CEMENTOS ECOLÓGICOS

INTRODUCCIÓN

Al pensar en las grandiosas culturas de la humanidad vienen a nuestra mente, tal vez sin darnos
cuenta, las distintas muestras arquitectónicas que nos han dejado como legado, lo que quiere
decir que uno de los rasgos más característicos de la presencia humana en determinado territorio
son sus construcciones. Me refiero a cuando se menciona, por ejemplo, a la cultura Egipcia,
automáticamente la relacionamos con sus pirámides; o cuando hablamos de las culturas clásicas,
Griega y Romana, inconscientemente estaremos trayendo a nuestra memoria edificaciones como
el Partenón y el Coliseo; o incluso si menciono a nuestra cultura Inca, seguro que entre lo más
representativo estará Machu Picchu. De este modo fijamos nuestra atención en una actividad que
desde siempre nos ha acompañado, la construcción civil, con relación a esta nos enfocaremos en
un aspecto concreto, fundamental y que ha representado siempre un desafío para los
realizadores, hablamos del ensamblaje y sostén de los elementos en toda edificación. En general
estos materiales de cohesión son llamados ‘morteros’. Los egipcios empleaban una mezcla a base
de yeso; los griegos se valieron de ceniza volcánica y cal viva, y conforme transcurrían los siglos se
iban adoptando morteros de lo más variados (cabe destacar la notable excepción en el caso de
Machu Picchu, los incas no usaron morteros, sino una extremada precisión para hacer encajar los
bloques de piedra). Pero no fue sino hasta el siglo XIX cuando apareció el primer prototipo del
mortero que usamos actualmente, cuyo componente esencial a estudiar es el cemento (los otros
son la arena y el agua).

A grosso modo se puede decir que el cemento está compuesto precisamente de arcilla, cal y yeso
(más adelante se analizará su composición química). La cal empleada es la cal viva, que se obtiene
tras la calcinación a elevadas temperaturas de la piedra caliza, la cual es un tipo especial de piedra
sedimentaria (formada por acumulación de sedimentos) que le brinda sus principales propiedades
al cemento. De hecho la obtención, trituración y calcinación de la piedra caliza son prácticamente
las ¾ partes de la elaboración del mismo, lo que se obtiene hasta aquí se denomina Clinker, para
que sea cemento ya solo hace falta molerlo finamente y agregarle algunos aditivos, el más
importante es el yeso, que es el material regulador de fraguado (propiedad de endurecimiento del
cemento al contacto con el agua).

En la industria de la construcción el cemento es irremplazable, no solo se usa como mortero para

armar los muros, también es básico en pavimentos, zapatas, columnas y vigas, tarrajeos, etc; razón
por la cual la industria del cemento se ha convertido en una de las principales a nivel mundial. Sin
embargo, el crecimiento de la misma ha significado graves problemas para el planeta. Entre otros,
hablamos de la sobreexplotación de un recurso natural no renovable, como lo es la piedra caliza,
lo cual está alterando irreversiblemente la naturaleza de nuestros ecosistemas; además la emisión
de ingentes cantidades de CO2 al ambiente, la insólita cifra del 5% a nivel mundial.

En el contexto actual, donde lo que se busca es un desarrollo sostenible; esto es “la reconciliación
entre crecimiento económico, recursos naturales y sociedad para evitar el perjuicio de futuras
generaciones”, urgen soluciones al problema que está representando el cemento. Felizmente,
luego de esforzadas investigaciones, todo apunta a que ya se ha conseguido esa respuesta, que
vendrían a ser los llamados “Cementos Ecológicos”.