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Joven de 22 años presenta plan para limpiar el Océano Formatted: Justified

Pacífico
El holandés Boyan Slat tienen como objetivo remover un 50% de la placa de plástico del Pacífico
en un plazo de cinco años

Un joven holandés que tiene un ambicioso proyecto para limpiar las inmensas zonas de Formatted: Justified
basura plástica que flotan en el Océano Pacífico presentó este un nuevo sistema que le
permitirá comenzar su proyecto dos años antes de lo previsto y con menos presupuesto.

La estrategia de Boyan Slat consiste en usar las corrientes oceánicas para ayudar a recoger
cerca de cinco billones de objetos de plástico (botellas, bolsas, chanclas y demás
desechos) de las aguas del planeta.

Según el proyecto The Ocean Cleanup (la limpieza del océano), cada año llegan a los
océanos ocho millones de toneladas de plástico, muchos de los cuales se concentran en
enormes placas de desechos, convirtiéndose casi en continentes de basura.

Tras varios años de investigación, en los que realizó el primer mapa aéreo de la mayor
isla de basura del Océano Pacífico, entre Hawái y la costa de California, su nuevo sistema
ha cambiado radicalmente sus planes.

Slat, que apenas tiene 22 años, espera poder utilizarlo en un plazo de 12 meses, en vez de
hacerlo en el 2020, la fecha prevista hasta el momento. El joven ha descartado su idea
inicial de atar una barrera de 100 kilómetros de longitud con forma de "V" al fondo del
mar.

Ahora, un equipo de científicos e ingenieros tiene previsto sustituir esa gran barrera por
"una flota de sistemas más pequeños", que no estarán atados al lecho del mar, sino
empujados hacia el fondo mediante un ancla flotante de 12 metros, que se moverá
lentamente recogiendo el plástico, por efecto del viento y de las corrientes, explicó Slat.

El primer prototipo ya está en producción en California. "Creemos que la longitud óptima


está entre uno y dos kilómetros", dijo el joven a la agencia AFP.

El sistema estará equipado con un GPS, y un aparato de seguimiento podrá entregar las
coordenadas a barcos que peinarán el área.

El primer proyecto de Boyan Slat tenía un costo aproximado de 349 millones de dólares.
Con esta reformulación cada prototipo costará un poco más de 5 millones, lo que haría
que el proyecto sea más atractivo para los patrocinadores, y ayudaría a bajar la inversión
inicial en un tercio.

Slat cree que el plan podría remover un 50% de la placa de plástico del Océano
Pacífico en un plazo de cinco años, mientras que su proyecto inicial estimaba que podría
captar un 42% de la basura en una década.

Este joven desafió las pesimistas proyecciones de expertos en el tema, que advertían que
no había nada que hacer. Con este esquema, Slat cree que toda la placa podría ser
eliminada para el 2050. "La verdad, es que incluso pienso que esta estimación es
conservadora", explicó a la AFP.

El plástico tarda años en degradarse. Slat mostró una vieja caja para botellas de la década
de 1970, que su equipo recogió en el Océano Pacífico el año pasado.

Sin embargo, micropedazos se desprenden y se dispersan por los mares, interfiriendo con
las cadenas alimentarias, con efectos nocivos para la vida marina.

Las tortugas, los peces, los delfines y otros animales se enredan en el plástico flotante o
tragan trozos pensando que se trata de comida.

El prototipo costó 1,5 millones de euros (1,69 millones de dólares), que fueron
financiados por campañas de crowdfunding y también por donaciones, incluyendo ayudas
del gobierno holandés.

Fuente: AFP
PRESERVACION DE LOS OCÉANOS

Formatted: Justified
Unos microbots podrían limpiar los océanos de metales
pesados
Microbots reutilizables con natación autónoma son capaces de absorber el 95% del
plomo derramado

©Vilela et al. /Nano Letters

Los océanos se encuentran en peligro a causa de la acción del hombre y el cambio


climático derivado. Uno de los muchos problemas de contaminación existentes es
por metales pesados. Un nuevo estudio científico propone una posible solución.

Un nuevo estudio muestra como un enjambre de cientos de miles de pequeños


microbots, cada uno más pequeño que el ancho de un cabello humano, puede ser
desplegado en aguas residuales industriales para absorber y eliminar los metales
pesados tóxicos. Los investigadores encontraron que los microbots pueden eliminar el
95% del plomo en agua contaminada en una hora, y se pueden reutilizar varias veces,
lo que podría ofrecer una manera más eficaz y económica para eliminar los metales
pesados que los métodos utilizados hasta ahora.

Esta investigación se ha llevado a cabo por el Instituto Max-Planck de Sistemas


Inteligentes de Stuttgart, Alemania; el Instituto de Bioingeniería de Cataluña, en
Barcelona; y el Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados en Barcelona.
Los científicos Diana Vilela y Samuel Sánchez han publicado su reciente investigación
sobre estos microbots en la revista Nano Letters.

"Este trabajo es un paso hacia el desarrollo de sistemas inteligentes de reparación con


el que se puede atacar y eliminar las trazas de contaminantes sin que se produzca una
contaminación adicional" afirma el co-autor Samuel Sánchez.
La contaminación por metales pesados en el agua es un problema común derivado de las
actividades industriales, incluyendo la fabricación de baterías y electrónica, así como la
minería y la galvanoplastia. Estas actividades producen metales como plomo, arsénico,
mercurio, cadmio y cromo, los cuales representan un peligro para la seguridad de los
seres vivos y el medio ambiente.

En el nuevo estudio, los investigadores se centraron específicamente en la eliminación


del plomo de las aguas residuales mediante el diseño de microbots en forma de tubo con
tres capas funcionales. La capa exterior de óxido de grafeno absorbe el plomo del agua.
La capa media, de níquel, hace que los microbots sean ferromagnéticos de manera que
los investigadores pueden controlar sus movimientos a través de campos magnéticos. La
capa interna, de platino, da a los microbots la capacidad de auto-propulsarse a través del
agua.

Cuando los microbots han acabado de adsorber el plomo, se puede utilizar un campo
magnético para recogerlos del agua. A continuación, los microbots son tratados en una
solución ácida para eliminar los iones de plomo, que luego pueden ser recuperados y
reutilizados.

"Esta es una nueva forma de utilizar nanodispositivos inteligentes para aplicaciones


ambientales", dijo Sánchez. "El uso de nano-máquinas con alimentación propia que
puede capturar metales pesados de aguas contaminadas, transportarlos a lugares
deseados e incluso liberarlos es una prueba de concepto para aplicaciones industriales".
En el futuro, estos microbots podrían ser controlados por un sistema automatizado que
guía magnéticamente el enjambre para llevar a cabo diversas tareas.

"Tenemos previsto ampliar las microbots a otros contaminantes, y también reducir los
costes de fabricación y la producción en serie", dijo Sánchez.

La combinación de robots autopropulsados con capas funcionales también abre las


puertas para que diseños similares puedan aplicarse es en áreas como en la administración
de fármacos y detección remota.
La espectacular barrera que limpiará los océanos llega
en 2018
La iniciativa que pretende acabar poco a poco con los residuos oceánicos se llama The
Ocean Cleanup. Son como unas barreras (a lo grande) que impiden que la basura
flotante siga el curso natural de las corrientes marinas mundiales. Colocadas en
puntos estratégicos, estas barreras captarían gran parte de la materia flotante que pase por
donde haya una de estas.
Esta idea para limpiar los océanos de la basura residual no es nada nueva. La noticia ahora
es que el proyecto ya tiene fecha de lanzamiento, y muy próxima: 2018. Los casi 32
millones de dólares que recibieron de financiación fue lo que hace posible la idea a
día de hoy. A finales de este mismo año ya deberían tener instalado una barrera piloto en
el Pacífico Norte. El diseño operativo, en cambio, no se cree que esté operativo hasta
mediados del 2018.

Una idea básica para cambiar el mundo

Este tipo de iniciativas demuestran que aún tratándose de una idea muy básica, puede
hacer cambios sustanciales en el globo. Estos flotadores de poliuretano de alta densidad
semirígidos en forma de V serían capaces de recoger hasta el 50% de la basura
superficial de los océanos en 5 años. Los residuos totales no son solo los superficiales,
pues no todos flotan, pero al menos se trata de un comienzo.

Solamente al año se calcula que se suman 8 millones de toneladas de plástico (sin


contar otro tipo de residuos). Por cada kilómetro cuadrado y medio (vamos, por cada
milla) se calcula que hay 46 mil pedazos de plástico.
Por suerte se pueden aprovechar las mareas oceánicas. Y es que, gracias a estas, los
residuos se “reúnen” todos en un mismo lugar. En el Pacífico, por ejemplo, hay lo que
llaman una gran mancha de basura, que reúne al parecer unas 100 millones de toneladas
de basura (acumulación de muchísimos años de residuos sin controlar). En términos de
superficie, podría llegar a equivaler al espacio que ocuparía España casi 40 veces (20
millones de kilómetros cuadrados) según National Geographic.
Una vez las barreras están llenas, es un buque el que se encarga (por medio de bombas)
de recoger toda despojos flotantes para su posterior reciclaje (en tierra). Es decir, que
además se espera que los materiales que permitan ser reciclados sean procesados y
reciclados.

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