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vanguardia
1 Las vanguardias La modernidad artística
En las primeras décadas del siglo XX se desarrollaron movimientos artísticos
conocidos como vanguardias. La palabra, un término del ámbito militar, des-tacaba
el carácter innovador, rebelde y provocador de las nuevas tendencias. El conjunto de estas manifes-
taciones intelectuales y artísticas
constituye uno de los hechos distin-
Los vanguardistas reaccionaron contra los valores, las producciones tivos del decenio de los veinte, una
estéticas y la tradición literaria de la burguesía de la época. época prodigiosa, la única década de
paz entre dos terribles guerras
mundiales, un interregno feliz en que
1.1. Características generales parecía que el universo estaba
Entre las características comunes del arte y la literatura de vanguardia sobresalen definitivamente abierto al progreso y
las siguientes: a la evolución de la humanidad tanto
en los aspectos materiales como en
Tendencia a la formación de grupos, a la declaración de sus principios en
los referentes al espíritu. Es el
manifiestos y a la publicación de sus obras en revistas literarias.
momento en que aparece el
Oposición a la tradición artística y cultural anterior y afán de realizar un asombroso repertorio de ismos en
cambio total. que la actitud creativa de vanguar-dia
encuentra su acomodo y formas de
Rechazo de la imitación de la realidad, la verosimilitud (antirrealismo) y
expresión; en que proliferan los
proscripción, por tanto, de lo narrativo. La obra artística debía crear una
manifiestos con los que los jóvenes
nueva realidad, que tuviera valor por sí misma y no por semejanza. poetas, pintores, músicos, arqui-
Rechazo del sentimentalismo y la subjetividad en favor del vitalismo y el tectos, dramaturgos o cineastas se
juego. El afán lúdico, el rechazo de la lógica, la expresión de la interioridad por muestran capaces de arrumbar con
medio de los sueños y lo inconsciente llevaron a los poetas vanguardistas a las el arte viejo.
Darío VILLANUEVA
asociaciones arbitrarias, irracionales.
Imágenes de la ciudad
Voluntad de renovación y experimentación poética, que se expresa en los Universidad de Valladolid
siguientes rasgos: preferencia por las metáforas y las imágenes (asociaciones
entre términos sin relación con lo real) que se acumulan en un poema; ausencia
de rima, de enlaces sintácticos y de signos de puntuación; disposición
tipográfica especial del poema en la página, en la búsqueda de efectos visuales
y plásticos; creación abundante de neologismos.
En cuanto a los valores principales, destaca el entusiasmo por el mundo
moderno y la exaltación de la ciudad. A los artistas les fascinan los inventos de la
sociedad moderna, las máquinas: el automóvil, el teléfono, el telégrafo, la cámara
fotográfica, los tranvías, los aviones. El cine —uno de los grandes inventos del
siglo— influirá en la obra de vanguardistas y del grupo del 27. Fotograma de la película Metrópolis.
La ciudad moderna ofrece novedades
arquitectónicas, en especial, el rascacielos y
los ascensores; también las luces, las
estaciones, las muchedumbres que se
mueven a un ritmo frenético, las fábricas,
los puentes. Madrid y Barcelona se convier-
ten en ciudades cosmopolitas, se crean
grandes hoteles. Esta fascinación inicial
presentará posteriormente los aspectos
negativos del desarrollo del capitalismo,
como en la película Metrópolis (1927), de
Fritz Lang.
Los vanguardistas muestran también
predilección por los juegos, los deportes y
las nuevas diversiones: el tenis, el rugby,
la natación, el fútbol; el cabaret, el jazz, el
music hall.
2.1. El cubismo
El grito, por Edvard Munch.
Nace como una manifestación de las artes
plásticas (en 1907, con Las señoritas de Avignon, de
Picasso), que rompe con la noción tradicional de
perspectiva, yuxtapone planos y puntos de vista
y representa las figuras con formas geométricas.
El expresionismo
El expresionismo, como el cubismo, En literatura, destacó la creación de Guillaume
se desarrolló vinculado a la pintura. Apollinaire, que en sus obras Alcools (1913) y
Surgió en los países germánicos, en los Caligramas (1918) incorporó la superposición de
que en 1905 se constituyó el primer imágenes, sin desarrollo argumental, la técnica
grupo. Los temas se refieren a la del collage1 y la creación de poemas que confor-
angustia, el miedo, la opresión, el man un dibujo (el lenguaje y las imágenes no Espejo, caligrama de G.
Apollinaire.
mundo moderno, masificado e inhu- siempre coinciden en el contenido expresado).
mano. Se caracteriza por el uso de
imágenes intensas y violentas, por la El cubismo pictórico influyo a la literatura. De forma resumida, en la literatura el
deformación de personajes y de situa- cubismo se manifestó como la búsqueda de una expresión lirica pura pero de forma
ciones y por la insistencia en el poder radical: sin ideas, sin desarrollos o tramas, sin lógica. También trajo mucho
de lo irracional. dinamismo, temas modernos, como la tecnología y, notablemente, una estética
elemental.
2.2. El surrealismo
En un país como España, de la misma manera que había sucedido en Italia, la modernización política y cultural se
convirtió en la principal obsesión de los intelectuales y artistas. Su pretensión se basaba en tres cuestiones: por un lado,
abogaban por el cambio estético hacia unos ideales artísticos distintos a los tradicionales. Por otro, tenían el afán de
cambiar la pasividad de la sociedad española en cuanto a su situación a partir de otros puntos de referencia como lo
moderno, la educación, la ciudad, el progreso. Y, además, querían sumarse a la cultura europea. Veían, cantaban,
pintaban y tomaban de tema y de inspiración elementos de la vida moderna, como el cine, la velocidad, la música, los
ruidos de la gran ciudad. Uno de los movimientos culturales que captó los estímulos que se ofrecían a la sociedad fue el
ultraísmo, de carácter literario y plástico. Muchos de los miembros de la Generación del 27, aparte de un gran número de
intelectuales y artistas se vieron inmersos en el Ultraísmo.
«Nuestro lema será ultra, y en nuestro credo cabrán todas las tendencias sin distinción, con tal anhelo de lo nuevo».
El viaducto madrileño de la Calle Segovia, era considerado como el símbolo de lo moderno. Fue un movimiento literario
al que se sumaron otras artes, como la pintura. Destaca la proliferación de revistas ultraístas, como Alfar, como
Cosmópolis o Ultra siendo esta última la gran revista del movimiento. Guillermo de la Torre fue su principal promotor.
En la parte gráfica de la revista colaboraron artistas como Barradas y Norah Borges. En la revista «Ultra» aparecían
escritas brevemente declaraciones de principios como: «Ultra es el reflector estético del bolcheviquismo» o «Los
ultraístas, que rehuimos las promiscuaciones de catálogos, sólo otorgamos nuestra amistad, entre la fauna circundante, a
los humoristas e individualistas» o «Los poetas ultraístas se confeccionan arrojando las palabras al azar sobre la plenitud
cósmica».
Las composiciones móviles, dinámicas, con un gran colorido, con alusiones permanentes a la ciudad, a los elementos de
su ambiente, como los ruidos, los carteles que inundan las paredes, el bullicio, la prisa traducida en velocidad la
sensación casi «fotogramática» y casi secuencial de las pinturas, caracterizan el ultraísmo. El movimiento conjuga la
vanguardia europea con la tradición hispana, a lo que se suma la visión que de la modernidad tienen los artistas como
Barradas o Bores.
2.4. El estridentismo
La corriente fue iniciada por literatos y escritores de la época, pero pronto varios artistas plásticos se unieron.
Su presencia en varias ciudades fue notable, pero el caso de Xalapa, capital de Veracruz, fue particular, ya que fue
adoptada por los militantes del grupo para rebautizarla como «Estridentópolis».
Germán List Arzubide, Salvador Gallardo, Arqueles Vela y Miguel Aguillón Guzmán fueron los escritores principales
que militaron en el grupo. A ellos se sumaron varios más, volviéndose una de las corrientes literarias mexicanas más
importantes.
Sus primeras manifestaciones fueron poemas, relatos y burlas que convocaban a una revolución poética a través de la
exaltación del maquinismo del nuevo siglo; locomotoras, puentes, fábricas, muelles, trasatlánticos, en un intento de
expresar la belleza del nuevo mundo.
Una figura fundamental para las vanguardias en España fue Ramón Gómez de la Serna, quien en 1909 publica en la
revista Prometeo, que él dirigía, el Manifiesto futurista; y en 1910, la Proclama futurista a los españoles, escrita por
Marinetti para dicha publicación. De 1909 es también su discurso El concepto de la nueva literatura, considerado por
algunos el primer manifiesto del vanguardismo español.
En 1918, llegó a Madrid procedente de París el poeta chileno Vicente Huidobro. Su presencia fue muy importante por la
influencia que tuvo sobre los ultraístas y, sobre todo, porque fue el fundador del creacionismo.