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Comparados con los motores a gasolina, la principal ventaja de los motores diésel es su bajo

costo de operación, debido al precio del combustible que necesita para funcionar. En los años
90 existía una creciente demanda del mercado de motores de este tipo, especialmente en el
área de turismo (desde la década de 1990, en muchos países europeos ya supera la mitad).
Actualmente en los vehículos pequeños se está utilizando el sistema common-rail. Este
sistema brinda una gran ventaja, ya que se consigue un menor consumo de combustible,
mejorando las prestaciones del mismo; menor ruido (característico de estos motores) y una
menor emisión de gases contaminantes.2
Las desventajas iniciales de estos motores (principalmente valor de adquisición, costos de
mantenimiento, ruido y menos prestaciones) se están reduciendo debido a mejoras
tecnológicas que se han hecho con el tiempo en su diseño original, sobre todo en materia de
alimentación de combustible mediante inyección directa electrónica y de aire forzado con
accesorios como el turbocompresor o compresores eléctricos y en la disminución de
vibraciones mediante la introducción de los volantes motores bimasa. Con el uso de
una precámara para los motores de automóviles se consiguen prestaciones semejantes a las
de los motores de gasolina, pero se presenta el inconveniente del incremento del consumo de
combustible, con lo que la principal ventaja de estos motores prácticamente desaparece.
Durante los últimos años el precio del combustible ha superado al de la gasolina común por al
aumento de la demanda. Este hecho ha generado quejas de los consumidores de gasóleo,
como es el caso de transportistas, agricultores o pescadores.
En la década de los 2010 han surgido muchas voces críticas contra el motor diésel. Se le
considera culpable del incremento de partículas y contaminantes por óxidos de nitrógeno en
las ciudades. A esto se le suma que la ventaja de combustible más barato ya no es tal, al
igualarse los precios de la gasolina y el gasoil (aunque los motores diésel consumen menos
combustible a igual cilindrada por trabajar con exceso de aire respecto a un motor de
gasolina). El 16 de enero de 2017 la ciudad de Oslo prohibió expresamente la circulación de
coches diésel en el centro para reducir la contaminación.3 Poco después el Ayuntamiento de
París aprobó mediante votación, la prohibición de la circulación de vehículos diésel a partir de
2020.4 A estas ciudades se les han sumando Múnich y Madrid, que ha propuesto como fecha
del fin del diésel el año 2025. Muchas de estas medidas por parte de los gobiernos son
consideradas exageras y prematuras por parte de las empresas ya que los mayores culpables
son los diésel anteriores a la normativa Euro V mientras que los Euro V y VI son igual de
limpios que los motores de gasolina o incluso mas, por lo que los fabricante no consideran que
tengan sentido estas medidas ademas de complicar el desarrollo de futuros motores diésel
muchos mas limpios y eficientes

Bomba inyectora en línea


Bomba inyectora rotativa

El motor diésel fue inventado en 1893 por el ingeniero alemán Rudolf Diesel, empleado de la
firma MAN, que por aquellos años ya estaba en la producción de motores y vehículos de carga
de rango pesado.
Rudolf Diesel estudiaba los motores de alto rendimiento térmico, con el uso de combustibles
alternativos en los motores de combustión interna para reemplazar a los viejos motores de
vapor que eran poco eficientes y muy pesados y costosos. Su invento le costó muy caro: sufrió
un accidente que les provocó lesiones a él y a sus colaboradores, y que casi le costó la vida a
causa de la explosión de uno de sus motores experimentales.
Durante años Diesel trabajó para poder utilizar otros combustibles diferentes a la gasolina,
basados en principios de los motores de compresión sin ignición por chispa, cuyos orígenes
se remontan a la máquina de vapor y que poseen una mayor prestación. Así fue como en
1897 MAN produjo el primer motor conforme a los estudios de Rudolf Diesel, encontrando
para su funcionamiento un combustible poco volátil, que por aquellos años era muy utilizado,
el llamado aceite liviano, más conocido como fueloil, que se utilizaba para alumbrar las
lámparas de la calle.
Un motor diésel funciona mediante la ignición (encendido) del combustible al ser inyectado
muy pulverizado y con alta presión en una cámara (o precámara, en el caso de inyección
indirecta) de combustión que contiene aire a una temperatura superior a la temperatura de
autocombustión, sin necesidad de chispa como en los motores de gasolina. Este proceso es lo
que se llama la autoinflamación.
La temperatura que inicia la combustión procede de la elevación de la temperatura que se
produce en el segundo tiempo del motor, la compresión. El combustible se inyecta en la parte
superior de la cámara de combustión a gran presión desde unos orificios muy pequeños que
tiene el inyector, de forma que se atomiza y se mezcla con el aire a alta temperatura (entre
700 y 900 °C) y alta presión. Como resultado, la mezcla se inflama muy rápidamente. Esta
combustión ocasiona que el gas contenido en la cámara se expanda, impulsando
el pistón hacia fuera.
Esta expansión, a diferencia del motor de gasolina, es adiabática, generando un movimiento
rectilíneo a través de la carrera del pistón. La biela transmite este movimiento al cigüeñal, al
que hace girar, transformando el movimiento rectilíneo alternativo (de va y viene, ida y vuelta)
del pistón en un movimiento de rotación.
Para que se produzca la autoinflamación es necesario alcanzar la temperatura de inflamación
espontánea del diésel. En frío es necesario precalentar el diésel o emplear combustibles más
pesados que los empleados en el motor de gasolina, empleándose la fracción de destilación
del petróleo fluctuando entre los 220 °C y 350 °C, y que reciben la denominación de gasóleo.

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