ORIGEN DEL SER HUMANO Y SU PAPEL CON LA NATURALEZA
La especie humana es en realidad muy reciente, se ha encontrado fósiles de homínidos en África, que ya caminaban erectos con una antigüedad aproximada de 4 millones de años. Se piensa que algún Australopiteco ya consumía carne y sus características físicas serían de ser un vegetariano. Quizá este tipo de alimentación favoreció el desarrollo del cerebro; además de la aparición del dedo pulgar que le permitió la manipulación fina de los objetos. Debe resaltarse que las características mencionadas lo llevaron al uso de determinados objetos para facilitar la captura y el desgarramiento de las posibles presas, desarrolló habilidades que lo llevaron a fabricar utensilios que lo transformaron en un mejor depredador. A la vez logro la capacidad para producir fuego. El hombre primitivo, al desarrollar su raciocinio y lenguaje, capacidad para acumular y trasmitir experiencias y como una especie social por naturaleza, formó grupos con características comunales de recolectores, cazadores y pescadores, cortar leña, matar algunos animales, recolectar ciertos frutos y dejar sus desechos. Se considera que desde hace 200 000 años el hombre se comportó como un ser vivo más adaptable.
DOMESTICACIÓN, AGRICULTURA Y ASENTAMIENTOS HUMANOS
En su proceso de desarrollo, el hombre primitivo fabricó utensilios cada vez mejores que le permitía una cacería cada vez mejor y menos riesgosa. A la vez observó que ciertos animales, lejos de representar un peligro para él, podían ser un sustento, a la vez que cuido de ellos, hacer uso de su energía, eso inició la domesticación de los primeros animales, entrando a esa siguiente etapa de ser humano, la de pastor. Con el devenir del tiempo y su capacidad de aprendizaje fue registrando en su memoria la reproducción cíclica de las plantas, dando así inicio a la siguiente etapa fundamental en el desarrollo de la especie: La agricultura. Es necesario hacer resaltar que tal transición se llevó de manera muy rápida, ya que durante 2 millones de años aquellos ancestros practicaron la recolección, pesca y cacería y que en sólo unos cuantos millones de años abandonaron aquel modo de vida para dar inicio a la agricultura. Sin dejar abandonar el pastoreo, el ser humano empezó a manejar la producción de los alimentos con la actividad agrícola, sin embargo tuvo que esperar en un mismo sitio, hasta la recolección de la cosecha, de modo que se transformó en un sedentario, buscando espacios abiertos como praderas o sabanas para el desarrollo de ambas actividades, o abriendo, principalmente a base de fuego, terrenos que pudieran transformarse en dichos espacios eliminando así a la comunidad original y ejerciendo un impacto más severo sobre la naturaleza; repitió este patrón de conducta para seguir colonizando el espacio terrestre. Desde entonces muchos grupos humanos considerados avanzados, reconocieron la necesidad de crecer y vivir en equilibrio con el entorno, aunque otros se desarrollaron proyectando patrones de depredación y llegaron a manifestarse como verdaderas anticulturas, como la única especie que destruye su hábitat. Como resultado inmediato se iniciaron los asentamientos humanos, situación determinante en la especie y del planeta. Al asentarse en un solo lugar, la situación cambió drásticamente, aumentó el número de individuos del grupo, talar más bosques para abrir nuevas tierras al cultivo y con la madera construir viviendas. A menudo impidió la recuperación de la flora silvestre, ahuyentó a la fauna y, por otra parte, tuvo que ver la forma de disponer de sus desechos. Los primeros grandes imperios se desarrollaron en sitios en donde la fertilidad del suelo y las enormes posibilidades de desarrollo agrícola atrajeron a muchas personas y se construyeron grandes ciudades. A la vez, aparecieron nuevas normas sociales, políticas y económicas, los cuales incrementó y complicó el desarrollo mismo de esas áreas. Así mismo surge la necesidad de protección contra animales silvestres y grupos humanos debiendo emplear recursos como: palizadas, muros e incluso murallas, además de armas y ejército, se necesitaron más viviendas destruyendo diversos ecosistemas, utilizó fuentes de agua. Debido al complejo de las interrelaciones de los seres vivos y su entorno, el ser humano ha modificado los ecosistemas, y en muchos casos a puesto en grave peligro el equilibrio de la naturaleza. Al mismo tiempo, el avance en las ciudades provocó que se presentarán incidentes relacionados con las emisiones de humos nocivos, como producto de ciertas actividades domésticas. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y SUS CONSECUENCIAS Cuando se inició la actividad industrial, la situación cambió de modo radical, primero porque la industria se presentó como alternativa de trabajo, por lo que entonces as ciudades tuvieron un crecimiento muy rápido. Con el desarrollo de la máquina de Vapor a fines del siglo XVII, se inició un proceso que no ha cesado, denominado la Revolución Industrial. Con el invento del generador eléctrico y al lograr la trasmisión de la electricidad, del motor eléctrico originaron la combustión creciente de los combustibles fósiles con un costo ambiental muy grande. Al mismo tiempo, hubo un desarrollo científico y tecnológico con gran demanda de recursos y graves trastornos ambientales, un desarrollo urbano más acelerado. Dentro de esto se logró controlar muchas enfermedades, mejorar las condiciones higiénicas, aumentar de modo sustancial la producción de los alimentos, controlar plagas, incrementar condiciones de comodidad, lo cual a influido en mayor supervivencia de las personas y esperanza de vida. Sin embargo, este desarrolló incrementó sustancialmente toda la problemática relacionada con la naturaleza y la explotación de los recursos. Es necesario que el hombre contemporáneo no pierda de vista un aspecto ecológico fundamental, que es mantenerse dentro de la capacidad de equilibrio, formulando políticas encaminadas a lograr un equilibrio entre los seres humanos, sus estilos de vida y la capacidad de la naturaleza junto con las tecnologías. DESARROLLO Las necesidades y deseos de la población total en constante expansión han orientado el interés del ser humano hacia el control ambiental intensivo, así, han creado ambientes completamente nuevos denominados “ecosistemas humanos”, que incluyen las áreas naturales controladas, reservas y parques que mantienen ambientes naturales y conservados y áreas productivas donde se desarrollan fundamentalmente actividades agropecuarias y forestales. El objetivo es la preservación y el uso racional y sostenible de los recursos naturales. DESARROLLO URBANO E INDUSTRIAL Las zonas urbanas constituyen una de las modificaciones más drásticas que el ser humano puede realizar, ya que se desarrollan en un espacio natural y que se destinan a satisfacer necesidades del ser humano. En la actualidad desde un modelo de desarrollo sostenible, se incorporan elementos fijos como: elementos ornamentales, forestación urbana, urbanizaciones verdes, desarrollo educativo y cultural, políticas y acuerdos ambientales, con influencia significativa sobre el crecimiento tecnológico, industrial, económico y comunicacionales. El desarrollo industrial demanda constantemente materia prima, energía, vías de comunicación, agua, sistemas eficaces para el control de contaminantes y constituye el detonante principal de la problemática actual de contaminación ambiental. Lo anterior se ha agravado debido a la concentración de establecimientos en las zonas industriales, que han hecho que las emisiones al aire o al agua, así como los residuos sólidos, se generen en cantidades imposibles de absorber por la naturaleza y muy complicadas para ser tratadas por el ser humano, a la vez que el sector industrial agrega de manera constante nuevas sustancias y compuestos a sus desechos y productos, muy difíciles de reciclar o de tratar. MODELOS DE DESARROLLO En la introducción del programa 21, firmado por los gobiernos del mundo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio Ambiente y Desarrollo, llamada Cumbre de la Tierra, que tuvo lugar en Rio de Janeiro en junio de 1992, se mencionó que si se enfocaba la atención hacia el ambiente y el desarrollo del ser humano, se podrían salvar los escollos para satisfacer las necesidades fundamentales, elevando el nivel de vida, protegiendo los ecosistemas. A partir de los sucesos mencionados, se apreció un avance sustancial en el conocimiento científico del problema que se tradujo en sistemas de control de emisiones y de evaluación, el uso de aparatos más efectivos y menos contaminantes, y simultáneamente debido a la presión pública, se captó la atención de los gobiernos para desarrollar la normativa jurídica con la promulgación de leyes y reglamentos orientados a prevenir y controlar esos problemas. En síntesis, se afirma que la relación hombre- naturaleza se analiza desde cuatro perspectivas. La primera, La concepción evolucionista del hombre primitivo, la segunda, la concepción animista, espiritualista y naturalista, que atribuye nociones religiosas a todos los seres, objetos y fenómenos de la naturaleza. La tercera, la concepción de dominancia del hombre hacia la naturaleza, en este sentido, la naturaleza es vista como objeto de conocimiento y finalmente, la cuarta perspectiva de conservación y preservación de los recursos naturales, enfoque que incorpora acciones de sostenibilidad ambiental en los avances de la ciencia y la tecnología.
REFERENCIAS Montané R. (2012). Ecología y Conservación ambiental. México D.F.: Editorial Trillas Código : 577 M76EJ.2