IMPLICACIONES DE LA LEY 715

Con la expedición de la Ley 715 los municipios y departamentos del país se aprestan a
iniciar un proceso similar al efectuado durante el periodo 1975 1980, cuyo marco jurídico
lo estableció la Ley 43 de 1975 y que se conoce como proceso de nacionalización de la
educación que determinó la clasificación de docentes en nacionales y nacionalizados.
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Por: REDACCIÓN EL TIEMPO

05 de febrero 2002 , 12:00 a.m.

Con la expedición de la Ley 715 los municipios y departamentos del país se aprestan a
iniciar un proceso similar al efectuado durante el periodo 1975 1980, cuyo marco jurídico
lo estableció la Ley 43 de 1975 y que se conoce como proceso de nacionalización de la
educación que determinó la clasificación de docentes en nacionales y nacionalizados.
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Tanto la educación como la salud son servicios públicos esenciales a cargo de la nación,
cuyo manejo económico fue determinado por la Ley 60 de 1993, cuya última reforma fue
introducida por Acto legislativo 01 de 2001 y desarrollado por la Ley 715 de 2001, norma
que determina una reforma estructural en la administración de la carrera docente y su
régimen prestacional hacia el futuro, dependiendo de la forma y fecha de vinculación de
cada docente.

Salvo en muy contadas ocasiones con posterioridad a 1980, la nación no había ampliado la
cobertura del servicio ni asumido los costos laborales docentes y administrativos que
generan la prestación del mismo y que venían siendo asumidos en gran medida por los
entes territoriales (departamentos y municipios), en detrimento de la inversión para otros
sectores y altísimos riesgos laborales que generalmente han culminado con considerables
condenas en contra de las entidades territoriales que han debido pagar las prestaciones
sociales originadas en OPS.

Con la expedición de la Ley 715 y ante las circunstancias antes mencionadas, la Nación
asume con cargo al situado fiscal los costos laborales que se generan hacia el futuro, al
ampliar las plantas de personal, cuya facultad nominadora sigue encabeza de los alcaldes y
gobernadores, en proceso similar al adoptado en la ley 27 de 1992. De esta manera, según
el Artículo 38 y siguientes de la Ley 715 surge la obligación para alcaldes y gobernadores y
colateralmente el derecho para los educadores vinculados por orden de prestación de
servicios de ser nombrados provisionalmente o por lo menos de ser contratados para el año
2002 en tanto se normalizan y consolidan las plantas de personal, obligación que debería
ser cumplida a más tardar el 2 de febrero del presente año y culminado el proceso en su
totalidad en 2 años; surgen entonces los siguientes interrogantes: qué tiempo deberá
transcurrir nuevamente para que se adelante un nuevo proceso de nacionalización cuando el
aumento de la demanda del servicio es constante ? y, qué ocurrirá con el futuro de las
nuevas promociones de los profesionales en docencia, sin la posibilidad a corto plazo de
acceder a un empleo docente oficial?.

Lo que hasta ahora eran solo expectativas de derechos para los docentes vinculados por
OPS en virtud de la expedición de la Ley 715 se consolidan como verdaderos derechos
adquiridos, de una parte el derecho a ser vinculados o nombrados provisionalmente o por lo
menos contratados durante el año 2002, en tanto, se consolidan y definen las plantas de
personal docente de los respectivos municipios, ante lo cual deben estar pendientes los
docentes para defender sus derechos, máxime si se tiene en cuenta la época preelectoral en
la que se debe cumplir el proceso, en la cual se acentúa el clientelismo el que generalmente
va en detrimento de quienes realmente tienen el derecho.

Las OPS y pago de prestaciones.

Hasta ahora la mayor discriminación e injusticia contra los docentes vinculados por OPS, la
constituye el desconocimiento de su derecho al pago de prestaciones, no obstante, en virtud
de los artículos 13, 25 y 53 de la C. N. como reciente y profusa jurisprudencia del H.
Concejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia, ha obligado a las entidades contratantes
a pagar cuantiosas indemnizaciones y a respetar la estabilidad de los docentes que han
reclamado en equidad y en justicia sus derechos, situación que ha obligado al legislador,
como en el presente caso a expedir legislación como la ley comentada que paulatinamente
ha venido reconociendo derechos claramente establecidos en normas de rango
constitucional, hasta ahora desconocidos por alcaldes y gobernadores.

*Especialista en derecho laboral administrativo.