concoidea, como el sílex,
el cuarzo, la cuarcita, la obsidiana...) fue utilizada para fabricar herramientas y armas, de
corte o percusión. Sin embargo, ésta es una circunstancia necesaria, pero insuficiente para
la definición de este período, ya que en él tuvieron lugar fenómenos fundamentales para lo
que sería nuestro futuro: la evolución humana, las grandes adquisiciones tecnológicas
(fuego, herramientas, vivienda, ropa...), la evolución social, los cambios climáticos, la
diáspora del ser humano por todo el mundo habitable (ecúmene), desde su cuna africana, y
la revolución económica desde un sistema recolector-cazador, hasta un sistema
parcialmente productor (entre otras cosas). El rango de tiempo que abarca este período es
ambiguo, disputado y variable según la región en cuestión. Aunque es posible hablar de
este período en concreto, para el conjunto de la humanidad: no hay que olvidar que algunos
grupos humanos nunca desarrollaron la tecnología del metal fundido y por tanto quedaron
sumidos en una edad de piedra hasta que se encontraron con culturas tecnológicamente
más desarrolladas. Sin embargo, en general, se cree que este período comenzó en África
hace 2,5 millones de años, con la aparición de la primera herramienta humana (o pre-
humana). A este período le siguió el Calcolítico o Edad del Cobre y, sobre todo, la Edad de
Bronce, durante la cual, las herramientas de esta aleación llegaron a ser comunes; esta
transición ocurrió entre 6000 a. C. y 2500 a. C.
Típica herramienta de piedra tallada

Tradicionalmente se viene dividiendo esta Edad en Paleolítico, con un sistema económico


de caza-recolección y Neolítico, en el que se produce la revolución hacia el sistema
económico productivo: agricultura y ganadería.

El Neolítico (Nueva Edad de Piedra) —por contraposición al Paleolítico (Antigua Edad de


Piedra)— es uno de los periodos en que se considera dividida la Edad de Piedra. El término
fue acuñado por John Lubbock en su obra de 1865 que lleva por título Prehistoric Times.

Proviene del griego νέος, néos: ‘nuevo’; λίθος, líthos: ‘piedra’. Inicialmente se le dio este
nombre en razón de los hallazgos de herramientas de piedra pulimentada que parecían
acompañar al desarrollo y expansión de la agricultura. Hoy en día se define el Neolítico
precisamente en razón del conocimiento y uso de la agricultura o de la ganadería.
Normalmente, pero no necesariamente, va acompañado por el trabajo de la alfarería.

Periodización
Se conoce como periodización al campo de las ciencias sociales que trata de dividir la
historia u otro campo del conocimiento (la ciencia, la literatura, el arte) en distintos
periodos que posean unos rasgos comunes entre sí, lo suficientemente importantes como
para hacerlos cualitativamente distintos a otros periodos.
En historia, la periodización más amplia da periodos denominados edades, mientras que los
denominados época designan divisiones más breves o locales. En el campo de la historia
natural o geología se utiliza la expresión eras (eras geológicas), aunque también se habla de
era como periodo histórico en el campo de la cronología. Cada una de ellas da origen a
distintos calendarios; término que se aplica también a periodos dominados por un personaje
histórico, un hecho o un proceso que se considera fundamental. Época geológica es una
subdivisión de la era geológica. La escala del tiempo geológico se divide en orden
descendente de jerarquía de la siguiente manera: Eón, era, sistemas o períodos, series o
épocas y pisos.

Contenido
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 1 La periodización en la Historia
o 1.1 Las primeras periodizaciones
o 1.2 La periodización marxista
o 1.3 Las revoluciones tecnológicas
o 1.4 Periodizar el presente
 2 Referencias

La periodización en la Historia
No hay un acuerdo universal sobre la periodización en Historia, aunque sí un consenso
académico sobre los periodos de la Historia de la Civilización Occidental, basado en los
términos acuñados por Cristóbal Celarius (Edades Antigua, Media y Moderna), que pone al
mundo clásico y su renacimiento como los hechos determinantes para la división. La
acusación de eurocentrismo que se hace a tal periodización no debe impedir conocerla, por
ser la más utilizada.

En el siglo XVI los historiadores de la literatura y los filólogos, estudiando el latín


señalaron tres fases en su gradual evolución: la "alta edad" o "superior" que llegaba hasta
Constantino, etapa del latín clásico; la "edad media" de la lengua, que alcanzaba desde
Constantino a Carlomagno (siglos IV al IX), y la "edad ínfima" iniciada en el 842 con el
primer texto en romance, Los Juramentos de Estrasburgo, Por eso precisamente Ch. D. Du
Cange tituló su famoso diccionario Glossarium ad scriptores mediae et infimae latinitatis
(Paris, 1678). La primera ocasión en que se designa el término "Edad media" con sentido
histórico parece haber sido en 1639, por el liejense Rasuin en su Laodium. La expresión
pasaría desde ese mismo siglo XVII a designar el período de transición entre la antigüedad
clásica y el renacer de su cultura experimentada en la Edad Nueva que habita tomado
cuerpo a lo largo del siglo XV. Y, en consecuencia, su uso tendía a menospreciar los
valores de dicha edad intermedia como un puente o una noche de “mil años”. Los
pedagogos fueron los responsables de que este nuevo concepto de la Edad Media adquiriera
carta de naturaleza en los manuales o síntesis de historia. Un profesor de fines del siglo
XVII, Cristóbal Séller (1634-1707) o Celarius –como gustaba llamarse latinizando su
nombre a la manera humanista- introdujo la modalidad en uno de los manuales escolares de
Historia Antigua editado en 1685, y la claridad que implicaba para la explicación histórica
le indujo a repetirla en otro, titulado Historia Medii Aevi a temporibus Constanini Magni
ad Constaninopolim a Turcis captam deducta (Jena, 1688). Otro profesor, Loescher, la
repitió en un manual alemán: Geschicchte der Mittleren Zeiten (1725), y no tardó en
generalizarse el nuevo concepto, porque resultaba cómoda esa división de la Historia.
Manuel Riu (1978)[1]

El problema de cualquier periodización surge en hacerla válida para un ámbito espacial


amplio, lo que resulta difícil cuando los fenómenos que originan el comienzo de un periodo
en un lugar (habitualmente el Próximo Oriente) tardan en difundirse o surgir en otros
lugares más o menos próximos y conectados (Europa Occidental) o lejanos y desconectados
(América, Oceanía). Por ello surgen términos intermedios y de transición o superpuestos.

 Prehistoria. Desde la aparición del hombre (fecha incierta) hasta la de la escritura


o Paleolítico (Etimológicamente Antigua Edad de Piedra por la piedra tallada)
 Paleolítico inferior. Primeros modos de tallado de instrumentos.
 Paleolítico medio. Ligado a cambios en la cultura material y al
Hombre de Neanderthal, Desde hace 125.000 años hasta hace
35.000 años aprox.
 Paleolítico superior. Ligado a la cultura material que se suele asociar
a homo sapiens sapiens. Desde hace 35.000 años hasta hace 10.000
años aprox.
o Mesolítico/Epipaleolítico. Periodo de transición, ligado a los cambios que
produjo el fin de la última glaciación Desde el 10.000 aC hasta el VIII
milenio en prox. Oriente y el 5.500 en Europa Occidental. (En las
poblaciones en las que se desarrolló el neolítico internamente se denomina
mesolítico y en aquellas que fueron neolitizadas por influjo externo
epipaleolítico)
o Neolítico (Etimológicamente Nueva Edad de Piedra por la piedra
pulimentada) Ligado a la aparición de la agricultura, aldeas, cerámica. VIII
milenio a.c. en Oriente Próximo (En España VI milenio a.c.)
o Edad de los Metales
 Calcolítico III milenio aC aprox. en Europa Occidental. La
formación de las sociedades complejas
 Edad del Bronce II milenio aC aprox. en Europa Occidental..
 Edad del Hierro I milenio aC aprox. en Europa Occidental. Hasta
la romanización.

 Historia. Desarrollo de la escritura como consecuencia de la aparición de los


primeros estados. IV milenio a.c. en Sumeria
o Protohistoria. Período de solapamiento: mientras surgen las civilizaciones
prístinas de Mesopotamia, China e India en Asia; Egipto en África y las
culturas Olmeca y Caral en América, éstas dejan constancia escrita de otros
pueblos los cuales no han desarrollado la escritura. En la Península Ibérica,
coincide con las colonizaciones orientales fenicio-púnica y griega y la
conquista romana, cuyos autores registraron la actividad de los pueblos
indígenas.
o Edad Antigua
 Primeros estados de Oriente próximo: Sumeria, Acad, Babilonia,
Asiria...
 Antigüedad clásica Civilizaciones griega y romana. Cuentan sus eras
desde la primera olimpiada o la fundación de Roma. Siglo VIII a.c..
No hay que confundir con el periodo clásico del arte griego (siglos V
y IV a.c.).
 Antigüedad tardía Periodo de transición, desde la crisis del siglo III
hasta Carlomagno o la llegada del Islam a Europa (siglo VIII).
o Edad Media Desde la caída del Imperio romano de Occidente (siglo V) hasta
la caída del Imperio romano de Oriente (siglo XV)
 Alta Edad Media siglos V al X.
 Baja Edad Media Para algunos, los siglos XI al XV. Para otros se
restringe a los siglos XIV y XV, como Crisis de la Edad Media o
Crisis del siglo XIV, habiendo una Plenitud de la Edad Media en los
siglos XI al XIII
o Edad Moderna. Siglos XV al XVIII. (Para los ingleses Early Modern
Times). Se toma como comienzo la Imprenta, la toma de Constantinopla por
los turcos o el Descubrimiento de América; como final, la Revolución
francesa, la Independencia de los Estados Unidos de América o la
Revolución industrial.
o Edad Contemporánea. Hasta el presente. (Para los ingleses Later Modern
Times)

Las primeras periodizaciones

Las Cuatro Edades de la Humanidad. Grabado de Regius para Las metamorfosis de


Ovidio, Libro I, 89-150.

La característica de todas las culturas y civilizaciones es su preocupación por la memoria


histórica o la consideración del pasado y la periodización es un elemento importante en la
fijación de esa memoria. En la mayor parte de las cosmologías, el origen de los tiempos se
vincula a hechos sobrenaturales con intervención de dioses y héroes. En la tradición
occidental, estos mitos son los de la Antigüedad clásica grecorromana y los hebreos, en la
parte de la Biblia denominada Antiguo Testamento: sobre todo el Génesis, el Éxodo y los
demás libros históricos; que se vio continuada por el Nuevo Testamento cristiano con su
insistencia en el fin de los tiempos y la próxima venida del Reino de Dios, en un futuro
apocalíptico (en imprecisos términos temporales).

Virgilio reflejó el mito de la primitiva y paradisíaca Edad de Oro a la que sucedían, en


sucesivas degeneraciones, la Edad del Bronce, la Edad de los héroes y la brutal Edad de
Hierro que correspondía a su propia civilización; así como la concepción cíclica de la
historia (que reaparecerá en las reflexiones sobre Filosofía de la Historia de autores
modernos como Giambattista Vico). La Teogonía de Hesíodo y los poemas de Homero
(Ilíada y Odisea) proporcionaron un marco temporal al que poder recurrir (antes o después
de la Guerra de Troya o de los Argonautas) para situar los eventos fundacionales
(fundación de santuarios, ciudades, juegos), y a partir de ellos, las cronologías más o menos
fiables que se usaban en Grecia y Roma (olimpíada, Ab urbe condita).

La Biblia diseña una narración de la historia desde la Creación hasta el fin de los tiempos.
Un esquema común de la periodización bíblica, utilizado en la Edad Media, era la división
teológica de San Pablo en tres edades: la primera, anterior a Moisés: bajo la naturaleza; la
segunda bajo la ley mosaica: bajo la ley; la tercera, la era cristiana: bajo la gracia. Pero
quizás la más ampliamente difundida en el medioevo fue las Seis Edades del Mundo, en la
que cada edad contaba mil años desde Adán y Eva hasta el milenio que consideraran su
presente como sexta y final edad (antes del año 1000, el primer milenio después del
nacimiento de Cristo, antes del 1033, el primer milenio después de la crucifixión). Ante la
continuación de los tiempos, se buscaron sucesivamente distintos hechos o interpretaciones
numerológicas o cabalísticas: el año 1666,[2] el 2000...

La periodización marxista

Trabajo, de Ford Madox Brown, 1852–63. Una escena representativa de la sociedad


contemporánea a Marx.

Karl Marx fue el primero que intentó clasificar los periodos históricos basándose en sus
características económicas y sociales (que denomina estructura) en vez de sus
características políticas o ideológicas (que denomina superestructura), siguiendo su propia
metodología (que denomina materialismo histórico). Para ello utilizó su concepto de modo
de producción, definido por el tipo de relaciones sociales y técnicas de producción que se
establecen entre las distintas clases sociales definidas por sus intereses económicos. Así
propuso periodizar la historia en:

 comunismo primitivo
 sociedad esclavista
 Sociedad feudal
 sociedad capitalista
 sociedad comunista

Aunque este modelo esta hecho para explicar la evolución de la sociedad europea, tiene
menos problemas para ser exportado, ya que no necesita referirse a fenómenos tan
intrínsecamente propios de la Civilización Occidental como el Imperio romano, el
Renacimiento o la Ilustración. No obstante, también los historiadores materialistas han
necesitado adaptar el modelo a las circunstancias específicas de cada lugar, lo que en
ocasiones ha dado pie a la incorporación de nuevos modos de producción (modo de
producción asiático o Despotismo hidráulico). El intento de evitar el excesivo
determinismo del modelo marxista empujó a la creación de una categoría más flexible: la
formación económico social o formación social histórica.

Las revoluciones tecnológicas

En la imagen, un trigal convive con un generador eólico, cada uno muestra de sucesivas
revoluciones tecnológicas.

Vere Gordon Childe acuñó el término Revolución neolítica, para indicar que la
transformación en las condiciones vitales de la humanidad que se produjo como
consecuencia de la ganadería y la agricultura fueron semejantes a las que estaba
produciendo la Revolución industrial en nuestra propia época. La historia de la Humanidad
quedaría periodizada en Paleolítico, Revolución Neolítica (desde el VI milenio a. C. hasta
el siglo XVIII) y Revolución industrial.
Marshall Mac Luhan propuso la incorporación de la Edad de la Electricidad posterior a la
Edad de la Mecanización.

Otros autores han propuesto otros periodos basados en la importancia de algún material,
como la Edad del Plástico, de algún producto, como la Edad del automóvil, o de conceptos,
como la Era de la información.

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