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Historia, teoría y crítica son modos de reflexión sobre arquitectura, que aunque se
parece, se diferencian en sus métodos, objetivos y funciones para pensar y practicar
arquitectura
Paso a paso, se fue agregando al estudio de la historia, para acercarlo y conformarlo
al método científico, entre esos pasos, las variables que considera son cuestionar
las fuentes, criterios de verosimilitud, y criterios de valor, esto nos hace crear
ejercicios de crítica de cada uno de los pasos de la elaboración del material.
Es importante considerar la historia, porque no puede haber crítica si no se
considera su contexto histórico, también hay que considerar que interviene la teoría,
y esta se diferencia de la historia porque es un sistema de pensamiento que ordena
ideas, por su parte historia es una descripción crítica de los sucesos que
acontecieron
Un historiador, trabaja con teorías, estas pueden identificarse en los relatos del
texto, pero están únicamente sus elementos, no están articulados ni ordenados ya
que él, genera material para trabajo y no tiene una finalidad de exposición.
El material en ambos conceptos es distinto, notamos su relación, pero sus
diferencias son lo que hace que el material se use de distinto modo, en el caso de
la teoría, ésta requiere abstraer conceptos, a partir del análisis de los objetos
expuestos por el historiador, o la historia.
El historiador, tiene como objetivos o modos de trabajo la investigación crítica de
fuentes, comprensión, valoración e interpretación de los objetos de trabajo.
Sin embargo, la arquitectura es una práctica concreta, todo tipo de reflexión que se
realice está vinculada con la práctica de ésta, la teoría en este caso, se puede
considerar como una forma normativa, un conjunto de normas y saberes aplicables
a la misma, tanto antes como en el presente.
La teoría también puede tomar una forma filosófica, una búsqueda de principios
universales, con lo cual arquitectos fundamenten sus proyectos e ideas, de
cualquier modo, la teoría está relacionada con la concepción de la arquitectura, la
creación de arquitectura del pasado que crea la del presente, y por ende,
estrechamente ligada a la historia,
En cuanto a crítica e historia, puede identificarse posturas distintas, actividad y
actitud, actitud crítica e histórica y las actividades de investigación que la historia
requiere.
Las reflexión teórica proviene de una realidad basada en hechos compuestos por
creaciones arquitectónicas y sus problemas, ideas, temas de análisis que a ellas se
refieran. La dependencia entre historia y teoría se unió al reciente rechazo de una
normativa para impulsar impulsar la concepción de teorías de la arquitectura
basadas en la historia (teorías historicistas).
Podemos señalar dos distinciones en cuanto a la crítica y la historia; actividad y
actitud. Por una parte, Actitud crítica y actitud histórica. Por la otra, la actividad del
historiador consiste en el estudio e interpretación de la arquitectura del pasado
(considerando que el pasado incluye el tiempo más reciente.) La actividad del crítico
consiste en el comentario de la arquitectura del presente, se refiere a las noticias
diarias de la arquitectura, identificación de nuevas ideas, valoración e interpretación
de nuevas obras o propuestas en su caso, su reflexión incita a la toma de conciencia
de ciertas situaciones, por ejemplo, en el caso del critico latinoamericano, contribuye
a la toma de conciencia del significado que puede tener para nuestra propia cultura
o práctica profesional.
Sin embargo puede ocurrir que el papel de crítico sea simplemente el de observar
la realidad, descubrir hechos arquitectónicos interesantes y llamar la atención del
espectador, postergando el juicio para encontrar valores significativos. (como lo
señaló Reyner Banham en 1968) Por ejemplo, el arte pop descubierto por el grupo
de críticos encabezado por Banham, o la arquitectura vernácula consagrada como
del ato interés por Rudofsky apoyados por el MoMA. Se llamó la atención sobre
estos fenómenos exaltando valores ignorados. Si en ese momento se hubieran
emitido juicios basados en los valores artísticos o arquitectónicos corrientes no
hubieran aceptado estos temas en la crítica.
Si en América Latina se hubiera adoptado un criterio de este tipo para el estudio de
la arquitectura histórica, en lugar de hacer que encajara en los moldes de la historia
europea podría haberse encontrado en retrospectiva un sistema de ordenamiento
que respetara sus características y cualidades. Esto no fue posible porque las
circunstancias históricas en las que se produjeron estos estudios no lo permitieron
y también por la gran cercanía entre la arquitectura europea y americana, lo que
impedía visualizar la divergencia entre una y otra.
Ahora, si se posterga demasiado la suspensión del juicio se vuelve negativa, pues
conduce a la aceptación deliberada de todo fenómeno examinado. Por temor a
equivocar el juicio de una propuesta supuestamente revolucionaria , a veces se
tiende a la mera descripción sin arriesgar valoración alguna. Pero crítica de valor
sin juicio no es critica, por lo tanto la función del crítico es precisamente la de emitir
juicios interpretativos y explicativos.
Es posible que cualquier afirmación formulada en el campo de la cultura sea
contradicha por ciertos hechos en algún momento histórico. Recientemente a
aparecido el concepto de crítica “autónoma”, esto es, que desarrolla su discurso a
partir de un tema arquitectónico por ejemplo, pero de ninguna manera pretende
analizarlo ni comprenderlo. Este tipo de critica no desempeña una función precisa
en el campo de la práctica arquitectónica, sino mas bien cae en el autismo y forma
parte de un segmento llamado “silencio social” y se acerca a lo que Gianni Vattimo
califica como suicidio de protesta del artista contemporáneo. Sin embargo la función
del crítico y la del historiador adquieren importancia en ciertos momentos históricos.
Empezaron a surgir nuevas ideas, pero esto traía nuevas necesidades entonces se
realizaron estudios y análisis acerca del pasado, y se fueron incorporando lecciones,
estudio de antecedentes, exploraciones de métodos y para poder explicarlas se
daban lecciones de arquitectura olvidada desde años; esto hizo que poco a poco la
crítica y la historia tuvieran un florecimiento notable.
La crítica y la historia conllevan a una reflexión, la cual nos brinda dos conclusiones:
Esta reflexión hiso que se mejoraran los métodos que permite abordar
cuestiones lingüísticas, urbanas, sociales etc., además los medios
publicitarios también ayudaron a difundir las ideas.