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Expte.

Nº25935 caratulado "URRIBARRI, Sergio Daniel - BAEZ, Pedro Angel - BUFFA, Germán
Esteban S/ NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN
PÚBLICA"----------------------------------
///- RANA, 27 de abril de 2018.-
VISTOS:

Estos autos caratulados "URRIBARRI, Sergio Daniel - BAEZ, Pedro Angel - BUFFA, Germán
Esteban S/ NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN
PÚBLICA", traídos a Despacho para resolver y
CONSIDERANDO:

1.- Que a fs. 503/515 el Sr. Juez de Transición Nº2 de esta ciudad, Dr. Gustavo Maldonado,
resolvió dictar el procesamiento de Sergio Daniel Urribarri, Pedro Ángel Báez y Germán Esteban
Buffa, como co-autores del delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función
pública los dos primeros, y en calidad de cómplice primario el último nombrado.-
2.- Que a fs. 527/529 vto. se presenta el Dr. Raúl Enrique Barrandeguy, co-defensor del imputado
Sergio Daniel Urribarri, con el patrocinio letrado del Dr. José C. Pérez, interponiendo formal recurso
de apelación contra dicho procesamiento.-

En primer lugar se refiere a los antecedentes del caso, e indica que tanto la exigencia de
probabilidad asertiva sobre los hechos imputados como la exigencia de adecuación típica de los
mismos, se presentan como los dos principales agravios.-

Respecto del primero, señala que no existe ninguna prueba de la materialidad del hecho imputado.
En este sentido expresa que su defendido negó cualquier relación con la empresa "Global Means"
así como con sus miembros y que nada ha desmentido dicha afirmación; que tampoco se ha
probado que el mismo haya participado de una maniobra delictiva "de común acuerdo y en
connivencia previa con el Sr. Germán Esteban Buffa, presidente de la firma Global Means S.A.",
como se consagra en el procesamiento que se recurre; y finalmente, que las conclusiones sobre el
factum atribuido se fundan en el hecho de que Urribarri suscribió el Dec. Nº1057/12, sin más
elementos que lo vinculen con la empresa contratista prenotada; por lo que considera que el auto
de procesamiento sólo trasunta un acto de voluntad judicial que su enjuta fundamentación no
alcanza a ocultar.-

Asimismo, resalta una desconsideración de la prueba de cargo, y manifiesta que las peculiares
circunstancias de la elección del contratista han sido interpretadas con error superlativo,
precisando que el hecho de que de la fecha de la propuesta fue posterior a la orden de publicidad -
que reconoce como un error- no puede cargarse a Urribarri, ya que el procedimiento de
contratación jamás le podría corresponder a un gobernador. Sostiene además que en condiciones
de irregularidad procedimental, los órganos de control no habrían aprobado ni la contratación, ni el
pago del gasto.-

Agrega que no se consideró en absoluto en el procesamiento, la fs. 8 del Expte. 22/12 donde
consta que el 15 de marzo de 2012 el Ministro de Cultura proveyó: "Una vez realizada la
correspondiente reserva preventiva solicito retornen las presentes actuaciones a este ministerio, a
fin de obtener la sanción de la norma legal que aprueba y autorice la contratación publicitaria
interesada en autos". Y adiciona que el Juez de Instrucción también guardó silencio respecto del
volante de fs. 9 del referido Expte. 22/12 en donde luce la intervención preventiva de la Delegación
de la Contaduría General prevista por la Constitución; como así también respecto de los sellos de
la Oficina Legal y Técnica del Gobierno de la Provincia y de la Secretaría Legal y Técnica del
Ministerio de Gobierno de Entre Ríos que lucen en las dos páginas del Dec. 1057/12, quienes -
considera- examinaron el trámite sin encontrar motivos para formular oposición.-

En cuanto al segundo de los agravios, se expresa que hay una desconsideración sobresaliente de
las exigencias materiales contenidas en la descripción típica contenida en el art. 265 C.P.P., y en
este sentido afirma no ha sido objeto ni de imputación ni de prueba, el verbo "interesarse" que
soporta la tipicidad legal, y que su defendido, lejos de haberse interesado en la contratación que
motiva la denuncia, en ningún caso manifestó, comunicó o trasuntó el interés que castiga la norma
penal.-

Finalmente considera que la revocación del auto recurrido se impone como un acto de razón y de
justicia, lo que así solicita, así como el dictado a favor de su defendido, de la medida prevista en el
art. 333 del C.P.P. por verificarse en el sumario los supuestos previstos en el art. 335 incs. 2) y 3)
del mismo cuerpo legal.-

3.- Que a fs. 541/546 también se presenta el Dr. Ignacio Esteban Díaz, abogado defensor de Pedro
Ángel Báez, interponiendo recurso de apelación contra el auto de procesamiento dictado.-
En primer lugar se refiere a la fecha de la propuesta y refiere que Buffa explicó en su declaración
que la propuesta debió ser reconfeccionada en razón de que no se había consignado que el monto
era con el IVA incluido, y que a raíz de ello se incurrió en el error de colocar en la propuesta, la
fecha de la corrección. Y agrega que sin la idea de la publicación propuesta no se podría emitir
orden de publicidad alguna ya que no se pueden saben las exigencias de publicidad, costo y
demás. Asimismo, en cuanto a este punto, afirma que si hubiera existido alguna intencionalidad de
parte de la autoridad administrativa al realizar tal orden de publicidad, ello -la fecha de la orden de
publicidad- habría sido demasiado evidente.

En otro orden de ideas dice que no se ha tenido en cuenta el descargo de su defendido en la


indagatoria en el sentido de que cuando se le otorga a la DGIP el deber de publicar los actos de
gobierno, no podía parar a esperar que todos los medios que quisieran operar con el estado
debieran estar inscriptos en el registro de medios y que esa fue la razón de la existencia y
consignación de requisito previo de la preinscripción, en donde los mismos no eran tan
exhaustivos, tan precisos y conminantes como la inscripción acordada al momento de la
contratación con el estado.

Por otro lado, aclara que el Estado no contrata al momento de expedirse la orden de publicidad
sino que éste es un acto tendiente a realizar las reservas presupuestarias para que una vez
obtenida, nadie pueda ocupar esa reserva; y esto es lo que se llama realizar las previsiones
presupuestarias. Continúa diciendo que hasta allí no existe contratación alguna de parte del estado
sino que está subordinado a una resolución suspensiva: que se cumpla con todos los demás
requisitos exigidos para dar cumplimiento a las exigencias del registro de medios sin cuya
inscripción definitiva no podría contratar con el estado. Y por la otra parte, a que se verifique el
cumplimiento de la obligación (prestación) de parte de prestador de conformidad y acorde a lo que
se encomendó en la orden de publicidad. De lo contrario no surge obligación alguna de parte del
estado si la publicación de los avisos no se ajusta a lo solicitado o contenido en la orden de
publicidad. Explica que por ello, no podrá aducirse válidamente que el estado ha contratado con
una empresa inexistente porque precisamente al momento de verificarse el cumplimiento
prestacional y dictarse el decreto respectivo, tal empresa estaba en orden.

Finalmente afirma que no existe en esta causa, violación alguna de las normas que rigen el
procedimiento administrativo, las que han sido rigurosamente examinadas en su aplicación por los
órganos de control constitucionales del gasto público (Oficina legal y técnica de la Gobernación y
Secretaría legal y técnica del Ministerio de Gobierno). Que ello conforma un cuadro de legalidad
tanto procedimental, por la CGP, como legal, realizado por la Fiscalía de Estado de la Provincia, y
también posterior al dictado del decreto por el HTC.

Adhiere a los recursos de las demás defensas en cuanto, hace reserva del caso federal, y solicita
que haga lugar al recurso revocando el procesamiento dictado y decretando el sobreseimiento de
su defendido.

4.- Atento a lo solicitado por los apelantes, se fija audiencia in voce a fin de informar verbalmente
en virtud del art. 475 C.P.P. Así, en primer lugar, el Dr. Raúl Barrandeguy lee la imputación y
manifiesta que implica una dificultad defensiva muy importante pero que sin embargo entienden
que "direccionar" es orientar hacia un fin. Que ese direccionamiento requiere de alguna conducta
pero que en este caso no hay prueba de ello; que no solo no se define el hecho sino que tampoco
hay esfuerzo probatorio alguno. Afirma que saben perfectamente que el auto de procesamiento
implica un juicio de probabilidad pero que el punto es que no hay absolutamente ninguna prueba.
Además manifiesta que se ha desconsiderado prueba de descargo, y se refiere al informe del fiscal
de estado que simplemente se lo menciona, sin hacer el juez valoración alguna del mismo.
Expresa que este informe hace referencia a la legalidad del procedimiento, al encuadre legal, a la
intervención de la Contaduría General de la Provincia, entre otras cuestiones que considera de
relevancia. Que a su entender tiene un valor desincriminante total, y debió al menos ser analizado
por el instructor. Agrega que tampoco fue valorado lo expresado por el ex Ministro de
Comunicaciones y Cultura a fs. 8 del expte. 1301524. Esto somete al bloque de legalidad este
proceso. Afirma que estas dos pruebas son, desde su punto de vista, concluyentes demostraciones
de que el auto de procesamiento carece de fundamentación adecuada y debe ser dejada sin
efecto.

Finalmente hace referencia a que luego de la modificación del código penal en la figura del 265 del
código penal se incorpora que es necesario que el sujeto se interese en miras de un beneficio
propio o de un tercero; es decir que requiere un acto pero además con un fin preciso y diferente del
dolo mismo. Ese plus subjetivo que se requiere no ha sido examinado en absoluto por el juez.
Agrega que la Cámara de Casación Penal, con voto del Dr. Chaia, en el año 2015, dictó sentencia
revocando la condena impuesta a Klein y Kranewitter juzgados por un hecho similar, y se dice que
si el Tribunal de Cuentas aprobó el gasto no hay mucho más que discutir; y en segundo lugar, que
no basta con la intervención de un funcionario con interés, sino más precisamente "interesarse", y
en pro de un beneficio propio o de un tercero. Entienden estas consideraciones, aplicables al
caso.-

Concluyendo agrega que no se les ocurre ninguna otra alternativa diferente del sobreseimiento,
pero que sin perjuicio de eso, en razón de las instrucciones de su defendido, y en el caso que el
tribunal no observara la faltante de indudabilidad del art. 333 inc. 2 del código, aceptarían que se
continúe investigando bajo la figura de la falta de mérito.-

Continuando con el mejoramiento del recurso, el Dr. Rodríguez Allende da continuidad al desarrollo
del Dr. Barrandeguy puntualizando cuestiones que el instructor considera como incriminantes.
Afirma que en este proceso contamos con tres testigos, los cuales pertenecen a la Dirección
Jurídica del Ministerio de Cultura y Comunicación de la época. Y el Sr. Juez se valió sólo de dos
para llegar a este estadio procesal. Tanto de la documentación, como de estos tres testigos se
estableció como primer punto, que no se sustrajo, no se alejó a los mecanismos legales por parte
del gobernador. Bien lo dijo el Dr. Barrandeguy cuando destacó el informe de la fiscalía de estado.
No es que lo hace el fiscal aisladamente, o porque se lo haya pedido Urribarri, sino que pasó
Contaduría General de la Provincia, pasó el Tribunal de Cuentas, el Secretario Legal y Técnico,
previo a la firma del decreto por parte del gobernador. Es decir que lo único probado es que el
gobernador firmó un decreto con todos los informes que decían que podía hacerlo. No podemos
exigirle que estudie expte. por expte. a ver si la firma está inscripta provisoriamente o no.-
Respecto a que se le endilga a Urribarri que cómo le va a dar la publicidad a esta firma teniendo en
cuenta la misma no estaba inscripta dentro de estos mecanismos donde cualquier empresa de
publicidad debe estar inscripto, expresa que los tres testigos coinciden en que las publicidades
cuando se licitan de forma excepcional, y que necesitan la rapidez de producirse, por eso la regla
es la excepción, y lo dicen los responsables del área jurídica del ministerio; y la contadora Teruel
explica que es muy probable que aunque no esté correctamente inscripta una firma, si lo está
provisoriamente en su calidad de empresa de publicidad, el hecho de que sea inexistente no es tan
así y los lleva a observar este punto con mucha cautela. O sea que puede estar en proceso de
inscripción.-

Por otro lado expresa que en la imputación dice que hay connivencia de Urribarri con Buffa pero,
de los elementos probatorios, no nos arrimamos ni siquiera a saber si Urribarri conoce a Buffa,
menos que el primero pretendía favorecer al segundo. No hay absolutamente nada en este
sentido, por lo que es necesario profundizar a ciencia cierta si el factum está cubierto.-
Descartado este punto, se refiere a la responsabilidad de los ministros, y no es que endilgue
responsabilidad al Ministro de Comunicaciones y Cultura, sino que hay roles que son de los
ministros, que asumen su propia responsabilidad, y en materia de publicidad, la responsabilidad es
del ministro correspondiente. Para eso está el ministro; luego se eleva el decreto a la firma al
gobernador, pero quien lo define es el ministro. Esta publicidad fue determinada por el ministerio
competente, no puede pasarse por otro lado, y en el ministerio también había controles, y
puntualmente en este expte también. El ministro es quien determina las característica de la
publicidad.-

Termina diciendo que creen que en este estadio procesal con estos elementos, fácilmente podrían
pedir el sobreseimiento en razón de la certeza negativa respecto de los elementos del objeto
procesal no están probados, y para cautela, a pedido de su defendido, más allá de solicitar que se
revoque el procesamiento, subsidiariamente solicita que se dicte el auto de falta de mérito.
También ejerce el derecho a mejorar el recurso, el Dr. Ignacio Díaz quien expresa que concuerda
en las consideraciones referentes a que son aplicables la ley 5140 y el decreto reglamentario
795/96, y agrega que este decreto establece en su articulado la posibilidad de la contratación
directa a través de dos sistemas: el de precios testigos y el de libre elección; pero no está de
acuerdo en la interpretación que hace de los mismos el juez. Se refiere a los precios testigos -
causales de excepción- y puntualmente que es aplicable el art. 135, y afirma que está de acuerdo
en ello, pero no en que se pretenda que este artículo sea aplicable cuando se trata del inc b), es
decir la libre elección, porque en este caso es aplicable el art. 141 (siempre refiriéndose del decreto
ya mencionado). Explica que no es imperativo para los dos casos, el 141 dice que aún se puede
aplicar la libre elección sin otro aditamento para el caso de que se hubiera producido precio testigo.
Entonces este 135 no es imperativo para el segundo caso, se aplica el 141; de otra manera no
habría ninguna diferencia entre ambos sistemas.- Por otro parte entiende que en el tema
publicidad, el precio testigo es dificilísimo o imposible de aplicar, por la variación de publicidades
que existe entre radio, televisión, diario, y dentro de la televisión no es el mismo el costo de un
canal a otro, o incluso de un programa a otro. Por eso el precio testigo no puede ser exigible.-
Y en segundo término se refiere a la propuesta de fecha posterior a la orden de publicidad.
Manifiesta que el juez de transición ha considerado que ello era un error burdo, no haciendo lugar
a aunque sí mencionando la explicación que dio Buffa; y se explaya al respecto. El propio juez
admite que puede suceder, dice "puede existir este error", pero no le satisface porque hay otros
elementos. Pero en este respecto no ha tomado los testimonios de Teruel y Dimier quienes
también manifestaron que obedecía a un error. Sin embargo en función de los otros aspectos, no
admite la existencia de este error.-

El tercer tema que menciona está referido a otro de los fundamentos del procesamiento, que es la
invocada "no inscripción" de Buffa en el Registro de Medios, que este registro esto obedece a que
el estado lo que hace es cumplir con el principio republicano de gobierno, al publicar los actos de
gobierno. Sin embargo, al crear el registro de medios el estado se encuentra con que es imposible
ya con los requisitos para la inscripción definitiva pudieran existir empresas que cumplieran con
todas las exigencias, pero mientras tanto no puede el estado interrumpir la publicación de los actos
de gobierno. Por eso se establece este art. 3 de la inscripción provisoria a fin de que las empresas
en tanto cumplieran con todos los requisitos para el registro, pudieran realizar la oferta o las
propuestas, y no afectar de esta manera la obligación estatal. Agrega que Dimier lo dice con
claridad. No es que Buffa no hubiera estado inscripto, o que se le hubiera permitido la violación,
sino que estaba así establecido para todas las empresas.-

Se refiere también a la orden de publicidad y afirma que la misma no es un contrato, diciendo que
desde el punto de vista del que hace la propuesta, es un acto jurídico pero que está sujeto a una
condición suspensiva. Esto está perfectamente contenido en el código civil y comercial. Precisa
que cuando se emite una orden de publicidad es un acto unilateral, no está firmado, y está
condicionado a un hecho futuro e incierto. Algunos autores con razón lo han calificado no como
una relación contractual, sino como una pre-relación, con alguna posibilidad de posible contrato,
por esta subordinación. Agrega que este acto futuro no solo es el cumplimiento de una prestación,
sino que también del cumplimiento de los requisitos exigibles para estar registrado por el registro
de medios, porque sino no se paga, como dijeron los testigos. El contrato nace entonces a través
del consentimiento del estado por medio del decreto. Ahí nace la relación contractual y la
obligación del estado, no antes. Agrega que concordante con esto, que también autores
reconocidos, administrativistas, tal como "Teoría general de los contratos administrativos" de
Miguel Ángel Berchelt, 2da edición, Editorial Palma, pág 270.- Sostiene que en consecuencia,
considerar que se había contratado es absolutamente inexacto, y es tal así que el art. 94 del
decreto referido no exige monto exacto sino aproximado en la reserva presupuestaria, que se hace
en función de la orden de publicidad. Ello obedece a que hay un margen que establece el estado
porque éste no va a pagar nada que no se haya hecho, y si tiene que pagar por ser divisible, lo
pagará proporcionalmente y por esto muchas veces el estado para evitar un enriquecimiento sin
causa, el estado fracciona los pagos. Esto es la prueba más cabal de que el contrato existe recién
cuando se dicta el decreto aprobando y autorizando el pago. Desde el punto de vista administrativo
interno, afirma que la orden de publicidad es un acto interno de la administración pública. Ya se
refirió a lo que es para los terceros. Internamente es para hacer la reserva presupuestaria, para ver
en primer lugar si el estado tiene plata, segundo para ver donde se va a sacar la partida
presupuestaria, y tercero, para que ese dinero ya esté reservado para el fin y el instituto del estado
que sea, y otro estamento no pueda ocuparlo. No más que eso. Al momento del dictado del
decreto, que pasó previamente por dos legales y técnicas, la de la gobernación y la de legal y
técnica, la firma en cuestión ya estaba inscripta, ya había cumplido con todos los requisitos. En
esto no puede haber direccionamiento, ni interés ni nada, en cuanto a la imputación del delito.
Sobre todo porque fue una medida para todos. Por ello adquiere mucha importancia cuando el juez
dijo "pudo haber sido un error" esto de la fecha anterior, porque estas consideraciones no fueron
tomadas en cuenta por el instructor. Así es que adquieren realidad y verosimilitud los dichos de
Buffa.

Concluye solicitando se revoque el procesamiento dictado y se dicte el sobreseimiento de su


defendido o en su caso, al menos la falta de mérito, y en su caso se tenga por reiterada la reserva
de caso federal que ya dedujo en su escrito de interposición.-

Concedida la palabra a la Dra. Matilde Federik, la misma propicia la solución opuesta a la


sostenida por los defensores, ya que entienden que el auto recurrido debe ser confirmado porque
sus fundamentos aunque escuetos son sólidos y inconmovibles luego de los esfuerzos argumentos
escuchados. Quiere contestar muchas cosas, incluso algunas que no fueron planteadas
previamente, a las que no se opusieron porque quisieron darle la mayor amplitud. En primer, afirma
que se presenta una fragmentación de los hechos por parte de los hechos, se ha circunscripto al
decreto y los controles previos. Pero la cuestión versa sobre la orden de publicidad a la que sí se
refirió el Dr. Díaz. Otra cuestión previa a la que quiere referirse es a la crítica de la imputación,
como si el uso del verbo "direccionar" impidiera entender qué es lo que se le está imputando,
aclara en primer lugar que los imputados han ejercido su derecho de defensa declarado, y en
segundo lugar que lo que se direcciona, según la imputación, es la contratación pública hacia una
empresa inexistente en aquel momento y que el interés que se les reprocha es al momento de la
emisión de esa orden de publicidad.-

Manifiesta que la primer cuestión que se presenta es la cuestión de las fechas, es decir la fecha de
la propuesta y de la orden de publicidad, y afirma que se ha argumentado por parte del Dr. Díaz
intentando explicar que la orden de publicidad sea de fecha 1/7/2011 y que la propuesta de la
empresa "Global Means S.A." sea del 15/7/2011, es decir, quince días después. Explica que
refieren las defensas a un error material, que podría haber pasado pero pero no pasó, y lo dice
porque en primer lugar la aclaración del iva, la puede hacer alguien inscripto en ese impuesto. Pero
ni siquiera existía como sujeto en el mundo jurídico, menos frente a la AFIP, como condición de
responsable ante el iva.-

Afirma que la segunda cuestión que surge de esta orden de publicidad es que tiene un primer sello
que es el de la Dirección General de Información Pública, y luego el del Ministerio de Cultura y
Comunicación, que se crea mucho después, y es ahí cuando se lo refolia, sugestivamente, porque
es ahí cuando se agrega esta foja previa para tratar de justificar estos precios testigos que por un
lado dicen que no son necesario, pero por otro lado, los ponen. Agrega que este Ministerio se creó
mucho después, seis meses después con lo que entienden que ésta fue la fecha de inicio para que
esta primera foja se incorporara luego al expte. que se crea con posterioridad a la emisión de la
orden de publicidad. Indica que solo la orden de publicidad así sola, sin un paso previo, sin un paso
posterior, es lo que tuvieron a la vista el gobernador y el director para emitir la orden de publicidad.
Adelanta desde ya que la orden de publicidad no es un contrato no tiene mayor valor jurídico,
porque la orden de publicidad genera la obligación por parte del estado bajo la condición de que se
publique bajo los mismos términos que están para que se pueda luego gestionar el cobro con el
expte. correspondiente. Y agrega que todas estas consideraciones están en la parte de atrás,
todas las consideraciones que tienen que ver con que esto es una oferta aceptada para el estado y
por lo tanto le podemos dar el nombre de contrato. Afirma que la cuestión de la fecha posterior se
vincula estrictamente con el pago de esta orden de publicidad, y además la reserva del gasto se
hizo recién en el 2012, no con carácter previo o con esta orden de publicidad emitida por parte del
estado. Se presenta esta propuesta de publicidad porque como surge del otro lado, es necesario
generar el expediente para lograr el cobro de la publicidad que se realice.-

Otra cuestión que le llama la atención de esta propuesta es que ya estaba con el logo de la
empresa, y si bien es posible que la haya tenido, es poco posible, pero además no tiene sello de
recepción ni en el ministerio ni en la dirección; está con total informalidad. Agrega que incluso
desde la defensa de Urribarri se ha esbozado que es responsabilidad es del ministerio, y que no se
le puede cargar en las espaldas del gobernador y manifiesta que desde luego saben que el
gobernador no va a estar cotejando cada uno de los exptes., para eso están los controles previos,
pero que no puede firmar esto está totalmente claro; obligar al estado por $118.000 con tan solo
una foja, sin un cotejo de precios ni absolutamente nada no es posible hacerlo y si se lo podemos
cargar al gobernador; es casi un cheque en blanco, es una contratación pública y no puede obviar
los pasos de la ley. Sostiene que estas irregularidades tan groseras las que permiten sostener que
hay un interés de que se contrate con una empresa inexistente en el momento de la emisión de la
orden, esto es un interés fuerte en la suscripción de este contrato. Nada de error material.-

Por otro lado se refiere a la inscripción de Global Means en el registro de medios. Está claro que al
tiempo de la emisión de la orden de publicidad, la empresa no existía porque se inscribe en
persona jurídica mucho después. El 25/2/08 se decretó la unificación de la publicidad estatal en la
Dirección General de Información Pública, es decir que se trató de centralizar la contratación de
todo lo que es la publicidad estatal, en cabeza del imputado Báez. Un año más tarde, el 13/2/09 se
crea el Registro de Medios, que tenía por fin que no se pudiera contratar con empresas que no
estuvieran inscriptas debidamente, buscando la transparencia de los actos de gobierno, siguiendo
el principio republicano. Es cierto que en el art. 3 se mencionaba la posibilidad de la preinscripción
porque había un cierto periodo de regularización para que todos los proveedores del estado en
materia de publicidad, se inscribieran. Expresa la Sra. Fiscal que sin embargo, en el art. 2 de esa
resolución, la inscripción en ese registro era requisito ineludible para contratar con la dirección. Si
fuera como dice la defensa de que el contrato se da recién con el decreto, no estaba realizada la
inscripción definitiva a la que se aludía, pero sostiene que ni siquiera estaba hecha la
preinscripción porque basta mirar en el legajo de inscripción, el formulario de preinscripción online
donde se consigna el 16/9/2011 como fecha de constitución del contrato de la sociedad Global
Means. Se pregunta cómo se va a hacer una preinscripción el 1/7/2011 de una persona cuyo
registro de inscripción en la IGJ se da recién el 16/9/2011, y afirma que salvo que el Sr. Buffa tengo
poderes de adivinación y supiera cuales son los números que le iban a asignar a su presentación,
esto claramente fue hecho con posterioridad, es decir que al tiempo de la emisión de la orden de
publicidad no estaba inscripto ni preinscripto.- En relación al período ventana para regularizar la
inscripción, afirma que lo cierto es que había transcurrido más de dos años de que había sido
creado por lo que el nivel de exigencia de los propios asesores legales de la repartición debió tener
en cuenta estas cuestiones; asesores legales que vinieron a declarar y a defender su propia
negligencia en su propio control. Se pregunta qué urgencia había, era una publicidad, "Entre Ríos
exporta". No era una campaña de vacunación contra el dengue que tuviera que salir urgente, no.-
A su vez afirma que advierten otras irregularidades que hablan de la laxitud de los controles en el
expediente iniciado por el ministerio, porque se inicia ocho meses después de librada la orden de
publicidad, conforme puede advertirse de la fs. inicial del expte. administrativo; el 5/03/2012 se
inicia este expte. A su vez, agrega, la firma tampoco estaba inscripta en el impuesto de la propia
repartición provincial en la que tiene que tributar, es decir en Ater, recién se da el alta en en enero
de 2012. Es decir que se contrató con una firma que no existía, que no estaba inscripta, y además
que no estaba inscripta en el impuesto esencial, que es el de una repartición pública provincial. Y a
su vez en el legajo de inscripción que finalmente logra tener la inscripción con el paso del tiempo,
se incorpora documentación que acredita la condición ante los impuestos, con fecha muy posterior
a la que se le otorga la inscripción; es decir, hay documentación que es del año 2013 que están
incorporadas, y que debieron estar con fecha anterior. Todo este cúmulo de irregularidades, nos
habla del nivel de laxitud de los controles estatales para con esta empresa, no así con todos, al
menos no les consta.-

Por eso consideran que tal era el interés de Báez y Urribarri de contratar con esta empresa que
decidieron correr el riesgo de sortear todos estos mecanismos. El gobernador no puede firmar lo
que firmó sin ningún tipo de documentación que le de sustento. Está claro que con estas
intervenciones orientaron un fin determinado que era el de contratar con esta empresa. Se
pregunta porqué con esta. Y dice que existe prueba en el expte. y a agregar -ahora que han
tomado el timón de esta causa- que les permite sostener la relación directa entre la empresa
Global Means y Báez. En primer lugar sostiene que Buffa declaró conocer al hijo, haber asesorado
al hijo, haber asesorado a la mujer, haber asesorado a Báez, Bechara y Ostrosky, para un
emprendimiento de un apart hotel, pese a que terminó integrando esa sociedad la esposa de Báez,
Sofía Riquelme. La sociedad se llama "Innova Turismo" que se conformó para esa explotación.
Sospechosamente esa misma empresa fue creada y apoderado el Sr. Buffa ante la Afip, conforme
surge de las constancias de la causa, en la misma época en que ocurrieron estos hechos. El
7/9/2011 se presentó un poder ante la Afip del cual surge que el Sr. Buffa era el apoderado de esta
empresa. Esto no es casual. Dijo también Buffa en su declaración que el ministro, en ese
momento, le encomendaba tareas extra que tenían que ver con conseguir que las empresas que
contrataban publicaran cuestiones de Entre Ríos, y que a veces lo llamaba y hablaban por
teléfono, a veces. Según el cotejo de información que obra en la causa, según los listados de
llamadas telefónicas, surgen 166 llamadas entre Báez y Buffa entre mayo de 2011 y 30/01/2012,
que es el período que va entre el inicio de la contratación y su pago.-

Agrega que sin embargo la frutilla del postre es la que surge del registro de datos extra
protocolares de fs. 214 de la que surge Buffa como presidente del directorio de Global Means le
otorga una autorización de manejo del automóvil de propiedad de la firma, a la esposa de Báez,
Sofía Riquelme, y al hijo de Báez, Francisco Báez. Y lo hace porque claramente esta empresa
pertenece al menos al Sr. Báez. Esto es un claro indicio del móvil delictivo conforme lo analiza
Jauchen en el su tratado sobre la prueba. Esto explica porqué tanto interés. Además menciona que
la firma Global Means no solamente tuvo esta contratación, sino que ya habiendo regularizado la
registración, siguió contratando casi en su totalidad con el estado. Esto apoya el indicio que
sostienen.-

Explica que del informe del Banco Francés de los estados contables que acompaña el Sr. Buffa
ante dicha entidad, al 31/12/2011 tenía contrataciones con el Iapser, con el Bersa, con el Iapv, con
Enersa, con el Ministerio de Cultura, con la Dirección de Hidráulica, entre tantos otros; y por el
informe de la Afip por medio del se informa la facturación de Global Means también surge que
prácticamente en su totalidad se trataba de una empresa que hacía intermediación con la
publicidad estatal y las empresas. Esto sin mencionar las cuestiones que son de público y notorio
del Sr. Buffa y su vinculación con la empresa Saer que dirige la empresa "El diario" de Paraná que
tiene según se sabe una facturación de 52 millones de pesos, que al día de la fecha es embargada
por los propios empleados para cobrar sus haberes; empresa de la cual el Sr. Buffa era presidente
del directorio.-
Lo último que analiza es lo que se ha dicho respecto de que no hay prueba de la connivencia de
Urribarri hacia este hecho. Y afirma que difícilmente en hechos de esta naturaleza se encuentren
pruebas que no sean indiciarias, para sostener una atribución como esta; no se va a encontrar
conversaciones telefónicas porque sería imposible en una negociación incompatible tener pinchado
el teléfono antes, ni conversaciones de Whatsapp, ni testigos que vayan a decir esto. Sólo se tiene
el elemento indiciario y la posibilidad lógica del juzgador de analizar a la luz de la sana crítica y
concatenarlos porque todos son convergentes, máxime cuanto el procesamiento analiza la
probabilidad de la vinculación subjetiva y de la existencia del hecho. Concluye diciendo que ambos
extremos, a su criterio, se encuentran sobradamente probados.-

Seguidamente toma la palabra la Dra. Patricia Yedro y se refiere a una constante de las defensas
en relación a que los controles del gasto público e inversión de los causales impediría que se
investiguen estos ilícitos. Se busca justificar que el delito endilgado no se habría configurado
porque el gasto no mereció observaciones ni de la Contaduría General ni del Tribunal de Cuentas
en un control ex post. Analiza cuál es la extensión de estos órganos de control sobre los dineros
público y el tipo de responsabilidad que persiguen. Y afirma que tanto uno como otro surgen de la
convención constitucional de 92/93 y se diferencian entre sí en la etapa del control en la que
intervienen: la primera, preventivamente, analizando cómo se aplica ese dinero público y actúa
conforme el 210 de la Constitución Provincial y también la ley 9981 en sus art. 2, 3 y 5.
Contrariamente, el Tribunal de Cuentas, que también es un órgano autónomo de control, en este
caso externo, lo que realiza es una auditoría de cómo se invierten esos dineros públicos, en que se
gasta y se realiza una correcta aplicación por parte de los funcionarios que están encargados de
administrarlos y custodiarlos. Destaca que su control es ex post nunca concomitante con el gasto.
De todos modos la responsabilidad que persiguen ambos órganos, es de tipo patrimonial y
contable, y ambos intervienen en diferentes etapas del desenvolvimiento del gasto para verificar si
se ha producido un daño en las cuentas del estado y en su caso reclamarle al funcionario
responsable por esa mala aplicación. Dice que esto se desprende los art. 68 a 83 de la ley del
Tribunal de Cuentas que además es la única función jurisdiccional que le ha quedado al Tribunal
de Cuentas, llevando adelante el juicio de cuentas reclamando lo mal invertido y en el caso de
considerarlo responsable, reclamarle la devolución de aquello ha mal aplicado conforme su destino
presupuestario. Sostiene que a partir de ello, las características de esta actividad patrimonial son
diferentes, y la responsabilidad que le pudieran atribuir al funcionario es esencialmente diferente de
la que pudiere endilgarle cualquier otro tipo de responsabilidad que pudiere corresponderle, en
particular de la penal. Implica la existencia de un perjuicio patrimonial, el interés que se persigue es
la protección del patrimonio del estado, se persigue el resarcimiento de los daños. Reitera que esta
responsabilidad administrativa, esencialmente patrimonial, es totalmente diferente de la penal que
pudiera caberles a los investigados ya que cada una tiene su propia normativa, sus propios jueces
naturales, y en el caso de la responsabilidad administrativa, son esos órganos de control
constitucionalmente creados.

Agrega que esto no es algo antojadizo sino que así ha sido resuelto por muchos tribunales como la
cámara contencioso-administrativo en la causa "Gendarmería Nacional c/Montefelic" en el 2001.
Ello surge además de la lectura de los arts. 48 y 49 de la ley del Tribunal de Cuentas que en dos
capítulos diferentes refiere a los dos tipos diferentes de responsabilidad penal y administrativa.
Asimismo nuestro STJ ha sido tratado en el caso "Alfaro Fermín" del año 86. Entonces cuando se
intenta imponer la idea errada de que la aprobación de cuentas de los órganos de control impide la
configuración de los ilícitos investigados, cuando la ley del Tribunal de Cuentas habla de "juicio", de
"sentencia" o de "cosa juzgada" ello no puede ser asimilado a las decisiones de los tribunales de
justicia porque los administración no resuelve controversias sino que son decisiones unilaterales y,
como ya se dijo, genera una responsabilidad y si se lo quiere a través de un título ejecutivo a tal
punto que para ejecutarlo se debe recurrir a la Fiscalía de Estado. La controversia supone
contienda y como en la actividad de estos órganos administrativos no se da, se rige por el principio
de jerarquía del superior respecto del inferior. Al faltar la contienda, la actividad que hacen es
meramente administrativa y no puede influir en la cuestión penal y menos aún impedir que se
configuren los ilícitos que desde la Fiscalía se investigan. Tampoco puede hablarse de cosa
juzgada de las aprobación del Tribunal de Cuentas porque son revisables judicialmente, y le
compete al Poder Judicial, según la Constitución Provincial. También lo ha dicho la CSJN en la
causa "Fernández Arias c/Poggio". Por eso no se puede hablar de cosa juzgada, y mucho menos
asimilarla a la cosa juzgada judicial y a eso se refiere el art. 83 del Tribunal de Cuentas, haciendo
referencia a la imposibilidad de revisar ese acto pero en sede administrativa.

En cuanto a que la aprobación de esos gastos vendrían a ser como una cuestión previa no penal
que impiden la configuración del ilícito, afirma que de esta forma se pretenden modificar los tipos
penales que contiene el código que son delitos todos catalogados como hechos de corrupción.
Parecería que la investigación de estos hechos únicamente sería posible si el Tribunal de Cuentas
o la Contaduría General no hubieran aprobado las cuentas, pese a que ello no es exigido por el
tipo penal, por lo que ninguna incidencia puede tener en la cuestión penal. Explica que el tipo penal
escogido por el instructor para subsumir los hechos endilgados a Urribarri y Báez es correcto y se
consuma en el momento de interesarse es decir de inmiscuirse en aquel negocio en los cuales los
imputados intervinieron como funcionarios pero no exige un daño patrimonial a las arcas del estado
ni un beneficio para los funcionarios, y se consuma simplemente con interesarse, y ese interés
quedó manifestado al momento de la firma de la orden de publicidad. No caben dudas de que los
funcionarios en este caso se manejaron como particulares contratando, sin que su actuación sea
guiado por el interés de la administración pública, sobre todo teniendo en cuenta los altos cargos
públicos que ocupan que exigían un mínimo de transparencia en la contratación, que no existió.-
Refiere a aquellas opiniones que le fueron requeridas al fiscal de estado, porque fueron eso,
opiniones, una de las cuales fue agregado al inicio de la causa a tal punto que obra a fs. 11, y
manifiesta que esa opinión fue vertida de forma genérica y no en relación a esta contratación en
particular porque la hace en relación a 18 contrataciones que fueron anoticiadas por el
denunciante, D´agostino como irregulares, y que el juez instructor no consideró como tal, salvo en
el caso que nos ocupa porque siguió con la investigación de ésta y no en las demás. Entiende que
el fiscal de estado al momento de emitir esta opinión, lo hizo sin tener a la vista el cúmulo de
evidencias que hacen a la irregularidad de la contratación y lo liviano de los controles de parte de
los órganos competentes. Lo dice porque con posterioridad, ya en el 2017 el fiscal de estado, en el
marco de una investigación que ya se desarrollaba en la UFI de Investigación y Litigación,
agregado a fs. 494/500, expresó que el proceso de contratación directa es un procedimiento de
excepción que se da ante supuestos que la ley consigna. En este caso no había catástrofe ni
urgencia, se trataba a una publicación referida al campo.-

En consecuencia de todo lo expuesto, interesa que los recursos de apelación interpuestos sean
rechazados y que se confirme el auto de procesamiento dictado por el Dr. Maldonado contra
ambos imputados Báez y Urribarri por el delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de
la administración pública, ambos en calidad de autores.-

5.- Reseñados así los agravios contenidos en los escritos recursivos de los defensores técnicos y
el mejoramiento oral de sus fundamentos en la audiencia respectiva por un lado, y por el otro los
argumentos expuestos oralmente por las representantes del Ministerio Público Fiscal, previo a
ingresar al tratamiento de cada uno de los aspectos concernientes al auto de mérito recurrido, el
Tribunal considera conveniente recordar el concepto que brinda Julio Maier (en su obra "Derecho
Procesal Penal Tomo III. Parte General Actos Procesales", Editores del Puerto s.r.l., Buenos Aires,
2011 - 1º Edición, página 360 y ss.) quien al referirse al auto de procesamiento, expresa: "...El
procesamiento, según ha sido definido, consiste en la decisión judicial sobre la presunta
participación del imputado en el hecho punible que se le atribuye, una decisión que comparece
ante el fundamento de la gran probabilidad de la seriedad de la imputación; no requiere la certeza
que reclama la sentencia de condena, basta con la probabilidad de su existencia futura en la
realidad como resultado del procedimiento judicial. Más aún, se debería recomendar no expresar
más que aquello que exige la ley -y la ley sólo exige un juicio de probabilidad, que basta para
seguir adelante con el procedimiento y provocar la apertura del procedimiento principal...".-
Sobre esto, todas las partes coincidieron al manifestar en la audiencia que el auto de mérito
requiere para su dictado de un juicio de probabilidad asertiva respecto de la existencia del hecho y
de la vinculación subjetiva de los imputados, en el que los elementos de cargo sean superiores a
los de descargo. De hecho, así lo establece el art. 302 del C.P.P.E.R. (Ley 4.843).-
Es desde este prisma -en el entendimiento de que el procesamiento es una institución pensada
para el período preliminar del procedimiento penal-, que corresponde analizar si las conclusiones a
las que ha arribado el juez de grado para dictar la resolución recurrida encuentran fundamento en
la prueba colectada -que debe haber sido valorada conforme la sana crítica racional- y si, en
efecto, su decisión se muestra como una derivación lógica, razonada y fundada del derecho
vigente; o si por el contrario las razones de hecho y de derecho invocadas en el auto de mérito
recurrido no encuentran soporte argumental en la prueba colectada ni subsunción típica en norma
penal alguna, y por ende, tanto las premisas como la conclusión que conforman el razonamiento
plasmado en la resolución en crisis carecen de todo fundamento racional y, en tal caso,
correspondería ser revocada.-

Para un mejor orden de la exposición, se analizarán por separado los agravios que atañen a la
valoración de cuestiones de hecho y prueba, para luego dar tratamiento a los que refieren a la
interpretación de la ley aplicable al caso -calificación legal.-

Aclarado ello, el Tribunal ingresará en lo que sigue en el análisis de los diferentes agravios
planteados por los defensores técnicos de Sergio Daniel Urribarri y de Pedro Ángel Báez.-
I) Preliminar: sobre la descripción del hecho atribuido a los imputados.-
Si bien no luce como un agravio explícito en el libelo recursivo, el Dr. Barrandeguy expresó en la
instancia de la audiencia oral que en el hecho descripto en la imputación se les atribuye a los
imputados el haber direccionado una contratación, lo que se expresa con el uso del verbo
"direccionaron", cuya formulación en infinitivo es abstracta y por tal razón requiere de un mayor
esfuerzo argumental. Sostuvo el defensor que tal expresión debe traducirse en hechos materiales
concretos de acción, que el verbo direccionar significa orientar hacia un fin, y en tal sentido
requiere de una acción significativa final para trabar la controversia y permitir el cabal ejercicio del
derecho de defensa. En efecto, afirmó que se requiere de la descripción de alguna conducta
determinada en la imputación para permitir ejercer su correspondiente descargo, por lo que
entiende que en el caso no ha quedado definido con precisión el hecho que se tiene por probado.-
Bien, más allá de que el infinitivo del verbo en cuestión se traduce en la expresión "direccionar",
mientras que en la imputación el verbo está conjugado en el tiempo pretérito perfecto simple -
plural- del modo imperativo, es decir (ellos/ellas) "direccionaron", y dejando de lado esta digresión
lingüística, entendemos que el hecho atribuido a los imputados se encuentra debidamente
precisado, con detalle de las distintas circunstancias temporales y espaciales que configuran la
plataforma fáctica, lo que ha posibilitado cabalmente el ejercicio del descargo o defensa material y
técnica de los imputados. De hecho, es en ejercicio de su defensa material que los tres imputados
han prestado declaración indagatoria, sin haber formulado sus defensores técnicos observación
alguna referida a la alegada imprecisión del hecho objeto de la atribución delictiva en tal
oportunidad.-

En efecto, de la lectura del objeto procesal surge, resumidamente, que a los imputados se les
atribuye, en el ejercicio de los cargos públicos que dos de ellos ejercían, haber direccionado hacia
la empresa "Global Means S.A.", mediante la firma de la orden de publicidad Nº 2038 de fecha
01/07/2011, la contratación directa de dos avisos publicitarios ("Entre Ríos Exporta" y "Entre Ríos
Invita") a ser publicados en las ediciones Nº 91 y 92 de un medio gráfico (Diario Agroempresario)
correspondientes a los meses agosto y septiembre del año 2011, por el precio total de
$118.000,00. Surge además, que el direccionamiento atribuido se produjo previo acuerdo con el
restante imputado, titular de la firma contratada, y que a tal fin se sortearon los mecanismos legales
vigentes, contratando a una empresa que al emitirse la orden de publicidad no existía legalmente,
no se hallaba inscripta ni cumplía con los requisitos para estarlo.-

De la simple lectura del objeto procesal surge que el factum atribuido cuenta, a criterio del Tribunal,
con un detallado y circunstanciado relato de los distintos extremos espacio-temporales que
configuran la hipótesis delictiva, por lo que mal puede ser cuestionado por su vaguedad o
imprecisión, y en estas condiciones ha permitido -y permite- ejercer plenamente el derecho de
defensa, pues los imputados conocen claramente el hecho que se les endilga en esta instancia, y
en base al mismo oportunamente optaron por prestar declaración indagatoria.-
Dicho lo mismo en otros términos, se ha garantizado el derecho de los imputados a obtener una
comunicación eficaz del hecho intimado, el cual ha sido comprendido por sus destinatarios, y en
consecuencia se han encontrado desde entonces en condiciones de refutar la acusación y
controvertirla sin restricciones en el presente proceso penal.-

II) Agravios relativos a la errónea valoración de la prueba colectada.


a) Expresa entre sus agravios el Dr. Barrandeguy que la resolución de mérito se basa en un
erróneo juicio sobre el hecho imputado, en razón de que por un lado no existe ninguna
prueba de la materialidad del hecho atribuido, y por otro lado el juez de grado ha
desconsiderado la prueba de descargo incorporada a la causa.-
Funda la inexistencia absoluta de la prueba de la materialidad del hecho en que Urribarri en su
indagatoria negó cualquier relación con la empresa "Global Means S.A." -lo que no ha sido
desmentido por ningún otro elemento- y que tampoco surge de ninguna circunstancia que aquél
pueda haber participado de común acuerdo en una maniobra delictiva, siendo que tampoco se le
atribuyó nada concreto y determinado en este sentido. Por el contrario, considera que las
conclusiones asertivas sobre el hecho endilgado se fundan exclusivamente en la suscripción del
Decreto Nº 1057/12.-

Sobre la prueba de descargo, argumenta que ha existido un error en la interpretación de la


cuestionada propuesta del contratista, ya que el hecho de que la fecha de la misma sea posterior a
la fecha de emisión de la orden de compra -lo que evidentemente se explica por un error material-
no puede ser cargado a su defendido, a quien en su carácter de Gobernador no le compete realizar
un examen formal y detenido del procedimiento de contratación. Por su parte, en este punto
también coincide el Dr. Díaz, respecto de la imposibilidad de responsabilizar al imputado Báez, por
entonces Ministro de Cultura y Comunicación, por el armado del expediente administrativo y sus
pasos procedimentales.-

Respecto esta última circunstancia (orden de publicidad de fecha anterior a la propuesta de la


contratista), por su parte, el Dr. Díaz consideró que el juez de grado hizo caso omiso a la
explicación que brindó el imputado Buffa al momento de prestar declaración indagatoria, referida a
que en la propuesta original no había consignado el monto con IVA incluido, por lo que debió
reconfeccionar la propuesta, pero al presentarla nuevamente le puso la fecha de la segunda
presentación, sin darse cuenta de colocar la fecha de la propuesta inicial. Que ello resulta verosímil
pues de otra manera, sin la propuesta, no se podría haber emitido la orden de publicidad que se
sustenta aquélla.-

En relación la situación de la empresa "Global Means S.A." en el Registro de Medios, el Dr. Díaz se
agravia en que el juez de grado omitió considerar lo expresado por el imputado Báez al momento
de prestar declaración indagatoria, referido a los motivos que determinaron la sanción del Decreto
Nº 994/2008 GOB. del 25/02/2008 -que concentró toda la publicidad estatal en la D.G.I.P.- y la
Resolución Nº 01/2009 D.G.I.P. del 13/02/2009 que creó el Registro Integrado de Medios para que
no se pudiera contratar con ninguna empresa publicitaria que no se encontrara allí inscripta, cuyo
artículo 3º autoriza a realizar una pre-inscripción online, anterior a la inscripción definitiva y sin
tantos requisitos, para poder cumplir sin interrupciones con la exigencia constitucional de la
publicidad de los actos de gobierno.-

Para dar tratamiento a este primer grupo de agravios formulados, que versan sobre la errónea
valoración de los hechos y de la prueba rendida por parte del a quo al dictar el auto de
procesamiento, estimamos fundamental compulsar con detenimiento la documentación relativa al
trámite de contratación en el marco del cual fue emitida la orden de publicidad Nº 2038 del
01/07/2011 y presentada la propuesta de trabajo de "Global Means S.A." de fecha 15/07/2011.-
En primer lugar, de la carátula del expediente administrativo original Nº 1301524 (A.F. 22/12) "Sol/
Aprobación Entre Ríos Exporta- Entre Ríos Invita Global Means S.A.", surge que el mismo fue
iniciado el 05/03/2012 por el Ministerio de Cultura y Comunicación (más allá de que del volante
informático de movimientos del portal del gobierno provincial incorporado como prueba surge como
posible fecha de inicio el 17/02/2012).-
A fs. 01 luce agregada una propuesta de publicidad firmada por el imputado Germán E. Buffa -en
su carácter de Presidente de "Global Means S.A."- con membrete y logotipo de la firma,
correspondiente a avisos publicitarios en la ediciones de Agosto y Septiembre del periódico
"TIEMPO AGROEMPRESARIO", que consta en dos publicaciones por mes con un costo por aviso
de $29.500,00 IVA incluido. En el extremo superior derecho contiene fecha 15/07/2011, pero el
primer dato llamativo es que no contiene ninguna fecha de recepción, ni tampoco sello estampado
por parte del organismo que recibió ese documento (teniendo en cuenta la fecha consignada en la
propuesta, debería estar el sello de la Dirección General de Información Pública -D.G.I.P-, aunque
teniendo en cuenta la fecha de inicio del expediente, el sello receptor debiera haber correspondido
al Ministerio de Cultura y Comunicación -M.C.yC.-, que fue creado por Ley 10.093 del 21/12/2011,
sobre lo que volveremos luego).-

Otra cuestión a advertir, es que la propuesta de "Global Means S.A" tiene dos (2) sellos foliadores
en su ángulo derecho, ambos del Ministerio de Cultura y Comunicación, uno de los cuales está
estampado en color negro oscuro y el otro es menos perceptible, siendo este último el que tiene el
número "1" mientras el otro está completamente en blanco.-

Inmediatamente, se agrega a fs. 02 la Orden de Publicidad Nº 2038 firmada por los imputados
Urribarri y Báez, de fecha 01/07/2011, con membrete de la Dirección General de Información
Pública, donde se detallan los avisos a realizar por la empresa, por un monto total de $118.000,00
finales.-

Aquí también se observan ciertos detalles que llaman la atención. En primer lugar, la Orden de
Publicidad contiene un apartado para colocar el número de expediente (debajo del número de
orden y arriba de la fecha) que en el caso se completó con la leyenda "DGIP/DGIP", y así se omitió
hacer referencia al número de expediente en el marco del cual la misma se habría emitido.-
Otro detalle relevante es que la Orden de Publicidad también contiene, al igual que la propuesta de
"Global Means S.A.", dos (2) sellos foliadores estampados, pero difiere respecto de los sellos que
aquella contiene en que aquí hay un sello foliador que es de la Dirección General de Información
Pública (el de tinta más clara) y el otro sello es del Ministerio de Cultura y Comunicación, de los
cuales el primero tiene el número de folio "1" y el segundo el número de folio "2" aparentando
haber sido refoliado el expediente. Este doble estampado de sellos foliadores (uno de la D.G.I.P. y
el otro del M.C.yC) se mantiene invariable hasta la fs. 08 del expediente.-

Sobre este punto, es importante tener en cuenta que el Ministerio de Cultura y Comunicación fue
creado por Ley Nº 10.093 de fecha 21/12/2011 y que antes de esta fecha existía la Dirección
General de Información Pública, que adquirió luego de ese entonces el rango ministerial.-
Del análisis de estas primeras dos fojas surge como probable que el expediente administrativo Nº
1301524 haya sido iniciado únicamente con la incorporación de la Orden de Publicidad (que tiene
consignado el número de folio "1" con sello foliador de la D.G.I.P.), y que luego haya sido refoliado-
ahora con sello del M.C.yC. (más allá de no contener la leyenda correlativa "pasa a ser folio Nº..."),
pasando entonces a ser folio número "2", para guardar correlación con el primer número de folio
que pasó a ocupar -luego del refoliado- la propuesta publicitaria de "Global Means S.A." que está al
inicio del trámite.-

En consecuencia, también surge como probable que la propuesta de publicidad de "Global Means
S.A." haya sido incorporada al expediente administrativo, al menos, con posterioridad al
21/12/2011 (fecha en que se creó el Ministerio de Cultura y Comunicación), pues el sello foliador
que contiene es del referido ministerio, siendo que por otro lado no hay constancia alguna de la
recepción formal de tal propuesta -de fecha anterior- que permita afirmar que la misma fue
presentada al organismo el mismo día en que está fechada, es decir, el 15/07/2011.-

De allí surge también como altamente probable el hecho de que al momento de firmar Urribarri y
Báez la Orden de Publicidad Nº 2038 de fecha 01/07/2011, dicho documento haya estado suelto,
huérfano, y no inserto en el trámite de un expediente administrativo, teniendo en cuenta que el
expediente Nº 1301524 tiene como fecha de inicio el día 05/03/2012 (o 17/02/2012), es decir, más
de siete meses después de la fecha en que firmaron la Orden de Publicidad en cuestión.-
Repárese al respecto que, tal como surge de las consideraciones de la resolución recurrida, el juez
de grado no ha basado el juicio de probabilidad respecto de la autoría responsable de Urribarri y
Báez de los hechos investigados únicamente en base a la firma del Decreto Nº 1057/12 -por el que
se autorizó el pago de la publicidad contratada- sino, entre otros elementos de prueba, en base a la
suscripción en tales condiciones irregulares -por parte de ambos- de la Orden de Publicidad Nº
2038 del 01/07/2011, es decir, probablemente sin contar en ese momento con una propuesta
publicitaria y sin contar, probablemente tampoco con una actuación administrativa iniciada para tal
fecha.-

La cronología de las fechas consignadas en los documentos, revela que la Orden de Publicidad Nº
2038 por $118.000,00 (de fecha cierta 01/07/2011) fue emitida con anterioridad a la propuesta del
publicista (posiblemente de fecha 15/07/2011, pero de fecha cierta todavía posterior), lo que hace
difícil, sino imposible, explicar cómo hicieron los imputados para evaluar al momento de firmar la
Orden de Publicidad la razonabilidad en la relación precio producto, y para realizar la reserva
preventiva del gasto estimado, conforme lo exigen los artículos 13 y 14 de la Ley de Contabilidad
Provincial Nº 5140 y el art. 94 del Decreto Nº 795/96.-

Más allá de que el sentido común -y la normativa- indican que la propuesta de publicidad o
presupuesto de "Global Means S.A." debe necesariamente haber existido con fecha anterior a la
emisión y firma de la Orden de Publicidad Nº 2038, cabe destacar que tanto los testigos Mariela del
Carmen Teruel (fs. 303/306) como Pablo Dimier (307/309) fueron claros y contestes al sostener
que sin una propuesta de publicidad o presupuesto es imposible que se genere una orden de
publicidad, ya que el procedimiento de contratación se inicia justamente con el presupuesto del
medio, en base al cual se confecciona luego la orden de publicidad, razón por la cual el
presupuesto debe ser de la misma fecha de emisión de la orden de publicidad o anterior, pero
nunca debe ser posterior ya que la orden se hace en base a ese presupuesto.-

Ello, dejando de lado que ambos testigos minimizaron el asunto, y optaron por inferir que la
discordancia de fechas entre la orden de publicidad y la propuesta de "Global Means S.A." en el
caso concreto posiblemente obedecería a un error de impresión, que no obstante, aún en ese
caso, debiera haber sido observado y requeridas las explicaciones por los organismos de control
legal y técnico, tal como lo sostuvo Dimier.-

La declaración indagatoria brindada por el imputado Germán Buffa, sobre la cual las defensas
pretenden tener por explicada -en base a la invocación de un error material involuntario- la
discordancia que existe entre la fecha de la Orden de Publicidad y la fecha consignada en la
propuesta de "Global Means S.A.", no resulta razonable que sea valorada como elemento
desincriminatorio, pues los extremos vertidos en su descargo material se desvirtúan a poco que se
analiza la prueba colectada.-

Así, resulta ilógico pretender explicar, en esta instancia, que el Presidente de "Global Means S.A."
primero presentó una propuesta sin incluir el IVA en el precio, y luego, al serle requerido que
agregara tal concepto, volvió a presentar una propuesta corregida, y sin darse cuenta le puso la
fecha en que elaboró esta última, cuando en lugar de ello debería haber consignado la fecha del
presupuesto presentado inicialmente.-

Ello en primer lugar, porque nada de lo dicho al declarar en su indagatoria se encuentra


corroborado por constancias documentales. Entendemos que si tales correcciones u
observaciones hubieran tenido lugar en el marco de un expediente administrativo, las mismas
habrían sido volcadas formalmente en un simple proveído por el empleado o funcionario
requirente, y además en el expediente deberían obrar en orden cronológico tanto la propuesta
originaria (sin IVA), como la observación o corrección por parte del organismo y luego la propuesta
corregida (IVA incluido).-
En segundo lugar, y esto es aún más importante, que según surge de la constancia de alta en
AFIP de la empresa "Global Means S.A.", en la misma se consigna fecha de Contrato Social el
15/08/2011, y fecha de inicio de actividad principal (642010 - F-150) del 10/2011 para todos los
impuestos registrados, lo que torna inverosímil que en el mes de julio de 2011 se le haya requerido
a "Global Means S.A." que incluya el IVA en su presupuesto, siendo que no estaba inscripto ante la
AFIP, porque ni siquiera existía como persona jurídica (ya que su Estatuto Constitutivo es de fecha
15/08/2011, según surge de la prueba incorporada a la causa - Copia de Escritura Pública
realizada ante la Escribana Pública M. Florencia Capilla De Viale).-

Otro dato relevante que sugiere la existencia de irregularidades en la tramitación de las


actuaciones administrativas referidas, es que la reserva preventiva del gasto (volante de registro de
compromiso de expediente) obrante a fs. 09, por el monto de $118.000,00 se realizó con fecha de
imputación el 29/02/2012, esto es, más de seis meses después de la emisión de la Orden de
Publicidad Nº 2038 del 01/07/2011, de lo que se infiere que la misma habría sido emitida sin la
reserva del gasto previa que exigen las leyes de contabilidad pública provincial.-
Mención aparte merece la circunstancia de que el expediente administrativo Nº 1299284 (A.G.
885/3) por el que se tramitó el pago de la publicidad contratada, según su carátula fue generado en
fecha 24/03/2012, mientras que según el volante del seguimiento informático del portal del
gobierno de la provincia incorporado a la causa, habría sido iniciado el 10/02/2012, lo que
probablemente significa que el trámite tendiente a efectivizar el pago de la publicidad contratada
haya sido iniciado con anterioridad inclusive al trámite Nº 1301524 que contiene la propuesta de
"Global Means S.A." y la Orden de Publicidad Nº 2038 (iniciado posiblemente el 17/02/2012).-
De todo lo anterior, surge como probable en esta instancia procesal que, además no haberse
respetado la normativa vigente en materia de contrataciones, tampoco han sido observadas
debidamente las prescripciones de la Ley Nº 7060 que rige el procedimiento de los expedientes
administrativos en el ámbito de la administración pública provincial (concretamente en los arts. 13 a
16 que rigen el recibo, registro y movimiento de expedientes, los arts. 33 a 42 que regulan el
trámite general de los expedientes y los arts. 43 a 46 que establecen cómo se debe proceder al
foliado, agregación y desglose).-

También surge con alta probabilidad, que las instancias de control que intervinieron en la
tramitación del expediente no fueron lo suficientemente exhaustivas para detectar las
irregularidades formales y sustanciales apuntadas.-

Corresponde de aquí en adelante dar tratamiento a los argumentos esgrimidos por las defensas
técnicas relativos a la inscripción -o preinscripción- de la empresa "Global Means S.A." en el
Registro de Medios creado por Resolución Nº 01/2009 D.G.I.P, para el momento de la
presentación del presupuesto y de la Orden de Compra Nº 2038.-

Sobre este asunto, surge de las probanzas que durante la gestión de Báez a cargo de la entonces
Dirección General de Información Pública, se sancionó el Decreto Nº 994/GOB. del 25/02/2008
(que concentró la contratación de publicidad de las diferentes reparticiones de gobierno bajo su
órbita -realizando las adecuaciones presupuestarias necesarias para transferir el presupuesto a
dicha Dirección General y que en su Anexo I reglamentó la formulación de planes de medios y
contratación de campañas y espacios publicitarios) y la Resolución Nº 01/2009 D.G.I.P.del
13/02/2009 que creó el Registro Integrado de Medios, cuya pre inscripción por parte de los
proveedores constituye un requisito ineludible para contratar con la D.G.I.P. publicidad oficial, tal
como lo prevé expresamente su art. 2º.-

Ahora bien, en el caso concreto, la prueba colectada indica en primer orden que la empresa
"Global Means S.A." registra como fecha de ingreso del comprobante de alta -según sello de
recepción de la D.G.I.P.- el día 01/11/2011, donde se le asigna un código de identificación al
medio, y donde se consignan los datos fiscales de la empresa "Global Means S.A." a saber:
número de CUIT (30712050108), condición frente al IVA (Responsable Inscripto) y condición frente
al Impuesto a las Ganancias (inscripto), seguidamente, obra en la documental remitida el formulario
de "preinscripción de medios online", con datos de la persona jurídica (nombre, tipo social) y datos
contrato constitutivo (lugar, fecha y años de duración). Allí, la persona que llenó vía web dicho
formulario de preinscripción online consignó que "Global Means S.A." tiene contrato constitutivo en
Capital Federal, inscripto en fecha 16/09/2011 y fue creada por 99 años, con número 19859 en el
Registro Público de Comercio (I.G.J.).-

A eso se debe adicionar el dato ya referido, de que la mencionada empresa se dió de alta en AFIP
para los distintos impuestos a partir del período fiscal 10/2011, figurando como fecha del contrato
constitutivo de la sociedad el 15/08/2011. Lo mismo surge de la fecha de inicio de actividades
obrante en la factura emitida por la empresa obrante a fs. 04 del expediente Nº1299284 por el que
se gestionó el pago del servicio prestado. Allí también se encuentra a fs. 08 la constancia de
inscripción en el impuesto a los Ingresos Brutos - Convenio Multilateral- que contiene fecha de alta
el 01/10/2011, al tiempo que las constancias de inscripción de la empresa en la ATER de fs. 12 y
13 consignan como fecha de comienzo de actividades el 01/10/2011 (Ingresos Brutos - Convenio
Multilateral) y el 06/12/2011 (Impuesto de Sellos).-

Del contenido de la información consignada en los formularios de preinscripción online en el


registro de medios, el comprobante de alta en dicho registro (de fecha de recepción 01/11/11) y de
la constancia de inscripción en AFIP y ATER de "Global Means S.A.", se infiere con alta
probabilidad, que al momento de haber sido emitida y firmada la Orden de Publicidad Nº 2038 (de
fecha 01/07/2011), dicha empresa no existía legalmente en el mundo jurídico como persona de
existencia ideal -pues no estaba constituida-, por ende no se encontraba inscripta ante el fisco
nacional ni provincial, ni tampoco se encontraba inscripta ni pre inscripta en el registro integrado de
medios (pues si se consignó en este último formulario de preinscripción tanto la razón social como
el número de CUIT de la empresa y la fecha de inscripción en la I.G.J. del contrato constitutivo de
la S.A., necesariamente su llenado debe haber sido con fecha posterior a que se constituyera e
inscribiera en el Registro Público la entidad y a que se diera de alta en AFIP, pues lógicamente,
nadie podía conocer con anterioridad al 16/09/2011 tales datos).-

También sobre este punto fueron claros los testigos Dimier y Teruel. El primero explicó que el
trámite para la inscripción de proveedores de publicidad en el Registro Integrado de Medios,
consiste en que el proveedor debe llenar el formulario de preinscripción en el sistema on line, las
personas jurídicas deben informar los datos de constitución, inscripción en la Inspección General
de Justicia, representantes legales, apoderados, datos fiscales, medios a cargo. Teruel, por su
parte, indicó que para contratar con una empresa primero se emite la orden de publicidad, para ello
la empresa debe estar preinscripta, que este trámite puede hacerse on line; aclarando ambos
testigos que la empresa tiene que haber estado preinscripta, pues de lo contrario es imposible que
se haya emitido la orden de publicidad.-

Contrasta con los elementos probatorios reseñados -y por ende se torna inverosímil- lo relatado en
su declaración indagatoria por Germán Buffa, respecto de que completó el formulario de
preinscripción on line en el Registro Integrado de Medios de "Global Means S.A." a mediados de
junio, mientras tanto continuó la formación de la empresa y días después le llegó la orden de
publicidad, explicando que había podido pre inscribir a la empresa sin que estuviera constituida
porque no había muchos requisitos, no se le requería el número de CUIT, por lo que ingresó los
datos que le eran solicitados, y que no había campos obligatorios.-

En el mismo sentido, debe ser analizado el informe obrante a fs. 392 de autos, donde el Ministerio
de Cultura y Comunicación respondió al Oficio Nº 1504 del 24/10/2017 (motivado en la medida de
prueba interesada por el Dr. José Velázquez -defensor técnico de Buffa- a fs. 379 y ordenada su
producción a fs.381), informando que el proveedor German Esteban Buffa se encuentra inscripto
en el Registro Integrado de Medios desde el año 2010, remitiendo documentación de la que surge
que efectivamente había sido inscripto como monotributista bajo el nombre de fantasía "B&P
Consulting" en fecha 26/10/10 -según el sello receptor de la D.G.I.P.- pero nada se informó
respecto de la inscripción o pre inscripción online de "Global Means S.A.", lo que, como surge de
los respectivos comprobantes de alta y preinscripción antes referidos, probablemente ocurrió recién
luego del 16/09/2011.-
Dentro de la exposición de agravios, el Dr. Díaz también refirió que la disposición del art. 3º de la
Resolución Nº 01/2009 D.G.I.P de fecha 13/02/2009 que dispuso la preinscripción online de los
proveedores de publicidad, obedeció y fue motivada en la necesidad de no interrumpir la manda
constitucional de garantizar la publicidad de los actos de gobierno propia de un sistema
republicano.-

Cabe en este punto considerar que desde la fecha de creación del Registro Integrado de Medios a
la fecha de firma de la Orden de Publicidad Nº 2038 transcurrieron más de dos (2) años, de lo que
es razonable inferir que los medios interesados en contratar publicidad con el gobierno tuvieron el
tiempo suficiente para convertir la pre inscripción online en inscripción definitiva, cumpliendo con
los requisitos legalmente exigidos.-

Por otra parte, de la naturaleza de los avisos publicitarios "Entre Ríos Exporta", "Entre Ríos Invita"
que conforman el objeto de la imputación, surge que los mismos no formaban parte de aquellos
actos de gobierno respecto de los cuales sí rige el imperativo de dar inmediata publicidad para
surtir determinados efectos (por ejemplo un decreto o una ley provincial, un llamado a licitación
pública, etcétera) -lo que en muchos casos se encuentra garantizado con su publicación en el
Boletín Oficial de la Provincia- sino que tenían por fin comunicar una determinada impronta de la
gestión de gobierno (tal como lo refirió Báez en su indagatoria, como parte de una estrategia para
acercar al gobierno a los productores agrícolas luego del conflicto con el campo), y en tal sentido
no revestía ninguna urgencia proceder a su difusión. Distinto hubiera sido el caso, de, por ejemplo,
la necesidad de dar a conocer de manera urgente un plan de acción para alertar a la población
sobre alguna pandemia o epidemia que requiera de la toma de medidas de precaución inmediatas
para prevenir su propagación en la población de la región.-

b) Un segundo grupo de agravios formulados por ambas defensas técnicas, que también
versan sobre la errónea valoración de los hechos y de la prueba colectada al dictar el auto
de mérito recurrido, son aquellos referidos a que los procedimientos administrativos han
sido regulares, lo que es sostenido en base a que intervinieron durante tramitación los
distintos órganos y estamentos de control -previo y posterior- del gasto público, sin haber
formulado observaciones, lo que se corrobora con el contenido del Informe obrante a fs.
11/16 de la Fiscalía de Estado de la Provincia y que, dada la inexistencia de deficiencias
procedimentales, no se ha producido perjuicio alguno.-
Afirmaron que tal control del gasto existió y que el juez de grado no lo consideró en absoluto, tal
como se desprende de fs. 08 del Expte. 22/12 (Nº 1301524) donde el 15/03/2012 el imputado Báez
ordenó la remisión del expediente para la reserva preventiva del gasto y luego solicitó su retorno al
Ministerio de Cultura y Comunicación a fin de obtener la sanción de la norma legal que apruebe y
autorice la contratación publicitaria interesada; así como también surge del contenido de fs. 09 del
mismo expediente administrativo, donde obra la intervención preventiva de la Delegación de la
Contaduría General de la Provincia. Finalmente, sostienen que tampoco fue valorado por el juez de
grado el hecho de que el Decreto Nº 1057/12 fue intervenido por la Oficina Legal y Técnica del
Gobierno y la Secretaría Legal y Técnica del Ministerio de Cultura y Comunicación, quienes
examinaron el trámite sin motivos para formular oposiciones.-

Sobre las intervenciones obrantes a fs. 08 y 09 del expediente administrativo Nº 1301524, cabe
resaltar en primer lugar, que la providencia de fs. 08 firmada por el imputado Báez, fechada
15/03/2012, que se dirige al Director del Servicio Administrativo Contable de la Gobernación,
cuenta al momento de su pase con la doble foliación de la D.G.I.P. y del M.C.yC. -y posible
refoliación- antes mencionada, de lo que se infiere que posiblemente para ese entonces la
propuesta de publicidad de "Global Means S.A." ya había sido insertada en el expediente (pasando
a ocupar el primer folio, como lo referí antes), por lo cual resultaba menos ostensible y, por ello
más difícil de detectar, la probable emisión de la Orden de Publicidad Nº 2038 sin contar al
momento de su firma con la propuesta publicitaria, que se desprende de falta de sucesión
cronológica entre ambos documentos según sus respectivas fechas de elaboración.
Respecto del volante preventivo de la reserva del gasto de fs. 09, el Tribunal ya se ha referido a lo
llamativo de que la misma haya sido realizada el 29/02/2012 (fecha de imputación), cuando la
Orden de Publicidad Nº 2038 fue firmada el 01/07/2011. Ello, sin dejar de considerar otra
inconsistencia, relativa a que en el proveído de fs. 08 de fecha 15/03/2012 Báez solicita la
realización de la futura reserva preventiva del gasto (párrafo 3º de la nota), sin embargo, ello ya
había sido realizado el 29/02/2012, como surge del volante de fs. 09. De allí que tampoco hubo un
análisis con mayor detenimiento sobre estos aspectos del trámite por parte de los organismos
administrativos encargados de realizar el control.-

Por su parte, sobre las intervenciones de las oficinas legales y técnicas del Ministerio de Cultura y
Comunicación y de la Gobernación, previas a la emisión del Decreto Nº 1057 -más allá de que
tampoco controlaron debidamente el procedimiento- cabe puntualizar que dicho decreto se emitió
en fecha 18/04/2012 en el marco del expediente Nº 1301524/12, en virtud del cual se dispone la
autorización de la contratación directa de la firma "Global Means S.A." y se ordena la efectivización
del pago, lo que se corresponde con el tramo final del procedimiento que forma parte del objeto
procesal, que tiene su inicio el 01/07/2011 con la emisión y firma de la Orden de Publicidad Nº
2038, en condiciones presuntamente irregulares que ya han sido analizadas en base a la prueba
incorporada.-

En este contexto de análisis, la valoración que estimamos corresponde hacer del informe de fecha
13/11/2013 (obrante a fs. 11/16) remitido por la Fiscalía de Estado pocos meses después del inicio
de la causa, es que el mismo reviste el carácter de opinión genérica y no vinculante que versa
sobre un total de dieciocho (18) expedientes administrativos, y que a la fecha de su emisión no
contaba con la información en profundidad y detalle referida concretamente al trámite del
expediente Nº 1301524, que concierne estrictamente al hecho atribuido. Ello, sin perjuicio de las
consideraciones que haremos seguidamente respecto de la escasa o nula incidencia de las
intervenciones durante el procedimiento administrativo por parte de los organismos de control
(previo, concomitante y posterior al gasto) respecto de la cuestión jurídico penal.-

Sobre esto último, nuestra Constitución Provincial se ocupa de regular las funciones y atribuciones
de la Contaduría General de la Provincia (art. 210), órgano que tiene a su cargo el control interno
de la gestión económico, financiera y patrimonial de la hacienda pública, para lo cual interviene
preventivamente en todos los actos que generen libramientos de pago con cargo a fondos
previstos en el presupuesto general o en otras leyes que los autoricen y además debe verificar,
antes de la contratación, el cumplimiento del procedimiento respectivo. Ello se encuentra
reglamentado más específicamente mediante Ley Nº 9.981.-

Por su parte, el art. 211 de la Carta Magna provincial establece que la Tesorería General es el
órgano rector del sistema de ingresos, pagos y custodia de las disponibilidades de la hacienda
pública, organismo que efectúa los pagos y las entregas de fondos previamente autorizados por la
Contaduría General.-

Finalmente, el art. 213 de la Constitución Provincial establece que el Tribunal de Cuentas es el


órgano encargado de realizar un control posterior sobre la legalidad de la aplicación e inversión de
los fondos públicos, que se deben reflejar en las rendiciones de cuentas que le son presentadas.
Sus funciones específicas surgen de la Ley Orgánica Nº 5.796.-

Puede advertirse a partir de ello que los controles de los organismos administrativos tienen por
objeto determinar, en su caso, la eventual responsabilidad administrativa-contable y patrimonial de
los funcionarios públicos competentes en la administración de la hacienda pública.-

En consecuencia, la aprobación previa y posterior de los procedimientos administrativos, como de


las rendiciones de cuentas presentadas a los organismos de control no tienen incidencia alguna en
la cuestión penal (sea en su carácter sustantivo o procesal, pues tales aprobaciones no se
encuentran previstas como cuestiones previas o prejudiciales de naturaleza administrativa),
teniendo en cuenta que dichos órganos constitucionales de contralor interno y externo únicamente
tienen potestad para ejercer funciones de carácter administrativo, pero no cuentan con atribuciones
legales para ejercer funciones de naturaleza estrictamente jurisdiccional, las que se encuentran
reservadas exclusivamente al Poder Judicial.-

Esta es, a nuestro criterio, la única concepción que se muestra respetuosa del principio republicano
de división de poderes, cuya vigencia es incompatible con cualquier límite o cortapisa que se
pretenda imponer desde los otros Poderes del Estado al Poder Judicial en el ejercicio de la función
eminentemente jurisdiccional -judicial- que le es propia y que, en materia penal, básicamente
consiste en investigar y eventualmente sancionar a quienes sean hallados penalmente
responsables de la comisión de conductas tipificadas previamente como delitos.-
Al respecto, Daniel P. Carrera (en su obra "Peculado de bienes y servicios públicos", 2º Edición
Actualizada por Alejandro Sánchez Freytes, Editorial Mediterránea, Córdoba, 2005) se ocupa de
reseñar la doctrina de nuestra Corte Federal sobre la no prejudicialidad de las cuentas basada en
el principio de división de poderes y en la distinción entre "acto de gobierno" y "delito", citando el
precedente "Hipólito Yrigoyen" del 14/9/1931, en el cual había sido planteada la prejudicialidad
pero no sobre las disposiciones de la ley de contabilidad, sino frente a la propia Constitución, ante
la invocación de que un ex presidente no podía ser juzgado por malversación de caudales
públicos, desde que únicamente al Congreso de la Nación le correspondía aprobar o desechar la
cuenta de la inversión, en ejercicio de sus atribuciones constitucionales. En el caso, el máximo
tribunal sostuvo que no existía invasión de facultades legislativas por parte del Poder Judicial
cuando realiza el examen de la gestión financiera de un ex presidente, si se verifica con el único fin
de comprobar si concurren los elementos determinantes de un delito.-

Sostiene Carrera que en la doctrina es Soler quien centra el problema a resolver en la división de
poderes las facultades que le son propias al Poder Judicial, afirmando que si se ha cometido un
delito, ningún miembro del poder administrador tiene la facultad de dispensarlo y nadie más que el
Poder Judicial la facultad de juzgarlo.-

También menciona que Núñez se declara en contra de la prejudicialidad de las cuentas por no
estar dispuesto por la ley, señalando además que la competencia de índole administrativa no
excluye de por sí la propia del Poder Judicial. Creus, también se pronuncia en sentido concordante
al destacar que no puede adquirir el carácter de cuestión prejudicial, dadas las limitaciones
exigidas por el art. 1104 del Código Civil (anterior a la última reforma), considerando que lo
contrario importaría una pretensión inconstitucional al vulnerar la separación de poderes. Al
respecto, por su parte, agrega Buompadre que el procedimiento penal y el administrativo pueden
prosperar paralelamente sin que se afecten garantías constitucionales.-

Concluye Carrera luego del análisis realizado respecto de la influencia del ajuste de cuentas sobre
el delito de peculado que, en que en nuestro sistema institucional y de acuerdo a las propias
exigencias de la figura (que no requiere de la lesión al fisco para su configuración) no puede
tomarse con el sentido de una verdadera cuestión prejudicial no penal, de la que dependa la
existencia del delito y que deba ser resuelta por un tribunal de competencia distinta de la del
proceso penal.-

Así, afirma que no es necesaria la rendición de cuentas -exista o no el Tribunal de Cuentas- por
cuanto el peculado, a diferencia de la defraudación, no es un delito contra el patrimonio, sino
contra la administración pública. En consecuencia, la rendición de cuentas no influye en la noción
del peculado y sólo como elemento de prueba debe ingresar en el proceso penal.-

Si este criterio es aplicable al delito de peculado, con más razón será el criterio que corresponde
adoptar frente al delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas (art.
265 del C.P.) atribuido en el presente caso, ya que el mismo tutela la imparcialidad de la actuación
de los funcionarios públicos que intervengan en la elaboración, conclusión y ejecución de los
contratos y demás operaciones realizados en el ejercicio de sus funciones; lo que significa que el
tipo penal no requiere para su configuración siquiera que concurra en el caso un desvío de fondos
(aspecto propio de la figura de malversación de caudales públicos del art. 260) ni su sustracción o
separación del ámbito de la administración pública (prevista en la figura del peculado de bienes
públicos del art. 261 primer párrafo), sino que se configura con la sola yuxtaposición del interés
particular -indebido- al interés administrativo en el marco de una negociación, contrato u operación
en la que el agente intervenga en razón de su competencia funcional específica, sin que se
requiera que de ello resulte perjuicio alguno.-

De las características propias del injusto del art. 265 C.P. antes esbozadas, surge además que -
aún en el hipotético supuesto en que la totalidad de las gestiones administrativas y sus respectivas
rendiciones hayan cumplido a rajatabla con la normativa- aún así todavía es posible que el delito
se configure, pues los órganos de contralor administrativo no tienen como función específica la de
detectar el desdoblamiento del agente ni la confluencia de ambos intereses (el privado y el de la
administración), pues la determinación de una eventual violación a la actuación imparcial que debe
regir el manejo de la cuestión pública es de resorte exclusivo y excluyente del sistema de justicia
penal. Y tal quebrantamiento del deber positivo de actuar fuera de toda sospecha de parcialidad
puede, reitero, coexistir con la legalidad de la asignación previa de fondos y su inversión conforme
a los destinos presupuestados en las normas, ya que el tipo penal del art. 265 del C.P. es un delito
de peligro concreto que no requiere perjuicio (potencial o real) alguno, sino que tutela la
imparcialidad en la actuación del agente al representar la voluntad negocial de la administración
pública.-

Volviendo a Carrera, el autor funda su posicionamiento, además, en el principio de división de


poderes que impone que en nuestro ordenamiento constitucional no resulte posible que un poder
resigne en el otro el ejercicio de su propia facultad. En efecto, prosigue el autor, la invasión de
facultades sólo se lleva a cabo cuando un poder ejecuta actos propios del otro, de lo contrario no.
El Poder Ejecutivo puede confiar el examen de sus cuentas a un organismo administrativo, sin que
ello obste a la facultad del Poder Judicial de investigar y decidir sobre los delitos que en la gestión
administrativa o en la rendición de cuentas puedan sobrevenir. Cita al constitucionalista Joaquín V.
González, para afirmar que la función propia del Poder Judicial es la de aplicar la ley, osea
"conocer y decidir en todas las causas que se produzcan con motivo de hechos regidos por la
Constitución y las leyes". Por ello, ninguna ley podría, sin violentar la Constitución, atribuir ese
conocimiento o esa decisión a otro poder distinto, como tampoco sería válido entregar el examen y
aprobación de las cuentas al Poder Judicial, el cual, salvo delitos, sólo podría intervenir cuando se
produzca un caso judicial que reclame su intervención.-

Concluye así, que con arreglo a ese pensamiento quedan fuera del examen judicial los actos de
"gobierno" o "los administrativos y de contabilidad", distintos, por cierto, del delito.-

En el ámbito provincial, el S.T.J.E.R. también ha negado la prejudicialidad de las cuentas,


declarando que no es la contaduría sino la ley penal la llamada a establecer los caracteres del
delito, -fallo "Vartarelli" (sentencia del 9/5/1944 - J.E.R., 944-195). También en ese mismo
andarivel, el S.T.J.E.R. en la causa "Alfaro" (sentencia del 02/12/1986) al resolver sobre el Recurso
de Inconstitucionalidad interpuesto contra la resolución dictada por el Tribunal de Cuentas de fecha
01/07/195, sostuvo que corresponde pronunciarse al Tribunal de Cuentas en aquellas
irregularidades contempladas en esa norma (refiere a su Ley Orgánica Nº 5.976) y sin perjuicio de
la intervención que le incumbe a la justicia penal. Tal pronunciamiento resulta independiente del
fallo judicial y debe versar sobre lo que es competencia del Tribunal de Cuentas, sin que pueda
tenerse por cosa juzgada o influir lo que se resuelve en sede penal, como asimismo lo de sede
administrativa sobre la primera, de forma recíproca. Además, agregó el Alto Cuerpo que el Tribunal
de Cuentas determina responsabilidad administrativa patrimonial concerniente a los funcionarios y
agentes públicos en la medida que estén obligados según sus respectivas funciones .-
En la misma línea se pronunció el S.T.J.E.R. en la causa "Valdemarín" (sentencia del 13/04/1987),
al resolver el rechazo del recurso de inconstitucionalidad planteado contra la sentencia dictada el
22/05/1985 por el Tribunal de Cuentas en el marco de un juicio de responsabilidad (procedimiento
actualmente derogado por Ley Nº 8738) en el que se apunta entre otras cuestiones -todas referidas
al procedimiento de responsabilidad de cuentas por entonces vigente en el Libro Segundo,
Capítulo II de la Ley 5.796- que la actuación del Tribunal de Cuentas no sustituye en lo atinente a
la ejecución de sus fallos a los jueces civiles ni penales, y que la sentencia del Tribunal de Cuentas
solo analiza si hubo daño al erario público, y en su caso determina el monto y los responsables.-
También en la misma línea jurisprudencial se mantuvo el S.J.T.E.R. en la causa "MIRANDA,
OSCAR EDMUNDO Y OTROS S/ RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD RENDICION DE
CUENTAS 417/2002 - MUNICIPALIDAD DE VILLAGUAY - CIERRE EJERCICIO
PRESUPUESTARIO 2002 s/ JUICIO DE CUENTAS" (sentencia del 22/03/2007), al pronunciarse
sobre el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por Miranda, Thamm y Giles contra la
sentencia dictada por el Tribunal de Cuentas luego de sustanciado el juicio de cuentas -resolviendo
su rechazo respecto de Miranda y Thamm, pero haciendo lugar a respecto de Giles- donde se
afirmó que el juicio de cuentas establecido en la Ley 5.796 tiene peculiaridades propias que lo
diferencian del procedimiento penal o sancionatorio. Se trata de un proceso estrictamente de
contenido patrimonial, parecido a un juicio civil, donde lo que se juzga es la gestión administrativa
de un determinado funcionario - quien se denomina "responsable obligado" (art. 72) - respecto de
los bienes del Estado y a la luz de las normas vigentes "con exclusión a cualquier otra valoración"
(art. 68 Ley 5.796). Tan es así que, a diferencia de cualquier proceso sancionatorio, el juicio no
concluye con la muerte del "obligado responsable" (no se habla de imputado) sino que se continúa
con sus herederos (art. 86), lo que revela a las claras su sentido patrimonial, agregando luego el
Tribunal que, en consecuencia, no cabe exigir al juzgador la estrictez y contundencia en la
valoración de los elementos probatorios que hacen falta para fundar una condena penal.-
Como hemos dicho anteriormente, entendemos que este criterio es el acertado, pues tiene
fundamento constitucional en el artículo 213 de la Constitución Provincial (luego de la reforma del
año 2008) que expresamente establece que el Tribunal de Cuentas no ejerce funciones judiciales,
y que las resoluciones sobre las cuentas y las responsabilidades podrán ser apeladas ante el fuero
contencioso administrativo, lo que resulta a su vez concordante con lo previsto en el artículo 83 de
la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas Nº 5.796, que al referirse a los efectos de la sentencia
dictada en el juicio de cuentas, establece "...La sentencia del Tribunal de Cuentas hará cosa
juzgada en cuanto se refiere a la legalidad de las recaudaciones e inversiones de los fondos
provinciales y municipales, así como a la legalidad de la gestión de los demás bienes públicos.", y
también con lo previsto por el art. 146 de dicha norma al regular el recurso de inconstitucionalidad
contra la sentencia definitiva del Tribunal de Cuentas que declare los cargos a restituir por parte de
los funcionarios responsables.-

Finalmente, cabe advertir que para sostener la posición contraria a la antes expuesta, el Dr.
Barrandeguy citó el precedente de la Cámara de Casación Penal "Klein, Ortman, Kranewitter, Lell
s/ Negociaciones Incompatibles con el Ejercicio de la Función Pública" (sentencia del 18/12/2015),
pero omitió advertir el defensor que dicho pronunciamiento fue revocado por la Sala 1 del
S.T.J.E.R. en fecha 09/06/2017 al resolver la impugnación extraordinaria provincial, expresando al
respecto, en lo que aquí interesa que: "...el fallo de casación valoró como elemento de descargo la
falta de observación de las operaciones por parte del Tribunal de Cuentas de la Provincia (cftr.: fs.
243/248 y 478/514), sobredimensionando el valor probatorio de la misma; habida cuenta que, de
acuerdo a la Ley Nº 5796 (art. 3º), el Tribunal de Cuentas es el órgano fiscalizador que aprueba o
desaprueba la percepción o inversión de los fondos públicos rendidos por los Poderes del Estado,
Entidades autárquicas, Empresas del Estado, Haciendas paraestatales y Municipios, es decir, que
la intervención de dicho organismo se circunscribe a un contralor externo de la gestión financiero-
patrimonial de la Administración Pública Provincial, Municipal y sólo cuenta con la facultad de
comunicar al Fiscal de Estado la posible existencia de responsabilidad penal.- En efecto, del
análisis de los dictámenes emitidos por el organismo de fiscalización provincial surge que
solamente se concluyó en que no se consignan cuestiones que devengan en perjuicio fiscal y la
aprobación de la rendición de cuentas de los ejercicios 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011 del
Municipio de Villa Valle María y, además, los mismos carecen de carácter dirimente en estas
actuaciones, desde que los eventuales errores que pudieran contener tales dictámenes en modo
alguno podrían eximir de responsabilidad penal a los funcionarios imputados.- No obstante,
significativo resulta reparar en que el propio Tribunal de Cuentas, al resolver dichas aprobaciones,
aclara que la rendición de cuentas aprobada lo es exclusivamente en sus aspectos legales,
formales, numéricos y documentales, lo que demuestra el escaso valor probatorio que dicho
elemento puede tener a los fines de acreditar el objeto procesal que se discute en este específico
proceso penal.-..." (Del voto del Dr. Carubia).-

c) Finalmente, también surge como agravio referido a la errónea valoración de las probanzas
colectadas, aquél relativo a la inexistencia de acuerdo previo entre los imputados Urribarri,
Báez y Buffa, aspecto que a juicio de los recurrentes no ha sido acreditado por ningún
elemento probatorio.-
Al respecto, vale aclarar que, al igual que los elementos subjetivos del tipo, consideramos que
también las cuestiones referidas a la connivencia o el acuerdo previo de los intervinientes para
perpetrar un hecho delictivo, forman parte de aquellos extremos que pueden ser razonablemente
inferidos a partir de los elementos probatorios (indicios) objetivos y externos que han sido
acreditados con grado de probabilidad en el caso. En consecuencia, tales aspectos deben poder
inferirse o extraerse de las circunstancias fácticas que rodean a los hechos atribuidos, cuyo juicio
de probabilidad asertiva concurre en esta instancia provisoria.-

Así, de la valoración integral de los indicios probatorios antes reseñados, puede deducirse que
tanto la informalidad con la que se manejó el procedimiento administrativo que derivó en la
contratación de la pauta publicitaria a favor "Global Means S.A." como la flexibilidad y laxitud con
que se ejerció el control de legalidad -previo y posterior- del trámite, se explican racionalmente en
la concurrencia de un interés de parte -de carácter extra-administrativo- que fue volcado en el
negocio jurídico en miras de un beneficio propio o de un tercero, en base a lo acordado
mutuamente entre los imputados.-

También abona esta hipótesis, la circunstancia referida por la representante del Ministerio Público
Fiscal en la audiencia, sobre el conocimiento mutuo y la relación previa que existía al momento de
la contratación entre los imputados Báez y Buffa -que probablemente continuó en lo sucesivo- lo
que además de haber sido reconocido expresamente por este último en su descargo material
(quien declaró haber asesorado a Báez, familiares y allegados suyos en la conformación de
emprendimientos empresariales - "Amanzi Termal", " Innova Turismo", y haber realizado a pedido
de aquél gestiones de intermediación ante empresas que concentraban medios de comunicación),
también encuentra sustento en determinados elementos probatorios, como ser, por ejemplo, la
existencia de numerosas llamadas telefónicas entre ellos en la época de los hechos, el carácter de
apoderado de Buffa de la firma "Innova Turismo S.R.L." de fecha 07/09/2011 (según surge de fs.
101) las facturaciones de "Global Means S.A." de las que surge la prestación de numerosos
servicios de publicidad a organismos del Gobierno de la Provincia, lo que también consta en los
balances presentados por la firma a la entidad bancaria donde tenía radicada su cuenta, así como
la autorización para el manejo del vehículo de titularidad de "Global Means S.A" otorgada por Buffa
-en su carácter de Presidente- a favor de la esposa y del hijo de Báez, que obra a fs. 214 del
expediente.-

A su vez, tales elementos permiten inferir que posiblemente los funcionarios han obrado en el caso
por interpósita persona -modalidad que prevé el tipo penal del art. 265- presentándose a "Global
Means S.A." como un proveedor más a los ojos de la administración, lo que contrasta con las
particularidades de los trámites administrativos que viabilizaron la contratación publicitaria objeto
de imputación, y con los elementos que dan cuenta de una serie de conexiones y relaciones
existentes entre Báez y Buffa, el presidente de la firma.-

III) Agravios relativos a la errónea interpretación de la normativa aplicable al caso.-


a) Sostuvo en la audiencia el Dr. Díaz, al iniciar su alocución, que el juez de grado realizó una
interpretación errónea de la normativa provincial que rige la contratación de publicidad, al
sostener en los puntos 67 y 68 del auto de mérito que el art. 135º del Decreto Nº 795/96
exige que el procedimiento de contratación directa se haga necesariamente en base a un
precio testigo, circunstancia que tampoco se observó al momento de aceptar la pauta
publicitaria ofrecida por "Global Means S.A.".-
Lo propio sostuvo también, en su oportunidad, el Dr. Rodríguez Allende sobre la procedencia de la
contratación directa como vía de excepción en materia de publicidad, refiriendo a que los testigos
Teruel, Dimier y Carballo coincidieron en sostener que en materia de publicidad el Estado siempre
contrata por vía directa, dadas las características y naturaleza propias de la material, que impone
un trámite de mayor rapidez y dinamismo.-

Sobre este punto el Tribunal entiende que le asiste razón parcialmente a los defensores, en lo que
concierne a que la contratación directa por vía de excepción en materia publicitaria (prevista en el
art. 27 inc. c) de la Ley Nº 5140) -cuya utilización debe estar suficientemente fundada- puede
hacerse bajo dos modalidades, es decir, en base a precios testigos (art. 27 inc. c) a) de la referida
ley), o bien en base a la libre elección del contratista (art. 27 inc. c) b) 10º de la misma ley). Ello, de
conformidad también con los arts. 132º, 135º y 141º del Decreto Reglamentario Nº 795/96.-
Ahora bien, claro está que lo anteriormente dicho no exime a los funcionarios competentes de
realizar los trámites respectivos conforme a las normas que rigen el procedimiento administrativo
elegido en el caso, lo que no se condice con las irregularidades detectadas en el Expediente
administrativo Nº 1301524 ya mencionado.-

Y entendemos que por otra parte, la utilización de los mecanismos excepcionales de contratación
previstos, en cualquiera de sus métodos o modalidades, tampoco puede ser interpretada como una
vía de libre elección y disponibilidad por parte de los funcionarios intervinientes, sino que su
utilización en el caso concreto debe estar debidamente fundamentada y motivada en los términos
que lo exige la Ley Nº 5140.-

Esto se encuentra en consonancia, además, con lo expresado por la Fiscalía de Estado de la


Provincia en el Informe presentado en fecha 12/07/2017 en el marco del Legajo Nº 29885, obrante
a fs. 494 y ss., que fue incorporado a la presente causa en fecha 27/02/2018. Allí, se expresa, en lo
que atañe a esta cuestión puntual, que el hecho de que si bien en la Ley Nº 5140 está prevista la
posibilidad de contratar de manera directa los servicios de publicidad, ello de ninguna manera
representa consagrar una regla de actuación, sino que precisamente se trata de una excepción a la
que hay que que acudir cuando objetivamente las circunstancias reales fueran causales
autónomas que permitieran una contratación directa (urgencia, exclusividad, entre otras) o que,
fracasados los procedimientos anteriores, se pueda apelar válidamente a una contratación directa,
brindando tales fundamentos exhaustivamente, no sólo en el expediente sino en el acto
administrativo final.-

Tal justificación es la que exige, para el caso concreto, el art. 142º inciso 11º, apartados a) y b) del
Decreto Nº 795/796 -Reglamento de las Contrataciones del Estado (Art. 26º a 33º de la Ley de
Administración Financiera, de los Bienes y las Contrataciones).-

En contraste con todo ello, el presente caso no surge de las actuaciones administrativas la
invocación o mención de ninguno de tales extremos, tendientes a obrar como justificación de la vía
de excepción utilizada para la contratación.-

b) Por otra parte, el Dr. Díaz sostuvo que el juez de grado yerra al interpretar que la emisión y
firma de la orden de publicidad reviste naturaleza de contrato, lo que a su criterio es un
instrumento unilateral (promesa de contrato) cuya significación legal atiende únicamente a
servir para hacer la reserva preventiva del gasto, por lo que el contrato se formaliza recién
con la firma del decreto que aprueba la contratación y dispone su pago, siendo que hasta
ese entonces su perfeccionamiento se encontraba sujeto a una doble condición
suspensiva: que el proveedor se inscribiera definitivamente en el Registro Integrado de
Medios, y que realizara la publicación de los avisos en los términos de la orden de
publicidad. Por ello, considera que los imputados no contrataron con una empresa
inexistente, pues al momento de firmar la orden de publicidad no se estaba celebrando
todavía un contrato.-
Sobre este punto, dejando de lado las diferentes posturas -de doctrina civilista o administrativista-
que puedan existir sobre el momento en el cual se perfecciona la relación contractual, lo relevante
en el caso es que estamos ante un vínculo (más allá del nomen iuris que se quiera darle, reitero)
que se entabló efectivamente entre el Estado y un particular, que tuvo lugar desde la emisión y
firma de la Orden de Publicidad Nº 2038 de fecha 01/07/2011, o posiblemente antes inclusive, en el
caso de surgir acreditado cualquier contacto, tratativa o negociación previos entre las partes al
efecto, y desde ese entonces nacieron derechos y obligaciones recíprocos para ambas partes
(independientemente de su exigibilidad inmediata, diferida, o sujeta a cualquier clase de
condición).-

De lo antes dicho se deriva que, lógicamente, la persona jurídica a favor de quien se emitió la
Orden de Publicidad Nº 2038, en este caso "Global Means S.A.", deba haber estado
necesariamente inscripta o pre inscripta en el Registro Integrado de Medios, deba haber estado
legalmente constituida como persona de existencia ideal, y deba haber presentado su propuesta o
presupuesto con anterioridad a la fecha de emisión de la orden de publicidad.-

Asimismo, todo aquello relativo al momento en que se originó la vinculación jurídica entre el Estado
Provincial y "Global Means S.A." (tratativas, contactos o negociaciones previas a la emisión de la
Orden de Publicidad Nº 2038), debe ser analizado a la luz de la interpretación de la figura típica de
las negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas prevista en el art. 265 del
C.P., norma cuyo ámbito de protección abarca mucho más que el acto específico de celebración
de un determinado contrato u operación, ya que justamente la vulneración o el quebranto del deber
positivo de imparcialidad e insospechabilidad que pesa sobre el funcionario público que interviene -
en razón de su competencia específica- en un contrato u operación en representación del Estado,
probablemente pueda manifestarse a través de la realización de conductas que tengan lugar
precisamente durante esa fase previa del proceso negocial, que revelen la superposición del
interés de parte con el de la administración, y que desemboquen en el direccionamiento o desvío
arbitrario de la voluntad negocial hacia un destinatario determinado, con el que finalmente se
suscribirá el instrumento contractual del que se trate.-

De lo contrario, la previsión legal del art. 265 del C.P. sería imposible de aplicar en los hechos,
pues el juzgador debería centrarse exclusivamente en el análisis del instrumento por el que se
perfeccionó o formalizó un contrato u operación determinada, haciendo caso omiso a todo aquello
que ocurrió con anterioridad, siendo que, justamente, los hechos y circunstancias previas a la
contratación de un particular determinado, son las que brindan los fundamentos para haber
seleccionado a ese particular por sobre cualquier otro interesado, y en la medida que tales
elementos sean razonablemente explicitados, se habrá procedido legal e imparcialmente (es decir,
no habrá existido un torcimiento en función de un interés extra administrativo que derive en la
concesión de algún privilegio a favor de un contratista determinado, sino que por el contrario se
habrán garantizado los principios de libre concurrencia, transparencia, e igualdad de participación
de los interesados).-

En esta línea, se inscribe la doctrina mayoritaria al interpretar el tipo penal de las negociaciones
incompatibles con el ejercicio de funciones públicas. Así, Andrés J. D´Alessio (en su obra "Código.
Penal de la Nación – Comentado y anotado, Ed. La Ley, Bs.As., 2011, Tomo II, pág. 1313,)
sostiene, con cita de Creus que: "....esta actividad, que inserta el interés particular en la
contratación, puede desarrollarse desde las etapas precontractuales hasta el momento en que la
relación jurídica entablada se extinga.".-

En el mismo sentido refiere Edgardo Alberto Donna (en su obra "Delitos contra la administración
pública", Rubinzal Culzoni Editores, Buenos Aires, 2000, pág. 319) que: "...El indebido interés que
se refleja en la intervención del funcionario público en la operación en la cual participa en función
de su cargo puede manifestarse en cualquier etapa de ella, es decir, el espurio interés puede
presentarse en la etapa de tratativas llegando hasta su conclusión definitiva." (cita en este apartado
a Maggiore).-
También en sentido concordante Marcelo Sancinetti (en su artículo "Negociaciones incompatibles
con el ejercicio de funciones públicas", cuya versión en formato pdf está disponible
en https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/46294.pdf) al referirse a la interpretación amplia del
elemento típico "interés" que a su criterio corresponde hacer, sostiene que "...La segunda
alternativa, al no caracterizar la conducta por la obtención de un interés, sino por la mera
intervención en el acto con miras a un interés futuro no administrativo (desviación de poder, en el
lenguaje del Derecho administrativo moderno) adelantaría al comienzo de ejecución y a la
consumación misma al momento en que el autor tomare injerencia en las tratativas, condicionando
interesadamente la voluntad negocial de la Administración.".-

c) Finalmente, los agravios esbozados por el Dr. Barrandeguy se refieren a la errónea


subsunción típica de las conductas endilgadas bajo las previsiones del art. 265 del C.P.,
atento que el núcleo del verbo "interesarse" que soporta la tipicidad legal no ha sido objeto
ni de imputación ni de prueba, sino que por el contrario su defendido no manifestó,
comunicó o trasuntó el interés que castiga la norma penal. A lo que adicionó en la
audiencia respectiva, que la figura legal, luego de la reforma introducida por la Ley Nº
25.188, incorporó un elemento subjetivo distinto del dolo, cuya tipicidad material requiere
de un acto exterior apreciable con un fin específico distinto del dolo, este plus subjetivo no
ha sido examinado en el caso (citando al respecto el precedente "Klein y otros" de la
Cámara de Casación antes referido, donde se sostuvo que además de la intervención se
requiere interesarse en pro de un beneficio propio o de un tercero).-
Sobre estos aspectos cuestionados referidos al juicio de subsunción típica de las conductas que
han sido acreditadas con el grado de probabilidad asertiva que esta instancia requiere (en base a
los elementos probatorios antes reseñados) si bien al tratar la cuestión preliminar ya hicimos
referencia a que en el caso se ha descripto de manera suficiente, clara y circunstanciada el hecho
objeto de la imputación, cabe aclarar no obstante, que el término "interesarse" es un elemento
normativo del tipo que no tiene por qué estar necesariamente inserto en su literalidad en la
hipótesis imputativa, siempre y cuando del contenido y significación del relato de la misma pueda
ser inferido que se ha volcado en el negocio, operación o contrato un interés particular de parte
(extra-administrativo), al que los imputados le han dado preeminencia, quebrantando el fiel y
debido desempeño de sus funciones públicas.-

Dicho en otros términos, mientras la plataforma fáctica que se imputa incluya -en las proposiciones
fácticas formuladas- los aspectos necesarios para la configuración en la especie de la figura
delictiva atribuida, deviene innecesario erigir como requisito de validez que además se encuentre
inserto el verbo típico (que, por otro lado, constituye una categoría jurídica que por su carácter no
es recomendable incluir en el relato del hecho).-

Por lo demás, el aspecto relativo a la reforma legal que ha introducido al tipo penal la Ley Nº
25.188 (concretamente, el agregado de la frase "en miras a un beneficio propio o de un tercero)
también ha sido materia de tratamiento en la resolución por la que la Sala 1 del S.T.J.E.R. revocó
el fallo de la Cámara de Casación, antes citada, afirmándose al respecto que: "...Esa reforma no
implicó ninguna modificación sustancial de la figura típica, sino que vino a desentrañar la discusión
doctrinaria que se suscitaba con la anterior redacción respecto a que si el interés que vuelca
indebidamente el funcionario en la operación debía ser exclusivamente personal o si se admitía el
de un tercero. Actualmente, luego de la sanción de la mencionada ley, ambas posibilidades
encuadran en la norma, siendo esencial que la imparcialidad de la administración pública se afecte
con la introducción de un interés extraño al de la administración.- En ese orden, no se explica con
contundencia en la sentencia de Casación de qué manera la mencionada modificación cambia el
contenido del dolo requerido para la consumación del delito en análisis ni que la misma haya
implicado la exigencia de un perjuicio derivado de la contratación incompatible.-" (del voto del Dr.
Carubia).-

Por las consideraciones antes expuestas, el Tribunal entiende que el juez de grado ha subsumido
correctamente las conductas atribuidas -que conforman la hipótesis imputativa- en el tipo penal del
art. 265 del catálogo represivo, pues concurren en el caso -siempre con el grado de probabilidad
propio de esta instancia procesal provisoria- las distintas exigencias objetivas, subjetivas y
normativas que el mismo exige para su configuración.-
Asimismo, consideramos que también ha sido acertado el criterio de subsunción típica referido a la
determinación de autores y partícipes entre los intervinientes en el hecho, pues al ser la figura del
art. 265 del C.P. un delito especial o de infracción de deber, impone que quienes revisten la calidad
especial de sujeto activo que el tipo exige -intranei- sean imputados a título de autores (más allá de
la entidad fáctica de sus contribuciones externas), mientras que el tercero -extranei- solo podrá
intervenir como partícipe, pues no reúne las especiales cualidades de autoría que la figura
requiere.-

IV) En virtud de las consideraciones precedentemente vertidas, el Tribunal entiende que el plexo
probatorio colectado en la causa ha sido analizado y valorado por el juez de grado a la luz de la
sana crítica racional, por lo que resulta suficiente para tener por acreditadas con el grado de
probabilidad que esta instancia procesal requiere, tanto la materialidad de los hechos investigados
como la autoría responsable por parte de los imputados.-

En este contexto, la versión de los hechos que brindan los imputados no logra contrarrestar la
hipótesis imputativa, que se abona y sustenta en la prueba recolectada, la que desvirtúa sus
respectivos descargos.-

Por ello, corresponde que los recursos de apelación interpuestos contra el auto de procesamiento
dictado deban ser rechazados, confirmando en consecuencia la resolución puesta en crisis.-
Ello, sin dejar de considerar que dada la naturaleza provisoria propia de esta instancia, las partes
cuentan con la facultad de proponer de aquí en adelante, la producción de las diligencias
probatorias que estimen útiles y pertinentes para el esclarecimiento de los hechos investigados.-
Por los fundamentos que anteceden;

SE RESUELVE:
I- RECHAZAR LOS RECURSOS DE APELACIÓN interpuestos a fs. 527/529 vta. y fs.
541/546 por las defensas técnicas de los imputados Sergio Daniel Urribarri y Pedro
Ángel Báez, y en consecuencia CONFIRMAR EL AUTO DE PROCESAMIENTO
dictado por el Juez de Transición Nº 2 Dr. Gustavo Maldonado a fs. 503/515.

II- IMPONER LAS COSTAS a los apelantes -arts. 547 y 548 del Código Procesal Penal-.
III- NO REGULAR los honorarios profesionales de los Dres. Raúl Enrique Barrandeguy, José C.
Pérez, Marcos Rodríguez Allende e Ignacio Esteban Díaz, por no haberlo solicitado expresamente,
art. 97 inc. 1º del Dec. Ley Nº 7046 ratificado por Ley 7503.-
IV- Protocolícese, regístrese, notifíquese y oportunamente devuélvase al Juzgado de origen con
atenta nota de estilo.-

Gustavo Pimentel Gervasio Labriola Alejandro Grippo

Ante mi: Dra. Melina Arduino


-Secretaria-

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