i) Justicia: Creemos que es necesaria la existencia de un marco institucional el cual

logre asegurar las condiciones para que las personas puedan ser libres. (Para esto)
Dicho esto, la sociedad debe garantizar una razonable igualdad de oportunidades
de manera que se puedan derribar las barreras sociales que están determinadas por
el origen de cada persona. Lo anterior permitiría que cada uno se encuentre en
igualdad de relación con el resto de la sociedad.
ii) Fraternidad: La búsqueda conjunta de lo que ha de ser considerado justo para
todos requiere de la cooperación y de la formación de convicciones comunes
sobre la base del respeto mutuo, del diálogo y de la participación sin
exclusiones. Es por esto que creemos que la fraternidad es una virtud favorable
al ejercicio y al perfeccionamiento de la vida democrática, en tanto protege y
fomenta la vitalidad de la sociedad civil, (empatía, vínculos de comunidad, el
encuentro con lo diferente) pues busca que las personas sean protagonistas de su
propio destino mediante la participación activa en la vida común. Así todo, estos
buenos sentimientos ayudan a la justicia, pero no la constituyen. El liberalismo,
si bien se apoya en la neutralidad tanto del procedimiento como de los objetivos,
puede, ciertamente, afirmar y alentar la fraternidad como virtud moral, pero sólo
porque contribuyen a afianzar la justicia.