Consecuencias que podría tener para las Naciones Unidas
tras la salida de EEUU e Israel.
Si bien Israel ha criticado duramente a la UNESCO por su parcialidad contra el
Estado judío, la organización ha provocado la ira de Jerusalén durante el año pasado por varias resoluciones aprobadas, como la reciente decisión del organismo parisino de declarar la Ciudad Vieja de Hebrón en Cisjordania, un sitio del patrimonio mundial en peligro de extinción. También aprobó varias resoluciones ignorando los lazos judíos con Jerusalén, lo que provocó la denuncia de los funcionarios israelíes. La declaración de Netanyahu de que Israel renunciaría a la UNESCO se produjo un día después de que acordó por unanimidad aplazar la votación de un par de resoluciones antiisraelíes en lo que fue un logro diplomático importante para Israel, con el Ministerio de Relaciones Exteriores señalando que era la primera vez que no había resoluciones contra Israel aprobadas en una sesión de la UNESCO desde 2011. La líder entrante de la UNESCO, la francesa Audrey Azoulay, que fue elegida para el puesto el día después de los anuncios de Estados Unidos e Israel, ha implorado a los dos países que reconsideren sus decisiones, diciendo: “En tiempos de crisis, necesitamos estar más involucrados que nunca, buscar fortalecer a la UNESCO, y no abandonarla”. En un mundo marcado por dos conflictos armados, la Unesco reivindicó la necesidad de trabajar por la paz. “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”, señala el preámbulo de la Constitución de este organismo. Su misión, por tanto, es contribuir a esa consolidación de la paz, pero también a la erradicación de la pobreza, el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural mediante la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación y la información. Y hoy se fija dos prioridades: África y la igualdad de género. En la práctica, la Unesco impulsa programas alrededor del mundo que destinados a cumplir con esos objetivos y mejorar el acceso a la educación, reducción de las desigualdades o promover los avances científicos y la libertad de expresión, entre otros. Ahora bien, por parte de la retirada de EE.UU, El corresponsal de la BBC en París, Hugh Schofield, señala que la Unesco, “desesperadamente escasa de fondos y ahora abandonada por la principal potencia mundial, se enfrenta ahora a un momento crucial esta semana con la elección de su nuevo director general”. La votación, que dura tres días y podría durar hasta el viernes, tiene como principales aspirantes a Hamad bin Abdulaziz al Kawari, de Qatar, y Audrey Azoulay, de Francia, por delante del egipcio Moushira Jatab. Pero el dinero también juega un papel importante en la decisión de Estados Unidos, que citó como argumento la creciente deuda que estaba acumulando con el organismo. La decisión de Obama de congelar fondos ya supuso un fuerte varapalo para las arcas de la agencia, si bien su directora general, Irina Bokova, aseguró que, pese a la congelación de los fondos, en estos años se había profundizado la relación entre Estados Unidos y la Unesco: “Nunca había sido tan fuerte”. Por ello, este jueves consideró que su marcha “es una pérdida para la Unesco, para la familia de Naciones Unidas y para el multilateralismo” en un periodo de enormes desafíos para la paz mundial. “En el momento en que la lucha contra el extremismo violento pide una inversión renovada en educación y en diálogo intercultural para prevenir el odio, es profundamente lamentable que Estados Unidos se retire de la agencia de Naciones Unidas que se ocupa de estos asuntos”, señaló Bokova. Sus críticas, no obstante, no parece que vayan a hacer cambiar de opinión a la administración Trump, cada vez más alejada del multilateralismo frente a la ascensión de potencias como China.