La presión de Londres aumentará después de la independencia de Estados Unidos en 1783.
Bajo la dirección del aparato de
Inteligencia del comercio británico (manejado por Jeremy Bentham), se procedió a la liquidación del Antiguo Régimen en Iberoamérica. La "emancipación" fue seguida de todo un rosario de guerras balcanizantes en las que el único ganador era el comercio internacional británico. El general argentino Bartolomé Mitre lo expresó bien cuando, después de la vergonzosa Guerra de la Triple Alianza —en la que Brasil, Argentina y Uruguay aplastaron a Paraguay para aniquilar su sistema autárquico y telurocrático—, declaró que en aquella guerra habían triunfado "los grandes principios del libre cambio"... Su ideología no difería en nada de aquella que llevó al Imperio Británico a las guerras del opio en China en "defensa del sagrado derecho a comerciar".Estas dos obras demostraron que la emancipación de las colonias americanas de España estaba entre ceja y ceja del Imperio Británico ya en 1711, antes de que España ayudase a Estados Unidos a independizarse de la tutela de Londres. Gran Bretaña, sucesivamente derrotada en sus tentativas de invadir abiertamente la Iberoamérica continental (por ejemplo, en la Batalla de Cartagena de Indias de 1741), se contentó con promover la subversión masónica contra Madrid, dando a luz a una miríada de Estados pseudofallidos e impotentes que, enfrentados entre ellos caóticamente, acabarán pasando a la órbita británica primero y estadounidense después. Ninguno de los "libertadores" fue capaz de vislumbrar que el apoyo británico era un caramelo envenenado, ya que a Londres no le convenía el enriquecimiento de Hispanoamérica (es decir, que las riquezas hispanoamericanas revirtiesen en suelo hispanoamericano), sino drenar vampíricamente todo su comercio hacia el Caribe a precio de saldo —logrado mediante la desestabilización. La idea era conformar todos estos espacios como patios traseros del comercio británico: el dominio español o portugués directo sería sustituido por un dominio británico indirecto que utilizaría la ilusión de independencia como máscara.