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I.

- Orar y actividad para moverse

II.- Tema de María: Lectura de Lucas 1:35-56

1) ¿quién fue?
La María de la iglesia católica romana, esa que tiene corona, no cometió ningún pecado
en toda su vida (inmaculada concepción), permaneció virgen después del nacimiento de
Cristo, y no murió, sino que se elevó corporalmente al cielo (asunción), es reina junto a
Cristo, es madre de los creyentes, intercede por la iglesia ante Jesús y ayuda en la
salvación, es abogada, auxiliadora, mediadora de la gracia. En nuestro país, la virgen del
Carmen es la santa patrona y madre de Chile, generala de nuestras armas (virgen del
carmen se celebra el 16 de Julio, su asunción el 15 de agosto, inmaculada concepción 8
de diciembre).

En cambio María, nuestra hermana, como aparece en la santa escritura, dejó de ser
virgen después de tener a Jesús, como dice Mateo 1:25, usando el verbo γινώσκω
(ginóskó=conocer, intimar) para indicar que tuvo relaciones con José, usa el mismo
verbo en Lucas 1:34 cuando pregunta al ángel cómo puede ser que vaya a dar a luz,
“pues no conozco (γινωσκω) varón”.
También es pecadora como nosotros, reconoce su bajeza y se alegra por ser salvada
(Lucas 1:47-48), porque nuestro Señor dice claramente que solo Dios es bueno (Mt.
19:17) y nadie es justo (Rom.3:10-23).
No tenía muchos recursos, luego de dar a luz debía cumplir con la ley de Moisés y
purificarse hasta 40 días que terminan con un sacrificio de un cordero:
“Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno
para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.”
Y es así como Lucas 2:24 nos muestra que María y José ofrecieron un par de tórtolas o
palominos. Vivió en Nazareth, un pueblo rural tan insignificante que no aparecía en el
mapa, nisiquiera es mencionado por los autores de la época (hasta el s.III), con tan poca
importancia que cuando a Natanael le contaron que el mesías provenía de este lugar,
dijo: “¿De Nazaret puede salir algo de bueno?” (Jn.1:46), ¿puede salir algo bueno de los
cerros de Valpo, Rodelillo, la Cruz, Villa Esperanza? Nazareth se encontraba en la región
de Galilea, mal vista por tener mucho contacto con gentiles y sus mezclas culturales
hacían ver a su gente como impura. Además una zona bajo el yugo del imperio Romano
(incorporada como provincia romana unos años antes), sometida por sus impuestos y
crueldad militar. Es importante notar además que María como mujer no tenía derechos,
ni educación, dependiente de su marido en todos los sentidos, su testimonio no tenía
validez en un juicio, etc. En este contexto social vivió María, ¿vives tu en medio de la
injusticia social, machismo, algo similar?

2) La gracia sobre ella, dichosa.


“María, no temas. Dios te ha concedido su gracia.” Luc.1:30
María no podía creer que la promesa del mesías se cumpliría, y que ella había sido
favorecida de esta manera, ¿cómo siendo tan pequeña, y sin importancia? Además
“¿Cómo será esto? pues no conozco varón.” (v.34). Pero el ángel responde:
“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual
también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella
también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril;
porque nada hay imposible para Dios.”(v.35-37)
Esta última frase recuerda la respuesta de Dios ante la incredulidad de Sara, cuando ésta
no podía creer que en su vejez iba a tener un hijo (Gen.18:14).
¡Qué buena noticia! Jehová de los ejércitos, el rey del universo, está con ella, aunque no
lo pareciera, por su realidad, al alfa y omega la ha escogido, pero ¿Por qué? Por pura
gracia y misericordia, María reconoce que “ha mirado la bajeza de su sierva”(v.48), pero
también con fe y agradecimiento dice “desde ahora me dirán bienaventurada todas las
generaciones.”, porque según dice Proverbios 16:20 “el que confía en Jehová es
bienaventurado.” Y “La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.” (31:30).
¡Bienaventurados! Dichosos, alegres son los que conocen la gracia de Dios, los que se
saben profundamente pecadores, y profundamente perdonados inmerecidamente, los
que han sido acogidos por Jehová de los ejercitos y lo reciben con esperanza, con fe.
Por la gracia que nuestro Señor le concedió a María ella pudo responder con fe, y con
alegría decir: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.”(v.38)
Cuando conoce la gracia de Dios, entonces es movida, lleva la fe a la acción, y visita a su
pariente Elizabet, dice que la saluda, es decir la bendice en nombre del Señor, y por la
gracia de Dios Elizabet reconoce que está en presencia del Señor, también Juan en su
vientre se alegra, porque la misericordia de Dios no tiene limites de edad ni sociales, ni
geográficos. María es una mujer práctica, por la fe que Dios le ha dado, se involucra en
la realidad de otros, se queda con Elizabet 3 meses más, y considerando que ésta ya
tenía 6 meses de embarazo (v.36), podemos concluir que María se quedó hasta el parto
acompañándola, y para ayudar, incluso estando embarazada ella misma. En esto
podemos ver que la fe nos lleva a las buenas obras, a dejar la comodidad, a
preocuparnos verdaderamente por otros. La alegría de la salvación nos mueve a la
acción.

3) Su esperanza en el mesías
“Hizo proezas con su brazo;
Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
Quitó de los tronos a los poderosos,
Y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes,
Y a los ricos envió vacíos.
Socorrió a Israel su siervo,
Acordándose de la misericordia
De la cual habló a nuestros padres,
Para con Abraham y su descendencia para siempre.”(v.51-55)

En Cristo se cumplen las promesas hechas a Abraham (Gal.3:16), y este cántico de María nos
muestra resumidamente la obra de Jehová en la historia de la redención, partiendo por la
liberación de Israel en Egipto; todo esto es una sombra de la liberación final cuando Cristo vuelva
a reinar sobre la tierra y sea hecho un cielo nuevo y tierra nueva, en donde no habrá muerte ni
sufrimiento (Ap.21:4), nuestra esperanza está puesta en que venga a nosotros el reino de Dios,
primero en nuestros corazones, pero también el día final, cuando venga en gloria y majestad,
resucitaremos para vida eterna, los impíos resucitarán para ser juzgados, y todos sus enemigos
serán vencidos, todos los reinos caerán, pero su reinado permanecerá para siempre.
“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.” Isaías 9:7
“No juzgará según la vista de sus ojos, ni arguirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia
a los pobres, y arguirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y
con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de
su cintura. Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la
bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán
juntas; y el león como el buey comerá paja.Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién
destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.” (11:3-8)

“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más
vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque
he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.” (64:17-25)

Cree y verás la gloria de Dios, esta es la esperanza de María, nuestra esperanza en el Mesías.

III.- Cantar himno y orar

Puede ser https://www.youtube.com/watch?v=ZkV2DT119rs

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