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E scen
de la
BIBLIA
por David K. Bernard
Doctrinas Esenciales de la Biblia
ISBN 1-56722-021-5
Impreso por
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Doctrinas de la Biblia
por David K. Bernard
La Existencia de Dios
El primer versículo de la Biblia le presenta a Dios como el
creador del universo. La Biblia no trata de comprobar que Dios
existe; presume Su existencia como fundamental. La creación
misma da testimonio de que hay un Creador inteligente,
omnipotente, y amante (Romanos 1:20).
Solamente puede haber tres explicaciones por la existencia
del universo: (1) siempre ha existido (universo eterno); (2)
llegó a existir por su propio poder (universo auto-creativo), o
(3) Dios lo creó. El aceptar a cualquiera de estas requiere una fe
que trasciende la comprobación científica. Es mas razonable
creer en un Creador inteligente, eterno, y omnipotente que en la
eternalidad o habilidad auto-creativa de la materia no racional.
El orden y el diseño del universo requieren la existencia de
un Diseñador. La increible complejidad de aun las mas sencillas
formas de vida demuestra que la vida no empezó por accidente
o por ciega casualidad. La naturaleza moral del hombre revela
que él es más que un animal inteligente; él fue creado a la imá-
gen de un Ser racional, espiritual, y moral. Cada niño humano
desarrolla una conciencia, y cada sociedad humana tiene un
sentido de moralidad (Romanos 2:15).
¿Cómo podría la finita mente humana aun concebir de un
Dios infinito, omnipresente, omnipotente, omniciente, y perfec-
to si Dios no le impartiera aquel concepto? Cada sociedad en la
historia ha expresado una creencia en un Ser Supremo, y estu-
dios antropológicos modernos demuestran que la creencia reli-
giosa más temprana y más fundamental es el monoteísmo, y no
el politeísmo.
El testimonio de las Escrituras y la confirmación de la
experiencia personal nos aseguran de que Dios a la verdad vive
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La Biblia
Ya que Dios existe, también la Palabra de Dios debe existir,
pues ¿no se comunicaría el Creador con Su creación? Puesto
que Dios nos creó como seres racionales y ya que El nos ama lo
suficiente para proveer por nosotros, seguramente El desea
comunicarse con nosotros y así cumplir Su propósito para la
creación. Todos los seres inteligentes buscan comunicarse, y la
Inteligencia Suprema no es una excepción.
Esperaríamos que Dios registraría Su mensaje en forma
escrita, el medio histórico más apropiado para la precisión, la
preservación, y la propagación. Y la siguiente evidencia
demuestra de una manera convencedora que la Biblia es la Pal-
abra única de Dios al hombre en forma escrita: (1) sus preten-
siones únicas, (2) su autoridad auto-vindicatoria, (3) el
testimonio de los apóstoles y profetas, (4) la integridad de Jesu-
cristo, quien endosó el Antiguo Testamento y comisionó a los
escritores del Nuevo, (5) la naturaleza y calidad de su con-
tenido, (6) su superioridad moral, (7) su unidad, a pesar de mas
de cuarenta escritores abarcando mas de 1,600 años, (8) la falta
de una alternativa creíble, (9) su concordia con la historia, la
arqueología, y la ciencia, (10) su indestructibilidad, (11) su uni-
versalidad, (12) su influencia sobre la sociedad, (13) el testimo-
nio del Espíritu, (14) su poder para cambiar vidas, (15) sus
promesas y sus milagros cumplidos, (16) sus profecías cumpli-
das, y (17) la falta de una explicación alternativa de su origen.
Ciertamente esperaríamos que la Palabra de Dios se identi-
ficaría como tal, y cada libro de la Biblia pretende, ya sea direc-
ta o indirectamente, ser la Palabra de Dios. De todos los libros
de las grandes religiones del mundo, solo ún libro fuera de la
Biblia se jacta de igual autoridad—el Korán—y su contenido
imaginativo y contradictorio no apoya su pretensión. El libro
más moral del mundo, la Biblia, no proclamaría la mentira más
grande del mundo. Nadie fuera de Dios podría haber sido el
autor de la Biblia, pues seres buenos no profesarían falsamente
ser divinamente inspirados, y seres malos no enseñarían una
moralidad tan alta.
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La Doctrina de Dios
“Dios es Espíritu” (Juan 4:24). El no se compone de carne,
sangre, huesos, o materia física. El es invisible al ojo humano, a
menos que escoja revelarse en alguna manera (Juan 1:18). Dios
posee individualidad, racionalidad, y personalidad. El es auto-
existente, eterno, e inmutable. El es omnipresente (presente en
todo lugar), omniciente (tiene toda sabiduría y todo lo conoce),
y omnipotente (todopoderoso).
La naturaleza moral de Dios incluye santidad, justicia y
rectitud, misericordia y gracia, amor, fidelidad, verdad, y bon-
dad. El es absolutamente perfecto en toda manera. I Juan 4:8
dice, “Dios es amor”; ninguna otra religión le identifica tan com-
pletamente a Dios con el amor.
Puesto que Dios es santo, El no puede tener comunión con
el pecado. La justicia de Dios demanda castigo para el pecado,
pero en Su amor y misericordia El dió a Su Hijo para satisfacer
los requisitos de Su justicia, proveyendo a la vez salvación para
pecadores arrepentidos. Los que rechazan Su gentil provisión
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La Identidad de Jesucristo
Jesucristo es a la vez Dios y hombre. El es el único Dios
encarnado. “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud
de la Deidad” (Colosenses 2:9). “Dios estaba en Cristo reconcil-
iando consigo al mundo” (II Corintios 5:19). Jesucristo es la
imagen del Dios invisible, Dios manifestado en carne, nuestro
Dios y Salvador, y la imagen misma de la sustancia de Dios (II
Corintios 4:4; Colosenses 1:15; I Timoteo 3:16; Tito 2:13; Hebre-
os 1:3; II Pedro 1:1). El no es la encarnación de una de las per-
sonas de una trinidad, sino la encarnación de todo el carácter,
la calidad, y la personalidad del único Dios.
El reconocer la deidad de Jesucristo es esencial para la sal-
vación. Jesús dijo, “Si no creéis que yo soy, en vuestros pecados
moriréis,” haciendo referencia al nombre de Dios “Yo Soy”
(Juan 8:24,58). Jesús solamente tiene poder para salvar del
pecado si El es verdaderamente Dios, pues solo Dios es el Sal-
vador y solo El puede perdonar el pecado (Isaías 43:25; 45:21-
22; Marcos 2:7).
Todos los nombres y los títulos de la Deidad se aplican
apropiadamente a Jesús. El es Dios (Juan 20:28), Señor
(Hechos 9:5), Jehová (Isaías 45:23 con Filipenses 2:10-11), Yo
Soy (Juan 8:58), Padre (Isaías 9:6; Apocalipsis 21:6-7), Verbo
(Juan 1:14), y Espíritu Santo (Juan 14:17-18).
Dios el Padre habitaba dentro de Cristo el hombre. Jesús
dijo, “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30). “El Padre está en
mí, y yo en el Padre” (Juan 10:38). “El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre . . . el Padre que mora en mí, él hace las obras”
(Juan 14:9-10). La naturaleza divina de Jesucristo es el Espíritu
Santo (Gálatas 4:6; Filipenses 1:19), que es el Espíritu del Padre
(Mateo 1:18-20; 10:20). “El Señor es el Espíritu” (II Corintios
3:17). Jesús es Aquel que está en el trono celestial, como vemos
por comparar la descripción de Jesús en Apocalipsis 1 con la de
Aquel que está en el trono en Apocalipsis 4 y por notar que
“Dios” y “el Cordero” es un mismo ser en Apocalipsis 22:3-4.
Jesús es también el Hijo de Dios. El término Hijo puede sig-
nificar solamente la naturaleza humana de Cristo (como “el
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Angeles y Demonios
El único Dios creó todo, incluso el cielo y la tierra y todo
ser viviente (Génesis 1:1; Apocalipsis 4:11).
Antes de la creación del mundo Dios creó a los ángeles,
quienes son seres espirituales con personalidades individuales.
Aparentemente hay diferentes tipos o grados de ángeles, inclu-
so serafines, querubines, y por lo menos un arcángel (Miguel).
Los ángeles tienen un ministerio celestial; ellos rodean el trono
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La Humanidad
Dios creó al hombre y a la mujer a Su imágen espiritual,
moral, e intelectual (Genesis 1:27). El alma y el espíritu compo-
nen la parte eterna del hombre, incluyendo el intelecto, la per-
sonalidad, las emociones, la voluntad, el reconocimiento de sí
mismo, la intuición, la conciencia, y el reconocimiento de Dios.
Originalmente, la naturaleza humana era inocente y sin
pecado, con un completamente libre albedrío. Adán y Eva esco-
gieron desobedecer a Dios y entonces introdujeron el pecado a
la raza humana. Todos ahora nacen con una naturaleza
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La Salvación Neotestamentaria
En el contexto de las Escrituras, salvación significa lib-
eración de todo el poder y los efectos del pecado, y tiene aspec-
tos pasados, presentes, y futuros.
Salvación por gracia por medio de la fe. No hay nada que
una persona pueda hacer para salvarse a sí misma. Ninguna
cantidad de buenas obras o adherencia a leyes puede salvarle.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe” (Efesios 2:8-9). La salvación es un regalo gratis de Dios,
la cual el hombre no puede merecer o ganarse. La obra propici-
atoria de Jesucristo ha hecho disponible este regalo gratis de la
salvación, y la única manera de recibirlo es creer en Jesús y en
la suficiencia de Su sacrificio (Romanos 3:24-28; 4:22-25).
La fe salvadora. El creer en Jesucristo incluye el creer Su
Palabra, y el realmente creer Su Palabra incluye la obediencia.
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La Iglesia
La iglesia de Jesucristo es el cuerpo de creyentes que han
sido llamados a la separación, los que han sido introducidos en
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