Tranvías fúnebres

Iban tirados por caballos negros. El cochero vestía de negro. Los vagones estaban
revestidos de negro. Eran los tranvías a caballo de la línea llamada “Pocitos-Buceo-
Unión”, que por acuerdo con el Municipio de la época –alrededor de 1885- realizaban
entierros pagos y para pobres. Aquella línea de tranvías circulaba regularmente por las
cercanías del Cementerio del Buceo. Y como no era fácil llegar hasta allí con los
carruajes habituales, pues el camino era deficiente, sembrado de baches y zanjas, el
Municipio le había encomendado a la empresa realizar el servicio fúnebre. La
Compañía tenía la obligación de enterrar gratuitamente a los pobres (y por entonces el
del Buceo era un cementerio de indigentes más que nada). Pero también efectuaban
entierros pagos: las familias podían alquilar un vagón mortuorio y, si lo querían, otros
coches más, para acompañar al principal. Los más pudientes hasta tenían opción a
contratar un tranvía de lujo, pintado de negro y enlutado por dentro, cuyo servicio
costaba veinte pesos…

Milton Schinca: Boulevard Sarandí, Banda Oriental, Montevideo, 2005.