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Hemos estudiado lo cémico en las formas, en las
actitudes y en los movimientos en general. Debemos
huscarlo ahora en los actos y en las situaciones. Este
«nero de cémico se encuentra a cada paso en la vida
daria, Pero quiz4-no sea alli donde mejor se preste
al andlisis, Si es verdad que el teatro es un aumento
y una reduccién de la vida, la comedia podra facili-
famnos, en este punio particular de nuestro tema, mis
nsefianzas que la vida real, Y acaso deberiamos Hevar
unis lejos esta simplificacién remontandonos a mues-
ivos recuerdos més antiguos, y buscar en los juegos
que. tecrearon nuestra infancia el primitivo bosquejo
de las combinaciones que hacen reir al hombre adul-
to. Frecuentemente hablamos de nuestras tristezas y
| de nuestras alegrias como si ya fuesen viejas al nacer,
como si no tuviese cada uno de estos sentimientos su
historia, Con harta frecuencia desconocemos lo que atin
| hay de infantil en la'mayor parte de nuestras alegres
emociones. Y sin embargo, si las examindsemos de
| cetea, jeudntas no quedarian reducidas a simples re-
cuerdos de placeres pasados! ;Qué subsistiria de mu-
chas de nuestras emociones si las redujésemos a lo que
tienen de estrictamente sentimental, si las despojase-
mos de todo lo que en ellas es un verdadero recuer-
do? {Quién sabe si a partir de cierta edad no nos