Exordio:
Una estrategia didáctica apropiada contribuye a un aprendizaje
significativo; entre más recursos sean empleados en el proceso de
enseñanza, el aprendizaje se tornará más profundo.
Introducción al texto:
En el texto que nos ocupa encontramos la narración de un
acontecimiento que seguramente fue muy impactante patra los que en
él participaron. En la escena de esta narración encontramos imágenes,
sonidos, palabras, ideas, pensamientos, etcétera. Esta experiencia
significativa desembocó en lo siguiente: “… sus discípulos … creyeron
la Escritura y la palabra que Jesús había dicho” (2:22).
Proposición:
El propósito que tenemos en este sermón es animar a cada uno de los
discípulos de Jesús a buscar o crear experiencias para un aprendizaje
significativo que contribuya a crecer en nuestra fe en Jesús.
Confirmación:
I. Buscando escenas que impacten
Los procesos de aprendizaje son más favorables cuando se desarrollan
en el ambiente apropiado. Por apropiado entendemos un ambiente
compuesto por elementos que contribuyan al tema a tratar.
Considero que ningún acontecimiento fue fortuito o desaprovechado en
la vida de Jesús, toda experiencia estaba dentro de los planes del Padre
y óptimamente aprovechada por el Señor. Subió Jesús a Jerusalén, entró
al templo, encontró ahí a vendedores y cambistas, e hizo un azote de
cuerdas echó a todos afuera citándoles las Escrituras (2:13-16). Era una
escena viva, significativa para un aprendizaje específico.
Cuando el Señor va a enseñarnos nos lleva al lugar apropiado para crear
la escena en la que desplegará su mensaje. Donde quiera que estemos
tengamos los ojos abiertos para ver lo que el Señor va a mostrar.
II. Cultivando la memoria
La memoria es una facultad de nuestro cerebro que contribuye a nuestro
aprendizaje, sin ella sería prácticamente imposible aprender algunos
contenidos, habilidades o comportamientos.
Me llama mucho la atención lo que el escritor sagrado dice respecto a
los discípulos que estaban presentes en el templo junto con Jesús: “Se
acordaron sus discípulos …” (2:17); “… sus discípulos se acordaron
que había dicho …” (2:22). Como buenos judíos, conocían las
Escrituras, las guardaron en su memoria; pero también, la experiencia
con Jesús los impactó tanto, que guardaron sus palabras en el recuerdo.
La memoria de ellos respondía a una disciplina y a un impacto.
Guardemos en nuestra memoria las palabras de Jesús y las experiencias
que hemos tenido con él. No llenemos nuestra mente de tanta
información al grado de que no haya espacio para recordar a Jesús.
III. Ejercitando la asociación
La asociación es una operación mental, la cual consiste en la relación
que hacemos entre cosas con el propósito de ubicarlas, recordarlas, o
reafirmar o construir un nuevo conocimiento.
Los discípulos relacionaron las palabras de Jesús con el mensaje del
salmista (Salmo 69:9), y el evento de la resurrección de Jesús con las
palabras que en el templo había dicho el Señor. Esta asociación de
palabras y de eventos fue posible porque pudieron ver todo aquello
dentro de un mismo sistema de fe. En el corazón y en la mente de los
discípulos todo giraba en torno a Jesús.
Corremos siempre el riesgo de asociar con otras cosas lo que acontece
en nuestra vida, haciendo un revoltijo de tantas cosas que al final nada
relacionamos con el Señor Jesús, sus experiencias y enseñanzas.
Epílogo:
Creer en Jesús y en la palabra que nos da, requiere por parte nuestra
vivir experiencias que impacten, recordar siempre su mensaje y asociar
todo lo que acontece a la persona y enseñanza de Jesús.
Resolución:
Queridos hermanos, estemos atentos en todo a lo que el Señor nos
quiere enseñar. Él nos llevará a vivir experiencias que nos marquen, y
en ellas debemos recordar y asociar las palabras y los hechos de Jesús.
 IGLESIA BAUTISTA CASA BLANCA
Pastor Abraham Banda Robles
Sermón Dominical
11 de marzo de 2018

UN APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO CON JESÚS

13
Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a
Jerusalén,
14
y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y
palomas, y a los cambistas allí sentados.
15
Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a
todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los
cambistas, y volcó las mesas;
16
y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no
hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
17
Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El
celo de tu casa me consume.
18
Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos
muestras, ya que haces esto?
19
Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres
días lo levantaré.
20
Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue
edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
21
Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
22
Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus
discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la
Escritura y la palabra que Jesús había dicho.

Juan 2:12-22