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Nunca esta de més volver la mirada hacla los origenes de una disciplina, menos si éstos son recientes, poco conocidos y sin embargo de gran relevancia en el con- texto actual. éLa Filosofia de la Ciencia, es ciencia 0 filosoffa? Puede la ciencia ofrecernos un conocimiento cierto de la realidad? 4Es la ciencia la tinica fuente valida de conocimiento? ETodo lo que no es cientifico es irracional? 2Qué relaciones hay entre la fisica y la filosofia, la religién, el arte o la tecnologia? Pierre Duhem puede set una buena guia, base y pretexto para reflexionar sobre todas estas cuestiones que no han perdido un pice de su vigor. Este trabajo obtuvo Premio Extraodinario cuando fue prosentado como tes de loenciatura en la Universidad de na_con el titulo: *Holismo, instrumentalismo y ificacion natural en Pierre Duhem’. A. Marcos PIERRE DUHEM: LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA EN SUS ORIGENES Alfredo Marcos PIERRE DUHEM: LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA EN SUS ORIGENES PPU. Coleccién Opera Prima PIERRE DUHEM: LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA EN SUS ORIGENES ALFREDO F. MARCOS MARTINEZ Pierre Duhem: La filosofia de la ciencia en sus origenes PPU Promociones Publicaciones Uni BARCELONA -1988 Primera edicién, 1988 ise total 0 parcialmente el contenido No podré reprod fi ‘escrita de PPU de esta obra, si Foto: P, Ferter © Alfredo F, Marcos Martinez © PPU Promociones y Publicaciones Universitarias Marqués de Campo Sagrado, 16 8015 Barcelona ISBN: 84:7665-2282 198088 Imprimet Limpergraf, S.A. del Rio, 17, Nave 3. Ripollet «A MI MADRE, CLARO» AGRADECIMIENTOS Al doctor Petit por su direccién y ensefianza, A don Mariano Artigas por el prélogo y por «4 colaboracién ata hora de obtener bibliografia ficilmente accesible A Alfredo Marc@s Otertielo por consejos, oriet- scfones y correcciones de estilo, A Stanley Jaky por stigerencias de ideas y lec- uras. A Chedi, Carlos, Jose y Carlos. Por su ciencia, ciencia y ayia en fos origenes de este trabajo. PROLOGO Sin duda un fisico brillante, Pierre Duhem, tan frecuentemente citado y también mal interpreta- do, realizé importantes contribuciones a la epis- temologia y a la historia de la ciencia, El trabajo de Alfredo Marcos, al que estas lineas sirven de prélogo, representa un esfuerzo bien documen- tado y de sélidos razonamientos para situar his- toricamente la epistemologia de Duhem, mostrar su impacto hasta el momento actual, y sefialar algunos aspectos especialmente relevantes para la filosofia de la ciencia. Uno de ellos es el alcance cognoscitiva de la fisica matemética, Bl supuesto positivismo de Duhem es en realidad una fuerte afirmacién acer- a del caracter especifico de los métodos de la fisica, y la consiguiente imposibilidad de usarlos para resolver problemas metafisicos tales como Ja continuidad o discontinuidad basicas de la ma- teria. De hecho, el blanca de los ataques de Du- hem fue el mecanicismo fisico, Desde luego, Duhem reconocia la legitimidad de usar modelos meednicos, pero advirtiendo a la vez que no de- 11 ben considerarse como una representacién ver. dadera de la realidad. ; Desde el punto de vista de Ia légica y consi- derando sélo la fisica matematica —esas son las dos coordenadas explicitas de la epistomologia de Duhem—, tenfa raz6n. Aunqye se encontraba en el ambito de la fisica clésica, su epistemologia es todavia més valiosa cuando se aplica a los desa- rrollos posteriores como Ia Fisica atémica y nu- clear, La fisica matemética actual encaja bien en los esquemas duhemianos, Sin embargo, Duhem fue un realista en el sentido pleno del término. La distincién clara entre las leyes experimentales y los sistentas tedricos desempefia un papel im- portante en ese realismo, Aunque Duhem afirma claramente el cardcter tedrico de todo concepto fisico y muestra las implicaciones de ello, a la vez afirma correctamente cl senticlo realista de las leyes fisicas: estin impregnadas de tcorfa, son simbélicas y provisionales, pero no son puras convenciones. El realismo ontoldgico y gnoseolégico de Du- hem estdn fuera de dudas, aunque no dedicara estudios especiales al tema, De ah{ que su vision de las leyes y teorfas ffsicas combina la légica det realismo con el cardcter positivo debido a las ca- racteristicas del método experimental. Como con- secuencia, se reconoce que Ia fisica tiene funda- mentos filosdficos sin comprometer por ello la autonomfa de la ciencia; se valora el conocimien- to fisico sin minusvalorar la metafisica; la crea- 12 tividad cientifica no se encuentra limitada por cf realismo de la fisica; no se plantean problemas como los de la eracionalidad» o el «progreso» de la ciencia como si ésta fuese el paradigma de todo conocimiento legitimo; es facil armonizar ciencia real y su historia con la epistemologia; y, por fin y como punto destacado, es posible re- conocer la continuidad basica de la fisica clasica y la moderna, distinguiendo los resultados vali- dos y las ilusiones extraiias que a veces se les asocian, En el dmbito histérico, cultivado por él con neticulosidad, Duhem dedicé muchas pdginas a ostrar la continuidad del progreso cientifico, es- pecialmente en la Edad Media, Sus estudios mues- tran de modo convineente que una determinada Weltanschauung puede ser una ayuda o un obs+ ticulo para el desarrollo de la ciencia, no sélo cn el aspecto psicolégico de la creatividad (como sucede con Kepler, por ejemplo), sino también respecto a los compromisos filosdficos que dan sentido a Ia investigacién cientifica, Este punto es crucial en la tesis histérica de Duhem, y ha sido desarrollado meticulosamente por Stanley Jaki tanto respecto a las culturas antiguas como los progresos modernos de la ciencia, El cris: nismo fue un factor positive central para el acimiento de la ciencia moderna. Todo ello serfa una mera curiosidad histérica i no fuese porque afecta a aspectos importantes de la filosoffa de la ciencia. En efecto, no es di- advertir que de lo que se trata es, en cierto 13 modo, de la naturaleza del conocimiento cient{- fico: gdebe considerarse el método clentifico como una novedad radical sin relacién con la me- taffsica?, ghay que esperar una imagen de Ia na- turaleza y del hombre que resulte solamente de la perspectiva cientifiea? O, en cambio, ges la racionalidad cientifica una parte de la raciona- lidad en sentido mas amplio, y es 1a epistemolo- gfa un caso especial de la gnoseologia? Por supuesto, el nacimiento sistematico de la ciencia moderna implica serias novedades. El po- sitivismo cientifico ha explotado algunas en be- neficio de una filosofia todavia muy influyente. A pesar de numerosas criticas, los restos positi- vistas causan gran parte de las dificultades de la epistemologia moderna: al ser un obstdculo para una metafisica realista debido a su insistencia en el papel paradigmatico de Ia ciencia moderna, impiden las bases que posibilitarfan un estudio adecuado de la verdad cientifica y del método cientifico en general. Paraddjicamente, Duhem, frecuentemente til- dado de «positivista», niega la validez de las te- sis histéricas del positivismo, y propone una ima- gen de la ciencia que relaciona la ffsica con la metaffsica, acentuando fuertemente su autono- mfa recfproca. La superacién del cientificismo, tal ‘como se encuentra en la obra de Duhem, permi- te reconocer una racionalidad cientifica peculiar que, teniendo autonomia propia, est relaciona- da con una metafisica realista que proporciona las bases requeridas por el conocimiento cienti 14 fico, si ha de ser considerado después de todo como verdadero conocimiento. El examen de la ciencia real, que es una de Ins tareas de la historia de la ciencia, muestra los limites de las perspectivas historicistas que pretenden dar una evisién cientifica», basada en malas interpretaciones del progreso cientifico, que seria independiente o contraria respecto a Jas cuestiones perennes acerca de Ja inteligencia, cl orden natural, y la metaffsica, No pretendo de- fender las tesis de Duhem en todos sus aspectos. Pero puede ser wtil advertir que, al menos, son na contribucién importante para la integracién nica de fisica y metafisica, légica y realidad, storia y Filosofia, integraciones que faltan en juchos planteamientos de la epistemolog{a con- temporénea. La cuestién siguiente es Ja articulacién entre isica y metafisica, entre racionalidad cientifica y filoséfica, Duhem removié importantes obsté- culos, y mostré perspectivas interesantes, pero no proporcioné una respuesta elaborada, Tampo- co es facil encontrarla en la epistemologia con- tempordnea, Hay muchos elementos a mano para esa ar- ticulacién positiva, pero se requiere mds aten- cién y trabajo. En general, quiz el primer paso seria definir la empresa cientifica como teniendo dos objetivos, tedrico y practico, distintos pero relacionados en un modo peculiar: el conocimien- to se busca por s{ mismo, pero a la vez las teo- rias se usan de modo pragmatico para fines prdc- 15 ticos, De ahi resulta una funcionalidad que im- pide interpretaciones epistemolégicas rigidas, y también seria un error concluir en una filosofia funeionalista, En cse contexto, las construcciones formales, las imagenes conceptuales y los modelos imagi- nativos tienen su propio papel, pero ninguno de ellos es una imagen definitiva de la realidad. El Ambito material es mAs rico que sus imagenes cientificas, Como dijo Duhem, obtenemos mejo- res aproximaciones a un orden natural que pue- de ser también objeto de reflexiones filosdficas. De hecho, es necesaria la filosofia para lograr tna articulacién de la ciencia experimental y la racionalidad humana. Para ello debemos tener algunas ideas sobre las relaciones entre cantidad y cualidades en la construccién de los conceptos empiricos; también sobre el carécter substancial © accidental de los correlatos de las teorias; so- bre el significado de Ia verdad y el valor realista de las leyes y teorfas cientificas, etc, Es dificil decir que tenemos ya buenos estudios sobre todo ello, a pesar de los esfuerzos dedicados por co- nocidos especialistas en epistemologia, Ademés, parece imposible tener una interpretacidn filosé- fica que abarque todas las ramas de la clencia y cada teoria, debido a que los diversos Ambitos tienen muy diferentes valores de verdad, depen- diendo de las posibilidades de observacién y ex- perimentacién acerca de sus objetos, En este sen- tido, la actitud de Duhem fue ejemplar, pues res- tringié expresamente su trabajo al andlisis Idgi- 16 co de las teorfas fisico-matemiticas, sin extrapo- laciones que son muy tentadoras para el episte- mélogo. La obra de Duhem es un esfuerzo relevante para él planteamiento adecuado de los problemas epistemolégicos. Y el estudio de Alfredo Marcos €s un trabajo de gran valor para su adecuada comprensién. Mariano ARTICAS 17 I INTRODUCCION 1, El oportuno regreso a Pierre Duhem Las ideas de Pierre Duhem estan todavia vie vas y han ejercido una gran influencia en la ac- tual filosofia de la ciencia, El autor, no obstante, permanece un tanto olvidado y sélo muy recien- temente hemos observado un cierto resurgimien- to de su figura. Este trabajo tiene, pues, una doble finalidad, por un lado hacer una exposicién del pensamien- to de Pierre Duhem en el terreno metatedrico (su obra se extiende a la historia de la ciencia, y por supuesto, a la prictica cotidiana de la misma so- bre todo en el campo de la termodinamica. Tra- taremos su trabajo como fisico c historiador séfo en Ia medida en que se relacione con la filosofia de la ciencia). El segundo objetivo es valorar y utilizar el aporte conceptual de Pierre Duhem en el actual contexto metacientifico, El interés que pueda despertar un autor que ya es historia ra- dica on la vitalidad de sus ideas y en Ia posible utilizacién de las mismas hoy. 19 Jestis Mosterin, después de caracterizar la epistemologfa cientifica de los afios cincuenta y la de los sesenta, nos dice que «la de los afios seten- ta (y lo poco que levamos de los ochenta) marca una vuelta de las aguas a sus cauces normales, una cierta superacién de Ia crisis historicista de los sesenta y un nuevo inicio, que recoge Ja tra- dicién de Ja filosoffa clasica, pero asume también las criticas y orientaciones de los historiadores. Esta filosofia actual de la ciencia se diferencia de la clasica en su atencién mucho mayor al and- lisis y reconstruccién de conceptos y teorias real- mente usadas por la comunidad cientifica (en este sentido puede decirse que ha aceptado y asu- mido la critica historicista. Pero se diferencia de la epistemologta historicista en su decidido em- pefio de no quedarse en la mera narracién de casos concretos sino de proceder a la construc cién de esquemas abstractos... usando para ello todo el arsenal de herramientas formales que la logica y la matemética ponen a su disposiciéns’ Q sea, anilisis I6gico pero también apoyo histd- rico. Salvando las diferencias, que ya iremos ana- lizando, esta es una buena caracterizacién de la metodologia duhemiana, pues «la méthode pre- miére de I'épistemologie, selon Duhem, c'est cet te analyse logique de la connaissance scientifique & laquelle les théoriciens de lécole neo-positiviste allaient donner une ampleur et une précision in- 1. Citado en el préiogo a Bxploraciones metacier Alianza Universidad Textos, Madrid, 1982, p. 14, 20 soupgonneés»?, En contrapartida, el mismo Du- hem afirma que «nos considerations de logique sur la méthode propre a la physique ne peuvent tre sainement jugées que si on le confronte avec les enseignements de l'histoire», En pocos auto- res estén tan trabadas ¢ interrelacionadas la 16- gica y la historia de las ciencias. Esta doble vertiente de la obra de Pierre Du- hem es la razén profunda que justifica su influen- cia tanto en los momentos fundacionales del culo de Viena, dominados por un afan de ¢a- vacterizacion Idgica de Ta ciencia, como en la losofia de corte historicista de Kuhn, Hanson o Toulmin, Su légica de la ciencia fue importante para los desarrollos posteriores de los Reichen- bach, Carnap, Hempel o Popper (que, en este ser tido, puede ser incluido entre los neopositivis: tas!) Por otra parte, en el enfoque estructuralista de Ja ciencia, donde, como afirma Mosterfn, se conjugan el aspecto légico ¢ histérico, siguen vie entes algunas concepciones duhemianas, Se man- tienen como objeto de viva polémica algunos te- mas ya prefigurados en Ia obra de Pierre Duhem. Los escritos de Sneed, Stegmiiller, Ulises Moul nes © Mosterin, entran con frecuencia en el tema 2. M, Boudot: Lthistolre des sciences selon Duhem», hes études phitosophiques, 3. Notice sur les titres et travaux (in Mem. de Ia Soc. Jes se. phys. et nat. de Bordeaux, 7." serie, Lt cahier 1917), 4, «Popper es un positivista en todos Jos aspectos rel sa» (Feyerabend: Adids a Ja razéxt, Tecnos, p. 24, a de los términos tedricos o en Ia delimitacién del Holismo en sus diversas amplitudes. La llamada tesis «Duhem-Quine» ha motivado articulos de Griinbaum y Yoshida, también de Stegmiiller. Es evidente, asimismo, la influencia de Pierre Duhem en Feyerabend, como él mismo reconoce: «las ideas expuestas (0 ilustradas con ejemplos histéricos en TCM) no son nuevas. Las encontra- mos en Boltzman, Mach, Duhem, Einstein y tam- bién una forma filosdficamente desecada en Wil tgenstein»*, Es interesante, también, recuperar el pensa- miento de Pierre Duhem por la importancia que tiene su concepcién de las relaciones entre la ciencia y el resto de los saberes 0 fuentes del co- nocimiento humano. EI difiere notablemente de Jos positivistas en su valoracién de la metafisica. Asf, mientras que Carnap, por poner un ejemplo, niega todo sentido y significado a los emunciados de la metafisica, Duhem la concibe como una fuente valida de conocimientos. Es mds, como la inica via de acceso a la realidad. Pero su origi- nalidad radica en la desconexién absoluta esta- blecida entre ciencia empirico-matematica y me- tafisica, Esto permite inmunizar a la metafisica contra toda critica proviniente del campo cien- tifico. En esto si esta de acuerdo con el enfoque de Carnap. Ambos afirman que el dominio de la ciencia positiva (lo verificable en Carnap) no pre- 5. Feyerabend: Adids a ta razdt, Tecnos. Madrid, 1984, Pp 2h. 22 senta ningtin punto de contacto con la metafisica (caso de que ésta tenga algin dominio), Esta presunta impotencia de la ciencia para dar apoyo 0 criticar enunciados come «todo lo que existe es en esencia materia»’ fue vista por Lenin como el grave peligro para Ia ortodoxia marxista de las concepciones de Mach y Avena: rius, Es decir, si el positivismo aboga por la ino: perancia de la ciencia en el campo de la metaftf- sica, ésta queda a salvo de toda critica cientifica y franco el camino para posibles escaramuzas es- Piritualistas. Pues bien, algo asi es lo que propo- ne Pierre Duhem, Absoluta independencia (tam- bién en el sentido estrictamente légico de no-in- terdeducibilidad) y, por tanto, absoluta inmuni- dad mutua, En lineas generales podemos afirmar lo mis- mo en lo que respecta a la religién. Las verdades de fe no han de estar sometidas al vaivén de la teorfa fisica del dia. Son independientes de ella. A pesar de esta afirmacién no podemos asegurar que Pierre Duhem se acerque a posiciones fideis- tas’, se mantenfa, més bien, en el terreno del to- mismo. Es decir, por no ser la religién y la me- 6 Camap: Filosofia y sintaxis (égica. Universidad Na- al Auténoma de México, p. I. , Este os el puente que tiende Kuhn entre Ia ciencia y Ja realidad. Partiendo, dato interesante, de la estructura, de la ciencia. El texto tiene un innegable paralclismo sonia formula kantiana siguiente: «Las condicio- hes de posibilidad de la experiencia en general constituyen, a la vez, las condiciones de posibili- “fad de los objetos de la experiencia, ¥ per ello poseen validez objetiva en un juicio sintético a prior, Kuhn, navega, aqui en el campo de lo apridrico e incluso de un cierto idealismo cien- tifista, Sega el punto de vista instrumentalista, una teoria va estrechamente ‘unida aun dominio, no pretende ser mas de lo que ¢s. Funciona «como siv fuese una explicacton de la realidad cuando busca ampliar su dominio. Si estas nuevas apli- caciones fracasan, ‘contintia siendo valida en el 3a. Kuhn: Le estructura de tas revoluclones © entfh can F.C, Em México, 195, DB, 17S: "a. 1. Kant: Kyr. ® 158, B97 7 dominio en que ya lo era. Si pretendemos elimi nar el «como six, cuando la teoria fracasa en al- guna de sus aplicaciones, fracasa en absoluto. Al desligar Ja teorfa del dominio de aplicacién real la desligamos del contexto histérico, Incluso en Kuhn, por extrafio que pudiera parecer, es asi: «si las teorias existentes ligan a los cientificos con respecto a las aplicaciones existentes, no serén posibles las sorpresas, las anomalias o las crisis. la comunidad regresara inevitablemente a algo muy similar al estado anterior al paradigma, con- dicién en Ja que todos los miembros practican la ciencia, pero en la cual sus productos en con- junto se parece muy poco a Ia ciencias®. Kuhn no parece ver la posibilidad intermedia de fun- cionar «como si», buscando nuevas aplicaciones, hasta que la teorfa sea insuficiente y haya otra alternativa en ¢l nuevo dominio, sino, a pesar de las deficiencias, se sigue con Ia anterior, En definitiva, hay un acuerdo de fondo en cuanto a los hechos entre el continuismo duhe- miano y la postura de Kuhn. Por ejemplo, Kuhn habla de la posibilidad de derivar la dinamica de Newton de Ia relativista, como un caso especial. Al conjunto de enunciados einstenianos habria que afiadirle una serie de condiciones restricti- vas «(V/ <<1», entre otras. «Este conjunto in- crementado de enunciados es manipulado, a con- tinuacién, para que produzea un nuevo conjunto, Ni, Nay «.. Nn, que es idéntico, en la forma a las 35, Kuhn: La estructura de tas revoluciones cie! P. 162, 80 leyes de Newton sobre e! movimiento, la ley de la gravedad, etc...»¥ ‘ Hasta aqui es lo que Duhem llama evolucién continua de la ciencia y conservacion de lo que cada teoria tiene de clasificacién natural. Progre- so cientifico en el que se perfecciona la simplici- dad economicista de la teorfa y se amplia el do- minio de aplicacién, Pero Kuhn continta dicien- do que «aunque el conjunto N, es un caso espe- cial de la mecanica relativista, no son las Leyes de Newton, 0, al menos, no lo son si dichas leyes no se reinterpretan de un mode que hubiera sido imposible hasta después de los trabajos de Eins- tein... La transicién de la mecanica de Newton ala de Einstein ilustra con una claridad particu: lar la revolucién cientifiea como un desplaza- miento de la red de conceptos a través de la que yen el mundo los cientificos»”, Sigue Kuhn di- ciendo que «los paradigmas nos indican diferen- tes cosas sobre Ia poblacién del universo y sobre el comportamiento de esa poblacién.,. son Ia fuente dle los métodos, problemas y normas de resolucién aceptados por cualquier comunidad cientifica madura... La recepeién de un nuevo paradigma frecuentemente hace necesaria la re- dofinicién de la ciencia correspondiente»®, Es de- cir, al nivel de fa interpretacién objetiva y onto- légica de Ia teorfa fisica si se dan revoluciones, que, incluso, acaban por decidir qué métodos son propios de la ciencia, En definitiva, qué es la 36, Kuhn, op. cit, p. 16. op. cit, pp. 168-165. 81 ciencia y qué no es. Este fendmeno también esta visto y relatado por Duhem, a él dedica todo un apartado en «La Théorie Physique», titulado «La querelle des causes occultes», En él, Duhem, muestra como las diferencias entre formas de ver el mundo dispares se zanjan con mutuas acusa- ciones de anticientifismo. Esta es la segunda parte de las dos en que Duhem divide la teoria fisica. La parte explicativa, que se mueve de forma con- vulsa e inconexa. Vemos como, en definitiva, las diferencias en- tre Kuhn y Duhem estan menos en el terreno his- toriogréfico que en el epistemolégico. La estrategia de corte instrumentalista con- siste en ligar una teoria al dominio de aplicacién para el que fue disefiada, sin perjuicio de que se pueda actuar «como si» esa teorfa fuese univer: salmente valida, para intentar ampliar el domi nio. Esta estrategiga liga las teorias a un tiempo y a una circunstancia histérica. Si son tiles en un dominio dado, se pucden considerar cerradas en relacién a ese dominio, atin cuando sean sus- tituidas en otros”. La visién realista de la ciencia (simplificando ,para aclarar las conclusiones) uni- versaliza la teoria, la extrae de su contexto, es menos histérica y mds idealizadora, La tendencia actual es més pragmatista. Stegmitiller y Ulises Moulines han trabajado en la clarificacién formal 39, Heisenberg considera cerradas en este sentido teo rigs como Jas leyes de Arquimedes 0 la mecénica de New ton, Valldas en todo tiempo, con la ewaetitud requerida para el dominio que fueron’ disefadas, Heisenberg: Mds 252253. de conceptos pragmaticos de Kuhn y Lakatos, ademas de introducir en la representacién con- juntista de teorfas «piczas del mundo real», como ‘por ejemplo, el conjunto de aplicaciones propties- tas para una teoria®, Volvamos ahora, con nueva luz, sobre lo que podriamos lamar «la revolucién primera». En la Edad Media, aparte de los avances cien- tificos resefiados, se habia desarrollado una filo- sofia critica de la ciencia realmente avanzada. EL probabilismo y el ficcionalismo, ligacos al nomi- nalismo, tuvieron que vérselas con el realismo aristotélico. Con respecto al probabilismo, son in- teresantes los logros alcanzados en cl siglo x1. En esta linea estuvicron Nicolds de Autrecourt v Pierre D’Ailly. En éste tiltimo, como en otros muchos medievales, el probabilismo cientifico coexiste con un profundo fideismo, El mismo R. Grosseteste hablaba de que las teorias de la ciencia fisica no estan rigurosamente demostra- das como las de las matemédticas. Sdlo son pro- bables, La cima de la especulacién medieval en este sentido, fue Ockam, Fue ¢l quien logré se- parar suficientemente los lenguajes cientifico y teolégico. Fundamenté sobre bases sdlidas un fic- cionalismo cientifico y su critica del conocimien- to cientifico sdlo fue superada con Kant, La ciencia moderna, segiin Duhem, represen- t6 un avance sobre la medieval. Pero su epistemo- logia derivé hacia posiciones realistas. Por consi- concepelén esiructuralista de tas . pe a, 83 guiente, irataron de interpretar sus teorfas y de ereer en sus interpretaciones. En este punto se distanciaron de la ciencia medieval, Su paradig. ma les doté ademds de una redefinicién de lo cientifico como busqueda de la explicacién del fenémeno a través de la teoria fisica, Dado este paso, sélo quedaba decir que en la Edad Media no hubo tal actividad cientifica, Reinterpretada de este modo, coincidente con el espfritu duhe- miano, la «revolucién» sélo se dio en el terreno epistemolégico y fue dudosamente progresista. En este contexto hay que entender la siguien- te afirmacién de Duhem: «Bien des philosophes, depuis G. Bruno, ont durement reproché & Andre Osiander Ja préface qu'il avait mise en téte du livre de Copernic. Les avis donnés & Galilée par Bellarmin et par Urbain VIII n'ont guére été trai- tés avec moins sévérité depuis le jour oi: ils ont été publiés. Les physiciens de notre temps ont pesé plus minutieusement que leurs prédéceseurs Texacte valeur des hypothéses employées en as- tronomie et en physique; ils ont vu se dissiper bien des illusions qui, nagudre encore, pasaient par certitudes; force leur est de reconnaitre et de déclarer aujourd’hui que la logique était du parti @Osiander, de Bellarmin et d’Urbain VIIT, et non pas de parti de Kepler et de Galilée; ceux-la avaient compris l'exacte portée de la méthode ex- périmentale et qu’a cet égard ccux-ci s'étaient mé- priss®, 41, Pierre Duhem: XAZEINTA AINOMENA: Essai sur la notion de théorie physique, p. 156. 84 En definitiva, para Duhem, la historia es parte de la ciencia y se articula totalmente con su con- cepeidn epistemoldgica. . Contribueiones elontificns: termodinémlca y enfoque «energeticistan Nos interesa Ja actividad cientffica de Duhem en Ja medida en que es reflejo o resultado de las posiciones metacientificas sostenidas por él, 0 bien factor considerable en la génesis de su filo- soffa de la ciencia, Si hubiese que enmarcar Ja obra cientifica de Pierre Duhem dentro de una escuela o tendencia, no cabe la menor duda de que esta seria la es- cuela «energeticista», junto a Helm, Ostwald o in- cluso Mach, Ello es asf dada la temitica y la me- todologia que aparece en los escritos de cardcter cientifico de nuestro autor, Ambas se aproximan a los «energeticistas» alemanes. ‘Su obra cientifica es, por tanto, concordante con sus ideas filosdficas, no del todo extraias al «positivisme critico aleman del dltimo tercio del siglo xx, predecesor del positivismo Iégico del Cireulo de Viena», segtin sefiala Ulises Moulines, quien contimia diciendo: «a cada una de estas tres fases del positivismo [la que acabamos de citar es la tercera en la relacién que ofrece Mou- lines] van asociadas manifestaciones secundarias © corrientes laterales», Por ejemplo «al positivis- mo critico aleman del ultimo tercio del siglo x1x 85 [Moulines asocia] la escuela «energética» alema- na de Helm y Ostwald en la twansicién del x1x al xx»", Los temas sobre los que incide el trabajo cien- tifico son multiples. En el que ms influencia ha ejercido ha sido en lo referentea la generalizacion y aplicacién de la termodindmica. Utiliz6, con éxi to, en termodindmica, la analogfa entre el poten- cial de la mecénica clasica y los potenciales de la termodinémica general de FJ.D. Massicu y IW. Gibbs. También Duhem traté temas como la termoelectricidad, la piroelectricidad, capilari- dad y tensién superficial, mezclas de gases per- fectos, campos gravitacionales y magnéticos, pre- sién osmética y generalizacién del principio de Le Chatelier. Segiin afirma Donald G. Miller: «His success with these problems in the period 1844-1900 runk him with J.H. Van't Holf, Ostwald, Svarite Arrhemius, and Henri le Chitelier as one of the fonders of modern physical chemistry»®. Una cantidad considerable de los escritos de Pierre Duhem versan sobre electricidad y magne- tismo. Nunca aceptd totalmente la teorfa de Maxwell, ya que, segtin él, adolecta de fallos 16- gicos en su desarrollo, Preferfa Ia teoria electro- magnética de Hermann von Helmholtz, que po- 42, Ulises Moulines: Op. cit,, p. 306. Moutines se inclina por la utilizacién del témino’ «energéticas, Tal vez seria ms acertado eenergstistay © eenergeticistas. No eteo, 10 abstante, a pense entrar en més aclaraciones sobre 43, Donatd G. Miller: Pie physic todays, 19 (1966), 4753, 86 dia ser construida, en su opinion, de una manera logica, partiendo de los experimentos clasicos fum- damentales, Esta teorfa que Duhem ayudé a ela- borar, puede aplicarse también a costa de algu- na complicacién a los experimentos de Heinrich Hertz", Hasta hace poco, el trabajo cientifico de Duhem habia sido, en gran medida, ignorado. Sin embargo, en los tiltimes afios, las contribuciones de Duhem a Ia Hidrodinamica han recibido una creciente atencién, Como sefiala Donald G. Millex, «a number of people now publishing in the “Ar- chive for Rational Mechanics and analysis” cite Duhem quite regularity (for exemple C, Trues- dell)»®, Entre los escritos cientificos de Pierre Duhern podemos citar: «Traité d’energétique» (Gauthier. Villars, Paris, 1911), «Traité élémentaire de méca- ique chimique» (Hermann, Paris, 1897-99), «Re- cherches sur I'hydrodinamique» (Gauthier-Villars, Paris, 1903-4), «Théorie Thermodinamique de la viscosité, du frottement, et des faux équilibres chimiques» (Hermann, Paris, 1896), «Le potentiel thermodynamique et ses applications & la méca- nique chimique et a la théorie des phénomenes électriques» (Hermann, Paris, 1886). Hecha esta descripcién general, podemos fijar 4M. Tal vex a partir de la teorfa de Maxwell también se hubiesen podido justificar los fendmenos descubiertos por Herlz. Véase Jean Cazenobe: «¢Fue Maxwell precursor de Hertz?» Mundo no 4), Octubre 1944, vol. 14, P.O, 48. Donald G. Op. cit, p. 4. 87 nuestra atencion en los puntos en los que teorfa fisica y filosofia de la ciencia se relacionan, Las dos direcciones fundamentales de la filo- sofia de la ciencia de Pierre Duhem se reflejan en su obra cientifica. Como es Idgico, su persona- lidad es unitaria. No obstante, esto no puede in- terpretarse, en absoluto, como una mediatizacién de la ciencia por parte de las convicciones filos6- ficas, Precisamente ésta es la batalla que libra nuestro autor contra el mecanicismo, No se puede deducir la fisica de las concepciones metafisicas. En contrapartida a esta independencia légica, puede existir un acercamiento de la teorfa fisica a ciertas posiciones filoséficas que no han inter venido en su génesis, Se preserva asf la autono- mfa de la ciencia positiva, que puede, no obstan- te, ser comparada, a posteriori, con alguna co- rriente filosdfica, Bien es verdad que al no ser Ja teoria fisica tina explicacién de lo real subya- cente al fendmeno, ni afiade ni resta verosimili- tud a las concepciones metafisicas con las que puede presentar cierta analogia. En definitiva, la ciencia tiene una finalidad y un modo de desarrollo propio y auténomo, Los criterios de eleccién entre teorfas no son, en modo alguno, extraidos de ninguna metalisica, Son cri- terios internos a la ciencia, fundados en Ja sim- plicidad, utilidad y coherencia légicas, Descubrimos, en Ia actividad cientifica de Pierre Duhem una doble direccién, Por un lado se desarrolla acorde con su interpretacién antiem- pirista y antimecanicista de la ciencia, por otro, 88 puhem no renuncia a la aproximacién analogica de su termodindmica y su quimica, en ciertos as pects, a Ia filosofia de la naturaleza peripatetica. La parte mas significativa desu teoria fi Hee i la que, con mayor atencién debemos dirigirnos, es la termodindmica, ya que «’est dans cette partie de son travail que transparait le micux a Conception de la théorie physique qui fait unité de son ocuvren", Helmholtz y Gibbs habfan pen- sado conducir Ja termodindmica por vias ae iolas a las que Lagrange habla seguido en cl ae sarrollo de su estatica y dindmica racional 7 Clausius y Kirchhoff opusieron a este punto ie vista una termodinémica independiente de aa representacién mecénica, Rankine y Dulem, dan un paso més: «La Thermodinamique ne doit pas tire une science indépendante; elle doit étre, au contraire, de une science qui embrasse les Shangements de lien et les changements ¢! tat Ce qui revient & dire: la mécanique rationnelle doit devenir un cas particulier de la thermody- i ‘énérale>". nes tious en las exposiciones més avanzadas de Ja termodinamica duhemiana encontramos una teorfa que se establece de una manera aut6noma, fuera de la esfera de la experiencia, edans une sphere toute formelle, more geometrico»", como 46, Pierre Loustauneau: «Duhem physisiense Le études phifosophiques, po at wou phi shi scientifique de Duhem». rete Mie’ Meaplistgue ef de aiorate. IC (julio, 1908). 89 sefiala Abel Rey. Sélo tras haber finalizado la construccién auténoma de la teorfa, ésta se con. fronta con la experiencia. Es cierto que la expe- riencia previa puede sugerir o indicar el camino hipotético-deductivo que se habré de seguir. Pero Duhem gusta de presentar la teoria Fisica funda- da en sus rafces légicas, no psicolégicas, evitan- do, desde el primer momento, toda tentacién realista basada en un deficiente andlisis légico. De entrada, Duhem coloca ciertas definiciones convencionales y algunos principios arbitrarios que funcionarén a modo de axiomas y marco ge- neral que restringe y permite el desarrollo légico de la teoria, No se busca aqui, apoyo intuitive ni experimental alguno, s6lo la maxima comodidad en la organizacién de nuestros conocimientos. Se pide, eso si, como condicién necesaria que no haya contradiccién ni entre los términos de una proposicién, ni entre proposicicones distintas. Por ejemplo, para definir la necién de movi- miento absoluto, se toman en cuenta «les mouve- ments des différentes parties de la matiére par rapport @ un certain tritdre de référence idéal, que l'on suppose tracé quelque part... nous don. nerons & ce tritdre particulier auiquel seront rap- porté tous les movements cont nous parlerons le nom de tritdre absolument fixe; les axes de ce triédre seront les axes absolument fixes; un mou- vement rapporté & ce tritdre particulier prendra le nom de mouvement absolut»®, 4. Ver Pierre Dubem: «Comentaire aux principes de In 20, De igual manera define «cuerpo» como un es: pacio conexo lleno de manera continua por una cierta parte de materia, No entra en la discusion de si los cuerpos son realmente continuos 0 for mados por partes discontinuas muy pequefias se paradas por intervalos vacios igualmente peque- fos. Duhem maneja, ademés, un concepte de mez gla un tanto especial, ya que, adoptanclo Ia teoxia atémica, nunca existiria, por el principio de iny penetrabilidad de In materia, una mezcla real. Seria tan sdlo aparente, Duhem no hace esta di tincién, y considera como mezcla la ocupaci6n de tun espacio antes ocupado por los cuerpos A y B, por el ccuerpo C. Por supuesto, aqui, el concepto de espacio hace mas bien referencia al lugar como limite de un cuerpo". El estado de un cuerpo viene definido por un cierto ntimero de variables que designan, no so- lamente la forma y la posicién de las diversas partes de un sistema, sino también toda clase de propiedades y cualidades de este sistema. «Nous ‘admettrons que l’on peut toujours choisir les va- riables de telle sorte que la quantité que repre- sente Ja temperatures", Las magnitudes designa- das por estas variables son por definicisn, y slo por definicidn, dependientes 0 independientes, «en sorte que des grandeurs logiquement indépendan- 1 de mathématiques pures et 68, thermodynamiques, Jo appliquées, 1982, pp. 30, Idem. ' Pierre Duhem, op. city pp. 271 y ss. y a1 tes peuvent ne pas tre physiquement indépen Duhem, establece dos tipos de variables: A, B..., L, que definen la naturaleza del sistema y 4, B, .... ¥ que definen su estaclo, $i se conservan Jas cantidades A,B, ... L, pero varian A, 8... a, estaremos representando diferentes estados "de tun mismo sistema. Toclas las variaciones posibles de a, 8, ..., , no tienen por qué realizarse, pero sf es cierto, que cualquier estado real del sistema Puede ser representado por una de las posibles combinaciones de valores a, f, .... 38, Las variables @, 8, ..., 4, pueden ser, todavia, de cos clases, las que no pueden variar en el tiem, o si cl sistema no varia en el espacio y las que sf pucden hacerlo, $i no varian las primeras. el cuerpo est en reposo. Si no varia ninguna, esta €n equilibrio, El estado de equilibrio tiene, pues, tun sentido més completo que el de repose 'y se Puede aplicar a fenémenos eléctricos, magnéticos © térmicos. Sin embargo «parmi les variables ser vant a dé état d'un systéme il en est une dont le rble (dans le systéme ici exposé) aura une importance toute particuliére; cette variable c'est Ja temperatures*. Esto es ast dado que para que tun sistema aislado esté en equilibrto, Duhern dn Pone como condicién que todas las partes mate. riales que lo componen estén i ala mis ratura, nae 22. tdem. 3 Idem. Sh fdem, 92 Queda patente, a través de lo citado, el carac- ter conyencional que Pierre Duhem imprime a su termodinamica desde el modo de presentacién de 1 misma. Encontrames a cada paso expresiones como «nous choisirons», «nous admettrons com- ne exacte», «nous conviendrons de». Las defini- cones de «cnergia», «trabajo», «cantidad de ca- lor», se presentan, también, como convenciones, apelar para nada a la experiencia, BL princi- de conservacién de Ja energia y el principio ic Carnot se deducen analiticamente de Jas con- venciones generales mas otras especiales, En de- itiva, los postulados y definiciones sirven a Pierre Duhem para formular las ecuaciones de la necdnica general que se presenta como una con- secuencia de la termodindmica. Su teorfa nunca apela (en su desarrollo) a la experiencia, Se construye de forma analitica. Su \itica conexién con el fendmeno es la posibilidad terior de contrastacién. Este es otro de los puntos relevantes en la teorfa ffsica de Pierre Duhem. Su estructura de- ductiva, su elevado grado de formalidad y mate- matizacién. Ello responde a la creencia en las estructuras de la matematica clasica que profe- saba Pierre Duhem, Para él toda teoria tenia que starse a esa matematica (geometria cuclidea comprendida) y toda deduccién a la légica cla- sica, «Bn toda descripcién matematica subyace -—segin afirma Gerhard Frey— un clemento de ensa actividad; toda descripcién matemitica es nianifestacién de la voluntad humana que confi- 93 gura e informa el universo», Esta es, exactamen- te, la pretension de Pierre Duhem. Describir y hacerlo con instrumental matematico. Al presen- tar su «descripcién» sin apoyo experimental, el formalismo es manifestacién de una voluntad, convencién arbityaria con fines pragmaticos. «Ahora bien —contintia Frey— la descripcién ma- temética se va corrigiendo mediante Ja experien- cia. El método matematico es un proceso de ac- cion y reaccién, es decir, que todo conocimiento se presenta como una especie de situacién de equi- librio entre nuestra voluntad de configuracién y la posibilidad de configurar que se le opone»’, Esta descripcién del método matemético sirve perfectamente para cl método utilizado en la cons- iruccién de la termodindmica fenomenolégica. La teorta fisica es, como Duhem dice repetidas veces, un esquema algebraico. Es una expresin creativa de la voluntad de configuracién que, por su mismo origen, no nos asegura en absoluto una captacion efectiva de la realidad, Antes bien, re- sulta que la teorfa fisica nos ofrece mds conoci- miento sobre el sujeto que Ja construye y sus es- tructuras que sobre el objeto que intenta descri- bir. Esta proyeccién de la creatividad humana, expresada en lenguaje matemstico sobre el cos. mos, ¢s, si se quiere, una antropemorfizacién del mismo. Al fin y al cabo, en sentido amplio, toda matematizacién lo es, Hay, en Duhem, un ele- mento que acompafia al matematismo y que lo 55. Gerhard Frey: Za mateinaticacién de nuestro unk verso, G. del Toro editor, Madrid, 1972, p. 142. 94 convierte en licido y humano, Es la conciencia de todas las consecutencias que acabamos de enun- ciar, Duhem se sabe constructivo, creative, en su actividad cientifica, ¥ no suefia, mediante cella, alcanzar la comprensién objetiva de la realidad. fista es la gran diferencia, como bien sefiala Abel Rey", con la pretensién de agotar Ja realidad a través de su matematizacidn, tan propia del ra- cionalismo cartesiano y leibniziano. = Otro punto de divergencia con el mecanicis- mo es la ausencia de modelos en las formulacio- nes teéricas, Esto es consecuencia inmediata de sui enfoque Fenomenoldgico y descriptivo. Existe aqui una coincidencia algo mas que terminolégica con el enfoque Husserliano de Ia Filosofia, Tam- ién Duhem pretende, para Ia ciencia, «un posi- tivismo superior» que no intente ir més alla del fenémeno tal y como se muestra, que no invente causas ocultas y explicaciones pretendidamente reales, En efecto, la ciencia cde Duhem, como la filosofia de Husserl, son hijas de una idéntica crisis. Crisis en la que viven y crisis que contri- buyen a crear, Como setiala Merleau-Ponty, el es- {ucrzo de Husserl responde a un problema que se planteaba en tomo a 1900 y que atin se plantea hoy, «esta destinado, en su espiritu a resolver si- snultaneamente una crisis de la filosoffa, una cri- sis de las ciencias del hombre y una crisis de las ciencias a secas, crisis de las que no hemos salido todavian™, . Abel Rey, op. elt, p. 720, FF MenlcauPoniy: ‘Les clonces de Uhomme et la phé. ‘enatogie, ©. D. P., Paris, p. 1. 95 La ruptura del universo mecanicista es uno de los capitulos de Ia crisis finisecular, Pues, el mundo del mecanicismo «a, au plus haut degré, le merite de lintelligibilités", La pretendida coex- tension de pensamiento cientifico y mundo, se resquebraja, Este fenémeno atin extrafia a con: tempordneos de Duhem, como Abel Rey, quien afirma que «Admettre un ordre intelligible que ne puisse se traduire par une expressién sensible {una teorfa fisica sin modelo mecanico, por ejem- plo] restera toujours un mystéte métaphysique pour Ia plupart des esprits»™. El desarollo pos= terior de la ffsica nos muestra como Ia ruptura de estos esquemas, a Ia que poderosamente con: tribuyé Pierre Duhem, supone, a un tiempo, una valiosa contribucién al desarrollo de la teoria fie sica. Todas las facetas de la teorfa fisica que acaba: mos de detallar acercan a Pierre Duhem a posi ciones convencionalistas, Sin embargo, nuestro autor, pretende huir también del convencionali mo cientifico que él ve como un nuevo escepti: cismo. La teoria fisica, aunque sea de un modo indirecto, nos ensefia algo sobre la realidad. Pue- de ser andloga, en mayor 0 menor medida, al mundo. Por otra parte, Duhem, conffa en la me tafisica aristotdlica y trata de poner de manifies: to las posibles analogias entre la fisica peripaté- tica y la actual fisica teérica, No son, estas dos teorfas, estrictamente comparables, ya que tratan 58. Abey Roy. Op. cit, p. 740. 59. Idem, p. 71, 2 96 sobre cosas diferentes, pero pueden presentar ciertos parecidos conceptuales de cuya naturaleza ya hablaremos mas adelante. De momento, vea- 0s en qué puntos se puede establecer la analo- gia. La mecdnica clsica trataba solamente del mo- imiento local, Duhem pretende que la nueva me canica se ocupe ademas de los cambios por los ue las diversas cualidades de un cuerpo aumen- 1n © disminuyen de intensidad, los cambios por los que un cuerpo se calienta o enfria, se magne- tiza © «desimanta, La nueva mecénica incluird, también, como movimiento las reacciones qu(mi- cas, en definitiva, la mecdnica aumenta su campo le accidén, extiende la nocién de movimiento de rma que, ademas del movimiento local, «elle cludiera aussid’autres sortes de movements dont la variété rendra a l'idée de mouvement la vaste cextensién que lui reconnaissait Aristotes®. Pierre Duhem llega hasta el punto de estimar i¢ la termodinémica constituye una reaccién contra las ideas atomistas y cartesianas, una vuel- {a alos principios mas profundos de las doctrinas peripatéticas. Este punto de vista se fundamen- ta, sobre todo, en la reintroduccién de algunas cualidades en la teorfa fisica sin necesidad de con- arlas desde el punto de vista reduccionista, s decl, no tenemos porqué acabar asimilando s cualidades a movimientos oscuros, que se pos- Pierre Duhem: ss, 1903, T, p. 9, Jéyolution de la mécaniques, Revwe 97 tulan siempre con Ia esperanza de Hegar a exp. mentarlos. Esta actitud duhemiana puede ser tachada de oscurantista, en virtud de que se niega a otorgar explicaciones posteriores. Es, sin em. bargo, en gran medida, todo lo contrario, ya que impide a la ciencia pesitiva entrar en el terreno de Ia especulacién metafisica sobre causas ocul tas, Por otra parte, Duhem se ocupa de distan- ciarse de cierto escolasticismo acartonado que e: plica cada nuevo fenémeno con una nueva cu: lidad «ad hoc». Claro esté que cuando Duhern habla de la escolistica, no se refiere a esta cari catura emolicresea» que no responde al grueso del pensamiento de la Escuela. Atin asi, Duhem aconseja que, en presencia de un fenémeno nue. vo, el fisico se pregunte, ante todo si es un efecto nuevo de una cualidad ya descubierta. Si as{ fue. re, emplearé todos los recursos del método ex perimental para hacer encajar el nuevo hecho en los esquemas ya establecidos ««mais lorsque ces tentatives sagement conduites, longuement et ingénicusement variées, n'auront pu obtenir cette réduction, il n’hésitera plus a voir dans le ph nomene étudié la manifestation d'une nouvelle qualité premiére»*, Hemos de recordar que esto ho quiere decir que Ja naturaleza contenga esta nueva cualidad primera, sino que nuestra teoria {isica es mas util y arménica considerando las cosas asi, La nocién de «mezcla» 9 sustan mixta de @. Pierre Duhem: pM, 98 ‘évolution des idories physiques, la mecdnica quimica, también es similar a la de Aristételes, ya que los elementos no subsisten ac- tualmente en el seno de la mezcla, sdlo existen en potencia, Esto equivale a decir que la mezcla puede ser analizada pero, dentro de ella, no pei- manecen Ios elementos que Ja forman aislados de hecho". El aserto escoldstico «corruptio unius genera- tio alterius» también encuentra su justo corre- lato en el principio de conservacién de la masa en las transformaciones quimicas. Hasta aqui las analogias, que.derivan todas de una misma raiz comtn, a saber, el método de andlisis Idgico seguico por Aristételes, que es, en opinién de Pierre Duhem, comparable al and- lisis conceptual de la ciencia moderna, Fuera de esto, ambas disciplinas son totalmente heterogé- neas, Este andlisis consiste en describir lo que hay en cada nocién aportado verdaderamente por ja experiencia y rechazar severamente los orna- nientos pardsitos afiadides por la imaginacién, En la ciencia moderna se introduce asf, el factor di- namico de la experiencia, convertida en experi nento y apoyada por un instrumental cada vez més sofisticado y dependiente de la teoria, Ello hace que el aporte experimental puesto a nuestro cance sea variable y las conclusiones y el and- , por tanto, revisables. De esta forma, pode- mos llegar a planteamientos totalmente diversos, em algunos casos, de los sostenidos por Aristéte- 63. Pierre Duhem: La on vp. 191-192. Jes, que sélo contaba con Ia experiencia cotidiana, Pierre Duhem pone como ejemplo de esto tiltimo el caso de la teoria del movimiento local, No esta de mas recordar que hay independen- cia ldgica entre los presupuestos escoldsticos yla fisica duhemiana, Difieren en su objeto y, salvo Jo dicho, en sus métodos, También en su aporte noético. No es Pierre Duhem el tinico que encuentra ciertas analogias entre Ja tradicién aristotélica y Ta fisica moderna (en el caso de Duhem su ter- modindmica y mecénica quimica), También Hei senberg, por poner un ejemplo significativo, Este autor sefiala que la probabilidad de que acaezca un hecho en la mecdnica cudntica presenta una importante analogia con el concepto aristotélico de epotencias y al dtomo actual es, en cierto sen- tido, andlogo al platénico, Sin embargo, también se preocupa de dejar muy claro que estas rela- ciones que se pueden establecer entre fisica y fix losofia, no son nunca lo suficientemente estrechas como para aportar una clave decisoria entre sis temas en competencia‘. Es decir, hay una abso- luta independencia ldgica entre ambas. Se juega, como en el caso de Duhem, en el terreno de Ia analogia. Ningtin sistema fisico supone unas de- terminadas concepciones metafisicas, ni a Ia in- versa, Habria que matizar, en qué medida, la lectura que Duhem realiza de ciertos capitulos de la His- 61, Ver W. Heisenberg, op. pp. 13 y ss, 100 ria de la Ciencia, por una parte, y sus convic- clones filoséficas, por otra, han podido mediati- yay su desarrollo como cient{fico, Quizd esté en > cierto Boudot cuando afirma: «il n'est pas in- tedit de penser que s'il en fut ainsi [hace refe- neia al hecho de que Duhem no alcanzase en isica la influencia y prestigio que le correspon- dicron como historiador y metodélogo], c’est par- ce que, docile disciple d’Aristote, il n'a pas saisi le sens profond du mécanisme et a abordé Ja lec- ture de Descartes avec un jugement prévenu»®, En ni opinién, el juicio de Boudot ¢s un tanto exa- crado, Picnso, que la aceptacidn de las doctrinas iloséficas de Aristételes no tiene porqué media- tizar de modo importante el entendimiento del necanicismo. A veces, pudiera resultar lo contra- En este terreno, tan cercano a la psicologfa- ficeién, todo son opiniones. Quiz, le perjudicase una excesiva preocupacién por la analogfa entre a termodindmica general y el pensamiento ar totélico, No obstante, estimo que esto no implica en absoluto una deficiente o prejuiciosa lectura del meeanicismo por parte de Duhem. Nada que reprochar, en todo caso, a la ac- itud intelectual de Pierre Duhem, que traté siem- pre de excluir todo criterio metafisico en la elec cidn de teorias alternativas, justificacién y desa- rrollo Idgico-matematico de las mismas. Su termodindmica general «sans étre décluite de Ja physique péripatéticienne, du mons se trou- Y 6. Boudot. Op. cit, p. 432, 101 ve en accord avec clle et méme entretient a cette philosophie un obscur rapport d'analogies Esta soscura analogia», que es todo el eacuerd. existente entre ambas teorias, hay que verla a luz del concepto de «clasificacién natural», Es; ramos, por tanto, que sea menos «oscura» ctia do abordemos directamente ese tema, 66, Boudot, Op, cit, p. 431, 102 Ml EPISTEMOLOGIA CIENTIFICA: HOLISMO, INSTRUMENTALISMO. |. Restriccién del dominio Existe una cierta tendencia, de raiz poppe- na, a considerar Ja teorfa de la ciencia como tvorfa del conocimiento, extrapolando las conclu: ones obtenidas en el campo de la ciencia a todo nocimienta humano, o bien, reduciendo toda ibilidad de conocer a las que nos ofrezca la cicncia positiva, En Duhem no se produce este }omeno, antes bien, sittta la filosofia de la cien- dentro del marco més amplio de una teoria del conocimiento. Reconoce que la ciencia no ago- las posibilidades nodticas del hombre y, en la nedida en que aporia conocimientos vilidos, lo Iiace porque participa de las raices comunes a todo conocer humano. Por ello, y dado que en la cpoca de nuestro autor parece de frecuente uso, es mis adecuado Hamar «epistemologia de la cien- cla» a su pensamiento metacientifico, Por otro ado, el término inclina definitivamente la disci- 103 plina hacia el Ambito filoséfico, huyendo de w inconveniente cientifizacién, La obra fundamental en la que expone su filo: sofia de la ciencia es «La Théorie Physique, s object et sa structure» editada en Paris por Ch valier et Riviére en 1906. Hay una segunda edici que data de 1914 en Ja que el autor afiade d articulos: «Physique de croyant» y «La valeu de la théorie physique>. La tercera edicién es 1933. Existen dos ediciones en inglés (1954 1963). No disponemos, de momento, de trac cién en castellano, Antes de comenzar la exposicién de su teor: dela ciencia, Duhem delimita, cuidadosamente, campo sobre el que va a incidir, de esta form: pretende evitar toda posible extrapolacién de su conclusiones fuera del dominio para el que esti pensadas y del que son extrafdas, explica que, aunque no falte quien pretenda ex: tender sus conclusiones a otras ciencias fuera de la fisica 0 extraer consecuencias trascendentes al objeto propio del anélisis Iégico, enous nous sommes soigneusement gardé de lune et de Vautre généralization; nous avons imposé & nos recherches dédroites limites, a fin dexplorer d'une maniére plus compléte le domaine resserré que nous leur avons assignés', He aqui las dos limitaciones impuestas, Estu: diamos Ia fisica y sélo la fisica, Es la ciencia que 1. Pierre Duhem: La théorie physique, p. VII, 104 autor conoce con mayor profundidad. Es, por ra parte, la que ofrece una idea paradigmatica Ja actividad cientffica por su elevado grado le matematizacién. Si aceptamos la ecuacién que ropone Duhem entre la astronomia de los grie- y nuestra fisica, traducirfamos a Aristételes ndo que la fisica es «la ciencia mas “fisica” re las matematicas». Sin llegar a tanto, es evi- nte su dependencia de las matematicas. Sin bargo, este papel paradigmitico de la fisica ) debe Ilevarnos a reflejar las conclusiones que partir de ella se obtienen en otras ciencias, ya ie €s precisamente el grado de matematizacién o de los elementos determinantes a Ia hora de nstruir una teoria sobre Ja ciencia fisica. «La Théorie Physique» es un anilisis légico. sta es la segunda limitacién, El propio Duhem ¢ caso omiso de la misma, Rebasa los limites ic Ia légica en lo tocante al concepto de «clasi- icacién natural». Sin embargo, tal vez, para no asarse en demasfa, deja este punto en vaga in- icacién, Da, a pesar de todo, las indicaciones su- isntes como para poder reconstruir en profun- dacl su pensamiento sobre el tema, Esta es una le nuestras tareas, Estas limitaciones no parecen del todo ocio- sas. L, Le Roy escribe «Science et philosophies (Revue de métaphysique et de morale), tanto en este escrito como en «La science positive et les philosophes de Ia liberté» (Congrés international de philosophie. Parfs, 1900), realiza un anilisis del método experimental similar al que Pierre 105 Duhemn Presenta en «Quelques réflexions au si jet de la physique experimentales (Revue questions scientifiques). Otro tanto sucede « M. E. Widois en su articulo «La méthode sclences physiquess (Revue de métaphysique de morale), Ambos autores, no obstante, sa Duhem, por el contrario, fiel al contenido del g ticulo que acabamos de citar, pretende, tambic en su obra central, permanecer dentro de 4 midrgenes que se ha marcado, y no distraerse Consideraciones sobre otras ciencias, que habe de resultar carentes de fundamento?, un tomo. La primera puede ser percibida cor area de instrumentos y el segundo eg una abs: ween oe ee describe y agrupa una ios. Nuestre in mn al de Plan qucal de Denserto aegie a Senberg. Parece ser que 2 i 7 contemplative de la biology le aa ne? Y Cierto poder de conocimiento, EL término cclasif cacién natural», que corresponde a la vertionte mis realista de la filosofia de la ciencia duhemi: ‘ na, tiene claras connotaciones biologicistas, Blas. ecto de Ia biologia en nuestros dias ha cambis, '° sustancialmente, sobre todo en los niveles mas 2 Ver Pierre Duhem: La theorle phystaue, pp. 212218 106 vlementales (biologia molecular), No obstante, no ha alcanzado el nivel de matematizacién » la fisica y los proyectos reduccionistas mas extremos parecen haber fracasado. Esto, en cierto wdo da Ja razén a Duhem en el sentido de que la nivel tiene su propia legalidad que no se re- lve con él andlisis en los niveles inferiores, Lo jolégico obedece a las leyes fisicas, son su con cién necesaria, pero no suficiente. La fisica arca a la biologia tan slo un espacio de posi- bilidad. La determinacién de lo real dentro de ese espacio posible no viene dada por Ia legalidad sica, Por tanto, un determinismo universal al estilo clasico tampoco parece excesivamente plau- sible’ En cuanto a las matemAticas, que estan fuera del cuadro que traza «la Théorie Physique», son consideradas por Duhem como totalmente ana- liticas, producto propio de la mente humana, cu- yos axiomas basicos se imponen al sentido co- mtn, No aportan conocimiento sobre lo real, pero son un valiosfsimo lenguaje que nos permite dar forma coherente a un conjunto disperso de datos. Segitn Duhem la historia de las matematicas es pura curiosidad, no es necesaria para entender- las, es suficiente manejar las mas basicas estruc- turas ldgicas. La geometria eucliclea es apropiada para las descripciones fisicas, Duhem se muestra reacio a admitir cualquier otro tipo de geometria 3. Ver Jacques Monod: EI azar y ta necesidad, Tusquets editores. Barcelona, 1981, p. 3. 107 alternativa. Asi pues, la coherencia interna y el, ajuste a un tipo determinado de mateméticas son condiciones que se imponen a la teoria Fisica, Lo que digamos en adelante se aplicar4, pues, a la ciencia fisica, Pero, podemos atin significa que el error seria extender estas conclusiones, sin més, a otras ciencias, Parece legal y acorde con Ja intencién de Pierre Duhem, extraer sugerencias que pueden ser vélidas pata el tratamiento de otras disciplinas, siempre que estas sugerencias sean convenientemente matizadas segiin el grado de matematizacién y la especificidad de la cien- cia a la que se apliquen, Lo haremos siempre Jo creamos oportuno. 4 2. Génesis de la teoria cientifica A partir del anilisis l6gico y de la experiencia histérica, Duhem Iega a la formulacién precisa del proceder cientifico, Considerada su posicién en el contexto histérico al que pertenece «resulta particularmente notable como atin dentro de unos cauces claramente positivistas, hizo frente al ex perimentalismo de su época con su critica al in ductivismo, con su versién holista de las teorfas ‘con su concepeién de éstas como sistemas ede tivos»', En este sentido, Duhem, pertenece a oe 4. Sebastidn Al Toled. aie Teta clon 9 8 sn Ia fisofia de Duhems, “Eswdios de idhiea yfocoia de ee aloes a Ta Unveraadde Sabane 108 grupo de criticos de la epistemologia vigente, en re los que se encuentran Rankine, Helm- holtz, DuboisRaymond Ostwald, Poincaré © G. Milhaud, La critica epistemoldgica est estre- chamente ligada a una nueva vision de Ta meto- “loloaia cientifica, El objeto de la teoria fisica y st valor epistemolégico est4n en estrecha dependen- tia de su metodologia, y viceversa. Una epistemo- logfa realista de la ciencia, que consideraba ésta camo una explicaci6n del universo, presenta dl método cientifico como un sistema propio para al descubrimiento mas que para la invencién © construccién de leyes y teorias. ‘Como exposicién de las tesis a las que fuerte- mente se oponta Duhem, podemos tomar, como cjemplo paradigmatico el de Berthelot, tan prdxi- tno, eronolgica y geogrificamente, a Pierre Du- hem. Berthelot indica que el método propio de Ia ciencia comienza por la constatacion de he- chos mediante observacién y experiencia, de ahi, se extraen las relaciones que unen estos hechos. Las relaciones mentadas son consideradas por Bexthelot como hechos més generales, los cuales han de ser igualmente explicados. De esta forma, cUne généralisation progressive déduite des faits anterieurs et vérifie sans cesse par des nouvelles observations conduit ainsi notre connaissance dé- puis les phénomenes vulgaires et particuliers jus- qu’aux lois naturelles les plus abstraites et les thus étenduesr’, Llega a aflrmar que es un prin: 5, Berthelot: Lettre & Romans, en Dialognes phitosoptt ques de Renan, 3° cd, pp. 196-203. 109 ee heal ze or by corriente en los dias de Duhen firma A. Rey, leer que la experi permitido rechazar com (eerie © falsa una teorfa e c n scolar dus se tmpone como verdadera & s hipétesis eran un pa: isi grein gu las hip Paso provisional Pcién, ya que eran, suj te, susceptibles de ser verificadas y tment ra lineal y pi lidad, retratando |, retra el mundo, Esta ee clentifico resulté ser francamente desa- ce as Caled un tanto ingenua, No partimos de pao 's A Secas, pues hay infinidad de ellos y pea antes a jmaree previo que nos delimite n relevantes para nuest Este marco tiene Riou ence 1 Su correlato psicoldgico s en (hee Preconscientes de basqueda y musta , Ser una teora fisica la que fe a tr vés del proceloso mar poe de Jos hechos, par: 8 Jos que buscamos. An estos heches a ee {nterpretados, Interviene, aqui, una vez més, el mento tedrico antes, o al m Y ; rec s, enos conjuntamen- ae el empirico, Asi lo sefiala Duhem cuando que la labor cientifica consiste mas en una interpretacién que zu en ié, Simple de los hechos, | "* ®#Pt96%n pura y 8 Ver Abel Rey: L'epi Duhers, Reveie de ndeaphinats 110 ientifique de MM, rales. p. 702, La ingenuidad «experimentatista> es debida en yan medida al olvido de la filosofia del conoci- miento junto con la pretensién de que lo cien- tifico constituye algo especial y cuasi-sagraclo que nos acerca a Ia realidad de un modo nuevo y no estudiado hasta el momento, Construir una epis- temologia cientifica olvidando los desarrollos fi- loséficos por considerarlos esptireos a Ia ciencia ¢3 caer en los t6picos ancestrales de una vision ingenua, Este es uno de los puntos claves de Piexre Duhem; Lleva la teorfa fisica a las rafces cognoscitivas del entendimiento humano, cuyas facultades han sido las mismas en todo tiempo. No le ha surgido un curioso estrambote a partir del siglo xvit. Asi, su formacién filoséfica, aun- que pudiera ser parcial, contribuye a dar profun- didad a su epistemologia cientifica. Evidentemente, cuando hablamos de cambio metodolégico no nos referimos a que la actividad cientifica cambie su modo de proceder, sino a que los metodélogos mutan su forma de descri- birlo. S6lo en muy corta medida este modo de descripeién ejerce un efecto normative y trans- forma en algo los procedimientos de investiga: cidn, Hecha esta salvedad, hay que resefiar que el cambio metodolégico que propicia Pierre Duhem es, respecto a Berthelot y similares, absolutamen- te radical. Con él entramos en la ciencia hipo- tético-deductiva, Esta metodologfa, que supuso un rechazo, en principio, del realismo cientifico en favor de opiniones instrumentalistas 0 con- di vencionalistas, resulta hoy comiinmente acepta- da, sin embargo, no determina la valoracién epis- temoldgica de Ia ciencia, Ello puede ser debido a los cambios producidos en los conceptos de everdads y arealidad», Las claves fundamentales para comprender esta mutacin vienen dadas por Ja caracterizacién marxistaleninista del mundo como un «proceso sin sujeto», por una parte, y Ia pérdida del significado (referencia) a favor del sentido en las corrientes neopositivistas y anal ticas. Este sugestivo tema sera abordado mas adelante, De momento, volvamos a la metodoto- gia cient{fica que propone Pierre Duherm y que responde, efectivamente, al rétulo de hipotético- deductiva, ya que segtin él la ciencia procede se- giin sigue: _ En primer lugar se definen las medidas de las diversas magnitudes que nos interesan, Este va a ser el tinico contacto entre teoria y realidad. Con- tacto que no aporta mucha informacién debido a que lo caracteristico y definitorio de cada mag- nitud es, precisamente, su medida. En este sen- tido, Duhem se acerca a las posiciones operacio- nalistas, No definimos una magnitud que después intentamos medir, La definicién de la magnitud es el proceso de medida. Asi, el primer contacto es, a un tiempo, la primera escisién. La teoria que surja después hablaré mds sobre nuestros métodos de medida que sobre In realidad. Sera una descripcién de la interaccién hombresmundo en el proceso de la mediciSn, mas que una des- cripeién del mundo. La teoria dle la medida es, 112 pues, punto central para Ja valoracion epistemo- gica de la teoria fisica. Esta nos ofrecera tanto el conoeimiento del mundo como de nosotros mis- mos. Aquf se halla una de Jas razones de la ine- yitable antropormorfizacién del mundo como ti co método de manejo tedrico del mismo. La teorfa fisica no puede trascender la relacion hombre: mundo para conocer alguno de los dos términos de la misma, Sélo la fisica cartesiana y Jeibnizia- na pretendi ser objetiva y ésto a consta de no ser humnaa, sino divina, Los racionalistas clasi- cos, Newton inchuido, pretendieron una descrip: cién del mundo desde el punto de vista absoluto y divino, soslayando una inevital realidad on- toldgica: ni Descartes ni Leibniz o Newton estén fuera del farragoso acontecer, ni libres de fa par- cialidad propia del humano, El principio de hu- manizacién de la fisica de cuyas raices y conse- cuencias filosdficas y culturales, hablaremos, aca- ba cristalizando en el principio de indetermina- cién de Heisenberg. Su punto de partida esta en la teorfa de la medicién. Ya sabemos, segtin se fala Duhem, que no hablamos de un mundo que medimos, sino de la medida. Podemos extraer una consectiencia més, que afecta a la termodinamica duhemiana, y ¢s que Ja definicidn de la magnitud por su medica dilu- ye la distincién entre cualidades primarias y se- Cundarias, Esta distincién es de origen racionay lista y supone la posibilidad de reduccién de Tas segundas a las primeras, Su objetividad es dudo- sa, pues se esconde, en su raiz, aungue deforma- 113 da, la distincién aristotélica entre sensibles comu- nes y propios, con su fuerte carga subjetivista ya que es una divisién de la cosa en funcién de su relacién con el sentido, Con la propuesta de Du- hem se libera a la fisica de toda sujeccién a nor- mas extrafias a ella a Ja hora de elegir las mag- nitudes que pretende correlacionar. El siguiente paso, que Duhern no dio, contribuye a Ia desapa- ricion del concepto filosdfico de causa en la teo- ria fisica, consiste en admitir In correlacién esta- distica, no perfecta, entre sucesos y aporta una medida de Ja correlacién que sustituye Ia rat intuitiva del concepto de causa. Se aleja, por tan- to, atin més la Fisica de lo real. Gana autonomfa como Duhem lo pretendis. Duhem, no obstante, desarrolla una teorfa de Ja medicién en que distingue perfectamente Ins magnitudes extensivas, susceptibles de medicién directa y las intensivas, que s6lo pueden ser me- didas con relacién a las primeras, Las magnitu- des extensivas, cuyos conceptos métricos se fun- dan en conceptos comparativos pueden ser suma- das, son aditivas, Por tanto, también se pueden descomponer en sus partes, En ello se diferen- cian de las magnitudes intensivas’. La originali- dad de Duhem consiste en que niega la necesidad de considerar as magnitudes extensivas como primarias y fundamentales, objetivas. Este and- 7. Dubem expone detal dida en La Th. Ph, pp. 15 Ne i Bormesoriuaa, pues tlie ha devenide cise, yee comtinmente conocido. aes 14 Jisis que tendrfa raiz cartesiana implica una suv peditacién de la Fisica a la metafisica racionalis- ta o atomista que considera las magnitudes in- tensivas como derivadas. Metodoldgicamente, este hecho se refleja en la valoracion de las hi- potesis que juegan con magnitudes intensivas como transitorias y susceptibles de una posterior explicacién en. términos de magnitudes aditivas. Duhem reivindica el derecho de la fisica a es- coger sus propios fundamentos en funcién de una economia teérica. «Parmi les propiétés physiques que nous nous proposons de représenter, nous choisissons celles que nous regarderons comme propiétés sinples et dont les autres seront cen sées cles groupement ou des combinaisons.»' Esta, pues, en contra de la reduccién de la geometrfa a la aritmética, eliminando Ia nocién cualitativa de forma en funcién de la cuantitativa de distan- cia y sobre todo de la reduccién de toda la cien- cia natural a una aritmética universal en Ja cual Ja categoria de la cualidad es radicalmente vana’. Esta reduccién se opera en funcién de pos- tulados metafisicos que estiman que la vealidad fisica no esta suficientemente explicada en tanto no se haya reducido Io cualitativo a cuantitativo, no tan sélo por mencidn directa (la temperatura se mide por la longitud de un metal), sino por Andlisis «objetivoss (el calor ha de ser reducido a micromovimientos. Lo importante del caso es M5 que de esta forma la fisica se supedita a una ex- plicacién previa de cardcter metafisico, que se cuela en Ia ciencia bajo la forma de un presu- puesto metodoldgico, Desde esta perspectiva podemos entender el rechazo de Duhem a las geometrias. no-euclidia- nas que acompafian a Ja Teoria de la Relatividad, que se estaba gestando en los dias en que se pus blicaba «La Théorie Physique». No obstante, am- bas son hasta cierto punto, coincidentes en es- piritu, ya que potencian el impulso teorizante de construccién de hipétesis frente a la fisica empf- rica, y buscan ambas una independencia légica y metodoldgica de todo presupueste metafisico, La fisica en Duhem es descriptiva, representa- tiva, y no explicativa, Las cualidades pueden, muy bien, ser descritas en términos numéricos, pues, «le caractére purément qualitatif d'une notion ne s’oppose pas A ce que les nombres servent a en figurer les divers états»”, Volviendo sobre sus tesis acerca de la medi- da, observamos que esta posici6n es perfectamen- te logica, pues los simbolos matematicos (cuan- titativos) no tienen, con las propiedades que re- presentan (cualitativas 0 cuantitativas) ninguna afinidad o relacién natural «ils ont seulement avec elles una rélation de signe a chose signifiées". Una vez més Ia teoria fisica se caracteriza como lenguaje. Lenguaje construido cuyos términos no 10. La Th, Phy ». 17 Me La Th Ph, p. 116 guardan relacion alguna con su significado. Len- guaje que describe el fenémeno mas que expli- carlo, y cuyas frases (leyes) guardan con la «rea- lidad» que representan una relacién de represen- tacién, Rsta resonancia wittgensteniana se pro- duce en toda epistemologia de base operaciona- lista. Duhem afirma que sélo el conocimiento de una escala (establecida operacionalmente} permi- te dar sentido fisico a las proposiciones algebrai- cas que enunciaremos en relacién con los nime- ros que representan las diversas intensidades de la cualidad estudiada, Hay un punto en que los conceptos cuantita- tivos de nuestras teorjas entran en contacto con conceptos cualitativos. La conexién se produce, segtin Suppes, a través de las teorfas de la medi- da fundamental que se sittian al nivel mas infe- rior y describen axiomaticamente ciertas opera- ciones © relaciones «La forma precisa de la co- nexin entre el concepto cuantitativo de la tcoria a nivel superior y su correspondiente teorfa cua- litativa se establece por medio de un teorema de representacién. En. tal teorema se demuestra la unicidad y existencia del concepto cuantitativo»™, Este operacionalismo, todo Jo liberalizada que se quiera, sirve a Sneed para fundamentar la di- cotomia teérico, no-tedrico. Esta diferencia es ca- lificada por Stegmiiller como seméntica, «No en el sentido de una semdntica puramente referen- 22, W, Stegmtiuller: La concepeidn estructuratista de tas teorias, A. U., Madrid, 1981, pp. 19 y ss. u7 cial a lo Tarski, Habria una analogia mucho mas estrecha con Witgenstein, por cuanto la dicoto- mia se basa en una diferencia de uso. La analo- gia, sin embargo, ha de manejarse con gran cui- dado, pues la nocién de Sneed es mas compleja que la de Wittgenstein en un aspecto esencial. Mientras Wittgenstein intenté reducir ciertas cuestiones sobre ¢l significado de un término al uso de ese término, lo que cuenta para Sneed al considerar la teoricidad es el uso de das leyes ge- nerales y especiales en las que aparece el tér- miro.» Existe una cierta analogia entre la posicién de Moulines-Sned y la de Duhem en el sentido. de que ambos pretenden, a través de las relacio- nes de medicién, establecer el tinico contacto en- tre «las estructuras, descritas matematicamente, de las teorias y las entidades exteriores que no son, por su parte, teorfass, Como sefiala J, Mos- terin «toda estructura posible se realiza en sis- temas numéricos»"’, En las teorfas fisicas, sin em- bargo, debe existir una referencia a la realidad extratedrica, que las diferencia de las estructuras meramente formales de la matemética, Este con- tacto externo, se busca, en Duhem, sdlo a través de Ia teoria de la medida. Sucede otro tanto con ¢} empirismo extremamente liberalizado de Sup- pes-Sneed-Moulines. La analogia no debe ser Ile- 13. Stegmillier. Op. cit., pp. 19 y ss. 4. fdem. 1S. J, Mosterin: Conceptos y teorias en la clencia, A. U., Madrid, 1984, p. 186, 118 vada ai limite ya que estos desarrollos m4s mo- dernos son, Iégicamente, muchos més complejos y adecuados a las teorias cientificas mas recien- tes, Sin embargo, creo que el enfoque wittgens- teniano que Stegmiiller propone para las relacio- nes semanticas entre teorfa y modelo es apropia- do, también, para el entendimiento de las mismas en Pierre Duhem. Esta perspectiva puede ser, ade- mas, de gran utilidad para entender Ia teoria fi- sica, como «clasificacién natural», Sucede que es- te concepto no se utiliza, ni tiene justificacién, dentro de los Ifmites del andlisis légico del desa- rrollo cientifico, Por tanto, habremos de verlo fuera del presente contexto, : En definitiva, Duhem pretende una matemati- zacidn de la fisica, no de la naturaleza, que muy bien podria no estar escrita en términos mate- miticos. El segundo paso en la génesis de la teorfa cien- tifica, consiste en correlacionar las magnitudes introducidas a través de la medicién experimen- tal, mediante un pequeiio niimero de proposicio- nes que servirén de principios para nuestras de- ducciones. Estas proposiciones, que podrfamos denominar leyes empiricas, «ils ne prétendent en aucune fagon énoncer des relations véritables en- tre les propiétés réelles des corps»", Estas hips- tesis, como las denomina Duhem, pueden. ser for- muladas de una manera arbitraria, Su arbitrarie- dad tiene un sélo Ifmite. Es la contradiccién in- 16, La Th, Ph, p. 2. 119 terna o con otras hipétesis de una misma teoria, Aqui se produce una nueva «fuga de valor on- tolégico» en Ia génesis de la teoria fisica, No pre- tendemos explicitar las verdaderas relaciones en- tre magnitudes, sino describir adecuadamente, mediante el recurso hipotético, el fenémeno. Por otra parte, la contradiccién, no ha de producirse en cl seno de la expresién matemitica de la teo- rfa, Sin embargo, nada se dice de Ja utilizacion de modelos parcialmente adecuados que pueden ser, en general, incompatibles entre si, Esta posibili- dad ni siquiera es contemplada por Duhem dada su prevencién contra todo tipo de modelo me- cAnico © figurativo, pues pensaba que dan un apoyo particularmente importante al dogmatis- mo ontolégico y al determinismo radical. De esta forma, negaba a los modelos figurativos incluso su valor heuristico, «Du point de vue méthodolo- gique —sefiala R. Poirier—, la thése de Duhem semble done indéfendable et c'est du point de vue Philosophique, épistémologique, au sens large, qu'elle peut ¢tre encore considérée.»" Curiosamente, al utilizar alternativamente mo: delos incompatibles se resalta el cardctcer instru mental y no-explicativo de dichos modelos, Lo que Duhem niega a nivel metodolégico, acabarta Prestando apoyo a sus tesis epistemoldgicas. A cualquier nivel, siguiendo la recomendacién de Feyerabend, contra degmatismo realista, proli- feracionalismo. 17. R. Poirier. Op. ci 120 Este tema conecta también con Ia posible in- clusion de la légica dentro de! «todo» de la cien- cia, Una ampliacién del holismo, que discutiremos més adelante. Si utilizamos modelos légicamente incompatibles, podemos optar por una interpre- tacién abiertamente instrumentalista o bien por una revisién de la légica. Este segundo camino, no excluye, mas bien al contrario, la interpreta- cién instrumentalista, en la que irfan incluidas esta vez las estructuras légicas que utilizisemos. De nuevo, en este punto, Pierre Duhem contribu- yé aabrir un camino que él mismo no tomé. Siempre consideré como inalterable la légica cl4- sica, Ciertamente, optar por la esquizofrenia men- tal que supone la utilizacién de un tipo de légica para la fisica y otra para los asuntos cotidianos, no £acilita mucho Ia postulacién de que la fisica representa adecuadamente nuestro mundo, Este postulado es, no obstante, el contrapunto del ins- trumentalismo duhemiano, Debemos aclarar, antes de dar el siguiente paso metodolégico, que lo arbitrario, en este caso, no debe asociarse a lo caprichoso, La formulacién de «hipétesis» ha de venir precedida, para que éstas sean fructfferas, por un amplio contacto con la realidad de la ciencia fisica. Para Duhem son importantes Ia dimensién experimental y la histérica. Reconoce que Ja experimentacién su- giere y sugestiona, fertiliza. El conocimiento his- térico contribuye a la ponderacién y a Ja forma. cién de un clerto «sentido comtin cientifico», lo 121 que Popper llama «sentido comt, en grande", La tercera etapa en la construccién de Ja teoria cientifiea es su desarrollo matematico, Supone el paso desde Ia hipétesis a sus conclusiones que, mediante una «traduccién inversa» a la que rea: lizabamios en la fase de medicidn, puedan ser com- paradas con los hechos. Duhem advierte que Ias operaciones matemiéticas que realizamos en el curso de semejante deduccién, no tienen porqué corresponderse con eventos fisicos que acaezcan realmente, En el desarrollo de la teorfa fisiea, no copiamos, ni podriamos hacerlo, el desenvolvi- miento natural. Nos interesa sefialar dos puntos cruciales en esta tereera etapa: El acercamiento a la concep: cién probabilista de las teorias y leyes de Ia fi- sica y la acentuacion de la aplicacién del modelo lingliistico a las ciencias positivas, Ambas cosas estan directamente relacionadas, Por decitlo de un modo resumido: Una teorfa es un lenguaje. Traducir hechos experienciales a nuestro lenguaje teérico es, como toda traduccién, una traicion. Comporta inexactitud, La medida de esa inexac- titud, y de ese margen de error nos acerea a la introduccién de la probabilidad en la legalidad fisica. Al sostener una concepeién lingiiistica de la teoria cientifica, Ja falta de valor explicativo de la teorfa fisica, no es, sino un caso particular de 18, K, Popper: La ldgiea de ta investiga Teenos, Madrid, 1993, p. 22. os 122 cientifica, la tesis genérica sobre la indeter traduccién. Tesis sostenida también, con impor tantes afiadidos y matizaciones, por Quine. Bl va- Jor ontoldgico de la teoria cientifica se convierte en un problema semantico, La relacién entre teo- ria y mundo a través de la medicién slo garan- tiza la existencia de un referente extranumérico, pero no aporta, en absoluto, un sentido a Ia teo- Ha, La teoria come tal, adquiere sentido como estructura, como un todo, El lenguaje de los he- chos no pucde ser traducido a tedrico paso a paso, enunciado a enunciado, Es todo lo contra: tio de lo que dice Waismann: «si no es posible determinar que un enunciado es verdadero, en- tonces carece enteramente de sentido: pues el sentido del enunciado es el método de su veri ficacidn>”. La adecuacién de la ciencia al mundo no puede garantizarse por ningin criterio emp rista de verificacién. Sélo, por hhablar en térmi- nos wittgenstenianos, ¢s mostrada por la teorfa fisica, De ahi la dificultad que tiene Pierre Duhem para explicar eémo escapa del «nominalismo» cientifico estricto. Bxiste atin otra fuente de sentido. Para llegar a descubrirla hay que distinguir, en este mundo de hechos, los hechos acaecidos y los realizados, Jo natural y lo artificial, tecnoldgico, En cuanto a los primeros, Duhem compartiria el brindis con Feyerabend: «“zHechos?, repitié, Tome una copa més, sefior Franklin, y superara la debilidad de 19, Citado por Popper en op. eit, p. 9. 123 creer en los hechos! ;Juego sucio, Seftor!" »®. Ex: presados los hechos en lenguaje, en palabras (0 en prejuicios, que dirfa Nietzsche), no podemos confirmar la adecuacién de sentidos. Cuando la teoria expresa «lo hecho», el sentido de la teorfa se ha encarnado, por via tecnolégica, en lo que hemos realizado. Por ello, conocemos cémo se adecua el sentido de la teorfa al mundo tecnolé- gico, en la medida en que éste derive de aquélla, Por eso considerar la ciencia como un apéndice de la tecnologia e incluso identificar ambas es magnificar el instrumentalismo, pero es, a un tiempo, por paradégico que pueda parecer el tini- co camino hacia una ciencia explicativa de »lo hecho», descriptiva del modo de hacerlo, Jacques Monod describe la aventura de un computador que viaja a un extrafio planeta con la misién de discernir lo que en él pudiera haber de artificial, Y por tanto, indicio de vida inteligente. Su misién fracasa una y otra vez ya que no existe, y lo que s mas importante, no puede existir —en su opi- nién—, un programa adecuado™, En. consecuen- cla, sdlo presenciando eémo se hace o haciendo algo, sabemos que es natural o fruto de Ja tec- nologfa, La ciencia conocerfa el mundo cuando estuviese en disposicién de fabricarlo, La distin- cién que hemos hecho no es, evidentemente, du- 20, Willsic Collins, «Moonstone, citado por Feyerabend en Coro ser un buen empirista, ‘Cuadernos teorema. Va- leneia, 1976. . Ver Jacques Monod: Et azar y ta necesidad, Tus: quets cditores. Barcelona, 181, pp. 18 y ss, 124 hemiana, no obstante, si es verdad, que su filoso- fia, que autonomiza la ciencia con respecto a la metafisica, favorece en cierta medida la supedita- cidn de lo cientifico alo teenolégico, como sefiala Agassi®. A partir de su concepcién lingiiistica de Ia Duhem caracteriza como ahecho te6rico» todo aquel que se exprese en el lenguaje mate- matico de la teorfa fisica, No existen dentro de ella, hechos observacionales® que se opongan a los tedricos. Todo lo expresado en lenguaje teéri- co esta ya traducido, interpretado, es teorfa. Qui- 24 «s6lo se pueda pensar lo que se puede captar en palabras» 0 quiz4 no. Pero es evidente que todo lo expresado en lenguaje tedrico es ya teé- rico’. Volvamos a la inexactitud de la medicién como segundo eje sobre el que gira la traicién de la traduccién (el primero es, como hemos sefialado, el punto de vista holista) y sus consecuencias ma- tematicas, La inexactitud, con la consiguiente po- sibilidad de error es um hecho consustancial a toda medicién, no eliminable, sélo reducible: «plus les méthodes de mesure sont parfaites, plus Yaproximation qu’elles comportent est grande, 0) A 0. Es decir, aunque de la hipd- tesis H se derive el sucesa observacional 0 y éste se dé en la practica, supuestas unas determinadas 37. fdem., p. 22, Bl subrayado es nuestro, 133 condiciones, no nos esta permitido, por ello, afir- mar H como verdadero, Sélo podemos decir que obtiene un cierto grado de corroboracién dificil- mente medible, ya que el ntimero de comparacio: nes experimentales entre hipétesis y realidad es potencialmente infinito. Aunque una, o varias, ha- yan resultado favorables con la suficiente aproxi- macién, no aumenta nada la probabilidad, en abs- tracto, de que la siguiente sea también favorable. Depositar mas confianza en una hipdtesis mAs contrastada (por el ntimero de pruebas y la dis ficultad de las mismas) puede ser, no obstante, razonable, No ¢s estrictamente racional en el sen- tido de que no hay una coercién légica ni siquie- ra un {ndice objetivo que permita comparar el grado de corroboracién de una hipétesis. Existe algiin intento en este sentido (otorgar un indice de corroboracién a las hipétesis) por parte de Carnap, desarrollado para teorias formalizables en lenguaje de primer orden con predicados mo- nddicos, En caso de que fuese titil en teorfa, no tiene, con esta restriccién, ninguna aplicacién para Ia ciencia real. Pasemos a la critica al falsacionismo que re- viste mayor interés por ser objeto de intensa po- Iémica, as{ como por sus implicaciones holistas. El esquema falsacionista peca antes de simplista que de légicamente incorrecto, Si la hipétesis H implica el evento O y es el caso de que —0, en tonces tenemos derecho a inferir que —H, Bs de- cir (H > 0) A —O -> —H. Lo que ocurre en la Practica es que O no se deriva solamente de H 134 sino de un conjunto de hipdtesis auxiliares y enunciados protocolarios que se dan por validos a la hora de poner H a prueba, Formalizado: [(H A A) > 0) A —0] » —(H A A) o sea (CH V—A), Aes un conjunto de enunciados, por lo tanto la negacién puede distribuirse atin mas. En breve: Sabemos que en el bloque (HA A) hay algo que no funciona, pero en concreto no sabe- mos qué es. Por tanto, podrfamos hacer variar la prediccién O cambiando algiin enunciado de A, Sin tocar la hipétesis, La teoria se presenta ante el tribunal de la experiencia como un todo orga- nico cuyas partes se apoyan unas en otras. No se deja analizar. Un enunciado aislado pierde todo sentido, El holismo deriva directamente de la cri- tica al falsacionismo®, Apreciamos, ademas, que toda falsacién se convierte en una verificacién in- directa, Es decir, H sera tanto mis «falsa» cuanto mayor sea nuestra confianza en la correccién de A, La critica al verificacionismo ya estaba hecha. Vemos ahora como rige también en el caso de la falsacién, Nos ocuparemos de fijar la extensién del ho- lismo. De saber cudn grande es el «todo» que se presenta ante la experiencia. Posteriormente tra- taremos el problema metodolégico que plantea la imposibilidad de falsar estrictamente hipétesis y de compararlas mediante algiin «experimento crucial», Duhem pone varios ejemplos en que el stado» 38. La Th. Pin. pp. 278 y ss. 135

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