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Maestría en Ciencias de la Familia

Psicología Evolutiva de la Familia


Actividad 1 Unidad 9

Uriel Morales Rodríguez


04 de marzo del 2018
Los asilos son sitios de gran importancia social. En ellos, personas de la tercera
edad que no pueden valerse por sí mismas o cuya familia no puede darles la
atención adecuada, encuentran el lugar ideal para adquirir nuevas destrezas y
convivir con gente de su misma edad.

Son instituciones que brindan protección física y mental a las personas de la tercera
edad; proporcionándoles casa, alimentación, vestido y una serie de programas
enfocados a su salud, bienestar y recreación, siempre coordinados por personal
calificado.

Contrario a lo presentado a través de estereotipos, la vida no acaba en uno de estos


centros, ni son lugares en los que la gente queda recluida. Tampoco excluyen el
trato con seres queridos y familiares; al contrario, se fomenta el que las personas
de la tercera edad sigan participando de manera activa tanto en su hogar como en
la comunidad.

Los asilos son buen sitio para aprender artes y oficios, practicar deportes, así como
para desarrollar creatividad, destreza o conocimientos de manera colectiva, en
convivencia con gente de la misma edad. Además, la práctica de actividades físicas,
como gimnasia, baile entre otras; ayudan a mantener la elasticidad y coordinación
corporal, de manera que, en contra de lo pensado, se preserva la autonomía y
reduce el malhumor originado por depender de otras personas.

La misión de una estancia para ancianos es, en esencia, procurar una vida digna y
cuidados especiales para quienes los necesitan y, salvo cuando su estado mental
lo impide, un adulto mayor sólo puede ingresar si da su consentimiento.

Estos centros, que ayudan a la recuperación de la autoestima y devuelven la certeza


de que todo ser humano es productivo, son opciones que deben tomarse en cuenta
antes que un asilo, pues muchas veces lo que el anciano necesita es convivir con
personas de su edad y no necesariamente separarse de su familia por completo.

El asilo sólo deberá considerarse en los siguientes casos: cuando las condiciones
familiares no satisfacen las necesidades que requiere la vejez, si las actividades de
cada uno de los integrantes no permiten cuidar al anciano y se queda solo en casa,
muerte o enfermedad del cónyuge, incapacidad (a veces sólo psicológica) para
afrontar las dificultades de la vida diaria y problemas de salud o psicológicos que no
son debidamente atendidos.

La situación ideal para los adultos mayores, es recibir los cuidados de su familia; sin
embargo, existen casos en que las personas mayores necesitan un servicio más
profesional, especialmente si se encuentran en una situación que requiere de
cuidados específicos, seguir un horario o que sus familiares no cuenten con el
tiempo para cuidarlos por lo absorbente de su trabajo.

En estos casos, los asilos pueden ser la mejor opción debido a que sus
instalaciones proporcionan mejor atención en términos de cuidar a los ancianos,
especialmente para los que requieren atención médica las 24 horas del día

Para las personas mayores que se encuentren en el proceso de recuperación de


ciertas enfermedades, estos lugares pueden proporcionarle mayores opciones para
cubrir sus necesidades.

La atención sobre cuidados especiales que podamos prestarles a nuestros


familiares o seres queridos a veces no es suficiente, por lo que en estos centros
encontrarán a profesionales certificados en adultos mayores.

La mayoría de las instalaciones especializadas no sólo proporcionan un lugar donde


las personas reciben atención médica diaria, también pueden ofrecer
entretenimiento orientado a que disfruten y se diviertan de acuerdo a sus
condiciones. Estos centros ofrecen diferentes opciones de relajación que también
aportan un enfoque positivo a la curación.

Algunos llegan como de visita, para conocer, a ver si les gusta, para que encuentren
otras personas como ellos con quienes pueden platicar…y ahí los dejan. El
problema es que de este tipo de establecimientos públicos hay muy pocos en el país
y los privados están al alcance sólo de quienes pueden pagarlos.
En nuestro país la Asistencia Social es una expresión de solidaridad humana que
se manifiesta en la familia, en la sociedad y en el ámbito del Estado, cuyas acciones
se han caracterizado por la operación de programas circunstanciales que limitan el
desarrollo de la asistencia social, amén que el retardo en la solución a los problemas
más urgentes y el surgimiento de nuevas necesidades incrementan los rezagos,
principalmente en los sectores más pobres de la sociedad, en los grupos más
vulnerables como son los menores y adultos mayores en condición de orfandad,
abandono, rechazo social y maltrato físico y mental.

En respuesta a lo anterior, es necesario estimular y fortalecer las acciones de


asistencia social que realizan los integrantes del Sistema Nacional de Salud de
conformidad con lo que disponen las leyes respectivas, no sólo en el control y
supervisión del uso de los recursos y aspectos administrativos, sino principalmente
en la calidad de la atención, a fin de asegurar mayor coherencia entre instrumentos
y objetivos, para alcanzar una operación integral más eficaz, una gestión más
eficiente y la contribución hacia una sociedad más justa y democrática.

La presente Norma Oficial Mexicana (Norma oficial mexicana nom-167-ssa1-1997,


para la prestacion de servicios de asistencia social para menores y adultos
mayores.) establece mecanismos básicos que faciliten y alienten la instrumentación
de acciones en favor de los menores y adultos mayores sujetos a asistencia social,
tomando en cuenta la condición específica de cada entidad federativa.

Esta Norma Oficial Mexicana tiene por objeto establecer los procedimientos para
uniformar principios, criterios, políticas y estrategias en la prestación de servicios y
desarrollo de actividades en materia de asistencia social a menores y adultos
mayores.

Esta Norma Oficial Mexicana es aplicable a todas las dependencias y entidades de


la administración pública, tanto federal como local y las personas físicas o morales
de los sectores social y privado que conforman el Sistema Nacional de Salud.

Existen otras alternativas que ocupan los primeros lugares de preferencia, como las
llamadas residencias diurnas, en las cuales las personas de la tercera edad sólo
asisten por la mañana y regresan a su casa a dormir, o bien, clubes de la tercera
edad y centros culturales donde pueden realizar diversas actividades recreativas,
como yoga, manualidades, pintura o baile.

Hay una necesidad de que la sociedad sea consciente de este tema y cuanto antes
cada individuo empiece a revisar su situación personal, edad, condición económica,
estado físico y de salud, relaciones familiares y de amistad. De todo esto dependerá
cómo y en qué condiciones llegará a la vejez.

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