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El calendario Maya más antiguo.

Un equipo de investigadores de EE UU anunció el descubrimiento del calendario maya más anti-


guo documentado hasta la fecha, que data del siglo IX, pintado en las paredes de un habitáculo
encontrado en la ciudad maya de Xultún (Guatemala).
El calendario documenta ciclos lunares y lo que podrían ser planetarios, según explicaron en rue-
da de prensa los arqueólogos William Saturno, de la Universidad de Boston, y David Stuart, de la
Universidad de Texas-Austin.
Además, su hallazgo, que publica esta semana la revista Science,desmonta la teoría de quienes
auguran que el mundo se acabará en 2012 basándose en los 13 ciclos del calendario maya, cono-
cidos como 'baktun', ya que tiene 17 'baktunes'. "Esto significa que hay más periodos de los 13"
conocidos hasta ahora, subrayó Stuart, quien señaló que el concepto ha sido "manipulado" y ase-
guró que el calendario maya continuará con sus ciclos millones de años.
Los jeroglíficos pintados en lo que podría ser un templo de la megaciudad de Xultún, en la región
guatemalteca de Petén, es varios siglos más antiguo que los Códices Mayas escritos en libros de
papel de corteza de árbol del periodo Postclásico tardío. Los expertos destacan que hay glifos y
símbolos "que sólo aparecen en un lugar: el Códice de Dresde, que los mayas escribieron muchos
siglos más tarde" y que se cree que es del año 1.250, señaló Stuart. "Nunca habíamos visto nada
igual", señaló Stuart, profesor de Arte y Escritura Mesoamericana, encargado de descifrar los gli-
fos, quien destacó que se trata de las primeras pinturas mayas encontradas en las paredes de un
habitáculo. La habitación, según los expertos, forma parte de un complejo residencial más grande.
Los investigadores lamentan que parte del cuarto ha sido dañado por saqueadores, pero se han
podido conservar varias figuras humanas pintadas y jeroglíficos negros y rojos. En una de ellas
aparece la figura del rey tocado con plumas azules y glifos cerca de su rostro que, según han desci-
frado, significan "Hermano Menor". La pared este contiene una serie de cálculos que correspon-
den al ciclo lunar, mientras que los jeroglíficos de la pared norte creen que podrían relacionarse
con los ciclos de Marte, Mercurio y posiblemente Venus.
Los autores apuntan que el objetivo de elaborar estos calendarios, según los estudios realizados a
partir de los códices mayas encontrados previamente, era el buscar la armonía entre los cambios
celestes y los rituales sagrados, y creen que estas pinturas podrían haber tenido el mismo fin. "Por
primera vez vemos lo que pueden ser registros auténticos de un escribano, cuyo trabajo consistía
en ser el encargado oficial de documentar una comunidad maya", señaló Saturno, quien señaló
que parece que las paredes se hubieran utilizado como si fueran una pizarra para resolver proble-
mas matemáticos.
Según indicaron, podría tratarse de un lugar en el que se reunían astrónomos, sacerdotes encar-
gados del calendario y algún tipo de autoridad, por la riqueza en el decorado de las pinturas en
las paredes, que también utilizaron para hacer sus anotaciones. La investigación continúa abierta
para determinar qué tipo de habitación se trata, si era una vivienda o un habitáculo de trabajo y si
era utilizado por una o varias personas. "Todavía nos queda explorar el 99,9% por ciento de
Xultún", señaló Saturno, quien aseguró que la gran ciudad maya descubierta en 1915 proporciona-
rá nuevos descubrimientos en las décadas venideras.
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Pintado por Heather Hurst. NG

Pintado por Heather Hurst. NG


Un equipo de investigadores de la Universidad de Boston ha encontrado, en la selva del norte de
Guatemala, el que aseguran que es el calendario maya más antiguo documentado hasta la fecha.
Los arqueólogos, según publican en ‘Science’, lo han localizado en las paredes de un recinto oculto
en la floresta de la antigua ciudad maya de Xultún.
La construcción fue localizada, por casualidad, por uno de sus alumnos en el año 2010 y han tar-
dado dos años en descifrar qué eran los pictogramas que adornaban sus paredes. Su sorpresa fue
mayúscula al descubrir que se trataba de los ciclos de la Luna, el Sol, Venus y Marte, y que ade-
lantaban las fases por las que pasarían en los próximos 7.000 años.
Para el astrónomo Anthoy Aveni, uno de los coautores, este hallazgoecha por tierra la leyenda
que apuntaban que este año 2012 llegaría el fin del mundo, según el calendario maya, dado que
ahora se sabe que los mayas no ponían fecha límite a los ciclos cósmicos.
Pero, además de los registros de datos, en columnas de números, en el habitáculo se han encon-
trado las figuras pintadas de varios personajes que podrían tener relación con la familia real o la
del escriba, o quizá con ambos. Se desconoce si se trataba de un templo, pero sí se sabe que for-
maba parte de una edificación grande y que es unos 500 años más antiguos que los códices mayas,
escritos en papel, que se encontraron los colonizadores españoles.
Una de las figuras representa a un rey tocado con plumas, que seria el ‘Hermano Menor Obsidia-
na’ y otro es el ‘Hermano Mayor’.
Los arqueólogos apuntan que para los mayas era muy importante buscar la armonía entre los
cambios celestes y los rituales sagrados, e incluso en función de ellos dirigían sus campañas. “Por
primera vez vemos lo que pueden ser registros auténticos de un escribano, cuyo trabajo consistía
en ser el encargado oficial de documentar una comunidad maya”, ha explicado Saturno.
Los arqueólogos reconocen que aún queda por explorar el 99,9% de Xultún, un complejo que fue
descubierto hace un siglo, pero que ha sido poco investigado hasta ahora por lo que se cree que
oculta muchos otros secretos que darán luz a la historia de los mayas.

Un equipo de arqueólogos norteamericanos ha descubierto en el yacimiento de Xultún, una gran


ciudad escondida en la selva de Petén, en Guatemala, el calendario maya más antiguo que se co-
noce. Estas tablas astronómicas del siglo IX, que anteceden en varios siglos a los famosos códices
mayas escritos en papel de corteza, están pintadas en los muros intactos de lo que parece ser la
vivienda de un escribano. Las paredes, adornadas con pinturas únicas -una de ellas representa una
formación de hombres con uniformes negros-, están repletas de cientos de números garabatea-
dos. Los glifos son cálculos de ciclos: el ceremonial de 260 días, el solar de 365 días, el de 584 días
del planeta Venus y el de 780 días de Marte. Las tablas, que intentan encontrar la armonía entre
los eventos celestes y los rituales sagrados, se extienden unos 7.000 años en el futuro y son cícli-
cas, por lo que, según los investigadores, no proporcionan ninguna señal para pensar que el fin
del mundo ocurrirá en diciembre de 2012, como la creencia popular se empeña en mantener. El
hallazgo aparece publicado en revista Science.
Xultún, un área de 12 kilómetros cuadrados donde decenas de miles de personas vivieron una vez,
comenzó a construirse en el siglo I antes de Cristo. El lugar prosperó hasta el final del período Clá-
sico maya -su último monumento data del año 890 d.C.- y quedó en el olvido hasta que fue descu-
bierto hace unos cien años por unos trabajadores guatemaltecos. En 2010, una expedición finan-
ciada por la National Geographic Society sacó a la luz una vivienda de la antigua ciudad oculta por
la vegetación, a un metro bajo la superficie.
Lo que había dentro asombró a los arqueólogos. Tres muros pintados, cada uno con su propia his-
toria, prácticamente intactos. En ellos, pequeños glifos rojos y negros arriba y abajo por toda la
pared, barras y puntos que representan columnas de números. «No es un templo ni un monumen-
to. Por primera vez, teníamos ante nuestros ojos los registros reales en poder de un escribano»,
describe por teléfono a ABC.es William Saturno, profesor de arqueología en la Universidad de Bos-
ton (EE.UU.). «Es como ver un episodio de la serie de televisión 'Big Bang Theory', utilizaban las
paredes como un pizarrón para escribir sus problemas matemáticos», continúa. El investigador
cree que los escribanos o astrónomos de la época copiaron los datos de «algún libro que no ha
llegado hasta nuestros días».

Predicción de eclipses
Las pinturas representan el primer arte maya encontrado en las paredes de una casa. El muro nor-
te, al frente según se entra en la habitación, muestra a un rey sentado, vestido con plumas azules.
La imagen de otro hombre aparece en un vibrante color naranja. Los glifos cerca de su cara le lla-
man «hermano más joven de Obsidian», un curioso título rara vez visto en los sitios mayas. Sa-
turno cree que puede tratarse del hijo o del hermano menor del rey, posiblemente el escriba que
vivió en la casa.En la pared oeste, otras tres misteriosas figuras masculinas aparecen pintadas de
negro, con taparrabos blancos, medallones alrededor de sus cuellos y tocados con una pluma, algo
que también supone una novedad. Una especialmente corpulenta «como un luchador de sumo»
es el «hermano mayor de Obsidian». Pero lo que sin duda resulta más atractivo y misterioso son
los calendarios y los cálculos que, en vez de en códices, como ocurriría cientos de años después -el
más famoso es el códice de Dresde-, han aparecido escritos en las paredes. El muro oriental está
dominado por figuras numéricas, incluidas las columnas de números que representan los cálculos
de conteo y calendario. Algunos siguen las fases de la Luna, otros intentan reconciliar los períodos
lunares con el calendario solar, «una forma de predecir eclipses», dice Saturno. Incluso algunas
notas pintadas en rojo junto a los cálculos parecen correcciones. «Los mayas tenían grandes cono-
cimientos de astronomía», dice el arqueólogo. «Los utilizaban para planificar sus eventos en sus
vidas, como por ejemplo la coronación del rey o cuándo empezar una guerra con otro pueblo».
7.000 años en el futuro. Precisamente, en el muro norte cuatro largos números que representan
de un tercio de millón a 2,5 millones de días reúnen todos los ciclos astronómicos que los mayas
consideraban importantes, como los de Marte, Venus y los eclipses lunares. Estas fechas se ex-
tienden unos 7.000 años en el futuro, demasiado tiempo como para considerar que el mundo
puede acabar en 2012.
Muy al contrario, los científicos creen que estos símbolos reflejan una visión determinada del
mundo que nada tiene que ver con las populares profecías sobre el final de los tiempos. «Para los
mayas todo era cíclico», dice William Saturno, que se ríe al recordar los terribles presagios para
finales de año y pone un ejemplo: «Debemos pensar en el cuentakilómetros de un coche, cuando
se pone otra vez a cero, vuelve a empezar». Pese a estos razonamientos, el científico está conven-
cido de que cuando llegue el 21 de diciembre y no ocurra nada, los catastrofistas «se inventarán
una nueva fecha». «Tenemos algo que aprender de los mayas y es que nosotros, en vez de pensar
en cómo mejorar el mundo, parece que solo pensamos en su fin», reflexiona
Un equipo de investigadores analiza las pinturas encontradas en una casa. Se trata del calendario
maya más antiguo descubierto hasta la fecha. La estructura pudo pertenecer al lugar de trabajo
del escribano de la ciudad.

Una gran ciudad construida por los antiguos mayas, y descubierta hace casi un siglo, está comen-
zando a revelar sus secretos, como el del calendario maya más antiguo descubierto hasta la fecha
que no aporta indicios sobre la creencia popular de que el mundo pueda acabar en 2012.

El hallazgo, publicado por la revista Science, desmonta la teoría de quienes auguran que el mundo
se acabará en 2012 basándose en los 13 ciclos del calendario maya, conocidos como ‘baktun’, ya
que tiene 17 ‘baktunes’.

“Esto significa que hay más periodos de los 13″ conocidos hasta ahora, subrayó Stuart, uno de los
investigadores de la Universidad de Texas que ha participado en el descubrimiento.

Además, Stuart ha señalado que el concepto ha sido “manipulado” y aseguró que el calendario
maya continuará con sus ciclos millones de años.

La investigación se ha centrado en el complejo de Xultún, en la región de Petén (Guatemala). Los


arqueólogos descubrieron na estructura que podría haber sido el lugar de trabajo del escribano de
la ciudad, con paredes adornadas con pinturas únicas, la mayoría con centenares de números ga-
rabateados, relacionados con los cálculos del calendario maya.

La casa cuenta con tres paredes intactas en las que cada mural representa su propia historia y mis-
terios. Una de estas estructuras está cubierta con diminutos signos rojos y negros (glifos) que pa-
recen representar los diferentes ciclos del calendario trazados por los mayas, según el descubri-
miento publicado en la revista Science.
Revista ciencia

Calendario Maya y misterioso mural descubierto10 de mayo de 2012, los Los investigadores han
descubierto un mural Maya muy bien conservado y las marcas naturales que añaden la perspecti-
va en el pensamiento maya.National Geographic Society concesionario William Saturno y su equi-
po descubrieron la obra de arte en lo que fue ya sea una casa o lugar de trabajo abandonada hace
cientos de años. Los hallazgos aparecen publicados en la edición del 11 de mayo de la revista
Science y la edición de junio de la revista National Geographic.En lo profundo de la selva tropical
de Guatemala, el arqueólogo y National Geographic concesionario William Saturno, ha descubier-
to una joya del arte maya.Enterrada durante siglos en la ciudad maya de Xultún, donde decenas de
miles de personas se cree que vivió - es lo que pudo haber sido un hogar maya o área de traba-
jo.En el interior de las paredes: un mural muy bien conservada y algunos símbolos misteriosos as-
tronómicos y calendario.Las rocas erosionado por Saturno, al parecer, fueron colocados allí por los
mayas como una práctica común para llenar en las estructuras que ya no eran necesarios.Una de
las paredes cuenta con un rey sentado, con plumas azules - visto en el extremo derecho.Y en el
extremo izquierdo, se puede ver una de las tres figuras masculinas llevan uniformes al estilo de los
vestidos mitra en la cabeza. Semejante despliegue de un grupo no se ha visto de esa manera antes
en el arte maya.Y un tercer muro conservado, aunque muy erosionada, está dominada por cifras
numéricas, incluidas las columnas de números que representan el conteo y cálculo del calenda-
rio.Saturno y su equipo dicen que los símbolos reflejan una cierta visión del mundo: que los mayas
predijeron que el mundo continúe.Mientras que algunos siguen buscando las terminaciones en el
calendario maya, dice que los mayas fueron en busca de una garantía de que nada iba a cambiar-
una actitud completamente diferente.Los hallazgos aparecen en la edición del 11 de mayo de la
revista Science, y la edición de junio de la revista National Geographic.de crédito de vídeo: 2012
National Geographic

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