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ITALIANO
•Concepto
- Renacimiento: Movimiento cultural y artístico cuyos ideales se concretan en la valoración de la antigüedad
clásica. Surgido en Italia, en el siglo XV, se extendió por Europa en el siglo XVI. Por extensión se aplica también
al periodo histórico global que supone el inicio de la Edad Moderna.
- Cada país tendrá características propias y originales, pero todos imitan modelos italianos.
- Sus protagonistas rechazan la Edad Media, pero su naturalismo es, en realidad, una continuidad del gótico.
• Orígenes
- Legado cultural de Grecia y Roma.
- Cultura urbana y naturalista del gótico.
- Literatura italiana del siglo XIV: Petrarca, Boccaccio.
- Ascenso de la burguesía, que impone su concepto del mundo: individualismo, realismo. Además, su poder
les permite desarrollar una labor de mecenazgo.
- Desarrollo de la ciudad-Estado: Florencia, Milán, Venecia, Roma, Urbino, Ferrara…
- Desarrollo del espíritu científico: los artistas ensayan nuevas técnicas constructivas, aplican
descubrimientos de la física (Leonardo) y la perspectiva.
- Caída de Bizancio en poder de los turcos en 1453: llegada de sabios a Italia con sus conocimientos del
mundo griego y de la antigüedad.
• Características del arte del
Renacimiento
- Reinterpretación de modelos clásicos.
- Arte a la medida del hombre: antropocentrismo frente al teocentrismo medieval.
· El deseo de fundir ambos modelos conduce al prototipo ideado por Alberti en San Andrés de Mantua, de iglesia de
planta basilical de una nave con capillas laterales y crucero con cúpula, en la que la gradación lumínica está
perfectamente lograda al concentrarse la luz en el crucero y el presbiterio.
• La arquitectura civil.
Predominan dos tipos de construcción, el Palacio y la Villa. Los palacios renacentistas florentinos adoptan la forma
cerrada de un bloque con pisos bien diferenciados y ventanas repartidas regularmente. La estructura del edificio se
organiza racionalmente en torno a un patio interior rodeado por logias (galerías abiertas de arcos de medio punto
sobre columnas que se repiten regularmente). Los vanos de la fachada suelen estar enmarcados y decorados con
elementos arquitectónicos de raíz clásica (pilastras, frontones, etc.) que se repiten de forma rítmica.
La Villa es la residencia campestre de carácter señorial que se generaliza entre las clases pudientes de esta época. Se
aparta por completo del modelo tradicional de villa fortificada, creándose un marco arquitectónico perfectamente
adaptado a la vida campestre. El edificio se funde con el paisaje, asentando un sencillo cubo sobre un zócalo, una
logia abierta que forma una terraza tendida en torno al bloque cúbico de la casa.
Filippo Brunelleschi (1377-
1446)
La figura más significativa de la arquitectura del Quattrocento, auténtico creador del estilo renacentista.
Obras:
• Cúpula de Santa María dei Fiori
La cúpula de la Catedral de Florencia o Santa María de las Flores, es su obra más famosa. La catedral de
Florencia es gótica y fue iniciada por Arnolfo di Cambio en 1296, pero estaba sin concluir pues se encontraba sin
abovedar el crucero.
En 1417 se convoca un concurso para construir una gran cúpula. Los dos competidores más importantes eran
Lorenzo Ghiberti (famoso por su labor en las «Puertas del Paraíso», en el baptisterio) y Filippo Brunelleschi. El
ganador fue Brunelleschi.
La dificultad inicial radicaba en la magnitud de la cúpula y su empuje colosal. La cúpula que tenía que cubrir dicho
crucero no podía ser totalmente semiesférica por posibles problemas en el sistema de empujes y contrarrestos de
fuerzas. La solución que llevó a cabo Brunelleschi fue una superposición de dos cúpulas apuntadas, octogonales,
una dentro de otra, que estaban hechas de ladrillo, divididas en tramos a modo de gajos. Esta innovación permitía
un reparto de esfuerzos, además de conseguir la sensación de ligereza.
Pero el mérito de Brunelleschi no está en la forma de la cúpula sino en su propósito de no realizar una cimbra completa
de carpintería, que hubiera sido demasiado costosa, por lo que “inventó” un sistema de construcción
autoportante, introduciendo al aparejo de “espina de pez”. Este sistema lo observó en las antiguas
construcciones romanas y lo perfeccionó para llevar adelante su obra.
El trabajo de la cúpula comenzó en
1420 y fue completado en 1436.
Brunelleschi quería coronar la
cúpula con una gran linterna. Para
esto se convoca un nuevo concurso
que gana también Brunelleschi. La
construcción de la linterna se inició
unos meses antes de su muerte, en
1146. Fue completada por
Michelozzo en 1461.
La linterna está realizada en mármol
y es una bellísima construcción
octogonal de 16 metros de altura,
con contrafuertes rematados por
volutas y cubierta por una
estructura cónica coronada por una
esfera de cobre dorado sobre la que
se alza una cruz.
• Hospital de los Inocentes de Florencia (1421-1424)
Es el primer edificio que manifiesta el total abandono del arte gótico.
Se trata de un edificio porticado y en el que predomina la horizontalidad. Adopta un soporte
clásico: las columnas exentas con capiteles corintios y fuste liso. Sobre las esbeltas columnas
saltan arcos de medio punto. Sobre las arcadas va una cornisa sobre la que monta un antepecho,
y luego otra cornisa sobre la que se abren unas ventanas que coinciden verticalmente con la
dovela clave de los arcos. Las ventanas son decididamente clásicas: cuadradas y con un frontón
triangular (el primero del renacimiento). Por encima una cornisa muy acentuada que marca la
horizontalidad y protege la decoración.
La estructura de la fachada está sujeta a un esquema repetitivo basado en un “módulo”: entre
las columnas hay la misma distancia que entre ellas y la pared interior y que coincide con la
altura de la misma: Forman así un cubo que lleva una cubierta de bóveda vaída (parte de una
superficie esférica cortada verticalmente por los cuatro lados, formando cuatro arcos de medio
punto). Es una racionalización de la arquitectura.
La sobriedad de esta obra reduce los elementos decorativos a la bicromía típica de
Brunelleschi (en este edificio, gris y blanca) y los medallones de cerámica vidriada que
colocó sobre las enjutas (obra de Lucca della Robbia).
Fachada del Hospital de los Inocentes de
Florencia
• Iglesia de San Lorenzo
En 1422 proyecta esta iglesia por encargo de Cosme de Médici. Para realizarla se inspira
en el modelo de las basílicas paleocristianas.
Se trata de un templo con planta de cruz latina de tres naves, con capillas adosadas, y
transepto. La anchura de la nave central, que es el doble de la lateral, y las capillas con una
profundidad de la mitad de la lateral, da una distribución de gran sencillez, belleza y armonía:
1-2-4-2-1.
La separación de las naves se establece mediante columnas de orden corintio, con la basa
apoyada sobre un plinto y, sobre ellas, un entablamento clásico pero cortado en cuadrado para
que apoyen los arcos; esto es algo novedoso y permite obtener mayor altura de una manera muy
armónica. Sobre las columnas descansan arcos de medio punto, en piedra gris, que contrastan
con los paramentos blancos.
La nave central, más alta que las laterales, presenta una cubierta plana con casetones; las
naves laterales se cubren con bóvedas vaídas. En el crucero dispuso una cúpula como
cerramiento pero sin tambor.
El interior ofrece un aspecto muy “humano” (no demasiada altura), con una organización
racional, armoniosa y equilibrada, basada en el módulo y la perspectiva.
Iglesia de San Lorenzo
• Sacristía Vieja
Adosada al transepto está la Sacristía Vieja,
también obra de Brunelleschi, que la traza
al mismo tiempo que la iglesia pero que se
termina antes. Es un espacio cúbico
cubierto por una cúpula gallonada sobre
pechinas, con otro espacio de planta
cuadrada pero más pequeño, que actúa a
modo de ábside y que también está
cubierto por una cúpula. El interior
presenta elementos clásicos: frontones,
pilastras corintias, entablamento. El
entablamento recorre los dos espacios
creando así un espacio visual completo,
unitario, y lineal.
Se ha considerado que tal sacristía es el
primer espacio de planta central del
Renacimiento.
• Basílica del Santo Spirito
En 1428 las principales familias de la ciudad le encargaron a Brunelleschi el proyecto de la reconstrucción de la
iglesia del convento agustiniano del barrio florentino de Santo Spirito. En 1436, Brunelleschi realizó una
maqueta en madera del proyecto y en 1444, dos años antes de su muerte, comenzaron las obras de la iglesia.
Su construcción se paralizó tras su muerte en 1446 y no fue reanudada hasta 1452.
Brunelleschi diseño una iglesia de planta basilical en forma de cruz latina compuesta por un cuerpo
central, un transepto y un presbiterio cuadrado. El cuerpo central está constituido por tres naves, una
principal y dos laterales. Las naves laterales tienen capillas semicirculares adosadas a los lados.
La planta se configura a partir del cuadrado del crucero, igual que ocurría en San Lorenzo. El transepto está
formado por el cuadrado del crucero al que se le añaden dos cuadrados idénticos a los lados. El ábside es de
las mismas dimensiones que el cuadrado del crucero. El espacio que delimitan las bóvedas de las naves
laterales constituye un cuadrado que correspondería con ¼ del cuadrado del crucero.
Las naves principales tanto del cuerpo central como del transepto están delimitadas por columnas de orden
corintio con basa, fuste liso y capitel decorado con hojas de acanto estilizadas. Sobre el capitel se asienta un
segmento cuadrado de entablamento con arquitrabe, friso y cornisa sobre la que descansan arcos de medio
punto. En el muro de las naves laterales hay semicolumnas adosadas del mismo orden y tamaño que las
columnas de la nave central.
El muro superior de la nave central está provisto de amplios ventanales situados de tal forma que
coinciden con el eje central de los arcos.
La cubierta de la nave central, el transepto y el ábside es plana, de madera y decorada mediante casetones
poligonales mientras que el crucero está coronado por una cúpula gallonada con ojos de buey en la base y
un óculo que coincide con la linterna exterior.
Iglesia del Santo Espíritu
Brunelleschi busca en estas iglesias fundamentalmente dos aspectos:
- Horizontalidad: empleando elementos arquitectónicos que refuerzan
la sensación de horizontalidad, como los entablamentos, la cubierta
plana de la nave central, etc.
- Armonía: buscó la armonía empleando criterios geométricos. Por
ejemplo, establece formas cúbicas ya que la altura de las columnas es
idéntica a la distancia entre columnas contiguas y entre éstas y los muros
de las naves laterales.
• Capilla Pazzi
Es un edificio de pequeñas dimensiones, de planta rectangular
(centralizada) con cúpula central y pórtico, (la suma de ambos
elementos genera un cuadrado). En esta obra queda plasmado
el interés por el empleo de módulos matemáticos y fórmulas
geométricas en plantas y elevaciones con lo que consigue una
elegante armonía.
En esta fachada Alberti emplea la columna con un sentido de ornamento que se repetirá en otros edificios suyos.
Sirven, por ejemplo, para enmarcar la puerta y, por lo tanto, el eje central del edificio. Además de la columna, el empleo
de un frontón clásico es otro elemento tomado del repertorio ofrecido por la Antigüedad, repertorio que Alberti
reelaboró siempre con gran libertad.
Fachada de la Iglesia de Santa María
Novella de Florencia
Templo
Malatestiano de
Rímini
Templo inacabado en el que
transpone los elementos
clásicos, como la fachada como
un arco de triunfo romano.
• Templo de San Andrés de Mantua
Templo de una sola nave cubierta por una poderosa bóveda de cañón,
con pequeñas capillas laterales y cúpula en el crucero, será el
precedente ilustre de la iglesia jesuítica de Vignola.
La fachada se define por un gran arco central, cubierto por una bóveda
de cañón con casetones, flanqueado por pilastras corintias. Destacan
sus dos escalas distintas de pilastras, lo que le da movilidad a la
decoración de la fachada. Todo el conjunto estaba coronado por un
frontón y por encima una estructura abovedada, cuyo propósito no se
conoce exactamente.
Aunque la iglesia se terminó siglos después el proyecto, las
armoniosas proporciones del conjunto se deben a Alberti.
Templo de San Andrés de Mantua
Palacio
Rucellai de
Florencia
(1450-60)
• El precedente fundamental hay que buscarlo en la figura del Giotto, el gran maestro del siglo XIV.
• Sigue siendo el fundamental el tema religioso, pero ahora tratado en ocasiones como si fuera
profano, tema que también se cultiva, junto con el mitológico, y como reflejo del individualismo
de la época se generaliza el retrato.
• Las composiciones son complicadas, pero es muy importante el sentido unitario del conjunto.
• La luz se maneja cada vez con mayor perfección, sobre todo para captar los volúmenes, pero falta de
cohesión entre el color y la forma, típico de la pintura italiana del momento, color no como resultado
de la luz, sino superficie coloreada acotada por la línea. El dibujo es el elemento capital, por lo que los
contornos son nítidos.
• El pintor del siglo XV está obsesionado sobre todo por la captación de la profundidad, por la
perspectiva, utilizando para conseguirla los paisajes y las arquitecturas.
• También se camina hacia la consecución del movimiento.
• Se busca la belleza idealizada, evidente sobre todo en los desnudos.
• Estudio del hombre en todos los aspectos, sobre todo en la representación de sus sentimientos.
Fra Angelico
Pintor de la tradición del gótico internacional, representa una
continuidad del espíritu religioso medieval que se reviste de las formas
nuevas, con un uso sobrio de la perspectiva, de los elementos
decorativos y arquitectónicos del repertorio clásico, de la luz, de la
anatomía y de una nueva su concepción del volumen.
• La Anunciación (del Museo del Prado y otras)
En este tema puede desplegar su dulzura y temperamento tranquilo.
Equilibrio en los paisajes, líneas y colores (dibujo y colorido suaves)
y claros ejemplos de arquitecturas pictóricas.
Massaccio
Masaccio es el creador de un arte grandioso y dramático, totalmente desligada de todo recuerdo de la
sensibilidad del gótico y entroncado directamente con la grandiosidad escultórica de Giotto: monumentalidad
de las grandes masas y vigorosas composiciones.
Masaccio representa la afirmación del nuevo estilo, como Brunelleschi o Donatello lo representan en la
arquitectura y en la escultura.
• El Tributo al César de la Capilla Brancacci de Florencia (1427-28)
Su obra más representativa son los Frescos de la Capilla Brancacci en la Iglesia del Carmen de Florencia, en los
que la sensación de espacio se halla absolutamente conseguida, junto a la expresión de las pasiones del alma,
como se observa en la tensión de los apóstoles en torno a Cristo.
La escena representada se organiza en tres momentos claramente diferenciados: en primer término y en el
centro del fresco, el momento en que el recaudador exige el impuesto y Cristo da la orden a Pedro a cumplir
con la exigencia; el segundo momento se encuentra a la izquierda, cuando Pedro recoge el óbolo del pez
muerto, hecho que constituye el milagro del episodio evangélico, aunque aquí está tratado de una manera
bastante marginal; y el tercer momento, se representa a la derecha del fresco, y nos cuenta el instante en que
Pedro accede a pagar al recaudador. Pero las tres escenas no están ordenadas cronológicamente, porque el
primer hecho se halla en el centro, el segundo a la izquierda y el tercero a la derecha.
El motivo de esta supuesta contradicción
introduce ya un lenguaje nuevo en el campo de la
pintura, dado que no se trata de exaltar el milagro
en sí, como hubiera sido lógico en la mentalidad
del arte medieval, sino especialmente de exaltar
la actitud ética de Cristo, al ordenar el pago del
impuesto y cumplir así con las obligaciones cívicas
de un ciudadano más.
Además la obra también es revolucionaria desde
el punto de vista su plástica. En primer lugar el
grupo central destaca sobremanera al adquirir la
apariencia de una masa compacta, de un bloque.
Se resalta así el sentido de solidaridad y de
unidad de los apóstoles con su maestro. Masaccio
consigue esto con el tratamiento de los
volúmenes, resuelto como Giotto. Para ello,
elimina todo aquello que es secundario o
anecdótico y da un tratamiento monumental a las
figuras, dotándolas de un percepción escultórica.
Para aumentar esa percepción, utiliza la luz que cae
con total fortaleza sobre el grupo de Cristo con lo
que se reafirma su protagonismo. Por último, se
destaca la fortísima relación psicológica que existe
entre los personajes y pone en relación a todos.
El fresco de la
Santísima Trinidad
de Sta.
María Novella de Florencia
Escena en un escenario
arquitectónico
claramente albertiniano.
Apreciamos aquí también su
preocupación por la luz y la
perspectiva.
Retrato de
Federico de
Montefeltro
complejidades del espíritu, hacen de Miguel Ángel el prototipo universal del escultor, capaz
de expresar en mármol cualquier concepto, idea o propósito, aun el más complejo. Sus
figuras, realizadas en mármol blanco de Carrara, son siempre grandiosas, monumentales y
muestran una gran vitalidad. En su tiempo fue ya casi divinizado y sus obras, incluso las
inacabadas, han sido durante siglos, modelos fervorosamente estudiados.
• De personalidad llena de rebeldía e idealismo, pasó su vida tras la busca de la Idea
de Belleza, sus figuras no son reales, sino ideales.
• Sus primeras obras son aún clásicas, inspiradas directamente en las antiguas, pero tras
conocer la obra de Jacopo della Quercia su monumentalidad imprimirá un giro definitivo a
su obra. El equilibrio entre forma bella y movimiento, propio del Quattrocento, lo rompe en
favor del movimiento, hasta llegar a reflejar en sus obras gestos y actitudes delirantes, vía que
seguirán el Manierismo y el Barroco.
• Pietá del Vaticano (1499)
Reflejo de sus estudios de obras clásicas al llegar a Roma. Soberbia obra
de perfecto equilibrio entre una concepción monumental, de volúmenes
puros y cerrados, y un acabado refinadísimo y delicado; de belleza
neoplatónica y composición racional, triangular. Sorprende la extremada
juventud de la Virgen en la que quiso, sin duda, expresar no la Virgen
real, madre doliente y madura, sino la Virginidad eterna y sin edad.
• David (1501)
Desnudo heroico, de tamaño mayor que el natural, impresionante en su
grandiosidad, rompiendo la iconografía tradicional, que lo representaba como
adolescente. Realizado sobre un enorme bloque de mármol, pero de forma
alargada y estrecha, lo que le obliga a hacer una obra casi plana.
En él apreciamos los rasgos de su arte: la “terribilitá”, el carácter terrible y
amenazador de sus figuras; la tensión de la anatomía, el movimiento
contenido y centrípeto, con los miembros hacia adentro; la falta de simetría en
la postura; la pasión del rostro y el perfecto estudio anatómico, dando la
sensación de que la figura está viva.
La postura es helénica, pero las manos, el gesto terrible, la disposición en
zigzag del cuerpo, comunican una tensión que no es clásica, sino punto de
partida del Manierismo.
• El Sepulcro del Papa Julio II: El Moisés y los Esclavos
Concebido primero como una verdadera montaña de mármol exenta bajo la
Cúpula de San Pedro, con más de cuarenta figuras de tamaño colosal, hubo de
irse reduciendo por presiones de todo tipo (económicas, políticas, familiares), y
cuando mucho años más tarde se instaló en la Iglesia de San Pietro in Vincoli,
sólo figuran en él, de su mano, el famoso Moisés y las estatuas de Lía y Raquel.
• El Moisés: motivo central de la tumba, obra capital de fuerza contenida y
las miradas y gestos, con una única escena o destacando claramente la principal.
Leonardo da Vinci (1452-1519)
• El tránsito del Quattrocento al Cinquecento lo encarna de modo excepcional
Leonardo da Vinci, que ha sido considerado siempre uno el arquetipo de hombre
renacentista por su pasión por todas las formas del saber, fue científico, escritor y
artista.
• Discípulo de Verrochio, duda entre la escultura y la pintura, pero aunque cultiva
las dos, se siente especialmente pintor e ingeniero.
• Como pintor su gran creación es el “esfumato”, artificio pictórico que consiste
anterior de la forma, pero ganan en expresividad; pese a sus “deformidades” nos transmiten
sentimientos, deseos, miedos, pasiones...Además de este alargamiento del canon, las figuras,
tanto en pintura como en escultura, suelen representarse en posturas forzadas y teatrales,
desequilibradas, utilizando la línea serpentinata, en suma, alejándose de la belleza ideal.
• El color pierde la armonía cromática de la época clásica. De las tonalidades cálidas del
Renacimiento se pasa a la utilización de colores fríos y contrastados (naranjas, violetas y
amarillos fuertes, azules desvaídos, verdes agresivos...) contribuyendo a crear esa sensación
típica de inestabilidad y desasosiego, propia del Manierismo.
La Arquitectura Manierista
• La arquitectura pierde la claridad en la composición y la simplicidad
grandiosa del periodo clasicista y comienza a multiplicar
innecesariamente los elementos arquitectónicos.
• Se apartan del racionalismo renacentista, no se busca la proporción ni
la armonía.
• Se buscan efectos sorprendentes y pintorescos.
• Frente a la objetividad absoluta del ideal del Renacimiento se acentúa
la individualidad del artista.
• Encontramos rasgos manieristas en obras anteriores, por ejemplo la
Biblioteca Laurentiana de Miguel Ángel preludia el Manierismo.
Andrea Palladio
Su ideal arquitectónico aparece en su obra “Los cuatro libros de
Arquitectura”. Características de su obra son la sucesión rítmica de arcos
entre dinteles y el hecho de coronar las fachadas con esculturas, que
coinciden con el eje de las columnas adosadas al muro o con grandes
frontones.
• La Villa Capra (o Villa Rotonda)en Vicenza
Traza sus casas de campo como templos: de planta de cruz griega inscrita en
un cuadrado y con cúpula; con cuatro fachadas idénticas, con pórticos
columnados y frontón. Posee un gran salón central que resta espacio a las
demás estancias. Con gran simplicidad externa ha reservado la riqueza
decorativa para el interior.
Situada a las afueras de la ciudad, no se proyectó para una familia, sino como
lugar de esparcimiento para un prelado retirado.
• La Iglesia de San Giorgo Maggiore de Venecia
Utiliza las formas de la Antigüedad, pero de modo distinto: utiliza el "orden gigante",
columnas en dos escalas distintas; mezcla el estatismo griego con el dinamismo romano.
La planta es basilical, con tres naves y una cúpula en el crucero. La fachada está basada
en la idea de yuxtaposición de dos templos antiguos, cada uno con su frontón, de modo
que formen un frente de templo alto y estrecho para la nave central, y otro bajo y ancho
para las naves laterales. El frontón alto corta al otro más bajo.