En muchos casos las opiniones pueden ser diferentes o no se tiene una idea clara
sobre cuál es el problema. Este tipo de situación se presenta generalmente en
niveles de gestión y administración, o en la etapa antes de definir un proyecto; suponiendo por ejemplo, que en una facultad de reciente creación se quiere implementar una biblioteca, podría haber opiniones diferentes, por parte de los diferentes participantes; será el rol de una biblioteca tradicional o los profesores, graduados o alumnos podrán publicar en línea sus trabajos de investigación, o el acceso será a través de internet o de una intranet, o la nueva biblioteca aplicará un rol que combine lo impreso con lo digital, o tal vez alguien dirá ¿por qué en lugar de implementar una nueva biblioteca no sería mejor aprovechar la capacidad y las facilidades que brinda la biblioteca central a todas las facultades?.
Es por ello, que en las situaciones no estructuradas se deben encontrar
respuestas al ¿Qué? antes de definir el ¿Cómo?, y para eso nos ayudará la metodología de sistemas suaves o blandos.
¿Cómo logramos a entender una situación problema?, ¿Cómo podemos conciliar
los puntos de vista diferentes de los participantes en la situación problema?, ¿Será posible explorar y delinear una visión que sea común en los participantes?; en realidad en muchos casos se obtiene, tal vez no una solución sino una mejora de la situación problema, pero antes se debe encontrar una herramienta que nos facilite lograr un acuerdo y nos permita obtener una mejora de la situación problema, y esa herramienta es la metodología de sistemas suaves o blandos.
En su forma tradicional se presenta la metodología con siete estadios, los cuales
no necesariamente se realizan en un orden determinado. Un estadio es un momento, periodo o estado, que forma parte del proceso de la aplicación de la metodología.
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