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oO Algo estamos haciendo mal. La generacion que debia ser lama de entre 14y 19 afios han sido agredidas por'su chico’. Undrama silencioso controlando su mévily acaba controlando su vida. iene 14 afios y ya ha denunciado a su expareja. Latenfa controlada, sometida, pero ella no se atreviaa contrariarlo. El chico se opon{a incluso a que fuera de excursién con elinstituto. Un dia la grabé con el mévil mientras tenian relaciones sexuales —«Yo no queria que lo grabara», subraya— y, a partir de ahi, comenzéa chantajearla con ensefidrselo a todo el mundo. Un dia la forz6 a practicar sexo y también lo filmé. «Me encerré en Ja azotea», relata Pilar. Y aunque no sea este su verdadero nombre, todo lo demas es cierto. ‘Antes de que su pareja lcgara ala agresin sexual yo grabara, el mévil ya se habia convertido en una edrcel para Pilar. Su exnoviolacontrolaba sraclas ala tecnologia. ¥ no esa nica que sufra ni sufre algo semejante Tomismo ocurre con el 23, por ciento de las menores de 24 afios,segin la Macroencuestaespatiola de violencia conte la mujer. Son nifias j {que han legado a creerse aquelle de que «los celos son un demostracion deamor» mientras viven sometidas al contrcl, primer escalén en el proceso de la violencia de género, por parte de sus parejas. El dato en si tismo ya es alarmante, pero més todavia se tiene en cuenta que entre las mujeres de mayor edad el porcentaje ronda el 10 por ciento. ALSEMANAL 105 0479 DE 2016 Una respuesta muy frecuente ante este control es el silencio. Maria Jestis y Maria Angeles, policfas de la Delegacién de Participacion ‘Ciudadana del distrito madriletio de Puente de ‘Vallecas, detectan el rastro del maltrato con solo mirar alas j6venes que acuden 2 las charlas que dan sobre violencia de género en los iistitutos. as chicas apartan la mirada, loran al identificarse ‘con el clato de las agentes. Algunas adolescentes dejan caer que «un poquito de celos viene bien». Maria Jestis proyecta videos en el aula que ilustran cémo ese «poquitor puede convertirse en cemucho» en un santiamén. ‘As{ocurri6 con Ana, una joven de 17 afios cuyo novio insiste en que oculte 6us ojos verdes tras tunas lentillas de contacto castaias. El dice que aman demasiado la atencién y ella ha optado por andar callada y con la cabeza gacha para evitar que, ‘como de costumbre, la lame «putar y e pegue. «Cada vez que voy con mis padres, he de hacerme ‘una foto y mandéreela para que sepa que es verdad Porque sino... Una ver... “no es capar. de rematar 1a frase~. Es que son tantas veces las que dice: ‘gdénde estés?, zdénde estas”. ¥ yo le respondo: “En el mismo sitio, en el mismo sitio’. ¥ tengo que enwviarle 4o fotos con distintas poses para que no se crea que le estoy mandando la misma». Estrategia de dominaci6n. Leger « sufrir violencia fisica y sexual depende de con ‘qué rapidez acepteri las chicas la violencia psicolégica. Las hay que empiezan a sufrir empujones, tirones de pelo, agarrones 0 incluso fuertes palizas alas tres semanas de empezar a salir: otras, alos dos afios de noviazgo: Las, vvictimas ~ya més de 40.000 chicas, segin el Consejo General del Poder Judicial~ no responden a un perfil concreto. Son menores de diferentes clases sociales y edades. Situaciones ‘como las de Ana y Pilar reponden a un cambio social. Asi lo revela el estudio Voces tras los datos, ealizado por la sociéloga Carmen Ruiz Repullo para el Instituto Andaluz de la Mujer, ‘que percibe, asi como otros expertos, una clara regresién en actitudes, valores y conductas entre buena parte de la gente joven. Las chicas J6venes sometidas por completo asus parejas duplican enndmero a tas mujeres maduras en esa misma situaci6n 20 MAGAZINE En portada Es la escalera de la violencia de género presentada como ‘amor verdadero’, de la cual, después de subir varios tramos, se hace muy dificil bajar sin ayuda. Allé arriba la chica se siente sola, mira alrededor y solo esth él. Su dependencia emocional es completa y su 2utoestima ha sido estruida hasta tal punto que, aunque su ‘principe’ se haya convertido fen ogro, cree que las cosas pueden wolver a ser como antes. El primer peldafo es el control, Jos celos ‘como signo de amor’. «El me obligaba a ‘comer rapido para poder lamarlo. Todo el rato me mandaba Whats ADP fen los que me decfa que acabase ya de comer, que necesitaba ofr mi voz», se desahoga una joven de 16 afios, atendida por el equipo de Diaz. El control va abarcando, poco a poco, todos Tos aspecios. Elle dice qué no debe ponerse, con quién no se puede mensajear, exige su contraseiia de las redes sociales como prueba de amor. «Empe2s a cogerme el mévil, me XUSEMANAL 10 MAYO DE 2016 CHICK DE 17 AROS Elmoviazgo duré menos de un afio. Lo denuncié. | slempre me decia que yo ibaa ser ‘sunovia, siempre, desde que yoera chiquitilia, estaba obsesionado conmigo. Alprincipio él era muy bueno, respetaba Jo que yo queria, Luego, alos cuatro.o ‘cinco meses, fue cambiando, nosé lo que Je pasé, Se enfadaba mucho. estébamos ‘onisucasay yome intentaba iry 61 nome ddejaba. Me echaba lallave, Yo me sentaba y decia, pues... que cuando éi quisiera. SI tNamaba mi padre, me quitaba ei movil. Et ‘me chillaba, me cogia y me decia: "Te voy a hacer la ‘Vda imposible, voy a hacer que te pelees con todo ‘el mundo’. Yo nome vela capaz de dejarto, hubo ‘un momento que hacfa conmigo to que queria, me ‘anuié. Por el WhatsApp siempre me decia que ‘mandase fotos desnuda, El me chantajeaba, me decia:'si no fo haces, digo que has hecho esto... ‘Yolloraha, loraba. He tenido ataques de ansiedad. ste curso he estado ingresadia dos veces en ethospital, Me mareaba, me caia al suelo. Me ‘miraban el azdicar y lo tenia bier: las defensas, las tenia bien:y no sabian qué me pasaba. Estoy muy agradecida a mis amigas. Fueron elias ias que se 10 ‘contaron todo amis padres». pidié la clave, miraba mis contactos, no me dejaba escribir a mis amigas. Y siellas me lamaban, & Dlogueaba el nimeron, cuenta otra victima de 15, atios Pero el control es apenas el comienzo de la escalera, Como el chico la presiona para gue pase el mayor tiempo con él, y ella accede, asciende al segundo tramo: el aislamiento, cuando ella desiste de sus amistades y se distancia de la familia. Més, tarde, en el tecer tramo, la incomunicacion: la victima renuncia a sus actividades extraescolares, asus aficiones, al viaje de fin de curso... EI senitimiento de culpa y el chantaje son el siguiente escalén, el cuarto: el novio se enfada porque la chica dice no estar preparada para tener relaciones sexuales y ella acaba cediendo. «Me meti en la ‘boca del lobo, fui a su casa, me dio alcohol y me CHICK UE 17 ANOS (tenia a5 cuando lo vivié). Pas6 mueve meses con el novio. Lodenuncié. ‘mpezé quiténdome el ‘movil, Me compré una tarjeta nueva para que yonohablase con mis amigas, porque decia que todas eranunas ‘guarras. Queria que sololo tuviese a élen ol wnatsapp. Enel instituto he tenido que mandarte fotos cada cinco minutos, para que vies que estaba en clase. Todas las nnoches me controiaba, me ‘tenia que acostar ata hora que queria. A jos dos meses, ‘me rompié la Blackberry. Me dijo:’iQue tino te puedes: irhoy sin mévil’.¥ yo:'No hhaberto roto’. Yo pensaba: ‘Ojald queno encuentre rninguno,que voy a dormir estanochelamarde ‘ranquita’.Pero consigul6 otro yme lo dio.Alosdosmeses ‘empezaron las amenazas:'St ‘tevas,simedejas.... Yotenla ‘48y estaba enchochadisima, Lego empezé a darme ‘guantazos,atirarme del pelo, bueno... y terminé por ‘egarme. Me puso un oo ‘morado.Su padre también le egabaa su madre». CHICA DE 15 ANOS. Llevaba mas de dos afios con el | novio, Lo denuncis. "Me grité: ";T'dno te vas!" tempre habia discusiones; sino era por una cosa, era por otra. No pasaba un dia sin que discutléramos. ‘Meamenazaba. La littima pelea, que fue cuando Jodenuncié, fue en su casa, al sallr det instituto. Estuvimos ahi un rato y le dije: Bueno, me voy, que tengo que comer, estudiar... ‘Y me dijo: No te vas". ¥ yo: ‘sime voy’. ¥ @:'No, que no tevasynote vas’. Bueno, ‘pues cerré la puerta con lave yla escondié. Me puse abuscaria ye dlje:'A vers! emplezoa gritary alguien me escucha’. ¥ entonces cerro {as verttanas,to cerré todo. Lacasa, cerraday os dos en elpasillo, que nome dejaba maverme det pasillo. Pues ahiempezé con os insultos, apegarme empujonesy punetazos. claro, yo, de ta Impotencia, también le di. ‘Seve que le hice dafioen el ‘ojo ahi ya sete cruzaron Joscables y empez6 venga a pegarme, pegarme... Mede}6 Inconsciente en ol suelo. é1 ‘esunnifio supercaprichoso. ‘Todole que quiere lo tienen. @) emborraché, Se lo puse a huevo. Siento que fue culpa mia», cuenta una nifia de 34 aos. Enel quinto peldatio aparecen los desprecios, las humillaciones, los insultos: la autoestima de la chica toca fondo, En el sexto surgen las peleas ‘onstantes: todo lo que ella dice o hace est mal. En el séptimo escalin empiczan las agresiones fisicas: empujones,tirones de pelo, agarrones... Yen el ‘octavo, él amenaza con quitarse a vida. «Estoy ‘muy preocupada. Me da miedo gue silo dejo cumpla sus amenazas de suicidio», cuenta, através del teléfono Anar, tna chica de 15 aos, La violencia sexual aparece en el noveno escal6n: «Me obligaba a ver peliculas pornograficas y ‘después a hacerlo real», rememora tina chica de 6 aos. ¥ yaen el décimo comiencan las palizas, ‘como le ocurrié a una adolescente de 16 aos que también llam6 al 900 20 20 10: «Me tiré por las. escaleras y me dejé en el suelo, marcada, sin saber dénde estaba. Ahora, me pega todos los dfaso un dia sty otro no». Pese a que todo el sufrimiento arranca con el control, una de cada tres jOvenes no identifica ‘este comportamiento com la violencia de géne70, segrin un estudio realizado por la Delegacién de Gobierno, Por ello, los expertos en la materia, ‘como José Antonio Burriel, abogado especialista en Derecho Penal y fundador de la Asociacién No Mas El primer paso en estas relaciones es el control. Muchas _ chicas creen que los celos son un signo de amor. El chantaje es el siguiente escalén ‘Violeneia de Género, defienden que la prevencién reside en la educacién: «Es urgente que eduquemos cen igualdad a los chicos y chicas que hoy tienen de 14 038 afios. Sino lo hacemos, perderemos tuna generacién. ;No podemos perderlat». Segtin

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