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EL RENACIMIENTO

ITALIANO
•Concepto
- Renacimiento: Movimiento cultural y artístico cuyos ideales se concretan en la valoración de la antigüedad
clásica. Surgido en Italia, en el siglo XV, se extendió por Europa en el siglo XVI. Por extensión se aplica también
al periodo histórico global que supone el inicio de la Edad Moderna.
- Cada país tendrá características propias y originales, pero todos imitan modelos italianos.
- Sus protagonistas rechazan la Edad Media, pero su naturalismo es, en realidad, una continuidad del gótico.
• Orígenes
- Legado cultural de Grecia y Roma.
- Cultura urbana y naturalista del gótico.
- Literatura italiana del siglo XIV: Petrarca, Boccaccio.
- Ascenso de la burguesía, que impone su concepto del mundo: individualismo, realismo. Además, su poder
les permite desarrollar una labor de mecenazgo.
- Desarrollo de la ciudad-Estado: Florencia, Milán, Venecia, Roma, Urbino, Ferrara…

- Desarrollo del espíritu científico: los artistas ensayan nuevas técnicas constructivas, aplican
descubrimientos de la física (Leonardo) y la perspectiva.
- Caída de Bizancio en poder de los turcos en 1453: llegada de sabios a Italia con sus conocimientos del
mundo griego y de la antigüedad.
• Características del arte del
Renacimiento
- Reinterpretación de modelos clásicos.
- Arte a la medida del hombre: antropocentrismo frente al teocentrismo medieval.

- Reducción de las formas al lenguaje matemático, lo que se traduce en la adopción de tras


principios:
• Proporción y armonía= belleza. El principio de la “divina proporción” (relación constante que debe existir
entre cada una de las partes de un objeto o una composición y las dimensiones de su totalidad) fue un
hallazgo de los artistas de la antigüedad que redescubrieron los maestros del renacimiento.
• Perspectiva. Desarrollo de un novedoso y revolucionario sistema de perspectiva: lineal* y aérea**.
• Predominio de lo lineal: tendencia hacia la reducción a formas geométricas y líneas rectas , patente tanto en las
composiciones escultóricas y pictóricas que siguen esquemas simétricos y triangulares, como en la arquitectura
de traza geométrica inspirada en formas clásicas.
- Individualismo del artista: busca la fama.
- Arte naturalista. El realismo gótico deja paso a un nuevo criterio estético fundamentado en el arte
clásico: se imita la naturaleza pero seleccionando lo más bello (idealización).
- Amor a la belleza. La filosofía neoplatónica se impone: la belleza física es reflejo de la belleza
espiritual.
- Aparición de la temática mitológica: por influencia del mundo clásico y por el gusto burgués por
los temas profanos.
*Perspectiva lineal.
La invención de un sistema de perspectiva se efectuó en Florencia a principios
del siglo XV y está basada en la racionalidad matemática: la composición
surge de una ventana abierta en la que el plano pictórico se configura
mediante la intersección de líneas (rayos visuales) que convergen en un punto
de fuga referencial, dando lugar a la “pirámide visual” (Panofsky).
Brunelleschi efectuó el hallazgo. Más tarde, Alberti (De pictura, 1435) y Piero
della Francesca ( De prospectiva pigendi, 1480) desarrollaron teóricamente los
principios de la perspectiva.
Es, en esencia, una ilusión óptica que permite recrear un espacio fingido en
función de degradar los objetos en función de su lejanía al espectador. Para ello
se usa un recurso fácil: situar una trama de referencia (por ejemplo, una retícula
de baldosas) que permite ordenar las figuras en dicho espacio. Pero, en el siglo
XV, el espacio aún tenía que ver poco con lo real (sólo mental, teórico).
**Perspectiva aérea.
Leonardo da Vinci es el creador de una nueva revolución en la
representación del espacio, basada en la observación y la experimentación
de la pura realidad, que no aspira a degradar los objetos en tamaño, sino
en nitidez (captar la atmósfera que se interpone entre ellos).
Para Leonardo la representación según la pirámide visual no deja de ser una
abstracción mental que no considera válida, postulando una visión empírica.
La visión ha de tener en cuenta el medio que se interpone entre el ojo y el
objeto, es decir, el aire. En efecto, los objetos vistos se encuentran inmersos
en el aire, y todas las relaciones de luz, de color y de distancia dependen de
ese elemento. La visión empírica demuestra que la distancia, a causa del aire
interpuesto y de la agudeza visual, borra y modifica los contornos de las
cosas; por su parte, los colores sufren “pérdidas” a medida que la distancia
aumenta o el aire interpuesto es más denso.
• Cronología
- 1º Período inicial, de experimentación: Quattrocento (siglo XV).

- 2º Clasicismo: Cinquecento (siglo XVI, primeras décadas).

- 3º Manierismo (siglo XVI).


EL QUATTROCENTO
FLORENTINO
ARQUITECTURA
Características generales
• Búsqueda de la perfección matemática con el uso de formas básicas geométricas claramente perceptibles: círculo,
cuadrado, cubo, etc. Uso del "módulo" como unidad de medida que articula todo el edificio.
• Se valora la superficie de los muros. Exteriormente se realzan los sillares mediante el clásico almohadillado. En los
interiores se anima la propia superficie del muro a través de elementos como cornisas, pilastras, columnas enmarcadas,
etc.
• La columna adquiere una importancia fundamentalmente, tanto por su función constructiva (sustentante), como decorativa,
bien aislada, formando arquerías o combinada con pilares. La columna sirve como pauta para determinar toda la proporción
del edificio. Se utilizan todos los órdenes romanos, desde el toscano al compuesto, enriquecido el corintio, que es el más
utilizado.
• Se vuelve a utilizar, de forma sistemática, el arco de medio punto. Sostenido por elegantes columnas de orden clásico y
formando galerías o logias, su repetición rítmica contribuye a subrayar la claridad racional de los edificios renacentistas.
• En los sistemas de cubierta se produce una profunda renovación. En las cubiertas de madera se utiliza el artesonado, una
superficie plana que se divide en casetones y en cuyo centro se suele colocar una flor u otro motivo decorativo. En las
cubiertas de piedra se emplean preferentemente las bóvedas de cañón, las de arista y las vaídas. Pero lo más destacado será
la primacía que se le concede a la cúpula como forma ideal constructiva (derivada de la admiración que siempre suscitó la
cúpula semiesférica del Panteón de Agripa, en Roma). La cúpula se eleva sobre pechinas y generalmente con tambor, en el
que se abren ventanas, y suele estar rematada con linterna.
• El repertorio decorativo se inspira en los modelos de la Antigüedad. La decoración de tipo fantástico, en la que el artista
funde caprichosamente los diversos reinos de la naturaleza creando seres monstruosos, en parte animales, en parte
humanos y en parte vegetales o inanimados, recibe el nombre de grutescos. Cuando esa decoración se ordena en torno a
un vástago vertical, que le sirve de eje, recibe el nombre de “candelieri”.
• Arquitectura religiosa: el templo.
Se busca un tipo de templo que aúne la utilización de los elementos clásicos y las necesidades derivadas de la liturgia
cristiana. Era preciso compaginar la grandiosidad de los edificios clásicos y el carácter aéreo de la arquitectura gótica;
pues si la primera imponía por su solidez, la segunda se distinguía por la luminosidad de sus interiores. El arquitecto
renacentista se inspirará en las formas geométricas básicas, que ya se encontraban en los edificios clásicos. El círculo
y el cuadrado, el cubo y la esfera, el cilindro, son las formas más adecuadas, gracias a su perfecta regularidad y
racionalidad. La dinámica lineal y ascendente del gótico será desplazada por la lógica claridad del clasicismo. Dos
tipos de templo se consolidan:
· El modelo de planta basilical, inspirado en la basílica paleocristiana.
· El modelo de planta centralizada, inspirado en el Panteón de Roma y en los modelos bizantinos.

· El deseo de fundir ambos modelos conduce al prototipo ideado por Alberti en San Andrés de Mantua, de iglesia de
planta basilical de una nave con capillas laterales y crucero con cúpula, en la que la gradación lumínica está
perfectamente lograda al concentrarse la luz en el crucero y el presbiterio.

• La arquitectura civil.
Predominan dos tipos de construcción, el Palacio y la Villa. Los palacios renacentistas florentinos adoptan la forma
cerrada de un bloque con pisos bien diferenciados y ventanas repartidas regularmente. La estructura del edificio se
organiza racionalmente en torno a un patio interior rodeado por logias (galerías abiertas de arcos de medio punto
sobre columnas que se repiten regularmente). Los vanos de la fachada suelen estar enmarcados y decorados con
elementos arquitectónicos de raíz clásica (pilastras, frontones, etc.) que se repiten de forma rítmica.
La Villa es la residencia campestre de carácter señorial que se generaliza entre las clases pudientes de esta época. Se
aparta por completo del modelo tradicional de villa fortificada, creándose un marco arquitectónico perfectamente
adaptado a la vida campestre. El edificio se funde con el paisaje, asentando un sencillo cubo sobre un zócalo, una
logia abierta que forma una terraza tendida en torno al bloque cúbico de la casa.
Filippo Brunelleschi (1377-
1446)
La figura más significativa de la arquitectura del Quattrocento, auténtico creador del estilo renacentista.
Obras:
• Cúpula de Santa María dei Fiori

La cúpula de la Catedral de Florencia o Santa María de las Flores, es su obra más famosa. La catedral de
Florencia es gótica y fue iniciada por Arnolfo di Cambio en 1296, pero estaba sin concluir pues se encontraba sin
abovedar el crucero.
En 1417 se convoca un concurso para construir una gran cúpula. Los dos competidores más importantes eran
Lorenzo Ghiberti (famoso por su labor en las «Puertas del Paraíso», en el baptisterio) y Filippo Brunelleschi. El
ganador fue Brunelleschi.
La dificultad inicial radicaba en la magnitud de la cúpula y su empuje colosal. La cúpula que tenía que cubrir dicho
crucero no podía ser totalmente semiesférica por posibles problemas en el sistema de empujes y contrarrestos de
fuerzas. La solución que llevó a cabo Brunelleschi fue una superposición de dos cúpulas apuntadas, octogonales,
una dentro de otra, que estaban hechas de ladrillo, divididas en tramos a modo de gajos. Esta innovación permitía
un reparto de esfuerzos, además de conseguir la sensación de ligereza.
Pero el mérito de Brunelleschi no está en la forma de la cúpula sino en su propósito de no realizar una cimbra completa
de carpintería, que hubiera sido demasiado costosa, por lo que “inventó” un sistema de construcción
autoportante, introduciendo al aparejo de “espina de pez”. Este sistema lo observó en las antiguas
construcciones romanas y lo perfeccionó para llevar adelante su obra.
El trabajo de la cúpula comenzó en
1420 y fue completado en 1436.
Brunelleschi quería coronar la
cúpula con una gran linterna. Para
esto se convoca un nuevo concurso
que gana también Brunelleschi. La
construcción de la linterna se inició
unos meses antes de su muerte, en
1146. Fue completada por
Michelozzo en 1461.
La linterna está realizada en mármol
y es una bellísima construcción
octogonal de 16 metros de altura,
con contrafuertes rematados por
volutas y cubierta por una
estructura cónica coronada por una
esfera de cobre dorado sobre la que
se alza una cruz.
• Hospital de los Inocentes de Florencia (1421-1424)
Es el primer edificio que manifiesta el total abandono del arte gótico.
Se trata de un edificio porticado y en el que predomina la horizontalidad. Adopta un soporte
clásico: las columnas exentas con capiteles corintios y fuste liso. Sobre las esbeltas columnas
saltan arcos de medio punto. Sobre las arcadas va una cornisa sobre la que monta un antepecho,
y luego otra cornisa sobre la que se abren unas ventanas que coinciden verticalmente con la
dovela clave de los arcos. Las ventanas son decididamente clásicas: cuadradas y con un frontón
triangular (el primero del renacimiento). Por encima una cornisa muy acentuada que marca la
horizontalidad y protege la decoración.
La estructura de la fachada está sujeta a un esquema repetitivo basado en un “módulo”: entre
las columnas hay la misma distancia que entre ellas y la pared interior y que coincide con la
altura de la misma: Forman así un cubo que lleva una cubierta de bóveda vaída (parte de una
superficie esférica cortada verticalmente por los cuatro lados, formando cuatro arcos de medio
punto). Es una racionalización de la arquitectura.
La sobriedad de esta obra reduce los elementos decorativos a la bicromía típica de
Brunelleschi (en este edificio, gris y blanca) y los medallones de cerámica vidriada que
colocó sobre las enjutas (obra de Lucca della Robbia).
Fachada del Hospital de los Inocentes de
Florencia
• Iglesia de San Lorenzo
En 1422 proyecta esta iglesia por encargo de Cosme de Médici. Para realizarla se inspira
en el modelo de las basílicas paleocristianas.
Se trata de un templo con planta de cruz latina de tres naves, con capillas adosadas, y
transepto. La anchura de la nave central, que es el doble de la lateral, y las capillas con una
profundidad de la mitad de la lateral, da una distribución de gran sencillez, belleza y armonía:
1-2-4-2-1.
La separación de las naves se establece mediante columnas de orden corintio, con la basa
apoyada sobre un plinto y, sobre ellas, un entablamento clásico pero cortado en cuadrado para
que apoyen los arcos; esto es algo novedoso y permite obtener mayor altura de una manera muy
armónica. Sobre las columnas descansan arcos de medio punto, en piedra gris, que contrastan
con los paramentos blancos.
La nave central, más alta que las laterales, presenta una cubierta plana con casetones; las
naves laterales se cubren con bóvedas vaídas. En el crucero dispuso una cúpula como
cerramiento pero sin tambor.
El interior ofrece un aspecto muy “humano” (no demasiada altura), con una organización
racional, armoniosa y equilibrada, basada en el módulo y la perspectiva.
Iglesia de San Lorenzo
• Sacristía Vieja
Adosada al transepto está la Sacristía Vieja,
también obra de Brunelleschi, que la traza
al mismo tiempo que la iglesia pero que se
termina antes. Es un espacio cúbico
cubierto por una cúpula gallonada sobre
pechinas, con otro espacio de planta
cuadrada pero más pequeño, que actúa a
modo de ábside y que también está
cubierto por una cúpula. El interior
presenta elementos clásicos: frontones,
pilastras corintias, entablamento. El
entablamento recorre los dos espacios
creando así un espacio visual completo,
unitario, y lineal.
Se ha considerado que tal sacristía es el
primer espacio de planta central del
Renacimiento.
• Basílica del Santo Spirito
En 1428 las principales familias de la ciudad le encargaron a Brunelleschi el proyecto de la reconstrucción de la
iglesia del convento agustiniano del barrio florentino de Santo Spirito. En 1436, Brunelleschi realizó una
maqueta en madera del proyecto y en 1444, dos años antes de su muerte, comenzaron las obras de la iglesia.
Su construcción se paralizó tras su muerte en 1446 y no fue reanudada hasta 1452.
Brunelleschi diseño una iglesia de planta basilical en forma de cruz latina compuesta por un cuerpo
central, un transepto y un presbiterio cuadrado. El cuerpo central está constituido por tres naves, una
principal y dos laterales. Las naves laterales tienen capillas semicirculares adosadas a los lados.
La planta se configura a partir del cuadrado del crucero, igual que ocurría en San Lorenzo. El transepto está
formado por el cuadrado del crucero al que se le añaden dos cuadrados idénticos a los lados. El ábside es de
las mismas dimensiones que el cuadrado del crucero. El espacio que delimitan las bóvedas de las naves
laterales constituye un cuadrado que correspondería con ¼ del cuadrado del crucero.
Las naves principales tanto del cuerpo central como del transepto están delimitadas por columnas de orden
corintio con basa, fuste liso y capitel decorado con hojas de acanto estilizadas. Sobre el capitel se asienta un
segmento cuadrado de entablamento con arquitrabe, friso y cornisa sobre la que descansan arcos de medio
punto. En el muro de las naves laterales hay semicolumnas adosadas del mismo orden y tamaño que las
columnas de la nave central.
El muro superior de la nave central está provisto de amplios ventanales situados de tal forma que
coinciden con el eje central de los arcos.
La cubierta de la nave central, el transepto y el ábside es plana, de madera y decorada mediante casetones
poligonales mientras que el crucero está coronado por una cúpula gallonada con ojos de buey en la base y
un óculo que coincide con la linterna exterior.
Iglesia del Santo Espíritu
Brunelleschi busca en estas iglesias fundamentalmente dos aspectos:
- Horizontalidad: empleando elementos arquitectónicos que refuerzan
la sensación de horizontalidad, como los entablamentos, la cubierta
plana de la nave central, etc.
- Armonía: buscó la armonía empleando criterios geométricos. Por
ejemplo, establece formas cúbicas ya que la altura de las columnas es
idéntica a la distancia entre columnas contiguas y entre éstas y los muros
de las naves laterales.
• Capilla Pazzi
Es un edificio de pequeñas dimensiones, de planta rectangular
(centralizada) con cúpula central y pórtico, (la suma de ambos
elementos genera un cuadrado). En esta obra queda plasmado
el interés por el empleo de módulos matemáticos y fórmulas
geométricas en plantas y elevaciones con lo que consigue una
elegante armonía.

En el interior se juega con una planta centralizada, con un


cuadrado central cubierto con cúpula de “umbrela” y dos
tramos laterales con bóveda de cañón. El altar se encuentra en
una pequeña capilla interior, también con cúpula sobre
pechinas.
En esta obra vuelve Brunelleschi a la cúpula, una de las
obsesiones de los arquitectos renacentistas; está inspirada en
los modelos romanos, y se asientan en una fábrica de
proporciones casi cuadradas. Es una cúpula sobre pechinas, con
linterna y óculos en cada uno de los tramos inferiores.
Capilla Pazzi
La fachada es un pórtico con cinco
tramos, separados por seis columnas
de orden compuesto. Los cuatros
extremos son adintelados; el central
presenta un arco y es de doble
anchura que los extremos.
Sobre este pórtico se alza un ático
decorado con pilastras y seccionado
por el gran arco del centro.
La innovación renacentista reside en
combinar las líneas adinteladas de
los templos griegos con el arco
central inspirado en los arcos de
triunfo romanos.
• Palacio Pitti
Modelo de palacio típicamente renacentista, sin la torre característica
de los góticos. Destaca su aspecto de solidez gracias a los paramentos
de sillares almohadillados y al predominio de la horizontalidad que
queda remarcada por fuertes molduras.
La construcción de Brunelleschi sólo se corresponde con la zona central
(siete ventanas centrales), lo demás son ampliaciones posteriores
(manieristas).
Palacio Pitti
León Bautista Alberti
Erudito y estudioso de la Antigüedad, escribe varios tratados, entre ellos "De re aedificatoria": para Alberti la belleza
radica en los principios matemáticos, en las proporciones de sus partes y en las formas geométricas (círculo y
cuadrado). Crea diversos tipos arquitectónicos: la iglesia de nave única con capillas entre contrafuertes (precedente de
las iglesias jesuíticas barrocas), la fachada inspirada en los arcos de triunfo romanos, etc.
• Finalización de la fachada de la Iglesia de Santa María Novella de Florencia (1456)
Alberti completó una fachada que había sido iniciada con elementos de arquitectura claramente medievales,
incorporándolos a una ordenación perfectamente clásica basada en la proporción. Se trata de una fachada, a modo de
telón, delante de una iglesia gótica. Estaba ya realizada la parte del basamento y Alberti la tomará como punto de
partida para construir el resto de acuerdo con el nuevo sistema.
La relación armónica entre el ancho cuerpo inferior y el mucho más estrecho cuerpo superior de esta fachada, la resolvió el
arquitecto con dos volutas, motivo de gran repercusión en la arquitectura religiosa del siglo XVI. La fachada se inscribe
perfectamente en un cuadrado cuyo lado coincide con la línea de base de la iglesia. Dividiendo en cuatro, dicho cuadrado, se
obtienen cuatro cuadrados menores equivalentes a las partes fundamentales de la fachada: dos de ellos comprenden la zona
inferior; mientras uno comprende la parte superior. Ese motivo resulta dibujado en ambos cuerpos mediante la taracea de
mármoles de colores, recurso cromático con el que se expresa esa armonía entre las partes que es fundamento de la
arquitectura de Alberti.

En esta fachada Alberti emplea la columna con un sentido de ornamento que se repetirá en otros edificios suyos.
Sirven, por ejemplo, para enmarcar la puerta y, por lo tanto, el eje central del edificio. Además de la columna, el empleo
de un frontón clásico es otro elemento tomado del repertorio ofrecido por la Antigüedad, repertorio que Alberti
reelaboró siempre con gran libertad.
Fachada de la Iglesia de Santa María
Novella de Florencia
Templo
Malatestiano de
Rímini
Templo inacabado en el que
transpone los elementos
clásicos, como la fachada como
un arco de triunfo romano.
• Templo de San Andrés de Mantua
Templo de una sola nave cubierta por una poderosa bóveda de cañón,
con pequeñas capillas laterales y cúpula en el crucero, será el
precedente ilustre de la iglesia jesuítica de Vignola.
La fachada se define por un gran arco central, cubierto por una bóveda
de cañón con casetones, flanqueado por pilastras corintias. Destacan
sus dos escalas distintas de pilastras, lo que le da movilidad a la
decoración de la fachada. Todo el conjunto estaba coronado por un
frontón y por encima una estructura abovedada, cuyo propósito no se
conoce exactamente.
Aunque la iglesia se terminó siglos después el proyecto, las
armoniosas proporciones del conjunto se deben a Alberti.
Templo de San Andrés de Mantua
Palacio
Rucellai de
Florencia
(1450-60)

Sigue el modelo de Brunelleschi , pero


rompe la monotonía del paramento con
pilastras adosadas, lo que le da un
aspecto más clásico.
Su intervención en él se centra en la
fachada, formada por tres plantas
superpuestas, separadas
horizontalmente por cornisas; la
superposición de filas de pilastras con
distintos órdenes tiene origen clásico, y
se basa en el Coliseo: en el piso inferior
dóricas, jónicas en el primer piso y
corintias en el segundo piso. El palacio
pasará a ser modelo para todas las
siguientes construcciones de residencias
señoriales.
EL QUATTROCENTO
FLORENTINO
ESCULTURA
Características generales
• El sentimiento clásico aparece antes en la escultura que en la arquitectura, ya en la
Europa Gótica (los Pisano). Es en Italia donde este temprano brote aparece debido a
los abundantes restos de escultura romana que allí se conservaban.
• Utiliza materiales nobles como el mármol y el bronce, con los que se alcanza gran
perfección.
• En bulto redondo se realizan bustos, figuras de cuerpo entero, motivos funerarios y
estatuas ecuestres; tampoco se descuida el relieve, utilizándose en la misma obra el
alto, medio y bajo, para dar sensación de profundidad.
• Los protagonistas son el hombre y la naturaleza, acentuándose el naturalismo, se
busca la representación de la realidad, aunque a veces idealizada, se intentan crear
modelos ideales, que expresen el ideal humano tal y como se concibe en el
Renacimiento. También es importante la preocupación por la expresividad de las
figuras.
• La escultura renacentista se caracteriza por la proporción, la simetría y el canon.
• Aunque continúa siendo fundamentalmente cristiana se subordina el simbolismo
religioso a la consecución de la belleza, centrando su interés en la belleza formal
de las figuras, estudiando así mismo la anatomía a través del desnudo y el retrato.
• Temas: religiosos, retratos, desnudos y temas mitológicos.
Lorenzo Ghiberti
El primer gran escultor enteramente renacentista, aunque inicia su estilo con muchas
supervivencias formales del mundo del gótico internacional. Destaca sobre todo por la
visión pictórica de los relieves.
• Segundas Puertas del Baptisterio de Florencia
En 1.401 se convoca un concurso para realizar las puertas que faltaban del
Baptisterio de Florencia, se presentan importantes artistas, entre
ellos Brunelleschi, pero el concurso lo gana Ghiberti. Puerta con escenas evangélicas
fundida en bronce, tanto el marco como la composición conservan elementos del
Gótico internacional, curvas de las figuras y paisaje acartonado, pero también
innovaciones clásicas, como el volumen.
• Puerta del Paraíso del Baptisterio de Florencia
Auténtica revelación de la escultura renacentista, formato cuadrado, distinto al
lobulado tradicional. Concepción pictórica del relieve, incluyendo perspectiva, paisaje,
arquitecturas clásicas e incluso atmósfera. Relieve como espacio tridimensional,
consiguiendo los efectos de profundidad graduando los volúmenes y la definición de los
contornos.
Segundas Puertas del Baptisterio de
Florencia
Puerta del Paraíso del Baptisterio de Florencia
Donatello
Es el más importante escultor del siglo XV, busca siempre
representar al hombre lleno de vida, mostrando su
capacidad de captación de los valores humanos en sus
figuras. Introduce nuevos tipos iconográficos tanto en bulto
redondo como en relieve. Dota a las figuras de gran
expresividad.
•San Marcos
En sus obras iniciales aún formas estilizadas y curvadas
propias del Gótico internacional, destaca porque la figura
definitivamente se hace independiente de su posición
arquitectónica.
•San Jorge
En pie, armado, representa la juventud desafiante y altanera
que anuncia la “terribilitá” miguelangelesca.
•El Profeta Habacuc
Crea un nuevo tipo de profeta, alejado de la iconografía
medieval, de tremenda expresividad y realismo,
transmitiendo la dignidad y nobleza del personaje.
San Jorge El Profeta Habacuc
• David de bronce (1444, Museo Nazionale del Bargello, Florencia)
El cuerpo de David aparece representado como el de un joven adolescente de anatomía
blanda apenas desarrollada y adopta la postura clásica del contrapposto apoyando el peso
del cuerpo sobre la pierna derecha, cuya cadera sobresale recreando la curva praxiteliana.
Aparece representado totalmente desnudo, a excepción de un sombrero toscano
coronado con hojas de laurel y unas botas altas, portando con la mano derecha la espada
con la que acaba de degollar a Goliat, cuya cabeza pisa con la pierna izquierda. El rostro
imberbe del joven David expresa serenidad y contrasta con el del vencido Goliat cuyo
rostro barbudo de facciones marcadas y maduras contrastan con las de su oponente.
• El Gattamelata, Padua
Magistral retrato ecuestre del “condottiero” Erasmo de Narni, recordando a los
mejores retratos romanos del género. Lleno de vida y expresividad, es un auténtico
análisis psicológico del guerrero y el poder.
• Relieves de la Cantoría de Florencia
Narra la alegría infantil, predominando el equilibrio compositivo marcado por
las columnas, que contrasta con la tensión y movimiento de las figuras.
David de bronce
Relieves de la Cantoría de Florencia
El Gattamelata
EL QUATTROCENTO
FLORENTINO
PINTURA
Características de la Pintura en el
Quattrocento

• El precedente fundamental hay que buscarlo en la figura del Giotto, el gran maestro del siglo XIV.
• Sigue siendo el fundamental el tema religioso, pero ahora tratado en ocasiones como si fuera
profano, tema que también se cultiva, junto con el mitológico, y como reflejo del individualismo
de la época se generaliza el retrato.
• Las composiciones son complicadas, pero es muy importante el sentido unitario del conjunto.
• La luz se maneja cada vez con mayor perfección, sobre todo para captar los volúmenes, pero falta de
cohesión entre el color y la forma, típico de la pintura italiana del momento, color no como resultado
de la luz, sino superficie coloreada acotada por la línea. El dibujo es el elemento capital, por lo que los
contornos son nítidos.
• El pintor del siglo XV está obsesionado sobre todo por la captación de la profundidad, por la
perspectiva, utilizando para conseguirla los paisajes y las arquitecturas.
• También se camina hacia la consecución del movimiento.
• Se busca la belleza idealizada, evidente sobre todo en los desnudos.
• Estudio del hombre en todos los aspectos, sobre todo en la representación de sus sentimientos.
Fra Angelico
Pintor de la tradición del gótico internacional, representa una
continuidad del espíritu religioso medieval que se reviste de las formas
nuevas, con un uso sobrio de la perspectiva, de los elementos
decorativos y arquitectónicos del repertorio clásico, de la luz, de la
anatomía y de una nueva su concepción del volumen.
• La Anunciación (del Museo del Prado y otras)
En este tema puede desplegar su dulzura y temperamento tranquilo.
Equilibrio en los paisajes, líneas y colores (dibujo y colorido suaves)
y claros ejemplos de arquitecturas pictóricas.
Massaccio
Masaccio es el creador de un arte grandioso y dramático, totalmente desligada de todo recuerdo de la
sensibilidad del gótico y entroncado directamente con la grandiosidad escultórica de Giotto: monumentalidad
de las grandes masas y vigorosas composiciones.
Masaccio representa la afirmación del nuevo estilo, como Brunelleschi o Donatello lo representan en la
arquitectura y en la escultura.
• El Tributo al César de la Capilla Brancacci de Florencia (1427-28)
Su obra más representativa son los Frescos de la Capilla Brancacci en la Iglesia del Carmen de Florencia, en los
que la sensación de espacio se halla absolutamente conseguida, junto a la expresión de las pasiones del alma,
como se observa en la tensión de los apóstoles en torno a Cristo.
La escena representada se organiza en tres momentos claramente diferenciados: en primer término y en el
centro del fresco, el momento en que el recaudador exige el impuesto y Cristo da la orden a Pedro a cumplir
con la exigencia; el segundo momento se encuentra a la izquierda, cuando Pedro recoge el óbolo del pez
muerto, hecho que constituye el milagro del episodio evangélico, aunque aquí está tratado de una manera
bastante marginal; y el tercer momento, se representa a la derecha del fresco, y nos cuenta el instante en que
Pedro accede a pagar al recaudador. Pero las tres escenas no están ordenadas cronológicamente, porque el
primer hecho se halla en el centro, el segundo a la izquierda y el tercero a la derecha.
El motivo de esta supuesta contradicción
introduce ya un lenguaje nuevo en el campo de la
pintura, dado que no se trata de exaltar el milagro
en sí, como hubiera sido lógico en la mentalidad
del arte medieval, sino especialmente de exaltar
la actitud ética de Cristo, al ordenar el pago del
impuesto y cumplir así con las obligaciones cívicas
de un ciudadano más.
Además la obra también es revolucionaria desde
el punto de vista su plástica. En primer lugar el
grupo central destaca sobremanera al adquirir la
apariencia de una masa compacta, de un bloque.
Se resalta así el sentido de solidaridad y de
unidad de los apóstoles con su maestro. Masaccio
consigue esto con el tratamiento de los
volúmenes, resuelto como Giotto. Para ello,
elimina todo aquello que es secundario o
anecdótico y da un tratamiento monumental a las
figuras, dotándolas de un percepción escultórica.
Para aumentar esa percepción, utiliza la luz que cae
con total fortaleza sobre el grupo de Cristo con lo
que se reafirma su protagonismo. Por último, se
destaca la fortísima relación psicológica que existe
entre los personajes y pone en relación a todos.
El fresco de la
Santísima Trinidad
de Sta.
María Novella de Florencia

Fondo de arquitectura plenamente


renacentista. Monumentalidad en
las figuras, volumen, perspectiva
lineal.
Paolo Uccello
La dirección fundamentalmente investigadora, que funde arte y ciencia,
la geometría y la perspectiva, produce en Florencia su máximo
representante con Paolo Ucello.
• La Batalla de San Romano
Preocupación por la perspectiva, como la manifestación de la belleza,
sobre todo a partir de los paisajes. También estudio del volumen, de los
escorzos y del dinamismo de las figuras.
La Batalla de San Romano
Filippo Lippi
Fra Filippo Lippi introduce en su
pintura religiosa un elemento de
vivacidad y alegría humana, de
gracia sonriente y afición a lo
anecdótico, que anticipa actitudes
de la segunda mitad del siglo.
Virgen con el Niño de la Galería de
los Uffizi
Idealismo, limpieza del dibujo,
volumen, profundidad del paisaje y
búsqueda de los sentimientos
humanos.
Piero della Francesca
Su pintura se caracterizó por su estilo sereno y el uso de las formas
geométricas, particularmente en relación con la perspectiva y la luz. Para
Piero della Francesca la luz es poesía: la luz baña suavemente las figuras y
ablanda los volúmenes de los cuerpos.
• Frescos sobre la Leyenda de la Santa Cruz de S. Francisco de
Arezzo Temática religiosa cargada de dramatismo.
Combina las proporciones y la perspectiva, una de sus mayores preocupaciones
de Piero della Francesca, junto con el de las posibilidades de la luz, con el
colorido veneciano.
• El sueño de Constantino (detalle)
Sobre todo capacidad para el manejo de la luz, por la parte posterior de las
formas y con delicados matices, sutiles efectos en los rostros y vestimentas.
La Virgen con el
Niño, Santos y
Federico de
Montefeltro

Escena en un escenario
arquitectónico
claramente albertiniano.
Apreciamos aquí también su
preocupación por la luz y la
perspectiva.
Retrato de
Federico de
Montefeltro

Retrato de perfil típico


del Quattrocento (incluso en
temas religiosos puede
aparecer el donante
arrodillado y de perfil, como
se puede apreciar en la obra
anterior). Sí es original el
paisaje como fondo, que da
perspectiva.
Sandro Botticelli
Alejandro Botticcelli (1445-1510) es la personalidad más famosa de la segunda mitad del siglo XV. Discípulo de
Filippo Lippi y dibujante exquisito, refinado y nervioso, es el creador de unas maravillosas composiciones
mitológicas de líneas ondulantes y contornos precisos. También es un gran pintor de Madonas de rostro triste y
melancólico.
Entre sus obras podemos señalar:
• El Nacimiento de Venus (1482, G. Uffizi)
El tema se desarrolla de izquierda a derecha: una pareja de Céfiros en vuelo empujan con su soplo a la Venus
desnuda que se alza sobre una concha marina; en la orilla, Flora espera para cubrirla con un rico manto.
La composición es simétrica y triangular. Las figuras están resueltas con un dibujo ágil, de trazos nerviosos y sus
cuerpos son esbeltos, sinuosos y sensuales; presentan una belleza idealizada. El movimiento agita las figuras, con
formas ondulantes. La luz es homogénea. Los rostros expresan tristeza y melancolía. No le interesa el espacio ni la
perspectiva, el fondo es sólo un pretexto decorativo. La apariencia misteriosa y la belleza ideal de Venus refleja la
influencia del neoplatonismo en Botticelli.
• Alegoría de la Primavera (M. Uffizi)
Venus preside el despertar de la naturaleza. A la derecha penetra la elegante figura de Flora seguida de la Primavera
temprana, temerosa de morir en los brazos de Céfiro, el viento de marzo. A la izquierda, las Tres Gracias, que son una
de las representaciones de desnudos femeninos más bella del renacimiento. En el extremo del grupo, el dios
Mercurio. El fondo de paisaje, con árboles que forman una especie de bóveda verde, no presenta perspectiva
renacentista, carece de profundidad, lo que acentúa la sensación de irrealidad.
La Calumnia
Tabla muy pequeña pero de ejecución
primorosa y brillante colorido. La
arquitectura del fondo parece un gran
arco de triunfo con esculturas muy
“reales”. Las figuras están muy bien
proporcionadas con la arquitectura. Es
una composición alegórica basada en
una pintura del griego Apeles y que él
reconstruye a partir de descripciones
que había de ella. En ella, la Calumnia,
cuya cabeza engalanan con flores la
Traición y el Engaño, guiada por la
Envidia, arrastra a la víctima, medio
desnuda, ante el trono de Midas que,
con grandes orejas de asno, escucha los
consejos de la Ignorancia y la Sospecha.
En el extremo opuesto aparecen el
Remordimiento (envuelto en negras
vestimentas) y la Verdad, desnuda, con
los ojos vueltos al cielo y confiando en
el triunfo final.
Tablas de la historia
de Nastagio degli Honesti
(1483, M. Prado)
Ilustra una historia del Decamerón de Boccaccio
a través de cuatro escenas (tres se conservan
en el M. del Prado). Fue un encargo de Lorenzo
de Médici.
En las primeras tablas representa cómo
Nastagio, desesperado por el desdén de la que
no quiere ser su prometida, marcha a un pinar
próximo a la ciudad donde se ve sorprendido
por el espectáculo de otro enamorado que,
habiéndose quitado la vida en similares
circunstancias, ha sido condenado a perseguir
eternamente a su amada y arrancarle el
corazón, que devoran unos perros. Nastagio, a
la vista de ello, organiza en aquel lugar un
banquete al que invita a la desdeñosa joven,
quién, aleccionada por el espectáculo que se
reproduce ante su vista, accede a los deseos de
Nastagio. El banquete de bodas, que es el tema
de la cuarta tabla, pertenece a una colección
privada de Londres.
Virgen de la Granada Madona del Magnificat
Retrato de Giuliano de Médici Retrato de Simonetta Vespucci
EL CLASICISMO
ARQUITECTURA
Características

• La capitalidad del arte pasa de Florencia a Roma, bajo el


mecenazgo de los Papas (Julio II, León X y Paulo III).
• Para demostrar el poder creciente de la Iglesia y el Estado se recurre
al clasicismo: se utilizan con mayor rigor los órdenes clásicos; es un
arte solemne y monumental pero se huye de todo colosalismo
deshumanizado, predominando la medida, el equilibrio y la
proporción; disminuye, prácticamente desaparece, la menuda
decoración anterior, prefiriéndose una decoración basada en los
efectos monumentales de los elementos arquitectónicos; empleo de
frontones triangulares y semicirculares en combinación; se impone el
uso de plantas centralizadas con cúpula símbolo del orden divino
existente en el universo.
Donato Bramante (1444-1514)
Se inicia bajo las formas anteriores pero su plenitud artística la alcanza
en el siglo XVI. Su arquitectura se caracteriza por la severidad y el uso
de la planta central cubierta por cúpula.
•Cúpula de la Iglesia de Santa María de las Gracias, en Milán.
La gran obra de su etapa milanesa es la intervención en Santa María
de las Gracias, en la que plantea una estructura centralizada,
anticipando ideas y soluciones que alcanzaran su madurez en los
proyectos para San Pedro de Roma.
• San Pietro in Montorio (Roma, 1503)
Erigido en el lugar en el que, según la tradición, se había crucificado a
San Pedro. Fue un encargo de los Reyes Católicos.
Es un pequeño templo circular sobre gradas y rodeado de columnas de
orden toscano en el piso bajo. En el piso de arriba cuerpo circular
rodeado por una balaustrada. Todo ello coronado por una
proporcionada cúpula que termina con una linterna. Su belleza estriba
en el puro desnudo arquitectónico, que aporta sobriedad y elegancia.
San Pietro in Montorio
• Proyecto para la
reconstrucción
de la
Basílica de San Pedro
La iglesia de San Pedro era una basílica paleocristiana poco
adecuada para recibir a un alto numero de peregrinos y
poco acorde con las ideales del pontificado de Julio II
(1503-1513). El Papa concibe la renovación de la vieja
basílica encargando el proyecto a Bramante. El nuevo
templo tenía que ser inmenso, capaz de reunir potencial
e ideológicamente a la humanidad entera.
El proyecto de Bramante plantea una iglesia de enormes
magnitudes con planta centralizada y unitaria. Bramante
proyectó una planta de cruz griega, inscrita en un cuadrado.
Todo se dispone y se dirige hacia el núcleo central, el lugar
de intercesión de la cruz, que se cubre con una cúpula de
media naranja apoyada en cuatro grandes machones. Los
brazos de la cruz se rematan en ábsides semicirculares y ,
entre los brazos de la cruz, capillas igualmente cubiertas con
cúpula y cuatro torres en los ángulos, todo articulado con
una arquitectura clasicista.
A la muerte de Bramante en 1514 le fue encargada a
Rafael la dirección de la nueva iglesia. Aunque le ayudó el
arquitecto florentino Antonio da Sangallo, las obras
avanzaron poco durante su dirección. Desaparecidos los
dos artistas la obra quedó inacabada hasta que finalmente
se hizo cargo Miguel Ángel.
Miguel Ángel Buonarroti (1475-
1564)
Arquitecto, pintor y, ante todo, escultor, Miguel Ángel es el máximo
exponente de la larga lista de ingenios individuales que el Renacimiento
italiano alumbrará.
Su longeva vida le permitió estudiar a los grandes artistas del
Quattrocento, plasmar sus ideales clásicos en el pleno Renacimiento,
asistir a la crisis de este y , en los últimos años de su vida, participar de
la nueva corriente, el Manierismo.
Como arquitecto, sus edificios se caracterizan por mantener un sistema
de proporciones clásicas, pero adaptadas a un lenguaje formal muy
expresivo y particular, introduciendo el orden gigante.
• Biblioteca
Laurenciana
(1521-1526)
El proyecto de la biblioteca está pensado en dos
ámbitos a diferente nivel: el primero era el
zaguán y el segundo la sala de lectura en el nivel
superior. La escalera salva ese desnivel
acentuando el aspecto escultórico de todo el
espacio. Así Miguel Ángel une en un todo
artístico la arquitectura y la escultura.
El vestíbulo se dispone en tres pisos definidos
por fuertes arquitrabes. El inferior con ménsulas
pareadas. El segundo presenta columnas dóricas
rehundidas y ventanas ciegas sobre las que los
frontones se alternan. El tercer piso sólo con
pilastras. La escalera es muy original, con
alternancia de escalones de dinámicas curvas
con otros de estáticas rectas, llenándola de
ritmo y movimiento.
La escalera de la Biblioteca
Laurenciana
La sala de lectura es larga y clara, con
techo de madera decorado. Los muros
están articulados con pilastras, entre las
cuales aparecen ventanas con molduras
y bajo ellas, los pupitres de lectura
diseñados también por Miguel Ángel.
Es una realización arquitectónica donde
el manierismo está plenamente
presente. Donde se busca la sorpresa, la
inquietud, la tensión espacial, el
desconcierto y el desequilibrio. Aquí
Miguel Ángel alcanza un nivel máximo
de imaginación, virtuosismo, invención
y novedad al utilizar los elementos y
estructuras clásicas de la arquitectura.
• Sacristía Nueva
de San Lorenzo
(1520-1532)

Capilla mortuoria construida para


Giuliano y Lorenzo de Médicis donde
las tumbas aparecen embutidas en el
muro, integrándose perfectamente
arquitectura y escultura.
Influido por la sacristía de Brunelleschi
pero dentro de la concepción
cinquecentista, mantuvo la planta
cuadrada con cúpula y la bicromía pero
varió la articulación de los muros: integró
dos órdenes de pilastras no
proporcionados, ventanas más verticales
y trapezoidales (corrección óptica).
• Basílica de San
Pedro del
Vaticano

A la muerte de Bramante, tanto Rafael


como Antonio de Sangallo el Joven reciben
el encargo de continuarla, pero ninguno de
los dos consigue realizar avances
significativos, aunque sí modifican el
trazado central por otro de cruz latina. El
Papa Paulo III, en 1546, le encarga a Miguel
Ángel que continúe la obra. Tras Miguel
Ángel, terminarán las obras Della Porta y, ya
en el Barroco, Maderno y Bernini.

Miguel Ángel retoma la idea bramantina del


plan central, con una planta de cruz griega,
pero más simple, con una única entrada
principal. Cuatro cúpulas más pequeñas en
las esquinas cortan la estructura de cruz
griega y resisten los empujes de la gran
cúpula central.
Entre las características más
importantes destacan los muros curvos
de los ábsides que rematan en un
entablamento clásico y un ático
horizontal que da la vuelta al templo y
que contrasta con la pugna vertical de
las pilastras corintias gigantes que
recorren las dos plantas. En los espacios
lisos se abren ventanas y balcones que
no contemplaba el primitivo proyecto.
En el centro de la iglesia, sobre cuatro
enormes pilares levanta una enorme
cúpula inspirada en la de Santa María
de las Flores de Florencia.
Tanto Bramante como Miguel Ángel concebían
una gran cúpula que destacaban en el
conjunto arquitectónico global. Bramante
había pensado en una cúpula sobre pechinas
semiesférica, algo achatada, similares a la del
Panteón. Por el contrario, Miguel Ángel
desechó esta idea y se inspiró en la de
Brunelleschi en la catedral de Santa María de
Fiori. Diseñó una cúpula de grandes
dimensiones ( 131 m de altura y 42 m de
diámetro) y doble casco. Para acrecentar su
grandiosidad la situó sobre un enorme tambor
y la culminó con una impresionante linterna. El
tambor está reforzado con contrafuertes a los
que se adosan monumentales columnas
pareadas, entre las que se alternan ventanales
con frontones curvos y triangulares. La cúpula
presenta numerosos nervios que suben desde
los respectivos contrafuertes y ventanas
simétricas en tres franjas horizontales
paralelas.
Miguel Angel murió en 1564, cuando la cúpula
estaba solamente en el arranque, pero dejó el
modelo detallado que su discípulo Giacomo
della Porta se encargó de culminarla. En ella se
han inspirado la práctica totalidad de los
arquitectos de épocas posteriores.
Ordenación de la
Plaza del Capitolio
en Roma

Plaza rodeada de edificios


solemnes y venerables,
adintelados y decorados con
pilastras; en el centro la
estatua ecuestre de Marco
Aurelio sobre un pedestal
especialmente hecho para
ella por él; de planta
trapezoidal para dar más
énfasis a la perspectiva, en
conjunto produce un efecto
de decoración escénica.
EL CLASICISMO
ESCULTURA
Características generales
• En contraposición al siglo XV, y del mismo modo que en arquitectura,
el XVI va a ser el predominio de lo romano frente a lo florentino.

• En lo estrictamente formal, las delicadezas cuatrocentistas y el


amor el detalle menudo, van a ceder el paso a una grandiosidad
monumental y simplificadora.
Miguel Ángel Buonarotti
• Uno de los máximos genios de la Historia, fue poeta, pintor, arquitecto y, sobre
todo, escultor.
• Su calidad excepcional y su extraordinaria sabiduría frente a las formas del cuerpo y las

complejidades del espíritu, hacen de Miguel Ángel el prototipo universal del escultor, capaz
de expresar en mármol cualquier concepto, idea o propósito, aun el más complejo. Sus
figuras, realizadas en mármol blanco de Carrara, son siempre grandiosas, monumentales y
muestran una gran vitalidad. En su tiempo fue ya casi divinizado y sus obras, incluso las
inacabadas, han sido durante siglos, modelos fervorosamente estudiados.
• De personalidad llena de rebeldía e idealismo, pasó su vida tras la busca de la Idea
de Belleza, sus figuras no son reales, sino ideales.
• Sus primeras obras son aún clásicas, inspiradas directamente en las antiguas, pero tras
conocer la obra de Jacopo della Quercia su monumentalidad imprimirá un giro definitivo a
su obra. El equilibrio entre forma bella y movimiento, propio del Quattrocento, lo rompe en
favor del movimiento, hasta llegar a reflejar en sus obras gestos y actitudes delirantes, vía que
seguirán el Manierismo y el Barroco.
• Pietá del Vaticano (1499)
Reflejo de sus estudios de obras clásicas al llegar a Roma. Soberbia obra
de perfecto equilibrio entre una concepción monumental, de volúmenes
puros y cerrados, y un acabado refinadísimo y delicado; de belleza
neoplatónica y composición racional, triangular. Sorprende la extremada
juventud de la Virgen en la que quiso, sin duda, expresar no la Virgen
real, madre doliente y madura, sino la Virginidad eterna y sin edad.
• David (1501)
Desnudo heroico, de tamaño mayor que el natural, impresionante en su
grandiosidad, rompiendo la iconografía tradicional, que lo representaba como
adolescente. Realizado sobre un enorme bloque de mármol, pero de forma
alargada y estrecha, lo que le obliga a hacer una obra casi plana.
En él apreciamos los rasgos de su arte: la “terribilitá”, el carácter terrible y
amenazador de sus figuras; la tensión de la anatomía, el movimiento
contenido y centrípeto, con los miembros hacia adentro; la falta de simetría en
la postura; la pasión del rostro y el perfecto estudio anatómico, dando la
sensación de que la figura está viva.
La postura es helénica, pero las manos, el gesto terrible, la disposición en
zigzag del cuerpo, comunican una tensión que no es clásica, sino punto de
partida del Manierismo.
• El Sepulcro del Papa Julio II: El Moisés y los Esclavos
Concebido primero como una verdadera montaña de mármol exenta bajo la
Cúpula de San Pedro, con más de cuarenta figuras de tamaño colosal, hubo de
irse reduciendo por presiones de todo tipo (económicas, políticas, familiares), y
cuando mucho años más tarde se instaló en la Iglesia de San Pietro in Vincoli,
sólo figuran en él, de su mano, el famoso Moisés y las estatuas de Lía y Raquel.
• El Moisés: motivo central de la tumba, obra capital de fuerza contenida y

grandiosidad terrible, pensativo y sereno, reflexivo y prudente, el ideal del


Renacimiento, pero en la fiereza de su mirada destella la terribilitá
miguelangelesca.
• Los Esclavos: Debían ir también en el Mausoleo de Julio II, pero quedaron
inacabados: hondamente patéticos, expresan el esfuerzo por liberarse de las
cadenas. Mientras los realizaba se descubrió en Roma el Laocoonte, que supuso
para Miguel Ángel y todos los escultores de su tiempo una verdadera
revelación. A partir de este momento la expresión en sus figuras se hará más
intensa, las actitudes más violentas y un halo de dramático pesimismo velará
los rostros.
• Sacristía Nueva de San Lorenzo: Capilla funeraria de los Médicis
Integra arquitectura y escultura en los Sepulcros de Giuliano y Lorenzo
(duque de Urbino), sobrinos de Lorenzo el Magnífico, sentados, uno
desafiante, el otro pensativo: no sólo dominio de la anatomía, es más
importante el sentimiento que transmiten. A sus pies, recostadas sobre
los sarcófagos de tapa curva, cuatro figuras, dos y dos, la Aurora y el
Crepúsculo, el Día y la Noche, entendidas como robustos cuerpos
desnudos, desde la juventud esplendorosa de la Aurora, a la poderosa
vejez del Crepúsculo.
• Pietá del Duomo de Florencia
Cristo ya no presenta una postura
horizontal sino vertical, sujetado
por José de Arimatea (autorretrato
de Miguel Ángel), en un estudio de
la gravidez del cuerpo humano con
el desplome de Jesús. La
composición crea una tensión en
zigzag.
• Pietá Rondanini
En los últimos años de su vida
siente una fuerte religiosidad, por
lo que se sentirá atraído por el
tema de la Piedad. Las últimas que
realiza son dramáticas, cada vez
muestran mayor dolor y
desesperación, sobre todo ésta,
que no llegó a terminar. En ésta la
expresividad llega a deformar las
proporciones y la técnica
empleada es sumaria y sugestiva
(como en los escultores
impresionistas del siglo XX).
EL CLASICISMO
PINTURA
Características generales
• Florencia continúa siendo la capital del arte, pero sus figuras se trasladan a
Roma, donde el Papa es ahora el mayor mecenas, o viajan por diversas ciudades.
• Mejor manejo del color, imponiéndose al dibujo.
• La luz adquiere una nueva importancia y con ella las sombras, casi ausentes en el
siglo anterior. Las formas son ya redondeadas, no con apariencia tan plana como
antes, gracias al claroscuro de luces y sombras se consigue el volumen, junto con
otros recursos (como poner el brazo en primer plano).
• Ya no obsesión por la perspectiva, la profundidad se consigue ahora de una forma
más natural, sin esfuerzo.
• Los paisajes se enriquecen, son más variados, unos luminosos, otros neblinosos
o crepusculares, etc.
• La composición es clara, con frecuencia triangular, relacionándose las figuras con

las miradas y gestos, con una única escena o destacando claramente la principal.
Leonardo da Vinci (1452-1519)
• El tránsito del Quattrocento al Cinquecento lo encarna de modo excepcional
Leonardo da Vinci, que ha sido considerado siempre uno el arquetipo de hombre
renacentista por su pasión por todas las formas del saber, fue científico, escritor y
artista.
• Discípulo de Verrochio, duda entre la escultura y la pintura, pero aunque cultiva
las dos, se siente especialmente pintor e ingeniero.
• Como pintor su gran creación es el “esfumato”, artificio pictórico que consiste

en prescindir de los contornos netos y precisos del Quattrocento, y envolverlo


todo en una especie de niebla imprecisa, que difumina los perfiles y produce
una impresión de inmersión total en la atmósfera. El paisaje adquiere así una
misteriosa dimensión, y los personajes un encanto distante y enigmático.
• Tuvo muchísimos imitadores, su influencia fue definitiva para artistas de primer
orden como Rafael o Correggio.
La Virgen de las Rocas
Se muestra como gran maestro de
la composición triangular y de los
juegos de luces, las figuras se
destacan de la penumbra de la
cueva que hay tras ellas, lo que le
da un aire de misterio.
Una de sus obras paradigmáticas
por la composición equilibrada, la
idealización de los modelos y la
perspectiva aérea, las figuras no
tienen perfil, sus límites se pierden
en una neblina conocida como
“esfumato”.
La Gioconda o Monna
Lisa (1503)
Uno de los retratos más famosos del mundo,
busto prolongado con las manos en primer
plano.
Dibujo difuminado mediante suaves
contrastes de luces y sombras que además
prestan volumen y un aire enigmático a las
figuras, logra un “esfumado” perfecto.
La suave y enigmática sonrisa produce esa
misma impresión poco precisa, susceptible
de interpretaciones diversas.
No menos admirable es el lejano paisaje y
sus efectos lumínicos, interponiendo
atmósfera y perspectiva aérea entre la dama
y su entorno.
Última Cena de
Sta. María de
las Gracias de
Milán (1497)
Gran fresco reducido hoy casi a ruinas por
las malas condiciones de conservación y por
la nueva técnica empleada por Leonardo,
óleo sobre yeso seco, que no dio buenos
resultados.
La pintura refleja el momento de la última
cena en el que Jesús anuncia que entre los
discípulos hay un traidor.
Composición muy cuidada, introduce un
nuevo sentido de equilibrio, grupos de tres
personajes donde cada uno plasma una
emoción humana: estupor, ira, miedo... sólo
Cristo permanece quieto y silencioso, todo
ello iluminado por la luz frontal y la del
fondo de paisaje, que ayuda a lograr la
profunda perspectiva.
Es sabido que Leonardo utilizó personas
reales como modelos para los personajes
del mural. Incluso se retrató a sí mismo.
Rafael Sanzio
• Su obra es enorme, tratando gran cantidad de temas: religiosos, retratos y
grandes composiciones.

• No es un innovador, sino un artista que lleva a su perfección los


descubrimientos de los anteriores, siendo quizá el artista que representa
mejor que nadie la perfección del clasicismo.

• Destaca sobre todo por el encanto de sus “Madonnas”.

• También destaca por la calidad de sus elementos pictóricos: luces,


composición, etc. Pero su gran aportación es la amplitud y profundidad que da
a sus composiciones.
Desposorios de la
Virgen
Gran profundidad de la perspectiva,
cerrada por un templo al fondo.
Escalonamiento de tamaños de las
figuras.
La Escuela de Atenas
Platón y Aristóteles en medio de un
espacioso encuadre arquitectónico,
alegoría de la Filosofía.
Considerada la obra maestra de
Rafael y el prototipo de la pintura
del Pleno Renacimiento por su
armonía y perfección: perspectiva,
composición de gran número de
personajes, fuerza expresiva de los
gestos, colorido, etc.
La Madonna del
Gran Duque
Influencia de Leonardo en la
gradación suave de las luces, en la
ligera torsión de los cuerpos y en la
expresión melancólica de la Virgen.
La Virgen del jilguero La Sagrada Familia o “La Perla”
Retrato del Cardenal
Rafael es también un gran
retratista, busca ante todo dar una
visión idealizada y complaciente del
retratado.
Retrato de Julio II La Fornarina
Miguel Ángel Buonarroti
Fundamentalmente escultor, por lo que sus figuras conservan la
importancia del dibujo, el deseo de movimiento y la apariencia más
escultórica que pictórica.

Ejercerá una influencia capital en artistas contemporáneos y


posteriores, sobre todo del Manierismo.
Frescos de la Bóveda de la Capilla
Sixtina
• Nueve historias del Génesis flanqueadas por
Ignudi, Profetas y Sibilas en la bóveda, en los
lunetos los Reyes de Israel, en los medios puntos
de los muros los antepasados de Cristo y en las
esquinas dramáticos relatos bíblicos.

• Sus figuras están cargadas de dinamismo, los


colores que emplea son fríos y azulados, muy
expresivos, los perfiles consiguen un volumen
escultórico, la técnica es suelta y de vigorosas
pinceladas, las figuras son grandiosas y de
expresión terrible.

• Destaca la Creación de Adán, donde el gesto creador


de Dios se proyecta a través del contacto eléctrico
de los dedos, presentándonos el acto de la creación
con una grandeza jamás igualada.
El Juicio Final de la Capilla Sixtina
MANIERISMO
Durante el resto del siglo XVI se producen cambios estilísticos notables que
se apartan del clasicismo, incluso van contra él.
El origen del término “manierismo” se encuentra en la expresión italiana de
crear arte “alla maniera di”, es decir, pintar, esculpir o construir a la manera de
los grandes maestros pero amanerando y exagerando su estilo y sobre todo
exagerando los elementos finales de cada uno de estos maestros, los elementos
anticlásicos. Refleja la crisis cultural del clasicismo. Es un arte refinado,
ingenioso, minoritario y cortesano.
Pero no podemos entender este arte si no analizamos un poco la coyuntura
histórica que lo rodea. Estamos en una encrucijada de cambios políticos y
religiosos que impiden la convivencia desahogada del optimismo humanista.
Italia se ha convertido en un campo de batalla ya que Francia y España se
disputan el dominio de la zona. El punto álgido de la contienda se da en el
saqueo de Roma por las tropas de Carlos V. Por otra parte la Reforma
Protestante agudiza la crisis al poner en tela de juicio la supremacía de Roma.
Características generales
• Se mantienen el lenguaje clásico (en todos los campos: arquitectura, escultura y pintura)
pero se utiliza de una forma caprichosa, distorsionada y personal. El artista manierista
maneja temas y formas del Clasicismo ordenándolas, relacionándolas y complicándolas.
• Deformación formal con función expresiva. Se alargan las figuras perdiendo la perfección

anterior de la forma, pero ganan en expresividad; pese a sus “deformidades” nos transmiten
sentimientos, deseos, miedos, pasiones...Además de este alargamiento del canon, las figuras,
tanto en pintura como en escultura, suelen representarse en posturas forzadas y teatrales,
desequilibradas, utilizando la línea serpentinata, en suma, alejándose de la belleza ideal.
• El color pierde la armonía cromática de la época clásica. De las tonalidades cálidas del
Renacimiento se pasa a la utilización de colores fríos y contrastados (naranjas, violetas y
amarillos fuertes, azules desvaídos, verdes agresivos...) contribuyendo a crear esa sensación
típica de inestabilidad y desasosiego, propia del Manierismo.
La Arquitectura Manierista
• La arquitectura pierde la claridad en la composición y la simplicidad
grandiosa del periodo clasicista y comienza a multiplicar
innecesariamente los elementos arquitectónicos.
• Se apartan del racionalismo renacentista, no se busca la proporción ni
la armonía.
• Se buscan efectos sorprendentes y pintorescos.
• Frente a la objetividad absoluta del ideal del Renacimiento se acentúa
la individualidad del artista.
• Encontramos rasgos manieristas en obras anteriores, por ejemplo la
Biblioteca Laurentiana de Miguel Ángel preludia el Manierismo.
Andrea Palladio
Su ideal arquitectónico aparece en su obra “Los cuatro libros de
Arquitectura”. Características de su obra son la sucesión rítmica de arcos
entre dinteles y el hecho de coronar las fachadas con esculturas, que
coinciden con el eje de las columnas adosadas al muro o con grandes
frontones.
• La Villa Capra (o Villa Rotonda)en Vicenza
Traza sus casas de campo como templos: de planta de cruz griega inscrita en
un cuadrado y con cúpula; con cuatro fachadas idénticas, con pórticos
columnados y frontón. Posee un gran salón central que resta espacio a las
demás estancias. Con gran simplicidad externa ha reservado la riqueza
decorativa para el interior.
Situada a las afueras de la ciudad, no se proyectó para una familia, sino como
lugar de esparcimiento para un prelado retirado.
• La Iglesia de San Giorgo Maggiore de Venecia
Utiliza las formas de la Antigüedad, pero de modo distinto: utiliza el "orden gigante",
columnas en dos escalas distintas; mezcla el estatismo griego con el dinamismo romano.
La planta es basilical, con tres naves y una cúpula en el crucero. La fachada está basada
en la idea de yuxtaposición de dos templos antiguos, cada uno con su frontón, de modo
que formen un frente de templo alto y estrecho para la nave central, y otro bajo y ancho
para las naves laterales. El frontón alto corta al otro más bajo.

• El Teatro Olímpico de Vicenza


Interpretación del teatro romano antiguo, según las descripciones de Vitrubio. El
escenario arquitectónico es muy efectista: es como un arco triunfal romano con tres
puertas que abren paso a una perspectiva de calles renacentistas.
La Iglesia de San Jorge de Venecia Teatro Olímpico de Vicenza
VIGNOLA
Iglesia del Gesú en Roma
Crea el tipo de iglesia jesuítica y del
espíritu de la Contrarreforma,
siguiendo el modelo de San Andrés
de Mantua de Alberti: planta de
cruz latina con nave central muy
ancha con tribuna y capillas
laterales bajas y oscuras; la capilla
mayor y crucero con mucha luz y
profusamente decorados; estos
juegos de luces y sombras y la
abundante decoración acercan esta
arquitectura al Barroco.
Giacomo della Porta
Típico representante del
llamado Arte de la
Contrarreforma, es
considerado como
introductor del Barroco.
La Fachada de la Iglesia
del Gesú de Vignola en Roma
La portada de este templo se
debe al discípulo de Vignola:
dividida en varios cuerpos y
con un gran frontón
• Palacio y Pasaje de los Uffizi de Florencia, de Vasari: dos fachadas
afrontadas que generan un espacio muy estrecho, que favorecen la
perspectiva.
• Patio interior del Palacio Pit de Florencia, de Ammannati: el
almohadillado recubre las columnas desdibujando su función
estructural.
La Escultura Manierista
• También en escultura quebranto del ideal clásico: rasgo definitorio del
Manierismo escultórico es la figura serpentinata, dibujando una ascensión
helicoidal; obras con un complicado movimiento, con varios puntos de vista, no
limitándose a ofrecer una perspectiva principal.
• Ya en Miguel Ángel encontramos ejemplos de Manierismo: en la Tumba de
Lorenzo de Médici las figuras escapan del marco y del espacio que las contiene,
con fuerza centrífuga que las hace inestables, de tono grave y tenso, las
proporciones parecen rotas, etc.
• El Rapto de las Sabinas de Juan de Bolonia: forma serpentinata trasladada a un
grupo de figuras; movimiento y varios puntos de vista; los gestos muestran el
olvido de la armonía clasicista.
• Perseo con la cabeza de Medusa de Benvenutto Cellini: tensión y desgarramiento en
su exagerada musculatura; el pedestal de formas bulbosas anticipa la ornamentación
barroca.
La pintura manierista
• Angustia del espacio. Se descompone el espacio racional clásico y se
desequilibra. Zonas muy vacías junto a zonas muy llenas, composición
irregular y descompensada, sin ejes de simetría.
• Inestabilidad de las figuras. No están en reposo pero tampoco en
movimiento. Están en un equilibrio inestable, a punto de caerse.
• El dibujo es deformador de la realidad. Se imponen las curvas largas, la
línea "serpentinata” de doble curva. Dibujo sofisticado y artificioso para
acentuar los gestos y los escorzos.
• El colorido está pensado sin valor plástico, no sirve para modelar sino para
decorar. Los colores preferidos son molestos, agrias combinaciones de azul
y verde, de diferentes amarillos sucios, son colores inarmónicos, ácidos y
fríos, todo lo contrario al color suave del Renacimiento clásico.
El Parmigianino
Su obra más claramente manierista es su
Madona del cuello largo. La deformación
aquí es total y producida principalmente por
el dibujo. El niño esta ridículamente alargado
y la figura de la Virgen es lo más anticlásico
que existe, de cabeza pequeña, cuello
desmesuradamente largo y un cuerpo que
se agranda progresivamente y vuelve a
disminuir en forma de rombo. A la derecha
hay un montón de gente y a la izquierda un
paisaje infinito y desierto de gente. El punto
de vista es muy bajo y así la Virgen aparece
monumental ocupando todo el cuadro,
como si no tuviera suficiente espacio. La
línea serpentinata aparece en el niño y en la
Virgen. El color, el dibujo, la composición,
todo en esta obra es manierista.
Escuela Veneciana
• Desarrollan las dos técnicas, óleo sobre lienzo y pintura mural al fresco.
Las dos tienen las mismas características pictóricas.
• Tienen gran afición por el lujo, vestidos suntuosos, composiciones
numerosas donde abundan los objetos de la vida cotidiana. Es la expresión
del alto nivel de vida veneciano, algo de lo que estaban muy orgullosos y
de lo que hacían gala siempre que podían. A veces llega hasta tal punto
que los detalles esconden la escena principal que suele ser religiosa.
• Un sentido lujoso también del color, calidades táctiles de una gran
densidad, colores cálidos, más propios para este ambiente opulento.
• Importancia protagonista del paisajes, con una visión poética y romántica,
donde el paisaje es la escena principal pero siempre vista a través de un
prisma de luces tamizadas que la convierten en idílica.
Giorgone
Giorgone nace en 1476 y muere en 1510. Toda su obra se desarrolla en
Venecia. Creó un taller donde Tiziano fue discípulo suyo y colaboró en
algunas de sus obras. Es el pintor más comprometido con el paisaje
veneciano.
• En La tempestad, (1503-04) el tema en sí es un enigma. No se sabe lo que
representa. Aparece una mujer amamantando a su niño y un caminante al
otro lado. No se sabe siquiera si quiere decir algo o sólo es una escena
anecdótica y sin importancia. Lo que está claro es que el protagonista es el
paisaje, más propiamente la tempestad, ella es la que da el tono cromático
a todo el conjunto, una gama de verdes azulados en tonos oscuros. La
tormenta es también la que crea esa iluminación irreal producida por el
rayo y el relámpago. Las figuras están ajenas a la tempestad, iluminadas
como el resto del paisaje pero de una forma independiente. Recorta las
casas y las siluetas de los árboles con una luz imaginaria, casi tenebrosa.
Tiziano
Es el pintor más representativo de
la escuela. Vivió 89 años de plena
actividad pictórica (1487-1576). Se
formó en el taller de los Bellini y fue
un pintor de éxito y fama. Fue
solicitado por todas las cortes
italianas: 1509 en Padua, 1516 en
Venecia donde fue pintor oficial,
1523 en Ferrara, 1545 en Roma al
servicio del Papa, l547 en AIemania
al servicio de CarlosV, etc, La última
etapa de su vida la pasó en su
Venecia natal.
Carlos V a caballo en Mühlberg: En este
lienzo Tiziano le retrata momentos
antes de la victoria de Mühlberg contra
los príncipes protestantes de Alemania y
los Países Bajos. Tiziano dota a la
imagen del emperador de un aura casi
sagrada, en su gesto determinado,
impertérrito y ajeno a la fatiga. El
colorido tizianesco se aprecia en toda su
plenitud: los rojos y ocres de la tela son
inimitables. Además, inaugura un
género: el retrato real a caballo. Como
dato curioso, que habla en favor del
rigor histórico del artista, la armadura
que viste el monarca es una valiosísima
pieza labrada en oro y plata que se
conserva en la Real Armería de Madrid.
Veronés
Es el pintor más ilustrador del lujo y de la alegría venecianas. Nació en 1518 y
murió en 1588. Hace sobre todo pintura decorativa de carácter mural y teatral.
Decora palacios y casi todas las villas campestres que construyó Palladio. Opuesto
a Tiziano, es mucho más veneciano que él. LLega a Venecia y se da a conocer como
decorador de Iglesias. El concepto de la decoración mural lo traslada a los lienzos.
Sus temas son casi siempre religiosos pero llega a perderse por el volumen de
objetos de lujo y por el marco monumental.
• Jesús comiendo en casa de Leví es una obra donde el marco arquitectónico llega

a ocultar la escena. La comida esta ocultada por el arco de triunfo de Venecia


(símbolo del triunfo de la ciudad y de su economía). El fondo está compuesto por
edificios clásicos, símbolo de la armonía que reinaba en la ciudad. En los lados
están las clases altas de Venecia. No tiene nada de religioso y en algunos casos
tuvo problemas con la Inquisición. Muestra los vestidos y objetos de lujo, colores
fuertes y composición numerosa.
Tintoretto
Nace en 1518 y muere en 1594. Es el que más evolucionó en esta escuela y
se incorpora plenamente al manierismo. Interpreta temas ya bajo una óptica
casi barroca. Por eso es el pintor más atípico de la escuela. Practica
experimentos porque le interesa el dinamismo y la expresión tanto por el
dibujo como por la luz. Su influjo más importante fue el del Greco.
• En El lavatorio de los pies, de la escena de la Última Cena, elige lo más
trivial, cuando Cristo lava los pies a sus discípulos. Sitúa a Cristo a un lado
para hacerle perder importancia. Esto supone un cambio iconográfico muy
peligroso. En el centro pone un perro, que es un detalle manierista. Ocupa
el espacio de una manera desigual. Hay una gratuidad de movimientos y
una movilidad muy manierista. Frente al gran vacío, sitúa la mesa en
perspectiva.

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