4, Comunidad politica:
comunitarismo
y ciudadaniaComunidad politica
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sociolgicas se centraron en el contexto més amplio de la transformacion de las sociedades
rmodesnas, mientras que, en la Filosofia politica, las cuestiones se han centrado principal-
mente en los fundamentos civicos del sistema de gobiemo, Por esta razin, gran parte del
debate se ha centrado en la cudadania, que atafie a la pertenencia del sistema de gobierno.
Pero los debates sociol6gicos tratados en el capftulo 3 y l idea de comunidad en la floso-
fia politica no estan tan distanciados como parece. Lo que les une es una visin de comuni-
dad como algo relacionada principalmente con la pertenencia. Mientras gan parte del deba-
te clisico en sociologfa tendfa a remarcar la tradicion y la Localidad, en la filosfia politica
la comunidad tiene un mayor interés. Aunque es discutible, ambas son expresiones distintas
de comunidad, En el caso de fa obra més importante de Robert Bellah, Habits of the Heart,
esta conexién entre sociologia y filosoffa politica es muy evidente (Bellah y otros, 1996).
‘Aqui, se investigan empiricamente cuestiones sobre la naturaleza del yo, los valores y la
comunidad en un estudio que puede considerarse una version sociol6gica dela filosofiapoli-
tica comuritaria, En esta obra, la comunidad es un modo de pertenencia y consiste en deseos
y creencias, mas que en la estructura institucional o territorial. Philip Selanick, en uno de tos
trabajos comunitarios mas importantes, describe la comunidad simplemente como un aspec-
tw variable de la existencia de grupo (Selznick, 1992, p. 358). Ciertamente, hay ventajas en
cesta definicién, sobre todo en que deja abierta la posibitidad de que la comunidad adopte
formas distintas. De todas formas, la postura comunitaria discrepa de tos concepts de comu-
aEa : Comunidad politica
nidad tratados en el capitulo anterior principalmente en un sentido. La comunidad es mas
que communitas 0 comunin, pero abarca una serie de actividades. Segin Selznick, lo que es
fespacialmente importante es la participaci6n, pero también la lealtad, ta soldaridad y el
‘compromiso. En cuanto a, por ejemplo, la teoria de comunidad de Victor Turner, tratado en
cl capitulo 2, los comunitaros estan menos interesados en una comunidad antiestructural y
‘esponténea que en una teorta normativa de comunidad politica.
Lo que se ha legado a conocer como comunitarismo es una postura amplia sobre ciudadania
que modifica considerablemente a postura liberal dominante anterior. EL giro comunitario
podria resumirse en la frase: “de contrato a comunidad™. Los comunitarios defienden que la
CGudadania se basa en un concepto social del individuo como miembro-de una comunidad. En
este sentido, la comunidad equivale a la comunidad civica del sistema de gobierno, en con-
traposicion a la comunidad tradicional a pequefa escala. De todas formas, en la versign mis
‘nfluyente de comunitarismo, como la de Charles Tal
es finalmente un tipo de comunidad culturalmente codificado. En algunas interpretacione8,
este concepto civico de comunidad
se define a menudo como un grupo minortaro.
Con el comunitariemo, la comunidad se ha convertido en un término muy disputado e inclu-
se dentro del comunitarismo hay diversas tendencias. En muchos libros y debates sobre
‘comunidad el término nunca se define y, como consecuencia, no es facil decir exactamente
‘quién es "Zomunitario’, En el siguiente andlisis distingo entre cuatro versiones principales
de comunitasisma, EL primero es el comunitarismo liberal, asociado a la filosofia politica de
Michael Sandel y Michael Walzer, con una tendencia més tardia en el comunitarismo més
conocido de Charles Taylor que también incluye nuevos intereses en los derechos culturales
de las comunidades nacionales™. El segundo tipo de comunitarismo es lo que yo denomino
3. Ga eto
22. Ete pa ese
ene eitado gor fred ayy, fom ono to Canmaniy (ny. 173
ins Inportane aspect de sutra, per en hat 8 Weave comusaio s supoxt
Comunidad politica Ee
pluralimo radical, que se caracteriza por su énfasis en los derechos del grupo, en contrapo-
sicion al patriotismo liberal del primero. Marion Tris Young y otras teéricas feministas
podrian asociarse con esta tendencia. La tercera versién es el republicanismo civico, 0
comunitarismo civico, representado por figuras como Robert Bellah, Philip Selznick, Robert
Putnam y David Miller. En estas obras, la atencién se centra mas en la participacién en la
sociedad civil y en el capital social que en conceptos de comunidad puramerte culturales.
Por iltimo, esta el comunitarismo gubernamental con mucha politica pablica, que puede aso-
ciarse también a los escritos de Etzioni. En esta tradicin, a comunidad es un discurso
gubernamentalizado.
41. COMUNITARISMO LIBERAL
La postura que podria designar el comuntaismo Liberal sugis como una modcacin del
teoria politica ibe. Las obras de mayor intuencia que han esablecdo el pensamiento
comuniari se han pronuncido fervientemente en cota del mercado o del Estado coma
los principals foeos de comunidad
ca. Mas especificamente, el comunitarismo se ha
puesto al individualismo moral 2 favor de un ideal mas social de la persona
Inevitablemente, el comunitarismo se ha definido en op
icién a las dos teorlas politicas
liberates: el liberatismo social de John Rawls y el liberalismo de mercado del neoconserva-
ddurismo. A pesar de la centralidad del segundo, cosa bastante extrafa, el principal opo-
nente del comunitarismo ha sido la versin de liberalismo de Rawls. En su obra Liberalism
‘and the Limits of Justice, Michael Sandel sostiene que el liberalismo en la tradicion clisica
ia cual considera la culminacion de la obra de Rawis- desatiende la naturaleza social del
duo como miembro de una comunidad. Mientras los liberales consideran al individuo
relativamente auténomo, los comunitarios defienden la priovdad del grupo. Rechazan el
individualismo moral, el cual ven representada en la famosa obra de Ranis, A Theory of
Justice, a favor de un concepto de comunidad mas profundo (Rawls, 1971). Esta postura
se ha consolidado gracias 2 obras como Spheres of Justice de Michael Walzer, After VirtueEee Comunidad politica
de Alasdair Macintyre, The Moral Commonwealth de Pi sy “The Politics of
Recognition” y Sources of the Self de Charles Taylor.
ip Selani
En un principio, estas postures estaban bastante poarzads, hasta el punto de que e bera-
{sino y el comunitarismo a menudo se han considerado como dos posturas bastante cistintas.
De todas formas, tiene més sentido consierar el comunitarismo como una mocificacén det
Uiberalismo, que como posturas distntas. Por esta razén, et comunitarsmo esté mejor ealifica-
Tanto el tiberlismo como el eomunitarismo se han transfor
ro, en oposicién al neoconservadurismo™. En la ver-
do como comunitarismo liberal
mado mutuamente y, en el caso del pri
sin de liberalism representada por Rawls, el interés inicial se centraba mas en la justicia social
que en el iberalismo clisico. En obras posterires, Politica Liberatism (Rawls, 1993) y A Low of
Peoples (Ranls, 1998), Rawls reconocié que algunas de las teorias de su postura inital debian
rmodifcarse, especialmente la teoria de un consenso cultural en una idea comin det bien. En
estas obras posterires, hay una mayor conciencia del problema de la comunidad y de los fun
damentos culturales del sistema de gobierno Uberal. También se hizo més y mas evidente
medida que el debate progresaba que no hay diferencias sustanciales entre tiberalisma, en
la version representada por Rawls, y comunitarismo. Por su parte, los comunitaris también han
dejado claro que no son hostiles hacia el individualismo como tal. En lo que discrepan es
en ciertas cuestiones sobre los fundamentos ontolégicas de la sociedad, en la que el comuni-
tarismo es, ante todo, una demanda del reconocimiento de una ontalogia socal para corregit
{a excesiva preocupacién por el individvatsmo moral en la teora politica liberal dominante.
533, Vase Snel (1982), Macy (198), Slice (1992) y Tylor (196,199),
34 teste spec sgo a sgpenca de Muay Swit (1990).
38 evra slave te nwo orieamercano,“nesconeradursns e el trnouitado para to ave ene
1, Sette y epee “nooberana’, anos con sgnfezda de bette de mea” En elcn con ell
tay dstrtas Conotaiones de “ber y “erlsna” en uso nrteaneriano, que sg politi aca 6
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Iwtinajeuropes tive con patca conser, en conca del cal puede ditngse la demecmc
Efercaere te denocaca Sel pusdeeaviparne cone so rrteanercana de bectsma,
Comunidad politica Bee
En cualquier caso, en la década de los noventa, un debate sobre los derechos culturales ectip-
56 la discusi6n inicial entre liberales y comunitarios en torno a los fundamentos det sistema
de gobierno liberal. En esta polémica, en el que Charles Taylor ha sido una figura principal, La
cuestion es haste qué punto el Estado deberia otorgar recanocimiento socal 2 ciertos grupos
en la sociedad, De hecho, el comunitarismo como “politica de reconocimiento™, para u
la frase que lo ha caracterizado, ha adoptado nuevos términos y los principales protagonistas
son Taylor y Habermas, este Glo pasé a ocupar el lugar de Rawls en los debates de La déca-
da de los ochenta”. En este cambio, el comunitarismo liberal ha hecho explicit su apoyo a
éertos tipos de nacionalismo. La idea de naci6n 0 comunidad nacional ha desempefado un
papet més importante en la obra de Taylor y, en forma de patriotismo liberal, ha estado en el
centro de muchos estudios de nacionalismo y populism en los
imos afos.
Por supuesto, Taylor no es ningGn nacionalista apasionado y es precavido ala hora de pola-
rizat los principios de igualdad, defendidos por et
eralismo dominante, y de diferencia,
efendidos por los comunitaros. Lo que representa es un comunitarismo liberal que busca
‘modifica el tiberalismo mediante la imposicin de éste para albergar ta realidad de La
rencia cultural y la necesidad de la preservacin de la comuni
16 cultural. Las diferencias
entre liberales y comunitarias ain son bastante importantes. Debido al atomismo subyacen-
1, para Taylor el liberaismo no tiene el sentido de un bien comin, en el estrecho sentido de
una forma comin de vide, porque la sociedad tiene que ser neutral en valores de este tipo.
De todas formas, el liber
promiso con los procedimiantos, las narmas y, en general, con un modo formal de “estar de
smo reconace un bien comtin en el sentido mas amplio de un com-
acuerdo para poder discrpar’. Pero, para Taylor, también hay un bien comin en el sentido
mas amplio de “patriotismo”, una identificacién con una comunidad politica que encierra
26, Vas The Pats of acpi, io etd or Gutman y que contin oe dcumens tan mena
spor aor y Wabermas ee 0605 (Gutman, 193).
57, Raters ha marten une posta ere tanta aca
sro cna hai coma (199)eS Comunidad politica
fen sf misma una forma de vida culturalniente mas profunda, Esencialmente, Taylor discre-
‘pa de los Liberals y de aquellos con una disposicion liberal mas amplia, como Habermas, que
defienden un tipo de comunidad politica de procedimianto o puramente formal, al reivindicar
que la comunidad tambi
debe basarse en un momento sustancial y que, como consecuen-
cia, of Estado no puede ser neutral
Pare Taylor, en al caso de las sociedades culturalmente divididas -como Canadé~ es vital que
€l Estado conceéa reconacimiento oficial a los diferentes grupos. La politica de reconoci-
iiento es, por
to, una politica de diferenciacién de grupos. Se trata de un concepto par-
ticular del yo colectivo y es un concepto que frecuentemente se define en cuanto a estatus
de minoria o de mayoria en el sistema de gobierno, Para Taylor, que resalta la lengua como
la personificacién de la comunidad, el yo siempre es culturalmente especifico. Por
versién de comunitarismo puede considerarse una defensa del particularismo cultural contra
el universalism moral dl
eralsmo, ya sea en la obca de Rawis 0 en el univers
nicativa de Habermas
La politica de reconocimiento puede adoptar la forma de un énfass en la igualdad -La dig-
nidad igual de todos los ciudadanos en-cuanto a sus derechos y su valor moral- 0 un énfasis
en [a diferencia, donde lo importante es la necesidad de la cultura mayoritaria pare hacer
concesiones a grupos particulars, a minorias en general: “Donde la politica de dignidad w
versal luch por formas de no discriminacion que eran bastante “ciegas” ala manera en que
los ciudadanos discrepan, @ menudo, la politica de diferencia redefine la no discriminacion
‘camo la manera en que hacemos de estas distinciones la base de un tratodiferencial” (Taylor,
1994, p. 39). Su argumento es que para que la comunidad cultural pueda retener su integri
dad y prosperer en la expresion de una mayoria, debe haber, por parte del Estado, algin
28 Vas ol capita 6 pra un debate sobre a soi de Habeas on tora ala comunidad dco
Comunidad politica ; |
reconocimiento piblico de la comunidad cultural. Pero no cabe duda de que Taylor tan s6lo
argumenta a favor de ciertos grupos a gran escala, como tos canadienses francoparlantes
del Quebec, para que puedan retener su autonomia. Pareceria que el reconocimiento real del
comunitarismo liberal es el reconocimiento de una mayorta autodectarada capaz de definir
l bien comin, Mientras esta cultura respete la diversidad, tiene un derecho razonable al
reconacimiento oficial
‘como ya han apuntado los corunitaros, las ideas bisicas del lberaisma no se cuestionan.
tras su preferencia se decanta claramente hacia un reconocimiento positivo de la comuni-
dad cultural, ésta est anclada en un compromiso basic con el principio liberal de igualdad.
comunitarismo Uberal no es una tearia radical sobre la diferencia de grupo, sino una modifica
cin del indviduatsmo moral del Uiberalismo y, sobre todo, de la idea dela consitucion cult
ralmente neutral. Mientras los liberales evitan el problema de la prateccién de los grupos
‘minoritarios mediante un compromiso con los derechos del grupo (Kymlicka, 1995), los comu-
nitaros en general estin més concienciados sobre la protecién de a cultura de ta mayora, que
‘no es una cuestin de los liberals, ya que esto se da por sentada; 0, como en una formulactn
reciente de Ravis, es una cuestién de buscar un “consenso que coincida™. De mado que pare-
ce que lo que comenz6 coma un interés en la bisqueda de una antologia sociat ha culminado
cen un defensa de fa comunidad cultural. En este sentido, el espiritu liberal podria extenderse en
ya que, tal y come ha argumentado Zygmunt Bauman, la idea iberal de “éiferencia®
representa la libertad individual, mientras que la “diferencia” comunitaria representa el poder
del grupo para limitar ta libertad individual (Bauman, 1993). Seria un disparate afinmar que
el comunitarismo represents el autoritarismo cultural, pero es evidente que podria evar a
conclusiones intransigentes, ya que el concepto de comunidad en el diseurso comuritario es
la comunidad de la cultura dominante, que es la que el Estado reconoce oficiatmente. La
58 Wlase su aneye de 1987 dal miso Hilo en Ras 1983).Be
Comunidad politica
conelusién e: que la comunidad politica debe basarse en una comunidad cultural proritariay
‘que las minorias y los grupos entrantes al sistema de gobierno deben adaptarse a esta comu-
nidad cultural. Esto es precisaménte a lo que se oponen tos plraistas raicales.
4.2, PLURALISMO RADICAL
EL comunitarismo liberal ha estado marcado por una preocupacién implicita por justifcarcie~
to tipo de patrotismo. Esto no es ninguna novedad en el Liberalismo clasico, ya que muchos
fil6sofos y politicos Uberales han apoyado el nacionalismo, 3.5. Mill -en su obra
Considerations on Representative Government en 1861~ estaba a favor del i
am Gladstone, el politico liberal britinico, apoyaba movimientos nacionalistas en la
segunda mitad del siglo diecinueve, desde el nacionalismo del gobierno nacional irandés
hasta la causa del nacionalismo bilgaro. El comunitarismo de hoy en dia ha ejemplificado
la causa del nacionalismo liberal y, en Sus formas mas influyentes, ha equivalio a la deman-
dda de derechos culturales como base para la ciudadanta. Es posible identificar una tendencia
jonatismo, y
alternativa y radical dentro del comunitarismo que podria denominarse pluralism radical, el
cual adopta como punto de partida el concepto de diferencia, que ha hecho su entrada er
el comunitarismo liberal. Pero los intereses relativamente conservadores, caractersticos de
ran parte del comunitarismo liberal, no figura en lo que, en realidad, es la teora pluralista
radical de comunidad, en la que la comunidad se considera coincidente y disputada.
En contra del liberalism y del patriotism, los pluralstas radicales sitian los derechos cul-
turales 0 los derechos basados en el grupo en ura base totalmente distnta". Este progreso,
‘el cual s6lo en un sentido muy general pertenece al movimiento comunitaria, es en gran
parte el resultado del feminismo, y muchas de sus archiconocidas defensoras son teéricas
4, Wea y Woo (1999) y Dante (e000.
|_[EssesL EuHSBOHEE sgRARES=OD-106, SEeTasnunin TERRESROEARTERONEE
Comunidad politica
feministas (Benhabib, 1992, 1996; Frazer y Lacey, 1993; Lister, 1997, 1998; Young, 1989,
41990, 2000). Estas tedricas han argumentado a favor de una comprensifn del grupo diferen-
ado de comunidad, que nunca es integral. Ast que en la obra de Marion Iris Young en la
‘que la postura comunitaria es més evidente que en la de otros pluraistasradicales~ la comu-
nidad welve a concebirse en torno alas diferencias de grupo en la sociedad més amplia. En
la obra reciente de Michael Walzer hay un reconocimiento matizado de las formas “delgadas”
en oposicién a las formas “gruesas” de la comunidad (Walzer, 1994).
La principal cuestién en estos debates se centra en el problema de la delegactn de poder a
los grupos marginales. Mientras que para los comunitarios Liberales, como Wil Kymlicka, es
tuna cuestin esencialmente de derechos de autogobiermo para minorias a pequefa escale,
para los pluralistasradicales, como Marion Young, el problema es formar una sociedad mult-
cultural genuina en la que tengan cabida todos los grupos sin importar su tamafo 9 impor
tancia, Los comunitaris liberates dejan claro que tan solo se preocupaa por et nivel de reco-
nocimiento estatal. Ademds, semejantes expresiones de derechos culturales limitan al émbi-
to piblico la van mas alls al reclamar ta
de la ciudadania al dominio privado. SegGn Young, la ciudadanta es mas que la par-
ticipacion y los derechos en el ambito pablico, por to que también debe implicar derechos en
el dominio privado, en temas como género, edad e incapacidad. Marion Young sostiene que:
Necesitamos un grupo diferenciado de ciudadania y un piblico heterogéneo. tn un
piblico heterogéneo, las diferencias se reconocen y admiten publicamente como icredu-
idles, con lo que quiero decir que las parsonas con una perspectiva 0 historia concreta
nunca podrin entender y adaptar plenamente el punto de vista de aquellos con otras
perspectivas e historias basadas en el grupo.” (Young, 1989, p. 258)
Con el pluratismo radi
habia aceptado, ha sido reducido considerablemente debido a un-Snfasis més explicito en la
ee eee ere eae eee
ideal de igualdad, que el comunitarismo liberal bisicamenteEa Comunidad politica
diferencia. En capitulos postariores de este libro, el tema de la comunidad y de la diferencia
2 recuperard (sobre todo en el capitulo 6). De todas formas, el énfasis en la diferencia en
esta tendencia mas radical dentro del comunitarismo se califica mejor como pluralismo radical,
Mi
tras que Iris Young se mantiene
a ciertas aspectos del comunitarismo, no sucede lo
‘mismo con Nancy Fraser y Seyla Benhabib y otros para quienes el asunto critico es la demo.
cracia. Fundamental para la democracia es la negociacién de la diferencia y evitar el descen-
52 comunitaro al relatvismo y el universalismo moral del tiberlismo, €t pluratismo radical
no prescinde de la comunidad, que aqui se entiende como vincules de pertenencia e identi.
La comunidad es una categoria comunicativa mas que una esfera cultural cerrada que la
‘democracia no puede desatender
4,3, REPUBLICANISMO CiVICO
EL comunitarismo no trata sélo de politicas de identidad, sino que también se centra en otra
imensian de la ciudadanta, concretamente, la participacién, Mientras que el comunitarismo
liberal y radical, a pesar de todas sus diferencias, se cantraba principalmente en los derechos
culturales, en el sontido de derechos especiales para grupos, la tradicion civica en el comu-
nitarisma ha hecho que el capital social y la patticipacin en la vida publica sean algo
fundamental en ta comunidad.
‘A menudo, el origen del repubticanismo civico -que también puede denominarse comurita-
rismo civco~ se ha situado en el pensamiento politico de Jean-Jacques Rousseau en The
Social Contract en 1743, donde argumentaba a favor de un concepto de ciudadania como par-
ticipacign popular en el sistema de gobiemo. EL republicanismo civica también podia basar-
se en la obra de tebricos tan diversos como Hannah Arendt (1958), Benjamin Barber (1984),
Michael Oldfield (2990), John Pocack (1995), Robert Putram (1993, 1999), Philip Selznick
(1992), John O'Neill (1994) y Robert Bela y otras (1986). La tradicion republicana civics,
como el comunitarsmo liberal, puede considerarse como una forma radical de individualismo
|___ SESRSRARIRERsassaesersuer. cseuusnonracseetmanesbsnenen™ -euers
Comunidad politica
veal, pero que difiere en diversos aspectos. Para los republicanos cvicos, el individualism
alcanza su mayor expresion en la vida pblica, en contraposicin al énfasis liberal en ta
bisqueda privada del interés o de la autonomfa personal. En este sentido, se aceréa més al
comunitarismo liberal, dado que lo que se resalta es la vida en comunidad, Mas que el inte-
‘que esté en juego es el interés pblicoy los objetivos colectivas. Mientras que
el liberalismo se basaba en la libertad negativa -el deracho a pertenecer a algo, mas que el
derecho a hacer algo-; el ideal republicano civico de La politica lo hace en la libertad positt-
‘va como, por ejemplo, en el ideal de una comunidad politica autogobernada. Por esta razén,
podria decitse que el republicanism civico se basa en un concepto activo de ciudadanfa, en
contraste con el modelo pasivo tan comin en el liberalism. Este concepto activo de polti-
‘2 como un compromiso pal
pretendia conseguir la corriente radical de la Tustracién, aunque s6lo en Estados Unidos se
. En la variante radical,
lo comportaba una confrontacin con la democraciatiberal. 0
0 €5 el propésito verdadero del republicanism, tal y como
convirtié en una verdadera fuerza, como reconoci6 de Tocquei
representada por Rousseau,
con la democracia constitucional, en la que el ideal de una comunidad politica autogaberna-
da era incompatible con un gobierno representativo. En este contexto, deberia sefalarse que
‘esa democracia historicamente Uberal ha estado vinculada a la monarquia consituciona
Pero para tedricos como Hannah Arendt, el republicanismo civico era perfectamente compa-
‘ible con un gobierno cepresentativo (Arendt, 1958). ELreto del repubicanismo civco se cen-
traba mis en conseguir sacar la politica del Estado e introducirla en el ambito pablico.
Uno de los legados de esta tradicién ha sido una relacion ambivatente con la democracia. Det
mismo modo que el liberalisma, el republicanismo clasico precedié a la revolucion democ
tice y albergé la demacracia en diversos grados. Diversos defensores situaron su origen en el
pensamiento y en la practica de la Grecia clsica. Tal y como se indica en los escrtos de
Hannah Arendt, el republicanismo manifiesta una profunda desconfianza hacia la idea
rmodema de democracia, que se asocia con la intrusién de ta cuestién social en lo que
supuestamente es un dmbito puramente politico. De todas formas, la inspiracién original del
Seer tierce=z Comunidad politica "| — Comunidad politica Ess
republicanism es una nocién radical de ciudadanta como participacin en la sociedad civil, general es de dectve del capital socal como resuitado dela apatia, del interés por uo smo
y de la desvinculacion de la vida pablica (Putnam, 1999). Hoy en dia, os estadounidenses
La dimensién radical del republicanismo clvico no debe exageraise, ya que en muchas ver.
Siones es una doctrina bastante conservadora sobre La participacién en una sociedad civit
culturalmente neutra. En este sentido, la sociedad civil consiste meramente en asociaciones
y actos voluntaris.
preferen ir a jugar a los bolos solos, en lugar de ir juntas a clubes Locales y a ligas. Ya sea
ir a jugar a los bolos ~el deporte rey de la comunidad estadounidense tradicional- u otras
actividades comunitarias, como los elubes locales, asistr a reuniones pblicas o de asocia-
cones de padres, 0 el trabajo de caridad, hay un declve del voluntariado que va acomparia-
De moda que gran parte del repubticanismo civico es un discurso “neo-Tocquevilleano” sabre do de un dective en la confianza, sin la cual las sociedades modernas no pueden funcionar,
la pérdida de comunidad, Para Robert Putnam, uno de los exponentes més famosos de una yo que la confanza es una caractristicaesencial deta democracia, Et individualismo y, sobre
forma civica de comunitarismo, la sociedad americana actual se caracteriza por un dective en todo, los medios de comunicaci6n, especialmente la television, y los cambios en la natura-
leza del trabajo, han destruido la comunidad, si se mide por la partcipacién en asociaciones;
iad, medido por el dective de lo que denomina capital socal. Para
muchos republicanos civicos, la comunidad representa la creaciony la movilizacion del “capi
‘tal social”, Robert Putnam relaciona el compromiso civico con et “capital social”, que asume
papel de identidad eultural en el comunitarismo de Charles Taylor. El aspecto que cabe des-
en su lugar, han encontrado el sentido en pasatiempos personales, prfesiones y consumo en
detrimento de los valores colectivos que sostienen la sociedad civica.
tacar de la comunidad no es su habilidad a la hora de superar conflictos, sino de promocio~
nar valores de confianza, de compromiso y de soldaridad, valores que permiten que surja ta
democracia, La responsabilidad social recae ante todo sobre los hombros'de la sociedad civil,
Este razonamiento “republicana civico” también puede calificarse de “neo-Tocquevilleano” en
su afirmacion de que la democracia se basa en el capital socal. En dltima instancia, la pos-
‘ura de Putnam es bastante conservadora en su teorfa que defiende que una sociedad civil
‘mas que sobre los del Estado que, segiin Putnam, sélo puede funcionar sila sociedad civil ya fuerte llevaré a un Estado mas fuerte, en el cual prosperaré la democracia. Es una postura
fs capaz de hablar con una sola vor. En su estudio sobre la Italia moderna, descubrid que lo
que importa no son la insttuciones, sino las tradiciones culturales, sobre todo aquellas que
refuerzan la sociedad civil (Putnam, 1993). Sostione que es la sociedad cl
que ignora los conflicts y,en lugar de eso, ve el capital social como un recurso afirmativo que
podria equivaler a una politica de gobiemo®, Una postura similar puede encontrase en los
escritos det crtico cultural estadounidense Christopher Lasch, quien, en su dltima obra, con-
sider que el dective de los valores democraticos de la ciudadania era una consecuencia de
ue consigue
un Estado y unas instituciones publicas mejores, y no al revés.
ls traicin 2 la democracia, no por parte de las masas, sino por parte de las elites que se han
aislado de la comunidad (Lasch, 1995)®. La solucion de Lasch era un llamamiento al regreso
de las virtudes de la comunidad, la religidn y la familia, Gran parte del pensamiento republi-
EL concepto de comunidad de Putnam es nostélgico con el pasado, sobre todo con el tipo de
sociedad estadounidense que se basaba en los estadounidenses nacidos entre 1910 y 1940.
Defiende que, con el paso de esa generacin, la sociedad actual esta desprovista dl espiri-
tu de vida de comunidad tan esencial para la cohesion de la sociedad. En su controvertido
Libro Bowing Alone, cuenta la historia del “colapso de la comunidad” en (a situacion actual
de Estados Unidos. Aungue también trata dela “tecuperacion” de ta comunidad, (a impresi
“vise a aba clsen de Tocquvile, Dona in Ama (1965). Vase telly Vl (1998,
{2 Pom ciene vise Winton (1988) y Chen (1959).
‘5. vee tamoienWuthaow (1990, qe oe hace inci en la comuiad como grupos de ayeEz Comunidad politica
‘ano civico tiende a miraratris, alos tiempos en que los valores protestantes liberates unan
4 la sociedad estadounidense, Una de las teas que se esconde tras esta forma de pensa-
mmiento es que la democracia se basa en comunidades culturalmente bastante homogéneas.
La consecuencia de la implicacin de las teorias comunitarias es que la actual sociedad mul-
ticultural no es capaz de sostener una ciudadania democrtica. El resultado es que el comu-
nitarismo, con sus cuestiones sobre la desaparicin de la comunidad, la disfuncién social, tas,
querras culturales y el dessnimo con la modernidad, se ha convertido en la inspiracion de
ran parte de la critica cultural estadounidense actual
2 creencia en la comunidad democratica es fundamental en Habits of the Heart, un libro
‘muy lel escrito por el socidlogo Robert Bellah y otros y publicado por primera ver en 1985
(Bellah y otros, 1996). En esta obra, el tono es menos nostalgico y la comunidad se consi-
era parte de las vidas de mucha gente que recurren a ella en précticas diarias y mediants
el recuerdo. Puede haber “comunidades del recuerdo” tanto en grupos religiosos,raciales y
‘tnicos como en el Ambito nacional o también en familias. Los autores defienden que estas,
‘comunidades del recuerdo son también “comunidades del compromiso”. La comunidad se
mantiene viva no sélo por el recuerdo compartdo, sino también por las practicas de soli-
daridad (Bellah y otros, 1996, pp. 153-4). EL individualism y la expresividad socavan, pero
no corroen la comunidad. A pesar del énfesis de Putnam en el dective del capital social, et
mensaje es que la comunidad esta vi
y sana, y mantiene el individualismo aunque no lo
parezca. También hay otro aspecto en el que su obra discrepa de la de Putnam. Los auto-
res de Habits of the Heart son criticos ante la posibiidad de que las comunidades a peque-
fia escala, basadas en grupos voluntarios, puedan resolver sus problemas més importantes
en lo qua a la sociedad se refiere. También sefialan que, en general, el voluntariado se
encuentra entre los estratos mejor situados y que, por tanto, no ayuda realmente a los nece~
sitados, sobre todo en la sociedad estadounidense, dande hay una clase més alta y mucha
segregaciOn étnica, Oe todas formas, en la segunda ediciGn de 1996, hay una mayor sen-
el capital social y, como consecuencia, un declive en el compromiso
Comunidad politica =
politico. Pero sefatan que las causas son tanto el individuatismo como los desarollos eco-
nomicos neocapitalistas.
sta perspectiva critica es mucho més s6lida en la obra de Richard Sennett. Las cuestiones
republicanas civicas pueden encontrarse en sus obras, como The Fall of Public Man, pero,
generalmente, es més critco con el comunitarismo (Sennett, 1978). En The Corson of
Character, critica duramente el comunitarismo que, segin Gl, se basa en un sentido superfi-
cial de la unided: “Desde mi punto de vista, el comunitarisma tiene una afirmacion dudosa
dela propiedad de confianza 0 de compromiso; realza falsamente la uni
fuera on la comunidad y teme equivocadamente que, cuando surjan conflicts
ridad, los vinculos sociales se encuentren bajo amenaza’ (Sennett, 1998, p. 143).
para Sennett, el comunitarisme hace demasiado hincapié en la comunidad como solucién moral
4 os problemas que han ocasionado el capitalism y los cambios en la natualera del trabajo
En la obra de los tebricos politicos briténicos, David Miller y Paul Hirst, pademos encontrar un
‘oncepto similar por parte del ala iberali2quiera. En Marlots, the State and Community, Miller
efiende la idea de comunidad como la base de una socidad just. La comunided es un funda-
mento indispensable para la democracia (Miller, 1989). La obra de Paul Hist sobre democracia
acocitiva establece una relacin entre la demacraca y las formas asociatvas de organizacion,
yy evita la excesiva dimensién moral que caracteriza al comunitarismo (Hirst, 1994).
En resummidas cuentas, el comunitarismo republicano civico resalta el capital social como el
principio que define la comunidad y que, 2 su vez, es ta base de una democracia que funcio-
ha, En general, en esta tendencia particular, el concepto de capital social en el comunitars-
‘mo hace hincapié en su carécter moral y considera la situacién actual como un decive en el
capital social. Por el contrario, otros enfoques mas crticamente predis
Sennett, consideran el capital social un aspecto importante de la comut
omo algo puramente civic, como un conjunto moral de valores.Comunidad politica
4.4, COMUNITARISMO GUBERNAMENTAL
Mientras que el comunitarismo liberal (tratado anterirmente en este capitulo) era, en gran
parte, una modificaci del liberalism en su defensa de una politica de reconocimiento de los
grupos especificos y, de hecho, culturalmente definidos; en los altimos tiempos, el comunita-
rismo se ha convertido en un discurso més “guberramentalizado”. La comunidad se ha con-
vertido en algo mais central en la politica de “tercera via", que, al apartarse de la democracia
12 encontrado en la comunidad un modo de amortiguar el cambio haci
racin neocapitalista, Segin Nikolas Rose, que adapta un anliss de Foucault, “en
de la comunidad, ha nacido un sector cuyos vectores y fuerzas pueden mi
a reestructu-
se, desplegarse en programas y técnicas novedasas que fomentan y aprovechan précticas acti-
vas de autogestién y creacién de identidad, de éticas personales y de lealtades colectivas.
Calico este gobiema mediante la comunidad” (Rose, 1999, p. 176). Segin la sugerencia de
Rose, este discurso creciente de comunidad en ta formulacion de la politica que se debe seguir
puede describirse como un comunitarismo gubemamental, dado que su objetivo es crear una
subjtividad politica a través de la formulacin de la potitica que hay que seguir
En la década de los noventa, el comunitarismo se hizo popular en Gren Bretafa y Estados Unidos
y era frecuente intercambierlo con wn patriotismo civico, Desempeiié un papel muy importan-
ten La retsrca politica del partido laborista britinico en la campafa electoral de 1997, cuando
los términos “nacién’ y “sociedad” se convirteron en intercambiables, pero de un modo que era
‘un contraste con el comunitarismo autoritario del tonsmo. Recurrir a la confisnza y a la soli-