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MISION LA TRAICION ALA PATRIA LA HISTORIA AL DERECHO UN NUEVO LIBRO DE JOSE MARIA ROSA En Buenos Aires se vivia en un periodo de efer- Vescencia popular porque estaban llegando malas noticias de la guerra con Napoledn en Espafia. La América espafiola pasaria a ser francesa, de un do- minio espanol se pasaria a un dominio francés. Esto no es bien visto por los sectores humildes de ia po- blacién, donde existia un espiritu nacional. Querlan ser ellos 0 Espafia...” ‘Un poco curiaso es Io que pasa con Urquiza que era poderosamente rico pero tenia un afan por el di- nero incomensurable. Los mismos brasileros cuando escriben este momento de la historia, se admiran del extraordinario afén por el dinero de Urauiza. Ellos cuentan tranquilamente que lo compraron al Gral. ar- gentino, pero piensan que hubieran ganado la guerra Gel mismo modo, Cosa que yo les discuti en distintas polémicas, sin el Gral. argentino los brasileros hu- bieran perdido fa guerra..." “.. Después de la batalla de Pavén la argentina ya ng tiene sentido nacional. Se elimina la poblacion criolla como ya hemos visto, en el interior y en la Pcia. de Buenos Aires. Se institucionaliza una ar- gentina que va a durar muchos afios y cuya época mas importante la podemos considerar en el afio 1880. En este periodo encontramos una clase domi- nante, aparentemente duefia del pais, pero que en Tealidad son tan solo abogades, gorenies 0 emplea- dos de las empresas inglesas que son las auténti- cas duefias...” Una obra imprescindible que pone Mas de 100 paginas con fotos y al descubierto las claves ocultas grabados ilustrativos de nuestra historia PROXIMAMENTE EN SU LIBRERIA RESERVE SU EJEMPLAR (oe ie ill’) INFAMIA ES ADEMAS @ TRAICION / Escribe: SUDESTADA Popham era un excelenia marino y jee ingle- ariecos el poy oe oe oS aoe aes a os, Ses aoe ones een eee Babes caer era Junta de guerra montevideana, habia blequea- See cremasat cea Soe er a once can cera ae eee ree ee een Exbmeratonaia orp avira Introduccién LA TRAICION A LA PATRIA El articulo 33 de ta Consttu- cién Argentina que repite el 103 de la antigua, dice: "La traicion a la patria consistir4 tnicamente en tomar las armas contra ella o unir- ‘89 a sus enemigos prestandoles a- yuda y socorro*. Fue tomado al pie de la letra de la norteamerica- fa (art. 8, sece. Ill, 1) sin advertir los constituyentes de 1853 que el adverbio wnicamente” (only) del modelo no correspondia al dere- ‘cho piblico argentino. Porque en al art. 29 (que es el 20 de la ac- tual) hablan creado otto tipo de tralcién a la patria: ta de otorgar la suma del poder publico o facuka- des extraotdinarias, que no sola- mente equiparaban a “la traicién a la patria’ sino que agravaban con el calificativo de infame". Existen pues, en nuestro dere- cho constiticional dos tipos de traicion a la patria: “omar las ar- ‘mas conta ella, o unirse a sus ene- migos", y "otorgar a los gobernan- tes facultades extraordinarias o la suma del poder publico”; la tral- cién federal del art. 20, y la tral- cién unitaria del 33. Si aplicdra- mos retroactivamente ambas dis- posiciones casi todos los hom- bres del pasado argentino serian merecedores de los cuatro tiros clésicos por la espalda. Unos por unirse al enemigo exterior, y otros porque no: se alustaron a las for- mas liberales de gobler La subsistencia de dos tipos istintos de “traicion’ crea un cu- fioso problema. {Es “Wraidor ol ‘gobernante que asume facultades extraordinarias 0 la suma del po- der, como medio tnico para defen- der justamente la patria de sus e- nemigos de afuera y sus conexio- nes intemas? ¢Lo os a la inversa quien se une ai enemigo con el pro- ésito de restablecer las formas Rormales de gobiemo? 2Fue trai- dor a la patria Rosas que gobernd 2 dictatorialmente, 0 lo fueron los u- nitarios aliados’a los franceses 0 Urquiza aliado a Brasil? 'No puede haber dos. concep- tos de patria, ni puede haber dos maneras da traicionarla. La légioa formal nos ensefia tres principic lamados "primeros _principios”, porque son la base misma de todo ensamiento: una oosa es una co- 8 (principio de tercera exchuido). La patria es solamente la patria, fo puede ser ofa cosa, ni puede er en parte fa patria y en parte o- me Oe wgete oo un ‘grupo de hombres que habitan un ‘mismo suelo, tienen en comin mo- dalidades caracteristicas y una pro- pla tradicion: o la Argentina no es- 4 en los hombres, ni en al suelo ni en la historia, sino en las relacio- nes politicas fiberales entre gober- ante y gobemnados. O se traicio- na a la patria “tnicamente" de la manera que dice el art. 33 0 se la tralciona también "tnicamente* co- mo lo castiga el art. 20. O Rosas Y quienes defendieron la sobera- ‘fa nacional fueron patriotas, aun- que mayan gobemado en forma jespética: 0 lo fueron los unita- rios que se allaron al extranjero co- mo medio de ignorar formas libera- les de administracion. Pero unos y otros no. pueden ser considera: os patriotas, conjuntamente, En las guerras intemacionales se lucha contra un enemigo cuya posicién comprendemos y que ‘comprende la nuestra. En cambio las guerras civiles estan origina- ddas por una incomprensién funda- mental; formas polfticas, conoap- 08 de patria, etc. De alli que sean mas cruentas que las querras inter- nacionales; asi como amamos lo que esté cerca y comprendemos, odiamos lo que también esta cerca y.no comprendemos © hemos deja- do de comprender, Cuando la in- comprension es nada menos que del _concepto de patria, las que- fras civiles toman el cardcter de verdaderas luchas religiosas. La patria es un cullo, y quien no lo en- tienda a nuestra manera se con- Vierte en un hereje digno de la ho- guera de Torquemada o de Cal- vino. Barrés ha definido la patria en apretada sintesis como "ta tierra y los muertos” que equivale a decir: Rosotros y nuestros padres, un ‘suelo y una tradicion que guardar. Es la aceptacién dirfamos univer- ‘sal del significado de patria, pero ‘no es de ninguna manera la de to- dos os argentinos, LAS DOS ARGENTINAS Dos Argentinas que no podian comprenderse, que necesariamen- te tuvieron que ser antagdnicas, chocaron desde los comienzos de nuestra historia. Dos concepcio- ‘nes de patria que tendian a exciuir- $e: para unos la argentinidad ne- ¢i6 consubstanciada con el régi men politico liberal y el patriotis- mo consistia en traer la llamada *clviizacién europea", por lo me- nos su exterioridad més evidente, que eta el régimen constitucional. A ello se sacrificaba todo, ol pasa- do del cual se renegaba, los hom- bbres que se disminulan a “bérba- ros", la. economia, la tierra. No ha- bia Solidaridad con la tierra y los muertos, sino con una determina- da posicién ideolégica: “nuestra patria es el universo" decia Eche- verria en 1845; “la patria es la hu- manidad’ clamaba Alberdi en 1898, idéntica posicién; “no ¢s- tamos preocupados por’ esa idea de la nacionalidad que es patrimo- no del tombres desde la tu sal vale” explicaba Sarmiento, en Fa~ tance postion deloe ayes a te el contlicto con Francia. Anos més tarde Alberdi diria en las Ba- €8 que es obra de auténtico pa- ‘riotismo eliminar a los argentinos para establecer la civilzacion euro- pea: "No son las leyes que nece- sitamos cambiar: son los_hom- bres, las cosas. Necesitamos cam- biar nuestras gentes incapaces de libertad por otras gentes habiles para ella. Si hemos de componer uestra poblacién, es necesario fo- mentar en nuestro suelo la. po- blacién anglosajona. Ella esta iden- tificada al vapor, al comercio; a la libertad”. Pero para otros argentinos ta patria era algo real y vivo, que es- taba en los hombres y las cosas de la tierra. Era una nacionalidad con sus modalidades propias, su manera de sentir y de pensar que ledaban individualidad, y quo justa- mente habia que presenvar de la absorcién fordnea, No estaba en tun digesto legal, sino en el senti- miento de una tradicién comin y la conciencia de una solidaridad. Unos y otros. se consideraron depositarios exclusives de la af- gentinidad y se calificaron mutua- Mente de antipatrotas y da traido- res. Lo hicieron con la misma bue- na fe y con Idéntica conviocién. Unos y otfos dieron origen a las dos conientes polticas que, pro- longadas a través de nombres ‘que poco significaron, han llegado hasta nuestros dias. 'Hubo la Ar- gentina formal que antepuso a to- 0 la existencia de formas burgue- as de factura liberal: y hubo la Ar- gentina nacionalista para quien predominaba la existencla y la so- berania de la Naoién. Una corrien- te minoritaria pero intelectualmen- te destacada y otra corriente pular y espontanea. Algin soci {go alemn hablarfa de la oposicién entre la “sociedad” de unién super- ficial y la "comunidad" de unién profunda, entre lo racional y fo ‘sentimental, entre la “unidad en of espacio" y la “unidad en el tiem- po", entre la “convivencla por con ato" (que entre nosottos dir a mos “por constitucién’) y la "oon- sire yc Fe a por nacionalidad). eo In- tuy6 Sarmiento en su_antinomia ‘entra la ciudad civilzada y la cam- ppafia barbara: solamente que la o- posicisn no era geogratica, ni." vlizacién” (que viene de cives: 1o propio, lo nuestro, puede aplicar- se a lo extranjero: ni "barbarie* (que_justamente quiere decir: ‘extranjorfa) alo nuestro. Por @60, porque no hubo en- ‘re nosotros una conformidad ple- ‘na sobre lo que es la patria, os que nuestras guerras civiles fue- fon tan extraordinariamente impla- ‘ables. Podemos decir que nues- ‘tras oposiciones civicas contindan esta tradicion, la mejor conserva- da quizé de nuestras tradicione: Verndculas. Tenemos una incapa dad criolla para ponernos de a- cuerdo sobre lo que es la Argen- tina, y de alli que nos odiamos hoy con idéntico. fervor y_sinceridad que ayer y que siempre. Quienes Ro piensan como nosotros son "rraidores a la patiia’, y claro es, justiicamos con el calificalivo to- da medida contra ellos. No nos en- tendemos en la polémica histérica Es que no podemos entender- tos ni hay posiblidades de que po- damos llegar a hacerio algun dia, lograr el imposible tercero exclui- do que nos reconcilie en una co- min idea de patria? Decia San Martin en 1829 que Ia tinica solu- ‘cién del problema politico argent No era que una faccion exiuyera completamente ala otra, Pero nuestra historia demostraria que ‘tampoco es posible que una de las ldots excl abeoltamente alao- tra: fo traté de hacer Rosas y fra- ‘¢a86; lo trataron de hacer los anti- rrosistas después, y también fraca~ ‘saron. Parece que estuviéramos condenados a convivir para siem- pre sin dejar de combatimos y ‘que podemos descansar en la oom- peta seguridad de que jamés llega- Temos a entendemos. Tal vez sea una cuestiin de ee Los constituyantes de 1953. El apuro ‘por copiar la Constitucién Noneamen- ‘cana provocd contradiociones. Las dos articulos referidas a fa "raicién @ lapairia® son pruaba do ole tiempo. Rosas fracasé porque s¢ adelanié a su época. Pero con si- glo y medio de vida independien- te, candaremos aun muchos atien- a8, buscando cual es nuestra au- ‘éntica, patria, nuestra verdadera razdn de ser nacional? TRAICION SIN CONCIENCIA Alcibiades, Coriolano, el con- destable de Borbén, Benedict Ar- es § (0/0 traicionaron sus patrias -su Copia do! testamento del Gral. José de “tierra y muertos’. uniéndose a San Manin. El punto tes reza:.. ef 105 enemigos que las combatian. Sable que me ha acompanado en toda Despecho 0 dinero los movieron Ja guerra de la independencia de la al crimen: los méviles de todos los ‘América de! Sud, fe cord entregado al ctimenes, desde Cainy Judas Isca- General de la Aepubica Argentina, tote. Tuvieron conciencia de su ac ‘Don Juan Manuel de Rosas. ion, el animus que dicen los ‘alistas; y hasta un orgullo del i ot OD Tale Were a Gian Pen eRe Cine | Vniutrce: Page fo Tee Ha Cites Tin Sonermlitine hepictlica tel Peri, -y Finiaier/econ (ivertael, lagi Preval le ln de lhidery Dyfpuren Sonera Me ey eke He ns Zilnd, declare ioelute Herevevaclie mu bene, havidery per, fea be Waitonta Mile wieriedes AS Martin adtiadinen%e Casa eee Pe ppttapicta hibited akg oss Dif tudnsnsttrerd. mi. Herma vidiga ba oad ana thnx una beneion te heh size fray areas le, ya tia fo insite, ze tgitivite paseride & 2 hija Refrain, inn cle 180.a eneeerte tin 9 asepiaeas. a dni ermine x sfodes. 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Fueron renegados perfectamente onscientes, que pesaron el pro y el contra y Se resolvieron con vo- luntad deliverada a lo que las Par- tidas llaman el "crimen de los cri- menes". Lo hicieron por pasion o or precio, pero sabian bien lo que hacian Enire_ nosotros _encontramos algunas aciitudes semejantes por- gue los venales 0 los apasionados ro faltan en ninguna parte. Pero Ro pasan de personajes peque- fos, de traldorzuelos que nadie re- ‘cuerda: no es este tipo el que nos interesa. Es la train sin concien- clade que es traicién el “crimen de fos crimenes” cumplido con toda buena fe, como acto palritico honroso, y hasta con sus vistas @ la gratitid de la posteridad, lo que da una caracteristica, creemos que unica’ a la historia argentina Porque toda nuestra hsitoria est ena de actitudes contra la patria {que fueron aplaudidas por sus con- temporéneos -por lo menos algu- nos de ellos- y que la posterior dad también una parte de la pos- teridad- ha etigido como ejemplos Préceres. No son posiciones oca Sionales, errores 0 crimenes que Violan una norma, y que demues- tran que esa norma vive. No son delilos: son convicciones. Toda traicién es violacién de una fe, es ir contra lo propio, es renegar de lo que se amaba. ¢Podemos, en r- ‘gurosa justicia decir que traiciona- Ton la patria, quienes jams sintie- ron esa fe, y nunca amaron las co- ‘as propias" 3No es mas correcto iscriminar dos conceptos difere- tes, de pata, en continua Opes ibn’ EL REVISIONISMOHISTORICO La historia argentina tue escri- ta por hombres que, en mayor o menor grado, tenfan de la patria tun concepto’ exclusivamente for- mal, De allf que nuestra historio alia corriente, especialmente en 8 textos destinados a la ense- Sanza, exatte como valores préce- res ¥ Cailfique de patriotas a quie- ines “se unleron con el enemigo y le prestaron ayuda y socorro", pa- fa rebajar en camblo con calltica tivos denigratorios a fos que resis tieron a ese enemigo. En la re- volucién de mayo ve solamente un movimiento doctrinario, y_ consi- dera como propésit exclusive de {as luchas civiles redactar_ una “oonstitucién’, Rivadavia es. la gran figura porque *se adelanis a lempo" con proyectos de re. forma liberales, y Rosas ol, "tirano" que retard6 veinte aiios la “organi- zacion naciona’’ Nada dice dé las causas por las guales se perdié medio vireinato, de las tentativas de reconsiruiro, de os motivos que obligaron al le vantamiento de los cauillos, de fa defensa de la soberanta on 1838 y en 1845, de la independencia eco- ‘némiga y causas que motivaron su pérdida, de la posicion interacio- hal, etc. Nada sobre una interpre- taclén social de la Argentina. Lo Que no es “institucional” (tomado ‘como sinénimo de liberal) no inte- ‘esa a la historiogratia didactica.. Contra esa historiogratia.libe- fal en, todos sus matices: desde las crénicas de Funes a la "nueva escuela hist6rica” contemporénea, 85 que ha surgido el revisionismo histérico. Sus propositos son es- tos dos: raconstmiir al pasado conforme a una auténtica critica, y valorario de acuerdo a la mejor ‘corvenienola nacional. Autént tiene el significado de critica me- tédica y veraz, que es siempre di- fic donde tantas resistencias se levantan contra, quien dice "toda ia verdad, y nada mas que la ver- dad’. Y nacional, que los hechos histéricos han de ser_interpreta- dps y valorados, con presoinden- cia de una ideologia determinada, (y mucho menos desde aquellas abstracciones. corrientes: humani- ‘cad, cWviizacion, progreso, etc) que deben intrpretarse de aver ‘a la mejor conveniencia de los ‘argentinos como hombres y de los destinos de la Argentina como Nacién. Escribir y ensefiar una hi fotia, que sea historia de la Argen- tina y no de las ideas liberales en Ja Argentina, necesariamente tuvo que producit una revolucién en ta Jerarquta de préceres que habia le- ges, la Mstorogralia,_ anterior, jenes estaban muy bien desde fas ‘insfituciones", estaban mu- has veces muy mal desde la,"na- Gionalidad"; en cambio los “tira nos" y caualilos, denigrados u olvi- dados por la generacién anterior hubieron de. ser reivindicados a titulo de su firme patriotismo. No era_una_posicién politica antii- beral, como se djo: se respetaron las teorias como doctrinas_poli- ticas 0 econémicas, pero no sé las considerd la patria misma, no la aciuacion de ios gobiernos, be- Tales, especialmente en la época Ge Rivadavia, mostré la Cantidad de relérica, inconducente, y ca- fencia de tino politico que hubo ‘en hombres que tenian una indue dable cultura: que su desconoci- miento del pais y de sus hombres corrla. parejo con su familiaridad con los derecho pi tal vez sin saberlo plenamente- se agitaban intereses comerciales de fuertes potencias extranjeras, Del "revisionismo surgié, total- mente cambiada la figura de Ro- as. en ol tirano de la vieja historia 8@ encontré a un estadista de sin- wulares ridad, triotismo; se vio en el gaucho de la pampa al argentino por exce- lencia: yos, que sabe respetar y hacerse respotar. fo. conduct "con mano imo, RameGe Une Mavala de ple Pelee betnoet i Unie dae uh 1951. Ae (abajo) publicado en la acre on constr un edo Dio Feapontont ln" S600 del merle produio dependencia econdmica, el res- Fegade tratadistas europeos de iblico, y que tras ellos - doles. de hablidad, popu- energia y sobre t pa- F050, leal con los su- Se supo que su gobier- fa_unidad nacional, la in- fla soberania, y hublera fon el virrainato sino cayera en 27dejutode 1896. 41852 por obra de Brasil. {Goleta Juan Mi, Berastagi ALOS AMANTES DE LA PERSONA DEL ILUSTRE RESTAURADOR De las Leyes, GOBERNADOR Y Carrran Generar ve 1a Pro- ‘VINCIA D. Juan Manuel de Rosas. A los Verdaderos Federales. Na calle de ta Universidad No. 150 se han recibido retratos de S. E. en busto de cuerpo entero, gran uniforme, y banda punz6; las sienes cevidas con una corona de laurel, y colocadoen una manga de vidio. No 25 que el revisionismo se circunseriba a la figura de Rosas: pero el conocimiento claro y la in- terpretacién argentina de su épo- ca es fundamental, para nuestra historia, por los grandes. proble- mas que se agitaron en ella. Y 2s, sobre todo, que el choque ide las dos ideas de patriotismo, que deci- ‘a més aniba, se presenta muy evi- dente en la interpretacién del. Dic- tador que, armado de la suma del Poder publica, defendis su tierra contra fa agresiGn do Francia e in- Qlaterra, auxiiadas por un partido argentino. La polémica histirica, iniciada en el recogimiento de las acade- mias, gand inmediatamente ta ca- lle, No podia menos de ser asi por la indole del tema discutido. No $e itataba_Gnicamenta de la veracidad de este 0 de aquel ho- cho, Se discutié lo que es la pa- frig, y quienes fueron sus servido- res leales y los desleales, los efica- ces y los tet6ricos. Fue torando @l tomo agrio de una disputa teolo- giea, y como tal llagaron las exco- Muniones para los adeptos de la ueva fe. Se los acusé de “ofen- der a los préceres", hubo decre- {os y proyectos de ley condenan- do a afios de prision por este deli- 10 y los revisionistas se defendio- ton demostrando que eran los rGceres. del liberalismo. quienes jabian ofendido antes a la pair Y gue cuando el presunto précer estaba contra la palria, no podia Juan bautista Abberd! (aba) ciria que ‘es obra patristica suplantar gauchos por suropeds. Parte del articvio Vil {abajo) y trmas de la constituotéin de fos Estados Unidos de América. Tradu- ‘ida. velozmente por los constiuyen- tes so convittis en noustra Consttu- ibn Nacional condenarse a quien se_quedara ‘con la patria y n9 con el précer. Fupron empleadas todas las ar- ‘mas para silenciar ol revisionism, no ya para rebatir sus argumen- 10s, 0 contestar su documenta cién: las academias se corraron pa- ‘a SUs historiadores, la prensa ca- WS 0 toraivers6 sus. ensefianza; hasta 1945, los profesores revi slonistas eran amonestados 0 ex- pulsadlos de sus ctdras, no obs- inte la libertad da opinisn y de ensefanza del credo liberal. Se los expulsaba precisamente por decir la verdad y por decirla con lengua- Je argentino. Cuando el revisionis- ‘mo gané la calle, hubo un mi tro del Interior que ordené muy se- riamente @ sus agentes de policia Que disolvieran los actos publicos Cuando los oradores. “otendiesen a los proceres”. A criterio del a- gente 0 del ministo, Por supues- que nada detuvo la ola revisio- nista. Es que el formal concepto liberal de la_patriainstituciones, que fue la base de la historia vieja, Ya habia ido cediendo ante el crie- fo que identiica la patria con los hombres las cosas y la traicion de este suelo. El proceso de recupera- cin de la argentinidad, debia ser recedido, nacesariamente, por la Tecuperacién de nuestra histor. 1976: LAS CLAVES DE LA INFAMIA ESCRIBE HORACIO MACEYRA Suele decirse que a parti de De la atemancia de esos dos marzo de 1976 lavArgentina vivid modelos -delineados en sus carac- luna’ segunda’ DécadaInfame, terfsticas mas generales- resutaria como calficara José Luis Tores el la esiruotura econémica.y_ social fapso ‘ranscuride entre los gol- dela Argentina al promedicr ia dé- es mitares de 1990 y 1943. Go- Gada def 70. La misma exhibia un to entonces, fa infamia y la entre- grado relalivamente alto do com ga signaron el periodo. Sin embar- Blejidad y dlversiicaiin: a la por- 99, ést0 es cierto s6o parclalmen- Sistencia de la tradicional base a- {Ehubo algo mas. El dolpe miter groesponadora ropa ce las aco del 24 Ge Marzo do 1978 marca Nonias pmaracysemicloilos tin punto’ de infiexién en la hisio: -adverble en la estructura del Go- fa reciente de la Argentina. Nada mercio exterior. sa sobreimorimia lla ala iaaeiugaanmelasyss) serlaigual después de ese comple- [a existencia dé un sector indus: Jp proceso que asolé al pals como trial relativamente ampli, que. ge- oj ‘viento de ta desgracia, pa- neraba aproximadamerts el. pe: : Ales 76 afios mvere Juan Domingo fa usar la xpresion de Gabriel delaocupaciony el3o%edel PBL. _p,s7arosn poe Garcia Marquez - Hadialos anos 70'la industial- 22" inucnmann Pero a diferencia de lo que ocu- zadién argentina era incompleta y roctoe deli tre,con el realism magico cuti- dependiente: se habian completa pusvovemoncracione oiinoars Yat or el esctor colombiane, co! ls primera elas suse ce eee 8 hechos que n08 ocupan pue: vas de Importaciones pero 60 50- an ser explcados: ‘nay. nechos eee ene. ‘anteriores que dan cuenta al mo- 3 fos parcialmente- de oll. A la vez, Sus consecuencias les sobre viven 'y forman parte de. nuestto Present. Ningun proceso iston- 0 surge de la nade mse agota en stmemo. Gran parte de la historia econd- mica de la Argentina de este siglo, puede ser interpretada como la pugna entre dos diferentes y o- Puestos modelos de desarrollo: F un lado, un modelo de capita- ismo relativamente auténomo \eorade, pasado en la susttuciin je importaciones y la expansion del mercado interno (lo que impli ‘ca certa redistrioucién del ingre- 50 y orecimiento de la ocupacién, asi_como proteccién de las activ dades no “elicientes" 0 competi vvas); y, por otro. lado un modelo oe ere titer naps lente, apoyado en el cre niento *haola afuera’ y el desarro- llo de un sector “eticiente” de la ‘conomia orientado hacia el merca- do externo (lo que supone con- ‘centracion del ingreso, menor oou- ppacisn, apertura de la economia y supresion de toda proteccion a las actividades no competiivas).. Lacrisis devonida ante la muerte dol Gral, Perdn demostrs que su conducotén era ineustivibe, La lnoperancia de! gobiemo de Isabeltue laantesala de lainfarniz. ula, depenciendo, on alto, grado @.la importacién de insumos, tec- nologfa y blenes de capal que no se producfan locaimente. Registra- bana importante presencia de ca- pitales extranjeros, _concentrada ‘enlas rarhas mas modemas y dind- micas. Sin embargo, tenia un peso ‘cuantitativo importante -segun se {i ce en ciate a generac fe puestos de trabajo y participa ién en el producto bnuto, El sector terciario de la econo- ‘mia aparecia con un peso muy des- tacado,_ generando aproximada. mente el 80% dal, empleo, Dentro del mismo era fundamental la part Sipacién del Estado, que absorbia alrededor del 20% de la poblaoién ‘econémicamente activa, La. pre- sencia del Estado no se limitaba al sector terciario y a bos servicios publicos: habla’ una importante presencia en clertas ramas de la in- dustria, como ei sector energéticn yla metalurgia. También en la ban- ‘aa, Esta presencia del Estado re- sullaba un dato politico nada des- dentable, en tanto dos tipos de conseciencias a tener muy en cuenta en el proceso. posterio Por un lado la existencia de un fre- no a la penetracién de la inversion externa en ciertos sectores claves de la economia, y por otro lado la posbblidad de emplear un aparato estatal muy interpenetrado en la economia como palanca de trans- formacion de la misma. El sentido de tales transformaciones depen- deria de los objetivos asumidos or los grupos de poder que se sucedieran en sumanejo. Las dificultades de funcionamiento del modelo capitalista-dependiente La implatacion yo funcions. a ee capi lependiente _(propicia- do por el nucleo mas concentrado 3g sectores cirigentes: empre~ Satlado vinculado a fa banca y la in- dustria_ de capital externo, gran empresariado rural) encontraba dos tipos de obstéculos en la Ar- ‘gentina de os afios 70° La estructura del Estado, con su fuerte presencia en la vida eco- némica (estructura, cuyo_ disefio provenia -en lo fundamental de la écada peronisia), expresada en ‘1 Banco Cel ‘el control monetario, ef monopalio estatal de los servicios publicos, 6! control y la propiedad estatal de los recursos de! subsuelo. Esta presencia estatal sustraia cierios segments fundamentales de la e- ‘conomia a la posibilidad de pene- {racién del capital multinacional (y ala captacién de ciertos segmen- 108 del mercado de bienes y serv- os, que é Estado manten(a "cau- tivos"), sobre todo en la medida en que el poder politico fuera con- Nolado, por panicos, 0, secores de orlentacion dirigista y/o nacio- nals (como el caso dal peone- m0). La presencia de la clase obr ra, fuertemente sincicalizada cleada en torno a una central dni ¢a (CGT), con peso institucional y numérico y oon un grado impor- fante de activacién, politica. Ca- paz. de imponer orientaciones feivindicaciones, si bien no ajenas al sistema capitalista, si de tipo na- cionalisia y distribucionista, que ‘operaban como obstéculo frente -por ejemplo- @ cualquier proyecto ‘acumulacién basado ena expio- tacién intensiva del trabajo 0 en ta disminucién do la de la ocupacién. También. frente a. los, intentos “racionalizadores” que_incluyeran disminucién de ia ocupacién en el Estado. El peronismo: ef "hecho maldito” Estos obstaéculos _operarian con particular intensidad durante la primera parte del gobierno pe- regan uno poder tras dieclocho aftos de pros- atpctn tue ia culminaién proceso largo y cor tivo, cu) ra ore ay nt co jeras que saludaron la asuncién de ‘éctor Campora, constituian la e- videncia palpable del fracaso de todos los intentos realizados a parlir de 1955 por borrar de la Memoria colectiva ese “fenémeno matdito de la politica argentina”. Sin embargo, el peronismo que venareane a pepe das atrés, La rdpida y reciente in- ‘orporacién de sectores juveniles ie ane rode estat gcaee ta militar de Ongania- le agregaria ‘un elemento de radicalizacién, cu- I exbresion mas inguitante sera (qlee . Por otra parte, la re- sistencia y la proscripcién habian Conciliadores y participacionistas- expresiones duras y aun clasistas, enuna clase obrera cuya identidac politica sequia siendo -mayoritaria- mente- peronista. El ar movi- ple nacional vera rover as ola wvierda por ese doble aporte de j6venes de clase media y obreros ymbalivos, cor La presién de estos nuevos sec- tores por ganar espacios y la resis- tencia de los elementos tradiciona- Jes del peronismo a esos intentos, serfan determinantes da un contlic: to interno quo estalaria de mane- ra sangrienta, Especial papel juga- tiaen gio a ciigencia sindical per manente blanco de las, diatribas de los jovenes y sepultada sin ma- tices bajo el mote lapidario de "bu- ‘Gcrata’. Esta ofensiva -qua no a- certaba a distinguir a la derecha partidaria y a los burdcratas reales 9 los dinigentes ortodoxos, pero hhonestos y representativos~'servi- tia para aislar dal movimiento a los mismos que la impulsaban. Por lo demds, la reconstrucolén del frente nacional -que el peronis- mo habla logrado articular a partir do 1946- presentaria serias dificul tadas, en tanto las condiciones e- ‘condmicas no eran ya tan prop clas: habla menos margen para la distribucién “indolora”. Era_distin- ta la relaci6n de fuerzas entre los factores de poder, asi como la Sipacdad de imponer ue de imponerias. a poica gcondmica, atecada por la izquierda y frenada en su a- plicacion por la derecha pantdara - que gand, ascendionie tronta al lazamiento de los sectores ju- venlles, tras la caida de Campora- , Careceria de la profundidad y fir ineza necesaras, afontando se- tropiezos a corto plaza. En ese cima altamente conflict!- yo, signado por el enfrentamiento interno, ta creciente actividad de ecueiie sols eae ejorcida por grupos parapo- Tiales-y las diiculades econdmt ‘as, la muerte de Pern agregaria Un slemente de inceridumbrey ca- ‘05 de imposible superacion: ef pul- 50 del pals entero habia latido al ritmo del de esa anciano de casi o- Chanta afios, cuyo liderazgo resul- ‘taba insustituible, Activaci6n popular ortodoxia econémica Sin embargo -y més allé de las silicuRades que hablan jalonado el desenvolvimiento del gobierno desde los primeros meses algo quedaba claro: con el peronismo fn ol poder, el modelo capitalista- dependiente no podia_funcionar con eficiencia. gran parte del em- presariado y los economistas "se- ios” sefialaban el “desborde sindi- cal, la. “indisciplina laboral" -fo-- mentada por la Ley de Contrato de Trabajo-. el “exceso” de partici- aci6n de los asalariados en el in- ‘greso nacional y el intervencionis- fo estatal, como causas de la dis- minucién de la rentabilidad y de la desinversion. Los priméros intentos de alus- tar la economia de pautas ortodo- xas tuveron vga durant al rig: mo gobienro justicaista, a. partir de la muerte de Perén. Tras un pe- rlodo de transicién -durante et cual se intentd una politica estabili- zadora de corte ortodoxo-, la _in- fluencia desmesurada de Lopez Re- ga en el gobierno impuso la desig- nacién de Celestina Rodrigo al frente del Palacio de Hacienda. La ppliten de “shock” intntada. por jodrigo procurd deprimir los sala- ros y el consumo, poner en “caja” las demandas sindicales restable- ciendo la disciplina laboral, produ- cir un vuelco hacia el capital priva- doy ee disminuir la part ‘elpacién del Estado en la economi- ay el déficit publico e una Incipiente liberacién del mercado financier. Pero esa politica no podia,lle- varse a cabo mientras los sindica- tos aparecleran como un factor in- corporado a la estructura de po- er que sustentaba al gobierno pe ronista. El gobierno de Isabel Pe- 16n procuré reducir el poder sindi- a ‘De le mano de Martinez de Hozse prodyjo una vielentsima transforancia Jorge Rafael Videls y Emifo Massera. ‘Desde ol estado se a terror como elemento fundamental ‘para reprimir la resistencia social ‘Provocaria elplan de Martinez de Haz. ‘aal_y produlo un choque frortal al anu las partarias de juno de 1975, generando una respuesta dura: una huelga general que aca- 6 por impulsar el relavo del minis- tro de economia y la salida del pa- fg de Lopez Rega (mentor dal plan, El sinccalsmo loge iui fevernente en el rumbo del go- bem, por la fala de objetivos 08 Por ie la dirigencia o- brera y la decision presidencia, llo- varon a otro intento_ortodoxo: Mondell, procuraria hacer, ya bre ol filo de la caida del gobier- ‘no, una versidn atenuada de la po- litiga de Rodrigo. El gobiemo peronista aparecia privado de sus apoyos naturales, pes su politica ya no ntrprotaba los intereses de [a clase obrera en particular, ni de los componentes del frenié nacional en general. Sin embargo, la amenaza del desbor- de sindicalt Te abria crédt- to como garantla de funclonamien- to eficiente” del sistema.En ese contexto, a zquierda peronista ~reducida practicamente a su ex- presién armada (‘Montoneros") y privada de toda posibilidad polit- ‘ca- se lanzaba a una orgia de vio- lencia, que contribuirta eficazmen- te a ctear las condiciones para el gobe militar. La politica sconémica de! proceso: los mecanismos de lainfamia La politica econémica inaugura- da por el gobiemo militar mostra fa una coherencia y continuidad no conocidas hasta entonces en el pals. Habja sido disefiada cuida- cae a epee el eau 4 Eid °'eetaba ya cortormaco Ia profundidad do la rees- tructuracién que se proponia reali- Zar, reverts. ‘el sustento de un po- der polio capaz de forzar su a- Dlcaoion hasta sus Utimas conse: Guencias, acallando toda protesta y Sojuzgando -mediante métodos Tepresivos- las previsibles resis- tencias. El autor smo resultaba la condicién necesaria para la a- plicacién de una estrategia que se byopona aera iagestucturas o- Slales y econémicas, ‘basandose para ellen el dominio del aparato statal puesto al servicio de un gure econdmica, muy concen ». Este sector dirigente, que ali- mentd, sustenté y fue usufructua- tio Saye Oe eye orden imple- mer y a los grupos na- Canales consttudos sobre a bs: se de la fraccién de la oligarquia que expandié sus intereses hacia la industria y las finanzas, y a las empresas mulinacionales que dr versificaron sus actividades a di- versas ramas de la economia . “Normalizacion” y redistribucion de ingresos El primer objetivo -elicazmen- te cumplido- consistio en la “nor- malizacién® de las relaciones labo- tales, Se comenz6 por modticar la Ley de Contrato de Trabajo en todas aquellas cléusulas que los sectores.patronales consideraban Iesivas de la rentabidad y la pro- duclividad y se puso un freno ab- solulo da toda Gemanda sindical (eliminacion de comisiones. inter- nas, despido de activistas), AsI, el ‘sentido de la “normalizacion” tue tevertit los avances logrados por el sector laboral en las etapas pre- edentes y establecer un grado de autoridad patronal discrecional. slo se acompand de una vio- lentisima transferencia do i sos desde al sector asalariado ha- cla el sector empresario (la partic ppaci6n del galario en el ingreso pa- 86 del 50% en 1974 al 35% en 1983). dentro del sector empresa- rio Se verificaron, asimismo, Impor- tantes flujos de_ingresos’ dasde laspequets y medianas empresas nacionales hacia los grupos empre- sarlos mas podarosos {nacionales Y.wangnacionalse) y desde el sec- lor industrial hacia el sector finan- lero. También desde el sector es- tatal hacia el sector privado, atra- vv6s de la subvaluacién de bienes y Servicios provisios por, empresas piiblicas y cuyos principales deman- dantes eran grupos empresarios vinculados al sector que deten- taba el poder. La desindustrializacin y ‘sus secuelas sociales La reforma finanoiera -que libe- 16 las tasas de interés- unida a la Testriccién crediicia operada des- de el Banco Central, produjo una elevacion sin precedentes de los one ne Bor otre pet: luvo, lugar una apertura indis- timinada gel mercado infor 8 los productos importados median- te la pose arancelaria y el retraso del le cambio. Esas dos cir- fancias, combinadas con al a- chicamiento del mercado interno por la caida salarial, produjeron en Conjunto una quiebra masiva del sector industrial, particularmente ‘enlas pequehas y medianas empre- ‘sas nacionales (sin posibilidades de reasignar recursos y autofinan- arse). Esto provocara un acelera- do proceso de desindustrializa- ci6n, @ la vez que una répida con- centracién en el sector industrial sobreviviente. Hubo fusiones y ab- sorciones de empresas en situa- cién de quebranio por parte de las empresas grandes que -tanto por la politica diferencial practica- da por el Estado, como por su vinculacion al sector financlero.y su acceso al crédito externo- pu- dieron afrontar ventajosamente la crisis y desalojar del mercado a las competidoras més débiles. fn verdad, no puede. hablarse de la desindustrializacién como producto de una crisis, sino como Fesultante de un conjunto de polt- radamenteensambladas, que produjeron una profunda re- estructuracién de la economia y de la sociedad. A la disminucién de la clase obrera industrial y de los sectores asalariados en gen ral, asi como a su pérdida de capa- cided de presion politica, se sumd la casi des no ‘os secio: res empresarios pequefiosy media- tee Ge caplel cacors, igmeise a la industria. Con ello se desactiva- ba cierto tipo de alianza politica vi- gente durante el desarrlo del es- quema_sust importacio- nes: ae vinculaba a la clase o- Brera industrial con el empresaria- do ligado al mercado interno, ge- ner ra de los movimientos po- pulares deltipo del peronismo. El sector financlero y ‘su hipertrofia, ‘A exponsas de la produccion se expandié en forma parasita el sec- {or financiero de la economia. Hu- bo una monumental transferencia de recursos hacia ese sector, que merced a los elevados spreads y al alza de las tasas, estuvo en con- diciones de cbtener diferencias al- ‘isimas y practicar una verdadera ‘exaccién dal resto de la economia {camo las empresas compensaban elevacién de los costes financie- fos con la disminucién de los oos- 40s salariales, esta exaccién termi- né Pyactcandose ‘a costa dal sec- tor laboral). La detormacién se expresé tam- bién en el comportamiento fina lero de las empresas mas favor cidas por la. politica en. vigenci ue desarroltaron actividades ex: {rabancarias, creando un meroado interempresario caracterizado por tasas usurarias. Endeudamiento extemo: ‘garantia de continuidad Escaparia a los limites de esta nota la descripcién detallada de las mecanismos que produjeron el gigantesco endeudamiento exter- fo que tuvo lugar en la Argentina posterior a 1986 (7). Baste decir que ese endeudamiento -generado engran parte debido ala toma de crédito por empresas del Estado- Sirvi6 para que ciertos grupos pri- vados compraran dolares baratos en el mercado libre, y los giraran a ‘cuentas en el exterior como garan- tia de nuevos créditos. Esos crédi- 10s -aprovechando ol relraso cam- biario y las elevadas tasas vigen- tes- eran convertides 2 pesos 0 ‘colocados 4 corto plazo en él mer- ado financiero. Vencidas las, im- posicjones, se feconveria a déla- Fes (la diferencia obtenida permi- ‘fa comprar més que los recibidos fen préstamo) que eran girados nuevamente al exterior para fepe- tir al ciclo. Este tipo de operacio- nes tuvo como principales prota- gonistas a los sectores econdmi- Gos mas directamente emparenta- dos al esquema de poder. Hubo también beneficiatios "me- nores" del endeudamiento: los sec- tores de las clases, media y alla que dispusioron de divisas baratas para viajar al exterior y comprar mercaderias importadas, cont yeron a acrecenitar la déuda y pa- Saron a engrosar la base consen- Juan Domingo Porén an su ttima -aparkién piblica. A su emocionado discurso de despedida anteceds un ‘mensaje donde denunciaba a sus ‘propios diigentas como obstéculo ‘para lograr le iberacién nacional, ‘sual del pian eoondmico. Lamasa de deuda asi contraida- ‘como resuitado del comportamien- to especulative de una minoria- quedara "socializada y pesaria so- bre toda fa comunidad: de hecho, buena parte era publica, puesto que se habia endeudade delibe- radamente a las empresas estata- les (mas ala de sus necesidades y posbbilidades de pago) con el obje- fo de proveer las divisas que se evadirian luego del pals. En cuan- {o ala Gouda prvata, gran parte de ella seria nacionalizada en 1981 or el sistema de seguros de cam- 1. ‘Desde otra perspectiva, los ob- Jetivos politicos de los sectores ue crearon Is condiciones de en- jeudamiento se revelan al reparar que el mismo, akanzada cierta constituyé una garantia idad de clertas condicio- nes basicas de la politica que lo en- gers: En ol coro plazo, a dev- fa. era también reasoguro de la ‘continuidad del mismo equipo eco- némico: dada la ligazén de Marti- nnez de Hoz y su grupo con la ban- ‘6a acreedora y los organismos in- temacionales de orédito, s6lo su es Fratenimicnio. noua. aeegurar ol Lamiseria yla desocupacién fueron ls consecuencias inmeciatas del ‘eumpliniento de a aplicacién delptan ‘econdmico de! Proveso de ‘Reorganizacién Nacional. Se buscaba {de esta forma la desaparicin do la clase obrera industrial como elemento opresisn poltica. flujo de divisas, cuya i (ermupcion habria precipitado la crisis del sec- forextemo.. Esta es una de las claves que - conjuntamente con la reestructura- cin de las relaciones de poder en la Argentina harlan poco menos ue imposible la “vuelta atrds", el ‘bj br us " ietivo politico de largo plazo ha- sido, pues, asegurar la estabil- dad de las condiciones necesarias para el funcionamiento.eficiente el modelo de acumulacion propio del capitalismo-dependiente, Desde 1955 se habian mutt ‘cado los intentos de hacer desapa- eoer al peronismo de la escena politica, en la conviccién de que la Potencialidad cuestionadora de Sus bases sociales, representaba la mayor amenaza existento para ‘l_funcionamiento del, capitalis- mo dependiente. El fracaso de 980s intentos -y ia conciencia de su inutlidad- dio lugar a una estr tegia més afinada: sino se podia desvanecer el faniasma det pero- nismo, era menester someterio a Un vaciamiento capaz de neutral- zzarlo. El plan econdmico desindus- trializado fue uno de los pilares de sa estrategla: apunts a la médu! dal movimiento nacional, al debili- tar severamente sus bases socia- {es. El otro pilar fue la violencia, que enconirs su justificacién en el ‘accionar previo o@ la guerra. Ven- ‘ida la Subversion, el terrorismo do estado fue el médio idéneo pa- fa _amordazar toda. disconform fad y cuvalquiorinionto cyestiona- dor del plan econémico. A la ve; {a Identidad de fos principales des: tinatarios de esa violencia -militan- tes dvenes y muy especialmente activistas. gremiales, indiscrimina- damente englobados bajo un con- cepto lato de “subversion”. revels 8U consistenci dela pol mi Asi desnudada, la estrategia en- sayada por los duehos del poder a tir de 1976 se nos muestra exi- zen lo inmediato, al tiempo ‘Que revela sus costados mas fundamente antinacionales. Con- ‘sumada la infamia, ol pais - el mi vimiento nacional- daberén buscar una nueva altemativa a partir de tuna realidad distinta. Tal el desafio ‘del futuro préximo. ESCRIBE: JUAN D.PERON En el afio 1967, Eugenio P. Rom grababa en Madrid una serie de conversaciones con Juan Domingo Perén que sirvieron como base para la posterior edici6n de su libro: "Asi hablaba Juan Perén”. En etas charlas el lider justicialista vierte valiosisimos relatos que muestran cual era su visi6n sobre los hechos histéricos fundamentales, que son las claves permanentes de la Argentina contemporanea. De este interesante libro rescatamos este capitulo cuyo titulo nos exime de hacer otros comentarios Corre € afio 1846, El ejército del tactos con el Brasil para una accién dras antes de partir, en desagravio a Brasil est apostado en la frontera conjunta. Por supuesto que, por me- la bandera azul y blanca de nuestra con Uruguay. Se tiene la impresién dio de ios uniatios de Montevideo. patria, Las escuadras que parten, son de que estallard la guerra con el im- En eso estén cuando en Paris estalla nada més, que las de las dos naciones perio de un momento a otro, tuna revolucién y se instala 1a Repd- més poderosas de Ia tierra. ‘Los exiliados unitarios’se embar- blica. 1848, El panorama cambia com- Las noticias llegan a Francia, jus- can en la flota imperial y actian co- pletamente, El jefe de la escvadra, to a tiempo para alegrar los itimos mo siempre de "asesores", esta vez por las dudas, y por su cuenta, levan- dias del general San Martin, Muere el Brasil, tel bloqueo, en 1850, Pero, en Europa la cosa no da para El puerto de Buenos Aires, queda En un inciso especial de su testa mds. La opinién piiblica presiona y se _nuevamente libre. ‘mento, lega su sable de la Indepen- decide negociar la paz. A tal efecto Brasil da marcha atris apresurada- dencia “al general argnetino Don Juan se envfan nuevos Embajadores al Rfo mente. Sabe muy bien que ‘solo", no Manuel de Rosas, como prueba de la dela Plata, Puede enfrentar a la Argentina satisfaccién que como argentino, he La negociacion es larga, porque En adelante inicia una larga, pa- tenido al ver con cuanta altura hasos- Rosas se muestra imeductible. ciente, y prolija busqueda de nuevos tenido el honor de la Paria. Sostiene que Francia e Inglaterra de- aliados. Con el tiempo encontraré.u-Estd todo dicho. ten retrarse, devolver todo lo que 10 ideal, ya lo veremos.. Los preparativos bélicos del Bra- hhan tomado ¥ desagraviar al Pabellon Mientras tanto, 125 potencias ne-. sil suffen una nueva demora. Esta- ‘Ageatino. gocian la paz con Rosas. Bl sigue "en Ilan movirhientos republicanos en el ‘La negociacién emtra en un calle- sus tece": devolucién de todo y desa- interior y se desata una ola de peste {jon Sin Salida, Las potencias extran- gravio ala Bandera. Tanto Francia co- amarilla. Jeras consideran que no pueden hacer mo Inglaterra, reciben el mismo tra- Rosas, rompe relaciones con el ‘se papel6n ante el mundo. to, Respetuoso pero irreductible, por Imperio y se prepara para la guerra, ‘Rosas puede esperar. Y espe- parte del Jefe de la Confederaci6n Ar- _-Reconstruye la escuadra y refuer- 1a, En e508 momentos todo el pais es- gentina, za con todo ¢l material y “hombres ‘den orden. No queda ninguna tropa Finalmente en el afio 1849, se fir- que puede, al Ejército de Operacio- ‘unitaria operando en el interior y no man los tratados de paz, en las condi- nes, al mando del general Urquiza. tiene ningin conflicio fronterizo. ciones que exige nuesto Pats Pero el Imperio no se mueve. Has- Salvo la situacién del Brasil, claro, Cumpliendo el mismo, sé levanta t que no encuentre un aliado, no ero bueno, e50 es “crbnico”. tambign a las tropas europeas que es- piensa hacerlo, si a guera comenzara Cansada de seguir en este asunto, tn en Montevideo y la dos escuadras en ¢305 momentos, nadie duda que el Inglaterra, por su cuenta, decide le- se retian. ‘tiunfo seria para a Argentina. vvantar el’ bloqueo y allanarse en las Es el triunfo total de Ia politica En eso estaban las cosas al co- negociaciones de paz. de soberania argentina. mienzo del afo 1851, cuando se. pro- ‘No asf Francia, que inicia sus con ‘Suenen los cafionazos de las escua- duce el hecho mas increfble de la his- 3 Se erent El grabado reproducido de L'lustration dle Pare muestra un soldado de la Legion Francéia en Mentevideo, Estos rmerconarios con sueldo servitan a las Grdenes de Garibaldi, junio a ellos se tencontrabcn los exiles orgentinos que ‘ambatlan contra su prope patria. toria argentina y uno de los aconteci- Iientos més vergonzosos de la histo- tia universal. < El general en Jefe del Ejéscito de Operaciones argentino, para la guerra contra el Brasil; Don Justo José de ‘Urquiza, entra en tratativas con el e- nemigo, para pasarse al, y arrastrar las tropas que el pals ha ‘pesto bajo su, mando y responsabilidad. Asf tam- todos los pertrechos y armamen- tos a su disposicicn, Por supuesto, que las negociacio- nes son lentas y “secretisimas’ La oe a ee ee ito (030 de esta parte de Su- ‘damérica, en esos momentos, le da u- na carta de triunfo que s6lo’esté dis- guest negara muy ali precio fe todo dinero, Mucho dinero, YY ademés la flota del Brasil, que ¢$ indispensable en este caso. Con la el almirante Brown 10 puede con- tar. El Almirante no "se vende". La coordinacién y el "manejo" de Jas tratativas, desde luego que estd, como siempre, a cargo de los exilia- os. argentinos de Montevideo. Ro- a5, que ignora todo esto, declara for- rmalmente la guerra al Br Urquiza Se promuncia en marzo de ese ‘fo contra Rosas. Ye ha *arreglado” con el Brasil. Acto segui- do, entra en el Uruguay para atacar al ejército de Oribe que sitia Montevide- oy, eal ‘cumplimiento de lo “pactado”, Jas tropas del Brasil cruzan la fronte- ray entran también en el Uruguay. ‘Las comanda el Marués de Caxias. 'No hay batallas. Oribe nada puede contra esas tropas. Enirega su ejétci- to y s¢ le permite retirarse. Otra cosa es eee ae 2a, el pats qu . Reber ta pais dos meses, sus dos mejores ejrcitos. Se sige pecintadamente a San- tos Lugares, a organizar una fuerza fn base a topas reclutadas a sltimo momento y sin ninguna experiencia, la mayorfa de ellos. Pero, dice, "Buenos Aires no se en- tregard al extranjero sin luca’, ‘Desoye el consejo de sus generales 4e internarse en el interior y esperar ios refverzas de los cauaillos, que le son adits ensue iza, con su efército reforea con ls topts tomadas a Oribe, con més, las tropas del ejército brasilefio, emprende el camino de Buenos Aires. Cuenta con casi 40.000 hombres, An- tes de movilizarse ha exigido. que se le de "todo el dinero prometido". ‘Se le da la mayor parte, “el resto” al entrar en Buenos Aires. Quedan en el Uruguay 12.000 hombres del Bra- sil. Por las dudas. ‘Anite Ia entrada de las tropas brasi- Jenas al teritorio argentino, Rosas recibe numerosas adhesiones Entre e- Mas ta de varios jefes, mitaros, que se sienten “repugnados” por lo que es- & ccurtiendo y vienen a ofrecer sus espadas para luchar contra el extran- Jer0 y contra los traidores, Rosas los acepia y les da mando de tropas, ‘La batalla se dio en Morén. Las ‘fuerzas nacionales pudieron hacer con- tra un enemigo que las dupliceba en nimero y armamentos. ‘La historia escolar, 1a conove co- mo de "Caseros", porgue los brasile- fos exigieron que ast se llamara, da- do que @ la Division de ese pais le to- lear en un sector conocido como "Palomar de Caseros" En la historia de’ Brasil, se Mama “la revancha de Ituzaing6" y "fin de Ja guecra contra Argentins" En thdas las ciudades de ese pais, hay una calle 0 avenida que leva su nombre, Es légico! Lo realmente increfble, es que Buenos Aires. y varias cudades del interior, también hay calles que se Taman asf, Bueno, Rosas renunci6 y se asil6 ‘en Inglaterra, Urquiza "se _proclamé Director provisorio de la Confederacién, El df 2.20 de febrero de 1852, aniversario de la batalla de Ituzaing6, el ejército braero ents en Buenos Ale, on ‘charangas y banderas des asu gas Y pleas Se fusils y degoll6 a tanta gente, que el rfo que cruza Palermo, dicen los testigos de la época, bajaba con sus aguas de color rojo, Unquiza con la cabeza fria, apro- vechando la euforia de sus partidarios con el triunfo, pidié més dinero al Brasil. Se fo dieron, pese a que ya ha- ‘fan empezado las discusiones'y las desayenencias entre ellos. ‘En esto estaban, cuando saltan a Ia fuz los acuerdos secretos, y Brasil communica que, se queda en el Un ay, con su efército. Exige a ese pa- °%ino mifons de pees fact, como gastos de guerra se incauta de los territorios orientales cedidos por Urquiza. ‘Ante Jos hechos consumados, In- alaterra moviliz6 su diplomacia ‘para tratar de recuperar [as ventajas comer- ciales, que habia perdido dos afos an- tes, en el fracaso del bloqueo al puer- 0. Por lo pronto, exigié ta famosa “bre navegacién” de los rfos interio- res, TInstalado en Buenos Aires, Urqui- za también moviliza su estrategia. Por lo pronto, le convents mantener al elenco de gobernadoresrosistas en las provincias del interior. se entregaba totalmente a. los unitaros, ests a la Targa, seguramen- te le "presentarfan Ja cuenta” de su muchos afos al servicio de la Federa cién, Su “espada litertadora" habia cor tado muchas eabezas de unitaros y 6. tos no lo habfan olvidado, Ast que comisiond a Bemardo de Irigoyen a interior, para invitar a las provincias + luna retnién conjunta y alt jar Is conducta a seguir. La provincia de, Buenos Aires, fue convecada a “elecciones". Por supues- {toque con lista nica, Ganan fos uni- { tarios. Eligen Gobemador, por peido de ‘Unquiaa, al_ vio don’ Vicente Lopez y Planes. Presidente del wibunal de Justicia de Rosas. Tas cauelilos del interior, se re6- nen en San Nicolés de los Arroyos y firman, precipiadamente, un "acuer- oo Se designa a Usquiea Director de ta Repsblica Argentine lama también a un Congreso Constituyen- La reciente implantada Legislatu- ra de Busnos Aires, rechaz6 el acuer- do y el vio Loper dehis renuncia, Muy disgustado Urquiza, intervi no la provincia y resolVi6 “asumir el gobiemo de la provincia’, Dias més exigié el retiro del gobierno units: Las fuerasbrasenas se ve su pabellin tarde, le dewuelve el gobiemo al au- tio, Acto seguido, puso stio.a la clu. dasplegado on plona batalla: combasiron tor de las "Odas Patnticas’. Duré dad del puerto. Junto a tas tropas argentinas de Prdn y poco, lo hacen renunciar de nuevo los A los pocos dias, Ia flota Confe- Galdn enfrentando la antillerta de niarios, : derada eapturd a la del Estado de Bue- Chilave en la bale de Mowe Resultado, Unquiza volvi6 a "asu- nos Aires, y apoyé el sitio con el blo- Caseras. La traiciin de Urquiza fue nit’, {ueo del puert. desproiada Kata por lx mismo En fin, un vento de nunca acabar. “En medio de esta confusiGn, a Ur- bran Y Jo peor es que més o menos asf va quiza no se le ocurrié mejor idea que 4 seul coms por bastante Gempo, Ia de incr wauivas para, proponet eniras en el resto del pats, los separar Ene Rios y Comienks cc! gobemadores enviaban a sus diputa- resto del Palsy proclamar la Repd- dos por cada estado, para la Asamble- blica de 1a Mesopotamia. Inglaterra 20.000 onzas de oro. Este se marcha a Constituyente a celebrarse en Santa se lo prohibis. a log Estados Unidos de, Noreaméri- Fe, Unuiza se traslada a esa provin- No tuvo mids remedio que presen- ca,.No regresa nunca més. El *maes- ia, para Ta inauguracion, Claro, en tase en Buenos Aires en el curdcier wo" tiene buenos discipulos. El mal ‘un bareo de la flotabriténica. de Fmeciador de pus" Los uniarios empl cunde, [Los barcos ingleses estén aqui, pa no lo recibiexon. dinero del puerto, comienza a ra exigit la libre navegacion, de los Se reiniciaron las hostlidades. correr a manos llenas entze las fils, Hos. Después de esto, demés estd de- Urquiza tomé el mando de los ejéret- de los sitiadores. Poco a poco, co- cir que la obtienen. tos stiadores. rrompe a todos los Jefes. Los oficia- Muy bien, Ahora, Jos unitrios "Bueno, en esos momentos yen me- les "vonfederados" abandonan las ft Pores, aprovechan la ausencia de dio de ese ambiente, lleg6 la noticia las y concurren a cobrar "su pans". Urquiza’ para hacer una revolucién. de que en Santa Fe, se acababa de vo- quiza se pone nervioso y pierde Retiran sus diputados al Congreso d¢ tar la Consttucién Nacional. Es el todo disimulo. Anuncia que lo mejor Santa Fe y separan el Estado de Bue- afio 1853. 5 que este asunto, lo resuelva el re- nos Aires de la Confederaci6n, ‘La Constitucién fue “promulga- presentante de la Tota briténica, to- TInmediatamente comienzan los da" por Urquiza desde su cuartel de davia sarta en el Rio de la Pista preparativos para una guerra, esta San José de Flons. ‘Una actitud realmente poco “sobe- ‘ez, contra Urquiza, Pero cuando es- Muy bien, ahora, los _unitarios rana”, tin’en es0, se les subleva el Coman- poriefios, consiguen levantar el blo- Acto seguido, recurre al Brasil y dante de Lujén, coronel Lagos, que queo del puerto por parte de la flota le dirige idéntico pedido al Ministro fuera rosista y en esos momentos es- de la Confederacién, del Imperio en Buenos Aires, Otra, taba con Urquiza. Lagos levants las {El sistema? Elde siempre; sobor- YY, como final. Triste final, se ‘ropas de la campafia dela provincia nar al Jefe, comodoro Coe, con coloct en la cola de los que reciben 18 Fl exadro de Gilbert nos muestra wna ‘excona de la batalla de Quebracho. La ‘misma significé wna tremenda derrota de laflota extraniera que inerid avacallar la dignidad nacional, Luego de ella no volvieron a navegar impunemenie el ‘parand mientras Rosas se mantuvo en el oder. dinero de Jos unitarios “para retirar- ‘Solo que en su caso la suma es uch mis grande, y se recibe como indemnizacién". Des. millones. El smear "nego, Is hizo Coe. H Gueno dé Lagos, que esti de buena fe en wdo exo, sélo pide una ammistia general para todas las tro 8s. PF ce a dan, por supuesto. A quien Je imporiaba exo! Conchuido este “asunto", fas tro- pas Se retiran y el Director de la Re- Pilblica Argeniina lo hace en compa- Bia del represeniante inglés. Marcha ala cabeza de una caravana de mulas ‘como transporte del dinero. Se embar- cca en la escuadra briténica, se retira a Santa Fe. Bueno, tiene que ir all, pues se a- ‘aban de iniciar los fests "naciona- les", con motivo de 1a proclamacién de 1a Constitucién, Alli reinaba un ambiente de “cul- {0 optimism’. En realidad, no tuvieron demasia- o trabajo. Pricticamente las comisio- nes se Timitaron a copiar el texto de la Constiwcién de los Estados Uni dos de Norteamérica, Lo hicieron con tan poco disimu- Jo, que en algunos casos, aparecfan pa- labras en inglés, En owos, Ia traduc- cic literal era tan confusa'al no exis- ti sindrimos que resulaba dif ‘mente comprensible, ‘Bueno, hubo que pasarla en lim pio después de promulgada. Y ya e5- 1, los festejos no podfan detenerse, | "estado de Buenos Aires" la re- ches. Sus portadores Hegaron a ta ciu- ddad, pero fueron amenazados con a- horearlos, Se retiraronprecipitada mente. 'No era para menos. Los. festejos, después del areglo del sitio de Buenos Aires, habfan in- ‘luido gran cantidad de fusitamien- tos, como parte del especticulo. Va- ros rosistas, que se habfan salvado de matanzas anteriores, fueron "in- cTuidos” esta vex, Ellos no estaban “amparados" por 1a “amnistia". Eran Civile, A todo esto, en Santa Fe, Unqui- za.es clegido Presidente de Ia Confe- deracién. Buenos Aires, elige a Pastor Obl gado como gobernador, y se da su pro- pia Constitucion, Ambos Estados, se preparan para vuna guerra inevitable. ‘Para matizar el ambiente, se pro- duce una invasidn de los indios del sud, Invaden territorios de ambos Es- tados, Resulta casi cOmico, En el in- terregno, Valentin Alsina ‘reemplaza como gobemador 2 Pastor Obligado, Hay de todo. sobornos, presiones diplomiticas, fraude, etc, pero sobre todas las cosas, violencia y comup- ign, Aprovechando esta situacién, ol Brasil permanece militarmente en la Repibliea Oriental del Uruguay, con el pretexto de "preservar el orden’ Flos Estados guardan silencio, El Brasil domina la tegi6n, Envalentonado, tata de hacer Jo ‘mismo con el Paraguay. Le va muy mal, Lo sacn eon “eas destempa- ‘Ya por ese entonces el Imperio ha comprado todo el sobrante de la Guerra de Crimea. Nadie duda de a- donde pensard usarlo. Bueno, sino se armé un "zafarran- ccho” més grande, fue sencillamente je Inglaterra no lo. permit Brasil dominaba ta regio, pero Inglatera gobemaba el mundo. ‘Unquiza para "tranquilizar" al Pa- raguay, y no tener problemas en ese frente, le entrega todos los, territo- ios al nore dei rio Bermejo. Vale decir; toda Formosa y parte de Salta yy 1 Estado de Buenos Aires enarbo. a su propio pabellén, Es necesario “distinguise” del resto del pais. Recuerda aquella bandera de Ma- yo? que levantara Lavalle fraudulen- Tamente? La que se embares en la flo- ta Francesa? La “celeste y blanca" con el celeste de Ia divisa unitaria? Esa misma, Se manda a guardat para sien ‘re a la bandera azul y blanca de Bel 10 y de la Asamblea del afo 13. fide Satay Tucumn, la do los An- des, de Tuzaing, Ja de Obligac, lade Brown y de Bouchard. Bueno, esa que se la guarden los guna vez recordamos la créniea da aquelos dias (Oscar J. Sbarra Mitre, "Somos una Argontina colonial, quere- ‘mos ser una Argentina Libre", en revista ‘Linea’, afo VI, N® 63, febrero de 1985, pags. 29/97). Dociamos en: toneas, en el afo del cincuentenario de FORWLA, “La Udtima semana de juno de 1935 se inicié con una ervel Noticia para los portefos: ol lines 24 habla muarto Gatlos Gatdel en un tragico accidente de aviacién alld ‘on la lejana Medellin. Las malas nuevas rosultaban casi fcomunés en aquelos afios ligubres. Provenian de un sistema cuyo tnico objetivo era aceniuar Ia dominacién Colonial en la Argentina. Pero ahora también el azar angustiaba a los argentinos. Ademas, el. clima Contrbuia; ese invierno do mediados de la’ década fue ‘uno de los mas rigurosos que recotdaban los habitantes do Ia sutida Santa Marfa de los Buenos Ares. Lisandro, deo la Torre so dobatia on | senado como un epadachin soitario contra a plana mayor de la entrega, apitaneada por el jnelable Federico Pinedo, ministto de Hacienda del ragimen. Aponas un mes mas tarde -el Ex la recolta desfilaron er honor a Uribura los militaries de a Legion Civica, organizacion paranilitar inpirada en el medelo “fscisa de “los camisas negras” Su duracion seria efnera 23 de |ullo-, Enzo Bordabehere caeria baleado en plene Fecinto det Senado de la Nacin. Ast respondia el mato- nnaje de Justo a las interpelaciones parlamentarias. So- bre ol fin de osa somana, ol s&bado 29 de junio, los dia- fios informaban -como lo recuerda Miguel A. Scenna (op. cit) sobre las tralativa de paz en la guerra del Cha- © y la entrevista entro Benito Mussolini y el primer mr fistro briténico Anthony Eden. Pero ningdn medio de ‘eomunicacién dlria nada sobre un grupo de jévanes ‘que ese mismo dia, en un e6tano cuyos tragaluces se ‘mostraban debajo del nimero 1778 de la callo Corrion- tes -casi esquina Callao- relelan unas conocidas pala- bras de Hipélito Yrigoyen: Mafiana, pasado manana tal ver, pero algun dia fataimente, en aiguna vuelta del ca- ‘mine argentino los pueblos comprenderén... y desde la ‘cumbre, midiendo lz profundidad del abismo en que ‘nos dabatimos hoy, se maravillaran do habor podido cor 4o que somos actualments, Quo importa quo so diga, hoy como ayer, con tal que vayamos... Qué importa tam- bién que brame la tormenta: Todo taller de FORJA pare- ce un mundo que se derrumba... Y qué importa, ade- més, que seamos todos, hoy como ayer, los mismas me- rodeadores del hambre ¥y 1a sed humanas; una estrella bila sobre los campos de! nuestra ignominia. Créanlo bordeando precipicios que apenas entrovemos al pasar, hacemos historia que los siglos venideros reconocardn gloriosa”. ‘Aaquelios jovenes yrigoyenistas hablan decidido abrir ‘los el taller donde forjarian la conquista del proyecto nacional y popular del “Peluso”, Por eso, Arturo Jauret ‘che, uno da sus més entusiastas animadores, aligié 2- ‘quolla frase do Yrigoyen, armando la cigha sobro osa pa: labrai F.O.RW.A., que pas6 a ser el apdcope represen tativo de la Fuerza de Orieniacion Radical de la oven Argentina, Enire los 113 fundadores se hallan los mas Iicidos luchadores populares de aquelia generacion co- ‘mo elinigualable precicador que fue Arturodauretche

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