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0718-1604

Espacio Regional
Revista de Estudios Sociales

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES


UNIVERSIDAD DE LOS LAGOS
Volumen 1, Número 5
Año 2008
«Espacio Regional. Revista de Estudios Sociales» es una siempre abierta a considerar las contribuciones que,
publicación editada semestralmente por el Departamen- desde distintas ópticas, aporten al debate en torno a los
to de Ciencias Sociales de la Universidad de Los actores sociales y a los escenarios y procesos en los
Lagos más la participación de la Dirección de investiga- cuales discurre su quehacer.
ción y el Programa de Estudios y Documentación en Las colaboraciones pueden enviarse a Espacio Regio-
Ciencias Humanas, de la misma casa de Estudios, quien nal. Revista de Estudios Sociales, Departamento de
difunde los Trabajos de Investigación y reflexión Ciencias Sociales, Universidad de Los Lagos, Av. Fuchs-
elaborados por los miembros del Departamento; locher, Nº 1305, Osorno, Chile.

AUTORIDADES UNIVERSIDAD DE LOS LAGOS


Raúl Aguilar Gatica
Rector, Universidad de Los Lagos
Iván Navarro Abarzúa
Vicerrector Académico, Universidad de Los Lagos
Claudio Rosales Urrutia
Director Departamento de Ciencias Sociales, Universidad de Los Lagos
DIRECTOR REVISTA
Claudio Rosales Urrutia
Universidad de Los Lagos, Osorno
SECRETARÍA DE REDACCIÓN
Jorge Muñoz Sougarret Patrick Puigmal
PEDCH, Universidad de Los Lagos, Osorno Universidad de Los Lagos, Osorno
Raúl Núñez Muñoz Juan Carlos Yáñez Andrade
Universidad de Los Lagos, Osorno Universidad de Los Lagos, Osorno
COMITÉ EDITOR
Gerardo Azocar García
Universidad de Concepción, Concepción, Chile Sergio Grez Toso
Patrick Barr-Melej Museo Nacional Benjamín Vicuña Mackenna, Santia-
Ohio University, Athens, Estados Unidos de Nortea- go, Chile
mérica Rodrigo Hidalgo Dattwyler
Adrian Blazquez Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago,
Université de Pau et des Pays de l’Adour, Pau, Fran- Chile
cia Julio Pérez Serrano
Oscar Dávila León Universidad de Cádiz, Cádiz, España.
CIDPA, Valparaíso, Chile Bernardo Reyes Ortiz
Carmen González Martínez Instituto de Ecología Política, Santiago Chile.
Universidad de Murcia, Murcia, España. Claudio Robles Ortiz
Igor Goicovic Donoso Universidad de Concepción, Concepción, Chile
Universidad de Santiago de Chile, Santiago, Chile Alejandro Saavedra Peláez
Universidad Austral, Valdivia, Chile

ISSN: 0718-1604
©Ediciones Departamento de Ciencias Sociales, Universidad de Lagos, 2008.
Avenida Fuchslocher, Nº 1305, Osorno, Chile.
Fono/Fax (56-64) 333235
E-Mail: crosales@ulagos.cl
Composición y diagramación: Raúl Núñez Muñoz, Jorge Muñoz Sougarret - Universidad de Los Lagos, Osorno, Chile
Foto portada: Segadora de sangre, usada en las faenas agrícolas en los márgenes del Lago Llanquihue a mediados del
siglo pasado. Agradecemos la fotografía a Rodrigo Márquez, geógrafo del Dep. de Ciencias Sociales ULA
Diseño portada: Impresión: Printus S.A, Osorno
Impresión: Printus S.A; Osorno
Se permite cualquier reproducción parcial o total indicando la fuente. Las opiniones vertidas en los artículos publicados
en esta Revista no representan necesariamente la opinión de la Institución que la edita.
HECHO EN CHILE / PRINTED IN CHILE
Estaba un buen día el campesino ufano
del progreso de su patrón, amaba todo
cuanto veía y era de éste.

Ya entrada la tarde cuando el sol parecía


dormitar y el empeño del buen campesino
estaba por menguar. Apareció en esta
historia el Diaulo, que con loco afán vino
para sembrar su roja semilla dentro de la
fértil cabecilla del ingenuo campesino.

Dijole: -Yo no soy el Cristo del Elqui y ni Dicho esto y plantada su semilla el Diaulo
mucho menos tu nuevo patrón, pero he desapareció.
venido a liberarte. Sabía usted compañero,
qué su patrón es un haragán y que todo Y en efecto. El buen campesino, con los
cuanto ha trabajado es suyo. días, fue tomándole el gustillo a la idea,
arraigándola en su corazoncillo. Hasta
El campesino, quedó mirándole largo rato, que finalmente fue a encarar a su sin
con cara tiesa como un terrón de tierra vergüenza y parasito patrón.
erosionada. Hasta que por fin dijo con tono
somnoliento: - Ah… ¿sí? Corrió con creciente determinación hacia
la casa patronal. A lo lejos divisó a su
Por supuesto, buen hombre. Todo cuanto antes loado patroncito parado en la puer-
has regado con tu sudor, todo lo que has ta, rascándose la barriga.
arado con tus uñas, todo los que has sem-
brado con tu prole os pertenece. Ya estando frente a frente con el patrón el
campesino dijole: - ¿qué crestas se ha creído
-Quiero que recuerdes esto y que desde hoy usted engañándome a mí y a toda mi as-
sea el fruto de tu inspiración: “La tierra es cendencia, haciéndonos creer que siempre
para quien la trabaja”. trabajábamos la tierra en beneficio nues-
tro? Exijo que se me devuelva todo cuanto
-“La tierra es para quien la trabaja”. he regado, arado y sembrado.
Repitió, casi instantáneamente el buen
campesino; como rumiando la idea. El patrón miraba con estupefacción, a su
otrora más fiel vasallo. Sólo atreviéndose a
-Eso es compañero. Agregó satisfecho, el enunciar un casi mudo… -¿¿¿qué???
Diaulo que se iba poniendo cada vez más
rojo.
-¡La tierra es para quien la trabaja! Dijo remedio que darte una buena paliza, por
con fuerza, el ahora rojo campesino. desafiar a tu patroncito.

El patrón, ahora nervioso, exclamó: - Oh, Extraña y triste escena fue esa, si me per-
Dios, ya me lo habían advertido, que an- miten mi opinión mis queridos lectores. Dos
daba merodeando los campos. Has sido in- viejujos peludos; jugando al papá y al
fectado por el germen rojo. hijo.

El patrón con paternal amor, sacándose el En cuanto al campesino… lo único rojo


cinturón que adornaba su hinchada pan- que le queda son los cachetes del poto.
za, dijo: - ¡Huaso bruto! No tengo más

Simón Fernández, 2008


Espacio Regional
Revista de Estudios Sociales

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES


UNIVERSIDAD DE LOS LAGOS
Volumen 1, Número 5, 2008

PRESENTACIÓN 7

DOSSIER: Historia agraria. El presente de una historia pasada 9

Los jesuitas en el comercio colonial. Las cuentas de los colegios de Chile


en la Procuraduría de Lima 13
Guillermo Bravo A.
Historia agraria en el valle central. Notas para su estudio. Siglos XVIII y
XIX 25
Juan Cáceres Muñoz
La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (SAGO) y su aporte al desarro-
llo de la comunidad regional 35
Luis Carreño Palma
Mujer, vitivinicultura y participación política
Pablo Lacoste 49

La concesión de mercedes de tierras en la Doctrina de Malloa (Colcha-


gua, siglos XVI y XVII)
69
Juan Guillermo Muñoz Correa
Reforma Agraria y Sindicalización Campesina en Osorno: 1967-1973.
Reflexiones sobre la conformación del movimiento sindical
Katherinne Osses Ritz 105

OPINIÓN Y DEBATE 119

Genealogía de una historia. Historia de las mujeres, historia de género:


Problemáticas y perspectivas 121
Margarita Iglesias Saldaña
A 40 años del 68: El sueño, su poesía, su irrespeto y su representación.
“Sous les pavés, la plage” 127
Patrick Puigmal

¿Asistencialismo social o intervencionismo laboral? Repensando el Esta-


do Social desde el último trabajo de María Angélica Illanes 131
Juan Carlos Yáñez Andrade

FUENTES DOCUMENTALES: 137


Texto del Gobernador del Obispado de Concepción, Antonio Ruiz, in-
formando a los curas y párrocos de la zona sur sobre la visita del natu-
131
ralista Claudio Gay. 1830
Secretaría de Redacción
RESEÑAS: 145

Víctor M. Gavilán, “La Nación Mapuche. Puelmapu ke gulumapu”


147
Luis Cáceres y Patrick Puigmal
Alondra Peirano, “De la militancia revolucionaria a la militancia social,
los Miristas en el Chile neoliberal” 151
Luis Cáceres
Hernán Delgado et al, “Amotinados, abigeos y usurpadores. Una mirada
regional acerca de las formas de violencia en Osorno (1821-1931) ” 153
Jorge Pinto Rodríguez
Espacio Regional

PRESENTACIÓN

De la diversidad de las fuentes nace el análisis histórico y la creación de conocimiento.


Un esfuerzo notable en dirección de la historia agraria regional

La investigación histórica tiene como fundamento principal la consulta de los documentos origi-
nales, sean estos escritos (manuscritos o digitales), orales o audiovisuales. En entonces difícil
imaginar el desarrollo de cualquier trabajo riguroso en este sentido si no existe el acceso a
aquellas fuentes.

Desde hace varios años, la Universidad de Los Lagos, a través del Departamento de Ciencias
Sociales y del Programa de Estudios y Documentación en Ciencias Humanas (PEDCH), ha
realizado numerosas acciones de manera a poder dotar la región de una base documental:
Conservación de la colección entera del diario de Osorno “La Prensa” desde 1917; la adquisi-
ción de la edición original de la Historia Física y Política de Chile de Claudio Gay (28 volúmenes
editados en 1852 en Francia); recuperación de 10 000 documentos del Archivo Judicial Regio-
nal hoy catalogado y accesible bajo la forma de DVD; creación de una biblioteca especializada
en Ciencias humanas de 2.000 textos y revistas, junto a un banco de datos de alrededor de
5.000 textos digitalizados; digitalización en curso de los Archivos Parroquiales de La Unión, Río
Bueno, Misión Dalglipulli y Calbuco; del Archivo Municipal de la Comuna de Rahue; de las actas
de repartición de tierras de la CONADI; firma de un convenio con Gendarmería de Chile para
tener acceso al archivo del establecimiento carcelario de Osorno y recopilación de múltiples
documentos originales que llegaron al PEDCH por donaciones de habitantes o instituciones de
la región.

Este trabajo destinado a estudiantes de pre y postgrado, a investigadores regionales y naciona-


les, esta también abierto a la comunidad local, universitaria o no, en realidad a toda persona
interesada en descubrir, profundizar o simplemente conocer lo que ha sucedido en esta región
como para explicar o entender su actualidad.

Los primeros logros de estas iniciativas residen en las numerosas tesis de pre y postgrado que
se han y se siguen elaborando a partir de tal documentación, las que participan en la creación
de la historia, hasta hoy casi inexistente, de la Región. Uno de los resultados concretos es el
libro publicado a fines de 2007 por el PEDCH de Amotinados, abigeos y usurpadores, una mira-
da regional acerca de las formas de violencia en Osorno (1821-1931), escrito por tres egresa-
dos de la Carrera de Pedagogía en Historia y Geografía de la ULA, hoy en día, estudiantes del
Programa de Magister en Ciencias Humanas, Mención en Historia, ofrecido por la misma insti-
tución: Hernán Delgado, Eduardo Gallardo y Joel Lespai.

En la misma dirección va la reciente publicación del libro “Hacendados progresistas y moderni-


zación agraria en Chile Central (1850-1880) de Claudio Robles Ortiz, doctor en Historia, profe-
sor de Historia en la Universidad de Concepción, el cual da a conocer los procesos de moderni-
zación de la agricultura chilena durante el fin del siglo XIX y el principio del XX.

Cabe señalar que esta acción de envergadura se incierta en el proyecto ambicioso de crear en
Osorno el Archivo Regional, es decir el lugar donde se conservarán y serán accesibles las fuen-
tes originales de la Región. En este sentido, se firmó hace algunos años un convenio de des-
centralización con la Dirección del Archivo Nacional de Santiago y se esta elaborando durante
este año un proyecto conjunto entre la Universidad de Magallanes y la Universidad de Los La-
Presentación

gos de creación en Osorno del Archivo de las Regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, en
el marco del Consorcio creado hace poco entre las dos universidades estatales ya menciona-
das.

El tema de la actividad y del desarrollo de la agricultura es para esta región extremadamente


relevante por primero, constituir la razón principal del proyecto político de inclusión de la región
en el estado Chileno durante el siglo XIX, segundo, ser una de sus principales fuentes de rique-
za económica a través en particular de la explotación maderera y la actividad ganadera con sus
dos subproductos, la carne y la leche, y finalmente, representar el uso casi exclusivo de la su-
perficie de la región siendo esta de densidad urbana reducida con solamente dos ciudades que
cuentan con más de cien mil habitantes, Osorno y Puerto Montt.

La recopilación de material documental sobre este sector de la actividad regional ha sido uno de
los ejes de desarrollo del fondo documental del PEDCH a partir en particular de la orientación
de los estudios universitarios hacia temas como, entre otros, las reformas agrarias, la repartición
de tierras, las migraciones campo-ciudad o la colonización alemana.

No obstante, por las razones ya explicadas, estos estudios necesitan de las fuentes originales
para poder transformarse en creación de conocimiento; el acercamiento entre el PEDCH y la
SAGO (Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno), en particular gracias al historiador e investi-
gador de la ULA, Luís Carreño, ha permitido dotar el PEDCH de dos fuentes primordiales: Parte
de la colección de la revista La Agricultura Austral de aquella institución y recientemente, el
“Fondo Sanhueza” que donaron los hijos de Alfonso Sanhueza Diart, quien desde 1935 a los
años noventa se desempeño como Secretario General de dicho organismo. Se trata de 25 car-
petas con más de 4.000 documentos manuscritos personales que representan concretamente la
voz de la SAGO durante estos casi 60 años a través de su expresión en el Diario Austral y de la
radio SAGO pero también de los grupos de ciudadanos influyentes, los cuales en el seno del
Comité para el Progreso, incentivaron, en particular, a la construcción y/o modernización de las
carreteras entre Osorno y las zonas de San Juan de la Costa y de Puyehue.

La próxima etapa debería consistir en la inclusión del Archivo digitalizado de la SAGO en los
fondos generales del PEDCH.

Proponemos, en el marco de este dossier sobre la historia agraria en Chile, una primera
aproximación al rol de aquel organismo hacia el desarrollo de la comunidad regional, trabajo
presentado por Luis Carreño, el cual en función de la incorporación de nueva documentación y
del acceso a las otras fuentes de información de la actividad agrícola, no tardará en transfor-
marse en una línea fuerte de la investigación regional

Proponemos además en este numero tres temas de Opinión y Debate de Margarita Iglesias a
partir de una genealogía de las mujeres, Juan Carlos Yáñez reflexionando sobre la última publi-
cación de la historiadora María Angélica Illanez y Patrick Puigmal rememorándose el mayo de
1968 en Francia a cuarenta años de los hechos. Tres reseñas concluyen la revista, de Jorge
Pinto sobre el texto publicado por el PEDCH "Amotinados, abigeos y usurpadores", Luis Cáce-
res sobre el libro de Alondra Peirano “De la militancia revolucionaria” y de Luis Caceres y Pa-
trick Puigmal sobre "La nación Mapuche" de Victor Gavilán.

Patrick Puigmal
Director del Programa de Estudios y Documentación en Ciencias Humanas

-8-
Espacio Regional

PRESENTACIÓN DOSSIER

Historia agraria. El presente de una historia pasada

El mundo rural es una de las categorías que hace inteligible a la historia de Chile. La apropia-
ción de ese espacio por la obra del conquistador y la instalación en él por quienes le sucedieron,
otorga una impronta indeleble a un plurisecular período de nuestra historia en el que se acunó la
formación de la nacionalidad. En ese espacio natural se crearon formas de vida y tipos huma-
nos que se enhebraron, dando lugar a un tejido de compleja apariencia. Así, es en el valle cen-
tral de nuestro país donde se afincó la cultura que, tomando diversos estilos y formas, deviene
en historia; algunos de cuyos trazos presentamos en este dossier. Mas, la indagación está su-
perando los límites de ese territorio tradicional y se expande hasta el Chile trasandino colonial y
las latitudes australes. De ese ímpetu, como universidad regional del sur, queremos ser parte y
hemos recogido trabajos que representan una primera imagen del tamaño de la empresa por
realizar.

Desde el trabajo agrícola fundacional la historiografía ha develado sus fuertes relaciones no


sólo con la economía y las actividades que de ella se derivan, sino también los rasgos propios
de la complejidad de toda entidad histórica. Ya no hay sólo una historia de la agricultura, que se
inscribe en lo rural, puesto que la investigación —al descubrir en ella la asociatividad propia de
todo hecho histórico— la ha llevado a constituirse en historia agraria; propósito del dossier que
presentamos. Es este el tema introductorio que presenta Juan Cáceres M. en su artículo “La
Historia Agraria en el Valle Central. Notas para su estudio. Siglos XVIII y XIX”. En efecto,
discurre muy apropiadamente en el concepto que da forma a su objeto de estudio examinando
los efectos al ser aplicado a distintos períodos históricos. En una segunda sección, Cáceres
entrega cuenta de lo que, a su modo de ver, “falta por estudiar”. Esa perspectiva la abre, por
una parte, en términos sociológicos, cuando integra al campo de estudio junto al hacendado a
“mineros, burócratas y comerciantes, sujetos que también formaron parte de este mundo rural y
que viven condicionados a los mecanismos económicos que desde la hacienda emanaban.”
Dentro de lo mismo y en una dimensión política, incluye el rol de la elite y las formas como ésta
opera en la configuración del naciente Estado chileno, haciendo un contrapunto con aquellos
grupos subalternos distanciados del ejercicio del poder político. Por último, dentro de esta sec-
ción destinada a enunciar lo que falta por estudiar, se refiere acertadamente a la necesidad de
asociar la historia agraria con “las épocas y los problemas”, para lo cual enfatiza la relación
entre el proceso económico agrario y el desarrollo del capitalismo. Las conclusiones finales
están orientadas a dar cuenta que sus planteamientos deben ser vistos como proposiciones
para futuros trabajos de investigación, tales como la sindicalización campesina, la migración
hacia las ciudades y la reforma agraria.

Del mismo modo que el anterior, esto es, siguiendo las conclusiones de Cáceres, gira la presen-
tación de Katherinne Osses R., quien bajo el título Reforma Agraria y Sindicalización Cam-
pesina en Osorno; 1967-1973. Reflexiones sobre la conformación del movimiento sindical
apunta a examinar la conformación de la organización sindical campesina en la provincia de
Osorno y el impacto que ella ejerce en la configuración de sus proyectos políticos para la obten-
ción de tierras y mejora de la condición socioeconómica de los campesinos.

Siempre dentro del marco de las derivaciones que ofrece la historia agraria, Luis Carreño P. se
adentra en La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (SAGO) y su Aporte al Desarrollo
de la Comunidad Regional. La cuidadosa descripción de esa entidad refleja el notable impulso
Presentación

empresarial en el agro regional, tras lo cual podemos ver el juego de otro tipo de intereses dis-
tintos a los expuestos anteriormente. El contexto investigativo que se nos ofrece a partir del
trabajo de Carreño queda expresado en la presentación de la revista, De la diversidad de las
fuentes nace el análisis histórico y la creación de conocimiento. Un esfuerzo notable en
dirección de la historia agraria regional. Para su autor, Patrick Puigmal, es esta la mejor
ocasión de exhibir el trabajo y parte de los logros alcanzados por el Programa de Estudios y
Documentación en Ciencias Humanas (PEDCH) del cual es su Director.

El procedimiento y algunos de los efectos de la formación de la propiedad agraria en el valle


central de Chile, son el tema que Juan Guillermo Muñoz C. presenta en su artículo La Conce-
sión de Mercedes de Tierra en la Doctrina de Malloa (Colchagua, siglos XVI y XVII). La
concesión de tierras sobre la base de los méritos particularmente militares de las personas –
principio de antigua data en la historia hispana- y que inicialmente atravesaba el espectro social,
le otorgaba cierta heterogeneidad al proceso, pero no por ello le restaba la connotación nobilia-
ria que a la larga se impuso como asimismo la genesis del latifundio; hecho este último que el
autor reveladoramente describe. El trabajo que nos presenta Muñoz está sostenido en una
notable prospección archivística que nos hace recordar los estudios de Mario Góngora en el
valle del Puangue.

Entre las múltiples significaciones del mundo agrario, la de su explotación comercial es eviden-
te. Ella ha estado asociada no sólo a estancieros, hacendados o campesinos, sino también —
desde tiempos coloniales— a entidades corporativas; las cuales crearon complejas redes para
comercializar sus productos. Un ejemplo de ello es el que nos presenta Guillermo Bravo A. bajo
el título “Los Jesuitas en el Comercio Colonial. Las Cuentas de los Colegios de Chile en
la Procuraduría de Lima”. Luego de describir el funcionamiento de los mayores circuitos eco-
nómicos americanos entra en los avatares del sistema comercial jesuita en esta parte del virrei-
nato. Obviamente el sistema estaba diseñado para servir los intereses de la Compañía, ya sal-
vaguardados por exenciones tributarias y mercantiles de las cuales los jesuitas eran parte. El
creciente impulso de las actividades y los beneficios de ella logrados, no podían dejar indiferen-
tes al gremio mercantil peruano; razón por la cual se entabla una disputa que el autor describe
en detalle. Finalmente, bajo el horizonte económico y cultural del siglo XVIII, Bravo ha mostrado
cómo se generó un nuevo modo de comerciar y los efectos que ello causó en el ámbito agrario
chileno.

Así como el anterior tema asocia espacios económicos y propende a la satisfacción de necesi-
dades regionales, el artículo de Pablo Lacoste devela otro de los tantos factores que están in-
mersos en la histora agraria. Mujer, Viticultura y Participación Política es un eslabón más en
los estudios de género del autor. En este caso, su tesis consiste en demostrar que la participa-
ción política activa de la mujer no es sino la resultante de su emancipación mental, primero, y
material después. Lacoste nos introduce en el proceso de sus derechos políticos enfocados en
el espacio trasandino, particularizándolo, finalmente, en la provincia de Cuyo. Para él, las viña-
teras de Mendoza y San Juan sentaron las bases del reconocimiento de los derechos políticos
de la mujer en la historia argentina y americana.

Las perspectivas aquí presentadas dan una clara muestra de la notable incidencia que el mundo
agrario ha tenido en la historia de Chile desde sus orígenes y el carácter regional de los trabajos
anuncian la revitalización del género bajo nuevas miradas.

Arturo Grubessich S.
Editor y Compilador del Dossier

-8-
Dossier:
Historia agraria
El presente de una
historia pasada
Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 13 - 24

LOS JESUITAS EN EL COMERCIO COLONIAL


LAS CUENTAS DE LOS COLEGIOS DE CHILE EN LA PROCURADURÍA DE LIMA *

Guillermo Bravo A.
gbravo@umce.cl
Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación

RESUMEN

Este artículo se orienta a definir ciertas pautas que marcaron el desarrollo de la economía colo-
nial nacional, usando como punto de inflexión a la Orden religiosas de la Compañía de Jesús. El
creciente impulso de las actividades y los beneficios de ella logrados, no podían dejar indiferen-
tes al gremio mercantil peruano, impulsando así diversas disputas dentro del mundo virreinal.

Palabras claves: Comercio exterior, Compañía de Jesús, sistema colonial

ABSTRACT

This article is orientated to define certain guidelines that marked the development of the colonial
economy, using as point of inflexion to the Order religious of Jesus Company. The increasing
impulse of the activities and the benefits of it achieved, they could not stop indifferent to the
mercantile Peruvian union, stimulating this way diverse disputes inside the viceregal world.

Key words: Foreign Trade, Jesus Company, colonial system

Introducción

La explotación agrícola y ganadera de las haciendas jesuitas del reino de Chile dio paso a una serie
de actividades económicas. Entre éstas se pueden mencionar la producción de cereales, vinos,
aguardientes, la utilización de molinos, la producción de telas en obrajes y la curtiembre de cueros.
Pero, no cabe duda, que la principal actividad que complementó la explotación de las tierras fue la
comercialización de los excedentes productivos.

El sistema comercial puesto en práctica por los Colegios jesuitas chilenos permitió que se
exportaran al mercado de Lima los productos de sus haciendas. De este modo, la venta de trigo,
sebo, charqui, vino, aguardiente, frutos secos, fréjoles, lentejas y otros productos les reportó
beneficios y utilidades.

Para estos efectos, la Compañía instaló en Lima un agente de Comercio o Procurador que recibía y
vendía los productos enviados por los Colegios chilenos y remitía aquellos bienes de consumo que
dichos Colegios demandaban.

*
Esta artículo es producto del Proyecto FONDECYT N° 1040224, Los jesuitas y sus aportes a la modernidad en la
sociedad colonial de Chile y Perú. 1568-1767.
Dossier Guillermo Bravo Acevedo

En síntesis, a través de las cuentas llevadas por la Procuraduría de Lima se puede conocer el
sistema comercial empleado por los Colegios jesuitas de Chile, para comercializar los excedentes
productivos de sus haciendas.

El comercio en América colonial

La aplicación de la política económica imperial mercantilista en América colonial significó que se


estructuraran economías de base minera complementadas con otras de carácter agropecuario.
Esta estructura general de la economía colonial determinó que el desarrollo del comercio tuviera, al
menos, tres mercados posibles. En el primero, de carácter internacional, las exportaciones
dependían del nivel de la demanda y del tipo de producto demandado. En el segundo, se ubicó el
mercado interno, aparentemente controlado por la corona, que satisfacía las necesidades de
consumo del espacio económico regional integrado en el que la demanda era hecha por los centros
de producción minera y satisfecha por productos provenientes de economías agropecuarias
especializadas y complementarias. 1 Por último, el mercado local, en el cual se satisfacían las
demandas de consumo cotidiano de la población.

La política económica imperial permitió que las distintas colonias americanas se especializaran en
la producción. Así, México y Perú exportaban plata 2 , Colombia oro 3 , Cuba azúcar 4 y tabaco,
5 6
Venezuela cacao, América Central añil, productos con los que podían participar en el circuito del
comercio internacional. Al mismo tiempo, las economías regionales se integraron para comercializar
sus excedentes productivos. Por ejemplo, el mercado regional del eje Lima-Potosí demandaba
productos tropicales de Guayaquil, paños de los obrajes de Quito, productos ganaderos de Córdoba
y Tucumán, trigo, lentejas y otros productos agrícolas de Chile. 7

En términos generales, la economía de América colonial se dividió en dos grandes espacios


económicos: el mexicano y el peruano. La zona de influencia mexicana se asociaba al espacio
caribeño y al neogranadino, en tanto que la del espacio peruano comprendía la extensa área que
iba desde la Audiencia de Quito, hasta el reino de Chile y la zona del río de la Plata.

Las reformas borbónicas del siglo XVIII, especialmente, la creación del virreinato del Nuevo Reino
de Granada, en 1739, y del Río de la plata, en 1776, trataron de quebrar esta influencia económica
8
y comercial en la región. Aunque el Nuevo Reino de Granada asumió su papel político , en lo
económico siguió ligado al área comercial del Caribe exportando cacao por el puerto de Veracruz 9 .
En cambio, el virreinato del Río de la Plata tomó el control político y se convirtió en una importante
plaza comercial que facilitó la salida de productos del espacio peruano.

1
Carlos Sempat, El sistema de la economía colonial. (Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 1982).
2
David. A. Brading y Margarita Zaionz de Zilberay, “Las minas de plata en el Perú y México colonial. Un estudio
comparativo”, Desarrollo Económico Vol. 11, no. 41 (1971).
3
Gabriel Poveda Ramos, “La minería colonial y republicana”, Credencial Historia no. 151(2002).
4
Roland T. Ely, “Cuando reinaba su majestad el azúcar”,(Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1963).
5
Robert J. Ferry, “El precio del cacao, sus exportaciones y la rebelión en la Caracas del siglo XVIII. La prosperidad, la
caída y el monopolio vasco”, en Lyman Johnson y Enrique Tandeter (compiladores) Economías coloniales. Precios y
salarios en América Latina, siglo XVIII, (Buenos Aires, FCE, 1992).
6
José Antonio Fernández, Pintando el mundo de azul. (San Salvador, Concultura, 2003)
7
Guillermo Bravo, “Comercio y mercados en América Andina en el último siglo colonial”, en Margarita Garrido
(editora), Historia de América Andina. El sistema colonial tardío, (Quito: Editorial Ecuador F.B.T, 2001).
8
Javier Ocampo, Historia básica de Colombia (Bogotá: Uniandes, 1988), 45. Políticamente el Nuevo Reino de Granada
integró los territorios de Venezuela, Nueva Granada y Quito. En 1742, Venezuela se convirtió en Gobernación.
9
Demetrio Ramos, Minería y comercio interprovincial en Hispanoamérica (siglos XVI, XVII y XVIII) (Valladolid:
Universidad de Valladolid, 1970), 73.

- 14 -
Los Jesuitas en el comercio colonial. Las cuestas de los Colegios de Chile Dossier

Después de las reformas, la economía del espacio mexicano conectó su tráfico comercial
directamente con la economía transatlántica, a través de las actividades desplegadas por los
grandes comerciantes novohispanos. Ellos importaron productos manufacturados de Europa,
artículos suntuarios de Manila y exportaron cacao, azúcar y cochinilla y otras materias primas10 .
En el espacio peruano, el mercado regional abastecido por el circuito comercial Lima-Potosí recibía
todos los productos de la tierra que ofertaban las economías que estaban integradas a las faenas
mineras de la zona potosina. Pero dicho espacio también demandaba productos manufacturados
europeos, los cuales eran ofrecidos por el tráfico regular de la flota, los navíos de registro, los
barcos que llegaban a América con comercio directo y por comerciantes privados, españoles o
americanos.

En consecuencia, el espacio económico peruano, a través de su eje comercial Lima-Potosí,


conectaba una importante red de economías regionales especializadas que ofrecían sus productos
de la tierra en ese mercado. Esta situación fue aprovechada por los comerciantes peruanos que
lograron establecer un firme monopolio comercial en ejercicio del comercio regional.

En el caso de la economía colonial del reino de Chile es conocido que estaba integrada con las
actividades mineras peruanas y que todo el tráfico comercial a fines del siglo XVI “[…] se reducía a
un poco de trigo y de vino que se exportaba al Perú. En el primer tercio del siglo XVII a estos
artículos se agregaron los cueros de vaca, la grasa, las nueces, las aceitunas, los cocos, las frutas
11
secas y un poco de aceite”. No obstante, la salida de estos productos desde los puertos chilenos
al Callao dependía, casi exclusivamente, de los comerciantes limeños, con excepción de los barcos
que provenían de Europa que manejaban comerciantes privados que ofertaban manufacturas. 12
Esto significaba que el abastecimiento de manufacturas era escaso y de muy alto valor y que los
productos agrícolas que se exportaban al Perú se tranzaban a bajo precio y dentro de las
condiciones que imponían los comerciantes peruanos.

En el siglo XVIII, la economía minera del virreinato limeño, se había transformado en un atractivo
mercado para los productos agrícolas del reino de Chile. La economía chilena respondió a este
incentivo aumentando paulatinamente su producción de trigo, sebo y cueros, lo cual dinamizó la
lánguida existencia de las haciendas coloniales. Así, una serie de productos del campo chileno tuvo
un mercado seguro, único, pero monopólico, porque el intercambio comercial lo llevaban los
mercaderes peruanos.

Esta forma de comercialización de los productos agrarios no estuvo exenta de problemas, incluso
para la exportación del trigo se llegó a establecer una venta centralizada en Valparaíso, regulada
por el cabildo de Santiago, pero siempre prevalecieron las condiciones virreinales que, obviamente,
favorecían a los hacendados y comerciantes peruanos.

Las condiciones de oferta y demanda que ofrecía el mercado regional limeño permitieron a los
jesuitas idear un dinámico sistema comercial con el que podían controlar eficazmente, sin
competidores directos, la venta de los productos de sus haciendas y la compra de bienes de
consumo, manufacturas y materias primas que facilitaban la producción de excedentes para su
comercialización.

10
John E. Kicza. Empresarios coloniales. Familias y negocios de México durante los Borbones, (México, FCE, 1986).
11
Agustín Ross, Reseña histórica del Comercio de Chile durante la era colonial. (Santiago de Chile: Imprenta Cervan-
tes, 1891), 208.
12
Bravo, “Comercio privado en el espacio chileno-peruano”, en Nuevo Mundo. Cinco Siglos, no. 5 (1990).

- 15 -
Dossier Guillermo Bravo Acevedo

El sistema comercial jesuita

La situación general que sustentaba las actividades comerciales en el mercado virreinal, llevó a la
Provincia jesuita de Chile a poner en práctica un sistema de comercialización que le reportó
beneficios y utilidades, con el fin de

[…] sustraerse de la odiosa tiranía de los comerciantes peruanos, que pesaba sobre
el productor chileno [los jesuitas] establecieron en Lima un agente de comercio o
procurador, que vendía allí los productos agrícolas e industriales, y adquiría azúcar,
arroz, tejidos de Quito y cuanto artículo necesitaba la Orden para surtir sus tiendas o
su propio consumo. 13

Instalado este Procurador en Lima, el comercio de exportación de los productos agrícolas jesuitas
tomó un giro importante, pues no sólo se tranzaron las mercaderías a mejor precio, sino que
también las manufacturas y el azúcar, aceite, miel, cera, tocuyos, pólvora y sal podían ser
adquiridos a menor valor comercial. Esta garantía que no la tenían los comerciantes o exportadores
privados, reportaba una utilidad extra a la Compañía.

Por otra parte, los jesuitas aprovecharon toda clase de garantías, exenciones y privilegios
otorgados a las importaciones y exportaciones para uso de las casas de religión y, además, para no
estar ligados al tráfico comercial de los agentes de comercio peruanos construyeron bodegas en los
puertos de Valparaíso y Concepción y despachaban sus mercaderías directamente en barcos que
arrendaban. Con estos beneficios, el procurador que se había instalado en Lima recibía las
remesas enviadas desde Chile,

[…] sin el desembolso de un centavo, sino era el de los fletes y desde allí le retornaba
artículos y utensilios para sus fábricas, curtiembres, molinos, fundos de labranza y
otras industrias, comprándolos a mitad del precio que valían en Santiago, y
haciéndolos llegar a su destino libres de alcabala y almojarifazgo, como llamaban
14
entonces las aduanas.

Las operaciones mercantiles de los regulares chilenos de la Compañía se ejercían sobre la base de
un sistema comercial ideado racionalmente para responder a las oportunidades del mercado. Este
sistema consistía, básicamente, en contratar directamente el transporte marítimo de los productos
que se exportaban desde los puertos chilenos al Callao, vender por ellos mismos en el mercado del
Perú los productos de sus haciendas y estancias, aprovechando que estaban exentos del pago del
15
4% de alcabala, el 2,5% del almojarifazgo de salida y el 5% del de entrada , con las mismas
exenciones comprar grandes volúmenes de bienes de consumo, manufacturas y materias primas
para seguir produciendo en las haciendas de los colegios chilenos. Sumando estos porcentajes se
puede deducir que los jesuitas llevaban una ventaja del 11,5% sobre el valor de los artículos a todo
productor o comerciante laico. Por cierto, también, se podría inferir que este sistema de
comercialización les resultaba a todas luces un éxito económico.

El Virrey Amat y Juniet, que había sido Gobernador de Chile, conociendo el sistema comercial que
utilizaban los regulares de la Compañía, denuncia su actividad comercial en un Memorial dirigido al
Rey:

13
Francisco Antonio Encina, Historia de Chile Tomo V (Santiago de Chile: Editorial Nascimento, 1945), 268.
14
Benjamín Vicuña Mackenna, Historia de Santiago. (Santiago de Chile: Universidad de Chile, 1938), 84.
15
Traslado de una provisión real dada en Valladolid a 16 de marzo de 1606. Archivo Histórico Nacional de Madrid
(AHNM). Archivo Jesuita (AJ) Leg. 956. pza. 1. Copia autorizada impresa, 16 de abril de 1606. Esta Provisión dispone:
“Con que asimismo mandaron [los Reyes] se les de la dicha provisión, para que los susodichos [jesuitas] de aquí en
adelante no les lleven derechos algunos de todas las cosas que metieren o sacaren para el servicio de sus Iglesias, y
gastos de sus casas y Colegios, y de sus personas, conforme a la ley, jurando que es para el dicho effecto”.

- 16 -
Los Jesuitas en el comercio colonial. Las cuestas de los Colegios de Chile Dossier

Tienen estos padres —dice— en esta ciudad de Lima, una oficina llamada
procuraduría, donde residen todos los procuradores de esta América Meridional en
distancia cercana desde doscientas hasta mil leguas: a ella conducen todos efectos
de fábrica, trigo, vino, aguardiente, sebos, yerba del Paraguay, azúcares, loza, vidrios
y demás con que abastecer las pulperías y tiendas de ropa llamadas de la tierra. Lo
mismo ejecutan por las restantes ciudades del Reino; de modo que su comercio en
estos géneros es casi el único, y como un estanco, para que los seculares
comerciantes no puedan con él girar; porque no pagando aquéllos contribución
alguna, ni teniéndoles costo los agentes, venden a menores precios, tomando el
dinero contante, dejando a los seculares vasallos de S. M. el cuidado del resto, que
son deudas y quiebras de los que compran con papeles: estas exorbitantes
ganancias, o se emplean en nuevas y diarias compras de haciendas y fábricas, o el
dinero se remite donde no parece en ninguno de los registros de España […].16

El mismo virrey, ordenó a los padres provinciales, por auto de 8 de abril de 1767, que los
procuradores de Chile y de Quito que residían en Lima volviesen a sus lugares de origen “[…] por la
agravante circunstancia que añaden los padres procuradores en el sórdido ejercicio del comercio o
negociación que públicamente ejercen por las plazas, calles y mercados, con asombro del
secularismo, y en los almacenes de sus propias casas visitando a todas horas, para las cobranzas,
17
las tabernas, velerías y las más impuras oficinas […]”.

En defensa de esta actividad se pronuncia el rector del Colegio Máximo de San Pablo de Lima,
Antonio Claramunt, diciendo que hacía más de sesenta años que los procuradores jesuitas residían
en Lima y que la venta de los productos de las haciendas era una forma mercantil que no “[…]
constituía una negociación verdadera, porque el comercio propio consistía en dar mayor valor a los
artículos de su giro, cosa que no pretendían los padres […]”. 18 Para ilustrar su apreciación señala
que desde Chile se había recibido en tres años 1.919 fanegas de trigo y 1.118 botijas de vino de
Concepción, más algunas cantidades de sebo, lentejas, fréjoles y anís, en tanto que la venta de
paños de Quito, en el período de 10 años, había alcanzado a 367.902 pesos, de estos se había
cobrado 248.750 pesos, quedando por pagar 119.152 pesos, de los cuales 38.494 pesos parecían
ser incobrables 19 .

El padre Enrich, historiador de la Orden, reconoce que durante el siglo XVIII los jesuitas hicieron
transporte de frutos al mercado del Perú en mayor escala, aunque insiste en señalar que era para
20
agilizar los trámites internos, propios de la Compañía, y no con fines comerciales .

Los comentarios historiográficos sobre esta situación comercial de los jesuitas son decidores al
momento de buscar una interpretación. Un primer comentario dice: “Sólo en 1762, se empezaron a
cobrar en Lima los derechos comunes a los artículos de comercio que expendían los eclesiásticos,
21
a pesar de que así lo ordenaba la real cedula de 5 de abril de 1721”. Otro comentario señala: “[…]
el clero de estos países se dedicaba en tal forma al comercio, que llegó a poner en peligro a los
mercaderes particulares, pues, aunque las leyes y los tratadistas prohibían estas actividades a los
eclesiásticos, en la práctica, gozaban de exenciones de derechos que los hacían privilegiados e
invencibles a toda competencia”. 22

16
Ross, Reseña Histórica, 252-253.
17
Ross, Reseña Histórica, 248.
18
Ross, Reseña Histórica, 249.
19
Ross, Reseña Histórica, 250.
20
Francisco Enrich, Historia de la Compañía de Jesús en Chile Tomo II (Barcelona: Imprenta F. Rosal, 1891) ,369.
21
Encina, Historia, 268.
22
Julio Alemparte, El cabildo en Chile Colonial. (Santiago: Editorial Andrés Bello, 1966), 46-47.

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Dossier Guillermo Bravo Acevedo

Con todo, el virrey Amat contemporáneo de la aplicación de este sistema comercial jesuita,
denunciaba a los regulares como comerciantes monopólicos, porque el caudal de dinero que se
ahorraba en exenciones de impuestos al ser invertido en nuevas temporalidades se multiplicaba
enormemente. Además, los calificaba como defraudadores y contrabandistas porque se conocieron
“[…] los cientos de miles [de pesos] en que era defraudada la real hacienda por estos eclesiásticos,
y los de Chile principalmente, y con incomparable exceso por los regulares de la que se intitulaba
Compañía de Jesús”. 23

Algunas cifras consultadas demuestran que el comercio de la Compañía tanto de exportación como
de importación superaba con creces a las otras instituciones religiosas. “Sólo en los primeros
meses de 1761 habían entrado para ellos 1,040 fardos con 8.724 arrobas de azúcar y, además,
desde el 15 de noviembre de 1761 al 30 de septiembre de 1763, más de diez mil arrobas”. En el
mismo tiempo la Orden de Santo Domingo había entrado 5.000 arrobas, la de Agustinos 880, la de
24
la Buena Muerte 630”.

Preocupado el virrey Amat por el abuso de este privilegio impartió instrucciones para terminarlo.
Así, en agosto de 1762 los jesuitas reclamaron que se les había negado el embarque de sus frutos
con destino al Perú. La Audiencia de Santiago tomó a su cargo la indagación y los arrendatarios de
los derechos reales, los alcabaleros, contestaron que el Virrey Amat había dado la orden, en junio
de 1761, que todas las religiones pagasen los derechos de aduana 25 .

La revisión de los autos de la investigación es interesante puesto que los informes de los
alcabaleros detallan la forma como los religiosos realizan sus actividades comerciales, como
evaden los impuestos, los beneficios que dicha evasión supone y las ventajas que llevan sobre los
mercaderes privados.

El informe de los alcabaleros señala que en 1 año 9 meses (enero de 1761-septiembre de 1762) las
religiones de Chile dejaron de pagar 17.217 pesos 6 reales en impuesto de alcabala por los
productos que importaron, lo que corresponde a más de 230.000 pesos de principal

[…] sin traer a consideración las ventas que ejecutan dentro del reino y la yerba que
remiten los reverendos padres de la Compañía del Paraguay y entra por la cordillera
[…] siendo de notar —continúa el informe— que la cantidad de 17.217 pesos 6 reales
importan sólo lo internado y remitido por parte de la Compañía (sin lo más que no se
sabe) 16.000 pesos con poca diferencia, y el resto de mil y más pesos lo de las
demás religiones juntas […]. 26

Como se puede inferir, en esta primera parte del informe se destaca que del monto total de lo
internado y remitido cerca del 93% corresponde a los negocios de la Compañía, es decir, un valor
total de 213.900 pesos, aproximadamente.

También es notorio que existe una marcada diferencia entre los productos comerciales importados
y exportados por los jesuitas y los de los otros religiosos en conjunto. Esta diferencia que se
produce confirma que las haciendas explotadas por los regulares tenían un carácter funcional y
diversificado y se explotaban con el fin de comercializar los excedentes productivos.

23
Vicuña Mackenna, Historia de Valparaíso Tomo II (Santiago de Chile: Universidad de Chile, 1936),108.
24
José Toribio Medina, Cosas de la Colonia. Apuntes para la crónica del siglo XVIII en Chile (Santiago de Chile:
Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina, 1952), 379.
25
Bravo, Las temporalidades jesuitas en el reino de Chile, (Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 1985), 148.
26
Medina, Cosas de la Colonia, 388-389

- 18 -
Los Jesuitas en el comercio colonial. Las cuestas de los Colegios de Chile Dossier

A continuación el informe explica porque los jesuitas y otros religiosos llevan una ventaja
competitiva sobre los comerciantes particulares. Dice el informe;

[…] los seculares por no vender [sus productos] por el mismo precio y reputación,
pues, cuando fuera de su diligencia personal, pierden 3 o 4 por ciento del principal, los
Padres ganan un 7 u 8 por ciento, por no pagar derechos, siendo esta la causa de
que los frutos estén tan caídos, que desamparen sus haciendas, se retiren del
comercio que tienen dentro de la ciudad y salgan a girar fuera del reino, dejando sus
27
familias, para poderlas mantener.

En 1763, se conoce un segundo informe sobre la situación comercial que afecta al comercio interno
del reino. Este informe redactado por el Contador de las Cajas Reales de Santiago se refiere
expresamente a las actividades comerciales de los eclesiásticos en general y de los jesuitas en
particular. Expresa dicho informe que de la forma como realizan el comercio los religiosos derivan
dos efectos “perniciosos”. El primero, que los eclesiásticos extinguían el comercio de los seculares
porque los religiosos eran dueños de la mayor parte de las haciendas y de los frutos que se
comercializaban. El Contador expresaba que

El segundo inconveniente es que los eclesiásticos se llevan los derechos reales y que
su industria no es para vender por más en lo que tiempo ofrece, sino señaladamente
para sacar a beneficio aquel aumento de valor que de a los efectos el costo que se
considera en los derechos. Esto se demuestra matemáticamente. Ponga V.E. que
según los parajes por donde transiten los efectos, vayan estos causando una moneda
de derechos. En llegando al término, el efecto vale no sólo el precio que tenía en la
hacienda de donde sale, sino todo aquello que se va pagando en los lugares por
donde transitan. […] Esta industria —dice el Contador— se llama negociación, y no
sólo negociación, sino ilícita, porque es negociación de tomarse lo ajeno a espaldas
28
del efecto propio, que sólo sirve de color para apropiarse de los derechos reales.

Para demostrar su aserto, el Contador indicaba que en 1759 los jesuitas dejaron de pagar 16.744
pesos 3 reales en impuestos por la comercialización de productos y en 1760, la cantidad de 14.798
pesos 51/2 reales. En este cálculo advertía que “[…] no se incluyen aquellas partidas de efectos
que se consideran destinadas al consumo de los Colegios, sino al tráfico de compra y venta que
habían de causar entrada, salida y alcabala de mar, porque las remisiones y tráfico por tierra son de
otra cuenta y no se incluyeron en esta”. 29

Tomando como referencia las cifras señaladas en este segundo informe se llega a la conclusión
que el total del comercio traficado por la Compañía de Jesús, en el año 1759 correspondió a
145.562 pesos 5 reales y, el de 1760, a 128.679 pesos.

Para ilustrar la cuantía del negocio y del movimiento contable comercial de los jesuitas se puede
comparar el movimiento global del comercio exterior chileno al Perú en las últimas décadas del siglo
XVIII. El valor total de los productos enviados al Perú alcanzó la suma de 609.400 pesos y la
30
cantidad de 920.012 pesos fue la remitida en bienes por ese mercado. Tomando esas cantidades
como referencia se puede señalar que para 1760 corresponderían al 21% de la exportación y al
14% de la importación del mercado limeño.

27
Medina, Cosas de la Colonia, 388-389.
28
Medina, Cosas de la Colonia, 391.
29
Medina, Cosas de la Colonia, 388-389.
30
Sergio Villalobos, Historia de Chile Tomo III (Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1975-76), 218 (sólo los
datos del comercio exterior).

- 19 -
Dossier Guillermo Bravo Acevedo

Las cuentas de la Procuraduría jesuita de Lima

El método de comercialización empleado por los regulares de la Compañía reportaba beneficios


económicos importantes a los Colegios que mantenían haciendas productivas y conectadas al
circuito comercial.

Desde luego, este método de comercialización estaba inserto dentro de un sistema económico
mayor que funcionaba con instrucciones claras, precisas y racionalmente aplicadas, con el fin de
obtener una alta rentabilidad. De esta manera, se aumentaban los capitales de la empresa agrícola
31
que estaba detrás de todas las actividades económicas desarrolladas por la Compañía .

Es particularmente importante destacar que “El patrimonio mayor de esta empresa eran las
haciendas y para cumplir con los requerimientos de rentabilidad y crecimiento, éstas debían ser
diversificadas y funcionales, pues aprovechan las ventajas que brindaba la ubicación geográfica de
los colegios para estos efectos”. 32 Por otra parte, es preciso indicar que la producción de las
haciendas que administraban los Colegios de Chile se conectaba con el tráfico comercial hacia el
mercado limeño y que la venta de los productos se encargaba al procurador establecido en Lima.
Los libros de cuentas llevados por el procurador de Lima permiten demostrar varias de las
proposiciones establecidas a lo largo de este texto.

En primer lugar, la presencia del procurador esta confirmada y documentada entre los años 1737 y
1767, aunque el libro de cuentas entrega información hasta1772. Tal situación es perfectamente
posible porque los libros de contabilidad llevados por los jesuitas sirvieron de base a los
33
funcionarios de la Junta de Temporalidades .

En segundo término, los índices de los legajos registran el nombre de todos los colegios que
enviaban sus productos para ser comercializados por el procurador. Por tanto es posible constatar
que los siguientes colegios tienen actividades económicas asociadas al mercado limeño: Colegio de
San Miguel, Noviciado, San Pablo, Bucalemu, Quillota, Coquimbo, Convictorio de Santiago,
Mendoza, Penco, Convictorio de Penco, Chillán, Buena Esperanza y Chiloé. También existe
información para las Residencias de Valparaíso, de Valdivia y las Misiones de Toltén, Los Chonos y
el Oficio de Misiones. 34

El análisis de los datos contables que registran las cuentas particulares de los colegios permite
comprobar que la economía chilena, durante el siglo XVIII, enviaba al mercado de Lima ciertos
productos agrícolas. Simultáneamente, a través de los datos del comercio jesuita se demuestran el
funcionamiento de su empresa agrícola y, sobre todo, la especialización, funcionalidad y
diversificación productiva que tenían las diferentes haciendas que administran los distintos colegios
que conformaban la empresa.

Además, las referencias contables y comerciales contenidas en estos libros de cuentas permiten
recoger valiosa información sobre los tipos de productos agrícolas que se exportaban, sus precios y
el colegio que los exportaba. La siguiente tabla contiene información seleccionada respecto de lo
señalado.

31
Bravo, Señores de la tierra…Los empresarios jesuitas en la sociedad colonial, (Santiago de Chile: Ediciones
DIUMCE, 2006)
32
Bravo, Señores de la tierra, 119.
33
Cuentas de cargo y data de los Colegios de la Compañía de Jesús de Chile, 1737-1772. Archivo General de la Na-
ción. Fondo Compañía de Jesús. Serie Cuentas de Colegios. Nº 7, Leg. 31.
34
Cuentas de cargo, foja 1.

- 20 -
Los Jesuitas en el comercio colonial. Las cuestas de los Colegios de Chile Dossier

Si se considera que en la Tabla no.1 se han seleccionado 8 colegios de un total de 18 que


mencionan las cuentas se pueden ahorrar comentarios. Evidentemente, también se puede afirmar
que las haciendas jesuitas se especializaban en la producción de dos o tres productos básicos que
le permitían cumplir con los objetivos de rentabilidad propuestos por la empresa agrícola que
integraban los colegios.

Tabla no. 1. Colegios Jesuitas de Chile. Siglo XVIII


Productos exportados a Lima con precios

Colegio Producto 1 Precio Producto 2 Precio Producto 3 Precio


San Miguel Trigo 3 p. 1 rs Lentejas 6 p. Sebo 6 p. 6 rs.
Noviciado Sebo 7 p. 5 rs. Lentejas 5 p. Almendras 5 rs.
Bucalemu Sebo 8 p. 2 rs.
Quillota Jarcias 15 p. Hilo de Acarreto 15 p. Sebo 7 p. 5 rs.
Concepción Medias suelas 16 rs. 1/2 Sebo 6 p. 6 rs. Vino 15 p (Bot.)
Of. Misiones Sebo 7 p. Trigo 3 p. 1 rs Vino 40 p. (Pipa)
Chillán Sebo 6 p. 6 rs. Medias suelas 16 rs. 1/2
Chiloé Bordillos 16 rs, 1/2 Tablas Alerce 1 p.
Fuente: Elaboración propia según los datos de Cuentas de cargo y data de los Colegios de la Compañía de Jesús de Chile, 1737-1772.

Por otra parte, se confirma que los precios de los productos son sustancialmente más altos que los
que se podían obtener en el mercado local del reino. Esta ventaja comparativa en la
comercialización de los bienes exportados era propia de la Compañía, razón por la que los
terratenientes y comerciantes chilenos, en la práctica, no podían competir ni disputar mercados a
los jesuitas. Además, se debe considerar que los precios de mercado de los productos agrícolas
comercializados por los jesuitas, como se ha dejado establecido anteriormente, estaban exentos de
impuestos, dando una utilidad extra a la empresa agrícola de la Compañía.

Las ventajas comparativas y competitivas que tuvieron los jesuitas sobre los agricultores y
comerciantes privados, en la comercialización de bienes agrícolas, quedan a la vista al recordar dos
testimonios relativos al precio de la fanega de trigo. El primer testimonio corresponde a Vicente
Carvallo y Goyeneche:

[...] dos clases de agricultores hacen esta sementera [trigo]: los hacendados ricos i los
pobres. Aquellos los envían a las bodegas del puerto y los venden a los dueños de los
navíos, o a sus agentes por el precio de 9 reales la fanega. Los labradores... Se ven
en la dura necesidad de vender en yerba una parte de la futura cosecha, i los
mercaderes de la ciudad o villa donde concurren los días de precepto a oír misa, se
la pagan a cuatro reales [...]. 35

El segundo testimonio corresponde a una partida del libro de cuentas llevado por el procurador de
Lima, padre Antonio Labra, en la cual anota para el año 1741 en la cuenta del Colegio Máximo de
San Miguel de Santiago el siguiente ítem:

Por 2.358 fanegas de trigo incluso el aumento en dicho navio, vendido a varios
panaderos - 400 fanegas a 28 reales, - 700 dichas a 26 reales – 100 a 29 reales – y
1.158 a 25 reales, que haze la cantidad de 7.656 pesos 2 reales. De la qual se
rebajan 372 pesos 4 reales que en cobrando se abonaran……= 7.283 pesos 6
reales. 36

35
Vicente Carvallo y Goyeneche, Descripción Histórico-Geográfica del Reino de Chile (Santiago de Chile: sin datos de
edición, 1875-1876), 26-27. El subrayado es nuestro.
36
Cuentas de cargo, foja 4. El navío que se menciona es el Patache.

- 21 -
Dossier Guillermo Bravo Acevedo

En la Tabla Nº 2 se realiza una comparación del precio de venta de la fanega de trigo que ahorra
comentarios y que deja en evidencia las ventajas del sistema de comercio empleado por los
jesuitas.

Tabla no. 2. Precio de la fanega de trigo. Mediados Siglo XVIII

Testimonio en Precio Fanega Precio Pagado


Carvallo y Goyeneche, Descripción, 1875- 9 reales
A agricultores en el puerto de Valparaíso.
1876 (1 peso 1 real)
Carvallo y Goyeneche, Descripción, 1875- 4 reales A labradores que venden en yerba a los
1876 (1/2 peso) comerciantes.
28 reales
Cuentas de cargo, 1737-1772 Al Procurador jesuita en el mercado de Lima.
(3 pesos 4 reales)
Fuente: Elaboración propia según los testimonios citados.

Tampoco es menor la información que suministra la contabilidad de la Procuraduría con relación a


las medidas que eran utilizadas para la comercialización de los productos en la época colonial. La
tabla no. 3 informa de los sobre estos importantes datos:

Tabla no. 3. Medidas utilizadas en el comercio colonial

Producto Medida Descripción


Bolsa grande de cuero que puede contener 1 quintal, o sea, 46
Almendras Zurrón
kilos.
Bordillos Unidad También llamado Bolillo. Cintas bordadas con hilo o lana.
Paquete o Bloque, normalmente prensado, que puede llegar a
Hilo de Acarreto Fardo
pesar 18 kilos.
Jarcias Fardo
Lentejas Zurrón
Medias suelas Unidad
Unidad de masa española, que equivale a 46 kilos. La Arroba es
Sebo Quintal
la cuarta parte de un quintal.
Tablas de Alerce Unidad
Medida tradicional de capacidad para frutos de la tierra que
Trigo Fanega
equivale a 43,2 kilos, aproximadamente.
Botijas de barro de diferentes capacidades según los usos a los
Vino Botija
que destinaba.
Vino Pipas Contiene aproximadamente 432-433 liros
Fuente: Elaboración propia según los datos de Cuentas de cargo y data de los Colegios de la Compañía de Jesús de Chile, 1737-1772.

Finalmente, para valorar en su globalidad el sistema comercial practicado por los jesuitas durante la
época colonial, se puede realizar un balance contable de las cuentas de los Colegios que están
anotadas en los libros de la procuraduría de Lima. Para este ejercicio se consideraran las cuentas
de Data y Cargo correspondientes al año 1750. En estas partidas se detalla lo que cada Colegio
“debe o lo que han de aber” en forma particular porque el sistema administrativo y contable utilizado
por los jesuitas así lo determina.

Tabla no. 4. Procuraduría de Lima. Cuentas Colegios de Chile


Balance contable, Lima, Marzo 23 de 1750

ITEM VALORES
Deben 6.165 p. 7 rs.
Han de aber 30.531 p. ½ r
Saldo a favor 24.365 p. 1½ rs.
Fuente: Elaboración propia según los datos de Cuentas de cargo y data de los Colegios de la Compañía de Jesús de Chile, 1737-1772.

- 22 -
Los Jesuitas en el comercio colonial. Las cuestas de los Colegios de Chile Dossier

Las particulares condiciones y características del sistema comercial puesto en práctica por los
jesuitas durante el período colonial y, especialmente, en el siglo XVIII, creó una compleja
administración de comercialización controlada en la Procuraduría de Lima, a través de las partidas
anotadas en los libros de cuentas de esa oficina de comercial. Estos testimonios prueban, además,
que los jesuitas lograron abrir una interesante brecha en el monopolio ejercido por los comerciantes
peruanos sobre el comercio de productos agrícolas del campo chileno.

Sin embargo, a juicio nuestro, los regulares de la Compañía por medio del comercio de exportación
consolidaron su empresa económica agrícola, puesto que consiguieron establecer una forma
dinámica que al comercializar los excedentes, potenció la producción de las haciendas y, de paso,
las especializó como unidades productivas diversificadas y funcionales.

ANEXO 1:
LO QUE DEBEN LOS COLEGIOS Y CAJAS
DE LA PROVINCIA DE CHILE

Fuente: Cuentas de cargo y data de los Colegios de la Compañía de Jesús de Chile, 1737-1772. Archivo
General de la Nación. Fondo Compañía de Jesús. Serie Cuentas de Colegios.

- 23 -
Dossier Guillermo Bravo Acevedo

ANEXO 2:
LO QUE HAN DE AVER LOS COLEGIOS Y CAJAS DE LA PROVINCIA DE CHILE

Fuente: Cuentas de cargo y data de los Colegios de la Compañía de Jesús de Chile, 1737-1772.
Archivo General de la Nación. Fondo Compañía de Jesús. Serie Cuentas de Colegios.

- 24 -
Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 25 - 34

LA HISTORIA AGRARIA EN EL VALLE CENTRAL. NOTAS PARA SU ESTUDIO.


SIGLOS XVIII Y XIX

Juan Cáceres Muñoz


juan.caceres@ucv.cl
Universidad Católica de Valparaíso y Universidad de Chile

RESUMEN

Este artículo analiza el desarrollo de la Historia Agraria en la zona central de Chile durante los
siglos XVIII y XIX. Se estudian los últimos enfoques y tendencias de esta línea historiográfica y
se entrega una pauta para la realización de futuras investigaciones.

Palabras claves: Historia Agraria, tendencias historiográficas, zona central de Chile

ABSTRACT

This article discusses the development of the Agricultural History in central Chile during the
eighteenth and nineteenth centuries. We are studying the latest approaches and trends of
historiography, and this line comes a guideline for the conduct of future inquiries.

Key words: Agricultural History, trends of historiography, central zone of Chile

La historia agraria está de vuelta; en realidad, nunca desapareció. Estuvo escondida en los baúles
viejos de la historiografía nacional, olvidada por las nuevas temáticas y líneas de investigación en
boga que en estos últimos años han invadido a nuestra disciplina, principalmente aquellas referidas
a la historia social, a la historia de género y las ligadas a la historia cultural y de las
representaciones. Estas nuevas orientaciones han sido el resultado de las nuevas tendencias
historiográficas mundiales, sobre todo aquellas procedentes de Europa y de Francia en particular
pero también, desde la perspectiva chilena, son la consecuencia del giro que toma la historiografía
nacional a raíz de los acontecimientos que emergieron tras el Golpe militar en la década de los
setenta y que hicieron variar el eje de los análisis, es decir, de una historia oficial ligada a las elites,
los grandes personajes y las “entrañables batallitas” se pasó a una historia de lo popular, de los
sujetos subalternos, de los pueblos sin historia. 1
En ese contexto, la historiografía agraria de estos últimos años ha ido cambiando en el tiempo, en
su discurso, en sus enfoques y en sus métodos. En las páginas siguientes trataremos de esbozar
esos cambios a la luz de ejemplos historiográficos. No pretendemos en este ensayo entregar un
listado de libros o artículos relativos al tema agrario; tampoco hacer una especie de estado de la
cuestión y de cuanto se ha escrito, sino más bien analizar los problemas históricos que hoy día, a
mi parecer, preocupan a los hacen Historia Agraria. La idea en este ensayo es esa y a la vez
entregar pistas respectos de lo que faltaría por estudiar. Por tanto, en este escrito, cuando sea

1
Algunos títulos que tratan sobre estas nuevas tendencias historiográficas mundiales son: Peter Burke, La revolución
historiográfica francesa. La escuela de los Annales: 1929-1989 (Barcelona: Gedisa Editorial, 1996); Roger Chartier, El
mundo como representación. Historia cultural: entre práctica y representación (Barcelona: Gedisa Editorial, 2002);
María Lucía Pallares, La nueva historia. Nueve Entrevistas (Granada: Universidad de Granada, 2005).
Dossier Juan Cáceres Muñoz

oportuno se situará en nota de pie de página los títulos significativos para refrendar nuestras
reflexiones
El problema de la definición y de la periodización
¿Por qué Historia Agraria?. Para empezar considero de vital importancia llegar a aun a definición
clara sobre esta llamada Historia Agraria. Porque, por supuesto, también podría ser definida como
Historia Rural o Historia de la Agricultura. Ciertamente, los tres conceptos tienen claramente
establecido un significado y una respuesta a esta inquietud, inquietud que no es para nada simple.
A veces el concepto a elegir depende mucho del lugar en que se sitúa el historiador frente a sus
temas, con su carga ideológica, con su formación profesional y con su bagaje cultural. En este
contexto, si el historiador se decide por el concepto de la Historia Rural queda claro que, por la
connotación rural de las sociedades en el pasado, se estaría refiriendo a sociedades
preindustriales. En el caso de Chile, al igual que en toda América Latina, esta idea de lo
preindustrial se asemeja y se opone a lo moderno en cuanto lleva consigo además la connotación
de tradicional. De hecho, muchos estudios parten señalando precisamente que estudiarán el Chile
tradicional. 2 Por tanto, la pregunta pertinente es ¿a qué se refieren con el Chile tradicional? ¿a la
Colonia, a la época republicana?, ¿a cual?. En realidad, pareciera que lo conocemos como
tradicional tiene una evidente alusión al tipo de comportamiento existente en una sociedad dada, a
la permanencia de instituciones añejas que precisamente por ser viejas no son modernas o al tipo
de economía que no responde a las lógicas propias de un mundo esencialmente capitalista. En
otras palabras, cuando se habla de Historia Rural debiera el historiador llegar a considerar todos
esos aspectos, pero también tener presente que la gente, los habitantes ---sea esta de la elite o del
pueblo común--- vivía en zonas rurales y apegadas a un tipo de subsistencia que tenía que ver con
los recursos que entregaba la tierra. Esto nos lleva a pensar que la Historia Rural podría ser
definida como aquella que considera en su análisis las relaciones económicas, sociales y políticas
3
de una sociedad determinada.
No obstante lo anterior, resulta también importante rescatar la idea de que, tal como lo han
señalado otros historiadores en América Latina, el concepto dominante al momento de realizar un
estudio de Historia Rural debiera ser lo suficientemente útil y coherente para llevar a cabo dicha
investigación. Incluso, bajo esta premisa, algunos historiadores han sentido la necesidad de
establecer una cierta conceptualización mucho más restringida. No es raro entonces encontrar la
aceptación del término de Historia de la Agricultura. Así, más que una Historia Rural, esta historia
emerge conceptualizada en función de la agricultura y de los grados de desarrollo por las cuales ha
transitado desde la época antigua (prehispánicas en el caso chileno y latinoamericano) hasta los
tiempos modernos. En otras palabras, esta Historia de la Agricultura encuentra su foco de
preocupación en los tipos de producción del agro y en los niveles alcanzados en cuanto a la
tecnificación de las sociedades agrarias.
Sin embargo, el uso del término Historia Agraria ha permitido avanzar no sólo en términos
epistemológicos sino además, en términos empíricos, en el conocimiento de esas sociedades
agrarias. Es un concepto mucho más amigable y más confiable para el historiador. Aplicado al
mundo europeo, el concepto permite abarcar dimensiones de análisis mayores que hacen a la vez
mayormente comprensible el mundo rural que se está estudiando, es decir, la estructura
económica, social, política, cultural de esas sociedades; sociedades que se contraponen a aquellas
de marcado tinte urbano. Este punto debe ser tratado con sumo cuidado porque, como todos
sabemos, Chile --hasta bien entrado el siglo XIX y es muy probable que hasta las primeras décadas

2
Ver, por ejemplo, el libro editado por Rafael Sagredo y Cristián Gazmuri (editores), Historia de la vida privada en
Chile. El Chile tradicional. De la Conquista a 1840 (Santiago de Chile: Taurus, 2005); También Eduardo Cavieres,
“Aspectos materiales y sentimentales de la familia tradicional colonial”, en Sonia Pinto (editora), Familia, matrimonio y
mestizaje en Chile Colonial Serie Nuevo Mundo: cinco siglos no. 4 (Santiago de Chile: Universidad de Chile, 1990).
3
Juan Cáceres Muñoz, Poder rural y estructura social, Colchagua, 1760-1860 (Valparaíso: Ediciones Universitaria de
Valparaíso, 2007).

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La historia agraria en el valle central. Notas para su estudio Dossier

del siglo XX— no contaba con ciudades con funciones urbanas propiamente tal. Inclusive, si se las
ve en términos de volumen de habitantes, éstas eran más bien verdaderos villorrios o aldeas en
comparación con Santiago, Valparaíso y Concepción que si eran grandes ciudades. En realidad, lo
que predomina es el campo y lo campesino propiamente tal, es decir, formas de vida,
comportamientos, estilos y ritmos de vida vidas pausados y mustios; en otras palabras, un mundo
tradicional. Pero también es cierto que hasta esos mismos lugares, que hemos catalogado como
grandes y modernas ciudades, no eran más que reproducciones de ese mundo campesino. Es muy
probable que ello sea consecuencia del proceso migracional ininterrumpido que hasta ahora se
observa en los grupos de campesinos que, buscando un mejor pasar, se dirige a estas ciudades. 4
En efecto, ese proceso es el que ha producido, sobre todo en el siglo XX, fuertes dolores de cabeza
a las elites gobernantes, incapaces de solucionar los problemas sociales que acarreó el cambio
desde el campo. Marginalidad, pauperismo, miseria, alcoholismo, entre muchos otros males, han
sido ampliamente descritos por los historiadores sociales de antes y de hoy. No he descubierto la
pólvora, sólo ratifico lo que se ha denunciado. Por esto una verdadera Historia Agraria no puede
acotarse y terminarse en la historia vivida por esta gente en el campo. Es mucho más que eso, es la
prolongación en la ciudad de la miseria que el campo ha producido por la existencia de estructuras
de dominación que se han mantenido por siglos en el pasado. Por tanto, son estas estructuras de
dominación las que hacen pensar que una verdadera Historia Agraria debiera ser definida en
términos de la existencia de relaciones económicas, sociales, políticas y culturales en una sociedad
determinada y en donde, además, el poder y la subordinación se prolongan, incluso, más allá de los
límites del campo y de las haciendas.
Junto con el problema de una definición conceptual que sea operativa para la realización de las
investigaciones de las realidades agrarias, la Historia Agraria se torna mucho más compleja cuando
se trata de establecer periodos de estudio. En realidad y todos los que estamos involucrados en el
quehacer de la historia sabemos que la periodificación resulta fundamental porque, si bien es cierto
se acota el ámbito de la investigación, se gana en la profundidad que quiera otorgársele. No
obstante, nuestro trabajo está también lleno de arbitrariedades y anacronismos que, a la larga,
hacen perder rigurosidad a los estudios. Por ejemplo, si una determinada investigación señala que
va a estudiar la historia agraria colonial, la pregunta obvia sería si esa historia va a concluir en 1810
porque así lo ha establecido la historiografía tradicional o se va a prolongar más allá de esa fecha
porque, como dijimos antes, no cabe duda que los comportamientos coloniales y las instituciones,
entre otros aspectos de esa época, siguieron intactos por un buen tiempo en el siglo XIX.
En este contexto, queda claro que, desde el punto de vista metodológico, una investigación del
mundo agrario no debiera seguir ceñirse de manera fiel a marcos o patrones cronológicos. Más que
una ayuda, éstos podrían transformarse en un obstáculo para penetrar en los acontecimientos de
esas sociedades. Ello porque los problemas o fenómenos históricos muchas veces sobrepasan el
tiempo y el espacio. En realidad, los marcos cronológicos sirven para la docencia porque ordenan la
exposición de las ideas dentro del aula pero no son satisfactorios al momento de realizar una
investigación. En consecuencia, esta división en segmento conocida tradicionalmente en la historia
de nuestro país como Historia Colonial, Historia de la Independencia, Historia de la época
republicana e Historia Contemporánea impiden observar lo que Marc Bloch en alguna oportunidad
llamó con el término de proceso. Un proceso, visto de este modo, viene siendo un flujo
ininterrumpido de hechos, de coyunturas, que van marcando y estableciendo la pauta de la vida
diaria de las personas en estas sociedades agrarias; pero por otro lado, esa pauta contribuye a
marcar también lo permanente e intacto de las estructuras de la vida rural. En realidad, en una
sociedad rural, los cambios no se producen muy frecuentemente y cuando ocurren son

4
René Salinas, “Población, habitación e intimidad en el Chile tradicional”, en Sagredo y Gazmuri, Historia de la vida
privada; también Eduardo Cavieres y René Salinas, Amor, sexo y matrimonio en Chile tradicional (Valparaíso: Universidad
Católica de Valparaíso, 1991).

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Dossier Juan Cáceres Muñoz

imperceptibles para los que allí viven. La historia cotidiana de la gente está marcada por los ciclos
económicos agrícolas y por las fiestas agrícolas y religiosas. Fueron esas características las que
han incidido en la comparación entre el mundo rural y el mundo colonial vistas como realidades
5
intrascendentes e inalterables.
La Historia Agraria, por tanto, debiera fijarse en las coyunturas y en las estructuras. Abundando en
el tema de las estructuras, cuando nos referimos a lo agrario, estamos aludiendo con certeza a
estas permanencias de estructuras agrarias. En Chile, la estructura agraria duró casi cuatro siglos y
no sólo está ligada a una estructura tradicional de tenencia de la tierra sino además, de poder y
subordinación y de conformación de estructuras mentales que hasta ahora podríamos individualizar
6
en la conducta de los chilenos. Esas estructuras, en esencial la de carácter agrario, comenzó con
la llegada de los españoles: no existía antes porque los indígenas estaban más bien imbuidos de un
concepto tradicional de la tierra comunal. La estructura agraria chilena, al igual que en otras partes
de América Latina, en sus formas precapitalista y capitalista en el siglo XVIII en adelante fue la
resultante de lo podríamos definir como el premio o la prebendalización a los conquistadores. La
tierra fue entregada a los mejores combatientes en Arauco y con ello la zona central se tiñó de un
paisaje distinto al conocido antes. Las estancias poblaron el siglo XVII y más tarde, como resultado
del boom exportador triguero al Perú, llegaron las haciendas creando diferenciaciones sociales,
expulsando población trabajadora y arraigando a familias campesinas sumisas. En realidad, no
estoy descubriendo la rueda con lo que estoy contando: se trata de una historia vieja del mundo
agrario chileno. Sin embargo, es una historia que no termina allí, en los siglos coloniales; por el
contrario, cruza siglos y se mantiene intacta y tradicional por la dominación ejercida por las familias
influyentes en estas sociedades rurales. Las casas coloniales, aún en pie en algunas localidades
del valle central a pesar de los temblores, son el signo evidente del poder que esas familias tuvieron
por épocas y, en algunas, quizás por siglos. Pero también la historia no termina en la influencia de
estas familias. En el imaginario colectivo de los chilenos comunes, y sobre todo en los partidarios de
los partidos de centro- izquierda, la tierra y su tenencia inútil, se constituyó en la bandera de lucha
en la segunda mitad del siglo XX. La Reforma Agraria fue uno de los tantos fundamentos para la
lucha en estos grupos, preocupados tanto por la suerte de los campesinos como por la tenencia
7
arraigada de la tierra en estas familias ligadas a los partidos conservadores.
En otro orden de cosas pero ligado al tema de la periodificación en las investigaciones así como
también la problematización que debe hacerse en torno de esta Historia Agraria, un viejo dilema,
que regresa siempre por la inquietud que los alumnos tienen sobre la realidad social y económica
que se vivía en el pasado colonial, es el relativo a sí las estructuras agrarias en esas épocas eran
de corte feudal o capitalistas. En realidad, sería fácil decir que es un tema pasado de moda y que
no tiene mayor sentido volver a plantear su discusión. Pero, a raíz de las circunstancias en que
viven las personas en la actualidad, sobre todo por el peso que ejerce la economía neoliberal y esta
globalización cada vez más creciente que ignora a los sujetos y sólo ve mercados y hombres
atrapados en la esclavitud de esos mercados, el carácter feudal y, sobre todo la relevancia del
capitalismo en la Colonia vuelve a estar presente. Tal vez más el capitalismo que lo feudal, sobre
todo si aplicamos aún lo que en alguna oportunidad nos mostró Inmanuel Wallerstein en su Teoría
Mundo respecto de las relaciones económicas (y también sociales y políticas que de esa dimensión
económica se deriva) que se dan entre el centro y la periferia mundial en los siglos XVI y XVII.
Pensando en esa teoría, la zona central de Chile habría quedado atrapada en esta realidad única
de proporcionar los recursos agrícolas para el desarrollo de los sectores mineros, verdaderos polos

5
Pilar Gonzalbo, Introducción a la Historia de la vida cotidiana (México: El colegio de México, 2006).
6
Ver el clásico libro de Arnold Bauer, La sociedad rural chilena. Desde la Conquista española a nuestros días (Santia-
go de Chile: Editorial Andrés Bello, 1994).
7
José Garrido, Historia de la Reforma Agraria en Chile (Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1988).

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La historia agraria en el valle central. Notas para su estudio Dossier

de desarrollo. 8 Por extensión, las ganancias allí producidas no quedaban en el suelo local y
tampoco en España sino que viajaba para cancelar las deudas contraídas con la burguesía del
norte de Europa. Pero la explicación va más allá de lo meramente económico, ciertamente que es
mucho más dramática: poblaciones enteras de indígenas fueron sacadas de sus lugares de origen
para trabajar para los españoles y, de paso, desestructurando familias completas. Tampoco con
esto estoy descubriendo la pólvora: es la Historia Agraria del mundo colonial. En la zona central de
Chile, la población en el siglo XVII, sobre todo los picunches, sufrieron la extinción de su cultura
original como resultado de las condiciones laborales implementadas en las encomiendas y
posteriormente en las haciendas que, en su interior, contribuyeron a aumentar el mestizaje.9
Los hechos acontecidos en 1810 también juegan un papel importante al momento de periodificar la
investigación de la Historia Agraria. Sin duda que muchos estudios consideran la existencia de un
antes y un después de 1810 sobre todo cuando, en el ámbito económico, se estudian las caídas
bruscas que sufren las economías nacionales en los territorios del antiguo Imperio español. Si bien
es cierto que sabemos mucho en esos niveles de análisis, desafortunadamente muy poco sabemos
de las crisis económicas que envolvieron a las sociedades regionales. La paralización de las faenas
agrícolas, el arrasamiento de los campos, las contribuciones forzosas en animales y especies a los
cuales se vieron expuestos los hacendados y medianos propietarios y la leva forzosa a las
poblaciones campesinas locales son problemas que aún nuestra historiografía regional y agraria no
ha trabajado con detenimiento. Algo similar acontece con los aspectos sociales y políticos que se
vivieron tras las luchas independentistas. Los conflictos cotidianos económicos vividos al interior de
la familia cuyas tierras fueron arrasadas por la lucha entre patriotas y españoles y las tensiones
para parar la olla seguramente debieron haber desestabilizado no sólo en lo económicos a las
familias sino también en lo emocional. Está claro que, probablemente, la viuda o las mujeres solas
hayan sido las sacaron adelante la economía familiar. Lamentablemente, y al revés de lo que ser
está realizando afuera, el papel jugado por las viudas en el desarrollo de la historia ha sido poco
trabajado en Chile.
Qué nos falta por estudiar

Independiente de las ideas señaladas anteriormente y que pueden servir de guía a futuros trabajos,
en las páginas siguientes planteamos una breve pauta de lo que necesitamos para realizar una
historia agraria.
Primero. La Historia Agraria no es sólo la historia de la tenencia de la tierra, los terratenientes y los
campesinos. Es obvio el reconocimiento de la existencia de otros actores dentro de estas
sociedades rurales. Junto al hacendado conviven mineros, burócratas y comerciantes, sujetos que
también formaron parte de este mundo rural y que viven condicionados a los mecanismos
económicos que desde la hacienda emanaban. La existencia de esos grupos se entiende en
función de una economía agrícola relevante. Independiente de la duda que pueda recaer sobre la
existencia de una minería próspera en la zona central, el estudio de esos actores puede darnos
mayores pistas sobre el verdadero funcionamiento de las economías locales 10 . Consideremos, por
ejemplo, la situación de los comerciantes rurales de la zona central. Estos, en el pasado, fueron uno
de los grupos más activos, situación que es explicable por su rol de continuos abastecedores de los
centros urbanos y mineros. En realidad, ellos, por efecto de esa actividad, han sido vistos como
verdaderos agentes dinamizadores y transformadores de realidades. Los comerciantes aparecieron
en el escenario de los valles centrales como resultado de estímulos económicos externos e interno

8
Inmanuel Wallerstein, La economía mundo y el moderno sistema económico mundial (México: sin datos de editorial,,
1979); también Eduardo Cavieres, El comercio chileno en la economía mundo colonial (Valparaíso: Ediciones
Universitarias de Valparaíso, 1996).
9
Osvaldo Silva, “Aproximaciones al estudio del mestizaje en Chile durante los siglos XVI y XVII”, en Pinto (editora),
Familia, matrimonio y mestizaje.
10
En el norte de Chile, la agricultura y los complejos agrícolas existentes fueron el resultado del impulso que recibieron
de los centros mineros de plata y oro que necesitan de los alimentos que producen las tierras cercanas.

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Dossier Juan Cáceres Muñoz

en el pasado. El externo tuvo que ver con la transformación de la economía chilena en el último
tercio del siglo XVII cuando, producto de la demanda de trigo y cereales por parte del Perú, las
economías locales se transformaron y pasaron de estanciera y ganadera a cerealera dentro de los
complejos hacendísticos; y el interno, tuvo relación con la política de poblaciones impulsada por la
Corona en el siglo XVIII desde donde asomaron un conjunto de villas o espacios urbanos que
albergaron a estos sujetos comerciantes. El proceso, en este caso, resulta casi parecido al vivido en
la Europa medieval con el nacimiento de los burgos locales y cercanos a los grandes castillos
señoriales.
Esas villas sirvieron de base para las operaciones mercantiles; allí se ubicaron también sus tiendas
junto a sus residencias, tiendas generalmente instaladas en las esquinas donde vendían los
productos traídos desde Santiago y del campo mismo. Pero también, desde estas incipientes
ciudades, se creó un entramado comercial que partía hacia el interior de las zonas rurales
buscando y comprando la producción de trigo en verde y otros productos a los grandes, medianos y
pequeños productores. Estas compras tenían dos destinos: uno, el comercio local y, el otro, el
comercio fuera de la región. Nosotros sabemos, por tanto, que estos comerciantes rurales
participaban, además, de un comercio regional, extraregional y, algunos más osados, se
atrevieron con el comercio internacional. En palabras concretas, los mercados de destino de la
producción agroganadera de las localidades rurales de la zona central fueron en el pasado colonial
11
y republicano hacia el Perú y California y, en Chile, a Santiago, Concepción y Valparaíso.
Segundo. La Historia Agraria debe centrar su atención en una historia local y regional pero nunca
aislarse del contexto nacional. En este sentido, no basta con explicar el particularismo de la vida
rural. Debe existir una conexión con los hechos mayores que envuelven esas historias. Si se trata
de la Colonia, la historia agraria local debiera explicar fenómenos ligados a la inserción de estas
economías agrarias dentro del mundo capitalista como así también explicar la relación que se daba
entre la metrópoli y las entidades locales. De esa forma podríamos conocer mayormente las
angustias por las cuales transitaron estas localidades agrícolas del centro de Chile. En este
contexto, un problema interesante tiene que ver con lo que decíamos anteriormente, es decir, de
cómo existe una conexión fluida entre las épocas y los problemas. Si se considera la transición
desde el mundo del siglo XVIII al XIX, un problema relevante que la historiografía agraria debiera
solucionar es aquel relativo al cómo las elites agrarias --que en el fondo fueron, repito, elites
latifundistas, comerciantes, mineras y burócratas—participan en el proceso de la Independencia y,
luego, en la conformación del Estado Nacional en la época del treinta. Hay que partir de la idea de
que en estas sociedades rurales, y en realidad en ninguna sociedad, la gente no piensa de manera
uniforme. Es necesario buscar aquellos modelos alternativos de Estado que pudieron haber
emanado desde estas comunidades políticas rurales. De hecho, los primeros treinta años del siglo
XIX fueron años de búsqueda del tipo de Estado que se quería establecer; pero también fueron
años de conflictos y luchas que no debieran ser vistas solamente desde una perspectiva capitalina
sino que, fundamentalmente, desde la perspectiva regional y local. 12
Un tema importante en esta relación entre las localidades rurales y el centro capitalino tiene que ver
con el fenómeno del clientelismo el cual no necesariamente se circunscribe al ámbito político. El
clientelismo se nutre de lo social y lo económico; surge de necesidades que los individuos por si
solo no pueden satisfacer y los lleva a buscar la ayuda de otro más poderoso. 13 En la zona central,
las relaciones de dependencia de las elites locales fueron muy estrechas con las elites
santiaguinas. De hecho, desde el punto de vista empírico se puede constatar como los dueños de
las haciendas, los grandes comerciantes y los grandes mineros no sólo poseían residencias en las
localidades urbanas de esos lugares sino también en la ciudad de Santiago. El nexo es tan fuerte

11
Cáceres Muñoz, Poder rural y estructura social.
12
Hilda Sabato, Ciudadanía política y formación de las naciones. Perspectivas históricas de América Latina (México:
FCE, 1997).
13
José A. González, El clientelismo político. Perspectiva antropológica (Barcelona: Anthropos Editorial, 1997).

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La historia agraria en el valle central. Notas para su estudio Dossier

que, por ejemplo, si seguimos el ejemplo de los comerciantes rurales, estos prácticamente
trabajaban para los de Santiago buscando la producción que iba a ser comprada por los capitalinos.
Por tanto, los rurales emergen en esto siglos más como agentes de los comerciantes de Santiago
que sujetos con iniciativa propia, más aún si este clientelismo se derivó de deudas contraídas y del
escaso capital que tenían para iniciar los negocios locales. 14
El clientelismo entre los sujetos de las localidades y los de la capital tiende a ser fortalecido a
medida que va transcurriendo el tiempo. En el siglo XIX, a raíz de la llamada revolución del voto, las
elites rurales y santiaguinas buscaron mantener los antiguos privilegios políticos coloniales en una
realidad distinta y protoliberal. Los cabildos se transformaron en municipios y en adelante los
Congresos nacionales serían conformados en razón de elecciones competitivas. Evidentemente, no
se trata de democracia, sino más bien de la mantención de una pseudo fachada liberal. El
clientelismo sirvió para amarrar los votos en el pasado. Los adeudados se transformaron en
acarreados y las relaciones patrones-clientes se tiñeron incluso de afectividad. Padrinazgo y
15
compadrazgo son nombres que reciben tales fenómenos sociopolíticos.
Tercero. La Historia agraria debe ser una historia del poder. En este aspecto y ligado al punto
anterior sobre la elite y el clientelismo, resulta necesario llegar a una definición sobre lo que era una
elite de la zona central dentro de este contexto agrario. Las elites, en su sentido amplio, pueden ser
definidas como lo mostrado Caetano Mosca en su trabajo clásico sobre la clase política; es decir,
que son minorías que dominan a las mayorías porque son organizadas y tienen un objetivo que
16
persiguen con ansiedad: el poder. Sin embargo, pese a que tal concepto es interesante, operativo
y funcional en realidades mayormente complejas y urbanas, para las sociedades agrarias pareciera
ser insuficiente. En realidad, las elites rurales eran elites que podríamos definir como notabiliarias,
es decir, elites de notables dentro de sociedades de notables. 17 Una sociedad notabiliar es una
sociedad de Antiguo Régimen; no es liberal, sino que, por el contrario, está anclada en
comportamientos de viejo cuño en todas las dimensiones de una sociedad: social, económica,
política y cultural. Un individuo notable detentaba el poder en el pasado por el sólo hecho de poseer
riqueza y prestigio. Poder económico (riqueza), poder social (prestigio) y poder político (honor)
definen a estos sujetos tradicionales. Ellos eran los que ejercían el poder en las localidades de la
zona central y no necesariamente se le puede vincular, como señala la historiografía, a la presencia
de los terratenientes. En realidad, fueron terratenientes, comerciantes, burócratas y mineros los que
mandaban y han pasado también a la historia con el nombre de oligarquía.
Estos notables fueron los que construyeron los países en América Latina. Es necesario, sin
embargo, verlos en su accionar cotidiano y local. La historia agraria, enfocada desde la perspectiva
regional, puede ayudarnos a entender la dominación de estos grupos en las localidades rurales.
Aquí, se abre un campo interesante de análisis que dice relación no sólo con lo que acabamos de
escribir, sino además en torno a la conformación del poder formal e informal. Respecto del primero,
habría que precisar cómo desde las regiones se ayudó a formar la institucionalidad en el siglo XIX.
Según la teoría y los trabajos historiográficos actuales, el Estado fue construido por la elite. 18 Esto
significa que los notables de cada localidad de Chile, reunidos en el Congreso nacional, terminaron
de darle forma al país, una forma conservadora y excluyente. Cuidando sus privilegios, las elites en
cada zona rural excluyeron al resto de la población de lo que podría definirse como ciudadanía.
Sólo aquellos que poseían esos requisitos de riqueza principalmente, aparte de la edad y el grado

14
Cáceres Muñoz, “Los comerciantes de Colchagua: redes de familia, política y clientela, 1750-1830”, en Julio Retamal
Avila (Coord.), Estudios coloniales III (2004), 315-338.
15
Antonio Annino, Historia de las elecciones en Iberoamérica (Buenos Aires: FCE, 1995).
16
Caetano Mosca, La clase política (México: FCE, 1984); también en Tom Bottomore, Elites y sociedad (Madrid: Tala-
sa,1993).
17
Diane Balmori et al, Las Alianzas de familias y la formación del país en América Latina (México: FCE, 1990)
18
Sobre el Estado ver Mario Góngora, Ensayo histórico sobre la noción de estado en Chile en los siglos XIX y XX (Santiago
de Chile: Editorial Universitaria, 1986); también Gabriel Salazar, Construcción del Estado en Chile (1800-1837) (Santiago
de Chile: Sudamericana, 2005).

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Dossier Juan Cáceres Muñoz

de alfabetización, pudieron aspirar a detentar el poder. Según Samuel Valenzuela, los requisitos
para votar estaban al alcance de cualquier persona, por tanto, podría haber existido una suerte de
democracia. 19 Sin embargo, el tema no es si votaban sino que quien detentaba finalmente el poder
y, en este caso, éste siguió en manos de los notables. En otras palabras, a través de un pacto
interoligárquico o notabiliar, las elites crearon una institucionalidad hecha como un traje a su
medida.
El refuerzo de lo formal se dio también en términos del poder informal. Los vínculos sociales y de
negocios fueron vitales, sobre todo aquellos de carácter familiar. Se trata, en el fondo, de
estrategias sociales para mantener el poder en estas localidades rurales; son estrategias que
sirvieron para la reproducción social y política de estos grupos elitistas. De esta forma en estas
sociedades agrarias vemos como las familias pudientes conformaban redes basadas en el
parentesco y la consaguinidad y que permitían, a la postre, monopolizar el poder político, las
actividades económicas y la cultura que trataba de ser propagada a las clases medias y populares
20
como el modelo civilizado a seguir. Es esta situación la que los obliga a usar, de manera
frecuente, mecanismos de elección de los nuevos miembros de las familias, reclutamiento que
estaba basado en la consideración de requisitos tradicionales como la posesión de riquezas,
prestigio y ser reconocido en el ambiente provinciano como individuos de honor. Sin tener tales
cualidades era muy difícil ingresar a esas elites locales. 21
Cuarto. La Historia agraria no debe quedarse solamente en el análisis de aquellos que se han
tomado el poder, sino que además es fundamental la historia de los que no lo tienen. Se trataría de
una historia de la subordinación y de cómo estos grupos subalternos, siendo mayoría, obedecen a
una minoría que los gobierna. En este contexto, la historia agraria se intercruza y se empapa de las
técnicas y métodos provenientes de la llamada Historia Social, la cual tiende a focalizar su atención
en los sujetos populares; es decir, es una historia que, metodológicamente, se debe realizar desde
abajo considerando la historicidad de estos grupos subalternos en el mundo rural. Pero además,
dentro de este contexto, esta Historia agraria recibe el influjo de la Nueva Historia Política,
tendencia historiográfica que ha renovado sus métodos y sus enfoques. La vieja y tradicional
historia política fue despreciada por la Escuela de los Anales en la década del treinta del siglo XX
por su apego a las grandes figuras de la elite, a los gobernantes y a las grandes batallas de los
siglos pasados. Ahora esta nueva versión se preocupa más de la acción de los grupos y de cómo
procuran el poder. En este sentido, los temas relativos a la composición política de las comunidades
rurales, la lucha por la ciudadanía en el contexto local y la organización comunitaria son, entre
muchos otros temas, algunos aspectos que considera esta nueva tendencia historiográfica. Así, del
estudio de la acción individual se ha pasado a los estudios de los grupos colectivos.
Desde esta perspectiva de análisis el problema de la realidad del campesinado ha sido
reconsiderado en estos últimos tiempos. El trabajo de Gabriel Salazar ha sido clave para entender
la vida de los campesinos en el pasado. Ciertamente ha sido un paso enorme en contraste con lo
mostrado por la historiografía de los sesenta. El campesino peón es la preocupación principal de
Salazar para mostrar su transformación en proletariado en el mundo urbano. En la misma línea se
presenta el trabajo de José Bengoa quien muestra el mundo de las Haciendas. 22 Sin embargo, a
pesar de esos interesantes avances se echa de menos mayores estudio sobre, por ejemplo, los
mecanismos de control sobre las poblaciones rurales. Uno de estos controles tiene que ver con la

19
J. Samuel Valenzuela, “Hacia la formación de instituciones democráticas: prácticas electorales en Chile durante el siglo
XIX”, en Estudios Públicos no. 66 (1997), 215-257.
20
Hay que entender que, desde el punto de vista de la funcionalidad, la familia fue más una unidad productiva y repro-
ductiva que emocional, por lo que se puede aseverar que fue un mecanismo destinado a transmitir propiedad y posición
de generación en generación. Cavieres y Salinas Meza, Amor, sexo y matrimonio, 74.
21
Cáceres Muñoz, “Los comerciantes de Colchagua”.
22
Salazar, Labradores, peones y proletarios: formación y Crisis de la sociedad popular chilena (Santiago de Chile:
Ediciones Sur, 1985); José Bengoa, Historia social de la agricultura chilena. Tomo II Haciendas y campesinos (San-
tiago de Chile: Ediciones Sur, 1990).

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La historia agraria en el valle central. Notas para su estudio Dossier

exclusión que viven los campesinos respecto de los recursos que son la esencia del mundo
campesino, es decir, la tierra y el agua. Ello porque la efectividad del poder local de las elites
provincianas se consiguió a través de la monopolización de las instituciones políticas coloniales y
aquellas del siglo XIX desde donde se establecieron las leyes, las regulaciones y las medidas que
limitaron a la población en lo económico y en lo social. Esas leyes facilitaron la monopolización de
los recursos económicos por parte de esta elite.
El control de la tierra y del agua fue paralelo al proceso de asentamiento de los españoles en los
territorios y desde entonces la estructura agraria denotó el predominio de las grandes estancias y,
luego, de las haciendas las que cohabitaron con las pequeñas y medianas propiedades de
españoles y mestizos. Sin embargo, en la historia de la monopolización de los recursos de la tierra
y del agua por parte de las elites rurales es necesario también llegar a caracterizar los conflictos
originados entre los miembros de las elites locales, sino también con los que surgieron respecto de
los pequeños y medianos propietarios. Es evidente que el motivo central fue la codicia por aumentar
las tierras y, con ello, el prestigio y el poder, aspectos que se observan al momento de analizar los
largos y tediosos pleitos de deslindes por la tierra que contienen los fondos judiciales chilenos. Esos
juicios trasuntan, más allá de una problemática propiamente económica y social, la mentalidad y la
cultura de un grupo que aspira a consolidar el prestigio y el poder local a costa del sufrimiento de
las poblaciones locales que ven como se les usurpa la tierra y se les quita el agua a través de la
construcción de diques, bocatomas, tranques, canales y acequias, que desviaban la trayectoria
natural de los ríos y afectaban el suministro gozado por generaciones las tierras locales.
Precisamente en ese tipo de situaciones es donde se ve mayormente reflejado el tema del
clientelismo en cuanto a la existencia de jueces rurales que se inclinan ante sus patrones y
23
defienden sus intereses sin considerar la angustia de los campesinos y medianos propietarios.
El estudio de los controles económicos sobre la población campesina debe también considerar el
control sobre las rutas camineras. En el transito del siglo XVIII al XIX principalmente, los dueños de
los fundos se opusieron fuertemente a los arreglos camineros bajo el pretexto de la inseguridad en
que se vivía en las áreas rurales, no obstante de que el bandidaje rural, expresado en el
cuatrerismo y abigeato, era un hecho. Pero el trasfondo de la resistencia debe ser también
explicado dentro de un contexto de dominación de la población local y del miedo de perder la mano
de obra que ocupaban en las faenas dentro de sus tierras. Esto explicaría el conjunto de prácticas
usadas por los dueños de fundos que, a la larga, dificultó el tráfico de la población en general
además de obstaculizar el progreso de las localidades pues impedían el libre traslado de
comerciantes y mineros. Caminos intransitables por la “derrama” de agua desde las acequias
cercanas durante el verano, cierre de los caminos o desvíos de éstos para evitar la circulación de la
gente y el establecimiento de peaje privados fueron límites y controles a la población campesina.
Por ejemplo, a mediados del siglo XIX, los mineros de Curicó denunciaron que el hacendado
Fernando Lazcano había establecido el derecho de pontazgo sobre el río Teno. En adelante todo
aquel que quisiera cruzar debía pagar la suma de 50 pesos de la época.24
En la Historia Agraria de los sujetos subalternos, los controles sociales y el disciplinamiento de la
población es otra forma interesante de análisis de la población campesina. Se cruzan en su análisis
variables que dicen relación con la gobernabilidad de las localidades, de la obediencia debida a los
patrones locales y las posibilidades de resistencia ante un mundo controlado por las elites rurales.
Peones e inquilinos son los personajes importantes en este mundo rural pero también lo son
aquellos situados en las urbes o villas cabeceras. Principalmente los peones fueron considerados
como inestables y transgresores y no tanto la población inquilina la que, a lo menos, contaba con un
rancho donde dormir, comer y vivir con los animales dados por el patrón. El otro, en cambio, el

23
Cáceres Muñoz, Poder rural y estructura social.
24
Cáceres Muñoz, “Los obstáculos al crecimiento local: Estado nacional, infraestructura caminera y poder rural en
Colchagua durante el siglo XIX”, Revista Mapocho no. 55 (2004); también, Rolando Mellafe, “Latifundio y poder rural
en Chile de los siglos XVII y XVIII”, Cuadernos de Historia no. 1(1981), 87-108.

- 33 -
Dossier Juan Cáceres Muñoz

peón, fue expuesto a una vida miserable desde que la hacienda no lo necesitó ya más como mano
de obra. Tampoco con esto he descubierto la rueda. Es una historia vieja. Pero lo interesante de
este proceso fue su resultado social y mental. Por un lado, nació un inquilinaje mentalmente dócil y
sumiso a la palabra del patrón mientras que, por otro lado, surgió un peonaje sin ataduras y
vagabundo que, a los ojos de las elites locales, se transformaron en un fuerte dolor de cabeza por
la peligrosidad al tipo de orden que deseaban establecer. De allí nació, quizás de manera
intencional, una visión estereotipada que se nutrió de conceptos negativos como el de flojo,
indecente, ladrón y violento, conceptos que han cruzado épocas y espacios y han nutrido, mental y
culturalmente, la conducta de las elites actuales frente a los pobres.
El miedo al cuatrerismo y el abigeato en el campo y el robo y el asalto a las personas y a las
residencias en las ciudades rurales llevó a la elite local al reforzamiento de las estrategias de control
social en los siglos pasados, dictándose bandos que prohibieron a la gente común portar armas
como cuchillos, puñales y dagas bajo la pena de cárcel y de realización de trabajos públicos. Sólo
los hacendados y las personas de acreditado juicio y honradez podrían portar armas. Pero ligado a
lo anterior, el control fue reforzado a través de la creación de las policías rurales las que actuaban
de manera paralela a las guardias blancas de los hacendados. Esta policía, que originalmente nació
para vigilar los campos y cuidar las haciendas, fue desviándose de su propósito original y se
reorientó al control y vigilancia de la población local. De esta forma las cárceles de la zona central
se atestaron de jóvenes peones considerados como “vagos y viciosos”. Pero, por otro lado, el
control social a la población campesina se extendió, además, a los ámbitos o espacios de
sociabilidad. Así, las chinganas, las fiestas y los juegos fueron prohibidos bajo el pretexto de que
eran inmorales y perjudicaban, a la vez, la productividad local. En adelante, los transgresores
pagarían multas o, de lo contrario, pasarían un tiempo en la cárcel. Por último, las carreras de
caballos, las peleas de gallos, el juego de las chapitas, la rayuela, el lanzar challa y el mismo
volantín, entre tantos otros, fueron vistos en adelante como juegos denigrantes, groseros e
indecentes. 25
Conclusiones
Ciertamente que, en un repaso de lo que ha sido la trayectoria de la historiografía agraria desde
épocas pasadas hasta ahora, siempre puede resultar insuficiente. Muchas temáticas o mejor dicho
problemas pudieron haber quedado fuera en este análisis. De hecho, poco se dijo de los orígenes
de la tierra, de las mercedes de tierra, de las encomiendas establecidas en el siglo XVI y XVII, del
mundo del trabajo, del traslado de poblaciones indígenas, como tampoco nos referimos al mestizaje
de la zona central, de la desaparición de los pueblos indígenas que fueron los primeros que vivieron
el impacto de la Conquista española. Más bien nos situamos en el siglo XVIII y en el siglo XIX pero,
independiente de tal situación, los problemas que se han planteados para la realización de futuros
trabajos pueden ser válidos para cualquier época pasada. Como no olvidar, por ejemplo, la lucha
por la sindicalización campesina en el siglo XX, la fuerte migración campo-ciudad que terminó con
la pauperización y el desarraigo de las familias campesinas en la Gran capital y la lucha por la
Reforma Agraria llevada a cabo en la época de los sesenta, entre muchos otros problemas que se
derivan de la realidad campesina. Todos estos temas indican que, a pesar de ser nuestro mundo
actual un mundo esencialmente urbano e industrial, la realidad campesina se mantiene en el
tiempo.

25
Fernando Purcell Torretti, Diversiones y juegos populares. Formas de sociabilidad y crítica social. Colchagua, 1850-
1880 (Santiago de Chile: DIBAM, 2000).

- 34 -
Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 35 - 48

LA SOCIEDAD AGRICOLA Y GANADERA DE OSORNO (SAGO) Y SU


APORTE AL DESARROLLO DE LA COMUNIDAD REGIONAL

Luis Carreño Palma


lcarreno@ulagos.cl
Universidad de Los Lagos

RESUMEN

Las publicaciones originadas y editadas por la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno


(SAGO) constituyen no solamente la memoria de tal organismo durante el siglo XX, pero tam-
bién, la memoria del desarrollo de l agricultura en la Región de Los Lagos. Evidentemente, se
trata en este caso dela visión empresarial de tal actividad. Este artículo aborda las principales
orientaciones de la SAGO entre 1917 y 1950 y aprovecha la documentación para presentar
quienes portaron tal proyecto.

Palabras claves: Agricultura, ganadería, Osorno, Siglo XX

ABSTRACT

The publications originated and edited by the Farmers and Cattle Breeders Society of Osorno
(SAGO) not only constitute the memory of this organism during the XXth century but also the
memory of the development of the agriculture in the Region de Los Lagos. Evidently, we are
dealing in this case with the business view of this activity. This article tackles the main
orientations of the SAGO between 1917 and 1950 and uses the documentation in order to
present who where the builders of this project.

Key words: Agriculture, cattle breeding, Osorno, XXth Century

A medidos de los 90 Adolfo Ibáñez Santa María público en la revista Historia un artículo, acerca de
la postura y papel desempeñado en la década de los 30 por las sociedades empresariales,
Sociedad de Fomento Fabril, Sociedad Nacional de Minería y Sociedad Nacional de Agricultura, en
relación al proceso de modernización del Estado. Señalando “las proposiciones planteadas en
aquella época por dichas sociedades en torno al fomento económico que le correspondería
desempeñar al Estado y destacar, también, las realizaciones logradas hasta entonces por
diferentes organismos de fomento estatales, y que contaron con el aplauso y colaboración de
1
aquellas sociedades”.

Señala las tareas que dicha sociedades asignaban al Estado para que el país alcanzara su
independencia económica y la elevación del nivel de vida de la población, destacando también las
realizaciones que con este fin fueron ejecutadas por organismos del Estado con la colaboración y
respaldo de dichas sociedades.

1
Adolfo Ibañez Santa María, “El liderazgo en los gremios empresariales y su contribución al desarrollo del
Estado Moderno durante la década de 1930”, Historia, 28 (1994), 184.
Dossier Luis Carreño Palma

Las publicaciones emanadas de las respectivas sociedades adquieren particular protagonismo en el


trabajo, ya que fueron los voceros más autorizados y contribuyeron a definir el pensamiento de las
respectivas entidades.

La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno como representante de los agricultores y ganaderos


de la región austral no fue ajena a los planteamientos y acciones de las entidades empresariales e
igualmente contribuyo a la modernización del Estado, de ahí nuestra motivación de estudiar el papel
de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno y su aporte al desarrollo de la región.

La documentación más adecuada a nuestro propósito, fue aquella que surgió de la propia
sociedad. Dicha información esta contenida fundamentalmente en dos fuentes “La Agricultura
Austral” y la “Memorias de la Sociedad Agrícola y ganadera de Osorno”.

La revista “La Agricultura Austral” fue el órgano oficial de la Sociedad y se publico mensualmente
entre los años 1928 y 1950, con una breve interrupción entre los años 1931 y 1936. Esta
publicación nos entregó información de rico contenido, donde predominan artículos de carácter
técnico referidos a la agricultura y ganadería e informaciones comerciales. Especial mención
merece la sección “Labores del Directorio” que nos informó sobre los temas a tratar en las
reuniones, los acuerdos tomados y las acciones a realizar. Los artículos editoriales y los discursos
de sus directivos pronunciados en actos públicos como la inauguración de la Exposiciones
Agrícolas y ganaderas, fueron los escritos de mayor importancia, por cuanto en ellos encontramos
juicios críticos y proposiciones, frente a la política agraria del gobierno.

La segunda fuente, la Memorias de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, nos entregó una
detallada y ordenada información de la labor realizada por la Sociedad. Adjunta los informes de las
diversas comisiones de trabajo y las comunicaciones enviadas a las autoridades sobre materias del
agro, sus problemas y soluciones.

A través de esta documentación pudimos conocer las aspiraciones e iniciativas de la Sociedad


Agrícola y Ganadera y el papel desempeñado en el desarrollo de la región Austral

La Sociedad Agricóla y Ganadera de Osorno y la región

El 8 de febrero de 1917 en los salones del club Osorno, se reunió un grupo de agricultores y
ganaderos de la región para echar las bases de una institución que defendiera, protegiera y
fomentara las actividades del agro regional. La reunión fue presidida por don Julio Buschmann que
esbozó los objetivos de la institución, sus proyecciones futuras como impulsora del progreso
regional y su acción inmediata.

Los asistentes por una unimidad acordaron fundar una Sociedad Anónima bajo la razón social
2
“Cooperativa Agrícola y Ganadera de Osorno” cuyos fines y objetivos estarían encaminados a
“impulsar el progreso agrícola y ganadero de la región y a prestar ayuda a los agricultores y
ganaderos”. 3

Se procedió a elegir una directiva provisoria presidida por Julio Buschmann, la que se avocó a la
tarea de organizar definitivamente la Sociedad, colocar las acciones entre los agricultores y
ganaderos de la región, redactar un proyecto de estatutos y realizar las gestiones necesarias para
su legalización. (Anexo I)

2
Con motivo de dictarse la ley de Cooperativas en 1924 la Cooperativa Agrícola y Ganadera de Osorno al
no cumplir los requisitos de dichas instituciones debió cambiar su razón social a Sociedad Agrícola y Gana-
dera de Osorno.
3
Libro de actas Cooperativa Agrícola y Ganadera de Osorno 1917

- 36 -
La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno Dossier

Por Decreto Supremo del 10 de enero de 1919 se aprobó la existencia legal de la Cooperativa
Agrícola y Ganadera de Osorno, pero al no enterarse el capital social declarado, en el plazo de un
año, como lo establecían los estatutos de la Cooperativa se dejó sin efecto su existencia legal por
Decreto Supremo del 8 de Febrero de 1919.

Ante esta situación la Junta General de accionistas acordó liquidar la Sociedad y todos sus bienes
y existencias, créditos y obligaciones pendientes, que fueron transferidos a una nueva Sociedad
que con el mismo nombre se fundaba. El Decreto Supremo no.1799 del 6 de julio de 1920 confirmo
la existencia legal de la Cooperativa Agrícola y Ganadera de Osorno.

Una vez tomado el acuerdo de fundar la Cooperativa Agrícola y Ganadera de Osorno, el directorio
se puso a trabajar en la solución de los problemas que afectaban al agro regional, a través de
comunicaciones a los organismos de gobierno, gestiones personales ante las autoridades y
realizando actividades para fomentar la agricultura y la ganadería de la región.

A pesar de los problemas que se presentaron para constituir legalmente la Sociedad, a sólo once
meses de su creación, con una directiva provisoria e incierta su situación legal “ ante la necesidad
de dar una orientación técnica al proceso ganadero estimular los mercados de colocación de
4
productos y alentar el espíritu de empresa de los criadores de ganado”. La Cooperativa organizo y
realizó la Primera Exposición Agrícola y Ganadera de Osorno, que fue inaugurada el 30 de
Noviembre de 1917 con la asistencia de autoridades regionales y el Ministro de Industrias, José
Malaquías Concha.

Con el correr de los años la exposición se convirtió en uno de los eventos agrícola, ganadero y
social más importantes de la región y del país, no sólo por lo que mostraban los expositores, sino
porque además ser portavoz de los productores locales representaba de los intereses y
aspiraciones de la región. A juicio de Alfonso Sanhueza Diart, Secretario General de la SAGO
cargo que desempeño por más de 35 años, “la importancia de la Exposiciones Agrícolas y
Ganaderas, reside en el hecho que ha permitido vincular a las regiones alejadas de la capital en
donde se ha desenvuelto la suma del poder y de la administración pública, tomar contacto con los
personeros de gobierno y plantear desde una tribuna de trascendencia, las soluciones que
requieren sus problemas, sus necesidades y aspiraciones”. 5

Prestación de servicios a sus asociados fue una de las primera preocupaciones de la SAGO. Para
satisfacer los requerimientos de sus asociados y a la vez procurarse fondos para su
funcionamiento. La sección Comercial, activó la comercialización de los productos agropecuarios y
la adquisición de insumos por parte de los productores. Mediante una reducida comisión la
sociedad adquiría los productos de sus asociados y los colocaba en el mercado regional y nacional,
agilizando la liquidación de las cosechas.

A lo anterior se agrega la comercialización de insumos agrícolas, como producto veterinarios,


sacos, pintura, semillas y especialmente abonos nacionales e importados, que eran vendidos a los
asociados. La política comercial de la SAGO fue de mucha cautela, pues las adquisiciones de
mercaderías se hacían sobre la base de encargos de sus asociados y con un reducido margen de
ganancia Bajo esta política, en corto tiempo, pudo la sociedad satisfacer los requerimientos de
productos e insumos agrícolas de sus asociados que eran vendidos a precios inferiores del
comercio establecido y a la vez consolidar su situación económica.

4
El Progreso (Osorno), 1º de Diciembre 1917
5
Entrevista a Alfonso Sanhueza Diart, Secretario General de SAGO. Osorno, diciembre 1985

- 37 -
Dossier Luis Carreño Palma

Para atender los requerimientos de los productores agropecuarios de la región comprendida entre
Puerto Montt y Loncoche, la SAGO amplio su campo de acción instalando agencias y sucursales en
San José de la Mariquina, Los Lagos, Paillaco, Valdivia, La Unión, Río Bueno, Río Negro, Frutillar,
Puerto Varas y Puerto Montt, transformándose en porta voz de los intereses y aspiraciones de los
productores agrícolas de la región de Los Lagos.

El conocimiento que la SAGO tenía de las actividades agrícolas y ganaderas de la región de los
Lagos, llevó a las autoridades gubernamentales a solicitar su participación en diversas comisiones
de trabajo para estudiar las soluciones de los problemas que afectaban al agro nacional.

En agosto de 1930 el Ministro de Fomento don Edicio Torrealba envió una comunicación al
Directorio de la SAGO solicitando que nombrara un representante pata que participara en una
Comisión que estudiaría los diversos problemas que afectaban a la agricultura y ganadería del
país.(Anexo II)

Se nomino al Secretario General de la SAGO don Alfonso Sanhueza Diart, que como representante
de los agricultores y ganaderos de la región austral hizo presente en la comisión las aspiraciones de
los productores de la región. Rebaja de las tarifas ferroviarias en los fletes de larga distancia,
ampliación de los créditos a los agricultores de la región, mayor rapidez en el despacho de la
solicitudes de reconocimiento de los títulos afectos a la Ley de Propiedad Austral, aumento del
consumo interno de productos agrícolas, fomento de la exportación y rebaja del precio de los
abonos para reducir los costos de producción.

Una de las principales preocupaciones de la SAGO fue la aplicación de la Ley de Propiedad Austral
que por aquellos años se discutía en el parlamento y que a juicio de la Sociedad ponía en peligro
toda la actividad productiva de la región.

El incremento de la producción agrícola intensificado por la habilitación de nuevos campos de


cultivo y pastoreo derivó en una “serie de dificultades de límites entre propietarios como
consecuencia de la incierta constitución de la propiedad, y entre estos y el Fisco, pues la mayoría
6
de los títulos emanaban de sucesivas leyes inconexas cuya interpretación dio origen a litigios”.

Para regularizar esta situación el 14 de Octubre de 1925 se dictó un Decreto Ley sobre Constitución
de la Propiedad Austral. Dicho cuerpo legal, produjo gran alarma entre los propietarios de la región
austral, ya que muchos de los alcances de dicha ley entrañaban un grave peligro para el normal
desenvolvimiento de las actividades agropecuarias pues “dejo en la incertidumbre la legitimidad de
sus títulos muchos de los cuales eran de notoria antigüedad y las tierras eran trabajadas por
generaciones, desde el siglo anterior”. 7

La Ley de Propiedad Austral afectó a más de 90.000 propietarios de la región austral y no sólo
provocó gran alarma e incertidumbre, sino que amenazaba producir graves trastornos en las
actividades agrícolas y ganaderas, lo que se manifestó “en la indiferencia y el animo de los
propietarios por cultivar y adelantar un suelo, sobre el cual y en cualquier momento se les puede
poner en duda el derecho de legitima posesión”. 8

La SAGO recopilo antecedentes y manifestó a las autoridades centrales la inconveniencia de dicha


ley, que con fines políticos y desconocimiento de la generación histórica del derecho de propiedad
en la región austral, provocó trastornos más graves de los que trataba de solucionar.

6
Ricardo Donoso y Fanor Velasco, La Propiedad Austral (Santiago de Chile: ICIRA, 1973), 8.
7
Donoso y Velasco, La propiedad, 9.
8
La Agricultura Austral, 13 (1929).

- 38 -
La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno Dossier

Las gestiones realizadas por la SAGO llevaron al gobierno a realizar algunas modificaciones de la
Ley. En Octubre de 1929 se dictó el Decreto Ley Nº 4444 que hace una serie de modificaciones a la
Ley de la Propiedad Austral, además el 31 de Octubre de ese mismo año se creo el Ministerio de la
Propiedad Austral que bajo la gestión de Edicio Torrealba en dos años de gestión soluciono los
problemas que se habían planteado, “acallando el reclamo de los particulares, cautelando el interés
fiscal y sepultando una cuestión que había constituido una fuente de agitación e inquietud”. 9

La protección del medio ambiente fue otra de sus preocupaciones de SAGO y tuvo una activa
participación en el Proyecto de la Ley de Bosques que se discutía en el Congreso. A juicio de la
Sociedad, el proyecto enviado por el ejecutivo para su discusión en el Congreso, no modificaba la
legislación vigente y sólo se refería en forma ambigua a algunas modalidades de explotación
imperante en la zona. Declarando que “la explotación del bosque se ha efectuado sin un plan
racional, y ello se debe al mal aprovechamiento que se ha hecho de la montaña. La actual
legislación de bosques y las modificaciones que se proponen en el proyecto de ley en estudio, no
resuelven el problema en toda su integridad”. La SAGO estimaba que para resolver en forma
integral el problema forestal se precisaba la acción del Estado a objeto de desarrollar una política
forestal racional para lo cual proponía la “creación de un organismo autónomo con fondos propios y
cuyo estatuto orgánico reconozca la personería jurídica necesaria para administrar libremente sus
fondos, orientar técnicamente la reforestación de las zonas devastadas de bosques, e ir a la
formación de parques nacionales en aquellas regiones en que aún sea posible hacerlos. Debe
fomentar entre los propietarios agrícolas la reforestación de sus predios ya sea mediante primas u
10
otros incentivos”.

Una de las más importantes realizaciones de SAGO fue la publicación de una Revista institucional,
La Agricultura Austral .Su primer número salió a circulación a comienzos de 1929. En la revista sus
asociados encontraron artículos que informaba sobre los últimos adelantos y procedimientos de la
explotación agrícola, además de informaciones comerciales, como el precio de la carne y el trigo en
el mercado nacional. Pese a las dificultades e inconvenientes que representaba este tipo de
publicación periódica en una región alejada de la capital, estos fueron superados y con el correr de
los años la revista de la SAGO se convirtió en una de las más prestigiosas de su tipo en el país con
un tiraje de 1500 ejemplares mensuales que eran distribuidas entre sus asociados, enviadas a
bibliotecas especializadas y Consulados de Chile en el exterior.

La política intervencionista de los gobiernos de la época, que se manifestaba en la fijación de


precios a los productos agrícolas, cuyo cumplimiento era controlado por el Comisariato General de
Subsistencias y Precios, fue criticada por la SAGO, porque consideraba que el Estado estaba
interviniendo en la parte final del proceso productivo, al fijar precio a los productos terminales. Para
la SAGO, la política intervencionista del Gobierno debería abarcar todo el proceso productivo y en
el caso de la agricultura se debería fijar precios a los insumos agrícolas, como abonos, semillas y
maquinaria.

Igualmente la SAGO criticaba la labor desarrollada por los organismos fiscales para el fomento de
la producción agrícola, como la Caja de Crédito Agrícola y la Caja de Crédito Hipotecario, debido a
que no satisfacía las aspiraciones y los requerimientos de los productores de la región,
especialmente en lo concerniente a créditos agrícolas.

Los estudios de SAGO concluían que “la región necesitaba con urgencia el mejoramiento de las
praderas en calidad y en cantidad antecedente fundamental para el incremento y mejoramiento de
la masa ganadera, pudiendo con mejores pastos duplicarse y hasta triplicarse la masa ganadera”.
Para fomentar la producción ganadera la política crediticia a implementarse debía ser de “créditos

9
Donoso y Velasco, La propiedad, 9.
10
La Agricultura Austral, 68 (1938).

- 39 -
Dossier Luis Carreño Palma

amplios, de tramitación simple y expedita, con bajos inveteres, no superiores a un 3% anual y en


algunos casos, como para las semillas, implementos de trabajo propios de labores agrícolas, sin
intereses, ya que el incremento de la producción, depende de créditos que la estimulen.”11

El aporte más significativo de la SAGO a la comunidad regional fue la creación de una radioemisora
en la ciudad de Osorno, la primera de su tipo en la región, que fue inaugurada el 4 de septiembre
de 1939. La radio emisora generó a la Sociedad nuevos ingresos por la venta de avisos y
programas radiales y a la vez una comunicación más efectiva con sus asociados y la comunidad en
general, a través de noticiarios, programas especiales con informaciones de los progresos
técnicos de la agricultura, y misceláneos

A través de el Boletín quincenal la radio entregaba a los agricultores y ganaderos de la región


“informaciones comerciales, posibilidades de mercado para los productos del agro y noticias
diversas de interés, entregando al productor información de las posibilidades que se presentaban
para colocar la carne y la variada producción agrícola de la región”. 12

Con el correr de los años la importancia de la SAGO fue aumentando en la región al incorporar en
sus registros a casi la totalidad de los productores agrícolas y ganaderos de la región sur,
cumpliendo los objetivos que se trazaron sus fundadores, de constituirse en la institución que
agrupara a todos los agricultores y ganaderos de la región austral y entregada por completo a la
defensa de la agricultura de la región.

El crecimiento experimentado por la SAGO cuyos asociados se encontraban diseminados desde


Loncoche a Puerto Montt y dada la diversidad de temas a que debía avocarse, llevaron al Directorio
a realizar algunos cambios en su estructura administrativa. Para tener un mejor conocimiento de los
problemas que afectaban a la región se crearon los Comités Locales de la SAGO, en Osorno,
Frutillar, Valdivia, Río Bueno, Puerto Montt, Purranque y Puerto Varas. Por intermedio de estos
Comités, cuyos presidentes integraban el Directorio de SAGO los asociados podían patrocinar todo
asunto de interés local que afectara o fuera fundamental para el desarrollo de la agricultura y
ganadería de la región.

Para descentralizar las funciones del Directorio se constituyeron comisiones, de Finanzas y


Comercio; Bienestar y Fomento; Vialidad y Transporte; Legislación y Justicia; Edificaciones;
Exposiciones; Ganadería y Propaganda. Las funciones de estas comisiones era estudiar
determinadas materiales, para informar al Directorio que en pleno tomaba el acuerdo.
La SAGO tuvo una destacada participación en la formación de Cooperativas agrícolas en la región,
realizo gestiones ante las autoridades centrales y puso a disposición de los cooperados los
servicios de la comisión de fomento de la sociedad. Igualmente auspicio reuniones de diversas
actividades relacionadas con el agro, como madereros, apicultores y frutícolas a objetos de
organizarlos, les facilito local para las reuniones y la asesoría jurídica de la comisión de legislación
y justicia de la SAGO.

En el año 1930 la SAGO elaboró un plan de Fomento Agrícola que será sometido a consideración
del Presidente de la República para que fuese incluido en el Plan de Fomento de la Producción
Nacional que el ejecutivo estaba elaborando.

El plan de de la SAGO privilegiaba todas aquellas medidas destinadas a perfeccionar la producción


agrícola y ganadera, defenderla de plagas, para lo cual proponía “la creación de estaciones
genéticas y zootécnicas, laboratorios, postas veterinarias, instrucción del campesino y desarrollo de

11
Memoria de la Sociedad Agrícola y ganadera de Osorno 1939-1940 (1941), 12.
12
Memoria de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno 1937-1940 (1941), 17.

- 40 -
La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno Dossier

una profilaxis animal y vegetal”. 13 Consideraba también el decisivo rol que jugaba en el incremento
de la producción agropecuaria, el desarrollo de un plan armónico de vialidad, para lo cual se
solicitaba “construcciones camineras de carácter definitivo, de ferrocarriles de penetración
económica y el mejoramiento del transporte marítimo y de las vías fluviales y lacustre”. 14

Preocupada la SAGO por la regularización del abastecimiento de carne en los mercados del centro
y norte del país y la fuerte baja de precio de la carne en los meses de verano, motivada por la
mayor oferta de ganado gordo la SAGO propuso al Ministro de Agricultura la creación de un
matadero frigorífico en Osorno, que permitiría regularizar el precio y el abastecimiento de carne.

El 13 de mayo de 1939 la SAGO oficio al Ministro de Agricultura un documento que exponía los
beneficios que acarrearía para la región la instalación de una Matadero Frigorífico en la ciudad de
Osorno.

La ventaja económica de tal procedimiento no da lugar a ninguna clase de dudas,


porque a parte de evitarse el destaré que sufren los animales que se transportan
vivos a Santiago, en un recorrido de más de mil kilómetros, aparecen otras de
indudable conveniencia para esta zona, como ser el aprovechamiento de los cueros,
despojos, sangre, pezuñas, cuernos, etc. Cuya industrialización daría origen a un
auge considerable de los negocios mediante la instalación de fabricas para la
obtención de productos tales como jabonería, velas, abonos orgánicos, curtiembres y
15
embutidos.

Otro de los desvelos de la SAGO fue la enseñanza agrícola, por la que demostró una constante
preocupación desde los primeros años de su creación, ya por medio de escritos a las autoridades o
la intervención de sus directivos solicitando una mayor preocupación por parte del Estado para este
tipo de educación.

La noticia de que el gobierno crearía diez escuelas de artesanos en el país, motivo a la SAGO a
manifestar su interés para que uno de estos centros de enseñanza se estableciera en Osorno, en
especial una Escuela de Mecánicos Agrícolas, a objeto de educar a los hijos de campesinos y
transformarlos en técnicos especializados en faenas agrícolas. Por tal motivo la SAGO “acordó
prestar su apoyo al movimiento iniciado en la ciudad para nombrar una comisión para solicitar al
16
Presidente de la República la creación de una de estas escuelas en la ciudad de Osorno”.
Institucionalmente la SAGO no tuvo participación en la fundación de la Escuela Superior de
Agricultura de Osorno, sin embargo un elevado número de sus socios integraron el primer Directorio
del establecimiento y otros ayudaron a su sostenimiento al integrarse como socios fundadores y
sostenedores (Anexo III). Además la SAGO hizo gestiones para la adquisición de un fundo para la
Escuela Agrícola.

La situación del trabajador agrícola no fue ajena a la acción de la SAGO, la que se manifestó en
una constante preocupación por el bienestar del campesino de parte de sus directivos en
intervenciones públicas y una abundante documentación emanada de la sociedad en que hacen
alusión a la crítica situación de los trabajadores del campo y sus posibles soluciones.

A los directivos de la SAGO les preocupaba “el mejoramiento de los estándares de vida del
campesino, la elevación de su nivel cultural y el aumento de su capacidad adquisitiva”. 17

13
Memoria de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno 1938-1939 (1940), 39.
14
Memoria de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno 1939-1940 (1941), 56.
15
Libro de Actas de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno. Junta General de Accionistas, julio 1921.
16
Memoria de la Sociedad Agrícola y ganadera de Osorno 1939-1940 (1941), 129.
17
La Agricultura Austral, 47 (1936).

- 41 -
Dossier Luis Carreño Palma

Igualmente hacen alusión a la carestía del costo de la vida como consecuencia de la


desvalorización de la moneda, el alza de los productos de primera necesidad “el desmesurado
recargo con que se les vende los artículos de vestuario y alimentación por los intermediarios, para
lo cual propone el establecimiento de instituciones fiscales de deposito de artículos para venderlos
a precio conveniente.” 18

También se hace alusión al problema del salario agrícola pues los directivos de la SAGO
comprenden “que la buena remuneración del trabajo es un factor de mejoramiento económico para
el campesino y por esto mismo de tranquilidad social”. Directamente Relacionado con el bienestar
del trabajador agrícola esta la preocupación por el incremento del alcoholismo en los campos que
“es una plaga que más hondamente afecta a los trabajadores chilenos que dejan en las cantinas
19
gran parte de sus salarios, al mismo tiempo que la embriaguez da origen a hechos delictuosos”.

Para la SAGO, de no ponerse fin al alcoholismo el alza de los salarios no significaba un


mejoramiento de las condiciones de vida de los campesinos. Razón que motivo a los directivos de
la SAGO a emprender una campaña contra el alcoholismo y así garantizar al trabajador agrícola
mejores condiciones de vida y un mejor uso de su remuneración. En este sentido deberías
realizarse una rigurosa fiscalización de las cantinas rurales.

Bajo los auspicios de la SAGO se en junio de 1929 se realizó en Osorno la Asamblea Interprovincial
de agricultores de Valdivia, Llanquihue y Chiloé la que acordó solicitar a las autoridades “la reforma
de la Ley de Alcoholes para obtener la limitación del comercio de bebidas alcohólicas en las
ciudades; supresión de la autorización de la venta y consumo de toda clase de bebidas alcohólicas
en los campos y poblaciones de menos de dos mil habitantes y en los caminos públicos”. 20

Dentro de las preocupaciones por mejorar las condiciones de vida del trabajador agrícola, la SAGO
realizo un estudio para “fijar las condiciones más convenientes que debía tener una habitación
destinada a una familia campesina. En dichos estudios se tomó en cuenta las condiciones
climáticas de la región y la constitución social de la familia del inquilino término medio, debiendo
variarse aquellos rubros de la construcción que no se acomoden con las circunstancias especiales
21
que imperan en cada fundo”.

El Directorio de SAGO aprobó un proyecto de casa para inquilino en la zona, realizado por un
destacado arquitecto osornino premio nacional de arquitectura don Carlos Buschmann. El citado
proyecto contemplaba una casa de un piso y medio con una superficie de 68 metros cuadrados.
Contaba con bodega para los aperos, una sala común que cumple las funciones de cocina y
comedor, un dormitorio principal y dos dormitorios más pequeños., además de un desván para
guardar productos. (Anexo IV)

Un de las más relevantes iniciativas desarrollada por la SAGO en beneficio de la comunidad


regional fue su participación en la campaña para la creación de la provincia de Osorno: Los
primeros antecedentes fueron manifestados por el Presidente de SAGO señor Max Nusser en un
discurso con motivo de la inauguración de la XV Exposición Agrícola y Ganadera de Osorno el año
1936. El discurso del Señor Nusser refleja no sólo las aspiraciones de la Sociedad, sino los de
toda la comunidad Osornina de convertir el Departamento en una Provincia.

18
Memoria de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno 1938-1939 (1940), 23.
19
La Agricultura Austral, 51 (1937).
20
Discurso Presidente de SAGO en Inauguración XVIII Exposición Agrícola y Ganadera de Osorno 1939
21
Memoria de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno 1939-1940 (1941), 127.

- 42 -
La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno Dossier

La SAGO y el Comité de Adelanto Local de Osorno aportaron los antecedentes necesarios al


proyecto de Ley de creación de la Provincia de Osorno que presento al parlamento el Diputado por
Osorno Pelegrin Meza, que fue aprobado en general y en particular, sin informe de comisión. El 17
de febrero de 1940 se concretiza una de las más sentidas aspiraciones de la comunidad regional,
como fue la creación de la provincia de Osorno

Hemos sintetizado en forma muy general la activa participación de la SAGO en diversas iniciativas y
realizaciones, las que no solo beneficiaron a los productores agrícolas sino también a la comunidad
regional. Dichas acciones abarcaron los más diversos aspectos; como exposiciones agrícolas y
ganaderas, comercialización de los productos del agro e insumos agrícolas, exportación de
productos agrícolas, importación de herramientas, maquinaria agrícola, ganado fino, semilla
seleccionadas e insumos. A lo anterior debemos agregar la participación de la SAGO en el estudio
de proyectos de leyes relacionadas con las actividades del campo, intervención de sus
representantes en organismos técnicos estatales, enseñanza agrícola, publicación de una revista
especializada y la creación de una radioemisora

La defensa de los intereses de los productores y actividades del campo se materializó a través de la
búsqueda de soluciones de los problemas que afectaban al agro austral, como la constitución de la
propiedad austral, los créditos agrícolas, valor de los fletes ferroviarios, preocupación por las
condiciones de los trabajadores agrícolas, mejoramiento de los medios de transporte y vías de
comunicaciones.

Las acciones desarrolladas por la SAGO se concretizó en gestiones ante las autoridades e
iniciativas surgidas en su seno. Muchas de estas realizaciones se vieron facilitadas por el hecho
que un alto porcentaje de sus miembros tenían presencia y participación en el quehacer regional,
con influencia política, económica y social. (Anexo V)

El listado de las actividades desarrolladas por los miembros fundadores y directivos de la SAGO
es extenso y variado, en el plano político económico y social de la región. La mayor parte de ellos
son propietarios de extensos campos, sin embargo son pocos los que se dedican exclusivamente a
la agricultura y la ganadería. Un alto porcentaje desarrolla otras actividades económicas anexas o
complementarias al agro; como dueños o agentes de casas comerciales, corretaje de ganado,
compra venta de frutos del país, pequeñas industrias, dirección y administración de empresas
vinculadas al agro, industria y finanzas. Podemos hablar de empresarios agricultores

La política, la administración publica y la justicia, no son ajenas a los miembros de la SAGO. Entre
sus socios encontramos Parlamentarios, alcaldes, ministros de Estado, Regidores, Gobernadores y
22
jueces.

El espíritu filantrópico de los miembros de la SAGO se manifestó en que un alto porcentaje de ellos
participo en instituciones de beneficencia como directivos o miembros. Instituciones como Cuerpo
de Bomberos, Junta de beneficencia, Lazareto, Rotary Club, Gota de Leche y otros. (Anexos)

22
Entre los socios fundadores de SAGO encontramos un senador, dos gobernadores, un Ministro de Estado,
cinco alcaldes, cinco regidores y dos jueces de policía local.

- 43 -
Dossier Luis Carreño Palma

ANEXO I
ACTA DE FUNDACION DE LA SOCIEDAD

A 8 de enero de 1917 en los Salones del Club Alemán de Osorno, se reunieron las personas siguientes, con el
objeto de fundar una sociedad Cooperativa Agrícola y Ganadera: Ernesto Hott, Enrique Ide, Modesto Ide, Pedro
Lopetegui, Neftalí Vásquez, Roberto Adams, Germán Scholz, Emilio Follero, Clodomiro Asenjo, Glicerio Mancilla,
Galo Mansalva, Germán Catalán, Eduardo Matthei, Augusto Momberg, Gilberto Monje, Hugo Schilling, Pedro
Laborde, Abraham Soriano, Lupercio Martínez , Belisario Buseta, Arturo Montecinos, Guillermo Schencke,
Ricardo Riedel y Julio Buschmann.

Además se recibieron las adhesiones de los señores Conrado Hubach, Sucesión Alberto Schott, Guillermo
Geisse, Víctor Kunstmann y Federico Egger. Presidió la sesión don Julio Buschmann quién en una breve
alocución, dio a conocer los fines y objetivos que se proponía la sociedad en formación, todos encaminados a
impulsar el progreso agrícola y ganadero de la región y a prestar ayuda a los agricultores y ganaderos.

Se acordó en $ 500 el valor de cada acción y elegir un Directorio Provisional que tomará a su cargo la
organización definitiva de la Sociedad. Colocando las acciones para formar el capital social, haciendo las
gestiones necesarias para obtener la legalización de la nueva institución.

Presentara además, el apoyo definitivo de los estatutos, que deberán someterse a la aprobación suprema y que
tomará los acuerdos que considere necesario y útiles para la Sociedad. En seguida se procedió a elegir el
Directorio y por aclamación este quedó compuesto de las siguientes personas, señores: Federico Egger, Arturo
Montecinos, Luís Rosas, Abraham Soriano, Ernesto Hott, Lupercio Martínez, Enrique Schilling, Germán Scholz,
Eduardo Matthei y Julio Buschmann.

Los asistentes suscribieron las siguientes acciones

Julio Buschmann 20 Augusto Momberg 10


Ernesto Hott 5 Gilberto Monje 1
Enrique Ide 5 Hugo Schilling 20
Modesto Ide 5 Pedro Laborde 5
Pedro Lopetegui 4 Abraham Soriano 20
Neftalí Vásquez 5 Lupercio Martínez 10
Roberto Adams 1 Belisario Buseta 2
Germán Scholz 10 Arturo Montecinos 2
Emilio Follero 5 Guillermo Schenke 4
Clodomiro Asenjo 1 Conrado Hubach 20
Glicerio mancilla 1 Arturo Bertín 4
Galo Montalvo 1 Alberto Schott 5
Germán Catalán 2 Guillermo Geisse 2
Eduardo Matthei 20 Arturo Kaptein 1

A las diez y media se levantó la sesión

Eduardo Mattei Julio Buschmann


Secretario Presidente

ANEXO II
CARTA DEL MINISTERIO DE FOMENTO A LA SOCIEDAD AGRICOLA Y
GANADERA DE OSORNO

Santiago, 9 de agosto de 1930


Señor don Julio Buschmann
Presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno

Muy señor mío:


Con el objeto de estudiar los diversos problemas que interesan a los agricultores el suscrito
desea ponerse en contacto con las distintas instituciones agrícolas del país, por intermedio de un representante

- 44 -
La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno Dossier

de cada una de ellas, que ojalá sea agricultor que dirija personalmente él una faena de la industria agrícola, y a
quién pueda yo llamar en cualquier momento para pedirle su opinión sobre dichos problemas.

Para el logro de estos propósitos me permito pedirle por su intermedio a la Sociedad que Ud. preside, la
designación de este representante que pueda interpretar los deseos de esa institución en materias relacionadas
con la agricultura

Esta petición la he hecho extensiva a todas las demás Sociedades Agrícolas, pues deseo reunirme con dichas
personas para estudiar los diversos puntos que puedan interesar a la industria agrícola

Saluda atentamente a Ud

Edicio Torrealba Cáceres


Ministro de Fomento

ANEXO III
MIEMBROS DE LA SOCIEDAD AGRÍCOLA Y GANADERO QUE
INTEGRAN PRIMER DIRECTORIO DE LA ESCUELA AGRICOLA
DE OSORNO

Presidente Max Nusser


Vicepresidente Gustavo Binder
Directores Germán Krraushaar
Ernesto von Bischhoffshausen
Germán Scholz
Reinaldo Sommer

MIEMBROS DE LA SOCIEDAD AGRÍCOLA Y GANADERA DE OSORNO


SOCIOS FUNDADORES DE LA ESCUELA AGRICOLA DE OSORNO

Julio Buschmann Gustavo Binder


Ernesto Bischhoffshbausen Carlos Haververk
Germán Kraushaar Kunstmann Hnos
Eduardo Matthei Max Nusser
Hugo Schilling Enrique Schilling
Germán Scholz Alberto Grobb
Reinaldo Sommer

MIEMBROS DE LA SOCIEDAD AGRÍCOLA Y GANADERA DE OSORNO


SOCIOS SOSTENEDORES Y COOPERADORES DE LA ESCUELA
AGRÍCOLA DE OSORNO

Jorge Aubel Álvaro Bórquez


Teodoro Daniel Federico Egger
Alberto Epple Celestino Hoffmann
Ernesto Hott Fernando Hubach
Eduardo Momberg Eduardo Rettig
Eduardo Schilling Alberto Schott

Fuente: Fundación de Instrucción Agrícola Adolfo Mattei (Osorno: sin datos de edición,1959)

ANEXO IV
CASA PARA INQUILINO DE LA ZONA AUSTRAL APROBADA POR LA
SOCIEDAD AGRÍCOLA DE OSORNO

Dado el propósito de mejoramiento de las condiciones económicas y culturales del inquilino, en que se
encuentran empeñados los prfopietarios rurales de esta zona, se han llevado a efectos estudios relativos a fijar

- 45 -
Dossier Luis Carreño Palma

las condiciones más convenientes que debe tener una habitación destinada a una familia corriente de obreros
campesinos. Estos estudios lo ha practicado la SAGO, tomando en cuenta las condiciones climáticas de la
región y la constitución social de la familia del inquilino termino medio, debiendo variarse en aquellos rubros de
la construcción que no se acomoden con las circunstancias especiales que imperan en un fundo determinado.

A consecuencia del clima muy lluvioso que afecta nuestra zona, la casa del inquilino debe proyectarse con cierta
holgura a causa que el trabajador agrícola se ve obligado a permanecer en ella por más tiempo que en las otras
regiones de clima más benigno, debido al mayor período de tiempo malo en que no se puede salir a trabajar. El
número de personas que regularmente debe habitarla se ha estimado en seis, es decir, los esposos y cuatro
hijos, y eventualmente dos familiares más.

Se ha tomado en cuenta además su costo, que debe encontrarse dentro de los principios de la economía, pero
que no vaya en contra de las condiciones de higiene, comodidad y cultura que debe llenar hoy día un hogar
como centro, en que se desarrolla el aspecto más digno de la vida de relación familiar y social. Por esto, en lo
posible, la casa del inquilino debe presentar un aspecto agradable por fuera y confortable en su interior.

Dentro de estos fines generales, se ha consultado una casa de un piso y medio que cubre una superficie de 8
metros por 8,50, o sea 68 metros cuadrados. El primer piso se compone de un corredor abierto (Porch) de 2,50
metros por 4 metros, de frente al cual sobre su prolongación queda una pieza de igual tamaño con terminación
rustica, destinada a guardar los útiles de labranza. Esta pieza es de suma importancia pues gracias a ella se
pueden guardar en un lugar seguro los aperos y conservar la limpieza en las otras habitaciones, pues son
precisamente estos implementos los que más contribuyen a la acumulación de basuras.
La sala común, debe llenar dos finalidades: la de cocina y comedor, y por lo tanto su tamaño no debe ser inferior
a 4 metros por 6 metros. En un extremo de ellka se instalara la cocina y en otro una mesa amplia de asiento fijo y
sillas para diez personas. La salida del humo se hace por una chimenea de concreto.

El dormitorio principal se encuentra en este piso y es de 4 metros por 4 metros con amplia capacidad para dos
camas. Hay además otro dormitorio más chico de 2 metros por 4 metros en que también se pueden colocar dos
camas.

De la sala común pasa una escalera Al segundo piso donde se encuentran ubicados dos pequeños dormitorios
de 3 metros por 3 metros cada uno con capacidad de dos camas cada uno, lo que hace posible instalar 8 camas
en toda la casa. Queda en el segundo piso un soberado de 4 metros por 6 metros que es muy importante para
guardar productos de la cosecha propia del inquilino.

Convine construir el primer piso a un 80 centímetro sobre el nivel del suelo para defender las habitaciones de la
humedad de la tierra.- Además con un pequeño aumento del costo, se puede habilitar un subterráneo.. Este
subterráneo es un valioso agregado, ya que sirve como bodega para almacenar productos de chacarería, leña,
etc.

Es conveniente que la casa quede orientada como se indica en los planos o sea, la sala de aperos y el corredor
hacia el sur. En esta forma todas las demás piezas reciben suficiente sol durante las distintas horas del día.
Además el corredor queda protegido de las lluvias. Obsérvese también que el calor de la cocina sirve para
calefaccionar toda la casa incluso los dormitorios del segundo piso.

Como material de construcción, el más conveniente en la zona es la madera, pues existe en abundancia y es
más fácil acondicionarla al objeto que se destinará. En consecuencia la casa será totalmente de madera.

La cubierta de la techumbre será de tejuela de madera. Las ventanas deben abrir hacia fuera y conviene
proveerlas de postigos simples de tablones, a fin de que el viviente pueda cerrar su casa y dejarla segura en
caso de ausencia. Los postigos contribuyen además a darle un aspecto más pintoresco a la casa.

ANEXO V
PARTICIPACION Y ACTIVIDADES DESARROLLADAS POR LOS MIEMBROS FUNDADOREA DE LA
SOCIEDAD AGRÍCOLA Y GANADERA
DE OSORNO

Julio Buschmann: Sociedad Julio Buschmann e Hijos, actividades agrícolas y comerciales; fundos “Bellavista”,
“Esmeralda” y “San Francisco” explotación agrícola y ganadera; representación en Osorno de la Compañía

- 46 -
La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno Dossier

Nacional de Teléfonos y maquinas de escribir “Continental”; Representante de la Sociedad Nacional de


Agricultura; fundador de la Sociedad Periodística del Sur, miembro de la SOFOFA, fundador de la Compañía de
Seguros la Zona Sur, director de la Sociedad Industrial Teófilo Grob, gerente de Linos La Unión, fundador y
Presidente del Banco Osorno y la Unión, Senador por la provincia de Llanquihue; Miembro de la Junta de
beneficencia de Osorno, presidente del Rotary Club de Osorno, Miembro del Cuerpo de Bomberos, miembro
fundador de la Logia Masónica “Evolución 46”,fundador de la Brigada de Boy Scout y escuela Agrícola de
Osorno.

Enrique Ide: Agricultor dueño del fundo “Quirislahuen crianza y engorda de ganado, regidor Comuna de Rahue,
miembro Junta de Beneficencia de Osorno, miembro Club Alemán y Club Osorno

Neftalí Vásquez: Agricultor, regidor Comuna de San pablo, fundador escuela Agrícola de Osorno

Pedro Lopetegui: Agricultor, gobernador de Osorno

Roberto Adams: Agricultor, Agente Casa Comercial Williamson Balfour, regidor Municipalidad de Osorno,
miembro junta de Beneficencia de Osorno, tesorero Club Osorno, miembro Club Alemán y cuerpo de Bomberos

Germán Scholz: Agricultor, fundador escuela Agrícola de Osorno

Emilio Follert: Agricultor, Director Banco Osorno y la Unión

Augusto Momberg: Agricultor, criadero “Las Encinas” y “Trumao”, destilería de alcohol de granos.

Eduardo Matthei: Agricultor, director de SAGO, fundador Escuela Agrícola de Osorno, boticario

Gilberto Monje: Agricultor, Juez de Sudelegación, Director Club Osorno, Director Cuerpo de Bomberos de
Osorno

Federico Egger: Agricultor, Agente casa comercial, alcalde de la Comuna de Riachuelo, miembro Club Alemán
y Club Osorno, fundador Escuela Agrícola de Osorno

Arturo Bertín: Agricultor, directo SAGO, director Banco Osorno la Unión, Alcalde de Osorno, fundador diario La
Prensa de Osorno

Arturo Schulz: Agricultor, bodega compraventa de frutos del país, directo SAGO, director Club Osorno, miembro
junta comercial de San Pablo

Víctor Kunstman: Agricultor, industrias levaduras Collico

Ernesto Hott: Agricultor, directo SAGO, director y gerente Banco Osorno y La Unión, miembro Club Osorno y
Club Alemán, accionista mayoritario empresa de Luz y Tracción Eléctrica Osorno.

Hnos. Schilling: Agricultores, Sociedad Comercial de Hnos. Schilling crianza y engorda de ganado, fabricación
de mantequilla, siembra de trigo., molino, tienda de mercería, fundos “Crucero” y “Pedernal”

Enrique Schilling: Regidor Municipalidad de Osorno, Presidente Directorio Colegio Alemán, miembro Club
Alemán, fundador Escuela Agrícola de Osorno

Hugo Schilling Presidente banco Osorno y La Unión, Presidente Club Alemán y director Club Osorno

Eduardo Schilling Director Club Alemán, Director Cuerpo de Bomberos de Osorno, Director SAGO, fundador
Escuela Agrícola de Osorno.

Pedro Laborde: Agricultor, comerciante y director SAGO

Abraham Soriano: Agricultor, cría y engorda de ganado, fundador Club Osorno, director Banco Osorno y la
Unión, presidente de SAGO

- 47 -
Dossier Luis Carreño Palma

Lupercio Martínez: Agricultor, regidor comuna de Riachuelo y Alcalde de Rahue, director de SAGO, miembro
Junta de Beneficencia, administrador Lazareto, miembro Club Osorno,

Guillermo Schenke: Agricultor, socio mayoritario de la Empresa de Luz y Tracción Eléctrica de Osorno.

Conrado Hubach: Agricultor, agencia Comercial compra venta de cereales, exportación de trigo y miel, juez
subdelegación y alcalde de Riachuelo, miembro Club Alemán y Club Osorno, fundador Escuela Agrícola de
Osorno.

Alberto Schott: Agricultor, industrial molinero, casa comercial,director Club Alemán.

Guillermo Geisse: Agricultor, regidor comuna de Rio Negro

Arturo Montecinos: Agricultor, abogado, secretario Gobernación de Osorno, Gobernador de Osorno,


Secretario y Director de SAGO, director Banco Osorno y La Unión, Diputado por Osorno, Presidente camara de
Diputados, Ministro de Agricultura, Ministro de Tierras y Colonización.

Modesto Ide; Agricultor

Clodomiro Asenjo: Agricultor

Glicerio Mansilla: Agricultor, corretaje de ganado

Galo Montalvo: Agricultor

Germán Catalán: Agricultor

Belisario Buseta: Agricultor

Ricardo Riedel: Industrial, fabricante de carrocerías y maquinaria agrícola

Justo Geisse: Agricultor

FUENTES:
Memorias del Banco Osorno y La Unión 1908-1940
Álbum de los Club Sociales de Chile 1929
Archivo Notarial de Osorno 1900-1920
Registro de Comercio de Osorno 1900-1930

Donación de los archivos correspondientes al fallecido Alfonso Sanhueza Diart, por parte de sus hijos, al fondo
documental del PEDCH. Evento ocurrido el día 3 de julio del presente año.

- 48 -
Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 49 - 68

MUJER, VITIVINICULTURA Y PARTICIPACIÓN POLÍTICA 1

Pablo Lacoste
placoste@usach.cl
Universidad de Santiago de Chile

RESUMEN

Después de haber demostrado que la industria vitivinícola abrió canales para el proceso de
emancipación mental y material de la mujer, el presente artículo examina si por ese camino es
pudo ir más allá para alcanzar el plano político. Concretamente, se observa si en regiones don-
de el modo de producción central fue la vitivinicultura, y donde la mujer pudo insertarse tempra-
namente en el aparato productivo, hubo también avances precoces en el campo de sus dere-
chos políticos. Se considera la zona vitivinícola de Mendoza y San Juan, que durante más de
dos siglos formaron parte del Reino de Chile. Y se demuestra que tuvieron un papel de lideraz-
go en la incorporación de los derechos de la mujer.

Palabras claves: Vitivinicultura, derechos de la mujer, sufragio femenino

ABSTRACT

After demonstrating in previous papers that the winemaking industry opened channels for
women’s mental and material emancipation processes, this article examines whether this road
could lead further in order to reach the political field. Taking the main winemaking areas of
Mendoza and San Juan -Argentine provinces that, for over two centuries, belonged to the
Spanish Kingdom of Chile - it is studied if women managed to have an early participation in the
field of their political rights as they did it in production, reflecting in this way a leading role in the
adoption of their rights.

Key words: Winemaking, women’s rights, women suffrage

Existe un lazo entre la autonomía económica y mental de la mujer, con su autonomía política. La
literatura especializada en el tema explica que un elemento está vinculado con el otro. Mientras la
mujer depende materialmente del hombre, es muy difícil que pueda emanciparse mentalmente y
mucho menos, constituirse en actriz social o política. La igualdad de derechos políticos que la mujer
logró a mediados del Siglo XX, se asocia con papel que le cupo en las actividades económicas,
como resultado de la ausencia de varones durante la II Guerra Mundial. Cuando por razones de
fuerza mayor, se removieron los obstáculos que impedían el acceso a la mujer a todo el arco de la
vida productiva, y lo hizo en forma eficaz, se abrió camino el torrente que desembocó en el
reconocimiento de sus derechos políticos. A escala universal, el impacto de la guerra fue
devastador porque operó en forma simultánea y universal.
De todos modos, el cambio no se explica únicamente por este hecho. La II Guerra fue un torrente,
muy visible, por cierto. Pero antes, aguas arriba en el curso de la historia, ya había cursos de agua
que avanzaban en la misma dirección. No eran tan grandes: sencillos arroyos, canales, hijuelas y

1
Proyecto FONDECYT 1080210.
Dossier Pablo Lacoste

acequias. Pero avanzaban en la misma dirección y, cuando el huracán de la historia generó las
condiciones, se convirtió en el torrente con fuerza arrolladora.
Esos pequeños arroyos de montaña surgieron en los lugares propicios para ello, es decir, en los
espacios donde la mujer pudo adquirir más tempranamente su autonomía económica. En la medida
que ella lograba tomar las riendas de su propia vida, tomar sus decisiones, correr riesgos y asumir
responsabilidades, se comenzaría a avanzar en el proceso de emancipación mental primero, y
política después.
En otros trabajos, hemos demostrado cómo, en el espacio vitivinícola, la mujer encontró un espacio
adecuado comenzar a transitar el camino hacia su emancipación material y mental. Esta situación
se hizo particularmente visible en los pueblos viticultores, como el Reino de Chile. Durante 300
años, en estas regiones, la mujer logró abrirse camino en la tarea de cultivar la viña, elaborar y
comercializar el vino. Al desempeñarse como pulperas y viticultoras, las mujeres lograron sensibles
avances en su proceso de emancipación mental y material. 2 En este contexto, corresponde
preguntarnos si esa práctica tuvo su proyección hacia la política: si la mujer de las regiones
vitivinícolas, tras lograr su temprano avance hacia la autonomía económica, logro también
progresar hacia la autonomía política.
Dentro del contexto latinoamericano colonial, Chile se destacó como un espacio particularmente
orientado a la vitivinicultura. Como resultado, el Reino de Chile fue el principal polo vitivinícola
continental en los Siglos XVIII y XIX. Y dentro de esta gobernación, un papel representativo cupo a la
Provincia de Cuyo Este corregimiento, después de 1776, se desprendió de Chile y pasó a formar
parte del Virreinato del Río de la Plata primera, y de la República Argentina después. Sin embargo,
la historiografía chilena suele olvidar que, durante más de dos siglos, los cuyanos fueron miembros
plenos del Reino de Chile; y que un mayor conocimiento de esa provincia trasandino, puede
contribuir a comprender mejor la historia chilena en su conjunto. Sobre todo si se examinan
aspectos que también se desarrollaron plenamente en el Valle Central, como en el caso de la
influencia del modo de producción vitivinícola en la sociedad y la cultura.
La mujer de Mendoza y San Juan, tempranamente se demostró a si misma y a los hombres, que
tenía todas las condiciones para desempeñar con éxito las actividades supuestamente propias de
los hombres, ¿hubo en esas provincias una sensibilidad mayor para abrir camino a la igualdad de
derechos de la mujer? ¿Hubo dirigentes cuyanos que se convencieran profundamente de esta
igualdad esencial? ¿Votaron antes las mujeres cuyanas que el resto de las argentinas? Si la
respuesta es positiva, vamos a la segunda: una vez alcanzados esos espacios, ¿hicieron algo esas
provincias para exportar el modelo al resto del país?

Examinar el caso argentino es interesante. Sobre todo porque, en este país, la mujer ha logrado los
espacios políticos más amplios de la región. En los estudios de paridad de género, este país ocupa
el primer lugar de América Latina y el noveno del mundo. Argentina ocupó un papel de liderazgo en
su vecindario y este modelo se está tratando de replicar en otros países (Gómez, 2007). En ese
sentido, el objetivo del presente capítulo es explorar, justamente, el lazo que se construyó entre las
regiones vitivinícolas y la cultura del reconocimiento de los derechos políticos de la mujer, primero a
nivel local, y luego a escala nacional.
Escenario mundial y nacional: el lento camino de la mujer hacia la vida política
La incorporación de la mujer al escenario político fue un proceso largo y lento. Los primeros pasos
se verificaron principalmente en Europa y EEUU. Un hito histórico lo marcó la Declaración de los
Derechos del Hombre y el Ciudadano (1792), en el cual se estableció la conveniencia de reconocer

2
Pablo Lacoste, La mujer y el vino. Emociones, vida privada y movilidad social entre el Reino de Chile y el
Virreinato de la Plata (Mendoza: Caviar Blue, 2008) y “Wine and women: Grape growers and pulperas in
Mendoza (1561-1852)”, Hispanic American Historical Review, Vol. LXXXVIII no. 3 (2008)

- 50 -
Mujer, viticultura y participación política Dossier

los derechos políticos igualitarios de la mujer. De todos modos, el traslado de estas ideas a la
práctica, demandaría un largo camino. En 1832 el ministro Disraeli impulsó las primeras
experiencias del sufragio femenino en Inglaterra: como resultado se logró la participación del 4%.
En la segunda mitad del Siglo XIX se fueron ampliando las agrupaciones feministas que
reivindicaban los derechos de la mujer. Al comenzar la centuria siguiente, este movimiento
comenzó a arrojar resultados concretos. Hacia 1909 las mujeres votaban en Finlandia, Noruega,
Dinamarca y Estonia. Siguieron este camino Inglaterra (1918) e Italia (1919). Ese mismo año se
abrió la participación femenina en varios estados de EEUU, proceso que luego se extendió a toda la
nación. En América Latina lideraron este camino Ecuador (1929), Brasil (1932), Uruguay (1932),
Cuba (1934), El Salvador (1939) y República Dominicana (1942). En Chile se dio un proceso
gradual, que se inició con la participación de las mujeres en elecciones municipales. De todos
modos, el gran cambio a nivel global se registró a partir del dislocamiento de la cultura tradicional
generado por los grandes conflictos internacionales.
En efecto, durante la II Guerra Mundial, las mujeres adquirieron un protagonismo sin precedentes
en el aparato productivo, dado que fueron necesarias para reemplazar la movilización masiva de los
hombres. Ellas tuvieron su oportunidad y la aprovecharon. Su aporte resultó eficaz y, a la vez,
legitimador de sus aspiraciones a la igualdad. Por este camino se fue legitimando la propuesta de
igualdad de derechos políticos, reforma que se hizo masiva después del conflicto:
Las mujeres que habían desempeñado con patriotismo trabajos en las fábricas y en
las fuerzas armadas, ingresaron en el mercado de la mano de obra en proporción
antes desconocida: al encontrar así una base económica para poder gozar de mayor
independencia, muchas siguieron en él. El papel que desempeñaron en auxilio del
esfuerzo bélico, especialmente en la Gran Bretaña, fue una razón irresistible para
acceder después de la guerra a sus demandas a favor del voto femenino. El cambio
en la situación social de la mujer en todo el mundo constituye una de las más sordas e
3
inadvertidas revoluciones de los tiempos modernos.
El nuevo orden internacional generado después de la II Guerra Mundial, tuvo una consideración sin
precedentes para la mujer. En los acuerdos que se fueron consensuando entre los distintos países,
para establecer las bases de la sociedad de pos guerra, se consideró el tema entre las prioridades.
Así se reflejó, por ejemplo, en las Actas de Chapultepec: los países americanos firmantes se
comprometían, entre otros elementos, a reconocer los derechos de la mujer en la legislación
interna. En este contexto, la Argentina se vio impulsada también a reconocer los derechos políticos
de la mujer.

El proceso de incorporación de la mujer argentina al escenario político nacional tuvo un hito


relevante en 1895, con el programa del Partido Socialista. Allí se planteaba, explícitamente, la
reivindicación de los derechos políticos de la mujer. Sin embargo, durante más de medio siglo, el
gobierno nacional no fue capaz de llevar estas ideas a la práctica. Sólo fue posible avanzar en
forma real y efectiva en las provincias de Mendoza y San Juan, tal como se examina más adelante.
A ello se sumó, desde 1919, la provincia de Santa Fe, en la cual se reconoció el derecho de la
mujer a participar en elecciones municipales. Algunos proyectos se presentaron en el Congreso en
1919 y 1932, sin éxito. Pero después de firmar las Actas de Chapultepec (4 de abril de 1945), la
Argentina se vio impulsada a modificar su sistema electoral. Los grandes hitos de la transformación
fueron la ley de igualdad de derechos políticos de la mujer (1947) y la ley de cupo femenino (1991).
Esta fue la primera ley de cupo sancionada en un país latinoamericano.

Es importante señalar que, de acuerdo a la literatura especializada, la emancipación política de la


mujer ocurre, normalmente, después de su emancipación económica y mental. A escala mundial, el
avance decisivo del voto femenino ocurrió después de la II Guerra. A nivel latinoamericano, el

3
David Thomson, Historia mundial 1914-1968 (Santiago de Chile: FCE, 1990), 101.

- 51 -
Dossier Pablo Lacoste

primer país que logró esta mesa fue Ecuador el cual fue, justamente, el espacio en el cual las
mujeres gracias a la industria textil, lograron tempranamente espacios de autonomía económica. En
el Siglo XVIII, las mujeres del Reino de Quito estuvieron entra las más avanzadas de la región. Una
situación parecida ocurrió en el Cono Sur con las mujeres de los espacios vitivinícolas. En este
contexto, conviene preguntarse: ¿cómo fue el proceso de incorporación de la mujer a la vida política
en Mendoza y San Juan? Teniendo en cuenta que en el cultivo de la vid, y la elaboración y
comercialización del vino, la mujer de esas provincias logró tempranamente avanzar en el proceso
de emancipación mental y material, ¿logró también un temprano acceso a la participación política?
¿En qué medidas estas provincias generaron o lideraron el proceso de reivindicación de los
derechos políticos de la mujer a nivel nacional?

Sarmiento y los derechos de la mujer

El acceso a los derechos políticos de la mujer, fue resultado de su trayectoria como protagonista del
sistema productivo. Como se ha examinado en los capítulos anteriores, en Cuyo, la mujer tomó la
iniciativa de cultivar la viña y elaborar y comercializar el vino. Por este camino avanzó en el proceso
de emancipación mental y material. Poco a poco, logró asumirse como sujeto histórico con sus
propios intereses. Sobre esta base, se iba a generar el proceso de incorporación al sistema político.

Después de 300 años de mostrar y mostrarse capaz de gestionar con éxito emprendimientos
económicos y comerciales, la mujer de Cuyo logró algo más: hizo posible que entre la clase
dirigente local, se comenzara a pensar que los derechos políticos de la mujer, no sólo serían una
conquista razonable, sino también conveniente. Así se reflejó, por ejemplo, en el pensamiento de
Sarmiento.

Hijo de un arriero y una tejedora, Domingo Faustino Sarmiento nació en la provincia de San Juan.
Su infancia transcurrió en medio de una ciudad rodeada de viñas, y cuya vida económica giraba en
torno a la elaboración y comercialización de vinos y aguardientes. Un tramo importante de su vida
se desenvolvió materialmente dentro de una viña: la de su tío, el presbítero José de Oro, encargado
de su educación. 4 El mismo Sarmiento reconoció, con el tiempo, la gravitancia que tuvo en su
5
formación el tiempo que se educó en los viñedos del clérigo. Desde su nacimiento en 1811 hasta
su primer exilio en 1831, Sarmiento vivió en Cuyo, principalmente en San Juan. Parte de su vida
estuvo en la viña del padre Oro y parte su hogar familiar. En ambos espacios, Sarmiento se
familiarizó con el ambiente de laboriosidad y la cultura del trabajo. Su madre, doña Paula
Albarracín, no se dedicó a la viña; pero logró desenvolver una posición de autonomía, a partir de su
oficio de tejedora. Ella fue el sostén económico de la familia. Su trabajo constante permitió
6
mantener y educar a los hijos. En su madre, Sarmiento vio a una mujer que alcanzó la autonomía
material y mental. Lo importante es que doña Paula no era un caso excepcional en esa sociedad.
Para el niño Sarmiento, era habitual ver mujeres a cargo de sus viñas; tomar decisiones; negociar,
resolver, actuar. Su infancia estuvo marcada por las imágenes de mujeres autónomas, que eran
plenamente capaces de tomar las riendas de la vida en sus propias manos. El pequeño Domingo
tomó contacto con pulperas y viticultoras, entre otras mujeres decididas, capaces de asumir
responsabilidades.

Este fue el contexto sociocultural en el cual nació, creció y se formó el futuro presidente argentino.
En este entorno se construyeron sus sensibilidades y sus valores. Los niveles inconscientes del
pequeño Sarmiento, se fueron modelando por una cultura que se había construido durante siglos

4
Horacio Videla, Historia de San Juan Tomo V (Época Patria: 1862-1875) (San Juan: Gobierno de la Pro-
vincia de San Juan, 1981), 153.
5
Domingo Faustino Sarmiento, “Recuerdos de Provincia” (1850) en Obras Completas III (Buenos Aires,
Universidad de La Matanza, 2001), 52-59.
6
Sarmiento (1850), Obras Completas III, 106-108.

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Mujer, viticultura y participación política Dossier

en las provincias vitivinícolas. En las palabras que escuchaba de su entorno familiar y vecinal, y en
los hechos que observaba con sus propios ojos, Sarmiento construyó su aparato crítico, su sentido
común, sus instrumentos mentales para entender la realidad. Años más tarde, cuando Sarmiento
tuviese oportunidad leer y viajar, las nuevas ideas e imágenes que iba a incorporar, serían
procesadas por una máquina mental que ya estaba sensibilizada desde esta perspectiva.

Se podría pensar que las ideas de Sarmiento fueron el resultado de sus lecturas y sus viajes. Él
mismo pensaba así. En 1850 Sarmiento se refirió precisamente a este tema, en los siguientes
términos:

¿Cómo se forman las ideas? Yo creo que en el espíritu de los que estudian sucede
como en las inundaciones de los ríos, que las aguas al pasar depositan poco a poco
las partículas sólidas que traen en disolución y fertilizan el terreno. En 1833 yo pude
comprobar en Valparaíso que tenía leídas todas las obras que no eran profesionales
de las que componían un catálogo de libros publicado por El Mercurio. Estas lecturas,
enriquecidas por la adquisición de los idiomas, habían expuesto ante mis miradas el
gran debate de las ideas filosóficas, políticas y religiosas, y abierto los poros de mi
7
inteligencia para embeberse en ellas.

Los libros que Sarmiento leyó en su juventud, fueron los mismos que leían los vecinos inquietos de
México, Lima, Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires y Córdoba; las imágenes y hechos que
Sarmiento vio en Europa, fueron las mismas que observaron otros viajeros latinoamericanos. Pero
esos datos similares, se procesaron en forma diferente, con una mente distinta. Y esa diferencia se
encuentra, en buena medida, en la programación, o bien, en la cultura y las experiencias de la
infancia.

La interpretación de los libros varía de un lector a otro. Algunos autores enfatizan la influencia de las
lecturas anteriores: éstas modelan la mirada con la cual se realiza la lectura de un nuevo libro e
influyen en su valoración, juicio y conclusiones. Se forma así lo que Gauss llama “horizonte de
expectativas”, que funciona como un modelador de las interpretaciones de los textos que se
conocen a posteriori. 8 Pero además de las lecturas previas, incluyen otros elementos, sobre todo
los que se construyen en la mente a partir de la vida, lo que Wolfgang Iser define como “repertorio”,
formado por el conjunto de saberes que el lector tiene antes de la lectura, constituido por normas,
costumbres, prácticas, hábitos de percepción y valores que, desde el contexto socio-cultural,
9
construyen dentro de la mente, las herramientas para decodificar el texto. Por eso, un mismo libro,
puede ser interpretado en forma distinta por lectores distintos. Y puede desencadenar ideas y
pensamientos distintos entre uno y otro. Las lecturas y los viajes de Sarmiento, formaron como un
torrente de ideas que, una vez en su mente, se procesaron con el repertorio que el sanjuanino
había adquirido en la sociedad de pequeños y medianos viticultores que conoció en las provincias
cuyanas. ¿Cuál fue el resultado de ese procesamiento de ideas, con esa matriz, particularmente en
el tema de la mujer?

El sanjuanino fue un severo crítico de la posición subordinada que la colonia española había
impuesto a la mujer, y su continuidad después de la independencia. “No ignoramos que aún
existen, resistiendo a las luces y necesidades de nuestro siglo, las ideas árabes que sobre la mujer
nos legó España, que no vio en ella en los tiempos de oscurantismo, sino un ser débil y susceptible
que necesitaba celosías, el aislamiento y la vigilancia para su guarda”. 10 Desde su punto de vista,

7
Sarmiento (1850), Obras Completas, III, 133.
8
Hans Robert Gauss, Experiencia estética y hermenéutica literaria. Ensayos en el campo de la experiencia
estética (Madrid: Taurus, 1988)
9
Wolfgang Iser, El acto de leer (Madrid: Taurus, 1987)
10
Sarmiento, “De la educación de la mujer” El Mercurio (Valparaíso, 20, 23 y 24 de agosto de 1841). Obras

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Dossier Pablo Lacoste

era urgente promover la emancipación económica de la mujer. 11 Durante su exilio en Chile,


Sarmiento fue enfático al respaldar los institutos de capacitación profesional para mujeres, con
vistas a promover sus capacidades de generar riqueza, “de suerte que en muy pocos años, el país,
dotado de una porción considerable de trabajadoras, artesanas, artistas muchas de ellas, que serán
capaces de labrar su bienestar por sí solas y propender al adelanto general”.12
En el alma de Sarmiento había una convicción profunda: si se garantizaba la igualdad de
oportunidades, la mujer lograría desarrollarse igual que el hombre en todos los planos. Para
fundamentar esta posición, el sanjuanino utilizaba ejemplos de otros países y explicaba que, la
igualación plena de la mujer, era un proceso profundo que estaba avanzando en todo el mundo en
forma inexorable:
Este movimiento se ha producido en todo el mundo sin lucha, sin disentimiento, cosa
que no sucede en el progreso humano. Cuando se introdujeron las diligencias en los
caminos de Inglaterra, se levantó una formidable oposición contra tal perjudicial
innovación. El gas, el telégrafo, los ferrocarriles, han sido más o menos resistidos; sin
embargo, la más extraordinaria de las revoluciones, como es poner en iguales
condiciones sociales a la mujer con el hombre, suponiéndole igual capacidad, lo que
negaron los filósofos y las legislaciones durante cuarenta siglos, se ha efectuado sin
decir agua va, y encontrándose todos de acuerdo como en la cosa más sencilla y
casera. 13
Contrastando con los avances en el mundo europeo de y EEUU, en Argentina, todavía había
mucho camino que recorrer. Sobre todo porque muy pocos líderes compartían la convicción de la
igualdad de potencialidades entre el hombre y la mujer. Sarmiento era uno de los pocos que
pensaba así. Ello se refleja en los espacios de resistencia que todavía hallaba, incluso en las
instituciones más avanzadas e ilustradas de Buenos Aires.
¡Quién cree posible que en Buenos Aires, por ejemplo, las niñas asistan a la
universidad a seguir los cursos universitarios! Nadie, si no es un joven médico a
quién ya le pasó por la cabeza la posibilidad de la cosa; y sin embargo todos
tendrán que suscribir al movimiento general del mundo. 14
Algo había en el alma de Sarmiento que lo llevaba a tener convicciones tan profundas. Las
imágenes que tenía de EEUU y Europa no lo explican todo. En su época, otros políticos y
estadistas también tuvieron oportunidad de conocerlas. Pero en Sarmiento, causaron un impacto
distinto, porque había algo en él, algo profundo, que lo llevaba a entender que eso era así; que las
mujeres podían, perfectamente, desenvolver su inteligencia y sus actitudes para realizar, con éxito,
las actividades políticas, sociales, culturales y económicas que hacían los hombres.
Consistente con ese proceso, el cuyano también se manifestó ferviente partidario de los derechos
políticos de la mujer. Claro que, en estas ideas, Sarmiento se inspiró también con las corrientes de
pensamiento de la época, sobre todo las propuestas más avanzadas de EEUU y Europa. El
sanjuanino ponía como ejemplo a seguir, el espacio que la mujer había ganado en el país del norte:
“Cuatrocientos maestros de posta son mujeres; la mitad de los empleados de la Tesorería Nacional
son mujeres; el telégrafo lo pulsan sus delicadas manos; los tres cuatros de los maestros en la

Completas IV, 178.


11
Sarmiento, “De la educación de la mujer” El Mercurio (Valparaíso, 20, 23 y 24 de agosto de 1841). Obras
Completas IV, 181.
12
Sarmiento “El trabajo de la mujer”, El Progreso (25 de setiembre de 1844). Obras Completas XII, 156.
13
Sarmiento “Escuela superior de niñas, catedral al sur; cuatrocientas alumnas 1878” (19 de noviembre de
1879). Obras Completas XLVII, 83.
14
Sarmiento “Escuela superior de niñas, catedral al sur; cuatrocientas alumnas 1878” (19 de noviembre de
1879). Obras Completas XLVII, 83.

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Mujer, viticultura y participación política Dossier

escuela son mujeres”. 15 Para reivindicar sus propuestas de ampliar los espacios de participación de
la mujer, el sanjuanino señaló que
En las Cámaras francesas se proponen y adoptan medidas para organizar la
educación pública de la mujer como la del hombre; y en Inglaterra hay quien anuncie,
sin reírse, la idea de agregar a la representación nacional una tercera Cámara
compuesta por mujeres. La filosofía, en fin, y el espíritu del progreso, se ensayan con
S. Simón a romper con todas las tradiciones morales, e intenta emanciparla de un
golpe, de toda dependencia del hombre. 16
Paralelamente, en EEUU detectó un movimiento equivalente; dentro de este contexto, el sanjuanino
puso en foco que en la comisión judicial del Senado de Nueva York, en 1861, se examinaba un
proyecto “a favor del sufragio universal de la mujeres para elección de delegados a la Convención
Nacional”. 17 Para Sarmiento, era preciso promover el acercamiento de la mujer a los espacios
políticos, incluyendo las galerías y barras de las sesiones legislativas, tal como ocurría en los foros
parlamentarios de Europa y EEUU; en el caso Latinoamericano, Sarmiento detectó este fenómeno
18
en Uruguay, y propuso promoverlo dentro de la República Argentina. En otro momento,
Sarmiento se refirió a las propuestas que planteaban innovaciones igualitarias para la mujer, a las
cuales valoró positivamente, incluyendo “aspirar a la igualdad de libertad, de emancipación, de
19
derechos”. Con su habitual apasionamiento, el sanjuanino dedicó palabras descalificadoras a los
adversarios del sufragio femenino:
Que no nos vengan, pues, en su insolente humildad de sudamericanos, semi-indios y
semi-españoles, a encontrar malo que sus madres y sus hermanas vote, que no han
de hacerlo peor que sus hermanos los españoles, por pronunciamientos y nosotros
sudamericanos, con el Remington electoral, traído al debate por mocitos muy
apuestos a quienes les falta, a mar del arte de vestir que tienen, el de conservar el
alma y la ropa interna limpias. 20
La posición de Sarmiento sobre los derechos políticos, no sólo estuvo presente en su pensamiento
y su palabra, sino también en la acción. Cuando tuvo la oportunidad de llevar estas ideas a la
práctica, el cuyano no hesitó. En efecto, durante su gestión como gobernador de San Juan,
Sarmiento impulsó una reforma política por medio de la cual, se reconocían los derechos de la
mujer. De esta manera contribuyó a sentar un precedente que, un siglo más tarde, sería recordado
por sus sucesores al fundamentar la necesidad de reconocer la igualdad de derechos políticos para
el sexo femenino. En efecto, un senador señaló al respecto: “el voto de la mujer no es una novedad
en las instituciones republicanas argentinas. En la provincia que represento, en la época en que
21
Sarmiento era gobernador, ya se aplicaba el voto femenino en las elecciones municipales”.
Posteriormente, al tratarse el tema en la Cámara de Diputados, este antecedente fue rescatado por
varios legisladores. Uno de ellos recordó que “en 1864 Sarmiento lo aplicó (el sufragio femenino) en
los comicios sanjuaninos”. 22 Otro parlamentario destacó “una provincia cuyana que otorgó el voto a

15
Sarmiento “Educación de la mujer – Estrada” (Lago Oscawana, 8 de 1866). Obras Completas, XXIX, 136.
16
Sarmiento “La mujer y la civilización”. El Mercurio (Valparaíso, 22, 23 y 24 de agosto de 1841). Obras
Completas XII, 151.
17
Sarmiento “Derechos de las mujeres – meetings – La libertad armada” (Nueva York, 15 de octubre de
1867). Obras Completas, XXIX, p. 152.
18
Sarmiento “Damas en las galerías del Congreso” El Nacional (18 de febrero de 1879). Obras Completas,
XXXIII, 265.
19
Sarmiento “La mujer y la civilización”. El Mercurio (Valparaíso), 22, 23 y 24 de agosto de 1841. Obras
Completas, XII, 151.
20
Sarmiento “La mujer en los Estados Unidos” (inédito). Obras Completas XLVI, 127.
21
Discurso del senador por San Juan, Pablo Ramella. Diario de Sesiones del Senado de la Nación, Buenos
Aires, 21 de agosto de 1946, 31.
22
Discurso del diputado por Capital Federal, Eduardo Colom. Diario de Sesiones de la Cámara de Diputa-
dos de la Nación, Buenos Aires, 9 de setiembre de 1947, 238.

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Dossier Pablo Lacoste

la mujer, la provincia de Sarmiento y Albarracín, la sufrida y heroica San Juan”. 23 La palabra y la


acción de Sarmiento estaban llamadas a generar un paradigma. Pero conviene explicar con mayor
precisión la experiencia de la participación femenina en elecciones municipales cuyanas del Siglo
XIX.

Sufragio femenino en Mendoza y San Juan en el Siglo XIX

La exclusión de la mujer en el sistema electoral nacional se mantuvo vigente desde la organización


del país hasta mediados del Siglo XX. En Cuyo, si bien el origen fue similar, la evolución fue distinta.
En efecto, en Mendoza, la norma de 1827 sólo permitía votar a los hombres que cumplieran una
serie de requisitos. Implícitamente, se negaban los derechos políticos a la mujer. Pero después de
la caída del rosismo, la exclusión de la mujer desapareció de las leyes electorales de la provincia.
Se mantuvo un sistema de voto calificad, en el cual se exigían como prerrequisitos para votar, el
saber leer y escribir y ser propietarios

En las provincias de San Juan y Mendoza, después de la independencia, se comenzaron a


establecer los municipios. A lo largo de todo el siglo XIX, las autoridades comunales no eran
elegidas por todos los habitantes del lugar, sino por los propietarios o equivalentes. Por este camino
se fue ampliando, gradualmente, la base de participación pues, además de los varones de la élite,
comenzaron a tener derecho a participar otras capas sociales, como las mujeres y los extranjeros.
Concretamente, la primera Constitución Provincial de San Juan (1856) formuló una reivindicación
inédita de la mujer: “en su artículo 37 permite votar a los propietarios de ambos sexos, aun siendo
extranjeros, para constituir los concejos municipales de los departamentos. Esa constitución
consideraba al sistema municipal como sustituto del cabildo colonial. San Juan se transformó así en
pionera de América con respecto al voto femenino”. 24 Esta ventana al derecho de la mujer se
mantuvo abierta en los años posteriores: En la reforma constitucional de 1878 se mantuvo intacto
ese derecho al voto de la mujer propietaria para elecciones municipales. De todos modos, la
existencia de ese derecho, no implica necesariamente, que el mismo se haya llevado a la práctica.
En realidad, hay una cono de sombra sobre este tema.

De la época no se conservan padrones ni registros donde pueda probarse que la


mujer efectivamente sufragó en las elecciones. Hay que esperar hasta 1883, fecha en
que se promulga la ley orgánica del régimen municipal que en su artículo 66 otorga el
voto en las elecciones municipales a todo “contribuyente”, argentino o extranjero sin
distinción de sexo, para encontrar a la mujer efectivamente incorporada a la vida
cívica como lo prueban los padrones correspondientes a la localidad de Pampa del
Chañar, (Jáchal, San Juan) donde las vecinas tomaron efectivamente parte en la
elección efectuada en dicho año. 25

Otra historiadora sanjuanina ha explicado este fenómeno en los siguientes términos:

En las elecciones municipales, se consideraba que el voto era calificado, porque


sólo votaban los propietarios, los contribuyentes a la renta del municipio y los
que tenían una profesión liberal. Sin embargo, votaban las mujeres y extranjeros
que tenían esas condiciones pero no la inmensa mayoría de la población que no
tenía fortuna. Es evidente que en la idea de los constituyentes del Siglo XIX no

23
Discurso del diputado por Buenos Aires José Emilio Visca. Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados
de la Nación, Buenos Aires, 9 de setiembre de 1947, 245.
24
Mabel Benavídez, “Sufragio femenino, el caso de San Juan y Argentina. Vinculación con la política pa-
triarcal, el feminismo y figuras femeninas” (inédito, 2007), 6
25
María Isabel Larrauri, “El sufragio femenino en América”, Revista Presencia Española en Mendoza, 2
(1987), 13-14

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Mujer, viticultura y participación política Dossier

se pensó en esta contradicción. Por encima de todos sus prejuicios sobre la


mujer, prevaleció la importancia asignada a la propiedad. Ésta era el requisito
esencial para igualar a hombres y mujeres. 26

El sistema electoral de Mendoza y San Juan de la segunda mitad del Siglo XIX, contrastaba con el
vigente en el resto del país. De hecho, en toda la República Argentina estaba restringida la vida
política a las élites. Las capas medias y populares estuvieron excluidas del espacio político hasta la
reforma electoral de 1912. Pero, a diferencia de lo que ocurría en el resto del país, mendocinos y
sanjuaninos brindaban la posibilidad de participación a la mujer.

Los fundamentos de esta modalidad estaban dados por el modo de producción regional, centrado
en la agricultura intensiva bajo riego. Y precisamente, el riego era regulado por el gobierno
municipal. Para el caso de San Juan, se detectó que “las reglamentaciones de irrigación y la
progresiva organización del espacio en departamentos, hacia mediados de siglo, fueron
complejizando el campo administrativo. La administración del riego pasa a ser función del municipio
27
al tiempo que la división en jurisdicciones fragmenta el mapa de la distribución territorial”. En ese
sentido, los vecinos propietarios eran los que tenían sus intereses involucrados en el principal
recurso natural que dependía de la autoridad del intendente. Por tal motivo, se consideró razonable
que, si todos los propietarios tenían derecho a votar, ello debía comprender también a las mujeres.
Como resultado, en el siglo XIX se puso en marcha un sistema político en el cual se contemplaba el
derecho de participación para todas las pequeñas y medianas propietarias de San Juan, grupo
integrado en buena medida, por las viticultoras.

En Mendoza, donde el modo de producción era similar al de San Juan, ocurrió lo mismo: la mujer,
al involucrarse en el manejo de las viñas, tuvo intereses involucrados en temas que, como el riego,
eran administrados desde el poder político local. Por este camino, la mujer logró avanzar
tempranamente en el reconocimiento de sus derechos políticos. Igual que en San Juan, el espacio
político de la mujer estuvo localizado en el nivel municipal. Dentro del contexto general vigente
entonces en el país y el mundo, las elecciones en las provincias argentinas eran restringidas y
calificadas. El derecho a voto estaba acotado a los vecinos propietarios. En este contexto, las
mujeres que poseían sus pequeñas y medianas viñas, lograron incluirse dentro del espacio
electoral.

En Mendoza, las leyes electorales incorporaron por este camino a las mujeres. Este proceso
comenzó en el Siglo XIX y se proyectó en la centuria siguiente. 28 Hacia 1912 la Ley Orgánica n° 555
estipuló que tendrían derecho a voto los que cumplieran los siguientes requisitos: tener al menos 18
años de edad, saber leer y escribir, y pagar patente, impuesto o derecho fiscal o municipal no
menor de $ 20. Mediante este camino se incorporaban a la vida cívica no sólo las mujeres, sino
también los inmigrantes europeos que estaban llegando masivamente a Mendoza. Este criterio se
mantuvo en los años posteriores. El 11 de noviembre de 1916 se sancionó la Ley Orgánica de
Municipalidades (n° 702). Por medio de esta norma se reconoció derecho a voto a la mujer soltera o
viuda mayor de edad en la medica que cumpliera las mismas condiciones que el ciudadano
elector”. Durante el tratamiento parlamentario, el reconocimiento de los derechos políticos de la
29
mujer motivó polémicas, particularmente en el Senado. A pesar de todo, se mantuvo este espacio
para la mujer. Esta situación se revirtió recién hacia 1920, con la sanción de la ley 769 que abolió el

26
Susana Ramella, El radicalismo bloquista en San Juan, 1916-1934 (San Juan: Gobierno de San Juan,
1985), 335.
27
Fabiana García, “Mujeres en el orden Cantonista: género y cultura en el San Juan de los años ‘20”, en
Celia López (directora), Mujeres rescatadas del olvido (San Juan: Universidad Nacional de San Juan, 2001),
122
28
Cristina Seghesso de López Aragón, “Historia del régimen electoral mendocino anterior a la ley Sáenz
Peña (1853-1912)” Revista de Historia del Derecho, 16 (1988), 409.
29
Seghesso, “Historia”, 404.

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Dossier Pablo Lacoste

voto calificado para consagrar el sufragio universal en las elecciones municipales. Paradójicamente,
“el fin del voto calificado en los municipios significó la exclusión de la mujer-elector que, siendo
propietaria o pagando patente, estaba habilitada para la lucha electoral”.30

La reforma electoral de 1920 tenía como objetivo incorporar a las capas sociales hasta entonces
excluidas de la vida política. Era como la aplicación —a nivel municipal— de la gran reforma
electoral que en 1912 se había establecido para el sistema político nacional. Allí estaba el foco de la
reforma, y no en la situación de la mujer. Pero el siguiente objetivo sería, precisamente, lograr el
acceso al sufragio para todas las mujeres, al menos en las provincias vitivinícolas.

Hacia el sufragio femenino universal: Mendoza y San Juan en la década de 1920

La evolución del voto calificado al voto universal tuvo su punto de inflexión, en el sistema electoral
nacional, con la sanción de la llamada Ley Sáenz Peña de 1912. A partir de entonces se puso en
marcha un proceso gradual de incorporación de sectores sociales que, hasta entonces, habían
estado excluidos. El colectivo que llevó adelante este tarea fue la Unión Cívica Radical En el orden
nacional, el partido radical representó la incorporación de los varones de capas medias y los
inmigrantes al escenario político. Ese fue el significado de las presidencias de Irigoyen (1916-1922)
y Marcelo T. de Alvear (1922-1928). De todos modos, esas administraciones poco hicieron para
incorporar a otros sectores, como las clases trabajadoras y la mujer. En el orden nacional, sería
preciso esperar varias décadas más para que, desde el peronismo, se pudiera avanzar en esa
dirección. En Mendoza y San Juan, en cambio, este proceso comenzó mucho antes.

En las provincias vitivinícolas de Mendoza y San Juan, el desarrollo urbano industrial fue el
escenario para un rápido avance de la toma de conciencia de la dignidad y los derechos de
sectores que, hasta entonces, estaban excluidos. Esto se hizo visible en la orientación que adquirió
la Unión Cívica Radical en estas provincias. Los líderes radicales de Mendoza y San Juan
plantearon, desde mediados de la década de 1910, la necesidad de ampliar la reforma. Estas
fuerzas impulsaron reformas sociales y leyes laborales más avanzadas. Las leyes de salario
mínimo y jornada laboral máxima de ocho horas, sancionadas por los radicales de Mendoza en
1918, fueron ejemplos de este proceso. Se produjo entonces una inconsistencia ideológica y
metodológica entre los líderes de estas provincias y la estructura nacional de la Unión Cívica
Radical. Esta terminó por expulsar de su seno a las expresiones locales, que se convirtieron en
partidos políticos autónomos: Unión Cívica Radical Lencinista en Mendoza y Unión Cívica Radical
Bloquista en San Juan.

En la década de 1920, lencinistas y bloquistas siguieron adelante con su proyecto de avanzar en la


incorporación de actores sociales excluidos. En este contexto, ambas fuerzas coincidieron en
instalar los derechos políticos de la mujer como temas de interés público. Los líderes lencinistas y
bloquistas incorporaron los derechos políticos en sus discursos y prácticas. Además, se abrieron
espacios dentro de esas fuerzas, para la participación específica de las mujeres. “Los bloquistas
fueron pioneros en promover la participación femenina en las actividades del partido, por medio de
31
sub agrupaciones especiales para mujeres”. En efecto, imitando la tradicional forma de hacer
política de los hombres, las mujeres también abrieron sus propios espacios para reunirse, deliberar,
expresarse, tomar contacto con los candidatos y transmitir sus propios puntos de vista.

Las mujeres estaban organizadas en clubes. Dichos organismos llevaban los nombres
de los principales dirigentes y familiares de éstos: Club de costureras de la capital
‘Federico Cantoni’; a uno le dieron el nombre de la madre de Cantoni, ‘Comité

30
Seghesso, “Historia”, 409.
31
Celso Rodríguez, Lencinas y Cantoni: populismo cuyano en tiempos de Irigoyen (Buenos Aires: Editorial
de Belgrano, 1979), 293.

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Mujer, viticultura y participación política Dossier

Ursulina A. B. de Cantoni’. Así se instalaron en toda la provincia alrededor de


cuarenta clubes mujeres”. 32

En Mendoza se procuró seguir el mismo camino. Sobre la base de mujeres de distinta extracción,
principalmente maestras y empleadas, se organizó el “Centro Lencinista Femenino”. Su objetivo era
convocar a las mujeres al espacio público para generar una fuente de opinión y de presión, con
33
vistas a lograr una reforma legal y obtener el reconocimiento de los derechos políticos de la mujer.

La movilización de mujeres en torno a conquistar el sufragio universal fue relativamente paralela en


Mendoza y en San Juan. Sin embargo, los resultados fueron asimétricos. En Mendoza, la sucesión
de intervenciones federales, le represión que gobierno central, la tortura de los líderes lencinistas y
el asesinato de su principal referente, Carlos Washington Lencinas, frustraron las realizaciones
propuestas. Sin embargo, en la provincia vecina, el resultado fue exactamente opuesto.

En San Juan, los bloquistas lograron su objetivo en la Reforma de la Constitución Provincial de


1927. En esta Carta Magna se reconoció el derecho de la mujer a participar en las elecciones
provinciales y municipales. A partir de entonces, se adquirió el derecho a elegir intendentes,
concejales, gobernadores y legisladores provinciales. El 8 de abril de 1928 se puso por primera vez
en marcha este nuevo sistema. “Ese domingo las mujeres sanjuaninas votaron por primera vez en
34
toda la provincia, sin ninguna barrera de carácter legal o educacional”.

Lo importante es que a partir de 1927, las mujeres no solo votaron en San Juan, sino que también
accedieron a los cargos de poder. Ese mismo año, dos mujeres fueron designadas al frente de
sendos municipios y una tercera, Emar Acosta, fue nombrada en un cargo de confianza en el Poder
Ejecutivo provincial (Defensora de Menores). Poco después, en 1934, ella misma fue electa
diputada provincial. Paralelamente, una mujer ingresó como concejal de la ciudad capital y otra fue
electa intendente municipal de Calingasta. 35 Así mismo, otra mujer llegó a ser nombrada Juez de
Paz. El procedimiento de incorporar a la mujer, ya estaba en marcha.

El significado de los hechos de Mendoza y San Juan fue crear antecedentes para la participación
política de la mujer. De todas formas, esas experiencias fueron limitadas. La mujer pudo votar en
San Juan. Pero sus derechos políticos terminaban allí. En la práctica, ella no pudo acceder a los
cargos políticos. Los varones mantuvieron el monopolio de las bancas parlamentarias y las
funciones ejecutivas. En la reforma política bloquista,

“las mujeres militantes no constituyen sujetos posibles para ‘puestos’, para ningún tipo
de trabajo político, políticamente reconocido y decisorio, ni económicamente rentado.
Y, por sobre todo, su actividad conserva sus significaciones, referentes y condiciones
tradicionales: no es socialmente definida ni valorada, como trabajo, o como acción
política; sigue siendo ‘ayuda’, que es situada ahora en un marco de mayor
trascendencia. 36

Hubo entonces, dos procesos de incorporación de la mujer a la política. En la segunda mitad del
Siglo XIX, pudieron votar las pequeñas y medianas propietarias que se ocupaban de la viña y otras
actividades. Su participación política era resultado de su relativa participación económica y social. A

32
Ramella, El Radicalismo, 340.
33
Lacoste, Pablo La Unión Cívica Radical en Mendoza y en la Argentina 1890-1946 (Mendoza: Ediciones
Culturales, 1995).
34
Rodríguez, Lencinas, 292.
35
Ramella, El Radicalismo, 340.
36
Fabiana García, “Mujeres en el orden Cantonista: género y cultura en el San Juan de los años ‘20”, en
López (directora), Mujeres, 134-135.

- 59 -
Dossier Pablo Lacoste

partir de la década de 1920, en San Juan se intentó ampliar la acción política a todas las mujeres.
Pero la mayor parte de ellas, no habían realizado el trayecto previo de lograr cierta independencia
mental y material. Por lo tanto, su derecho al voto tuvo efectos muy limitados. El gobierno de San
Juan era consciente de esta correlación entre autonomía económica, mental y política. Por tal
motivo, puso énfasis en la necesidad de impulsar la capacitación de la mujer para obtener sus
propios recursos. Este fue uno de los objetivos de la fundación de las “Escuelas del Hogar
Agrícola”, en las cuales se procuraba entrenar a la mujer para actividades productivas, tanto en el
hogar como en la industria. El mismo Cantoni explicaba este fenómeno al señalar que

fundamos esas escuelas para que las mujeres fueran a aprender a trabajar y
aprendiendo a trabajar, procurar hacer obra útil, haciendo dulces, conservas, etc., en
una palabra, la verdadera diversificación de las industrias. Nosotros creíamos que la
mujer, para que pudiera votar independientemente, era necesario ilustrarla y
capacitarla económicamente […] Quiero para mi patria, mujeres capaces y no
muñecas de lujo […] Saldrán de aquí sin llevar un título, pero en cambio con
capacidad para ser por sí mismas suficientes. Aprenderán a adquirir su independencia
económica. 37

La correlación entre independencia económica y autonomía política, en este caso con respecto a la
mujer, estaba muy clara en el discurso de Cantoni. Lo que el líder bloquista no alcanzó a advertir en
forma consciente es que, en las dos provincias vitivinícolas, Mendoza y San Juan, la mujer llevaba
cuatro siglos avanzando en esa dirección, en forma silenciosa y eficaz. Precisamente por eso, su
propuesta se puso en macha, justamente, en la región cuyana.

Con la reforma constitucional de 1927 la mujer logró el derecho a votar en San Juan. Pero le faltaba
asumir el protagonismo directo en la política, mediante el ingreso a las instancias de gestión, diseño
y ejecución de proyectos. Había que construir, ante ella y ante los varones, la imagen de una mujer
realizando con éxito, políticas públicas. Era un aprendizaje necesario, tanto para adquirir
experiencia, como para hacer visible sus capacidades. En ese sentido, el espacio de pruebas para
la acción de la mujer en las políticas públicas sería otro ámbito: no el Estado ni los partidos políticos,
sino las organizaciones no gubernamentales y la militancia gremial.

Mendoza y San Juan exportan feminismo a la Nación: ley de igualdad de derechos políticos para la
mujer

Entre las últimas décadas del Siglo XIX y las primeras del XX, las provincias de Mendoza y San
Juan lograron dos avances relevantes para el ensanchamiento del espacio de la mujer. Las
experiencias locales de voto femenino, y el protagonismo de la mujer en organizaciones no
gubernamentales y gremiales, constituyeron los pilares sobre los cuales fue posible crear un
espacio significativo. Evidentemente, en estas dos provincias vitivinícolas, la mujer había avanzado
más que en el conjunto de la nación. Era esperable, por lo tanto, que desde esa región partieran los
impulsos para promover la reforma política nacional. Este fue, precisamente, el significado de las
leyes de 1947 y 1991, impulsadas por senadores nacionales por Mendoza.

Como se ha examinado anteriormente, en la década de 1920, las provincias de Mendoza y San


Juan, a través del lencinismo y el bloquismo, construyeron un clima político y cultural favorable a la
incorporación de la mujer al escenario político. Precisamente en esas aguas bebieron los dirigentes
que, poco después, trasladarían estas inquietudes al Congreso de la Nación para lograr, con éxito,
el reconocimiento de los derechos de la mujer. Fue el caso del doctor Lorenzo Soler.

37
Citado en García, “Mujeres”, 143.

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Mujer, viticultura y participación política Dossier

Lorenzo Soler (1882-1971) se formó políticamente en Mendoza, en la década de 1920, en las filas
del partido lencinista. No era oriundo de esta provincia, sino que se radicó en ella por circunstancias
fortuitas de su profesión. Médico de profesión, en 1919 se presentó al concurso de la cátedra de
Fisiología de la Universidad de Buenos Aires, y resultó empatado en seis votos con el futuro Premio
Nobel, Bernardo Houssay. El desempate favoreció a éste, y Soler resolvió trasladarse a Mendoza.
Aquí comenzó una nueva etapa de su vida. Fue parte del grupo de los primeros cirujanos que
llegaron a la capital cuyana en la década de 1920. 38 Posteriormente realizó otros aportes a la
medicina, como el método quirúrgico para el tratamiento de labio leporino, técnica iniciada en 1966
y que se sigue usando en la actualidad. El bajo perfil del doctor Soler ha hecho bastante difícil
rastrear su carrera. Sin embargo, su trayectoria le permitió tomar contacto directo con hombres y
mujeres de la sociedad nacional y mendocina, lo cual le ayudó a pensar en la necesidad de
remover los obstáculos legales que impedían el desarrollo de la mujer.

Una vez en Mendoza, Soler no tardó en asumir compromisos políticos. En la década de 1920
participó activamente en la Unión Cívica Radical Lencinista. Después del golpe de Estado de 1930,
y durante la vigencia del “fraude patriótico”, sufrió las consecuencias de la marginación. En las
elecciones de noviembre de 1931 fue candidato a senador provincial por la UCR Lencinista, sin
éxito. Posteriormente integró las corrientes que impulsaron la reunificación entre radicales y
39
lencinistas. Fue uno de los firmantes del Manifiesto de 1935 que propiciaba esta iniciativa. Una
vez recuperada la unidad radical, Soler impulsó una alianza con el Partido Socialista Obrero que
lideraba el legendario Benito Marianetti. Dentro de esta línea, Lorenzo Soler pasó a ser reconocido
como uno de los principales dirigentes del radicalismo de Mendoza. En 1938, el Congreso
Partidario lo eligió para formó parte de la Junta Ejecutiva provincial, integrada por once
40
miembros. Ejerció sus funciones durante dos años, al cabo de los cuales, el Congreso Partidario
le renovó su confianza y Lorenzo Soler volvió a integrar la Junta Ejecutiva por un nuevo periodo
(1940-1942). 41

Regresó a los primeros planos a través de la UCR-Junta Renovadora que a mediados de la década
de 1940 apoyó la propuesta de Perón. Fue orador en los actos que se hicieron en Mendoza el 17
de octubre de 1945 y, poco después, fue electo senador nacional por esta provincia. Figura
representativa de la clase dirigente de la provincia, Soler fue uno de los más destacados líderes
políticos de la época. 42

Entre sus más trascendentes iniciativas parlamentarias, Soler presentó el proyecto de ley de los
derechos políticos femeninos. Su propuesta tenía como objetivo reconocer la plena igualdad de
derechos y deberes para el hombre y la mujer, con la sola excepción del Servicio Militar Obligatorio.
El proyecto incluía el reconocimiento de los derechos políticos de la mujer, incluyendo la posibilidad
43
de elegir y ser elegida. El proyecto fue tratado el 21 de agosto de 1946 en el Senado de la
Nación. Al explicar su iniciativa, Soler recordó su compromiso sostenido en el tiempo por esa causa:

Hace más de 25 años que embarga mi espíritu el grato ensueño que hoy se
realiza; 25 años luchando en la tribuna pública para el bienestar del pueblo

38
Eduardo Cassone, “Historia de la cirugía en Mendoza”, Actas del V Congreso de Historia de la Medicina
Argentina (Mendoza, 12 al 14 de mayo de 1983), 69-78.
39
Los Andes (Mendoza), 10 de mayo de 1935, 5.
40
Los Andes (Mendoza), 24 de enero de 1938, 4.
41
Los Andes (Mendoza), 25 de mayo de 1940, 8.
42
En torno a la labor parlamentaria de los dos primeros años Soler, se puede ver Los Andes (Mendoza), 13
de diciembre de 1947, 5. Todo indicaba que, dado el consenso que tenía en Mendoza, la carrera política de
Soler debía llevarlo a ser gobernador de Mendoza por el periodo 1949-1952. Sin embargo, la virtual inter-
vención del partido peronista de Mendoza por las autoridades nacionales, frustraron este proceso.
43
Los Andes (Mendoza), 30 de julio de 1946, 4.

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Dossier Pablo Lacoste

argentino y añorando en lo profundo de mi alma que la mujer argentina estuviera


44
colocada en el nivel que social y políticamente le corresponde.

Con esas palabras, Soler daba cuenta de los antecedentes de su participación en las luchas en
defensa de los derechos políticos de la mujer, que se habían iniciado en la década de 1920 en
Mendoza. Las referencias a los antecedentes cuyanos estuvieron muy presentes en el tratamiento
del proyecto.

Uno de los argumentos usados con mayor recurrencia por parte de los legisladores a favor de la
aprobación del proyecto de ley, se encontraba en las capacidades demostradas por las mujeres en
la actividad económica. En algunos casos se puso énfasis en antecedentes históricos de la era
preindustrial. Así por ejemplo, el diputado por Córdoba, Graña Etcheverry, señaló al respecto:

Las mujeres aseguran la continuidad de la industria doméstica que, de padres a hijos,


habría de crear en el siglo XIII y en el XIV la recia organización del artesanado […] En
la organización de los gremios ingleses, la mujer forma parte de las corporaciones de
oficios con iguales derechos que los hombres; y lo mismo ocurrió en Italia y Holanda,
siempre con provecho de esas instituciones. 45

Estas mujeres fueron corriendo las barreras, abriendo nuevos espacios de autonomía. Hicieron
visible su capacidad de decidir por sí mismas. En tiempos más recientes, los legisladores también
encontraron mujeres argentinas que se desenvolvían eficazmente en la actividad económica. Uno
de ellos sostuvo lo siguiente:

Si la mujer, en infinidad de casos, integra en la actualidad directorias de


sociedades anónimas y en gran número de sociedades de responsabilidad
limitada, ¿cómo es posible que se limite esa capacidad cercenándole su legítimo
derecho a participar mediante su acción política, en la confección de la legislación
46
que ha de regir la organización de su patrimonio?

Los legisladores buscaron también un puente, una suerte de eslabón perdido, que uniera las
pequeñas empresarias europeas del Siglo XIV con las empresarias argentinas de mediados del XX.
Y las encontraron, justamente, en Mendoza y San Juan. Una de ellas fue la madre de Sarmiento, la
cual, con su trabajo y sus decisiones, logró mantener su hogar y transmitir una sensibilidad especial
47
a su hijo sobre las capacidades de la mujer. Pero también se hizo referencia directa al papel de
las viticultoras cuyanas, más como actor social que como caso individual.

La mujer descuella donde se le ha dado la oportunidad de hacerlo. Así como se


destaca en las universidades y en las fábricas, también sobresale en la
agricultura, labrando la tierra a la par del hombre, cosechando sus frutos como
hacen en Mendoza las vendimiadoras que trabajan de sol a sol para recoger el
fruto del trabajo que han realizado ellas y sus hombres, despampanando, arando,
regando y cultivando esa riqueza nuestra a la par de los hombres que trabajan y
luchan para que no se pierda el fruto de tantos afanes y desvelos de todo el año.
En ese bregar permanente de la mujer en nuestros campos, ha demostrado que

44
Discurso del senador Lorenzo Soler (Mendoza). Diario de Sesiones del Senado de la Nación, Buenos
Aires, 21 de agosto de 1946, 32.
45
Discurso del diputado Graña Etcheverry (Córdoba). Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados, Bue-
nos Aires, 9 de setiembre de 1947, 215.
46
Discurso del senador Herrera, Diario de Sesiones del Senado de la Nación, Buenos Aires, 21 de agosto
de 1946, 40.
47
Discurso del senador Herrera, Diario de Sesiones del Senado de la Nación, Buenos Aires, 21 de agosto
de 1946, 40.

- 62 -
Mujer, viticultura y participación política Dossier

no es inferior al hombre. Yo he visto en Mendoza jefes de familia con siete y


ocho hijas mujeres y con todo afan e interés se hacen cargo del cultivo de 40
hectáreas de viña; y con el esfuerzo exclusivo de ese jefe de familia y sus siete u
ocho hijas mujeres, han llevado a feliz término la labor que en otros
circunstancias habría demandado el trabajo de siete u ocho hombres para
realizarlo. 48

Las referencias al espacio cuyano como antecedente para fundamentar el proyecto de igualdad de
derechos políticos de la mujer, fueron recurrentes en todo el debate. Además de la actividad
económica de las mujeres en estas provincias, se hizo constante mención al pensamiento generado
por Sarmiento, dentro del proceso general de emancipación de la mujer en la República Argentina.
Un diputado destacó que, en 1869, Sarmiento profetizaba “la más extraordinaria de las
revoluciones, cual es la de igualar las condiciones sociales de los dos sexos, suponiendoles igual
capacidad”. 49 Un senador enfatizó que, en el Siglo XIX, el mayor aporte que recibió la causa de la
emancipación de la mujer lo aportó Sarmiento, pues “actuó en la conciencia del espíritu de la mujer
argentina nuestro gran hombre, nuestro gran Sarmiento que concibió claramente la misión que
50
podía desarrollar la mujer en nuestro ambiente social; concibió que la mujer estaba capacitada”.

Más adelante, los legisladores coincidieron en destacar el aporte de Sarmiento al impulsar los
derechos políticos de la mujer durante su gestión como gobernador de San Juan. Un diputado
destacó que “en 1864 Sarmiento lo aplicó (el sufragio femenino) en los comicios sanjuaninos”. 51
Otro remarcó que “se ha hablado de una provincia cuyana que otorgó el voto a la mujer, la provincia
de Sarmiento y Albarracín, la sufrida San Juan”. 52 En esta misma línea, el senador Pablo Ramella
puso en foco el antecedente de la administración Sarmiento en el Siglo XIX en San Juan, y su
proyección en la década de 1920, con el reconocimiento del sufragio femenino universal en la
misma provincia:

El voto de la mujer no es una novedad en las instituciones republicanas


argentinas. En la provincia que represento (San Juan) en la época en que
Sarmiento era gobernador ya se aplicaba el voto femenino en las elecciones
municipales y luego, por la reforma constitucional de 1927, se introdujo el voto
de la mujer también en las elecciones provinciales. 53

El debate parlamentario del proyecto permitió ordenar las piezas que habían formado, finalmente, la
construcción final de la ley de igualdad de derechos de la mujer. Y cada jalón del camino, cada
peldaño de la escalera, se puso en foco para comprender la trayectoria. Las intervenciones de los
diputados y senadores hicieron visible el largo camino que se había recorrido para alcanzar ese
objetivo.

La iniciativa fue aprobada por ambas cámaras y promulgada el 23 de setiembre de 1947 (ley
13.010). A partir de entonces, se dio un plazo de 18 meses para incorporar la mujer a los padrones

48
Discurso del senador Lorenzo Soler (Mendoza). Diario de Sesiones del Senado de la Nación, Buenos
Aires, 21 de agosto de 1946, 35.
49
Discurso del diputado Oscar López Serrot, Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación.
Buenos Aires, 9 de setiembre de 1947, 235.
50
Discurso del senador Lorenzo Soler (Mendoza). Diario de Sesiones del Senado de la Nación, Buenos
Aires, 21 de agosto de 1946, 34.
51
Discurso del diputado Eduardo Colom (Capital Federal). Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados,
Buenos Aires, 9 de setiembre de 1947 p. 238.
52
Discurso del diputado José Emilio Visca (Buenos Aires). Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados,
Buenos Aires, 9 de setiembre de 1947, 245.
53
Discurso del senador Pablo Ramella (San Juan). Diario de Sesiones del Senado de la Nación, Buenos
Aires, 21 de agosto de 1946, 31.

- 63 -
Dossier Pablo Lacoste

electorales municipales, provinciales y nacionales. Y poco después, comenzaron a ingresar las


primeras mujeres a los foros parlamentarios.

En las elecciones del 11 de noviembre de 1951, las mujeres tuvieron por primera vez, derecho a
votar para elegir al presidente de la República. También tuvieron derecho a ser elegidas, y en los
comicios de ese año, ingresaron al congreso 29 parlamentarias (6 senadores y 23 diputadas),
mientras que en las legislaturas de las distintas provincias, ingresaron otras ochenta mujeres a las
bancas.

En el espacio cuyano ocurrió un proceso análogo. No sólo llegaron mujeres a la Legislatura de


Mendoza, sino que pronto alcanzaron espacios de poder dentro de este foro parlamentario. Un
caso de liderazgo fue el de Alicia Molina Estrella; tras obtener una banca como diputada provincial,
fue electa vicepresidente de la Cámara Baja de la Provincia y más tarde, por ausencia del titular,
54
asumió la presidencia del cuerpo (1 de junio de 1954). Por primera vez, una mujer quedaba al
frente de la una cámara de uno de los tres poderes fundamentales del Estado Provincial. De esta
forma se desencadenó un proceso que, con el tiempo, lograría una consolidación relevante.

Nuevo aporte cuyano a la legislación feminista nacional: La ley de cupo

Las leyes que reconocieron los derechos políticos de la mujer en todo el mundo, hicieron posible
que ellas comenzaran a votar. Sin embargo, pronto se hizo visible que muy pocas mujeres lograban
llegar a los espacios de poder. Para remediar esta situación, se comenzó a diseñar un instrumento
legal que, mediante la discriminación positiva, facilitara el acceso de la mujer a las instancias
decisivas del poder.

En el tercer tercio del Siglo XX, este fue un tema de interés en los distintos países. Las naciones
que sancionaron leyes de cupo mínimo femenino en los sistemas electorales, comenzaron a
incrementar sensiblemente la presencia de la mujer en los foros parlamentarios. Portugal estableció
un cupo del 15%; Francia e Italia adoptaron el 20%; Alemania, Holanda y Austria lo fijaron en 25%;
Noruega y Suecia establecieron un piso del 40%. La aplicación de estar normas se reveló
adecuada para lograr mayor presencia femenina. Así, por ejemplo, al comenzar la década de 1990,
en Suecia y Noruega las mujeres lograron el 38% de las bancas legislativas. En cambio, las
naciones que no habían sancionado leyes de cupo, seguían con las mujeres ausentes: en Inglaterra
y EEUU estaban por debajo del 6%; en Japón sólo llegaban al 1%. El panorama latinoamericano no
era más alentador: Argentina tenía cerca de un 5% y Uruguay era el caso extremo, con el 0% de
presencia femenina.

En la Argentina se hizo también evidente la necesidad de impulsar una ley de cupo femenino para
garantizar la participación real y efectiva de la mujer en el poder. La sanción de la ley nacional de
igualdad de derechos políticos de la mujer, fue insuficiente. Todavía estaba pendiente un proceso
de cambio cultural mediante el cual, se transitara y legitimara el camino. Con frecuencia, los
partidos políticos aceptaron sólo a regañadientes esta norma, y trataron de ignorarla todo lo posible
en los hechos. Entre 1951 y 1991, las mujeres lograron una presencia acotada en los poderes del
Estado. Algunas tuvieron bancas legislativas, y otros alcanzaron espacios en el Poder Ejecutivo;
una de ellas, en forma accidental, ocupó provisoriamente la presidencia (Isabel Perón, 1974-1976),
por muerte del su marido. Pero se sabe que no fue un espacio propio, sino un típico caso de
nepotismo populista latinoamericano.

El espacio real y efectivo que ocupaba la mujer en el escenario político, fue muy acotado. Si se
examinan las cifras sobre la conformación del parlamento argentino a partir de la normalización
institucional de 1983, se detecta que las mujeres apenas alcanzaron el 6% de las bancas

54
Los Andes (Mendoza), 2 de junio de 1954 p. 3.

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Mujer, viticultura y participación política Dossier

legislativas. Esta situación se mantuvo vigente hasta comienzos de la década de 1990. Las
mujeres lucharon por ganar un espacio mayor, de derecho propio, sin depender de la buena
voluntad de los varones, ni de las redes familiares. Para ello, requerían una norma legal que les
garantizara sus espacios. Este fue el sentido de la llamada ley Malharro (n° 24.012).

Margarita Malharro de Torres (1921-1994) fue senadora nacional por Mendoza, igual que Lorenzo
Soler, y se encargó de diseñar, presentar y liderar la sanción de la ley de cupo femenino. Nació en
Córdoba y vivió su adolescencia en Buenos Aires, donde estudio el profesorado en Letras. Casada
con un mendocino, en 1946 se estableció en Mendoza y allí realizó su carrera profesional y política.
Se desempeñó como docente en colegios y escuelas públicas y privadas de la ciudad. En el ámbito
educativo tomó contacto con la tradición sarmientina de las escuelas cuyanas. Tuvo oportunidad de
conocer la obra del sanjuanino y difundirla. Más tarde se ocuparía de impulsar la reedición de
algunos libros de Sarmiento. En el ámbito político, Malharro militó desde joven en las filas de la
Unión Cívica Radical. Fue electa para ocupar diversos cargos partidarios en esta fuerza. A través
de la misma fue concejal de la municipalidad de Godoy Cruz y, más tarde, senadora de la Nación
(1983-1992). Su trayectoria estuvo marcada por el compromiso con los Derechos Humanos, la
educación pública y la reivindicación de la mujer. Impulsó la Multipartidaria de Mujeres Políticas, red
social en la cual se apoyó para sostener y llevar adelante su proyecto de ley de cupo femenino.

El proyecto fue presentado en 1989 y fue convertido en ley el 6 de noviembre de 1991. Mediante
esta norma, se establecía un sistema de discriminación positiva que garantizaba a la mujer el 30%
de las bancas en el Congreso de la Nación. A lo largo de su tratamiento, volvió a aflorar el sustrato
cultural de las provincias vitivinícolas, la reivindicación de la mujer con su autonomía material y
mental, las ideas de Sarmiento y los antecedentes legales creados en San Juan sobre derechos
políticos femeninos.

La influencia de Sarmiento estuvo presente en el debate. Por un lado, es preciso recordar las
fuertes afinidades de la autora del proyecto, Margarita Malharro, con el pensamiento del sanjuanino.
Sarmiento era el principal referente intelectual de la senadora. En sus obras ella se nutrió tanto para
su actividad docente como en su acción parlamentaria. Además, Sarmiento fue mencionado
explícitamente en el recinto durante el tratamiento del proyecto. Con gran énfasis, el senador por
San Juan Seguí afirmó:

Como sanjuanino no podría dejar de apoyar la modificación que se pretende


introducir al Código Electoral. Lo digo así porque soy de la tierra de Sarmiento,
primer hombre que luchó por los derechos cívicos de la mujer desde que fuera
gobernador de su provincia. 55

Los antecedentes de sufragio femenino producidos por la provincia de San Juan en 1927,
emergieron nuevamente como pilares para sostener el edificio jurídico que se deseaba construir
con la ley de cupo. El senador por San Luis hizo referencias explícitas a este antecedente, al
conmemorar

Lo que alguna vez se hizo en San Juan, allá por 1927, cuando el gobierno de
Federico Cantoni —a quien le guardamos verdadera veneración por su legendaria
trayectoria política— impuso por primera vez el voto femenino en una provincia
argentina. Según lo expresaron recién los senadores por San Juan —y me acerqué a
sus bancas para corroborarlo— fue establecido ese voto en la Constitución sanjuanina

55
Discurso del diputado Seguí (San Juan). Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 6 y
7 de noviembre de 1990. Transcripto completo en Edit Rosalía Gallo y Carlos Alberto Giacobone, Cupo
femenino en la política argentina. Ley nacional, leyes provinciales, debates parlamentarios, normativa inter-
nacional, jurisprudencia (Buenos Aires: Eudeba, 2001),79.

- 65 -
Dossier Pablo Lacoste

provincial de 1927 y se mantuvo en forma ininterrumpida hasta la fecha. Les cabe el


honor de haber sido los primeros argentinos que lograron eliminar las formas
discriminatorias contra la mujer. 56

Con el mismo espíritu, otro senador enfatizó la conveniencia de impulsar leyes favorables a la
mujer como parte de un política de valoración de la misma. Desde su perspectiva, “este
reconocimiento se hizo en su momento, en San Juan, pero luego, en el resto del país fue olvidado”.
57
Por su parte, un diputado también apeló a estos antecedentes para fundamentar su voto a favor
de la iniciativa:

soy de la provincia en la que una edición del radicalismo, la Unión Cívica Radical
Bloquista —antiyrigoyenista— liderada por Federico Cantoni, consagró el derecho de
la mujer a votar y ser elegida. Poco después, la provincia a la que pertenezco fue la
primera en América que sentó a una mujer en una banca de la Cámara de Diputados.
Tuve el honor de ser alumno de esa mujer […]. Recuerdo que junto con otros alumnos
del bachillerato la acompañábamos durante las sesiones para escucharla, aplaudirla y
alentarla con todo nuestro entusiasmo de jóvenes, ya apasionados por la política. 58

Los antecedentes de la temprana legislación feminista de esa provincia vitivinícola fueron citados
una y otra vez, sobre todo con sus buenos resultados a la vista. De esta forma se fue cimentando el
camino de la construcción del consenso para aprobar la nueva ley. En esta herramienta retórica fue
desarrollada todavía con mayor energía por un senador de la misma provincia sanjuanina:

Efectivamente, a partir de 1927, la mujer sanjuanina, la primera en el país, tuvo


libre acceso a la actividad política y a la posibilidad de elegir y ser elegida. Esto
significó que no solamente Emar Acosta fuera diputada de la provincia sino que,
también, se abrieran un sinnúmero de posibilidades para que otras mujeres como ella
ocuparan cargos en la justicia de primera instancia, justicia de paz, etc. Este camino
que se abrió en 1927, ha continuado, señor presidente. En San Juan podemos
mostrar con orgullo que la participación de la mujer es significativa e importante.
Ocupa cargos en la Legislatura de la provincia y en los concejos deliberantes. Y no
sólo ocupa cargos electivos: también tiene posiciones en los ministerios y en la
justicia. Es decir que, aquella brecha que se abrió en 1927 ha ido creciendo,
transformándose en un hito cultural que ha prendido con gran profundidad y
raigambre en la provincia de San Juan. Quizá esto nos pueda llevar a pensar que
no es necesario disponer legislativamente la participación de la mujer, dada la
realidad que advertimos en nuestra provincia. Pero esta realidad no es igual en el
resto del país; este fenómeno no se ha extendido. Tanto es así que recién veinte años
59
después del hecho de San Juan llego al voto femenino al resto del país”.

Una y otra vez, los antecedentes creados por las provincias vitivinícolas fueron utilizados para
fundamentar el proyecto y construir los consensos necesarios para convertirlo en ley. Por su puesto
que, en el debate, también se consideraron otros argumentos. Pero excede a los fines del presente
estudio, examinar el debate en su totalidad. Lo que importa en este análisis, es hacer visible el

56
Discurso del senador Alberto Rodríguez Saá (San Luis). Diario de Sesiones del Senado de la Nación, 20 y
21 de setiembre de 1990. Citado en Gallo y Giacobone, Cupo, 63.
57
Discurso del senador Britos (San Luis). Diario de Sesiones del Senado de la Nación, 20 y 21 de setiembre
de 1990. Citado en Gallo y Giacobone, Cupo, 68.
58
Discurso del diputado Seguí (San Juan). Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación, 6 y
7 de noviembre de 1990. Citado en Gallo y Giacobone, Cupo, 79-80.
59
Discurso del senador Posleman (San Juan). Diario de Sesiones del Senado de la Nación, 20 y 21 de
setiembre de 1990. Citado en Gallo y Giacobone, Cupo, 66.

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Mujer, viticultura y participación política Dossier

aporte de las provincias vitivinícolas, a lo largo de los años, en la producción de ideas a favor de la
mujer (lideradas por Sarmiento), luego experiencias locales, y finalmente, normas nacionales.

Finalmente la ley fue aprobada. Como resultado, la Argentina se convirtió en el primer país
latinoamericano en garantizar un cupo mínimo para las mujeres en el Parlamento. A partir de
entonces se garantizó un amplio espacio para la participación de la mujer en el escenario central de
la política nacional. Se multiplicaron las mujeres tanto en el Senado como en la Cámara de
Diputados. Además, las distintas provincias argentinas comenzaron a adherir a esta ley e
incorporaron criterios análogos para las elecciones locales.

La aplicación de la Ley Malharro, no tardó en alcanzar resultados relevantes. Fue necesario


completarla con una serie de normas que hicieran posible su aplicación, hasta que los mecanismos
comenzaron a funcionar en forma plena. En 2001 las mujeres comenzaron a controlar
efectivamente el 30% de la Cámara de Diputados y el 35% del Senado de la Nación. Como
resultado, la Argentina se convirtió en el noveno país del mundo en cuanto a la participación
femenina en estos espacios, sólo superada por los países escandinavos, Dinamarca, Holanda,
Alemania, Islandia y Nueva Zelanda.

El Congreso de la Nación se convirtió en un escenario adecuado para el despliegue de las


capacidades políticas de la mujer. Ella se hizo visible allí, y logró construir las bases de prestigio y
liderazgo nacional que, hasta entonces, no había alcanzado. Las bancas parlamentarias
permitieron que las mujeres se lanzaran a proyectos todavía más ambiciosos. Como ejemplo, basta
señalar que en las elecciones presidenciales de octubre de 2007, dos de los principales candidatos
serían mujeres con trayectoria parlamentaria: la senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner,
y la diputada nacional Elisa María Carrió. Fernandez fue electa presidenta de la República
Argentina, con el 45% de los votos, mientras que Carrió obtuvo el segundo lugar, con el 23% de los
sufragios.

Conclusión

El país del vino fue un espacio de oportunidades para la mujer, y ella lo supo aprovechar. El
proceso fue largo y lento, pero con un avance constante. Entre mediados de los Siglos XVI y XIX, la
mujer estaba excluida del espacio político y de políticas públicas. Sin embargo, se logró destacar en
el mundo de las pequeñas y medianas empresas. El cultivo de la vid, la elaboración y
comercialización del vino, le permitieron avanzar en el proceso de emancipación mental y material.
Sobre esta base, se construyó una cultura en la cual se consideraba que le mujer era
perfectamente capaz de pasar de la autonomía económica a la autonomía política.

El pensamiento de Sarmiento es un buen reflejo de estos procesos. Se crió en un ambiente donde


la mujer era autónoma; día a día, el sanjuanino tuvo la experiencia de ver en acción, no solo a su
madre, sino a otras mujeres de la sociedad vitivinícola, incluyendo a las consabidas pulperas y
viticultoras. Esta experiencia formó en la mente de Sarmiento, el marco de expectativas y el
repertorio valórico, a partir del cual se procesarían más tarde, sus lecturas y viajes. Aunque el
sanjuanino leyó los mismos libros y visitó los mismos países que otros lectores y viajeros
latinoamericanos, el procesamiento que su mente hizo de esas experiencias, estuvo signado por su
repertorio valórico. A partir de allí, el sanjuanino elaboró un discurso de fuerte reivindicación de la
igualdad de la mujer, proceso en el cual ocupó un lugar de liderazgo en Latinoamérica. Y las ideas
que Sarmiento expresaba en sus ensayos y discursos, facilitarían que, en las provincias cuyanas,
otros las llevasen a la acción.
A partir de mediados del Siglo XIX, las mujeres del espacio vitivinícola avanzaron hacia el escenario
de las políticas públicas, por dos caminos. Por un lado, las pequeñas y medianas viticultoras
participaron en el sistema político del voto calificado, dada su condición de vecinas propietarias. Era
una participación acotada, pues podía elegir pero no ser elegida. Por este camino, la mujer no tenía

- 67 -
Dossier Pablo Lacoste

acceso a las instancias de diseño de proyectos y toma de decisiones. Paralelamente, ella realizó
sus primeros pasos en gestión a través de las organizaciones no gubernamentales, particularmente
en las entidades de bien público. Tradicionalmente vilipendiadas por los intelectuales y la academia,
esas organizaciones contribuyeron al proceso de emancipación de la mujer, al funcionar como
laboratorio de ensayo: allí la mujer pudo realizar valiosas experiencias de gestión, construcción de
redes, debate sobre políticas públicas y diseño de acciones concretas. Así, por ejemplo, con el
impulso de los hospitales, las mujeres de Mendoza echaron las bases de lo que más tarde se
denominaría políticas de salud pública.

El tránsito del Siglo XIX al XX marcó un cambio en los espacios de la mujer. Los grandes
acontecimientos mundiales, como la Revolución Bolchevique de 1917 y las Guerras Mundiales,
provocaron un cambio de escenario al cual las mujeres supieron adaptarse. De la experiencia de
las entidades de bien público, las mujeres pasaron a militar activamente en las luchas gremiales y
las campañas pacifistas.

Las tierras cuyanas fueron escenario de pasos importantes en el proceso de conquista de los
derechos políticos de la mujer. En la década de 1920 se realizaron grandes debates y
movilizaciones en función de los derechos femeninos tanto en Mendoza como en San Juan.
Lencinistas y bloquistas promovieron agrupaciones femeninas dentro de sus partidos políticos, lo
cual abrió instancias sin precedentes de participación de la mujer. Como resultado se logró reformar
la Constitución Provincial de San Juan en 1927 y, a partir de entonces, las mujeres de esa provincia
vitivinícola comenzaron a participar activamente en el escenario político.

La agitación política de bloquistas y lencinistas en la década de 1920, contribuyó a crear un clima


de época; se activaron sensibilidades y se avanzó en la toma de conciencia del retraso legislativo
que el país tenía en el campo de los derechos políticos de la mujer. En estas aguas bebieron los
dirigentes que, poco más tarde, iban a impulsar las reformas políticas nacionales para la mujer. Allí
se modeló, entre otros, el pensamiento del doctor Soler el cual, desde el Senado de la Nación,
lideró la ley nacional de derechos políticos de la mujer (Ley 13.010). Esta norma fue completada
con otra, impulsada también por una senadora nacional por Mendoza, Margarita Malharro de
Torres, autora de la Ley 24.012 de cupo femenino. Estos fueron los instrumentos jurídicos que
trasladaron la sensibilidad por los derechos de la mujer a todo el país. Como resultado, a
comienzos del siglo XXI, la Argentina se instaló entre los nueve países con mayor espacio político
para la mujer, y se apresta a elegir a una de ellas como presidente de la República.

Naturalmente, en este proceso tomaron parte también otros factores. Además de Mendoza y San
Juan, otras regiones del país también aportaron al desarrollo de los derechos de la mujer. También
hay que considerar el aporte de los movimientos feministas, las campañas y la lucha de las
agrupaciones de mujeres de todo el país y del escenario internacional. Se trata de procesos
complejos, en los cuales concurren múltiples causas. Dentro de esta amplia constelación de actores
sociales responsables de la realización de los cambios, en este capítulo solo hemos procurado
incorporar a un sujeto histórico que, hasta el momento, se había mantenido invisible.

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Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 69 - 95

LA CONCESIÓN DE MERCEDES DE TIERRA EN LA DOCTRINA DE MALLOA


(COLCHAGUA, SIGLOS XVI Y XVII) 1

Juan Guillermo Muñoz Correa


jgmunoz@usach.cl
Universidad de Santiago de Chile

RESUMEN

En los últimos años del Siglo XVI, durante el siguiente y primer año del XVIII se otorgaron mer-
cedes de tierra en la doctrina de Malloa, en el corregimiento de Colchagua, proceso semejante
al de otros distritos del Valle Central chileno. Comenzaba con la petición al gobernador, que
probablemente ya estaba acordada entre las partes, luego la concesión, en nombre del rey, que
señalaba el número de cuadras y lugar donde se daría el siguiente paso, la toma de posesión.
El sistema dio un carácter nobiliario a la propiedad rural, la concesión fue muy heterogénea, así
algunos recibieron muchas mercedes y muchas cuadras de tierra y otros solo una con una can-
tidad de cuadras discreta. Los beneficiados muestran muchas diferencias, encontrándose no-
bles, plebeyos, peninsulares, americanos, mujeres, indígenas y hasta clérigos

Palabras claves: Colonia, mercedes de tierra, beneficiarios

ABSTRACT

During the last years of the XVIIth century (cuidado porque al principio del resumen hay un erro,
no se trata del siglo XVI pero del siglo XVII) , have been granted many land surfaces in the
region of Malloa, especially near Colchagua, a similar proces with what occured in the chilean
central valley. This started with the petition to the governor, in the name of the king, that pointed
out the number of squares and the place where would take place the next step: the taken of
possession. The system gave a nobly caracter to the rural property, the concession was really
heterogeneous, so that some received many land surfaces granted and many squares and
others, only one with a discrete amount of squares. The beneficiaries show a lot of diferencies,
between nobles, plebeians, from mainland Spain, americans, women, indios and as well priests.

Key words: Colony, land surfaces grant, beneficiaries

Antecedentes

En el Siglo XVII, luego de la recuperación por parte de los indígenas de muchas de las tierras
ocupadas en el sector sur del reino y la destrucción de muchas de sus ciudades, se puso en
marcha un proceso colonizador en el valle central, desde San Bartolomé de Gamboa al norte,
presentándose ciertos sectores como verdaderas fronteras ganaderas. Es el caso del corregimiento
de Colchagua, desmembrado del de Santiago en 1593, cuyas tierras sólo habían servido de
corredor entre la capital, las ciudades de arriba y el escenario de la guerra. Los llamados pueblos de
indios, o de naturales, conformados tanto para la provisión de las encomiendas, como para la
incorporación de sus integrantes al sistema económico hispano, tenían sus propias formas de uso

1
Este trabajo forma parte del proyecto Fondecyt N° 19 30071.
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

del suelo y, muchos de ellos, la instalación en sus cercanías de unidades de producción de sus
respectivos encomenderos.

En este trabajo se examinará algunos aspectos del fenómeno de la instalación hispana, a través de
lo ocurrido en la doctrina de Malloa, a modo de muestra. Estaba ubicada en el extremo norte del
corregimiento colchagüino (34º 15' latitud sur) a unos 160 kilómetros al sur de la ciudad de
Santiago. Sus linderos, la cordillera de los Andes y los ríos Cachapoal (por el norte) y Tinguiririca
(por el sur) hasta su confluencia que daba origen al río Rapel, le otorgaban forma de triángulo. En
otro artículo se analiza lo que significó este proceso para los indígenas.2

Desde el punto de vista legal e ideológico, había todo un aparato que sustentaba el proceso. Desde
el económico, el momento histórico era favorable pues para la producción se contaba con
mercados internos y externos, y el relativamente fácil acceso al sistema crediticio para los
poseedores de bienes inmuebles. En cuanto al tributario, se contaba con ciertas franquicias tales
como la liberación del pago de almojarifazgo para los bienes derivados de la ganadería chilena en
Perú, y la tardía implementación, recién en la década del 30, de la media anata (a cancelar previo al
título) y de la alcabala (en compraventas y en los gravámenes por censo).

Connotación nobiliaria y heterogeneidad

Las mercedes de tierras fueron otorgadas por el gobernador, en nombre del rey, en consideración a
los méritos de los peticionarios y no en atención a una política colonizadora. El que los títulos fueran
pedidos y otorgados en Concepción, Buena Esperanza o en fuertes, muestra su sentido de premio.
Este hecho dio al proceso inicial de posesión de tierras una connotación nobiliaria que no perdió a
lo largo del tiempo, a pesar de que muchos de los beneficiados en vez de instalar explotaciones
agroganaderas traspasaron sus títulos a terceros, en muchos casos sin siquiera tomar la posesión.
Esta gracia real no conllevaba ninguna responsabilidad u obligación para el agraciado, a diferencia
de la encomienda de indígenas que exigía, entre otras cosas, el avecindamiento.

Muchos estancieros fueron simples interesados en la actividad agropecuaria, con bienes suficientes
para adquirir predios y explotarlos, por una parte y, por otra, no todos derivaban sus derechos de
mercedes efectivas, sino de simple ocupación a la que, con el paso del tiempo, se supuso de origen
legal. Como sea que los estancieros gozaron del aura prestigiosa de los beneficiados con las
mercedes, la importancia que se otorgó al hecho de ser beneficiado, pudo haberse reflejado en la
toponimia que conservó el apellido de algunos de ellos (Lo de Lobo, Paniagua). Otros perpetuaron
su nombre, con el santo correspondiente (San Antonio), o el de su devoción, compartiendo esta
nominación con los topónimos propiamente indígenas, los derivados de accidentes geográficos, de
la flora y fauna, y con los de algunos de los bienes producidos. Finalmente, en ventas posteriores a
veces se señalaba que las cuadras objeto de la transacción pertenecían al título de fulano
(generalmente sólo el apellido), también variando con el del lugar señalado en la concesión.
Dejando sentada esta primera idea acerca de la heterogeneidad de pobladores (o dueños de
estancia pues también los hubo ausentes), con y sin mercedes de tierra, en esta ocasión nos
centraremos solo en los que las recibieron y en sus títulos.

Petición

El origen de la propiedad territorial, basado en mercedes otorgadas, en esta circunscripción


específica, comulga en general con las características del resto del sistema. Así, el primer paso era
la petición del interesado aduciendo uno o más de los principales considerandos siguientes:

2
Juan Guillermo Muñoz, “La colonización ganadera de la doctrina de Malloa en el Siglo XVII. Su impacto en
la población aborigen autóctona y foránea”, Contribuciones Científicas y Tecnológicas, 109 (1995).

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La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

¾ Los méritos, propios y de los antepasados y los de su cónyuge, siendo válidos los
acumulados en otras partes de las Indias, incluso los servicios prestados en Europa, en
algunos casos se menciona Lombardía y Flandes, llegándose al exceso de aludir a la
toma de Granada.
¾ La falta de remuneración por los servicios prestados a la Corona, especialmente los
militares, y el deseo de continuarlos.
¾ El hecho de no poder sustentarse en concordancia con el rango de su persona, el
encontrarse cargado de hijos y de obligaciones y el estar pobre.
¾ La necesidad de tierras para poner sus crianzas y labranzas, o la de ocupar las demasías
por el aumento de sus ganados.
¾ Señalaba además el número de cuadras a que aspiraba y el lugar, más o menos
especificado, en que quería tomarlas.

Otorgamiento

Comienza el documento identificando al otorgante, sus títulos y cargos y el derecho que tiene para
hacerlo en nombre del rey, o poniendo al término de algunos de ellos, un simple “etcétera”. Lo sigue
el relato de la petición, más o menos abreviada, y la decisión de hacerlo en atención a lo señalado
por el peticionario y lo mucho que había servido al rey.

Lleva una clara determinación del número de cuadras, excepto en muchas de las demasías, pero la
ambigüedad del lugar en que se tomaría la posesión, generalmente diciendo solo que se tomara en
el lugar anotado en el resumen de la petición, daría origen a algunos abusos. Ejemplo es la merced
que recibió Ugarte de la Hermosa de 2.000 cuadras en las que hay vacas y que vacaren en el
distrito de la ciudad de Santiago, Llupeu, Pelvín, Pichidegua, Nancagua y Colchagua.

Para ser efectiva la posesión a que daría origen el título debía contemplar dos condiciones que
podía tener la tierra elegida, no pudiendo perjudicar a los indios ni a terceros de mejor derecho.
Finalmente se anotaba una a futuro, la prohibición de traspasarla a eclesiásticos —simple fórmula
pues incluso se concedieron a estos mismos, y las ventas a curas no se invalidaron nunca, como
tampoco las donaciones a órdenes religiosas— cierra estas características comunes a todo el
sistema.

Finalmente se ordenaba a las justicias mayores y ordinarias que le asignaran la posesión, y en


subsidio a cualquier persona que supiera leer y escribir. Se dejaba muy claro que la propiedad sería
para el agraciado, sus herederos y sucesores y de todos aquellos que hubiera obtenido título o
derecho por su parte, obligando a las justicias a ampararlo, señalando penas para ellas si no lo
hicieran.

Posesión

En el subsiguiente paso, la toma de posesión, se ven las más variadas situaciones. Está el que
vendía o traspasaba el título antes de su materialización, generalmente a un estanciero o a alguien
de quien era deudor, siendo este el que la tomaba. Otros la efectuaban por sí mismos para luego
venderla a un vecino, demostrando claramente que el lugar elegido lo fue en vistas a esta
transacción.

El tiempo que transcurría entre la concesión y el pedir a la autoridad competente, o a un español


que supiera leer, la delimitación del terreno, variaba enormemente de un caso a otro, llegando al
extremo de un agraciado que no tomó en toda su vida una de las que había recibido.

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Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

Composición temporal

Cuantitativamente se trata de ciento siete títulos que comprendieron 64.671 cuadras, concedidas a
ochenta y seis personas. En cuanto a la distribución temporal en la doctrina de Malloa, desde 1575
hasta 1701, ofrece un primer aspecto particular a analizar.

Entre las siete que fueron otorgadas en el Siglo XVI, con 2.696 cuadras, unas lo fueron a
encomenderos o a familiares suyos, cercanas a sus pueblos de indios, otras a algún doctrinero y a
los primeros que se trasladaron al norte luego del levantamiento araucano. Algunas posteriores que
se dieron con motivo de haber perdido los interesados sus títulos del siglo anterior, nos dejan en la
duda de su veracidad o de si se trató de una ocupación de facto legalizada en el XVII.

Si se observa la distribución quinquenal de las mercedes, salta a la vista que la mayor dinámica
poblacional fue en los años del 1601 al 1625, en realidad al 1622 pues del resto de los años de este
lustro solo en 1624 se concedió una de 1.560 cuadras, y totalizaron 47.475 cuadras.

Lo anterior puede explicarse, además de la mecánica interna malloína, por coincidir con los
gobiernos de Alonso García Ramón, 1600 a 1601 y 1605 a 1610 y de Alonso de Ribera, 1601 a
1605 y 1612 a 1617, dos de los más activos capitanes generales en lo tocante a la guerra de
Arauco y al ejército. En 1611, con Luis Merlo de la Fuente, no se otorgó ninguna. Hasta 1622 hubo
continuidad, con años de alta frecuencia con siete y ocho mercedes (con las interrupciones de 1611
y de 1619), ya se había repartido el 75,3 por ciento de las tierras mercedadas y un 79,4 de los
títulos expedidos, con 48.671 cuadras, cediéndose en el resto del siglo solo 16.000 cuadras en
veintidós mercedes.

A partir de 1622, terminado el movimiento colonizador, los otorgamientos van a ser esporádicos y
de escasa magnitud, completando poco más del veintidós por ciento del total de la tierra repartida, y
menos del veinte por ciento de las mercedes. Van a responder, en gran medida a dos
características, una la de tierras solicitadas en demasías familiares y, la otra, en tierras de indios.
En 1626 y 1627 encontramos tres en demasías paternas o propias. En 1631 hay una de mil
doscientas cuadras en dos pueblos de indios, sin señalar su calidad de abandonados, en favor del
propio maestre de campo secretario de gobierno y guerra. Cuatro años mas tarde al castellano del
fuerte de Monterrey se le entregaron en el pueblo de Tagua Tagua. Finalmente, una de 1639, de la
misma mano de las anteriores, el gobernador Laso de la Vega, en el pueblo de Malloa, señalando
que se le dejara las tierras necesarias a los indios que estuvieran presentes. Del resto no hay
mayores antecedentes, siendo algunas dadas en términos muy generales.

En la década de 1640 no se otorgó ninguna merced en la doctrina, coincidente con los gobiernos de
Francisco López de Zúñiga, que en todo el corregimiento solo repartió tres de pequeña extensión y
en demasías, y el de Martín Mujica, hombre interesado en el problema agrario e indígena,
organizador de un sistema de pueblos de naturales, con ninguna en todo Colchagua.

En la segunda mitad del siglo, las ocho mercedes pueden dividirse por iguales partes según las dos
características expuestas. En una encontramos a dos mujeres, una viuda de un soldado muerto por
los indios, que las recibieron en 1672 y 1676, en tierras vecinas o cercanas a las de sus familiares;
y dos jóvenes, en 1668 y 1680, en demasías de las tierras paternas, uno de los cuales lindando con
un pueblo indígena. En la otra, dos fueron pedidas en tierras del pueblo de Tagua Tagua por
muerte de sus habitantes, 1650 y 1663; el resto lo fueron en 1676 y 1701, en el de Malloa, por no
haber indios.

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La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

Tamaño de la merced

En la primera década el número de cuadras por merced es moderado, con un promedio de 413 en
cada una. En los años 1612 al 1614 aparecen las primeras de gran tamaño, con mil, mil quinientas
y dos mil cuadras.

Continuaron otorgándose títulos de diferentes proporciones, salvo algunos años como 1618 en que
las 5.500 concedidas fueron recibidas solo por tres personas, dos de las cuales ya habían recibido
otras y eran a la fecha importantes estancieros, y el tercero era el secretario del propio gobernador,
y 1622, en que las 2.000 se otorgaron a dos estancieros ya gratificados, hombres públicos,
habiendo servido el cargo de corregidor de otros partidos.

Siendo 634 el promedio de cuadras por título a lo largo del proceso, en la primera década fue de
413 y en los quince años siguientes de 738. En los tres cuartos de siglo restante es un poco más
bajo, y siete de las veinte superan las mil cuadras.

El número de cuadras contenidas en cada merced varió entre las doscientas y las dos mil, las que
se concedieron en centenas cerradas, salvo dos en las que se usó otra unidad y sin determinar en
algunas demasías.

Lo primero que se destaca es que las mayores frecuencias se dan en las 400 y 500 cuadras,
ambas por debajo del promedio. Si las subdividimos en un grupo bajo, uno medio y otro alto,
tenemos que cincuenta y nueve títulos (57,9%) cubrieron un 33,7% de la tierra en unidades
pequeñas. Dieciocho (un 17,6%) cubrían las de seiscientas a ochocientas cuadras con un 17,8% de
las tierras mercedadas. Finalmente veinticinco (24,5%) alcanzaban las grandes concesiones que
comprendieron casi la mitad restante, 48,6%.

La concentración de la propiedad y el origen del latifundio se encuentran desde el sistema mismo


del otorgamiento primitivo de la tierra por la población española. A lo anterior se suma la mayor
facilidad de conservación de la gran propiedad así como la fragilidad de las medianas y pequeñas,
ya sea para derivar en la subdivisión o en la absorción parcial o total por parte de otras, como
también la tendencia a unirse en matrimonio familias de status semejantes. Este proceso se
refuerza al considerar que el número de títulos no corresponde al de los beneficiados.

Diferencias en los beneficiados

Las diferencias entre los agraciados quedan de manifiesto sumando las cuadras recibidas en la
doctrina por cada uno de ellos. Con solo este considerando se observa que la variación es entre las
doscientas y las seis mil quinientas cuadras. El promedio es de setecientas setenta, la moda es de
cuatrocientos, seguida por las quinientas y seiscientas cuadras, con casi la mitad de los agraciados.
Si arbitrariamente hacemos tres segmentos encontramos que sesenta y uno (73,5%) recibieron
27.475 cuadras (42,5%) correspondiendo a cada uno de ellos entre doscientas y ochocientas. Diez
y seis (19,2%) tuvieron 18.596 cuadras (28,8%) recibiendo cada uno entre mil y mil quinientas.
Finalmente, el grupo de grandes agraciados, seis (7,2%), con 18.600 cuadras (con otro 28,8%), con
totales de dos mil y los seis mil quinientos.

Deteniéndonos en estos últimos, encontramos con dos mil al general don Francisco de Avendaño,
que los recibió el mismo año en que fue nombrado procurador del cabildo y del ejército ante la
Corte de España, como uno de los más expertos soldados de las guerras de Arauco,
posteriormente nombrado gobernador de Tucumán; y a Pedro Ugarte de la Hermosa, quien el año
en que fue agraciado era secretario del gobernador. Dos mil cien, más algunas demasías reunió en
seis mercedes don Melchor Jufré del Águila desde el siglo XVI, habiendo sido alcalde y corregidor
de Santiago, soldado e historiador, formó, además, estancias en otros corregimientos.

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Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

Los que reunieron tres mil fueron, el maestre de campo Felipe de Arce Cabeza de Vaca,
encomendero con grandes estancias en otras partes de Colchagua y Andrés Fuenzalida Guzmán,
también encomendero, que había servido los cargos de alcalde y corregidor. Caso especial es el
que reunió seis mil quinientas cuadras en la doctrina, más otras cuatro mil cuatrocientas en
diferentes partes de Colchagua, don Juan de Quiroga, descendiente de los gobernadores Ruiz de
Gamboa y Quiroga y, más significativo aún, concuñado del gobernador Alonso de Ribera.

La concentración inicial de la tierra en pocas manos, como fenómeno paralelo a la presencia de


gran número de pequeñas y medianas propiedades, las llamadas “suertes de tierras”, también
puede ser explicada por la simple cuantificación del número de mercedes recibidas por cabeza,
variable que fluctúa entre medio y nueve títulos. Dos y menos mercedes fueron recibidas por 73 de
los 84 beneficiados, completando este rango un 86,9%. Entre tres y cinco mercedes recibieron
cinco sujetos y finalmente los mayores números, entre seis y nueve títulos, recibieron seis
beneméritos.

Los agraciados con seis mercedes fueron el ya mencionado Jufré del Águila y el capitán Francisco
de Puebla, con cuatrocientas cuadras en Malloa y tres mil quinientas en Chimbarongo y Nancagua.
Con ocho lo fueron Arce y Quiroga, ya tratados. Con nueve, el alférez Juan Gajardo Guerrero y el
capitán Juan de Ibarra, ambos con solo una de ellas en Malloa, formando sus principales estancias
en otros sectores colchagüinos.

Desde los que reunieron dos títulos ya hay algunos que los pidieron en diferentes doctrinas del
corregimiento. Esta situación va a moderar en parte, la formación primitiva de la gran propiedad en
una sola unidad de producción, pues los mayores concentradores de tierras implementaron varias
estancias, lo que también fueron haciendo los que accedieron a la tenencia por otras vías, distintas
a la merced de tierras, como dotes, compras y legados.

Características de los beneficiados

Eran de muy variada procedencia, siendo los más de ellos criollos, cuarenta y un chilenos, dos
peruanos y un panameño, seguidos por dieciocho peninsulares, completando, los que se pudo
averiguar el origen, un florentino, un portugués, otro natural de Flandes, dos mestizos hijos de
encomenderos, y un indio, por cierto con rango de cacique.

La vinculación de los beneficiarios con la guerra de Arauco queda de manifiesto al observar los
grados militares que ostentaban, dado que en la época su uso estaba vinculado a la participación
en el ejército, tanto vecinal como en el profesional del Siglo XVII, y no en las milicias. Es claro que la
mayoría tenía el rango de capitán, en concordancia con el período en estudio.

Resulta revelador revisar los cargos o vinculaciones con el poder central que tuvieron antes o al
tiempo de obtener las mercedes, para poder comprender mejor el proceso. Juan Tomás Jofré de
Loayza había sido alférez general del reino, Luis de Aranda había sido corregidor, Juan de
Higueras, correo mayor del reino y Francisco de Avendaño, sobrino del primer obispo de La
Imperial, del que ya se vio que el año de la merced había sido elegido procurador. A secretarios del
gobernador que les concedió merced, encontramos a Pedro Ugarte de la Hermosa y Lorenzo de
Arbieto,este escribió una relación del gobierno de Laso de la Vega, su benefactor. A la fecha de la
concesión de las tierras, Rodrigo de Araya era alcalde de Santiago, Luis del Burgo era alguacil
mayor de corte de la Real Audiencia y Juan de Quiroga, concuñado del gobernador.

Se destaca la presencia de seis mujeres y tres sacerdotes, que hacen un porcentaje no


despreciable dentro del total. Las primeras se encuentran a lo largo de todo el proceso, comulgando
con las características generales. Así, cuatro recibieron tierras en el período del auge colonizador,
entre 1605 y 1620, y las otras dos en la década del setenta.

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La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

La primera fue la panameña doña María Caracol Marmolejo, que la recibió junto con uno de sus
hijos, tenía cincuenta y cinco años y era tres veces viuda de importantes conquistadores,
encomenderos, dos de ellos corregidores y uno oficial real, con ocho hijos. Doña María Valdenegro,
la segunda, era hija de un escribano y de una sobrina del Inca, también viuda y con dos hijas que
se casaron con estancieros de Malloa, doctrina en que pidió la mitad de su merced, tomando la
posesión de las otras doscientas cuadras en Lora, Maule. Doña Catalina de Riberos, hija de un
compañero de Pedro de Valdivia y de una sobrina del mismo, viuda de un general y con un hijo,
seguramente vendió sus tierras. Isabel Álvarez Mejía era viuda de un estanciero que había recibido
cuatro mercedes en Malloa, como uno de sus yernos, siendo el otro un activo estanciero. Las otras
dos mujeres forman parte del escaso número de agraciados de fines de siglo. Doña Agustina
Bocanegra recibió mil cuadras en 1672, era hija de un escribano, viuda de un capitán muerto en la
guerra de Arauco. Finalmente, doña María de Vergara recibió doscientas en 1676, junto a la
estancia de su familia por lo que ese mismo año las vendió a uno de sus hermanos. Era viuda de
un encomendero y nieta, sobrina y cuñada de otros agraciados con mercedes.

En el caso de los sacerdotes, los tres eran hijos de conquistadores y encomenderos. Pedro Gómez
de Astudillo recibió cuatrocientas cuadras en el siglo XVI y fue doctrinero de pueblos de indios del
sector. Martín de Montenegro obtuvo cuatrocientas en 1604, año en que servía como vicario de
campo y ejército del rey. Un año después Francisco de Espinosa con su madre fueron agraciados
con quinientas cuadras, además era dueño de valiosas propiedades en Santiago, Concepción y
Huechuraba. Todos ellos tuvieron parientes con mercedes en Malloa, o que se establecieron en
esta doctrina por compra de tierras.

Razones del establecimiento

Entre las causas que motivaron el establecimiento en la doctrina de Malloa de aquellos que tenían
posibilidades de obtener mercedes de tierra y de elegir el sector en que la deseaban, encontramos
cuatro principales. El ser o estar vinculado a encomenderos de la región, a eclesiásticos,
especialmente los doctrineros, o haber sido funcionario local, como corregidor o administrador de
los pueblos indígenas, y finalmente, el pertenecer a una red familiar que ya contaba con estancieros
en Malloa o en lugares cercanos.

De las familias de encomenderos son interesantes los Miranda, encomenderos de Copequén que
se instalan en tierras aledañas a los de sus indios ya desde muy temprano en el siglo XVI. Pedro de
Miranda Rueda en 1577 obtuvo merced señalando que se le habían perdido los títulos de las tierras
que explotaba su padre desde hacía más de veinte años, poco después lo hizo su medio hermano
mestizo. El tercer encomendero, casado con una hija del anterior, tuvo un hermano que pidió
merced junto al pueblo, tierras que, por haberse ido a radicar a Buenos Aires, pasaron a poder de
los encomenderos. La viuda, cuarta encomendera, renunció a ella para que le fuera concedida a su
nuevo marido, este además, obtuvo seiscientas cuadras tres años más tarde. Finalmente, su tercer
marido Agustín Ramírez que tenía mercedes en otros sectores, compró tierras cerca de Copequén.

Los Jofré, son también de gran interés, pues ya el general Juan Jufré, fundador de la familia,
encomendero de indígenas promaucaes, en 1553 habría pedido tierras que son en el valle que
hace en medio que corre hacia los Tagua Taguas, era consuegro de Pedro de Miranda, no he
encontrado testimonios del destino siguiente de esta merced, pero puede estar en las que tuvieron
un hijo o su yerno, don Francisco de Zúñiga Arista, en Reguelemo. Don Juan Tomás Jofré de
Loayza Gaete y su hijo don Luis Jofré Liñán de Vera fueron encomenderos de Malloa, con los
Miranda atrajeron muchos parientes, entre ellos don Melchor Jufré del Águila, el presbítero
Francisco Espinosa, Luis de Aranda Valdivia, doña María Caracol, y doña Agustina de Bocanegra.
Los Riberos, primeros encomenderos de Malloa contaron varios agraciados con tierras, así de
Francisco, el conquistador, doña Catalina de Riberos era su hija, don Manuel Roco de Carvajal, su
nieto y Lorenzo de Arbieto, casado con una prima de los Riberos Suárez de Figueroa.

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Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

De otro encomendero Malloíno, Blas de los Reyes, su yerno Luis del Burgo obtuvo merced en el
siglo XVIII en el mismo pueblo, por traslado que habían hecho de los indios a sus tierras de Aculeo,
en otro partido. Entre los encomenderos de doctrinas cercanas, tenemos al castellano Julián
Gómez y a Juan de Quiroga.

Respecto al elemento eclesiástico, el más antiguo fue el doctrinero de Malloa, Gómez de Astudillo,
que recibió cuatrocientas cuadras, también recibió tierras su sobrino político Gonzalo Gutiérrez de
Sotomayor. Por legados y compras fueron estancieros sus dos hijos, un hermano y una sobrina
mestiza.

De funcionarios, corregidores del partido de Colchagua, que lo habían sido antes de recibir
mercedes, tenemos a Gonzalo Gutiérrez de Sotomayor y a Juan de Ibarra, e hijo de otro a Diego
García de Cáceres. Otros estancieros fueron nombrados en este cargo después de su instalación.
De los administradores de los pueblos de la doctrina, seis obtuvieron mercedes de tierras, algunos
en su mismo período, otros en años posteriores. Encargados de pueblos cercanos, como Peumo,
Teno y Rauco, encontramos dos.

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La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

Fichero

1. Andrés de Alarcón y por otra parte con tierras del capitán


3
4 (1.900) 1.400 Francisco de Puebla, y Domingo García,
27 de agosto de 1621, otorgada en Santiago = 500 tierras de Andrés Martínez Tejero, la
Historia: El 6 de septiembre de 1682, el acequia abajo de su estancia y tierras
capitán don Francisco Riquelme de la del capitán don Manuel de Carvajal, o en
6
Barrera Robles con su esposa, las demasías de los dichos. Lo vendió
vendieron al capitán Francisco García al capitán Pedro de Aranda Gatica,
Henríquez, unas cuadras en Chuchué y quien en 1635 encargó a sus albaceas
Llimahue, y otras 500 cuadras que que, estén advertidos de volver por mi
7
atraviesa un portezuelo para el pueblo causa y pedir el entero de este título.
de Malloa hasta el remate de dicho cerro Biografía: Capitán, sirvió en la guerra de
y tierras de Bautista Nilo, que Arauco desde antes de 1584. No hay
4
correspondían a esta merced. constancia de que se radicara en
Biografía: Nació en 1574. En 1608 Colchagua.
compró sus primeras tierras en el valle
de Colchagua. Las otras tierras que 3. Gaspar Álvarez de Ibaceta
recibió en merced fueron el 21 de junio Tres mercedes con 1.200 en total:
de 1614, 500 cuadras entre los esteros A. 7 de noviembre de 1603, en el fuerte de San
de Colchagua, de la Palmilla y río Pedro de la Paz = 300
Tinguiririca; el 21 de noviembre de 1614, Historia: En el valle de Copequén
500 en demasías camino de Tinguiririca llamado Yllagüe, que lindaban con los
a Chimbarongo; y el 5 de abril de 1617, Taguataguas, con un estero de
400 en Lihueimo, las que después Copequén llamado Chillehue y con
formaron parte de la estancia de este tierras llamadas Tilcoco, estancia de la
nombre. Dueño de la estancia de que pasó a formar parte. El 20 de enero
Apaltas. de 1604 tomó la posesión otorgada por
Casado primero con doña Juana de el corregidor Gonzalo Gutiérrez de
Sandoval Tapia, y segunda vez con Sotomayor.
8
doña Elvira de la Fuente.Su hijo Andrés, B. 25 de febrero de 1606 = 500
del primer matrimonio, siguió con Historia: Pidió 600. En Toquigua, linde
estancias en Colchagua. con Baltasar de Miranda. Lo vendió
antes de 1625 a doña Elvira de la
2. Pedro Alcaide Fuente Loarte, la que fue casada con los
5
24 de... de 1614, en Buena Esperanza = 800 estancieros Cristóbal Díaz de Aguilera y
Historia: Pidió el mismo número de el beneficiado Andrés de Alarcón. En
cuadras que recibió, tierras para poner 1630 era del capitán Juan de Fuenzalida
sus ganados. En la ribera del río Claro Guzmán, yerno de doña Elvira, en pleito
de Malloa, mano derecha del camino en 1632 con Gaspar Alvarez, el
9
real que iba desde el dicho pueblo a agraciado, por su precio.
Santiago, que lindaban con tierras del C. 28 de mayo de 1612 = 400
capitán Francisco Hernández Redondo, Historia: En Guacarhue. Las pidió para
poner una estancia para el sustento de
su padre y hermanos. La dio en dote el
3
En cada ficha de beneficiados se pondrá el 11 de octubre de 1616 a Juan Bautista
número de mercedes recibidas en el corregi- de Cabrera al casar con su sobrina
miento y luego entre paréntesis el número total Magdalena Rodríguez de Piña, el que
de cuadras. En el siguiente renglón, destinado a formó una estancia con estas tierras y
las mercedes en Malloa, la fecha y lugar de uno de los títulos con que había sido
concesión = número de cuadras. Bajo el epígrafe
Historia, algunos datos de las tierras y bajo el de
6
Biografía, otros sobre el personaje agraciado con Real Audiencia 2619, pza. 10, f. 22, Juan Bau-
el título. tista Camilo con Pedro Aranda Gatica, por tie-
4
Notarial de San Fernando, columen 117 foja rras, año1621. En adelante RA.
7
658, el Nilo a que alude es Juan Bautista Camilo. NSF 104 f. 521.
8
En adelante NSF. Celis, “Origen”, 295 y 297.
5 9
Carlos Celis Atria, "Origen de la propiedad rural RA 396 pza. 1, Gaspar Álvarez de Ibaceta con
en Colchagua", Boletín de la Academia Chilena Juan de Fuenzalida Guzmán, lesión enorme en
de la Historia 97 (1987), 315. la venta de Toquigua , año1632.

- 77 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

agraciado. En 1707 era de doña doña María Ruiz de Toro, cuyo padre
Melchora Gaona, con 600 cuadras. fue muerto en la defensa de la ciudad de
Biografía: Nació en 1567. Soldado. Valdivia.
Vecino de la Imperial, por 1599 pasó a
Colchagua, militaba en 1603. Se le 6. Agustín de Aranda Gatica
concedió por sus servicios y los de su Dos mercedes con 1.000 cuadras en total:
16
padre. Casó con doña Leonor de A. 6 de julio de 1635 = 500
10
Carmona. Historia: En el pueblo viejo de Tagua
17
Tagua, río arriba hacia Malloa.
4. Isabel Alvarez Mejía B. (1636 - 1640) = 500
11
(1616 - 1620) = 200 Historia: En Corcolén, de cuya estancia
Historia: En Pedegüe. Formó parte de la formó parte. Linde con los beneficiados
estancia de San Roque. Juan Bautista Camilo y Diego Carreño
Biografía: Hija de Juan de Madrid y de de Castro, el río Claro y el portezuelo de
María Alvarez Malaber, cuñada de Tagua Tagua.
Buisa, también puede haber sido Biografía: Hijo de Rodrigo Ortiz de
pariente de Toledo Mexía, ambos con Gatica Marmolejo y doña Beatriz
mercedes en la doctrina. Dávalos Aranda Valdivia. Participó en la
Casada con Hernán López Zenteno, guerra de Arauco, fue castellano de
también beneficiado con tierras en Monterrey. Pariente de varios
Malloa. beneficiados, hermano de Pedro de
Aranda Gatica, sobrino de doña María
5. Sebastián Alvarez Brito de Caracol Marmolejo y primo de sus
12
5 de junio de 1613 = 400 hijos Aranda Valdivia y Espinosa. Casó
13
Historia: En el valle de Río Claro. En en 1630 con doña Antonia Arraño
1645 se dice que eran demasías de Chacón, sobrina de estancieros de la
18
doña Catalina de Riberos (la que recibió costa de Colchagua. Testó en 1663.
su merced en 1616). La heredó su hijo
Juan Alvarez Brito, que la dio en dote a 7. Pedro Aranda Gatica
19
su hermana doña María Ruiz de Toro 2 (800), 400 en Teno
para su matrimonio con el capitán (1605 - 1610) = 400
Francisco Henríquez de la Vega, Historia: En Malloa, según las compras
quienes la vendieron a Gaspar de que tenía y la dote de su hija doña
Bedoya quien la enajenó al capitán don Magdalena al casar con Francisco
Esteban Cid Maldonado el 21 de Figueroa Garcés (hijo de otro
14
septiembre de 1645. beneficiado). Su hija doña Melchora, con
Biografía: Capitán. Cuando se le otorgó su marido Pedro Carrasco, vendieron
la merced se puso que era, casado con 400 cuadras en la ribera del río Claro
hija del capitán Juan Ruiz de Toro que va a la angostura de Malloa al
conquistador y benemérito de este reino, capitán Francisco del Aguila Ribera,
está cargado de hijos y tiene necesidad cuya viuda, doña Felipa de Cáceres
de unas tierras para criar ganados, Cárdenas la vendió el 12 de diciembre
15
sembrar y sustentarse. También de 1684 al alférez Esteban de Elosu,
20
nombrado Sebastián Brito. Casó con casado con doña María del Águila.
21
Biografía: Nació por 1581 en Valdivia,
hermano de Agustín, ya comentado.
10
Tomás Thayer Ojeda, Formación de la socie- Capitán, encomendero. Administrador
dad chilena y censo de la población de Chile en de Copequén y Peumo en 1621. En la
los años de 1540 a 1565, Tres tomos, Santiago doctrina compró su merced a su tío
1939, 1941 y 1943, I, 202; Gabriel Guarda, Una Francisco Espinosa Caracol. Compró las
ciudad chilena del siglo XVI. Valdivia 1552-1604
(Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católi-
16
ca de Chile, 1993), 149. Celis, “Origen”, 335.
11 17
Celis, “Origen”, 341. Guarda, Una ciudad, 210.
12 18
Celis, “Origen”, 310. Escribanos de Santiago, volumen 293 f. 144
13
Thayer, Formación III, 179; Luis de Amesti (en adelante ES).
19
Casal, Las casas troncales, 1926, 57. Podría ser una sola merced la que se le conce-
14
NSF 114 f. 299. dió.
15 20
RA 861 pza. 3 f. 7, Mercedes de Álvarez Brito y NSF 117 f. 235.
21
Lobo de la Barrera. Guarda, Una ciudad, 150.

- 78 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

800 cuadras que había recibido Pedro 9. Rodrigo de Araya Berrío


27
de Alcaide. Testó el 14 de febrero de 24 de abril de 1612 = 600
1635 en su estancia de la Santísima Historia: Junto al Cachapoal hacia
Trinidad de Malloa en cuya capilla Copequén (puede haber estado situada
22
ordenó ser sepultado. Casó con doña en la ribera norte), entre el capitán
Luisa Pacheco, hija de Cristóbal Luis Gregorio Liñán de Vera, Francisco Díaz
(venido a Chile en 1561), y de doña y Diego de Madrid. Dos días después se
Mariana de Venegas (Vázquez de la cedió, por algunas causas y justas
Padilla Toledo), dotada en 1610, dueña consideraciones de la obligación en que
de la estancia de Malloa de Tinguiririca me hallo de beneficios recibidos, al
en pleito con su vecino el capitán Diego capitán Cristóbal de Madrid (cuñado de
González Montero y de 200 cuadras en otros beneficiados). Fue del alférez
Colchagua. Testó el 22 de abril de Alfonso de Olea Madrid.
23
1660. Biografía: Hijo de Alonso Álvarez Berrío
(venido a Chile con don García), y de
28
8. Luis de Aranda Valdivia doña Ursula de Araya. Capitán.
2 (1.500) 500 en Nancagua en 1612 Encomendero. Era alcalde de Santiago
24
8 de marzo de 1622, en Concepción = 1.000 el año en que recibió la merced. Testó
29
Historia: En el valle de Llay Llay. La en 1643. Casó con doña Ginebra de
mitad lindaban por una parte con las Morales Pastene, de familias de
tierras recibidas por su hermano conquistadores.
Espinosa Rueda y por otra con su
tenería, con las tierras de don Andrés 10. Lorenzo de Arbieto
López de Gamboa y las vertientes y Una merced por 1.200, dividida, con 600 en el
cerros del padre García Hernández de pueblo de Colchagua
30
Cáceres; y la otra mitad a tomar en la 13 de octubre de 1631 = 600 (de las 1.200)
laguna de Tagua Tagua donde las Historia: En el pueblo de Malloa. Su
hubiere vacas. El 28 de marzo de 1622 nuera dio poder al maestre de campo
se tomó la posesión. Formaron parte de don José Antonio de Lizarzaburu,
la estancia de Tagua Tagua. marido de su nieta doña Clara de
Biografía: Nacido en Valdivia en 1578, Arbieto, para que vendiera estas tierras
hijo del español Pedro de Aranda y 450 de las de Colchagua.
Valdivia (corregidor de Osorno) y de su Biografía: Nació en Logroño, menor de
segunda mujer doña María Caracol edad en 1619, año en que pasó a
31
Marmolejo (ver 23). Hijo, hermano y tío Indias. A Chile como capitán de
25
de otros beneficiados. Fue educado en caballería con Laso de la Vega, 1629.
Lima. Vuelto a Chile en 1599. Capitán. Tesorero de la real hacienda de
Protector de indios en 1612, el 13 de Concepción, secretario de gobierno y
noviembre de 1616 fue nombrado guerra. Maestre de campo. Casó con
capitán de infantería de los del número doña Lorenza Suárez de Figueroa, de
de esta ciudad, siendo recibido por tal en Concepción. Viuda casó con Antonio
el cabildo, diez días más tarde, Verdugo de la Corte, estanciero en
benemérito del reino en 1624. Casó con Pucalán, en el sector de la costa.
doña Francisca Larreinaga de la Vega,
natural de Castro, por 1581, fallecida en
26
1651.

27
Celis, “Origen”, 307.
28
Thayer, Formación I, 94; Juan Luis Espejo,
Nobiliario de la Capitanía General de Chile
22
NSF 104 f. 521; Amesti, Las casas, 19, dice (Santiago de Chile: sin datos de edición, 1967),
que esta merced fue en Colchagua. 164.
23 29
ES 45 f. 244, la dote, y 248 fs. 120 y 256, el ES 172 f. 37.
30
testamento. Celis, “Origen”, 335.
24 31
Celis, “Origen”, 329. Luis de Roa y Ursua, El Reyno de Chile 1535 -
25
Guarda, Una ciudad, 150. 1810, Valladolid 1945, Nº 2417; Espejo, Nobilia-
26
Colección de Documentos Inéditos para la rio, 99; Amesti, Las casas, 22 apellida a su padre
Historia de Chile, (en adelante CDIHCH), XXV, Arbieto Uriondo y Corcuera y a su madre Orio de
136, citado por Thayer, Formación I, 109. Lagunilla.

- 79 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

11. Felipe de Arce Cabeza de Vaca pesos. Viuda vendió algunas


36
8 (8.200) 5.200 en Lihueimo, El Camarico, Nilahue, propiedades.Testó 17 de julio de 1647.
32
a partir de 1617
A. 13 de abril de 1618 = 1.000 12. Pedro (Gómez de) Astudillo
Historia: A orillas del Tinguiririca de la Siglo XVI = 400
otra parte del balseadero de Colchagua, Historia: Nombrada de San Marcos de
frontero de la viña de este pueblo Chanqueahue. En 1616, es dada como
corriendo río abajo hasta Pichidegua. Lo lindero en la merced concedida a doña
trocó en parte a don Juan de Quiroga Catalina Riberos.
por tierras que este tenía en Colchagua. Biografía: Hijo del conquistador Juan
Formó parte de la estancia de Gómez de Astudillo y de Francisca
33 37
Almahue. El 7 de julio de 1647 su Hernández. Tío de doña Mariana
viuda cambió otras quinientas cuadras Godínez (esposa de un beneficiado).
de este título a su hijastra María Arce, Clérigo presbítero, cura de Malloa,
por otras tantas que le había dado su Copequén y Guacargüe. Dio poder para
padre natural en el valle de Tinguiririca testar al cura Francisco de Espandrano
34
al casar con Juan de Vargas. el 5 de junio de 1592, nombrando
35
B. 21 de abril de 1621 = 2.000 heredera a su madre y a su falta a sus
38
Historia: Pidió dos mil en las demasías hermanos legítimos. Ninguno de sus
de la anterior, de don Andrés de dos hijos, nacidos después de esta
Gamboa y del beneficiado don Juan de fecha, se radicó en Colchagua.
Quiroga, a orillas del Tinguiririca de la
otra parte de Colchagua. Pueden haber 13. Francisco de Avendaño
39
estado en la ribera sur, dice el título, de 6 de marzo de 1631 = 2.000
la una y otra parte del río de Tinguiririca Historia: … donde las hubiere vacas
hasta Rapel. Debió pagar 200 pesos desde el río de Chimbarongo a los de
para la cámara en Concepción por esta Cachapoal y Tinguiririca. Sus puestos o
merced. Tuvo pleito por estas tierras con asientos se llamaban Renaico,
doña Antonia de Aguilera y Estrada, Pataguas, Quirihue y Pocodaren. Pasó a
dueña de Almahue, en 1634. formar parte de la estancia de Almahue.
Biografía: Español, nació en las Biografía: Nació en Concepción en
Montañas de Espinoza. Corregidor de 1592. Hijo del español don Antonio de
Colchagua en 1638. Compró y vendió Avendaño Cornejo (sobrino del obispo
tierras. Su suegra recibió merced de 500 de la Imperial Antonio de San Miguel,
cuadras en 1608, incluidas en la dote de encomendero en Concepción) y de doña
su esposa. En sus tierras estaba la Beatriz de Valdivia Miranda (sobrina
capilla de Colchagua. Encomendero en nieta de Pedro de Valdivia). Un hermano
Concepción, dueño de las estancias de también recibió tierras en Colchagua.
San Felipe y Santiago, Lihueimo, entre Fue general. Tesorero de la real
otras. En 1632 tuvo pleito con un vecino, hacienda en 1621, corregidor de Quillota
el beneficiado Andrés de Alarcón. Casó en 1624, gobernador de Chiloé y en
con doña Margarita Verdugo de Sarria y 1637 del Tucumán. Casó con doña Félix
de la Corte, hija del capitán Rodrigo Francisca Cid Maldonado de la Corte,
Verdugo de Sarria y de doña Leonor de hija de beneficiado con mercedes en
la Corte (con mercedes en Colchagua), otras partes.
dotada 26 de enero de 1637 con 12.461
14. Gaspar de Bedoya (y Palominos)
2 (800)
40
32
Joaquín Santa Cruz, “Crónica de la provincia 30 de septiembre de 1616 = 400
de Colchagua”, Revista Chilena de Historia y Historia: En la ribera del río Claro,
Geografía Tomo LI (1926), 89, 90 y 176; Lizardo contiguas a las del padre del agraciado,
Valenzuela, “El corregimiento de Colchagua”, con las cuales pasó a ser parte de una
RCHG LXIII (1930), 196.
33
En RA 584 pza. 1 doña Antonia de Aguilera
36
Estrada con Felipe de Arce Cabeza de Vaca, por NSF 113 fs. 102 y 350 su dote, 114 f. 420 su
tierras, año 1634; y NSF 128 f. 478, se da como testamento.
37
fecha de esta merced el mes de mayo, según Thayer, Formación II, 54.
38
mensura de 1748. ES 10 f. 123.
34 39
NSF 114 f. 422. Celis, “Origen”, 335.
35 40
Celis, “Origen”, 323 y 327. Celis, “Origen”, 318.

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La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

estancia de mil cien cuadras. Puso una Jofré de Loayza. Murió en 1667 en la
viña de 2.500 plantas y huerta de guerra.
árboles frutales. Cargaba 1.700 pesos
de censo al convento de la Merced de 16. Francisco de Buisa Cabeza de Vaca
47
Santiago. Su hija doña Juliana de 18 de enero de 1606 = 500
Bedoya, y su esposo vendieron 400 Historia: Entre el cerrito de Toquigua y la
cuadras el 28 de noviembre de 1680 a Puntilla de Peumo, linde con el río
su vecino don Nicolás de Vergara Cachapoal. Con su esposa lo dieron en
41
Toledo. 1625 en parte de dote a su hija doña
Biografía: Nació en Chile en 1596, hijo Mencía de Castilla al casar con Diego
del beneficiado Andrés Martínez Texero García de Cáceres. A su vez, 250
(ver 55) y de doña Juliana de Bedoya. cuadras fueron dadas en dote a su hija
También nombrado como Martínez de Francisca al casar con el capitán
Bedoya. Teniente en 1664. Lorenzo de Maturana, quien las vendió
Encomendero. El 20 de octubre de 1637 al teniente Miguel Vásquez y este
Gregorio de Agurto renunció en él su formando una propiedad con otras 200
oficio de escribano de Colchagua. Testó que compró, las vendió el 8 de mayo de
48
por 1668, mandando fundar una 1688 a su sobrino Lorenzo Inamarca.
42
capellanía para el convento de Malloa. Las 250 restantes fueron donadas a su
Contrajo matrimonio con doña María de hijo Diego de Cáceres el 9 de agosto de
49
Astorga, dotada con 1.335 pesos. 1659, con su viña. En 1702 las cedió a
don Francisco de Avendaño y a su
15. Doña Agustina de Bocanegra y Mendoza mujer doña Josefa Zamorano Arriagada,
43
10 de julio de 1672 = 1.000 en satisfacción de legados
Historia: Entre el Tinguiririca y la testamentarios del padre de esta.
estancia del capitán don Enrique Biografía: Hijo del español Hernando de
Verdugo, y entre la Angostura de Malloa Buisa Cabeza de Vaca y de doña
y tierras de Simón Román. Pidió mil Catalina de Barona y Buisa, dueño de la
cuadras, especialmente en las que tuvo estancia de El Parral en la doctrina de
pobladas don Francisco de Zúñiga que Peumo. Falleció antes de 1649. Según
están desiertas. Pagó seis pesos y dos algunos autores sería de Sevilla y
44 50
reales por derecho de medianata. El apellidado Buisa Castilla. Casó con
20 de enero de 1667, lo traspasó con doña María de Contreras, hija del
otros dos derechos a la estancia de encomendero de Peumo, dotada con
Reguelemo, en arreglo con doña Inés 1.000 pesos por el gobernador Oñez de
González del Pulgar, viuda de Tomás Loyola. Puede haber sido hermana de
Hernández, quien ese mismo año los Isabel Alvarez. Testó en Idahue el 12 de
vendió a don Lorenzo Pérez de septiembre de 1661 y en Santiago en
51
Valenzuela Aranda Valdivia, quien a su 1673.
vez la vendió a don Diego Chirinos de
45
Loayza, dueño de otro paño. 17. Don Luis del Burgo y Mendoza
52
Biografía: Hija del alférez Antonio de 14 de septiembre de 1701 = 1.500
Bocanegra (escribano de Santiago, Historia: Por haber sido trasladados los
peruano) y de doña María de Mendoza. indios del pueblo de Malloa a la estancia
Cuñada del estanciero colchagüino de Aculeo pidió el 6 de agosto 1.500
Pedro Homepezoa. Dio poder para cuadras en las que habían quedado
46
testar el 20 de enero de 1702. Viuda vacas. En la petición expuso que las
del capitán don Fernando de Zúñiga necesitaba para asentar una estancia de
Varacaldo, estanciero en Reguelemo,
administrador del pueblo de Malloa en
1645, encomienda de su tío abuelo Luis 47
Celis, “Origen”, 297.
48
NSF 119 fs. 210 y 213.
49
NSF 115 f. 19.
41 50
NSF 117 f. 385. Thayer, Formación II, 238 y III, 393, lo cree
42
NSF 104 f. 624. pariente de sus suegros Villarroel y Barona
43
Celis, “Origen”, 339. Buisa, cita RA 213 fs. 175 v. y 193, y 966 f. 293;
44
Capitanía General, volumen 477 f. 174 (en Amesti, Las casas, 57, lo dice sevillano y enco-
adelante CG). mendero; Espejo, Nobiliario, 517.
45 51
NSF 116 f. 39. NSF 115 f. 81; ES 337 fs. 168 y 173.
46 52
ES 410 f. 20. Celis, “Origen”, 341.

- 81 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

ganados, y que carecía de un sueldo patacones que aplicó para la obra de las
suficiente y constante. Las tierras le casas reales de la dicha real audiencia.
serían amojonadas y deslindadas El 10 de mayo de 1622 le da posesión
53
previamente. Gonzalo Gutiérrez de Sotomayor. En las
Biografía: Peruano, hijo de Luis del dichas vuestras tierras y estancia, en el
Burgo Mendoza (corregidor de valle de Copequén, demasías entre el
Cotabamba) y de doña Francisca del Cachapoal y el Claro. Formó parte de la
Castillo Guzmán, nació en 1656, en estancia de Tilcoco.
1692 estaba en Lima de partida para Biografía: Cuando recibió la merced
54
Chile. Era alguacil mayor de corte de había servido en la guerra de Chile más
la Real Audiencia, cuando elevó su de doce años, estaba con hijos y su
petición. Testó el 21 de febrero y el 20 mujer le había traído en su dote unas
55
de marzo de 1708. Casó con la limeña tierras en el valle de Copequén y
doña Isabel de los Reyes Casaus, viuda algunas personas pretendían inquietarle
de don Francisco de la Carrera Elguea. diciendo que era suyas. Casó con
Magdalena Rodríguez de Piña, dotada
18. Nicolás de Bustos el 11 de octubre de 1616 por su tío
56
6 de abril de 1614 = 600 Gaspar Álvarez con 1.132 pesos,
58
Historia: Pidió 800 cuadras. El 15 de incluidas cuatrocientas cuadras.
octubre de 1614 otorgó poder a Alonso
de Avalos Corvera para la tenencia y 20. Juan Bautista Camilo
59
posesión de las seiscientas cuadras de 12 de septiembre de 1614, en Concepción = 400
tierras, por encontrarse en la estancia Historia: Pidió 500, señalando que había
del rey nombrada Buena Esperanza al servido al rey y estaba con hijos y pobre.
servicio de su majestad. El 12 de agosto En el estero llamado Cosdunue
de 1615 se tomó la posesión, dada por (Cosduñue) y el estero llamado
Luis de Monardes. En La Estacada, valle Llampogue (o Ilapogue) que lindan con
de Tilcoco, demasías del maestre de el cerro llamado Quepecura y Chobigüe
campo Sebastián de Espinosa y las del (Chogigüe) dos leguas de Malloa como
capitán Fernando Vallejo Merino se va a Santiago del dicho pueblo de
60
corriendo el valle abajo de Idagüe donde Malloa. Formó parte de la estancia de
antiguamente solían estar unos indios Malloa.
bateros. Pasó a formar parte de la Biografía: Nació en Florencia, sirvió en la
61
estancia de Tilcoco. guerra de Chile desde 1594. Fue
Biografía: Nació en Perú, de donde vino administrador de los pueblos de Malloa y
ofrecido de su voluntad a servir en la Tagua Tagua en 1609 y nuevamente de
guerra. En 1614 era soldado del presidio Malloa en 1629. En 1602 ya tenía tierras
de Concepción. en Malloa, citado en la merced a
Pichicoque. Además de la ganadería,
19. Juan Bautista de Cabrera cultivó viñas. Era vecino de los
Dos mercedes con 400 cuadras en total: hermanos Aranda Gatica, cuñados de
A. 18 de septiembre de 1620 = 200 su suegro. Es llamado Juan Bautista
Historia: En Guacarhue, tomada la Nilo. Donó cuatro cuadras para la
posesión en tierras inmediatas a las fundación del convento de San Antonio
62
aportadas por su esposa, con las que de Malloa. Falleció por 1644. Dos
formó una estancia. hijos recibieron mercedes de tierra.
57
B. 18 de septiembre de 1621, en Santiago = 200 Casó con Beatriz Venegas, hija natural
Historia: Se pidieron 200 cuadras. Fue del capitán Gaspar Venegas de Toledo,
concedida con pensión de cuatro (cuñado de Agustín y Pedro de Aranda
Gatica). Su padre le dio al casar, de
ajuar, cosas que montaron 641 pesos.
53
CG 474 f. 65 el título de esta merced. En vida hizo partición de su bienes, los
54
Carlos Ruiz Rodríguez, "Fichero Genealógico", que se han debido a mi trabajo,
Origen, 5 (1989/90), 87; Luis Felipe Lasso y
Rafael Reyes Reyes, "De los Reyes" REH 24,
58
83; Espejo, Nobiliario, 187. ES 55 f. 381.
55 59
ES 461 f. 198 y 463 f. 149. Celis, “Origen”, 314.
56 60
Celis, “Origen”, 312. RA 2619 pza. 10, ya citada.
57 61
Celis, “Origen”, 327 y 330, da como fecha el 3 Roa, El Reyno, Nº 2418.
62
de mayo de 1622. NSF 114 f. 298.

- 82 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier
69
asistencia e industria personal. Testó el Velasco. En 1604 en Chimbarongo, en
16 de junio de 1664 y codicilo el 25 de 1639 religioso, actúa en Colchagua.
63
abril de 1682.
23. Doña María Caracol Marmolejo
70
21. Don Manuel Campofrío Roco de Carvajal y 28 de mayo de 1605 = 250 (500/2)
Riberos Historia: La recibe a medias con su hijo
Dos mercedes con 1.100 cuadras en total: el canónigo Espinosa.
A. 25 de enero de 1605 = 400 Biografía: Nació en Panamá en 1550,
Historia: Tierras de Pelequén y hija de Francisco Caracol (venido a
Chiquichén, formaron una unidad con la Indias en 1547 y a Chile en 1551,
siguiente. falleciendo al año siguiente) y de doña
64
B. 5 de septiembre de 1606 = 700 María Marmolejo (venida a Chile en
Historia: En Malloa desde el valle de 1553, hermana del obispo Rodrigo
71
Pelequén hasta donde está González de Marmolejo). Otorgo
72
aposesionado un cacique de Malloa poder en Santiago en 1617. De sus
llamado don Bartolomé, y desde hijos, Luis Aranda Valdivia y Francisco
Chiquichén hasta el río Claro linde con Espinosa Caracol, tuvieron merced de
Andrés Martín. Unas habían pertenecido tierras en Malloa (ver 8 y 29). Viuda
al padre del peticionario y las otras a él primero en del conquistador Juan de
mismo, que por haber perdido el título Espinosa Rueda (venido a Chile en
pidió nuevamente la merced. Del 1557, oficial real en 1560, fallecido en
estanciero Simón Román, las recibió en 1572), de Pedro de Aranda Valdivia, y
dote su hija doña María Tamayo, por tercera vez de Alonso Arias de
cuando casó con el capitán don Diego Saavedra (encomendero en Chiloé).
de Soto y Córdoba.
Biografía: Nació en Santiago en 1586, 24. Diego Carreño de Castro
73
hijo del conquistador Alonso Campofrío 2 de octubre de 1636 en Santiago = 600
Carvajal y de doña Mariana de Riberos Historia: Pagó doce pesos de
Figueroa. Sobrino y nieto de medianata. En el contorno de la laguna
encomenderos de Malloa y de doña de Tagua Tagua demasías del capitán
65
Catalina Riberos. Encomendero en Gonzalo Gutiérrez de Sotomayor, a
Santiago y en Cuyo. Fue llamado don quien se la vendió el 17 de noviembre
Manuel de Carvajal. Testó el 29 de de 1636, quien recibió confirmación el
66
enero de 1660. Casó con doña Isabel 15 de octubre de 1638, el 1º de
Bravo de Saravia y Osorio de Cáceres, noviembre de 1638 la posesión de
descendiente de gobernadores y Millahue dada por Miguel Zamorano en
67
conquistadores. Dotada en 1613. dos porciones, de 400 y 200 cuadras a
Gutiérrez. Formó parte de la estancia de
74
22. Juan Canalejo Tagua Tagua.
68
(1605 - 1610) = 400 Biografía: Hijo del capitán Matías
Historia: Concedido por García Ramón Carreño (quien también recibió mereced
75
junto con la de Vargas, quienes en Malloa) y Agueda de Castro. En
traspasaron los títulos. Formó parte de la 1635 administrador del pueblo de Tagua
estancia de Tagua Tagua. Tagua. Teniente. En su petición señaló
Biografía: Nació en 1577. En diciembre estar pobre, casado y con hijos.
de 1602 era sargento de la compañía de Inventario de bienes el 1º de octubre de
76
infantería del capitán Luis del Castillo 1653. Casó con doña Antonia
Gutiérrez de Sotomayor Zamorano,
nieta de un beneficiado. Dotada el 25 de

63 69
NSF 116 f. 74 y 118 f. 540. CDIHCH, 2ª Serie VII, 380.
64 70
Celis, “Origen”, 296 y 298. Celis, “Origen”, 296.
65 71
Julio Retamal Favereau, Carlos Celis Atria y Thayer, Formación I, 116; Retamal et Al, Fami-
Juan Guillermo Muñoz Correa, Familias fundado- lias, 315.
72
ras de Chile, 1540-1600 (Santiago de Chile: sin ES 123 f. 185.
73
datos de edición, 1992), 298 y 405. Celis, “Origen”, 335.
66 74
ES 151 f. 330. NSF 113 f. 88.
67 75
ES 51 f. 13. Amesti, Las casas, 70.
68 76
Celis, “Origen”, 305, lo apellida Canales. NSF 121 f. 86.

- 83 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

noviembre de 1628 con 1.600 pesos, 24 de junio de 1640, otorgó poder el 11


83
que incluía 400 cuadras de tierra, testó de marzo de 1645.
el 15 de agosto de 1639 y codicilo más
77
de una década después. Casó 27. Francisco de Erazo
84
segunda vez con doña Antonia Carvajal 12 de enero de 1639 = 1.000
Calvacho, que viuda casó con don Historia: En el pueblo de Malloa donde
Diego García de Cáceres (hijo de otro las hubiere vacas desde el río Claro
beneficiado 38). hasta el Tinguiririca en las demasías que
hubiere en estos linderos dejando a los
25. Matías Carreño indios de dicho pueblo que estuvieren
78
(1605 - 1610) = 400 asistentes las que hubieren menester.
Historia: En el valle de Malloa. Esta La posesión fue tomada en el sitio que
merced con otros tres títulos llaman Los Rulos que fue junto al río
conformaban una estancia de 1.800 desta otra banda del tambo del dicho
cuadras, que en 1682 y 1691 aparece pueblo de Malloa. Formó parte de la
en los inventarios del nieto del agraciado estancia de Tagua Tagua.
y de su mujer, el teniente Matías Biografía: Nació en 1602. Hijo del
Carreño Gutiérrez de Sotomayor y doña capitán Domingo de Erazo (español,
Francisca Hernández de Anuncibay (ver protector general de los indios, preso de
79
37). los corsarios franceses, nombrado
Biografía: Nació en Chile, hijo de Juan gobernador de Muso en el Nuevo Reino
Carreño (encomendero, compañero de de Granada) y de doña Beatriz Agurto y
80
Valdivia en 1540). Capitán. Sirvió Escobar Villarroel. Fue capitán, alférez
muchos años bajo el gobernador García real de Santiago desde 1618. En 1621
de Loyola. Casó, antes de 1602, con levantó una compañía de infantería para
Agueda de Castro, viuda de Juan de la el socorro del reino. El gobernador Laso
Cueva, hija natural de Baltasar de de la Vega lo nombró protector y
Castro. administrador de los indios de Santiago.
Fue corregidor de Quillota y de Melipilla.
26. Alonso Cid Maldonado En 1648 se opuso a la encomienda de
2 (2.000) 500 en Chimbarongo, otorgada en 1610 las Lagunas de Mendoza y en la Punta
81
1624 = 1.500 de los Venados, en Cuyo, concedida el
85
Historia: Desde la punta de Copequén y 25 de febrero de 1649. Falleció en
punta de Miranda hasta las juntas del río 1673. Casó con doña Blanca Fernández
86
Claro con el Cachapoal en Peumo, de de Ubitarte, peruana. Testó en 1649.
una y otra parte del primero. El hijo del
agraciado, don Esteban Cid Maldonado, 28. Sebastián de Espinosa
dotó el 3 de febrero de 1647 con estas 2 (1.300) la de 1.000 era completada con 600 en
tierras a su hija natural, Mariana Vichuquén y Bucalemu y 200 entre Pelvín y
Maldonado, al casar con Francisco de Llopeu, valle de Maipo
82
Salas. A. 3 de octubre de 1609, en el pueblo de Melipilla =
Biografía: Nació en 1575 en Margelica, 200 (de 1.000)
España. Llegó a Chile después de 1582, Historia: El 27 de marzo de 1610 toma la
soldado con más de cincuenta años de posesión el capitán Gonzalo de
servicios notables en Arauco. Tío de la Espinosa en su nombre y dada por Luis
esposa de Arce, fallecido después de de Monardes, en demasías de la
1627. Casó con doña Mariana de la estancia que tiene junto a Copequén y
Corte, nacida en Concepción, con Malloa, que solía tener Hernando Vallejo
hermanos y sobrinos con mercedes en y compró del capitán Juan de
Colchagua. En Chillán en 1600, testó el Montenegro.
B. 17 de diciembre de 1617, en Concepción =
87
300
77
ES 145 f. 25.
78
Celis, “Origen”, 305.
79
NSF 117 f. 565, el testamento de 1682, 120 fs.
83
2 y 5, los inventarios. ES 139 f. 46; NSF 114 f. 274.
80 84
Thayer, Formación I, 204, no da descendien- Celis, “Origen”, 336, le asigna el “don”.
85
tes; Amesti, Las casas, 69, solamente a Diego. Juan Luis Espejo, La provincia de Cuyo, 134.
81 86
Celis, “Origen”, 330. ES 209 f. 70.
82 87
NSF 114 f. 405. Celis, “Origen”, 302 y 323.

- 84 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

Historia: El 22 de octubre de 1617 toma Huechuraba. En Malloa tuvo una


la posesión. En demasías de su estancia curtiduría. Testó el 28 de octubre de
93
que había comprado al canónigo Martín 1647. Un hermano recibió merced en
de Montenegro en Tilcoco, entre la Malloa posteriormente (ver 8).
estancia de este nombre del capitán
Vallejo y el río Claro como vienen por el 30. Esteban Fernández Melgarejo
94
camino que va a los Tagua Taguas de 25 de septiembre de 1612, en Concepción = 400
esta parte del dicho río y tierras de los Historia: Pidió 600 el 17 de septiembre
más circunvecinos. Pasaron a formar de 1612, fueron concedidas en el Río
parte de la estancia de Tilcoco. Claro que está más allá de Malloa en el
Biografía: Español nacido en 1561, a camino real que va a Santiago sobre
Chile en 1580 con Flores de Valdés, mano izquierda, que son demasías del
capitán en 1595. Primero se estableció capitán Francisco Paniagua, Juan
con estancias una entre Pelvín y Llupeo Bautista Nilo, Esteban García de
y otra en Malloa comprada en 1608 y Vergara y de los demás que parecieran
más tarde recibió las mercedes. Maestre vecinos. Fue adquirido por Esteban
88
de campo en 1614. García de Vergara quien lo vendió a
Pedro de Aranda Gatica, el que tuvo
29. Francisco de Espinosa Caracol problemas por estas tierras con Juan
89 95
28 de mayo de 1605 = 250 (500/2) Bautista Camilo en 1621. En 1635
Historia: Tierras de Coqueltegüe entre la Aranda vivía en ellas, señalando que le
Angostura de Malloa y el río Tinguiririca. había costado muchos jornales
Recibidas en medias con su madre, desmontarla.
debieron quedar en su totalidad en Biografía: Capitán. Al pedir su merced
poder del canónigo. Lindaban con tierras señaló que había servido en la guerra de
que habían sido de don Melchor Jufré este reino y otras partes, por lo que debe
del Aguila. En 1622 es citado como ser peninsular. Fallecido antes de 1621.
lindero de las tierras que pidió su
hermano, año en que además de las 31. Don Francisco de Figueroa Mendoza
96
tierras era dueño de una tenería. El ...1605 = 300
capitán Pedro de Aranda Gatica dotó Historia: Fueron tomadas contiguas a las
con ellas a su hija doña Magdalena, que seis años antes habían sido
para su matrimonio con Francisco de concedidas a su padre (ver 32).
Figueroa Mendoza, quien viudo las Formaron parte de la estancia de Las
vendió en 1655 al ayudante Diego de Palmas.
Bustamante. 90 En 1748 forman parte de Biografía: Nació en Osorno, donde fue
la estancia de Angostura de Malloa, encomendero hasta su destrucción, en
lindaba con Barriales y el cerro de que perdió con su mujer todo lo que
91
Meneguequey. tenían, sin salvar cosa ninguna. General.
97
Biografía: Nació en Osorno en 1569, hijo Testó el 30 de agosto de 1620. Casó
del conquistador Juan Espinosa Rueda con doña Juana Garcés, hija de
y de doña María Caracol Marmolejo (ver conquistador y encomendero en Osorno,
92
23). Fue cura de Osorno y canónigo dotada con 3.000 patacones o 1.300
en Concepción, donde poseía algunas pesos de oro y el usufructo de un
tierras, entre las cuales el cerro Caracol, repartimiento de indios. Testó el 10 de
98
y bienes urbanos, como también los agosto de 1620.
tenía en Santiago y chacra con viña en

88
Roa, El Reyno, Nº 2027.
89
Celis, “Origen”, 296.
90
NSF 114 f. 770, 127 fs. 144 y 196; RA 920 pza.
3, doña Ana Bahamonde Elguea con don Gabriel
93
Rivadeneira, mejor derecho tierras, año 1732; ES 214 fs. 322 y 328, otro en 126 f. 289.
94
Celis, “Origen”, 296. Celis, “Origen”, 309.
91 95
NSF 128 f. 253, la mensura en 1748. RA 2619 pza. 10, ya citada.
92 96
Juan Guillermo Muñoz Correa, “Los primeros Celis, “Origen”, 297.
97
beneficiados con mercedes de tierra en Malloa y ES 61 f. 234; Guarda, Una ciudad, 172; Reta-
sus familias. Capítulo primero: Espinoza”, Ori- mal et Al, Familias, 137.
98
gen, 5 (1989-1990), 64. ES 87 f. 56.

- 85 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

32. Juan de Figueroa Villalobos de 1656, se apartaron 100 cuadras para


99
...1599 = Una legua cuadrada gravar en ellas el total del censo que
Historia: Parte de lo que sería la tenía toda la propiedad en favor de la
estancia de Las Palmas. Caja de Indios y pagar las particiones,
Biografía: Nació en Cáceres en 1523, en las que adquirió el general don Luis de
Chile en 1543, a Perú en 1546, combatió las Cuevas Morales, al igual que el
106
en Jaquijaguana. Capitán, comisario. En resto.
1552 encomendero de Valdivia y
después de Osorno, oficial real, regidor 34. Andrés de Fuenzalida y Guzmán
en 1560, 1564 y 1571. Uno de sus hijos, Dos mercedes con 3.000 cuadras en total:
Francisco, recibió merced contigua (ver A. 10 de octubre de1621 = 2.000
31). Casó con doña Inés de Mendoza Historia: En La Estacada. Fue de un hijo,
Cimbrón o Carvajal, hija del general don quien le agregó otras tierras por compra
Álvaro de Mendoza e Inés Grijalba. y luego de un pleito con el dueño de la
estancia vecina de Tilcoco las vendió.
33. Juan de la Fuente Beaulieu Formaron parte de la estancia de La
2 (1.100) 500 en Nancagua en 1609 Estacada.
100 107
18 de septiembre de 1621 = 600 B....1622 = 1.000
Historia: En el valle de Tagua Tagua. Historia: Parte de la que sería la
Vendió este título por 1627, a Juan estancia de Las Palmas.
Bautista Camilo, en cincuenta cabras. Biografía: Nació en 1577 en Santiago,
En su testamento señaló que, por hijo del conquistador Andrés de
haberme parecido fui engañado tengo Fuensalida y doña Ana de Guzmán
101
puesta demanda. Deben haberlas Suazo. Capitán. Alcalde de Santiago, fiel
recuperado sus herederos, pues el 12 ejecutor y procurador, corregidor de
de diciembre de 1637 vendieron 600 Melipilla. Encomendero de San Luis de
102
cuadras al capitán Simón Román. Loyola en Cuyo. Casó en 1597 con doña
Biografía: Flamenco, nació en Isabel de Fuentes Argomedo, dotada
103 108
Amberes. Capitán, es nombrado con Pudahue.
como secretario. En 1614 se señalan
unas tierras suyas (ver 40). Sobre su 35. Francisco de Fuenzalida Guzmán
109
estancia de San Antonio de Padua y 1600 = 600
viñas impuso un censo el 18 de enero Historia: Parte de la que sería la
de 1621 por 315 pesos a favor de la estancia de Las Palmas.
Caja de Indios. En 1636 tenía estancia Biografía: Nació en Santiago en 1581,
de 500 cuadras, menos 300 dadas en hermano de Andrés. Capitán en la
dote a su hija Juana. Su testamento guerra de Arauco, regidor de Santiago
otorgado en demasías de su estancia de en 1612, alcalde en 1623, procurador
Matarén fue protocolizado el 21 de junio general de los indios en 1624. Testó en
104 110
de 1636. Casó por 1606 con María 1652. Casó con doña Ursula de
Alvarez de Fonseca, viuda tenía una Mendoza, hermana de Alonso de
estancia de 400 cuadras, en la laguna Escobar, cura de Malloa en 1626. Testó
111
de Tagua Tagua. El 29 de marzo de en 1611.
1639 en la estancia de Matarén, como
tutora de sus menores, dio poder a su 36. Juan Gajardo Guerrero
hijo Juan para vender tierras, con el que 2 (900) 500 en Retomalal
112
este procedió a enajenar 600 cuadras en 24 de octubre de 1604 = 400
almoneda. Concurrieron sus vecinos Historia: El 12 de noviembre de 1604 y
Simón Román y doña Mariana el 1º de enero de 1605 fue tomada la
105
Varacaldo. A su fallecimiento, antes posesión. En el asiento de Cabia entre
el Tinguiririca y el Cachapoal, en tierras

99
Correspondían a 1.296 cuadras. Celis, “Ori-
106
gen”, 293,. NSF 114 f. 787.
100 107
Celis, “Origen”, 328. Celis, “Origen”, 329 y 330.
101 108
NSF 104 f. 600. ES 24 f. 39.
102 109
NSF 113 f. 204. Celis, “Origen”, 294.
103 110
Amesti, Las casas, 105. ES 222 f. 138; Retamal et Al, Familias, 192.
104 111
NSF 104 f. 643, la tasación de bienes. ES 47 f. 294.
105 112
NSF 113 f. 287. Celis, “Origen”, 295.

- 86 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier
119
de la estancia del padre García Maule. Tanto su hijo como su hija se
113
Hernández. Heredada por su hijo radicaron en Chillán. Casó con doña
Juan, dada en dote a su hermana Mencía de Acuña, hija de un
Catalina al casar con el capitán Juan encomendero de La Imperial, un
Vásquez de Arenas, la vendieron en hermano suyo era casado con una
1632 a doña Antonia de Aguilera, pasó a Miranda Rueda, de los encomenderos
formar parte de la estancia de Almahue. de Copequén.
Biografía: Nació en España, pasó a
Chile por 1580. Capitán, grado que 38. Diego García de Cáceres
120
permite diferenciarlo de su hijo 14 de diciembre de 1638 = 200
homónimo que fue alférez y recibió Historia: En Toquigua, en una isla que
114
cerca de nueve mercedes. En hace el río Cachapoal. Formó parte de la
diciembre de 1602 formaba parte de la estancia de Toquigua de Diego, hijo del
compañía de los capitanes agraciado, quien traspasó este título el
115
reformados. Administrador de los 11 de julio de 1681 al teniente Bartolomé
pueblos de Lihueimo, Pichidegua y Reto Zamorano Arriagada, este la vendió a
en 1603. Casó con la panameña María Miguel Vásquez, quien con otras 250 las
121
Pacheco, dotada con seis mil pesos. vendió en 1688 (ver 16).
Hizo compañía de ganados con su hijo Biografía: Hijo de Juan Pérez de
Juan, al mismo que compró unas tierras Cáceres, corregidor de Colchagua en
con que dotó a una de sus hijas. Testó 1594, tuvo tierras en Malloa, según un
el 9 de octubre de 1640, en deslinde en la venta de 400 cuadras en
116
Quetecura. 1624 (ver 40), y de doña Beatriz Hurtado
122
Godínez. Capitán. Administrador del
37. Juan Gallego de Rubias pueblo de Peumo en 1626 y 1633. Su
22 de noviembre de 1610 en Concepción = 400 tío, el padre García Hernández de
Historia: En Tunca. Pidió 600 cuadras Cáceres, tenía estancia en 1604.
donde llaman Tucan a orillas del río Residió en su estancia de Toquigua.
Claro, en el valle de Tagua Taguas que Testó en Toquigua 21 de agosto de
123
lindan con el capitán Julián Gómez entre 1655. Casó en 1625 con doña
el pueblo de Tagua Taguas y Peumo. Mencía de Castilla (Buisa Contreras),
En 1653 eran de Diego Carreño de testó en 1665. En su dote se incluían las
Castro. En 1682 en el inventario de su 500 cuadras de Toquigua de la merced
hijo el teniente Matías Carreño, linde con de su padre (ver 16), en la que tuvieron
los ríos Cachapoal, Claro y estancia de viñas. El 9 de agosto de 1659, donó 250
117
San Antonio de Tunca (ver 79). cuadras a su hijo Diego y otras 250 en
Biografía: Nació en La Imperial por dote a su hija doña Francisca, al casar
1556, hijo natural del conquistador Juan con el capitán Lorenzo Maturana
124
Gallego de Rubias y de Juana, india Negrón.
118
cusqueña. En 1585 era escribano de
La Imperial; en 1596, notario 39. Julián Gómez de Calcerrada
eclesiástico. En 1600 cautivo de los 4 (5.400) 5.000 en Chimbarongo y Chépica, con
indios en la toma de La Imperial. posterioridad
125
Cuando hizo la petición señaló, que al 6 de marzo de 1609 = 400
presente se encuentra muy pobre por Historia: El Potrero de Malloa, entre el
haber salido de la ciudad Imperial donde cerrito de Lillán y de la cordillera de
perdió todo. También recibió tierras en Talala y otras en el estero de Menco. El
24 de octubre de 1609 las vendió a Juan
113
RA 584 pza. 1 f. 21, ya citada.
114 119
Amesti, Las casas, 115. Gustavo Opazo Maturana, Familias del anti-
115
CDIHCH 2ª Serie VII, 372. guo obispado de Concepción 1551 - 1900 (San-
116
NSF 114 f. 30. tiago de Chile: sin datos de edición, 1957), 223.
117 120
RA 2678 pza. 22, Miguel de las Infantas, autos Celis, “Origen”, 336.
121
para establecer ser hijo natural de Nicolás de NSF 121 f. 464, mensura de Toquigua en
las Infantas y Josefa Carreño, 1791; CG 15 f. 1688.
122
267, don Antonio Ugarte con el receptor don Thayer, Formación III, 77.
123
Joaquín Godoy, año 1789. NSF 114 f. 760.
118 124
Guarda, Una ciudad, 173; Thayer, Formación NSF 115 f. 19.
125
III, 151. Celis, “Origen”, 301.

- 87 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

Bautista Camilo, a quien se le confirmó Arauco, dice que asimismo sirvieron al


el 30 de mayo de 1612 y tomó la rey sus padres y abuelos, que fueron de
132
posesión el 21 de julio de 1612 dada por los primeros conquistadores. En 1614
Esteban de Vergara. Formó parte de la se lo menciona Cristóbal Gutiérrez y en
126
estancia de Malloa. 1624 como Gutiérrez de Gangas.
127
Biografía: Español. Probablemente el
que aparece en el listado de diciembre 41. Gonzalo Gutiérrez de Sotomayor
128 133
de 1602 de capitanes reformados. 27 de junio de 1616 en Concepción = 600
Encomendero en Colchagua, estanciero Historia: Pidió la merced por ser uno de
en Chépica. Castellano del fuerte de los que salieron de la ciudad despoblada
Arauco. Casó con doña María Jorquera de Angol. El 16 de agosto de 1616 tomó
129
Lesana, dotada en 1616, hija del la posesión en tierras conjuntas a las
capitán Bartolomé Jorquera Alonso y de suyas, fue dada por Alonso de Ródenas.
doña Lucrecia Lesana del Cabo, En el valle de Tagua Tagua, la mitad en
algunos de sus hijos fueron estancieros la isla que hace el río del valle y
en Chimbraongo y en Chépica. desaguadero de la laguna de Tagua
Tagua y la otra junto a un cerrito en que
40. Cristóbal Gutiérrez (de Sotomayor) solía tener ganado Juan de la Fuente en
130
26 de junio de 1614 = 400 la junta del desaguadero con el río, que
Historia: Pidió 700 para poner una al presente sirve de potrero al capitán
estancia de labranza y crianza. Eran en Gonzalo Gutiérrez de Sotomayor. Formó
el valle de Tagua Tagua comenzando a parte de la estancia de Tagua Tagua.
una legua del pueblo del mismo nombre, Biografía: Nació en 1569. Hijo del
donde se encuentra un antiguo asiento conquistador Juan Gutiérrez de
de indios, corriendo hacia lo de Juan de Sotomayor (ya mencionado) y de
la Fuente y tierras de Francisco Marchán Quiteria Gómez. Capitán, encomendero
134
hacia el Río Claro. El 17 de febrero de en Angol. Hermano o tío de Cristóbal,
1621 lo trocó por 400 cuadras a cinco que había recibido la suya dos años
leguas de San Bartolomé en Chillán a su antes. En 1603 fue corregidor de
hermano Antonio Poblete (su cuñado), Colchagua. El 20 de enero de 1604
quien el 26 de marzo de 1624 lo vendió otorgó la posesión de sus tierras de
a su vecino Miguel Zamorano Gómez, Gaspar Alvarez. En 1613 tomó la
yerno de Gonzalo Gutiérrez de posesión de 400 cuadras compradas a
Sotomayor. Lindaban, además del Juan Canalejo, y en fecha próxima
comprador, con Gallego de Rubias y compró 400 cuadras a Diego de Vargas,
Juan Pérez de Cáceres, las que a la y en 1615 recibió donación de 300
fecha eran de Juan de la Fuente. cuadras de Héctor de Olivera (ver 22, 63
Zamorano en 1643 dotó con este título a y 84). En 1633 compró 300 cuadras de
su hija María para su casamiento con el la merced de Sanabria y el 17 de
sargento Pedro Nieto de Chávez noviembre de 1636 compró 600 cuadras
Briseño, quienes a su vez dotaron a su a Diego Carreño de Castro (ver 24 y 77).
hija Magdalena el 10 de noviembre de Formó una estancia de 2.300 cuadras
1681 al casar con Alonso de la Peña en Tagua Tagua. El 5 de octubre de
Zenteno con 250 cuadras. 131 Deben 1642 testó en Colchagua, en nombre de
haberse subdividido entre sus su esposa. 135 Falleció antes de 1648.
numerosos descendientes. Casó primero con doña Juana Rasura
Biografía: Juan Gutiérrez de Sotomayor Negrete, dotada el 12 de noviembre de
su padre (o abuelo), murió a manos de
los indios. Soldado en la guerra de
132
Amesti, Las casas, 263, lo llama Cristóbal
Gutiérrez Pérez; Thayer, Formación II, 119, no lo
126
RA 1696 f. 7, doña María Josefa Venegas menciona entre los hijos del matrimonio Gutié-
Muñoz con don Manuel de Valdovinos Salinas, rrez Gómez; Celis lo considera hermano con
derecho a tierras de Malloa, año 1778 Gonzalo.
127 133
José Luis Coo, "El linaje de Gómez de Calce- Celis, “Origen”, 317.
134
rrada en Chile", Origen, 4 (1987/8), 55. Thayer, Formación II, 119; Amesti, Las casas,
128
CDIHCH 2ª Serie VII, 372. 263; Valenzuela, “El corregimiento”, 183, dice
129
ES 55 f. 437. que habría recibido otra merced expedida en
130
Celis, “Origen”, 312. Concepción el 15 de abril de 1613.
131 135
NSF 114 f. 206 y 117 f. 511. NSF 114 f. 154.

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La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier
136 143
1605. Tuvo dos hijas, de las cuales de Salas a Paniagua. Nieto de
doña Francisca fue dotada con 200 Francisco Hernández Redondo (venido
cuadras en Requehue al casar con a Chile con don García, vecino de
Pedro Lobo de la Barrera. Casó Valdivia, muerto, como alguno de sus
segunda vez con doña Mariana Godínez hijos a manos de los indios) y de doña
Astudillo, nacida en La Serena, hermana Inés de Guzmán. Casó con María
de Pedro, doctrinero de Malloa. Dotada García, dotada en Santiago el 9 de
con chacra y viña en La Serena y 4.000 septiembre de 1609 con casas, chacra
144
pesos, dio poder para testar en Tagua en Vitacura y una estancia.
Tagua el 4 de septiembre de 1642.
44. Manuel de Herrera
145
42. Don Luis de Guzmán Coronado 5 de octubre de 1621 = 500
137
14 de mayo de 1621 = 600 Historia: Junto al pueblo de Tagua
Historia: En Copequén, donde el Tagua. El general don Valeriano de
peticionario tenía tierras y viñas. Formó Ahumada lo vendió en 1635 al teniente
138
parte de la estancia de El Chaval. Diego Carreño de Castro el cual el 22 de
Biografía: Nació en Málaga. Sirvió en marzo de 1647 lo vendió al capitán Juan
Lombardía siete años, en Indias, otros de Fuenzalida, todos los cerros, lomas,
cinco. Sargento mayor. Encomendero laderas, ancones, quebradas y
de Copequén en 1618, por renuncia de vertientes que caen al valle de Toquigua
139
su esposa. Murió dejando un hijo de estancia del dicho capitán don Juan y
menor edad. Sobre la estancia de otra cualquiera circunvecina que corren
Copequén en 1621 impuso un censo de y se entienden desde la toma de la
1.550 pesos en favor de la Caja de acequia que va al dicho valle de
Indios. En 1684 su dueño, don Antonio Toquigua hasta el portezuelo de la
Mendoza Ladrón de Guevara, debía estancia que solía ser de doña María de
1.758 pesos. Casó con doña Luisa Aguirre, llamada de la Vera Cruz y son
Miranda Jofré, dotada en 1617, entre el río Cachapoal y un estero que
encomendera de Copequén, como nace cerca de dicho portezuelo y pasa
sucesora de su anterior marido por la casa en que hoy vive Antonio de
Bartolomé Páez Clavijo, del que no tuvo Cabrera. 146 Volvieron posteriormente a
140
hijos. Testó en 1663. Viuda, casó con los Carreño, que tenían estas tierras en
don Agustín Ramírez Sierra. Hija y 1653 y aún en 1682.
hermana de beneficiados (ver 56 y 57). Biografía: En 1619, alférez, actúa como
juez en Chanqueahue siendo su
43. Francisco Hernández Redondo escribano nombrado Juan de la Fuente.
2 (800) 400 en Nancagua, en 1610 Teniente. El 24 de junio de 1626 compró
141
9 de agosto de 1605 = 400 una parte de la estancia de Juan de la
Historia: Tierras llamadas Rompeum, Fuente, haciéndose cargo del censo que
147
linde con el camino real. Las compró gravaba el todo. En 1628 su casa
Pablo Leiva García Niño y con otras mil estaba al pie de un cerro de Tagua
(ver 50) fueron heredadas por su hija Tagua. En 1682 es mencionado como
doña Cecilia Leiva Díaz de Aguilera, Juan Manuel de Herrera.
casada con don Andrés Cossío
142
Terán. 45. Juan de Higueras
148
Biografía: Capitán en 1614, año en que 2 de febrero de 1610 = 500
dio la posesión de tierras de la merced Historia: En el valle de Llamávida, linde
con el Cachapoal y camino de Peumo a
Colchagua y con la cordillera que ciñe
136
ES 21 f. 70. dicho valle. Formó parte de la estancia
137
Celis, “Origen”, 328. de Almahue.
138
NSF 141 f. 224, 143 f. 143, citadas por Celis,
“Origen”, 328.
139 143
CG 550 pza. 17; María González, Mirta Nú- Guarda, Una ciudad, 184; Thayer, Formación
ñez e Hilda Rodríguez "Copequén. Un pueblo de II, 144.
144
indios en la región central de Chile", Seminario ES 319 f. 320.
145
de titulación, USACH, 1980. Celis, “Origen”, 329.
140 146
ES 55 f. 275 y 257 f. 41. NSF 114 f. 413.
141 147
Celis, “Origen”, 296. CG 15 f. 282.
142 148
RA 199 García con Madariaga, 1761. Celis, “Origen”, 303.

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Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

149
Biografía: Fue correo mayor del reino. su estancia de Copacabana el 29 de
Puede tratarse del nieto de Juan de la agosto de 1652.
Higuera, español avecindado en 47. Don Juan Tomás Jofré de Loayza (Gaete)
Santiago en 1550 y que testó en 1601 - 1605 = 500
150
1605, o ser el nacido en Badajoz en Historia: Demasías en el distrito de
1581, hijo de un homónimo, soldado, en Malloa. En 1628, vendió esta y la que
151
Chile en diciembre de 1602. fuera merced otorgada a su padre.
Presentada por Fuenzalida en el pleito
46. Juan de Ibarra con Agustín Ramírez, debe ser la que
9 (5.200) 4.700 en Nancagua, en ocho mercedes recibió Luis Jofré en 1609, aunque esta
desde 1605 fue otorgada por García Ramón y la de
152
15 de junio de 1612 = 500 Juan Tomás se dice que lo fue por
Historia: El 8 de agosto de 1612 le fue merced del gobernador Alonso de la
dada la posesión. En Chichincagüe Ribera en el primer gobierno.
(Quichinancagua o Quichincahue). El 28 Biografía: Nació en Santiago, bautizado
de mayo de 1633, la viuda del agraciado el 30 de diciembre de 1590, hijo de don
156
como tutora de sus hijos, lo vendió a Luis. Sirvió en el ejército desde 1610
Felipe de Arce Cabeza de Vaca, en 120 a 1640, alférez general del reino en
vacas de vientre. Este la presentó en el 1615, castellano de Monterrey en 1616,
pleito que tuvo por estas tierras con la alcalde de Santiago en 1624.
propietaria de la estancia de Encomendero de Aculeo, Malloa y
153
Almahue. Peteroa. Dueño de casas en Santiago y
Biografía: Natural de Vizcaya, sirvió en de chacras en Macul y Ñuñoa.
Chile desde 1578, según una merced Estanciero e industrial en Maule. Testó 4
157
otorgada en 1625 en consideración a de marzo de 1630. Casó en 1623,
sus 47 años de servicios. En diciembre con doña Juana Liñán de Vera Miranda,
de 1602 en la compañía de los nacida en la Imperial, hija del capitán
capitanes reformados. Fue corregidor de Gregorio Liñán de Vera (venido a Chile
Colchagua en 1607, gran estanciero en en 1575, corregidor de Osorno en 1599,
Nancagua. Tuvo solares en Santiago, juez visitador de tierras en Colchagua) y
fueron vendidos el 29 de junio de 1637 de doña Mariana de Miranda Rueda
por su viuda y herederos al capitán don (hermana de dos beneficiados,
Andrés de Gamboa, otro estanciero estancieros en el Cachapoal).
154
malloíno. Casó en 1609 con doña
Constanza de la Cerda Niza, cuyo 48. Don Luis Jofré de Loayza Meneses
hermano, el presbítero Juan de 2 (500 + s/n), la sin número otorgada en tierras de
Guillonda, fue cura de Teno, Rauco y Palquibudi en 1604
158
Nancagua, con 300 cuadras en 28 de marzo de 1605 en Concepción = 500
155
Punmávida las que le traspasó. Historia: Pidió 500 cuadras para poner
Fallecida en 1652, habiendo testado en una estancia de labor y ganados. Se le
concedió por estar como estaba
perpetuado en esta tierra y que de
beneficiar y hacer la dicha estancia era
149
NSF 128 f. 478; Thayer, Formación II, 152; en pro y utilidad de este reino y servicio
Carlos Celis, "Los Salas, varonía de Miranda", de su majestad. En Río Claro de Malloa
REH 24, 96. en demasías del capitán don Alonso de
150
ES 21 fs. 36 y 60. la Ribera. Su hijo Juan Tomás lo vendió
151
CDIHCH 2ª Serie VII, 372. el 19 de septiembre de 1628 al capitán
152
Celis, “Origen”, 308. Juan de Fuenzalida Guzmán, el que
153
NSF 113 f. 13; RA 584 pza. 1, ya citada; 1437 tenía tierras vecinas y procedió a su
pza. 2, Felipe de Arce Cabeza de Vaca con mensura el 25 de octubre de 1628 por el
Andrés de Alarcón, por tierras, año 1632. Valen- capitán don Juan Liñán de Vera
zuela, “El corregimiento”, dice que fueron 220
vacas avaluadas a dos pesos y cuatro reales
156
cada cabeza. Thayer, Formación II, 191; Ricardo Manns,
154
NSF 113 f. 127. "Genealogía y descendencia del general Juan
155
ES 83 f. 264; Valenzuela, “El corregimiento”, Jufré", REH 10 y 11; Retamal et Al, Familias,
184; RA 2608 pza. 8, don Antonio y doña Toma- 111.
157
sa Ibarra González con don Miguel Bustamante, ES 160 f. 143.
158
sobre nulidad de posesión de tierras, año 1721. Celis, “Origen”, 296.

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La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

Miranda, juez visitador de tierras. No se Historia: Se confirma la merced anterior


pudo enterar en las demasías de don y se agregan estas de demasías del
Alonso de la Ribera en el río Claro, uno valle de Tinguiririca en la isla que está
de cuyos mojones se puso al pie del entre los dos brazos de este río y tierras
162
cerro Guacarhue y camino de carretas. de Rucatalca.
Formaba parte de la estancia de La D. 1º de abril de 1612 = 400
Estacada, posteriormente de don José Historia: En demasías entre la cordillera
Guzmán Miranda. grande, los cerros del pueblo de
Biografía: Nació en Santiago en 1566, Nancagua y la Angostura de Malloa.
hijo del conquistador Juan Jufré y de Formó parte de la estancia de Ontiveros.
doña Constanza de Meneses Aguirre; E. 3 de noviembre de 1627 en Concepción = 400
maestre de campo general, participó en Historia: En demasías sin especificar el
la guerra desde los 19 años. número de cuadras. Deben haber sido
Encomendero de Mataquito, Ñuñoa, 400. Formó parte de la estancia de
163
Peteroa, Purapel y Loanco. Alcalde de Ontiveros.
164
Santiago en 1592, corregidor de F. (1625 - 1629) = s/n
Santiago en 1603. Fundó la ciudad de Historia: En demasías de sus estancias,
165
San Luis de Loyola. Estanciero en Teno el río Tinguiririca y el río Claro.
y en el corregimiento de Maule, de Biografía: Nació en Madrid el 28 de
tierras heredadas y obtenidas en septiembre de 1568, hijo de don
merced. También tuvo chacras en Cristóbal del Águila y de doña Juana
Santiago, astillero y obraje de paños en Jufré (hermana del general Juan Jufré),
Maule. Testó el 22 de agosto de pasó al Perú en 1587, llegó a Chile el 20
159
1611. Cuñado de Pedro de Miranda de enero de 1590. Alcalde de Santiago
(ver 57). Casó en 1588 con doña en 1599, teniente militar en Santiago en
Francisca Gaete Estrada, hija de Diego 1605, administrador de Copequén en
de Gaete (conquistador, regidor de 1628, estanciero en el valle de Aculeo.
Osorno en 1560 y alcalde en 1563), y de El 9 de diciembre de 1631 otorgó
166
doña Leonor de Estrada Caracol testamento y falleció en 1637. Casó
Marmolejo (hermana y tía de otros en Santiago el 10 de mayo de 1590 con
beneficiados con mercedes en Malloa, doña Beatriz Galindo de Guzmán, hija
los 8, 23 y 29). del capitán don Diego de Guzmán
Galindo y de doña María Jufré de
49. Don Melchor Jufré del Águila Meneses; encomendera en segunda
6 (2.700 + s/n) 200 en Nancagua y 400 en El vida, testó en el 20 de abril de 1596, y
160 167
Parral, valle de Doñihue, en la merced de 1607 falleció poco después. Casó segunda
A. 4 de abril de 1590 en el pueblo de los Gualemos vez, en Concepción en 1608, con doña
= 400 Mariana de la Vega Sarmiento, nacida
Historia: En el sitio de Maquegua o en esa ciudad.
Maquehue. Las vendió al capitán
Francisco Bravo Pavón, dueño de tierras 50. Fernando de Leiva
168
en Pocoa en el Maule, quien con su 30 de septiembre de 1616 = 1.000
mujer Mariana González las donaron el Historia: En Pelequén, a una legua de
25 de agosto de 1639 a doña Francisca Malloa donde solía tener el capitán
Bravo a quien hemos criado en nuestra
161
casa.
B....1607 = 400 (de 1.000) 162
RA 873 pza. 2, don Baltasar Aranda Moscoso
Historia: En el valle del Tinguiririca, con don José Dávila, sobre derecho a tierras en
viniendo de la Angostura de Malloa el valle Puracoyán, año1721.
163
antes de pasar el río junto a un cerro RA 18 f. 177, doña Gertrudis Salas Calderón,
redondo que está en la falda de la don Gonzalo García Sazo y otros, con don Igna-
cordillera del lado del mar. cio Madariaga Palma, sobre derecho a una parte
C. 4 de julio de 1609 = 500 de las tierras de la estancia de San Francisco de
Cuenca, año 1761.
164
Celis, “Origen”, 293, 299, 302, 307, 331 y 334.
165
RA 2994 pza. 1, testimonio de una petición de
159
ES 80 f. 38. tierras de don Melchor Jufré del Águila, año1628.
160 166
Santa Cruz, “Crónica”, da por año de la mer- ES 169 fs. 193 y 202.
167
ced el de 1575, seguramente por error. ES 22 f 138.
161 168
NSF 113 f. 271. Celis, “Origen”, 318.

- 91 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

Campofrío sus ganados. Las compró en 52. Juan Lobo de la Barrera


1702 el capitán Pablo Leiva García Niño Dos mercedes con 1.200 cuadras en total:
(ver 43). A.16 de enero de 1613 = 200
Biografía: De Villanueva del Fresno, en Historia: Cercana al Cachapoal, en el
Badajoz, en Santiago en 1583. valle de Ulto. El 15 de septiembre de
169
Capitán. Aparece firmando con otros 1643 la vendió a don Esteban Cid
vecinos de la Imperial sobre despoblarla, Maldonado. Formó parte de la estancia
vivía allí cuando fue destruida por los de Gultro de 800 cuadras con las 600 de
indios. En 1603 era vecino o morador de Miranda, cargaba un censo de mil pesos
Concepción, al año siguiente se hizo a las agustinas, la vendió el 10 de
cargo de un trigo de la real hacienda en octubre de 1647 al capitán don Luis de
170
su calidad de tenedor de bastimentos. las Cuevas Morales, quien el mismo día,
Casó con una hija de Antonio Hidalgo y pero con otras condiciones de pago, la
de doña Jerónima Cortés. traspasó a don Francisco de Zúñiga y
176
Arista Jofré.
177
51. Don Francisco Lobo de la Barrera Rasura B. 6 de noviembre de 1629 = 1.000
171
18 de junio de 1680 = 200 Historia: En unas quebradas que hace el
Historia: En el valle de Malloa, demasías río Claro, río arriba en las demasías de
de la estancia de 1.200 cuadras que Brito hacia la cordillera (ver 5), en 1641
tenía su padre entre la estancia que fue en juicio con Gaspar Martínez de
178
del comisario general don Bartolomé Bedoya.
Maldonado y en 1680 era del maestre Biografía: Hijo de Francisco Lobo
de campo don Antonio de Mendoza (ver Trujillo, español, y de Ana Velásquez de
33) y la estancia de doña Félix de la Barrera. Nació por 1584. Sobrino del
172
Escobar. gobernador Pedro de Vizcarra. Sirvió
Biografía: Nació en Colchagua. Hijo de desde 1600 en el ejército, fue capitán y
Pedro Lobo de la Barrera (nacido en sargento mayor del fuerte de Yumbel en
179
Angol por 1590) y de doña Francisca 1611. Casó con doña María
Rasura de Sotomayor. Heredó de su Valdenebro, hija del capitán Cristóbal
padre 600 cuadras en la estancia de Delgado y de doña María Valdenebro
San Antonio. Capitán, sirvió en la (agraciada con merced, ver 82). Dotada
frontera más de ocho años en tiempo del con 400 cuadras, y con casas en
gobernador Porter Casanate y también Santiago que vendieron y con la plata
sirvió en Malloa. En su petición dijo estar compraron dos esclavas. Viuda arrendó
pobre y casado. Nieto y sobrino de su estancia al capitán Francisco de
mercedados en Malloa. El 28 de enero Salazar. Testó en Rupeumo el 22 de
de 1707 rectificaron la venta que habían enero de 1680. Vendió al corregidor don
hecho de 475 cuadras en Requegüe Luis de Guzmán Soto el título de tierras
(merced de Marañón 44) a Juana de la entre el Tinguiririca y el Claro con más
173
Fuente Beaulieu en 475 pesos. Testó las demasías de Brito, en 1684 recibió el
en su estancia de San Antonio de resto de lo que le debía de la venta de
174 180
Tipaume el 22 de enero de 1710. los potreros de la cordillera.
Casó con doña Mariana Madariaga,
nacida en Malloa, hija de Juan López de 53. Hernán López Zenteno
Madariaga (corregidor de Colchagua en Cuatro mercedes, una sin número de cuadras y las
1659) y doña Cándida Zúñiga Arista otras con 1.400 en total:
Varacaldo. En su dote tierras en la A.15 de mayo de 1604 = 400
estancia de Reguelemo. Testó viuda el Historia: En Pedegüe, valle de Río
175
16 de abril de 1733. Claro. Esta y la siguiente pasaron a su
yerno el capitán español Simón Román
Tamayo, pero no aparecen
mencionadas en los inventarios
169
Thayer, Formación II, 202.
170
CDIHCH 2ª Serie VII, 114, 407 y 529.
171 176
Celis, “Origen”, 340. NSF 114 fs. 432 y 434.
172 177
CG 479 f. 199, se dice que fue otorgada por Celis, “Origen”, 309 y 334.
178
el gobernador Juan Henríquez en 1678. RA 861 pza. 3, ya citada.
173 179
NSF 120 f. 211. RA 1000 pza. 1 fs. 252 y 285, información de
174
NSF 120 f. 129. hidalguía, año 1671.
175 180
ES 631 f. 272. NSF 117 fs. 99 y 259.

- 92 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier
186
practicados a sus bienes el 5 de julio de 24 de enero de 1614 = 475
1659 en sus dos estancias de San Historia: En el valle del pueblo viejo de
Roque y de Ontiveros. Pedegüe fue el Tagua Tagua. Fue de Diego Vázquez de
nombre de una estancia que poseía Padilla, comprada después de 1633 por
Francisco Román Zenteno en 1695 y don Pedro Lobo de la Barrera, en 1658
que pasó a Felipe Román Navarrete, su las pasó a su hijo Antonio con otras
181
hijo, y más tarde de doña Petronila doscientas del sitio de Requehue o
182
Román Chirinos. Rinconada de Tipaume, el que formó la
B....1606 = s/n estancia de San José de Requegüe. El
Historia: En el asiento de Raguilolén, al 24 de noviembre de 1680 entre sus
naciente del camino y del llano de bienes, los que fueron heredados por su
187
Tinguiririca. Raguilolén fue el nombre de madre doña Francisca Rasura.
una estancia que doña Ana, hija del Posteriormente de don Francisco Lobo
agraciado, señaló en su testamento de la Barrera Rasura, quien con su
entre sus bienes. Al igual que Pedegüe mujer lo vendieron a doña Juana de la
fue de Francisco y de Felipe, para pasar Fuente, viuda de Seriche, entre los
esta parte a doña María Román bienes mencionados en su testamento
188
Chirinos. de 1689, en sus inventarios en 1705.
C. 6 de mayo de 1608 en Concepción = 400 Biografía: Capitán. Puede haber sido
Historia: En el asiento de Raguilolén o pariente de los Miranda Marañón, los
Ralelolén la mitad, doscientas cuadras que tuvieron descendientes con tierras
que pasaron a formar parte de la en Malloa (Paniagua).
estancia de San Roque. Las doscientas
restantes en Puyén (las que no hemos 55. Andrés Martínez Texero
189
ubicado por su nombre) o La Mesa (en ... de marzo de 1609 = 400
1796 se alude a las tierras de San Juan Historia: En la ribera del río Claro más
de Pedegüe y Mesa), entre el arriba de Popeta. La trabajó y añadió
Tinguiririca y el estero de Rigolemo. otras 300 cuadras obtenidas por
183
D.14 de mayo de 1612 en Santiago = 600 compra, una parte fue heredada o
Historia: El capitán don Juan Liñán de adquirida por su hijo Gaspar Bedoya. El
Vera hizo mensura adjudicando 300 en 4 de julio de 1648, doña Isabel García
unos ancones y potrerillos arriba de la de Bedoya, otra hija del agraciado,
estancia vieja, las otras 300 se señalando que se le habían quedado
adjudicaron a Raguilolén. Pasaron a debiendo de su dote 250 cuadras de
formar parte de la estancia de San tierras en que hoy vive Gaspar Bedoya,
Roque de Roma. y la vendió al capitán Simón Román en
184 190
Biografía: Capitán. En mayo de 1602 mil pesos. El 15 de marzo de 1674
otorgó la posesión de tierras a doña Isabel, ahora diciéndose heredera
Pichicoque. En diciembre de 1602 en la de sus dos hermanos menores, vendió
compañía de caballos del capitán don en Lima una parte a Juan de Soto y
185
Alonso de Ribera. Hubo un Pedro Castro, yerno de Gaspar, el que con su
López Zenteno, del puerto de Santa esposa vendieron 300 cuadras el 11 de
María, en Tucumán en 1550, en Cañete mayo de 1675 a don Nicolás de Vergara
191
en 1561, año en que fue al Perú, Toledo.
contador de Córdoba en 1573. Casado Biografía: Como Andrés Martín citado en
con Isabel Mejía Alvarez. Tuvo dos hijas 1606 como linde, por lo que estaría
casadas con estancieros, una con Recio asentado antes de esta merced, vuelve
de Soto (agraciado). a ser mencionado en 1616 (ver 74).
Compró las 300 cuadras de Gonzalo
54. Don Francisco Marañón Rodríguez. En 1619, se encontraba
impedido de la gota y otras
enfermedades. Un hijo recibió merced
181
NSF 120 f. 74.
182 186
RA 1820 pza. 2, don Pedro Osorio Bobadilla Celis, “Origen”, 311.
187
con don Cayetano Maturana de los Ríos, sobre NSF 117 f. 379.
188
deslinde de Pedegüe y Talcaregüe, año 1796. NSF 104 f. 446.
183 189
Celis, “Origen”, 295, 298, 300 y 307. Celis, “Origen”, 301.
184 190
Amesti, Las casas, 239. NSF 114 f. 472.
185 191
CDIHCH 2ª Serie VII, 374. NSF 117 f. 385.

- 93 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

de tierras (ver 14). Casó con Juliana de deslindes de sus respectivas


195
Bedoya, hija natural de Gaspar de propiedades.
Bedoya Palominos (nacido en 1527, B. 15 de octubre de 1577 en la fortaleza de Arauco
192
venido a Chile en 1562). = s/n
Historia: Por muerte de su padre pidió la
56. Jerónimo de Miranda confirmación de las tierras que iban
193
19 de junio de 1579 = s/n desde el tambo e iglesia del pueblo de
Historia: En Coquén a media legua del Copequén orillando el Cachapoal arriba
tambo de Copequén corriendo valle hasta su junta con el río de Codegua y
abajo de este nombre hasta Chillegüe. desde allí hasta las tierras de Gultro.
De su hijo el teniente Baltasar de Tenía en aquel lugar un pedazo de
Miranda, quien dotó a su hija doña Ana tierras con viñas, casas y molino y
de Miranda Huerta, con una estancia en estancia de ganados más tiempo de
196
estas tierras para su matrimonio con el viente años. El 20 de enero de 1578
capitán Juan de Villanueva Villoldo en fue dada la posesión por Juan de Tapia.
194
1639. A su vez dotaron con la En esta merced debe haber tenido su
197
estancia de Melpué a su hija doña Juana origen la estancia de El Olivar .
198
al casar con Baltasar Rey y con otra C. 28 de septiembre de 1603 = 600
parte de Copequén a su hija doña María Historia: Linde con el río Cachapoal,
al casar con el capitán Esteban formó parte de la estancia de Gultro, con
Cabiedes. La esposa de su hijo Felipe la merced de Juan Lobo de la Barrera.
Villanueva, doña Inés González de Debe haber sido de la mencionada hija
Medina Cabiedes, trocó tierras de su del agraciado, de cuyo hijo, don José
dote en Tunca por las que su cuñada Guzmán Miranda, la obtuvo don
doña María tenía en Coinco. El 8 de julio Esteban Cid Maldonado.
de 1744 era de los herederos de la Biografía: Hijo del conquistador y
estancia de Coinco, uno de los cuales encomendero Pedro de Miranda y de
lindaba por su costado del este con el doña Esperanza de Rueda. Nació en
pueblo de Copequén. 1561, capitán, vivía en 1621,
Biografía: Hijo natural mestizo de Pedro encomendero de Copequén, regidor y
de Miranda, encomendero de alcalde de Santiago. Hermano de
Copequén. En 1565 estuvo a cargo de Jerónimo, tío de don Juan Tomás Jofré y
los rebaños que su padre administraba de su esposa. Suegro de otro
de los indios de su encomienda, beneficiado (ver 42). Casó por 1580 con
hermano de Pedro (ver 57). Casó antes doña Baltasara Jofré de Loayza
de 1580 con Ana de Dos Hermanas. Meneses, nacida en 1564. Hermana de
don Luis Jofré (ver 48).
57. Pedro de Miranda (Rueda)
Tres mercedes, una por 600 y dos sin número de 58. Luis de Monardes
199
cuadras: 1º de abril de 1617 en Rancagua = 300
A. 1575 = s/n Historia: En demasías entre la estancia
Historia: En Copequén. Heredado por su del capitán Fernando Vallejo llamadas
hija doña Luisa, cuyo bisnieto don José Tilcoco y el río Claro de Malloa como va
de Guzmán Córdoba era dueño en más por el camino que va a los Tagua
1744, año en que se midieron las tierras Tagua de esta parte del dicho río en que
vecinas del pueblo de los indios de su habrá seiscientas cuadras poco más o
encomienda. En 1756 y 1759 su viuda menos. El 3 de mayo de 1617 la
doña Teresa Ramírez Vargas, continuó posesión otorgada por Gaspar Alvarez.
con pleitos con los indios por los La trabajó. Más tarde formó parte de la
estancia de Tilcoco.

192
Thayer, Formación I, 149, no da hijos, plantea
la pregunta si lo seria Gaspar de Bedoya, el que
195
en realidad es su nieto. NSF 127 f 73; RA 1468 pza. 2; Judicial de
193
Celis, “Origen”, 293. San Fernando, legajo 231 pza. s/n (en adelante
194
RA 2361 pza. 4, Ana de Miranda Huerta con JSF).
196
Baltasar Rey, su yerno, por tierras en Copequén, RA 1895 pza. 1 el título de la merced.
197
año 1667; Juan Guillermo Muñoz y María Inés CG 435 pza. 5.
198
Abarzúa, Cuatro pobladores de Rancagua y sus Celis, “Origen”, 293 y 294.
199
familias (Santiago de Chile: 1995), 28. Celis, “Origen”, 320.

- 94 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

Biografía: Español, pasó con sus padres 60. Don Juan Antonio Morales de la Banda
204
y dos hermanas en 1577 a Nueva 16 de abril de 1676 = 1.000
España, venido a Chile con el maestre Historia: Pidió mil cuadras. En el pueblo
de campo don Gabriel de Castilla por de Malloa desde el tambo y viña
1597. En 1610 dio la posesión de las corriendo el camino real que viene
tierras de Sebastián de Espinosa en desde la Angostura hasta el convento de
Copequén. En 1612 compró 400 San Francisco, de una banda y otra, por
cuadras de merced de Francisco Pérez estar vacas y no haber en dicho pueblo
de Navarrete, en cien pesos, fecha en más de un indio. Pagó doce pesos
205
que ya vivía en Malloa. Su estancia en el cuatro reales por la medianata.
valle del Río Claro citada como lindero Biografía: Nació en Jerez de los
de unas tomadas en posesión en 1614. Caballeros, Extremadura, a Chile en
Testó en Santiago el 14 de enero de 1651, familiar del Santo Oficio, sirvió en
200 206
1639. Casó con Ana de Rojas, hija de la guerra desde antes de 1661.
Isabel de Aguilar, dotada con 400 Corregidor de Colchagua de 11 de
ovejas. Casó el 22 de septiembre de octubre de 1675 a 30 de septiembre de
1629 con Isabel Rosa, viuda de 1677. Falleció habiendo testado 23 de
207
Sebastián Jorge de Segura. Finalmente noviembre de 1693. En 1664 casó
casó con Ana Bernal, dotada con una con doña Isabel del Campo Lantadilla,
negra. hija de Juan del Campo Lantadilla
(limeño, alcalde de Santiago en 1655) y
59. Martín de Montenegro de doña Cristobalina de Gamboa, nieta
10 de junio de 1604, en el asiento de Pocoa = materna de Alonso Arias de Saavedra y
201
400 de doña María Caracol Marmolejo (ver
Historia: Las pidió para entablar una 23). Dotada con 6.000 pesos, aunque
estancia para sustento de su persona, recibió 4.565, el l2 de agosto de 1719
208
hermanas y sobrinos por venir dio poder para testar.
destrozados de la despoblación de las
ciudades de Arriba. El 19 de junio de 61. Lorenzo Nilo
1604 la posesión otorgada por el capitán Dos mercedes con 1.000 cuadras en total:
Alonso de Miranda Salón, alguacil mayor A.18 de noviembre de 1626 = 800
de gobernación. En Tilcoco, a dos Historia: En demasías de la estancia de
leguas del pueblo de Malloa en la parte su padre, las tierras del padre Laso y las
y asiento donde tenía poblada y tiene su de los Aranda Gatica corriendo hacia los
estancia Fernando Vallejo Merino. Las pueblos de Malloa, Tagua Tagua y
vendió al maestre de campo Sebastián Copequén. Debe haber sido vendida por
de Espinosa. Pasaron a formar parte de el beneficiado, pues se avecindó en el
la estancia de Tilcoco. sur.
202
Biografía: Nació en Valdivia en 1572. B.19 de noviembre de 1668, en Concepción =
209
Hijo de Juan de Montenegro (venido a 200
Chile en 1543, vecino fundador de la Historia: Linde con el pueblo de Malloa,
Imperial y de Valdivia, encomendero y Queltén y el cerro Milcagüe a tres
corregidor de Osorno) y de doña Ana cuadras del convento de San Antonio de
Bravo. Vicario de campo y ejército del Malloa, y una población llamada
rey en 1604, canónigo y visitador Chuchugüe, y de ahí al portezuelo de
general del obispado de Santiago. Dio Reguelemo, camino real de Santiago. Lo
poder para testar, lo que se hizo el 22 de vendió en Concepción a su hermana
203
septiembre de 1618. doña Ana Venegas el mismo día de su
otorgamiento, la que lo donó el 11 de
agosto de 1713 al capitán Baltasar de
Aranda Moscoso, estaban ubicadas
entre el estero de Reguelemo y otro que

204
Celis, “Origen”, 339.
200 205
ES 183 f. 60. CG 477 f. 241.
201 206
Celis, “Origen”, 295. Espejo, Nobiliario, 588.
202 207
Thayer, Formación II, 303; Guarda, Una ES 416 f. 93.
208
ciudad, 199. ES 622 f. 141.
203 209
ES 58 f. 155. Celis, “Origen”, 331 y 338.

- 95 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

nace en un asiento de cabras donde despoblado, linde con tierras del capitán
criaba Gaspar de Bedoya, había un Pedro Lobo por arriba, con el río de
antiguo corral de vacas del capitán Tagua Tagua por un costado y por el
Diego de Bustamante. otro con la cuesta que iba a lo de Lope
Biografía: Hijo natural de Juan Bautista Madrid.
Camilo (ver 20). Capitán, sirvió de Biografía: Nació en Santiago, hijo del
reformado desde 1616. Fue vecino de sevillano Juan Bautista de Orozco y de
Concepción, ciudad en que vivió con su doña María Betanzos. Capitán.
esposa e hijos. El 18 de octubre de 1650 Corregidor de Colchagua desde 23 de
recibió encomienda de cuatro abril de 1667 hasta 11 de septiembre de
muchachos yanaconas y cuatro 1668, en 1678 fue corregidor de
215
muchachillos nacidos y criados en su Melipilla, en 1678 regidor. Debió
210
casa, falleció por 1680. sostener varios pleitos, uno en 1669 con
Gaspar Venegas sobre mensura de
216
62. Gaspar Núñez tierras en el valle de Tagua Tagua.
211
23 de octubre de 1604 en Malloa = 300 Otorgó poder para testar el 2 de mayo
217
Historia: Planes y cerros al poniente del de 1650 . Casó en Santiago el 12 de
estero de Antiveros. Linderas al río enero de 1641 con doña Juana Monte
Tinguiririca, en los títulos de don Melchor de Sotomayor, bautizada en 1625, hija
Jufré del Águila y después en los de su de Juan de Silva Borges (natural de la
yerno don Diego González Montero. isla de Madera), y de doña Juana Monte
Formó parte de la estancia de de Sotomayor y Mercado. Testó el 31 de
218
Lincunlauta del maestre de campo Juan enero de 1688.
Bautista Maturana Valles, cuya viuda la
vendió. En 1745 Lincunlauta era del 65. Diego Páez Clavijo
212 219
capitán Juan Jiménez de León. 26 de junio de 1612 = 300
Posteriormente las haciendas Historia: En Copequén. Formó parte de
nombradas Nincunlauta y Cañadilla. la estancia de El Chaval.
Biografía: Fue capitán. Biografía: Nació en Córdoba,
220
Andalucía. Hijo de Alonso Páez
63. Héctor de Olivera Clavijo y Juana de Alvarado. Alférez de
213
4 de diciembre de 1615 en Concepción = 300 la expedición de Mosquera, a Indias en
Historia: Pidió 600 cuadras. En 1604. Capitán en la guerra de Arauco.
demasías entre el río y el desaguadero Avecindado en Buenos Aires, fue su
de la laguna de Tagua Tagua. Olivera lo alcalde desde 1622 hasta 1629.
donó el 22 de diciembre de 1615 al Teniente general en 1623. Debe ser
capitán Gonzalo Gutiérrez de pariente próximo de Bartolomé Páez
Sotomayor, de quien he recibido Clavijo, encomendero de Copequén,
muchas y muy buenas obras. El 26 de casado con doña Luisa Miranda Jofré,
agosto de 1616, la posesión dada a en la descendencia de la cual quedó
Gutiérrez. Formó parte de la estancia de esta merced. Casó con doña Catalina
Tagua Tagua. Agreda de Vergara.
Biografía: En Chile en la guerra desde
1596. Alférez. Residía en la ciudad de 66. Francisco Paniagua (de Loayza)
Concepción. En 1615 era soldado de la 5 (2.800) 2.300 en Unco, Yáquil y Teno desde
compañía del capitán Alonso de Miranda 1609
221
Salón. 18 de noviembre de 1626 = 500
Historia: En Malloa. No tomó posesión.
64. Andrés de Orozco Betanzos Formó parte de la estancia de
214 222
... de diciembre de 1663 = 1.000 Tilcoco.
Historia: En el pueblo de Tagua Tagua,
por ausencia y muerte de los indios
naturales de dicho pueblo, que hoy está 215
Actas del Cabildo Tomo XL, 232.
216
RA 1903 pza. 1.
217
ES 212 f. 130.
210 218
CG 487 f. 166. ES 373 f. 116.
211 219
Celis, “Origen”, 296. Celis, “Origen”, 308.
212 220
NSF 127 f. 151. Espejo, Nobiliario, 450.
213 221
Celis, “Origen”, 316. Celis, “Origen”, 331.
214 222
Celis, “Origen”, 338. NSF 114 f. 384.

- 96 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier
228
Biografía: Nació en Villanueva, 3 de octubre de 1614 = 1.500
223
Badajoz. En Chile en 1598, capitán Historia: Donde las hubiere vacas entre
en la guerra de Arauco, corregidor de el río Tinguiririca y el Peomo, juntas o
Colchagua en 1609, administrador de separadas. Sus puestos se llamaban
Teno y Rauco en 1626. Cofrade de la Renaico, Pataguas, puesto y asiento de
Vera Cruz de Chimbarongo. El 20 de Quirihue y Pocodaren, riberas del
229
agosto de 1614 compró y tomó la Tinguiririca y valle de Pichidegua. El 6
posesión de 500 cuadras, merced a de octubre de 1614 traspasó el título al
Salas. Compró a Hernando Vallejo general don Francisco de Avendaño,
Merino 800 cuadras en Tilcoco. Dueño quien el 3 de diciembre de 1614 tomó la
de la estancia de Teno con 3400 posesión. Dada en dote a su hija, fue
cuadras. Lizardo Valenzuela señala que vendida por el matrimonio en 1632.
sus tierras de Malloa estaban vecinas a Formó parte de la estancia de Almahue.
las de Juan Bautista Camilo, junto a las Biografía: Sirvió al rey desde 1589, fue
cuales compró otras 400 cuadras, de las nombrado teniente de capitán general y
que vendió la mitad a Agustín de Aranda corregidor de Santiago el 20 de
Gatica. 224 Testó en Teno el 22 de junio noviembre de 1614, su fiador fue Alonso
de 1642 y el 18 de octubre de 1643 dictó del Campo Lantadilla, también fue
225
codicilo. Casó con doña Inés Merino, procurador general del reino. El 28 de
nacida en Valdivia, hija del cronista septiembre de 1615 recibió poder del
Pedro Mariño de Lobera y de Francisca cabildo para que lo representara ante el
Miranda Marañón, no llevó dote. Vendió virrey del Perú. En sus ausencias
a Agustín Ramírez 800 cuadras en nombraba en su reemplazo al licenciado
Tilcoco (merced a Vallejo 83). Andrés de Toro Mazote, como en 1615 y
en 1617, por cuanto a negocios del
67. Miguel Pérez servicio a su majestad me es forzoso
230
1612 = 200 hacer ausencia de la dicha ciudad.
Historia: Formó parte de la estancia de
Tinguiririca. 70. Don Alonso Pichicoque
231
17 de enero de 1602 en Arauco = 200
68. Don Francisco Pérez de Navarrete Historia: Se señaló que, como sois leal
226
7 de agosto de 1612 en Concepción = 400 vasallo de su majestad y que tenéis
Historia: Estando en Concepción pidió necesidad de doscientas cuadras de
600 cuadras para sustentarse y acudir tierra en Chuchué y Limagüe y en
mejor al real servicio. En el asiento de defecto de no haberlas, que sean de las
Quillo, valle de Malloa, linde con el río demasías del pueblo de Malloa, y por
Claro y tierras de Sebastián de linderos las tierras de Pelequén,
Espinosa. En esa ciudad el 11 de agosto Reguelemo y Juan Bautista Nilo... estar
de 1612 la vendió en 100 pesos a Luis informado lo bien que acudís vos y
de Monardes. El 20 de septiembre de vuestros vasallos al servicio de su
232
1612 Monardes tomó la posesión dada majestad. El 6 de mayo de 1602 fue
por Gonzalo de Espinosa. Formó parte dada la posesión. En el valle de
de la estancia de Tilcoco. Malloa...en el asiento y la tierra y junta
Biografía: Nació en 1584. Se le otorgó la de la toma de Chuchué que viene del
merced, en consideración a que habéis estero de por medio el otro valle y una
servido a su majestad. Era capitán de 32 cuadra del camino que viene de la
227
años en 1616. ciudad de Santiago al pueblo de Malloa,
el dicho cacique me requirió a mi el
69. Juan Pérez de Urasandi capitán Hernán López de Centeno en
2 (2.500) 1.000 en Lihueimo en 1614
228
Celis, “Origen”, 314.
229
RA 584 pza. 1 f 30, ya citado, de donde he
223
CDIHCH 2ª Serie VII, 424. tomado las fechas.
224 230
Valenzuela, “El corregimiento”, 185. Colección de Historiadores de Chile Tomo
225
NSF 114 fs. 112, 126 y 381. XXV, 70, 92 y 111.
226 231
Celis, “Origen”, 308. Celis, “Origen”, 394.
227 232
Archivo General de Indias (Sevilla), Chile, RA 1696, ya citado, 2888 pza. 2, indios de
legajo 42 Nº 12 (en adelante AGI). Referencia Malloa con don Santiago Larraín Vicuña, año
gentileza de Carlos Ruiz Rodríguez. 1739.

- 97 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

virtud de este título del señor gobernador 49 E). Doña Catalina de Toledo Sierra
Alonso de Ribera...la posesión del dicho Ronquillo, su viuda, al testar en 1674
cacique en dicho paraje sin dijo tener una estancia de 400
238
contradicción y arrancó yerbas en señal cuadras. Juan uno de sus nueve hijos
de posesión. Fueron arrendadas a doña vendió el 11 de noviembre de 1680 a su
María de Tordesillas viuda del capitán hermano Nicolás, sus 44 y media
239
don Luis Rodríguez de la Cueva en doce cuadras.
233 240
pesos cuatro reales por 1649. En Biografía: Nació en 1577 en Córdoba.
1654 el cacique en su testamento donó Pasó a Chile como alférez en la
la mitad a Gaspar Venegas, por buenas compañía de su primo el capitán
obras que del susodicho y sus padres he Gregorio Puebla, capitán en Chile, con
recibido, para que impusiese una una compañía a su cargo en diciembre
241
capellanía con el valor del quinto, y el de 1602. Primo de Bartolomé de
resto a pagar a sus herederos. Rojas Puebla, mercedado con tierras en
242
Correspondió al quinto 150 pesos y el la costa de Colchagua.
valor de las cien cuadras fue de 200
pesos, por lo que los Venegas pagaron 72. Don Juan de Quiroga y Gamboa
los 50 pesos a sus herederos. En 1656 8 (10.900) 4.400 en Teno y Colchagua en tres
Gaspar cedió las cien cuadras a su mercedes desde 1612
madre doña Beatriz Venegas, la que A.12 de abril de 1613 = 2.000
impuso el gravamen de la capellanía Historia: Mil en el valle entre los ríos
sobre toda su estancia. El 6 de Cachapoal y Tinguiririca y mil en el valle
septiembre de 1682 doña Ana de de Colchagua a orillas del Tinguiririca
Zavala, nieta de la Venegas, vendió 200 (estas pueden haber estado en la ribera
cuadras, llamadas tierras de Chuchué y sur).
Llimagüe, al capitán Francisco García B.14 de agosto de 1615 en Concepción = 1.000
Henríquez, este las cambió el 21 de julio Historia: Las pidió diciendo que en el
de 1699 a don Nicolás Vergara Toledo valle que hay entre el pueblo de
por unas que había adquirido de su Colchagua y Peomo, sus
hermano don Simón Vergara. 234 encomendados, había ciertos encones,
Biografía: Nació por 1574. Hijo del quebradas y lo más vacas y sin
cacique don Francisco Pichicobque y de perjuicio, cuyos linderos son a mano
doña Catalina. Cacique. Tuvo pleitos por derecha del camino real que va desde el
el cacicazgo con los dos hijos de dicho pueblo de Colchagua a Peomo y a
Bartolomé, su hermano primogénito, a mano izquierda y asimismo desde el
uno de los cuales debió entregar dicho camino hasta las juntas de los ríos
temporalmente el mando en 1611, para de Cachapoal y Tinguiririca, que son los
235
retomarlo posteriormente. Testó el 12 dos ríos que dividen los dichos dos
236
de junio de 1654. Casó con doña pueblos, y por serle de importancia para
Constanza. poder traer sus ganados de invierno, por
no estar entonces el valle a propósito
243
71. Francisco de Puebla por las muchas lluvias y pantanos .
6 (3.900) 3.500 en Chimbarongo y Nancagua, en C. 6 de septiembre de 1617 = 1.000
cinco mercedes desde 1607) Historia: Entre Peumo y Colchagua,
237
14 de marzo de 1608 = 400 valle del Tinguiririca abajo hasta sus
Historia: En el valle de Malloa, desde el juntas con el Cachapoal.
cerro de Requegüe hasta la punta de D. 9 de junio de 1618 = 1.500
Licauna. La posesión de 200 de ellas se
tomó en una isla del río Claro. En 1667
era de don Pedro de Toro Mazote. Entre
los bienes del teniente Domingo García 238
NSF 104 f. 354.
de Vergara en la isla del río Claro (ver 239
NSF 117 f. 358.
240
Roa, El Reyno, Nº 2220.
241
CDIHCH 2ª Serie VII, 403.
233 242
NSF 114 f. 561. Juan Guillermo Muñoz Correa, "San Antonio
234
NSF 119 f. 521. de Petrel. Tenencia, producción y trabajo en una
235
RA 1084, por el cacicazgo del pueblo de hacienda costera de Chile central (Siglos XVII y
Malloa. XVIII)", Historia, 18 (1983)..
236 243
NSF 114 f. 666. RA 584 pza. 1, ya citada; NSF 128 f. 478, en
237
Celis, “Origen”, 299. que también aparecen otras.

- 98 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

Historia: Faja de cien por quince cuadras 1581 con el gobernador Sotomayor.
entre el Cachapoal y el Tinguiririca, la Capitán vecino de Villarrica en 1592.
mitad entre el desaguadero de la laguna Fue proveedor del ejército, en 1597
de Tagua Tagua y los cerros que van de estaba en Valdivia, para el
Peumo a Colchagua. apercibimiento de la gente que ha de ir a
244
E. 3 de julio de 1618 = 1.000 la guerra, en 1598 hospedó al refuerzo
Historia: Entre el Cachapoal y el solicitado por el gobernador Oñez de
Tinguiririca. Con las anteriores formó Loyola. El 16 de febrero de 1601 acudió
parte de la estancia de Almahue. a un consejo de guerra en
249
Biografía: Hijo de don Antonio de Concepción. Sargento mayor en
Quiroga, venido a Chile en el refuerzo 1620. En 1631 tuvo pleito con don
de Losada en 1576, alférez general, Andrés de Gamboa por la venta de mil
250
falleció en Madrid; y doña Inés de cuadras en Pichidegua. Otorgó poder
251
Gamboa Quiroga, hija y nieta de en 1632. También fue apellidado
252
gobernadores de Chile. Encomendero Recio de Sotomayor. Casó primero
245
de Colchagua y Peumo. Unas tierras con doña Elvira Zenteno, hija de Hernán
se le concedieron en consideración a los López Zenteno e Isabel Mejía Alvarez,
muchos y calificados servicios que ambos con mercedes en Malloa, viuda
vuestros padres y abuelos han hecho a del maestre de campo Francisco
su majestad en este reino y vos a su Galdames de la Vega, encomendero de
imitación los habéis continuado desde Perquilauquén.
vuestra niñez. Con las mercedes en Casado segunda vez con doña Ana Venegas
Malloa formó la estancia de Almahue Ramírez, hija de Diego Venegas Fernández, de
con 6.500 cuadras. Testó el 26 de abril Valdepeñas, y doña Mariana Núñez Ramírez y
246
de 1619. Este año, a su muerte, todos Guelas, de Osorno; viuda de Bartolomé de Toro,
253
sus bienes fueron sacados en con dote en 1632 de 9.000 pesos.
almoneda, se adjudicó Almahue el
visitador Juan Bautista de Ureta, 74. Doña Catalina de Riberos Figueroa
254
sucesor en las encomiendas de 14 de septiembre de 1616 = 800
Colchagua y Peumo. Casó con doña Historia: En Malloa, linde con las
Mariana de Córdoba y Aguilera, hija de estancias del padre Pedro Gómez de
Pedro Fernández de Córdoba y de doña Astudillo y de Andrés Martín (ver 55). En
Inés de Aguilera (heroína en La Imperial 1645 se dijo que unas tierras estaban en
255
en 1599), hermana de doña Inés, demasías suyas (ver 5).
esposa del gobernador Alonso de Biografía: Hija del conquistador
Ribera. Francisco de Riberos (encomendero de
Malloa) y de doña Teresa Suárez de
73. Antonio Recio de Soto Figueroa (sobrina de la esposa de Pedro
247 256
27 de septiembre de 1606 = 600 de Valdivia). El 1º de abril de 1598 su
Historia: Estaban ubicadas junto a las
tierras de su suegro. Lo vendió al
capitán Simón Román, su concuñado. 249
CDIHCH 2ª Serie VII, 40.
Formó parte de la estancia de San 250
RA 966 pza. 2, Antonio Recio de Soto con
Roque. Andrés de Gamboa Valenzuela, venta de tierras
Biografía: Nació en 1558 o 1562, según en Pichidegua, año 1631.
248
declara en 1616. Vino a Chile en 251
ES 72 f. 39.
252
Thayer, Formación I, 93, y cree que Elvira
pudo ser hija de García Álvarez Botello, cita RA
244
Celis, “Origen”, 309, 315, 322, 324 y 325. 72 f. 5.
245 253
Santa Cruz, “Crónica”, 162, señala que tam- ES 72 f. 13; Tomás Thayer, "Memoria Históri-
bién fue encomendero de Colchagua y Teno y ca sobre la familia Alvarez de Toledo en Chile",
que recibió mil cuadras en 1604 en Larmagüe y Anales de la Universidad de Chile, CXIII (1903),
en la costa; Espejo, Nobiliario, 674, lo dice en- 521; Roa, El Reyno, Nº 1845 y 1960.
254
comendero de Melipilla, Peumo, Apoquindo, Celis, “Origen”, 317.
255
Colchagua y Teno. Luis de Amesti, "San Antonio de Malloa",
246
ES 80 f. 285. BACH 13, Santiago 1940, 101, dice que la pose-
247
Celis, “Origen”, 298. sión se la dio el padre Pedro de Aránguiz.
248 256
AGI, Chile, 42 Nº 2 y 43 Nº 3, dato gentileza Amesti, Las casas, 230; Retamal et Al, Fami-
de Carlos Ruiz Rodríguez; Guarda, Una ciudad, lias, 119; Roa, El Reyno, Nº 241; Thayer, For-
220. mación III, 123.

- 99 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

hermano Alonso le donó en calidad de Biografía: Soldado de la compañía del


dote la chacra de El Rosario. Testó el 29 capitán don Gome de Figueroa.
de marzo de 1624. En 1625, viuda, También fue apellidado Fernández de
dueña de un solar en Santiago. En 1630 Salas. Alférez. Se le otorgó en
257
otorgó poder. Hija y hermana de consideración de sus servicios en la
encomenderos de Malloa y cuñada del guerra y que estaba continuando
corregidor de Colchagua Alonso de haciéndolos.
Zelada Montalbán, tía de don Manuel
Campofrío Roco de Carvajal, que las 77. Melchor de Sanabria
había recibido diez años antes y de 2 (1.100) 800 en Pulín, en 1615
263
Francisco Riberos Zelada, que recibió 30 de julio de 1604 en Santiago = 300
tierras por 1662 en Nancagua. Era viuda Historia: Tierras llamadas Yarael (Yrael)
del general Garci Gutiérrez Flores, de en contornos de la laguna de Tagua
Brozas, Extremadura. Pasó a Chile en el Tagua. El 19 de octubre de 1604 fue
socorro de gente de Luis de Carvajal, dada la posesión a Juan de Madrid por
sirvió en la guerra con los gobernadores poder del beneficado, por el capitán
Sotomayor y Oñez de Loyola, capitán, Tomás de Olavarría, en el cerrillo por
corregidor de Santiago en 1601 y donde se va a pescar. El 23 de
258
alcalde en 1604. Falleció por 1607. diciembre de 1633 fueron vendidas por
sus albaceas, para que se dijeran misas
75. Gonzalo Rodríguez por su alma, al capitán Gonzalo
259 264
29 de julio de 1601 en Santiago = 300 Gutiérrez de Sotomayor. Formaron
Historia: En el río Claro junto a Malloa y parte de la estancia de Tagua Tagua.
al cerro Malomagüida y frente al cerro Biografía: Hijo de Pedro García Galabez
Coquelquel, fue adquirido por Gaspar de y de Catalina Rodríguez de Sanabria,
Bedoya, cuyo yerno Juan de Soto las vecinos de Alcántara. Capitán en la
vendió el 11 de mayo de 1675 a don guerra de Arauco. Era preboste general
260
Nicolás de Vergara. del reino cuando recibió la merced.
Biografía: Capitán. Hubo un soldado Residente en Concepción, donde testó
nacido en 1577 en Chávez, que en el 27 de octubre de 1631, sin
265
diciembre de 1602 estaba en la descendencia.
compañía del capitán Luis del Castillo
Velasco (con parientes estancieros en 78. Juan Bautista de Santa María
Colchagua) y del sargento Juan Dos mercedes con 1.100 cuadras en total.
261
Canalejo, con merced en Malloa. A. 6 de abril de 1617, en Lontué = 500
Historia: En el valle de Tagua Tagua. Lo
76. Bartolomé de Salas vendió a Agustín de Aranda Gatica,
262
16 de julio de 1614 en Concepción = 500 pasaron a don Luis de las Cuevas y
Historia: Pidió 500 cuadras para poner Morales.
266
una estancia de labranza y crianza. Fue B. 24 de mayo de 1617, en Concepción = 600
cedida a Francisco Paniagua en Historia: La pidió para poner una
Concepción el 20 de agosto de 1614, estancia de labranza y crianza. En
graciosamente por buenas obras que de Concepción 6 de agosto de 1617, otorgó
él he recibido. El 4 de septiembre de poder al capitán Juan Redondo Briseño
1614 Paniagua tomó la posesión para pedir la posesión, quien la tomó el
otorgada por el capitán Francisco 31 de agosto de 1617, siendo otorgada
Hernández Redondo entre la estancia por el sargento mayor Juan Bautista
de Luis de Monardes y el río Claro en el Maturana. En demasías entre las
camino que va de la dicha estancia, de estancias de Tilcoco del capitán
la otra parte tierras del capitán Francisco Fernando Vallejo Merino y Chillegüe,
Hernández Redondo y una montaña. estancia de Baltasar de Miranda, que
Formó parte de la estancia de Tilcoco. corre el valle abajo de Illagüe hacia el río
Claro camino de Tagua Tagua. Formó
parte de la estancia de Tilcoco.
257
ES 160 f. 214.
258
CDIHCH 2ª Serie VII, 516.
259 263
Celis, “Origen”, 294. Celis, “Origen”, 295.
260 264
NSF 117 f. 385. NSF 113 f. 20.
261 265
CDIHCH 2ª Serie VII, 381. Algunas cláusulas en NSF 113 f. 20.
262 266
Celis, “Origen”, 313. Celis, “Origen”, 321.

- 100 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

Biografía: Capitán, alguacil mayor de la de Requegüe comprada a don Antonio


276
gobernación. En 1617 estaba pobre y [sic] Lobo (ver 54).
con carga de familia que sustentar.
Puede ser el Juan de Santa María que
en 1602 estaba en el fuerte de Arauco
267
bajo el capitán Tomás Durán. Casado 80. Juan de Toledo Mexía
277
con doña Ana Bustamante, que testó en (1612 - 1617) = 600
268
1612. Historia: En Codigua. Por incendio de su
casa perdió la cédula de merced y
79. José Seriche consiguió una nueva del gobernador
269
7 de agosto de 1620 en Concepción = 500 Fernández de Córdoba (entre 1625 y
Historia: Posesión el 25 de septiembre 1629).
de 1620, ante don Juan de Astudillo, en Biografía: Hijo del conquistador Luis de
el asiento y juego de la chueca de los Toledo y de la mestiza Isabel Mejía
278
porumaches que está en el camino real Navarrete. Nació en 1574, capitán de
que va al pueblo de Tagua Tagua... la guerra de Arauco. En 1629 fue
lindan con el mojón de Miguel Zamorano administrador del pueblo de Nancagua,
y los referidos en el título. En demasías en 1630 teniente de corregidor de esa
entre la estancia de Cristóbal Gutiérrez y doctrina. Su hermano Luis, recibió 1.500
el pueblo de Tagua Tagua, tierras de cuadras en otra doctrina de Colchagua.
Juan de Rubias y de su suegro (ver 33, Testó, en Río Claro de Malloa, el 10 de
270 279
37 y 40). En 1682, entre los bienes febrero de 1638. Casó con doña
del teniente Matías Carreño de Castro, María Sierra Ronquillo y Cabrera, hija
también perteneció a Diego Carreño de del capitán Juan de Sierra Ronquillo y
271
Castro. De José y Matías Carreño de doña Isabel de Cabrera, nacida en
Hernández, este vendió 300 cuadras el Osorno, dotada con 2.000 pesos.
16 de junio de 1717 a su vecino José de 81. Pedro Ugarte de la Hermosa
280
Araneda Gormaz. 10 de mayo de 1618 = 2.000
Biografía: Nació en 1572, hijo del Historia: En las que hay vacas y que
carpintero Marcos Griego y de Bartola vacaren en el distrito de la ciudad de
272
Gil, mestiza. Alférez. Sirvió en la Santiago, Llupeu, Pelvín, Pichidegua,
281
guerra desde 1603, en 1620 era soldado Nancagua y Colchagua. Posesión
de la compañía del capitán don Gaspar tomada entre los ríos Cachapoal y
de Soto. Desde 1630 a 1633, Tinguiririca. En 1634 Ugarte vendió el
administrador de Tagua Tagua, título al licenciado Alonso Jorge de
afianzado por Juan de Fuenzalida Segura, quien vendió 1.800 cuadras a
Mendoza. En 1633 fue administrador del doña Antonia de Aguilera Estrada,
273
pueblo de Tagua Tagua. Testó el 12 pasando a formar parte de la estancia
274
de agosto de 1646, en Tagua Tagua. de Almahue.
Casó, antes de 1620, con Juana Huerta, Biografía: Nació en Madrid, hijo de
hija de Juan de la Fuente Beaulieu (ver Melchor de Ugarte, soldado en las
33) y de María Alvarez de Fonseca, guerras de Flandes. En 1592 vino a
dotada con 300 cuadras. Comparece Perú, en 1604 a Chile. Secretario del
con su madre vendiendo 600 cuadras al gobernador Ulloa y Lemus, 1618, alférez
capitán Simón Román el 12 de general del ejército, capitán del tercio de
275
diciembre de 1637. Testó el 13 de Yumbel, benemérito del reino. Recibió
marzo de 1689, con bienes, la estancia merced el 13 de junio de 1618 de Ulloa
de 2.000 cuadras de las que tomó
posesión en el sitio de Monte Grande en
el valle de Elque y Rivadavia de 500
267
CDIHCH 2ª Serie VII, 406.
268 276
ES 43 f. 340. NSF 104 fs. 446 y 651.
269 277
Celis, “Origen”, 327. Celis, “Origen”, 324.
270 278
CG 15 f. 280. Espejo, Nobiliario, 769; Guarda, Una ciudad,
271
NSF 120 f. 2. 235; Thayer, Formación II, 246.
272 279
Thayer, Formación II, 105, cita RA 310 f. 59. NSF 113 f. 206.
273 280
NSF 113 f. 4. Celis, “Origen”, 310.
274 281
NSF 114 f. 376. RA 3018 pza. 3, Merced a Pedro Ugarte de la
275
NSF 113 f. 203. Hermosa, 1618.

- 101 -
Dossier Juan Guillermo Muñoz Correa

cerca de la viña del capitán Francisco Cabeza de Vaca), que casó con Clara
Cortés, que vendió al capitán Antonio de Figueroa Mendoza Garcés de Bobadilla
282
Ribera. Con un título de 2.000 (con padre y abuelo con mercedes en
cuadras concedidas en 1618 tomó Malloa), por lo que puede tratarse de
posesión de 400 en Puangue, cercanas este agraciado.
283
a la estancia de Bendezu. Casó con
doña Paula de Salcedo. 84. Diego de Vargas Briones
Dos mercedes con 600 cuadras en total:
82. Doña María Valdenebro A. (1605 - 1610) = 400
Una merced con la mitad de cuadras otorgadas en Historia: La posesión fue dada en Tagua
Lora Tagua el 1º de junio de 1613, 200
284
23 de enero de 1612 = 200 (de 400) cuadras fueron tomadas en el asiento de
Historia: En el valle de Naicura la mitad y Riquehue y las otras 200 en el asiento
la otra en el valle de Culelmu (pueblo de de Matarén. Comprada por el capitán
Lora, en la doctrina de Vichuquén).En Gonzalo Gutiérrez de Sotomayor. Formó
289
1778, estancia de Naicura del doctor parte de la estancia de Tagua Tagua.
290
don Miguel de Peredo, cura de B.19 de febrero de 1613 = 200
Nancagua. Historia: De demasías. Formó parte de
Biografía: Hija del escribano Antonio de la estancia de Ontiveros.
Valdenebro y de doña Beatriz de Medina Biografía: Teniente. En la época hay
Villavicencio (sobrina nieta del rey inca varios homónimos, uno de los cuales
del Perú, y de la esposa del gobernador pudo haber sido Vargas Briones. En
285
Oñez de Loyola). Casó primero antes diciembre de 1602 se anotan dos, uno
de 1597 con el capitán Cristóbal nacido en 1578, hijo del mismo, de
Delgado, natural de Guadalcázar, Castro, y otro nacido en 1582, hijo de
estaba en diciembre de 1602 en la Pedro, de la Imperial. Otro, de Trujillo en
compañía de caballos del capitán don Perú, tenía en 1603 a su hijo Juan en el
286 291
Alonso de Ribera, fallecido antes de fuerte de Valdivia.
1612. Casó en segundas nupcias,
con Domingo García de Vergara, que 85. Gaspar Venegas
292
viudo casó con doña Catalina de Toledo. 28 de abril de 1650 = 800
Historia: Linde con las tierras del pueblo
83. Fernando Vallejo Merino de los Tagua Tagua, en las que están
2 (1.400) 600 en Cantarranas. vacas por muerte de los indios, vecinas
287
(1612 - 1617) = 800 a las de Pedro Lobo. De esta merced,
Historia: En 1609 se pidieron tierras en una parte colindante con el convento de
demasías de la estancia que junto a Malloa se adjudicó a la viuda del
Copequén y Malloa había vendido el agraciado, el alférez Andrés Venegas
capitán Juan de Montenegro y que solía Muñoz vendió porciones de media
293
tener Hernando Vallejo,.En 1617 cuadra. En 1793 descendientes
Monardes pidió otras en demasías de su suyos tuvieron que sostener pleitos con
294
estancia. Formó parte de la estancia de los indios de Tagua Tagua por tierras.
Tilcoco. Biografía: Hijo de Juan Bautista Camilo,
288
Biografía: Capitán . Hay un Hernando también agraciado con tierras en Malloa,
Vallejo Osorio (hijo de Hernando Vallejo y de doña Beatriz Venegas. Teniente.
de Tobar y de Luisa Osorio Barba Síndico del convento de Malloa. En 1682
tenía 800 cuadras en el pueblo de

282
RA 227, Miguel Pinto de Escobar Blanco con
289
hermanos Ribera, Valle de Elqui. RA 2310 pza. 2, don Andrés de Gamboa
283
Jean Borde y Mario Góngora, Evolución de la Olaso, sobre que se impida la pesca en la lagu-
propiedad rural en el Valle del Puangue (Santia- na de su estancia de Tagua Tagua, año 1662.
290
go de Chile: Universitaria, 1956), 47; cita ES 420 Celis, “Origen”, 305 y 309.
291
f. 227. CDIHCH 2ª Serie VII, 378, 398 y 425.
284 292
Celis, “Origen”, 306. Celis, “Origen”, 337.
285 293
Thayer, Formación III, 272; ES 13 f. 67, su NSF 121 f. 193.
294
dote y la de su hermana Isabel. RA 1589 pza. 3, El fiscal sobre deslinde de
286
CDIHCH 2ª Serie VII, 375. las tierras del pueblo de Tagua Tagua; JSF 8
287
Celis, “Origen”, 320. pza. 6, Sucesión de Lorenzo González Venegas,
288
Thayer, Formación III, 324. partición de sus bienes, 1758.

- 102 -
La concesión de mercedes de tierra en la doctrina de Malloa Dossier

Tagua Tagua. Testó el 22 de noviembre


295
de 1682. Casó con doña María
Muñoz, con promesa de dote el 26 de
septiembre de 1645, con 2.915 pesos.
Era hija de Andrés Pérez Carrasco y de
doña Mariana Núñez de Silva,
estancieros de la costa del
corregimiento. Sus bienes salieron a
remate público para satisfacer sus
deudas, de los que su hijo Andrés
296
adquirió algunas de las tierras.

86. Doña María de Vergara y Toledo


297
9 de junio de 1676 = 200
Historia: En demasías de las tierras de
los herederos del teniente Domingo
García de Vergara, de una merced
concedida a Puebla en una isla que
hace el río Claro, donde hay además
otras tierras que no se sabe cuántas
son. En 1676 lo vendió a su hermano
don Simón de Vergara, formando la
estancia de La Isla de Río Claro.
Biografía: Hija de Domingo García de
Vergara, nacido en Angol, y de doña
298
Catalina Toledo, los que pasaron a
radicarse a Colchagua. En la merced se
puso que se le concedía por ser hija
legítima del teniente Domingo García de
Vergara y de doña Catalina de Toledo y
Sierra Ronquillo y nieta materna del
capitán Juan de Toledo Mexía, todas
personas beneméritas y de notoria
calidad. Viuda primero del alférez Alejo
de Lagos, y segunda vez del
encomendero Pedro Arias de Molina y
Páez Castillejo.

295
NSF 117 fs. 555 y 675.
296
NSF 114 f. 302, la dote, 121 f. 193, alusión al
remate.
297
Celis, “Origen”, 339.
298
Retamal et Al, Familias, 463.

- 103 -
Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 105 - 118

REFORMA AGRARIA Y SINDICALIZACIÓN CAMPESINA EN OSORNO: 1967-1973.


REFLEXIONES SOBRE LA CONFORMACIÓN DEL MOVIMIENTO SINDICAL

Katherinne Osses Ritz


kossesr@gmail.com
Universidad de Los Lagos

RESUMEN

El estudio se centra en el proceso de reforma agraria y sindicalización campesina en Osorno


entre los años 1967 y 1973, cuya dinámica se explica en parte a través de la conformación de la
propiedad agraria en la zona de estudio, lo cual permite identificar particularidades y especifici-
dades de la región, dentro de la historia agraria nacional y por ende la peculiaridad de este
proceso de organización sindical.

Palabras claves: Historia local, Reforma Agraria, Sindicalización Campesina

ABSTRACT

This study is focused on the agrarian reform and the agricultural sindicalism process in osorno
between the years 1967 and 1973, of which dynamic can be explained through the make-up of
the agrarian property in the study zone. This allows to identify particularities and especificities of
the region, within the national agrarian reform history and, finally, the originality of the trade
union organization proces.

Key words: Local history, agrarian reform, peasant sindicalism

A modo de introducción

En la historiografía chilena, tradicionalmente se ha escrito la historia de una elite oficial que ha


dejado de lado a los grupos subalternos que aportan mucho al proceso de construcción del Estado-
Nación, de diversas maneras, aún con sus formas de resistencia. Considerando esta nueva
perspectiva de estudio, se puede generar una historia local más inclusiva, pero no segregada del
contexto global sino relacionada con los grandes acontecimientos que oficialmente se relatan.
En este sentido, dentro del contexto internacional se encuentran autores como Florencia Mallon,
Romana Falcón, Barrington Moore, E. P Thompson, entre otros que han insertado dentro de la
1
historiografía a los grupos subalternos, a partir de la emergencia de una nueva historia social.
En el ámbito nacional destacan los trabajos de Julio Pinto, Milton Godoy, Igor Goicovic, María
Angélica Illanes, Alejandra Araya, entre otros, quienes han realizado una renovación historiográfica
incluyendo los grupos populares en los estudios históricos. 2

1
Para una mayor profundización véase Florencia Mallon, Campesino y Nación, (México: Editorial Cesias,
2003), La Sangre del Copihue (Santiago de Chile: LOM, 2004); Romana Falcón, México descalzo. Estrate-
gias de sobrevivencia frente a la modernización liberal, (México: Plaza y Janés, 2002); Barrington Moore,
Los orígenes sociales de la dictadura y de la democracia (Barcelona: sin datos de edición, 1991); E. P.
Thompson, La Formación Histórica de la Clase obrera en Inglaterra 1780- 1832 (Barcelona: Editorial Laia,
1977).
Dossier Katherinne Osses Ritz

A nivel local, la historiografía respecto a Osorno, a la fecha, se centra en un análisis más bien
descriptivo sobre la ciudad, sus actividades económicas y evolución en el transcurso del tiempo, en
su mayoría hasta la década del 50. 3 Sin embargo, desde hace un tiempo los seminarios de
pregrado de alumnos egresados de la Universidad de Los Lagos, han examinado la historia local,
presentando enfoques teóricos basados en la nueva historia social, aportando así a la historiografía
local a través de nuevas perspectivas como la inclusión de los sujetos populares en los procesos
4
históricos de la ciudad y provincia.
Contemplando lo anterior, surge la inquietud de efectuar una investigación local, centrada en el
estudio del proceso de sindicalización campesina y Reforma Agraria en Osorno, de modo de
contribuir a la producción historiográfica de la zona. 5
La idea principal es examinar la conformación de la organización sindical en la provincia de Osorno
y el impacto que ejerce en la configuración de sus proyectos políticos de obtención de tierras y
mejora de la condición socioeconómica de los campesinos, haciendo hincapié en la dinámica
interna de dicho proceso, incluyendo el relato de los protagonistas que vivieron los acontecimientos
y que aportan una perspectiva nueva para analizar esta temática.
En este sentido, resulta interesante ofrecer una lectura del proceso que aporta un carácter más
humano y cotidiano del accionar de campesinos frente a ambas legislaciones, y revelar
particularidades de la zona, respecto a la adhesión de los campesinos a los sindicatos agrícolas y la
lealtad a los agricultores en algunos casos.
Para realizar tal ejercicio, en primer lugar es necesario tener en consideración las particularidades
que presenta la zona de estudio, lo cual contribuye a una mejor comprensión del fenómeno en
cuestión, pues su dinámica desde la repoblación de Osorno hasta los años 1960 y 1973, explica las
condiciones que se crearon y las reacciones que tales hechos produjeron en los campesinos. Junto
con ello también es preciso analizar la puesta en marcha de las legislaciones ya mencionadas y su
impacto en la población campesina de la zona, desde la organización sindical hasta la irrupción del
régimen militar en 1973.
A la luz de los hechos históricos que acompañan este proceso, se puede señalar que si bien existió
una organización sindical en la provincia que llevó a cabo tomas de fundo, expropiaciones y
protagonizó conflictos con los agricultores, a su vez presentó limitaciones que impedían la adhesión

2
Ver Julio Pinto, “Donde se alberga la revolución”, Contribuciones científicas y tecnológicas, 122, (1999);
Igor Goicovic, “Surco de Sangre, semilla de redención”.La revuelta campesina de la tranquilla (1923)”, Va-
lles, 3 (1997); Milton Godoy, "¡Cuándo el siglo se sacará la máscara! Fiesta, carnaval y disciplinamiento
cultural en el norte chico. Copiapó, 1840-1900”, disponible en http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-
71942007000100001&script=sci_arttext; Alejandra Araya, Ociosos, Vagabundos y malentretenidos en Chile
colonial (Santiago de Chile: DIBAM, 1999); María Angélica Illanes, “Azote, salario y ley. Disciplinamiento y
rebeldía de la mano de obra en la minería de Atacama. 1817- 1852” en Illanes, Chile Descentrado (Santiago
de Chile: LOM, 2003).
3
Véase Gabriel Peralta. Historia Económica y Urbana de Osorno, (Osorno: Impresor, 1991); Gabriel Peralta
y Roswitha Hipp, Historia de Osorno, (Osorno: sin datos de edición, 2004); Raúl Molina Otárola, “Tierras y
comunidades Huilliches en la comuna de San Juan de la Costa, Osorno y Río Negro”, Boletín no. 2 Museo
y Archivo Histórico Municipal de Osorno (1995); Claudio Barrientos, “Modernización y Sociedad Local”,
Boletín no. 4 Museo y Archivo Histórico Municipal de Osorno (1998); Fabián Almonacid Zapata, “Estados
particulares indígenas y propiedad de la tierra Osorno 1796”, Boletín no. 6 Museo y Archivo Histórico Muni-
cipal de Osorno (2002).
4
Véase Natalia Urra, “La reforma Agraria en la provincia de Osorno durante los años de la unidad popular
(1970-1973)”, (Seminario de titulación, Universidad de Los Lagos, 2005); Jorge Muñoz y Raúl Núñez (edito-
res) Amotinados, abigeos y usurpadores. Una mirada regional acerca de las formas de violencia en Osorno
(1821-1931) (Osorno: PEDCH / Universidad de Los Lagos, 2007).
5
Cabe destacar que la línea de investigación está en curso y el presente trabajo es un estudio preeliminar,
para examinar esta temática en el contexto de la historia local.

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Reforma agraria y sindicalización campesina en Osorno: 1967-1973 Dossier

completa de los campesinos a sus filas, principalmente centradas en la fuerte tasa de analfabetismo
y en patrones culturales arraigadas al actuar de los campesinos. Tales limitaciones no significaron
que el movimiento se dividiera fuertemente o que disminuyera su influencia en la zona, pero no por
ello deben invisibilizarse al analizar este momento histórico, pues dejan de manifiesto que la
dinámica con la cual se desarrolla en este evento posee también un carácter cultural y particular
que merece atención y que abre el debate frente a nuevas hipótesis que surgen para explicar este
fenómeno.
Conformación de la propiedad agraria en la zona
En primer lugar es pertinente entender cómo se conformó la propiedad agraria en la provincia de
Osorno 6 , para dimensionar los hechos característicos del proceso y las estructuras económicas y
sociales que se crean a partir de ello.
El proceso de conformación agraria es histórico, desde la repoblación de Osorno, se comienzan a
7
instalar colonos particulares, cuyo fin es hacer de la ciudad una región productiva que contribuya al
desarrollo del país. Sin embargo el primer inconveniente que se presentó fue la adquisición de
tierras pues éstas pertenecían a los indígenas de la zona. 8 Este escenario desencadenó un
conflicto entre la población huilliche, el Estado y los grandes agricultores por la asignación de tierras
y la falta de legalidad ante tal situación, problema que se mantiene hasta la fecha.
La colonización Alemana es otro factor que explica la dinámica agraria de la zona. Desde los años
1852 a 1869 ingresaron a esta zona 1500 colonos alemanes. Ya en el año 1915, esta cifra
aumentaba a 65000 inmigrantes, que correspondían a 2800 familias de colonos y a la respectiva
repartición de 140000 hectáreas de tierras en la zona. Esto conllevó a las disputas constantes por
títulos y a la formación de la gran propiedad en la zona. 9 Es importante considerar que los
alemanes tenían una tradición ligada a la agricultura, y que pese a llegar a una zona muy adversa
geográficamente para tales fines, idearon estrategias para echar a andar una economía agrícola,
constituyendo la mediana y gran propiedad en la zona. Los alemanes al adquirir estos nuevos
territorios y al dominarlos, instauraron una jerarquía social y ejercieron un poder político y
económico debido al escenario que se estaba desarrollando. 10
La ley de propiedad austral dictada y emanada el año 1931, no es nada más que la validación de la
propiedad privada. Consiguiente con dicha validación de la propiedad privada, se terminó con
cualquier otro tipo de tenencia, ya sea fiscal o comunitaria, caso último de los indígenas. Todas
estas disposiciones tenían como respaldo la fuerza legisladora bajo la que se efectuó, configurando
un nuevo orden, en el cual se dejó de manifiesto la postura desligada que tomó el Estado con
respecto a los campos del país, dejándolos en manos de unos pocos, que deberían explotar las
riquezas del sector agropecuario. 11
Añadiendo a toda esta situación, se puede testimoniar sobre la precariedad en que, luego de la
división de la propiedad austral, quedaron sometidos los indígenas, quienes pasaron de ser
propietarios a simples inquilinos o arrendatarios de los nuevos dueños. 12

6
Se considera como Provincia sólo desde el año 1939. Anteriormente el territorio de Osorno era sólo un
Departamento de la provincia de Llanquihue.
7
Por ejemplo la población chilota que emigró a la zona, y a los cuales se les fue asignada tierras por orden
estatal.
8
Ricardo Donoso y Fanor Velasco, La Propiedad Austral, (Santiago de Chile: ICIRA, 1970), 135.
9
Comité Interamericano de desarrollo agrícola, Tenencia de la Tierra y desarrollo socioeconómico del sector
agrícola (Santiago de Chile: ICIRA, 1996), 9.
10
Sergio Gómez, Los empresarios agrícolas (ICIRA, Santiago de Chile, 1972), 84-85.
11
Rocío González y Galicia Stuardo, “Reconstrucción histórica: la memoria de La Catrihuala, un aporte al
diálogo intercultural del futahuillimapu” (tesis de Trabajo social, Universidad de Los Lagos, 2006),129.
12
González y Stuardo, “Reconstrucción”, 129.

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Dossier Katherinne Osses Ritz

Todos estos antecedentes al conjugarse, dieron como resultado una estructura económica y social
donde quienes poseían la tierra, adjuntaban a su vez una hegemonía social, un estatus muy por
sobre la condición de los campesinos, tanto en su nivel de adquisición como en su prestigio social.
Es importante también señalar que esta región sufrió un temprano proceso de industrialización, en
lo que puede llamarse la consolidación del capitalismo agrario, promovido por la llegada del
ferrocarril, entre otros, que permitió la apertura de nuevos mercados, además del proceso de
modernización tecnológica agrícola 13 . En este sentido es pertinente señalar que después de la
llegada de los alemanes comienza a desarrollarse la agroindustria en la zona, a través del
desarrollo de curtiembres y destilerías de alcohol de grano, incentivando la agricultura y ganadería
de la zona, deteriorada en aquella época a causa de la guerra de Independencia y el apoyo a la
causa realista que esta región desarrolló. 14
La creación de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno en 1917 concreta el proyecto
modernizador en Osorno, tomando como ejemplo la tarea de la Sociedad Nacional de Agricultura
en la zona central y a la vez se convierte en un órgano representativo de los agricultores en
Osorno. 15
Durante la primera mitad del Siglo XX, la provincia de Osorno se caracterizó por la intensificación de
la producción de leche y carne a nivel nacional, junto con la producción de trigo. La región producía
el 22,3% de leche del país. Esta actividad agroindustrial permitió a su vez el fortalecimiento de
movimientos cooperativistas como la CALO (Cooperativa Agrícola y Lechera Osorno),
especializada en la producción de mantequilla, que estableció circuitos comerciales nacionales y
que contó con el apoyo de la SAGO, ya que reforzaba los intereses de los grandes productores de
la zona. Además hay que considerar también que la SAGO en esta época poseía un fuerte poder
que influía en la política agraria nacional, principalmente en el establecimiento del precio de la
leche y la carne. 16
Todo el proceso de conformación de la propiedad anteriormente señalado, desencadenó en
enfrentamientos, como el caso de la Matanza de Forrahue 17 en 1912, conflicto indígena que
18
culminó con el despojo forzado de la comunidad y con la muerte de indígenas de la comunidad.
Nuevamente es posible apreciar las reivindicaciones indígenas por la recuperación de sus tierras
frente a políticas estatales excluyentes y con prácticas violentas.
Durante el gobierno del "Frente Popular" se formaron los primeros sindicatos agrícolas en el país,
pero pronto el gobierno negó la personalidad jurídica a los nuevos sindicatos debido a la
jurisprudencia negativa de la Corte Suprema. El 29 de Julio de 1947 fue dictada la ley 8.811, que
introdujo al Libro 111 del Código del Trabajo nuevas disposiciones sobre sindicación agrícola y
conflictos colectivos en el campo. 19 En la Región, y en particular la Provincia de Osorno, surgieron
una serie de levantamientos campesinos reclamando por la posesión de la tierra e incumplimientos

13
Joel Lespai, “Consolidación del capitalismo agrario en la región austral y la propiedad indígena en Osor-
no”, en Muñoz y Núñez (eds.) Amotinados, abigeos y usurpadores, 101-145.
14
Luís Carreño, “La Irrupción del Estado en la Araucanía y las Pampas y las crisis de las curtiembres y
destilerías de alcohol de grano en Valdivia, 1850- 1900”, Espacio Regional, no. 3 Vol. II (2006), 101. La
producción de cerveza en el sur, desarrollada por los alemanes, impulsó la exigencia agrícola para la ob-
tención de cebada, tanto en su cultivo como en su calidad. Entre 1860 y 1900 las cervecerías en Osorno
pertenecían a Jorge Aubel, Fernando Epple, Santiago Sibert, Pablo Walter. Carreño, “Carlos Anwandter y la
cerveza Valdiviana”, Espacio Regional, no. 1, Vol. I (2004), 52.
15
Lespai, “Consolidación”, 119
16
Roberto Santana, Agricultura Chilena en el siglo XX (Santiago de Chile: DIBAM, 2006) 78-79.
17
Sector rural ubicado en el sector occidental de la Comuna de Osorno.
18
Francisco Vargas, “Una aproximación histórica a las formas de violencia en la ocupación del Futahuillima-
pu Septentrional” (Seminario de titulación, Universidad de Los Lagos, 2007), 93.
19
Ley de Sindicalización Campesina nº 16625, promulgada el 29 de Abril del año 1967.

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Reforma agraria y sindicalización campesina en Osorno: 1967-1973 Dossier

de códigos laborales. 20 La Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno culpó al gobierno de las tomas
de fundo, provocadas según ellos por la presencia de agitadores urbanos. En pocas palabras su
intención era defender la propiedad privada y evitar la entrega de terrenos a los campesinos de la
zona. Este hecho es una referencia de los que más tarde sucederá con la puesta en marcha de la
Ley de Reforma Agraria y Sindicalización Campesina. Jorge Muñoz, en el estudio ya citado, deja de
manifiesto que para comunidades (como las de San Juan de la Costa) el proyecto de recuperación
de tierras que tienen las mismas, no se apoya en una presencia partidista manifiesta o reconocible
en el largo plazo. Mas bien la alianza que las comunidades tienen con los partidos de derecha e
izquierda, sufre una evolución porque su proyecto se orienta a la obtención de tierras, apelando a
una tradición cultural, proyecto que perdura hasta la actualidad y que mantuvo -y mantiene- unido a
este movimiento, a diferencia de las crisis que han sufrido las coaliciones partidistas en el
transcurso del tiempo 21 . Esto quiere decir que la alianza o relación con los partidos políticos se
orientan a la concreción de su proyecto, quizá para darle un respaldo más legítimo públicamente.
Este antecedente será clave para examinar si esta situación se mantiene o varía entre los años
1967 y 1973, con la puesta en marcha de las legislaciones anteriormente mencionadas.
Reforma Agraria y Sindicalización Campesina
Veamos ahora cuál es el contenido de ambas legislaciones y cómo operan a favor de los
campesinos. Los primeros intentos de modificación de la tenencia de la tierra comenzaron el año
1928 con la creación de la Caja de Colonización Agrícola, la que hasta 1959 parceló más de un
centenar de explotaciones. Sin embargo el censo de 1960 arrojó que estas parcelas eran menos
del 5% de las explotaciones agropecuarias censadas, y este pequeño porcentajes de tierras era
22
ocupado por el 1% de las familias campesinas chilenas.
En el año 1960 la Caja de Colonización se reestructura por un decreto con fuerza de ley,
introduciendo el concepto de unidad económica y dando paso a la creación de huertos familiares,
pero finalmente su aporte no fue significativo para solucionar los problemas agrarios del país.
1962, fue el año en el que se aprobó la primera ley de Reforma Agraria, la que permitía la
expropiación y subdivisión de las grandes propiedades inexplotadas o deficientemente explotadas.
Para tales efectos se crea a la Corporación de la Reforma Agraria (CORA), la que reemplazó a la
Caja de Colonización Agrícola. 23
Sin duda que la primera medida a efectuar era la expropiación de tierras, en el proceso de Reforma
agraria, estableciéndose por la Ley 16.640, aprobada en julio de 1967, que el exceso de superficie,
la fragmentación desmesurada, el abandono o la mala explotación para nuevas tierras agrícolas;
todas en su conjunto eran causas de la expropiación que se llevaría a cabo.
Todas estas constituían medidas que velaban por una distribución más justa de la tierra, impidiendo
la formación de latifundios o fomentando otro tipo de propiedad económica y socialmente más
aceptable. Para el caso del exceso de superficie, se establecía como expropiable un predio agrícola
de una extensión superior a las 80 hectáreas de riego básico, teniendo en cuenta las características
24
de cada región agrícola o ganadera.
Esta Ley de Reforma Agraria sufrió numerosas modificaciones, comenzó a aplicarse con el
gobierno de Frei Montalva el 30 de Noviembre de 1964, no obstante, es modificada el 26 de Abril
de 1966 con la Ley Nº 16.465. Posteriormente la Ley número 16.640, pretendía poner en práctica
las unidades económicas: “Unidad económica es la superficie necesaria para que dada la calidad

20
Jorge Muñoz, “Campesinos y sus proyectos políticos para la obtención de tierras en la Provincia de Osor-
no durante el Frente Popular (1939-1942)”, Espacio Regional, no. 4 Vol. I (2007), 24.
21
Muñoz, “Campesinos y sus proyectos políticos”, 30-31.
22
Mariana Aylwin et al, Historia del siglo XXI chileno (Santiago de Chile: Ediciones Planeta,2001), 215.
23
Aylwin et al, Historia, 216.
24
Aylwin et al, Historia, 217. Véase también José Garrido R., Historia de la Reforma Agraria en Chile (San-
tiago de Chile: Editorial Universitaria , 1990), 15.

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Dossier Katherinne Osses Ritz

del suelo, clima y demás características, trabajada directamente por el parcelero y su familia,
25
permita al grupo familiar vivir y prosperar con el producto de su racional aprovechamiento”.
Finalmente esta Ley es nuevamente modificada en Enero de 1970 con el Nº 17.280, que se aplicó
durante el gobierno de Allende.
No hay duda que durante el gobierno de la Unidad Popular el proceso de Reforma Agraria se
aceleró notablemente, incrementándose con ello los fundos expropiados en el país. El objetivo era
aumentar la productividad de estas tierras en manos de los campesinos, pero para ello se
necesitaba una capacitación para dirigir tanto las cooperativas como el minifundio, de modo que
esta reforma sea efectiva para el país. 26 El 17 de Enero de 1970 de dictó la Ley Nº 17.280, que
reformó el mecanismo en pro de una transformación más rápida y expedita, con el objetivo
manifiesto de terminar con el latifundio (en la zona central), a través de la radicalización del proceso
27
a través de tomas y expropiaciones.
Este proceso a la vez se acompañó de otras legislaciones, como la Ley 16.455 emitida el 21 de
abril de 1966, la cual declaraba que el salario mínimo de los obreros agrícolas sería igual al del
obrero industrial, y que por tanto la jornada laboral sería de 8 horas.
Según la Ley 16.611, los obreros tenían derecho a un día festivo (1967), los salarios en días de
lluvia se cancelaba, con un 50% de dinero en efectivo, siempre que haya trabajado el día anterior;
otro 50% en especies y ración alimenticia.
La Ley 16.625 emitida el 29 de abril de 1967, promovió la sindicalización agrícola. Los sindicatos
de trabajadores agrícolas deberían estar conformados por un mínimo de 100 personas que
trabajasen en un mismo o distinto fundo, empresas o predios. Este mínimo podría ser rebajado
hasta 25 trabajadores que laboren en un mismo o distintos fundos, cuando las necesidades de
agremiación de los trabajadores o las circunstancias o características de la región así lo aconsejen,
previa autorización de la Dirección del Trabajo, otorgada en conformidad al Reglamento.
Los sindicatos agrícolas tenían el derecho de asociarse en federaciones, confederaciones o
cualquier otra agrupación sindical que estimen conveniente, así como el de afiliarse o retirarse de
las mismas. Toda asociación sindical tendría derecho a afiliarse o retirarse de organizaciones
internacionales de trabajadores y empleadores. 28
El gobierno de don Eduardo Frei Montalva estimuló la sindicalización campesina, como un derecho
social de los campesinos. El Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP) desarrolló una
impulsiva gestión, organizando a los campesinos a nivel local, provincial y nacional. Como
consecuencia, se produjo un ascendente crecimiento de la organización campesina. Los
campesinos sindicalizados hacia 1969, llegaban a 76.356. Las principales confederaciones
campesinas fueron “El Triunfo Campesino” cuya filiación política se asocia al partido Demócrata
Cristiano y MAPU; “Ranquil” aliada a los partidos Comunista y Socialista y, “Libertad” afiliada al
partido Demócrata Cristiano y Católicos Independientes. 29

Panorama Local
30
En Osorno se crearon sindicatos de campesinos y también de empleadores, a raíz de la
promulgación de esta ley de sindicalización. El número de afiliados a sindicatos de empleadores

25
Urra, “La Reforma Agraria”, 24.
26
Salvador Allende, “Discurso de Salvador Allende sobre la propiedad agraria”, disponible en www.salvador
allende.cl/Discursos/1971/AGRO.pdf.
27
Garrido, Historia de la Reforma Agraria en Chile, 58.
28
Ley de Sindicalización Campesina Nº 16625, 11
29
Anales de la Universidad de Chile, Sexta Serie, no.5, Octubre de 1997, disponible en http://www.anales
.uchile.cl/6s/n5/estudios1d.html
30
En Osorno se crea FEDAGRO (Federación de Agricultores de Osorno), cuyo Presidente en la época de

- 110 -
Reforma agraria y sindicalización campesina en Osorno: 1967-1973 Dossier

agrícolas entre 1968 y 1969 en la provincia fue creciente. Hasta Abril de 1968 el número era de 24,
mientras que en diciembre de 1969 la cifra alcanzaba los 650 socios. 31 Por contraparte el número
de trabajadores agrícolas sindicalizados en la provincia a Noviembre de 1968 era de 2649,
representando un 25,5 % del total de los obreros agrícolas de la provincia.32
La puesta en marcha de ambas legislaciones desencadenó un crecimiento de los conflictos
colectivos, que afectaron, principalmente, a las empresas agrícolas. Desde 1960 a 1966, en la
provincia se registra la presentación de un sólo pliego de peticiones, mientras que entre 1967 y
1968 esta cifra aumenta considerablemente a 130 pliegos, 7 huelgas y 2 tomas de fundo 33 . Dentro
de las huelgas se registra la efectuada en la Hacienda Ñuble- Rupanco el 23 de Marzo de 1967,
donde paralizaron su faena 565 trabajadores, finalizando con la intervención de la Inspección del
34
Trabajo.
En la provincia se registra la creación del Sindicato Comunal de Trabajadores de Río Negro,
Sindicato perteneciente al fundo “El Refugio” de Río Negro, cuyo administrador era Don Emilio
Servoim, representante de la comunidad Servoim y Valdivieso, perteneciente a la Federación de
Trabajadores de Osorno y a la Confederación Nacional de Triunfo Campesino de Chile. Otros
sindicatos de la provincia pertenecientes a esta Federación y Confederación respectivamente
fueron:

1. Sindicato ”Purranque”
2. Sindicato “Río negro”
3. Sindicato “El Libertador”
4. Sindicato “ Puerto Octay”
5. Sindicato “Pedro Aguirre Cerda”
6. Sindicato “Osorno”
7. Sindicato “San Pablo”
35
8. Sindicato “Los Negros”

Otro Sindicato creado fue Manuel Rodríguez en Río Negro, fundado el 10 de Marzo de 1968,
perteneciente a la federación Provincial “La Catrihuala” y a la Confederación Nacional Ranquil. Este
sindicato contaba en su mayoría con campesinos que trabajaban en el Fundo “La Fortuna”, de 1200
há., de extensión. Se ubicaba en Río Negro, su dueño era Don Félix Borlaf Ibarra. El año de
expropiación fue 1971, dejando a su dueño con 250 há. de reserva.
Sindicatos que pertenecían a la federación “La Catrihuala”
Sindicato Ciudad
1. Manuel Rodríguez Río negro
2. El libertador Purranque
3. Salvador Allende Puerto. Octay
4. Unión Puyehue Puyehue
5. Cofalmo San Pablo
36
6. Puyehue Puyehue.

Los relatos de los dirigentes de los sindicatos mencionados anteriormente, se refieren a las
dificultades que presentó el proceso de sindicalización, principalmente por la manipulación de los
agricultores para evitar la adhesión de sus trabajadores a las organizaciones. Entre esas medidas

estudio era Enrique Matthei. Información proporcionada en entrevista a Enrique Matthei, Osorno, 2005.
31
Gómez, Empresarios, 43
32
Gómez, Empresarios, 117.
33
Gómez, Empresarios, 120. La ausencia de huelgas quizá pueda explicarse por las negociaciones entre
los trabajadores y los agricultores, ya que éstos para evitar la paralización de faenas regalaban lana y cor-
deros a sus trabajadores. Entrevista a Sergio Medina, Diciembre, 2005.
34
La Prensa (Osorno), 23 de marzo de 1967.
35
Información proporcionada en entrevista a Sergio Medina, Osorno, Diciembre, 2005
36
Información proporcionada en entrevista a Héctor Cárdenas, Osorno Diciembre, 2006.

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Dossier Katherinne Osses Ritz

estaban las “regalías”, como otorgar cierta cantidad de gansos, que eran muy apetecidos por los
campesinos.
El proceso de sindicalización también se estigmatizó con los partidos políticos de izquierda, aunque
sí hubo respaldo en cuanto a la orientación ideológica, los dirigentes señalan que sus decisiones
estaban en función de sus proyectos políticos más que en las influencias por ambiciones
37
partidarias . La presencia de movimientos de extrema izquierda, como el Movimiento de Izquierda
Revolucionario (MIR) en Osorno se asocia a estudiantes universitarios y secundarios 38 . La
propuesta del MIR en cuanto a los movimientos campesinos era impulsar las acciones directas de
masas, como tomas de terreno, corridas de cerco, además de ofrecer cursos de organización
sindical. Sin embargo para Enrique Pérez, militante del MIR en Osorno, “este trabajo presentó
muchas dificultades por el miedo a los patrones que poseían los campesinos, por la desconfianza
39
en jóvenes revolucionarios y por el analfabetismo de los campesinos que impedía la comprensión
de los postulados.”
Además la intervención del MIR en el conflicto campesino tuvo riesgos como la agresividad de los
agricultores hacia estos “agitadores urbanos”. En cuanto al MCR, Movimiento Campesino
Revolucionario, éste encontró fuerte oposición en los partidos de izquierda aliados a las
organizaciones sindicales campesinas, dificultando su accionar en la provincia. 40
Según los dirigentes sindicales, la organización no conoció directamente el proyecto del MIR, más
bien se realizaron conversaciones con algunos estudiantes, pero sin mayor repercusión dentro de
los sindicatos, ya que consideraban su postura radical y extrema, sobretodo en el caso de la
expropiación. 41 Esto puede explicarse mediante el rol de los partidos políticos en alianza con los
sindicatos y las tendencias imperantes entre la Iglesia Católica, la Democracia Cristiana,
relacionada con la Confederación Triunfo Campesino, y los comunistas y socialistas en alianza con
la Confederación Ranquil y sus respectivas federaciones presentes en la provincia.

Frente al proyecto de Reforma Agraria, las expropiaciones jugaron un rol determinante para la
redistribución de la tierra. En Osorno las expropiaciones debían cumplir la disposición de tener 40
hectáreas de riego básico, equivalente a un fundo de 501 hectáreas, al cual se le debía dejar
reserva. La primera expropiación realizada fue a la Hacienda Ñuble- Rupanco, que se convirtió en
42
el motor que impulsó las demás expropiaciones, por el tamaño de este fundo (1.800 hectáreas).
Sin embargo muchos empleadores utilizaron estrategias de defensa ante esta realidad. La mayoría
dividió sus tierras, en 4 a 5 fundos, además de cambiar los roles para no permitir la expropiación.
Otros trataban de negociar con los trabajadores, regalando vacas para no entregar sus tierras. Por
otro lado, algunos agricultores cedían sus tierras voluntariamente para la expropiación, pues
43
recibían una devolución económica que el gobierno entregaba a quienes realizaban tal acción.

37
Sergio Medina y Héctor Cárdenas.
38
Enrique Pérez, La Búsqueda Interminable, (Santiago de Chile: Mosquito Editores, 1996), 58. Cabe men-
cionar también que la izquierda en general adoleció de poco conocimiento de la realidad social y cultural
mapuche y de las especificidades y particularidades de la cuestión mapuche con respecto a la lucha cam-
pesina global. Por lo tanto la presencia de una propuesta en relación directa con la situación huilliche de la
zona puede haber resultado atrayente sobretodo para las generaciones jóvenes. Para una mayor profundi-
zación en la relación de la izquierda y el pueblo mapuche, véase Augusto Samaniego y Carlos Ruiz, “El
pueblo mapuche en el pensamiento y acción de las izquierdas en Chile. 1960-1973”, Espacio Regional, no.
4 Vol. I (2007), 33-51.
39
El analfabetismo era considerable, entre la época del 60 y 70 la tasa de analfabetismo era de un 13,7 en
promedio, y en sector rural era mucho más considerable que en la urbe. Ver en http://cep.cl/Cenda/Varias_
Estadisticas/Banco_Central/PDF/indicadores602000.pdf.
40
Pérez, La Búsqueda, 71.
41
Sergio Medina y Héctor Cárdenas. Una de estas propuestas, consideradas extremas por los dirigentes de
los sindicatos era la expropiación de la CALO (Cooperativa Agrícola y Lechera de Osorno).
42
Sergio Medina, Osorno, Diciembre, 2005.
43
Sergio Medina, Osorno, Diciembre, 2005.

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Reforma agraria y sindicalización campesina en Osorno: 1967-1973 Dossier

La CORA por su parte evaluaba los predios que serían expropiados, además se les informaba
previamente a sus dueños, mediante la prensa, la cantidad de fundos a expropiar y a quienes
correspondían. 44 Impacto también causó la ejecución de las expropiaciones, ya en Mayo de 1971 la
CORA había expropiado 59 fundos, en toda la provincia. 45
Cabe señalar, que en su mayoría los terrenos expropiados corresponden a los fundos ubicados en
localidades paralelas e interiores al recorrido de la Ruta 5 Sur. Para el sector costero de dominio
huilliche, la expropiación adquirió un carácter más bien simbólico, pues la lucha por la recuperación
de sus tierras ha sido constante, 46 ya que su demanda ha sido un conflicto permanente con los
agricultores particulares de la zona. Con la Reforma Agraria se percibe que por primera vez el
Estado se hace cargo de la problemática de las comunidades en San Juan de la Costa, acelerando
el proceso que se venía manifestando con anterioridad, sobretodo en el Gobierno de Allende. Se
realizaron expropiaciones en esa zona, sin embargo el dominio legal de las tierras fue traspasado a
la CORA y no a las comunidades huilliches, lo cual significó que cuando irrumpió el régimen militar,
47
y se disolvió este organismo, los dominios retornaron nuevamente a los particulares.
En el gobierno de Salvador Allende se llevó a cabo la mayor cantidad de expropiaciones en la
provincia. En nuestra región se expropiaron alrededor de 63 predios de secano, lo cual equivale a
291.147 hectáreas, beneficiando a 89 familias. Se creó también en Osorno la Cooperativa Regional
“Los Alerces” dependiente de la CORA, cuyas funciones eran:
¾ Abastecer el insumo agrícola y los artículos de consumo.
¾ Llevar la contabilidad propia y de sus asociados
¾ Preocuparse de los transportes, servicios y reparación de maquinarias
¾ Comercializar los productos
48
¾ Establecer industrias de transformación y manufactura.
Esta cooperativa capacitaba y reforzaba a los campesinos luego de la asignación de tierras. La
organización del sector reformado se basó en los asentamientos, modalidad que consistía en
sociedades de campesinos, que en conjunto con el Estado (CORA) explotaban un predio como
etapa previa a la asignación de tierras. El objetivo era fomentar el espíritu de trabajo en común y
desarrollar la capacidad técnica y empresarial. Se partía de la base que transformar a un
campesino-inquilino en campesino-empresario requería una etapa de capacitación, formación y
entrenamiento que exigía el Estado. Al finalizar el período de asentamiento, los campesinos
pasarían a convertirse en asignatarios de tierras en forma individual o comunitaria. 49 Sin embargo

44
La Prensa (Osorno), 5 de Mayo de 1971.
45
La Prensa (Osorno), 7 de Mayo de 1971.
46
Cabe destacar que las comunidades huilliches del sector costero desde la promulgación de la ley de
propiedad Austral se asociaron al trabajo de organizaciones de carácter nacional para realizar reivindicacio-
nes respecto a la recuperación de tierras .Dentro de estas organizaciones se encuentra la Sociedad Caupo-
licán Defensora de la Araucanía, que respaldó las acciones jurídicas ante la Matanza de Forrahue en 1912.
Otra organización fue la Corporación Araucana, asociada al funcionamiento de la Comunidad La Catrihuala
y en 1939 miembros de las comunidades se afiliaron al Frente único Araucano. Esta dinámica puede expli-
car el por qué la propuesta de MIR y el accionar del MCR, aunque estuvo presente, no repercutió fuerte-
mente en la zona, debido a que su presencia fue tardía respecto al movimiento que se había generado con
anterioridad.
47
“Los Huilliches del Sur; El territorio Huilliche en Valdivia y Osorno”, disponible en http://www.serindigena.
org/territorios/recursos/biblioteca/monografias/historia/documentos/11_primera_parte_%20IV%20mapuche_
%20cap3.htm#a7. Dentro de los fundos expropiados se encuentra La Barra, Trinidad y Cordillera de Río
Blanco. Para mayor profundización véase Martín Correa, Raúl Molina y Nancy Yánez, La Reforma Agraria y
las tierras Mapuches: Chile 1962- 1975 (Santiago de Chile: LOM, 2005).
48
CORA, Reforma agraria Chilena (Santiago de Chile: CORA, 1970).
49
Luz Cereceda y Liliana Barría, Comportamiento económico y racionalidad del campesino (Santiago de
Chile: sin datos de edición, 1984), 62.

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Dossier Katherinne Osses Ritz

este hecho no trascendió en el tiempo y en la actualidad es muy poca, o casi nula, la presencia de
trabajadores con tierras desde la época de los asentamientos.
Frente a la distribución de los asentamientos se generó un conflicto interno dentro de los sindicatos
por el acceso a la tierra, lo cual desencadenó un descontento, sobretodo de los dirigentes, ya que el
trabajo realizado a favor de los campesinos, no estaba siendo recompensado con tierra. A la vez
retrospectivamente, los dirigentes confirman las advertencias de los agricultores, respecto a que
esta situación ocurriría y que su deslealtad frente a ellos sería saldada de la misma forma, avalando
50
los dichos de sus “patrones” en la época.
Uno de los puntos que instaron al fracaso de la Reforma Agraria fue la nula preparación del
campesino. Esta poca preparación y formación en la administración de sus nuevos territorios,
llevaron a estos pequeños parceleros a caer en un abismo económico, instándolos al
endeudamiento continuo, que llevó a algunos por necesidad o ignorancia, a vender sus tierras,
incluso grandes campos, cambiando éstos por un televisor, un vehículo, o un restaurante. Esto
propició que mucha gente vendiera a precio muy bajo su propiedad al mismo patrón, siendo
actualmente sus inquilinos. 51
No existían además los mecanismos adecuados para apoyar técnicamente al nuevo propietario
nacido de la Reforma Agraria y de los cuales “muchos quedaron en el camino, porque al entrar a
competir en el mercado, es duro, es difícil empezar a cumplir con todas las exigencias, que son
cada vez mayores, insistiendo en la formación administrativas de los sujetos en cuestión”. 52
Irrupción del Régimen Militar
El Golpe de Estado de 1973 puso término al avance del proceso de Reforma Agraria y desde ese
momento se inició la Contrarreforma Agraria con un proceso de devolución de las tierras a sus
antiguos propietarios o su venta a terceros.
La reforma agraria desde 1973 promovió la organización de los sectores productores libres. La
propiedad era entregada individualmente como parcelas que le permitan vivir, invertir y prosperar.
Se puso hincapié en la seguridad del sector privado y se dio fin a las acciones ilegales. Se crean
también las sociedades de cooperación agraria (Soca), las que promovían el cooperativismo la cual
pretendía una mejoría en la relación de dueños y trabajadores. También asentó las bases para los
propietarios agrícolas tradicionales y nuevos.
En diciembre de 1978 se dio término a la CORA, a la cual le siguió un año después la ODENA
(oficina de normalización agraria). Este periodo se caracterizó por consolidar la propiedad privada
y la desestatización de la tierra agrícola. 53
Con la irrupción del régimen militar, se terminó el normal proceso de la Reforma Agraria, principal
iniciativa del Gobierno de Allende. Según lo afirma un trabajador campesino de la época: “El
gobierno (militar) no dio plata, ni ayudó a los nuevos propietarios, arrancamos y ya”. Con lo anterior
queda de manifiesto la posición del gobierno militar, donde se frenó de golpe los recursos del
estado que iban en directa ayuda de estos nuevos propietarios y como ellos poseían mínimos
recursos quedaron varados, sin la posibilidad de seguir trabajando la tierra, por lo que tuvieron que
dejar los terrenos. 54
Por otro lado, existen otros testimonios que plantean todo lo contrario, que el gobierno militar sí
apoyó y favoreció a los campesinos, pero que ellos continuaron con una suerte de desprecio y odio

50
Sergio Medina, Osorno, Diciembre, 2005.
51
Información proporcionada en entrevista a Pablo Martínez y Ruth Blaña, Osorno, 2005.
52
Información proporcionada en entrevista a Mario Momberg, Osorno, 2005
53
Garrido, Historia de la Reforma, 116.
54
Sergio Medina, Osorno, 2005.

- 114 -
Reforma agraria y sindicalización campesina en Osorno: 1967-1973 Dossier

hacia el nuevo régimen, como lo señala Ruth Blaña, quién junto a su familia vivió difíciles momentos
en la época, a pesar de no ser expropiados sus fundos: “Fueron favorecidos los campesinos, sí,
pero siguió la resistencia, el odio, manejo político […]”, 55 por lo que se puede entender que los
agricultores no aceptaron la llegada del gobierno militar porque perdieron los beneficios económicos
que les entregaba el gobierno de la Unidad Popular.
En Osorno la represión que trajo consigo la instauración del régimen militar se asoció a torturas a
56
campesinos llevadas a cabo por Carabineros, los que apoyan la política de los agricultores y de
los movimientos de extrema derecha, deteniendo constantemente y golpeando a todo quien se
relacione con los sindicatos. 57 Además se identificó a todos quienes fueron partícipes de estas
organizaciones, lo cual desencadenó una especie de “terror” entre los campesinos por las
represalias que podían tener debido a su militancia en los sindicatos, razón por la cual muchos
huyeron de la ciudad. 58
La dictadura prácticamente eliminó a los sindicatos y, en especial, a los sindicatos campesinos. Los
primeros decretos prohibieron a todas las federaciones nacionales, y a la mayoría de las
organizaciones afiliadas a la CUT, negando a todos los sindicatos y a sus líderes el derecho de
asociación, prohibiendo toda actividad colectiva y política.
En 1978, el modelo de las relaciones laborales implementadas por la dictadura experimentó una
redefinición. Se dictó el Plan Laboral (Decreto Ley 2200), en julio de 1979, siendo uno de los
elementos claves en la vida laboral de aquellos años. Este plan regulaba los procesos de
negociación colectiva, buscaba controlar el movimiento sindical prohibiendo los sindicatos por
ramas productivas, estableciendo los sindicatos por empresa, ínter empresas, independientes y
59
transitorios .
Reflexiones finales
La ley de Reforma Agraria y Sindicalización Campesina fueron procesos que en conjunto
provocaron un cambio en las tradicionales relaciones de poder entre el patrón y el trabajador
campesino. El patrón quien en este escenario ejercía el poder y por ende controlaba y dominaba los
modos de producción en el campo, a la vez de poseer la tenencia de la tierra, gozaba de privilegios
sobre sus trabajadores, determinando las condiciones laborales y modos de vida de éstos. Sin
embargo con la puesta en marcha de ambas legislaciones ya mencionadas, estas relaciones sufren
un quiebre. Cabe destacar en este sentido que la elite local, en específico los agricultores de
grandes propiedades, desde la segunda mitad del Siglo XIX habían consolidado un poder
económico, (a través de la constitución de la gran propiedad) y político que le permitía controlar y
ejercer un dominio amplio en la zona. Es decir, ejercían un poder hegemónico, legitimado a través
de un discurso dominante, mediante los enunciados públicos de la SAGO.60
El campesino, en el nuevo escenario de los años 60’, adquirió legalmente un derecho a asociarse
colectivamente con sus pares y ejercer presión a los patrones a través de demandas colectivas por

55
Ruth Blaña, 2005.
56
La adhesión de Carabineros con los Agricultores en la provincia data de la época de los años 20 cuando
nace esta institución, ya que se requería la colaboración de la comunidad para la equipación de éstos.
Siendo los agricultores quienes otorgaron los bienes inmuebles, telefonía, etc. Para el normal funciona-
miento de este cuerpo de seguridad, generando así una suerte de retribución a estas donaciones, con la
obediencia a un poder local, a una elite que confirmaba su poder político en la zona. Eduardo Gallardo,
“Bandidaje rural en Osorno. 1917-1927”, en Muñoz y Núñez (eds.), Amotinados, 53-100.
57
Pérez, La Búsqueda, 99. Sergio Medina y Héctor Cárdenas.
58
Sergio Medina y Héctor Cárdenas.
59
Abigail Tapia Alarcón y Javiera Álvarez Ainzúa, “Derecho de Asociación y Movimiento Obrero en Chile”,
disponible en http://www.ericeduardopalma.cl/Articulos/Alumnos/Derecho.doc
60
Para profundizar en el ejercicio del poder véase Michel Foucault, Defender la Sociedad, (Buenos Aires:
FCE, 2006), 34 y Teun Van Dijk, Estructuras y funciones del discurso (México: Siglo XXI Ed., 1993), 101.

- 115 -
Dossier Katherinne Osses Ritz

medio de pliego de peticiones. El campesino comenzó a ejercer un derecho, y cierto poder, que
antes se le había negado e incluso pudo acceder a la tierra.
Con la llegada del gobierno de Eduardo Frei Montalva y la aplicación de la Reforma Agraria,
sumado a la radicalización con la cual se efectuó en los años de la Unidad Popular, se crearon las
condiciones propicias para que las demandas de los campesinos se institucionalizaran y obtuvieran
un respaldo legal y legítimo en el cual sustentarse, situación que con anterioridad no se había
llevado a cabo. Además el apoyo de los partidos políticos a este proceso, permitió sumar una fuerza
aún mayor para concretar las demandas de los campesinos. Por lo tanto, las circunstancias
favorecían la organización sindical y la institucionalización de los petitorios de obtención de tierras y
seguridad laboral.
Este proceso experimentado en la provincia durante 1967 hasta 1973 puede denominarse
teóricamente como “resistencia reformista”, cuyo objetivo pretende mejorar el orden de las cosas
61
existentes, estableciendo una especie de compromiso o equilibrio entre los intereses del mercado
y los trabajadores, al establecer derechos como seguridad y protección. Sin embargo para que este
compromiso sea llevado a cabo necesita de la presencia de un Estado Benefactor o social que
62
regule los beneficios para ambas partes, situación que en la época es posible apreciar. Por
ejemplo el apoyo del gobierno para llevar a cabo las reformas fue fundamental, ya que a través de
organismos como INDAP (Instituto de Desarrollo Agropecuario) se pudo capacitar al campesino
para que formara parte activamente del proceso que estaba viviendo, desde la organización sindical
hasta la distribución de asentamientos.
Por ende la presencia de una resistencia reformista permite que se transformen sustancialmente las
condiciones de los trabajadores respecto a su situación anterior, creando una propiedad social para
quienes no eran propietarios, la cual se basa en derechos y protecciones frente a los riesgos
sociales, garantizando la seguridad social.
La resistencia reformista confronta al capitalismo, apoyándose en partidos de izquierda y sindicatos
que contribuyen en la construcción de protecciones sociales y que a la vez denuncian la explotación
de las relaciones hegemónicas de dominación y poder. 63 A su vez es criticada por la extrema
izquierda, que en nuestro caso particular estaría representado por el MIR, lo cual permite
comprender la adhesión momentánea de la población Huilliche de las nuevas generaciones, para
recuperar las tierras radicalmente y no actuar en base a la legalidad burguesa, según la consigna
mirista.
De acuerdo al proceso estudiado es posible apreciar una distinción entre las demandas de los
campesinos y los indígenas. Los campesinos privilegiaron, por sobre el acceso a la tierra, la mejora
de su situación laboral, lo cual se tradujo en la búsqueda de protección y seguridad laboral, pero
que implicaba como contrapartida, que los campesinos debían mantenerse como empleados
agrícolas. Por el contrario, las comunidades Huilliches buscaron, con anterioridad a la promulgación
de ambas legislaciones, recuperar sus tierras para mantener la tradición cultural. En este período el
Estado asumió un rol más específico ante sus demandas, sin embargo no bastó para que se
cumpliera su proyecto a cabalidad a raíz del Golpe Militar.
Ambos proyectos políticos se diferenciaron por la dinámica del desarrollo agrícola y de la propiedad
constituida en la provincia de Osorno. Sin embargo, estos proyectos utilizaron una estrategia en
común, la cual fue aliarse a partidos políticos para obtener los resultados deseados. Este hecho
contradice la visión de la elite dominante, que consideraba el accionar de los campesinos efecto de
una manipulación de los “agitadores urbanos” y de intereses políticos.

61
Robert Castel, “Crítica Social.Radicalismo o Reformismo Político” en Castel et al, Pensar y Resistir (Ma-
drid: Círculo de Bellas Artes, 2006), 13-14.
62
Castel, “Crítica Social, 15.
63
Castel, “Crítica Social, 19-20.

- 116 -
Reforma agraria y sindicalización campesina en Osorno: 1967-1973 Dossier

Estos hechos llevan a plantear una nueva hipótesis. La dinámica que presentó el proceso de
sindicalización en la zona, incorporando el relato de los protagonistas que vivieron este proceso,
refleja la presencia de una organización sindical que no estuvo exenta de dificultades y conflictos
internos. Esta problemática puede explicarse ya sea por la presencia de un discurso oculto o por
modelos culturales arraigados en los campesinos.
En el primer caso, que el derecho de asociación de los campesinos se legitimara después de la
segunda mitad del siglo XX, no significa que anteriormente los campesinos no demostraran su
descontento frente a sus condiciones laborales y en la carencia de seguridad laboral y social. Es
posible pensar que si bien la ley 16.625 de Sindicalización campesina estimuló la organización
sindical, al parecer no resulta convincente del todo sostener que el accionar de los campesinos
surgiera a propósito de ésta, sino más bien parece necesario considerar una actitud colectiva
precedente, no necesariamente institucionalizada, que gatilló en la efectividad de sus proyectos
políticos, la obtención de tierra para el que la trabaja y sobretodo una mejora de su condición social
y económica.
Si estas prácticas de resistencia anónimas existieron pueden recibir el nombre de discurso oculto,
que se define como ciertas prácticas gestuales y discursivas en forma de resistencia al poder
dominante, que se dan en un espacio íntimo y que son específicas de un espacio social
64
determinado y de un conjunto particular de actores.
James Scott plantea que las relaciones de poder, entre dominados y dominadores se configuran en
un escenario público donde se ocultan ciertas prácticas de resistencia por parte de los
subordinados, en las cuales se simula una conformidad y obediencia ante la autoridad de modo de
65
evitar la represión.
En esta lógica para que “exista una conciencia política (no solamente frustración ante los abusos)
66
debe forjarse una actor social, es decir, una identidad social colectiva”. Deben existir espacios de
poder, donde se territorialice el discurso oculto. Esta identidad social colectiva a la que Héau hace
mención y la cual es necesaria para que se territorialice el discurso oculto, surge en nuestro caso,
probablemente mediante la cotidianeidad, el día a día de la convivencia de los campesinos y de su
interacción con el “patrón” y entre sí. Esta cotidianeidad va generando no sólo el malestar frente a la
explotación y los abusos, sino que va conformando una idea sobre lo injusto que es para “todos” los
trabajadores campesinos las condiciones laborales a la que son expuestos. Se reconocen como
una colectividad en las mismas condiciones y no como individuos aislados en una realidad. Este
lazo identitario conlleva a la construcción de un proyecto político con intereses comunes, que
aunque no sean socializados públicamente (o quizá sí en la clandestinidad), sí existen, y que la
promulgación de la ley genera cohesión para legitimar el proyecto y desarrollar un accionar político.
Pareciera entonces que la legitimación pública y legal que acompaña este proceso de
sindicalización campesina, ofrece por primera vez a los campesinos un espacio en el cual
sociabilizar sus inquietudes y luchar colectivamente de modo organizado por sus demandas, a
67
través de los pliegos de peticiones . Además de asegurar la confianza en que supuestamente no
perderían sus trabajos por asociarse ni sufrirían las represalias del patrón.

64
James Scott, Los dominados y el arte de la resistencia, (Sin datos de país: Ediciones Era, 2003), 24.
65
Véase la discusión teórica entre Popkin y Scott en Eric Van Young, La Otra Rebelión (México: FCE,
2006), 51; en la cual Popkin a diferencia de Scott propone que los campesinos no emplean estrategias de
resistencia pues supone que éstos toman decisiones racionales y no se preocupan tanto por la cohesión de
la comunidad, sino por el bienestar de la familia y la posibilidad de mejorar su posición en el mercado.
66
Catherine Heáu Lamber, “Resistencia y/o Revolución”, Cultura y representaciones sociales, Año 1 no. 2
(2007), 66.
67
Cabe destacar que los sindicatos de campesinos cada año entregaban un pliego de peticiones a los
empleadores para mejorar sus condiciones laborales y aumentos de salario. “Nuestros pliegos de peticiones
pedían un 50% de reajustes de salario y regalías como la leche, botas trajes de agua, porque nosotros no

- 117 -
Dossier Katherinne Osses Ritz

En un segundo plano, un análisis desde el punto de vista de la Historia de las Mentalidades con
respecto a los modelos culturales y su arraigo en los campesinos, puede contribuir en la explicación
sobre la lealtad al patrón que algunos campesinos adoptaron y su correspondiente marginación de
la organización sindical.
Sin embargo este nuevo escenario en el desarrollo histórico agrícola de la provincia de Osorno, se
ve interrumpido por el Golpe de Estado, que produjo un retroceso en los avances que había
experimentado este sector. El desarrollo de una Contrarreforma Agraria significó en concreto la
devolución de tierras, el debilitamiento y caída de las parcelaciones y asentamientos impulsados
por la CORA. A la vez el decreto ley 2.200 permitió la aniquilación de los sindicatos y el término de
la conformación de espacios legitimados que por primera vez llevaron a los campesinos a
manifestarse del discurso a la acción política.
Si bien este trabajo es la configuración de una línea de investigación y no un diálogo cerrado con la
reconstrucción histórica de este proceso, queda como evidencia que el marco de análisis centrado
en el examen de la conformación de la propiedad agraria en la provincia de Osorno, y la dinámica
de los actores sociales involucrados en el período estudiado, es clave para comprender este
período y analizar el accionar de las organizaciones sindicales. Para ello nos parece fundamental el
testimonio de los protagonistas que vivieron en la época y que a través de sus relatos aportan
información que abre nuevas perspectivas a la lectura tradicional sobre este proceso, estigmatizado
como un constante enfrentamiento entre los agricultores y campesinos. De acuerdo a nuestro
examen, se evidencia la necesidad de rescatar eventos particulares que llevan a replantear visiones
arraigadas, a partir de propuestas teóricas nuevas que ayuden a explicar el comportamiento de los
sujetos y colectividades, ya sea a través de la existencia de un discurso oculto o la presencia de un
patrón cultural enraizado en algunos campesinos. Por ende, siguiendo esta lógica, nacen nuevas
hipótesis que permiten abrir una discusión más amplia sobre el tema, que servirán como inicio de
nuevas perspectivas y avances en el curso de la investigación.

conocíamos la ley del trabajo, con el patrón discutíamos 2 a 3 meses para que salga las cosas […]”. Sergio
Medina, Osorno, Diciembre, 2005.

- 118 -
Opinión y debate
Espacio Regional Volumen 2, Número 4, Osorno, 2007, pp. 121 - 126

GENEALOGÍA DE UNA HISTORIA. HISTORIA DE LAS MUJERES, HISTORIA DE


GÉNERO: PROBLEMÁTICAS Y PERSPECTIVAS

Margarita Iglesias Saldaña


miglesia@uchile.cl
Universidad de Chile

El Seminario Avances Historiográficos Contemporáneos, organizado durante el


mes de Enero del presente año en conjunto por el Magister en Ciencias Huma-
nas, mención Historia y el PEDCH, presentó las reflexiones de los profesores
Sergio Grez, Igor Goicovic, Claudio Robles y Margarita Iglesias. Presentamos en
este número la reflexión expuesta por la profesora Iglesias.
Una no nace, sino que se hace mujer, sostuvo Simone de Beauvoir en su libro El segundo sexo 1
donde demostró que el significado cultural es determinante en la construcción de la feminidad y de
lo femenino. Publicado en 1949, influyó de manera relevante en los años posteriores, instalando la
idea de la construcción del sujeto femenino, derrotando así todo lo que hasta allí se había
considerado como la esencia o la naturaleza femenina. Simone de Beauvoir, es la voz contestataria
y emblemática del feminismo, la mujer militante que junto Jean Paul Sastre desarrolló postulados
del existencialismo, sistema filosófico que sirvió de base para la mayor parte de sus obras plenas
de voluntad, ética y política. Para Beauvoir, en 1945: “Toda la historia de las mujeres ha sido hecha
por los hombres", y el análisis de la condición femenina requería de una antropología estructural y
de una historia entonces inexistente. Esta es una primera idea innovadora en la escritura de la
Historia de las Mujeres. Desde la militancia activa por combates universales, Simón de Beauvoir se
pregunta por el ser mujer y para poder responderse realiza una historia de las mujeres en la
2
Modernidad. Curiosamente, en la década de los 80, en Chile Julieta Kirwood preguntándose sobre
la participación política de las mujeres, hará también una primera historización de estas en la
sociedad chilena y desde el exilio en Venezuela Luis Vitale escribía La mitad invisible de la
historia, 3 para dar cuenta que hasta entonces las mujeres no habían sido consideradas como
sujetos propios de la Historia, se las había invisibilizado, o a lo más se las había considerado las
acompañantes de los hombres. Esto explica el cómo aparecen en la escritura de la historia hasta
hace unas dos décadas.

Desde el la década de los años 70 del Siglo XX, se viene configurando una Historia de las mujeres
y una Historia desde la perspectiva del Género. Ambas grandes corrientes de investigación tienen
historias paralelas e historias en acuerdos.

Una definición posible de Historia de las mujeres, que es la que yo he seguido y he recreado en mis
trabajos, es aquella que busca comprender los procesos sociales e históricos poniendo el sujeto
mujer en el centro de los análisis. Esta idea teórica proviene de aquella propuesta que apareciera a
mediado de los años 70, especialmente en Francia en que se preguntaba si las mujeres tenían una
historia, y al constatar que sólo aparecían en relación a una historia universal masculina, en el
sentido de la escritura, se preguntaron si era posible una historia de las Mujeres.4

1
Simone de Beauvoir, El segundo sexo (Madrid: Cátedra, 1998)
2
Julieta Kirkwood, Ser política en Chile: los nudos de la sabiduría feminista (Santiago de Chile: Cuarto
propio, 1990)
3
Luis Vitale, La mitad invisible de la historia latinoamericana. El protagonismo social de la mujeres (Buenos
Aires: Sudamericana, Planeta, 1987)
4
Michelle Perrot, Une histoire des femmmes est-elle possible? (Paris: Ed Rivages, 1984)
Opinión Margarita Iglesias Saldaña

En el área anglosajona, las historiadoras Judith Zinsser y Bonnie Anderson publicaron a fines de la
5
década de los 80 un libro que ya es un clásico La Historia de las mujeres; una historia propia. A
diferencia de las francesas, las anglosajonas pusieron en discusión una afirmación. Si, las mujeres
tienen una historia propia. Simultáneamente en América Latina, desde la década de los 70 se
venían desarrollando discusiones en torno al rol de las mujeres en los procesos sociales. Isabel
Larguia en el contexto marxista demuestra la doble explotación de las mujeres incorporadas al
proceso productivo reconocido, es decir las mujeres asalariadas

Fue solo con el surgimiento de la familia patriarcal que la vida social quedó dividida en
dos esferas nítidamente diferenciadas: la esfera pública y la esfera doméstica. Estas
dos esferas tuvieron una evolución desigual: mientras en la primera se producían
grandes transformaciones históricas, la segunda, que evolucionaba más lentamente,
operaba como freno de la primera. Con el desarrollo del intercambio mercantil y de la
división de la sociedad, todos los cambios económicos, políticos y culturales tuvieron
su centro en la esfera pública, mientras en el hogar sólo se consolidó la familia
individual, como actualmente la conocemos.

La mujer fue relegada a la esfera doméstica por la división del trabajo entre los sexos, al tiempo que
se desarrollaba a través de milenios una poderosísima ideología que aún determina la imagen de la
mujer y su papel en la vida social.

Para descubrir los fundamentos de esta ideología y la importancia enorme que tuvo en el desarrollo
de la sociedad de clases, es necesario diferenciar claramente las actividades realizadas por la
mujer en el seno de la familia:

a) Reproducción estrictamente biológica.


b) Educación y cuidado de los hijos, enfermos y ancianos,
c) Reproducción de la fuerza de trabajo consumida diariamente.

Cuando se superponen estos tres aspectos, se confunde sistemáticamente la reproducción


biológica con la reproducción de la fuerza de trabajo, tanto la que gastan los hombres y las mujeres
en el proceso de la producción social, como la temprana formación de la nueva generación de
trabajadores. Esta cuestión que es relevada por Larguia y Dumoulin, hacia referencia a lo ya
planteado en el Siglo XIX por Engels en La Familia, la propiedad privada y el Estado, 6 quien ya
había visualizado que la primera división de la humanidad, anterior a la de clases sociales, fue la
división sexual del trabajo y de la esfera productiva y reproductiva, y que esta división había sido
simultáneamente la derrota de la mujer en la descendencia gentilicia de las formaciones humanas,
que hemos denominado familias. Es entonces desde este primer nudo en la conformación misma
de las familias y las sociedades que se abrieron nuevas perspectivas de estudios al reposicionar a
las mujeres como sujetos y objetos principales en la historia. Esto viene a cuestionar la idea de una
Historia Universal, puesto que esta ha sido determinada desde una historiografía masculina que ha
excluido durante mucho tiempo no sólo a las mujeres, que son mas o menos la mitad de la
humanidad, si no que también a los diversos sectores sociales y étnicos que no pertenecían a los
sectores dominantes blancos occidentales u occidentalizados en el caso de América Latina. Este
cuestionamiento converge también con las historias de los pueblos originarios, de los pobres del
campo y la ciudad, lo que algunos han denominado los de abajo, converge y se retroalimenta de la
historia social y de la historia de las mentalidades, ya que cuestiona también como se han ido
construyendo los imaginarios y representaciones de la Historia.

5
Bonnie Anderson y Judith Zinsser, Historia de las mujeres, una historia propia (Madrid: Crítica, 1991)
6
Federico Engels, La familia, la propiedad privada y el Estado, versión original 1884, disponible en:
http://www .marxists. org/ espanol/m-e/1880s/origen/index.htm

- 122 -
Genealogía de la historia. Historia de las mujeres, historia de género Debate

Para algunas feministas latinoamericanas, es sobre el ocultamiento de esta realidad que se


construyo todo el sistema de explotación y opresión de las mujeres. 7

En la década de los sesenta del siglo pasado, las mujeres estaban incorporadas en los distintos
procesos de las sociedades; las europeas masivamente en el trabajo asalariado, cuestión que se
había intensificado con las dos guerras mundiales y la partida de los hombres a las guerras, y en
los movimientos contestatarios de los hippies y de los estudiantes del 68; en el continente africano y
asiático, las mujeres participaban de los movimientos de liberación de los países aún colonizados;
las latinoamericanas, incorporadas a los procesos productivos, formales e informales, y también
una minoría se incorporó a los movimientos revolucionarios y guerrilleros del continente; otras,
participaban en los partidos políticos clásicos, de izquierda y de derecha y hacían parte de los
movimientos sociales y gremiales, no existiendo una propuesta respecto a la cuestión de las
mujeres en forma especifica en ninguna de estas formas organizativas.

Los movimientos feministas como tales, toman sus formas desde el Siglo XIX, primero en la lucha
por el derecho a voto, es decir la ciudadanía que había sido conquistada con la revolución francesa,
no lo fue para las mujeres hasta el Siglo XX. En Chile es en 1947 que se obtiene el derecho a voto
municipal y en 1949 el sufragio universal.

Esta presencia de las mujeres en las luchas sociales desde distintos lugares, plantea la pregunta en
diversos ámbitos de las Ciencias Sociales primero y luego en las Humanidades. Es desde la
antropología y la sociología que emergen en el mundo anglosajón las preguntas respecto a lo
cultural y las prácticas sociales, para incorporarse a los ámbitos de la Historia y de la Filosofía. Hoy
se discute a nivel de las formaciones lingüísticas y en la producción de discursos estas diferencias.

Es entre los años 70 y 80 que surgen las investigaciones respecto a la vida cotidiana; vida privada
en los términos europeos, a los procesos productivos y las periodizaciones históricas de las
construcciones discursivas. Paralelamente las preguntas sobre el poder, y las discusiones en torno
a las propuestas de los dispositivos de poder, tanto simbólicos como materiales abrieron nuevas
reflexiones en torno a la condición de victimización de las mujeres para plantear el cuestionamiento
a las formas mismas de entender la construcción del poder. Las preguntas abiertas sobre que es el
poder y como se ejerce convergen sobre la pregunta por los tiempos históricos que plantea Braudel
en la Historia de larga duración, lo que se entronca con las mentalidades y la demografía. Es así
que se va poniendo de manifiesto que el problema ha sido la concepción misma del ser sujeto, para
esto se incorpora el análisis filosófico que ha dado cuenta de la separación del gobierno político y
del gobierno doméstico, y la no comprensión del ser de razón, que sería supuestamente el sujeto
moderno, lo que para nuestro continente obliga a revisar los procesos sociales desde la Conquista y
8
la colonización hasta nuestros días.

El problema visto desde estas perspectivas le plantea a la historiografía la cuestión de la memoria, y


la memoria entronca con la alteridad del ser humano, de los procesos, de las regiones y de los
lugares. 9

7
Isabel Larguia y John Dumoulin, “Hacia una ciencia de la liberación de la mujer” Casa de las Américas nos.
65-66 (1971). Citado por Hilda Araujo Camacho en “Criterios y líneas de investigación en la problemática de
la mujer” en las Mujer en América Latina (México: SEP-Setentas, 1975), 211
8
Georges Duby y Michelle Perrot, Historia de las Mujeres de Occidente V volúmenes (Madrid: Taurus,
1992); Geneviève Fríase, Musa de la razón (Madrid: Cátedra, 1991); Fernand Braudel, La Historia y las
ciencias sociales (Madrid: Alianza, 1968)
9
Paul Ricoeur, La Memoria, La Historia y el Olvido (Madrid: Trotta, 2003); Elizabeth Jelin, Los Trabajos de
la memoria (Madrid: Siglo XXI, 2002); Jacques Le Goff, El orden de la memoria. El tiempo como imaginario
(Barcelona: Paidós Ibérica, 1991)

- 123 -
Opinión Margarita Iglesias Saldaña

Un segundo punto nodal en la Historia de las mujeres y/o desde la perspectiva del Género, es que
esta forma de comprender sujetos y procesos no tiene explicación en si misma en ninguna
disciplina, por lo que se recurre a la colaboración de las disciplinas y se expresa en trabajos
multidisciplinarios. Abriendo al mismo tiempo nuevos archivos como los diarios íntimos, los
epistolarios, los inventarios testamentales, o revisitando archivos ya establecidos desde preguntas y
miradas diferentes. Por ejemplo, ¿qué valor se le atribuye al trabajo doméstico realizado por las
mujeres, cuándo este es fundamental en la reproducción de la población, la familia, la fuerza de
trabajo y la formación de las y los hijos?

Es en la década de los setenta que toma fuerza, primero en los Estados Unidos y después en
algunos países europeos y posteriormente en América Latina, el concepto de Género que cambiará
el vocabulario y entregará pistas socio culturales para entender las diferencias de los sexos. Para
quienes suscriben a esta categoría, la historia en general debe ser estudiada desde la perspectiva
de la distinción masculino femenina, dado que el sexo biológico en sí no determina el ser hombre o
el ser mujer, y que tanto el ser mujer como el ser hombre han sido construcciones socio culturales y
políticas. Por lo que ninguna acepción o definición puede ser entendida a priori como algo obvio o
naturalizado. Estas problemáticas y preguntas empiezan a materializarse en Historia en la década
de los noventa a través de publicaciones reconocidas en los ámbitos de producción de los
conocimientos; Este es uno de los aportes fundamentales desde estas nuevas perspectivas de
entender la Historia y la formación de los procesos sociales y las construcciones del conocimiento:
todo es sexuado y esto define desde donde se analizan las situaciones, ya que no son abstractas.

En nuestro continente será en la década del 90 que aparecerán algunas publicaciones sobre la
forma de compilaciones: Perú, México, Argentina y Chile fundamentalmente. La aparición de estas
obras da cuenta de la presencia de las mujeres a través de la historia occidental y la situación
según su posición de clase, de etnia, o de los países y lugares a los que pertenecen. Este primer
tiempo de la Historia de las mujeres y de la Historia desde la perspectiva del Género, permitió
resituar a las mujeres en la Historia. A las historias de Norte América y Europa, siguieron las
aproximaciones históricas en América Latina, primero desde la antropología y desde centros de
investigación independientes de la universidades; es el caso de la primera compilación a principio
de los noventa en Chile de Disciplina y Desacato de varias autoras, cuyos trabajos se centraron en
el trabajo asalariado, la reclusión penal y las maternidades. Ya a fines de los noventa aparece la
Revista Nomadía monográfica de Historia que yo coordiné, y que convoca a dialogar a la historia de
las mujeres la historia social, las historia de las mentalidades, y la historia desde la perspectiva de
10
Género. Para mi entender, sin desconocer alguna producción previa como la de José Toribio
Medina sobre la Literatura femenina en Chile colonial y republicano, o Las Mujeres en el Reyno de
Chile de Lucía Santa Cruz y Teresa Pereira, o la de Sergio Vergara sobre cartas de mujeres, es en
Disciplina y Desacato, donde se examinan la construcción de las identidades de género en Chile
revelando la movilidad de las relaciones entre lo masculino y lo femenino, en el contexto de los
procesos de urbanización, industrialización y modernización de los Siglos XIX y XX; y Nomadías
que retraza aspectos relevantes desde la época colonial hasta el Siglo XX, marcan un hito en las
publicaciones de Historia. En sus diferencias y en sus coincidencias, ambas propuestas abren
caminos exploratorios en la sociedad chilena: Desde la Colonia hasta el Siglo XX, queda abierto el
camino de la Historia de las mujeres y de la perspectiva del Género. 11

En este sentido se demostró a principios de los noventa, tanto a nivel europeo como de Norte
América y en América Latina, que la Modernidad, es decir la construcción simbólica de las
sociedades contemporáneas, había nacido bajo la controversia de los sexos: Al establecerse la
Declaración de los Derechos del Hombre, existió una propuesta alternativa para que se

10
Nomadías no.1 (1998)
11
Todas las referencias bibliográficas de esta producción se encuentran en Anne Pérotin-Dumon, El genero
en historia (Sin información de país de edición: Institute of Latin American studies, 2001)

- 124 -
Genealogía de la historia. Historia de las mujeres, historia de género Debate

establecieran los Derechos de los Hombres y de las Mujeres, lo que fue sancionado con la
exclusión de las mujeres del derecho a ejercer el sufragio universal, aunque pertenecieran a los
sectores propietarios que fueron los primeros en ejercerlo. La autora de dicha declaración Olympe
de Gouges fue guillotinada por los revolucionarios franceses de la época. Esta misma figura de
exclusión de las mujeres de los derechos civiles, políticos y ciudadanos la encontraremos en la
formación los Estados, Repúblicas naciones de América Latina.
Al visibilizarse las mujeres, se plantea la cuestión de los cuerpos y comienzan a emerger las
historias del cuerpo, primero como fragmentos y hoy ya como historia en si misma. De que han
dado cuenta estas historias, de los controles biopolíticos de los cuerpos individuales, de la
construcción de los cuerpos desde el discurso médico y estatal con fines estratégicos de los
Estados y las naciones, tanto en las sociedades capitalistas como en aquellas que han intentado
otros modelos productivos socialistas, mixtos u otros. La batalla por la reproducción esta
comenzando y esto abre nuevas perspectivas de investigaciones: Los cuerpos biológicos no
bastan; el control de la matriz reproductiva por parte de la ciencia, por un lado reafirma que la
maternidad ha sido un constructo social y por otra libera a las mujeres de ser la únicas portadoras
de la vida: los úteros de arriendo en la actualidad, darán paso no muy lejano, a los úteros in vitro,
así como ya esto es posible para el engendro mismo de la vida. Desde 1989 se ha venido
demostrando la relación del cuerpo humano con lo divino, con lo bestial y con las máquina que lo
imitan o simulan (la más actual y que a veces parece que es la que nos hiciera son los
computadores); también se han demostrado las conexiones del cuerpo con el interior, consigo
mismo, y con el exterior en todas sus posibilidades relacionales, entre las más significativas, las
manifestaciones o producción de lo que el platonicismo y el catolicismo han denominado el alma y
la expresión de las emociones así como las percepciones develando las posturas del cuerpo y su
reacción al parto, a la cenestesia, el dolor, la muerte, o las perdidas; así como la separación entre
cuerpo órgano o sustancia corporal que han sido utilizados para justificar o poner en duda el modo
de funcionamiento de las sociedades humanas o como el cuerpo social o político actual sobre los
cuerpos individuales y su relación con el cosmos, es decir con el todo. Ya en este siglo, se publica
la primera Historia del cuerpo dirigida por Georges Vigarello, Jan Jacques Courtine, y Alain
Corbin, 12 quienes desde aspectos, biológicos, médicos, políticos, sociales y culturales ponen en
debate el cuerpo como sujeto y objeto.

Finalmente, el aspecto de la violencia, a partir de la violencia doméstica o intrafamiliar, es la


problemática más reciente que entra a ser sujeto y objeto de estudio. Esto pasa por el
reconocimiento y la condenación social de la violencia en general y hacía las mujeres y los niños en
particular.

Hoy día, nos encontramos ante la puesta en cuestión de las certezas del conocimiento teórico e
histórico en diferentes planos, lo que esta llevando a una revisión epistemológica y a las formas
metodológicas con nuevas propuestas de análisis y de comprensión de las sociedades y las
personas.

Quiero terminar con este extracto de Victoria Sando preguntándose sobre la pertinencia o no del
feminismo en la actualidad:

El 25 de junio de 2000 ha significado una fecha clave para la humanidad como inicio
de la cuenta atrás. ¿Atrás? ¿No será hacia adelante? Sinceramente me resulta
exultante el saber que tenemos el alfabeto, las palabras y hasta las frases que nos
relatan la fascinante historia de la vida, pero en un idioma que aún no conocemos.
Hará falta una o un Champolion capaz de descifrar la epopeya que nos cuentan

12
Georges Vigarello, Jan Jacques Courtine y Alain Corbin, Historia del cuerpo III volúmenes (Madrid: Tau-
rus, 2005)

- 125 -
Opinión Margarita Iglesias Saldaña

nuestros genes, al igual que se descifró la escritura jeroglífica egipcia desvelándonos


una deslumbrante civilización. Las posibilidades que se nos abren son incalculables

¿Por qué menciono entonces la cuenta atrás? Mi razonamiento es tan simple como evidente: A
medida que avanza la ciencia tecnológica, las posibilidades entre unos seres humanos y otros se
hace abismal, dado que dichas tecnologías se inscriben en un contexto de comercialización y
patentes que inclinan la balanza a favor de quienes posean un mayor poder adquisitivo. Es posible
que en unos años, Europa y los EE.UU. de América constituyan un gran geriátrico de saludables
viejecitos que viajen de safari al África profunda con leones y jirafas en libertad pero sin africanos,
que habrán sido aniquilados por las guerras, la malaria o el hambre. O bien al Sudeste asiático a
seguir disfrutando de sus míseras perversiones con las jovencitas que continuarán muriendo de
SIDA a los veinte años.

Cuando sean las multinacionales las que decidan sobre nuestra verdad más radical -ese poema
íntimo escrito en la genoma-, y nuestro destino humano, más o menos longevo, ya no sea tejido por
las Parcas ni guiado por las Musas, mucho me temo que sean las aseguradoras, los bancos o los
patrones los que tengan la última palabra sobre el devenir de nuestras vidas y de nuestra historia.

Por todo esto hablo de cuenta atrás. En un sistema patriarcal de dominación en el que las
diferencias se convierten en desigualdades y las desigualdades en poder financiero, mucho me
temo que los grandes avances científicos y tecnológicos sigan teniendo aplicaciones interesadas. Si
realmente las mujeres no nos hacemos conscientes de lo que se nos puede venir encima y no
somos capaces de cambiar el orden mundial en lo económico, en lo social y en lo cultural, nuestras
desventajas irán creciendo de modo alarmante: La feminización de la pobreza, el tráfico de
hembras, el dominio de la pornografía, las guerras contra la población civil con el suculento tráfico
de armas que comporta, el creciente poder financiero concentrado en unos pocos y la destrucción
del planeta seguirán avanzando en progresión geométrica.

¿Por qué las mujeres? ¿Por qué cargarnos con esa responsabilidad? Porque somos las llamadas a
preservar la vida, pero no en un sentido como afirmaba Simone de Beauvoir de lo biológico como
destino y, por tanto, como negación de la libertad personal. NO. Se trata más bien de una misión,
sobre todo, política, de transformación de un pensamiento y unas estructuras que logren humanizar
lo humano, haciendo un mundo más habitable, una casa común y no un mercado común, un
planeta propio y no un planeta en venta, unos conocimientos compartidos y no de patentes
exclusivas. Tenemos para conseguirlo en unas pocas décadas. Por eso hablo de la cuenta atrás.

En cuanto a la feminización del genoma por la genoma ¿por qué no? Nosotras somos las madres y
las que transmitimos, solamente nosotras, una genoma propia inscrita en las mitocondrias que
rodean al núcleo de cada célula. Ellas son las que oxidan determinados elementos para producir
energía. Nuestra genealogía puede rastrearse de madre en madre hasta llegar a la famosa Eva
mitocondrial, que son unas cuantas. De ahí venimos todas y todos. Su materia mitocondrial
entronca también con los animales, plantas, hongos y bacterias: con la Vida, en definitiva. No
somos idénticas a los varones, somos diferentes, pero no por ello desiguales. La pequeña
diferencia posee consecuencias incalculables. Mi propuesta es que dichas consecuencias no se
queden en lo biológico, sino que trasciendan a lo político. Eso, sólo eso, sería el feminismo. 13

13
Victoria Sandón de León, “La quiebra del feminismo”, Debats no.76 (2002)

- 126 -
Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 127 - 129

A 40 AÑOS DEL 68: EL SUEÑO, SU POESÍA, SU IRRESPETO Y


SU REPRESENTACIÓN
“Sous les pavés, la plage”

Patrick Puigmal
P_puigmal@hotmail.com
Universidad de Los Lagos
Presionen el botón “Mayo 68” de la máquina a remontar el tiempo, y en menos de los segundos
necesarios para mover el dedo hacia la tecla “enter”, reempieza la polémica entre por una parte,
los“¡No sirvió para nada porque no cambió nada, es cosa de ex-combatientes sin guerra, todos los
líderes del movimiento son burgueses hoy…!” y los “hay un antes y un después del mayo 68, la
libertad de hoy es resultado de la rebelión estudiantil del 68, las costumbres, los hábitos, las reglas
morales, todo cambió en 68…!”.

No es voluntad nuestra entrar en el debate aunque su sola existencia da relevancia al hecho


mismo. Entre los conservadores disfrazados de modernistas y los nostálgicos soñando sin
discontinuar en un mañana mejor, se puede ciertamente opinar desde todos los ámbitos
imaginables y, como suele ser la regla en este tipo de diálogo de sordos, llegar a conclusiones
disímiles por no escribir opuestas.

Nos mantendremos a través de esta columna en dos aspectos, uno personal y uno más global,
pero los dos con indiscutibles consecuencias hasta el día de hoy, aunque se nos acuse de entrar,
con esta afirmación, en el debate más arriba mencionado.

Mayo de 68. Cualquier noche del mes en una pequeña ciudad provincial del suroeste francés: dos
hermanos de 11 y 12 años, escondidos de sus padres, salen en silencio de su pieza, bajan las
escaleras hasta la cocina para prender la radio y, durante largos ratos cotidianos, escuchan los
reporteros dar un testimonio a veces vivido en carne propia de lo ocurrido en las calles de Paris. La
tele no mostraba nada; los padres no hablaban del tema; que decir de la prensa la cual, peor que
publicar nada, no paraba de fustigar, en términos cada día más brutales, los responsables del
desorden, de las destrucciones y de la parálisis del país, todos extremistas, comunistas o
extranjeros; a veces las tres cosas reunidas en las mismas personas. Esta radio, independiente en
general, es decir no controlada por el Estado, pero tampoco totalmente legalizada, constituyó en
ese entonces el media privilegiado de información por los millones de Franceses huérfanos de
noticias reales y dio así pasos, en un primer tiempo, al fenómeno de la “radio libre” tan importante
en la explosión cultural de los años setenta y ochenta en Francia, en un segundo tiempo, a la
liberalización legal de las ondas en 1986 provocando la creación de cientos de radios locales,
asociativas, sindicales, etc… a través todo el territorio y, finalmente, al dominio actual de este sector
sobre el controlado por el Estado. En este sentido, Mayo de 68 cambio fundamentalmente el mundo
de la comunicación social abriendo espacios nuevos de libertad y de expresión.

Las palabras detrás de las palabras: escuchar los líderes del movimiento o leer los panfletos
distribuidos constantemente a la salida de los colegios, universidades, de las fábricas o
simplemente en la calle causaba primero sorpresa y segundo placer, a veces también, según el
posicionamiento ideológico del lector o del oyente, horror y estupor: la poesía invadía el espacio
reservado al estilo clásico empapado por casi dos siglos de reglas gramatico-morales, el humor
satírico suplantaba el aburrimiento oficial, las palabras escondidas, tapadas, ignoradas por 2000
años de moral cristiana transformada en modelo universal absolutista se despertaban revelando así
temas tabúes: En los sesentas, en Francia, no se hablaba, entre muchas otras cosas, de sexo,
genero, participación, objeción de conciencia, no se criticaba a las autoridades, no se cuestionaba
Opinión Patrick Puigmal

la organización de la sociedad; en otras palabras, la sociedad no tenía expresión propia, menos


entonces los que la componían. Era como vivir adentro de una casa de vidrio, viendo el mundo
exterior, también el interior, sin reacción ni voluntad; un mundo ya descrito por el premonitorio
George Orwell a través de su “Big brother” en la novela “1984”. El mayo de 68 fue realmente una
explosión lingüística en su forma, y cultural, podríamos escribir civilizacional, en su fondo.

40 años después, estos espacios de libertad y de expresión, esta posibilidad de transformar los
tabúes en temas de sociedad, de poder debatir de todo, son parte integrante de nuestra
normalidad. ¿Será esta realidad fruto de los esfuerzos supuestamente fracasados de los actores de
aquel mayo? Dejaremos cada uno de los lectores crear su respuesta…

Las palabras del mayo de 1968 1

Bajo los adoquines, la playa


La imaginación toma el poder
Prohibido prohibir
El aburrimiento es contrarrevolucionario
No le pongas parche, la estructura esta podrida

Olvídense de todo lo que han aprendido, comiencen a soñar


Este no es más que el principio, continuemos el combate

No queremos un mundo donde la garantía de morir de hambre supone el


riesgo de morir de aburrimiento
Soy un marxista tendencia Groucho
EL CAOS, SOY YO

Todo es posible
Están comprando tu felicidad, róbala
Corre compañero, el viejo mundo está detrás de ti
La barricada cierra la calle pero abre la vida

Escandalizar el burgués es mucho más fácil que acabar con el


De ahora en adelante, solo habrá dos clases de hombres; los becerros y los revolucionarios.
En caso de matrimonio, esto producirá becerrorevolucionarios

Las paredes tienen orejas, vuestras orejas tienen paredes


Cambiar la vida = transformar la sociedad

La televisión es la intoxicación a domicilio

1
Recopilación de eslóganes e imágenes realizada e inspirada en el texto: Cohn-Bendit Dany, Nous l’avons
tant aimé la révolution, Editions Bernard Barrault, Paris, 1986

- 128 -
A 40 años del 68: el sueño, su poesía, su irrespeto y su representación Debate

Los que hacen las revoluciones a medias no hacen más


que cavar sus propias tumbas

Vivir sin obligaciones, gozar sin trabas


No vamos a reivindicar nada, no vamos a pedir nada, tomaremos, ocuparemos
Salarios bajos, tanques pesados
El patrón te necesita, tú no necesitas el patrón
Trabajador. Tienes 25 años pero tu sindicato es del siglo pasado
Chusma fascista – Acción cívica
Matar a los burócratas
Seamos realistas, pidamos lo imposible
Cuando pienso en la revolución, me dan ganas de hacer el amor
Plebiscito: votemos a favor o en contra, nos hará idiotas
No se encarnicen tanto con los edificios, nuestro objetivo son las
instituciones

/D UHYROXFLµQ EXUJXHVD IXH MXU¯GLFD OD UHYROXFLµQ SUROHWDULD IXH HFRQµPLFD OD
QXHVWUDVHU£VRFLDO\FXOWXUDOSDUDTXHHOKRPEUHSXHGDGHYHQLU«OPLVPR\QR
VHFRQWHQWHP£VFRQXQDLGHRORJ¯DKXPDQL]DQWH\SDWHUQDOLVWD


Oponemos un lenguaje nuevo al lenguaje momificado del


poder, del parlamento, de las elecciones y de las formaciones
políticas tradicionales
4

Haz el favor de dejar el Partido Comunista tan limpio al salir de él, como
te gustaría encontrarlo entrando en él
En una sociedad que ha abolido toda aventura, la única aventura que resta es abolir la sociedad
La humanidad no será feliz hasta el día que el último burócrata sea ahorcado con las tripas del último
capitalista
¡Arriba la comunicación, abajo la telecomunicación!

El poder tenía a las universidades, las tomamos; el poder tenía a las


fábricas, los obreros las tomaron; el poder tenía la ORTF 2 , los periodistas
la tomaron; el poder tiene el poder, ¡A tomarlo!

2
Organismo de Radio-Televisión de Francia, el cual tenía en 1968 la exclusividad y el control de los medios
audiovisuales.

- 129 -
Opinión Patrick Puigmal

Leyendas de las fotos: Reproducción de posters


diseñados por estudiantes de la escuela de Bellas
Artes de Paris, rebautizada en mayo de 68 Taller
Popular. Los carteles reivindicativos del mayo del
68 en www.noticiasdot.com, junio de 2008
- El orden reina
- Frente Unido contra la represión,
organicemos nuestra defensa
- Viva la revolución apasionada de la
inteligencia creativa

- 130 -
Espacio Regional Volumen 2, Número 4, Osorno, 2007, pp. 131 - 136

¿ASISTENCIALISMO SOCIAL O INTERVENCION LABORAL? REPENSANDO EL


ESTADO SOCIAL DESDE EL ÚLTIMO TRABAJO DE MARÍA ANGÉLICA ILLANES 1

Juan Carlos Yáñez Andrade


jcyanez@ulagos.cl
Universidad de Los Lagos
La profesora María Angélica Illanes nos ofrece la publicación de su tesis doctoral realizada en la
Universidad Católica, lugar donde a comienzos de los años 70’s estudió Pedagogía en Historia
y Geografía y conoció a su mentor, Gabriel Salazar. En esta oportunidad, su profesor guía fue el
destacado historiador Armando de Ramón, fallecido recientemente.

Esta investigación puede ser considerada —como ella misma lo plantea— la continuación de
su obra ‘En el nombre del pueblo, del Estado y de la ciencia...’. Historia social de la salud públi-
ca. Chile, 1890-1990 (1993), avanzando ahora hacia las modalidades prácticas de intervención
y los agentes encargados de mediar entre las políticas asistenciales y los sectores populares.

El tema central de su investigación es el papel que juegan las visitadoras sociales, en torno a la
primera escuela de trabajo social creada en Chile y su progresiva profesionalización, en aquel
papel de mediación. Sin embargo, desde un comienzo la autora deja en claro que su objetivo de
fondo es reflexionar sobre el diseño de la política social naciente en pleno proceso de cambios
de la sociedad chilena por efectos de la industrialización y urbanización.

Para la historiadora Maria Angélica Illanes, Chile hacia fines del siglo XIX volvió a enfrentar el
dilema civilización y barbarie, propuesto por el pensamiento ilustrado de la primera mitad del
siglo XIX. Barbarie expresada en la miseria de los pobres, en la “cuestión social” y el movimien-
to obrero o -en una vertiente de crítica popular- en la explotación del capitalismo. El discurso
civilizador, por su parte, apareció, en cada uno de esos órdenes, cargado de un contenido disci-
plinario y educador, el cual exigía una acción práctica (interventora) y alejada de los simples
diagnósticos y reflexiones teóricas (p.12).

Sin embargo, el sentido moderno de este discurso barbarie-civilización estuvo dado por el
hecho de que ese discurso —proveniente de Europa— fue reapropiado por agentes locales, los
cuales estuvieron dispuestos a profesionalizar su ámbito de saber y actuar como mediadores
entre lo institucional y lo popular. Así, la autora entiende por profesionalización: “la acción de
intervención a nivel ampliado de la sociedad, sobre la base de ciertas premisas otorgadas por la
“ciencia”, en vista de la producción de un ajuste del pacto social basado en el mejoramiento de
las condiciones de vida del pueblo y su incorporación al sistema institucional” (p.13).

Esta política social de nuevo cuño, supuso colocar en el centro de toda acción pública a los
sectores populares-obreros-pobres, para que se adapten a un orden productivo e institucional.
Pero, además, ese centro aparece reflejado en la importancia que adquiere el cuerpo como
objeto-sujeto de la intervención social, “cuerpo de pobres” que muestra todas las llagas del
capitalismo: hambre, desnutrición, mortalidad infantil, enfermedades de todo tipo, etc.

Es en torno a estos planteamientos introductorios que quisiéramos discutir algunas aspectos


centrales que aborda el libro de la historiadora María Angélica Illanes.

1
María Angélica Illanes, Cuerpo y sangre de la política. La Construcción histórica de las Visitadoras
Sociales (1887-1940) (Santiago de Chile: LOM, 2006), 497 páginas.
Opinión Juan Carlos Yáñez Andrade

Los agentes de la política social: La ‘sociedad civil’ organizada.

El planteamiento más novedoso de la propuesta de la autora apunta a reflexionar sobre la cons-


trucción histórica de la política asistencial, desde el seno de la sociedad civil organizada hacia el
Estado, la cual se retroalimenta con la acción interventora y la implementación de un saber
sobre el mundo popular (p.20). Esto supone reflexionar sobre el rol que juega la sociedad civil
en el diseño e implementación de una política social, y la existencia de ésta independiente de la
presencia del Estado.

El objetivo de estudiar la ‘incorporación institucional del pueblo vía asistencialidad’, le permite a


la autora desprenderse de aquella corriente de historia social que ha privilegiado los estudios
sobre el movimiento obrero y los conflictos de clase, aunque reconociendo que ellos han permi-
tido perfilar al sujeto popular como un actor autónomo o en ruptura con las instancias institucio-
nales tradicionales (p.20). Es decir, es en torno a una política específica —la asistencial— y en
torno al cuerpo-sangre del pueblo que aparecen visibilizados los sectores populares en orden a
una refundación nacional. Pero, además, su enfoque asistencial le permite redimensionar las
aproximaciones en torno a la crisis social de fines de siglo XIX y comienzos del XX, ya no como
ruptura del consenso (Gonzalo Vial), cuestión moral (Mac-Iver), o la existencia de ricos y pobres
(Recabarren), sino como des-orden, la ruptura de los vínculos con la sociedad (de la ‘cadena
vital básica del cuerpo’, a decir de la autora), el cual sería provocado por el mismo orden social.
Así, en concreto, este desorden social no sería culpa de los sectores populares, sino del proce-
so de transformación social que Chile experimentaba en su fase de industrialización y urbaniza-
ción. Este desorden exigiría recomponer el sistema y los actores que funcionan en él, a través
de un nuevo pacto social (legal, asistencial y educacional).

Si bien el enfoque funcionalista al cual se aproxima María Angélica Illanes no deja de ser para-
dojal, cuando su obra siempre ha estado más cercana a los enfoques marxistas o del conflicto
social, creemos que es un avance en el sentido que problematiza la crisis social de comienzos
del siglo XX, más allá de la noción clásica de luchas de clases, e integrando, en un análisis que
busca ser sistémico, a los sectores populares y la clase dirigente, tal como otros autores lo han
intentado hacer (Enrique Fernández, Estado y sociedad en Chile, 1891-1931, 2003; Juan Carlos
Yáñez, Estado, consenso y crisis social. El espacio público en Chile: 1900-1920, 2003).

Todo lo anterior permite que en el plan general de la obra se reconozca el carácter de transición
y no de ruptura que tienen las acciones de intervención social tradicionales y aquellas propia-
mente modernas del siglo XX. Así adquieren sentido y reconocimiento la labor desarrollada por
la Iglesia Católica, con su labor pastoral en torno a los patronatos y sociedades obreras católi-
cas, entre otras, la acción de señoras caritativas de la aristocracia en torno a las sociedades
protectoras, e incluso la asistencia proveída por los mismos sectores populares, a través de las
sociedades de socorros mutuos. Es decir, la mezcla perfecta entre la verdad científica y la pe-
dagogía religiosa (p.129). Para la autora estas acciones e instituciones serían la avanzada es-
tratégica de un proyecto mayor que se estaba incubando en Chile. ¿Dónde estaría la diferen-
cia? En que la intervención moderna se apoyaría en un saber científico (laico) y en la progresi-
va profesionalización (médica) de la práctica de intervención.

El problema, de acuerdo a nuestro enfoque, radica en el carácter providencialista que se le da a


este proceso, en donde los actores —especialmente las futuras visitadoras— aparecen carga-
dos con un destino que se hace manifiesto y con un grado elevado de conciencia. El carácter
mediador que le asigna la autora a estos agentes asistenciales supone, al parecer, rodearlos de
un aura prometeica: “en este estudio se concebirá la mediación asistencial como motor de un
proyecto político estratégico que persigue ciertos objetivos, respecto de los cuales se está rela-
tivamente consciente y en función de los cuales se articulan determinados discursos y se cons-
truyen definiciones y prácticas que trazarán un camino en el tiempo. Proyecto político estratifico

- 132 -
Genealogía de la historia. Historia de las mujeres, historia de género Debate

que se desarrolla sobre un escabroso camino contradictorio que, a pesar de no imaginar siquie-
ra su destino, se mueve e inspira en universales éticos que lo legitiman” (p.36).

Creemos que un enfoque más cercano a lo institucional podría proveer marcos explicativos que
nos permitan entender la relación que logran construir determinados grupos en la constitución
de un Estado que comienza a intervenir en lo social; los mecanismos de legitimación (práctica y
discursiva) que logran esos sectores; las dificultades que determinados miembros tienen al
interior de un grupo en alcanzar ese reconocimiento; el tipo de funcionamiento profesional que
ejercitan, no para acercarse al pueblo, sino para encubrir la vulgaridad de sus saberes; en fin,
cuánto de su sensibilidad social es verdadera y no pose para recibir reconocimiento social.

¿Qué hay de todo ello en la construcción histórica de las visitadoras sociales? Nada o muy
poco. El por qué las mujeres son las que hegemonizan esta nueva práctica de intervención
social sobre los cuerpos, parece claro por la sensibilidad social que para María Angélica Illanes
tienen: el ser madres, el adentrarse en el mundo popular, la cercanía a los problemas de otras
mujeres, su sentido práctico, parecieran ser aspectos importantes para el rol que asumen. Pero
la duda no se resuelve del por qué algunas mujeres y no todas. ¿Por qué aquellas de la aristo-
cracia en un primer momento o de la clase media posteriormente? ¿Qué tipo de relación se
establece entre un saber determinado, un grupo social y una práctica de intervención? El que la
profesionalización de la práctica de la visitación social sea una exigencia que excluya a las
menos educadas parece ser razonable, pero la consideración de que las mujeres son las que
más saben sobre ellas mismas no supuso una incorporación de mujeres populares a los ámbi-
tos de ejercicio institucional, como sí ocurrió en otras áreas (por ejemplo, con la incorporación
de obreros a la Oficina del Trabajo).

De todas formas, el análisis del rol de género que desempeñan las mujeres en la visitación
social no incorpora perspectivas críticas que ayuden a tomar distancia en torno a la construc-
ción misma que se está haciendo de la mujer en la sociedad capitalista en formación: mujeres
pobres que en cuanto mujeres deben responder a las expectativas de ser buenas madres, her-
manas, hijas y esposas. Además, ¿cuánto del desarrollo de las visitadoras sociales se explica
por la razón que las mujeres de clase media y alta no encontraron otros espacios para desen-
volverse públicamente? Dicho de otra forma, ¿en qué medida las visitadoras sociales, y su
construcción histórica, es la demostración palpable de la feminización de ciertas tareas en la
sociedad moderna, entre ellas las sociales? Y ¿en qué medida esa feminización las recluyó al
ámbito de la sociedad civil, dejando a otras áreas de intervención (con presencia masculina) el
dominio del Estado?

Con esto no estamos cuestionando el rol que jugaron las visitadores sociales en la construcción
de un Estado Social, pero sí llamando la atención sobre los enfoques feministas críticos que han
visto en este proceso de feminización, la consolidación de una nueva dominación bajo la apa-
riencia de un saber moderno y bajo el también aparente predomino de la mujeres (Alisia Del Re,
Les femmes et l’Etat-providence. Les politiques sociales en France dans les années trente,
1994).

El objeto y sujeto de la política social: el ‘cuerpo de la política’.

El libro de la historiadora María Angélica Illanes aborda el conjunto de acciones de intervención


social desarrolladas desde el ámbito de la sociedad civil, en la defensa y protección de la mujer
embarazada y los infantes. Tal interés puede situarse como complemento de trabajos que han
aparecido en la historiografía social reciente, a cargo de exponentes jóvenes. Nos referimos al
estudio de Jorge Rojas Flores (Los niños cristaleros: trabajo infantil en la industria. Chile, 1880-
1950, 1996), el de Soledad Zárate (Dar a luz en Chile, siglo XIX, 2007) y el de Marcos Fernán-
dez (Historia social del alcoholismo, 2005).

- 133 -
Opinión Juan Carlos Yáñez Andrade

Según el planteamiento de Illanes, la manifestación más palpable de la crisis del orden social y
de la necesidad de refundar la nación se expresó en los índices de mortalidad infantil, que a
fines del siglo XIX eran los más elevados del mundo. La Sociedad Protectora de la Infancia
creada en Valparaíso en 1893, el Patronato de la Infancia creado en Santiago en 1900, el Insti-
tuto de Puericultura de 1906 y las Gotas de Leche a partir de 1908, expresarán el consenso de
la sociedad chilena sobre la protección de los cuerpos de la madre embarazada y del niño que
está por nacer o que ha nacido.

Reconociendo la importancia de este objeto de intervención, no deja de llamar la atención la


importancia que la autora le asigna al problema social de la infancia, como eje central de ese
proyecto de refundación nacional, en torno al binomio madre-niño, saber-intervención. La argu-
mentación apunta a señalar que los efectos más evidentes y traumáticos de la industrialización
estuvieron presentes en el abandono de los infantes, la explotación infantil y su mortandad
(p.114). Dejando de lado la preocupación evidente que este tema debió haber tenido para toda
persona de buen corazón, no parece claro que en la discusión sobre la crisis social de fines del
siglo XIX el problema de la infancia haya hegemonizado el debate, por lo menos en los términos
que lo expone la autora. Lo tardío de la discusión legislativa, la ausencia de los debates políti-
cos y la posición interesada del movimiento obrero acerca del trabajo infantil, tal como lo de-
mostró Jorge Rojas Flores, es reflejo de ello. Por otra parte, como lo estudió Elizabeth Hutchin-
son, el discurso obrero sobre el cuidado de la mujer obrera y de su niño, respondió a valores
más conservadores que de crítica revolucionaria al capitalismo (Labores propias de su sexo.
Género, políticas y trabajo en Chile urbano 1900-1930, 2006). Pero si aceptamos la relevancia
del problema de la infancia, el desarrollo de una institucionalidad social de carácter civil en torno
a este grupo ¿no debiera demostrar lo contrario al afán de la autora? Por último –sugerimos- si
hubo una preocupación por el cuerpo moribundo de los pobres, esta preocupación se orientó
más bien, por ejemplo, al problema del alcoholismo, como lo ha investigado Marcos Fernández.
El alcoholismo como enfermedad, como improductividad, como inmoralidad, como degenera-
ción de la raza, golpeó fuertemente la conciencia social de los chilenos hacia fines del siglo XIX
y comienzos del XX.

De todas formas la argumentación para minimizar la importancia de las políticas laborales y


educacionales para enfrentar el problema social en su conjunto, y el de la infancia en particular,
aparece débil: “De modo —señala María A. Illanes— que si bien algunos sectores profesionales
emprenderán la lucha social a través de diversos proyectos de reforma dirigidos a producir una
incorporación progresiva del pueblo a la nación —por ejemplo a través de la educación y de la
legislación laboral, reformas que no se aplicarán hasta la década de 1920—, percibimos que la
vía inmediata de gobernabilidad sobre el pueblo se implementará a través del proyecto bio-
político...” (p.113). Dos pequeñas precisiones: En primer lugar, seguir desconociendo que hubo
una política de intervención laboral diseñada por parte de la elite antes de la década de 1920 es
mostrar, a lo menos, un profundo desconocimiento de los últimos trabajos sobre la “cuestión
social” y el rol que jugó la legislación laboral en conducir el conflicto social. En segundo lugar, si
el argumento apunta a que la legislación social fue tardía, se podría señalar lo mismo en mate-
ria de seguridad social (incluyendo el cuidado de la mujer embarazada y de su pequeño infan-
te), el cual se aprobará solo en 1924, con un paquete legislativo amplio que incluyó las cajas de
seguro obrero, todo lo cual, además, no puede ser descontextualizado de un contexto laboral.
Por último, no deja de llamar la atención que diferentes informes señalen, hacia la década del
40’, el fracaso de la política asistencial chilena en el cuidado de la infancia. Al respecto Salvador
Allende en un Ensayo de 1944 se mostró preocupado por los índices de mortalidad infantil en
Chile, depositando su esperanza en la labor de protección de la madre y del niño, que realizaba
desde 1938 la Caja de Seguro Obrero Obligatorio, “que en la actualidad controla 70.000 niños
menores de 2 años, y continuada con otras instituciones, permite esperar una modificación
sustancial de esta situación” (Panorama Bio-demográfico, Económico y Cultural de Chile, 1944).

- 134 -
Genealogía de la historia. Historia de las mujeres, historia de género Debate

Para María Angélica Illanes, las visitadoras sociales habrían jugado el rol de mediadoras entre
la política social sobre los cuerpos y los sectores populares. Sin embargo, su desarrollo pleno
se habría alcanzado durante la década de 1920 con el ascenso de Arturo Alessandri a la presi-
dencia y, en concreto, la creación de la primera escuela de Trabajo Social. Creemos que la
importancia dada a Alessandri en el nacimiento de una política social en Chile es un descuido
que ya han tenido otros historiadores (Verónica Valdivia y Julio Pinto, ¿Revolución proletaria o
querida chusma?, 2001), destacando las claves populistas y minimizando las institucionales. El
hecho que la reforma social haya sido un proyecto que necesitase la mediación de las visitado-
ras sociales, es demostración, para la autora, de la naturaleza del proyecto, el cual fue ejecuta-
do “desde arriba”: “Con el doble objetivo de responder a las demandas populares imposterga-
bles y de mantener quietas las aguas de la revolución por abajo” (p.233). La oposición de los
sectores de la elite a tal proyecto de reforma social habría llevado a Alessandri a recurrir al
movimiento popular-obrero. De paso, con este planteamiento, se permite justificar la interven-
ción militar de 1924 como necesaria en el avance de una política social.

Sobre el rol (hegemónico) que habrían jugado las visitadoras sociales en la intervención social
moderna, nos mueve otra reflexión. Reconociendo su importancia y su progresiva profesionali-
zación e incorporación en diferentes ámbitos públicos y privados, dudamos que las visitadoras
sociales lograran la hegemonía que les hubiese permitido jugar el rol que la autora le asigna en
la construcción del Estado Social en Chile, o por lo menos la refundación nacional en clave
asistencial. Creemos que no, básicamente por el grado de dispersión –fragmentación- que pre-
sentaron como grupo social. El mismo hecho que se hayan incorporado a las industrias, hospi-
tales, oficinas de empleo, colegios, etc., si bien ayudó mucho a su reconocimiento social y la
creación de una mística que favoreció la consolidación como grupo profesional, no ayudó a
conformar un arraigo institucional sólido y distintivo que les permitiera jugar el rol histórico que
se destaca en el libro. Con esto no estamos negando la importancia de conocer la historia pro-
fesional de las visitadoras sociales, ni menos negar el rol de mediación que tuvieron entre la
política asistencial y los sectores populares, sino destacando lo mismo que reconoce la autora,
como es la precariedad que rodea el ejercicio de la visitación y su rol en la correa de transmi-
sión que mantiene el edificio asistencial moderno, lo que por lo demás ha marcado histórica-
mente la identidad gremial y profesional de las trabajadoras sociales.

¿Estado asistencial y Estado Social?

¿Por qué una política social sin Estado? Según Illanes los grados de organización que alcanza
la sociedad civil en el diseño e implementación de una política social, se explicaría —al menos
en parte— por la derrota del proyecto del Presidente Balmaceda en 1891: “De este modo, el
desarrollo de la lucha social y de clases que se venía agitando en el movimiento obrero desde
fines del siglo XIX y principios del XX quedó, a nuestro juicio y a la luz de este trabajo, entreteji-
do con el movimiento civil de intervención social que, aunque inicialmente derrotado en el Esta-
do (1891), llegó nuevamente a alcanzar sus aparatos burocráticos centrales en la década de
1920 y 30” (p.442).

Sin embargo, no se entrega ningún tipo de información que permita demostrar aquello. Las
investigaciones que se han hecho sobre el gobierno de Balmaceda no son claras en cuanto a la
existencia de un proyecto asistencial o social desde el Estado, ni menos que su derrota haya
motivado la organización de la sociedad civil. Una cosa es señalar que frente a la ausencia del
Estado en materia de políticas sociales se promueva la organización de la sociedad civil y otra
muy distinta es sugerir la idea de un proyecto social abortado por el suicidio de un presidente.

Esto supondría pensar que por definición el Estado debiera tender hacia lo social, o que el Es-
tado en su evolución está alcanzando la naturaleza que le es propia, aspecto que por lo demás
ya fue criticado hace un tiempo por Enrique Fernández, cuando cuestionó las explicaciones

- 135 -
Opinión Juan Carlos Yáñez Andrade

mecanicistas que ofrecía María Angélica Illanes sobre el surgimiento de las Sociedades de
Socorros Mutuos y su ideario de autoayuda, como “...una respuesta popular a su radical expe-
riencia de la ausencia de Estado en plena República”. “Una afirmación como esa -señala Fer-
nández- solo se puede hacer cuando se concibe al Estado como un sujeto histórico con deter-
minadas tareas sociales inmanentes” (Op. cit., p.18).

De todas formas aquel planteamiento le permite a la autora repetir –a estas alturas- la majade-
ría sobre el parlamentarismo: “el estudio de la trayectoria de las políticas sociales [...] nos ha
permitido mostrar cómo, por debajo del desgobierno de la oligarquía instalada en los aparatos
del Estado (en especial el aparato legislativo), se desarrolló desde principios de siglo una amplia
movilización civil liderada por el estamento profesional y la bio-política...” (pp.442-443). Leemos
después a propósito del rol de Arturo Alessandri: “El camino de la reforma no era fácil en Chile.
Había que vencer dos grandes muros de prejuicios y barreras de tradición: el rechazo, por parte
de la clase oligárquica, especialmente la conservadora, a la injerencia del Estado en asuntos
civiles y el prejuicio respecto de una legislación que vulnerase los privilegios” (p.238). Así, se
repiten los argumentos tradicionales de la historiografía sobre el periodo parlamentario, desco-
nociendo que el problema de la ausencia o presencia de una política social moderna tiene que
ver, más que con el tipo de gobierno, con el arreglo institucional que se opera en el Estado en
tránsito hacia el capitalismo.

Con respecto a los aspectos formales de la publicación, valoramos la tarea que se ha impuesto
Lom Ediciones –y el historiador Julio Pinto– de consolidar la colección de historia. Sin embargo,
creemos que se ha hecho una mala costumbre el pretender publicar las tesis doctorales en su
integridad o sin la necesaria actualización, cuando éstas han sido defendidas hace algunos
años. Para el caso de la obra que reseñamos, el objeto de estudio se aborda, de forma especí-
fica, en el capítulo IV y V, los cuales no abarcan más de 250 páginas. Las restantes páginas —
que corresponden a una reflexión sobre la “cuestión social”, el cuerpo y la política, sobre el
alessandrismo— se podrían haber resumido en unas 100 páginas, reduciendo con ello los cos-
tos de publicación para la editorial y de tiempo para los lectores.

En definitiva la obra que nos ofrece María Angélica Illanes está llena de ilusiones puestas en el
tema desarrollado, trasunta honestos sentimientos hacia las mujeres protagonistas de la histo-
ria, en fin, hay un latente desborde hacia el enamoramiento del objeto de estudio, lo que nos
lleva a reflexionar sobre la distancia crítica que un investigador debiera tener con su objeto de
investigación. Claramente no estamos reflotando el ya anticuado postulado decimonónico de
una historia objetiva y donde los valores, afectos y sentimientos del investigador debieran que-
dar encerrados con llave en la gaveta del escritorio de trabajo. Sin embargo, una cosa es rele-
var, legítimamente, un objeto de estudio y otro, buscar convencer que la historia social del Chile
del siglo XX pasa por la acción de las visitadoras sociales. En este caso, estaríamos en presen-
cia del síndrome del amor romántico, en donde las expectativas que colocamos en el objeto del
amor son tan grandes que la decepción está al alcance de la mano, y junto a esa decepción, la
pérdida de todo deseo.

- 136 -
Fuentes documentales
Espacio Regional

LA CRUZ Y LA CIENCIA: A PROPÓSITO DE LA VISITA DE CLAUDIO GAY A LAS


PARRÓQUIAS DEL SUR DE CHILE

Así, una multitud de naturalistas, ingleses y alemanes, salidos de las más famosas
universidades de Europa, visitaron sucesivamente el vasto imperio del Brasil, las ri-
cas repúblicas de Méjico, de Colombia, de la Plata y del Perú; y si exento quedó Chi-
le por entonces de ese jénero de investigaciones, acaso consistiera en que, con en-
señar una fisonomía casi europea, sin el aliciente que buscan los viajeros en sus lar-
gas peregrinaciones se llegará a presumir.
Sentí yo el deseo de llenar semejante vacío, pues que también apetecía rendir el co-
rrespondiente tributo a esas ciencias, en cuyo cultivo encontré siempre la dicha, y el
embeleso de mi vida, y por consiguiente en el año 1829 me trasladé a aquel delicioso
país, entregándome sin descanso en busca de los necesarios materiales, para ense-
ñar después cuales son sus producciones nacionales, cual igualmente el estado de
1
su climatología.
De esta manera, Claudio Gay describe el porque de su llegada a Chile en los primeros días de
2
diciembre de 1829. Nacido en el sur de Francia en 1800, estudia en Paris medicina y farmacia
pero su interés personal lo conduce a seguir los cursos del Museo de Historia Natural y de la
Sorbonne. Después de recorrer parte de Europa entre 1821 y 1828, principalmente para descubrir y
conocer su naturaleza, es contratado en Paris como profesor por Pierre Chapuis, oficial de
caballería del imperio napoleónico, periodista y educador liberal, creador en Chile del Colegio de
Santiago y del periódico El Verdadero Liberal 3 entre 1825 y 1829. No deja de ser interesante esta
estrategia de contratación por encontrarse casos similares en la misma época: Ignacio Domeyko,
científico polaco es, por ejemplo, contratado en Paris por otro ex-oficial napoleónico, Carlos
Lambert, quien desempeñaba actividades mineras en la región de Coquimbo. El propio Bernardo
O’Higgins estimaba ya en 1821 que la llegada a Chile de estos sabios europeos provocaba el
4
acercamiento con las ciencias y las artes de los países cultos.

La obra de Gay consistirá, una vez contratado por el Gobierno de Chile el 14 de septiembre de
1830, en la realización de un viaje científico por todo el territorio de la república para investigar su
geografía, geología, estadística así como los productos naturales del país, su industria, comercio y
administración. Deberá también elaborar una historia natural general de la República. Terminados
los viajes correspondientes, Gay se compromete además en publicar sus resultados.

Desde 1830, Gay efectúa varios viajes en la zona central (Provincia de Colchagua), en el norte
(Polpaico y Til Til), a Juan Fernández y Valparaíso, y vuelve una primera vez a Francia donde
obsequia al Museo de Historia Natural de Paris sus colecciones de especies recolectadas. Regresa
a Chile en 1834 para emprender la segunda etapa de sus viajes: El Sur (Valdivia, Llanquihue y
Chiloé), el Norte (Coquimbo y Andacollo), la Cordillera de la región de Santiago, el Llano central y,

1
Claudio Gay, Historia física y política de Chile. Botánica, Tomo I (Paris: Supremo Gobierno de Chile, Im-
prenta Thunot y Cia, 1845), 3.
2
La mayoría de las informaciones biográficas sobre Claudio Gay y de las condiciones reales de sus viajes a
Chile provienen de la reedición del Atlas de la historia física y política de Chile de Claudio Gay (Santiago de
Chile: LOM / DIBAM, 2004) Tomo I, Introducción de Rafael Sagredo, 9-25.
3
La colección completa de esta publicación se encuentra en la sala de periódicos de la Biblioteca nacional
en Santiago de Chile.
4
Hernán Godoy y Pedro Lastra, Ignacio Domeyko. Un testimonio de su tiempo, memorias y corresponden-
cias (Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1994), 147-148.
Fuentes

finalmente, en 1841 la región de Atacama. Vuelve después definitivamente a Francia para concretar
la publicación de los resultados de sus observaciones.

En esta región, en 1835 y 1836, Gay recorre ampliamente desde el norte la zona de Mariquina
hacia Puerto Octay, y en el sur, Carinel (en el actual lugar de Puerto Montt, ciudad que todavía no
ha sido creada) hacia Cucao en el centro este de Chiloé desarrollando múltiples actividades
complementarias a sus observaciones: levantamiento de las fortificaciones de Corral, 5 excursión al
volcán Villarrica, visita al pueblo de Carelmapu y, entre otras, herborización de las orillas del lago
Huillinco.

Las observaciones de Gay, agregadas a las de otros viajeros, como por ejemplo Darwin, ayudarán
a la integración regional en el contexto de la creación y expansión del Estados chileno y constituirán
la base de las informaciones que permitirán poblarlas a partir de 1840 con colonos alemanes en su
mayoría.

La carta que estamos por presentar, que corresponde al Archivo Parroquial de Calbuco, nos
muestra una faceta nueva del proceso de construcción del trabajo de Claudio Gay. Específicamente
el acceso a las fuentes documentales que se encontraban en provincias. Aquella carta nos permite
adentrarnos en una dinámica propia de los nacientes estados nacionales, todos sus datos
estadísticos, todo su conocimiento en la población local, no se origina desde la ciencia sino desde la
iglesia. Adquiriendo la iglesia el grado, hacia principios del siglo XIX, del protector de la fe y la
ciencia. Tal proceso que nos puede parecer tan extraño simplemente denota las falencias que
debió enfrentar la nueva república al momento de reconocer, y reconocerse, a (y en) sus propios
ciudadanos. Aun cuando hoy en día los archivos parroquiales no parecen de gran importancia,
durante largos períodos fueron los únicos centros de acopio de las informaciones relativas a la
estadística local. Siendo los encargados de tales archivos notarios de la realidad local, ya que junto
con la sistemática recolección de nacimientos, decesos y defunciones, también registraban los
principales eventos y, en ciertas circunstancias, las quejas de sus congregaciones. Entendido así la
labor eclesiástica adquirió tintes no solamente de estampa sino de crónica social.

Dentro de aquel contexto ésta carta cobra relevancia, en ella observamos la descentralización de
las diversas informaciones, principalmente estadísticas, a lo largo del país. Junto con aquello, la
imposibilidad del Gobierno de preparar y concretar una correcta burocracia centralizadora que le
permita conocer, aunque sea numéricamente, a su población. No es somero recordar que puede
ser entendido el proyecto de Claudio Gay como una refundación nacional, en que se intenta alejar
el recuerdo de la Corona trayendo la luz de la ciencia para iluminar el nuevo presente y futuro de la
nación. Incluso si aquello conlleva a la creación de una nueva historia fundadora, una épica ya no
de conquistadores sino de patriotas.

Tal intento estatal de creación de una nueva nación se enfrenta, como queda evidenciado al final de
la carta, con los impulsos negativos de amplios sectores de la población del país, que no se sienten
parte de este nuevo Chile republicano. Las directas amenazas del Gobernador Ruiz hacia
cualquiera que ose ocultar información a Gay, en su papel de representante del Estado, denota las
desconfianzas que él tiene hacia los representantes eclesiásticos australes. Es más podríamos
pensar que tal desconfianza es doble, tanto por su papel de sacerdotes como por su papel de
representantes públicos de una región derrotada en la última guerra civil.

La carta presentada nos permite ampliar los horizontes de análisis, nos permite componer un
fragmento —tenso y agraz— de la reconstrucción del Chile posterior a la derrota de la zona sur

5
Parte de estos dibujos han sido integrados en Guillermo Feliú Cruz, Memorias militares para servir a la
independencia de Chile del Coronel Jorge Beauchef y epistolario (Santiago de Chile: Ed. Andrés Bello,
1964).

- 140 -
Documentales

realista. Una carta que nos habla de la comunión entre la iglesia y la ciencia estadística, una
reunión bajo un mismo templo de las cimientos de la fe junto a las bases de la ciencia moderna.
Una carta que nos habla de una fuente poco oída para el diecinueve y el veinte, una fuente que no
acaba con la independencia sino que nutre con su información las raíces del naciente estado.

- 141 -
Fuentes

- 142 -
Documentales

- 143 -
Fuentes

Gobernador del obispado

Concepcion Noviembre 16 de 1830


Señores curas de
Valdivia
Osorno El Señor Ministro de Estado en el Departamento del
Castro Interior con fecha 28 de octubre del presente me dice lo que
Sn. Carlos sigue
Calbuco “Habiendo sido contratado por el Gobierno el profesor
Quinchao D. Claudio Gay para hacer un biaje cientifico
Chiloe por todo el territorio de la Republica segun se
Curia Eclesiatica había impuesto Vuestra Señoría por el documento oficial
Valdivia 28 de
Noviembre de 1830
publicado en el n3 del Araucano Su Excelencia el Vice
He recivido esta Presidente desea sele faciliten cuantos indios se
Circular y sela consideren adecuados al mejor exito de tan im-
dado el devido obedecimiento alo man portante empresa en esta virtud me ordena se
dado por el Governador comiende a Vuestra Señoría esta materia a efecto de que tenga
del Obispado y fise abien mandar se circule a todos los curas parro-
esta por el orden cos de esa Diosesis osus tenientes una prevenci-
del margen on para cuando se presente el expresado Gay le ad-
Reverendo Camilo
de Lozada (firmado)
ministren las noticias estadisticas, y todos
Osorno 4 de Noviembre los datos è informes que haya encuentre relati-
de 1830,, vos ala historia natural y corografia de los de-
Teniendo certesa de la partamentos respectivos; procurando igual-
esta circular, ala mente que conozca y trate aquellas personas
que se le dara su instruidas y experimentadas en los diversos ob-
devido cumplimiento y jetos que nesesita examinar, y en fin propo-
fise por el orden rcionandole todos los arbitrios que se extimen
del margen
F. Juan Jose de Latorre (firmado)
utiles, allanando tambien cuantos obstacu-
los puedan presentarse en el curso de sus
operaciones”
Yo lo transcribo a Vuestra Señoría para que
Castro 14 de Octubre despues de sacar una copia la dirijan por el
de 1830 orden del margen, y espero que satisfacen
Dase cumplimiento con ecsactitud los deseos del Gobierno en lo que im-
Alo ordenado por plican con su deber, y contra escusa un
El Señor Governador del merito distinguido, y sin demora el senti-
Obispado en su cir miento de tener que reconvenirlos, ni mu-
Cular y fise por el mismo
cho menos de aplicarles penas
Orden
Bernabe Castro (firmado) Dios guarde à Ud. muy atentamente
Antonio Ruiz (firmado)

Calbuco y Octubre 27 de San Carlos 24 de Octubre de 1830


1830
Hoy dia de la fecha Hoy dia de la fecha he recivido esta cir-
He reibido esta cir
cular y sele dara el devido cumplimiento
Cular y se le dara
El devido cum en la parte que me toca, y fise para el orden
plimiento enla del margen
parte que me toca,
y guardando esta copia J. Antonio Hernández
Archivada según or
del Governador del Obispado
Matias Gonzalez (firmado)

- 144 -
Reseñas
Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 147 - 149

VICTOR M. GAVILÁN

La Nación Mapuche. Puelmapu ka gulumapu


Santiago de Chile, Editorial Ayun, 2007
Registro de propiedad intelectual: 161.048

Reseñado y comentado por


Luís Cáceres Hidalgo y Patrick Puigmal
Universidad de Los Lagos

Existen momentos en que la rigidez estructural debe dejar paso a la flexibilidad, por lo mismo,
hemos optado por introducir un comentario en nuestro sistema de reseñas. Aquello tiene un
claro sentido, el libro aquí reseñado fue presentado personalmente por el autor durante los
actos de apertura del año 2008 del Programa de Estudios y Documentación en Ciencias Huma-
nas (PEDCH). Siendo así hemos querido rescatar tanto la personalidad misma del autor y el
contexto de la presentación del libro como un complemento necesario para entender las impli-
cancias y contenidos de su libro sobre la nación Mapuche. Dos académicos que estuvieron
presentes en los actos de presentación, ahora se han reunido para realizar este pequeño traba-
jo de introducción al texto.

La presentación del libro de Víctor Gavilán base fundamental en la construcción de un


“La Nación Mapuche” se realizó en el ciudadano solidario y responsable.
Chauracaví = reunión de murtas (Osorno)
del Futahuillimapu (Grandes Tierras del En consecuencia la invitación hecha a
Sur) en el mes de mayo del presente año, Gavilán a exponer su trabajo no es obra de
en la sala Gabriela Mistral del Campus la casualidad, corresponde a una política
Chuyaca (lugar de las Bandurrias) de la de investigación científica que viene des-
Universidad de Los Lagos arrollando el PEDCH; en efecto en su multi
dimensionalidad del conocimiento humano
Cabe destacar que esta actividad progra- y científico; se adentra en el conocimiento
mada por el PEDCH, permitió la presenta- de la elaboración del pensamiento de la
ción de la producción teórica-intelectual del cultura indígena y Mapuche, lo que permite
Departamento de Ciencias Sociales de los ver la realidad desde la perspectiva del otro
últimos semestres, con una breve presen- en una relación dialéctica y en espiral.
tación de más de una docena de publica-
ciones. Al mismo tiempo fueron presenta- Cabe destacar en esta presentación del
das las investigaciones provenientes de libro de Gavilán, la interesante trayectoria
jóvenes intelectuales, provenientes particu- de vida y compromiso desarrollada por el
larmente de la Carrera de Pedagogía en autor. En efecto, siendo muy joven se vin-
Educación Media con mención en Historia culó al movimiento cristiano revolucionario
y Geografía, cuyo título es: “Amotinados, Camilo Torres. Esta organización de cris-
abigeos y usurpadores” siendo sus autores: tianos comprometidos con la liberación de
Hernán Delgado, Eduardo Gallardo y Joel los oprimidos del Continente y de Chile,
Lespai y trabajando como sus editores, los resolvieron militar en las filas del Movimien-
académicos Raúl Nuñez y Jorge Muñoz. to de Izquierda Revolucionaria (MIR), cues-
En este trabajo se ven reflejados los es- tión que fue resuelta en su congreso inter-
fuerzos que realiza el programa en promo- no en 1968.
ver la creación del conocimiento como una
Reseñas Luís Cáceres Hidalgo y Patrick Puigmal

Siendo Víctor estudiante de Servicio Social “En función del pensamiento indígena, esta
de la Universidad de Chile sede Temuco; historia de la nación mapuche deliberada-
se incorporó activamente en los procesos mente no tiene capítulos. Se desarrolla en
de reforma universitaria y en los procesos los marcos de un pensamiento histórico en
de la reconceptualización del Servicio So- espiral, círculos que se enlazan entre sí, y
cial, inspirados en la Teología de la Libera- que el final del primero es el comienzo del
ción y en la pedagogía de los oprimidos segundo espiral y así sucesivamente avan-
impulsada por Paulo Freire. zamos en el tiempo”. Esta frase propuesta
por Víctor Gavilán en la introducción sirve
Es en 1969, en que el autor comienza toda de clave de comprensión no solamente
una búsqueda de su compromiso social, para el texto que nos propone este cientista
político, desarrollando un largo camino de social originario de Cañete, exiliado en
compromiso con las luchas de su pueblo Calgary, Canadá, desde la década del
mapuche. En efecto, junto con otros diri- setenta del siglo pasado, pero también
gentes revolucionarios se da a la tarea de para hacer entrar el lector en la metodolo-
construir las bases ideológicas, sociales y gía utilizada por el pueblo Mapuche para
políticas en la formación del Movimiento abordar y explicar su historia.
Campesino Revolucionario (MCR). Así
comienzan las llamadas corridas de cercos; Debemos entonces dejar de lado, el pen-
que no fueron otra cosa que la movilización samiento lineal o el cíclico clásico para
del pueblo Mapuche por la recuperación de entender la evolución de la humanidad, dos
su territorio, que había sido usurpado por escuelas de pensamiento originadas en el
intermedio de la ocupación militar, por continente europeo, y aceptar dicha estra-
parte del ejército chileno a fines del Siglo tegia elaborada por el “Hombre de la tierra”
XIX. o, de manera más general, por los pueblos
originarios. No faltaran entonces, a partir
El golpe militar de 1973, si bien, colocó al de tal concepto y tal afirmación, los nume-
movimiento político y social en una posi- rosos debates, incomprensiones y polémi-
ción defensiva frente a la represión ejercida cas intelecto-históricas inherentes a la
por las fuerzas conservadoras,no ha logra- puesta en duda de lo que, conceptualmen-
do constituirse en una derrota estratégica te, ha sido aceptado e integrado sin debate
para las luchas de los Pueblos indígenas y alguno durante por lo menos los doscientos
mapuche. últimos años, los que corresponden, y
ciertamente esto no debe nada al azar, a la
Tampoco ha sido el prolongado exilio lo creación y al desarrollo del llamado Estado
que ha impedido a Gavilán de presentarnos Moderno. En esto, reside uno de los princi-
una historia, que por primera vez pretende pales intereses de este texto: abrir debate y
ser escrita desde la cosmovisión y para- confrontar visiones; esto sin afán de gene-
digma mapuche. Es esta perspectiva la que rar conflicto pero más bien de hacer nacer
le da originalidad y fuerza a dicho trabajo. conocimiento, reflexión y comprensión.
Su historial, avala de una manera muy
coherente lo que desarrolla en su libro A juicio nuestro, su lectura permite también
sobre la Nación Mapuche. abordar algunos otros temas de gran rele-
vancia en relación a la incomprensión evi-
En conclusión, el PEDCH ha querido, de dente entre el Estado, la nación chilena y el
alguna manera compartir sus experiencias pueblo mapuche como lo son, primero, el
y conocimientos. Así, pues el lector acucio- rol de los líderes comunitarios y, segundo,
so tiene en sus manos por primera vez una la relación entre tierra y hombre.
obra radicalmente diferente que le ayudará
a entender la historia desde la perspectiva Francisco Mariluan, Juan Mañu Wenu y
del otro. José Santo Kilapán, constituyen, entre
muchos otros, los lonkos o los tokis a tra-
vés de los cuales Gavilan redibuja la histo-

- 148 -
La nación Mapuche Reseñas

ria de la independencia y de la integración Con estos dos ejemplos, entre muchos


violenta de la Araucania al territorio chileno, otros que podríamos haber seleccionado a
es decir concretamente casi todo el Siglo partir del libro, volvemos al fenómeno cen-
XIX. Explica con toda claridad su actitud tral de la espiral, es decir como podemos o
política en general en defensa de la corona debemos explicar problemas actuales a
española o su rechazo a la integración al través del pasado: ¿Es factible considerar
territorio del nuevo estado en creación. los líderes actuales del movimiento de
Aparecen así personajes bien diferentes en recuperación de tierra como simples delin-
comparación a las descripciones propues- cuentes, terroristas como los describen
tas por la historiografía clásica: personajes algunos, utilizando así un vocabulario simi-
con pensamiento político, con lógica de lar al utilizado durante el Siglo XIX? ¿Es
comportamiento y con visión clara de su aceptable justificar la ocupación y posterior
futuro como también de su comunidad en repartición y despojo por la simple aplica-
relación a los diferentes proyectos societa- ción de la ley sin considerar que dicha ley
les que se les ofrecen o que elaboren. Una será vigente solamente hasta su reemplazo
caracterización más profunda de tales por otra? La historia nos demuestra con
líderes aportaría probablemente elementos crece que tanto las construcciones jurídicas
notables y útiles para la construcción de la como las geográficas humanas no son
historia del pueblo mapuche; esta será nunca definitivas. Por lo tanto, “es el pen-
tarea de futuros investigadores. samiento histórico que nos debe llevar a la
transformación de nuestras realidades” (p.
Por otra parte, el esbozo geográfico- 23). Según Gavilán, este pensamiento se
territorial propuesto por Gavilán en relación construye en espiral, es decir que los ciclos
a la redistribución de las tierras después de nunca se terminan porque la conclusión de
la muy mal llamada “integración” en 1881 cada uno es la introducción del siguiente.
aclara la injusticia flagrante que se constru-
ye legalmente para poder desalojar los El historiador encontrará otro interés en
ocupantes milenarios en pos de la instala- este texto: de la espiral 7 a la 15 (pp. 167-
ción de emigrantes europeos más acordes 331), Gavilán reproduce numerosos docu-
a los cánones componiendo el imaginario mentos originales, jurídicos, relacionados a
identitario de los padres chilenos de este las organizaciones indígenas, políticos,
nuevo tipo de colonización. Un solo dato culturales, de resonancia internacional del
como para salir del discurso y para generar tema mapuche entre otros; Aquellos serán
estudios temáticos: La repartición del “nue- de gran utilidad para cualquiera investigan-
vo” territorio incorporado al conjunto nacio- do la historia del pueblo mapuche durante
nal, se hace en una proporción promedio principalmente el Siglo XX. Solamente un
de uno a diez, otorgando 40 hectáreas a plus más para el ávido lector de tales temá-
cada familia mapuche y 400 de las mismas ticas.
a las familias europeas.

- 149-
Reseñas Luís Cáceres Hidalgo y Patrick Puigmal

Inauguración del año académico del


Programa de Estudios y Documen-
tación en Ciencias Humanas, el día
martes 13 de mayo del presente
año, en la Sala Gabriela Mistral del
Campus Chuyaca de la Universidad
de Los Lagos.
En la imagen superior izquierda
podemos ver la presentación del
libro La Nación Mapuche. De iz-
quierda a derecha, Luis Cáceres y
Víctor Gavilán.
En la imagen inferior podemos
observar la presentación del libro
Amotinados, abigeos y usurpado-
res, tanto por los autores como por
uno de los editores.

- 132 -
Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 151 - 152

ALONDRA PEIRANO IGLESIAS

De la Militancia Revolucionaria a la Militancia Social, los Miristas en el Chile neoliberal


Concepción, Ediciones Escaparate, 2008
ISBN: 956-7827-64-8

Reseñado por
Luís Cáceres Hidalgo
Universidad de Los Lagos

El trabajo que emprende la autora nos recoge las visiones los autores mas cono-
coloca en la interrogante y la curiosidad cidos en que se refieren a su constitución
sobre el desarrollo y la actual situación de histórica. A pesar de que se señalan sus
aquellos militantes que en la década de los objetivos fundamentales: “derrocamiento
70 del siglo XX, se comprometieron en uno del sistema capitalista y su reemplazo por
de los proyectos políticos más radicales un gobierno de obreros y campesinos […]
planteados en la sociedad chilena del siglo cuya tarea será construir el socialismo y
XX. extinguir gradualmente el Estado hasta
llegar a una sociedad sin clases […] La
Lo primero que busca desacralizar Alondra, destrucción del capitalismo implica un en-
es la conocida teoría de Fukuyama, fun- frentamiento revolucionario de las clases
damentada en su texto “El fin de la histo- antagónicas” (pág.27); ellos no resultan
ria”. Ella propone trabajar contextualmente, suficientes; por sí solos, para comprender
desarrollando su paradigma “construir la la fundación y posterior desarrollo del MIR
historia desde dentro” en que recoge el
actual compromiso de la militancia social, Lo que el MIR y los otros partidos de la
teniendo a los protagonistas como factor izquierda chilena y americana, no asumie-
fundamental y trascendente de los hechos ron como el debate central fue la concep-
investigados. ción, definición y precisión de lo que se
entendía por socialismo, cuestión que bus-
Lo que busca la autora es desentrañar la ca abordar Tomás Moulián: “Y llegaron a
trayectoria de los cuadros revolucionarios ser insuficientes porque (como veremos)
que nacieron a la lucha política, social y no se realizó la gran discusión teórica que
militar en la década de los sesenta con una un proceso como la Unidad Popular necesi-
propuesta radical anticapitalista, antiimpe- taba, un análisis donde la forma (la vía) no
rialista y por la construcción del socialismo. fuera separada del fondo (el tipo de socia-
Luego de transcurrido 35 años desde aque- lismo a construir)”. (Varios autores, Cuando
llos combates, y habiendo sufrido la gran hicimos historia (Santiago de Chile: LOM,
derrota con la consumación del golpe de 2005, 37).
estado, encabezado por las fuerzas arma-
das en Chile el 11 de septiembre de 1973; Esta evaluación crítica que hace Moulián
la autora se pregunta ¿qué ha sido de para el periodo de la UP, es también muy
aquellos cuadros revolucionarios?, ¿Qué válida a juicio nuestro para el MIR y su
se encuentran haciendo hoy?, ¿Cuáles son estrategia. Si bien el libro no aborda direc-
sus sueños y utopías? tamente esta contradicción vital, creemos
que su estudio y enfoque permite abrir la
El contexto histórico que se nos propone polémica que es fundamental para la sínte-
para insertar la fundación del MIR, parece sis y la continuidad en el empeño de la
ser bastante interesante, en la medida que
Reseñas Luís Cáceres Hidalgo

construcción del llamado socialismo del Esta visión voluntarista que la dirección del
siglo XXI. MIR desarrolló, lo llevó a una militarización
de la lucha de clases, lo que trajo como
Cuando Alondra se refiere a los cimientos consecuencia la implantación de una uni-
de una nueva sociedad y da cuenta de los dad guerrillera en la localidad de Neltume
fundamentos de la contrarrevolución en en 1982, que terminó con la masacre de
Chile; no se puede solamente explicar por los miembros de dicha unidad guerrillera.
los grados de brutalidad y refinamiento de En síntesis, la derrota de la JCR y luego
la estrategia de contrainsurgencia aplica- Neltume, terminaron por desarticular el
dos bajo la cobertura de guerra de baja proyecto político que el MIR había cons-
intensidad. La explicación, hay que encon- truido para la implantación del Socialismo
trarla en los análisis que la dirección del en Chile.
MIR hizo del período de la lucha de clases
en el continente y en Chile. Si bien, esta derrota del MIR no ha sido
asumida históricamente por su militancia,
En efecto, dichos análisis no dimensiona- sus testigos de carne y hueso dan cuenta
ron la profundidad del éxito de la contrarre- en este libro de sus compromisos, dificulta-
volución con el aniquilamiento del proyecto des, derrotas, convicciones y esperanzas.
de coordinación de las fuerzas revoluciona- Es en estos testimonios, donde Alondra
rias del cono sur expresada a través la recoge lo que ella denomina como: “el
Junta de Coordinación Revolucionaria compromiso social como voluntad de se-
(MIR, ERP, TUPAMAROS y ELN). La lla- guir luchando”. Nuestros entrevistados
mada Operación Cóndor, ideada por los están convencidos que sólo desde las
gobiernos dictatoriales del Cono Sur en entrañas del esta sociedad capitalista neo-
conjunción con la CIA, desarticuló y destru- liberal, emerge la respuesta que permitirá
yó dicho intento. avanzar hacia una sociedad más justa,
más humana, más equitativa y plenamente
En su análisis del contexto nacional, lleva- solidaria, por donde el hombre y mujer
do por el éxito de la revolución sandinista nuevo/a transite libremente por las grandes
en Nicaragua en 1979, el MIR planteó la alamedas.
Guerra Popular; estrategia que permitirá el
derrocamiento de la dictadura militar en En definitiva, el lector tiene la posibilidad en
Chile, como paso previo a la conquista del sus manos, de abrir su pensamiento y
poder y la instauración de un estado obre- espíritu a uno de los capítulos más impor-
ro-campesino en alianza con los pobres del tantes de la lucha social y política que ha
campo y la ciudad. protagonizado el pueblo chileno, en donde
el MIR y su historia, constituyen una parte
sustancial de ella.

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Espacio Regional Volumen 1, Número 5, Osorno, 2008, pp. 153 - 155

HÉRNAN DELGADO, EDUARDO GALLARDO Y JOEL LESPAI

Amotinados, abigeos y usurpadores. Una mirada regional acerca de las formas de


violencia en Osorno (1821-1931)
Jorge Muñoz y Raúl Nuñez (editores), Colección Investigadores no. 2
Osorno, Editorial Universidad de Los Lagos, 2007
ISBN: 978-956-7533-99-2, 145 p.

Reseñado por
Jorge Pinto Rodríguez
Universidad de la Frontera

Que los estudios de postgrado en el campo torno a una rebelión de sargentos que se
de la Historia en Chile están contribuyendo produjo en Osorno a fines de 1821 debido
a la formación de la nueva generación de a diferentes circunstancias que el autor
historiadores no merece ninguna duda; sin trata detenidamente: desde la actitud de
embargo, resulta sorprendente la prontitud algunos oficiales hasta las condiciones de
con que un Programa recientemente inau- vida de la tropa derivaron en el amotina-
gurado en la Universidad de Los Lagos miento de los sargentos, causando preocu-
empieza a rendir sus primeros frutos. Amo- pación no sólo en el sur, sino en las autori-
tinados, abigeos y usurpadores, la última dades de la capital. De este modo, a partir
publicación de su Programa de Estudios y de un hecho poco conocido Hernán Delga-
Documentación en Ciencias Humanas, es do corre el velo respecto de las condicio-
precisamente producto del esfuerzo de tres nes en que se desenvolvía una comunidad
jóvenes estudiantes que hacen sus prime- local y regional en los años precoces de la
ros aportes, liderados por Jorge Muñoz y formación de la República. Aunque con
Raúl Núñez, tan jóvenes como ellos y es- esto llena vacíos de nuestra historiografía,
tudiantes también de la Maestría en Histo- su propósito va más allá de la simple recu-
ria que dirige Patrick Puigmal. Instalado en peración de un retazo de la historia. Como
la historia social, este libro, demuestra, el mismo declara, se trata de llamar la
además, el interés que despierta en los atención sobre la necesidad de ampliar los
jóvenes la nueva historia social que se está estudios sobre la región, para desvanecer
practicando en Chile. ciertas apreciaciones equívocas que la
conciencia colectiva a hecho propias, a
El primer trabajo, “La Rebelión de los Sar- pesar que, a su juicio, no corresponden a la
gentos o la Venganza del Hambre, 1821”, realidad. Comprometido con la historia,
de Hernán Delgado, se refiere a un episo- pero también con la región, este artículo
dio ocurrido en Osorno en las postrimerías revela dimensiones muy interesantes de
de la Independencia, que permite al autor una historia regional que constituye un
“conocer y re-conocer la vida social, políti- interesante aporte que debemos agradecer
ca y militar que se desarrolla en un ambien- a este joven historiador.
te pincelado de tensiones, familiarismo y
luchas intestinas que devinieron en la con- El segundo artículo, “Bandidaje Rural en
formación actual” de la región de Osorno. Osorno, 1917-1927: una década de tras-
Su principal fuente de información son los gresión y violencia en los campos del sur
Apuntes para la historia de Valdivia, Unión en las páginas de la prensa local”, escrito
y Osorno desde principios del siglo XIX por Eduardo Gallardo Martínez, vuelve
hasta el año 1830, escrito por Fernando sobre un tema que en los últimos años ha
Cañas Letelier y publicados en el periódico despertado el interés de los historiadores
“El Damas”, en 1890. En síntesis, gira en chilenos. Mario Góngora fue uno de los
Reseñas Jorge Pinto Rodríguez

primeros en dedicarle algunas páginas, a problemas francamente complejos en la


cuyo esfuerzo se sumaron más tarde historia continental y nacional: el del desa-
Maximiliano Salinas, Jaime Valenzuela, rrollo del capitalismo y la situación de las
Igor Goicovic y Leonardo León, entre otros. comunidades indígenas. En una primera
Asumido como expresión cultural de resis- parte el autor aborda algunas cuestiones
tencia y rechazo, consciente o inconscien- teóricas sobre la formación del capitalismo
te, de los sectores populares campesinos, agrario y la cuestión indígena que sitúan al
el autor explora el fenómeno en la prensa lector en el ámbito de los temas que abor-
local durante los turbulentos años que dará más adelante. Estos, vinculados al
precedieron a la dictadura del general Ibá- tipo de economía que se constituye en la
ñez, inspirado en los planteamientos que región y a la violencia que engendra la
Eric Hobsbawn propuso en Rebeldes Primi- lucha por la tierra, dan sentido a sus re-
tivos. El mérito de este trabajo consiste en flexiones. Respecto de lo primero, Lespai
recrear, como en el artículo anterior, una sostiene que se aprecian dos actores: los
sociedad regional expuesta a trasgresiones terratenientes y los indígenas. Convertidos
y actos de violencia que causaron preocu- los primeros en agricultores-empresarios
pación entre los vecinos. El alcohol, la con actividades económicas diversificadas
lucha por la tierra, el robo de ganado y la (banca, comercio, industria, venta de ga-
escasez de policías tensionaron a la socie- nados e intervención en la política), habrían
dad osornina, testigo de violencia y tras- permitido afianzar un capitalismo agrario en
gresiones que la prensa denunció reitera- la región que percibió los terrenos de las
damente. Sin embargo, en las conclusiones comunidades indígenas, como desaprove-
Gallardo señala que, lamentablemente la chados, que debían integrarse al mercado
prensa, que describe muy bien los hechos, de la tierra, lo que anulaba las pretensiones
no permite deducir con claridad los factores de algunas autoridades de proteger la
estructurales o de fondo que provocaron el propiedad indígena. Este habría sido uno
bandolerismo y las trasgresiones. Y en esto de los factores más gravitante que incidió
tiene razón, la prensa informa, pero no en la violencia que recayó sobre la pobla-
explica bien las razones que mueven a ción indígena, que terminó arrinconada en
hombres y mujeres a adoptar conductas tierras de muy baja calidad que los obligó a
violentas o trasgresoras. El historiador incorporarse al sistema económico como
dispone de otras fuentes y estas son las fuerza de trabajo. No niega Lespai que el
que debería explorar este joven historiador. Estado haya impulsado acciones protec-
Me refiero a los expedientes judiciales que cionistas a favor del huilliche; sin embargo,
le ayudarán en trabajos posteriores a acla- falló en la puesta en marcha de políticas de
rar las dudas que el mismo tiene. La litera- desarrollo eficaces y bien planificadas que
tura historiográfica a la que recurre permite hicieran viable el resguardo cultural y el
comparaciones, eso es valioso; pero sólo el sustento económico de las comunidades.
trabajo en fuentes locales, en este caso, En suma, no habría favorecido un proceso
los procesos judiciales, le ayudarán a ex- de “modernización” de aquellos sectores
plicar las especificidades del bandolerismo, que no pudieron competir con la gran pro-
cuatrerismo y otras formas de violencia que piedad y que quedaron a merced de quie-
se manifestaron en Osorno en los años que nes se creían dueños del destino de la
estudia. Interesante trabajo que demuestra región. Algo muy parecido ocurrió en la
las fortalezas e incertidumbres de estos Araucanía, donde las comunidades y los
jóvenes historiadores en su fase de forma- pequeños propietarios llegaron a aportar
ción. cerca del 70 % de la producción que se
comercializaba en la región en los años
El último estudio, “Consolidación del Capi- posteriores a la llegada del Estado. No
talismo Agrario en la Región Austral y Pro- tengo dudas que el trabajo de Lespai anti-
piedad Indígena en Osorno (1883-1931)” cipa otros que invitarán a reflexiones y
de Joel Lespai Silva, cierra el libro que debates sobre las bases de las economías
estamos comentando. A mi juicio trata dos regionales que se constituyeron entre el

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Amotinados, abigeos y usurpadores Reseñas

Bio Bio y Chiloé en los primeros años del madurez intelectual, en plena pubertad,
siglo XX. Muñoz y Núñez nos invitan a recorrer las
páginas de Amotinados, abigeos y usurpa-
Antes de terminar, sólo quisiera escribir un dores, con avidez.
par de líneas sobre “La espuma que bota el
mar”, la breve introducción de Jorge Muñoz Con este libro y la serie de publicaciones
y Raúl Núñez que antecede los artículos ya que ha iniciado el Programa de Estudios y
comentados. Se trata de un hermoso texto Documentación en Ciencias Humanas,
que busca legitimar una historia social impulsadas por Patrick Puigmal, Luis Ca-
surgida, muchas veces de las desilusiones rreño, Igor Goicovic y Arturo Grubessich,
o del peso de una noche, que la transforma entre otros, los historiadores de de la Uni-
en un manifiesto de vida construido a tra- versidad de Los Lagos se han puesto en la
vés de pequeñas historias, ocurridas en vanguardia de las nuevas corrientes histo-
lejanos y difusos lugares. Demostrando riográficas que hoy recorren el país.

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