CASTILLA Y LEÓN / SEPTIEMBRE 2001 - LOGSE / FILOSOFÍA / EXAMEN COMPLETO

EJERCICIO A

Tomás de Aquino, Suma Teológica, Primera Parte. Cuestión Segunda, artículo 1.

Afirmo que la proposición “Dios existe” es evidente en sí misma, porque en ella el predicado se
identifica con el sujeto, pues como más adelante mostraremos, Dios es su misma existencia. Pero
no es evidente para nosotros, puesto que no conocemos la naturaleza de Dios que, por el
contrario, es preciso demostrar por medio de lo que nos es más conocido, aunque por su
naturaleza sea menos evidente, a saber, por sus efectos.

CUESTIONES:

1. Explique el sentido del texto y analice los términos subrayados (Valoración 0-4 puntos).
2. Doctrina de Tomás de Aquino sobre la demostrabilidad de la existencia de Dios (Valoración 0-
4 puntos).
3. Teniendo en cuenta la pregunta anterior, relacione a Tomás de Aquino con algún otro autor o
corriente de pensamiento, señalando aproximaciones o diferencias (Valoración 0-2 puntos).

EJERCICIO B

Rousseau, Del contrato social, Libro I, capítulo 7.

En efecto, cada individuo puede, como hombre, tener una voluntad particular contraria o
diferente de la voluntad general que tiene como ciudadano. Su interés particular puede hablarle
de forma muy distinta que el interés común; su existencia absoluta y naturalmente independiente
puede hacerle considerar lo que debe a la causa común como una contribución gratuita, cuya
pérdida sería menos perjudicial a los demás que oneroso es para él su pago, y, mirando a la
persona moral que constituye el Estado como un ser de razón, puesto que no es un hombre,
gozaría de los derechos del ciudadano sin querer cumplir los deberes del súbdito; injusticia cuyo
progreso causaría la ruina del cuerpo político.
A fin de que el pacto social no sea un vano formulario, implica tácitamente el compromiso, el
único que puede dar fuerza a los demás, de que quien rehuse obedecer a la voluntad general
será obligado a ello por todo el cuerpo: lo cual no significa sino que se le forzará a ser libre.

CUESTIONES:

1. – Explique el sentido del texto y analice los términos subrayados (Valoración 0-4 puntos).
2. – Etica y política en Rousseau: lo general y lo particular en Rousseau (Valoración 0-4 puntos).
3. - Teniendo en cuenta la pregunta anterior, relacione a Rousseau con algún otro autor o
corriente de pensamiento, señalando aproximaciones o diferencias (Valoración 0-2 puntos).

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RESPUESTAS:

EJERCICIO A

1. La idea fundamental del texto es la distinción que hace Tomás de Aquino entre “proposiciones evidentes
en sí mismas y para nosotros” y “proposiciones que son evidentes en sí mismas pero no para nosotros”.
La proposición “Dios existe” es de esta última clase. La conclusión del texto es que por no ser evidente
para nosotros, la existencia de Dios necesita demostración, pero al no tener nosotros “imagen” de dios
esa demostración tiene que ser “a posteriori”, es decir de los efectos a la causa.
El significado de los términos subrayados es el siguiente:
- Una proposición es evidente en sí misma y para nosotros cuando es patente sólo con el análisis de sus
conceptos, un ejemplo es la proposición “el todo es mayor que la parte”, ya que como afirma Sto.
Tomás el significado del sujeto se identifica con el predicado.
- El no conocer la naturaleza de Dios significa que no tenemos imagen, “fantasma”, de Él, por tanto el
autor se pregunta ¿cómo podemos conocer a Dios? La respuesta es a través de las cosas
contingentes, de modo indirecto, es decir del efecto a la causa (los objetos finitos y contingentes
revelan su relación a Dios).

2. Tomás de Aquino aborda la relación entre Fé y Razón haciendo una distinción clara y formal entre
verdad teológica y verdad filosófica, reconociendo la legitimidad de las dos ciencias, y afirmando que
cada una tiene por objeto un campo distinto de realidades: a la Teología le corresponde la verdad
sobrenatural basada en la fé, a la Filosofía la verdad natural basada en las posibilidades de la razón. No
puede haber conflicto entre ambas porque las dos proceden de Dios. Son distintas pero no
contradictorias. No puede haber una doble verdad (Averroes) porque sería llevar la contradicción al
mismo Dios. Filosofía y Teología deben colaborar mutuamente. La Teología debe aprovecharse de los
métodos racionales para hacer más claras y comprensibIes las verdades de la fé, utilizando la dialéctica
para los que niegan las proposiciones de fé ("la fé busca al entendimiento"). Al mismo tiempo la
Filosofía debe dejarse ilustrar por la Teología y por sus verdades de fé para completar el conocimiento
limitado, propio de la razón humana; la fé ayuda a la razón como criterio extrínseco, si se llega a
conclusiones contradictorias con la fé hay que revisar los razonamientos ("la razón busca la fé").
De todo esto se deduce que existen verdades comunes que son al mismo tiempo verdades de fé y
verdades de razón, como la existencia de Dios. Las dos se complementan, por ello aparece la no
contradicción y la conveniencia de dichas verdades. Y verdades suprarracionales, que se colocan en un
plano por encima de la razón. Éste es el sentido de los textos donde Sto. Tomás hace un esfuerzo
racional para demostrar que es muy razonable admitir que Dios existe, como lo quieren demostrar sus
vías, y que la imagen de Dios está presente en sus criaturas.
Tomás de Aquino considera necesario demostrar la existencia de Dios porque, además, distingue dos
tipos de verdades:
- Evidentes en sí mismas y para nosotros: patentes sólo con el análisis de sus conceptos.
- Evidentes en sí mismas, pero no para nosotros, tal como ocurre en la proposición “Dios existe” que
no es patente para nosotros porque carecemos de una comprensión adecuada de la naturaleza de
Dios, por ello resulta necesario demostrarla.
Aquino considera posible hacer esta demostración y piensa que el procedimiento adecuado es partir de
los seres de este mundo hasta llegar a Dios, es decir del efecto a la causa, es la demostración a
posteriori. Para ello propone cinco argumentaciones (“vías”) con una estructura similar:
- Constatación de un hecho de experiencia
- Aplicación del principio de causalidad
- Imposibilidad de una serie infinita de causas
- Afirmación de la existencia de Dios
Como a este Ser con estas características (motor inmóvil, causa incausada, ser necesario, perfecto, y
ordenador supremo) le llamamos Dios, Dios existe.

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Para Sto. Tomás el objeto del entendimiento es la esencia, el "ser", lo metafísico. Por ello, aunque a
través de las cosas contingentes no se puede conocer directamente a Dios, sí es posible conocerlo de
modo indirecto (los objetos finitos y contingentes revelan su relación a Dios). De aquí el método a
posteriori. Se puede llegar al conocimiento analógico de Dios negando a Dios las imperfecciones (vía
negativa) y afirmando las perfecciones en grado sumo (vía eminente)

3. Descartes y Tomás de Aquino

La argumentación utilizada por Descartes para demostrar la existencia de Dios es muy diferente a la
utilizada por Tomás de Aquino.
La verdad inmutable, la base de toda la Filosofía para Descartes es la existencia del yo como sujeto
pensante; en principio esta verdad no parece implicar la existencia de ninguna otra realidad. Por ello
Descartes hace una especie de balance de lo que tiene como cierto: el pensamiento como actividad, y
las ideas que piensa. La afirmación de que el objeto del pensamiento son las ideas lleva a Descartes a
distinguir los siguientes tipos: Ideas adventicias, aquellas que parecen provenir de nuestra experiencia
externa; Ideas facticias, que provienen de nuestra imaginación o voluntad. Ninguna de estas ideas
puede servir como punto de partida para la demostración de la existencia de la realidad extramental.
Las primeras porque provienen del exterior y su validez depende de la problemática existencia de la
realidad exterior. Las segundas porque al ser construidas por el pensamiento también se pueden
cuestionar. Existe un tercer tipo de ideas que son las que el pensamiento posee en sí mismo, son
innatas, como las ideas de pensamiento y de existencia.
Entre las ideas innatas Descartes descubre la idea de infinito, que enseguida identifica con la idea de
Dios. Lo finito es, para Descartes, la negación de lo infinito, por tanto no sería posible tener el concepto
de lo finito sin la idea de lo infinito. Con este argumento, conocido con el nombre de la finitud del yo,
Descartes demuestra la existencia de Dios: la idea de lo infinito ha sido puesta por una naturaleza más
perfecta que yo; sólo puede proceder del mismo ser infinito, de Dios; luego, Dios existe. De este modo
Descartes demuestra la existencia de Dios a partir de la idea de Dios. Un argumento parecido se
encuentra en San Agustín: en nuestro entendimiento hay verdades necesarias, inmutables, eternas; el
fundamento de esas verdades no puede ser el pensamiento humano que es imperfecto, por tanto,
reciben su valor de la verdad eterna que es Dios. También admite Descartes el argumento ontológico de
San Anselmo que prueba la existencia de Dios a partir de la idea de Dios (todos los hombres tienen
una idea de Dios, entienden por Dios un ser tal que es imposible pensar otro mayor que Él; un ser tal ha
de existir no sólo en nuestro pensamiento, sino también en la realidad ya que en caso contrario sería
posible pensar otro mayor que Él y, por tanto, caeríamos en contradicción; luego, Dios existe no sólo en
el pensamiento, sino también en la realidad).
Dios aparece como garantía del criterio de verdad: en Dios se encuentra el último fundamento de los
conocimientos evidentes: Dios es absoluto, perfecto, bueno... y no puede permitir que yo me engañe...

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