You are on page 1of 2

 El Tesoro es un caso especial de ocupación dentro del Derecho Romano, y

consiste en un bien mueble escondido durante mucho tiempo, haciendo


imposible determinar su anterior propietario; por lo general se trataba de cosas
enterradas; en la edad clásica del Derecho Romano, se llegó a la conclusión
que su propiedad, pasaba a ser del que lo hallaba siempre que lo hallase en
terreno sagrado, si estaba en un terreno público o ajeno, correspondía en
mitad al que lo hallara, y en mitad al propietario del terreno o al fisco, según
sea el caso, este caso se lleva a la actualidad con el caso del Artículo 800 del
Código Civil en el cual, se resuelve con la formula expuesta en la edad clásica.
 Los frutos en Roma, se regían tal cual como en nuestros tiempos, bajo el
adagio “Lo accesorio sigue la suerte de lo principal”, al separarse estos de la
cosa madre, adquirían individualidad y pasaban a ser parte del Propietario de
la cosa principal. Es necesaria la salvedad de considerar que los hijos de las
Esclavas no eran considerados frutos y pertenecen al propietario de la esclava.
 La Tradición era un caso de entrega de una cosa con el fin de transmitir la
propiedad de cosas nec mancipi, entre personas capaces (Tambien podían ser
peregrinos con ius comerci), y consentimiento para realizar el acto. Este acto,
se realizaba usualmente por vía de la entrega mano a mano de las llaves del
lugar donde se encontraban las cosas, en el caso de bienes muebles, y en el
caso de bienes inmuebles, por vía de entrada del comprador y desalojo del
vendedor; esto en la actualidad sigue vigente parcialmente, puesto que el Art.
1486 del Código Civil prevee como obligación del vendedor, la tradición de la
cosa vendida.
 La Accesión, la cual es un modo de adquirir la propiedad por la incorporación
de una cosa a otra. Dentro de la misma, se podría incluir el caso de los frutos
antes descritos ya que también rige el principio “Lo accesorio sigue la suerte de
lo principal”; esta posee varios supuestos, aun vigentes en el Derecho Civil
contemporáneo, los cuales son el principio “Superficie Solo Cedit”, la
implantación de semillas en suelo ajeno y la modificación de construcción con
materiales ajenos.
Al ser el furioso una persona incapaz, y sometida a la cura furiosi, solo eran
capaces de obrar en los momentos de lucidez, en los que la curatela podía
quedar momentáneamente inactiva; de resto su voluntad sería nula para
efectos patrimoniales, quedando sometido a la voluntad del curador para el
resguardo efectivo de sus derechos patrimoniales, esto, que es aplicado de
manera análoga con el caso de los entredichos previsto en la actualidad en el
Código Civil venezolano en su artículo 393 y siguientes.

You might also like