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Alejandro Ariel Tomé.

Derecho Civil V, turno noche.


1- El abogado, a fin de evaluar la procedencia del reclamo alimentario, y en su caso
promoverlo, en virtud de lo dispuesto por los art. 638 CPCC de Nación y art. 635 CPCC
provincial, debería requerirle los siguientes datos:
1) Que acredite el título en cuya virtud los solicita (los alimentos). Refiere a la calidad
jurídica que ostenta el litigante frente a la obligación que tendría el otro de acceder a su
solicitud. Ello puede realizarse con la Libreta de Familia.
2) Que denuncie, siquiera aproximadamente, el caudal de quien deba suministrarlos. Esto
refiere a efectuar una descripción del patrimonio del alimentante, ya sea señalando su
fuente de ingresos laboral (trabajador independiente, o en relación de dependencia) sus
bienes registrables, teniendo en cuenta que cuanto más detalles se brinden al juez, más
sencillo será arribar a la fijación de la cuota al final del juicio (su determinación y su
cuantía).
3) Que acompañe toda la documentación que tuviere en su poder y que haga a su derecho,
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 333. Esto es, juntamente con el escrito de
inicio del reclamo alimentario se deberá acompañar toda la documental que el
interesado tuviera en su poder y que haga a su derecho con relación al pleito. Estas
pueden consistir en constancias de depósitos bancarios, constancias de gastos
efectuados y que se pretendan repetir.
4) Que ofrezca la prueba de que intentare valerse. Si se ofreciere prueba
testimonial, los testigos declararán en primera audiencia.

A los fines de la procedencia del juicio de alimentos, se debe cumplir


determinadas condiciones: 1- Probar la legitimación activa para reclamarlos. 2-
Demostrar el estado de indigencia del reclamante. 3- Demostrar la imposibilidad de
adquirirlos con su trabajo. 4- Demostrar la posibilidad económica del pretendido
alimentante (en el caso, la suegra de la actora). Los puntos 2 y 3 se encuentran en el texto
del art. 545 CCCN.
El reclamo de la obligación de alimentos a los suegros es aceptado, en virtud de lo que
expresa el art. 537 CCCN (“enumeración”), diciendo en el primer inciso que los parientes
se deben alimentos en el siguiente orden: a) Los ascendientes y descendientes. Entre
ellos, están obligados preferentemente los más próximos en grado. Al señalar
´preferentemente´, se da la posibilidad de que sean los padres del progenitor cuya
situación económica no le permite efectuar el cumplimiento de su obligación, quienes
deban subsidiariamente responder.

2- Cada una de las partes tiene que demostrar por medio de las pruebas su
argumento y tiene que demostrar su verdad de hecho. con las pruebas lo que el
actor debe demostrar es el nivel de gasto, y el demandado lo que debe demostrar
es su nivel de ingresos y sus gastos personales, para que el juzgador tenga una
certeza de la medida que aplicará.
Ofrecimiento de prueba de la accionante:

PRUEBA DOCUMENTAL. Por un lado, acompaña copia del acta de matrimonio, lo


que acredita la relación existente entre los hijos de la demandante y la contraparte.
Acompaña también las actas de nacimiento de los hijos, lo cual acredita el derecho que
los menores tienen de percibir alimentos por parte de sus abuelos paternos. Por último,
acompaña documentos consistentes en facturas, recibos y tickets, que van a acreditar los
pagos que la actora efectúa en concepto de alquiler, servicios (agua, luz, gas, teléfono),
cuota mensual escolar, gastos médicos y de farmacia, y demás actividades a las que los
menores concurran.
Alejandro Ariel Tomé.
Derecho Civil V, turno noche.
PRUEBA TESTIMONIAL. La cual correrá a cargo de x personas (el Sr. XX, padrino de
los menores, hermano de la accionante, y la Sra. XX, abuela materna de los menores,
madre de la demandante). El ciudadano XX y la ciudadana XX son testigos a quienes me
comprometo a presentar ante el juzgado interviniente, en el día y hora que mande a fijar
su Señoría la audiencia.

3- Los abuelos paternos se presentan a la audiencia fijada por el juez, en los


términos del art. 643 CPCC Nación (art. 640 CPCC provincial), esta es la audiencia
preliminar (a la que deberán comparecer las partes personalmente, y el
representante del Ministerio Pupilar, y en la que el juez procurará que aquellas
lleguen a un acuerdo directo, en cuyo caso homologará ese mismo acto,
poniendo fin al juicio), y siendo parte demandada podrán, para demostrar la falta
de título o derecho de quien pretende los alimentos, así como la situación
patrimonial propia o de la parte actora, acompañar prueba instrumental así como
también requerir informes. En el caso, los demandados ofrecen prueba
documental, testimonial, confesional, informativa y pericial junto con la
contestación de demanda. Ante dicha presentación, el juez bien determinará la
cuantía de la obligación alimentaria, o bien la denegará.

4- Si el matrimonio de Rosa y Juan logran probar que Elena tiene medios para cubrir
mínimamente las necesidades de los menores, las dos posturas respecto a si ello
los exime de la obligación de pasar alimentos se podrían sustentar en:
Argumento a favor (que justificaría que queden eximidos de dicha obligación): el
art. 659 CCCN, al hablar sobre el contenido de la obligación alimentaria,
menciona que “ésta comprende la satisfacción de las necesidades de los hijos de
manutención, educación, esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia,
gastos por enfermedad y los gastos necesarios para adquirir una profesión u
oficio”, y al poder ser estas cubiertas mínimamente por la parte actora, claro está
que no se requeriría de ningún aporte extra proveniente de una tercera persona.
Las normas referentes a la obligación de alimentos también, originariamente,
refieren a los “progenitores”, por lo cual principal obligada es la actora, y sólo
correspondería que los abuelos paternos aporten en el caso en que los recursos
de la actora fuesen insuficientes, lo cual no tiene lugar en este caso.
Argumento en contra (que justificaría que los abuelos no queden eximidos de
dicha obligación): El art. 659 establece, en su parte final, que “los alimentos están
constituidos por prestaciones monetarias o en especie”, por lo que la actora no
sólo cumple con su deber parental de alimentos satisfaciendo las diversas
necesidades de sus hijos, sino que lo hace doblemente, ya que es ella quien
tienen a sus hijos a su cargo, quien pasa el tiempo con ellos, quien cumple con
las mencionadas “prestaciones en especie”; y es por esto que corresponde que
los abuelos paternos, quienes gozan de un nivel económico aun superior,
colaboren con la mantención de sus nietos, ante la imposibilidad que el padre de
éstos presenta a tal fin. En la misma línea se encuentra el art. 660 CCCN, que
dispone que “las tareas cotidianas que realiza el progenitor que ha asumido el
cuidado personal del hijo (en el caso la actora) tienen un valor económico y
constituyen un aporte a su manutención”. Por último no puede dejar de
atenderse al principio rector del Interés superior del niño, en virtud del cual debe
siempre estarse a lo que sea más beneficioso para él, en el caso para los menores,
quienes indudablemente podrían gozar de un mejor nivel de vida gracias al
aporte alimentario que eventualmente realizaran sus abuelos.
Alejandro Ariel Tomé.
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5- Si Juan Benítez acreditase que el abuelo materno de los menores, el Sr. Pablo
García, tiene ingresos y recursos similares a los de él, esto no lo dispensaría de su
obligación de pasar alimentos, ya que esta obligación es igual para ambos
progenitores (art. 658 CCCN), y es el Sr. Benítez quien junto a su esposa suplen a
su hijo en su carga obligacional. Es debido a ello que la pretensión de la Sra. Elena
no cae.

6- El art. 644 dispone que “admitida la pretensión, el juez fijará la suma que
considere equitativa y la mandará abonar por meses anticipados, desde la fecha
de interposición de la mediación. Las cuotas mensuales a que se refiere este
artículo, como también las suplementarias (por alimentos atrasados),
devengarán intereses desde la fecha fijada en la sentencia para el pago de cada
una de ellas”.

El art. 548 CCCN habla sobre la retroactividad de la sentencia, diciendo que “los
alimentos se deben desde el día de la interposición de la demanda o desde la
interpelación al obligado por medio fehaciente, siempre que la demanda se
presente dentro desde los seis meses de la interpelación”.
Por último, en el caso en que los abuelos paternos dentro de quinto día de
intimado el pago, no hubieren hecho efectivo el pago, sin otra sustanciación se
procederá al embargo y se decretará la venta de los bienes necesarios para cubrir
el importe de la deuda (art. 648).

7- Si la Sra. Elena de Benítez viviera en pareja con el Sr. Guillermo Pérez, ello no
dispensaría al progenitor de su deber de cumplir con la obligación de alimentos
(como deudor principal), reemplazado en subsidio por el padre de aquél debido
a la insuficiencia económica que su hijo presenta. Respecto de la obligación
alimentaria de los abuelos maternos, esta situación no trae ninguna
alteración/consecuencia, ya que en el caso planteado la obligación alimentaria
por parte de los abuelos maternos no está en discusión (no la tienen), debido a
que la Sra. Elena cumple con la obligación que sobre ella recae en carácter de
progenitora, por lo que no necesita ser reemplazada a tal efecto.

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