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GENESIS Y TRANSFORMACIONES DEL ESTADO NACION EN COLOMBIA UNA MIRADA TOPOLOGICA A LOS ESTUDIOS SOCIALES DESDE LA FILOSOFIA POLITICA ADOLFO CHAPARRO AMAYA CAROLINA GALINDO HERNANDEZ Génesis y transformaciones del Estado naci6n en Colombia Una mirada topolégica a los estudios sociales desde la filosofia politica iii mu COLECCION TEXTOS ESCUELA DE CIENCIAS HUMANAS © 2009 Editorial Universidad del Rosario © 2009 Universidad Colegio Mayor de Nuestra Sefiora del Rosario, Escuela de Ciencias Humanas © 2009 Adolfo Chaparro Amaya, Carolina Galindo Hernandez Grupo de Estudios Sobre Identidad ISBN: 978-958-8378-88-6 Primera edicién: Bogota, D.C., marzo de 2009 Coordinaci6n editorial: Editorial Universidad del Rosario Correccién de estilo: Andrés Cote Diagramacién: Margoth C. de Olives Disefio de cubierta: Antonio Alarcén Impresion: Xpress Estudio Grdfico Digital S.A. Editorial Universidad del Rosario S.A. Carrera 7 No. 13-41 Tel.: 2970200 ext. 7724 editorial@urosario.edu.co Todos los derechos reservados. Esta obra no puede ser reproducida sin el permiso previo escrito de la Editorial Universidad del Rosario. Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia. Una mirada topolégica alos estudios sociales desde la filosofia politica / Adolfo Chaparro Amaya y Carolina Galindo Hernandez. —Escuela de Ciencias Humanas. Bogotd: Editorial Universidad del Rosario, 2009. 346 p.—(Coleccién Textos de Ciencias Humanas). ISBN: 978-958-8378-88-6 Ciencia Politica / Nacién / Estado / Colombia - Politica y gobierno / Constituciones ~ Colombia / Colombia — Seguridad nacional / Violencia politica - Colombia / I. Titulo / UL Serie. 320.101861 SCDD 20 Impreso y hecho en Colombia Printed and made in Colombia Contenido Agradecimientos .... 9 Apouro Crararno Amava ¥ Carouna Gauinno HeexAnnez Introduccién: una mirada topoldgica a los estudios sobre el Estado.. i ‘Apotro Ciiaranio AMAvA ¥ CaROUINA GALINDO HERNANDEZ I. Una hipétesis sobre la formacién de Estado en los Andes colombianos.. 34 ‘Apouro CHARARRO AMAVA Il. Genealogia de la forma Estado en Colombia... 57 ‘Aoiro CHARARRO AMAYA lil.__La teoria del Estado en la era de la globalizacion.... 99 . a ‘Avo.ro Cusnanno Asavs VII. Neopopulismo en Colombia: el caso del gobierno de Alvaro Uribe Vélez ... 200 Canouina Gatinoo HERNANDEZ VIII. De la Seguridad Nacional a la Seguridad Democratica: nuevos problemas, viejos esquemas . 219 Canouuxa GaLivpo HeRNANoez IX. Estado y justicia transicional. El caso de las AUC .... 251 Apouro CHaParno AMAYA Conclusione: 294 Avouro Cuaparro amaya y Carouina Gatinpo HeRwANnez Bibliografia 321 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia sociales, es también una manera de aportar al estado del arte de las diversas discipli- nas y en relacién con los ejes problematicos que marcan la producci6n global de saber. Especialmente en un tema como el del Estado que, a juicio de Wallerstein, habia sido descuidado de la agenda de las ciencias sociales desde su invencién. El problema que nos hemos planteado en este contexto es el de tener en cuenta tanto algunos de los debates y paradigmas mencionados como los desarrollos teéri cos locales, para abordar las teorias que permiten explicar las transformaciones del Estado contemporaneo —'postmoderno’, ‘postnacional’, ‘postbenefactor'— asumiendo como limite tematico estudios relevantes que intentan describir, comprender y/o ex- plicar los procesos que ha sufrido el Estado colombiano en las ltimas décadas. Al abordar simultaneamente los dos planos, buscamos que la resefia de los paradigmas y las tendencias teéricas se enfoque en problemas especificos y que el andlisis de los estudios que ilustran los cambios que atafien al Estado colombiano se pueda enmarcar en un contexto global. Para evitar que la investigacién se agote en una compilacién de teorias o en una descripcién exhaustiva de la configuracidn actual del Estado colombiano, hemos restringido el campo de discusién siguiendo una hipdtesis metodoldgica segun la cual las teorfas sobre el Estado se pueden dividir en dos grandes perspectivas com- plementarias: el adentro y el afuera. En la primera estarian los teéricos que asumen el Estado como una realidad positiva, totalizadora, coherente en si misma, que se erige como condicidn de posibilidad de todo discurso razonable sobre poder, soberania, ciu- dadania o desarrollo econdmico y social. En la segunda se encontrarian aquellos que consideran el Estado como una realidad autopoiética, que esta en relacién con un entorno mas amplio y cuya descripcién de si misma varia de acuerdo a la relacién del Estado con ese afuera, llamese capital, tecnoinformatica, luchas sociales, minorias 0 naturaleza. De alli hemos derivado dos hipétesis problemdticas que guian los diversos tépicos que sobre el Estado colombiano nos interesa desarrollar. La primera se puede formular en los siguientes términos: si bien el Estado colombiano ha estado sometido en la Ultima década a los mas diversos procesos de descentramiento y desestructura- cién generados sobre todo por fenémenos de orden global y regional, para responder a estos procesos se ha fortalecido en términos politicos, judiciales y militares, lo cual le ha permitido mantener, hasta un cierto punto, el control de la economia y hacer necesaria su presencia como administrador central en los diversos ambitos de la vida colectiva. Como buena parte de ese fortalecimiento es una reacci6n a la extensién del conflicto armado y a la pérdida de poder local en manos de grupos guerrilleros, espe- cialmente en la Gltima década, esa reaccion se expresa en la tendencia a un Estado total que, finalmente, ha venido a fortalecerse con el apoyo de politicos, empresarios, 12 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia Mann destaca una cuarta corriente que se desarrolla de manera paralela a la escuela elitista y es calificada como una teorfa de estatismo institucional. Esta teoria puede ubicarse en la revisién que un representante de la corriente elitista (Theda Skocpol) hace de la autonomia del Estado (en: Mann, 1997). En efecto, la autonomia del Estado residirfa menos en la autonomfa de las élites que en la légica autonoma de unas determinadas instituciones politicas, surgidas en el curso de anteriores luchas por el poder y luego institucionalizadas, que, a su vez, influyen en las luchas actuales. Se habla aquf de un poder del Estado mas que de un poder de élite. Esta teorfa no predice tanto que las élites estatales dominan a los actores de la sociedad civil como que todos los actores estan constrefiidos por las instituciones politicas existentes. El Estado institucionaliza los conflictos sociales presentes, pero los conflictos histérica- mente institucionalizados continuan ejerciendo un poder considerable sobre los nuevos. En ese sentido, a diferencia de las teorias de clase y las teorias pluralistas, el Estado no seria un actor pasivo sino un ‘lugar’ activo. Por tiltimo, la teorfa propuesta por Mann se puede catalogar como una “teoria del embrollo”, es decir, que el Estado seria tanto un ente funcional cono un agente “embrollador". Mann pretende advertir una légica en los errores garrafales del Es- tado, asi como en sus estrategias, basdndose en esquemas considerados elitistas, como es el caso de las conceptualizaciones que sobre el Estado elaboré Max Weber.' Asi, construye una definicién “institucional” del Estado donde se sabe lo que es pero no lo que hace: (i) el Estado es un conjunto diferenciado de instituciones y personal gue, (ii) implica una centralidad, en el sentido de que las relaciones politicas irradian desde el centro y hacia el centro, para abarcar (iii) una demarcaci6n territorial sobre la que ese Estado ejerce (iv) en alguna medida una capacidad de establecer normas autoritarias y vinculantes, respaldadas por algun tipo de fuerza fisica organizada (Mann, 1997: 85 y ss.) La definicién de Mann se distancia de la perspectiva institucional en la medida en que, si bien las funciones del Estado pueden concentrarse en la reproduccién de relaciones sociales necesarias para los modos predominantes de produccién o en Ia satisfaccién de necesidades de seguridad territorial, situaciones como el arbitro de disputas, la necesidad de redistribucién de recursos entre regiones, grupos de edad y otros grupos Sefiala Weber: “Una organizacién politica preceptiva, continuamente operativa, puede llamarse ‘Estado’ en la medida en que sus dirigentes administrativos sostengan con éxito la pretensién de ‘monopolizar el empleo legitimo de la fuerza fisica para imponer su orden” (en: Mann, 1997: 84). Es muy relevante presentar una aclaracién de Mann sobre este Gltimo punto. Con respecto a la defini- ccién weberiana de Estado el autor comparte la opinién de Anthony Giddens, segiin la cual son muchos los Estados histéricos que no “monopolizaron’” los medios de la fuerza fisica; incluso en los Estados modernos esios medios han sido practicamente autGnomos respecto al (resto del) Estado. 16 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia a los posibles escenarios de direccionamiento de la situacién conflictiva del pais: 0 bien se considera que el Estado colombiano experimenta una tendencia de largo plazo hacia el fortalecimiento y la consolidacién o, la de mayor aceptacién, que existe una clara tendencia hacia la debilidad estatal expresada en la irresolucién del conflicto, en la dificultad de consolidar las instituciones democraticas y en la forma en que las diferentes formas de ilegalidad involucran el poder del Estado (Mason, 2002: 68). Siguiendo esta ultima linea de discusién, dentro de la compleja gama de in- vestigaciones sobre las transformaciones del Estado colombiano a partir de los afios 80, se destaca un grupo reducido pero importante de trabajos dedicados de manera especial a un anilisis de conjunto de las instituciones politicas, econémicas y sociales del pafs, tendiente mas a la construccién y formulacién de alternativas de solucién que a la indagacién por las causas del estado de inestabilidad permanente de la na- cién colombiana. Este grupo esta constituido esencialmente por las investigaciones Colombia: un proyecto inconcluso (Cuéllar, 2000) y Las instituctones y el desarrollo econdmico en Colombia (Kalmanovitz, 2001), las cuales han generado un fructifero debate en los sectores académicos y administrativos del pais. Un balance de estos estudios constituye el tema central del capitulo cuarto, en el que se indaga hasta qué punto las investigaciones que marcan un especial énfasis en el desarrollo institucional (desde la perspectiva de Douglass C. North) pueden consti- tuirse como una herramienta eficaz y suficiente en el andlisis y en la presentacién de Propuestas de salida a la situacién de crisis nacional, frente a otro tipo de diagndsticos elaborados desde otras perspectivas y corrientes de las ciencias sociales. La hipétesis que orienta este capitulo sostiene que si bien los estudios sobre las instituciones colom- bianas representan un importante avance en la comprensién de la crisis nacional y la formulacion de alternativas de solucién, presentan una visién segmentada de la evolucién institucional y el desarrollo de la crisis nacional, en la medida en que mani- fiestan una confianza excesiva en la variable institucional y desconocen problematicas de cardcter estructural que inciden precisamente de manera significativa en el deterioro de las instituciones. En ese sentido, es imposible realizar un analisis del concepto de Estado nacién a la luz de sus desarrollos en el Estado colombiano sin realizar un diagnéstico de la situacién actual de sus instituciones politicas fundamentales. La adopcién forzosa del modelo neoliberal aceleré la transicién de un modelo de Estado desarrollista, carac- terizado por su papel activo en la regulacién de las relaciones sociales y la economia, ala minimizacién del mismo. Como lo sefiala Consuelo Ahumada, aunque las atribu- ciones del ejecutivo fueron fortalecidas por la Constitucién de 1991, esta le introdujo una restriccién fundamental en cuanto al manejo econémico, al establecer la autonom{a del banco emisor y consagrarlo como autoridad monetaria, cambiaria y crediticia del 20 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia Desde luego, hay diferencias importantes entre ellos. Mientras Deleuze y Guattari han construido una teoria general de las formaciones sociales alrededor del complejo conceptual de la “maquina social de deseo”, Foucault enfatiza en el microa- nalisis de formaciones de saber/poder especificas, de caracter institucional, como la carcel, el hospital, la escuela o el ejército. Por su parte, Lyotard, el tinico que tuvo una militancia socialista activa, redujo su teoria politica al problema del lenguaje proponiendo una especie de critica del juicio que pudiera decidir, cada vez, sobre las consecuencias éticas y politicas del modo de vida capitalista en el presente. El caso de Derrida es especialmente ambiguo, como él mismo dirfa, indecidible, dado que sus textos ofrecen las herramientas para deconstruir las categorias clasicas de la moder- nidad con un enfoque multidisciplinar y sin enmarcarse en una corriente particular de la filosofia politica. Especialmente interesantes son los desarrollos derridianos sobre las relaciones entre violencia, guerra, perdén, Estado y justicia, derivados de la lectura cruzada de Schmitt, Benjamin, Nietzsche y Jankélévitch, entre otros, y pensando en la discusi6n que algunos filésofos del derecho anglosajones le propusieran durante los afios 90 (ver, especialmente: Derrida, 1997b). En nuestro caso, hemos decidido utilizar las deconstrucciones derridianas para analizar procesos y problemas especificos, con el Animo de lograr una formulacién més directa de aquello que en Derrida tiende a volverse una interpretacién inacabable, en algunos casos, de dificil aplicacion al ana- lisis de la realidad social. Por tiltimo, vale la pena mencionar autores como Frederic Jameson, Immanuel Wallerstein o Boaventura de Sousa Santos, a quienes se podria catalogar como neomarxistas con influencias de las teorias de la postmodernidad, en Ja medida en que han logrado adoptar los principios basicos del marxismo al andlisis de las sociedades contemporaneas dentro de una discusin comin con los principios del liberalismo politico. A continuacién presentamos el nticleo tedrico de estos autores, especialmente de Deleuze y Guattari, por su pertinencia en la reconstruccién sistematica de una determi- nada formacion de Estado en paises periféricos. Deleuze y Guattari son los primeros en proponer una génesis arquetipica de la forma Estado, a partir de la cual construyen el concepto de aparato de captura como dispositivo especifico de su funcionamien- to desde la Antigiiedad hasta el presente. Aunque no sean visibles en el plano de la soberania, los aparatos de captura hacen posible el monopolio de la fuerza de trabajo, el territorio y el dinero. Asi, el vector funcional del aparato de Estado se apropia del entorno social gracias a una suerte de solidaridad formal de estas funciones, la cual constituye criticas tiene sentido al confrontar a cualquiera de ellos con los desarrollos recientes de la teoria liberal, sea el procedimentalismo normativo (Rawls, Habermas), e! multiculturalismo (Taylor, Kymlicka) o el liberalismo ecoldgico (Dobson, Wissenburg). 24 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia del Estado con el capital (capitulo Il), con el conflicto armado (capitulos VI y IX) © con la violencia inicial de la Conquista que funge como diagrama fundacional de su continuidad histérica (capitulo 1). El campo problematico Sin la pretensién de manejar todas las variables que supone la complejidad del Estado visto desde la relacién entre interioridad y exterioridad, adentro/afuera, asumimos que la descripcién del caso colombiano es un buen pretexto para poner a prueba el esquema descrito y para organizar en un nuevo orden algunos de los estudios mas importantes sobre la formacién de Estado. Los estudiosos de las ciencias sociales en Colombia han producido ya suficientes andlisis y descripciones para establecer una genealogia de la forma Estado en Colombia que dé cuenta de los dos grandes componentes del Esta- do, como fuente de soberania y como aparato de captura (Colmenares, 1997a: 109). Incluso, aunque no hay estudios que expliciten esa relacién, una mirada de conjunto permite establecer hipétesis generales sobre la génesis y la estructura de la forma Estado. Un posible punto de partida para establecer esa genealogia es interpretar la Conquista de América como el acontecimiento -para los unos gesta heroica, para los otros un gigantesco etnocidio- que hace posible la coincidencia entre la fundacién del Estado virreinal, como forma de sometimiento de las soberanias precolombinas, y el proceso de acumulacién originario del capital, como (ex)apropiacién generalizada de las riquezas y los recursos de las antiguas naciones indigenas. A propésito, uno de los limites epistemoldgicos de la teoria social durante los afios 60 fue la dificultad para explicar el modo de produccién de las colonias his- panoamericanas durante la época colonial en los marcos del ‘modo de produccién asidtico'."° Aunque se ha objetado la conveniencia del concepto mismo de modo de produccidn para dar cuenta del problema, nuestra impresién es que no hay andli- sis que permitan relacionar adecuadamente las distintas formas de produccién que caracterizan este periodo, en tanto que modos de vida, con la formacién de Estado. Este impasse es significativo al evaluar la persistencia actual de una multiplicidad de formas sociales premodernas que han resistido a los procesos de modernizacién econémica y modernidad politica en estos paises. En el intento de plantear esa relacién adecuadamente seguimos la tesis segin la cual, junto a los procesos de homogeneizacién, la organizacién interna del capital implica “la heterogeneidad de las formaciones sociales", como una estrategia para '@ Dentro de los numerosos trabajos en esta direccién que se produjeron durante los aitos 60, vale la pena resaltar el texto de André Gunder Frank: Capitalismo y subdesarrollo en América Latina. 28 image not available image not available image not available Génesis y tansformaciones del Estado nacién en Colombia y el equilibrio entre los poderes que garantizaba la reforma constitucional de 1991, se va consolidando un tipo de democracia dictatorial que prescinde de los poderes in- termedios y de las instituciones mediadoras al sustancializar la idea del Estado como una relacion directa entre el soberano y el pueblo. Por lo menos, de manera explicita, en lo que atafe a la resolucién del conflicto. En ese contexto, desde el aiio 2003 se ha venido realizando el proceso de des- movilizacin de los grupos paramilitares. El libro plantea una critica a ese proceso teniendo en mente lo que Derrida llama “perdén sin soberania”, con el fin de vislumbrar alternativas practicas y conceptuales en procesos de justicia transicional (capitulo IX). De hecho, sabemos que muchos procesos de justicia transicional se hacen en medio de sitwaciones de excepcionalidad juridica que otorgan un exceso de soberania ala figura del ejecutivo. Aunque en medio de fuertes presiones juridicas y politicas, tanto a nivel interno como a nivel internacional, ese es el caso del presidente Uribe. La cuestién es que esa preeminencia no tiene el cardcter de necesidad hist6rica ni esa parece la mejor via para resolver el conflicto. Indagando en las alternativas, se plantea la posibilidad de concebir un “perdén sin soberania” de parte de las victimas esto es, un perdén no juridico, en principio secreto y personal, indelegable e incondicionado respecto de los procesos politicos- que permita deconstruir los fundamentos de la soberania presidencial para perdonar alos victimarios y que otorgue legitimidad a las victimas en la iniciativa para orientar los procesos de desmovilizacién hacia un verdadero proceso de reconciliacién. Dado que en principio pareceria que una instancia sin soberania le resta efecto a la accién politica, en la segunda parte se mide la eficacia critica de ese perddn sin soberania por su plausibilidad dentro de una politica ciudadana de verdad, justicia y reparacion aplicada a la desmovilizaci6n de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Aunque en forma incipiente todavia, del andlisis de esas tensiones entre el perdén soberano y el perdén sin soberan{a, se puede deducir un esquema deliberativo aplicable a procesos de justicia transicional. Suponemos que el andlisis terminara por ser mas normativo que descriptivo, dado el caracter cambiante de la Ley de Justicia y Paz, tanto en su promulgacién como en su aplicacién. Por lo demas, ya empiezan a vislumbrarse las dificultades de una verdadera desmovilizacién del paramilitarismo como estructura politica, econdmica y criminal; y ya se pueden sefialar los efectos para Ja memoria, la verdad y la reparacién del hecho de que las victimas y la poblacién civil tengan un papel secundario en el disefio y en el derrotero de un proceso que confun- de la paz con el sometimiento, prioriza la seguridad sobre la verdad y es abiertamente reticente con una politica integral de reparacién. Entretanto, los cientificos sociales tratan de poner el andlisis al ‘ritmo’ de los acontecimientos. Los filésofos, mas lentos, tratamos seguir el paso de los estudios 32 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia Al indagar en esa genealogia del olvido -nadie recuerda el nacimiento del Estado- lo que resulta mas dificil de explicar para Deleuze y Guattari es “cémo unas funciones piiblicas podrian preexistir al Estado que implican” (Deleuze y Guattari, 1998: 436). Una manera de traducir esta paradoja es: si una estructura compleja de tal naturaleza puede ser explicada a modo de funciones parciales que finalmente co- inciden sélo en ciertas sociedades, o si el Estado comporta un axioma diagramatico que opera como un fatum adonde concurren, tarde que temprano, las diversas formas de organizar la vida en comin. A fin de intentar una respuesta que permita abordar los diversos aspectos del problema, y teniendo en cuenta la hipotesis mencionada, hemos ordenado el discurso en cuatro tipos de enunciados que son claves en la génesis de las instituciones colo- niales en América: i) los que involucran los recursos técnicos de la estrategia guerrera en tanto que agenciamientos de deseo, individual y colectivo; ii) los que describen procesos de subjetivacidn ligados a los diversos procedimientos de incorporacién de las nuevas poblaciones a la economia colonial; iii) los que muestran la historia como una forma de ritualizacién del poder y, iv) por tiltimo, el campo enunciativo donde concurren todos los demas y que constituye su condicién de existencia: ‘la formacion de Estado’."* Una aclaracién. Por diversas razones, la idea de trabajar a partir de autores fran- ceses como Foucault, Deleuze o Derrida, tiene varios riesgos en el medio académico, el mayor, perder la posibilidad de entrar en la discusién con investigadores que trabajan problemas comunes. Esta dificultad, en parte, tiene que ver con las formas de argu- mentacién, con el estilo de exposicién y con los métodos de investigacién, pero creo que el dbice mayor es la renuencia de aquellos autores a utilizar el vocabulario tedrico que predomina en la filosofia politica de tradicién marxista y liberal. Para aclarar este diferendo habra que esperar aiin unos aiios de ‘deshielo’ que decanten las perspectivas te6ricas y permitan valorar en su justa dimensién el aporte de los que, a falta de otro adjetivo mas preciso, se reconoce como fildsofos de la postmodernidad, Aun asi, espero que este capitulo sirva para mostrar la posibilidad de aplicar los conceptos de aquellos autores a problemas claves de nuestras sociedades, con la expec- tativa de abrir un debate més fructifero que no dependa de los avatares de las modas académicas. En todo caso, me disculpo de antemano por la imposibilidad de exponer en detalle conceptos que normalmente aparecen con un aire de rareza, pero confio en que el lector recurra a las fuentes o que pueda deducir su alcance del contexto de la exposici ‘4 En realidad, aqui sdlo desarrolla en detalle el tercer y cuarto tipo de enunciados. Para una exposicién detallada de los dos primeros, ver: Chaparro, Archeologte du savotr cannibale, capitulo 3. 36 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia ligados a las nuevas relaciones de poder derivadas de esa primera confrontaci6n, a partir de la cual, bajo condiciones de miedo, temor y sumisién, a veces voluntaria, las antiguas naciones indigenas son destruidas y/o incorporadas a las formas de produccién y registro de la maquina social puesta en experimentaci6n por el imperio hispanico. En esa transicién podemos intuir una primera respuesta a la pregunta por la génesis de Estado. A nuestro juicio, en el caso de los cacicazgos y sefiorios de la Nueva Granada, las formas y los métodos de implantacién del dispositivo institucio- nal quedan en evidencia desde un comienzo. La violencia necesaria para forzar el engranaje de las diversas maquinas sociales se traduce en una coaccién constante sobre los individuos, en una pedagogia vertical, incuestionable, esquematica, que im- pone los procedimientos sin atender a los sujetos ni a los procesos de subjetivacién que los justifican en Occidente. El conjunto de las instituciones espafiolas entran a sobrecodificar las funciones comunitarias ya existentes, al precio de supeditar el nuevo dispositivo al control directo de las poblaciones por parte de esa institucién-matriz que es el ejército, en funcién de un despotismo dificil de caracterizar en las categorias canénicas. En efecto, a pesar de que las instituciones mismas suponen una impronta de modernidad en la produccién de los sujetos, el ejercicio cotidiano del poder supone una ascendencia sejiorial, legitimada indistintamente en los privilegios derivados de la Conquista, en la pertenencia a la aristocracia nativa y metropolitana y/o en la preeminencia de la burocracia imperial. Sobre ese fondo de fuerzas que establece una nueva dominacion ‘personal’ y legitima la operacién conquistadora como derecho positivo y contractual, veamos los enunciados que permiten describir las diversas formas de apropiacion —de los cuer- pos, de las almas y de las propiedades- del otro como dispositivos de estatalizacion agenciados por la monarquia hispana. Ante todo, se trata de un procedimiento fundacional que opera como lazo co- lectivo: las formas de poblamiento establecidas desde el centro imperial terminan por superponerse a las antiguas formas de segmentacién social, asimilando las formacio- nes sociales tradicionales y redistribuyendo el territorio de los cacicazgos en la nueva jurisdicci6n imperial. Al sobrevolar el conjunto, estos nuevos dispositivos logran cani- balizar ta fuerza laboral de las antiguas formaciones, imprimirles un sentido universal, distribuir las poblaciones de acuerdo a su propio orden burocratico y administrativo. La maquina Estado proyecta una tal potencia diagramatica e in-formativa que, a pesar de elaborar las leyes ‘de ofdas’ y distribuir ‘a ciegas’ un territorio hipotético, todo el proceso de reterritorializacién parece dispuesto segtin una axiometria cuyos postulados encuentran limites precisos en la topologia del espacio invadido, en la aritmética de ‘sus materiales, en el calculo de sus tributos, en el rendimiento de sus posesiones. 40 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia 3. La historia como ritual de poder La hipétesis de una sucesién ldgica entre la fuerza destructora y la fuerza persuasiva, entre conquista y colonizacién, funciona para los cacicazgos que se someten volunta- riamente al nuevo dominio espanol, pero resulta insuficiente cuando las maquinas territoriales se resisten a declinar las antiguas alianzas que constituyen sus propias formas de gobierno. Es el caso de las naciones que habitan el valle del Magdalena, al sur del caci- cazgo de los chibchas, donde el conjunto de la poblacién se ha organizado en funcién guerrera frente a los conquistadores, hasta convertirse en un verdadero problema de Estado. Se puede deducir por documentos histéricos y etnohistéricos que la guerra entre paeces, pijaos, coyaimas, natagaimas y otros pueblos esta concebida como par- te de un complejo ceremonial canibal. A este respecto, se ha planteado una suerte de guerta tedrica entre los autores de la posicién romdntica, que consideran el canibalismo como una acusacién infundada, claramente etnocéntrica, que justificaria la violencia co- lonial, y los autores realistas que consideran el canibalismo un rasgo indispensable para comprender las sociedades prehispanicas. Desde 1a posicién realista, borrar el canibalismo de la historia y la antropologia americanas es equivalente al olvido que el individuo ejerce sobre rasgos de su cardcter 0 sobre aspectos traumaticos de su historia personal, lo que no impide que esos rasgos se manifiesten de otra manera o que el episodio traumatico retorne a lo largo de su vida adulta.?” Frente a este debate, todavia inconcluso, en vez de una doble interpretacién: histérica y psicoanalitica, que termine por disociar lo consciente y lo inconsciente a favor de lo primero, prefiero implicar la represion y el instinto en condiciones de vida hist6rica y socialmente determinadas tratando de captar, a través de los cédigos y los relatos rituales, la sobreimpresién que deja el acto canibal en los relatos histori- cos y en la economia deseante de las culturas que conciernen a esta investigacién.* Ahora bien, como demuestra Bolafios, es innegable que la retérica del canibalismo que abunda en las crénicas establece un juicio previo sobre los pijaos y otros pueblos Para una discusién sobre la existencia “teal” del canibalismo en América habria que convocar, en el primer grupo, que lo niega tajantemente, a autores como Arens -E1 mico del canibalismo- y Bolafios ~Barbarie y canibalismo en la retorica Colontal-. En el otto extremo, vale la pena mencionar, entre otros, a: Florestan Fernandes, 4 funcao soctal da Guerra na sociedade Tupinamba; Viveiros de Castro, Araweté; y Adolfo Chaparto, Archéolagie du savoir cannibale. No es este el espacio para examinar el grado de intensidad y la profundidad de la ‘impresién’ que el acto cantbal deja sobre el conjunto del aparato psiquico, sobre su dindmica, sobre los mecanismos de censura y represién Individual y colectiva. Por ahora digamos que en esta busqueda resulta improce- dente, respecto del canibalismo y de la represién que se ejerce sobre él, “leer lo reprimido a través de y en la represion, puesto que esta no cesa de inducir una falsa imagen de lo que reprime” (Derrida, 19972: 74) 26 44 image not available image not available image not available image not available image not available image not available image not available image not available image not available image not available image not available Génesis y transformaciones de! Estado nacién en Colombia les” en la época republicana.*’ Una ultima explicacién que recoge las anteriores, y que se hace mas compleja a medida que avanza la historia de Colombia, es que en estos territorios se establecié un conjunto de soberanfas derivadas del poder local, ya fuera por la configuracién de ejércitos no oficiales, por las formas de propiedad hacendataria 0 por la persistencia de los grupos étnicos amerindios y afrocolombianos. En fin, si bien es ya imposible hacer un inventario de todo aquello que en las creencias, practicas y rituales amerindios no pudo ser intercambiado para ser integrado en los nuevos modos de subjetivacién, a futuro, en una suerte de historio-tanato- antropo-psicoanilisis, trabajando en lo archivado de la represién, se hace imperioso Jevantar ese ctimulo sincrético de huellas que vienen a constituir nuestro inconscien- te colectivo de nacién, como una herencia fragmentada por el proceso mismo de su constitucién. sr En un texto reciente, Margarita Serje ha trabajado sistematicamente esta hipotesis en una perspectiva antropol6gica. Por la similitud con esta investigacién, cito extensamente las premisas de su trabajo: “Durante los tres sigios de ocupacién colonial se consolidaron una serie de espacios articulados al proyecto de urbanizacién, a la produccién y al comercio metropolitanos que ocuparon grosso modo el eje Norte-Sur de las tres cordilleras y la Costa entre los rios Sinti y Magdalena, Paralelamente, hubo otro conjunto de zonas que se marginaron de este ordenamiento debido a razones miiltiples. las que se presentaron muchas veces de manera simultdnea: frentes de resistencia indigena o cimarrona, una extrema dificultad de acceso que las definié en términos de aislamiento, sus caracteristicas climaticas y naturales y/o la carencia de recursos identificados como interesantes o explotables que las hacian ‘poco atractivas para el poblamiento colonial. Entre estas regiones se pueden contar la Alta Guajira, la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serrania de Perija, El Catatumbo y el valle medio del rio Magdalena, a Serrania de San Lucas, e! Alto Sind y San Jorge, el Darién, el litoral Pacifico, el piedemonte oriental y la mayor parte de la Amazonia y la Orinoquia. Mas de la mitad del territorio nacional. {...] Desde la constitucién de 1863 se establecié que estas ‘enormes extensiones selvaticas’, de gran potencial ‘econémico e incapaces de gobernarse a si mismas {se constituyeran como] Territorios Nacionales, tu- teladas por un régimen especial. A finales del siglo XIX la Repiblica decide entregar el control de estas regiones a la Iglesia Catélica [...] y se convierten en Territorios de Misiones. Estos territorios han sido posteriormente colonizados por varias oleadas de gentes desplazadas que han llegado buscando nuevos horizontes, convirtiéndose en ‘fronteras agricolas’ y posteriormente en los ‘frentes de colonizacion’ [y] hoy son conocidas como ‘zonas de orden piiblicc’ donde reina el desorden piiblico [...] se han convertido ‘en los bajos fondos del espacio nacional, en su revés, en su negativo" (Serje, 2005: 4). 56 image not available image not available image not available Génesis y tansformaciones del Estado nacién en Colombia administrativa, el caciquismo,** el asistencialismo, el caudillismo y/o los estados de excepcidn jurfdica como formas rutinarias de gobierno que, desde luego, los politicos insisten en criticar en sus discursos. Otra manera de ver esa persistencia arcaica es tratando de explicar por qué una categoria como ‘dictadura democratica’, tan contra- dictoria en si misma, se ajusta tan bien a la realidad de muchos paises periféricos en Asia, en Africa y en América Latina. Sin la pretensién de manejar todas las variables que supone la complejidad del Estado visto desde la relacidn entre interioridad y exterioridad, adentro/afuera, espero que la descripcién del caso colombiano sea un pretexto para poner a prueba el esquema y para organizar en un nuevo orden algunos de los estudios mas importantes sobre la formacion de Estado. Mi opinién es que los estudiosos de las ciencias sociales en Colombia han producido ya suficientes andlisis y descripciones para establecer una genealogfa de la forma Estado en Colombia que dé cuenta de los dos grandes compo- nentes del Estado, como fuente de soberania y como aparato de captura (Colmenares, 1997a: 109). Incluso, aunque no hay estudios que expliciten esa relacién, una mirada de conjunto permite establecer hipétesis generales sobre la génesis y la estructura de la forma Estado. Un posible punto de partida para establecer esa genealogia es inter- pretar la Conquista de América como el acontecimiento-para los unos gesta heroica, para los otros un gigantesco etnocidio- que hace posible la coincidencia entre la fundacién del Estado virreinal, como forma de sometimiento de las soberanias precolombinas, y el proceso de acumulacién originario del capital, como (ex)apropiacién generalizada de las riquezas y los recursos de las antiguas naciones indigenas. Esta coincidencia, como punto de partida, unifica la perspectiva del adentro y del afuera en la descripcién del nuevo Estado en formacién. Pero esa unificacién deberia evitar el malentendido de reducir la perspectiva del afuera a un puro factor econémico. En el afuera, desde el comienzo, estan las maquinas de guerra que enfrentan y/o resisten a la Conquista, las formas de saber indigena y mestizo que no se ajustan al canon de la verdad occidental,** las tradiciones chamAnicas y curativas autéctonas, los modos de produccién e intercambio, en fin, todo lo que queda por fuera en el es- + aunque parece obvio, es bueno recordar que el llamado ‘caciquismo’ se origin6 en la decisién de la Corona espaiiola de incorporar a los jefes nativos de las comunidades al aparato administrativo, en una situacién de subordinacién pero aprovechando su ascendencia entre los indigenas. El objetivo era facilitar el cumpli- tmiento de las disposiciones legales y, sobre todo, la recoleccién del tributo. En su papel de intermediacién con el poder central, muchos caciques aprovecharon este nuevo estatus en beneficio personal (Gamboa, 2005: 65 y ss.). ‘Un caso tipico de esta confrontacién es la persistente prohibicién de las Leyes de Indias al consumo de bebidas embriagantes nativas, que los antropologos explican hoy por el hecho de que la embriaguez ceremonial, mas que las orgias, temidas por las autoridades, propiciaba la reflexién y la decisién sobre Jos problemas de la comunidad (Herrera, 2005: 169). “s 60 image not available image not available image not available Gént y transformaciones del Estado nacién en Colombia y por la fuerte centralidad del poder politico y religioso en sefiorios."* En esa pers- pectiva, resulta especialmente interesante la génesis del Estado nacién en Colombia. A diferencia de los imperios precolombinos de México y Per, entre los muiscas, los quimbayas o los pijaos de la Nueva Granada no se puede hablar claramente de Estado ni se puede predecir con certeza que en la organizacién de los cacicazgos estuviese ‘necesariamente’ en germen la forma Estado. Esta comprobacién inicial no nos au- toriza a ignorar las formas de coexistencia e intercambio entre los grandes imperios precolombinos y las formas sociales que estaban en la 6rbita de su dominio potencial. Es probable que, desde un modelo minimalista del Estado, pudiésemos considerar a los cacicazgos ~con sus formas de gobierno, produccién econdmica y jerarquizacién social- como Estados. La sugerencia es de Carolina Galindo, quien considera plausible el andlisis de los cacicazgos presentes en el territorio de la Nueva Granada al momento de la Conquista como formas estatales especificas.” En cualquier caso, al definir el territorio real de dominacién dentro de los limites de los cacicazgos, la Corona dejaba por fuera los pueblos guerreros del valle del Magdalena, los cuales se convirtieron en enemigos comunes de los muiscas sometidos y de los nuevos sefiores hispanos. De otra forma no se explica cémo “un grupo de unos ciento setenta europeos pudo conquistar un area habitada probablemente por mas de un millén de indigenas” (Palacios y Safford, 2006: 60). Sometidos los muiscas, los espanoles lograron alianzas que les ayudaron a someter poco a poco todos los pueblos que habitaban la parte media y alta de las tres cordilleras. Ami juicio, las dos estrategias basicas de asimilaci6n exitosas tienen que ver con la organizacién de los cultivos, que garantizaba la sobrevivencia de los espaiioles y de una cantidad significativa de mano de obra, y con la conversi6n del oro nativo en motor del nuevo ciclo de acumulacién del capital a nivel mundial. Aqui cuenta tanto el saqueo sistemAtico y la fundicién del oro en barras para la ‘exportacién’, como la costumbre de descubridores, funcionarios y soldados de llegar con un botin de regreso a Espafia. {A propésito, para Safford el seftorio muisca contaba con el sistema social jerdrquico “mas complejo y territorialmente mas extenso” hallado por los espafioles en la Nueva Granada. Asentados en las alti- planicies de los actuales departamentos de Boyacd y Cundinamarca, contaban entre “800.000 y 1,2 millones habitantes”. Aunque vivian en grandes comunidades, no hay indicios arqueol6gicos de grandes centros urbanos, “EI nivel mas bajo de la jerarquia era la wea, organizacién territorial y familiar com- puesta por unos ocho a veinte hogares. Varias ueas se agrupaban bajo el mando de jefes intermedios. Los espafioles llamaron ‘capitanes' y ‘caciques' a sus superiores, jefes que dominaban comunidades de unas 10 mil personas o quizas mas” (Palacios y Safford, 2006: 43 y ss.) Para el caso, resultan estimulantes los pocos estudios que sobre los muiscas se han desarrollado en los tiltimos afios. Por ejemplo, el de Francols Correa: £1 sol del poder. Stmbologta y polttica entre los mutscas del norte de los Andes; 0 la excelente compilacién de Ana Maria Gémez Londofto: auiscas. Representactones, cartografias.y etnopoliticas de ta memoria. ° 64 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia El diltimo es ef axioma de la acumulacién de dinero y metales preciosos. Aun- que se trataba de una etapa ‘experimental’ en la implantacién de nuevos modos de produccién y en el funcionamiento de la maquina social como un todo que giraba al- rededor del Estado, el esquema de aranceles y tributos funciond adecuadamente con el objeto de capturar los excedentes que generaban el comercio, la extraccién de metales preciosos y el trabajo ligado a la tierra (Deleuze y Guattari, 1985: 146-147). Ahora, si bien el tributo resuelve las exigencias fiscales y administrativas que se le imponen a las comunidades desde fuera -para lo cual el Estado opera como un agente econémico directo-, en muchos aspectos no cambia las formas tradicionales de produccién. Un efecto inmediato de esta circunstancia es la escasez de circulante entre la poblacién indf- gena, y por tanto, la escasa circulacién de bienes por la via del comercio. De otra parte, junto al proceso de acumulacién centrado en las labores de ex- traccién, en el comercio y en el tributo, se mantiene una suerte de plusvalfa basada en el prestigio, la cual suple de bienes y servicios a los nuevos sefiores, al precio de impedir la creacién de un verdadero mercado interno de mercancias y de fuerza de tra- bajo, La escasez de mano de obra sera el mayor motivo de conflicto entre el Estado, las comunidades, los nuevos propietarios y los encomenderos a lo largo de la época colonial. Las restricciones de movilidad y contratacién del resguardo y la servidumbre que supone la encomienda determinan en buena parte esta situacién.** Un andlisis retrospectivo dirfa que la causa estaba en el ‘atraso’ de la economia hispanica respecto de otras naciones imperiales, o sea, en las dificultades inherentes al sistema colonial para entrar claramente en la economia de mercado.** Habria que analizar también la resistencia que, en general, significaba la primitiva fijacién sobre la Madre Tierra que caracterizaba a las comunidades prehispdnicas, como un sistema global de deseo y destino que no puede ser reducido al proyecto colonial. Desde luego, es mucho mas facil el trdnsito de régimen en el caso de los cacicazgos, pero se trata siempre de procesos incompletos. La sobrecodificacién que ejerce la figura del rey sobre el territorio, con todo ‘su aparato fiscalizador y administrativo, no logra deshacer las antiguas filiaciones y relaciones de intercambio, de la misma manera que la forma ‘impuesto’ del tributo 55 Una explicaci6n posible es que, como la tierra era abundante, en un comienzo las adjudicaciones abar- caron grandes extensiones. Hacia mediados del siglo XVIII se habia cumplido la ocupacin préctica de todas las tierras del rey y las que por su localizacién y calidad tenian algiin valor econémico, “dando un lugar a un agudo problema de tierras padecido por lo indigenas y los nuevos inmigrantes” (Tirado Mejia, 1983: 72). En esa l6gica, para Jaramillo y Colmenares la inmovilidad de la tierra como mercancfa limita el desa- rollo de las economias privadas y “se traduce en el funcionamiento del Estado en un alto grado de ineficacia y corrupcién, debido al cardcter prebendario de los cargos, ala ignorancia de los funcionarios medios y a la utilizacién de los cargos piiblicos por parte de los espaftoles para eludir las ocupaciones productivas y como medio de ascenso y prestigio social” (Jaramillo y Colmenares, 1979: 354). se 68 image not available image not available image not available Génesis y transformaciones del Estado nacién en Colombia dicciones entre impulsar el proteccionismo o el librecambio, no alcanzé a consolidar las reformas en un nuevo esquema de acumulaci6n. Sin embargo, atin después de la Independencia, los tinicos impuestos que realmente funcionaron hasta bien entrado el siglo XIX se derivaban de las actividades de importacién de productos manufacturados y exportacién de metales preciosos vigentes durante la Colonia." El cambio de régimen no parece haber alterado sustancialmente el esquema, s6lo que, en adelante, en vez de depender de Espafia, el comercio de los paises lati- noamericanos quedé vinculado a las grandes compaiias mercantiles y la demanda de los productos primarios de exportacién se hizo desde las grandes empresas de los paises centrales. 2. El interregno post-independentista La hipétesis que quisiera desarrollar en este apartado es que la Independencia, a pesar de las medidas derivadas de su intento por fundar la Republica con un nuevo criterio de pueblo y un nuevo ideal de nacién, no cambia radicalmente la estructura fundamental de la forma Estado heredada de la Colonia. Las nuevas formas de soberania no alteran fundamentalmente las funciones del Estado como aparato de captura. En realidad, la estructura misma del Estado como aparato de captura no parece estar en el centro de la discusi6n politica, o mejor, el suefio republicano de las élites independentistas sigue aferrado al esquema funcional y a las jerarquias basicas del Estado metropolitano. En ese sentido, todo el esfuerzo de politicos y legisladores durante la primera mitad del siglo XIX es un intento vano por transformar las funciones del Estado para liberar los flujos de propiedad territorial, de dinero y de mano de obra de acuerdo al axioma de librecambio generalizado y apertura al comercio exterior, como pivotes del nuevo modo de produccién. Una posible explicacién a esta opcién conservadora de las élites independen- tistas, es que buena parte de las reformas ya habfan sido iniciadas en la tiltima etapa del gobierno virreinal. La modernizacion del gobierno virreinal levada a cabo desde mediados del siglo XVIII, y la influencia de los criollos ilustrados independentistas en el nuevo régimen, predispusieron una cierta continuidad del aparato burocratico en- cargado del monopolio sobre el territorio, el dinero y la fuerza de trabajo. Es cierto que la configuracién del poder politico y la legislacién civil se renovaron siguiendo la historia y el derecho de la Reptiblica Francesa, pero al comparar las nuevas medidas ®! Segiin Tirado Mejia, el principal producto de exportacién hacia la metrépoli durante la Colonia fue el oro: “El oro producido en Occidente Cauca y Orinoquia- se constituyd en nuestro principal producto de exportacién [...] mas del 85% de las exportaciones del Nuevo Reino de Granada” (Tirado Mejfa, 1983: 98). 72

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