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Allí tenéis el Templo de la Sabiduría y debajo los instrumentos con que se planta la obra.

En
él se encierra nuestro Secreto, ese Secreto tan perdido, tan buscado y tan rara vez
comprendido, y que cuando se le posee y conoce perfectamente, es la felicidad o el consuelo
de la vida. Mucho tenéis que trabajar y mucha ha de ser vuestra perseverancia si queréis
profundizarle y apreciar sus virtudes. La Masonería, como el campo del labrador, no entrega
su tesoro sino a la hábil y atrevida mano que sabe buscarle. ¡Buscad y encontraréis!

Pero no olvidéis que ese cuadro que representa un templo material, es el emblema de otro
más sublime a cuya conservación se os llama, para que trabajéis, a vuestro, turno igual que
lo hicieron hábiles operarios como Zoroastro, Moisés, Salomón, Orfeo, Pitágoras, Confucio,
Sócrates, Platón, Zenón, Epicteto, Jesús, Rousseau, Washington, Bolívar, Hidalgo, Juárez y
otros muchos que le han enriquecido con los tesoros de su inteligencia.

La verdadera significación del simbolismo de la escalera de caracol, representa el progreso


de una inteligencia investigadora, con las penalidades y trabajos del cultivo intelectual y del
estudio, y la adquisición preparatoria de toda la ciencia humana, que es el paso preliminar
hacia la adquisición de la verdad divina que se simboliza en la Masonería por la Palabra.

El simbolismo de los números, se ha presentado por primera vez a la consideración del


discípulo Masón en la leyenda de las escaleras de caracol. La teoría de los números, así como
los símbolos de ciertas cualidades, fueron tomados originalmente por los Masones, de la
escuela de Pitágoras.

El número total de las gradas en el sistema Americano, consta de quince, es un símbolo


significativo, el número quince era el número sagrado entre los Orientales, por la razón de
que las letras del nombre sagrado JAH, se encontraban en su valor numérico, equivalente al
número quince, de aquí proviene la cantidad y figura en que se encuentran los nueve dígitos,
combinados de tal manera, que hace la cantidad de quince, ya sea que se agreguen entre sí,
perpendicular, horizontal o diagonalmente, y constituía uno de sus más sagrados talismanes.
Las quince gradas que se encuentran en la escalera de caracol son simbólicas del nombre de
Dios.

La verdad divina es el objeto de todas sus labores, se simboliza por la palabra, está
designada para enseñar la lección necesaria, aunque humillante, de que el conocimiento de
la naturaleza de Dios, y la relación del hombre hacia él, cuyo conocimiento constituye la
verdad divina, y nunca podrá adquirirse en esta vida.

El ascenso por la escala de caracol hasta el lugar en donde se reciben las remuneraciones por
los trabajos, es la alegría que nos enseña el ascenso de la inteligencia para evitar la
ignorancia.
Por medio de todas las penalidades del estudio y las dificultades para lograr ese
conocimiento, recibiendo un poco de todo, almacenando siempre algo de conocimientos e
ideas a cada paso que debemos avanzar, hasta llegar a la cámara del medio de la vida, --en la
plenitud perfecta de la virilidad-- se obtiene la recompensa.

La inteligencia purificada y elevada se reviste con la recompensa de la instrucción de buscar


a Dios y la verdad de Dios, creer esto es creer y conocer el verdadero designio de la
Masonería Ideal.

En la Escalera de Caracol se busca: la Fuerza, la Belleza y el Candor y se puede obtener la


Inteligencia, Rectitud, Valor, Prudencia, Filantropía y continuar el ascenso en la búsqueda
del conocimiento de: la Gramática, Retórica, Lógica, Aritmética, Geometría, Música y la
Astronomía.

El ascenso por la escala de caracol hasta el lugar en donde se reciben las remuneraciones por
los trabajos, es la alegría que nos enseña el ascenso de la inteligencia para evitar la
ignorancia.

A medida que se estudia todo lo relacionado a filosofía y grandes contenidos de la


Masonería, vamos avanzando en el nuevo conocimiento de todo lo que es desconocido para
nosotros y crecemos día con día hasta recibir una recompensa en nuestro interior que debe
reflejarse en nuestro actuar en la vida profana, así como la escalera de caracol siempre hacia
arriba.

Al presentar el tema de los grandes iniciados como Rama, Krishna, Hermes, Moisés, Orfeo,
Pitágoras, Jesús, Malaquías, entre otros, no es presentar una biografía de su grandeza, o
memorizar sus grandes obras o el estudio de su erudición; es comprender el Templo de la
Sabiduría material y espiritual de nuestro propio yo, es comprender los rudimentos o
lecciones que nos brindó, el segundo grado de la masonería y transitar en conciencia la
alegoría y simbolismo en la escalera de caracol.

Ya estamos iniciados de nosotros depende el estudio y la constancia para convertirnos en


grandes iniciados.

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