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INDIVISION
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CAPÍTULO I
INDIVISIÓN
COPROPIEDAD DE HEREDEROS
ARTICULO 844
COMENTARIO
En esta misma línea de pensamiento, Forneles señala que cuando los bienes
que componen la masa pertenecen a varios herederos, todos quedan
propietarios en común de ella, lo que genera una comunidad hereditaria o
estado de indivisión (FORNIELES, pp. 276-278).
Se advierte una gran anarquía entre los autores que definen indistintamente a
los herederos como copropietarios o condóminos, situación que se ha
trasladado a nuestro Código y que se revela, entre otros casos, en el artículo
que comentamos. No obstante, algunos autores, como señala Somarriva
Undurraga, se han preocupado por dar mayor fijeza a estos términos. Citando
a Donderis señala que "copropiedad e indivisión designan la misma situación
jurídica, pero la expresión copropiedad tiene una significación más restringida
que la de indivisión. La indivisión es el género y la copropiedad es una
especie de la indivisión. La propiedad se aplica únicamente a las cosas
materiales, susceptibles de propiedad. Por el contrario, la indivisión puede tener
por efecto toda especie de bienes, de cosas incorporales, como también cosas
materiales (...)" (SOMARRIVA UNDURRAGA, p. 5).
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Suscribimos esta opinión en el sentido de considerar que existen marcadas
diferencias entre la indivisión y la copropiedad, y por tanto el hecho de existir
una situación de indivisión entre los coherederos, no implica que exista
necesariamente copropiedad, por lo que el término utilizado en el artículo bajo
comentario resulta incorrecto.
En tal sentido, lo que existe en una sucesión con varios sucesores, antes de su
partición, es comunidad patrimonial, no copropiedad. Al respecto Lohmann
distingue entre comunidad hereditaria y comunidad patrimonial, señalando que
la primera se encuentra exclusivamente integrada por los herederos que
efectivamente acepten la herencia, mientras que la segunda coexiste con la
comunidad hereditaria y comprende a herederos y legatarios, siempre que
haya concurrencia de derechos o titularidad compartida de los mismos sujetos,
sobre el mismo complejo sucesorio (LOHMANN LUCA DE TENA, pp. 139-140).
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con el derecho de los herederos, puede estar referido a la misma masa
hereditaria, pero en modo alguno comparten un derecho análogo. La misma
observación es aplicable a los legatarios, quienes solo pertenecerán a la
comunidad patrimonial cuando sean legatarios de cuota parte, mas no cuando
sean legatarios de bien o bienes determinados.
Analizado el tema hasta este punto, queda aclarado que los coherederos son
comuneros y no copropietarios, por lo que el término utilizado en la norma bajo
comentario no resulta acertado. No obstante, es así como ha sido
denominada esta situación de indivisión existente entre los coherederos, por lo
que para estos efectos se deberá considerar el término copropietario como
referido al de cunero en la herencia.
Entrando al fondo de la norma bajo análisis, se advierte que ésta se refiere solo
a herederos, entendiendo por tales a los que efectivamente sucedan al
causante por causa de muerte y con vocación universal. Se trataría pues de
una norma limitada a la comunidad hereditaria y no a la comunidad patrimonial.
Sin caer en los errores a los que llevó la Teoría del Patrimonio, preconizada
por Aubry y Rau, se debe distinguir el derecho a la herencia, de los derechos
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que puedan estar contenidos en la masa hereditaria. Como explica Valencia
Zea, desde muchos puntos de vista la masa herencia el objeto de la
comunidad hereditaria puede considerarse como un patrimonio autónomo
frente a los patrimonios particulares de los coherederos. Sin embargo, en el
derecho moderno esta regla no constituye otra cosa sino una ficción reñida con
la realidad. La comunidad herencia es un estado de derecho que produce
importantes efectos jurídicos que es imposible destruir retroactivamente, por lo
que considera la comunidad hereditaria como una masa autónoma, como un
patrimonio separado del patrimonio particular de cada uno de los coherederos.
En este punto, el Código Civil alemán configura la masa herencia como una
comunidad en mano común ("en el sentido de que ningún heredero puede
disponer de su participación en los objetos singulares", pero sí de su porción
hereditaria en su totalidad (VALENCIA ZEA, pp. 398-401).
Valencia lea explica este punto señalando que el derecho herencia del
heredero se ejerce sobre todo el patrimonio herencia. ¿Si existe un solo
heredero, solamente existirá un derecho herencia; si existen varios, cada
coheredero será titular de una cuota del patrimonio total: la mitad, un tercio,
etc. Indica el autor que lo interesante es que el derecho se tiene sobre el
patrimonio como un todo, y en ningún caso sobre los efectos singulares de la
herencia, puesto que la comunidad hereditaria no es una suma de
comunidades singulares (VALENCIA LEA, pp. 404407).
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En la nota al artículo 3451 del Código Civil argentino, Vélez Sársfield señala
que "la comunidad es un estado puramente pasivo, en que los copropietarios
en la herencia no están unidos sino por la cosa misma y no por su voluntad".
"La counión en las cosas dice esta misma nota, es una situación accidental y
pasara que la ley en manera alguna fomenta" (FORNIELES, pp. 276-278).
Aparte, lo considera antieconómico y lleno de inconvenientes. Al respecto se
advierte e al margen de la voluntad del legislador, la práctica demuestra
que la comunidad hereditaria es una realidad que en la mayoría de los casos
suele prolongarse durante tiempo considerable hasta la partición.
REGIMEN DE LA INDIVISION
ARTÍCULO 845
COMENTARIO
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heredero voluntario más que a otro y, de otro, el diferente orden al que
pertenecen los herederos, en caso de representación. En ambos casos,
las cuotas podrían resultar diferentes. Por lo demás, la norma guarda
relación con el principio de a igual grado, igual derecho que prevalece
entre los coherederos. El artículo 970, aplicable supletoriamente, señala
también que el concurso de los copropietarios, tanto en los beneficios
como en las cargas, está en proporción a sus cuotas respectivas. En
este punto el concepto de cargas utilizado en el Libro de Derechos
Reales, no es el mismo que el utilizado en materia sucesoria, pues
se refiere básicamente a los pasivos que puedan generarse a
consecuencia de la titularidad sobre un bien que pertenece a más de
uno, como es el caso de impuestos y otros gravámenes. En cambio, en
materia sucesoria las cargas tienen un alcance más restringido, referido
únicamente a aquellos pasivos que se generen con motivo de la muerte
del causante, mas no a otro tipo de concepto. Sin embargo ello resultará
irrelevante en tanto el Libro de Sucesiones, en el artículo 871 señala
que los herederos responderán por las deudas en proporción a sus
respectivas cuotas hereditarias.
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corresponde a cada copropietario. Se entiende que esta norma resulta
perfectamente aplicable a los coherederos. En caso de desavenencia el
artículo señala que el juez regulará el uso, observándose las reglas
procesales sobre administración judicial de bienes comunes.
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establecida en el artículo 866.
COMENTARIO
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comprendida en la herencia, hasta por un plazo de cuatro años, sin perjuicio de
que los herederos (se distribuyan normalmente las utilidades. Tratándose de
explotaciones agrícolas y ganaderas se estará a lo dispuesto por la ley de la
materia".
La primera pregunta que nos surge es sobre si es posible que exista una
empresa dentro del patrimonio hereditario del causante. La respuesta, en
nuestra opinión, es que no. Entendida la empresa en su acepción más amplia
como organización o unidad productiva destinada a vender bienes o servicios
con el fin de obtener un provecho económico, podremos concluir que, en
estricto, no se es propietario de una empresa, sino que se es titular de sus
acciones, si hablamos de una persona jurídica, o se es propietario de los bienes
destinados a la actividad económica que realiza la empresa, incluyendo a las
acciones que representen partes alícuotas del capital.
Ahora bien, si una persona natural no puede ser propietaria de una empresa,
tampoco es posible que exista una empresa dentro de la herencia, la
pregunta sería entonces ¿cómo es que el artículo 846 del Código Civil le señala
un plazo de indivisión?
Pues bien, debemos entender que la intención del legislador ha sido otorgar al
testador la facultad de imponer la indivisión por cuatro años respecto de todos
aquellos bienes que se encuentren destinados a que la empresa continúe
cumpliendo con la actividad económica para la cual fue creada. No obstante
esta consecuencia no es la que resulta de aplicar el artículo bajo comentario,
puesto que la indivisión de los bienes destinados para la operatividad de la
empresa no garantiza que los bienes continúen siendo aplicados a la actividad
empresarial, del mismo modo que la indivisión de las acciones de las que el
causante era titular, tampoco garantiza que el voto sea ejercitado de modo
tal que permita la continuidad de la empresa. Por tanto, se puede tener un
conjunto de acciones u otro tipo de bienes indivisos, sin que ello garantice la
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continuidad de la actividad empresarial que en vida del causante se realizaba.
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COMENTARIO
La norma es una repetición casi literal de la primera parte del artículo 993 del
Código Civil, en donde se indica "Artículo 993.- Plazo y efectos del pacto de
indivisión: Los copropietarios pueden celebrar pacto de indivisión por un plazo
no mayor de cuatro años y renovarlo todas las veces que lo juzguen
conveniente". En tal sentido consideramos que siendo de aplicación supletoria
las normas relativa la copropiedad, esta norma no resultaba necesaria.
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convencional debe someterse a aprobación judicial, acompañando a la
solicitud tasación de los bienes por tercero, con firma legalizada
notarialmente, así como el documento que contenga el convenio particional,
firmado por todos los interesados y sus representantes legales. La regla
del artículo 987 dispone además que deberá solicitarse la aprobación
judicial, conforme al trámite del proceso no contencioso, con citación del
Ministerio Público y del consejo de familia, si ya estuviera constituido.
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OPOSICION DE LA INDIVISION
ARTICULO 848
COMENTARIO
Este artículo expresa que la indivisión surte efectos contra terceros solo desde
que es inscrita en el registro correspondiente. La norma es una repetición casi
literal de la segunda parte del artículo 993 del Código Civil, en donde se indica,
refiriéndose al pacto de indivisión, "para que produzca efecto contra terceros,
el pacto de indivisión debe inscribirse en el registro correspondiente". En tal
sentido consideramos que siendo de aplicación supletoria las normas relativas
a la copropiedad, esta norma no resultaba necesaria.
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esas deudas, es posible la partición de tales bienes, pero si la operación
particional se ha realizado sin estar pagadas las deudas hereditarias, todos
los herederos asumen también la responsabilidad de tal pago, en la misma
proporción que les correspondió la herencia. En tal sentido, el hecho de que el
acreedor de la sucesión no pueda solicitar la partición de la herencia, no
significa que no pueda exigir que su acrecencia sea pagada oportunamente.
COMENTARIO
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Lohmann señala que la redacción no es correcta al afirmar que se pagará su
porción a los herederos que no acepten la indivisión, pues lo que se ha debido
indicar es que se pagará a quienes no deseen continuar con el estado
de indivisión (LOHMANN LUCA DE TENA, p. 179). Consideramos correcta
la objeción si nos ubicamos en una perspectiva de continuidad de una situación
de indivisión que ya se venía dando y que va a continuar en el tiempo a través
de un pacto. No obstante, creemos que si se considera el término aceptación
que usa el artículo, como referido a la no aceptación de la oferta realizada por
los demás herederos para efectos de pactar la indivisión, entonces la redacción
podría entenderse como correcta.
COMENTARIO
Este artículo nuevamente transcribe un párrafo del artículo 993 del Código
Civil, en el cual se señala, refiriéndose al pacto de indivisión, que "si median
circunstancias graves el juez puede ordenar la partición, antes del
vencimiento". En tal sentido consideramos que siendo de aplicación supletoria
las normas relativas a la copropiedad, esta norma no resultaba necesaria.
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implique un cambio de circunstancias de naturaleza tal que se haga
impostergable la partición. En nuestra opinión, el cambio de circunstancias
implica que no se tratará de un cambio de opinión del peticionante, sino de un
cambio de circunstancias externas que requieren que él acceda a la partición
y reciba lo que le corresponde en virtud de la misma. En tal sentido, su petición
no necesariamente deberá llevar a la partición total, cuando los demás
coherederos pudieren pagarle su porción, en cuyo caso se verificará una
suerte de partición parcial, pero los demás coherederos, en la medida de
lo posible, podrían continuar con la indivisión.
Una nota interesante a destacar en este punto es que solicitar la partición es en
realidad, como señala Ramírez Fuertes (p. 186), un acto de disposición. Para
los actos de disposición la regla general de la copropiedad es que estos actos
deban realizarse por unanimidad, menos precisamente para este caso, es decir,
para ejercer el derecho de solicitar la partición y que ésta se verifique a
favor del solicitante. No obstante, esta solicitud no siempre va a implicar la
partición de toda la masa hereditaria, en la medida en que se le pague su
porción al peticionante y que los demás coherederos decidan continuar con el
estado de indivisión.
COMENTARIO
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En este sentido Valencia Zea señala que cuando la administración de la
herencia no se ha conferido a un heredero, ni el testador ha nombrado
albacea con tenencia de bienes, ni se ha pedido el secuestro de los bienes,
la administración de los bienes hereditarios corresponde conjuntamente a los
herederos (VALENCIA ZEA, pp. 405-410). Es en este caso, en el que los
herederos podrían nombrar un apoderado, conforme se señala el artículo bajo
comentario.
Sin embargo debe advertirse que las normas procesales regulan de forma
incompleta las facultades de los administradores judiciales, a tal punto que en
el artículo 773 del Código Procesal Civil, al tratar de las atribuciones
del administrador, vuelve a realizar una remisión al Código Civil, señalando que
sus atribuciones serán aquellas que les conceda esta norma.
La doctrina reconoce hasta tres grupos de actos que los administradores
pueden realizar:
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de los bienes hereditarios.
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CONCLUSIÓN
El estado de indivisión hereditaria aparece como consecuencia inevitable
en toda legislación que organiza la transmisión por causa de muerte a
título de heredero por el sistema de sucesión en la persona, cuando el de
cujus deja pluralidad de herederos y el acervo hereditario como el pasivo
no son susceptibles de división automática.
Los requisitos fundamentales para que exista la indivisión hereditaria son
la concurrencia de más de un heredero a la sucesión y que el contenido
de la herencia no quede limitado a créditos y deudas, pues estos se
dividen de pleno derecho desde el mismo momento de la muerte del
causante.
Esta indivisión hereditaria tendrá su origen con la muerte de una persona,
o sea, con la apertura de la sucesión, y finalizará con la partición de la
herencia.
Dicha figura contempla pues una situación transitoria, llamada a
desaparecer rápidamente por la partición.
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BIBLIOGRAFIA
ALBALADEJO, Manuel. Derecho Civil. Tomo V. Derecho de Sucesiones,
Vol. I. Parte General. Barcelona. Librería Bosh, 1979.
Balotario de la Universidad Mayor de San Marcos.- Editorial Universo.-
Lima. 2000.
CARBONELL Lazo, F., LANZON Pérez, J. y MOSQUERA López. S.
Código Civil comentado concordado, anotado, tomo VI. Ediciones
Jurídicas. Lima, 1997.
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