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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior Universitaria


Universidad Nacional Experimental de la Seguridad UNES
Acarigua – Estado Portuguesa

Derecho a La Libertad

Dicentes:
Héctor Aguilar
Tony Peralta
Carlos Perozo
Fabrega Yenny
Luis Lugo
Silva Frander
García Kerlys
Profesor:
Franklin Bermúdez

Acarigua, Noviembre de 2017


Derecho a la Libertad.

La libertad implica hacer lo que uno quiera dentro del marco de la ley. Es uno de
los derechos civiles más importantes, pues sin su reconocimiento muchos de los demás no
podrían ejercerse, por ejemplo los derechos de estudiar, de enseñar, de transitar, de tener
una religión entre otros, serían ilusorios si la persona no pudiera ejercerlos sin presión o
coacción externa. Es un concepto estrechamente unido al de democracia. El filósofo
griego Aristóteles orgulloso de la democracia ateniense de su tiempo, en su obra “Política”
proclamaba la libertad, pero para algunos, pues la esclavitud era defendida en esos tiempos.
Así expresaba: “El hombre libre debe hacer su voluntad, así como el esclavo debe
someterse a la ajena”.

En el siglo XVIII, Jean-Jaques Rousseau, en su discurso sobre la economía política opina


que es la ley, a la que considera la más sublime de las instituciones humanas, la que otorga
al individuo la libertad, pues subyuga al hombre para hacerlo libre. Es una sujeción solo
aparente, ya que se pierde la libertad solo si en su ejercicio se puede perjudicar a otro. Si
hubiera una libertad completa, una persona podría robar o matar, estando sujeta también a
ser sujeto pasivo de esos delitos, entonces la libertad absoluta, haría al mundo inhabitable, y
al hombre esclavo de los demás, que podrían hacer con él lo que quisieran. Lo contrario de
ser libre es ser esclavo, y la esclavitud demandó largas luchas para lograr ser abolida, ya
que significaba una mano de obra dócil y barata al servicio de intereses económicos
poderosos.

Además de esta carencia absoluta de libertad que era la esclavitud, que reducía a la persona
a la calidad de cosa poseída por un amo, en forma similar a lo que puede ser un caballo, u
otro animal u objeto, hay otras formas de restricción a ese derecho de hacer todo lo que no
está expresamente prohibido por la ley. Así, si a una persona se le niega su derecho de
ejercer libremente su culto, de entrar y salir del territorio de un estado, de comerciar, de
expresar sus ideas, de elegir su profesión entre otras se está atentando contra su libertad,
derecho que está íntimamente relacionado con el derecho de igualdad, pues la libertad no
acepta restricciones por razones de sexo, religión, nacionalidad, raza, nivel socioeconómico
o ideas políticas.
La libertad es uno de los requisitos para que un acto humano se considere voluntario, y
acarree responsabilidad a su autor. Los otros dos, son el discernimiento y la intención.
Algunos actos libres y efectuados con discernimiento pero no intencionales también pueden
responsabilizar a quien los realizó como hechos culposos.

La libertad física significa que nadie puede ser privado de su libertad ambulatoria,
poniéndolo en prisión, en forma ilegal o arbitraria. Para detener a una persona deben
seguirse una serie de procedimientos establecidos en forma legal, que determinan que el
estado puede hacerlo a través de los jueces, salvo en casos de excepción como cuando se
detiene a alguien que está cometiendo un ilícito. Si alguien es objeto de una detención
ilegal o arbitraria puede interponer un recurso de Habeas Corpus.

Los tratados internacionales reconocen el derecho a la libertad personal:

Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su


persona.

Artículo 9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

Declaración Americana:

Artículo 1 - Todo ser humano tiene derechos a la vida, a la libertad y a la integridad de su


persona.

Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la ONU:

Artículo 9

1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal. Nadie podrá ser
sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por
las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta.
2. Toda persona detenida será informada, en el momento de su detención, de las razones de
la misma, y notificada, sin demora, de la acusación formulada contra ella.

3. Toda persona detenida o presa a causa de una infracción penal será llevada sin demora
ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y
tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La
prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general,
pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del
acusado en el acto del juicio, o en cualquier momento de las diligencias procesales y, en su
caso, para la ejecución del fallo.

4. Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o prisión tendrá derecho
a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible sobre la legalidad
de su prisión y ordene su libertad si la prisión fuera ilegal. 5. Toda persona que haya sido
ilegalmente detenida o presa, tendrá el derecho efectivo a obtener reparación.

Artículo 11 Nadie será encarcelado por el solo hecho de no poder cumplir una obligación
contractual.

Artículo 12

1. Toda persona que se halle legalmente en el territorio de un Estado tendrá derecho a


circular libremente por él y a escoger libremente en él su residencia.

2. Toda persona tendrá derecho a salir libremente de cualquier país, incluso del propio.

3. Los derechos antes mencionados no podrán ser objeto de restricciones salvo cuando éstas
se hallen previstas en la ley, sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden
público, la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de terceros, y sean
compatibles con los demás derechos reconocidos en el presente Pacto.

4. Nadie podrá ser arbitrariamente privado del derecho a entrar en su propio país.
Convención Americana:
Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal.

2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones
fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes
dictadas conforme a ellas.

3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.

4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y
notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella.

5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que
continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su
comparecencia en el juicio.

6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal
competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o
detención y ordene su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. En los Estados
Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se viera amenazada de ser privada de su
libertad tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste decida
sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los
recursos podrán interponerse por sí o por otra persona.

7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad
judicial competente dictados por incumplimientos de deberes alimentarios.
Pacto de San José de Costa Rica:

Articulo 7.- Derecho a la Libertad Personal

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal.


2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones
fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los estados partes o por las leyes
dictadas conforme a ellas.

3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamientos arbitrarios.

4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y
notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella.

5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro
funcionario autorizado por la Ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que
continúe el proceso, su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su
comparecencia en el juicio.

6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal
competente, a fin de que este decida sin demora, sobre la legalidad de su arresto o
detención y ordene su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. En los estados
partes cuyas leyes preveen que toda persona que se viera amenazada de ser privada de su
libertad tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que este decida
sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los
recursos podrán interponerse por si o por otra persona.

7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad
judicial competente dictados por incumplimiento de deberes alimentarias.

Articulo 12.- libertad de conciencia y de religión.

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión. Este derecho


implica la libertad de conservar su religión o sus creencias, o de cambiar de religión o de
creencias, así como la libertad de profesar y divulgar su religión o sus creencias,
individualmente, tanto en público como en privado.
2. Nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan menoscabar la libertad de
conservar su religión o sus creencias o de cambiar de religión o de creencias.

3. La libertad de manifestar la propia religión y las propias creencias esta sujeta únicamente
a las limitaciones prescritas por la Ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el
orden, la salud o la moral públicos o los derechos o libertades de los demás.

4. Los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la
educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

Articulo 13.- libertad de pensamiento y de expresión.

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho


comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin
consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o
por cualquier otro procedimiento de su elección.

2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa
censura, sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la
Ley y ser necesarias para asegurar: a) El respeto a los derecho o a la reputación de los
demás, o b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o a la salud o la moral
pública.

3. No se puede restringir el derecho de expresión por vias o medios indirectos, tales como
el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias
radioeléctricas o de enseres y aparatos usados en la difusión de informacion o por
cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas
y opiniones.

4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la Ley a censura previa con el
exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para protección moral de la infancia y la
adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2.
5. Estará prohibida por la Ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del
odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra
acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo,
inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional.

Convención sobre los Derechos del Niño:

Artículo 37

Los Estados Partes velarán por qué:

a) Ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de prisión perpetua sin posibilidad de
excarcelación por delitos cometidos por menores de 18 años de edad.

b) Ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el


encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se
utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que
proceda;

c) Todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que merece la
dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las
necesidades de las personas de su edad. En particular, todo niño privado de libertad estará
separado de los adultos, a menos que ello se considere contrario al interés superior del niño,
y tendrá derecho a mantener contacto con su familia por medio de correspondencia y de
visitas, salvo en circunstancias excepcionales;

d) Todo niño privado de su libertad tendrá derecho a un pronto acceso a la asistencia


jurídica y otra asistencia adecuada, así como derecho a impugnar la legalidad de la
privación de su libertad ante un tribunal u otra autoridad competente, independiente e
imparcial y a una pronta decisión sobre dicha acción.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en arreglo a la obligación
adquirida por el Estado para la garantía sobre el goce y ejercicio de los derechos humanos
(Art. 19 de la Carta Magna), y en concordancia con los artículos 1 y 9 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, y 9 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, establece en su artículo 44 que la libertad personal es inviolable.

Basado en ello, ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden
judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti, en cuyo caso será llevada a un tribunal
competente en un período no mayor a 48 horas y excepcionalmente será privada de su
libertad (salvo las excepciones establecidas en el artículo 236 del Código Orgánico Procesal
Penal) durante el proceso de investigación y juzgamiento, cuya resulta no podrá
configurarse en una sanción o pena de muerte, mayor a treinta años, ni podrán ser condenas
perpetuas o infamantes.

En ese sentido, y en concordancia con el artículo 49 de la Carta Magna (Debido Proceso),


toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiares,
abogado o persona de su confianza, y éstos, a su vez, tienen el derecho a ser informados
sobre el lugar donde se encuentra la persona detenida, a ser notificados inmediatamente de
los motivos de la detención y a que dejen constancia escrita en el expediente sobre el estado
físico y psíquico de la persona detenida, ya sea por sí mismos, o con el auxilio de
especialistas. Todo ello, registrado de manera escrita por las autoridades competentes,
quienes a su vez están obligados a identificarse debidamente.

Todo lo que suceda al margen de lo previamente mencionado se considera una detención


arbitraria y por ende una violación al derecho a la libertad personal que gozamos todas las
personas. Es importante que las autoridades competentes recuerden que debe existir una
orden judicial o flagrancia para poder practicar una detención de una persona, las cuales
están predeterminadas por la comisión de un hecho punible (delito) tipificado como tal en
nuestra legislación.
Finalmente queremos señalar que, aun cumpliendo con los requisitos mínimos recogidos en
la ley vigente, la labor y desempeño de los cuerpos de seguridad del Estado y demás
organismos involucrados en el proceso (Ministerio Público y tribunales) no termina allí; las
personas legalmente aprehendidas o privadas de libertad se encuentran bajo el resguardo
exclusivo del Estado y por tanto debe velarse por la garantía de sus derechos humanos,
especialmente aquellos basados en las reglas de actuación policial (art. 119) y los derechos
de los imputados (art. 127) establecidos en el Código Orgánico Procesal Penal.

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