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CASACIÓN N° 1465-2007-CAJAMARCA

El caso desarrollado en el pleno resulta bastante interesante, no solo por


ser este el primero de su tipo desarrollado en el Perú, sino por el especial tema
que toca, ya que en la actualidad, la contaminación (directa o indirecta)
ocasionada por la actividad minera es materia de discusión tanto en el plano
social común como en el jurídico. A su vez, el caso en si nos presenta la
resolución de temas puntuales tales como las excepciones en materia procesal
civil.

Con respecto a los hechos tenemos de antecedentes


Manifiesta que el 02 de junio del año 2000, en circunstancias que el chofer
Arturo Blanco Bar. Que conducía el camión con placa de rodaje N· YG-9621.
Marca Volvo, de propiedad de la empresa Ransa Comercial S.A . transport.ba
mercurio. De propiedad de Minera Yanacocha S.R.L. con destino a la ciudad de
Lima. Se produjo un primer derrame del dicho metal en el centro poblado de
San Juan. Dando lugar a que un aproximado de cuarenta pobladores del lugar
recogieran el mercurio sin saber los efectos dañinos del mismo.
Posteriormente. Entre las 5: 30 y 5: 40 p. m. del mismo día, se produjo un
segundo derrame de aproximadamente 152 Kg. Oe mercurio, en las
localidades de Chotén, San Juan, La Calera, el Tingo. San Sebastián y
Magdalena, esto en una longitud aproximada de 27 Km de la carretera.
En conclusión, el caso nos indica que se dio un derrame de mercurio en la
ciudad de Cajamarca producido por la negligencia de la minera Yanacocha al
no observar las medidas de seguridad dadas para el transporte de mercurio por
parte de una empresa privada especialista en este rubro(Ransa S.A.), siendo
que los pobladores que habitaban en las inmediaciones del poblado de San
Juan, entre ellos la Señora Giovanna Angélica Quiroz Villaty y sus 3 hijos, los
cuales buscaron, dado el daño que les habría producido este hecho, una
millonaria indemnización por los daños ocasionados.

A lo que la minera contesta de que no ,que no fue informada oportunamente


por el chofer de la empresa Ransa Cornercial S.A. (encargada del transporte)
respecto del derrame y que. Al tomar conocimiento del mismo. Adoptó las
medidas necesarias para evitar perjuicios. Informando sobre la toxicidad del
producto, lo cual resultó poco exitoso debido a la negativa de los pobladores a
devolver el mercurio que recogieron y guardaron en sus hogares, Sostiene que
la causa determinante de la exposición y elevación del nivel del mercurio en el
organismo de los pobladores afectados, fue su propia imprudencia.
Al mes de agosto de 2000, el 99% de las personas que contradictorios.
Resultaron con niveles elevados de mercurio, ya tenían niveles normales y al
mes de diciembre de 2000, ninguna persona que resultó expuesta en junio de
2000 tenía niveles de mercurio por encima de los normales," ello debido a que
se habría iniciado el "tratamiento médico correspondiente a las personas
afectadas. Cabe mencionar que Yanacocha indica, además, que luego del
tratamiento brindado, las atenciones prestadas a distintos pobladores no han
sido a causa de la intoxicación crónica por mercurio, ni se ha determinado
médicamente que las dolencias se hayan presentado como consecuencia de
ello.18 En consecuencia, mientras que los pobladores solicitan una adecuada
protección a su salud, Yanacocha aduce que se ha cumplido con brindar un
tratamiento adecuado.

Ante una situación como la descrita, en donde existen intereses en


conflicto, existen diversas mecanismos de solución, tales como la negociación,
mediación, conciliación, arbitraje, transacciones extrajudiciales y judiciales, y,
por último, el proceso judicial. Cada uno de estos mecanismos tiene ventajas y
desventajas, y son las partes las que deberían escoger por una u otra. En el
presente caso, los pobladores y la Yanacocha utilizaron las transacciones
extrajudiciales para dar fin a sus conflictos.

Es así que se celebra una transacción extrajudicial a favor de La Señora


Giovanna Angélica Quiroz Villaty y sus 3 hijos, teniendo dichos actos jurídicos
calidad de cosa juzgada en merito a lo dispuesto por el artículo 1302 del código
civil.
Los pobladores afectados por el derrame de mercurio iniciaron una serie de
procesos judiciales, cuyas causas fueron vistas por la sala Civil Permanente
de la sala Civil transitoria de la Corte Supre.ma. Luego de los procesos
respectivos, sucedió algo previsible, amibas salas emitieron procedimientos
contradictorios.

La Sala Civil Permanente consideró que las transacciones extrajudiciales


tenían plenos efectos, por lo que los procesos iniciados en relación a las,
mismas debían culminar. Dichas, transacciones podrán ser deducidas como
una excepción por tener calidad de cosa juzgada poniendo fin a la controversia
judicial. Por su parte, la Sala civil transitoria consideraba que las transacciones
extrajudiciales no podían configurar un a excepción de forma debido a que no
cumplen con el requisito del inciso 4 articulo 453 del Código Civil de 1984,
debido que no existió un proceso previo por el que dichas transacciones hayan
sido homologadas por un juez.

En primer lugar tenemos la posición de la empresa, la cual ante el


presente proceso opone entre otras las excepciones de prescripción extintiva y
de conclusión del proceso por transacción, la primera de estas se ampara en la
prescripción de la acción dado que esta se presentó 2 años después de
ocurridos los hechos, a lo cual ellos alegan que "al constituir un supuesto de
responsabilidad extracontractual, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo
2001, inciso 4, del Código Civil, lo acción ha prescrito el 02 de Junio de 2002"';
la segunda está referida a las transacciones realizadas entre la Minera
Yanacocha y los demandantes, siendo que según su argumento, estas tiene(n)
el valor de coso juzgado, por lo que lo pretensión de indemnización de los
demandantes no puede ser revisado en sede judicial"'. Es de especial
considerar también la excepción de falta de legitimidad para obrar de la
empresa minera Yanacocha, ya que en esta se alega la ausencia de
responsabilidad y se dirige la misma hacia la empresa transportadora.

De estos datos, y en consideración de los hechos detallados en la


sentencia, es de apreciar primero el hecho de la responsabilidad atribuida a la
empresa minera Van acocha, esto en virtud de las acusaciones hechas, siendo
que, es necesario analizar si las responsabilidades alcanzan a la misma para
poder determinar la retribución de un posible daño ocasionado por esta. Ante
esto debemos ver que, según la primera excepción, no se niega una
responsabilidad extracontractual, pero se alega el cumplimiento de la
caducidad sobre la acción en la misma, lo cual en un primer momento con lleva
a pensar que se está, Implícitamente, reconociendo la responsabilidad por
parte de la empresa, pero esto es negado por la propia empresa en
consideraciones posteriores.
En segundo lugar, No hay contravención a las normas que garantizan el
debido proceso conforme ha alegado la recurrente, consiguientemente, la
resolución impugnada se ajusta a a Derecho, dado que, al ampararse las
excepciones de conclusión del proceso por transacción, propuestas por los
demandados, no se ha hecho otra cosa que reconocer los plenos efectos de
acto jurídicos que pusieron fijan las discrepancias que se suscitaron entre las
partes como consecuencia de los daños causados por derrame de mercurio.

Por otro lado No ha emitido inaplicación de los artículos 5 y 1305 del Código
Civil, puesto que, bajo eta ultima argumentación, a juicio de este pleno
casatoria, sería imposible que se indemnice un daño causado, pues para que
pueda repararse cualquier perjuicio es menester que se patrimonialice el
mismo, conforme se ha demostrado en los considerandos correspondientes.
Asimismo, no puede alegarse supuestas nulidades o ineficacias de actos
jurídico sin haberse solicitado su declaración expresa., previa o
concurrentemente a la pretensión indemnizatoria, así como tampoco se
formularon cuestiones probatorias en ningún estado del presente proceso
contra las citadas transacciones, lo que abona a favor de su legalidad.
eFinalmente respecto a la legitimación para obrar activa por daño ambiental,
esto es en la protección de intereses difusos, no ha existido mayor discrepancia
entre las dos salas supremas civiles, había cuenta que ambas han venido
resolviendo concordadamente en el sentido que las personas naturales no
están legitimadas por ley para solicitar pretensiones indemnizatorias sino tan
solo aquellas instituciones señaladas en el articulo 82 del código Procesal Civil.
A Criterio propio coincido en que sobre la base de la legislación vigente la
transacción extrajudicial no puede dar lugar a una excepción, en razón de que
solo se pueden deducir como excepciones y tramitarse como tales aquellas
que están previstas en el articulo 446 del CPC, pues este contiene relación
taxativa, un numero cerrado de excepciones disponibles.
Sin embargo ello n puede llevarnos a la conclusión de que la defensa
sustentada en la existencia de una transacción extrajudicial deba ser alegada
necesariamente en la contestación a la demanda, y sobre todo, que deba ser
resuelta por el juez en la sentencia al pronunciarse sobre el fondo del asunto.
Soy un convencido que la transacción extrajudicial- y la conciliación
extrajudicial- constituyen un supuesto de falta de interés para obrar en el
demandante y, por lo tanto, coloca al proceso ante la ausencia de un
presupuesto procesal y la consecuente improcedencia de la demanda. Ya que
la transacción extrajudicial es un contrato por el que las partes mediante
concesiones reciprocas deciden sobre un asunto patrimonial dudoso, evitando
el pleito que podría promoverse. Esta transacción extrajudicial no constituye
formalmente cosa juzgada, pero tiene para las partes el valor de tal. Así lo
estipula el articulo 1302 del Código Civil. Por lo tanto, ya sea que mediante las
concesiones reciprocas se extingan obligación o que simplemente se regule la
forma de su cumplimiento, lo cierto es que las partes han tomado esa decisión
con carácter inmutable e irreversible.

En tal sentido la existencia de una transacción extrajudicial entre las partes,


cuyo objeto sea el mismo que el del proceso que se inicia con posterioridad,
significa que en dicho proceso el demandante no tiene interés para obra. En
efecto, el interés para obrar no es otra herramienta in al cual el actor se ve
irremediablemente perjudicado. Asi, como consecuencia de esta evaluación de
utilidad se determina que el demandante tiene otra forma o medio de tutela
estaremos ante una falta de interes para obrar en el medio; y el actor como
consecuencia del proceso no sufrirá modificación en su esfera jurídica,
estaremos ante una falta de interés para obrar en el resultado.
En este orden de ideas, ante la existencia de una transacción extrajudicial
celebrada entre las partes, que tiene para esta la autoridad de cosa juzgada, si
como consecuencia de dicha transacción quedaron extinguidas las
obligaciones entre las partes por los términos de acuerdo sino simplemente se
regulo la forma de su cumplimento, en el proceso en que se demande este
cumplimiento el demandante incurrirá en la falta de interés para obrar en el
medio, pues se cuenta con otro mecanismo de tutela del derecho reclamado,
como lo es el proceso ejecutivo previsto en el articulo 1312 del Código Civil
para la ejecución de la transacción.

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