You are on page 1of 47
Capituto 1 EL COMPORTAMIENTO POLITICO Introduccién Cada uno de nosotros tenemos experiencias diferentes en nuestra re- laci6n con la politica. Unos viven al margen, ocupandose fundamental- mente de sus asuntos particulares (la carrera, el trabajo, la familia, los amigos). Otros se interesan y participan esporadicamente (por ejemplo, votan regularmente, firman alguna peticién de las muchas gue circulan por Internet); y otros dedican gran parte de su tiempo a la participacién politica (son miembros activos de organizaciones y/o partidos politicos, difunden informacién, movilizan a otras personas). El primer capitulo de este libro se dedica al andlisis del comporta- miento politico desde una perspectiva general. El apartado 1 analiza las relaciones entre la democracia y la participacién. En esta seccién se pre- sentan cuales son las preguntas 0 interrogantes fundamentales y algunas de las respuestas que plantean distintas teorias normativas. E| apartado 2 aborda Ja definicién de la participacién politica. Se tra- ta de una definicién que debe incluir actividades muy diversas, por lo que es imprescindible tener en cuenta también criterios que permitan clasificar y diferenciar tipos de participaci6n. Pero no sélo es importante saber como se puede participar, sino quién participa. No todos los ciudadanos partici- pan de igual forma ni con la misma frecuencia e intensidad, lo cual supone importantes implicaciones. Se incluyen también en esta seccién algunos datos sobre la evolucién de las formas de participacién politica en Europa. Ala hora de explicar por qué unos ciudadanos participan y otros no, © por qué se utilizan diferentes formas de participacién, se pueden distin- guir dos aproximaciones generales que se analizan en el apartado 3: el conductismo y la teorfa de la eleccién racional. Ambos enfoques nos per- miten introducir algunos de los factores explicativos de la participacion mas importantes, que se detallan en el apartado 4. : Para finalizar, la ultima secci6n analiza las consecuencias que la par- ticipacién puede tener sobre los individuos, sobre las politicas y sobre el propio sistema pol: 16 COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL 1. Comportamiento politico, democracia y participacién En cualquiera de sus formas, la participacién politica es un elemen. to fundamental en un sistema democratico. Ya sea a través de la eleccign de representantes, a través de acciones que buscan influir en las decisio. nes de los politicos, o mediante la participacién directa en la toma de de. cisiones, un sistema politico democratico debe asegurar (0 al menos faci. litar) la conexién entre las preferencias de los ciudadanos y las decisiones que se toman. Por ello uno de los elementos a los que mas atencién Presta la ciencia politica es el comportamiento politico, es decir, a la manera en la cual los ciudadanos se conducen en sus relaciones con el sistema politico, En este primer apartado repasamos los interrogantes fundamentales rela. tivos a la participacién politica en general. 1.1. Las PREGUNTAS FUNDAMENTALES En el andlisis del comportamiento politico podemos distinguir al menos cuatro interrogantes fundamentales: ¢De qué forma y con qué fre- cuencia participan los ciudadanos? ¢Quién participa? ¢Qué factores expli- can esta participacién? {Qué consecuencias tiene la participacién? A con- tinuaci6n veremos la importancia de cada uno de estos interrogantes y las razones de su relevancia. 1.1.1. ¢De qué manera se participa? La participacién politica toma formas muy diferentes, desde la emi- sién del voto hasta el activismo en una asociacién u organizacién politica, pasando por los contactos directos con politicos, la participacién en ma- nifestaciones y actos de protesta, etcétera. : Algunos ejemplos de formas de Participacién politica son: votar en unas elecciones o en un referéndum colaborar y participar en distintos aspectos de campafia electoral (asistencia a mftines, canvassing, financiacién, pegada de carteles, etc.) ser miembro activo de un partido politico ser miembro activo de un grupo, asociaci6n u organizacién de oes rdcter polftico (sindicato, organizacién empresarial, organizaciones no gubernamentales, etc.) Participar en manifestaciones, sentadas u otros actos de P™™ testa : *. i i @ * boicotear determinados productos por razones politicas, étic#s medioambientales amie Soa una ley por razones politicas 0 éticas (como la ins si6n EL COMPORTAMIENTO POLITICO 17 * contactar con los medios de comunicacién o con los representantes polfticos sobre cuestiones ptiblicas ¢ llevar pegatinas 0 distintivos de contenido politico * participar en plataformas, grupos 0 asociaciones sobre cuestiones locales (plataformas pro carril bici, proteccién del medio ambiente, etcétera) * colaborar en algtin mecanismo de participacién directa en polfticas (pales (como los consejos ciudadanos o los presupuestos participa- tivos, Estas formas de participacién pueden ejercerse con un grado varia- ble de intensidad y frecuencia. En algunos casos la frecuencia e intensi- dad estan limitadas por las propias caracterfsticas de la actividad. Por ejemplo, cada ciudadano tiene a su disposicién un voto y sélo uno para participar en unas elecciones, pero puede participar con toda la frecuen- cia e intensidad que desee en asociaciones 0 actos de protesta. Si quiere, puede mandar cientos de cartas a los periddicos y a los politicos. También hay diferencias en el grado de iniciativa y esfuerzo que exigen distintas formas de participacién. El voto exige un esfuerzo y una dedicacién esca- sos y esporddicos, mientras que el activismo dentro de un partido es una forma de participacién mucho mas exigente. También es importante distinguir el repertorio y la frecuencia o in- tensidad de la participacion. El repertorio hace referencia a la variedad de formas de participaci6n que ejerce un ciudadano en un determinado pe- riodo de tiempo. Permite distinguir, por ejemplo, a los ciudadanos que s6lo votan, de aquellos que combinan varias formas de participacién. La frecuencia o intensidad hace referencia al ntimero de veces que se ha ejer- cido una determinada accién. No es el mismo tipo de participante el que firma una peticién en una ocasién esporddica, que el que participa regu- larmente en actos de este tipo. Muchos de los datos de encuesta no permi- ten distinguir adecuadamente estas dos dimensiones de la participaci6n, ya que sdlo preguntan si alguna vez se ha participado, por ejemplo, en una manifestacién, y no con qué frecuencia se acude a manifestaciones. Los primeros andlisis empfricos de la participacién encontraron ré- pidamente que las distintas formas de participacién politica son ejercidas por los ciudadanos de manera agrupada. Distintos ciudadanos se «espe- cializan» en el ejercicio de distintas formas de participacién, dando lugar a lo que se llaman modos de participacion politica (Verba y Nie, 1972). La clasificacién de las distintas formas de participacion politica es importan- te, porque el resto de las preguntas que nos hagamos van a tener una con- testacién diferente, segtin se trate de un tipo de participacion o de otro. El perfil de los participantes, los factores que facilitan o dificultan la partici- pacién, y su influencia sobre el sistema politico, van a ser diferentes segtin hablemos de, por ejemplo, participacién electoral o de protesta po- litica. Mas adelante intentaremos clasificar las distintas formas de partici. pacién y diferenciarlas en funcién de sus caracteristicas. 18 COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL 1.1.2. ¢Quién participa? La participacion politica no es una actividad areas ex- tendida entre los ciudadanos. Algunos son muy ac La : fl éntras que otros mantienen una relacién distante con Ja politica. La re! 2€x10N En tor. no a las caracterfsticas de los participantes y su See ce con los no participantes es una de las cuestiones centrales en el andlisis del compor. tamiento politico. i ¢Esta el ciudadano de la calle preparado para asumir el Teto que su- pone la participacion politica cotidiana? ¢Debe la participacion ser mas intensa entre aquellos ciudadanos que muestren un conocimiento y una capacidad suficientes para tomar una decisién responsable? ¢O todo ciu- dadano por el hecho de serlo debe poder participar, independientemente de su nivel de estudios 0 su grado de informaci6n y competencia politi- cas? La respuesta a estas preguntas dependerd en buena parte de si consi- deramos la participacién como un fin en si mismo o como un medio para conseguir un objetivo (por ejemplo, una decisién adecuada para resolver un problema). En el primer caso es importante que todos participen. En el segundo caso puede considerarse preferible que participen quienes mds » saben, y no es un problema que algunos ciudadanos mantengan una acti- tud relativamente apatica y poco participativa. fo El problema puede plantearse desde otra perspectiva. La participa- ci6n politica es un mecanismo para incidir en la toma de decisiones y que por lo tanto esta relacionado con el poder politico. La participacion puede compensar en alguna medida las desigualdades sociales: asi sucederia sia si ; ico pudieran incidir mas en la toma de decisiones. Sin embargo, si la danos con mayores nivel hers de estudios, j id es un indicador del grado en el ai ‘Os, ingresos, ocupacién, etc.) . ici fa me luce desigualdades sociales, * Participacin politica refuerza o red See ey de la definicion del concepto de participacio Pitulo. quien participa se abordan en el apartado 2 de este 1.1.3. ¢Por qué se Participa? Esta pre: A comportamienio pa un interrogante fundamental, no sélo dentro del que hace que las eee “ino de la ciencia politica en general. Qué & i" exclusivamente sus inter oee de actuar individualmente persiguier : es pri F nar’ emprender acciones colectivagy 40S y decidan cooperar, coordina EL COMPORTAMIENTO POL{TICO 19 Las razones que estan detrds de la participacién politica pueden ser muy variadas. La cuesti6n es fundamental, ya que una participacié6n mo- tivada por el interés tiene una interpretacion y unas consecuencias muy distintas a una participacién motivada por el descontento. De hecho, de- tras de cada forma de participacién y de cada ciudadano participante (0 no participante) se pueden encontrar distintos aspectos que motivan o ex- plican su comportamiento. Se trata de identificar los factores que de algu- na manera se encuentran sistematicamente relacionados con la participa- cién. Algunos de los mas importantes son los siguientes: Los recursos individuales. La edad, el nivel de estudios y de ingre- sos, la ocupacién y el tiempo disponible son variables que facilitan la participacién politica de los ciudadanos. Su efecto puede ser es- pecialmente importante para las formas de participacién politica que exigen un mayor esfuerzo. Los ciudadanos con mayores nive- les de recursos no sélo tienen mayor capacidad de afrontar los costes de la participacién, sino que se encuentran socialmente mas comunicados, reciben mas estimulos y son mas proclives a te- ner actitudes que favorecen la participacién. Las redes sociales, grupos y organizaciones. Los contactos con otras personas, la identificaci6n con determinadas comunidades, grupos u organizaciones, o la pertenencia a asociaciones de carc- ter civico, social y politico pueden ser un motor que facilite distin- tas formas de participacién. Estos grupos y organizaciones pro- porcionan informacién, claves de interpretacién de distintos aspectos de la realidad politica, y constituyen agentes movilizado- res muy importantes. El interés y el compromiso con la politica. El interés por la politi- ca, la consideraci6n de que la politica es importante, la percepcién de que la propia actividad politica puede incidir en las decisiones y en el funcionamiento del sistema politico son actitudes que in- centivan a la participacién. Sin embargo, en algunos casos la par- ticipacién politica también puede estar motivada por actitudes de rechazo al sistema politico, o por la insatisfaccién con el funciona- miento del mismo, lo que cambia la interpretaci6n del fenémeno. En concreto, gran parte del debate se ha centrado enla interpreta- cién de la no-participaci6n: ¢refleja apatia, desinterés, insatisfac- cién, rechazo?, ¢o bien es el resultado de una satisfaccion basica que permite a los ciudadanos dedicarse a otros Ambitos de su vida? Distintas actitudes estan relacionadas con distintas formas icipacién. . i ai ee politico e institucional. Los ciudadanos se ven yl dos por el contexto politico e institucional en el que viven, . que puede incidir en los tipos de participacién y en a frecuencia de su jercici de participacién politica han variado, en par- ejercicio. Las formas de p: Gi mplidndose y di- te como reflejo de diferentes contextos po! iticos, amp! 20 COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL ntos como la organizaci6n territorial del es. iones de democracia directa, 0 las es. de gestionar los conflictos inciden ea acién politica, versificandose. Elemento: tado, la presencia de instituc trategias del estado a la hora na el ejercicio de distintas formas de particip: os se desarrollan en el apartado 4 de este capitulo, cen. Estos aspect martad os licativos de la participacién politica. trado en los factores exp! 1.1.4. ¢Qué consecuencias tiene la participaci6n? De las cuatro cuestiones aqui planteadas ésta es, posiblemente, la menos estudiada a pesar de su indudable importancia. En general, se pue- den distinguir efectos sobre tres Ambitos: Sobre las personas. ¢Contribuye la participacién politica a hacer mejores ciudadanos, generando actitudes de interés, cooperacién y compromiso por las cuestiones ptiblicas? * Sobre las decisiones. ¢Contribuye la participacién directa de los ciudadanos a tomar mejores decisiones en términos de eficiencia? éO por el contrario las decisiones tomadas por especialistas en la materia (politicos o técnicos) son mas acertadas? ¢Tiene la partici- pacién politica de los ciudadanos comunes un efecto real sobre las decisiones que finalmente se toman? Es decir, ¢se diferencian las de- cisiones tomadas por los ciudadanos de las decisiones tomadas por expertos y politicos? Sobre la democracia. ¢Contribuye una intensa participacion poli- tica a fortalecer la democracia? ¢O por el contrario una elevada participaci6n puede sobrecargar el sistema politico con un exceso de demandas? ¢Contribuye la participacién a reducir o a incre- mentar diferencias sociales? Estas preguntas son dificiles de contestar porque las consecuencias de la participaci6n politica son distintas segtin la forma de participacién y la intensidad o frecuencia con la que se practica, por lo que no hay res- puestas univocas. Serén cuestiones que abordemos en el apartado 5 de este capitulo. Todas estas preguntas sobre el «:qué?», el «gcémo?», el «gquién?», el «¢épor qué?» y el «ey qué?» de la participacién se han abordado tanto des- de una perspectiva normativa como desde una perspectiva empirica. Las perspectivas normativas se centran en el establecimiento de juicios de va- lor: quiénes deben (y quiénes no deben) participar, de qué manera se de participar (y de qué manera no se debe), con qué frecuencia etcétera. Las Po becaiae empfiricas se centran en el estudio de estos aspectos a partir ¢ i a observacion dela realidad, analizando datos sobre quién participa, y » por que, y con qué consecuencias lo hace. Como se vera, no siem pre es facil distinguir aproximaciones empiricas y aproximaciones Not EL COMPORTAMIENTO POLITICO 21 mativas. Abordaremos en la siguiente seccién las perspectivas normativas antes de continuar en el resto del capitulo con una perspectiva empirica. 1.2. LAS APROXIMACIONES NORMATIVAS A LA PARTICIPACION La distincién entre democracia directa y democracia representativa que se mencionaba al principio del capitulo se refleja en dos aproximacio- nes o teorias normativas sobre la democracia que se diferencian en su consideraci6n de la participacién politica: la teoria participativa y la teo- ria elitista. 1.2.1. La teoria participativa y el superciudadano En las ciudades-estado de la Grecia clasica, donde nace el término democracia, la participacién politica de los ciudadanos es frecuente, re- gular y directa; los ciudadanos son valorados en funcion de su interés, preocupacién y actuacion en asuntos publicos. La participacién politica se remunera y todos los ciudadanos tienen las mismas oportunidades de acceder a cargos ptiblicos, muchos de los cuales se rigen por un sistema de sorteo, con el fin de poder «ser gobernado y gobernar por turno». Esta defensa de la participacién de todos los ciudadanos en la politi- ca ha sido histéricamente muy poco popular. Incluso dentro de la Grecia clasica la democracia recibe importantes criticas de Platén y Aristoteles, y hasta muchos siglos mas tarde no encontramos otra defensa de la capaci- dad de los ciudadanos comunes y corrientes de participar en el gobierno. Rousseau en el siglo xvii, por ejemplo, considera que los ciudadanos de- ben gobernarse a si mismos, reuniéndose para decidir qué es lo mejor para todos y promulgando las leyes necesarias. Siguiendo esta linea de pensamiento, la teorfa participativa de la demo- cracia, que en el siglo xx pueden representar autores como Poulantzas, Macpherson, Pateman o Barber, argumenta que la participacion directa de los ciudadanos en la toma de decisiones puiblicas es un elemento basico de la democracia. Por lo tanto, un sistema realmente democratico debe favorecer la maxima implicacién de los ciudadanos en la definicion de las leyes y las politicas. La democracia ideal estaria as{ caracterizada por una ciudadania interesada e implicada en las cuestiones publicas y por multiples oportunida- des de deliberar y participar en Ja toma de decisiones sobre asuntos publicos. La participacién directa de los ciudadanos en la toma de decisiones se justifica no sélo porque esta teoria la considera un elemento definito- tio de la democracia (no hay verdadera democracia sin participacién di- recta), sino porque la participacién hace mejores a los ciudadanos y facili- ta la gestion de los conflictos sociales. Por ello la participacién debe extenderse a distintos Ambitos, como el lugar de trabajo, y ejercerse a to- dos los niveles del sistema politico, y especialmente al local. Ademas, la participacién directa de los ciudadanos reduce los peligros de desviacio- 22 COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL nes autoritarias y mejora la calidad del gobierno, ya que las politicas defi- nidas con la participacion directa de los ciudadanos responderian a las orientaciones basicas aprobadas en asambleas. La teorfa participativa de la democracia constituye una aproxima- cién claramente normativa a las relaciones entre democracia y partici- pacién que entra en contradiccién abierta con Ja realidad politica mas ha- bitual, marcada por estructuras politicas complejas, con escaso margen para la participacion directa més alla de las elecciones, unas decisiones cada vez mas complicadas y una ciudadania que muestra unos niveles de interés e implicacién en la politica limitados. Al intentar aplicarla a la realidad, esta teoria presenta algunos problemas. La dificultad mAs impor- tante es la de como hacer efectiva esta participacion directa y continuada de todos los ciudadanos en sociedades complejas como las actuales. En primer lugar, la toma de decisiones politicas exige, idealmente, vi- sién de conjunto, coherencia y negociacién, lo que dificilmente es posible si cada decisién se toma de manera individualizada, sometiéndola a una asamblea de ciudadanos que no siempre tiene la misma composicion, ya que los asistentes pueden no ser los mismos. Mas alla del ambito local, e incluso en éste, resulta dificil encontrar una manera de conseguir 4mbitos de deliberacién y decision en los que puedan participar todos los ciudada- nos. Esta dificultad ya existe cuando se trata de una decisién concreta, por lo que tomar todas jas decisiones a todos los niveles (local, regional, esta- tal, supraestatal) a través de la participacion directa de los ciudadanos re- sultarfa impracticable. En segundo lugar, resul pacién de una ciudadanfa para Ita dificil conseguir la implicacién y partici- la que la politica es una actividad mas que compite en atencién, tiempo y dedicacion con otras igual o mas exigentes como unos horarios laborales extensos o la familia. La democracia parti- cipativa requiere ciudadanos buenos y sabios. Sin embargo, los primeros andlisis empiricos de las actitudes y pautas participativas de los ciudada- nos mostraron un panorama muy alejado de los presupuestos de la teoria participativa: en el mejor de los casos, los ciudadanos tenian niveles de in- terés y participacion limitados, que no responden al modelo de superciu- dadano permanentemente interesado, implicado y activo de la teoria de la democracia participativa. Pero sobre todo, y mas importante, en un sistema como el que pre- senta la democracia participativa, los ciudadanos finalmente participan- tes serian con toda probabilidad una reducida minorfa (la de los mas inte- resados y participativos, que como sabemos, son los menos), poc? representativa del conjunto de la sociedad. Se participarfa de forma mas frecuente, pero seria mAs que probable que participaran menos. 1.2.2. La teorta elitista y la democracia representativa Hoy, en las democracias contempordneas, la participacion de los sen ciudadanos se articula en buena parte a través de instituciones repre EL COMPORTAMIENTO POLLTICO 23 tativas: los ciudadanos eligen representantes sobre quienes delegan la ca pacidad de decidir durante un periodo determi La idea de gobierno representativo surge en el siglo xvii, como un sistema mas adaptado al gobierno de ciudadanos que tienen entre sus principales ocupaciones, al contrario de lo que sucedia en la polis priega, el intercambio, la produccién y la supervivencia econdmica. EI gobierno representativo aparece como una forma de gobierno mas adecuada para sociedades complejas donde el principal interés de los individuos es su vida privada. Al menos inicialmente no es una forma de democracia, sino una forma de gobierno superior a ésta, basada en la elecci6n como meca nismo fundamental en la seleccién de los gobernantes que son los que se encargan de la acci6n politica. La teoria elitista de la democracia, en clara contraposici6n a la teo- ria participativa, desconfia de la participaci6n directa de los ciudadanos en la toma de decisiones. Considera que la politica no es el 4mbito en el que los ciudadanos se desenvuelven mejor, ni al que deban dedicar una parte importante de su vida. La politica es una tarea que debe dejarse en manos de personas especializadas. Esto no significa que la toma de decisiones se lleve a cabo sin contar con las preferencias y los de- seos de los ciudadanos, ya que en este caso no podrfamos hablar de democracia. La democracia se caracteriza, segtin uno de los autores que mejor representa la teoria elitista (Schumpeter, 1984) por la competicién de los lideres politicos por el apoyo de los ciudadanos a través de las elecciones. Es esta competicién por el voto lo que garantiza que los cargos electos propongan o tomen decisiones que intenten satisfacer a sus electores, de manera que puedan ser elegidos y, en su caso, renovados en su mandato. La participacion politica de los ciudadanos debe centrarse en la seleccién de los gobernantes y en el control del ejercicio del poder mediante el voto en la siguiente cita electoral. Entre procesos electorales, los ciudadanos deben respetar la divisién de tareas entre ellos y los politicos, y dejar que sean estos tltimos los que tomen las decisiones. La teoria elitista intenta resolver algunos de los problemas de la teo- rfa participativa de la democracia. Segun la teoria elitista, una cierta dosis de apatia no tiene por qué ser mala para la gobernabilidad del sistema po- litico. Si los ciudadanos no participan politicamente es porque las cosas funcionan relativamente bien, y dedican su tiempo a otras actividades de mayor interés. Por el contrario, una elevada participacién puede ser un indicador de insatisfaccién, y si esta movilizacién se produce fuera de los mecanismos de la democracia representativa (por ejemplo a través de acciones de protesta) puede sobrecargar al sistema politico con demasia- das demandas e incluso conducir a una situacién de inestabilidad politi- ca. De hecho, tras la ola de protestas y agitacién social de los afios 60 y 70 en EE.UU., Huntington, Watanuki y Crozier (1975) prevefan un futuro ne- gro para la democracia representativa (treinta afios después ésta parece sobrevivir con una «mala salud de hierro»). ido. COMPORTAMIENTO. POLITICO Y ELECTORAL articipacién politica de menor intensidad y esporag;_ ea como es la participacion electoral, facilita el que participe un mayor numero de personas, y que por lo tanto haya una mayor igualdad en la distribucién del poder politico que supone la participacion. Pero la teoria elitista de la democracia también ha sido sometida diversas criticas que cuestionan precisamente su débil compromiso con algunos principios de la democracia. En primer lugar, la teoria elitista }j. mita la relacién entre ciudadanos y politica al Ambito electoral, precisa. mente en un contexto en el que las instituciones propias de la democracia representativa estan teniendo problemas para mantener Ja confianza de los ciudadanos y alvontar los retos de una sociedad cada vez mas comple- ja. Sus recelos hacia una participaci6n politica cada vez mas diversificada y con un mayor protagonismo de la protesta politica no parecen estar muy justificados, y ha ignorado la importancia de los movimientos socia- les como agentes de cambio. En segundo lugar, la teoria elitista de la democracia asume que la apatia politica y los bajos niveles de participacién politica son caracteris- ticas de los ciudadanos que reflejan fundamentalmente que las cosas fun- cionan relativamente bien y que éstos no encuentran motivo para la inquietud. Pero los analisis empiricos relacionan la ausencia de participa- cién mas con actitudes de insatisfaccién y rechazo al sistema politico que con la indolencia del ciudadano politicamente satisfecho que se ocupa de sus asuntos particulares. Adem 1.2.3. Democracia representativa, sofisticacion politica y participacién En los ultimos afios se habla con frecuencia de la crisis de la democra- cia representativa. Es cierto que la mayor parte de las democracias occiden- tales tiene una estructura institucional pensada para un contexto politico muy diferente al actual, ya que su origen se sittia a finales del siglo x1x y principios del xx. Las oportunidades abiertas por las nuevas tecnologias de la informacién y los cambios sociales y politicos de distinta naturaleza que se han producido desde entonces hacen que algunas de estas instituciones propias de la democracia representativa (como los parlamentos) hayan per- dido relevancia y otras (como los partidos politicos) sean cada vez peor va- loradas por los ciudadanos, que cuestionan su eficacia y su legitimidad. Por otro lado, los ciudadanos de las democracias occidentales no son los superhéroes de las concepciones mas exigentes de la democracia participativa, pero tampoco los ciudadanos politicamente ignorantes que retratan algunas investigaciones de hace unas décadas. En un conocido articulo, Converse (1964) llega a la conclusién de que los ciudadanos nor- teamericanos carecian de estructura ideolégica sobre la que orientarse, no relacionaban cuestiones politicas claramente interconectadas (como por ejemplo los impuestos y el gasto publico) ni tenfan opiniones estables. Resultados parecidos alcanzan Berelson et al. (1954), C bell et al. (1960), Almond y Verba (1970), SS EL COMPORTAMIENTO POLITICO 25 TaBLa 1.1. Teoria participativa y teoria elitista de la democracia: una sintesis Teorfa participativa Teorta elitista Quién y cémo debe partici- par? ¢Qué hay detras de la no participacién? ¢Cudles son las consecuen- cias de una elevada partici- pacién en todas sus formas? Criticas Algunos autores Los interesados deben parti- cipar activa y directamente en la toma de decisiones pu- blicas en todos los ambitos. Insatisfaccién, distancia- miento de la politica. Mejores ciudadanos. Mejores decisiones y mejor implementaci6n de las mis- mas. No especifica cémo poner en marcha mecanismos par- ticipativos extensivos e in- tensivos factibles. Presupone una ciudadania interesada y activa. La poblacién inten- samente participante no es representativa del conjunto. Rousseau, Macpherson Pateman, Barber Los ciudadanos deben parti- cipar en la elecci6n de repre- sentantes. No es necesaria una participacién masiva y continuada ya que la toma de decisiones corresponde a los politicos. Satisfaccién con el funciona- miento del sistema polftico. Sobrecarga de demandas. Inestabilidad politica. Restringe excesivamente la relacién entre ciudadanos y politica al ambito electoral. Se despreocupa de las acti- tudes de apatia politica. Ig- nora la importancia de mo- vimientos sociales como agentes de cambio politico y social. Schumpeter, Sartori, Huntington Como hemos visto, esta situacién tan alejada del ideal del ciudadano democratico interesado y comprometido es interpretada positivamente por la teorfa elitista de la democracia (segtin ésta, no todo el mundo tiene por qué estar interesado en la politica, ni conocerla profundamente, ni participar de forma continua). Pero lo cierto es que esta situacién ha cam- biado. La informacién politica es mas accesible (a través de los medios de comunicacién de masas y especialmente de la televisién) y los ciudadanos estén mejor preparados para procesarla (ha aumentado el nivel educati- vo). Esto no quiere decir que los ciudadanos tengan un nivel de sofistica- cién polftica similar al de los cargos publicos, pero los ciudadanos reco- nocen la importancia de la politica y desarrollan atajos para simplificar y manejarse por este 4mbito (Dalton, 2002: 25-29). Algunos de los atajos que los ciudadanos utilizan para manejarse por el proceloso mundo de la polftica son, segiin Dalton: 1) Limitar los 4mbitos de interés. Los ciudadanos no se interesan por todos los 4mbitos de la polftica, sino que especializan sus intereses centran- AL oo COMPORTAMIENTO poLiTico Y ELECTOR: limitado de cuestiones que consideran do 3 del capitulo 6 se analizan los publicos on is teméticos con respecto a la cuestion del voto a do, pero casi todos nos interesamos aj = do su atencién en un nimero relevantes. En el aparta zados y los grupos mono! tico. Casi nadie se interesa por to nos por algo. — . eos generales. Segun algunos autores, los valo, ae Uiilizay Prine erarquicament®, de manera ae las orientaciones politicos si ficas dependen de orientaciones mas generales que a su vez ge. mae cp ea ei estructurador. Por ejemplo, la ideologia izquierda, Cane eis cuenta nuestra posicion sobre aspectos mes Concretos come i acaintive entre aumentar el gasto ptblico y reducir los impuestos, Los iti ue facilitan la toma de decision, mas son estructuras cognitivas q| 2 cisiones, Es) Seguir al grupo. Formar parte de un grupo (y seguir las orientacig. nes que éste ofrece) es otra forma de reducir esfuerzos a la hora de tomar una posici6n politica. Esta mayor sofisticacién politica, junto a los achaques del Model de democracia representativa sobre el que se asienta la teoria elitista, ha facilitado que se produzca una atenci6n renovada por los distintos proce. sos de participacién politica. Durante los afios noventa se desarrolla de manera muy notable la definicion de nuevos mecanismos participativos por parte de autores que defienden una participacion mas directa de los ciudadanos en la toma de decisiones: consejos ciudadanos, encuestas de opinién deliberativas, presupuestos participativos, etcétera. 2. ¢Qué es y qué no es participacién politica? Hasta este momento no se ha dado una definicién precisa de la par- ticipacion politica porque se trata de una tarea mas complicada de lo que parece a primera vista. Existen multiples definiciones y tipologfas, a veces parecidas pero nunca idénticas, y con implicaciones muy distintas. Ade- més, cada vez hay mas actividades que se consideran participacion politi- ca: el arco de posibilidades se amplia. Si inicialmente los andlisis de la participacién politica se restringfan al voto, posteriormente se empezo a prestar atencién a otras formas de accién como el contacto con los politi- cos, la participacién en actividades de campaiia electoral, las actividades de cooperacién en comunidades locales. Mas adelante se incluyeron den- tro del repertorio de participacién politica las acciones Ilamadas no con vencionales, que consistian fundamentalmente en distintas formas 4 protesta politica. Podriamos definir la participacién politica como cualquier accion de los ciudadanos dirigida a influir en el proceso politico y en sus resulta bes Eel acciones pueden orientarse a la eleccién de los cargos publicos: 7 formulacion, ee y aplicacion de politicas puiblicas que on ; 0 a la accién de otros actores politicos relevantes. La P”! cipacién politica requiere por tanto de un comportamiento observable lle- EL COMPORTAMIENTO POLITICO 27 vado a cabo en un Ambito ptiblico 0 co! ‘ lectivo por parte de un ciudadano para poder ser considerada como tal. Esta definicion incluye: — Acciones dirigidas a influir en la composici6n de érganos y cargos representativos y/o ejecutivos en un sistema polftico (participacién en dis- tintas actividades relacionadas con los procesos electorales). — Acciones dirigidas a influir en las actitudes de los polfticos sobre decisiones que deber4n tomar (desde el contacto personal con cargos ptibli- cos hasta la participacién en distintos Procesos participativos que éstos pueden poner en marcha a la hora de tomar una decisi6n). — Acciones dirigidas a otros actores relevantes como empresas, cor- Poraciones, organizaciones no gubernamentales (boicot a productos). — Acciones de respuesta a decisiones ya tomadas (participaci6n en actos de apoyo o protesta respecto a una acci6n 0 polftica). — Participacién en organizaciones, asociaciones o plataformas de na- turaleza politica, es decir, que buscan objetivos o bienes colectivos, o influir en la toma de decisiones (partidos, sindicatos, organizaciones ecologistas, pacifistas, proderechos humanos, grupos de accién local y comunal, asocia- ciones profesionales, grupos feministas, asociaciones en defensa de los ani- males, etc.). Esta definicin de la participacién politica excluye determinados comportamientos que, aunque estan relacionados con la politica, no en- trarian dentro de nuestra definicién: — El interés por la polftica y, en general, las actitudes y valoraciones sobre la misma. Estas orientaciones pueden influir en la Participacién, pero no son en s{ mismas acciones polfticas. En sentido estricto tampoco pueden considerarse participacién politica las actitudes de los ciudadanos sobre distintas formas de participacién o sobre su potencial participativo, es decir, la valoracién que tienen los ciudadanos sobre una participacién hi- potética. — Las discusiones 0 conversaciones sobre politica. Cabria la duda de si el intento de convencer a otras personas para que Pparticipen en una de- terminada accién no constituye en sf mismo un acto de Participaci6n, pero en general las conversaciones no tienen una intencién de influir sobre las decisiones polfticas. — La participaci6n en organizaciones y asociaciones de carActer so- cial (religiosas, culturales, de j6venes, artfsticas, deportivas, etc.) — Acciones dirigidas al disfrute de determinadas decisiones guberna- mentales 0 a influir en las mismas para la obtencién de un beneficio mera- mente particular, como acceder a una vivienda de proteccién oficial, o par- ticipar en un programa publico de formaci6n. — El desempefio de cargos puiblicos. Sobre estos cargos recae la res- ponsabilidad de tomar las decisiones, influidos o no por acciones participa- tivas de los ciudadanos corrientes, que son el objeto de interés a la hora de analizar la participaci6n polftica. 28 COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL son muchas las formas de Participacig, ivers: i, co icacs iti demos encontrar, muy ee entre si oa explicaciong, politica sie es también muy diferentes, por '0 que conviene intentar g, y consecu lenta iteri levantes. denarlas de acuerdo con algunos criterios re Aun con estas limitaciones 2.1. Tipos DE PARTICIPACION POLITICA iteri 4s utilizados a la En esta seccién se presentan los criterios m: hora de distinguir tipos de actos participativos: * Electoral vs no electoral. Convencional vs no convencional. * Salida vs voz. Participacién electoral y no electoral. Esta clasificacién distingue las formas de participacién que se dan dentro de los procesos electorales (votar, participar en mitines, colaborar en el desarrollo de la campajia, etc.) del resto de formas de participacién que se desarrollan fuera de] marco electoral. La participacién electoral es una forma de participacién esencial y perfectamente integrada en la estructura institucional de las de- mocracias representativas. Con frecuencia, en sentido estricto, el término participacién electoral se utiliza como sinénimo de votar. Es uno de los criterios mas importantes, reflejo de la relevancia de los procesos electo- rales dentro de la democracia representativa. Por sus peculiaridades, el voto como forma de participacién politica suele ser analizado separada- mente de las dems. En nuestro caso, se le dedica el capitulo 3. Participacién convencional y no convencional. Este criterio dis- tingue las formas de participacion politica en funcion de si se ajustan o no a Jas normas sociales y a los valores dominantes de una sociedad (Barnes y Kaase, 1979). La participaci6n politica convencional es en principio legal y legitima, y en muchos casos como el voto, esta promovida por institu- ciones y elites. La participacién no convencional no utiliza los canales de participaci6n institucionalizados, y en ocasiones es extralegal. El concepto de participacién no convencional surge porque los pri- meros estudios sobre la participacién se limitan exclusivamente a formas de participacién politica convencionales, es decir, dentro de las institucio- nes de la democracia Tepresentativa: votar, La participacién no con: vencional es j a infrecuer- te. Por ello en muchas ocasi irregular, especifica e in! Ones se analiza no sélo si se ha ejercido, sin? EL COMPORTAMIENTO POLITICO 29 si se estaria dispuesto a ejercerla, y si se reprueba o acepta su ejercicio por parte de otras personas. Aunque esto, mas que comportamiento politico, son actitudes hacia comportamientos. La distincién entre participacién convencional y no convencional es histéricamente relativa, es decir, lo que en un momento puede considerar- se una forma de participacién no convencional (como acudir a una mani- festacion), en otro puede ajustarse perfectamente a las normas sociales dominantes. Por ello esta distincién ha sido criticada y algunos autores prefieren hablar de protesta politica en lugar de participacion no conven- cional. La protesta politica consistiria en las acciones dirigidas a mostrar ptiblicamente desacuerdo con una cierta situacién o decisién politica o relativa a la esfera ptiblica. Participacién basada en la voz y participacién basada en la sali- da. Ante una situacién de descontento un ciudadano tiene dos opciones. La salida hace referencia a la posibilidad de ejercer presién con la amena- za de irse: por ejemplo, dejar de votar en las elecciones, abandonar un partido en cuyo proyecto ya no se cree, dejar de comprar Coca-Cola como simbolo de oposicién a la politica exterior norteamericana. La voz hace referencia a la posibilidad de comunicar el descontento hacia el sistema, el partido o la organizaci6n, a través de la protesta publica, los contactos con cargos publicos o el propio trabajo como activista dentro de una or- ganizacion. Asi, hay formas de participacién cuya influencia se basa en el ejercicio de la presion, y formas de participacién cuya influencia se basa en la comunicaci6n de informacion. La voz y la salida estan relacionadas entre si. A veces, como en el caso del voto, la salida es relativamente facil; en cambio, ejercer la voz re- sulta mas complicado (no se pueden escribir comentarios en la papeleta). Cuando la salida es mds costosa, por el contrario, se incrementa el uso de la voz. En organizaciones y asociaciones los costes de la salida para sus miembros activos suelen ser mayores (porque suelen sentirse mas identi- ficados, ser mAs leales con la organizaci6n, y no la abandonan facilmente) y por ello utilizan mds la voz para comunicar el descontento. Es mas, la eficacia de la voz puede verse favorecida por una amenaza (no excesiva- mente probable) de abandono o salida. Hirschman (1977), el autor de la distincidn entre voz, salida y lealtad (exit, voice and loyalty) argumenta que en los sistemas bipartidistas hay mds debate interno (voz) que en los multipartidistas, porque el coste de irse del partido es mucho mayor. En un sistema multipartidista puede ser mas facil para un disidente encon- trar otro partido parecido en el que integrarse. Otras formas de participacién combinan elementos de voz y salida. El consumo politico (political consumerism) es una de las formas emer- gentes de participacién politica no convencional. Se trata de consumir o no determinados productos en funcién de razones politicas. Mediante el boicot se consuma la salida, pero se realiza con el fin explicito de lograr un cambio de politica en el organismo o la empresa boicoteados. En lugar 30 COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL de una amenaza de la salida como instrumento de presi6n para reforzay la voz, se da aqui la situacion contraria: la promesa de volver a entrar, sj se atienden las demandas. : Combinando estos distintos criterios podriamos distinguir los si. guientes modos de participacion politica: ¢ El voto. © La participacion en la campaiia electoral. Acudir a un mitin, cola- borar economicamente, trabajar para un partido o candidato, ete, © La participacién en organizaciones politicas. Ser miembro y/o participar en las actividades de organizaciones, asociaciones 0 plataformas, locales o estatales, que persiguen objetivos politicos. © El contacto directo con politicos y medios de comunicacion, Entrar en contacto directo con cargos publicos (pedir audiencias 0 entrevistas) o con los medios de comunicaci6n (a través de cartas o llamadas). La protesta politica. Expresar (a través de peticiones, manifesta- ciones, sentadas, boicots, actos de violencia, etc.) el rechazo a una determinada situacion 0 circunstancia politica. Normalmente los intentos de establecer clasificaciones y tipologfas guen un proceso en dos etapas. En primer lugar se identifican los criterios te6ricos relevantes que definen tipos de participacién (como acabamos de hacer aqui). En segundo lugar se observa si esta clasificaci6n teérica se ve apoyada por los datos, es decir, si los actos participativos que pertenecen a la misma categoria o tipo suelen practicarse simultaneamente. En varios es- tudios clasicos sobre la participacién politica en Estados Unidos y en otros pafses realizados por Verba y Nie, los autores (Verba y Nie, 1972; Verba, Nie y Kim, 1978) empiezan con un criterio de clasificacién teérico que distingue cuatro tipos de participacién: el voto, las actividades de campaiia, las activi- dades cooperativas (trabajar con otras personas 0 en organizaciones para re- solver problemas locales) y los contactos iniciados por los ciudadanos. Tras analizar los datos, los autores refinan su clasificacién distinguiendo entre voto, actividades de campaiia (que permanencen igual que antes del andlisis de los datos), actividades comunales (que incluyen actividades cooperativas y contacto con I{deres sobre problemas locales) y contactos particularizados. En otro importante estudio sobre el Reino Unido Ilevado a cabo por Parry, Moyser y Day (1992) se detecta que las personas que suelen participar politi- camente a través de grupos y organizaciones también suelen llevar a cabo actos de protesta legales. Esto hace pensar que junto a los tipos de participa- ci6n tradicionales (voto, campaiia, contacto) habrfa que afadir un tipo de participaci6n entre la convencional y la no convencional denominado «ac- cién colectiva» que incluyera tanto la protesta legal como la participacién en organizaciones. El andlisis factorial es una técnica estadfstica muy utilizada para agrupar empfricamente tipos de actos participativos y obtener clasifica- ciones basadas en datos reales y no sdlo en reflexiones. Una tipologfa de for- mas de participacién muy reciente e interesante es la propuesta por Teorell, Torcal y Montero (2003) que se presenta en el grafico 1.1. EL COM PORTAMIENTO POLITICO 31 Representativas Extrarrepresentativas Salida 1 @N partidos: Voz FUENTE: Teorell, Torcal y Montero (2003). GraFico 1.1. Una tipologta de formas de Participacion polftica. Estas formas de participacién pueden diferenciarse en funcién de muchas otras caracteristicas. No todas ellas afectan al mismo numero de personas, ni implican el mismo grado de conflicto. Como se muestra en la tabla 1.2, no todas exigen el mismo tiempo, esfuerzo y recursos; ni en todos los casos es el ciudadano quien decide o no cuando actuar. El grado de cooperacién con los demas que pueden implicar también varia, asi como la capacidad de las acciones para comunicar informacién y para presionar a los politicos o autoridades. Debido a sus diferentes caracteristicas, no todas se practican con la misma frecuencia ni por el mismo tipo de participantes. En el siguiente subapartado se analiza precisamente la cuestion de quién opta por ejercer estas formas de participacién. 2.2. ¢QUIEN PARTICIPA? Una clasificacion clasica (Milbrath, 1977) distingue tres grupos de ciudadanos segtin sus niveles de participaci6n politica. Aproximadamente el 30 % son apaticos, es decir, no participan politicamente, ni se interesan por la politica. Un 60 % esta constituido por espectadores, personas que contemplan la politica «desde Ja barrera» pero que participan esporddica- mente. Finalmente una minoria inferior al 10 % son los gladiadores, per- sonas que participan politicamente de manera activa, frecuente y regular. Esta distincién algo simplista apunta al hecho de que la participacion po- litica no esta igualmente distribuida entre toda la poblacion, sino que los individuos participan de distinta forma, con distinta frecuencia e inten- sidad. En el caso espaiiol, como en los demés sistemas democriticos, la forma de participacién mas extendida es sin duda el voto, a gran distancia de cualquier otra. La protesta politica dentro de la legalidad ha si 4 a cida a través de peticiones, huelgas manifestaciones de manera relativa- ‘sauoreoy!pow woo p¢ “d “(Z00Z) UOIeC :aLNANT sopeptiqeH aqqeuea ove spur gq oansaj09 oduioyy, Puy By BISON sopepiiqeH Ssepepuomne ofeg ofeg aepnoneg oduzaty, efeg ey Jeyejuog sopepiiqeH sepreyunut0s ov ayqeure,, oarD3]09, odwiaty, aqqenrea, By sopeplanoy oxauig sopepriqeH sayetoqoa[9 ayqeren, ony OATDajOD oduraty, ay aqeure, seueduies ug ofeg ov oan2[o9 odwioy, ey efeg O10A, ugToeuLiojur ugisaid. Jeorunw0s 2p peproedeg esed pepioedea ugiopsadooo ony fuoo opoynsaa sounsazou vrouanyur vouyod ugiood ap opin @P [201N Pep onquey sosunzay ap ody ~1onund ap sopoy svouspajopana sns « vonyod ugiopdiowund ap sodiy *Z"| Visvy, EL COMPORTAMIENTO POLITICO 33 TABLA 1.3. La Participacioén politica en Espatia Ti deat oe Participaci6n electoral 84 Protesta politica : istié a una manifestaci6n autorizada 37 Firmé una peticién 36 Participé en una huelga 30 Ocupé6 edificios, participé en encierros o bloqueé el trafico 5 Hizo pintadas, caus6 dais a sefiales de trfico u otro mobiliario ptiblico 1 Usé la violencia personal para enfrentarse a otros manifestantes oala policia 1 Contacto politico Visité cargos puiblicos o representantes politicos 13 Escribié cartas a los medios de comunicacién para denunciar un problema 9 Consumo politico Compré productos por razones éticas, Polfticas, medioambientales 13 Boicoteé productos Ea Participacion en la campajia electoral Asistié a un mitin. 9 Trabajé para un partido 2 Contribuyé econémicamente 1 Participacion en organizaciones politicas Sindicato 7 ONG u organizacién de solidaridad 5 Organizacién profesional 4 Partido politico 3 Organizacion empresarial 2 Organizacién ecologista 1 FuenrE: Estudios 2384 y 2450 del CIS (afios 2000 y 2001). mente frecuente, por un tercio de los electores, mientras que la protesta Politica ilegal es muy escasa. Las formas menos frecuentes son la partici- pacién en campaiias electorales y en asociaciones de naturaleza politica, especialmente en los partidos politicos, las organizaciones politicas por excelencia. Los participantes suelen decantarse por practicar tipos similares de actos participativos. Asi, es posible distinguir tipos de participantes consi- derando cuales son los tipos de participacién que suelen ejercer. Seguin la tipologia de Barnes y Kaase (1979), los ciudadanos pueden agruparse en cinco Categorias: inactivos, conformistas, contestatarios, reformistas y ac- tivistas. Estos tipos no se distinguen tnicamente por sus pautas de parti- 34 COMPORTAMIENTO POLITICO ¥ ELECTORAL cipacién politica, sino también por sus caracteristicas sociodemogrétcg, y por sus actitudes politicas. Los inactivos no partict dadanos inactivos suelen pre avanzada, y con un estatus so pan politicamente casi nunca. Entre los gj dominar las mujeres, las personas de a . cioeconémico bajo. Como cabria eg; = también suelen ser personas con menores niveles de interés por la polit ca, y de habilidades civicas, que s¢ sienten ecarsruct Capaces de par. ticipar e incidir en las decisiones politicas. Se identifican POCO Con log partidos politicos y en muchos casos ni a toman una posicién ideo. légica definida. Como se desarrollara mas adelante, los recursos y las acti. tudes politicas inciden directamente sobre la participacion y, por lo tanto, distinguen a los ciudadanos que participan de los que no. En contrapartida, entre los ciudadanos politicamente activos suele haber una mayor presencia de hombres de mediana edad, con niveles educativos y de ingresos elevados, casados y con una vida social y laboral activa. Los ciudadanos que participan con mas intensidad y frecuencia suelen tener un mayor interés por la politica, est4n mas implicados en los conflictos sociales y politicos (toman partido, se posicionan) y muestran mayores niveles de eficacia politica (se consideran capaces de participar, ser escuchados, influir). Aun asi, dentro de los ciudadanos participantes podemos distinguir diferentes perfiles. Los conformistas participan Gnicamente de manera convencional (contactos directos, trabajo en campafias, trabajo en organizaciones u asociaciones), pero no en acciones de protesta. Por el contrario los con- testatarios rechazan la participacién convencional y prefieren limitarse a la participacién no convencional tanto legal como ilegal. Los reformistas participan en formas convencionales y algunas formas legales de protesta. Finalmente los activistas utilizan todas las formas, tanto convencionales como no convencionales, e incluso ilegales. Entre los conformistas son numerosas las personas mayores que participan politicamente. Los activistas son mas jévenes que los reformis- tas, pero ambos grupos comparten un nivel de estudios elevado y una composicién mayoritariamente masculina. Los contestatarios suelen ser jovenes con un menor nivel de estudios. Ademis, participantes y no participantes se diferencian en sus nece- sidades econémicas y en los beneficios que reciben o esperan recibir del gobierno (Verba, Schlozman, Brady y Nie, 1993). Por ejemplo, los ciuda- danos con una situacién socioeconémica poco favorable (y por lo tanto menos proclives a participar) se preocupan fundamentalmente por Tas ne- cesidades humanas basicas (salud, educacién, vivienda). Estas diferencia entre participantes y no participantes se incrementan cuando se pas2 “7 acto politico mas comtin (votar) a otras formas de participacién més diff ciles y exigentes, que requieren mas informacion y pueden ejerceT mas presién, como las donaciones econémicas para sufragar gastos de campo fias que, légicamente, se concentran en los ciudadanos socioecon6mi mente privilegiados. EL COMPORTAMIENTO POLITICO 35 2.3. NIVELES Y EVOLUCION DE LA PARTICIPACION POLITICA EN EUROPA Al igual que entre individuos existen diferencias en el repertorio y la frecuencia de la participacién, los niveles de participacion politica varfan alo largo del tiempo y a través del espacio. Los paises escandinavos y Aus- tria, por ejemplo, se caracterizan por un elevado nivel de afiliacién a par- tidos y sindicatos. Franceses, italianos y suecos recurren con frecuencia a la participacion no convencional, mientras que el asociacionismo es espe- cialmente fuerte en Estados Unidos. La variedad en el repertorio de formas de participacién politica que se ejercen en Europa occidental ha ido aumentando en las ultimas cuatro décadas. Si en principio la atencién de los estudiosos se centraba en las formas de participacion politica vinculadas a los procesos electorales (es- pecialmente el voto) y a las organizaciones politicas (partidos y sindica- tos), hoy el repertorio de formas de participacién es mucho mas amplio, incluyendo de forma significativa numerosas formas de protesta politica. Esto ha producido que el numero de ciudadanos inactivos se haya reduci- do en mas de la mitad. Paralelamente al incremento de la participacién politica se han reducido las diferencias entre sexos y categorias educativas. Analizando los datos con més detalle, en las ultimas décadas se de- tectan tendencias diferentes segtin se hable de participacién convencional o no convencional. La participacién electoral (que se analizara en el capi- tulo 3) y la afiliacién a partidos y organizaciones politicas tradicionales muestran una clara tendencia a la baja (con distinta intensidad segtin los paises). En Francia, el porcentaje de miembros de partidos sobre electo- res se reduce en mas de un 60 % en los ultimos veinte afios. En Italia y el Tapia 1.4. Afiliacién a partidos en Europa occidental % miembros % cambio sobre electores 1980-2000 Francia 1,6 64,6 Portugal 1,6 17,0 Reino Unido 1,9 -50,4 Pafses Bajos 2,5 -31,7 Alemania 29 ~9,0 Irlanda 3,1 24,5 Espafia 3,4 250,7 Ttalia 41 -51,5 Dinamarca 5,1 -25,5 Suecia 5,5 -28,1 Suiza 6,4 -28,9 Bélgica 6,6 -22,1 Grecia 6,8 166,7 Noruega 7,3 475 Finlandia 9,7 -34,0 Austria 17,7 -30,2 Fuente: Mair y Van Biezen (2001). 36 COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL Reino Unido, la reducci6n es superior al 50 %, yen Bélgica, Wanda, Dina. marca, Suecia, Suiza, Austria, Paises Bajos, Finlan ia y Noruega el des. censo se sittia entre el 50 y el 20 %. La afiliacion sube por el contrario en las democracias mas jovenes: Espafia, Grecia y Portugal (Mair y Van Bie. zen, 2001). oe ae Con respecto a la participacion en asociaciones y organizaciones so. ciales y politicas distintas a partidos y sindicatos la dificultad de conse- guir una medida inequivoca no permite afirmar con rotundidad cual es Ja evolucién. Putnam (2002) argumenta que nos encontramos ante un pro- ceso de declive, cada vez mas «solos en la bolera». Otros autores afirman que la situacin es de estabilidad o incluso de incremento de la actividad comunal y asociativa (Dalton, 2002). Este declive en algunas de las formas convencionales de participacién politica se ha visto compensado por un incremento importante en la parti- cipacién politica no convencional, como pone de manifiesto la tabla 1.5. Espajia destaca no sélo por los escasos niveles de afiliacién politica, sino también por los bajos niveles de protesta politica, que Gnicamente son inferiores en Portugal. Los niveles mas elevados de protesta se en- cuentran en Europa del norte (aunque es elevada en Francia y relativa- mente escasa en Finlandia e Islandia). Ademas, en todos los casos se de- tecta un incremento de los porcentajes a lo largo del tiempo. Si a finales de los afios 1950 mas del 85 % de los ciudadanos no habjan ejercido nin- guna forma de protesta politica, a finales de los afios noventa este porcen- Tapia 1.5. Evolucién de la participacién politica no convencional en Europa occidental 1959 1974 1980 1990 1999 Portugal 34 Espafia 32 32 36 Alemania del Oeste 16 34 48 57 50 Finlandia 26 40 38 54 Islandia 40 55 58 Austria 58 Irlanda del Norte 61 Irlanda 32 46 64 Italia 10 34 50 56 64 Alemania del Este 66 Holanda 28 37 54 68 Noruega 58 68 69 Dinamarca 48 59 70 Francia 52 57 73 Bélgica 27 51 76 Suecia 58 74 71 Reino Unido 18 31 66 77 81 : pete R. Topf (2003). «Political participation: Citizens and the State Revisited.» Trabajo presenta lo en el ECPR, Edimburgo. Incluye porcentaje de personas que en alguna ocasion han tomado parte en un acto no convencional a partir de la Encuesta Mundial de Valores. EL COMPORTAMIENTO POLITICO 37 taje se ha reducido a ismo, i el i algo activos (que han ejercido una o dos modalidedes dk ie ean crementado del 11 a mas del 50 % y los muy activos ce ou C %, e! 0. 3. Dos enfoques en el estudio del comportamiento politico Una vez definidos y descritos los hal danos, la ciencia politica ha intentado r > CasOs conectan entre sf. Sin e guirse dos formas diferentes d. miento politico: el conductism J : mbargo pueden distin- € aproximacién al estudio del comporta- 10 y la teorfa de la eleccién racional. 3.1. EL CONDUCTISMO O BEHAVIORISMO El conductismo revoluciona la ciencia politica a mediados del si- glo xx con el intento de responder a una pregunta aparentemente sencilla: épor qué la gente se comporta como lo hace? El comportamiento politico esta constituido por las acciones e interacciones de individuos y grupos implicados en el proceso de gobierno. Definido asi, se trata de un Ambito excesivamente amplio como para constituir una especialidad o subcampo de la ciencia politica. Por lo tanto, el conductismo mas que estar defini- do por su objeto de estudio, esta definido por la metodologia: por la ma- nera de afrontar el estudio de la politica en general (Sanders, 1995). Aun- que en nuestro caso (y en general dentro del conductismo) nos centramos exclusivamente en los ciudadanos, dentro del paradigma conductista se puede describir y explicar el comportamiento de muy distintos objetos politicos: los ciudadanos, las elites, los grupos de interés, los partidos, los sistemas politicos, etc. EI! conductismo adopta los postulados metodolégicos del llamado positivismo légico. Considera que cualquier explicacién debe basarse en una comprobacién empirica fundamentada en la observacion de lo que sucede. Segtin el positivismo hay dos tipos de enunciados tiles: las defi- niciones (que se asumen como ciertas) y las hipdtesis (cuya validez puede contrastarse a través de la observacién). Los demas enunciados (por ejemplo, los juicios de valor) carecen de valor en la investigacién. El positivismo y el conductismo se hacen una pregunta crucial desde el punto de vista metodolégico: ¢cémo nos darfamos cuenta de que una al rfa es incorrecta? Esto implica que las explicaciones y teorfas deben fea! al- sables. Una hipétesis es falsable cuando es posible imaginar a ol servae cién o evidencia empfrica que la contradiga. La hipétesis La e oe es un recurso que facilita la participacion es falsable, pues ae Pues toi : i nar una situacién en Ja cual personas con elevados niveles de e: Pp COMPORTAMIENTO POLITICO Y¥ ELECTORAL 38 " hipdtesis) pero también ¢s posibl. j POSTE ity, nas con mas estudios participen ine cipen mas (lo que confirmaria mi nar una situaci6n en Ja cual pers ‘a r tesis de trabaj Mery (lo que me harfa rechaza! la hipdtesis de te pajo). ff lo ntra por lo tanto en el andlisis del company, a. miento observable a partir de un marco metodolégico muy definidy, Su ge como reaccién a un analisis de la politica poco sisternatico y demasi,, do impregnado de valores, mas preacupado por Jo que la politica «debe, preg Defiende un andlisis sistematico de todos los aa ser» que por lo que «cs». Seneca tos ee disponibles (o de una muestra representativa), ¥ 10 slo yy j jemplos ilustrativos. a ie eee de la sistematicidad en el andlisis a acompaiiady y favorecido por el desarrollo de Ja encuesta eal pater. : te recopida de datos, y de las técnicas estadisticas de andlisis de atos. Gracias a las en. cuestas se expande el estudio no sélo del comportamiento politico, sino también de actitudes politicas, creencias, valores, predisposiciones y otros factores relativos a la personalidad, hasta Megar al punto de que, para algunos, el conductismo ha analizado mas actitudes que comporta- mientos. Este interés por elementos que anteriormente eran Casi inaccesj- bles a gran escala refleja en cierta forma la influencia de la psicologtia so- cial presente en muchos autores conductistas. Entre los primeros trabajos dentro de esta perspectiva conductista se encuentra la obra The People’s Choice, de Lazarsfeld, Berelson y Gaudet (1944), The American Voter, de Campbell, Converse, Stokes y Miller (1960) 0 Political Life, de Lane (1959). Gran parte de los postulados conductistas, que inicialmente nacie- ron como una posicién minoritaria dentro de Ia ciencia politica, han sido asumidos por una parte mayoritaria de Ja disciplina. La aplicacion de la metodologia positivista ha permitido Ja utilizacion de formas de andlisis sistematicas, replicables, que favorecen la acumulacién del conocimiento. Sin embargo, el conductismo ha sido muy criticado, precisamente por su excesiva atencién a «los datos», y su descuido de cuestiones normativas importantes. Para los criticos del conductismo, éste se arroga con una pretendida objetividad que no es tal. Ademds, su excesivo énfasis en la ob- servacion y la estandarizacién hace que sélo se analice Jo facilmente observable, y que se ignoren grandes procesos politicos y sociales comple- jos, mas dificiles de medir, pero igualmente relevantes. Como reflejo de estas criticas, surge el posbehaviorismo, que toma una postura critica en relacion al intento de aplicar la metodologia de las ciencias naturales al estudio de la politica. El posbehaviorismo defiende una ciencia politica mas comprometida con los problemas politicos rele- vantes y con las implicaciones sustantivas de las investigaciones sobre Ja realidad. Incluso algunos behavioristas, como Easton, reconsideran $4 faa ie . importante mantener la conexién con la reall Dee Gua ete, Jas premisas normativas en las que se bas” investigacion, y abrir mas espacio para la especulacién creativa. Tambien El conductismo se ce! EL COMPORTAMIENTO POLITICO 39 seria deseable una profesi6n comprometida que identifique los problemas fundamentales, clarifique objetivos, evalue las acciones y decisiones to- madas por otros y proponga alternativas politicas. Tasta 1.6. Behaviorismo y posbehaviorismo Credo behaviorista 1. La investigacién debe buscar regularidades en el comportamiento politico, expresadas en generalizaciones. Estas generalizacions deben ser contrastadas. 3. Las técnicas de recogida de datos deben ser conscientes, refinadas, rigurosas y validadas. La precisi6n requiere cuantificacién. Las valoraciones éticas y las explicaciones empfricas deben mantenerse separadas. La investigacién debe ser sistematica y fundamentarse en una teoria. El conocimiento puro es previo y b4sico para el conocimiento prActico. . La ciencia polftica no puede ignorar la investigacién llevada a cabo en otras ciencias sociales. » we 24 Credo posbehaviorista 1. El contenido debe primar sobre la técnica. 2. El conductismo esconde una ideologfa de conservadurismo emptrico. 3. El conductismo pierde contacto con la realidad. 4. La investigacién sobre valores y su desarrollo son un componente esencial del estudio de la politica. 5. Los intelectuales tienen una responsabilidad social y politica, sin la cual se convierten en meros mecAnicos. 6. Conocer implica la responsabilidad de actuar. 7. La politizacién de la profesién es inevitable y deseable. Fuente: Adaptado de D. Easton (1965) y (1969). 3.2. EL ENFOQUE ECONOMICO Las aproximaciones econémicas al estudio de la politica dan lugar a la teorfa de la elecci6n racional, segtin Ja cual el comportamiento viene de- terminado por la valoracién que hace el individuo de los costes y benefi- cios de participar. La teorfa de la eleccién racional se basa en el individua- lismo metodolégico, es decir, considera al individuo como principal unidad de andlisis, aunque dentro de esta perspectiva también se ha anali- zado el comportamiento de organizaciones, partidos, gobiernos, etcétera. Dentro de los limites de la informacién disponible sobre cada situa- cién, los individuos racionales acttian en funcién de lo que prevean que van a hacer los demés, con el fin de maximizar su satisfaccién y minimi- zar los costes. Para no caer en razonamientos tautolégicos es importante identificar a priori los objetivos de los individuos. Pero la teoria de la elec- cién racional no dice nada sobre estos objetivos. La racionalidad se define de manera procedimental, haciendo referencia a los medios utilizados Para alcanzar unos determinados fines, sin entrar a valorar estos ultimos. La funcién polftica de las elecciones en las democracias consiste, su- Ponemos, en elegir el gobierno. Por tanto, en relacién con las elecciones so- COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL 40 lamente es racional el comportamiento que apunta a este objetivo y no olro. Supongamos que determinado ciudadano prefiere el partido A por a zones politicas, pero que su mujer se pone de mal humor si no vota por el partido B. Es perfectamente racional para él personalmente votar por a partido B si considera mas importante evitar el enfado de su mujer que la de A. No obstante, en nuestro modelo, dicho comportamiento se r recurrir a medios polfticos para fines no politicos victoria considera irracional po (Downs, 1973: 7). stulados de esta teoria, la participacion de los ciudada- dependera de tres elementos: el coste de participar, el beneficio que se pueda obtener como resultado de la participacion y la ca- pacidad de influir en la consecuci6n de ese resultado a través de la propia participacién. Veamos cada uno de estos aspectos. Costes. Participar implica unos costes para el individuo: es necesario un esfuerzo para conseguir informaci6n, analizarla, procesarla, decidir qué hacer y cémo actuar. En algunos casos, como una huelga, participar puede suponer la pérdida del salario 0 incluso otro tipo de represalias. En otros, como volar, el coste de la participacion es menor. En cualquier caso, seguin la teoria de la elecci6n racional, cuanto mayores sean los costes me- nor seré la utilidad de participar y por tanto menor la participacion. Beneficios. La participacion se ejerce con el objetivo de conseguir un fin: que gane nuestro partido preferido, que se retire un determinado decreto, que no sé inicie un conflicto bélico, etc. La teoria de la elecci6n racional no entra a valorar qué fines son los que se persiguen ni por qué, pero asume que los individuos tienen preferencias (unos partidos sobre otros, unas politicas sobre otras, unas situaciones sobre otras). Cuanto mayor sea el beneficio que obtengan con la consecucion de sus objetivos, mayor sera su implicacion y su participacion. Los beneficios que se consi- guen gracias a una participacion exitosa (que gane el partido preferido, que se retire el decreto o que no se inicie la guerra), al contrario que los costes, Son colectivos, es decir, afectan a todos los ciudadanos, hayan par- ticipado o no. Capacidad de influencia. En la valoracién sobre si participar 0 no, Jos ciudadanos también tienen en cuenta su capacidad de influir en el re- sultado final. Si la accién del ciudadano no tiene un peso elevado a la hora de incidir sobre el resultado porque es «una entre millones», el ciu- dadano encontrara menos utilidad en su participacién. Si, por el contra- rio, el que se obtenga 0 no el objetivo depende de su participacién, entor ces la utilidad de participar se incrementa. Por eso la participacion electoral suele ser mas elevada cuando los pronésticos no dan un claro g4 nador, es decir, cuando el resultado depende de unos pocos votos. En otras palabras, los incentivos que tiene una persona para participat de- penden de lo que prevea que hagan los demas. Con estos tres elementos se plantea uno de los interrogantes centra- les de la ciencia politica: el dilema de la accién colectiva. si la participa Segtin los pos nos en la politica EL COMPORTAMIENTO POLITICO 41 n supone en cualquier caso unos costes para el individuo, y el resulta- Jos beneficios que éste comporte no dependen de la propia participa- 20 de la de los demas, entonces la estrategia racional es no partici- ar, Dilema de la accion colectiva, dilema oe oa tragedia ge los comunes, son een denominaciones para la misma cuestion: ¢coope- cooperar? ee eee de la accién colectiva es que cuando los individuos de grupo comparten determinados intereses (es decir, persiguen el mismo Ba) odria esperarse que actuaran colectivamente y cooperaran para ob- ee objetivo. Sin embargo, si estos objetivos se consiguen para todos Jos miembros del grupo, independientemente de que hayan contribuido oO no con su participacion a su obtencién, entonces los individuos racionales preferiran dejar que otros corran con el coste de la participacién. EI resul- tado puede ser que los individuos no consigan sus objetivos por ahorrarse los costes de la participacion, quedandose en una situacién peor de la que podrian tener si cooperaran. : : : : La teoria de juegos nos permite modelar una situaci6n de posible cooperacion. En la tabla 1.7 se han calculado los costes y beneficios de cada opcion (cooperar haciendo huelga o no cooperar trabajando) tenien- do en cuenta el comportamiento de los demas actores implicados (que a su vez pueden cooperar o no hacerlo). Analizando la tabla se observa que en el juego hay una estrategia dominante, es decir, una estrategia (no co- operar) que deja al individuo en una situacién mejor que la otra (coope- rar), independientemente de lo que hagan los demas. Si los demas partici- pan, el gorrén obtiene igualmente el beneficio logrado con la accién de los demas. Si los demas no participan, no se obtiene el beneficio, pero se ahorra los costes de la huelga. Por lo tanto, la estrategia dominante es no cooperar y «viajar gratis». Aunque todos los individuos estén interesados en conseguir un obje- tivo, si todos acttan como gorrones 0 free-riders, ahorrandose los costes y confiando en que los demas van a participar, el resultado es que no habra cid! Tapia 1.7. Calculo de la utilidad de participar en una huelga (dilema del prisionero) Los demés COOPERAN NO COOPERAN Apoyan la huelga No apoyan la huelga (se obtiene (no se obtiene beneficio B) beneficio B) COOPERO BC 0-€ Apoyo la huelga (sufro costes C) = Yo NO COOPERO |B 0 No apoyo la huelga (no sufro C) B = beneficios, objetivos de la huelga (subida de salario) C = costes de la participacién (pérdida de salario los dias de huelga) RAL MIENTO POLITICO ¥ ELECTO! 42 COMPORTA! por tanto tampoco sé obtendra el beneficio. Esta sit, cuando se introducen beneficios (0 costes) que s6lg a pa (0 si se deja de participar): los lamados incentivgs lo de incentivos selectivos son los beneficios que y afiliados (y no a los trabajadores no afiliados acci6n colectiva y cién puede evitarse C obtienen si se partict selectivos. Un ejemp! sindicato ofrece slo a sus Olson, 1992). Participar en una accién colectiva puede producir reconocimieni social, solidaridad, satisfaccion con el deber cumplido, beneficios econg. micos, satisfaccién por la expresion de una identidad ode una preferen. de los objetivos de la participacién. La cia, etc., elementos independientes ; parti participacion no es solo un medio para conseguir un fin, sino que tam. bién puede ser un fin en s{ mismo. En muchas actividades politicas existe una gran incertidumbre acerca de si el esfuerzo se vera coronado por el éxito. El esfuerzo se convierte en «lucha», y lejos de producir ansiedad, esta lucha provoca el sentimiento de disfrutar ya de una experiencia pla. centera aunque no se consigan los objetivos. Algo asi podian experimen. tar los ciudadanos que se manifestaban contra la guerra de Iraq en la pri- mavera de 2003. El problema en este caso es que dejamos de definir con precisién cual es el objetivo de la participaci6on politica segtin nos impone la teorfa de la eleccién racional, y por Jo tanto corremos el riesgo de caer en una tautologia: toda participaci6n produce un beneficio (si no instru- mental, entonces expresivo), 0 de otra manera no se habria participado. Aunque se ha intentado, es dificil distinguir en la realidad entre par- ticipacién expresiva y participacion instrumental. Algunos autores, en un alarde valioso aunque algo arriesgado, han definido la participaci6n ins- trumental como aquella que se da junto con un elevado interés por la po- litica y la participaci6n expresiva como aquella que se da sin presencia de este interés (Barnes y Kaase, 1979). Pero no son necesariamente tipos de participacion contradictorios: una participacion instrumental puede al mismo tiempo ser una forma de expresion de valores. Igualmente, los par- ticipantes con motivaciones expresivas pueden estar realmente interesa- dos en la politica. Un aporte importante de la teoria de la elecci6n racional aplicada al estudio de Ja participacién politica ha sido la atenci6én prestada a as- pectos institucionales y contextuales que definen los margenes de accion de los individuos y que pueden facilitar o dificultar la accién colectiva. En el apartado 4.5 de este capitulo abordaremos esta cuestin con més dele- nimiento. La teorfa de la eleccién racional més estricta aplicada al anilisis del comportamiento politico ha sido muy criticada. Como hemos visto no rp did ee peraa ierer rm para meg eee sea decisiva para el resultado. Ade en Asean abe Paster esta teoria (que nadie partici ,e sam oe pact ee seni con los anilisis de la psicolo; in eee colcayas) noes Cora ani pease cant gia cognitiva ycon la evidencia empirica © Z que sea irracional (como medio para conseguir un fin ¢ eee L EL COMPORTAMIENTO POLITICO 43 el que se evaluan costes y beneficios), el hecho es que la gente participa. Por ultimo, la teorfa de la eleccién racional no aborda una cuestién cru- cial: gcual es el origen de las preferencias de los electores? 4, Factores explicativos de la participacién politica La participacién, como cualquier otro fenémeno de naturaleza politi- ca, no puede explicarse en funcién de un tnico factor, ni siquiera en fun- cién de un solo tipo de factores. Los elementos que pueden incidir sobre la participacién son muy numerosos y de muy diversa naturaleza. A continua- cin se presentan algunos de los principales modelos en funcién del tipo de factores que enfatizan (socioeconémicos o politicos) y del nivel de anilisis en el que se sitdan. El nivel micro hace referencia a los individuos, el nivel meso, a las organizaciones y el nivel macro, a los sistemas politicos. Comenzaremos por el efecto de las caracteristicas socioeconémicas, tanto de los individuos (apartado 4.1) como de las sociedades (aparta- do 4.2). Las actitudes politicas seran un segundo grupo de factores explica- tivos relevantes, que se tratan en el apartado 4.3. En el apartado 4.4 tratare- mos el efecto de la movilizacion y los recursos de grupo y finalmente el apartado 4.5 se centra en el rol de los factores institucionales y contextuales. 4.1. LOS RECURSOS INDIVIDUALES Y LAS CARACTERISTICAS SOCIOECONOMICAS La posicién socioeconémica del individuo define su nivel de recur- sos e incide sobre sus valores y orientaciones politicas, y por tanto tam- bién sobre su comportamiento. Las desigualdades sociales y las diferen- cias en la estructura social se reflejan en la participacién politica: las personas con menos recursos (los mayores, muchas mujeres y muchos jé- venes y, en general, personas con niveles muy reducidos de estudios e in- gresos, que desempefian trabajos no cualificados y con poco tiempo dis- ponible) son las menos proclives a participar, mientras que aquellas situadas en la ctispide de Ja estructura social y mas recursos son las mas participativas. Tania 1.8. Las explicaciones de la participacién politica FACTORES FACTORES SOCIOECONOMICOS POLITICOS MACRO Desarrollo socioeconémico Estructura institucional | Modernizaci6n Contexto politico Movilizaci6n | MESO Recursos de grupo Caracterfsticas socioeconémicas Actitudes politicas MICRO Recursos individuales COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL El modelo de los recursos socioecondmicos de Verba y Nie — x» Decisiin —> Niveles de Circunstancias. —3> Actitudes politicas ce aa Viveles sociales de los (Eficacia, deber ei Participacign, individuos (SES) civico, etc.) Ups ¥ Pert 6 fa Poblacig Participante El nivel de estudios, los ingresos ¥ Ja ocupaci6n de los individuos de. finen su estatus socioeconémico (SES) y sus recursos (Brady, Verba Schlozman, 1995). El nivel de estudios es un elemento central a la hora de facilitar habilidades cognitivas: los ciudadanos con niveles de estudios elevados tienen mayor capacidad de asimilar y procesar informacién pok. tica, interactuar en un grupo, tomar decisiones y enfrentarse a los proce. sos participativos. Los ingresos son igualmente una fuente de recursos en la medida en que la satisfaccién de las necesidades basicas permite dedj- car mas atencion a asuntos politicos. Finalmente, la ocupacién es tam bién un componente del estatus socioeconomico, ya que refleja la posi. cién social del individuo y el tipo de contexto social en el que se situa, El nivel de estudios, la ocupacién y el contexto social influyen sobre las habi- lidades civicas como hablar en ptblico, escribir, tener capacidades orga- nizativas y experiencia en la interaccién social, recursos muy importantes en la actividad politica. La edad también es un recurso importante ya que esta relacionada con la experiencia; proporciona conocimientos y habilidades sobre el fun- cionamiento de organizaciones e instituciones. Esta es una de las razones por las que los jévenes suelen participar menos que los mayores en for- mas de participacién convencionales, institucionalizadas y organizadas. Pero a partir de un determinado umbral, una edad muy avanzada deja de ser un recurso y pasa a convertirse en un factor que reduce la participa- cién. Las personas mayores suelen tener menores niveles de movilidad (por cuestiones de salud) y de integracién social (ya no trabajan), lo que las hace menos participativas. E] tiempo disponible una vez descontado el dedicado a las obligaciones y necesidades basicas (trabajar dentro y fuera del hogar, cuidar de la familia, estudiar y dormir) es indudablemen- te otro recurso cada vez mas escaso, que a diferencia del dinero, n° se puede acumular. Un mayor estatus socioeconémico, ademas de proporcionar recursos que reducen el coste de participar, genera actitudes y valores favorables 4 la participaci6n: sentimientos de eficacia, compromiso, deber civico, inte rés por la politica, etc. Estos factores son analizados con mayor detalle en el subapartado 4.3. Pero la importancia de la relaci6n directa 0 indirecl@ (a través de las actitudes) entre recursos y participacion es, posiblemen'? mayor. Desde el punto de vista de las implicaciones normativas, NO ee mismo no participar porque no hay interés, que no participar porque S carece de recursos para hacerlo. Cuanto mayor sea el efecto de Jos recur” EL COMPORTAMIENTO POLITICO 45 joecondmicos sobre la participacién, menos representativo del njunto de la poblacién serd el grupo de ciudadanos participantes. En oe aso la participacion politica estaria traduciendo y magnificando de- ea sidades sociales, ya que los participantes pueden tener intereses y , pede politicas diferentes de los inactivos, que acostumbran a pertene- ae aun estatus socioeconémico mas bajo. La traslacién de desigualdades socioeconémicas en desigualdades politicas de facto tiene implicaciones fundamentales para la democracia, por lo que volveremos sobre este pun- toa la hora de hablar de las consecuencias de la participacién. 7 Légicamente los recursos no afectan a todas las formas de participa- cin de la misma manera. Cuanto més exigente en términos de esfuerzo e iniciativa es la forma de participar, mds importantes son los recursos indi- viduales. Asi, por ejemplo, el estatus socioeconémico no suele tener un impacto muy elevado sobre la participacién electoral; sin embargo, las habilidades civicas son importantes para las actividades que requieren tiempo (como participar activamente en una asociacién), y el dinero lo es para las que exigen una contribucién monetaria (como donar dinero para una campafia). Ademas, el efecto de los recursos sobre las actitudes politi- cas y sobre la participacion puede verse reducido por los recursos de gru- po, es decir, los que proceden del contacto con asociaciones y organiza- ciones politicas y sociales. Este tipo de factores se analizan dentro del epigrafe 4.4 correspondiente a la movilizaci6n. sos SOC 4.2. DESARROLLO, MODERNIZACION Y CAMBIO E] andlisis de la relacién entre la estructura social y la participacién politica que se lleva a cabo a nivel individual en el epigrafe anterior tiene su paralelo en el nivel del sistema politico en la las teorias de la moderni- zacion y el desarrollo. Desde esta perspectiva se argumenta que los cam- bios sociales, econdmicos y politicos se producen de manera paralela y se relacionan entre si. La modernizacién hace referencia a un proceso de cambio sistémico con componentes tecnoldgicos, econdémicos y sociales, a través del cual las sociedades se transforman de rurales en industriales y posteriormente en postindustriales. Se trata por lo tanto de un enfoque que da una especial relevancia al cambio, y por lo tanto con una perspec- tiva dindmica. La teorta de la modernizacién y la participacién politica NIVEL NIVEL NIVEL ECONOMICO SOCIAL POLITICO Desarrollo —g- Cambiosenlas —y» Cambiosenla —y Incrementos en econémico pautas de grupos, distribucién de la participacién estratificacién y actitudes y urbanizaci6n cogniciones = ae } { | | COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL 46 ; iedad tradicional a una sociedad ing El cambio de ees occidentales entre los siglos xv yt lizada se produjo en la estructura social (urbanizacion, mayores t eg rave cambios en : , } : Ve i nent y movilidad social, mayor esperanza de vida, desarrollo de i: oe ctura econémica (industrializaci6n, nadia clases sears YSeetado del bienestar, entrada de las mujeres en an : oe de trabajo). Este proceso es paralelo al de dsmectallason pling la extension de los derechos civiles y eer ee an Seabees alae! pansién de la participacion politica eee i26t . La vinculacién entre el cambio social, econémico y politico la refleja claramente el trabajo de Nie, Powell y Prewitt (1969: 808): El desarrollo econémico altera la estructura social de una Nacidnp, A medida que las naciones se desarrollan econémicamente se Producen tres cambios: 1) aumenta el tamafio relativo de las clases medias y altas; 2) aumenta el ntimero de ciudadanos que se concentran en areas urbanas, y3) la densidad y complejidad de las organizaciones econémicas y secundarias aumenta. Estos cambios sociales implican cambios politicos. Mayores nive. les de la poblaci6n se encuentran en situaciones vitales en las que aumenta el nivel de informacién polftica, conciencia polftica, eficacia politica y otras actitudes relevantes. Estos cambios en actitudes, a su vez, conducen a incre. mentos en la participacién polftica. Un segundo proceso de modernizacién que transforma las socieda- des industriales en sociedades postindustriales tiene lugar en las socie- dades mas avanzadas tras la Segunda Guerra Mundial. En este caso ¢l cambio tecnoldgico y cientifico es un factor fundamental que acompa- fia otros procesos sociales y econémicos (desarrollo del sector servicios, secularizacién, globalizacién). Este proceso produce ciudadanos informa dos, abiertos, cognitivamente flexibles, lo que puede conducir a incre- mentos en la participacién, pero también a individuos mas aislados, me- nos integrados socialmente, debido al menor peso de elementos como la religién, la familia, el pueblo 0 la clase social. _Este segundo proceso de modernizaci6n ha producido un cambio en los sistemas de valores, especialmente entre las generaciones mis jovenes. Durante la socializacién politica se definen los valores y las necesidades Icipacién en actividades politicas mas diversi" Por la elite politica, rnp rrerieaetttts EL COMPORTAMIENTO POLITICO 47 Elmodelo del cambio en las sociedades postindustriales segun Inglehart CAMBIOS CAMBIOS INDIVIDUALES, CONSECUENCIAS SOCIOECONOMICOS EN VALORES Y HABILIDADES — POLITICAS . Desarrollo evondmico Cambio en los temas naldgico politicos contlictives taccidn de las (mayor relevancia de tevesikaales batsicas) \ J. la calidad de vida) Experiencias de _—» Cambio en las bases generaciones diferentes: mayor énfasis en las sociales del conflicto (ausencia de guerra — > nevesidades de pertenenci: (menor peso de mundial en fa uiltinw autoestima y autorrealizacion Ja clase social) generacion) Z \ Educacion creciente Cambio en el apoyo a las Habilidades: mayor destreza instituciones (menor para para ocuparse de la politica el estado-nacién, mas a nivel nacional o estatal lealtades supraestatales y locales) Expansién de los YY _~ Cambio en los tipos de medios de participacion politica comunicacién (declive de la Aumento de la movilizacion dirigida por movilidad geogréifica las elites, desarrollo de la protesta y los nuevos movimientos sociales) FUrnte: Centro de Investig: art (1991), El cambio cultural en las sociedades industriales avanzadas. Madris ciones Socioldgicas (p. XXXVI). 4.3. LAS ACTITUDES Y VALORES POLITICOS Las actitudes son orientaciones adquiridas, relativamente estables, que inciden directamente en el comportamiento politico. Las actitudes se dirigen a diferentes objetos politicos y se presentan con distinta intensi- dad segtin los individuos. Se adquieren a través del proceso de socializa- cidn polftica (especialmente en la familia), por la pertenencia a determi- nados grupos con rasgos culturales y/o politicos distintivos, y a través del Propio contexto politico e institucional. La clasificaci6n mds habitual distingue actitudes cognitivas (relati- vas al conocimiento de los distintos elementos del sistema politico), afec- livas (relativas a los sentimientos y emociones que se dirigen a esos ele- mentos) y valorativas (relativas a la evaluacién que el individuo hace de los distintos elementos del sistema). Estas actitudes pueden dirigirse ha- cia distintos Ambitos: la comunidad politica en su conjunto, el régimen Politico (sus principios, instituciones y resultados), las autoridades, o el Propio ciudadano como actor politico. Esta distincién conceptual es sin t COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL 48 es a ; nos ejemplos de actitudes politicas segtin el tipo TaBia 1.9. Agu el objeto hacia el que se dirigen Tipo de actitud 3 - Orientaciones Evaluaciones ee | afectivas instrumentales Objet i rés por Identidad nacional Confianza Comunidad ae Tacs interpersonal Ee Autoubicacion ideoldgica Resin Valoraci6n de la Principios democracia como la mejor forma de gobierno 5 ele Satisfaccién con el Rendimien funcionamiento dela democracia en su pais Instituciones Conocimiento de Identificacién Confianza en las instituciones partidista instituciones politicas Eficacia externa Autoridades Conocimiento de —_ Valoracién de Valoracién de la lideres los politicos gestién del gobierno! oposicién Individuo Eficacia interna Fuente: Adaptado de Dalton (1999: 58). embargo poco util en la practica, pues muchas de las actitudes mas utili- zadas mezclan elementos cognitivos, afectivos y evaluativos. Para simplificar y sin animo de ser exhaustivos podemos distinguit tres grandes grupos de actitudes politicas: gen Tain lugar Podriamos distinguir las actitudes que denotan Saieeae on. la politica por parte del individuo o por dl , Sentimientos de apatfa, indife i ienacion res- pecto a la misma. patia, rencia y alien ¢ Ense; 7 we pitied podriamos distinguir las actitudes que denotan ” € decir, un posicionamiento o identificacion del it” dividuo con res; espect . pete : sociedad. Pecto a las cuestiones conflictivas existente en UN * Por dltimo podemos di. ci6n 0 insatisfaccién le rodea. stinguir actitudes relativas a la satisfac del ciudadano con la realidad politica que EL COMPORTAMIENTO POLITICO 49 El interés por la politica es uno de los indicadores mas utilizados edir el grado de implicacién politica. Puede medirse directamente e ern a los entrevistados cual es su grado de interés por la politica manera mas precisa a través de distintos indicadores como la restada a cuestiones politicas en los medios de comunicacion, la frecuencia de conversaciones sobre cuestiones politicas, o el conoci- to de instituciones y lideres politicos. ' ao 7 ee tra actitud relacionada con el grado de implicacién politica de un individuo es la eficacia politica. La eficacia hace feferencia a la percep- oa del individuo de que es capaz de influir en el sistema politico a través de sus acciones. La eficacia politica tiene dos componentes: la eficacia in- v la eficacia externa. La primera se refiere a las habilidades y capa- cidades que el individuo reconoce en si mismo como actor politico (com- tencia politica), mientras que la segunda se refiere a la percepcién de wuz e] sistema politico es sensible a sus demandas. Respecto a las actitudes que denotan la politizacién o implicacién afectiva de los ciudadanos en la politica sabemos que el desarrollo de jdentidades politicas (ideolégicas o partidistas) puede tener una intensi- dad variable y llevarse a cabo sobre conflictos o cuestiones diferentes en cada pais: la clase social, la comunidad nacional, la denominacion religio- sa. etc. Cada sistema politico tiene su propio sistema de clivajes, es decir, de lineas divisorias que separan la sociedad en segmentos mas 0 menos diferenciados que desarrollan su propio sistema de valores vy sus propias estructuras organizativas.' Pero no todo el mundo toma posiciones sobre estos conflictos con la misma claridad, es decir, no todo el mundo esta igualmente politizado. El sentimiento de identificacién con un partido politico es una de les actitudes centrales a la hora de explicar el comportamiento electoral, especialmente en el caso de Estados Unidas. Se refiere a la presencia de una orventacion afectiva del ciudadano hacia un partido politico determi- nado que no refleja necesariamente ni afiliacién formal (no hay por qué ser miembro de un partido para identificarse o simpatizar con él). ni voto permanente hacia ese partido (se puede, en un determinado contexto, vo- tar por un partido distinto a aquel con el que habitualmente nos identifi- cams}. La identificacion partidista puede variar en direccién (hacia un pastide u otro} y en intensidad (fuerte, débil o inexistente). El capitulo 5 Gesarreila el concepto de identificacion con un partido como factor expli- cate del wo. En Europa es mas frecuente el uso de la autoubicacién ideolégica et 12 escala inquierda-derecha como indicador de politizacion vy orienta- oon peditica. En algunos paises es fundamental tener en cuenta tambien © Racionalisme como un valor politico relevante a la hora de evplicar el cae pomamienta. Ambas orientaciones reflejan. a nivel individual. dos de “W238 mas importantes en Europa occidental: el clivaje de clase y el Ppien de arencion P i Sadan esis ceesonmes st desarrcilas mis adelanse a bs argo del Libro. OMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL Cl 50 i 4). Aun asi, una parte ; ia (véase el capitulo im feria ai en estas escalas, mostrando en Ports, estas dimensiones del conflict.) “%, n o insatisfaccién de los ciuds, vig ; fe Uudadan i jento de la democracia, con la ee del Bobiemg my el funcionami stituciones y en los politicos se emplean frecuen _ sis J ‘ndicadores de la salud de un sistema ae Una abr te como indi de los ciudadanos de las democracias occidentales cong dora mayoria ia es la mejor forma de gobierno, demostrang, raci 1 bi : ran que I oemode apoyo difuso al sistema politico (Easton, 1965), p, Pee no todos estan satisfechos con su funcionamiento corde evi no, lo que implica un menor aoe ey ee actuali se detecta un descenso en el grado de con eee lones polit. a el apoyo al pe a especialmente en la valoracién de pany, . iti real, . : dos ye eases, la frustracion de las expectativas de los Ciudada. nos puede traer consigo acciones de protesta. son a teoria de Gur (1970) la violencia politica se produce a través de una secuencia causal que se inicia con el desarrollo del descontento, continta con Ja politiza. cién de ese descontento y termina con el ejercicio de la violencia Contra objetos y actores politicos. ‘ . ; i. En general cuanto mayores sean los niveles de implicacié6n en la po- litica y de politizacién, mayores seran también los niveles de Participa- cidn en cualquiera de sus modalidades. Las actitudes de satisfaccién con la politica, el funcionamiento de Ja democracia y las instituciones favore- ce la participacién convencional. Por el contrario, la protesta politica se ve especialmente favorecida por las actitudes de insatisfaccion, frustra- cién politica y baja eficacia externa, el interés por la politica, la confianza interpersonal y la eficacia interna. Las actitudes reflejan muchos factores ex6genos de naturaleza no politica (como la clase social, los recursos, el contexto socioeconémico en el que se vive) e inciden directamente sobre el comportamiento politico de los individuos. Esta proximidad causal de las actitudes con respecto al comportamiento en ocasiones puede convertirse en un problema, ya pue ivaje centro-perl clivaje cen ee te de los sane a nos i itizacl st ausencia de poll I ane Las actitudes de satisfacci con L confianza en las in El modelo de las actitudes politicas seguin Campbell Factores exégenos politicos (candidatos, caracteristicas y temas del contexto politico) ™N Factores a i lS oe Actitudes politicas Comportamiento ince paleres personales (caracteristicas Le) Socioeconémicas) ee vauta 1.10 acu Implicacion Inters politics Elicucia politica Politizacién Cercanfa a un partido Autoubi ideol6gica Identidad nacional Satisfaccion Satisfacci6n con el funcionamiento de la democracia Confianza en los partidos como instituciones EL, COMPORTAMIENTO POLITICO. 51 Hjemplos de operacionalizacion de algunas actitudes politicas Operacionalizacion Para comenzar, gdirta Ud. que, en Itneas generales, la politica le interesa mucho, bastante, poco 0 nada? Indiqueme, por favor, ghasta qué punto esidé Ud. muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo con cada una de las siguientes frases ?: -— Por lo general, la polttica es tan complicada que la gente como yo no puede entender lo que pasa (Intern: — A través del voto, la gente como yo puede influir en la politica (Interna) — Los politicos no se preocupan mucho de lo que piensa la gente como yo (Externa) — Esté quien esté en el poder, siempre busca sus intereses personales (Externa) ¢Podria indicarme si se siente Ud. cercano o préximo a alytin partido o coalicién politica? (St/No) (Indica presencia 0 ausencia) ¢Y a qué partido o coalicién se siente Ud. mds cercano? (Indica direccién) ¢Y con respecto a este partido o coalicién, dirfa Ud. que se siente muy cercano, bastante cercano o algo cercano? (Indica intensidad) Cuando se habla de politica se utilizan normalmente las expresiones izquierda y derecha. En esta tarjeta hay una serie de casillas que van de izquierda a derecha. ¢En qué casilla se colocarta Ud.? (Izquierda) 1 23456789 10 (Derecha) ¢Podrta indicarme si Ud. se siente...? — Solo cataldn — Maés catalan que espafiol — Tan catalén como espanol — Mas espanol que catalén — Sélo espatiol En general, gestd Ud. muy satisfecho, bastante satisfecho, poco satisfecho o nada satisfecho con el funcionamiento de la democracia en Espafia? Y con estas frases, gestd Ud. muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo? — Gracias a los partidos la gente puede participar en la vida politica — Los partidos sélo sirven para dividir a la gente — Sin partidos no puede haber democracia — Los partidos se critican mucho entre st, pero en realidad todos son iguales ci COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL 52 . to ae débiles, insatisfactorias desde el punto a, ae licaciones débiles, 0 de todey, den Poe ars que un grado elevado ahaa Por la Politica mi canes niveles de participacion Sinem argo, ml i en Puede te v icipacié zca un eee der que una mayor participacion pro lu: Oe es la causa y cual el efecto? En cualquier a aque lo que hace que | isti i interés por la politica? a distintos niveles de miitic Bon doris las actitudes no operan en el vacio, sino en contextos ma, cados por otros factores no personales, como las caracteristicas de |g, candidatos, de los grupos y organizaciones, de los temas 0 cuestiones po. liticas (issues), que también pueden tener un efecto relevante sobre ¢| comportamiento. 4.4, RECURSOS DE GRUPO Y MOVILIZACION Si sélo tenemos en cuenta las actitudes politicas ignoramos el con. texto social y politico de los electores. No todos los ciudadanos viven ni actian bajo los mismos estimulos, por lo que no podemos olvidar el papel que juegan las relaciones sociales y politicas de los individuos con otros individuos y especialmente con asociaciones civicas y politicas. Los con- tactos con amigos, colegas, familiares, vecinos, personas con intereses compartidos, las organizaciones y asociaciones de distinta naturaleza, tie- nen un rol movilizador muy importante. La movilizaci6n politica es el proceso a través del cual instituciones, organizaciones o personas inducen a los ciudadanos a participar politica- mente. Desde esta perspectiva, la participacion politica seria una respues- ta a los estimulos del entorno, mas que el resultado de actitudes y recur sos individuales (Rosenstone y Hansen, 1993). De manera indirecta las redes sociales (familia, amigos, entorno laboral, vecindario) producen efectos movilizadores al ejercer presién sobre los individuos 0 proporcio- nar incentivos Para participar. Algunos ciudadanos, especialmente en dl entorno familiar mas cercano, intentan convencer a otras personas de la orientacién que deben dar a su voto. También se sabe que la participacin en un movimiento social est4 fuertemente relacionada con el hecho de co” nocer a una persona participante en ese movimiento. if La importancia de los recursos de grupo queda de manifiesto cua pensamos que buena parte de la participacié iti la cola- boracién en catapafias al a pacin politica (como panias electorales, la firma de peticiones, la convocator# votantes (Bartolini, 2000), La participacié les ee a 8rupos y organizaciones sociales y politicas (ta “portivas, culturales, religiosas, juveniles, de ve EL COMPORTAMIENTO POLITICO 53 nsumidores, padres, colegios profesionales, grupos de mujeres, nos: CO sindicatos, organizaciones solidarias, plataformas civicas, etc.) pa orecer la participaci6n politica a través de distintos mecanismos SE ocasiones se denominan recursos de grupo. aa primer lugar, la participacién en asociaciones contribuye al desa- de habilidades sociales, es decir, permite a las personas «entrenar- » en Ja participacion dentro de la asociacién o la organizacion, lo que fe jlitara posteriormente la participacién en el Ambito politico. Dirigir se reunion, organizar un congreso, preparar un proyecto, participar en yna junta o asamblea, defender publicamente un punto de vista, son acti- vidades que sirven tanto para la participacion en asociaciones cfvicas como para la participacion en el ambito de la politica. En segundo lugar, las personas en contacto con organizaciones 0 asociaciones de cualquier tipo estan expuestas a un nimero mayor de contactos personales, y por lo tanto también a mayores flujos de infor- macion de todo tipo. Ademias, los miembros pueden utilizar la infraes- tructura y los recursos materiales de su asociaci6n u organizaci6n para su actividad politica individual. Por tltimo, las asociaciones y organizaciones pueden ejercer una movilizacién directa e intencionada, dirigida a que sus miembros parti- cipen politicamente. Esta movilizacién directa suele ser mas frecuente cuando la asociacién persigue objetivos claramente politicos (partidos, sindicatos, asociaciones u organizaciones feministas, pacifistas, ecologis- tas, etc.). que €| rrollo Recursos de grupo, movilizacion y participacién Habilidades cfvicas Participacién en asociaciones =~ Informacién y recursos” organizativos Participacién polftica Movilizacién directa Ya sea porque aumenta las habilidades y competencias cfvicas, por- que facilita contactos sociales, informacién y recursos organizativos, © porque hay una movilizacién directa, el hecho es que la participacion en asociaciones y organizaciones (especialmente si éstas son de naturaleza Politica) incrementa la participacion politica. A la hora de ejercer una movilizacién polftica directa los agentes movilizadores (sindicatos, iglesias, partidos politicos, etc.) no actiian so- bre todo el mundo por igual, sino que centran sus esfuerzos en determina- das personas: COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL litica es el producto de la interaccién stray gente participa espontaneamente ep Te ‘icipan cuando los politicos, partides © impliquen [...] + Bis i v cctas Jes convencen de que se imp: wd Sus eft et de interés y activistas les cont nen de a ‘oviliary cudnio ea ceicas, su determinacion de 2 q y cus ovina estratégicas, a ode la participaci6n publica en la politica norteamer a al conto ‘i6n pu nl ; ae politico a la participacion politica (Rosenstone y Han Se, 1993: 228). ipacion po! y lideres. Poca tos publicos. Al contrario, pat La partic de ciudadanos una posicién social mas central y con még te sibles para los agentes movilizadore. pueden a su vez desempefiar un papel ice eran ie Otre, personas cercanas (familiares, colegas, vecino ee or ello, los ciy, dadanos con mas recursos individuales y mayores conexiones sociaj., suelen tener una probabilidad mas elevada de ser movilizados directa. mente (por partidos, asociaciones y organizaciones) e indirectamente ia través de conversaciones y contactos con otras personas). Asi, aunque Ix recursos de grupo pueden servir para compensar las desigualdades socia. les en la participacion producidas por los recursos individuales, tambiéy pueden llegar a acentuarlos. En el proceso movilizador los medios de comunicacién tienen también un papel cada vez mds importante. Los medios dan visibilidad a los actos participativos, especialmente si éstos son de protesta, lo que por un lado incrementa su eficacia y por otro puede tener un efecto multipli- cador. Los lideres politicos utilizan cotidianamente la cobertura de los medios para movilizar apoyos. Sobre el papel de los medios de comunica- cién (y del uso que de los mismos hacen los politicos) existen sin embargo visiones contradictorias. Para algunos, éstos pueden ejercer un verdadero efecto movilizador sobre los ciudadanos: comunican informacién y emo ciones que empujan a la participacién (Norris, 2001). Para otros, los me- dios de comunicacién y en especial la televisién producen sentimientos de malestar entre la ciudadania, lo que se refleja en actitudes de cinismo po litico y menor participacién (Putnam, 2002). Los ciudadanos con cursos individuales son mas acce’ 4.5. EL CONTEXTO INSTITUCIONAL Y POLITICO Las instituciones pueden ser definidas como reglas, formales € infor- males, que marcan pautas de comportamiento. Asi, el comportamient politico no estaria definido unicamente por intereses y motivaciones 4 cardcter individual, sino por una légica tendente a respetar las normas S7 ciales, culturales y politicas. Las instituciones pueden alterar los costes beneficios de la participacién, y pueden ayudar a resolver problemas accién colectiva, incentivando bien la cooperacion, o bien el free-ridins: Esta definicién de instituciones es muy amplia, ues en ella se puede? Ui cluir tanto reglas de naturaleza estrictamente politica (como el sistem? EL COMPORTAMIENTO POLITICO 55 -al o los mecanismos de democracia directa), social (como la fami- elector ural (como las fiestas patronales). lia) Caenie del contexto politico e institucional un elemento fundamen- ara la participacion es la estructura de oportunidades politicas, es tal p Jas caracteristicas del contexto politico que proporcionan incentivos eee ie la gente participe en acciones colectivas afectando a sus expecta- a Me éxito o fracaso (Tarrow, 1997). La estructura de oportunidades po- liticas y SU efecto sobre la participacion se ha analizado especialmente en relacion con los nuevos movimientos sociales. La participacion se intensi- fica cuando se abre una estructura de oportunidades politicas, es decir, cuando se abren canales de acceso a los ambitos de toma de decisiones que permiten esperar que la protesta obtenga resultados. La descentralizaci6n territorial es un elemento que favorece este acceso al proceso de toma de decisiones, ya que cuanto mayor sea la cer- canfa entre el cargo publico responsable y el ciudadano, mis facil sera el acceso de éste al primero. En los estados descentralizados hay m cen- tivos para participar en la base del sistema, lo que facilita la aparicién de los movimientos de caracter territorial (por ejemplo, nimbys). Por el con- trario, en los estados fuertemente centralizados y con capacidad para im- poner decisiones politicas los actores colectivos deben acudir a la cumbre del sistema politico para hacerse oir, lo que dificulta la participacién. La distribucién funcional del poder es otro de los elementos insti- tucionales que pueden incidir sobre la participacién. Se considera que el sistema es mas abierto cuanto mas clara y nitida es la separaci6n entre ejecutivo, legislativo y judicial. La independencia del poder judicial es e: pecialmente importante para facilitar el acceso de los movimientos socia- les. La mayor intervencion de los jueces que se ha desarrollado en los ulti- mos tiempos también ha favorecido la movilizacion politica. La elite dominante puede ademas adoptar distintas estrategias de acci6n frente a la protesta. Las estrategias exclusivas se caracterizan por la represion de los conflictos, y elevan el coste de la accién colectiva. Las estrategias inclusivas se dirigen a la cooptacién de demandas, es decir, in- tentan integrarlas en el sistema de toma de decisiones. En muchos casos las estrategias inclusivas son una forma de control social mas eficaz que las represivas. Por ejemplo, en los paises del sur de Europa, Francia y Alemania se han caracterizado en el siglo xix por estrategias represivas, lo que ha originado movimientos obreros mas radicales y fragmentados. En los paises escandinavos y en Gran Bretafia las estrategias inclusivas han favorecido la moderacién y la unidad. De la misma manera, las formas mas moderadas de protesta se dan con mas frecuencia en los sistemas institucionales mas incluyentes, mientras que las formas ilegales o inclu- So la violencia tienden a producirse en sistemas histéricamente excluyen- les y represores. Otros aspectos de la estructura de oportunidades son mas dindmi- Cos: la estructura de alianzas (los actores politicos que apoyan la movili- zacion proporcionan recursos y oportunidades para los provocadores) COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL 56 + ar (la distribucién de poder entre log dig): ola ee del pod ae de partidos y de representacign ° actores a a earnints més concretos, una cierta inestabilidad Politicg ne Percept de que las cosas pueden cambiar) 0 las division: a las elites dominantes (parte de ae cuales pueden alinearse i el movimiento de protesta) son aspeclos n e S eae € Oportunid. des politicas que facilitan la aparicion y © lesarrollo de movimientos ciales. 5. Las consecuencias de la participacion En el apartado anterior hemos analizado el comportamiento y |, participacion politica centrandonos en sus causas 0 explicaciones: qué factores favorecen la participacién? En esta secci6n la atencién se dirige hacia los efectos o consecuencias de la participacién: ¢qué cambios 0 dife. rencias produce la participacién? Se trata de una pregunta mucho mis di- ficil de contestar, ya que estos efectos pueden manifestarse sobre muchos elementos distintos del sistema politico. gPuede la participacién cambiar las actitudes de los ciudadanos, aumentar su interés por la politica, incre- mentar su compromiso civico? ¢Son las decisiones tomadas con la parti- cipaci6n de los ciudadanos mas o menos eficientes a la hora de resolver problemas que aquellas en las que éstos no intervienen? ¢Serfan los resul- tados de las elecciones diferentes si todo el mundo votara? ¢Puede una ex- cesiva movilizacién producir una crisis en el sistema politico? No hay duda de que por complicadas que sean estas preguntas, son muy relevan- tes politicamente. Sin embargo, los estudios empiricos que han afrontado su contrastacién son muy escasos, por lo que gran parte del debate se basa mds en supuestos que en anilisis de datos. A continuacién intentare- mos dar respuestas a algunas de ellas. 5.1. ¢CUALES SON Los EFECTOS DE LA PARTICIPACION SOBRE EL INDIVIDUO? En el apartado anterior se Puso de manifiesto cémo determinadas actitudes favorecen la participacié iti + nte- ee Pacién politica. Cuando rsona se inte resa por la politica, se considera co! eres embargo, entenderse en s. par lo que produce y desa: eficacia, el conocimiento entido contrario: cy si fuera el hecho de partici ie determinadas actitudes como el interés, !# ela Tealidad politica de nuestro alrededor? EL COMPORTAMIENTO POLITICO 57 n los demas. También puede proporcionar informacién util para fianZ © idiana, apoyo social, bienestar y satisfaccién personal, habilida- la vida ce s, etc. Por otro lado, la participacién politica intensa también des civic? ducir una cierta desilusién, al comprobar el abismo entre obje- ede an dos y logros conseguidos, o crear actitudes intolerantes, exclu- tivos esp enfrentamientos con otros colectivos y ciudadanos. sions yidentemente, no todas las formas de participaci6n tienen el mis- fecto sobre los individuos. Este puede variar en funcién de factores mo ¢ el grado de implicacién que suponga para el ciudadano (en térmi- arn estuerzo y dedicacién) o su continuidad en el tiempo. Por ejemplo, e revisible que el voto tenga un efecto muy modesto, que como mucho, - de llegar a reforzar a lo largo del tiempo algunas actitudes de lealtad in un partido politico. En cambio, la participacién en organizaciones oliticas como miembro activo tiene un efecto mas fuerte, en la medida en que el individuo recibe de manera continuada més estimulos, y su de- dicaci6n es mayor. : i En su estudio sobre la participacién politica, Parry, Moyser y Day (1992) concluyen que la participacion politica no produce un incremento en la percepcién del nivel de conocimiento politico de los participantes. Sélo los que han trabajado en campafas y en el interior de partidos politi- cos reconocen que han aprendido. Sin embargo, son datos que se basan en la percepcién de los propios individuos, que como sabemos no son buenos jueces de si mismos. Este efecto educativo de la participacién se concentra, ademas, entre los ciudadanos mas participativos y con mas re- cursos. Las actitudes polfticas no parecen verse muy favorecidas por la participacién: la mayoria de los participantes afirma que su valoracién de la politica ha empeorado a rafz de su participacién. A pesar de que no re- conocen aprender mucho, y de que la participacién no proporciona una visién idilica de la politica, los ciudadanos hacen una valoraci6n positiva de la eficacia de sus acciones. Alrededor del 75 % afirma que consiguié enviar «el mensaje» y el 50 % afirma incluso que recibié una respuesta. La sensibilidad y la capacidad de respuesta del nivel local es sustancialmente mayor que en el nivel estatal. 5.2. ¢CUALES SON LOS EFECTOS DE LA PARTICIPACION SOBRE LAS POLITICAS? Uno de los argumentos a favor de la democracia representativa es que la participacién directa de los ciudadanos en la toma de decisiones eleva mucho el coste de las mismas. Asf, la delegacién del poder en unos pocos hace que la toma de decisiones sea mas gil, rapida y econdémica. Entre reunir a los 10.000 vecinos de un municipio en asamblea para deci- dir si se peatonalizan las calles o a qué hora se cierran los bares, y dejar que la decision la tome el pleno municipal, parece sin duda més sencillo ‘© segundo. Cuando los problemas son excesivamente complejos, se pue- © recurrir al asesoramiento de técnicos 0 expertos en la materia de que 58 COMPORTAMIENTO POLITICO Y ELECTORAL Z cision mas acertada y efjc,, se trate. Asi, el fed oe su mayor parte regent ei esta perspectiva, los cludacalor © por sus problemas personales ae mal informados y mas Deora mejores decisiones. » Cifci, mente pueden contribuir a tom: ién y la informacién se hacen mas Pero a medida que la ere se hacen mas com a % sibles, y que las oa a en la toma de decisiones puede. a k participacion de los ciuda olitico, asesorado 0 no por técnicos We 7 elementos importantes. Un p' hoque frontalmenie con Ja Der. tos, puede tomar una decisién que choq S Preferen, e ‘ incluso de aquellos que le han votado. Estas d cias de los ciudadanos, inc ; ec. i den no ser aceptadas por gente que se ve directamente alec. slones pucds 16 Ja factibilidad social tada; es decir, su aceptacién y por lo tanto la : ‘al pueden verse mermadas. La participacion directa de los ciudadanos NO resuelye todos los problemas, ni garantiza la eficiencia de las decitames ylas poli. ticas, pero puede facilitar su aceptacion y su legitimi a lad. : Dentro de las democracias representativas, los ciudadanos tienen ca. pacidad de intervenir en los procesos de toma de decisiones de manera in. directa cuando se organizan politicamente en partidos politicos, grupos de interés y asociaciones de distinta naturaleza. Los politicos suelen con. sultar a las organizaciones y asociaciones directamente afectadas por las decisiones que tienen que tomar, para, en mayor Oo menor medida, tener en cuenta su posici6n. La participacién politica y la densidad asociativa de una sociedad, aspectos que forman parte del capital social, puede inci- dir en el rendimiento institucional de un sistema politico. Putnam y sus colegas (1993) afirman que en Italia el rendimiento institucional de las regiones (la capacidad de detectar necesidades, resol- ver problemas y gestionar administrativamente) depende no tanto del grado de desarrollo socioeconémico, sino sobre todo del tejido social y politico (el capital social). Donde la vida politica y social se caracteriza por numerosas asociaciones, ciudadanos interesados por la politica, in- formados y activos, el gobierno y la administracién se ven estimulados para funcionar mejor. En el caso norteamericano, Putnam detecta dife- rencias en el nivel de rendimiento educativo, sanitario, econdémico, en la calidad del gobierno, y los niveles de tolerancia e igualdad en funcién del capital social de los estados. En una obra Posterior Putnam (2002) rela- ciona el capital social con la inteligencia, la salud, la seguridad, la rique y la gobernabilidad democratica, Pero solo una parte de los Ciudadanos esta afiliada a este tipo de or- ganizaciones politicas y Sociales, por lo que la inmensa mayoria se qu uso cuando también esté afectad4 i sin capacidad de influencia directa, incl Po - decisién ola Politica en cuesti6n. Recientemente se han desarrolla- eon ea ce ie Participacién directa de los ciudadanos (cons toma de decisione: eae Como miembros de una asociaci6n) ¢" - S$; como los consejos Ciudadanos o los presupuestos P@ timos, puestos en marcha en ciudades 0 “gre, Albacete © Dos Hermanas, han log? ticipativos (Font, 2000). Estos ul tan distintas como Porto Al | EL COMPORTAMIENTO POLITICO 59 racion mas eficaz y unos efectos redistribuidores significati- do que nuevos canales de participacion no necesaria- can un exceso de demandas, sino que los ciudadanos son de las limitaciones (en este caso presupuestarias) y acttan al inist ° una A demostra' “te impli -cjentes nscie cesponsablement®- r 53 {CUALES SON LOS EFECTOS DE LA PARTICIPACION SOBRE LA DEMOCRACIA? sila participacion es un componente esencial de la ee fare rincipales efectos sobre el sistema politico es proporcionarle legi- de sus F democratica. En general, parece haber acuerdo en el hecho de timidad ee acién convencional (el voto, la afiliacién y participacién ue la noe a izaciones politicas) es buena y saludable para Ja democra- ee entativa. El capital social beneficia no s6lo a individuos, sino oe tein la comunidad. La confianza y la participacién ciudadana per- a n solucionar problemas colectivos con mayor facilidad porque favo- ne la cooperacién y reducen los costes de los intercambios sociales. Los efectos de la protesta politica y de la participacién no convencio- nal son mas controvertidos. Para algunos, un cierto grado de apatia es sa- ludable para la democracia, ya que reduce las demandas transmitidas al sistema. Una elevada participaci6n en forma de protesta, por el contrario, indica descontento, puede producir una saturacion del sistema e incluso puede generar inestabilidad politica al desafiar a la autoridad. Asi, el au- mento de la participacion no convencional fue percibido en su momento como una amenaza a la democracia representativa. Desde otro punto de vista, el incremento de las formas de participa- cion y la expansion de la participaci6n no convencional no suponen una amenaza para el sistema de democracia representativa, sino que lo com- plementan. Estas formas ain hoy emergentes de participacién politica son beneficiosas porque incrementan el control de la ciudadania sobre la politica y los politicos. Para una concepcién emancipativa de la democra- cia, los efectos de este tipo de participacién espontanea no pueden ser sino positivos. __ Sin embargo, para que la participacién proporcione legitimidad al sistema es necesario que sea una participacién no sesgada, es decir, una Participacién que no se limite a un grupo social con un perfil determina- do. En el caso de la participacién politica no convencional se requieren a habilidades y recursos, lo que puede producir un mayor sesgo socio- Ho delene en la participacion (frente al cardcter mas universal, igualita- Ca EI reto de las democracias es extender las estructuras de 80 politicn s on que todos los ciudadanos puedan participar en el proce- ravés de un amplio repertorio de formas de participacion, lo le dificil de conseguir fuera de los canales electorales. rect que es mas d pe (CO Y ELECTORAL RTAMIENTO POLIT! 60 COMPO! Resumen : jtulo hemos analizado algunas de las Cuestig, En este primer cap! " zi én polftica?, :aué fa." ae 5: ¢qué ué no es participacion polluica?, ¢qué facy mas importanes. ee : mete tiene? = la explican?,

You might also like