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LOS DRUIDAS A través de la historia antigua y la leyenda medieval, de la Galia a la Bretafia in- STO ee ae oe reenact cy Oa a eu a ees ec erie ane eur ee piritual, servidor y representante de las grandes divinidades soberanas: el druida. Dre ee re ake ke eet te en ete React Mice ue mee eee tcc ete! los brahmanes de la India: era necesario describir sus jerarquias y especializacio- eee eee eee ene CoC emetic Un extenso capitulo estudia las técnicas rituales y magicas; otro describe las fiestas y los santuarios. El Ultimo y mas importante se ocupa de las doctrinas, las creen- COON aie keene eee Ce Rn ca ea) Tue ec ee nee Deets nce ea cme Rete ca gidos y traducidos. En un terreno dificil como éste, cargado de hipotesis a las que Cee ees ae mel emanate Cac a teen ketene Cue Re ea acu tk aceon eed eae ee Mer oem cu Cen. Coane Ic lathe eects ai eR eer MU a aeaae Pe ne Se eo Cena un Ree ee Teo ana oll eek er emery ence eat emes Su GUYONVARC!H, catedratico de estudios celtas en la Universidad de Rennes 2, es especialista en el estudio de los textos irlandeses medievales. LECTURAS Serie H® Antigua ‘OUVRAGE PUBLIE AVEC LE CONCOURS DU MINISTERE FRANCAIS (CHARGE DE LAA CULTURE - CENTRE NATIONAL DU LIVRE. ‘OBRA PUBLICADA CON AYUDA DEL MINISTERIO FRANCES ENCARGADO DE LA CULTURA ~ CENTRO NACIONAL DEL LIBRO. Casula de repadvci,cistbuincamuniacd pbliaoranstrmactn de esta cea slo puede ser reaiada can le alorzaion de sus ils, slo excepion revs par Ia ln. Dijase a CEDRO (Certo Esparal de Derechos Reprogttcas, wn cern rg) si necesita fetcaparoescanear algun fragmento ce esta bre Titulo original: Les Druides © Del Prélogo, sus autores, 2009 © Eomarce S.A. / Eprtions OuEst-FRANCE, Rennes 1986 © ABADA EDITORES, $.L., 2009 Calle del Gobernador 18 28014 Madrid Tel.: grg-296 883 fax: 914 297 507 www.sbadaeditores.com diseo Esrupio JoaQuin GaLteco produccién GUADALUPE GISBERT ISBN 978-84-96775-42-8 depésito legal M-753-2009 preimpresin Datvnear Aue impresién LAVEL CHRISTIAN-J. GUYONVARC’H FRANCOISE LE ROUX Los druidas prologo MARCO V. GARCIA QUINTELA LAURENT PLANCHAIS-LAGATU revisién de la edicién espafiola MARCO V. GARCIA QUINTELA traduccién JUAN MANUEL ORTIZ JOSE LUIS SANCHEZ-SILVA MaDRIO 2009 ABADAEDITORES LECTURAS DE HISTORIA PROLOGO Los estudios celtas, dos celtistas bretones y un libro Masco V. Garcia Quivrrta ¥ Laurent PLanenats-Laoaro* Quien crea que este es un libro donde se desvelan los misterios del conocimiento esotérico de los druidas esta equivocado y debe aspirar a satisfacer su curiosidad en otra direccion. Este es un libro escrito por un fildlogo y por una historiadora de las religiones especialistas del mundo celta, que tratan de reunir y sistematizar la informacion disponible en la Antigiiedad pero también, y sobre todo, en los textos insulares (irlande- ses y galeses) de la Edad Media sobre los druidas. Ademas estos deben comprenderse, tal y como nos los presentan los textos clasicos y los tes- timonios medievales, como unos grandes intelectuales. El libro pretende explicar como funcionan los druidas en el seno de la sociedad de la que emanan y a la que se deben con una singular parti- cularidad: son intelectuales que por su estilo de pensamiento, probable- mente heredado de un antiquisimo fondo indoeuropeo, no escribie- ron. Su excelencia intelectual se cifraba en su entrenada capacidad para memorizar ingentes cantidades de narrativas concernientes a todo tipo de cuestiones. Pero no se trataba de constituir una suerte de hombres- libro, como los imaginados por Ray Bradbury en Fahrenheit 451, el apren- * — MVGQ coordina el LPPP (IIT-USC) unidad asociada al LAr (IEGPS-CSIC); LP-Les historiador y editor de la obra de Ch.-J. Guyonvare’h y F. Le Roux. o M. V. GARCIA QUINTELA / L. PLANCHAIS-LAGATU dizaje memoristico solo era el principio (es ahi donde César se equi- voc6; César, Guerra de las Galias, VI, 14) para construir una forma de exce- lencia intelectual que capacitaba a quienes la poseian para la direccion. politica — hablaban antes que el rey, actuando como sus consejeros —, el conocimiento del orden natural — physiologoi es como los describen los textos clasicos y eran también los médicos —, y el monopolio de las rela~ ciones con los dioses mediante el sacrificio y el conocimiento de las his- torias de los dioses —cuya complejidad se muestra como la punta de un iceberg a través de la intrincada onomistica de los dioses celtas de la antigitedad que tanto desconciertan a los especialistas actuales. Ahora bien, como se puede explicar una forma intelectual que historicamente opté por renunciar a la escritura. El libro aborda la cuestién y no se trata de desentrafiarla desde estas paginas. En este prefacio intentaremos presentarlo explicando tres cosas. En primer lugar, el particular, y marginal lugar de los estudios celtas en el Ambito de los estudios humanisticos en Espafia, seguidamente presenta~ remos a sus autores al lector espaiiol y, finalmente, nos detendremos en porqué este libro puede entenderse, también, como una introduccién general a los estudios célticos entendidos como el estudio, sobre todo, de una particular forma de cultura ¢ ideologia. 1, EL LUGAR DE LOS ESTUDIOS CELTAS Vincent Megaw, uno de los grandes especialistas mundiales en arte celta, nos decia en 2006 cuando le preguntabamos por su escasa dedicacion a los temas hispanicos «Spain is different! Sin hacer demasiado caso de una expresién coincidente con la publicidad turistica del pais en los afios sesenta, lo cierto es que en la Peninsula Ibérica junto a una generalizada ausencia de una cultura material equivalente a las que en Europa Cen- tral se asocian con las culturas de Hallstatt o La Tene (aunque hay excepciones), se produce el singular hecho de que es la tierra donde se encuentran més textos celtas de la Antigiiedad en la zona de la antigua Celtiberia en un flujo que no parece cesar desde hace algunos afios'. 1 Compilados por G. Jordan Célera, Celtibérico. Zaragoza, PUZ, 2004. Version inglesa en la red «Celtiberian®, en http://www-uwm.edu/Dept/celtic/ekeltoi/ volumes/vol6/6_17/jordan_617.pdf. PROLOGO 7 Pero lamentablemente los celtas, que existieron en la Antigiiedad por mas que toda una escuela de arquedlogos pretenda hacer propuestas explicativas de esas sociedades sin saberlo, tienen en nuestro mundo un destino semejante al que tuvieron en el pasado: son los eternos venci- dos, los eternos derrotados... Naturalmente no se pueden comparar las batallas de Telamén o Alesia con un libro del arquedlogo John Collis’, pero su efecto es similar considerando los cambios de época. Una consecuencia de esta situacién es la bajisima institucionalizaci de los estudios célticos en el ambito académico. Es cierto que un sitio en la red muy importante’, ofrece la lista de las instancias donde se desarro- lan estudios célticos, pero no son tantas y ninguna en Espaiia. Todos los que en Espaiia se dedican a los estudios celtas han empezado por otro lado: algunos proceden del Inglés (Ramon Sainero, Fernando Alonso Romero), otros de la Historia Antigua (Francisco Marco, Gabriel Sopefia, Francisco J. Gonzalez Garcia, Marco V. Garcia Quintela), de la Prehistoria (Martin Almagro Gorbea, Alberto Lorrio, Luis Berrocal- Rangel), o del Griego (Juan José Moralejo, Javier de Hoz, Juan Luis Gareia Alonso, Eugenio Lujan); curiosamente parte de los indoeuro- peistas oficiales no tienen en su agenda el estudio especifico del celta (la actual escuela de Salamanca). Es relevante que la unica persona formada como celtista y con un prestigio internacional en ese campo de estudios bien asentado ocupa los tltimos lugares del escalafon administrativo- universitario. Se trata de Patrizia de Bernardo que aunque ve con los dos ojos es la mas alejada del trono académico. Por tanto la hispana esta gobernada por tuertos, por amateurs voluntariosos que compensan con esfuerzo y dedicacion la real inexistencia de esa aca- demia. Este es un hecho del que deben extraerse las consecuencias preci- sas. Pero algo parecido ocurre, aminorado, en otros pagos. Un irlandés que estudia antigiiedades islefias, arqueoldgicas, histéri- cas, lingitisticas, es un estudioso de Irlanda, muchas veces lejano a cual- quier consideracién general sobre estudios celtas, lo mismo ocurre con frecuencia entre los eruditos galeses. En Francia la situacién es penosa, la revista Etudes Celtiques apenas consigue sobrevivir, y ya es tradicion que el puesto de Profesor de Antiquités Nationales en el Collége de France lo ocupan estudiosos para los que la relacién entre galos y celtas en general es anec- 2 Véase Celts: Origins, Myths and Inventions. Stroud, Tempus, 2003 3 Stichting A.G. van Hamel vor Keltsche studies: http://www.vanhamel.nl/keltische%20links.htm 8 dética o irrelevante. En Bélgica pasa algo similar, aunque existe un Square Ambiorix en Bruselas. Ocurre con excesiva frecuencia que se hace a esa pléyade de tuertos, a esos estudiosos dispersos entre disciplinas y ambitos académicos diver- sos, culpables de dolosa afinidad con tonterias proferidas desde los cenaculos celtsmanos. Es el recurso facil de quienes desconocen el tema © fingen desconocerlo. Es cierto que bajo el nombre de los celtas se dicen cosas absurdas. Pero no mas absurdas, por cierto, de las que en su momento se dijeron sobre los griegos o sobre los romanos: una corriente de estudios historiograficos asi lo pone de relieve. Sin embargo nadie sensato afirma que los estudios clésicos actuales deban penalizarse debido a esos pecados. Pero es evidente que celtas, por un lado, y griegos y romanos, por otro, tuvieron en el pasado destinos dife- rentes y de esos destinos deriva, en la actualidad, el diverso grado de ins- titucionalizacién de los estudios sobre esas tradiciones. Es una cuestién abierta la conveniencia de denunciar desde la acade- mia los excesos celtémanos. Gonzalo Ruiz Zapatero opta por hacerlo de forma incansable. Otros defendemos la oportunidad y la necesidad de los estudios célticos ante un aparente celtoescepticismo que, en realidad, solo cubre la ignorancia: pues nos dicen que celtas no hay... jdespues de no haberlos estudiado nunca! Por otro lado, es una critica interesada afirmar que los estudios celtas acompafian el vaivén de los avatares poli- ticos. Trabajos recientes muestran la existencia de celtémanos y celtoes~ cépticos entre defensores de diversas orientaciones politicas y en distin- tos momentos histéricos*. Lo cual no implica negar que al calor del desarrollo del estado de las autonomias en la Espaiia democratica se haya producido la explosién de un folclore identitario, ni que en esa explosién tengan su papel algunas manifestaciones celtémanas. Pero son minoritarias al lado de las omnis- presentes , con apoyo institucional relevante en muchas ocasiones. Amenidades populares que por lo demas florecen sin que se conozca la existencia de una sesuda corriente critica que denun- cie los excesos cometidos en tales desahogos: lo dicho, el destino de los celtas es, siempre, diferente. 4 FJ. Gonzalez Garcia, Los Pueblos de la Galicia Céltica, Madrid, Akal, 2007, pp. 9-130; A. Gonzélez Ruibal, Galaicos, Podery comunicad en el Noroeste de la Peninsula Ibérica (1200 a.C.-§04.C.), 2 vols., La Coruiia, Brigantium 18-19, 2006-2007, pp. I, 43-57. PROLOGO 9 Otra cuestion pertinente es la de la centralidad de arqueologia para los estudios celtas cuando la arqueologia no es central, mal que les pese alos arquedlogos. En efecto, un castro, un hillfort o un oppidum, es un cas- tro, un hillfort, o un oppidum, lo excave un arquedlogo con ideas cercanas a los celtémanos a los celtoescépticos 0, simplemente, porque le ha tocado. Cualquier yacimiento puede producir informacion valiosa en toda una serie de érdenes, concernientes sobre todo a los procesos sociales que llevan a la configuracion de las formas de la cultura mate- rial. Pero sobre estas cuestiones el interrogante étnico aparece en ultima instancia, no puede ni debe ser axial. Los celtas, o cualquier otra forma de etnicidad, se ajusta a diferentes procesos sociales reflejados como tales arqueolégicamente, sin que la cuestion de la identidad étnico-cul- tural esté en cuestion. Sucede que ciertos arquedlogos usan a los celtas como M. Jourdan la prosa: sin saberlo... Es su problema. Contemplemos la situacion desde otros pagos: tan griegos son los acarnianos 0 los focidios como los atenienses o los espartanos. Pero si observamos la arqueologia de Fécide y de Atenas las diferencias son pal- marias. Sin embargo, si se aplicase la receta que de hecho se aplica a los celtas, cualquier estudioso armado de una bien fundamentada episte- mologia critica, de un sano realismo empirico, aderezado con un anéli- sis historiografico sobre qué se decia de los griegos en el siglo XVIII, nos explicaria la necesidad de obviar, o reconstruir, o deconstruir, o cual- quier otra cosa, el concepto de . Cuando los embajadores atenienses se niegan a rendirse ante Jerjes presentan a Alejandro de Macedonia (el mediador que solicitaba esa rendicién) el mundo griego . Locura 0 no, Ch.-J. Guyon~ vare’h y F, Le Roux jamas renegaron de sus primeros escritos. La obra de estos dos celtistas se construyé desde 1951 partiendo, como se ha dicho, de los trabajos de G. Dumézil y de R. Guénon, el primero para lo concerniente al método y sobre todo la llamada propia de los pueblos indo-europeos’, el segundo por la doctrina y definicion de la y dirigida por P.-M. Duval, fue presentada en 1953. También debemos a Francoise Le Roux una Introduction générale 4 l'étude de la Tradition celtique (1967); contribuciones a obras colectivas como «La divination chez les Celtes® en La divination (1968), «La religion des Cel- tes> para la Histoire des religions, en la Encyclopédie de la Pléiade’ , 0 las dieciséis voces sobre religion celta para la Encyclopedia of Religion dirigida por Mircea Eliade*. Por su parte Ch.-J. Guyonvarc’h no se destinaba a una carrera de celtista, su ambicién era convertirse en germanista. Pero el destino le tenia reservado otro programa, sobre todo cuando en 1951 solo tres personas pudieron asumir la existencia de Ogam, F. Le Roux, P. Le Roux y él mismo. Pero Guyonvare’h reunia todos los requisitos para desarrollar una carrera como celtista. Nacido en Auray (Morbihan, Bretafia, el afio 1926), su lengua materna es el bretén, idioma que habla de forma exclusiva durante sus vacaciones escolares en Guéméné- sur-Scorff, en casa de sus abuelos. Su abuela todavia conocia los cantos chouans de los campesinos opuestos a la revolucién francesa, que su familia le habia prohibido formalmente transmitir. Guyonvare’h comenzé desde 1940 a aprender a leer y a escribir en bretén, y en paralelo con su formacién de germanista, 0 como consecuencia légica tras el breton, se puso a estudiar el galés el afio 1946, y el irlandés anti- guo en el curso 1947-1948. Esta ultima lengua, por su abundante lite- ratura medieval, proporciona una de las claves mas importantes para comprender el universo de los celtas. Las primeras publicaciones sobre este tema no aparecieron hasta diez afios mas tarde, periodo minimo requerido para el aprendizaje del anti- guo irlandés. Recordemos la anécdota seguin la cual el eminente celtista suizo Rudolf Thurneysen (1857-1940) escribia al final de sus dias que icomenzaba a saber irlandés! Frase que Guyonvare’h, tras medio siglo de estudio de los textos de la antigua Irlanda, hace suya de buen grado. Pero su formacién como germanista le ayuda desde el primer momento 7 Editada en 1970. Version espaiola , en H,-Ch. Puech (dir.), Historia de as Religions. Vol. 11, Las Reliigones antiguas Ill. Madrid, Siglo XX1, 1977, pp-109-184. 8 M. Eliade (ed.), The Engyclopedia of Religion. Nueva York, Macmillan Publishing Company. Primera edicién en dieciséis volimenes en 1987, reedicion sin cam- bios en ocho volimenes en 1993- 14 M. V. GARCIA QUINTELA / L. PLANCHAIS-LAGATU dada la importancia de la arqueologia de los paises germénicos para el estudio del mundo céltico. Ch.-J. Guyonvare’h desarrolla toda su carrera en la ensefianza. Comenzando como maestro de escuela en 1954 y jubilandose como catedratico de la Universidad de Rennes en 1992. Pero no se puede con- siderar que la Universidad sea central para el desarrollo de su obra, en ningin momento tuvo el proyecto de desarrollar una carrera. Su moti- vacién profunda fue el disesio y realizacion del programa de investiga- cién que se fijo con Frangoise Le Roux desde comienzos de los afios cin- cuenta. G. Dumiézil Ilego a declarar con motivo de la defensa de la tesis de Estado de Guyonvarc’h el 20 de octubre del 1980 (sus Textes mythologi- ques irlandais, publicados ese mismo afio) que para Guyonvare’h la Univer- sidad fue un . Si el recorrido de los esposos Guyonvare’h fue solitario ello no implica que permaneciesen aislados. Dan testimonio de ello numerosas anécdotas que jalonan su carrera y que muestran la estima de la que gozaban en amplios circulos. Por ejemplo Joseph Vendryes cuando, en los afios cincuenta, era la cabeza visible de los estudios célticos en Francia, recurre « F, Le Roux para que le prepare la documentacién a partir de la cual hacer una comunicacion a la Académie des inscriptions et belles-lettres. En otra ocasion, Rudolf Egger epigrafista especializado en cursiva latina les eseribe una lacénica postal: , pues habia terminado su trascrip- cién de la tablilla de execracién de Rom (Deux-Sévres) que dividia desde su descubrimiento en 1887 a la comunidad cientifica entre quie~ nes creian leer un texto en latin o en galo. Los Guyonvarc’h acudieron a Klagenfurt en Carintia, donde vivia Egger, quien los acogié con estas palabras: > Das ist latein!>. Solo los lazos de Guyonvarc’h con su tierra natal le hicieron renunciar al muy factible desarrollo de una carrera en Alemania. Hacia fines de los afios 50 Dumézil deja de manera progresiva el ambito celta en manos de estos investigadores. E] hecho es singular en la trayectoria de Dumézil, pues nunca hizo algo anélogo con otras parcelas del mundo indo-europeo. Aunque el mundo céltico siempre atrajo la atencién de Dumézil, no dejaba de suscitarle desconfianza, siempre temeroso de seguir una pista falta y, sobre todo, porque aunque habia aprendido una treintena de idiomas, en el ambito céltico solo conocia bien el galés moderno (estudiado en 1956). Ocurrié entonces que a PROLOG 5 medida que le legaba la obra de los Guyonvare’h y podia apreciar sus cualidades, Dumézil les delegé de forma tacita pero segura el area cél- tica, pues los consideraba mejor capacitados para estudiarla bajo la pers~ pectiva de la . La 44 edicién de Les Druides en 1986 sefiala la hora de las primeras sintesis — aunque las investigaciones prosiguieron a buen ritmo (ver bibliografia). Podemos destacar ahora una cuestién presente de forma constante en la obra de los Guyonvare’h: A su erudicion los dos sabios bretones incorporaron siempre la preocupacion por la forma, con un sentido incomparable de la formula tanto en el elogio como en la critica — que a veces se confunde equivocadamente con la polémica — en oca- siones severa pero siempre justificada y argumentada. Esta voluntad de claridad del enunciado esta ligada a la propia materia céltica (se trata sobre todo de distanciarse de la palabreria esotérica caracteristica de los celt6manos de todos los horizontes). Aunque podamos considerar la Irlanda medieval y el gaélico en el micleo de los estudios llevados a cabo por los esposos Guyonvare’h, sus contribuciones se extienden también hacia el ambito de la lengua bre- tona, la peor estudiada de unas lenguas célticas que con demasiada fre- cuencia ocupan el lugar del pariente pobre en el ambito de la lingiistica indoeuropea. En tanto que : expresin de Ch.-J. Guyonvare’h en el prélogo a J.-Y. PLOURIN, Initiation au breton familier et argotique, Crozon, Editions Armeline, 2000; nueva edicién aumentada, Brest, 2006, p. 7. 16 M. V. GARCIA QUINTELA / L. PLANCHAIS-LAGATU 1975), pues sefialaba los numerosos préstamos lexicales tomados por el bretén de la lengua romance desde el siglo XII, sin que su estructura sintactica y morfoldgica se viese modificada. Ademés Guyonvarc’h nunca ha ocultado que todo aprendizaje del breton debe hacerse a partir de un dialecto:>el breton no puede tener vida auténtica mas que en la medida que sus dialectos se respetan®. Comprenderemos asi las criticas dirigi- das a su autor desde el nacionalismo estrecho y uniformizador de quie- nes pretenden la unidad de la lengua bretona, a lo que se aiiadio la incomprension de los datos lingiiisticos por parte de un sector del movimiento breton. La consecuencia de todo ello fue el abandono del Dictionnaire y de la publicacién integral de las otras dos ediciones del Cat- holicon fechadas entre los aiios 1499-1521 y del afio 1521. Los trabajos sobre el bretén atestiguan la ausencia de cualquier clase de nostalgia por el pasado y de todo prejuicio literario. De hecho los idiomas célticos modernos, en su forma hablada, siempre han merecido la atencion de los Guyonvare’h. En la Universidad de Rennes II, Ch.-J. Guyonvare’h siempre tenia cuidado por anotar las formas dialectales que le transmitian los estudiantes de la seccién de céltico que tenian el bre~ t6n como lengua materna. Ademis, para paliar la insuficiencia de voca~ jones cellistas en Francia, Ch.-J. Guyonvare’h ultimé la traduccion y adaptacion de un método de irlandés. Para terminar puede decirse que los esposos Guyonvare’h hicieron suya la divisa de los monjes irlandeses de la Edad Media: dochum gléire Dé ocus onéra na hErenn . Adap~ tando esta consigna a nuestro tema (pues la religion pertenece en nues- tros dias al ambito privado), reemplazando la religion por el trabajo cientifico (o ), los Guyonvare’h ya han cumplido perfectamente su misién. 3. HISTORIA DE UN LIBRO Podemos ser mas breves para presentar Los Druidas. Destacaremos tres cosas: el lugar que ocupa en la trayectoria de sus autores, su composi- cin y, finalmente, su contenido como expresién de una forma de vida intelectual diferente a la que estamos acostumbrados. La primera version de Les druides aparecié en 1961 firmada por F. Le Roux. Fiel auditora de Dumézil y vinculada a la redaccién de Ogam por entonces desde hacia mas de diez aios, Duimezil le encarga la redaccién PROLOGO 17 del volumen para la coleccién «Mythes et religions» que dirigia para las Presses Universitaires de France. Ediciones sucesivas aparecieron en 1978 y 1986 (véanse detalles en la bibliografia) bajo distintos sellos editoriales y con un notable incremento del tamaiio de un libro que también firma Ch.- J. Guyonvare’h desde la segunda edicién. La edicion de 1986 ha sido objeto de traducciones al aleman, el italiano y ahora al espaiiol. ‘Temas Druides 1961 Druides 1986 Otros libros PP: 19-25, pp. 45-61, | 1999: Ledialogue JERARQUIA mencién en 26 | citaen 48-51 | desdeursages 2005: Le sacrifice EL SACRIFICIO PP- 30-35, pP- 66-77 | dans a tradition celtique TECNICAS RITUALES Y MAGICAS 1997: Magie, médecine PP- 52-106 | pp. 125-216 fod ination. FIESTAS: eo pp- 112-119 pp. 231-262 | 1995: Les fétes celtiques Puede decirse, sin riesgo de error, que es la obra central de sus auto- res por su volumen y por la dedicacién que recihié durante décadas en sucesivas reelaboraciones. Pero también, y sobre todo, por el lugar que ocupa en el disefio del conjunto de su obra. En el cuadro adjunto pre- sentamos en forma de columnas los desarrollos dedicados a distintos temas en la edicién de 1961, en la de 1986 (en la que se basa la aqui pre- sentada) y en libros posteriores. Si a ello afiadimos que los contenidos de estos libros se prepararon paulatinamente en forma de articulos y tratamientos puntuales que aparecieron en Ogam desde principios de los afios 50, el lugar central del presente libro se pone en evidencia. Si nos detenemos en los contenidos del libro esta apreciacién se rei- tera en la medida que recordemos que el estudio de los celtas debe ser, en primer lugar, el estudio de una cuestién que se mueve prioritaria- mente en el ambito de la lengua, la religion y la cultura. Si esto es asi se entiende con facilidad la importancia del estudio de los druidas, de los intelectualés encargados de la gestion de esos ambitos y encarnacion social e intelectual del saber del mundo al que pertenecen. En efecto, los druidas son, socialmente, los portadores de los elementos de simili- tud que se detectan en los distintos ambitos geograficos e historicos en los que estan atestiguados los celtas, aunque es cierto que no en todas partes se atestiguan de la misma forma, pero esto es otra cuestion. Lo 18 M. V. GARCIA QUINTELA / L. PLANCHAL LagaTu importante, ahora, es dejar claro que el estudio de los druidas propor- ciona la mejor puerta de entrada para el conocimiento del universo ide- olégico que, en realidad, es lo que los celtas tienen de mas especifico. Dicho con otras palabras, Los Druidas es también, podriamos decir que sobre todo, una introducci6n general al mundo cultural celta. Esto lo muestra el indice, pues tras los dos primeros capitulos de pre- sentacién general de quiénes son los druidas y de su lugar en la sociedad, los tres siguientes presentan la accion de los druidas como gestores de la cosmovisién céltica en su conjunto, deteniéndose sucesivamente en la técnicas rituales y magicas, en las concepciones del espacio y del tiempo y en los elementos més metafisicos y de reflexién escatolégica que con- lleva el saber druidico que es, también, un saber sobre el Mas Alla. Merece destacarse como un importante rasgo especifico de la obra la abundancia y extension de los pasajes traducidos de lenguas célticas, sobre todo irlandés antiguo. Este es un rasgo esencial que seria menos feliz bajo otra forma de presentacion. Ello se debe a que esos textos, ademas de la traduccién precisan un comentario. Asi el libro puede considerarse una sucesién de textos agrupados tematicamente y comen- tados. Una virtud fundamental de este tipo de presentacién es que abre un espacio a la libertad del lector. Este cuenta siempre con los elemen- tos necesarios — dejando aparte lo que representa el conocimiento de la lengua — para evaluar la interpretacién o el sentido de lo explicado en la medida que se ha ofrecido previamente la materia prima, el texto fundamental. Para terminar conviene destacar que buena parte de la dificultad del empeii estriba en la materia misma. Es una cuestién que ya hemos abordado y que forma parte por méritos propios de la historia de la teo- ria antropolégica. Esto es, como se puede comprender a unos intelec- tuales cuyos usos son tan ajenos a los estandares de nuestra cultura. Podemos indicar que una de las criticas mas consistentes a las Mitolégicas de Lévi-Strauss, procedente de la antropologia social britanica, ha con- sistido en poner de relieve la absoluta falta de consideracién por parte de Lévi-Strauss del papel de agentes sociales que intervienen en la ela~ boracién de los mitos asi como de los contextos sociales de representa- cién de esas narrativas. Parafraseando una expresion del antropologo J. Goody — uno de los criticos sefialados — los druidas son intelectuales sin escritura. Lo cual es una contradiccién en los términos para nuestra cultura y, desde luego, la dificultad mayor del empefo reflejado por el presente libro. PRéLoso 19 En este sentido es importante la opcién metodolégica mantenida por sus autores a lo largo de las diferentes reelaboraciones del libro. Si bien es cierto que los druidas, como personajes histéricos y grupo social, se atestiguan sobre todo en los testimonios etnograficos de la antigiiedad, no menos cierto es que los druidas aparecen en los textos mitolégicos irlandeses cubriendo ambitos de actividad complejos. Ahora bien, cuando contemplamos las acciones que los autores de la antigiiedad atribuyen a estos personajes y aquellas en las que se ven implicados en los mitos medievales no se aprecian diferencias significa tivas ni contradicciones: estamos ante las esferas de accion propias de un tipo social estable en tanto en cuanto la sociedad de la que emana y a la que sirve se mantiene dentro de sus marcos tradicionales. De hecho, como indican F. Le Roux y Gh.~J. Guyonvare’h en otros traba- jos, los druidas y la propia religion celta desaparecen cuando desapare- cen bajo la fuerza arrolladora de nuevas ideologias y précticas religiosas, como son las de la antigiiedad clésica encabezada por Roma — por Gre- cia entre los galatas de Anatolia — para los celtas continentales o las del cristianismo en el caso de Irlanda. De esta particularidad deriva otra constatacion que, para terminar, nos limitamos a apuntar. Si los druidas, agrafos por definicién, sc escon den tras el juego de espejos que constituyen tanto la etnografia de los autores de la antigiiedad cuando describian a los celtas, como los textos medievales compuestos por clérigos letrados cristianos que, sin embargo, consideraban oportuno transcribir sus historias tradicionales (erradi cando, eso si, los elementos paganos mas llamativos, como por ejemplo el sacrificio), practicamente solo sera posible conocerlos a través de sus obras, de sus acciones, considerando en este capitulo, por supuesto, las concepciones que desarrollaron sobre la organizacion del mundo. Deciamos mas arriba que los druidas no estan bien atestiguados en todas las regiones y épocas donde florecié la cultura celta. Esto es cierto de una manera directa. No sabemos de la presencia de druidas en la Galia Cisalpina, o entre los galatas de Anatolia. Tampoco en la Penin- sula Ibérica, aunque algunos hemos argumentado que sin recurrir a ellos toda tina serie de testimonios de actividad religiosa prerromana, 0 que no puede clasificarse ni como romana ni como cristiana, serian inexplicables. Porque lo mas importante que se desprende de este libro, laboriosamente construido a lo largo de décadas de estudio, es que los druidas constituyeron la argamasa que daba sentido a las sociedades cél- ticas y su desaparicién, a través de la aculturacién romana, griega o cris- 20 M. V. GARCIA QUINTELA / L. PLANCHAIS-LAGATU tiana, supuso la desaparicién de buena parte de su conocimiento y la derrota definitiva de los celtas como forma cultural auténoma, sucesiva a las derrotas sufridas por las armas. Sin duda esto es lamentable. Podriamos desear legitimamente que el grado de conocimiento sobre los celtas resistiese la comparacién con las grandes culturas que florecieron en el pasado en la cuenca mediterra- nea. Pero no es asi y las alternativas estan claras y son conocidas: pugnar por infligirles la enésima derrota pregonando el celta, autoproclamarse participes de una especie de simbiosis mistica con los celtas que justifica toda clase de «revivals» celtsmanos acréni- cos, 0 el estudio. Y el estudio es la opcion que han defendido incesante- mente los autores de este libro que, con toda modestia y en la medida de nuestras posibilidades, hacemos nuestra las personas que han contri- buido a la aparicién de esta version en espaiiol y aspiramos a transmitir a sus lectores. 4, BIBLIOGRAFIA COMENTADA DE Cu.-J. GUYONVARC’H Y F. Le Roux Para completar las paginas precedentes y ubicar correctamente la apor- tacién del presente libro en la obra de sus autores puede ser util resefiar sus principales trabajos considerando que no pretendemos ofrecer una bibliografia completa. Nos limitamos a recoger sus libros presentando brevemente su contenido. Se distinguen tres grandes areas tematicas: la traduccién y comentario de textos en lenguas célticas, fundamental- mente irlandeses, los estudios de léxico y los trabajos de presentacion de la cultura y religion de los celtas. 4.1, Eprcr6n pe TExTos Este trabajo es basicamente obra de Ch principios de los afios 50 con la traduccién de pequefias piezas o frag- mentos de literatura galesa o irlandesa. Se trataba de hacer accesible en lengua francesa un tesoro de literatura que permanecia practicamente desconocido en esa lengua (en la Revue Celtique publicada entre los afios 1870 y 1934 habia muchas traducciones, con frecuencia al inglés, y no . Guyonvarch, Se inicia a era una revista de gran difusion. Estos trabajos culminan con la edicién de varios libros PROLOGO ar Guvonvarc’H, Ch.-J., Textes mythologiques irlandais 1. 1, Rennes, Ogam, 1980. Es la tesis de doctorado de Estado de Guyonvare’h. Consiste en la presentacion, traduccién y comentario de los principales textos mitol6gicos irlandeses del ciclo del Ulster teniendo en cuenta sus variantes y complementos. El segundo volumen, un comentario de naturaleza religiosa obra de F. Le Roux, vio interrumpida su publi- caci muerte (1986). Ocurrié entonces que se perdié una copia del texto original de Le Roux, con las anotaciones de Dumézil. Superados este y otros obstaculos, Ediciones Armeline de Brest prepara la edicién de este texto en un futuro préximo. n por el penoso destino de la biblioteca de G. Dumézil tras su —, La raxzia des vaches de Cooley, Paris, Gallimard, 1994. Es la traduccion al francés del principal texto épico irlandés. Relata los incansables combates entre los ejércitos del conjunto de Irlanda mandados por Aillil y Mebd contra el Ulster, defendido en exclusiva n terrestre del gran dios céltico Lug. Este monumento literario figura en pie de igualdad por su héroe Cuchulainn, hijo o manifestac con otras grandes épicas universales como la Iliada o la Odisea, Boewulf, el Cantar de los Nibelungos, el Mahabharata 0 el Ramayana. —, Le dialogue des deux sages, Paris, Payot & Rivages, 1999. Traduccién francesa de un texto mitologico irlandés que refleja un estado de lengua muy antiguo. Contiene el debate entre dos druidas que aspiran a la primacia sobre los druidas de Irlanda haciendo gala de un alarde de sutileza intelectual consistente en un dominio del lenguaje y de los componentes basicos de la tradicién en la que se inscriben. El libro se completa con la traduccién de los lamados «Preceptos de Crichulainn® y con un apéndice sobre los nombres de los druidas. Le Roux, F. y Gh.-J. Guvonvarc’H, Le légende de la ville d’ls, Rennes, Ouest-France, 2000. Es un volumen hibrido consistente en la traduccién del breton al francés de los principales textos concernientes a mito de la ciudad sumergida de Is con su estudio correspondiente. Los autores se cen- tran en el destino literario de Dahud, figura correspondiente al tema mitico celta de la mujer del Mas Alls y Iegan a la conclusion de que la conversion de la tradicién més antigua en folclore, a su vez transformado en motivo literario, ha dejado poco del mito original en la tradicién bretona. 22 M.V. GARCIA QUINTELA / L. PLANCHAIS-LAGATU 4.2. Esruptos pe 1éxico Los estudios de léxico caracterizan el conjunto de la empresa Ogam, que en sus primeros nimeros ya acogia un «Vocabulaire Vieux-Celtique>, prolongado mis adelante por la larga serie de las que, firmadas por Guyon- varc’h, aparecieron en practicamente todos los numeros de la revista y de su suplemento Celticum. La utilizacién de estos trabajos en libros se plasma en los titulos dedicados a temas de cultura y religion célticas (ver mis abajo). Pero una serie especifica de publicaciones se centré en el bretén, empezando por el incompleto: Guyonvarc’H, Ch.-J., Dictionnaire étymologique du breton ancien, mayen et moderne, Rennes, Ogam-Celticum, 1973-1975. 1) Origine et histoire des mots 1973; 2) A-acensi 1973; 3) Acensi- aer 1973; 4) Aer-ahes 1975; 5) Ahes-alkent 1975; 6) Alkimiezh- amleal 1975. En este capitulo se sitta el rescate de antiguos testimonios de la len- gua bretona: —, Aur origines du breton, le glossaire vannetais du chevalier Arnold von Harff, voyageur allemand du XVe siécle, Rennes, Ogam-Celticum, 1984. Edicion de un testimonio del breton medieval, son cuarenta y seis palabras o frases recogidas por un noble aleman que se las hizo tra~ ducir y explicar, a través del francés. Guyonvare’h presenta este documento explicando los intrincados pasos fonéticos que se pro- ducen entre las formas dialectales de las lenguas empleadas por los personajes implicados. —, Le Catholicon. Reproduction de |’édition de Jehan Calvez, Tréguier, 14.99 / de Jehan Lagadeuc, Rennes, Ogam-tradition celtique, 1975. —, Lecatholicon: dictionnaire breton-latin-frangais / de Jehan Lagadeuc. Brest: Armeline, 2005. Es el texto del primer diccionario de francés y de bretén, acompa- fiado por una extensa introduccién de Guyonvare’h (pp. IX-GLID). 4.3, Cunrura y RELIGION DE LOS CELTAS Los trabajos de edicién de textos y lexicograficos fueron los prelimina- res de una explicacion global de la cultura y de la religion de los celtas, PROLOGO 23 que constituyen la parte fundamental de la obra de estos estudiosos. En esta faceta entran en juego de manera fundamental los trabajos prepara torios llevados a cabo por F. Le Roux en el ambito del estudio de la reli- gion y la mitologia celta. De una forma un tanto simplificadora se podria decir que estos libros retinen de manera organica los estudios de historia de las religiones de Le Roux con los estudios lexicales y las tra~ ducciones de Guyonvare’h, matizando esto, como se ha dicho, con la constatacién de que ambos siempre trabajaron conjuntamente. El libro més importante de la serie es el que el lector tiene entre sus manos que puede considerarse legitimamente la cumbre del trabajo de sus autores. El texto tiene una larga historia desde su primera edicin de 1961 firmada en exclusiva por F. Le Roux para un pequeiio volumen de 16 paginas en una coleccion dirigida por G. Dumézil: Le Roux, F., Les druides, Paris, PUF, 1961. Seguidamente el texto ampliado y ya firmado también por Guyon- vare’h fue reeditado por diferentes sellos editoriales —y Ch.-J. Guyonvare’H, Les druides, 2* ed. revisada y aumentada, Ren- nes, Ogam-Celticum, 1978. La cuarta edicion se fecha en 1986 (Les druides. 42 ed. Rennes: Quest- France). Esta edicion «definitiva> fue reeditada en el afio 2000 por «le Grand livre du mois» y ha sido la base de las traducciones al ale~ min de 1996 (Die Druiden: Mythos, Magie und Wirklichkeit der Kelten. Engerda: Arun-Verl; reedicién en 1998); al italiano del afio 1990 (I druidi. Génova: Ecig ed.) y es la base de la presente edicion. Lz Roux, F., Introduction générale a l'étude la tradition celtique, Rennes, Ogam, 1967. ~y Ch.-J. Guvonvarc'H,, Le Civilisation celtique, Rennes, Ogam-Tradition celtique, 1979. Se trata de una introduccién general a los celtas desde el punto de vista construido por los autores a lo lango de sus estudios. La Introduction de 1967 fue reemplazada en 1979 por La Civilisation. Libro que fue reedi~ tado en.1990 por el sello Quest-France, y en 1995 y 2001 por los edi- tores de Paris «Payot et Rivages> dentro de la «Petite bibliotheque Payot». El libro cuenta con una traduccién al portugués en 1993 (A civilizagdo celta, Mem Martins, Europa~América; reimpr. 1999). —; La Souveraineté guerriére de VIrlande: Mérrigan, Bodb, Macha, Rennes, Ogam, 1983. Estudio de mitologia sobre la diosa guerrera de los celtas examinada,

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