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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

Facultad de Ciencias Exactas y Naturales


Departamento de Matemática

Tesis de Licenciatura

Teorema de Cartan - Kähler

Manuel Puebla

Director: Fernando Cukierman

Fecha de Presentación
Agradecimientos

Primeramente, quisiera agradecer a mi director, Fernando Cukierman. No sólo


por aceptarme como alumno sino también por todas esas largas charlas de Matemáti-
ca en el bar y los tantos cientos de tı́tulos de libros que intercambiamos a lo largo
de estos años. Por compartir su forma de ver la matemática conmigo y proponerme
este tema de Tesis.

Segundamente, a Jorge Devoto y César Massri por aceptar ser jurados de esta
Tesis de Licenciatura.

Quiero agradecer al Seminario de Geometrı́a Algebraica, espacio que me ha reci-


bido y del cual he aprendido a sentirme parte con el correr de los años: Fede, Ariel,
César, Manuel, Javi, Osvaldo, Martı́n, Juliana y Matı́as. .

Quisiera también agradecer a mis compañeros de mi extensa y discontinua cur-


sada, por todos esos mates y tardes resolviendo guı́as: Lau, Carito, Solange, Magalı́,
Mara Georgina, Hernán, Lucas, Rosi, Fran, Martina, Pablo, Guille, Manolo, Gabriel.
A Fede, por esa cursada de Álgebra III y el final de Diferencial que preparamos jun-
tos. A La Logia: el Pollo, Zadu, Ariel, Marco.

En el plano personal, quiero agradecer a mi familia, por el apoyo incondicional


en este largo recorrido hasta la defensa de esta Tesis. A mi viejo Carlos y a mi vieja
Susana, quienes con paciencia infinita, el dı́a de hoy me ven recibirme. A mi hermana
Paula, que me bancó en todas. A Luján, por estar siempre ahı́, desde que tengo uso
de razón.

A mis amigos de toda la vida: MMRY, N-Fede, Burger, Pocho, el Cabezón,


Boli, Mati, Mauri, por todas esas canciones que supimos conseguir en los dı́as de
urgencia. A los chicos de Ranelagh: Tiabu, Tanque, Pais, Tobi, Kakune, TTK, el
Ruso, el Tano. A Paly, Nico y Frankie.

A Ceci, por todos estos años de amistad, cafés y los infinitos ((¡recibite Manuel!))
que finalmente dieron resultado: mil gracias, Ce.

A Charly Di Fiore, Nico Sirolli, y a Pancho Kordon, por esas charlas en Brasil y
en todos lados.

ii
iii

A Adrián Grassi, por el trabajo conjunto de todos estos años, desde el medio del
mar de regreso a la costa.

Por último, quisiera agradecer también a todos los matemáticos y profesores que
me alentaron a estudiar matemática en esos tiempos de dudas, cuando era alumno
todavı́a en Facultad de Ingenierı́a: sin su consejo sincero y ánimo constante hoy no
estarı́a acá. In order of appearance: Ernesto Aljinovich, Adriana Cabanna, Rafael
Garcı́a, Sebastián Grynberg, Roberta Hansen, Graciela González, Miguel Calzón,
Nora Peralta, Isabel Pustilnik, Anı́bal Amoreo, Daniel Prelat, Fernando Chorny,
Alicia Scarfiello.

Nada de esto hubiera sido posible sin ustedes.

Gracias... maximales.
A mis viejos.
Índice general

Introducción 1

1. Sistemas Diferenciales Exteriores 2


1.1. Sistemas Diferenciales Exteriores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.2. Fibrados de jets . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.3. Grassmanianas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
1.4. Método de los moving frames . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

2. Elementos integrales 26
2.1. El Problema de Cauchy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
2.2. Elementos integrales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2.3. El Test de Involutividad de Cartan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

3. Teorema de Cartan-Kähler 50
3.1. Discusión preliminar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
3.2. Teorema de Cartan-Kähler . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
3.3. Ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

4. Sistemas lineales Pfaffianos 67


4.1. Sistemas lineales Pfaffianos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
4.2. Tableau y sı́mbolo de un sistema lineal Pfaffiano . . . . . . . . . . . . 70
4.3. Torsión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
4.4. Cartan-Kähler y sistemas lineales Pfaffianos . . . . . . . . . . . . . . 77
4.5. Ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
4.6. Comentarios finales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87

vi
Introducción

Esta tesis da una demostración detallada del Teorema de Cartan-Kähler, pieza


central de la Teorı́a de Sistemas Diferenciales Exteriores en el contexto analı́tico
real.
En el primer capı́tulo de esta tesis, definimos el concepto de sistema diferencial
exterior a partir del estudio de varios ejemplos. Definimos los conceptos de varie-
dad integral de un sistema diferencial exterior, condición de independencia. Damos
las definiciones locales para los fibrados de jets de aplicaciones entre variedades y
también para grassmanniannas asociadas a una variedad suave. Comentamos una
de las construcciones clásicas de Cartan en la aplicación de la teorı́a de EDS a la
geometrı́a de superficies en el espacio euclı́deo tridimensional: el fibrado de frames.
En el segundo capı́tulo, estudiamos el concepto de elemento integral de un sis-
tema diferencial exterior. Tales objetos pueden pensarse como variedades integrales
infinitesimales de un EDS. Estudiamos la geometrı́a diferencial básica del espacio de
elementos integrales para una dimensión fija mediante la introducción de nociones de
puntos Kähler-ordinarios y puntos Kähler-regulares, para luego investigar las rela-
ciones de incidencia entre elementos integrales de diferentes dimensiones. Definimos
también la involutividad de Cartan para un sistema diferencial exterior y proba-
mos el llamado Test de Involutividad de Cartan, que permite detectar banderas de
elementos integrales Kähler-regulares.
En el tercer capı́tulo, damos una demostración rigurosa del teorema de Cartan-
Kähler, discutiendo previamente la necesidad de sus hipótesis y dando luego varios
ejemplos sencillos de aplicación.
En el cuarto y último capı́tulo de esta tesis, definimos los sistemas lineales Pfaf-
fianos y comentamos algunas de sus caracterı́sticas y construcciones relacionadas,
para dar una versión del teorema de Cartan-Kähler en este caso particular. Da-
mos algunos ejemplos de aplicación y concluı́mos el capı́tulo con comentarios sobre
prolongación de sistemas diferenciales y el alcance del test de Cartan.

1
Capı́tulo 1

Sistemas Diferenciales Exteriores

En la actividad matemática, como


en cualquier otra actividad
humana, uno debe encontrar un
balance de valores: no hay duda
que es importante razonar
correctamente, pero es aún más
importante saber formular los
problemas correctos.

Élie Cartan

1.1. Sistemas Diferenciales Exteriores


Nomenclatura. Antes de comenzar, fijemos algunas notaciones. Consideremos
una variedad diferenciable Σ de dimensión n y su fibrado cotangente T ∗ Σ, cuyas
fibras en un punto x ∈ Σ son los espacios cotagentes Tx∗ (Σ). A partir de T ∗ Σ,
construimos el fibrado ΛT ∗ Σ, cuyas fibras son
X
ΛTx∗ = Λp Tx∗ ,

y tienen una estructura de álgebra graduada. Cada uno de estos sumandos directos
puede pegarse, fibra a fibra, resultando en subfibrados Λp T ∗ Σ. Para cada p, una
sección del fibrado
Λp T ∗ Σ → Σ
es llamada una forma diferencial de grado p, o simplemente una p-forma. También,
llamaremos forma diferencial (a secas) a una sección del fibrado ΛT ∗ Σ; su com-
ponente p-ésima será sencillamente una p-forma. Todas las secciones consideradas
serán de tipo C ∞ , a menos que se indique explı́citamente lo contrario.
Al conjunto de secciones C ∞ de Λp T ∗ Σ lo denotaremos Ωp (Σ), y escribiremos
M
Ω∗ (Σ) = Ωp (Σ).

2
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 3

Ciertamente, Ω∗ (Σ) es un anillo bajo ∧. Un ideal I ⊂ Ω∗ (Σ) que satisface dα ∈ I


para todo α ∈ I se dice un ideal diferencial de Ω∗ (Σ). Diremos que un tal ideal
I está generado (o también diferencialmente generado) por una colección finita de
formas diferenciales G = {α1 , . . . , αk } si toda forma θ ∈ I puede escribirse como

θ = γ1 ∧ α1 + · · · + γk ∧ αk + ν1 ∧ dα1 + · · · + νk ∧ dαk
para ciertas γi , νi ∈ Ω∗ (Σ). Usaremos la notación I = {G}diff . En cambio, si toda
θ ∈ I puede escribirse como

θ = γ1 ∧ α1 + · · · + γk ∧ αk

para ciertas γi ∈ Ω∗ (Σ), diremos que I está algebraicamente generado por G y


usaremos la notación I = {G}alg . Evidentemente

{α1 , . . . , αk }diff = {α1 , . . . , αk , dα1 , . . . , dαk }alg

.
Recordemos que la graduación de formas produce una escritura
M
I= Ip

donde I p = I ∩ Ωp (Σ) es un ideal homogéneo de p-formas, su componente de grado


p. En lo siguiente, haremos uso de la notación I := I 1 y cuando sea conveniente,
consideraremos a I como un subfibrado de T ∗ Σ.
Estamos listos para dar la definición del principal objeto de estudio de esta tesis.

Definición 1.1.1. Un sistema diferencial exterior en una variedad suave Σ es un


par (Σ, I) donde I es un ideal diferencial de Ω∗ (Σ). Una variedad integral de un tal
sistema es una subvariedad inmersa f : M → Σ tal que f ∗ (α) = 0 para toda α ∈ I.

Usualmente, pensaremos a una variedad integral de (Σ, I) como una subvariedad


f : M → Σ donde f es simplemente la inclusión y M verdaderamente un subconjunto
de Σ que hereda estructura diferencial de manera bonita; ası́ la condición ((f ∗ (α) = 0
para toda α ∈ I)) la nombraremos dicendo simplemente ((α = 0 para toda α ∈ I)).
El origen mismo de la teorı́a de sistemas diferenciales exteriores se encuentra en
el trabajo del matemático y astrónomo alemán Johann Friedrich Pfaff (1765-1826).
Alrededor de 1814, Pfaff consideró el problema de hallar soluciones al sistemas de
formas

α1 = 0, . . . , αr = 0 αi ∈ Ω1 (Σ) 1 ≤ i ≤ r (1.1)
A raı́z de su trabajo en este problema, Carl Gustav Jacobi (1804-1851) acuñó el
nombre ((ecuaciones Pfaffianas)) para tales sistemas, y ((problema de Pfaff)) al proble-
ma de integración. Trabajos de Feodor Dehanna (1815-1841), August Leopold Cre-
lle (1780-1855), Jacobi, Ferdinand Georg Frobenius (1849-1917), Sophus Lie (1842-
1899) y Gaston Darboux (1842-1917) estuvieron centrados alrededor del problema
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 4

de Pfaff. En su trabajo ((On certain differential expressions of the Pfaff problem))


(1899), Cartan probó que todo sistema de ecuaciones direfenciales en derivadas par-
ciales podı́a formularse en términos de un sistema de ((ecuaciones Pfaffianas)) y a lo
largo de una serie de trabajos (la mayorı́a de ellos publicados entre 1899 y 1902)
desarrolló una metodologı́a nueva para la investigación de esos sistemas, basada en
el uso intensivo de álgebra multilineal y cálculo exterior.
En 1877 Frobenius consiguió una condición necesaria y suficiente para que un
sistema Pfaffiano admita variedades integrales de dimensión máxima; tal resultado
es conocido hoy dı́a como teorema de Frobenius y a los sistemas que cumplen esa
condición se los llamó ((completamente integrables)). Sin embargo, en sus trabajos
((On integration of systems of exact equations))(1901) y ((On the structure of infinite
groups of transformations))(1904-1905), Cartan fue más allá: se dedicó a investigar
sistemas Pfaffianos que no eran completamente integrables. Siguiendo la nomencla-
tura de Lie, quien hablaba de ((sistemas de ecuaciones invotutivos)), Cartan definió a
los ((sistemas Pfaffianos en involución)) como los sistemas de formas de grado 1 que
poseı́an variedades integrales, no necesariamente de ((dimensión máxima)). Resul-
ta que el concepto de involutividad es uno de los más importantes de la teorı́a de
sistemas diferenciales y también uno de los más difı́ciles de comprender.
Cartan basó su teorı́a en un resultado clásico en la teorı́a de ecuaciones diferen-
ciales en derivadas parciales, el Teorema de Cauchy-Kowalevski, válido sólo en la
categorı́a analı́tica. En este contexto, además de encontrar condiciones necesarias y
suficientes para la involución de un sistema Pfaffiano, Cartan estableció un criterio
aritmético que medı́a la existencia de variedades integrales de una dimensión dada a
través de un entero, el ((género)) de un sistema, también llamado ((entero de Cartan));
el mismo criterio establece además ((el grado de arbitrariedad)) de tales variedades.
Cartan aplicó esta teorı́a en su trabajo ((The Pfaffian systems with five variables
and partial differential equations of second order))(1910). Aquı́, estudió un siste-
ma de dos ecuaciones diferenciales en derivadas parciales, retomando un problema
planteado por Edouard Goursat (1858-1936). También aplicó la teorı́a de sistemas
Pfaffianos en involución al estudio de las llamadas transformaciones de Bäcklund, a
la Teorı́a de la Relatividad y al estudio de la geometrı́a de subvariedades de espacios
homogéneos.
Fue Erich Kähler (1906-2000) quien extendió y generalizó la teorı́a de Cartan
de sistemas Pfaffianos en involución a sistemas con formas diferenciales de grado
arbitrario, en su libro ((Introduction to the theory of systems of partial differential
equations))(1934); Cartan mismo celebró el trabajo de Kähler e incluso adoptó la
notación de éste al publicar una exposición sistemática y exhaustiva de su teorı́a y
la de Kähler en el libro ((Exterior differential systems and their geometric applica-
tions))(1945).
Es ası́ como una de las principales fuentes de ejemplos para la teorı́a de siste-
mas diferenciales exteriores es el estudio de ecuaciones diferenciales con métodos
geométricos. Fue Élie Cartan quien vió la utilidad de las formas diferenciales para
codificar relaciones entre funciones y sus derivadas, desentendiéndose de las corde-
nadas utilizadas y empleando definiciones intrı́nsecas. Los próximos ejemplos permi-
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 5

tirán ilustrar naturalmente dos conceptos importantes: el fibrado de jets entre dos
variedades y la condición de independencia de un sistema diferencial exterior.

Ecuaciones diferenciales ordinarias Veamos como los EDS permiten codifi-


car situaciones bien conocidas en la teorı́a de ecuaciones diferenciales. Comencemos
con un problema sencillo: encontrar, si es posible, la integral de una ecuación diferen-
cial ordinaria. Para atacar este problema, tenemos a nuestra disposición el teorema
de Picard:

Teorema de Picard. Consideremos R2 con coordenadas (x, y). Sea f : R2 → R una


función continua, con derivada continua respecto de y. Entonces dado (x0 , y0 ) ∈ R2 ,
existe un intervalo abierto J = (a, b) alrededor de x0 y una función y = y(x) definida
en J que verifica

 dy = f (x, y)
dx (1.2)
y(x0 ) = y0

Aún más, toda otra solución de este problema de valores iniciales debe coincidir
con la función y en el intervalo J.

No es difı́cil interpretar este resultado en términos de variedades diferenciales:


consideremos Σ = R2 con su estructura diferenciable estándar y coordenadas globa-
les a las funciones x, y. Es claro que el gráfico de la solución del problema es tangente
en cada punto al campo vectorial
∂ ∂
X= + f (x, y)
∂x ∂y
Este campo entonces captura entonces la ecuación diferencial en un sentido
geométrico: toda solución de (1.2) da lugar a una curva integral de X - una fun-
ción c : J → R2 tal que c0 (x) = Xc(x) . Ahora bien, un cálculo directo muestra que
las curvas integrales c de X son exactamente aquellas curvas que anulan a la forma
θ = dy − f (x, y)dx bajo el pullback: c∗ (θ) = 0. Definiendo I = {θ}diff , entonces el
sistema diferencial exterior (Σ, I) caracteriza el problema de valores iniciales en el
siguiente sentido:

las soluciones de (1.2) están en correspondencia uno a uno con las variedades
integrales de (Σ, I) que verifican c∗ (dx) 6= 0

Sistemas de ecuaciones en derivadas parciales Ataquemos ahora un pro-


blema más complejo: el problema de resolver un sistema de ecuaciones diferenciales
en derivadas parciales. Sea U ⊂ R2 un conjunto abierto, conexo, no vacı́o y sobre
U , el siguiente sistema de ecuaciones diferenciales
(
ux = A(x, y, u)
(1.3)
uy = B(x, y, u)
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 6

donde A y B son funciones suaves dadas, por simplicidad definidas en todo R3 .


Teniendo disponible el Teorema de Picard, uno podrı́a pensar en resolver este
problema de a una variable a la vez: es decir, resolver este sistema de PDE re-
solviendo una sucesión de problemas de valores iniciales ordinarios. En concreto: si
quisieramos resolver el sistema alrededor del origen , pondrı́amos y = 0, u(0, 0) = u0 ,
con lo que aplicarı́amos el Teorema de Picard al problema
dũ
= A(x, 0, u), ũ(0) = u0 (1.4)
dx
para obtener una función ũ. Luego, para cada x, volverı́amos a invocar el Teorema
de Picard para resolver ahora el problema
du
= B(x, y, u), u(x, 0) = ũ(x) (1.5)
dx
Esto determina una función u de variables x, y en algún entorno del origen.
Ahora bien - ¿es esta u una solución a nuestro problema (1.3)? A priori, esta solu-
ción está sujeta a una condición de compatibilidad: sus derivadas parciales deben
conmutar. Utilizando el sistema (1.3), esta condición de compatibilidad resulta

Ay + BAu = Bx + ABu (1.6)


en cada punto donde u esté definida. ¿Cómo se captura esta condición en términos
geométricos?
Para ver esto, R5 equipado con coordenadas (x, y, u, p, q). El sistema (1.3) define
una subvariedad j : Σ ,→ R5 dada por

Σ = {(x, y, u, p, q) ∈ R5 : p = A(x, y, u), q = B(x, y, u)}

.
Equipemos ahora a R5 con las siguientes formas diferenciales,

θ := du − p dx − q dy, Ω := dx ∧ dy

definidas globalmente e investiguemos qué nos dicen estas formas diferenciales sobre
las subvariedades de dimensión dos de R5 . Tomemos una superficie i : S ,→ R5
tal que i∗ Ω 6= 0 en cada punto de S. Como dx, dy son 1-formas linealmente inde-
pendientes, podemos usar x, y como funciones coordenadas sobre S, de modo tal
que
S = {(x, y, u, p, q) ∈ R5 : u = u(x, y), p = p(x, y), q = q(x, y)}
para ciertas funciones u, p, q definidas en R2 .
¿Qué sucede cuando i∗ θ ≡ 0 sobre S? En ese caso, el pullback de θ a S resulta
en
i∗ du = p dx + q dy.
Además, como sobre S u es función de x e y, tenemos que

du = ux dx + uy dy
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 7

La independencia lineal de {dx, dy} da como conclusión p = ux y q = uy en S.


Como i∗ θ se anula idénticamente, resulta que d(i∗ θ) ≡ 0 sobre S. Ahora bien,
la diferencial conmuta con el pullback, por lo cual obtenermos que i∗ (dθ) ≡ 0 en S.
¿Qué significa esto? Recordemos que como estamos considerando subvariedades de
R5 , los pullbacks de formas diferenciales los entendemos como la restricción de las
formas a las subvariedades. Ası́, veamos qué obtenemos con el pullback de la forma
dθ a S.
Primero, recordamos que dθ = −dp ∧ dx − dq ∧ dy. Cuando restringimos esta
forma a Σ, obtenemos
j ∗ (dθ) = (Ay − Bx )dx ∧ dy − Au du ∧ dx − Bu du ∧ dy
Ahora, restrigiendo esta forma a S y recordando que du = Adx + Bdy y que Ω =
dx ∧ dy, tenemos que
i∗ (dθ) = (Ay − B − x + Au B − ABu )i∗ (Ω)
Es decir, las condiciónes i∗ (dθ) ≡ 0, i∗ (Ω) 6= 0 sobre S implican que se satisfacen
las condiciones de compatibilidad (1.6). Definiendo I := {θ}diff concluimos:
existe un correspondencia uno a uno entre las soluciones del sistema (1.3)y las
variedades integrales f : S → Σ de (Σ, I) que verifican f ∗ (Ω) 6= 0 en S
Estos dos ejemplos ilustran una estrategia general para tratar problemas de en
la teorı́a de ecuaciones diferenciales desde una perspectiva geométrica: buscamos
primero una variedad suave M lo suficientemente grande como para ((representar))
al sistema de ecuaciones diferenciales como una subvariedad suave Σ; las soluciones
del sistema vendrán dadas por subvariedades de Σ sobre las cuales ciertas formas
diferenciales distinguidas se anulan.
Observemos también que además de trabajar con el ideal diferencial I, traba-
jamos con una forma diferencial cerrada descomponible - en el primer ejemplo, la
forma era simplemente dx, mientras que en el segundo, era la forma Ω = dx ∧ dy.
Tales formas se conocen como condiciones de independencia y nos proporcionan
una forma de pensar ((variables independientes)) con respecto a las cuales podemos
parametrizar subvariedades integrales de (Σ, I). Formalmente, tenemos la siguiente
Definición 1.1.2. Una condición de independencia de grado k para sistema dife-
rencial exterior (Σ, I) viene dada por una clase de equivalencia de k-formas definida
por
(i) Ω y Ω̃ son equivalentes si
Ω ≡ f Ω̃; mod I
donde f es una función no nula;
(ii) localmente, la clase [Ω] es representable por una forma descomponible
Ω = ω1 ∧ · · · ∧ ωk
donde las ω i son 1-formas; y
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 8

(iii) Ωx ∈
/ Ix para todo x ∈ Σ.

En términos intrı́nsecos, bajo condiciones de rango constante sobre I (el sumando


directo de grado uno de I) podemos pensar una condición de independencia como
dada por un subfibrado adicional de J ⊂ T ∗ Σ tal que
(
I ⊂ J ⊂ T ∗Σ
(1.7)
rango(J/I) = k.
Desde esta perspectiva, las ω i dadas antes son secciones locales de J que inducen
una base de J/I y entonces Ω representa una sección nunca nula de Λk (J/I). Usual-
mente trabajaremos de manera local y pondremos simplemente Ω = ω 1 ∧ · · · ∧ ω k ,
sobreentendiendo que estamos hablando de una clase de equivalencia: usualmen-
te quedará sobreentendida cuál es la condición de independencia utilizada en cada
contexto; de no ser ası́, utilizaremos la notación (Σ, I, Ω).

Definición 1.1.3. Una variedad integral de un EDS (Σ, I) con condición de inde-
pendencia Ω será una subvariedad inmersa f : M → Σ tal que

(i) f : M → Σ es una variedad integral de (Σ, I);

(ii) f ∗ (Ω) es nunca nula en M .

En la siguiente sección vamos a formalizar los argumentos presentados en los


últimos dos ejemplos dando la definición del fibrado de jets entre dos variedades
suaves, concepto fundamental para el estudio de la teorı́a de EDS.

1.2. Fibrados de jets


En esta sección vamos a definir el fibrado de jets de mapeos entre dos variedades
suaves M, N . De alguna manera, el fibrado de jets puede pensarse como ((el espacio
de todas las derivadas parciales de mapas entre variedades)). Esta construcción se
debe a un notable alumno de Elie Cartan, Charles Ehresmann (1905-1979) quien
desarrolló esta idea como una formalización de las construcciones empleadas por
Cartan en sus trabajos sobre ecuaciones diferenciales a principios del siglo XX. La
introducción de los fibrados de jets fue clave en el desarrollo de una teorı́a formal de
ecuaciones diferenciales, que floreció gracias a la irrupción de métodos homológicos
a mediados del siglo XX. La descripción que daremos en esta sección será breve
y apenas tocará la definición elemental y apuntará hacia una descripción local,
que nos permitirá hacer algunas cuentas luego en términos de coordenadas. Para
un tratamiento en profundidad, recomendamos al lector consultar el libro de J.F.
Pommaret Systems of partial differential equations and Lie Pseudogroups, [1].

Antes de dar la primera definición de la sección, fijemos algunas convenciones


para alivianar la notación. Consideraremos multi-ı́ndices λ = (λ1 , . . . , λn ) ∈ Nn0 con
entradas no decrecientes, es decir λi ≤ λj ∀ i ≤ j y convenimos |λ| = λ1 + · · · + λn .
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 9

Además, dado x ∈ Rn , pondremos f(0,...,0) (x) = f (x) para λ = (0, . . . , 0) y en caso


contrario

∂ |λ| f
fλ (x) := (x).
∂(x1 )λ1 · · · ∂(xn )λn
Estamos listos para comenzar.

Definición 1.2.1. Consideremos Rn con coordenadas estándar x1 , . . . , xn , un abier-


to U alrededor de un punto p y sea r ∈ N0 . Diremos que dos campos

f :U →Ryg:U →R

tales que f (p) = g(p) tienen el mismo r-jet en p si

fλ (p) = gλ (p) ∀ λ tal que 1 ≤ |λ| ≤ r,

En otras palabras, dos campos f, g tendrán el mismo r-jet si sus polinomios de


Taylor de orden r alrededor de p coinciden.

Es inmediato ver que ((tener el mismo r-jet alrededor de un punto p)) es una
relación de equivalencia. Para escribir que f y g son equivalentes bajo esta relación
r
usaremos la notación f ←→ g y para notar la clase de equivalencia de un campo
escalar f usaremos

[f ]rp = (p, f (p), fλ (p)) para 1 ≤ |λ| ≤ r

.
Por ejemplo, consideremos en R2 con coordenadas (x1 , x2 ) la función definida
por f (x1 , x2 ) = 3 − x1 − 2x2 + (x1 )2 + x1 x2 + 2(x2 )2 alrededor del origen. Si queremos
codificar la información de primer orden de f , miraremos su 1-jet calculando sus
derivadas parciales en el origen:

f(0,0) (0, 0) = 3, f(1,0) (0, 0) = −1, f(0,1) (0, 0) = −2,

y ası́ su clase de equivalencia será [f ]1(0,0) = (0, 0, 3, −1, −2) En cambio, si quere-
mos distinguir información de segundo orden, tendremos que computar además sus
derivadas de segundo orden

f(1,1) (0, 0) = 2, f(1,2) (0, 0) = 1, f(2,2) (0, 0) = 4,

con lo que su 2-jet alrededor del origen será [f ]2(0,0) = (0, 0, 3, −1, −2, 2, 1, 4).
Esta definición puede extenderse de manera evidente a campos de vectores f, g :
R → Rm si hacemos uso de sus componentes: f y g tienen el mismo r-jet alrededor
n

de un punto p si y sólo si sus componentes son campos escalares con el mismo r-jet
alrededor de p. Formalmente, tenemos la siguiente
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 10

Definición 1.2.2. Consideremos Rn con coordenadas estándar x1 , . . . , xn , un abier-


to U alrededor de un punto p y sea r ∈ N0 . Diremos que dos campos de vectores

f : U → Rm y g : U → Rm

tienen el mismo r-jet alrededor de p si


r
f i ←→ g i para 1 ≤ i ≤ m,

donde f = (f 1 , . . . , f m ), g = (g 1 , . . . , g m ).
r
Vamos a usar la notación f ⇐⇒ g a campos equivalentes en este sentido y ahora
la clase de f la escribiremos [[f ]]rp , siendo,

[[f ]]rp = (p, f (p), fλ1 (p), . . . , f m (p)λ )

Con 1 ≤ |λ| ≤ r. Estamos ahora en condiciones de definir el r-jet de mapas


suaves entre variedades diferenciales N y M a través de sus formas locales.
Definición 1.2.3. Sean N, M variedades suaves y sea p ∈ N . Dadas dos aplicaciones
suaves f, g : N → M , diremos que tienen el mismo r-jet en un punto p si
r
Ψ ◦ f ◦ Φ−1 ⇐⇒ Ψ ◦ g ◦ Φ−1

para todo par de cartas (U, Φ), (V, Ψ) alrededor de p ∈ N y q ∈ M respectivamente.


Es fácil ver que esta relación es una relación de equivalencia bien definida: no
depende de las cartas utilizadas. Notaremos a la clase de una f : N → M con el
sı́mbolo
jpr (f )
.
Conjuntı́sticamente, ya podemos definir el espacio de r-jets de N a M . Sean
p ∈ N, q ∈ M . Definamos
r
Jp,q (N, M ) = {jpr (f ) | f (p) = q, f diferenciable}

y pongamos ahora [
J r (N, M ) = r
Jp,q (N, M )
p∈N,q∈M
.
De alguna manera, construimos una variedad diferencial que codifica a las fun-
ciones diferenciables entre N y M y las distingue según su información analı́tica a
((través de su polinomio de Taylor)). El espacio de jets se entiende ası́ como el espacio
de ((las aplicaciones suaves y sus derivadas parciales)).

Introduzcamos ahora las proyecciones

αr : J r (N, M ) → N y β r : J r (N, M ) → M
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 11

definidas por
αr (jpr (f )) = p y β r (jpr (f )) = f (p).
Daremos una topologı́a sobre J r (N, M ) especificando una base de abiertos utilizando
estas proyecciones y abiertos de N y M . Para esto, sea U un cubrimiento abierto de
N y V un cubrimiento abierto de M . La base de abiertos para J r (N, M ) vendrá dada
por la colección

W : {W = (αr )−1 (U ) ∩ (β r )−1 (V ) | U ∈ U, V ∈ V}

Para definir coordenadas locales y dar una estructura diferenciable sobre J r (N, M ),
emplearemos la estructura suave de las variedades subyacentes: siendo que los puntos
en el espacio de jets se distinguen por su contenido analı́tico, esta misma caracteri-
zación de las clases de equivalencia darán las coordenadas locales buscadas. Para ver
esto, sean (U, Φ), (V, Ψ) cartas de N y M alrededor de p y q = f (p) respectivamente
y consideremos el abierto básico W = (αr )−1 (U ) ∩ (β r )−1 (V ). En W queda definida
entonces una aplicación
n+r
h : W → Rn+m( r )

dada por
h(jpr (f )) = [[f ]]rp .
En la práctica, trabajaremos directamente en coordenadas sobre el espacio de
r-jets, omitiendo por completo su definición en términos de clases de equivalencia.
Varias construcciones estándar de geometrı́a diferencial son expresables en térmi-
nos de los espacios de jets. Por ejemplo, el espacio cotangente Tp∗ para p ∈ N está de-
finido por
1
Jp,0 (N, R)
y el diferencial de una función a valores reales definida en un entorno de p viene
dado por
df |p = jp1 (f − f (p)).
Ciertamente, la estructura vectorial viene inducida desde la recta real, dado que

ajp1 (f ) + bjp1 (g) = jp1 (af + bg).

De manera análoga, tenemos la siguiente identificación para el espacio tangente en


un punto
1
Tp (N ) = J0,p (R, N )
En particular, tomando uniones sobre los puntos base, tenemos los fibrados tangente
y cotangente, que podemos identificar con subconjuntos de los fibrados de jets:
[ [
T ∗ (N ) = Tp∗ (N ) ⊂ J 1 (N, R), T (N ) = Tp (N ) ⊂ J 1 (R, N ).
p∈N p∈N

Sistema de contacto en el espacio de jets y teorı́a formal de ecuacio-


nes diferenciales Hasta ahora, hemos apenas descripto el espacio de r-jets entre
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 12

dos variedades suaves, y definido su estructura suave. Definamos ahora un sistema


diferencial exterior sobre J r (N, M ), llamado comúnmente sistema de contacto.
Lo haremos dando generadores para el ideal diferencial sobre J r (N, M ). Consi-
derando un ligero cambio de notación para los puntos de un r-jet, tomemos coor-
denadas xi , ua , paλ para ı́ndices 1 ≤ i ≤ n, 1 ≤ a ≤ s y multiı́ndices λ de longitud
menor o igual a r, donde

paλ = fλa (x)


Los generadores vendrán dados por la siguiente la colección de 1-formas

θa = dua − pai dxi


θia = dpai − paij dxj
..
.
θia1 ,...,ik−1 = dpai1 ,...,ik−1 − pai1 ,...,ik dxik

y si utilizamos una notación de multiı́ndices λ, el sistema diferencial exterior


quedará definido por

Ωr (N, M ) = {θλa = dpaλ − paλ,j dxj | 1 ≤ |λ| ≤ r − 1, 1 ≤ j ≤ n, 1 ≤ a ≤ s}diff .

Las formas de este ideal se llaman formas de contacto, y aparecen naturalmente


en el estudio de ecuaciones diferenciales. Veamos algunos casos concretos para fijar
ideas.
Ejemplo 1.2.1. Ecuaciones diferenciales ordinarias de primer orden
Consideremos una ecuación diferencial ordinaria de primer orden para funciones
de una variable y = y(x),
dy
)=0
F (x, y, (1.8)
dx
Esta ecuación puede modelarse como una subvariedad del espacio de 1-jets
1
J (R, R): tomando coordenadas x, y, p para el espacio de jets y definiendo

Σ = {(x, y, p) ∈ J 1 (R, R) | F (x, y, p) = 0}.

La forma diferencial θ = dy − pdx define el sistema contacto canónico Ω1 (R, R) =


{θ}diff . El pullback de este ideal a Σ define un sistema diferencial exterior cuyas
variedades integrales codifican las soluciones de la ecuación (1.8).
Dado que dim(J 1 (R, R)) = 3, muchos de los resultados geométricos son directa-
mente visualizables; de hecho, las relaciones entre la geometrı́a de Σ y las propiedades
de las soluciones de (1.8) fueron estudiadas por muchos matemáticos, notablemente
por Euler. En gran parte, el estudio de ecuaciones diferenciales ordinarias puede
enmarcarse en este lenguaje: por ejemplo es posible castear conceptos clásicos como
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 13

el de ((solución singular)) en términos del estudio de las singularidades del morfismo


de proyección π : J 1 (R, R) → R2 que envı́a un punto (x, y, p) ∈ Σ al punto del
gráfico de y dado por (x, y). Una referencia en ese sentido es el libro de V.I. Arnold,
((Geometrical Methods in the Theory of Ordinary Differential Equations)), [10].

Ejemplo 1.2.2. Ecuaciones diferenciales en derivadas parciales de primer


orden. Supongamos que tenemos una ecuación diferencial parcial de primer orden
para una función u = u(x1 , . . . , xn ) dada por
∂u ∂u
F (x1 , . . . , xn , u,
1
,..., n) = 0 (1.9)
∂x ∂x
Una tal ecuación la podemos modelar como una subvariedad del espacio de 1-jets
J (R, R); tomando coordenadas xi , u, pj , codificamos la ecuación (1.9) a través de
1

la subvariedad

Σ = {(xi , u, pj ) ∈ J 1 (Rn , R) | F (xi , u, pj ) = 0}


El sistema de contacto vendrá generado por la 1-forma θ = du − pj dxj Ası́,
el pullback de Ω1 (Rn , R) = {θ}diff a Σ permite cofidicar soluciones de (1.9) como
subvariedades de este sistema diferencial exterior.
Este caso volverá a aparecer a lo largo de esta tesis: dará la pauta de la estrategia
a seguir en el problema de encontrar variedades integrales para sistemas diferenciales
en general. Es uno de los modelos sobre los cuales podremos entender los diferentes
conceptos que surjen en la teorı́a de Cartan y de hecho, gran parte de los sistemas
diferenciales exteriores de interés pueden reducirse a un sistema de contacto como
el recién descripto.
Este caso es tratado con todo detalle, en un lenguaje elemental, en el tercer
volumen de la obra ((Análisis Matemático)) de Don Julio Rey Pastor, Pedro Pi Calleja
y César Trejo, [11]. Allı́ hacen un recorrido pormenorizado no sólo de las ideas que
conducen a la necesidad de la introducción de espacios de jets, sino que también,
en la tradición clásica, se exponen con toda rigurosidad métodos de integración de
ecuaciones diferenciales, sus teorı́as de singularidades y una breve clasificación de
sus soluciones.

Ejemplo 1.2.3. Ecuación de Burger Para tener un caso concreto del ejemplo an-
terior, tomemos la ecuación de Burger: una ecuación diferencial muy importante en
matemática aplicada y fundamentalmente en Fı́sica, dado que aparece en el estudio
de mecánica de fluidos, acústica no lineal, dinámica de gases y flujo de tráfico. La
ecuación inviscida de Burger es uno de los modelos de ((ecuaciones de conservación));

ut = uux (1.10)
Consideremos J 1 (R2 , R) con coordenadas x, t, u, p, q. La ecuación de Burger de-
fine entonces la subvariedad

Σ = {(x, t, u, p, q) ∈ J 1 (R2 , R) | q − pu = 0}
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 14

La forma de contacto θ = du − pdx − qdt que genera Ω1 (R2 , R), al ser restringida
a Σ resulta (omitimos notación de pullback y mantenemos el mismo nombre para la
forma)

θ = du − pdx − qdt = du − pdx − pudt


Definiendo sobre Σ al ideal I = {θ}diff y la condición de independencia Λ =
dx ∧ dt, tenemos que las soluciones de (1.10) serán las variedades integrales de
(Σ, I, Λ).

Ejemplo 1.2.4. Ecuación de Laplace Un ejemplo de una ecuación de orden


superior viene dado en R2 con coordenadas x, y por la ecuación de Laplace

uxx + uyy = 0 (1.11)


En este caso como la ecuación es de segundo orden, podemos modelarla como
una subvariedad de J 2 (R2 , R): tomando coordenadas (x, y, u, p, q, r, s, t) tendremos

Σ = {(x, y, u, p, q, r, s, t) ∈ J 2 (R2 , R) | r + t = 0}
y el sistema de contacto para J 2 (R2 , R) vendrá dado por

Ω2 (R2 , R) = {du − pdx − qdy, dp − rdx − sdy, dq − sdx − tdy}diff


Este ideal dice básicamente que sobre variedades integrales, interpretamos r =
uxx , s = uxy , t = uyy . La condición de independencia la notaremos Λ = dx ∧ dy.
Cuando restringimos el sistema de contacto a Σ tenemos el ideal diferencial

I = {du − pdx − qdy, dp − rdx − sdy, dq − sdx + rdy}diff


Luego, las soluciones de (1.11) serán las variedades integrales de (Σ, I, Λ).

Ahora bien, este no es el único modo de codificar esta ecuación diferencial. Es


posible modelarla en una variedad más pequeña a costa de incluir en el ideal di-
ferencial formas de grado superior. Para ver esto, observemos que si tenemos una
variedad integral N de I, entonces

dp = rdx + sdy, dq = sdx − rdy


con lo cual tomando wedge con dy, dx a izquierda obtenemos
(
dp ∧ dy = rdx ∧ dy
dq ∧ dx = rdx ∧ dy
Ası́, resulta que Ψ = dp ∧ dy − dq ∧ dx se anula idénticamente sobre N , y
recı́procamente, es fácil mostrar si se anulan las formas du − pdx − qdy, Ψ sobre N ,
entonces todas las formas de I se anulan.
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 15

Logramos de este modo codificar la misma ecuación diferencial en J 1 (R2 , R), una
variedad de dimensión 5 a costo de considerar un ideal diferencial que contenga un
generador de grado dos: el ideal diferencial que empleamos está dado por

J = {du − pdx − qdy, Ψ}diff .

Esta situación es tı́pica de las llamadas ecuaciones de Monge-Ampère, tipo de


ecuaciones del cual la ecuación de Laplace es un caso particular. Las ecuaciones de
Monge-Ampère son ecuaciones de la forma

Auxx + 2Buxy + Cuyy + D + E(uxx uyy − u2xy ) = 0


donde A, B, C, D, E con funciones de x, y, u, ux , uy y las derivadas del lado iz-
quierdo de esta ecuación respecto de uxx , uxy , uyy no son simultáneamente cero.
Ejemplo 1.2.5. Sistemas de ecuaciones diferenciales y curvas complejas.
Consideremos Σ = C2 con coordenadas z = x + iy, w = u + iv. Pongamos I =
{ϕ1 , ϕ2 }diff , donde ϕ1 y ϕ2 denotan respectivamente la parte real y la parte imagi-
naria de

dz ∧ dw = dx ∧ du − dy ∧ dv + i(dx ∧ dv + dy ∧ du).
Como I no contiene formas de grado uno, cualquier curva real en C2 es una curva
integral de I. Veremos que una superficie real N ⊂ C2 es una variedad integral de I
si y sólo si es una curva compleja. Si dx, dy son linealmente independientes sobre N ,
entonces x, y funcionan como coordenadas sobre N y podremos describir (al menos
localmente) esta superficie como un gráfico

N = {(x, y, u(x, y), v(x, y))}


Ahora bien, esto implica que sobre N valen las igualdades

du = ux dx + uy dy, dv = vx dx + vy dy,
con lo cual se tiene que

dx ∧ du − dy ∧ dv = dx ∧ (ux dx + uy dy) − dy ∧ (vx dx + vy dy) = (uy + vx )dx ∧ dy

y análogamente

dx ∧ dv + dy ∧ du = dx ∧ (vx dx + vy dy) + dy ∧ (ux dx + uy dy) = (vy − ux )dx ∧ dy

Estas formas no son ni más ni menos que los generadores de I; en otras palabras

ϕ1 = (uy + vx )dx ∧ dy, ϕ2 = (vy − ux )dx ∧ dy.


Como N es una variedad integral, el pullback de las 2-formas ϕ1 , ϕ2 se anula
idénticamente sobre esta superficie y como dx ∧ dy es no nulo, se sigue que
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 16

(
uy + vx = 0
vy − ux = 0
Esto dice básicamente que podemos modelar el sistema de ecuaciones de Cauchy-
Riemann mediante el sistema diferencial (C2 , I); las funciones holomorfas f : C → C
vendrán dadas por curvas complejas en C2 variedades integrales de este sistema.

Estos ejemplos dan una idea de la utilidad del concepto de fibrado de jets y las
formas de contacto. En este contexto, mucho se ha trabajado para lograr una teorı́a
formal de ecuaciones diferenciales, independiente de coordenadas. Brevemente, po-
demos mencionar que una ecuación diferencial para aplicaciones

f :N →M

puede ser descripta como una subvariedad inmersa

i : Σ → J r (N, M )

. Una solución a la ecuación diferencial será una función f : N → M tal que para
todo p ∈ N satisfaga
jpr (f ) ∈ i(Σ)
Introducimos el r-gráfico de una aplicación f

j r (f ) : N → J r (N, M )

por la definición
j r (f )(p) = jpr (f )
Notemos que esta aplicación no es más que una sección de la proyección αr :
J r (N, M ) → N . Entonces el problema de encontrar soluciones a ecuaciones diferen-
ciales en variedades se reduce a encontrar funciones cuyos r-gráficos caigan dentro
de i(Σ); el principal resultado en este sentido viene condensado en el siguiente

Teorema. Una sección σ : N → J r (N, M ) es un r-gráfico, es decir, σ(p) = jpr (f )


si y sólo si
σ ∗ (Ωr (N, M )) = 0.

La demostración directa de este resultado y un estudio detallado del fibrado


de jets en lenguaje intrı́nseco y la teorı́a formal de ecuaciones diferenciales puede
encontrarse en varias fuentes. De hecho, la teorı́a de ecuaciones diferenciales en de-
rivadas parciales que a principios del siglo XX fue desarrollada en varias direcciones
por Vessiot y Cartan, encontró nuevo vigor a partir de mediados del siglo XX con
el advenimiento de métodos homológicos en sı́ntesis con las ideas de Cartan, Lie
y Vessiot; principalmente, una serie de trabajos de H.L. Goldschmidt: ((Existence
theorems for analytic partial differential equations)) (1962), ((Prolongations of linear
partial differential equations)) (1965), ((Integrability criteria for systems of non-linear
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 17

partial differential equations)) (1969), ((On the structure of the Lie equations)) (1972),
la tesis de Daniel Quillen ((Formal properties of over-determined systems of partial
differential equations)) (1964) y el paper de Donald Spencer ((Over-determined sys-
tems of linear partial differential equations)) (1965). Spencer junto a A.K. Kumbera
desarrollaron técnicas especiales para la investigación de sistemas de ecuaciones di-
ferenciales en derivadas parciales en los trabajos ((Deformation of structures of ma-
nifolds defined by transitive continuous pseudogroups)) (1962-1965) y ((Lie equations:
general theory)) (1972).

1.3. Grassmanianas
Otra construcción importante en la teorı́a de sistemas diferenciales exteriores es el
fibrado de Grassmann asociado a una variedad suave. A modo general, puede decirse
que ((las Grassmannianas)) son una construcción importante para la Matemática per
se: se han empleado tanto en geometrı́a algebraica como en geometrı́a diferencial
y fı́sica-matemática; pueden entenderse como variedades algebraicas afines, como
espacios homogéneos, o incluso como esquemas.
El concepto general de Grassmannianas fue introducido por uno de los pioneros
del álgebra lineal, el matemático y linguista alemán Hermann Günther Grassmann
(1809-1877). En el siglo XIX, Julius Plücker (1801-1868) fue uno de los adelantados
en el empleo de Grassmannianas en geometrı́a proyectiva y ya en el siglo XX, también
en un programa generalizador del trabajo de Cartan, Charles Ehresmann estudió las
Grassmannianas como espacios homogéneos.
Nuevamente, en esta exposición nos vamos a limitar a una descripción local
de la idea de fibrado de Grassmann, que nos servirá para formular el Teorema de
Cartan-Kähler. Dada una variedad suave Σ de dimensión n + s y un punto x ∈ Σ,
definamos

Gn (Tx Σ) = {E ⊂ Tx Σ | E es un subespacio vectorial y dim E = n}

Vamos a dar primeramente una topologı́a a Gn (Tx Σ); para esto, tomemos una
carta (U, ϕ) centrada alrededor de x y consideremos en Tx Σ la topologı́a inducida
de Rn+s a través del morfismo de coordenadas asociado a ϕ, Cϕ : Tx Σ → Rn+s . Sea
ahora la siguiente subvariedad del espacio producto

Sn (Tx Σ) = {(v1 , . . . , vn ) ∈ Tx Σ × · · · × Tx Σ | det(v1 , . . . , vn ) 6= 0}


Claramente, Sn (Tx Σ) es un subconjunto abierto del espacio producto. Tenemos
entonces la aplicación sobreyectiva

ρ : Sn (Tx Σ) → Gn (Tx Σ)
dada por

ρ((v1 , . . . , vn )) = gen{v1 , . . . , vn }.
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 18

Vamos a darle a Gn (Tx Σ) la topologı́a cociente inducida por esta suryección, con
lo cual

U ⊂ Gn (Tx Σ) es abierto si y sólo si ρ−1 (U) ⊂ Sn (Tx Σ) es abierto.


Veamos como construir una estructura suave para este conjunto a partir de
la estructura suave de Σ. Tomemos un E ∈ Gn (Tx Σ) y supongamos que tene-
mos una carta (U, ϕ) de Σ centrada alrededor de x, donde consideraremos ϕ =
(x1 , . . . , xn , u1 , . . . , us ). Sin pérdida de generalidad, la carta la podemos elegir de
modo tal que
∂ ∂
E = gen{ 1 , . . . , n }
∂x ∂x
Por continuidad, podemos elegir un abierto V ⊂ Gn (T Σ) alrededor de E de
manera tal que Ω = x1 ∧ · · · ∧ xn no se anule sobre V .
¿Cómo describimos entonces un Ẽ ∈ V ? Tomemos un tal subespacio y conside-
remos D = {v1 , . . . , vn } una base de E. Notemos
∂ ∂ ∂ ∂
B={ 1
,..., n, 1,..., s}
∂x ∂x ∂u ∂u
a la base de Tx Σ inducida por la carta (U, Φ). Si llamamos Cϕ al morfismo de
coordenadas Cϕ : Tx Σ → Rn+s e identificamos a ˜(E) con Cϕ (E) ⊂ Rn+s , vemos que
las imágenes de D permiten construir una matriz cuyo espacio fila es precisamente
Cϕ (Ẽ) poniendo
 
CϕT (v1 )
 . 
M = . 
 . 
CϕT (vn )
El rango de esta matriz es exactamente n; a través de eliminación Gausseana
podemos llevar M a una matriz equivalente M̃ de la forma
.
h i
.
M̃ = I . P
que tiene el mismo espacio fila que M . Esto significa que es posible encontrar
una base D̃ = {ṽ1 , . . . , ṽn } para Ẽ de modo tal que para 1 ≤ i ≤ n tenemos
∂ ∂
ṽi = i
+ pai a . (1.12)
∂x ∂u

De este modo, queda definida una aplicación p : V → Rns vı́a

p(E) = (pai )
Estamos listos ahora para dar una estructura suave en el fibrado de Grassmann.
Definiendo
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 19

Gn (T Σ) = {(x, E) | E ∈ Gn (Tx Σ)},


decimos que una carta adaptada a Gn (T Σ) alrededor de (x, E) vendrá dada por
el abierto U × V y la aplicación

ϕ̄ : U × V → Rn+s+ns
definida como

ϕ̄(x, E) = (ϕ(x), p(E));


usualmente diremos que las coordenadas locales de un E ∈ Tx Σ vendrán dadas
simplemente por la colección xi , ua , paj para 1 ≤ i, j ≤ n, 1 ≤ a ≤ s.

Observación. Las funciones pai que aparecen en (1.12) poseen una propiedad
muy importante - dan una relación lineal entre las formas dua y las formas dxi
cuando son restringidas a un Ẽ ∈ V . Cuando v ∈ Ẽ, lo expresamos en base D̃
n s
X ∂ X ∂
v= αk ( k + pbk b ) (1.13)
k=1
∂x b=1
∂u

Ahora bien, aplicando dxi a ambos lados de (1.13) tenemos que dxi (v) = αi .
Esto permite escribir las dua en términos de las dxk , pues aplicando dua a ambos
lados de (1.13) y usando la observación recién hecha, concluimos que
n
X n
X
dua (v) = αk pak = pak dxk (v)
k=1 k=1

con lo cual, como v ∈ Ẽ era arbitrario, concluimos que

dua = pak dxk (1.14)


sobre todo punto de V . Tanto esta igualdad como la dada en (1.12) sirven para
definir coordenadas en Gn (T Σ).

Sistema tautológico en Gn (T Σ). Vamos a definir ahora un sistema diferencial


exterior sobre la Grassmanniana de orden n que será de utilidad más adelante.
Para esto, consideremos una variedad suave Σ de dimensión n + s y el fibrado de
Grassmann

π : Gn (T Σ) → Σ
cuya fibra Gn (Tx Σ) sobre un punto x ∈ Σ es la variedad de Grassmann de
todos los n-planos E ⊂ Tx Σ. Dada una variedad N de dimensión n y una inmersión
f : N → Σ, tenemos un ((levantado canónico))
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 20

G: n (T Σ)
fˆ∗
π

N / Σ
f

donde fˆ∗ (y) = f∗ (Ty N ) ⊂ Tf (y) Σ. Vamos a definir ahora un sistema diferencial
exterior con condición de independencia (L, Φ) sobre Gn (T Σ) cuyas variedades in-
tegrales son localmente los levantados fˆ∗ definidos arriba, a través de subfibrados
del tangente
I ⊂ J ⊂ TΣ
.
Sabemos que los puntos de Gn (T Σ) pueden escribirse como (x, E), donde E ⊂
Tx Σ tiene dimensión n. Definamos los subfibrados vı́a sus secciones:

I(x,E) = π ∗ (E ⊥ )
J(x,E) = π ∗ (Tx∗ Σ).
Como vimos en la sección anterior, en coordenadas locales de Gn (T Σ), los espa-
cios tangentes de dimensión n en un x ∈ Σ verifican
(
dua − pai dxi = 0 para 1 ≤ i ≤ n, 1 ≤ a ≤ s,
dx1 ∧ · · · dxn 6= 0
Entonces el sistema (L, Φ) estará localmente generado por las 1-formas tautológi-
cas

θa = dy a − pai dxi
y tomaremos como condición de independencia a la forma
Φ = dx1 ∧ · · · ∧ dxn .
Dada entonces una variedad integral
g : Y → Gn (T Σ)
definimos f = π ◦ g, con lo cual se tiene f ∗ (Φ) 6= 0 y entonces podemos tomar a
x , . . . , xn como coordenadas locales en Y . En términos de estas variables, g resulta
1

dada por la asignación

xi → (xi , y a (x), pai (x)).


Como Y es una variedad integral, se sigue de (1.3) que

∂y a (x)
pai (x) =
∂xi
como se afirmó.
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 21

1.4. Método de los moving frames


En esta sección presentaremos el primer ejemplo de sistema diferencial exterior
realmente jugoso en términos geométricos. Vamos a construir un sistema diferencial
exterior para superficies en el espacio euclı́deo que va a permitir distinguir y especifi-
car diferentes condiciones geométricas de las superficies a partir del ideal diferencial
del sistema.
Esta es una de las ideas básicas del trabajo de Cartan, quien no sólo estudió cur-
vas y superficies del espacio euclı́deo sino que generalizó largamente estas ideas a
variedades Riemannianas y espacios homogéneos, dando lugar a una colección de
ideas llamada usualmente ((método de los moving frames)).
Supongamos que queremos decidir cuando dos superficies en R3 son localmente
equivalentes por la acción de un movimiento euclı́deo: más precisamente, dadas dos
inmersiones f, f˜ : U → R3 , nos preguntamos:

¿cuando existen un difeomorfismo φ : U → U y una transformación euclı́dea (una


roto-traslación) A ∈ ASO(3) de modo tal que f˜ ◦ φ = A ◦ f ?

Una manera de responder a esta pregunta es lanzarse al estudio de invarian-


tes diferenciales, en este caso, dos cantidades clásicas bien conocidas: la curvatura
de Gauss y la curvatura media. Para el estudio de equivalencia de subvariedades
en dimensiones mayores los invariantes a valores escalares resultan insuficientes, y
usualmente se precisarán invariantes a valores en fibrados vectoriales. En esta sección
discutiremos apenas el caso básico.
Supongamos que queremos estudiar una superficie M = f (U ) ∈ R3 dada por una
inmersión f : U → R2 . Pongamos, para simplificar la notación, x = f (p). Dar un
frame en cada punto x ∈ M es en cada punto, dar una base de R3 . Evidentemente,
quisieramos hacer eso de modo tal que la elección de frames refleje la geometrı́a de
M de un modo interesante: debe ser compatible con nuestra idea de equivalencia de
superficies.
En un punto x ∈ M tenemos dos espacios vectoriales distinguidos: el espacio
tangente Tx M y su cumplemento ortogonal. Nos va a interesar entonces dar, para
cada x ∈ M , tres vectores e1 , e2 , e3 ∈ R3 de modo tal que

(i) {e1 , e2 , e3 } es un conjunto ortonormal,

(ii) {e1 , e2 } genera el espacio tangente Tx M ,

Naturalmente, la segunda condición es equivalente a

e3 ⊥ Tx M.
Vamos a mostrar que podemos caracterizar tales frames como las variedades
integrales de un cierto sistema diferencial exterior con condición de independencia
sobre cierta variedad, y de ese modo, entender diferentes aspectos de la geometrı́a
de M a través de ideales diferenciales.
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 22

El grupo ASO(3) y su forma de Maurer-Cartan. El grupo ASO(3) es el


conjunto de transformaciones de R3 de la forma

x̄ → t̄ + Rx̄
donde R es una matriz de rotación, es decir, R ∈ SO(3). Este grupo puede
pensarse como un grupo de Lie matricial, poniendo

 
1 0
ASO(3) = {M ∈ GL(4, R) | M = , t ∈ R3 , R ∈ SO(3)} (1.15)
t̄ R

Si consideramos la proyección π : ASO(3) → R3 dada por la asignación


 
1 0
→ t̄
t̄ R
vemos que es una aplicación suave y que las fibras vendrán dadas por
 
−1 1 0
π (t̄) = { }.
t̄ R
 
1 0
Este morfismo es compatible por multiplicación pòr matrices de la forma ,
0 R̃
con R̃ ∈ SO(3); ası́ tenemos que con la noción de equivalencia bajo movimientos
euclı́deos, podemos considerar a R3 como el espacio homogéneo R3 = ASO(3)/SO(3).

Con esta nomenclatura, un frame para una inmersión f : U → R3 será una


aplicación suave F : U → ASO(3) tal que

ASO(3)
;
F
π

U / R3
f

conmute, es decir, π ◦ F = f .

Vamos entonces a identificar la imagen de F con el espacio de frames ortonor-


males orientados de R3 : a cada elemento g ∈ Im(F ) lo identificamos con la base de
Tx R3 compuesta por las columnas de R. Lo que resta saber es cómo caracterizar los
frames a partir de la información diferencial disponible en este grupo de Lie.

Es ahora donde entra a jugar un papel especial la estructura de Lie: si uno tiene
un grupo de Lie G con álgebra g, tomando una base B = {X1 , . . . , Xn } de g y su
base dual B ∗ = {ω 1 , . . . , ω n } de 1-formas invariantes a izquierda, se define la forma
de Maurer-Cartan
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 23

ωx : Tx G → g
como la 1-forma a valores en g dada por

ω = ω i Xi
Veamos cómo se ve la forma ω en términos de coordenadas. Un elemento genérico
del álgebra de de Lie de este grupo, aso(3) puede escribirse como
 
0 0 0 0
x1 0 −x21 −x31 
 2 2 
x x1 0 −x32 
x3 x31 x32 0

donde las entradas de esta matriz son números reales. Si la base de 1-formas
invariantes a izquierda viene dada por {ω i , ωji } ⊂ Ω1 (ASO(3)), entonces la forma
de Maurer-Cartan para ASO(3) resulta
 
0 0 0 0
ω 1 0 −ω12 −ω13 
ω= ω 2 ω12
 (1.16)
0 −ω23 
ω 3 ω13 ω23 0
Dos cosas para destacar: primeramente, si identificamos un elemento g ∈ G con el
difeomorfismo ((multiplicar por g a izquierda)) y hacemos las identificaciones usuales,
resulta que es posible dar la diferencial dg en términos de g y ω; en concreto,

gω = dg. (1.17)
Segundamente, es posible calcular la derivada exterior de cada 1-forma básica
invariante a izquierda algebraicamente vı́a la ecuación de Maurer-Cartan

dω = −ω ∧ ω (1.18)
En nuestro caso del grupo ASO(3), con nuestras observaciones e identificaciones,
la ecuación (1.17) resulta en
(
dx = ω i ei
(1.19)
dek = ωkj ej para j 6= k
 
donde 1 ≤ i ≤ 3 y R = e1 e2 e3 . Interpretamos estas igualdades en el sentido
clásico de la geometrı́a diferencial:

cuando multiplicamos por g, las ω i miden el movimiento infinitesimal del punto x


en la dirección de ei y las ωji miden el movimiento infinitesimal de ej hacia ei
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 24

Esto ya nos permite definir el fibrado de frames que estamos buscando para
nuestra superficie M . Tomemos un x ∈ M . Por la observación anterior,

ω 3 ≡ 0 ←→ e3 ⊥ Tx M
con los cual, los frames F ON ,→ ASO(3) adaptados a la geometrı́a de M son los
que verifican
(
i∗ (ω 3 ) = 0
i∗ (ω 1 ∧ ω 2 ) 6= 0
donde la primera ecuación da la perpendicularidad de e3 y la segunda da una
idea de la independencia de movimiento de las direcciones e1 , e2 en el tangente Tx M .
Podemos encontrar invariantes diferenciales para nuestra superficie si indagamos
la estructura diferencial del frame, utilizando la ecuación de Maurer-Cartan dω =
−ω ∧ ω. Esta nos permitirá obtener la derivada exterior de las 1-formas invariantes
de manera algebraica; usando nuestras identificaciones tenemos
 X
 dwi =
 ωik ∧ ω k
k6=i (1.20)
 dω j = ω k ∧ ω j para k 6= i, j

i i k

donde 1 ≤ i, j, k ≤ 3.

Veamos cómo estas formas nos dan información geométrica sobre una superficie.
Sobre F ON tenemos que i∗ (ω 3 ) = 0, con lo cual se sigue que i3 (dw3 ) = 0. Utilizando
las ecuaciones (1.20), vemos que

i∗ (w31 ∧ ω 1 + ω32 ∧ ω 2 ) = 0.
Ahora bien, la independencia de ω 1 , ω 2 y el lema de Cartan garantizan la exis-
tencia de funciones hij de modo tal que hij = hji y satisfaciendo
(
ω31 = h11 ω 1 + h12 ω 2
ω32 = h21 ω 1 + h22 ω 2
Poniendo entonces
(
θ13 = ω31 − h11 ω 1 − h12 ω 2
θ23 = ω32 − h21 ω 1 − h22 ω 2
se tiene que el ideal diferencial que define a nuestros frames vendrá dado por

I = {ω 3 , θ13 , θ23 }diff


con condición de independencia Ω = ω 1 ∧ ω 2 . Para tener en cuenta las funciones
hij que aparecen en la descripción de las θj3 , vamos a definir el sistema sobre la
variedad ASO(3) × R3hij .
CAPÍTULO 1. SISTEMAS DIFERENCIALES EXTERIORES 25

Estas funciones hij serán las que darán nuestros invariantes y estarán definidas
para todo frame en F ON . Puede probarse fácilmente que dos frames en un mismo x
difieren en la multiplicación por una matriz ortogonal P ∈ SO(3); la linealidad del
pullback garantiza que la matriz hF = (hij ) asociada a un frame F difiere entonces
de una hF̃ en la conjugación por P :

hF̃ = P −1 hF P.
Luego las cantidades
1
H = tr(h) y K = det(H)
2
son invariantes para nuestros frames. Tales escalares son la curvatura media
(de Sophie Germain) y la curvatura de Gauss (de Gauss) respectivamente, y están
definidas en cada punto de F ON .
Es ası́ como las caracterı́sticas geométricas de las superficies en el espacio euclı́deo
tridimensional se plasman en ideales diferenciales definidos en espacios de frames.
Veremos más adelante que podremos describir superficies especiales describiendo las
variedades integrales de ideales diferenciales particulares.

Comentario. Para una reseña histórica detallada, que rastrea el inicio de las
ideas del empleo de frames y las generalizaciones de Cartan, es una referencia inelu-
dible la biografı́a ((Èlie Cartan (1869-1951))), por M.A. Akivis y B.A. Rosenberg,[2].
Los trabajos originales de Cartan sobre estas ideas pueden encontrarse en ((Les
Systèmes Extérieurs et leurs Applications Géometriques)),[3]. Para leer una sı́ntesis
de las técnicas de moving frames y geometrı́a algebraica en el espacio proyectivo,
es de seminal importancia el paper de P. Griffiths y J. Harris ((Algebraic geometry
and local differential geometry)),[4]. En el espı́ritu de la escuela de geómetras rusos,
el libro ((Differential Geometry of Varieties with Degenerate Gauss Maps)) de M.A.
Akivis y V. Goldberg,[5] da un panorama histórico de estas ideas y presenta muchos
resultados muy interesantes.
Capı́tulo 2

Elementos integrales

Si he logrado ver más lejos que


otros, es porque me he apoyado en
los hombros de gigantes.

Isaac Newton

Ya hemos definido y dado varios ejemplos de varios sistemas diferenciales exte-


riores. Ahora bien, dado un (Σ, I), ¿cómo hacemos para encontrar sus variedades
integrales?
Aún para sistemas diferenciales relativamente simples, no es sencillo decidir si
efectivamente el sistema posee variedades integrales. En caso de poseer, la descrip-
ción de las mismas suele ser difı́cil. Por eso, es de extrema utilidad contar no sólo
con criterios de integrabilidad, sino con formas normales que permitan presentar los
ideales de modo conveniente y describir sus variedades integrales con facilidad.
Como bien comentamos al en el primer capı́tulo de esta tesis, son de radical
importancia los sistemas Pfaffianos: sistemas diferenciales exteriores generados por
una colección finita de 1-formas. En 1877, Frobenius pudo dar una condición de
integrabilidad necesaria y suficiente en un resultado actualmente conocido como
Teorema de Frobenius; descubrió que entre todos los sistemas (Σ, I), quizás los
más sencillos son aquellos cuyo ideal diferencial está algebraicamente generado por
1-formas.
Definición. Diremos que el ideal I satisface la condición de Frobenius (o simple-
mente, es Frobenius) cuando está generado algebraicamente por su sumando directo
de grado 1; es decir, cuando se verifica la condición
{I}alg = I
.
Si tenemos un ideal I que viene generado por un conjunto {α1 , . . . αn−r } ⊂ Ω1 (Σ)
con las αj linealmente intependientes, la condición de Frobenius se lee
dαi ≡ 0 mod I 1 ≤ i ≤ n − r

26
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 27

. Geométricamente, las αi generan en cada punto x ∈ Σ un subespacio Wx ⊂ Tx∗ (Σ)


de dimensión n − r; dualmente, un subespacio Wx⊥ ⊂ Tx (Σ) de dimensión r. (Dar
una tal familia de subespacios del espacio tangente que varı́an suavemente con x
es dar lo que Chevalley llamó una distribución C ∞ sobre Σ). Es de notar que la
condición de Frobenius es intrı́nseca: no depende de las coordenadas utilizadas y es
invariante por cambios lineales en las α’s con coeficientes C ∞ .
Un sistema diferencial exterior (Σ, I) con I Frobenius se llama completamente
integrable, y la razón por la cual esto es ası́ es que luego de escribirse (localmente) de
forma amigable bajo un cambio adecuado de coordenadas, sus variedades integrales
poseen la ((dimensión máxima posible)). Los detalles de este procedimiento, vienen
dados en el siguiente
Teorema de Frobenius. Sea (Σ, I) un sistema completamente integrable y sea
x ∈ Σ. Supongamos que I, el sumando directo de grado 1 de I, está localmente
generado por n − r 1-formas linealmente independientes. Entonces existe una carta
(V, Φ = (y 1 , . . . , y n )) de Σ tal que
I = {dy r+1 , . . . , dy n }alg
Esta forma normal permite describir las variedades integrales de (Σ, I) que pasan
por un punto x ∈ Σ de manera sencilla: las variedades integrales son de la forma
y r+1 = c1 , . . . , y n = cn
donde las ci son constantes reales, y por lo tanto, las variedades integrales son
subvariedades inmersas de dimensión r, la máxima dimensión posible (de ahı́ el
nombre ((completamente integrable))). Usualmente, se dice que el sistema define una
foliación de dimensión r y que sus variedades integrales son las hojas de la foliación.
Volvamos entonces al problema elemental que dió origen a la teorı́a, el problema
de Pfaff, y veamos cómo emplear el teorema de Frobenius. Para fijar ideas, conside-
remos una variedad suave Σ de dimensión n y un iedal diferencial dado por apenas
una forma diferencial de grado uno:

I = {θ}diff ⊂ Ω1 (Σ)
.
Es fácil ver que existe un entero r que satisface

(dθ)r ∧ θ 6= 0, (dθ)r+1 ∧ θ = 0 (2.1)


Este entero lo llamaremos el rango del sistema: depende naturalmente de x ∈ Σ
y es invariante bajo cambio de escala. El teorema de Frobenius permite demostrar
el siguiente resultado, conocido como Teorema de Pfaff
Teorema de Pfaff. Consideremos un sistema diferencial exterior (Σ, I) con Σ y I
como antes, y tomemos un x ∈ Σ. Supongamos además que el rango del sistema es
constante en algún abierto alrededor de x. Entonces existe un sistema de coordenadas
(U, y 1 , . . . , y n ) alrededor de x tal que
θ = dy 1 + y 2 dy 3 + · · · + y 2r dy 2r+1
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 28

Una demostarción de este resultado puede encontrarse en el libro que es la re-


ferencia estándar para todo aquel interesado en la teorı́a de sistemas diferenciales
exteriores, el libro de Bryant, Chern, Gardner, Griffiths y Goldschmidt, ((Exterior
Differential Systems)), [6]. Veamos cómo emplear estos resultados para aproximarnos
al problema general.

2.1. El Problema de Cauchy


Ataquemos el problema general de encontrar variedades integrales de un (Σ, I)
estudiando un caso particular. Supongamos que trabajamos en Rn con coordenadas
x1 , . . . , xn y queremos resolver una ecuación diferencial en derivadas parciales para
una función u = u(x)
∂u
F (xi , u,
)=0 (2.2)
∂xj
donde 1 ≤ i, j ≤ n. Como vimos en la sección anterior, podemos modelar esta
ecuación mediante una subvariedad de J 1 (Rn , R) tomando coordenadas estándar
xi , u, pj y definiendo

Σ = {(xi , u, pj ) ∈ J 1 (Rn , R) | F (xi , u, pj ) = 0}


Llamemos θ al pullback a Σ de la forma de contacto canónica du − pj dxj y
Λ = dx1 ∧ · · · ∧ dxn a la condición de independencia.
Como dim J 1 (R2 , R) = 2n + 1 y Σ es una hipersuperficie, dimΣ = 2n. Resulta
ası́ que por una cuestión de grados θ ∧ (dθ)n = 0. Diferenciando (2.2) obtenemos

0 = dF = Fxi dxi + Fu du + Fpj dpj


y como cuando nos restringimos a Σ tenemos du = pj dxj , resulta que

(Fxi + Fu pi )dxi + Fpj dpj ≡ 0 mod θ

Esta es la única relación entre los diferenciales de las coordenadas en el espacio


de jets en Σ, con lo que θ ∧ (dθ)n−1 6= 0 en cada punto. Por el teorema de Pfaff
discutido al principio de este capı́tulo, existen coordenadas locales en Σ tal que θ es
un múltiplo no nulo de

dy 1 + y 2 dy 3 + · · · + y 2n−2 dy 2n−1 .

Ası́, resulta que esta forma anula al campo v = ∂y∂2n : este tipo de campos es
de vital importancia en el estudio de ecuaciones diferenciales, y se llaman campos
caracterı́sticos de Cauchy. En términos generales, tenemos la siguiente definición.
Definición 2.1.1. Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior. Consideremos un cam-
po X ∈ Γ(T Σ). Diremos que X es un campo caracterı́stico de Cauchy si

Xy α ∈ I ∀α∈I
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 29

La colección de campos de Cauchy para un (Σ, I) la notaremos A(I). Como la


definición de campos de Cauchy es C ∞ en X, vemos que es una distribución suave
bien definida en Σ, al menos en el los abiertos donde la dimensión es localmente
constante. Aún más: puede probarse que A(I) es cerrada bajo el corchete de Lie,
lo que implica que la distribución es involutiva en el sentido de Frobenius (ver, por
ejemplo, [6]). El teorema de Frobenius garantiza la existencia de una variedad suave
Σ̃ tangente a la distribución A(I).
La importancia de los campos caracterı́sticos de Cauchy para una ecuación di-
ferencial en derivadas parciales reside en que permiten reducir nuestra PDE a un
sistema ODEs: para hacer esto, comenzamos tomando un variedad n−1 dimensional
L del (Σ, I) que sea transversal a v (lo que en la literatura clásica esta subvariedad
se conoce como datos iniciales o datos no caracterı́sticos) y luego usamos el flujo a
lo largo de v para construir una variedad integral n dimensional.
El remarcable hecho que para una ecuación en derivadas parciales de primer or-
den tengamos dim A(I) = 1 era ya bien conocido por matemáticos del siglo XIX,
como Lagrage y Charpit. En términos de las coordenadas originales de nuestro pro-
blema, resulta que el campo v debe ser un múltiplo de
∂ ∂ ∂
w = F pi i
+ pi Fpi − (Fxi + pi Fu )
∂x ∂u ∂pi
Las curvas caracterı́sticas en J 1 (Rn , R), o en terminologı́a clásica, las franjas
caracterı́sticas, son las curvas integrales del sistema diferencial

dxi dpi du
=− =P . (2.3)
Fpi F xi + p i F u pi F p i
Estas ecuaciones se conocen históricamente como las ecuaciones de Lagrange-
Charpit. Los puntos en el espacio de coordenadas xi , pi se pueden pensar como
hiperplanos pi dxi = 0 en los espacios tangentes Tx Rn , y ası́ una curva en J 1 (Rn , R)
se proyecta a una curva en el espacio de coordenadas xi , pi dando una familia uni-
paramétrica de hiperplanos tangentes; ése es el significado tradicional de la termi-
nologı́a ((franjas)).
El caso general. Si bien el ejemplo parece alentador, la situación general es
bastante más complicada: dado un (Σ, I), puede probarse que no hay campos carac-
terı́sticos de Cauchy, al menos genéricamente. Con esto, resulta que las técnicas de
ecuaciones diferenciales en derivadas ordinarias resultan insuficientes para encontrar
variedades integrales de un EDS general. Sin embargo, al menos localmemente, es
posible expresar el problema en términos de ecuaciones diferenciales en derivadas
parciales. Veamos si podemos hacernos una idea de cómo proceder.
Sea M ⊂ Ω∗ (Σ) un subconjunto arbitrario de formas diferenciales en Σ, una
variedad de dimensión n + s. Supongamos que estamos interesados en encontrar las
variedades integrales de dimensión n de M. Para simplificar la notación pongamos
ı́ndices
1 ≤ i, j, k ≤ n, 1 ≤ a, b, c ≤ s.
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 30

Elijamos coordenadas locales x1 , . . . , xn , y 1 . . . , y s centradas alrededor de z ∈


U ⊂ Σ y usemos la condición de independencia Ω = dx1 ∧ · · · ∧ dxn . Emplearemos
cartas adaptadas sobre el abierto Gn (T U, Ω) = {P ⊂ Tz U | Ω|P 6= 0}.
Ahora, para cada q-forma ϕ en U con q ≤ n y cada multi-ı́ndice creciente
J = (j1 , . . . , jq ) con 1 ≤ j1 < j2 < · · · < jq ≤ n
definimos las funciones

Fϕ,J (P ) = ϕ(Xj1 (P ), . . . , Xjq (P )). (2.4)


en Gn (T U, Ω). Vale observar que cuando expresamos las Fϕ,J en términos de las
coordenadas xi , y a , pai , resultan funciones lineales en los menores de orden k de la
matriz p = (pai ) con k ≤ q. Ahora bien, cualquier subvariedad V ⊂ U de dimensión
n que pasa por z y satisface Ω|V 6= 0 puede ser descripta en un entorno de z como
un gráfico: y a = ua (x) para ciertas s funciones ua de n variables. Entonces para
cada punto w = (x, u(x)) ∈ V , las coordenadas del tangente Tw V ∈ Gn (T U, Ω) son
a
simplemente las derivadas parciales: pai = ∂u ∂xi
evaluadas en x.
Ası́, llegamos a una importante conclusión: V es una variedad integral de M si
y sólo si la función u satisface el sistema el sistema de PDEs de primer orden dado
por

Fϕ,J (x, u, ∂u/∂x) = 0 (2.5)


para todo ϕ ∈ M y para todo J tal que |J| = deg(ϕ) ≤ n.
Es natural entonces preguntarse cuáles son las herramientas disponibles para
resolver un sistema de la forma (2.5). Raramente un tal sistema puede ponerse
en forma que podamos aplicar directamente los teoremas usuales de existencia de
ecuaciones diferenciales; aún mas, incluso en dimensiones bajas y para conjuntos de
formas M relativamente simples, los sistemas de ecuaciones resultantes suelen estar
sobredeterminados: hay más ecuaciones independientes que incógnitas.
No obstante, ciertos sistemas de ecuaciones de esta forma han sido tratados con
éxito, al menos en la categorı́a analı́tica durante el siglo XIX mediante métodos que
generalizan los problemas de valores iniciales de la teorı́a de ecuaciones diferenciales
ordinarias. Estos sistemas son los que pueden escribirse en la ((forma de Cauchy-
Kowalevski)), es decir, sistemas de s ecuaciones y s incógnitas ua : Rn × R → R de
la forma

∂ua X a ∂ub
= Abi (x, t, ub ) i + B a (x, t, ub ) (2.6)
∂t b,i
∂x
donde 1 ≤ a, b ≤ s y 1 ≤ i ≤ n.
El teorema de Cauchy-Kowalevski afirma que bajo condiciones iniciales
ua (x, 0) = g a (x)
el sistema tendrá solución única siempre y cuando tanto los coeficientes Aabi , B a y
las condiciones iniciales g a sean funciones analı́ticas reales. Este tipo de problemas
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 31

son los llamados ((problemas de Cauchy)). Veamos un ejemplo para entender en


qué consiste la técnica de Cartan.
Ejemplo. Un sistema de primer orden de tres incógnitas y tres variables.
Para tener una idea de cómo es la estrategia para resolver un sistema de PDE’s
en la categorı́a analı́tica usando una sucesión de problemas de Cauchy, consideremos
el siguiente ejemplo. Consideremos R3 muñido de coordenadas x, y, z; en lo siguiente,
para las derivadas usemos la notación fx = ∂f ∂x
, etc.

Problema: hallar funciones analı́ticas u1 , u2 , u3 que verifiquen


 3 2 1 1
 uy − uz = u + v

u1z − u3x = u2 + v 2 (2.7)

 2
ux − u1y = u3 + v 3
alrededor del origen, donde las v j son funciones analı́ticas dadas. La estrategia
((Cauchy-Kovalesvkaya)) para resolver este problema es la siguiente:

(i) Seleccionamos s0 = 0 funciones de 0 variables, s1 = 1 función de 1 variable,


s2 = 1 función de 2 variables y s3 = 1 función de 3 variables:

f 1 = f 1 (x), f 2 = f 2 (x, y), f 3 = f 3 (x, y, z)

(ii) Hallamos una w definida en un entorno del origen de R2 , solución de la ecuación


diferencial

wy (x, y) = −fx2 (x, y)−f 3 (x, y, 0)−v 3 (x, y, 0), sujeta a w(x, 0) = f 1 (x). (2.8)

Obsevamos que este es en efecto un problema de Cauchy: los datos iniciales


vienen dados sobre la hipersuperficie {(x, y) ∈ R2 |y = 0} y la derivada en una
dirección trasversal a esta superficie es especificada por la ecuación diferencial.

(iii) Hallamos la solución del siguiente problema de Cauchy, para funciones de tres
variables
(
u1z = fx3 + u2 + v 2
(2.9)
u2z − fy3 − y 1 − v 1

sujeto a las condiciones

u1 (x, y, 0) = w(x, y), u2 (x, y, 0) = f 2 (x, y)

Observemos que en este caso los datos iniciales vienen dados en la hipersuper-
ficie {(x, y, z) ∈ R3 |z = 0}.

(iv) Pongamos
u3 = f 3 (2.10)
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 32

Las funciones ui ası́ construidas efectivamente verifican las primeras dos ecua-
ciones de (2.7): derivando (2.10) respecto de x y restándosela a la primera ecuación
de (2.9), vemos que se verifica la primera ecuación del problema; derivando (2.10)
respecto de z y restándole la segunda ecuación de (2.9), tenemos la segunda. Aho-
ra bien, no queda claro que las funciones construı́das verifiquen la tercera de las
ecuaciones de (2.7), pues poniendo

T ≡ u2x − u1y − u3 − v 3

vemos que sobre la hipersuperficie {z = 0} se verifica

T (x, y, 0) = fx2 (x, y) − wy (x, y) − f 3 (x, y, z) − v 3 (x, y, 0) = 0

pues vale (2.8). Ahora para que T sea idénticamente nula, debe sudecer entonces
que dT ≡ 0: un cálculo directo muestra que una condición equivalente es

(u1 + v 1 )x + (u2 + v 2 )y + (u3 + v 3 )z ≡ 0 (2.11)


Esto sugiere que para resolver el problema planteado podrı́amos bien incorporar
estas ((condiciones de compatibilidad)) al sistema original. Intentemos ahora eligiendo
una función de una variable y dos funciones de dos variables:

(i*) Elegimos g 1 (x), g 2 (x, y), g 3 (x, y)


(ii*) Resolvemos la ecuación diferencial

wy (x, y) = −g 2 (x, y) − g 3 (x, y) − v 3 (x, y, 0)

sujeta a la condición inicial w(x, 0) = g 1 (x).


(iii*) Resolvemos el sistema
 1 3 2 2
 uz = ux + u + v

u2z = u3y − u1 − v 1 (2.12)

 3
uz = −(u1 + v 1 )x − (u2 + v 2 )y − vz3
sujeto a las condiciones iniciales

u1 (x, y, 0) = w(x, y), u2 (x, y, 0) = g 2 (x, y), u3 (x, y, 0) = g 3 (x, y).

No es dificil ver que la terna de funciones ui ası́ construida efectivamente verifica


(2.7).
En este ejemplo, la ((condición de compatibilidad)) tomó la forma de una ((ecuación
extra)) que las soluciones construidas de esta manera debı́an verificar. Ciertamen-
te, hay muchos casos mas complicados de modelar, y en este sentido, hacia el final
del siglo XIX se conocı́an varios ejemplos de sistemas de PDE que podı́an ser tra-
tados con esta estrategia, siempre y cuando uno pudiera encontrar ((una cantidad
suficiente)) de condiciones de compatibilidad.
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 33

A finales del siglo XIX y principios del XX, Riquier (en 1910) y Cartan (en
1899) comenzaron un estudio sistemático de este problema de compatibilidad. El
enfoque de Riquier era el de trabajar directamente con las ecuaciones del sistema de
PDE planetado, mientras que Cartan, motivado por su investigación en geometrı́a
diferencial y grupos de transformaciones de Lie (hoy llamados pseudogrupos de Lie)
se basaba en un enfoque libre de coordenadas.
El primero de los momentos de claridad de Cartan fue efectivamente ese: la
diferenciación parcial - que depende a priori de una elección de coordenadas - podı́a
ser reemplazada por un operador de diferenciación exterior - que no depende de
coordenadas. Su método consistió en considerar que una colección de s funciones ua
de n variables xi define, a través de su gráfico, una subvariedad de Rn+s . La condición
de que estas ua sean solución de un sistema de primer orden de PDE’s lineal en
los menores de la matriz jacobiana ∂u ∂x
lo consideró equivalente a que el gráfico en
cuestión sea una variedad integral a una cierta colección M de formas diferenciales
en Rn+s . Cartan propuso enconces tomar a I al ideal diferencial generado por M
y ası́, resolver un sistma de PDE’s como los considerados a través de una serie
de problemas de Cauchy, era equivalente al de ((extender)) una variedad integral
p-dimensional de (Rn+s , I) a una variedad integral de dimensión p + 1.
El segundo insight de Cartan fue darse cuenta que la condición de que una
subvariedad M ⊂ Σ sea integral de un (Σ, I), es una condición sobre los espacios
tangentes a M . Esto lo llevó a definir el concepto de ((elemento integral)) de un
sistema diferencial exterior, a saber: los elementos integrales de dimensión p de
(Σ, I) en un punto x son los planos E ⊂ Tx Σ tales que todas las formas de I se
anulan idénticamente. Estos planos forman un subespacio cerrado Vp (I) de Gp (T Σ).
Cartan estudió la estructura de estos subespacios y sus interrelaciones a medida
que su dimensión varı́a e incluso pudo encontrar una condición que aseguraba la
existencia de variedades integrales de la dimensión deseada, basado exclusivamente
en el álgebra lineal de estos subespacios - en este aspecto, el teorema de Cartan-
Kähler sigue la filosofı́a clásica de uno de los grandes teoremas de la matemática, el
Teorema de la Función Implı́cta: si localmente el álgebra lineal funciona bien, todo
funciona bien.

2.2. Elementos integrales


Comenzaremos esta sección describiendo uno de los conceptos fundamentales de
la teorı́a de EDS: los elementos integrales. Estos pueden pensarse como variedades
integrales infinitesimales en un punto de la variedad.
Nomenclatura Dada Σ una variedad suave y F ⊂ C ∞ es cualquier colección de
funciones suaves en Σ, denominaremos Z(F) ⊂ Σ al conjunto de ceros comunes de
todas las funciones en dicha familia. Diremos que un x ∈ Z(F) es un cero ordinario
de F si existe un abierto V de x y un conjunto de funciones f 1 , . . . , f q ∈ F con
diferenciales linealmente independientes en V tal que
\
Z(F) V = {y ∈ V | f 1 (y) = · · · = f q (y) = 0}.
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 34
T
Por el teorema de la función implı́cita, Z(F) V resulta ası́ una subvariedad
suave de codimensión q en V . Observemos que el conjunto de ceros ordinarios de F
es un abierto de Z(F) en la topologı́a relativa; usemos para estos ceros la notación
Z 0 (F). Resulta que Z 0 (F) es por lo general una unión disjunta de subvariedades
conexas embebidas en Σ. Las componentes de Z 0 (F) no tienen todas la misma
dimensión, y la codimensión de Z 0 (F) sobre x se define como la codimensión en Σ
de la componente de Z 0 (F) que contiene a x.
En general, si A ⊂ Σ es cualquier subconjunto y x ∈ A, diremos que A tiene
codimensión a lo sumo q (resp. al menos q) en x si existe un abierto V alrededor de
x tal que A ∩ V contiene (resp. está contenido en) una subvariedad suave embebida
de V de codimensión q que pasa por x. Ciertamente A tiene codimensión por lo
menos q y a lo sumo q en x sı́ y sólo sı́ A tiene estructura de subvariedad suave de
codimensión q alrededor de x.
Una última observación sobre la notación: dado E ⊂ Tx Σ y α ∈ I, usaremos la
notación αE para significar a la restricción de αx al subespacio E ⊂ Tx Σ.
Definición 2.2.1. Sea un sistema diferencial exterior (Σ, I) y un punto x ∈ Σ. Un
subespacio E ⊂ Tx Σ se dice un elemento integral de I si ϕE = 0 para toda ϕ ∈ I.
El conjunto de elementos integrales de dimensión p lo notaremos Vp (I).
Proposición 2.2.1. Si E es un elemento integral de dimensión n de I, entonces
todo subespacio de E también es un elemento integral de I
Demostración. Supongamos que W ⊂ E es un subespacio de E. Si W no fuera un
elemento integral, entonces existirı́a una forma ϕ ∈ I tal que ϕW 6= 0. Pero entonces
ϕE 6= 0, contradiciendo la hipótesis de que E es un elemento inetgral de I. 
Proposición 2.2.2.
Vp (I) = {E ∈ Gn (T Σ) | αE = 0 para todo α ∈ I n }
Demostración. La contención ((⊂)) es clara. Veamos cómo probamos la inclusión en
el sentido contrario. Debemos mostrar que si αE = 0 para todo α ∈ I n , entonces
ϕE = 0 para todo ϕ ∈ I. Supongamos que ϕE 6= 0 para alguna ϕ ∈ I de grado
p < n. Entonces existe una η0 ∈ Λn−p (E ∗ ) tal que ϕ ∧ η0 es una forma no nula en
Λn (E ∗ ). Sea η una forma suave de grado n − p en Σ tal que ηE = η0 . Entonces ϕ ∧ η
es una forma de grado n con ϕ ∧ η)E 6= 0. 
Lo que nos dice esta última proposición es que para cada x ∈ Σ, el conjunto
Vn (I) ∩ Gn (Tx Σ) es una subvariedad algebraica de Gn (Tx Σ). La estructura de esta
subvariedad pùede ser muy complicada, pero ciertamente estas indagaciones no están
en el rumbo en el que ha ido la teorı́a. En la práctica, los espacios Vp (I) se estudian
inductivamente para deducir información sobre Vp+1 (I).
Definición 2.2.2. Sea E ⊂ Tx Σ de dimensión p. Definimos el espacio polar de E
como
H(E) = {v ∈ Tx Σ | (vyϕ)E = 0 para todo ϕ ∈ I p+1 }
Notemos que E ⊂ H(E). El anulador de H(E) lo notaremos E ⊂ Tx∗ Σ y lo llamare-
mos espacio de las ecuaciones polares de E.
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 35

La relevancia de el espacio polar queda clarificada por la siguiente de proposicion.


Proposición 2.2.3. Sea E un elemento integral de I de dimensión p. Sea E + un
subespacio de dimensión p + 1 que contiene a E. Entonces

E + es un elemento integral de I si y sólo si E + ⊂ H(E)

.
Demostración. Supongamos que E + = E+gen{v} para cierto v ∈ Tx Σ. Por la
proposición anterior, E + es un elemento integral de I si y sólo si ϕE + = 0 para
toda (p + 1)-forma ϕ ∈ I; por definición, esta última condición es equivalente a que
(vyϕ)E = 0 o sea, a que v ∈ H(E), y de esto se sigue la proposición. 
Veamos algunos ejemplos sencillos en dimensiones bajas para familiarizarnos
con las definiciones.

Ejemplo 2.2.1. Consideremos en Σ = R3 coordenadas x, y, z y el ideal diferencial


I = {dx, dx ∧ dy}diff . Dado que los generadores son formas cerradas, vemos que
dx, dx∧dy sirven como generadores algebraicos del sistema. Comencemos calculando
los elementos integrales de dimensión uno. Es ası́ que
∂ ∂
E ∈ V1 (I) ⇐⇒ (dx)E = 0 ⇐⇒ E ⊂ gen{ , }
∂y ∂z
∂ ∂
Supongamos que E = gen{b ∂y + c ∂z } con b, c no ambos nulos, procedamos a
calcular su espacio polar. Para eso, recordamos que el espacio polar queda definido
por la anulación de todos los generadores algebraicos de grado k ≤ (dim E + 1):

H(E) = {v ∈ Tp R3 | (vy ϕ)E = 0, ϕ ∈ I k , k ≤ (dim E + 1)}


Supongamos que
∂ ∂ ∂
v = α1 + α2 + α3 .
∂x ∂y ∂z
Luego, H(E) quedará definido por las ecuaciones
(
(vy dx)E = 0
(vy dx ∧ dy)E = 0
lo cual en términos de las coordenadas resulta en el sistema lineal de ecuaciones
(
α1 = 0
bα1 = 0
Vemos que este sistema tiene rango uno, independientemente de E ∈ V1 (I), y
de hecho, todo elemento integral de dimensión uno posee el mismo espacio polar, a
saber
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 36

∂ ∂
H(E) = gen{ , }.
∂y ∂z
Observando bien el ideal diferencial, vemos que de hecho, I = {dx}alg y que es
un ideal que verifica la condición de Frobenius; de hecho, las variedades integrales de
este sistema están contenidas en planos definidos por x = constante; las variedades
integrales de dimensión dos serán justamente planos x = k con k ∈ R, mientras
que las variedades integrales de dimensión uno serán curvas planas con primera
coordenada constante.
Ejemplo 2.2.2. Consideremos en Σ = R3 el ideal diferencial I = {dx ∧ dy, dy ∧
dz}diff . Como no tenemos formas de grado uno, se sigue que todo subespacio de
dimensión uno de Tp R3 es un elemento integral; es decir,

V1 (I) = G1 (T R3 ).
∂ ∂ ∂
Calculemos el espacio polar para un subespacio E = gen{a ∂x + b ∂y + c ∂z }
genérico. Planteando la definición, tenemos

H(E) = {v ∈ Tp R3 | (vy ϕ)E = 0, ϕ ∈ I k , k ≤ 2}.


∂ ∂ ∂
Como antes, pongamos v = α1 ∂x + α2 ∂y + α3 ∂z , con lo cual explı́citamente, el
espacio polar queda definido por
(
(vy dx ∧ dy)E = 0
(vy dy ∧ dz)E = 0
que cual en términos de las coordenadas resulta en el sistema lineal de ecuaciones
(
bα1 − aα2 = 0
(2.13)
cα2 − bα3 = 0
El rango de este sistema evidentemente depende del elemento integral E que
hayamos considerado. Vemos que tenemos dos casos posibles:

(i) Si se tiene b 6= 0, con lo cual el sistema de ecuaciones (2.13) tiene rango dos,
y por ende, dim H(E) = 1. Como siempre se tiene E ⊂ H(E), resulta que
E = H(E) y luego un tal E no está contenido en ningún elemento integral de
dimensión dos.

(ii) Por otro lado, si b = 0 resulta que el rango de (2.13) es uno, con lo cual
dim H(E) = 2. Independientemente de a, c tendremos

∂ ∂
H(E) = gen{ , }.
∂x ∂z
Observemos que H(E) es un elemento integral de dimensión dos de I. Estu-
diemos ahora los demás elementos integrales de dimensión dos del sistema. Sea
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 37

entonces F ∈ V2 (I). Entonces resulta que F no puede contener ningún vector


de la forma

∂ ∂ ∂
w=a + +c ,
∂x ∂y ∂z
pues de contenerlo, resultarı́a que por la Proposición 2.2.3 tendrı́amos F ⊂
H(gen{w}) lo cual es una contradicción pues para tal w, se tiene dim H(E) =
1. Ası́, necesariamente se tiene

∂ ∂
F = gen{ , },
∂x ∂z
con lo cual I tiene sólo un elemento integral de dimensión dos.

Volvamos ahora a la discusión general. Por lo que muestra la Proposicion 2.2.2,


aún cuando el espacio Vp+1 (I) ∩ Gp+1 (Tx Σ) tiene una estructura complicada, para
un E ∈ Vp (I) fijo, el espacio de aquellos E + ∈ Vp+1 (I) que contienen a E es
un espacio proyectivo real isomorfo a P(H(E)/E). Esto motiva definir la función
r : Vp (I) → (Z) vı́a la fórmula

r(E) = dim(H(E)) − (p + 1).

Esta función es importante pues observemos que r(E) ≥ −1 con igualdad exacta-
mente cuando E no está contenido en ningún elemento integral de dimensión p+1 de
I. Además, cuando r(E) ≥ 0, el conjunto de elementos integrales p+1 dimensionales
de I que contienen a E es un espacio proyectivo de dimensión r(E).
En lo que sigue, daremos dos definiciones de base, sobre las cuales podremos
desarrollar mı́nimamente la teorı́a de incidencia de los espacios Vp (I). Primero, un
poco de terminologı́a. Si Ω es una n-forma en Σ, pongamos Gn (T Σ, Ω) el abierto
que contiene a todos los E’s tales que ΩE 6= 0. Si ϕ es cualquier otra n-forma en Σ,
podemos definir una función ϕΩ : Gn (T Σ, Ω) → R vı́a la igualdad

ϕE = ϕΩ (E)ΩE ,

para todo E ∈ Gn (T Σ, Ω) (como Λn (E ∗ ) tiene dimensión 1, y ΩE funciona como


base, esta definición tiene sentido). Por la segunda proposición, el conjunto

Vn (I, Ω) = Vn (I) ∩ Gn (T Σ, Ω)

es simplemente el conjunto de ceros comunes de la colección

FΩ (I) = {ϕΩ | ϕ ∈ I n }.

Definición 2.2.3 (Elementos Kähler-ordinarios y Kähler-regulares). Un ele-


mento integral E ∈ Vn (I) se llamará Kähler-ordinario si existe una n-form Ω en Σ
tal que
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 38

(I) ΩE 6= 0,
(II) E es un cero ordinario del conjunto FΩ (I)
Usaremos la notación Vno (I) ⊂ Vn (I) para denotar al conjunto de todos los puntos
Kähler ordinarios. En otras palabras, un elemento integral E ∈ Vn (I) será Kähler-
ordinario si es posible dar a Vn (I) una estructura de subvariedad suave de Gn (T Σ)
alrededor de E. Un elemento Kähler-ordinario E ∈ Vno (I) se dirá Kähler-regular si
la función

r(E) = dim(H(E)) − (n + 1)
es localmente constante en un abierto alrededor de E contenido en Vno (I). Usa-
remos la notación Vnr (I) para notar a los elementos Kähler-regulares.
Notemos que el rol de la forma Ω no es crucial; dado que si Ψ es otra m-forma
tal que ΨE 6= 0, entonces E ∈ Gn (T Σ, Ω) ∩ Gn (T Σ, Ψ) y la identidad ϕΩ = ϕΨ ΨΩ
vale sobre esta intersección. Como ΨΩ nunca se anula sobre ese conjunto, se sigue
que E es un cero ordinario de la colección de funciones FΩ (I) si y sólo si es un cero
ordinario de la colección FΨ (I). Además, resulta que siendo Vno (I) una subvariedad
embebida de Gn (T Σ) y un abierto de Vn (I) en la topologı́a relativa, como r es
semicontinua superiormente sobre Vno (I) (la dimensión sólo puede aumentar en un
entorno de E), resulta que Vnr (I) es un abierto denso de Vno (I)
Antes de dar más definiciones, demos algunos ejemplos para eslcarecer estas
definiciones.
Ejemplo 2.2.3. Sea Σ = R5 con coordenadas x1 , . . . , x5 y sea I = {θ1 , θ2 }diff , donde
θ1 = dx1 + (x3 − x4 x5 )dx4 θ2 = dx2 + (x3 + x4 x5 )dx5 .
Si ponemos θ3 = dx3 + x5 dx4 − x4 dx5 , se comprueba directamente que dθ1 = θ3 ∧ dx4
y dθ2 = θ3 ∧ dx5 . Para cada x ∈ R5 , pongamos
Hx = {v ∈ Tx R5 | θ1 (v) = θ2 (v) = 0} ⊂ Tx R5
Ciertamente, H ⊂ T R5 define una distribución de rango tres, y un subespacio E
de dimensión 1 de Tx R5 es un elemento integral de I sı́ y sólo si E ⊂ Hx . Ası́,
V(I) ∼
= P(H) y es una variedad suave de dimensión 7.
Pongamos ahora
Kx = {v ∈ Tx R5 | θ1 (v) = θ2 (v) = θ3 (v) = 0}.
Entonces K ⊂ H es una distribución de rango 2 en R5 . Es fácil ver que para cada
x, Kx es el único elemento integral de dimensión dos de I - y conluı́mos además que
este sistema no posee elementos integrales de dimensión mayor a dos.
Por otro lado, veamos una sutileza importante que emerge en este ejemplo: cual-
quier variedad integral de dimensión dos de (Σ, I) debe ser una variedad integral de
(Σ, I+ ), donde I+ = {θ1 , θ2 , θ3 }diff . Como dθ3 = −2dx4 ∧ dx5 , vemos que
I+ = {θ1 , θ2 , θ3 , dx4 ∧ dx5 }alg
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 39

Esto implica que I+ no tiene elementos integrales de dimensión dos y a fortiori, no


tiene variedades integrales de dimensión dos. Luego, I no tiene variedades integrales
de dimensión dos tampoco. Esta observación muestra que no todo elemento integral
de un sistema (Σ, I) proviene de una variedad integral.
Mostraremos a contiunuación que todos los elementos integrales de dimensión
2 de (Σ, I) son Kähler-regulares. Para eso, fijemos Ω = dx4 ∧ dx5 . Todo E ∈
G2 (T R5 , Ω) tiene una única base de la forma
∂ ∂ ∂ ∂
X4 = 4
+ p14 1 + p24 2 + p34 3
∂x ∂x ∂x ∂x
∂ 1 ∂ 2 ∂ 3 ∂
X5 = + p5 1 + p5 2 + p5 3
∂x5 ∂x ∂x ∂x
y las funciones x1 , . . . , x5 , p14 , . . . , p35 forman un sistema de coordenadas en G2 (T R5 , Ω),
y un cómputo simple muestra que

(θ1 ∧ dx4 )Ω = −p15


(θ1 ∧ dx5 )Ω = p14 − (x3 − x4 x5 )
(θ2 ∧ dx4 )Ω = −p25 − (x3 + x4 x5 )
(θ2 ∧ dx5 )Ω = p24
(θ3 ∧ dx4 )Ω = −p35 + x4
(θ3 ∧ dx5 )Ω = −p34 − x5 .

Estas seis funciones son claramente independientes en G2 (T R5 , Ω) y el conjunto


de sus ceros comunes es exactamente V2 (I). Por lo tanto, cada punto en V2 (I) es
Kähler-ordinario. Como ninguno de estos elementos integrales tiene una extensión a
un elemento integral de dimensión 3, se sigue que r(E) ≡ −1 para todo E ∈ V2 (I),
con lo que todo elemento integral de dimensión dos es también Kähler-regular.
Similarmente, es sencillo ver que cada E ∈ V1 (I) es Kähler-ordinario; sin em-
bargo, resulta que no todos estos puntos son Kähler regulares. Veamos por qué:
cualquier E ∈ V1 (I) para el cual θ3 no se anule, no puede ser subespacio de ningún
elemento integral de dimensión dos. Luego, r(E) = −1 para todo E ∈ V1 (I, θ3 ). Por
otra parte, todo F ∈ V2 (I) que anule a θ3 está contenido en un F̃ ∈ V2 (I) y por lo
tanto r(F ) = 0. Como V1 (I, θ3 ) es denso en V1 (I), se sigue que V1r (I) = V1 (I, θ3 ).

2.3. El Test de Involutividad de Cartan


En esta sección daremos la demostración de uno de los resultados más pode-
rosos de la teorı́a de sistemas diferenciales exteriores: el Test de Involutividad de
Cartan. Este test nos indicará cuando un elemento integral es elemento terminal
de una bandera de elementos Kähler-regulares: como veremos más adelante, este es
un resultado de extrema utilidad a la hora de aplicar el teorema de Cartan-Kähler
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 40

en la práctica; como dirı́a Paul Gordan, ((Oh, it is very useful indeed; one can write
many theses about it)). Para enunciarlo, debemos primero investigar las relaciones de
incidencia entre elementos integrales de diferente dimensión. Es de interés estudiar
estas relaciones pues resulta que la condición de Kähler-regularidad implicará que
podremos resolver el problema de Cauchy para variedades integrales de un siste-
ma diferencial exterior (Σ, I) si es que podemos resolver un ((problema de Cauchy
infinitesimal)): extender un elemento integral de dimensión p a uno de dimensión
p + 1.
Concretamente, consideraremos las siguientes construcciones

Vp,p+1 (I) = {(E, E + ) ∈ Vp (I) × Vp+1 (I) | E ⊂ E + }


r
Vp,p+1 (I) = {(E, E + ) ∈ Vpr (I) × Vp+1 (I) | E ⊂ E + }

Sea πp : Vp,p+1 (I) → Vp (I) la proyección en el primer factor. Es fácil describir la


fibra de esta proyección: si E ∈ Vp (I) es tal que r(E) ≥ 0, entonces

πp−1 (E) ∼
= P(H(E)/E) ∼
= RPr(E)

Por otro lado, denotando πp+1 : Vp,p+1 (I) → Vp+1 (I) a la proyección en el segundo
factor, la fibra sobre un E + ∈ Vp+1 (I) viene dada por
−1
πp+1 (E + ) ∼
= P(E)∗ ,

es decir, el espacio de hiperplanos en E + . En el diagrama:

Vp,p+1 (I)
πp+1
πp
y &
Vp (I) Vp+1 (I)
resulta que rara vez esta fibración doble es suryectiva o submersiva en alguna de
las bases. Sin embargo, cuando nos restringimos a puntos donde el primer factor es
Kähler-regular, la situación es notablemente más sencilla. En este respecto, tenemos
la siguiente importante proposición.
r
Proposición 2.3.1. Si Vp,p+1 (I) es no vacı́o, entonces es una variedad suave.
o
Además, su imagen a través de πp+1 es un abierto denso de Vp+1 (I) y además las
r r r r
proyecciones πp : Vp,p+1 (I) → Vp (I) y πp+1 : Vp,p+1 (I) → Vp+1 (I) resultan submer-
siones.
Una demostración de esta proposición puede encontrarse en [6]. Si bien su de-
mostración no es difı́cil, es extensa. Notemos cE (Vn (I), Gn (T Σ)) a la codimensión
en el punto E de Vn (I) como subvariedad de Gn (T Σ). De la demostración de la
Proposición 2.3.1 se tiene el siguiente importante
Corolario 2.3.1. Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior, z ∈ Σ, E ⊂ E + ⊂ Tz Σ
elementos integrales de dimensiones p y p+1 respectivamente, tales que E es Kähler-
regular. Entonces se verifica la igualdad
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 41

cE + (Vp+1 (I), Gp+1 (T Σ)) = cE (Vp (I), Gp (T Σ)) + (codim H(E) en Tz Σ) (2.14)
En el resto del presente capı́tulo usaremos tanto la Proposición 2.3.1 como su
corolario para trabajar los conceptos de elementos ordinarios y elementos regulares
de un sistema diferencial exterior. Comencemos con una definición.
Definición 2.3.1. Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior y z ∈ Σ. Una sucesión
de subespacios anidados
(0)z ⊂ E1 ⊂ E2 ⊂ · · · ⊂ En
donde dim Ek = k y En es un elemento integral de I se dirá una bandera integral
de I de longitud n basada en z.
Observemos que si z es un punto ordinario de I 0 y la función r es localmente
constante alrededor de Ek ∈ Vk (I) para todo k ≤ n − 1, entonces la Proposición
2.3.1 se aplica inductivamente para mostrar que cada Ek es Kähler-regular para
k ≤ n − 1 y que En es Kähler-ordinario.
Definición 2.3.2. Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior. Un elemento integral
E ∈ Vn (I) se dice ordinario si
(i) su punto base z es un cero ordinario de I 0 ;
(ii) existe una bandera integral (0)z ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En ⊂ Tz Σ tal que En = E y
cada Ek es Kähler-regular para k ≤ n − 1
Si además E es Kähler-regular, diremos que E es un elemento integral regular.
En una bandera integral (0)z ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En ⊂ Tz Σ donde cada Ek es Kähler-
regular para k ≤ n−1, notemos que cada tal Ek es de hecho, regular. Estas banderas
se llamarán banderas ordinarias. Si además, En es regular, diremos que tenemos una
bandera regular.

En lo sucesivo, para simplificar algunas demostraciones, asumiremos que el ideal


diferencial I no posee formas de grado cero. Esta restricción no es demasiado se-
vera, pues dado un sistema diferencial exterior (Σ, I), podemos ponernos en estas
condiciones restringiendo nuestro análisis a
Σ0 = {x ∈ Σ | θx = 0 ∀ θ ∈ I 0 }.
Proposición 2.3.2. Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior sin formas de grado
cero. Sea (0)z ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En ⊂ Tz Σ una bandera integral de I Consideremos
{e1 , . . . , en } una base de En adaptada a la filtración; es decir una base tal que
{e1 , . . . , ek } es base de Ek ∀ k ≤ n
Para cada k ≤ n definamos ck = codim(H(Ek )) en Tz Σ, y para cada entero a entre 1
y cn−1 definimos el nivel de a, denotado λ(a), como el menor entero tal que a ≤ cλ(a)
Entonces
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 42

(i) la colección ck es creciente,

(ii) cuando cn−1 > 0, existe una conjunto de formas diferenciales {ϕ1 , . . . , ϕcn−1 } ⊂
I de modo tal que ϕa tiene grado λ(a) + 1 y para todo 1 ≤ k ≤ n − 1 se tiene

H(Ek ) = {v ∈ Tx Σ | ϕa (v, e1 , . . . , eλ(a) ) = 0, a ≤ ck }. (2.15)

Demostración. De la propia definición de espacio polar, es fácil deducir que H(Ek+1 ) ⊂


H(Ek ) con lo que tenemos la primera parte de a proposición: ck+1 ≥ ck . Para probar
la segunda afirmación, tenemos que construir la secuencia de formas ϕ1 , . . . , ϕcn−1 ,
y lo haremos por inducción sobre el nivel k.
Por la definición de H(E0 ), existen 1-formas {ϕ1 , . . . , ϕc0 } ⊂ I tal que se verifica
(2.15) para k = 0. Supongamos ahora que ya hemos construı́do un conjunto de
formas {ϕ1 , . . . , ϕcp−1 } ⊂ I que verifica (2.15) para todo k < p. Sea {ω 1 , . . . , ω n } ⊂
Ω1 (Σ) tales que restringidas a E son la base dual de {e1 , . . . , en } y definamos ϕ̃a ∈ I
a través de

ϕ̃a = ϕa ∧ ω λ(a)+1 ∧ ω λ(a)+1 ∧ · · · ∧ ω p .


Entonces resulta que ϕ̃a es un forma de grado p + 1 en I y como ϕa se anula sobre
E, tenemos que para todo v ∈ Tx Σ vale la igualdad

ϕ̃a (v, e1 , . . . , ep ) = ϕ(v, e1 , . . . , eλ(a) ). (2.16)


Si cp = cp−1 , entonces H(Ep ) = H(Ep−1 ) y la igualdad (2.16) muestra que (2.15)
ya se cumple para k = p. Si en cambio cp > cp−1 , entonces por la misma definición
de espacio polar, podemos elegir p + 1 formas en {ϕa | cp−1 < a ≤ cp } ⊂ I de modo
tal que H(Ep ) es precisamente el conjunto de vectores v ∈ Tx Σ que satisfacen

ϕ̃a (v, e1 , . . . , ep ) = 0 para a ≤ cp−1 ,


y además
ϕa (v, e1 , . . . , ep ) = 0 para cp−1 < a ≤ cp ,
con lo cual concluı́mos el paso inductivo. 
A una secuencia como la recién mostrada se la suele llamar secuencia polar aso-
ciada a la bandera integral (0)z ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En ⊂ Tz Σ. Estamos listos ahora para
demostrar el test de involutividad de Cartan. El test de Cartan nos permitirá decidir
cuándo una bandera es en efecto una bandera ordinaria: equivalentemente, es un test
que nos permitirá decidir cuando un elemento ordinario es el elemento terminal de
una bandera de elementos Kähler-regulares.

Teorema 2.3.2 (Test de Cartan). Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior sin
formas de grado 0, x ∈ Σ. Consideremos la bandera integral (0)x ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En ⊂
Tx Σ y pongamos para cada k < n, ck la codimensión de H(Ek ) en Tx Σ. Entonces

(I) codimEn (Vn (I), Gn (T Σ)) ≥ c0 + c1 + · · · + cn−1


CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 43

(II) Cada Ek con k < n es regular (o sea: En es ordinario) si y solo si En posee


un entorno en Gn (T Σ) de modo tal que Vn (I) ∩ U es una variedad suave de
codimensión precisamente c0 + c1 + · · · + cn−1 en U .

Demostración. Pongamos s = dim Σ − n. Consideremos un sistema de coordenadas


de Σ centrado alrededor de x, (x1 , . . . , xn , u1 , . . . , us ) de manera tal que para todo
k ≤ n, Ek está generado por {∂/∂xi }i≤k y tal que para todo k < n se tiene

H(Ek ) = {v ∈ Tx Σ | dua (v) = 0 para todo a ≤ ck }.

Sea {ϕ1 , . . . , ϕcn−1 } una secuencia polar para la bandera dada, de modo tal que
∂ ∂
dua (v) = ϕa (v,1
, . . . , λ(a) ),
∂x ∂x
para todo v ∈ Tx Σ. De estas elecciones se sigue que

ϕa = dua ∧ dx1 ∧ dx2 · · · ∧ dxλ(a) + ψ a ,

donde ψ a es una forma de grado λ(a) + 1 que puede escribirse como suma de tres
tipos distintos de formas:

(i) dub ∧ dxJ donde J es un multiı́ndice de grado λ(a) que contiene al menos un
ı́ndice j que es mayo que λ(a),

(ii) formas que se anulan en x

(iii) formas que son de grado por lo menos 2 en las diferenciales {dub }.

Vamos ahora a mostrar que las formas {ϕa | a ≤ cn−1 } son suficientes para
generar un conjunto de al menos c0 + c1 + · · · + cn−1 funciones definidas en un
entorno de En con diferenciales linealmente independientes en Ek y tales que su
conjunto común de ceros contiene efectivamente a Vn (I).
Sea Ω = dx1 ∧ dx2 · · · ∧ dxn y consideremos Gn (T U, Ω) ⊂ Gn (T Σ) el conjunto
de subespacios E de dimensión n con punto base en un abierto U ⊂ Σ para los
cuales ΩE 6= 0. Tomemos una carta adaptada de Gn (T U, Ω) alrededor de En , con
coordenadas xi , ua , paj . Por conveniencia, fijemos λ(a) = n para todo a > cn−1 .
Diremos que un par de enteros (j, a) es principal si satisface j ≤ λ(a); en caso
contrario diremos que es no-principal. Dado que para j ≥ 1 hay exactamente cj −cj−1
valores de a en el rango 1 ≤ a ≤ s que satisfacen λ(a) = j, un argumento de conteo
elemental da que el número de pares principales es ns − (c0 + c1 + · · · + cn−1 ). Luego,
el número de pares no principales es c0 + c1 + · · · + cn−1 .
Sea (j, a) un par no-principal. Definamos la función Fja : Gn (T U, Ω) → R a
través de la fórmula

Fja (E) = ϕa (Xj (E), X1 (E), X2 (E), . . . , Xλ(a) (E))

Es sencillo ver, que esta función puede expandirse como una suma de tres tipos de
funciones, a saber:
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 44

Fja = paj + Pja + Qaj ,


donde las Pja son una combinación lineal con coeficientes constantes de las variables
xa , ua y {pai | (j, a) par principal} y las Qaj se anulan en segundo orden en En . De
esto se sigue que la colección de funciones

{Fja | (j, a) es un par no principal}


tiene diferenciales linealmente independientes en En , y por continuidad, podemos
tomar un abierto U ⊂ Gn (T U, Ω) alrededor de En en el que estas funciones tengan
diferenciales linealmente independientes. Entonces tenemos que

Vn (I) ∩ U ⊂ {E ∈ U | Fja (E) = 0 para todo par no principal (j, a)}.

Luego, Vn (I) tiene codimensión por lo menos c0 + c1 + · · · + cn−1 alrededor de


En , como querı́amos mostrar. Esto prueba la primera afirmación del teorema.
Para probar la segunda afirmación, comencemos suponiendo que cada Ek es
Kähler-regular para 1 ≤ k < n. Entonces por definición En es un elemento ordinario.
El corolario de la Proposición 2.3.1 muestra que tenemos la siguiente fórmula de
recursión para 1 ≤ k ≤ n:

codimEk (Vk (I), Gk (T Σ)) = ck−1 + codimEk−1 (Vk−1 (I), Gk−1 (T Σ))
Por hipótesis, I no contiene 0-formas, con lo cual V0 (I) = G0 (T Σ) = Σ y por
inducción, la codimensión de Vn (I) en Gn (T Σ) alrededor de En es en efecto c0 +
c1 + · · · + cn−1 .
Para probar la afirmación recı́proca, supongamos que tenemos un entorno U ⊂
Gn (T Σ) para En de manera tal que Vn (I) ∩ U es una variedad suave de codimensión
c0 + c1 + · · · + cn−1 en U . Reduciendo U si es necesario, podemos suponer que

Vn (I) ∩ U = {E ∈ U | Fja (E) = 0 para todo par no principal (j, a)}

y que las funciones F = {Fja | (j, a) es no prinicipal} tienen diferenciales linealmente


independientes en todo U . Si ponemos ϕaj = ϕa ∧ dxK(a,j) donde K(a, j) es un
multiı́ndice de grado n − (λ(a) + 1) definido por la propiedad

dxj ∧ d1 ∧ dx2 ∧ · · · ∧ dxλ(a) ∧ dxK(a,j) = Ω,


entonces Fja (E) = ϕaj (X1 (E), X2 (E), . . . , Xn (E)) para todo E ∈ U . Se sigue de
esto que En es Kähler-ordinario. Aplicando el teorema de la función implı́cita a la
expansión de Fja se sigue que reduciendo U si es necesario, la subvariedad Vn (I)
puede ser descripta por ecuaciones del tipo

pai = Pia ∀ (a, i) no principal.


CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 45

donde las funciones Pja dependen de las variables {pai | (i, a) es un par principal)}
y de las xi , ua . Estas funciones determinan entonces un sistema de coordenadas
centrado en En en Vn (I) ∩ U .
Por la primera parte de la demostración, sabemos que Vn−1 (I) tiene codimensión
por lo menos c0 +c1 +· · ·+cn−2 en Gn−1 (T Σ) sobre En−1 . Mostraremos que de hecho,
Vn−1 (I) contiene una subvariedad de codimensión exactamente c0 + c1 + · · · + cn−2
que pasa por En−1 ∈ Gn−1 (T Σ): esto probará que En−1 es Kähler-ordinario y que
Vn−1 (I) alcanza su codimensión mı́nima.
Para ver esto, pongamos v = (v1 , . . . , vn−1 ) ∈ Rn−1 y definamos la aplicación
Φ : Rn−1 × Vn (I) ∩ U → Vn−1 (I) mediante la fórmula

Φ(v, E) = E v

donde E v es el subespacio de E generado por los n − 1 vectores

Xi (E v ) = Xi (E) + vi Xn (E) para todo 1 ≤ i ≤ n − 1


= ∂/∂xi + vi ∂/∂xn + (Pia (E) + vi Pna (E)∂/∂ua .

Afirmamos que Φ tiene rango ρ = n+s+(n−1)(s+1)−(c0 +c1 +· · ·+cn−2 ) en el


punto (0, En ). Para ver esto, notamos que como c0 +c1 +· · ·+cn−2 es una cota inferior
para la codimensión de Vn−1 (I), la imagen de Φ debe caer en una subvariedad de
Gn−1 (T Σ) de codimensión por lo menos c0 +c1 +· · ·+cn−2 y por lo tanto el rango de Φ
no puede ser mayor que ρ en ningún punto cerca de (0, En ). Por otra parte, el rango
de esta aplicación en (0, En ) es efectivamente ρ pues es claro que las ρ funciones
xi , ua , {vi | 1 ≤ i ≤ n − 1}, y {Pia (E) + vi Pia (E) | (i, a) es principal yi ≤ n − 1}
tienen diferenciales linealmente independientes en un entorno del punto estudiado.
Luego, el rango de Φ es exactamente ρ en un entorno de (0, En ).
Más aún, existe un entorno O de (0, En ) en Rn−1 × Vn−1 (I) ∩ U y un entorno
U de En−1 en Gn−1 (T Σ) tal que Vn−1 (I) ∩ U − es una subvariedad suave de U − de

codimensión c0 + c1 + · · · + cn−2 de modo tal que Φ : O → Vn−1 (I) ∩ U − es una


submersión suryectiva. Esto implica que En−1 es en efecto, Kähler-ordinario.
Además, para todo Ẽ ∈ U − el conjunto

{E ∈ Vn (I) ∩ U | Φ(v, E) = Ẽ para cierto v}


es un abierto de P(H(Ẽ)/Ẽ). La dimensión de este conjunto es ası́ r(E). Pero
por otro lado, siendo Φ una submersión, este conjunto tiene claramente la dimensión
de las fibras de Φ, que es igual a la dimensión de la fibra Φ−1 (En−1 ); luego r es
localmente constante en un entorno de En−1 contenido en Vn−1 (I) y ası́ En−1 es un
elemento integral Kähler-regular.
Por inducción, obtenermos que cada Ek es Kähler-regular para 1 ≤ k ≤ n − 1.
Como I no contiene formas de grado 0, se sigue inmediatamente que cada Ek e
regular para 1 ≤ k ≤ n − 1 y esto concluye la demostración.

CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 46

Ejemplo 2.3.1. Veamos si podemos aplicar el Test de Cartan a la bandera (0) ⊂


E ⊂ H(E) del Ejemplo 2.2.1. Recordemos que tenı́amos
∂ ∂ ∂ ∂
E = gen{b + c }, H(E) = gen{ , }.
∂y ∂z ∂y ∂z
Pongamos (0) = E0 , E = E1 , H(E) = E2 para homogeneizar notación con el
Test de Cartan. Vemos que

H(E0 ) = {v ∈ Tp R3 | (vy ϕ) = 0, ϕ ∈ I 1 } = E2 ,
con lo cual c0 = 3−dim H(E0 ) = 3−dim E2 = 1. Del mismo modo, H(E1 ) = E2 ,
con lo cual c1 = 3 − dim E2 = 1. Se sigue ası́ que

codimE2 (V2 (I), G2 (T R3 )) ≥ 1 + 1 = 2


.
por la primera parte del Test de Cartan. Si ahora mostramos que en E2 la codi-
mensión es exactamente dos, entonces la bandera resultará una bandera ordinaria.
Para esto, debemos mirar la estructura diferencial de la Grassmanniana. Considere-
mos la 2-forma Λ = dy ∧ dz. Entonces tenemos que alrededor de E2 podemos tener
un sistema de coordenadas x, y, z, p1 , p2 de modo tal que todo F cercano a E2 tenga
una base dada por

∂ ∂
 v1 = + p1


∂y ∂x
∂ ∂
+ p2

 v2 =

∂z ∂x
Vemos ası́ que V2 (I) queda realmente definido por

p1 = p2 = 0,
y como estas dos funciones tienen diferenciales independientes por ser parte de
un sistema de coordenadas, verdaderamente V2 (I) tiene codimensión dos. El Test
de Cartan asegura que la bandera es en efecto ordinaria.

Ejemplo 2.3.2. Formas autoduales en R4 . Veamos este ejemplo esde la teorı́a de


Hodge. El operador ((estrella de Hodge)) es un operador lineal ∗ : Ωp (Rn ) → Ωn−p (Rn )
que es invariante bajo movimientos rı́gidos y satisface

∗ ∗ α = (−1)p(n−p) α.
En particular, cuando n = p = 2, este operador es un endomorfismo que permite
escribir

Ω2 (R4 ) = Ω2+ (R4 ) ⊕ Ω2− (R4 )


donde
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 47

Ω2+ (R4 ) = {α ∈ Ω2 (R4 ) | ∗ α = α}, Ω2− (R4 ) = {α ∈ Ω2 (R4 ) | ∗ α = −α}.


Puede mostrarse que toda α ∈ Ω2+ (R4 ) es de la forma

ϕ = u1 (dx2 ∧ dx3 + dx1 ∧ dx4 )+u2 (dx3 ∧ dx1 + dx2 ∧ dx4 )+


+ u3 (dx1 ∧ dx2 + dx3 ∧ dx4 )
donde las ui son funciones definidas en R4 . Entonces, cabe preguntarse cuáles
son las 2-formas cerradas de Ω2+ (R4 ); tales formas son las que cumplen

dϕ = 0
y esta condición la podemos codificar mediante un sistema diferencial exterior
en Σ = R4 × R3 . Si definimos

Φ = du1 ∧ (dx2 ∧ dx3 +dx1 ∧ dx4 ) + du2 (dx3 ∧ dx1 + dx2 ∧ dx4 )+
+ du3 (dx1 ∧ dx2 + dx3 ∧ dx4 )
Si seteamos Ω = dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 ∧ dx4 , las variedades integrales de dimensión
cuatro de (Σ, I, Ω) serán precisamente las 2-formas autoduales de R4 . Estudiemos
entonces qué pasa con los elementos integrales de dimensión cuatro que no anulan
a Ω. Como bien vimos en la discusión sobre las grassmannianas, cualquier E ∈
V4 (I) ∩ G4 (T Σ, Ω) está definido por las relaciones

π a = dua − pai (E)dxi = 0.


Por otro lado, un poco de paciencia muestra que la anulación de Φ sobre E es
equivalente a las siguientes cuatro ecuaciones en terminos de coordenadas:
 1

 p1 + p22 + p33 = 0
 p1 − p2 + p3 = 0

4 3 2
2 3 1 (2.17)

 p 4 − p 1 + p 3 =0

 3
p4 − p12 + p21 = 0
Ciertamente, estas cuatro ecuaciones son independientes, con lo que V4 (I) tiene
codimensión 4 en G4 (T Σ). Dado E ∈ V4 (I) ∩ G4 (T Σ, Ω), consideremos los subespa-
cios:

Ek = {v ∈ E | dxk+1 = dxk+2 = · · · = dx4 = 0},


para 0 ≤ k ≤ 3, y la bandera (0) ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ E3 ⊂ E. Cómputos directos dan

 H(E0 ) = H(E1 ) = Tp Σ

H(E2 ) = {v ∈ Tp Σ | π 3 (v) = 0} (2.18)
 H(E ) = {v ∈ T Σ | π 1 (v) = π 2 (v) = π 3 (v) = 0}

3 p
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 48

con lo cual tenemos c0 = c1 = 0, c2 = 1,c3 = 3. Luego, el Test de Cartan asegura


que

codimE (V4 (I), G4 (T Σ)) ≥ 0 + 0 + 1 + 3 = 4


que coincide extactamente con la codimensión mostrada arriba: el Cartan Test
asegura que la bandera asociada a un tal E ∈ V4 (I) es ordinaria.

Damos ahora una importante definición.

Definición 2.3.3. Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior, z ∈ Σ y un elemento


integral E munido de una bandera integral ordinaria basada en z. Si existe un
entorno de E que consta sólo de elementos integrales ordinarios, diremos que el
sistema es involutivo en E.

El próximo resultado establece la unicidad de los caracteres de Cartan sobre cada


componente conexa del espacio de elementos integrales.

Proposición 2.3.3. Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior que no contiene for-
mas de grado cero. Sea Z ⊂ Vn (I) una componente conexa del espacio de elementos
integrales ordinarios.
Entonces existe una única sucesión c0 , c1 , . . . , cn−1 de enteros tal que ck es la co-
dimensión de H(Ek ) en Tz Σ para cualquier bandera ordinaria (0)z ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂
En ⊂ Tz Σ con En ∈ Z.

Demostración. Consideremos Z̃ ⊂ V0 (I) × V1 (I) × · · · × Vn−1 (I) como el espacio


de todas las banderas integrales ordinarias F = (E0 , E1 , . . . , En ) con En ∈ Z. Le
damos a Z̃ la topologı́a y estructura suave que hereda como subespacio del producto.
Definamos en Z̃ las funciones ck : Z̃ → Z por la fórmula

ck (F ) = dim Σ − dim H(Ek ), para k < n.


Estas funciones resultan evidentemente localmente constantes. Debemos mostrar
que son constantes en todo Z̃.
Para esto, supongamos que para algún p < n, tengamos que cp no fuera constante
en Z̃; esto implicarı́a que existen dos abiertos, digamos Z̃1 , Z̃2 tales que cp ≡ p en
Z̃1 y cp 6= p en Z̃2 . Las imagenes de estos dos abiertos a través de la submersión
Z̃ → Z serı́a un cubrimiento abierto de Z. Por la conexión de Z, deben intersecarse
trivialmente; en particular, debe existir un E ∈ Z y dos subespacios de dimensión
p, llamémoslos E 1 , E 2 ∈ Vp (I) ∩ Gp (E) para los que r(E 1 ) = p 6= r(E 2 ).
Mostraremos que esto no es posible: como E ⊂ Tz Σ es un elemento integral,
se tiene que todo subespacio de E también lo es, por lo tanto Gp (E) ⊂ Vp (I) y
ası́ Vpr (I) ∩ Gp (E) es un abierto de Gp (E). Además, como la función r es localmen-
te constante en Vpr (I), se sigue que Vpr (I) ∩ Gp (E) es un subconjunto del abierto
G∗p (E) ⊂ Gp (E) sobre el cual r es localmente constante. Por lo tanto, basta probar
que r es constante en G∗p (E).
CAPÍTULO 2. ELEMENTOS INTEGRALES 49

Sea entonces la colección de q formas de grado p + 1, digamos ϕ1 , . . . ϕq ∈ I con


la propiedad que

Ep+1 ⊂ Tz Σ es un elemento integral de I si y sólo si ϕjEp+1 = 0 ∀ j


Tal colección de formas existe por razones de álgebra lineal: estamos considerando
un punto base z fijo y todos nuestros espacios vectoriales son subespacios de Tz Σ.
Entonces, para cualquier Ep ∈ Gp (E) tenemos que

H(Ep ) = {v ∈ Tz Σ | ϕaE (v) = 0, 1 ≤ a ≤ q}.


Un argumento elemental de álgebra lineal asegura que dim H(Ep ) es localmente
constante en Gp (E) cuando alcanza su mı́nimo; luego r es constante en G∗p (E) y esto
finaliza la demostración. 
-
Este resultado entre otras cosas implica que si uno tiene una secuencia polar
ϕ , . . . , ϕcn−1 para una bandera oridnaria (0)z ⊂ E0 ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En ⊂ Tz Σ y
1

el ideal diferencial no contiene formas de grado cero, entonces esa misma secuencia
polar es una secuencia polar para toda bandera lo suficientemente cercana.

Estamos listos ahora para discutir y probar el teorema de Cartan-Kähler.


Capı́tulo 3

Teorema de Cartan-Kähler

En todo el tiempo que el álgebra y


la geometrı́a estuvieron separados,
su avance fue lento y sus usos,
limitados; pero finalmente cuando
estas dos ciencias se reunieron, se
prestaron mutuamente sus fuerzas
y comenzaron juntas su marcha
inexorable hacia la perfección.

Joseph-Lois Lagrange

En este capı́tulo discutimos en detalle el Teorema de Cartan-Kähler, que es el


resultado fundamental de existencia de variedades integrales de sistemas diferenciales
exteriores en el contexto analı́tico real. Este teorema es una generalización directa
del Teorema de Cauchy-Kowalevski, y da condiciones suficientes para la existencia
de soluciones analı́ticas para un sistema de ecuaciones diferenciales en derivadas
parciales, con coeficientes y datos analı́ticos que satisfacen un problema de Cauchy.

3.1. Discusión preliminar


Primeramente, presentaremos aquı́ la versión del teorema de Cauchy-Kowalevski
que emplearemos en esta tesis. Ciertamente, este teorema es uno de los resultados
más generales de toda la teorı́a de sistemas de ecuaciones diferenciales en derivadas
parciales. Usualmente, suele demostrarse una versión de este teorema para sistemas
primer orden cuasi-lineales, es decir, sistemas que son lineales en las derivadas de
las funciones incógnitas. Es sencillo ver, utilizando técnicas estándar del toolkit
de ecuaciones diferenciales que esta restricción de cuasilinealidad no es para nada
severa: el teorema vale incluso para sistemas de ecuaciones fully-nonlinear con datos
y funciones analı́ticos. Para ver demostraciones de este teorema, pueden consultarse
[7], [8], [9].

50
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 51

Teorema 3.1.1. Cauchy-Kowalevski Sea y una coordenada en R, x1 , . . . , xn


coordenadas en Rn y z 1 , . . . , z s coordenadas en Rs . Supongamos además que D ⊂
Rn × R × Rs × Rns es un abierto conexo no vacı́o, y sea G : D → Rs un mapeo
analı́tico real. Sea D0 ⊂ Rn un abierto conexo no vacı́o y f : D0 → Rs una función
analı́tica tal que

Γf = {(x, y0 , f (x), Df (x)) | x ∈ D0 } (3.1)


está incluı́do en D para algún y0 (Aquı́ Df (x) denota la matriz jacobiana de f
en x).
Entonces existe un entorno abierto D1 ⊂ D0 × R de D0 × {y0 } y una función
analı́tica real F : D1 → Rs que satisface el siguiente sistema de ecuaciones diferen-
ciales en derivadas parciales con condiciones iniciales

∂F ∂F
= G(x, y, F, ) (3.2)
∂y ∂x
F (x, y0 ) = f (x) para todo x ∈ D0 . (3.3)

Aún más, f es única en el sentido que toda otra solución analı́tico-real de (3.2)
debe coincidir con F en algún entorno de D0 × {y0 }.
Vayamos ahora al enunciado del Teorema de Cartan-Kähler. Antes de proceder,
un último bit de terminologı́a. Dado un sistema diferencial exterior (Σ, I) sobre una
variedad suave Σ de dimensión n + s, diremos que una variedad integral N ⊂ Σ es
una variedad integral Kähler-regular si cada uno de sus planos tangentes Tz N es un
elemento integral Kähler-regular de I. Si N es una variedad integral Kähler-regular
conexa de I, entonces definimos r(N ) = r(Tz N ), donde z es cualquier punto de N .
Teorema 3.1.2. Cartan-Kähler Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior analı́ti-
co real sobre una variedad Σ de dimensión n + s y supongamos que

i P ⊂ Σ es una variedad integral analı́tica, Kähler-regular, y conexa de dimensión


k con r(P ) ≥ 0;
ii R ⊂ Σ es una subvariedad analı́tica de codimensión r(P ) que contiene a P tal
que

dim Tp R ∩ H(Tp P ) = k + 1 ∀ p ∈ P.

Entonces existe una única variedad integral analı́tica real, conexa de dimensión k +1
X tal que P ⊂ X ⊂ R.
Antes de dar la demostración discutiremos brevemente las hipótesis del teorema.

Necesidad de la Kähler-regularidad, I. La hipótesis de Kähler-regularidad


sobre la variedad P es realmente necesaria para garantizar la existencia de la varie-
dad integral X del enunciado. Mostremos por qué a través de un ejemplo sencillo.
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 52

Consideremos en Σ = R3 el sistema diferencial exterior dado por el ideal

I = {dy, dy ∧ dz}diff
Es inmediato chequear que una variedad integral 1-dimensional para este ideal
diferencial vendrá dada por la recta

L = {(x, y, z) ∈ R3 | y = z = 0},

y que el espacio tangente en cada p ∈ L vendrá dado por Tp L = gen{ ∂x }.
Veamos si podemos encontrar un sistema de ecuaciones que defina al espacio
∂ ∂ ∂
polar de un elemento integral de dimensión uno G = gen{w = a ∂x + b ∂y + c ∂z }.
∂ ∂ ∂
Consideremos un vector v = e ∂x + f ∂y + g ∂z ; entonces por definición

H(G) = {v ∈ Tp R3 | (vy ϕ)G = 0, ϕ ∈ I 2 }.


Trabajando un poco esta definición para nuestro ideal diferencial, tenemos

dy ∧ dz(v, w) = f c − gb = 0. (3.4)
Vemos que para G = Tp L, esta ecuación es trivial, con lo que tenemos H(Tp L) =
Tp R3 , y esto implica que

r(Tp L) = 3 − 1 − 1 = 1,
con lo cual, tenemos extensiones integrales de Tp L. Consideremos ahora un E ∈
V1 (I, dz); un tal elemento integral es tal que c 6= 0; para estos elementos integrales
vemos que la ecuación (3.4) es no trivial, con cual dim H(E) = 2 y ası́ r(E) =
2 − 1 − 1 = 0. Como V1 (I, dz) es denso en V1 (I), resulta que en ningún entorno de
Tp L la función r es localmente constante, con lo cual, Tp L no es Kähler-regular para
ningún p.
Mostremos ahora que nuestro sistema diferencial exterior no posee variedades
integrales de dimensión dos que contengan a L. Si existiese tal variedad integral S,
su espacio tangente en un punto p ∈ L serı́a un elemento integral de dimensión dos
de I, de la forma

Tp (S) = gen{ , w},
∂x
∂ ∂ ∂
para algún w = e ∂x + f ∂y + g ∂z . Ahora bien, esto implica que G = gen{w} es
en sı́ mismo un elemento integral de dimensión uno, y por lo tanto debe anular al
sumando directo I 1 ; es decir debe tener f = 0.

Por otro lado, Tp (S) ⊂ H(gen{w}); esto dice que ∂x ∈ H(G), con lo cual yendo
a las ecuaciones (3.4), resulta

g = 0,

lo cual implica que w es un múltiplo de ∂x
con lo cual dim Tp S = 1 y esto es una
contradicción.
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 53

Resulta ası́ que la Kähler-regularidad es en efecto necesaria para poder garantizar


la existencia de variedades integrales que extiendan (en el sentido de la dimensión)
a variedades integrales dadas.

El significado de R, II. La variedad R que aparece en el teorema de Cartan-


Kähler a veces es llamada ((variedad de restricciones)). Se la necesita cuando r(P ) >
0, pues entonces el problema de extensión de una variedad integral está subdetermi-
nado. Veamos un ejemplo de este fenómeno.
Consideremos en Σ = R3 el ideal diferencial I = {dy ∧ dz}diff . Un cómputo
directo muestra que la recta

L = {(x, y, z) ∈ R3 | y = z = 0}
es una variedad integral de (Σ, I); en cada punto de p ∈ L, tendremos Tp L =

gen{ ∂x }.
Por otro lado, vemos que I no posee formas de grado uno, con lo cual todo
E ∈ G1 (T Σ) resulta un elemento integral Kähler-ordinario. Estudiemos ahora los
elementos Kähler regulares de este sistema.
∂ ∂ ∂
Para eso, sea e1 = a ∂x + b ∂y + c ∂z y E = gen{e1 } un elemento integral. Usando
∂ ∂ ∂
la definición de espacio polar, tenemos que un v = e ∂x +f ∂y +g ∂z pertenece a H(E)
sı́ y sólo si

(e1 y dy ∧ dz)(v) = dy ∧ dz(e1 , v) = 0, (3.5)


lo cual en términos de las coordenadas, resulta

bg − cf = 0. (3.6)
Vemos directamente que H(Tp L) = T Σ, y que lo mismo es cierto en todo el
abierto V1 (I, dx) alrededor de Tp L. Luego, esto dice que Tp L es un elemento integral
Kähler-regular de dimensión uno para I.
En particular, tenemos que para todo punto p ∈ L, se verifica r(Tp L) = dim H(Tp L)−
1 − 1 = 1 > 0, con lo cual es posible encontrar extensiones de Tp L a elementos inte-
grales de dimensión dos. Aún más, un cómputo directo muestra que las superficies

S1 = {(x, y, z) ∈ R3 | z = 0} S2 = {(x, y, z) ∈ R3 | y = 0}
son variedades integrales de I de dimensión dos que contienen a L y no hay
unicidad en el problema de extensión.

Necesidad de la analiticidad, III. Consideremos en R4 ideal diferencial dado


por

I = {dx1 ∧ dx2 + dx3 ∧ dx4 , dx1 ∧ dx4 − dx3 ∧ dx2 }diff


Los generadores de este ideal pueden pensarse como la parte real y la parte
imaginaria de la 2-forma compleja
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 54

(dx1 − idx3 ) ∧ (dx2 + idx4 ).


Es ası́ como las variedades integrales de dimensión dos son curvas complejas en
C2 . Como no tenemos 1-formas en el ideal, se sigue que G1 (T Σ) = V1 (I); un cómputo
directo muestra que cada elemento integral E de dimensión uno es regular y tiene
r(E) = 0, con lo que cada uno de ellos es extendible a un único elemento integral de
dimensión dos. El teorema de Cartan-Kähler dice entonces que cada curva analı́tica
real está contenida en una única superficie integral analı́tica real conexa; es decir, en
una curva compleja. Como las curvas complejas son necesariamente analı́ticas reales
cuando las consideramos superficies de R4 .
Supongamos ahora que tenemos una curva descripta por

x2 = f (x1 ), x3 = 0, x4 = g(x1 )
donde f, g son suaves pero no analı́ticas. Entonces no puede haber una curva
compleja que contenga a esta curva, pues si la hubiera, podrı́a ser descripta por una
función holomorfa de una variable

x2 + ix4 = F (x1 − ix3 ).


Poniendo x3 = 0 esta ecuación muestra que la curva original puede describirse
entonces como
x2 + ix4 = F (x1 )
lo cual es absurdo pues la parte real y la parte imaginaria de F son funciones
analı́ticas reales, y es ası́ como las hipótesis del Teorema de Cartan-Kähler son
realmente necesarias. Estamos listos ahora para demostrar el teorema.

3.2. Teorema de Cartan-Kähler


Fijemos ı́ndices 1 ≤ i, j ≤ n y 1 ≤ a, b ≤ s.

Teorema 3.2.1. Cartan-Kähler Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior analı́ti-


co real sobre una variedad Σ de dimensión n + s y supongamos que

i P ⊂ Σ es una variedad integral analı́tica Kähler-regular conexa de dimensión k


con r(P ) ≥ 0;

ii R ⊂ Σ es una subvariedad analı́tica de codimensión r(P ) que contiene a P tal


que

dim Tp R ∩ H(Tp P ) = k + 1 ∀ p ∈ P.

Entonces existe una única variedad integral conexa analı́tica real de dimensión k + 1
X tal que P ⊂ X ⊂ R.
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 55

Demostración. Como el teorema es local, basta probar la unicidad y existencia en


la vecindad de un único punto x0 ∈ P . Sea s = dim Σ − (r + p + 1) - para los
casos en los que r, p o s sean cero, valen las simplificaciones obvias de esta demostra-
ción; asumiremos aquı́ que son todos estrictamente positivos. Tomemos coordenadas
x1 , . . . , xp , y, u1 , . . . , us , v 1 , . . . , v r centradas alrededor de x0 de modo tal que en estas
coordenadas

(i) P se corresponde a las ecuaciones y = u = v = 0,

(ii) R se corresponde a las ecuaciones v = 0,

(iii) para todo x ∈ P tenemos

∂ ∂ ∂
H(Tx P ) = gen{ , , }1≤j≤p,1≤ρ≤r .
∂xj ∂y ∂v ρ

Ahora bien, tomemos un entorno abierto U ⊂ Gp (T Σ) alrededor de Tx0 P de


manera tal que cada E ∈ U con punto base z tiene una base de la forma
∂ ∂ ∂ ∂
Xi (E) = i
+ qi (E) + pσi (E) σ + wiρ (E) ρ
∂x ∂y ∂u ∂v
Las funciones x, y, u, v, q, p, w forman un sistema de coordenadas en U centrado
en Tx0 P Por la definición misma de H(Tx0 P ), existen s formas analı́ticas de grado
p + 1, digamos κ1 , . . . , κs ∈ I tales que

H(Tx0 P ) = {v ∈ Tx0 Σ | κσTx0 P (v) = 0 para 1 ≤ σ ≤ s}.


Aún más, sin pérdida de generalidad podemos asumir que κσTx0 P (v) = duσ (v)
para toda σ y para todo v ∈ Tx0 Σ. Por la Kähler-regularidad de Tx0 P , podemos
asumir reduciendo U si es necesario, que para todo E ∈ Vp (I) ∩ U con punto base
z, el espacio polar H(E) vendrá dado por la anulación de las mismas formas κσ , es
decir

H(E) = {v ∈ Tz Σ | κσE (v) = 0 para 1 ≤ σ ≤ s}.


Tomemos la base de Xi y miremos estas s ecuaciones de la forma

κσ (v, X1 (E), . . . , Xp (E)) = 0.


Ahora bien, un v ∈ H(E) se escibe de la forma
∂ ∂ ∂
v=a + bσ σ + c ρ ρ
∂y ∂u ∂v
Luego, empleando la multilinealidad de las κσ obtenemos un sistema de s ecua-
ciones lineales para v en términos de sus coeficientes a, b, c de la forma

Aσ (E)a + Bτσ (E)bτ + Cρσ (E)cρ = 0.


CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 56

Por hipótesis, cuando E = Tx0 P estas s ecuaciones son linealmente indepen-


dientes y se reducen a bσ = 0. Ası́, reduciendo U si es necesario, podemos asumir
que la matriz de s × s, B(E) := (Bτσ (E)) es inversible para todo E ∈ U . Se sigue
ası́ que existen únicas funciones reales analı́ticas Gσ definidas en U tales que pàra

cada E ∈ U con punto base en z ∈ Σ el vector Y (E) = ∂y + Gσ (E) ∂u∂ σ satisface

κσ (Y (E), X1 (E), . . . , Xp (E)) = 0


Como las funciones x, y, u, v, q, p, w forman un sistema de coordenadas en U
alrededor de Tx0 P , podemos considerar a las funciones Gσ como funciones de esas
variables.
Mostremos ahora que existe una subvariedad real analı́tica de R de la forma

v = 0, u = F (x, y)
sobre la cual las formas κσ se anulan. Para una tal subvariedad, vemos que el
espacio tangente está generado por

∂ ∂
Xi (x, y) = i
+ ∂i F σ (x, y) σ
∂x ∂u
∂ ∂
Y (x, y) = + ∂y F σ (x, y) σ
∂y ∂u

en un punto z(x, y) = (x, y, F (x, y), 0). Se sigue luego que la función F debe ser
una solución del sistema de ecuaciones diferenciales dado por

∂y F σ = Gσ (x, y, F, 0, 0, ∂x F, 0). (3.7)


Además, como la subvariedad buscada debe contener a P , es necesario que la
función F satisfaga la condición inicial

F (x, 0) = 0. (3.8)
Recı́procamente, si una F satisface (3.7) y (3.8), entonces la subvariedad R dada
por

v = 0, u = F (x, y)
contendrı́a a P y anuları́a a las formas κσ . Por el teorema de Cauchy-Kowalevski,
existe una única solución analı́tica real F de (3.7) verificando (3.8). Llamemos X a
la única subvariedad de dimensión p + 1 construı́da con este método. Sin pérdida de
generalidad, podemos suponer que X vendrá dada por las ecuaciones u = v = 0.
Ahora debemos mostrar que efectivamente, X es una variedad integral de I. Por
construcción, sabemos que X es variedad integral de las formas κσ . Tenemos que
probar que todas las formas de grado p de I se anulan cuando las restringimos a X.
Usando la hipótesis de Kähler-regularidad de Tx0 P , sean β 1 , . . . , β a ∈ I formas
analı́ticas de grado p tales que las funciones
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 57

f c (E) = β c (X1 (E), . . . , Xp (E)), 1 ≤ c ≤ a


tienen diferenciales linealmente independientes en U y su conjunto de ceros co-
munes es Vp (I) ∩ U . Como por construcción Tx0 X está en Vp+1 (I), la proposición de
incidencia muestra que en efecto, Tx0 X es Kähler-ordinario. Aún más: la demostra-
ción de esa misma proposición prueba que las colección {β c ∧ dy}1≤c≤a ∪ {κσ }1≤σ≤s
de formas de grado p + 1 tienen a Vp+1 ∩ U + como su conjunto de ceros comunes,
donde U + es algún entorno abierto de Tx0 X en Gp+1 (T Σ).
Ası́, para mostrar que X es una variedad integral de I, es suficiente mostrar que
las formas {β c ∧ dy}1≤c≤a se anulan cuando las restringimos a X.

Para ver esto, la estrategia será la siguiente: definiremos una colección de fun-
ciones usando las formas {β c ∧ dy} y mostraremos que estas funciones satisfacen
una cierta ecuación diferencial del tipo Cauchy-Kowalevski, ecuación que también
es satisfecha por las funciones nulas. Luego, la unicidad del teorema de Cauchy-
Kowalevski probará entonces que las funciones son idénticamente nulas y ası́ mos-
tramos que las formas {β c ∧dy} se anulan cuando son restringidas a X. Comencemos.

Achicando U + si fuese necesario, podemos suponer sin pérdida de generalidad


que cada E + ∈ U + tiene una base de la forma {X1 (E + ), . . . , Xp (E + ), Y (E)} que es
dual a la base de 1-formas {dx1 , . . . , dxp , dy}. Definiendo las funciones

B c (E+) = β c ∧ dy(X1 (E + ), . . . , Xp (E + ), Y (E+))


K σ (E+) = κσ (X1 (E + ), . . . , Xp (E + ), Y (E+))

tendremos que

Vp+1 (I) ∩ U + = {E + ∈ U + | B c (E + ) = K σ (E + ) = 0}.


Como I es un ideal, las formas β c ∧ dxi también están en I y por lo tanto se
anulan en Vp+1 ∩ U + . Por lo tanto, poniendo

B ci (E+) = β c ∧ dxi (X1 (E + ), . . . , Xp (E + ), Y (E+))


resulta que estas funciones están en el ideal generado por B c y las K σ . Se sigue
entonces que existen funciones analı́ticas reales A y L definidas en U + tales que

B ci = Aci b ci σ
b B + Lσ K .

Como K σ (Tz X) = 0 por construcción, se tiene entonces que cuando evaluamos


en un Tz X resulta

B ci (Tz X) = Aci b ci
b (Tz X)B (Tz X) ≡ B (x, y) (3.9)
para todo z ∈ X. Ahora bien, I es cerrado bajo diferenciación, con lo cual las
formas dβ c están en el ideal. Entonces si ponemos
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 58

Dc (E + ) = dβ c (X1 (E + ), . . . , Xp (E + ), Y (E+)),
deben existir funciones G y H en U + tales que

Dc = Gcb B b + Hσc K σ .
Nuevamente, como K σ (Tz X) = 0 por construcción, debemos tener para todo
z ∈ X la igualdad

Dc (Tz X) = Gcb (Tz X)B b (Tz X) ≡ Dc (x, y). (3.10)


Ahora bien, al restringir las formas β c a X, tenemos la siguiente expansión

β c |X = B c (x, y)dx1 ∧ · · · ∧ dxp +


X
+ (−1)p−i+1 B ci (x, y)dx1 ∧ · · · ∧ dxi−1 ∧ dxi+1 ∧ · · · ∧ dxp ∧ dy,
i

Diferenciando, tenemos la fórmula


 X 
dβ c |X = (−1)p ∂y B c (x, y) + ∂i B ci (x, y) dx1 ∧ · · · ∧ dxp ∧ dy
i
= D (x, y) dx ∧ · · · ∧ dxp ∧ dy.
c 1

Utilizando las ecuaciones (3.9) y (3.10), vemos que las B c satisfacen un sistema
de ecuaciones diferenciales en derivadas parciales de la forma

∂y B c (x, y) = Ãci b c c
b (x, y)∂i B (x, y) + G̃b (x, y)B (x, y)

para ciertas funciones Ã, G̃ definidas en X. Además, como Tx0 X es un elemento


integral de I cuando y = 0, tenemos que las B c satisfacen la condición inicial
B c (x, 0) = 0. Éste es un sistema de ecuaciones en forma de Cauchy-Kovalevskaya con
datos y coeficientes analı́ticos, por lo tanto tiene solución única. Como B c (x, y) ≡ 0
es una solución, resulta que es la única.
Ası́, las funciones B c se anulan idénticamente en X y esto implica que las formas
β c se anulan idénticamente cuando las restingimos a X. Por lo tanto, X es una
variedad integral de I y esto termina la demostración. 
El teorema de Cartan-Kähler ofrece el siguiente corolario, de extrema utilidad
en las aplicaciones, que muchas veces es llamado ((Teorema de Cartan-Kähler)). De
hecho, bajo este nombre se conoce una familia de resultados relacionados con el
teorema recién demostrado, todos y cada uno de ellos sirviendo al propósito de
garantizar integrabilidad y existencia de variedades o aplicaciones suaves.
Corolario 3.2.2. Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior analı́tico sin formas de
grado cero y consideremos x ∈ Σ. Sea E ∈ Tx Σ un elemento integral ordinario de I.
Entonces existe una variedad integral de I que pasa por x y cuyo espacio tangente
en x es justamente E.
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 59

Demostración. Asumamos que dim E = n y tomemos una bandera integral ordinaria


(0)x ⊂ E0 ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En = E ⊂ Tx Σ. Supongamos que para algún p < n
encontramos una variedad integral, regular, analı́tica real Xp de dimensión p que
pasa por x y tal que Tx Xp = Ep .
En términos de coordenadas locales es posible encontrar una variedad analı́tia
real Rp ⊂ Σ que contiene a Xp de codimensión r(Ep ) que satisface Tx Rp ∩ H(Ep ) =
Ep+1 . Sin pérdida de generalidad, podemos considerar que Tz Rp y H(Tz Xp ) son
transversales para todo z ∈ Xp . Aplicando el teorema de Cartan-Kähler, vemos que
existe una variedad integral analı́tica real de I de dimensión p + 1, con la propiedad
que Tx Xp+1 = Ep+1 .
Si p + 1 < n entonces Ep+1 es un elemento integral Kähler-regular y por lo tanto
reduciendo Xp+1 si es necesario, podemos asegurar que Xp+1 es una variedad integral
Kähler-regular, analı́tica real de dimensión p + 1. Si en cambio p + 1 = n, entonces
Xp es la variedad integral buscada. 
Observación. Antes de dar paso a los ejemplos, vamos a discutir brevemente
algo de la terminologı́a clásica sobre el ((grado de generalidad)) de el espacio de
variedades integrales ordinarias de un sistema diferencial exterior analı́tico (Σ, I),
también presente en la teorı́a clásica de ecuaciones diferenciales; por ejemplo, como la
vemos en la clásica exposición en el tercer volumen de la obra ((Análisis Matemático))
de Don Julio Rey Pastor, Pedro Pi Calleja y César Trejo, [11]. Para eso, volvemos a
asumir que I no posee formas de grado cero y que (0)z ⊂ E0 ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En ⊂ Tz Σ
es una bandera integral ordinaria. Como antes, definimos para 1 ≤ k ≤ n − 1 las
constantes

ck = codimensión de H(Ek ) en Tz Σ
Por convención, ponemos c−1 = 0 y cn = s = dim Σ − n. Elijamos un sistema de
coordenadas centrado alrededor de un z ∈ Σ con funciones x1 , . . . , xn , u1 , . . . , us de
modo tal que
∂ ∂
Ek = gen{ 1
,..., k}
∂x ∂x
con lo cual, para k < n tenemos que

H(Ek ) = {v ∈ Tz Σ | dua (v) = 0 para todo a ≤ ck }.


Para cualquier entero a entre 1 y s, llamemos λ(a) al ((nivel de a)), es decir, el
entero k entre 0 y n que satisface ck−1 < a ≤ ck . Evidentemente, el número de
enteros de nivel k es claramente ck − ck−1 . El número no negativo sk = ck − ck−1 se
llama el k-ésimo caracter de Cartan asociado a la bandera dada.
Pongamos Λ = dx1 ∧· · ·∧dxn y consideremos Vn (I, Λ) el subespacio de elementos
integrales de I de dimensión n sobre los cuales Λ no se restringe a cero. Para cada
Ẽ ∈ Vn (I, Λ) definamos

Ẽk = {v ∈ Ẽ | dxj (v) = 0 para todo j > k}.


CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 60

Entonces para cada k, la aplicación Ẽ → Ẽk es una aplicación continua de


Vn (I, Λ) a Vk (I). Se sigue que existe un entorno conexo U de En ∈ Vn (I, Λ) con la
propiedad que Ẽk es Kähler-regular para todo k < n y todo Ẽ ∈ U . Sin pérdida de ge-
neralidad, podemos asumir también que la colección de 1-formas {dxj , dua }1≤j≤n,a>ck
son linealmente independientes sobre H(Ẽk ) para todo k < n y para todo Ẽ ∈ U.

Queremos dar una descripción de la colección C de variedades integrales V de I


de dimensión n que contienen a x0 tales que sus espacios tangentes Tz V están en U
para todo z cercano a x0 . Por el corolario del teorema de Cartan-Kähler, sabemos
que la colección C es no vacı́a; además, si X ∈ C entonces podemos describirla
localmente por ecuaciones de la forma ua = FVa (x1 , . . . , xn ). Pongamos para cada
entero a con nivel k, f a (x1 , . . . , xk ) = FVa (x1 , . . . , xk , 0, . . . , 0). Por convención, para
el nivel cero, decimos que tenemos ((funciones cero variables)) y nos referiremos a
ellas meramente como constantes. La colección {f a }1≤a≤s consta de s0 constantes,
s1 funciones de 1 variable, s2 funciones de 2 variables y en general sk funciones de
k variables, para 0 ≤ k ≤ n.
Afirmamos que la colección {f a }1≤a≤s caracteriza a V en el siguiente modo:
toda Ṽ ∈ C que da lugar a la misma secuencia de funciones f a , coincide con V
en un entorno del punto x0 . Aún más, la colección de funciones analı́ticas reales
{f a } es arbitraria; el único requerimiento es que satisfagan apenas un criterio de
transversalidad que permita trabajar en el contexto de Cauchy-Kowalevski.
Para demostrar nuestra afirmación, sea {f a } una colección de funciones analı́ticas
reales que consta de sk funciones de k variables, donde f a depende de las variables
x1 , . . . xλ(a) . Para todo 1 ≤ k ≤ n, definimos la variedad Rk como la subvariedad que
alrededor del punto x0 se describe por las ecuaciones

xk+1 = xk+2 = · · · = xn = 0, ua = f a (x1 , . . . , xk , 0, . . . , 0)


donde a recorre todos los ı́ndices de nivel mayor o igual que k. La codimensión
de Rk es entonces n − k + (s − ck−1 ) = r(Ek−1 ) y mediante la repetida aplicación
del teorema de Cartan-Kähler podemos construir una única secuencia {Xk }0≤k≤n de
variedades integrales que satisfacen

x0 ∈ X1 , Xk ⊂ Xk+1 , Xk ⊂ Rk
lo cual prueba lo afirmado.
Del mismo teorema de Cartan-Kähler, se sigue la siguiente proposición sencilla

Proposición 3.2.1. Sea (Σ, I) un sistema diferencial exterior analı́tico que no con-
tiene formas de grado cero. Sea Z ⊂ Vn (I) una componente del espacio de elementos
integrales ordinarios. Entonces la sucesión de caracteres de Cartan s0 , s1 , . . . , sn es
la misma para todas las banderas integrales ordinarias (0)z ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En con
En ∈ Z.
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 61

3.3. Ejemplos
Ejemplo 3.3.1. Comencemos con un ejemplo donde ya sepamos la respuesta sim-
plemente para constatar que el Teorema de Cartan-Kähler predice lo que tiene que
predecir. Volvamos al ejemplo 2.2.1. En tal ejemplo, sobre Σ = R3 con coordenadas
x, y, z tenı́amos un ideal de tipo Frobenius dado por

I = {dx, dx ∧ dy}diff .
Para este caso, consideramos la bandera (0) ⊂ E ⊂ H(E) y en el ejemplo
2.3.1 probamos que tal bandera era una bandera ordinaria, y computamos además
c0 = 1, c1 = 1. Computemos los caracteres de Cartan:

s0 = c0 = 1, s1 = c1 − c0 = 1 − 1 = 0
Como la bandera es ordinaria, el teorema de Cartan-Kähler asegura que nuestro
sistema (Σ, I, Ω) posee variedades integrales de dimensión dos pasando por cualquier
punto p ∈ Σ de modo tal que su espacio tangente en p es exactamente H(E). Tales
variedades integrales dependen genéricamente de 1 función de cero variables (o sea
de una constante): esto es lo que discutimos exactamente en 2.2.1: las variedades
integrales de dimensión dos vendrán dadas por planos x = k con k ∈ R arbitrario.

Veamos ahora un ejemplo geométrico.

Ejemplo 3.3.2. Frames adaptados de primer orden. En este ejemplo, estudia-


remos los frames adaptados de primer orden para una superficie en R3 .

Consideremos en ASO(3) × R3hij el sistema diferencial exterior para frames de


primer orden dado por

I = {ω 3 , θ1 , θ2 }diff .
donde θ13 = ω31 − h11 ω 1 − h12 ω 2 , θ23 = ω32 − h21 ω 1 − h22 ω 2 . Busquemos genera-
dores algebraicos para I: para esto, computamos las derivadas de cada uno de los
generadores. Un poco de paciencia, obtenemos, modulo {ω 3 , θ1 , θ2 }

 3
 dω ≡ 0

dθ13 ≡ (2h12 ω12 − dh11 ) ∧ ω 1 + ((h22 − h11 )ω12 − (αdh11 + βdh22 )) ∧ ω 2
 3
dθ2 ≡ ((h22 − h11 )ω12 − (αdh11 + βdh22 )) ∧ ω 1 − (2h21 ω12 − dh22 ) ∧ ω 2

Para simplificar la notación, pongamos


 1 2
 π1 = 2h12 ω1 − dh11

π22 = 2h21 ω12 − dh22 (3.11)
 1
π2 = (h22 − h11 )ω12 − (αdh11 + βdh22 )

CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 62

No es difı́cil ver que la identidad h12 = h21 implica que π21 = π12 , con lo cual, un
conjunto de generadores algebraicos para I viene dado por

G = {ω 3 , θ13 , θ23 , π11 ∧ ω 1 + π21 ∧ ω 2 , π21 ∧ ω 1 + π22 ∧ ω 2 }


Ya que tenemos un sistema de generadores algebraicos para nuestro sistema,
construyamos una bandera de elementos integrales y veamos si resulta una bandera
ordinaria.
Construyamos la bandera: (0) = E0 ⊂ E1 ⊂ E2 con los subespacios

E0 = {ω 3 , θ13 , θ23 , π11 , π21 , π22 , ω 1 , ω 2 }⊥ = (0)


E1 = {ω 3 , θ13 , θ23 , π11 , π21 , π22 , ω 2 }⊥
E2 = {ω 3 , θ13 , θ23 , π11 , π21 , π22 }⊥

Evidentemente, todos son elementos integrales de I pues anulan a todos los


generadores algebraicos. Calculemos detalladamente sus espacios polares.

(I) Para H(E0 ): por definición, tenemos que

H(E0 ) = {v ∈ T Σ | ϕ(v) = 0, ϕ ∈ I 1 } = {ω 3 , θ13 , θ23 }⊥ .

Esto da que el espacio polar tiene codimensión tres en T Σ pues viene definido
por tres fromas independientes; o sea c0 = 3.

(II) Para H(E1 ): planteando nuevamente la definición,

H(E1 ) = {v ∈ T Σ | (vy ϕ)E1 = 0, ϕ ∈ I k , k ≤ 2}

Veamos en términos de los generadores algebraicos qué ecuaciones realmente


definen a este espacio polar. Miremos en detalle la definición: se tiene


 ω 3 (v) = 0

θ13 (v) = 0




θ23 (v) = 0
(vy [π11 ∧ ω 1 + π21 ∧ ω 2 ])E1 = 0





 (vy [π 1 ∧ ω 1 + π 2 ∧ ω 2 ]) = 0

2 2 E1

Si miramos con cuidado las últimas dos ecuaciones, vemos que para todo
w ∈ E1 fijo se tiene el sistema
(
(π11 ∧ ω 1 + π21 ∧ ω 2 )(v, w) = 0
(π21 ∧ ω 1 + π22 ∧ ω 2 )(v, w) = 0
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 63

Ahora bien, por la definición misma de E1 y las propiedades del wedge, este
sistema se reduce a
(
π11 (v)ω 1 (w) = 0
π21 (v)ω 1 (w) = 0

de donde vemos que

H(E1 ) = {v ∈ T Σ | ω 3 (v) = θ13 (v) = θ23 (v) = π11 (v) = π21 (v) = 0}

y por lo tanto c1 = 5.

(III) Para H(E2 ): es sencillo ver, repitiéndo un análisis análogo al anterior, que

H(E2 ) = E2 ,

y ası́, c2 = 6.

Ası́, por la primera parte del Cartan Test tenemos que la codimensión de V2 (I)
en G2 (T Σ) alrededor de E2 es por lo menos c0 + c1 = 3 + 5 = 8. La segunda parte del
Cartan Test nos dice que esta bandera será una bandera ordinaria si efectivamente
podemos mostrar que la codimensión es exactamente 8. Veamos cómo mostrar esto.
Para mostrarlo, consideremos un ligero cambio de notación que facilitará varias
cuentas. Tomemos en Σ un sistema de coordenadas y 1 , . . . , y 8 de modo tal que si
notamos

= vi , dy i = v i
∂y i
tengamos

v i = ω i , v 4 = θ13 , v 5 = θ23 , v 6 = π11 , v 7 = π21 , v 8 = π22 .


Sabemos que para todo elemento integral E ∈ V2 (I) que satisface la condición
de independencia podemos encontrar una base {w1 , w2 } de la forma

wj = vj + pkj vk , para 3 ≤ k ≤ 8.
Ahora bien, este elemento integral debe anular a todos los generadores algebraicos
de l ideal, con lo cual se tiene para las 1-formas,

v 3 (wj ) = v 4 (wj ) = v 5 (wj ) = 0 j = 1, 2


lo cual en términos de las coordenadas akj se lee
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 64

a31 = 0 a32 = 0
a41 = 0 a42 = 0
a51 = 0 a52 = 0.
Para las 2-formas, basta evaluarlas en los elementos de la base de E para obtener

a71 + a62 = 0, a81 + a72 = 0.


Esto muestra que en efecto, V2 (I, ω 1 ∧ ω 2 ) está definido por por ocho ecuaciones
independientes; luego se tiene

codimE2 (V2 (I), G2 (T Σ, ω 1 ∧ ω 2 )) = 8,


y ası́ la segunda parte del Cartan test da que la bandera (0) ⊂ E1 ⊂ E2 es una
bandera ordinaria. El corolario del teorema de Cartan-Kähler asegura entonces la
existencia de una variedad integral de I con espacio tangente E2 . Tales variedades
integrales dependen de s2 = c2 −c1 = 6−5 = 1 funciones de 2 variables. Esto coincide
con la idea de que localmente, solemos parametrizar superficies con funciones z =
f (x, y).
Ejemplo 3.3.3. Teorema de Frobenius. Naturalmente, una vez que tenemos
disponible el teorema de Cartan-Kähler, es sensible tratar de recuperar el resultado
del teorema de Frobenius para la categorı́a de variedades analı́ticas.
Sea Σ una variedad analı́tica de dimensión m = n + s y sea I el ideal diferencial
generado algebraicamente por su sumando directo de grado uno, I = I 1 ⊂ T ∗ Σ.
Asumamos por un instante que el rango de I es localmente constante, igual a s.
Entonces, para cada x ∈ Σ hay un único elemento integral de dimensión n, a saber
Ix⊥ ⊂ Tx Σ; aún más, todo elemento integral de I con punto base x debe ser un
subespacio vectorial de Ix⊥ , dado que la condición de Frobenius implica H((0)x ) = Ix .
Ası́, si tomamos una bandera integral (0)x ⊂ E1 ⊂ · · · ⊂ En = Ix⊥ , tendremos
que H(Ep ) = Ix⊥ para todo 0 ≤ p ≤ n. Luego, se sigue que cp = s para todo p.
El test de Cartan entonces garantiza que Vn (I) tiene codimensión al menos ns en
Gn (T Σ). Por otro lado, como tenemos un único elemento integral de I de dimensión
n en cada punto de Σ, se sigue que Vn (I) es una variedad suave de dimensión n + s
mientras que Gn (T Σ) tiene dimensión n + s + ns. Deducimos entonces que Vn (I)
tiene entonces codimensión exactamente ns en la Grassmaniana.
El test de Cartan entonces asegura que todos los puntos de Vn (I) son elementos
integrales ordinarios, y el teorema de Cartan-Kähler (en concreto, su corolario),
afirma que existe una variedad integral de I de dimensión n por cada punto x ∈ Σ.
Observemos que los caracteres de Cartan son

s0 = s, sp = 0 ∀ p > 0
y esto puede enunciarse como ((localmente, las variedades integrales de dimensión n
de I dependen de exactamente s constantes)), lo cual está en concordancia con la
teorı́a usual de foliaciones.
CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 65

Veamos ahora un ejemplo con complejos.

Ejemplo 3.3.4. Subvariedades Lagrangianas Especiales de Cn . Consideremos


en Cn las coordenadas complejas usuales z 1 , . . . , z n , y pongamos z k = xk + iy k .
Consideremos el ideal generado por la 2-forma ω y la n-forma Φ dadas por

ω = dx1 ∧ dy 1 + · · · + dxn ∧ dy n )
Φ = Im(dz1 ∧ · · · ∧ dzn )
= dy 1 ∧ · · · ∧ dxn + dx1 ∧ dy 2 · · · ∧ dxn + · · · + dx1 ∧ · · · ∧ dy n + ϕ

Donde ϕ es una forma de grado mayor o igual a dos en las dy k . Las variedades in-
tegrales de dimensión n de I = {ω, Φ} se llaman Lagrangianas especiales. Ellas y sus
generalizaciones a variedades de Einstein-Kähler son de interés en fı́sica-matemática.

Consideremos el elemento integral E ∈ Vn (I) basado en el origen definido por


las relaciones

E = {v ∈ T0 Cn | dy l (v) = 0, 1 ≤ l ≤ n}.
y sea la bandera 0 ⊂ E1 ⊂ E2 ⊂ · · · ⊂ En ⊂ E, donde cada Ek viene definido
por

Ek = {v ∈ T0 Cn | dy l (v) = 0, 1 ≤ l ≤ n, dxj (v) = 0, j > k}.


Entonces no es difı́cil ver que para k < n − 1,

H(Ek ) = {v ∈ T0 Cn | dy j (v) = 0, j ≤ k}
con lo cual se sigue que ck = k. En cambio, para k = n − 1, al forma Φ entra en
juego a la hora de computar las ecuaciones polares, y muestra que H(En−1 ) = En ;
consecuentemente cn−1 = n. Se sigue entonces que Vn (I) debe tener codimensión
por lo menos
1
0 + 1 + 2 + · · · + (n − 2) + n = (n2 − n + 2)
2
alrededor de E. Por otro lado, para todo otro Ẽ cercano a E, las 1-formas dxi
son linealmente independientes, con lo cual tales Ẽ tienen ecuaciones de la forma

dy a = pai dxi
Entonces, estudiemos las condiciones para que Ẽ sea un elemento integral de
nuestro sistema: la anulación de ω implica que debemos tener pai − pia = Fia = 0; en
cambio, la anulación de Ψ, implica que debemos tener

0 = G = p11 + p22 + · · · + pnn + {polinomios de grado superior en las pai }


CAPÍTULO 3. TEOREMA DE CARTAN-KÄHLER 66

donde G resulta polinomial en las pai . Estas funciones tienen diferenciales lineal-
mente independientes en pai = 0 (o, sea, en E). Consecuentemente, Vn (I) es suave
cerca de E y tiene codimensión 21 (n2 − n + 2) en Gn (T Cn ). El test de Cartan ase-
gura entonces la existencia de una bandera ordinaria con elemento terminal E, y el
teorema de Cartan-Kähler asegura la existencia de una variedad integral de I de
dimensión n pasando por el origen, con espacio tangente E.
Capı́tulo 4

Sistemas lineales Pfaffianos

La teorı́a atrae a la práctica como


un magneto atrae al hierro.

Carl Friedrich Gauss

En este capı́tulo, exploraremos los llamados sistemas lineales Pfaffianos. Estos


sistemas no sólo tienen importancia histórica, sino que también son de tremenda
importancia práctica (con ellos se pueden hacer muchı́simas cuentas concretas) y
teórica (dado un ideal diferencial, es posible reducirse al caso de ideales diferenciales
generados por formas de grado uno, del mismo modo que tenemos el truco de reduc-
ción de orden para ecuaciones de grado superior). Daremos una versión del teorema
de Cartan-Kähler para estos sistemas y computaremos algunos ejemplos.

4.1. Sistemas lineales Pfaffianos


Definición 4.1.1. Diremos que un sistema diferencial exterior con condición de
independencia (Σ, I, Ω) es Pfaffiano si I está generado diferencialmente por una
cantidad finita de formas de grado menos o igual a uno.

Como hipótesis de trabajo en este capı́tulo, asumiremos simplemente que I no


contiene formas de grado cero, con lo cual

I estará generado por las secciones de un subfibrado I ⊂ T ∗ Σ.

Como explicamos en el primer capı́tulo de esta tesis, asumiremos que la condición


de independencia viene dada por un subfibrado adicional J ⊂ T ∗ Σ tal que I ⊂ J.

Definición 4.1.2. Un sistema Pfaffiano (Σ, I, Ω) se dice lineal si verifica

dI ≡ 0 mod {J}alg

67
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 68

Saquémosle el jugo a esta definición en términos de una elección de formas para


I, J. Consideremos que localmente tenemos una base de T ∗ Σ

θ1 , . . . θs , ω 1 , . . . , ω n , π 1 , . . . , π t
adaptada a la filtración I ⊂ J ⊂ T ∗ Σ, y para el resto del capı́tulo, fijemos ı́ndices

1 ≤ a, b ≤ s, 1 ≤ i, j ≤ n, 1 ≤ , δ ≤ t.
Cuando consideremos cambios de bases, éstos estarán restringidos a respetar la
filtración; es decir, ´consideraremos sólo cambios de base de la forma
 a a b
 θ̃ = Ab θ ,

ω̃ i = Bji ω j + Bai θa , (4.1)

 
π̃ = Cδ π δ + Ci ω i + Ca θa
Estudiemos primero el comportamiento de los generadores algebraicos dθa de
nuestro sistema. Éstos pueden escribirse
1 1
dθa ≡ Aai π  ∧ ω i + caij ω i ∧ ω j + eaδ π  ∧ π δ mod {I}alg (4.2)
2 2
para ciertas funciones A, c, e, donde podemos suponer

caij + caji = eaδ + eaδ = 0.


A estas ecuaciones suele llamárselas ((ecuaciones estructurales del sistema)). Aho-
ra bien, para nuestro sistema diferencial exterior con condición de independencia
(Σ, I, Ω), los elementos integrales vienen definidos por las ecuaciones

θa = 0
π  − pi ω i = 0,

con lo cual si de la segunda ecuación despejamos π  y lo reemplazamos en (4.2) y


utilizamos la independencia de las ω i , luego de un poco de distributivas obtenemos

(Aai pj − Aaj pi ) + caij + eaδ (pi pδj − pj pδa ) = 0. (4.3)
Lo que observamos es que estas ((ecuaciones de compatibilidad)) son lineales en
los pi sı́ y sólo si todos los coeficientes eaδ son nulos. Es decir, un sistema diferencial
exterior Pfaffiano se dirá lineal si sus ecuaciones de compatibilidad (4.3) son lineales
en los pai .

Por supuesto, en términos de la elección de la base para el fibrado cotangente,


esto es equivalente a simplemente
1
dθa ≡ Aai π  ∧ ω i + caij ω i ∧ ω j mod {I}alg . (4.4)
2
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 69

Observemos que estas ecuaciones pueden escribirse de manera compacta recor-


dando como

dθa ≡ πia ∧ ω i mod {I}alg (4.5)


donde las πia son 1-formas bien definidas bajo el cambio de base en la filtración,
y pueden escribirse como

πia ≡ Aai π  modJ (4.6)


Es decir, las ecuaciones estructurales muestran que el operador de diferenciación
exterior d define un mapa de fibrados

δ̄ : I → (T ∗ Σ/J) ⊗ J/I (4.7)


dado localmente por

δ̄(θa ) = Aai π  ⊗ ω i (4.8)

Veremos en la próxima sección que esta aplicación, juega un papel muy impor-
tante a la hora de decidir si un sistema lineal Pfaffiano posee variedades integrales
o no. Mencionesmos algunos ejemplos de sistemas lineales Pfaffianos.
Ejemplo 4.1.1. Sistemas de contacto en espacios de jets El ejemplo más
importante de este tipo de sistemas es verdaderamente el sistema de contacto en un
espacio de jets.

Sobre J r (N, M ) tomemos coordenadas xi , ua , paλ para ı́ndices 1 ≤ i ≤ n, 1 ≤ a ≤


s y multiı́ndices λ de longitud menor o igual a r, donde

paλ = fλa (x)


Los generadores vendrán dados por la siguiente la colección de 1-formas

θa = dua − pai dxi


θia = dpai − paij dxj
..
.
θia1 ,...,ik−1 = dpai1 ,...,ik−1 − pai1 ,...,ik dxik

y si utilizamos una notación de multiı́ndices λ, el sistema diferencial exterior


quedará definido por

Ωr (N, M ) = {θλa = dpaλ − paλ,j dxj | 1 ≤ |λ| ≤ r − 1, 1 ≤ j ≤ n, 1 ≤ a ≤ s}diff .

la condicición de independencia será la usual, Ω = dx1 ∧ dx2 ∧ · · · ∧ dxn .


CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 70

Ejemplo 4.1.2. Sistema canónico en Gn (T Σ) Otro ejemplo relevante de siste-


ma lineal Pfaffiano vendrá dado por el sistema lineal exterior (L, Λ) definido sobre
G( T Σ) como en la sección 3 del capı́tulo 1.
Ejemplo 4.1.3. Sistemas diferenciales para frames adaptados El sistema
diferencial que definimos en ASO(3)

I = {ω 3 , θ13 , θ23 }diff


cuyas variedades integrales son frames adaptados, también es un sistema lineal
Pfaffiano.

4.2. Tableau y sı́mbolo de un sistema lineal Pfaf-


fiano
En esta sección daremos uso a un concepto puramente algebraico: el tablau. Con
ellos, empleando las condiciones de rango localmente constante de I construiremos
un fibrado sobre Σ, el fibrado de tablaux asociado a (Σ, I, Ω) que nos permitirá ob-
tener una versión poderosa del teorema de Cartan-Kähler para sistemas lineales
Pfaffianos, pues como veremos, el estudio del tableau es en el fondo el estudio de
banderas para el sistema diferencial exterior. Comencemos.
Definición 4.2.1. Dados dos espacios vectoriales V, W sobre un mismo cuerpo k,
un tableau será simplemente un subespacio vectorial

A ⊂ Hom(V, W )

Utilizando el lenguaje del álgebra tensorial, pondremos sin más Hom(V, W ) =


W ⊗ V ∗ . En términos de bases, consideremos {v1 , . . . , vn } y {w1 , . . . , ws } bases de
V, W respectivamente, y elijamos una base para A con elementos

A = Aai wa ⊗ vi∗ .
(Aquı́ utilizamos la notación vi∗ para notar al covector asociado a vi ; naturalmente
asumiremos la suma sobre el ı́ndice en este caso) Un elemento genérico de un tableau
A será una combinación lineal de los A y en términos de coordenadas, podemos ver
que el estudio de un tableau es el estudio de matrices cuyas entradas son funciones
lineales. Por dualidad, tenemos también la siguiente definición, que será de utilidad
en varias ocasiones.
Definición 4.2.2. dado un tableau A ⊂ Hom(V, W ) = W ⊗V ∗ , su sı́mbolo asociado
viene dado por el anulador

B = A⊥ ⊂ W ∗ ⊗ V,
en términos de una elección de bases para V y W , el sı́mbolo tendrá una base
con elementos de la forma
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 71

B λ = Baλi wa∗ ⊗ vi
Vamos a definir ahora la familia de prolongaciones de un tableau. Consideremos
el (q + 1)-ésimo producto simétrico S (q+1) V ∗ e identifiquémoslo como el espacio de
polinomios homogéneos de grado q + 1 en V , y los operadores de diferenciación
usuales

: S (q+1) V ∗ → S q V ∗ .
∂xi
Extendemos los operadores ∂/∂xi a todo W ⊗ S (q+1) V ∗ por linealidad, conside-
rando a los elementos de W como constantes, con lo cual, de la definición vemos
que
∂ a ∂P a
(w a ⊗ P (x)) = w a ⊗ (x).
∂xi ∂xi
Definición 4.2.3. Dado un tableau A ⊂ W ⊗ V ∗ , su definimos su q-ésima prolon-
gación de manera inductiva, poniendo

A(0) = A, y para q ≥ 1
∂P
A(q) = {P | ∈ A(q−1) }.
∂xi
Es claro que de la misma definición que A(q) ⊂ W ⊗ S (q+1) V ∗ es un subespacio
vectorial que consta exactamente de los polinomios P ∈ W ⊗ S (q+1) V ∗ tales que

∂ q P (x)
∈A
∂xi1 · · · ∂xiq
para toda elección de i1 , . . . , iq .

Vamos a definir una la condición de involutividad de un tableau; para nosotros,


tener un tableau involutivo es tener una bandera ordinaria. Luego e definir este
concepto, podemos formular una versión de Cartan-Kähler para sistemas Pfaffianos
lineales.
Comencemos dando dos definiciones. Primeramente, si tenemos un subespacio
vectorial U ⊂ W ⊗ S q V ∗ , definamos
∂P ∂P
Uk = {P ∈ U | = · · · = = 0} (4.9)
∂x1 ∂xk
Notemos que tenemos

∂P ∂ 2P
(A(1) )k = (Ak )(1) = {P ∈ W ⊗ S 2 V ∗ | ∈ A, = 0, para todo 1 ≤ j ≤ k}
∂xi ∂xi ∂xj
(1)
Llamaremos a este subespacio simplemente Ak . Claramente, tenemos que
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 72

∂ (1)
: Ak−1 → Ak−1 . (4.10)
∂xk
Observemos también que los subespacios Ak dan lugar a una filtración

0 = An ⊂ An−1 ⊂ · · · ⊂ A1 ⊂ A0 = A, (4.11)

Definición 4.2.4. Sea A ⊂ W ⊗ V ∗ un tableau. Definimos inductivamente los


caracteres s̃1 , . . . , s̃n del tableau A por la fórmula

s̃1 + · · · + s̃k = dim A − dim Ak . (4.12)

Puede demostrarse que los caracteres del tableau satisfacen

s̃1 ≥ s̃2 ≥ · · · ≥ s̃n


y aún más, se tiene la siguiente importante proposición.

Proposición 4.2.1. Sea A ⊂ W ⊗V ∗ un tableau y sea A(1) su primera prolongación.


Entonces se tiene la desigualdad

dim A(1) ≤ s̃1 + 2s̃2 + · · · + ns̃n (4.13)


con igualdad si y sólo si los mapas de derivación (4.10) son suryectivos para todo
k.

Demostración. Para comenzar, notemos que


(
dim A = s̃1 + · · · + s̃n
(4.14)
dim Ak = s̃k+1 + · · · + s̃n .
Si consideramos la sucesión exacta corta

(1) (1) ∂/∂xk


0 → Ak → Ak−1 −→ Ak−1
tomando dimensiones, obtenemos
(1) (1)
dim Ak−1 − dim Ak ≤ dim Ak−1 .
(1)
Usando que A0 = A(1) y sumando sobre k, obtenemos

dim A(1) ≤ dim A + dim A1 + · · · + dim An−1 .


Utilizando la obstervación (4.14) en esta última desigualdad, obtenemos

dim A(1) ≤ s̃1 + 2s̃2 + · · · + ns̃n ,


que es la desigualdad buscada. 
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 73

Definición 4.2.5. Un tableau A ⊂ W ⊗ V ∗ se dirá involutivo si se tiene la igualdad

dim A(1) = s̃1 + 2s̃2 + · · · + ns̃n ,

Estamos ahora listos para definir el tableau asociado a un sistema lineal Pfaf-
fiano (Σ, I, Ω) bajo condiciones de rango localmente constante sobre nuestro ideal.
Como antes es usual, definiremos el fibrado dando cada una de sus fibras sobre Σ.
Supongamos que el ideal viene dado por I = {θa }, J = {θa , ω i } y que escribimos las
ecuaciones estructurales como
1
dθa ≡ Aai π  ∧ ω i + caij ω i ∧ ω j mod {I}alg ,
2
donde las formas π completan J a una base de T ∗ Σ. Pongamos V ∗ = (J/I)x , W ∗ =


Ix , y notemos a las respectivas bases inducidas por nuestro sistema del modo v i =
ωxi , wa = θxa . Definimos entonces el tableau de (Σ, I, Ω) en x al subespacio de W ⊗V ∗
dado por

Ax = gen{Aai wa ⊗ v i }. (4.15)
Observemos que si escribimos las ecuaciones estructurales de manera compacta,
podemos definir el tableau a través de las formas πia que discutimos al final de la
primera sección de este capı́tulo. Veamos cómo hacer esto. Dado x ∈ Σ, consideremos
Jx⊥ ⊂ Tx Σ dado por

Jx⊥ = {v ∈ Tx Σ | ν(v) = 0, ν ∈ J} = {v ∈ Tx Σ | θa (v) = ω i (v) = 0},

y si recordamos las ecuaciones estructurales, vemos que están bien definidas las
cantidades

πia (v) ∈ Ix∗ ⊗ Jx /Ix , v ∈ Jx⊥


y con lo cual podemos definir el tableau en el punto x ∈ Σ como el subespacio
dado por

Ax = {πia (v) | v ∈ Jx⊥ } ⊂ Ix∗ ⊗ Jx /Ix . (4.16)


Es decir, si consideramos la aplicación

Jx⊥ → Ix∗ ⊗ Jx /Ix


dada por

v → πia (v)wa ⊗ v i
bajo condiciones de rango constante puede pensarse como una aplicación entre
fibrados
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 74

π : J ⊥ → I ∗ ⊗ J/I
entonces el fibrado de tableau es sencillamente la imagen de esta aplicación.
Definición 4.2.6. Asumiendo que dim Ax es localmente constante en Σ, definimos
el fibrado de tableaux A ⊂ I ∗ ⊗ J/I a través de las fibras (4.16)
De algún modo, podemos decir que el fibrado de tableau codifica lo que llamamos
la ((parte principal)) del comportamiento de los generadores algebraicos de grado dos
de nuestro sistema.

Para cada x ∈ Σ, quedan definidos los caracteres reducidos del sistema lineal
Pfaffiano como los caracteres s̃k (x) del tableau Ax . En la discusión de ejemplos,
usualmente omitiremos la mención al punto x y pondremos

W = Ix∗ ,



 V ∗ = J /I ,

x x

 A = Ax ,

s̃k = s̃k (x)

y hablaremos simplemente de A ⊂ W ⊗ V ∗ como el tableau de (Σ, I, Ω) sin


referencia al punto particular x ∈ Σ.

Cuando definimos sistema lineal Pfaffiano, mencionamos que la condición de


linealidad venı́a dada por una cierta condición de linealidad que debı́an cumplir las
funciones coordenadas pi de los elementos integrales. Veremos que esta condición
puede hacerse más precisa con la siguiente proposición.
Proposición 4.2.2. Supongamos que (Σ, I, Ω) es un sistema lineal Pfaffiano y que
el conjunto de elementos integrales Gx (I, Ω) sobre un punto x ∈ Σ es no vacı́o.
Entonces Gx (I, Ω) tiene estructura de espacio afı́n y puede identificarse con la pro-
(1)
longación Ax de Ax .
Demostración. Trabajaremos sobre un punto prefijado x ∈ Σ con lo cual no haremos
referencia a él en lo que sigue de la demostración. Elijamos una base adaptada a
nuestra filtración I ⊂ J ⊂ T Σ, digamos {θa , ω i , π  }. Sabemos que los elementos
integrales verifican
(
θa = 0
π  − pi ω i = 0
donde

(Aai pj − Aaj pi ) + caij = 0.


Estas ecuaciones definen un espacio lineal afı́n; asumiendo que es no vacı́o, el
esapcio vectorial asociado a este espacio afı́n viene dado por las ecuaciones
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 75

Aai pj = Aaj pi . (4.17)


Dada una solución pj a estas ecuaciones, pongamos Pija = Aai pj = Pjia es sencillo
ver que

P = Pija wa ⊗ xi xj ∈ W ⊗ S 2 V ∗
satisface las ecuaciones que definen a A:

Baλi Pija = 0.
Luego, se sigue que P ∈ A(1) . Recı́procamente, si

P = Pija wa ⊗ xi xj ∈ A(1) ,
∂P
entonces cada ∂xj
∈ A, y por lo tanto es una combinación lineal
∂P
= Aai pj wa ⊗ xi
∂xj
de las matrices que generan A. Vemos que la condición

∂ 2P ∂ 2P
=
∂xi ∂xj ∂xj ∂xi
es equivalente a la ecuación (4.17) que define el espacio vectorial asociado al
espacio afı́n de elementos integrales. 
Habiendo definido el tableau para un (Σ, I, Ω) lineal Pfaffiano, tenemos natural-
mente una definición para el espacio de sı́mbolos.

Definición 4.2.7. Sea (Σ, I, Ω) un sistema lineal Pfaffiano con fibrado de tableau
A ⊂ I ∗ ⊗ J/I. Definimos su fibrado de sı́mbolos como

B = A⊥ ⊂ I ⊗ (J/I)∗ .

Pronto daremos algunos ejemplos para ver cómo se calculan estos objetos.

4.3. Torsión
Como bien vimos en la discusión de varios ejemplos de esta tesis y en la discusión
al comienzo del segundo capı́tulo, un sistema de ecuaciones diferenciales en derivadas
parciales está sujeto a condiciones de compatibilidad, provenientes de la conmutación
de las derivadas parciales sucesivas. Veamos cómo se reflejan estas condiciones de
compatibilidad en un sistema lineal Pfaffiano. Especı́fcamente, vamos a considerar
las condiciones de compatibilidad

(Aai (x)pj − Aaj (x)pi ) + caij (x) = 0 (4.18)


CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 76

cuyas soluciones garantizan la existencia de elementos integrales Gx (I, Ω) sobre


un punto x ∈ Σ. El estudio de las condiciones de compatibilidad desembocará en
relaciones entre las Ai (x) y las caij (x); estas se llamarán condiciones de integrabilidad.
Escribamos las ecuaciones de nuestro sistema diferencial exterior agregando explı́ci-
tamente las ecuaciones estructurales
 a

 θ =0
1

dθa ≡ Aai π  ∧ ω i + caij ω i ∧ ω j mod {I}alg (4.19)

 2
Ω = ω 1 ∧ · · · ∧ ω n 6= 0

Observemos que si tomamos un cambio de complemento de J vı́a

π̃  = π  + Ci ω i ,
entonces pacientemente uno chequea que el cambio que se produce en las ecua-
ciones estructurales es

c̃aij = caij + (Aaj Ci − Aai Cj ). (4.20)


Definamos funciones Eija = Aaj Ci − Aai Cj y el subespacio

E = gen{Eija wa ⊗ v i ⊗ v j } ⊂ W ⊗ Λ2 V ∗ .
Si miramos ahora el mapeo de anti-simetrización

τ : W ⊗ V ∗ ⊗ V ∗ → W ⊗ Λ2 V ∗
Vemos que evidentemente. E ∈ Im(τ ). Tenemos ası́ la importante

Definición 4.3.1. Sea (Σ, I, Ω) un sistema lineal Pfaffiano y sea x ∈ Σ. Definimos


a la torsión del sistema en el punto x como

[c] = [caij wa ⊗ v i ∧ v j ] ∈ W ⊗ Λ2 V ∗ /τ (A ⊗ V ∗ )

De la discusión precedente, tenemos entonces la siguiente proposición.

Proposición 4.3.1. Sea (Σ, I, Ω) un sistema lineal Pfaffiano y sea x ∈ Σ. Entonces


hay elementos integrales sobre x si y sólo si [c](x) = 0

De algún modo, vemos que la torsión refleja las obstrucciones a la integrabilidad


de primer orden de un sistema lineal Pfaffiano; cuando la torsión es efectivamente
nula, decimos simplemente que las condiciones de integrabilidad ((se satisfacen)). La
anulación de la torsión depende de nuestra habilidad de encontrar un cambio de
base lo suficientemente suave en nuestra filtración, de modo que bajo ese cambio,
tengamos caij = 0 alrededor de x. Por esta razón, muchas veces diremos que la torsión
puede absorberse.
Tenemos una manera alternativa de expresar las ecuaciones de nuestro sistema
lineal Pfaffiano (4.19), llamada la forma dual. Pongamos
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 77

πia = Aai π  + caij ω j (4.21)


de manera tal que la segunda ecuación de (4.19) se lee

dθa ≡ πia ∧ ω i mod {I}alg . (4.22)


Las 1-formas πia no son linealmente independientes modulo J, y están sujetas a
relaciones de la forma

Baλi πia ≡ Cjλ ω j mod {I}alg , (4.23)


donde por (4.21) se tiene que

Cjλ ≡ Baλi caji (4.24)


Si trabajamos en un abierto U alrededor de un punto x ∈ Σ y asumimos rangos
localmente constantes, las Baλi dan las coordenadas una base del fibrado de sı́mbolos
sobre U . La forma dual de las ecuaciones estructurales (4.19) es sencillamente


 θa = 0

 dθa ≡ π a ∧ ω i mod {I}

i alg
λi a λ j
(4.25)


 B a π i ≡ C j ω mod {I} alg

Ω = ω 1 ∧ · · · ω n 6= 0

Una meditación breve sobre esta discusión recién presentada deberı́a convencer
al lector de la validez de la siguiente porposición.

Proposición 4.3.2. Asuminedo que la aplicación π̄ en tiene rango constante, son


equivalentes

i el espacio de elementos integrales G(I, Ω) se suryecta sobre Σ

ii localmente podemos escoger las π  de modo tal que caij = 0 en (4.19)

iii localmente podemos elegir las πia de modo tal que Cjλ = 0 en (4.25)

4.4. Cartan-Kähler y sistemas lineales Pfaffianos


Probaremos ahora una versión del Teorema de Cartan-Kähler para sistemas li-
neales Pfaffianos: en lo que sigue consideraremos un abierto U alrededor de x ∈ Σ, y
(1)
consideraremos que las cantidades dim Ax , s̃i (x), dim Ax y rango(π̄) son constantes
en U .

Teorema 4.4.1. Cartan-Kähler para sistemas lineales Pfaffianos Sea (Σ, I, Ω) un


sistema lineal Pfaffiano, x ∈ Σ. Entonces el sistema es involutivo en x si y sólo si

(i) la torsion se anula en U


CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 78

(ii) el tableau Ax es involutivo.

Demostración. Sin pérdida de generalidad, podemos reemplazar U por Σ, y ası́ por


la Proposición 4.3.1 la anulación de la torsión es equivalente a la suryectividad del
mapeo G(I, Ω) → Σ. Por la Proposición 4.2.2, tenemos entonces que

dim G(I, Ω) = dim Σ + dim A(1)


x .

Por otra parte, usando las ecuaciones estructurales en forma dual, vemos que las
ecuaciones
(
θa (x) = 0
πia (x) = 0
definen un elemento integral E ⊂ Tx Σ con base {ei } donde los ei satisfacen
< wj (x), ei >= δji . Puede mostrarse que el rango de las ecuaciones polares de Ek =
gen{e1 , . . . , ek } viene dado por

s0 + s̃1 + · · · s̃k .
Por otro lado, los caracteres de Cartan rk y sk asociados a E en términos de las
dimensiones de los espacios polares vienen dadas por las relaciones
(
dim H(Ek ) = rk+1 + k + 1
(4.26)
sk = rk − rk+1 − 1 ≥ 0.
Pongamos r0 = dim Σ reflejando el hecho que hay elementos integrales sobre
cada punto. Entonces tenemos r0 − r1 − 1 = rangoIx = s0 . De (4.26) deducimos que
para 1 ≤ k ≤ n − 1, vale

rk+1 + k + 1 = n + t − (s0 + s̃1 + · · · + s̃k ). (4.27)


Restando estas ecuaciones para k y k − 1 y usando la segunda ecuación de (4.26),
vemos que

sk = s̃k (4.28)
para 1 ≤ k ≤ n − 1. Esto prueba que para cualquier elemento integral E, los
caracteres sk = sk (E) son iguales a los caracteres reducidos s̃k . En particular, los
sk son los mismos para todos los elementos integrales E sobre el mismo punto base
x ∈ Σ. La desigualdad en el Test de Cartan es entonces

dim A(1)
x ≤ s̃1 + 2s̃2 + · · · + ns̃n , (4.29)
y vale la igualdad sı́ y sólo sı́ el tableau Ax es involutivo.

CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 79

Observación Veamos cómo se compara este teorema recién demostrado con el


Cartan-Test del capı́tulo dos.

Consideremos un sistema lineal Pfaffiano (Σ, I, Ω) sin torsión con ecuaciones


estructurales

dθa ≡ πia ∧ ω i mod θ1 , . . . , θs .


Escribamos estas ecuaciones en formato matricial:
     
θ1 π11 . . . πn1 ω1
d  ...  =  ... ..  ∧  ..  .
  
.  . 
s
θ π1 . . . πns
s
ωn

Supongamos que tenemos s˜k formas independientes en la k-ésima columna; aún


más, sin pérdida de generalidad podemos suponer que las primeras s˜k formas de la
k-ésima columna son linealmente independientes (esto lo podemos hacer cambiando
adecuadamente las formas θa de nuestro sistema). De ese modo, tendremos que la
matriz polar es de la forma
 1
π1 . . . . . . πn1

 .. .. ..
 . . . πns˜n 

 .
 .. π s̃2 ∗

 2 ∗ 

π s̃1 ∗ · · · ∗ 
 1 
 ∗ ··· ··· ∗ 
∗ ··· ··· ∗
donde se cumple que:

para b > s˜k se tiene que πkb es combinación lineal de las formas πia con i < k, a ≤ s˜i .

Tomemos un elemento integral En del sistema satisfaciendo la condición de in-


dependencia:

En = {θa , πib }⊥ .
Vamos a considerar la bandera (0) = E0 ⊂ E1 ⊂ E2 ⊂ · · · ⊂ En definiendo los
subespacios Ek vı́a

Ek = {θa , πib , ω j }⊥ , para j > k


.
Para esta bandera, vemos luego de un poco de trabajo (y recordando la elección
de independencia en las formas de la matriz polar) que los espacios polares resultan
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 80

H(E0 ) = {θb }⊥
H(E1 ) = {θb , π1a }⊥ , a ≤ s˜1
H(E2 ) = {θb , π1a , π2b }⊥ , a ≤ s˜1 , b ≤ s˜2
..
.
H(En ) = {θb , πia }⊥ a ≤ s˜i .

Vemos sencillamente que ası́ resultan los caracteres de Cartan

si = s˜i ,
Es ası́ que los caracteres sk asociados a la bandera coinciden con los caracteres
reducidos del tableau: sk es el número de formas en la k-ésima columna del tableau
que son independientes de las formas en las columnas anteriores.

4.5. Ejemplos
Veamos algunos ejemplos de sistemas lineales Pfaffianos.

Ejemplo 4.5.1. Sistemas de ecuaciones en derivadas parciales de primer


orden a coeficientes constantes. Un ejemplo interesante y sencillo para tratar
de entender las definiciones dadas en este capı́tulo son los sistemas de PDE’s de
primer orden homogéneos a coeficientes constantes. Consideremos un caso muy par-
ticular pero importante, las ecuaciones de Cauchy-Riemann. En R2 consideramos
coordenadas globales x, y; las ecuaciones de Cauchy-Riemann son
(
ux = vy
(4.30)
uy = −vx .
Veamos el significado de las definiciones de tableau, sı́mbolo y torsión en es-
te caso especial. Como es usual, vamos a trabajar en J 1 (R2 , R2 ) con coordenadas
x, y, u, v, p, q, r, s. Poniendo

θ1 = du − pdx − qdy, θ2 = dv − rdx − sdy


tenemos que el sistema de contacto queda definido por I = {θ1 , θ2 }diff y tomare-
mos la condición de independencia estándar Ω = dx∧dy; en términos de la filtarción,
resulta

J := {θ1 , θ2 , dx, dy}.


Estudiemos las ecuaciones estructurales de este sistema. Calculamos ası́ las de-
rivadas exteriores
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 81

(
dθ1 = −dp ∧ dx − dq ∧ dy
(4.31)
dθ2 = −dr ∧ dx − ds ∧ dy
Ahora bien, nuestro sistema (4.30) define una subvariedad Σ ⊂ J 1 (R2 , R2 ) de
dimensión seis vı́a
(
p=s
(4.32)
q = −r
Cuando pullbackeamos el sistema de contacto a Σ, esto resulta en relaciones
entre las formas; tomando diferencial exterior en las ecuaciones de (4.32) obtenemos
(
dp = ds
(4.33)
dq = −dr
Reemplazando (4.33) en las ecuaciones (4.31), tenemos las ecuaciones estructu-
rales
(
dθ1 = −ds ∧ dx + dr ∧ dy
(4.34)
dθ2 = −dr ∧ dx − ds ∧ dy
Ahora bien, sabemos que el tableau queda definido por la imagen de π : J ⊥ →
I ∗ ⊗ J/I, donde I ∗ tiene una base inducida por θ1 , θ2 , digamos w1 , w2 y J/I tiene
una base v 1 , v 2 . Vemos que sobre Σ tenemos
∂ ∂
J⊥ = {
, }
∂r ∂s
Calculamos entonces un sistema de generadores para la imagen de π calculando

∂ ∂ ∂ ∂ ∂
π( ) = −ds( )w1 ⊗ v 1 + dr( )w1 ⊗ v 2 − dr( )w2 ⊗ v 1 − ds( )w2 ⊗ v 2
∂r ∂r ∂r ∂r ∂r

O sea, el primer generador del tableau será π( ∂r ) = w1 ⊗ v 2 − w2 ⊗ v 1 . Análoga-
mente,

∂ ∂ ∂ ∂ ∂
π( ) = −ds( )w1 ⊗ v 1 + dr( )w1 ⊗ v 2 − dr( )w2 ⊗ v 1 − ds( )w2 ⊗ v 2
∂s ∂s ∂s ∂s ∂s

Es decir, π( ∂s ) = −w1 ⊗ v 1 − w2 ⊗ v 2 . Estos serán los generadores del tableau
del sistema; tenemos ası́

A = gen{w1 ⊗ v 2 − w2 ⊗ v 1 , w1 ⊗ v 1 + w2 ⊗ v 2 } (4.35)

Empleando la identificación estándar W ⊗ V = Hom(V, W ) y coordenadas en
las bases respectivas, tendremos una representación de A como un subespacio de
R2×2 :
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 82

   
0 −1 1 0
A = gen{ , } (4.36)
1 0 0 1
Sabemos que el sı́mbolo viene definido por B = A⊥ ⊂ V ⊗ W ∗ vı́a el pairing
estándar; algunas cuentas de álgebra lineal muestran que

B = gen{v1 ⊗ w1 − v2 ⊗ w2 , v1 ⊗ w2 + v2 ⊗ w1 } (4.37)
Observamos que los generadores del espacio de sı́mbolos tienen en efecto como
entradas a los coeficientes de las ecuaciones de nuestro sistema. Ası́, usualmente
pensamos a B como el ((espacio de ecuaciones)); por otra parte, interpretamos al
tableau como el espacio de ((soluciones de primer orden admisible)).
Estudiemos la involutividad del tableau A. Para eso, calcularemos explı́citamente
su prolongación A(1) ⊂ W ⊗ S 2 V ∗ . Para encontrar generadores simplemente aplica-
mos la definición:

Cija wa ⊗ v i ⊗ v j ∈ A(1) ⇐⇒ (vk y Cija wa ⊗ v i ⊗ v j ) ∈ A, para k = 1, 2.

y para decidir la pertenencia al tableau A utilizamos al espacio de sı́mbolos;


llegamos ası́ al sistema de ecuaciones
1


 C11 =0
 C2 + C1 + C2 = 0

11 12 12
1 2 2

 C12 + C12 − C22 =0

1
C22 = 0

Este sistema de ecuaciones tiene rango cuatro; como dim W ⊗ S 2 V ∗ tiene dimen-
sión seis, se sigue que dim A(1) = 6 − 4 = 2. Por otro lado, podemos computar los
caracteres de Cartan sk de nuestro sistema de PDE’s; recordando que

s1 + · · · + sk = dim A − dim Ak , donde Ak = {P ∈ A | v1 y P = · · · = vk y P = 0}

Una cuenta sencilla muestra que A1 = A2 = 0, con lo cual tenemos s1 = dim A −


dim A1 = 2 y s1 + s2 = dim A − dim A2 , con lo que s2 = 0. Esto muestra que

dim A(1) = 1s1 + 2s2 = 2 + 0 = 2,


con lo que el tableau es involutivo. Del mismo modo, las ecuaciones estructurales
(4.34) muestran a simple vista que no hay torsión, con lo cual el Teorema de Cartan-
Kähler para sistemas linales Pfaffianos dice que tendremos variedades integrales
dependiendo de dos funciones de una variable (Una función holomorfa en un abierto
U ⊂ C queda totalmente determinada por los valores que toma sobre una curva
analı́tica contenida en U ).
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 83

A modo general, es posible ver que para sistemas lineales Pfaffianos los caracteres
de Cartan pueden determinarse a simple vista viendo la cantidad de parámetros
independientes que aparecen en un elemento genérico α del tableau, una vez fijadas
las bases inducidas por la filtración; es decir

s1 + · · · + sk = # de parámetros independientes en las primeras k columnas de α

para los detalles, puede consultarse el capı́tulo 4 de [3], donde también se habla
en extenso sobre diferentes formas normales para estudiar tableau tı́picos.
Este análisis que hicimos para las ecuaciones de Cauchy-Riemann es extensible
al estudio de cualquier sistema de pde’s de primer orden homogéneo con coeficientes
constantes: el espacio de sı́mbolos lo pensamos como ((el espacio de las ecuaciones));
el tableau será nuestro espacio de ((polinomios de primer grado con derivadas ad-
misibles)) y las sucesivas prolongaciones del tableau, A(l) las podemos pensar como
((todos los posibles polinomios homogéneos de grado l+1 que son solución de nuestra
ecuación diferencial)). De esta manera, la ((prolongación total))
[
A(∞) = A(l)
la entendemos como el espacio de series formales que son solución de nuestro
sistema de ecuaciones.

Ejemplo 4.5.2. Ecuación de onda bidimensional. Este es otro ejemplo de la


teorı́a de ecuaciones dierenciales en derivadas parciales, un ejemplo clásico. En este
caso, en R2 ponemos coordenadas globales x1 , x2 y tenemos la ecuación de onda para
una función u : R2 → R

utt − k 2 uxx = 0 (4.38)


Naturalmente, vamos a modelar esta ecuación de segundo orden en el espacio de
jets J 2 (R2 , R) con coordenadas x1 , x2 , u, p1 , p2 , p11 , p12 , p22 . Si ponemos
 1 1 2
 θ = du − p1 dx − p2 dx

θ2 = dp1 − p11 dx1 − p12 dx2 (4.39)
 3
 1 2
θ = dp2 − p12 dx − p22 dx
entonces el sistema de contacto vendrá dado por el ideal I = {θ1 , θ2 , θ3 }diff y
la condición de independencia Ω = dx1 ∧ dx2 . La ecuación diferencial define una
subvariedad Σ ⊂ J 2 (R2 , R) a través de la ecuación

p22 − k 2 p11 = 0 (4.40)


Derivemos ahora las ecuaciones estructurales para nuestro sistema sobre Σ. To-
mando derivadas exteriores a (4.39),
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 84

 1 1 2
 dθ = −dp1 ∧ dx − dp2 ∧ dx

dθ2 = −dp11 ∧ dx1 − dp12 ∧ dx2 (4.41)
 3
dθ = −dp12 ∧ dx1 − dp22 ∧ dx2

Trabajemos primero con dθ1 . Utilizando las últimas dos ecuaciones de (4.39) en
la primera ecuación de (4.41), tenemos

dθ1 = −(θ2 + p11 dx1 + p12 dx2 ) ∧ dx1 − (θ3 + p12 dx1 + p22 dx2 ) ∧ dx2 =
= −θ2 ∧ dx1 + p12 dx2 ∧ dx1 − θ3 ∧ dx2 + p12 dx1 ∧ dx2 =
= −θ2 ∧ dx1 − θ3 ∧ dx2

Ahora, aplicando derivada exterior a (4.40) obtenemos

dp22 = k 2 dp11 ,
y esto en las últimas dos ecuaciones de (4.41) da
(
dθ2 = −dp11 ∧ dx1 − dp12 ∧ dx2
dθ3 = −dp12 ∧ dx1 − k 2 dp11 ∧ dx2 .
Utilizando notación matricial y tomando congruencias módulo I, arribamos a las
ecuaciones estructurales sobre Σ,
 1  
θ 0 0  1
2 dx
d θ
 ≡ −dp11 −dp12
  ∧ mod I (4.42)
3 2 dx2
θ −dp12 −k dp11
Evidentemente, se satisfacen las condiciones de integrabilidad, es decir, no hay
torsión. Además, podemos calcular a simple vista los caracteres de Cartan si recor-
damos la observación hecha antes de este ejemplo: miramos la cantidad de 1-formas
independientes en las columnas de la matriz que aparece en (4.42): s1 = 2 pues hay
dos formas independientes en la primera columna, y s1 + s2 = 2 pues en las dos
primeras columnas hay sólo dos formas independientes, con lo cual tenemos s2 = 0.
Calculemos ahora la prolongación del tableau para decidir si el sistema está en
involución. Tenemos en Σ una base adaptada de la filtración I ⊂ J ⊂ T ∗ Σ dada
por {θ1 , θ2 , θ3 , dx1 , dx2 , dp11 , dp12 }. Si tomamos un x ∈ Σ y definimos V ∗ = (J/I)x ,
W ∗ = Ix , con bases v 1 = dx1 , v 2 = dx2 y wa = θxa respectivamente, podemos
armar el tableau simplemente mirando las ecuaciones estructurales (y estando muy
concentrados en la notación).
Veamos cómo hacerlo de manera sencilla: el tableau tendrá tantos generadores
como formas independientes en el complemento de J; como en este caso tenemos
dp11 , dp12 , A tendrá dos generadores. El generador correspondiente a dpαβ tendrá co-
mo coeficiente de wa ⊗ v i al coeficiente de dpαβ ∧ dxi en la ecuación correspondiente
a dθa ; ası́, resulta
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 85

A = Ax = gen{w2 ⊗ v 1 + k 2 w3 ⊗ v 2 , w2 ⊗ v 2 + w3 ⊗ v 1 }
Para calcular la prolongación, hacemos uso del espacio de sı́mbolos B = A⊥ ⊂
V ⊗ W ∗ . Planteando apenas la definición y algunas cuentas sencillas de álgebra
lineal, obtenemos que el espacio de sı́mbolos será

B = gen{v1 ⊗ w1 , v2 ⊗ w3 − k 2 v1 ⊗ w3 , v2 ⊗ w2 − v1 ⊗ w3 , v2 ⊗ w1 }.

Estamos listos para calcular la prolongación A(1) ⊂ W ⊗ S 2 V ∗ . Recordemos que

A(1) = {g ∈ W ⊗ S 2 V ∗ | (v1 y g) ∈ A, (v2 y g) ∈ A}


Un elemento genérico de W ⊗ S 2 V ∗ es de la forma g = Cija wa ⊗ v i ⊗ v j ; plan-
teando las ecuciones para las contracciones y las condiciones de anulación utilizando
los generadores de B, la prolongación queda definida por el siguiente sistema de
ecuaciones:
 1

 C11 =0
3
− k 2 C11
2




 C12 =0
2 3




 C12 − C11 = 0
 1
 C12 =0
1

 C12 =0

3 2 2
C22 − k C12 = 0




 2 3
 C22 − C12 =0



 1
C22 = 0

Fácilmente puede chequearse que este sistema de 8 ecuaciones lineales tiene rango
7 (la quinta ecuación es una ecuación repetida); como dim W ⊗ S 2 V ∗ = 9 resulta
que dim A(1) = 2. Ası́, vemos que se tiene

2 = dim A(1) = s1 + s2 = 2
con lo cual el sistema resulta involutivo, y la solución depende de 2 = s1 funciones
de 1 variable, como bien ya lo sabı́a Jean D´Alembert en 1747, cuando propuso como
solución

u(x, t) = f (x + kt) + g(x − kt).


donde f, g son dos funciones arbitrarias de una variable de tipo C 2 .

Ejemplo 4.5.3. Superficies de Weingarten lineales. Las superficies de Wein-


garten lineales son superficies en R3 para las cuales su curvatura de Gauss K y su
curvatura media H satisfacen una cierta ecuación lineal del tipo

AK + 2BH + C = 0
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 86

.
Esta clase de superficie es ciertamente amplia, incluye por ejemplo

(I) Superficies minimales: aquellas cuya curvatura media es nula, es decir H = 0.


Por ejemplo, los planos, los catenoides (superficie de revolución generada por
una catenaria) y los helicoides son superficies minimales sencillas de visualizar.
Otros ejemplos más sofisticados de superficies minimales vienen dados por las
superficies de Schwarz (superficies minimales generadas a partir de soluciones
del problema de Plateau), las superficies de Enneper en geometrı́a algebraica.

(II) Superficies desarrollables: tienen curvatura de Gauss nula; algunos ejemplos


sencillos son los cilindros y los conos.

(III) Superficies pseudoesféricas: son superficies tienen curvatura de Gauss cons-


tante -1. Ejemplos incluyen la pseudoesfera, los hiperboloides de una hoja y
superficies de revolución generadas por cónicas.

Vamos a estudiar la geometrı́a de estas superficies a travgés de frames adaptados


de primer orden. Consideremos en ASO(3)×R3hij el sistema diferencial exterior para
frames de primer orden dado por

I = {ω 3 , θ1 , θ2 }.
La condición de Weingarten AK + 2BH + C = 0 define una subvariedad Σ ⊂
ASO(3) × R3hij de codimensión uno a través de la ecuación

A(h11 h22 − h212 ) + B(h11 + h22 ) + C = 0.


Tomando diferencial exterior a esta ecuación y trabajando un poco con las ex-
presiones, llegamos a que sobre Σ se tiene

dh12 = αdh11 + βdh22 (4.43)


para ciertas funciones α, β y luego podremos emplear esta relación y las ecua-
ciones de Maurer-Cartan para dar las ecuaciones estructurales de nuestro sistema.
Con un poco de paciencia, obtenemos

 3
 dω ≡ 0

dθ13 ≡ (2h12 ω12 − dh11 ) ∧ ω 1 + ((h22 − h11 )ω12 − (αdh11 + βdh22 )) ∧ ω 2
 dθ3 ≡ ((h − h )ω 2 − (αdh + βdh )) ∧ ω 1 − (2h ω 2 − dh ) ∧ ω 2

2 22 11 1 11 22 21 1 22

Para simplificar la notación, pongamos


 1 2
 π1 = 2h12 ω1 − dh11

π22 = 2h21 ω12 − dh22 (4.44)
 π 1 = (h − h )ω 2 − (αdh + βdh )

2 22 11 1 11 22
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 87

Un estudio detallado de (4.43) y (4.44) revela que se tiene

π21 = απ11 + βπ22


,
con lo cual, podemos escribir las ecuaciones estructurales en términos matriciales
y resultan
 3  
ω 0 0  1
3 1 1 2 ω
d  θ1  ≡  π1 απ1 + βπ2  ∧ mod I. (4.45)
3 1 2 2 ω2
θ2 απ1 + βπ2 π2
Mirando la matriz de estructura, vemos que s1 = 2, s2 = 0. Es sencillo ver que
un el tableau asociado a este sistema diferencial exterior es involutivo: de hecho el
cómputo se hace exactamente del mismo modo que en el ejemplo anterior.
Resulta ası́ que las variedades integrales de este sistema dependerán localmente
de dos funciones de una variable; esto puede interpretarse como que las superficies de
Weingarten quedarán determinadas a partir de la curvatura y la torsión de una curva
espacial contenida en ellas. De hecho, el mismo Cartan lleva a cabo esta construcción
en [3].

4.6. Comentarios finales


En los ejemplos de la sección anterior y del capı́tulo tres, mostramos la metodo-
logı́a tı́pica del empleo del teorema de Cartan-Kähler, vı́a el Test de Involutividad
de Cartan. En vez de verificar directamente las hipótesis del teorema, buscamos
banderas ordinarias y calculamos sus caracteres. Luego, calculamos la codimensión
del espacio de elementos integrales dentro de la grassmanniana. Si estos números
coinciden, el teorema de Cartan-Kähler (o mejor dicho, su corolario) garantiza la
existencia de variedades integrales por el punto x ∈ Σ.
Ahora bien, puede pasar que ninguna bandera basada en un punto x ∈ Σ pase
el test de involutividad de Cartan y aún ası́ el sistema posea variedades integrales
pasando por x. Veamos un ejemplo.
Ejemplo 4.6.1. Consideremos en Σ = R3 coordenadas globales x, y, z y el sistema
diferencial exterior

I = {dx ∧ dz, dy ∧ dz}diff .


Ciertamente, las variedades integrales de dimensión dos de este sistema son los
planos de ecuación z = c con c una constante arbitraria. Pero lo que sucede es que
ningún elemento integral de dimensión dos es de hecho elemento terminal de una
bandera ordinaria. De alguna manera, podemos decir que el test de Cartan no puede
detectar las variedades integrales de dimensión dos sólo con esta información.
Una forma de obtener información más fina que permita decidir la existencia de
variedades integrales vı́a cómputos de álgebra lineal es prolongar el sistema. Descri-
bamos brevemente cómo proceder. Supongamos que estamos buscando variedades
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 88

integrales de dimensión n de un EDS (Σ, I); supongamos además que los planos
tangentes a estas variedades integrales caen en alguna componente conexa

Z ⊂ Vn (I) ⊂ Gn (T Σ).
Como comentamos en el primer capı́tulo de esta tesis, una variedad integral f :
N → Σ tiene asociada un levantado canónico fˆ : N → Gn (T Σ) definido simplemente
por

fˆ(p) = f∗ (Tp N ) ⊂ Tf (p) Σ.


Ahora bien, fˆ es una variedad integral del sistema tautológico en Gn (T Σ). En-
tonces, si restringimos el sistema de contacto canónico de Gn (T Σ) a Vn (I) y deno-
tamos tal sistema como (Σ(1) , I (1) ), las variedades integrales de este sistema estarán
en correspondencia uno a uno con las variedades integrales de (Σ, I).
En cierto modo, pasar a este nuevo sistema diferencial exterior en esta nueva
variedad implica considerar ((los coeficientes de los planos tangentes)) como ((nuevas
variables)), sujetas a relaciones de diferenciabilidad y compatibilidad. De alguna
manera, estamos mirando condiciones de compatibilidad de orden superior. Veamos
cómo se plasma esta discusión en el ejemplo.
Consideremos el abierto G2 (T Σ, dx ∧ dy) ⊂ G2 (T Σ). Esta es una variedad de
dimensión cinco con coordenadas adaptadas x, y, z, p, q, de modo tal que un E ∈
G2 (Σ, dx ∧ dy) esta generado por
∂ ∂ ∂ ∂
{ +p , + q }.
∂x ∂z ∂y ∂z
En estas coordenadas, el sistema tautológico sobre la Grassmanniana está gene-
rado por la 1-forma

θ = dz − pdx − qdy.
Ahora bien, Z = V2 (I) ⊂ G2 (Σ, dx ∧ dy) viene definido por ecuaciones

p=q=0
con lo cual, la restricción de θ a Z resulta I (1) = {dz}diff que es verdaderamente
un ideal de Frobenius, y el sistema diferencial exterior (Σ(1) , I (1) ) claramente tiene
por variedades integrales a los planos z = c donde c es una constante real arbitraria.

Tı́picamente, en los sistemas diferenciales lineales de Pfaff, el ideal diferencial


viene dado localmente por una base de T ∗ Σ:

θ1 , . . . θs , ω 1 , . . . , ω n , π 1 , . . . , π t
donde las formas θ1 , . . . θs generan el ideal diferencial y las formas ω 1 . . . ω n defi-
nen la condición de independencia. En estos sistemas, buscamos variedades integrales
que puedan ser ((parametrizadas en términos de las formas ω)), es decir, variedades
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 89

integrales sobre las cuales Ω = ω 1 ∧ . . . ∧ ω n no se anule. El procedimiento estándar


para describir

Vn (I, Ω) = Vn (I) ∩ Gn (T Σ, Ω)
es recordar que tal conjunto viene descripto por las ecuaciones

θa − pai ω i = 0
con lo cual, definiendo η a = θa − pai ω i , resulta que el ideal prolongado I(1) es
simplemente

I (1) = {η 1 , . . . , η s }diff .
En el contexto de la teorı́a de ecuaciones diferenciales, este proceso de prolonga-
ción está naturalmente asociado a derivar la ecuación diferencial y considerar a las
derivadas de la función incógnita como nuevas variables en un espacio más grande.
Es ası́ que tenemos una interpretación de los sistemas prolongados (Σ(1) , I (1) ) como
espacios de 1-jets de variedades.
Enunciaremos aquı́ dos teoremas, sin demostración, para tener una idea de cómo
la teorı́a de Cartan-Kähler en el contexto de variedades analı́ticas es capaz de lidiar,
no sin restricciones, con el probelma de la involutividad de sistemas diferenciales
exteriores. Si bien la formulación en términos de formas diferenciales logró inde-
pendizarse de las ((derivadas)) a la hora de formular un problema de ecuaciones
diferenciales, cualquier implementación del Test de Involutuvidad de Cartan requie-
re una elección de cartas para la variedad y las consiguientes cartas adaptadas para
la grassmanniana; en ese sentido, es debatible su condición intrı́nseca.
De hecho, la naturaleza misma del Cartan Test es homológica; el pionero del
approach homológico al estudio de la involución fue Donald Spencer, a partir de su
trabajo ((Overdetermined Systems of Linear Partial Differenbtial Equations)) (1969).
Notable es que estas herramientas surgieron de su trabajo en teorı́a de deformaciones.
La demostración rigurosa de los resultados a continuación, asimismo una discu-
sión extendida del problema de prolongación puede encontrarse en el capı́tulo VI de
[6].

Definición 4.6.1. Sea (Σ, I, Ω) un sistema diferencial exterior con condición de in-
dependencia, sin formas de grado cero, y sea Z ⊂ Vno (I). Diremos que Z es involutivo
si cada E ∈ Z es el elemento terminal de una bandera ordinaria.

Teorema 4.6.1 (Persistencia de la Involutividad). Sea (Σ, I, Ω) un EDS con con-


dición de independencia, sin formas de grado cero y sea Σ(1) ⊂ Vno (I) un abierto
conexo de Vno (I) que es además involutivo. Entonces toda bandera ordinaria con ele-
mento terminal E ∈ Σ(1) tiene la misma secuencia de caracteres de Cartan. Aún
más: el sistema (Σ(1) , I (1) ) es involutivo en el conjunto Σ(2) ⊂ Vn (I (1) ) de elementos
integrales transversales a la proyección π : Σ(1) → Σ.
CAPÍTULO 4. SISTEMAS LINEALES PFAFFIANOS 90

Definición 4.6.2. Dado un EDS (Σ, I, Ω) y un entero n, una secuencia de prolon-


gación para el sistema (Σ, I, Ω) es una colección de variedades {Σk ; |; k ≥ 0} donde
Σ0 = Σ, junto con inmersiones ιk : Σk → Gn (T Σk−1 ) para k > 0 con las siguientes
propiedades:

i la aplicaición ῑk : Σk → Σk−1 es una submersiónpara todo k > 0. Aquı́ ῑk es la


composición Σk → Gn (T Σk−1 ) → Σk−1 .

ii ιi (Σ1 ) ⊂ Gn (I, Ω), y para todo k ≥ 1,

ιk+1 (Σk+1 ) ⊂ Gn (I (k) , Ω(k) )

donde (I (k) , Ω(k) ) es el pullback a Σk del sistema diferencial canónico con con-
dición de independencia de Gn (T Σk−1 ).

El principal resultado de la teorı́a de prolongaciones de sistemas diferenciales


exteriores viene dado por el teorema siguiente.

Teorema 4.6.2. Si S = {(Σk , ιk ); |; k > 0} es una secuencia de prolongación para


un EDS (Σ, I), entonces existe un entero k0 tal que para todo k ≥ k0 , cada sistema
(I (k) , Ω(k) ) es involutivo y además ιk+1 (Σk+1 ) es un abierto de Gn (I (k) , Ω(k) ).

La principal dificultad que se encuentra al comenzar el proceso de prolongación


para un EDS concreto es que los espacios Vn (I) se vuelven rápidamente inmaneja-
bles a nivel computacional, y son difı́ciles de describir. Para más sobre la teorı́a de
prolongación, recomendamos consultar [1].

Fin.
Bibliografı́a

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[11] J. Rey Pastor, P. Pi Calleja, C. Trejo Análisis Matemático, Volumen III, Edi-
torial Kapelusz, Buenos Aires, 1959.

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