La palabra integridad provienen del latín “integrĭtas, -ātis” que en la real
academia la definen como “cualidad de íntegro” o “pureza de las vírgenes”. La integridad es la capacidad que tiene de actuar en consecuencia con lo que se dice o lo que se considera que es importante ya sea algo íntegro que se trata de un elemento que tiene todas sus partes enteras. La integridad está conformada por diversos tipos que son: la integridad personal, de datos, del mensaje, referencial, moral. La integridad de datos, Es la variacion y la complementación que se hace en una base de datos. Cuando los temas son corregidos por INSERT, DELETE o UPDATE, los datos que se encuentran guardados se pueden perder de muchas formas diferentes. Además si pueden integrar datos no válidos correspondientes a la base de los datos. La integridad personal, no se encuentran en una sola actividad, sino que se desplaza por las diversas partes del conocimiento. Además una persona íntegra es la que hace lo correcto y haciendo lo correcto se considerara bien para todos porque además no afecta los intereses de los demás sujetos. La integridad moral, se refiere a los sujetos que se habilita para la toma de decisiones sobre la conducta de sí mismo, esta integridad es interesante a la hora de estar en el entorno familiar. La integridad del mensaje, refiriéndose al área de computación es cuando se le envía un mensaje de un individuo a otro, ese mensaje no podrá ser cambiado, sin que el receptor lo compruebe. La integridad referencial, es cuando se asegura un sujeto, fila o registros que siempre se vinculan con otros organismos válidos, que se encuentran en la base de datos. Integridad deriva de la palabra de origen latino integrĭtas o integrãtis, que significa totalidad, virginidad, robustez y buen estado físico. Integridad deriva del adjetivo integer, que significa intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal. Observando las raíces de este adjetivo, este se compone del vocablo in-, que significa no, y otro término de la misma raíz del verbo tangere, que significa tocar o alcanzar, por lo tanto, la integridad es la pureza original y sin contacto o contaminación con un mal o un daño, ya sea físico o moral. Así, integridad se refiere a la calidad de íntegro y también puede referirse a la condición pura de las vírgenes, sin mancha. La integridad es el estado de lo que está completo o tiene todas sus partes, es la totalidad, la plenitud. Lo íntegro es algo que tiene todas sus partes intactas o puras. BENEFICIOS DE LA INTEGRIDAD ¿Eres una persona íntegra? Suena bien la expresión pero esta frase no es una simple reflexión de motivación. La mayor parte de las personas se consideran personas íntegras. Pero ¿es una realidad? Para hallar la respuesta, lo más sensato es empezar analizando el significado de la palabra INTEGRIDAD. La palabra integridad proviene del latín integrîtas, -ãtis (totalidad, virginidad, robustez y buen estado físico), pero el vocablo se deriva del adjetivo integer (intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal)”. En contraposición, una persona que no es íntegra es una persona deshonesta, que no respeta a los demás, desleal, no confiable y además, en su vida, suele entrar muy a menudo en juego la mentira. Suelen ser personas con dos caras. Su pasatiempo preferido suele ser hablar mal de los demás, aunque nunca lo reconocerán. Por desgracia, las personas íntegras no son las que más abundan. ¿Por qué?. Porque ser íntegro no suele ser el camino más fácil. Ser íntegro implica esfuerzo constante y diario por ser mejor persona. Es evidente que no todo el mundo está dispuesto a pagar el precio que requiere la integridad. Destaquemos las ventajas que te ofrece ser una persona íntegra: 1.- Serás una persona confiable para los demás, porque los demás, saben que no vas a tomar el atajo de utilizar mentiras para salir airos@ de una situación incómoda. 3.- Atraerás a los demás hacia tu persona, por tus cualidades personales (si te mueves en el mundo del networking, esta atracción también te servirá para atraer a más socios a tu negocio, aunque lógicamente es una consecuencia, y no la razón para ser íntegro). 4.- Avanzarás hacia tus objetivos y metas en la vida de una manera mucho más rápida y segura. 5.- Serás una persona con la tranquilidad mental que te da el no tener un pasado o presente oscuro que temas que en cualquier momento pueda salir a la luz y romper tu credibilidad. COMO PONER EN PRACTICA LA INTEGRIDAD Vive con honestidad y cumple tus promesas. La honestidad es uno de los aspectos más importantes de la integridad. Si eres deshonesto o engañas a los demás, no podrás vivir una vida íntegra. Cumplir con las promesas que hayas hecho es parte de ser honesto con los demás, ya que sin duda una promesa rota es una mentira y mentir no es congruente con la integridad.[1] Sé siempre sincero con los demás, aun cuando eso te cause problemas. Mentir casi siempre es lo que no se debe hacer, especialmente si mientes para tu propio beneficio. Si te preocupa que la honestidad hiera los sentimientos de alguien, lo mejor podría ser no opinar nada. Excúsate diciendo algo como "No creo ser la mejor persona para dar una opinión sobre _____". Vivir honestamente incluye ser sincero contigo mismo en todo momento. Revisa tus pensamientos y sentimientos, acepta cómo te sientes y ten en cuenta la manera en la cual tus sentimientos influyen en tu conducta. Muestra compasión y solidaridad o empatía hacia los demás. No puedes vivir una vida de integridad sin ser considerado o preocuparte por los otros. Una falta de compasión o solidaridad con los demás a menudo puede resultar en un mal juicio, actos de egoísmo y, en última instancia, en una relación dañada con alguien que te importa.[3] Intenta ser comprensivo con los sentimientos de los demás. Si alguien no hizo un buen trabajo en la oficina, por ejemplo, considera que podría estar teniendo un día excepcionalmente malo. Sé amable con la gente, hasta de maneras nimias. Por ejemplo, cuando vayas a la tienda, pregúntale al ocupado cajero cómo está ese día y deséale que descanse cuando termine su turno. Ayuda a los demás cuando te sea posible. Puedes hacer esto a través de actos de caridad o simplemente ofreciéndote a ayudar a alguien que lo necesite en el trabajo o en la calle. Elabora una declaración de misión personal para tu vida. Una buena manera de asegurarte de estar viviendo una vida íntegra es elaborar una guía para ti mismo. Evalúa dónde estás en este momento de tu vida y considera dónde quieres estar en el futuro en términos de tu integridad personal y carácter moral.[4] Escribe tus metas y valores. Piensa bien respecto a la clase de persona que quieres ser y qué esperas lograr en tu vida. Comprométete a desarrollarte de maneras significativas. Recuerda que la transformación personal requiere de mucho esfuerzo y dedicación. La meta de tu declaración de misión te debería servir de guía todos los días. Cada vez que te sientas perdido o inseguro, tu declaración de misión debería ayudarte a recuperar nuevamente tu centro. No deberías improvisar esta declaración. Aun en el caso de que nunca lo hayas considerado, es recomendable que tengas una idea clara de aquello que te guía en la vida. Mantén esta lista colgada en un lugar en el que la veas todos los días. Detente y tómate un momento todos los días para preguntarte si te estás comportando de una manera que te ayude a hacer realidad tu declaración. Mantente comprometido con tus valores. Tus valores son los que te guían a través de la vida. A menudo, están fundados en tus experiencias formativas, pero tus valores podrían cambiar a medida que crezcas y te adaptes a las diferentes etapas de la vida. Esto es normal, pero es importante mantener un compromiso con tus valores sin importar cuáles puedan ser en determinada etapa de tu vida.[5] Concéntrate en lo que te importe más. Deja que las cosas que sean importantes para ti determinen cómo tratas a los otros y cómo vives tu vida.[6] Nunca comprometas tus valores. No sacrifiques un valor personal real solo porque te conviene. Defender algo Decide qué es lo más importante para ti. Si quieres llevar tu integridad personal al siguiente nivel, tendrás que decidir qué es lo más importante en tu vida. Solo al saber qué quieres defender podrás comenzar a convertir en propia esa causa.[7] Piensa en qué te apasiona más. Esto se podría derivar de tus valores morales, éticos, espirituales o artísticos, o simplemente podría tener base en una injusticia que creas que es necesario corregir. Las cosas que sean más importantes para ti podrían estar arraigadas en tu vida, tu comunidad o el mundo como un todo. Sin embargo, es más sencillo implementar los cambios si enfocas tus esfuerzos a aquello que puedas hacer localmente.