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Escritos, Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje ‘Namero 10, enero-diciembre de 1994, pags. 151-194. Ensayo conmemorativo A. J. Greimas (1917-1992)? Thomas F. Broden Antes nada, les expreso mi a; imiento y mi emo- verlos a ustedes i1 un grupo tan numeroso y paciente en el que yo sirvo de preteao. También debo mencionar la inquietud que siento al verme en el lugar de un cuerpo que es diseccionado en todas sus formas. Esta es] pects dle muerte Premagura es muy impresionante para mt iSobre todo para una persona come ye, ue mantenerme siempre joven! (Greimas, 1 Bison) Las ciencias humanas pueden encontrar su comuin deno- minadoren las invesigciones sobre lasigficncin, pues si las ciencias naturales buscan conocer cémo son in el mundo y el hombre, las ciencias del hombre pre; Prepunian ~mds o menos ephcamente- qué significa ce (Greimas, 1966, Greimas es una de las figuras serninales del estructuralismo continental, y por lo tanto de la semidtica. Colaboré cerca- namente con Levi-Strauss y Barthes y fundé la Escuela Semiotica de Parts. Se esforz6 por establecer a la seméntica ya la lexicografia como componentes centrales de la lingiits- tica, propuso incluir a la pragmdtica dentro de la gramética 1 Originalmente este articulo fue publicado en inglés con el titulo “Commemorative essays, A. J. Greimas (1917-1992)” en Semniorica. 105-3/4, pp. 207-242 (N. del E.). 2 Todas las traducciones en el articulo son del autor [Thomas F. Broden se refiere aqu( a las traducciones del francés al inglés que nosotros hemos traducido del inglés al espafiol (N. del T.)]. Las referencias en cursiva indican las paginas correspondientes de la traducci6n en inglés cuando la haya. Las ediciones en francés e inglés que en forma de libro retinen los art{culos de Greimas han sido divididas de manera diferente a pesar de los titulos (1970, 1976b; 1983, 1987b, 1990). 152 Thomas F. Broden en lugar de hacerla paralela a ésta; traté de integrar una seméntica interpretativa dentro de un modelo generativo; € intent validar sus modelos hipotéticos cognitivos de narra- tividad, actos de habla y emociones a través de andlisis descriptivos del discurso. UN AVENTURERO Al leer la obra de Greimas sorprende su creatividad auténticamente cientffica, que abarca una esfera formidable de cuestiones en la sem4n- tica, la semidtica, la lingiifstica y la cultura. Su vitalidad brilla por el rigor conceptual que Greimas mantuvo ante las modas prevalecientes, una austeridad adoptada y conservada obstinadamente hasta finales de los ochenta, no s6lo como un género de indagaci6n sino también como un calibrador de su integridad moral ¢ intelectual. Leer a Greimas se traduce como dialogar con un conjunto amplio y diversificado de lingilistas, antropdlogos y folkloristas pioneros; filésofos, teéricos de la literatura y la estética; con légicos, sociélogos y psicélogos, cuyos métodos y perspicacias son afines a su proyecto. Frederic Jameson, su compaiiero de viajes, recalca, desde luego, la capacidad de conjunto de la Semidtica de Paris -el grupo iniciado y animado por Greimas— “para producir problemas frescos y urgentes; seguramente problemas estimu- lantes” (1987, vii). Cualquier esfuerzo de investigaci6n extensa y colectiva que abarque cuatro décadas, como el de la Semidtica de Paris, se ve constantemente amenazado por la explosién y la implosi6n; por la incoherencia centri- fuga o la ortodoxia esclerosa. La capacidad de la Semiética de Paris para navegar un sendero mezclando la consistencia y la innovaci6n le debe mucho al don de Greimas de impulsar nuevas y provocativas ideas. “Siempre he intentado provocar un esc4ndalo”, confesaba con frecuen- cia, y como nos recordé recientemente Paolo Fabbri, insistié intencio- nadamente en que si la semiética alcanzase una €poca en que ya no dispusiera de nuevos modelos para ofrecer a las ciencias humanas, entonces estaria muerta (1994). Los semiéticos que aprovechan sus escritos pueden, desde luego, reflexionar sobre lo que Greimas repetia en los diltimos afios de su carrera: “Si fuera mds joven, reharfa la semidtica por completo”. La vigorosa innovaci6n de su monografia sobre la estética (1987a) y de su ensayo teérico de las pasiones (Greimas y Fontanille, 1991, ch. 1) testimonian su constante esfuerzo de renovacién. Ensayo conmemorativo. A. J. Greimas (1917-1992) 153 UN CONSTRUCTOR Al mismo tiempo, la continuidad del proyecto semiético siempre re- presentaba una preocupaci6n clave para Greimas, incluso mAs allé de la coherencia y la invariabilidad garantizadas por un pufiado de convic- ciones epistemol6gicas dominantes y de improntas intelectuales de coyuntura hist6rica. Contemplada como un proyecto cientifico, su se- mi6tica llega a ser forzosamente un intento colectivo que requiere un metalenguaje compartido y un mfnimo de consistencia conceptual —aunque algunos de los términos o graficas adoptados tomaran o no el papel adicional de “gafetes”, para indicar una filiacién metodolégica en los patios de recreo o los campos de batalla de las ideas (Geninasca, 1993, 28). En un sentido, la estrategia fue examinar cuidadosamente, seleccionar y formular de nuevo las ideas de otros—de adentroy de fuera del grupo de Paris- como componentes y aspectos de un proyecto amplio, tomando el papel de coreégrafo, de quien coordina a los bailarines de una funci6n, segin el acertado simil de Jean-Claude Coquet (1984, 9). Mientras el debate franco y los puntos de vista conflictivos fueron centrales para la semidtica de Greimas, la colaboraci6n significaba una comunidad de personas ocupada en un proyecto y no s6lo un grupo de especialistas trabajando en una tarea. Durante el transcurso de su carrera, Greimas experimentaba agu- damente las tensiones internas de la noci6n de ciencia y acentuaba los contrastes entre el aura de certeza y finitud que rodea a una ciencia en cualquier punto yel reconocimiento de que, en los hechos, los proyectos cientfficos se desarrollan a través del tiempo, mezclando la conserva- cién y la renovacién, falsificando verdades anteriores, descubriendo probleméticas que no exist{a en un estado previo. Las “historias” geneal6gicas y generativas también le ofrecfan im4- genes tentadoras pero radicalmente diferentes: las primeras trazando un camino tortuoso marcado por saltos y reorientaciones imprevisibles —como describié la explosi6n de las modalidades de los setenta, y de las pasiones y el aspecto durante los ochenta y los noventa dentro de la misma Semiética de Paris— y las segundas, como un conjunto sintagm4- tico y sistemAtico que cimenta el proyecto cientifico mientras se dirige hacia nuevos territorios, dando en su trayectoria el sentido a la logica interna que trasciende los caprichos de las indecisiones, y vueltas equivocadas y hasta cambios paradigmaticos -tal como vefa la lingiiis- tica y el destino que deseaba para la semiética. 154 Thomas F. Broden LA SEMIOTICA EXTERNA Las posibilidades de un andlisis flexible ¢ interpretativo del discurso y ja capacidad para la investigacién interdisciplinaria en la significacién y la cultura oblig6 a Greimas a avanzar determinantemente en la semi6tica; esto le abrié los horizontes amplios y el terreno virgen que necesitaban sus métodos. En los sesenta, junto con Eco, Lotman, Se- beok y otros, definié la nociéa de semidtica en la posguerra y la fund6 como un camino prometedor de investigaci6n°. En el transcurso de su carrera escribi6 siete monografias sobre semidtica que han sido amplia- mente citadas y traducidas; en colaboraci6n con otros autores escribié dos, incluyendo un diccionario de semidtica. Edit6, o particip6 en la edicién, de nueve libros mds y en varios nimeros especiales de revistas sobre semidtica y dirigié varias colecciones en editoriales*. Greimas fue miembro fundador de la International Association for Semiotic Studies (1966), su primer secretario y el primer editor de la revista del grupo; también edit6 junto con otros colaboradores las actas de las primeras dos conferencias (1970). Después de fungir como director cientifico del Centro Internazionale di Semidtica e di linguistica de Urbino en su primer afio (1970), Greimas participaba con frecuencia en sus coloquios y seminarios y apoyaba su serie de prepublicaciones. En Francia fund6, en colaboracién con otros investigadores, el circulo de Semidtica de Paris (1969) y con el apoyo de Claude Lévi- Strauss y la colaboracién de Roland Barthes puso en marcha el Grupo de Investigacién Semiolingiiistica (1966). Allf dirigié la ensefianza y la investigaci6n de la semidtica por casi tres décadas bajo los auspicios de la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales y el Centre National des Recherches Scientifiques. Dirigié, hasta su muerte, el grupo mas grande y activo de semiética en Francia; mds de cien investigadores franceses y extranjeros se reunfan semanalmente en su seminario en la Ecole~y después en un café— y en sustalleres correspondientes; muchos de ellos produjeron una cantidad considerable de investigacién sobre 3. Para detalles mds amplios del desarrollo de la semistica de Greimas y su papel en la expansién de la semidtica a nivel internacional y dentro de Francia, véase Coquet (1982: 7-15; 1985), Delorme (1993), Greimas (1987c) y (1989b), Hénault (1992a, 1992b), y Zilberberg (1988: 65-94). 4 Anterior al inicio de Semiotica, la revista Social Science Information* tenia una seccién especial con el titulo de Studies in Semiotics/Recherches sémiotiques, que fue editada por AJ. Greimas junto con I. M. Lotman, T. A. Sebeok y W. Skalmowski. Ensayo conmemorativo. A. J. Greimas (1917-1992) 155 la teorfa. Desde luego, mientras el nombre de Greimas y sus primeros escritos siguen siendo los m4s conocidos, mds de una docena de inves- tigadores han publicado de manera continua y extensa sobre la Se- mi6tica de Parfs desde los sesenta hasta la actualidad, la mayorfa siendo estudiantes de él. Como sefiala Cohen (1994), la geografia de la se- mi6tica greimasiana crece ahora en espiral desde Paris y extiende sus arabescos sobre los siete continentes. Los trabajos de Greimas han sido traducidos a todas las lenguas mds importantes. Gracias a Paul Perron yFrank Collins especialmente, la traduccién al inglés de esas obras est4 casi terminada, por ejemplo, e iniciada la de otros semidticos de Paris, por lo menos. INTERNO La semiética greimasiana pone en primer plano las cuestiones de significado y significaci6n; agresivamente promueve tanto la reflexi6n te6rica fundamental como la aplicaci6n practica y descriptiva y llama la atenci6n hacia la dimensi6n social de la comunicaci6n. Dentro de la tradici6n husserliana, la acci6n y la interacci6n humanas dentro del mundo son vistas como cargadas de significacién; los encuentros y negociaciones como mediados por el lenguaje o por otras prdcticas significativas asociadas con la praxis, la intersubjetividad o la ciencia. Su investigaci6n cualitativa abarca las ciencias humanas y se dedica ala articulacién de la significaci6n en diversos canales sensoriales y medios semidticos, especialmente los lenguajes naturales y las construcciones visuales y tactiles (p. ej., la fotograffa, la pintura, los espacios urbanos). Sin embargo, su investigacién se ha enfocado a la vinculacién entre la teorfa semiética y la metodologfa, y a la unidad de la percepci6n del significado a través de cédigos miltiples, los sentidos, y los medios. En sus discusiones sobre la cultura, Greimas intentaba no s6lo describir el statu quo, sino también analizar las estrategias de su transformacién y el papel que la semiética, la ensefianza y la investigaci6n pueden desem- peiiar en el proceso. El procuraba mantener las bases epistemol6gicas de su semidtica tan reducidas como fuese decentemente posible, con- forme a sus nociones de la cientificidad y el principio de pertinencia-y, sin duda, debido también al conocimiento de que habria desacuerdos significativos precisamente sobre las creencias, las afirmaciones onto- légicas e imperativos morales, que necesitaban ser sostenidos. Greimas subray6 la conceptualizaci6n y la construccién de modelos que articularfan las condiciones generales para la produccién y com- 156 Thomas F, Broden prensién del significado, encontré la inspiracién, sobre todo, en la lingiifstica, la filosoffa del lenguaje y \as artes del lenguaje correspon- dientes. Su practica acostumbrada era enfocar una cuestién metodol6- gica, llevar a cabo un anilisis descriptivo en el que los mecanismos \éxicos, textuales o no verbales pertinentes al asunto pudieran ser identificados, y formular progresivamente un modelo que diera cuenta de los resultados y a la vez pudiese ser integrado a una arquitectura teérica mds amplia, especificando los cambios requeridos en éste tltimo si fuese necesario. Una monograffa de 1976 desarrolla asf propuestas para la teoria de la enunciacién y para la dimensi6én cognitiva del discurso, trabajando rengl6n por rengl6n un cuento de Guy de Maupas- sant (1976a). El libro sobre la estética es particularmente notable en este aspecto, pues sus anilisis se enfocan en las descripciones de sensaciones efime- ras, de percepciones de luz, de formas yen la opacidad, las cuales eluden y preceden a la cognicién —tanto para el sujeto discursivo como para el semi6tico-, aunque su irrupcién en un presente absoluto distorsiona y voltea el tiempo y el mundo del sujeto (1987a). Partiendo de los ejem- plos paradigméticos de los irracionalistas contempordneos (Henri Bergson, Brice Lalonde), avanza argumentando la superficialidad del lenguaje, su incapacidad de sugerir la esencia de la experiencia, la cual queda necesariamente inefable. Estas sensaciones son meditadas e interpretadas por Greimas con tanta intensidad como con la que sou evocadas en los textos de Italo Calvino, Michel Tournier, Tanizaki Junichuro, Rainer Marfa Rilke y Julio Cortazar. A través de los afios, su semiética ha elaborado una aproximaci6n al enunciado y a la enunciacién y ha subrayado una formulacién gene- rativa para sus elementos de una teoria global. Los modelos son dise- iados para funcionar como mapas de mecanismos cognitivos, per- ceptivos y motrices. Aunque la teorfa mantiene una postura hipotética-deductiva e interpretativa que coloca la responsabilidad de la verificacién sobre la eficacia descriptiva y la coherencia interna, se niega explicitamente a basar o “enchufar” sus modelos en el funciona- miento de estructuras materiales 0 de gl4ndulas, neuronas o misculos. DENSIDAD E INTEGRIDAD DE LOS SISTEMAS SEMIOTICOS En tanto centra su atencién sobre la espesura y la especificidad de los sistemas simbélicos, la semiética de Greimas contrasta con mucho de la filosoffa analitica tradicional de los angloamericanos y cl sensaciona- Ensayo conmemorativo. A. J. Greimas (1917-1992) 157 lismo de la Ilustraci6n. En vez de subrayar el valor dela verdad potencial que un enunciado puede apoyar como proposicién, Greimas enfatiza la fuerza “veridictoria” (decir la verdad) de varias estrategias retéricas efectuadas en la conducta. Si acuden a la dindmica teatral de enmasca- rar y desenmascarar, 0 el uso politico o cientifico de las citas, a la modalizacién y la polémica, los sujetos procuran no sélo tener los objetosjuzgados como verdades o falsedades, paradojas o aporias, sino ademds emplear y protegerse de las mentiras, secretos, fintas, agendas ocultas y de la hermenéutica de la sospecha para lograr sus fines. Tradiciones racionalistas y sensacionalistas tienden a considerar el papel apropiado del signo como representacién del concepto y, a través de éste, de estados y cosas en el mundo; las rupturas en la cadena de equivalencia son tipicamente catalogadas segin una patologfa parecida ala de los “idolos” baconianos. La prdctica lingiifstica, tanto como su interpretaci6n de la fenomenologia de Husserl y Merleau-Ponty, obligé a Greimas a templar esta postura reconociendo que los medios y sistemas semidticos pueden sugerir una especificidad y una autonom{a; pueden englobar construcciones del mundo, valores y creencias relati- vamente independientes de las formulaciones cientificas, empiricas 0 racionales, y disponer de su propia fuerza, validez y estructura. La definici6n lingiifstica del valor y su metodologfa concomitante de signi- ficante y significado abarcé esta perspectiva agrupando estados “rea- les” del mundo para examinar c6mo un lenguaje natural especifico, en un momento hist6rico dado, construye sus operaciones y unidades significantes, incluyendo su pragmatica y seméntica. En una economia semi6tica general, lo que funciona como significante en una aplicaci6n puede servir como significado en otra —mientras los parémetros de arriba y abajo, delanteros y traseros que entran dentro de una definicién de forma fonol6gica (significantes) son reciclados como valores sem4n- ticos (significados) asociados con los items en la descripci6n lingitistica de formas espaciales. La semi6tica, entonces, une un monismo ontol6- gico y epistemolégico con un pluralismo funcional. Como corolario, en Greimas los andlisis comparativos entre los medios semiéticos verbales y no verbales, entre lenguajes naturales y el experimentado “mundo natural” del sentido com6n se unen con una sintaxis de referencializaci6n interna para sustituir mucha demanda tradicional para la referencia y la mimesis. De manera parecida, sus teorias del acto semi6tico (cf. El acto de lenguaje) y del sujeto enuncia- tivo (cf. sujeto hablante) incorporan la aproximacién semiética compa- rada, pero disminuyen la demanda para un contexto extralingilistico y 158 Thomas F. Broden laman la atencién, como opcidn, sobre los mecanismos simbélicos en los cuales el sujeto se introduce en la instancia social del lenguaje y dentro de los cuales el lenguaje y los sistemas semiéticos comparables definen la subjetividad. La misma conceptualizaci6n de la densidad simbélica substantiva oblig6 a Greimas a fomentar una semiética enér- gica y visual que se enfoca en analizar el significante plastico de las im4genes y espacios escudrifiados, demostrando c6mo la luz y el color, textura, forma y linea construyen el plano de expresién del artefacto e inspiran sus estrategias ic6nicas, narrativas e ideolégicas. NARRATIVIDAD, MODALIDAD Y PASIONES Las investigaciones de Greimas han demostrado el papel extenso que tiene la narratividad en diversos medios y géneros. Las l6gicas narrativas paralelas y complementarias explican aspectos diferentes de la organi- zaci6n del artefacto, incluyendo c6mo articulan el espacio, el tiempo ¢ iconos animados e inanimados; c6mo formulan intercambios entre sujetos y objetos en una légica de acci6n, y cé6mo apoyan un mapa fundamental de valores, el entorno yel espacio cultural e intersubjetivo. Definir las conexiones entre los modelos facilita la identificacién de par4metros que relacionan la prdctica orientada hacia la meta con la aserci6n categérica, la conjuncién y la negacién de términos. E! papel central de la polémica surge de los estudios profundos de textos cienti- ficos, mitolégicos y literarios. Investigaciones extensas sobre la modalidad demostraron que mds all4 de definir niveles claves de argumentaci6n en el discurso cientifico, las modalidades epistémicas, aléticas y deénticas se ligan con modali- dades de poder y deseo para proveer taxonomias bisicas de los objetos culturales, que evocan las articulaciones elementales de la ideologia indoeuropea de Dumézil. Mientras los modelos de valores circulan entre sujetos discursivos individuales y colectivos, delfnean estados, circuitos y configuraciones elementales de su competencia, dando ritmo a su adquisici6n o pérdida de capacidades y motivaciones bdsicas. Greimas enfocé, sobre todo, un pufiado de verbos modales comunes y examin6 su morfologfa y sintaxis semiéticas. Las modalidades proveen un componente seméntico clave para definir emociones mas matizadas (“pasiones”) como los operadores aspectuales: los dramas de la vida interna toman la forma de procesos dindmicos que admiten modulaciones comparables con las categorias aspectuales, como imperfectivas y perfectivas; duratividad y puntuali- Ensayo conmemorativo. A. J. Greimas (1917-1992) 159 dad; incoatividad y terminatividad. Los estudios sobre las emociones, sobre su expresién motriz y fisiol6gica en el estremecimiento y el arrebato, sobre su inestabilidad, variabilidad y combinaciones contra- dictorias, se coludieron con las investigaciones de Greimas acerca de la percepcién de la luz, su destello y centelleo, su evanescencia difundida en la neblina, la nieve y el atardecer, impuls4ndolo a desarrollar una semidtica de lo continuo junto con la discontinuidad; una semidtica de situaciones l4biles, tendencias e intuiciones junto con los estados, pro- cesos y conceptos discretos. Las pasiones, no obstante, demuestran una organizaci6n narrativa extensa, un momento afectivo procediendo de otro y convirtiéndose en un pufiado de alternativas tipicas, como el jabilo puede seguir a la expectaci6n y Iegar hasta la satisfacci6n, la desilusién o el arrepentimicnto. HACIA UNA TEORIA DE LA SEMIGTICA. A pesar de sus lagunas y fracasos, la aproximaci6n de Greimas toma la forma de bisqueda de una teorfa en vez de ser s6lo una paleta de técnicas ¢ ideas; la formulacién generativa que ¢1 adopté para eso juega un papel clave. La estructura intenta identificar las distintas etapas implicadas en la produccién del objeto semidtico (v.g., accién o artefacto): fa consttuecion de os objetos cuturales (iterarios, mites, piorcas etcétera), la mente humana procede desde los elementos simples y sigue una trayectoria compleja, encontrando en su recorrido tanto imposiciones a las que debe someterse, como opciones, en las que tiene la oportunidad de escoger. (Greimas y Rastier, 1968, 135 [Greimas, 1987b, 48]) Al trazar una progresién hipotética de lo sencillo hasta lo complejo y de lo relativamente abstracto hasta lo relativamente concreto, el reco- rrido generativo modela eficazmente los objetos semidticos resultantes como hojaldre o filomasa de niveles miltiples en los cuales cada nivel corresponde a un modelo separado o a un conjunto de mecanismos. Un esquema generativo puede promover tanto una economia de medios dentro de la teorfa como la compatibilidad y la comunicacién entre las metodologfas constituyentes. La instancia ab quo, que en su hipétesis abarca las estructuras mAs sencillas y abstractas, consiste sobre todo en la relaci6n de diferencia analizada como conjunci6n y disjunci6n que instituye una construccién diacritica del significado y en una sucesi6n dialéctica de asercién, negacién y sintesis que funda una progresi6n y el proceso narrativo basico. Entre los productos de las relaciones elementales estén los 160 Thomas F. Broden términos complejos (v.g., tanto s y su contrario) y los neutros (nis ni su contrario), y sus compuestos con otras manifestaciones, ilustrando elementos de la légica no booleana, no aristotélica que son el pan de cada dia del lexic6logo y el estudioso de la semAntica discursiva. Las estructuras fundamentales generan recurrentemente formas discursi- vas por todo el objeto semiético y también entran en la construcci6n de modelos de niveles mds altos dentro de la metodologia, impartiéndoles una cierta unidad y consistencia. En los estudios descriptivos de Grei- mas, la estructura elemental es invocada en particular para identificar las transformaciones claves que un texto traza o intenta efectuar y para deslindar las alianzas y oposiciones fundamentales en los avances de un trabajo, como un mapa individual 0 cultural de valores, sujeto y mundo. La Semidtica de Paris ha propuesto una formulacién de fa estructura elemental por medio del cuadrado semiético. Si estos esfuerzos por desviar la semiética hacia una visi6n hjelms- leviana de una teorfa explicita y homogénea representan el trabajo de un ingeniero, las exigencias de una prdctica semiética en continuo movimiento en las ciencias humanas siempre asignan a Greimas el papel de un reparador, incursionando en compartimientos abiertos para de- sarrollar procedimientos que produzcan resultados; reconstruyendo, poniendo los cables de nuevo y repintando las partes dispares para mantener el equipo en funcionamiento. El proceso junta la deduccién con la induccién, la funcionalidad y el cambio, y sigue siendo un reto para cualquier metodologfa vital. En el caso de Greimas, el jardin resultante muestra 4reas de armonfa, movimiento y estructura din4mi- ca, pero también presenta brechas, formas y texturas mal emparejadas, colores en pleno combate. Las definiciones generativas y formales de la teoria pueden chocar con la practica descriptiva que depende de las artes interpretativas; el deseo de abarcar todos los medios, desde el lenguaje hasta los gestos, incluso las formas plasticas, ha chocado con las nociones del andlisis inmanente. Mientras una susceptibilidad tem- prana para las diferencias culturales e individuales parecia sufrir por demasiado tiempo un eclipse a costa de los modelos generales y univer- sales hipotéticos. El modelo crucial de la enunciacién debe mediar tanto entre las relaciones y operaciones como entre normas y posibilidades, aun mientras activamente construye el objeto semiético. De manera parecida, si uno se ocupa tanto de las formulaciones teéricas como de las aplicaciones prdcticas, el cuadrado semiético aparece de cierta manera como un esquema proteico, un espacio prefiado que lucha por conjuntar la diferencia saussureana y la dialéctica hegeliana, para in- Ensayo conmemorativo. A. J. Greimas (1917-1992) 161 corporar la sintaxis y el formalismo hjelmslevianos e, incluso, el logicis- mo y realismo jakobsonianos. Asf es, sin embargo, la dindmica de cualquier proyecto, a diferencia de un proyecto cerrado y completo. La aventura vigorosa siempre lo serd si desaffa para transformar las grietas en aperturas, si penetra poco a poco en las contradicciones para que emerjan nuevos descubrimientos. LA LINGUISTICA La relacién entre Greimas y la lingiifstica fue paradéjica: Aun sj los lingitistas me rechazan ahora y no me consideran como uno de ellos, por mi parte yo me considero un lingilista de formaci6n y en la manera de dirigir mis pensamientos. Creo que siempre he intentado tomar en cuenta la totalidad de la historia de la lingufstica (1987c, 305-306). Dentro de la lingiiistica, los semantélogos tradicionalmente han sido considerados como “parientes pobres”, mientras los lexic6grafos tienen suerte si no los toman por extraterrestres. Greimas escribié dos diccio- narios (incluyendo su tesis de la Sorbona como un diccionario discursi- vo) y colabor6 en otros tres; sus diccionarios de francés antiguo y medieval reflejan un entrenamiento en la filologia y la lingiifstica hist6- rica. Como la de otros lexic6grafos, Whitney, Bréal y Darmesteter, su semantica procede de manera diferente a la de los semantélogos lin- gilisticos, mas dedicados a la morfologfa o la sintaxis, y ha dado las contribuciones més visibles de las diltimas décadas. Si el trabajo maduro de Greimas goz6 de mucho reconocimiento a pesar de sus campos de estudio marginados y especializados, se debe mucho al accidente hist6- rico de la “vuelta a la lingiifstica” en la historia de las ideas, y especial- mente al enfoque del estructuralismo y del post-estructuralismo sobre el lenguaje y el signo, sobre 1a interpretaci6n y 1a comunicaci6n. Su investigaci6n s6lo parecfa original dentro de los circulos lingiifs- ticos franceses de la Gltima mitad de la década de los cincuenta y principios de los sesenta’, pero penetré después rapidamente dentro de 4reas localizadas mucho mAs alld de los confines definidos en este siglo para la disciplina, extendiendo sus principios descriptivos iniciales hasta donde el andlisis practico lo llev6, incorporando estrategias filolégicas y textuales consideradas fordneas a la ciencia del lenguaje contempor4- nea, particularmente en la época de los sesenta, cuando ésta estaba 5 _Arrivé (1993) ofrece una descripcién de la lingiistica en la Francia de los cincuenta y sesenta y c6mo la investigacién creciente de Greimas cupo (0 no) y cémo fue recibida. 162 Thomas F. Broden estrictamente enfocada. Hasta los procedimientos interpretativos, ana- Ifticos e intervencionales aceptados y acostumbrados en otras ciencias humanas parecicron teratolégicos para la mayorfa de los lingiiistas. En este contexto, s¢ presenta la tentaci6n de matizar la dicotomfa que el locutor de Greimas a lo largo de su carrera, Paul Ricoeur, establece entre la sem4ntica y la semidtica greimasianas, como un momento de demostracién y explicaci6n, y la propia hermenéutica gadameriana de Ricoeur, como momento interpretativo (1969; cf. 1985; 1989; Greimas y Ricoeur, 1987, 1989). Para \os lingiiistas, la aproximaci6n de Greimas parecié todavia m4s idiosincratica una vez que su interés en el contexto lo oblig6 a analizar el discurso mucho més allé de Jos confines sint4cticos de la oracién —tradicionalmente vista como el dltimo nivel estructural del lenguaje. A pesar de su articulaci6n generativa similar, la teoria de Greimas diverge de las gramiticas lingiifsticas principales en su alcance, de lo que emerge, por ejemplo, su tratamiento de la narrativa. Al examinar la relaci6n entre el discurso y la estructura narrativa, él afirma que “la generaci6n del significado no procede primero a través de la produc- cién de enunciados, y su combinacién en el discurso es difundida por estructuras narrativas en su trayectoria y son ellas las que producen un discurso significativo articulado por los enunciados” (1970, 159 [1987b, 64-65]). El status logicamente preferente de las estructuras narrativas €s sugerido también por su comunalidad a través de los medios, inclu- yendo los lenguajes naturales, las peliculas, tapices y musicales. LA EXPANSION DE LA SEMIOTICA DE PARIS Greimas fomenté la colaboracién y el intercambio en el grupo de Paris inspir4ndose en sus numerosos alumnos; ellos en los sesenta revitaliza- ron continuamente la semiética proponiendo varios caminos alternos para su desarrollo e investigando problemAticas especificas a través de descripciones textuales enfocadas (cf. en inglés Perron y Collins, 1989). El trabajo teérico de Greimas en la semidtica visual (1976b, 129-157; 1984) y en la semidtica del mundo natural recurre a las investigaciones extensas que sus alumnos realizaron en ese campo. Thiirlmann (1983 y 1986) demuestra cémo la semidtica puede construir el plano del signi- ficante tanto de las pinturas figurativas como no figurativas e integrar su arquitectura dentro de los mecanismos narrativos y enunciativos del objeto (cf. Everaert-Desmedt, 1989, 201-222, sobre las atracciones de la feria). Floch (1985 y 1986) sigue la misma problematica dentro de un

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