You are on page 1of 13

YO HE AMADO A ESTE

PUEBLO es una colección


de escritos, precisamente de
la época posterior a este re-
gr,eso, unos de su época de
tibertad, otros, como el que-
r,nante poema Voces Noc-
turnas, desde la prisién, di-
rigidos a '' ese pueblo por eu=
y0 'amor regresó, y se arries-
Só. Un pueblo que, en aque-
Ilos momentos, no tenía tie-
rrü firm,e bajo s?¿s pies.
TaI vez por eso, Ias palabras
de Bonhoeffer, todos sus es-
critos," han tenido y tienen
tanta tr.ascendencia, han pro-
ducido uRa verdadera revo-
lución en la teología, espe-
cialmente en el campo de Ia
étie a, y l legan tan cerca al
hombre moderno que se ha-
ce preguntas trascendentes:
porque están eertificadas con
su vida .y con su muerte,
¿acaso rr0 vivimos todos en
tiempos en los que nadie tie-
ne tierra firme bajo los pies?
i
HE AMADO
'a

A ESTE YoHEAMADOAESTEPUEBL(}
PUEBLO
" l)ebo pasar esre difícil
ller'íoclo cle nuestra his;
trlria nacional junto a-
los cristianos de Alema-
ni¿r" No tendré ningún
tlerecho a parricipar de
la reconstrücción de la
vida cristiana en Alema-
nia,' si no comparto las
pruebas de esta hora con
mi pueblo . . ." "Los cris-
tianos de Alemania debe-
rán enfrentar una terri-
llle alternativa: o desear
I¿r derrota de su nación
para que' la civilización
cristiana sobrev iva, o de-
sear la victoria de su na-
ciiln f , por lo tanto, la
clestrucción de nuestra
civilización. Yo sé cuál
rle estas dos alternativas
clebo escoger: pero no
puedo hacir esa elección
desde r.tn lugar segu,ro."
I

,,rsí escribe Bonhoeffer a


Reinhold Niebuhr, estan-
clo en Estados Unidos, en
lg}g, donde sus amigos
le habían insistido que
DIETRICH BONHOEFFER

YO HE AMADO
A ESTE PTJEBLO
'I'estirnonio de responsabilidad
con una introducción de Hans Rothfels

ED rro tt tA L LA AUFIOIi,A . BUENoS AIREs


A MODO DE PROLOGO

'f itulo original: k:h habe dieses Volk geliebt.


En el apunte "Diez años después" que constituye
Publicado pr:r Kaiser Verlag. UIu¡rich, Alt"'lnalria Ia parte esencial de los testimonios provellientes
cle Ia pluma de Dietrich Bonhoeffer que aquí se
'f raclucir.lo del alemán pot': Greta N{a1'eua. presentan en una selección reducida, tropezamos
desde el principio, a modo de leitmotiu con la
palabra acerca de la "vida responsable". Poco des-
pués se dice que lo que aún le falta al hombre
alemán es el "entendimiento básico fundamental...
de la necesidad de la acción libre, responsable,
aun contra oficio y encargo". Hace resaltar que
tan sólo "la aventura de fe de la acción respon-
sable" puede mantenerse firme frente a la gran
"mascarada del rnal" que confuncle todcls los con-
ceptos éticos.
El hombre que escribiera estas palabras al ini.
ciarse el año 1943, era, en tiempos de la ascen-
sión al poder de Hitler, profesor auxiliar en la
Llniversitlad de Berlín y pastor de los estudiantes
Copyright 1969 by Editorial y Librería l-a Aurora
en la Escuela Politécnica Superior. Aquel hombre
Doblas 1753 - Buenos Aires que entonces contaba veintisiete años, ocupó de
Printed in Argentina - Impreso en Ia Argerrtirra. inmediato una posición por demás inequívoca en
Hecho el depósito que previene la ler 11.723. la lucha incipiente de la iglesia. En otoño del
YO IIE AIfADO A ESTE PT,TEBLO
A T,ÍODO DE PROLOGO

año 1933 aceptó el cargo de pastor cle parroqura lar la riqueza múltiple y espontánea de los dones
establecida en el extranjero, o sea etl Londres. espirituales y Ia entereza de la ga-
artísticos con
Esto bien podría haber dado motivo a restrin- rantía moral. }'ue invitado en 1939 a los EE. UIl.
girse a una responsabiliclacl dentro cle los límites para un viaje de conferencias. Allí le ofrecieron
normales de "oficio y encargo". En realidacl aln- estada, cargo y profesorado. Fue el verano de alta
bos se impusieron y contlujeron "la libre aven- tensión política, antes de estallar la guerra. Con
tura de fe" de Bonhoeffer hasta la llrimera fila clara, imperturbable decisión, Bonhoeffer eligió el
de la comunidad cristiana que se unía contra Ia regreso. En los apuntes de su diario dice al res-
adversidad que amenazaba, coritra l:r aparición pcto: "Con todo echo de menos a Alemania, a
clel "animal del abismo". Los días cle Lonclres hi- Ios hermanos. . . no comprendo por qué estoy
cieron nacer sobre toclo la estrecha relación de aquí. . . La breve oración con que nos acordamos
confianza con el obispo de Chichester, relacii¡u ell rle los hermanos alemanes me ha dejado poco
la que en medio de la Buerra (mayo «le 1942) se menos que embargado por la emoción. . . en el
basaría un significativo intento de echar ttn puelt- caso de una guerra no quiero estar aquí. . . Des-
te entre "la otra Alemania" y Ios pocleres ene- cle que estoy a bordo, el dilema interior acerca del
migos. f'ratábase de una activiclact política-cons- porvenir ha cesado." Y más tarde escribe descle Ia
piradora, emprendida por anlor al ¡rueblo alemárl celda de prisión a su amigo Eberhard Bethge: "El
y con resistencia sin compronlisos contrit una au- hecho de estar aquí errcerrado lo cuento también
toridad impía y criminal. f."uvo su pt'elutlio en el como una participaci/ón en el destino de Alema-
ámbito eclesiástico, dado qlle Bonhoelfer l'tte lla. nia; participación a la que estaba decidido."
mado en 1935 a dirigir el seminario de preclicaclo- Esta decisión no sólo lo condujo a una partici-
res de la Iglesia Confesante ert Birkenwalde, ol'- pación sobresaliente en la lucha de la iglesia, so.
ganización sumamente insólita e ilegal, (lue \'a bre todo como persona de enlace en el frente cris-
desembocaba en las formas de la conspiración po- tiano internacional, sino también, junto con su
lítica a causa cle su tarea edttcativa, por Poco qtle hermano y sus dos cuñados, en el círculo interno
esta pareciera corresponcler al oficio Jrzrstoral. tle oposición política activa que se respaldaba en
Lina vez más se le brindi¡ a Bonhoefler la oPor- la División de Defensa del Estado Mayor de Ia
tunidacl de eludir la consecttencia de su carnino ¡' Soberanía Militar (Wehrmacht) y se agrupaba so-
cle su moclo de ser qrte aunltba tle rnanet'a sin.qu- bre totlo en torno del General Oster, «lecirlido a
YO HE AMADO A ESTE PUEBLO

una irrupción raclical. [,n a]:ril de 1943 intervino COIüTEh\1IDO


la Gestapo, ,y dos años m¿ls tarde se cumplió el
destino de Dietrich Bonhoeffer en el campo de
concentración de Flossenburg. Durante el tiem-
Po que estuvo encarcelaclo se ocupó cle la redac-
ción de temas teológicos y filosóficos, y en especial
de la terminación de su Etica. También las car-
tas y poesías escritas en la prisión se cuentan en-
tre los testimonios "ex tenebris" más fuertes. Sin ^{ modo de prólogo
embargo, y no sin intención, hemos incluido er) (lartas a un hornbre joven 13
la presente selección ante todo docurnentos pro-
r,'enientes de Ia época anterior a su detención. [,s- I)es¡rués de diez arios 2r
pecialmente el escrito: "Después de diez años" La confesiórr de culpa 49
ocupa su lugar destacado no solarnente como con-
tribución a la ética cristiana sino también por el Bosquejo inr:onclt¡so tlel año 1942, en
hecho de que aquí alguien despliega ante sus cóm- ocasir'rn de renunciar a rtna cátedra
plices Ia base interna de su acción en com(rn ¿l
Iuego dc unu subversión 5l
modo de un examen de conciencia, hallirnclose ett
rnedio clel trabajo cle resistencia política y no es. De un fragmento de clrama fo
ní,
tanclo ya eucarcelaclo, o como recuerdo l'etrospec-
tivo. Probablernente no exista otro testimonio si- \,'o«:es llocturnas. Poem:r 67
milar de Ios días activos mismos, que docurnente Obsen,aciorres acerca de esta selección lt
la atadura interior a Alemania con tanto ónfasis
y que al mismo tiempo no tema habl¿rr clc l:r "ex-
periencia de la traición" que naclie habr'¿i pocli-
tlo evitar. Aquí se toca realmente el Punto más
ernocionante ,v comptrlsivo de Ia resistencia en la
libertad de Ia acción responsable.
Tubinga, en el m.e.s de julio de 1961 .
HANS RO'IHFELS.
{

6{- \'() Fil.t ,\\.IAIX) ,\ ¡:S't'E l'tj¡ttt[,o

ni el nacinriento ni el éxito sirto l:.r hrunilclad. la


fe y el sacrificio. Existe una meclida infalible
para lo grancle y para lo pequeño, para lo autén-
tico y lo falsificaclo, para la palabra que tiene
peso y para la cháchara liviana -ella es la lrluer--
te. Aquel que se sabe cerca tle la muerte es cle«:i-
diclo, pero tarnbii:n es callado. Sin palabras y,
cuando sea preciso, hasta incomprencliclo y solita- VOCES NOCTURNAS
rio, hace lo necesario y justo, of.rece str sacrificio...
Poema
¿Qué grancles palabras vuelven a sel' estas?. . .

¿Por qué no cligo sencillamente lo que quiero de'


cir y sé? O si no quiero hacerlo ¿por qtré no me
callo del toclo? ¡Curin difícil resulta hacer lo ne-
cesario ,v justo realmente callado, incomprencliclo'..

\___
r

llxtenclido s<¡ble mi c¿rtl'e


Clon la miracla absorta en lu ¡rared gris.
.\fuera un¿l noche de estío qlle no nle conoce
Invadc la carnl:iña cantanclo.
I)espacio y suavernente
Se extingue la m¿rrea rlel clía en la plar,a etel'na.
l)uerme url poco,
Iiot'talece cuel'po 1, alma, fortalece cabeza y nlano;
Porc¡ue los ¡lueblos ,v las casas, los espíritus .y
los corazones
Están ardiendo.
I)uerure un poco,
Reirne tuerza, ira, y valof,
No te desper"dicies en baratijas ni futiliclades,
F{asta (lue amanezca al final de la noche,
roja de sangre.
;Resiste!

Noche v silencio.
Iscuchn.
Sólo pítsos y las voces tle los gualclias,
I-a risa lejana, oculta, cle una pareja de
en¿rrnoraclos.
.\deuuis de esto ;natla escuchas, perezoso, tú
t¡re duermes?
Escucho ¡ralpitar 1, l,acilar mi propia alma.
¿Y nada rnás?
l'-scucho, escucho
Algo como voces, corlo llarnadas,

üi
I

\_ t
r
i

68 \'() IIll r\MAD() A I..S'I.E PI"iliBl,O \.OCES NOCTTiRNAS 69

Co,ruo gritos que claman por tablas salvadoras Nosotros los ancianos, nosotros lo.s jóvenes,
De compañeros de infortunio, desvelados, o Nosotros hijos de toclas Ias lenguas,
dormidos, Nosotros los fuertes, nosotros los di'biles,
Sus callados pensamientos nocturnos, Nosotros los que duermen, nosotros los que están
Escucho el crujir febril de camas, despiertos,
Escucho cadenas. Nosotros los pobres, nosotros los ricos,
Escucho susurros gozosos cle adolescentes Los iguales en el infortunio,
Que se consuelan con sueños infantiles; Nosotros los buenos, nosotros los malos,
Escucho cómo tiran de sus mantas 'I-odo cuanto havamos si<lo,
Y se esconclen de la horrenda pesaclilla. i\«rsotros hombres cle rnuchas cic¿rtrices,
Escucho cómo los hombres que ansían libertad y Ittrosotros testigos de at¡uellos que murieron,
acciones iracundas Nosotros los obstinados y nosotros los clesalentatlos,
Se agitan y se extienden. Nosotros los inocentes y nosotros, los sever:rmente
Cuando el sueño los visita al alba acusados,
X,Iurmuran -soñando- de hijos ymujeres. Los profundamente atribulados por una larga
Escucho suspiros y el débil aliento cle los ancianos soledad,
Oue en silencio se preparan para el viaje grancle. IIermano, buscarnos. . . ite llamamc¡s!
Ellos han visto venir e irse el derecho y la Flermano, ¿me oyes?
injusticia.
XJas ahora tienen sed de ver algo imperecedero, f)oce campanadas l'r'ías, tenues, clei reloj de la torre
algo eterno. N,le despiertan.
No hay en ellas ni sonirlo ni calor que me cobijen
lioche ), silencio. ni me cubran.
Stilo pasos v voces rte los gtrardias. Perros malignos que laclran alrededor de la
.'Oyes cirmo Ia casa call¿rrla se estrenlecr:, estalla rnedianoche
1, cruje Nfe espantan.
(-iuando centenares atil¿rn el ardor acumulaclo cle Endeble repique de campanas
§Lr§ corazones? Separaun pobre a,ver cle un hov pobre.
Su coro es nrudo. Que un día se incline hacia el otro
Abierto, muv abier'to, mi oído. Qr. nacla encuentre de nuevo, nada de mejor,
70 YO }IE -.\l,IANO A ESTE PT.EBLO I'OCES NOCTL RNAS 7t

Que dentro de poco termine como éste... De rePente me incorporé


¿Qué seutido riene para mI? Como si hubiese divisado tierr¿ firme desde el
Quiero ver el giro de los tiempo§, barco que se hunde,
Cuantlo los signos lrrminosos estén escritos en el Como si hubiera algo de qué asirme, de qué
cielo nocturno, Prenderme,
Y repiquen y repiquen... Como si viera madurar los frutos dorados.
Iistoy a la espet'a de aquella medianoche Pero dondequiera
En cuya magniticencia resplandeciente Nfire, me despliegue, rate de asir,
Los malos perezcan de terror Sólo veo la mole impenetrable de las tinieblas.
Y los buenos permanezcan en regocijo. Me abismo en cavilaciones.
l\Ie hundo en los fondos de la oscuridad.
Noche, tú, llena de ultrajes y calamidades.
Nfalhechor: ¡Revélate a mll
§al a la luz, ¿Por qué y hasta cuándo te alimentas de nuesúa
Preséntate ante el tribunal paciencia? -
Engaño y traición, Silencio profundo, prolongado...
Hechos perversos. Luego siento que la noche se inclina hacia mí:
Se aproxima la expiación. Tenebrosa no soy yo - ¡Sólo la culpa es tenebrosal
Observa, oh hombre, que
Las fuerzas sagradas
Están obrando, juzgando. ¡La culpa! Siento que se levanta un
Regocijaosy exclamad: estremecimiento, un temblor;
¡Fidelidad derecho
y [Jn murmullo, una queja;
Para uná generación nueva! Oigo cómo se encolerizan los hombres en espiritu;
Cielo, reconcilia Irn el caos confuso de innumerables voces
A los hijos de la tierra Llega un coro mudo ha§ta lo§ oldos de Dios:
Para la paz y todo lo hermoso. -¡\cosados y perseguidos por hombres
'Iierra, prospera, , I)esarmados y acusados,
Hombre ¡libératel Portadores de cargas insoportables,
¡Sé libre! Somos sin embargo los acusadores.
72 YO HE AMADO A ESTE PTJEBLO YOCES NOCTLIRNAS 73

Denunciamos a quienes nos empujan al pecado, Alguna vez defensores del derecho y de la verdad,
A quienes permitieron que fuéramos cómplices, nos convertimos en los que desprecian a
A quienes nos convirtieron en testigos de la Dios y al hombre
injusticia Bajo las risas tlel infierno.
Para despreciar al cómplice.
Pero ahora, despojaclos de libertad y honra;
I.,evantamos orgullosos lir c.abe¿a ante los hombres.
Nuestros ojos tuvieron que mirar ultrajes Y si nos hunden en contraclicciones malignas,
Para enredarnos en profunda culpa; Nosotros rnismos nos absolvemos ¿l rlosotros
Luego nos cerraron la boca; mismos.
Nos convertimos en perros mudos. 'l'ranquilosy firmes estamos, hombre contr¿r
hornbre;
,\prendimos a clecir mentiras baratas, Conro acusados, así acusamos.
A someternos al agravio;
Cuando quebrantaron al indefenso Sólo ante ti, sondeador cle todo ser,
tr*uestro oio permaneciir frío. Ante ti somos pecaclores.

Y aquello que ardia en nuestro corazón 'I-enrer"osos cle


sufrir, pobres en hechos,
'I-e hemos traicionado ante los hombres.
Quecló oculto y anónimo;
Ahogaron la sangre fogosa
Y aplastaron los ardores interiores. \/irnos cómo la mentira alzó su rostro
Y no rendimos honores a la verdacl.
Aquello que alguna vez estaba santamente atadcr
Fue desgarrado y vejado. Hemos visto hermanos en aflicción suprema
Traicionacla amistacl, ficleliclacl; Y sólo hemos temido la propia muerte.
Rurlárc¡nse de lágrirnas )' arrepentimiettto.
Nos present¿rmos arlte ti conto hombres,
l{osotl'os, hijos de generaciones ¡riadosas, ( lc¡nfesanclo nuestr-o 1:ecaclo.

\-_
74 \.() }IE Arf.{DO A ESTE PLIEBLO \.OCL-,S NOCTT'R\45 i5

Señor -luego de la agitación de estos tiempos* l)ia de verano -tne limito a clecir- ¡hermoso dia
¡Concéclenos tiempos de afirmación! cle r,erano!
¿
()-tró rne traer':i ?
Iintonces percilro pasos altrera, presurosos,
¡Deja que después cle tanto errar retenidos,
\¡eamo.s la alborada!
(lerca de urí se rleticnen cle pronto.
Siento calor ,Y siento frío.
¡Permite que construyamos caminos para tu \'«r sé -¡oh! ¡\'o sé!
Palabra Ilna voz qtretla lee algo r:on acento cortante,
I{asta clonde nuestros oios alcancen ¿l ver"! helado.
I)otnínate, ltcrrtr:rno, pror.tt<l lo lrirbr:is r:olrstrnlaclo-
Ilasta que tú extingas nuestra culpa i)ronto-Pl'on to.
'I-e oigo c:amin:rr r:on paso orgtrlloso y .i'aliente.
i\[anténnos r¡uietos en tu pacienciir
l'ír va no ves el inst¿urte; tír ves tiempos venideros.
\'ov contigo, Itel'rnano, :r ese lugar
Oueclanrente queremos prcpararnos Y escucho Lu irltim:r palabm:
Hasta que tú llames a nuevos tiempos, "Hct'ttt¿rno, ctr;tnd«l el sol lta1,a paliclecicl«r para mí,
l'ez;r tú p«lr rní."
Hasta que tú a¡racigiies tornlent¿l v ltlal"eA,
Y tu voluntad ol¡re milagros.
I',xtendiclo sol-¡re mi catre,
Hermano, hast¿r que huya la noche
(lon la mirarla absorta e11 l¿r parecl gris.
.\luera un;r m:rñ¿rrra cle estío qtre a(rn tlo es nuestra,
¡Reza por mí!
Itrvarlc la carnpiria con srl resplanclor.
F{erm;rno, hasta <1ue al linal de la lirrga n«;che
La primera cl¿tridacl del alba se clesliza por rni ,\ntanezc¿r lruestl'o «lía,
ventana
¡Resi§talnos:
Pálida y gris;
t.Ina Ieve brisa me acaricia la frente con tibiezas
de estír¡.
' ;i'$
r';j# f uera. rY consecuentb con
r;ri;:i:i;$
(:,j
lo que dice,: regrésa a su
patria, donde por negar-
, : ,t,itr:r
i¡'l,iil';l

,,,.ff
.',,:ii li §e a participar de ciertos
' til.li
aspecto§ del régimen na-
:,:
,.,,r,itri:i

i rl,.;r;

r
,i.r§
r., , i: l;ií¡
zi, es puesto prisionero,
'r..'"i;i-§
martirizado, y ejecutado
en un camPo de concen-
tración
Toda la vida y la trluer¿
te de este hombre es uná
acción dramática de su
firme convicción de que
la fe cristiana debe ie,
interpretad.a en términos
actuales, en encarnación
con aquellos que estan-
do en medio de la lu.
cha se preguntan qué sig-
nifica ser cristiano.

Foto: M otive.
Diseño de ta portada:
K itty Loréf ice.

You might also like