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La Real Academia define caracterizar como "determinar los atributos peculiares de alguien o de
algo, de modo que claramente se distinga de los demás". Puede referirse a personajes, tipografías,
páginas web, empresas, productos...
El proceso de caracterización conlleva todas las modificaciones que el actor debe realizar en su
aspecto y en su comportamiento para esconder las características de su personalidad y resaltar las
características del personaje. Por supuesto, las modificaciones más evidentes son las de carácter
externo y físico (a la peluquería, maquillaje y vestuario habrá que agregar la expresión vocal,
corporal y gestual), pero también conlleva modificaciones a otros aspectos de carácter interno, no
fácilmente perceptibles, o no inmediatamente, como las características emocionales y
psicosociales del personaje.
Dice Fuensanta Muños que: “En el contenido de una obra encontramos las observaciones o
revelaciones que el autor ha hecho acerca de la personalidad humana. Muchas de las mejores
obras dramáticas tienen su principal valor en la visión especial e inspirada que dan sobre la
naturaleza del ser humano.
El director (y los actores) deduce la personalidad de los personajes observando lo que dicen y lo
que hacen y averiguando los motivos que han provocado sus acciones y sus palabras.
La naturaleza de un personaje se destaca también por la cantidad de opiniones que los demás
personajes hayan expresado sobre él.
Las descripciones físicas que el dramaturgo puede incluir al comienzo de la obra sobre los
personajes son el punto de partida de la caracterización. Proporcionan al actor un marco de
referencia, un asidero simple para ayudarle a establecer las líneas generales de la persona a la que
habrán de representar.
Para analizar un personaje habrá que establecer primero su relación con la situación original y
determinar su grado de implicación en ella: protagonista, antagonista, en qué posición se sitúa
respecto al conflicto, etc. Una vez situado en la acción, hay que establecer su situación vital:
ocupación, creencias, modo de vida, etc. También es importante determinar qué estaba haciendo
justo antes de entrar en escena y su estado emocional, sus objetivos en la obra y el poder que
tiene para conseguirlos o no.”)
ANÁLISIS DEL PERSONAJE
Para hacer el análisis de un personaje, Lajos Egri planteó tener en cuenta tres dimensiones al
indagar las características del personaje: Las físicas, las psicológicas y las sociales. Sin embargo,
Sergio Arrau propone una dimensión más: la teatral.
Dicen que “el hábito no hace al monje” pero podemos completar el dicho con la frase “pero cómo
le ayuda”. Así, también podemos decir que el vestuario no hace al personaje y, sin embargo, no
podemos dejar de lado el valor que tiene para la propuesta actoral y la escénica.
El vestuario es uno de los componentes más importante de la apariencia externa del personaje y la
apariencia externa es el primer impacto de acercamiento entre el público y el personaje. Si al
entrar a la escena el actor va adosado con la peluca (o peinado), el maquillaje (incluyendo los
postizos) y el vestuario correctos se encuentra con un público predispuesto a creer que ese que se
pasea en la escena no es el actor sino el personaje. El resto dependerá de su desempeño vocal,
corporal e histriónico para lograr que el espectador no sólo no abandone, sino que se entregue
completa e íntegramente a la ficción.
EL ANTAGONISTA
El antagonista es aquel personaje que intenta impedir que el protagonista consiga su objetivo.
Bien porque él quiere lo mismo, bien porque va contra sus propios intereses.
El antagonista es quien se enfrenta al héroe y plaga su camino de obstáculos que generarán los
conflictos necesarios para que la historia avance con interés.
Puede serlo, pero no sólo eso. Podemos escribir un guión en el que no haya “malos” y “buenos”.
Aún así, el protagonista necesita un personaje que le impida alcanzar su meta con facilidad. En una
comedia romántica está muy claro. El protagonista quiere el amor de alguien, pero hay otra
persona que también lo quiere. En este caso, si el antagonista nos cae bien, nuestro protagonista
tiene que caernos aún mejor. En La boda de mi mejor amigo, la protagonista, el personaje de Julia
Roberts, parece querer aún a su amigo, pero la gracia está en que la antagonista, la novia de su
mejor amigo, que interpreta Cameron Díaz, nos cae muy bien.
De todas formas, mientras que el protagonista suele ser claramente un solo personaje, el
antagonista sí puede dividirse en varios personajes o incluso en un grupo (una corporación, un
grupo político, una secta …).
EL PROTAGONISTA
Es el personaje principal de un drama o historia. También es el que actúa en las mayores acciones
de una historia. Sin el personaje principal la historia no sería interesante, pero también son
importantes los personajes secundarios. El principal oponente del protagonista es el personaje
conocido como antagonista, quien representa o crea obstáculos que el protagonista debe superar.
Al igual que los antagonistas, puede haber más de un protagonista en una historia.
Por otra parte, a este personaje principal de la serie, pero del lado malvado o de la envidia, se le
llama neugonista, que pertenece al lado opuesto como los antagonistas aunque también es del
lado neutral.