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Grupo 18
Cada vez, esta práctica es más usada y aceptada por la sociedad. Hasta el 2012
en Bogotá, a más de trece mil (13.000) animales se les había practicado la
eutanasia, PETA (Personas a favor del tratamiento ético de los animales, por sus
siglas en ingles), en el 2013 sometió a la eutanasia al 82% de sus animales en sus
albergues y en promedio, a 5 animales cada día.
Cuando hablamos de este tema no es cosa fácil, la eutanasia no es muy bien vista
por algunas personas y un ejemplo de ellas son quienes tienen muy inculcada su
religión desde pequeños, pues afirman que no ellos no deben influenciar en
cuanto al periodo de vida, bien sea de una persona o un animal. Es ahí donde
muchas otras (me incluyo) no están de acuerdo, pues la religión puede ser
importante en nuestra vidas, pero a mi parecer, es algo inmoral hacer sufrir un
animal hasta el último instante de su vida, es algo ilógico e incoherente. Pero
también hay personas que tienen muy buena argumentación para estar en contra
de la eutanasia y más para disminuir el tema de la sobrepoblación que
anteriormente se ha nombrado, pues disminuir una vida no hará la gran diferencia
porque estamos atacando las consecuencias y no las principales causas, como su
reproducción y para su control esta la esterilización, pero seamos honestos,
muchos propietarios (no hablo de los que no lo hacen) son irresponsables y dejan
vagabundear a sus mascotas por mucho tiempo y no tienen idea que hacen un
gran mal al bienestar como sociedad, aumentando la probabilidad de la
transmisión de enfermedades zoonoticas y el número de animales en la calle,
aunque este no es el tema a tratar en el presente.
Afrontar la perdida de una mascota no es fácil, muchos las hemos perdido por
muchas causas pero que ocurrieron sin previo aviso. La muerte es un hecho
ineludible de la vida, es decir, todos los seres humanos vamos a tener que
enfrentarnos a ella, independientemente de si sea un familiar, una mascota o
presenciar la muerte de un animal ajeno a nuestra vida, por ello es importante
poder disponer de recursos que nos ayuden a afrontar esta realidad de la mejor
forma posible. Es un poco diferente con el tema tratado, la eutanasia pone fin de
una larga carrera y es nuestra decisión si tenemos que acabarla. ¿Qué es dura
decisión? ¡Claro!, para nadie es fácil y superar una de estas decisiones puede
llegar a ser muy duro, en especial al abordar estos temas con los más pequeños
de la casa. Lastimosamente, un miembro de mi familia tuvo que acudir a este
último recurso, pues su mascota tenía insuficiencia renal crónica y esta le impedía
llevar normal su vida cotidiana; me comento que al hacerlo estaba muy triste y
paso mucho tiempo para que pudiera superarlo, debido a que había sido su
compañero de toda la vida, pero que en su interior sentía que estaba haciendo lo
correcto pues sabía que el (Douglas) no iba a sufrir más.
Pero ¿Cómo superarlo? Avanzar y ‘quemar’ cada una de las etapas propuestas
(negación, ira, negociación, depresión y aceptación) por Elizabeth Klubber-Ross
nos ayudara a sobrellevar esta dura situación. Aunque en los ‘pequeños
propietarios’ es algo más complejo el tema de superar una perdida (en este caso
de su mascota). Si les ocultamos o callamos dar estas respuestas e intentamos
darlas en formas erróneas o distorsionadas sobre lo que sucede a nuestro
alrededor, solo hará que la experiencia de la muerte sea, además de que pueda
resultar dolorosa, puede convertirse en algo complicado o patológico. El apoyarle
emocionalmente es muy importante en la etapa de superación del complicado
momento por el que atraviesa, como dice un antiguo proverbio sueco: ‘La alegría
compartida es doble y la pena compartida es la mitad’. Tener una charla con él o
la niña en cuestión donde se puedan expresar y normalizar lo que siente, donde el
niño le comunique al adulto sus dudas y expresar sus emociones, pues estas
cosas no las comentan son sus amigos y buscan a una persona a la cual le tienen
mucha confianza, en esta caso los padres; es necesario más atención con ellos
pues atraviesan un momento donde sienten inseguridad y están emocionalmente
decaídos. La solución es ubicarse en el contexto de su mundo, ¿Pero cómo? El
juego es la principal actividad de aprendizaje y desarrollo en la infancia, y en este
caso la construcción de un proceso para superar el duelo; lo podemos utilizar para
generar un entramado de recuerdos positivos y valorar todo lo bueno que nos ha
dejado nuestra mascota (momentos de felicidad y demás); didácticamente
podemos construir una caja de recuerdos, los niños pueden dibujar con pintura
expresando sus sentimientos, visitar el cementerio de su mascota y leer cuentos
que aborden estos temas de duelo.
Programar el procedimiento, no solo, da tiempo para realizar bien las labores
inherentes al acto, además esto permite que el duelo sea más llevadero y se
pueda obtener el consentimiento informado por escrito. Es indispensable que los
propietarios tengan el tiempo necesario para que interioricen la información y
puedan de esta forma avalar el procedimiento. Es conveniente y humano, que el
profesional a cargo del proceso muestre empatía y discuta de forma clara los
factores que condujeron a la decisión, explicar exactamente lo que implica,
incluyendo la disposición final del cuerpo y algo muy importante no juzgar el
motivo por el cual, el propietario tomó la decisión.
Bibliografía
CUADRADO, David. Las cinco etapas del cambio. Capital Humano, n° 241, pag
54, Marzo, 2010. Disponible en:
https://factorhuma.org/attachments_secure/article/420/c303_cincoetapas.pdf
Testimonio de Camilo Antonio Martínez Latorre (Citado con el texto como familiar).