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Teoma ice) are| de la ética ya A Ne ioe Sau eR Lu) Prirs VICTORIA CAMPS BREVE HISTORIA DE LA ETICA RBA “ehtapacacion © vcore Gms 23 © denen RBA Lites 820 ‘rd: Ding 89-018 Baha aioe Prima bie me des rms ga06 0%) dt pet enti pr ‘Medeor ema pectin ce, ‘soo ec ore aken epsCae {Ge pte ome eps mo Jeane pet veer oo meee a 6, 1% 5 16 18 1» CONTENIDO. Prélogo Los softs y crates. Las primeraspregontas Paton La ciudad juts Aritteles. La vida Buena 1a ica letra, Como hay gue vive? 1a ica medieval. Teor de Dion FL Renan, Laivencién de suet Hobe. Lacie del miedo Spinora, La ic de a aleria - Locke, El primer libealismo Hume. El sentido moral ‘Rousseau, El indviduo conta la sociedad Kant. La autonomia moral - Hegel y Mare. La historia como progreso moral Bentham y Mil La ica de a felicidad Schopenhauer Kierkegaard, Nietsche, El individuo conta a moral La tia analitica Raves. El debate sobre la jusicia [a dtica dela comunicacion Pragmatistas, comunicarsasy epublicanos 2 Laéticaaplcada Notas Indice onoméstco 5 35 a 99 ny 40 138 7 194 236 asa 268 289 am 333 354 369 5 “7 2 PROLOGO Cuando empect a dar clases en la Universidad Auténoma de Barcelona el libro de Alasdair MacIntyre, Breve histo- de a ica, me fue de una ayuda impagable. Enconté en 4/el guién que una neta como yo necestaba para expli- ‘ear della forma més fundamencada y segura la materia que tenfa entre manos. Escrito con lacapacidad de sintessy la claridad caracteriatica de los flésofor anglosaiones, era, ademas, el manual mis alaleance de los alumnos de los cursos elementals, Sigo pensando que el enfoquehistrico xl nds pertinente y elms pedagdgieo para introducie a alguien en la filosofia. No hay, a mi jucio, mejor manera ‘de ensefarareflexionar sobre la moral que tatar de com: prender lo que hicieron los pensadores que investigaron antes sobre la materia y escribieron largamente sobre ela Foeron estas razone las que me impulsaron a acoger con ‘usin la sugetencia de Joaquim Palau, decor de RBA y an ‘iguo alumno de mis cases, de que escribiera un texto simi slide Maclntyre, qe él ecordaba con simp. Ya jubilada de a obigaion de ensefia, he abordado est libro como una es- pecie de eapirlacén de os mais de cuarenta aos ranscuri- ‘dos como profesora de éica. Olé este texto pueda tener a utldad que el etado libro de Maclnyre tuvo para my ha ‘enido para mis alumnos,y sea, como me ecurié también a ‘ni, unincentvo para inmersén mis personaly extens en los textos dels flbuolos que aqui se mencionan slo de paso. ’ 10 mor060 ‘Alsi, sn embargo, 0 be pensado sl en ls pro= fesores yen lor estudiantes universitaris. En unos tepos tan rrbulentosydesoietadon como los que vives, que bligan a relerive «la ein sobre todo para lament 50 fusenci, una introduccén al tema como la qu se ofrece ‘gu pede ayudar «emender mejor de qué hablamos cuan- do aladmos al deber moral la responsabilidad, ls valores oa justia Son concepts cominmenteuiizaos desde puesto de que son de sobs conocidos por todos no hace faa profundzar en ellos. No obmane s sighfiado cs ompleoy cuenta con una lana historia cay conoiento ontibuye 4 una compensa mis riguosay mens fala 4 lop mibmos. He procradocontar la storia dela forma inde clara y sencila que me ha sido posible con el fn de ha- cera acesible cuslguet stor interesado po el oxigen ye earl de la ica. ra que s atreve a acta en ercunstanias dificles y que no dduda en responder de sus actos. As el pensamento moral se haa ido deteniendo en el andlisis de los conceptos ms bi cos, ensuevoluciny ene planeamiento de las preguntas, ‘que no ha dejado de suet la distinc ente el bien ye tal 2Cudl es el fundamento de dichaditincin? :Podemos Tegar a ener unos crieros cierto que nos sevan para Hae B rxov0co las obligaciones morales? ¢Tales eriterios son unversales © hay, po el contaro, tantas morales como épocas y culturas? Sila moral se nos presenta como un deber 0 ona presrip- 6a, contaria de entrada ls inclinaciones y los descos, {quien tiene autoridad para imponer esos deberes?zPor qué hay que ser moral? Qué es lo especifico del deber moral? as preguntas no han cambiado mucho, pero sla forma de plantearlasy de dares respuesta. EI comportamiento moral ha sido objeto de preacupa ‘in para los fildsofos por lo menos por dos razones. Ha preocupado el destino de la person, ss ins en esta vida, ‘su razén de se 6, como suele decits, el sentido que tiene vivie 2Qué es vive bien? 2En qué consiste una vida buena? La segunda preocupacin fundamental ha sido la conviven- cia. ,Cémo regular la vida en comin preservando al mismo tiempo la autonomia de cada indviduo? Esta lima cues- tig vinela muy dreceamente la cic ala politica, hasta el ‘punto de que, como se pode vera lo argo de este libro dll separa la una dela otra en la mayor dela tors filossfcas, Desde ls dflogosplaénicos, una de las catego tas éccas mis discutdas ha sido la justice. Pero discurie. sobre la justicia, ces slo una cuestidn éica es tambien politica? Si entendemos, como lo entendi Kanto lo ent Aeron los teicos dl conteat social, que wna de as fuentes 4el derecho es la moral, y que es desde la moral desde donde debe fandamentasey corregirse el derecho positive, zn0 es ineitable vincuar la ica a la politica? a preocupaciin por una vida buena o porla mejor forma de ive en eambio, acerca la tcaa la edcacin moral, En Sefar cia, spor tl entendemos tatar de comprender 3 los {ilsofos, noes educar mocalmente. Sin embargo, es posible que la historia de a flosofia moral ayuda abordae machas de lar dudas que asalzan al educador. Dudas o confsones procedentes, en algunas ocasione, de la estecha identifica mm1000 8 iin entre la moral y una confi religiosaconcreta. Todos los Flsofos han vivido esa identificaciony han lochado por trascenderlay entender ef porgué de a moral dese la razén, sms all dl soporte dela fe en un Dios. El esfuero por ex: plicarracionalmente la distnein entree bien ye mal Forma pare dl progreso de ls mente humana y del progseso moral ‘mismo. Sin perseverar en ese esfuerzo no se lga a entender que la reflexion sobre la moral sea a su vez, una reflex ‘oe Ia mejor forma de convivie para lo sereshumanos en ociedades deolgicay culeralmente diversas 1 flosoia moral no e+ ella misma moralizante, pero ‘tampoco es neutral, como no puede sero ninguna de scien ‘as que estudian el comportamiento humano. Cada fildsofo, al hacer flosofia, prosigue Ia historia interna de su propia isciplin y se debe al mismo tempo ala historia externa, al. contexto social, cultural y politico en el que se encuentra y ‘el que nunca puede sustrerse dl todo por mucho qi bis ‘gue aleanza esa maxima abstraesion en que se mueve laf losofia. Por otra pare, hay rasgos dela vida personal que levan al autor de algo en principio tan aséptico como una historia dela ica a selecciona y poner mis énfasisen unos fildsofos y en unos aspectos de pensamiento queen otros. Es imposible ere pasado sin prejuicios. Y menos, el pasado de la ies Cada eval tiene ibnofos de su devocia yuna sing lar querencia hacia textos que le han sido especialmente ela vesa labora de entender un concepto o un argumento, ola hora de tener que explicar aun pensador. Reecribir la histo- ‘ia de la tea ex repensarla desde el presente a Iz de los problemas y de las crcunstancias expecfcas que hoy nos ‘gobi, Esa quid wala labor mis nteresante quel flor ia puede aportara nuestro tiempo convuls y confuso, esx 50 de ideas y poco prclive a demorarse en el pensamicato. Entiendo Ia historia de la étca como un work in pro ress, una obra que va progresando a medida que descubre 4 rx01060 maties y razones nuevas y se fija en las insuficiencias de afrmaciones anteriores, Dicho de un modo mis aserivo: a historia dela dics es la historia de un progreso moral. Es cierto que la historia dela humanidad no produce esa im- presi, La acumulain de guerra, destrcc y violencia ue la han jalonado siempre, mas bien parece mostrarnos due las costumbres se pervieten en Ingar de mejorar. Aun 5, no exeo disparatada la afirmacién de que el punto de ‘sta moral ha ido progeesando con su desarrollo teérico. Dos rasgos cada ver mis sobresaliences lo indican: Ia con- cdencia reciente de la autonomia de la persona como un ‘valor ierenunciabley a extensién del dignidad a todos los Ihombresy no soa un selecto grapo de piviegiados. pual> dad y libertad son los dos valores bisicos del constituciona- smo politico, la base también de los derechos fundamenta- Jes, Al pensamiento dco se debe el haber ido articulando :azones cada vez mis poderosasy reconocidas para insta rarlas como valores irrenunciables. Somos indudablemente mds libees y mis iguales que cuando Arstteles 0 Kant ‘enunciaron sus teorias morales. Lo que no significa que ls rjeresy Ios hombres de hoy sean mejores que ls del pasa- do. Ni que no haya que seguir recordando que a realidad refleja mal ese progrso y que existen constants y justifies dds temores de etroceso hacia opresiones y dscriminacio- res que creiamos ya obsolets. Pence ala tozuder de los hechos, slo cabesubrayar el valor de una teria ética viva “Mientessexstan pincipiesyrazones bien formulados desde os que critica las ropelias morales y los atropllos contra los derechos humanos,tendremos un asidero al que agarrar- ‘no para seguir lachando por el progreso de la cvilizac Espero que el lector de este lbeo va confirmada esa teria septembre de 2012 1LOS SOFISTAS Y SOCRATES. LAS PRIMERAS PREGUNTAS La reflexion sobre la moral empieza propiamente con los sofistas que protagonizan los didlogs socraticos de Plan. Estamos en el siglo va.C., la época del miximo esplendor de Atenas, splendor no so politico y econémico, sino cul- tural. Una época gloriosa para la sociedad, la lieratara are y a fosofia. En ella vvieron Pecicles, Fidias,Sfoces, ‘Anaxigorasy los grandes sfists: Protigoras, Pridico, Hi as, Gorgias y, Finalmente Sécrates. Dice Hegel que slos Sofisas fueron los hombres cultos dela Grecia deentoncesy los propagadores dela culture. De ahi que la sofistica se haya vinculado con la Tustracingrega, cone afin de acu- dir ala eaa6n para resolver las preguntas més imporeanes {que asaltan ala mente humana. Los libros de filsofia expi- «can que éstasignifieael paso del mito al gos, dela expica- idm magica y fantasiosa a la argumentacin raional. De hecho, sin embargo el mito no desaparece, los sofos si juen acudiendo a la mitologia para argumentar sus teoriasy hacer més viva suenseBanza. Lo que ocute ex que a expli- «exci mica se utiliza ahora s6lo como recurso, el recurso 21] ein para exponer una idea, pues, por sf sol, el mito yaesinsufciete para responder los grandes nterrogances Como son insuficientes los oriculos, porque hace flea no slo tener unas mximas 0 guns de conduct, sino tambien inguin el porqué dels costumbres y en Ia azén de ser de las leyes, Hay que sestrjarse la mente, pensa, extract 6 nave misrontA De 24 rica el lenguajerodo el potencal que atesora para planter pre- suns y persuadi de la verdad de ls valores que se van sdescubriendo, Ya no es legtimo aceptar décilmente lo que viene dado, hay que disutirioyenmendaro sies preciso. Ea ‘una palabra, lo que la flosofiapretende x hacer hombres culos, que significs hombres citicosy rflexivos, no com placientes sin mis con la realidad. La filosofialevaba ya més de wn siglo de andadura, con los filésofos presociticos. El pensamiento reflexvo tenia ya tun notable desarrollo, Pero el tems de los presocriticos ha bia sido sobre todo la naturalezay slo excepcionalmente el ser amano o a sociedad. El gio hacia laprctca lo dan los sofisas. Cutivan la retrieay se autodenominan «aaestos 4e virtud>, porque ensefian el saber moral como un saber ‘tl que puede ayudar a los hombres a vivir bien y a tener to en el gobierno dela ciudad. Bn la tansmision de ese saber es fandamental el dominio del lenguajes de abt el fer. vor porlaelocuencia y ls figuras dela retSrea. La sofistica tuvo mala prensa porque no todos os sistas fveron honcados, tambien los hubo manipuladoresy sine crpulos Paton se encargs de dengrarlos todos por gia concienzudamente,presentindolos en continua polemica con Séerates, quien, pese a mantener una posicion ambivalente frente a la sfistica, siempre acababasaliendo el més a so de la contienda. La autoadjudicacién del nombre de sa- bios it, yo modestos«amantes dela sabidura> (phi losophoi, nto al oct de maestros de virad x cambio de ‘unos stipends, al parece no siempre médics, es acarreé a reputacion de mercaderes del conocimientoy, peor ain, de algo tan etéreo y dscutible como el conocimiento moral. ‘Mas atin cuando esos sabios que pretendian enseha I vie tu hacian gala de un escepticismo que sélo producia des- concierto y tea el conacimiento moral dem relativism {qu provocaba en los imelocutores mis dudas que certeras. 0S SrIsTASY SOCRATES LAS RIMERASPREGUNTAS 37 “Todo muy propio de un pensamientoilastrado —Io sabemos hoy—, pero dificil de asmilar como tal en su momento. Los sofiscas superon aprovecharse de una sociedad en a que la religibn no era un vehicula de cultura, no contenia enseian- 23 alguna, no habia una case sacerdoral administadora de ‘unos libros sagrados que cerraran el paso ala reflexion per sonal, Fra ademas, una sociedad que acababa de inventarse Ia democracia, donde todos los hombeeslibees ten‘an dere- ‘hoa hablag a cultivar el conocimientoy a participa acti- vamente en el gobierno dela ciudad. Una sociedad, final mente, en la que se notabs la influencia de las invasiones eras, el incremento del eomercoy de los viajes que eneen- taba sla gente con diferentes clturasponiendo de manifis- to que lo que era bueno en Persia nolo ea en Atenas y lo ‘que vais en Egipto no valia en Megara. Muchos fueron los factores que propiciaron el vuelo intelectual que se produce con los sostasy que pone en primer lugar al hombre como objeto dereflexién, yala palabra como instrumento de per SER BUENO, SER EL MEJOR, SER VIRTUOSO Agathés (sbveno») esl concepeoéico por antonomasia. La “ica ela reflexin sobre lo bueno, sobve la mejor manera 4e vivs, lo que hoy llamamos eexcelencia» ylosgriegos la ‘maron aretésviruds). En sus origene, la ca es el pensi~ ‘miento sobre Ia vida excelente 9 vida virwoss. ‘Muchos libros de érica empiczan refiriéndose a los poe- ‘mas homéricos como el lugar donde encontamos los prime: ros eemplos de view o de vida buena Sin dada, el mundo ‘que relat Homero posela ya un étbos, una manera de ser moral, Lo que no habia entonces era filosoia, flexion s0- bre la moral, No habia preguntas ni dudas sobre si los hé * aaave mistonA o6 14 rica roes dels Iida merecian ser reconocidos como «los mejo- ress (arstoi,evando la medida de Ia vet era valor que se mostraba, mejor que e ningin otro escenario, en la guerta Nadie lo dudaba, porque la guerra era la stuacin naural ‘el hombre: como habis dicho Heréclito, Ia guerra es se padre de rods as cosas ‘ero lo que determinaba el significado de lo bueno no era sé la realidad incuestionada de a guerra. Es que ser bueno ‘omo poder llegar a nerlo era algo que derivaba dela matora- leza de cada uno en una época en a que no se discuia la cexistencia de un arstoeracia natural Era aise —el me jor»—el que nacia para selo, no el que seo proponia, entre ‘ours razones porque nadie que no tuiera un orgen Singu- lar podia proponerse mejorar. La exceenciay la virtd, en ‘onsecuenca, eran patrimonio de unos poco, las casas ns nobles, de as que sala los gueerezos. La virud fundamen- tal era el alos entendido, por supuesto, como valor fisico, capacidad de vencer en el combate. Una virtud eminente- mente masculina, como no podia ser de otra manera. Ser bueno era, as, ser Gly liso (para la guerra) ee valent, ser asttoy ener éxito enloscombaces. Deir de alguien que ‘ra agathés no era hacer un juicio moral, ino deseibir ana posicn social y unas capacidades personales unidas 2 la buena fortuna. Como lo era también llamar a alguien kak, ‘malos,a saber, de origen humidey bajo. Dice Héctor en lt ‘hada: “Que al menos no perez sn esfuerz y sin gloria, sino tras una proeza cuya fama llegue alos homires fu turos!.' Lo que uno es expaz de hace, en vrtad de una condisin social que le ha tocado en suerte y no ha eleido, ‘lo quel depara lo mis alo a lo que uno pueda apirar: a ‘memoria ye reconocimiento social Ta reatitva identification del agathé come guerrero y cl valiente marea una pauta que estar siempre presente en cl significado de la moralided. Con una diferencia: ese valor 108 SOISTASY SGCRATE. a8 PIMIEAS PREGIONTAS 19 «que, en principio, sfisco y tiene que ver con la fuerza €on Ts ageesvidad y con la formacion técnica del guctreno, se convertich mas adelante en valor psiquico, eapacidad dea rodominio, valor como esfverzo para vencer los desos as pasionesinconvenientes con vistas ala excelencia ala que hhay que aspicaz Por oua part, la equiparacon del mejor con el hére soslaya una de ls cvestiones mis dscuidas Tego por los fildsofos del periodosoeritico: ila viet e5 ‘una © mille, Dicho de forma ms simple: si poseer una ‘vitud implica posers todas, pues, de entrada, se hace di- fil aceptar que el vaiente, solo por sero, sea a la ver el. compendio de todas Iasvitudes. Pero el mundo homérico reduce todas las virodes a una sola, y see bueno significa crtar en posesién de todas ls cuales valoradas ela s0- edad grega: coraje béico y habiidad en la gueera ast ‘como éxito en la misma.* EL éthos homérico es muy simple. Es dudoso que a los personajes homéricos se es pueda arbi algo parecido ala responsabilidad. Desempetan la funcin que el destino les ha orgado: el re, la funcin de gobernar el padre defami- lia, ln de proceper alos suyos la mujer lade ser discret, ‘asta y fel. En ningin caso puede hablarse propiamente de tun agente moral ue decide qué debe hacer, porque uno vive condicionado por su wert al naces una suerte imposible de ambiae Un hijo sordo 0 mudo no es un hijo real, dice He- ‘6doto. Sin cludadano maltrats a una anciana 0 aun ni, hay gue rcriminarle su cobardia 0 sv arroganca, no que n0 ‘tongue elrspeto y la consderaci debidos a las ancianas 1 los nos. De ahi que no se pueda hablar de responsabi- lidad, porque no la hay si uno hace lo que le cocresponde, no To gue elge. Lo que hay que saber esa funcién que compete ‘cada uno y adeeua el eaticter ala misma. Esa faci de los oles de cada no, reconoeidos como tales por Ia socie~ dad ha levado «entender la cultura homérica como una t= pica cultura de la vergienza», en contraposicin a la ecu ‘ura dela culpa», posterior ma elabocada y donde s entrar «en juego la responsabilidad individual.” El hoe griego bus- 2, por encima de cualquier ota cosa, el reconocimiento so- ‘aly cl aplauso de los dems euando cumple su cometide 3 Ia perfeccion, PROTAGORAS! £1 ORIGEN DEA MORALIDAD La sofistica viene a subvert todas esas nocionescxy0 sign ficado habia sido fjado por una ley natural incuestionable ‘que colocaba a cada uno en su lug, introduce esceptics- ‘mo y relativism en el pensamiento. Los sofstas tuvieron ‘donde aprender porque, como se ha dicho hace un momen 1, las guerra, las colonizacionesy el comerco levaban 3 ‘uestionar la cgi de los concepts. Con Ia acufacién de la moned, Teognis observa la confusin que se vierte sobee lo que debe ser considerado bueno y virtoso: «Para la ma- yori de los hombres, sélo hay una viet: ser rico». Por su parte, Tacdides y Hesiodo esciben textos memorables 50- bre Is evolucin del lenguae la transformacion el signif ‘ado de las palabras por causa de los acontecimientosy la mezela de culeras. Tuciides registra la corrupeia del ln fuaje a raie de la revolucin de Corfi con estas palabras profusamente recordadas durante milenios: signified de as palabras ya no tee la mises elacin cow las oss» El obra temeraramente es considerado vat eal [a eaperspradens, cobards la moweracin xl dina ela debi sabelo todo e 0 hacer mada En Los trabajos y los dias, también Teogns lamenta no po- der seguir lamando sjustos- a quienes lo son de verdad por- 10S SOMISTASY SOCRATES. LAS PRIMERAS PREGLTAS| 21 {que es malo ser justo si el injusto logra converte en el rejor». Los sofistas buscan una salida al desconciero mo: 3, y lo hacen planteando una pregunra que vaa dat fils6 ficamente mucho juego: las leyes morals son physis 0 no ‘mos?, ison naturales convencionales? Los dos sofistas mis conocides y espetados en su po, Protigoras y Gorgias, hicieron gala de la relatividad de cua quier forma de conocimiento asi como del poder dl len- _zuae para justifcar cualquier opinin 0 punto de vista. Pro: tigoras (c 485 @.Crc. 411 &.C) era originario de Abdera ¥ via por toda Greviadifandiendo sus enseBanzas, Sein Diogenes Laetco, su tratado de reviricay dialeica se pro- ‘nia mostrar que cualquier sis podia defenders el argue mento era iil. Tod lo que es sofstasenseiahan pertenecia alimbito de a dé, dea opin, y no dea verdad: +Can- 4o sopla el viento, nos tiemblan y otros nos no podem, pues, afimar que este viento sea en si mismo fri». Con res ecto a la reign, no dad en declararse agndstico com la entencia,harto conocida: «Acerca de ls dios n0 sabre decir los hay o no Tos hay, pues son muchas las cosas que prohiben el saberlo, ya la oxcuriad del asunto, ya la breve- ad de la via del homes Pero laafrmacin gue sintetza clescepticisma yl cardcterconvencional que revit el cono- , su oficio consist en i por las ciudades enseando re- ‘rica como e mejor insteumento para dirmir ls cuestiones twéricas y prdcticas que preocupan 2 los humanos. Al c= ‘mienzo del ddlogo que estamos analizando, erates acude 4 casa de Protagoras, donde lo encuentra acomparado de sofstas epaseindose y cautivindo a quienes lo escuchan, ‘como Orfeo, com la masica de sus palabras. Le confiesa que Hipdcrates, que lo acompaia, desea apuntasea su magise 10S SOFISTASY SOCRATES. AS PRIMERAS PREGUNTAS 27 rio, pues quire gar a ser «lustre en la ciudad, por lo que Protigoras se iene halagado y no duda en dar buena cuen- ta del arte que culiva. Desafiando a las malas lenguas qe, por temor 0 por envidia,recelan dela Sofistics, rotigoras ‘no duda en mostrar sus cata: «Soy un soft y me propon- 10 instru el espirita de los hombese: Yo, desde lego afro qu clare de los sistas e tig, bens quelo maneaban nz lo arones de sna, emeto- ss de los encores que ssa, s fabrcatow wm dens 7 To ‘cultaon, los uno com Is poe, como Homer, Hesodo y Siménides, yes, en cambio, on ts eligionry riclon, camo lon dips de Orfeo y Musso, Algunos otros, ome Jos Trelis bra cs pits sinker sa sno, Hetodco de Selim, en otros wom ciadadano de ‘Megas. ¥ com la msc io dara vcr Agatcley gue cera un gran Sofi, y,asimisn, Poder de Coos, yot08 At pues, los sofistas trasladan al pensamieno y la argu: mentacin fo que ances y de ota forma hicicran la poesia Ia risia, incluso la gimnasia: el eultvo del expeta 0 la «acion de los jévenes. Pero eso es lo que Séerates empezars de inmediato@ cuestionarle, una ver hechas as presentacio- ‘nes oportunas. Con la ironia que lees propia y que conver- tiré en st manera de filosoat, no dua en slr al paso de la vtocomplacenca del sofia con eta fase: «{Qué hermoso ‘objeto cintfico te has apropiado, Protigorss, si es que lo tienes dominado! Porque yo eso, Protigoras, no rela que fuera enseiable, y, al decitlo ui ahora, no sé eémo deacon: fas, Fl dardoestéenel aire y contiene un edmulo de dadas ‘no por inexplcitas menos adivinables:zno peca de atrogan- te quien se atribuye el weal de «maestro de view? 2Quién potee el saber sufciente para poder ensefiar a comportarse decuadamente? Es mis, zn0 es contradicorio con el ese 8 EVE HISTORLA DEL ECA ticismo y l elativimno de la sofstca el erigcse en maestro de moral en cualquier Iugar en el que uno se encuentre? {Como un orginario de Abdera —Protigorat— se atreve a Aecices a Tos ateninscs cues deben set sus virtdes y si deben © no cumplir sus lyes si al mismo tiempo se hace profesion de rlativismo? Precsamente el mito de Prometeo es el recurso con el aque Protigoras pretende acabar convenciendo a Sécrates y Al esto de los contertulios dl valor y la vabilidad del come- sido al que se ha entregado. La virud es ensefiable y debe haber maestros que lo hagan, porque ast se desprende del ‘manaato de Zeus a Hermes: tdos os cidadanos deben ad ‘iri a virud porque de no hacerlo, no pode segue vi viendo en la ciudad, Pero crates no ests tan convencdo. Por una parte si todos deben poseer esas virtues, zpor qué ‘anos pocos deben considerarse ms exceentes que el resto nel conocimiento de Ia vied? Quién los ha hecho exper- ‘os en moral? En lo que a la vitud conciere, no debria, estar en condiciones de opinar cualquiera? La tess de Protigoras, en principio, es inequivoca: en sfecto, todos deben conocer y practical justia, pcs 88 «sa viru fundamental, pero es un hecho que a0 todos lo hacen, y a és0s hay que settles y castigaros afin de que acaben haciendo lo que deben. Es curioso —apostillaProté- ‘ras que slos hombres de bien enseBan las dems cosas fs hjos, pero éta no, observa qué extrafias resulta personas de bien. La obscrracén nos suena todavia hoy ‘ea ensedanza dela moral nadie quiere hacerse cargos 80 ‘obstant, tiene que haber alguien encargado de esa mision imprescindible par a comsnidad, Pero volvamos al dislogo plarénico, La discusién es larga y, como siempre, se pietde ‘en menudencas que parecen apartanos del tema esencal ue, sn embargo, e recupera al final del didlo. Socrates. ha ido derivando hacia la tsi de que la ved es una cen 105 SOFSTASY SOCRATES, LAS PMEEAS PREGUNTAS 29 cla, ya que el virtuoso —el justo, el decente—lo es porque conoce qué es la justia, No discure que la. vietad pueda aprenders, sino que deba haber maestros que la ensedien, Porque, a su juiio,elconocimiento de lavetud, en realidad, ya esti en nosoeros, La teria de que la vitud es conoci ‘micaro es una de las teria sociticas ms frmes..y ms falsas, lo veemos lego. Contra esa idea, Protigoras se ne sg. Considerar que I viet sea una ciencia, que pueda ser conocida como las demas ciencias, pues tal afiemacion se ‘ontradice com lo esencial de Ia sfistica. Portales decrote- oss a legado a una conelusn paradojca sla vrtad es encia (0 conocimiento) —ess de Socrates, sera ensesia~ ble, como lo es cualquier ciencia sila vireud no es ciencia tess de Protigoras—, difeilmente pode ense aria nadie. I propio Séerats se rcrimina con asombro el absurdo al ‘que han legado con su prlia discus. ‘Com ocurre con todos los diflogos de Plain, éste acaba sin conclusiones, abierto a que el debate coatinde oto di Ora ve, si quieres nos ocuparemos de esor ice un resi nado Protigoras al despedirse. Se ha seguido discutiendo, en efecto, pero ni Sérates i Plata ni nadie hasta hoy ha dado ‘ela clave de lo que debe ser la enseianza de la moral Enel siglo xxt nos lo seguimos pegunando, Socrates, sin embargo, tiene la respuesta. Su esis esque el . Con su decision paradajca, en realidad Sdcrats destruye la wei: u eave stoma DE La erca ddad» det pueblo riego en nombre de una justca superior ‘que acabaré manifstandose: ‘Tales siempre a poi yl destino de los hoe del isto sia universal que hacen nacer un mundo nevocuyo pris seals en contr dicen con el mundo antedor lo desing: loshéroes aparece, pus, como la violencia ue iafinge ley. Pereen eno indivdoaly peo perece solamente el individ, noe principio en él encirndo, que la pena impuesta a aqul 0 alana & desta" PLATON, LA CIUDAD JUSTA El método socritico se basa en el andlsis de los concepts, que sera la clave dela ivestgacin filosGficay, en particu lay, de la ca.

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