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XII

EL EGOÍSMO

I. El autointerés
Hemos visto que ciertos juicios morales son interpretados, de un modo
verosímil, como juicios acerca de razones morales. Ahora es tiempo
de decir algo acerca de las posibles fuentes de esas razones. Comence-
mos considerando en detalle una teoría denominada egoísmo, la cual
sostiene que las razones prácticas de cualquier tipo, incluyendo las
razones morales, derivan en última instancia de consideraciones de
autointerés. Según esta teoría, tienes razones para decir la verdad y
cumplir tus promesas sólo en la medida en que puedas razonablemen-
te suponer que la honestidad es la mejor política. Tienes que estar en
condiciones de suponer que Dios o la sociedad o tu propia conciencia
te recompensará por tu honestidad y te castigará por tu deshonestidad.
Podrías, por ejemplo, tener alguna razón para pensar que otras per-
sonas querrán cooperar contigo de maneras que favorecen tu interés,
sólo si las tratas honestamente.
Al principio puede parecer que el egoísmo es una teoría relativa-
mente clara y precisa. Sin embargo, el concepto de autointerés es vago
de un modo que introduce un tipo de vaguedad o incluso de ambigüe-
dad en lo que ha de considerarse egoísmo. Por ejemplo, no bastará
con decir simplemente que algo favorece tu interés en la medida en
que satisface tus deseos, en vez de frustrarlos. El hecho de que desees
algo no muestra, por sí mismo, que será de tu interés obtenerlo. Por
ignorancia podrías desear algo que no favorece tu interés, porque estás
equivocado con respecto al efecto que tendrá. En consecuencia, tene-
mos que decir, más bien, que algo favorece tu interés en la medida en
que satisface, en vez de frustrar, tus deseos intrínsecos; y que deseas
intrínsecamente algo si lo deseas por sí mismo y no por alguna de
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las consecuencias que piensas, posiblemente de manera errónea, que plicaci_ón del autointerés se reduce a nuestra explicación anterior. Si
pueda tener. . , es posible tener un interés intrínseco por otras personas, el bienestar
Pero ni siquiera esto es suficiente para valer como el tipo de egois- general podría constituir una parte de tu felicidad, al margen de cual-
mo que quiero discutir. Ciertamente se puede tener un deseo intrínseco qu~er ~fecto que tuviera sobre ti, dada una concepción de la felicidad
de placer; y algunos dirían que sólo el placer puede ser deseado intr_í~- artificialmente amplia. Necesitamos una concepción más estrecha.
secamente. La dificultad es que hay gente que supone que también
puedes tener deseos intrínsecos por muchas otras cosas. Dirán, por 2. El hedonismo egoísta
ejemplo, que si estás enamorado de alguien, tienes el deseo intrí~se-
co de que esa persona sea feliz; querrás que esa persona sea f~hz al ¿Cómo tiene que definirse, entonces, la felicidad? Se dice a menudo
margen de cualquier efecto que su felicidad pueda tener sobre t1. Esto que la felicidad consiste en el placer y en la ausencia de dolor. Por
significaría, en términos de la definición de autointerés señalada, que lo ta~to, la versión más popular del egoísmo (y la única versión que
todo lo que promueva la felicidad de otra persona favorece tu "inte- consideraremos) es el hedonismo egoísta, la teoría según la cual todo
rés" aunque no tenga ningún efecto sobre ti, sea el que fuere; incluso deseo es, e~ última instancia, el deseo de tu propio placer. Según este
aunque nunca lo sepas. Para mis propósitos, ésta es una interpretación ~u~to de vista, el placer -tu propio placer- es lo único que deseas
demasiado vaga del autointerés; y el egoísmo definido en términos de mtrmsecame~te. No puedes desear instrínsecamente la felicidad de
ese autointerés constituiría un punto de vista demasiado amplio. Este otro; en el ~eJo~ de los casos, puedes desear intrínsecamente el placer
tipo de "egoísmo" sería compatible con el altruismo más generoso, si que obtendnas s1 ese otro fuese feliz, ya sea porque será bueno contigo
tuvieras un deseo intrínseco de hacer feliz a otras personas. Dado ese o porque obtendrás placer pensando que es feliz. ..,
deseo, tendrías entonces una razón "autointeresada" para promover el Ta~ teoría gana cierto monto de plausibilidad a partir de las consi-
bienestar general. No obstante, quiero considerar una idea más res- der~c1ones de la te~ría de la motivación y del aprendizaje. Un recién
tringida del autointerés y una concepción del egoísmo qu~ resultará; nacido es un hedonista total; sólo busca obtener placer y evitar el do-
consecuentemente, más estrecha. Un egoísta, en este sentido, negara lor. Cuando crece continúa buscando el placer pero aprende a diferir
que sean posibles los deseos intrínsecos de felicidad de los demás. la gratificació~. En vez de gozar ahora de un poco de placer, el niño
Un no egoísta, en este sentido, estará de acuerdo en que tus r~zo~es ~prende ª.~sp1rar a mayor placer futuro. Los padres educan y socia-
para actuar tienen que derivar en última instancia de tus deseos mtnn- lizan al nmo re~ompensando algunas de sus acciones y castigando
secos, porque puede creer que puedes tener deseos intrínsecos que no otras. Est? func1?na porque el niño desea las recompensas placen-
sean autointeresados. Son tus deseos, por supuesto, pero eso no los teras Y q~1ere evitar los castigos dolorosos. Como resultado de este
hace necesariamente autointeresados. Hume, por ejemplo, cree que entrenamiento paterno, el niño llega a desear cosas nuevas, no intrín-
en virtud del poder de la simpatía, algunas veces la gente es capaz ~e secamente, por supuesto, sino debido a que ha aprendido que están
interesarse por los demás de una manera no egoísta y que ese mteres conectadas con el placer y la ausencia de dolor. El niño llega a querer
puede proporcionarte razones (débiles) para actuar a modo de bene- c~mportarse de ciertas maneras, no porque llegue a tener deseos in-
ficiar a los otros, al margen de algunas ganancias que esperas obtener
en tu favor. En consecuencia, Hume no es un egoísta en el sentido que
trmse~os ?e comportarse así, sino porque ha sido recompensado con
expenenc~as ~lacenteras por tal comportamiento y ha sido castigado
empleo, aunque él suponga que todas las razones para actuar deri~an con experiencias dolorosas por otro comportamiento. Como un divi-
de tus deseos intrínsecos. Pero no es obvio cómo tiene que definirse d~ndo adicional está, además, el placer de la anticipación: pensar en
la forma más restringida de egoísmo que quiero considerar. ciertas recompensas es en sí mismo placentero; así, los pensamientos
Podríamos tratar de explicar el autointerés en términos de la feli- plac~nteros se asocian directamente a las acciones por las que el niño
cidad, diciendo que algo favorece tu interés en la medida en que h~ sido recompensado. El niño puede incluso repetir esas acciones
promueve tu felicidad y disminuye tu infelicidad. Pe~o, ¿qué es la sol_o por ese placer, mucho tiempo después de que sus padres hayan
felicidad? Si la felicidad consiste en obtener lo que quieres, esta ex- dejado de recompensarlo.
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Hay, es cierto, ejemplos que aparentemente están en conflicto con el 3. Una objeción estándar
hedonismo egoísta en tanto teoría de la motivación de los adultos. Pero
esos ejemplos no son concluyentes. Un caso extremo es el de alguien Sin ,embargo, hay una objeción estándar a· toda forma de hed .
• . 1' 1 e orusrno
que se suicida a fin de "devolver el golpe" a otros haciéndolos sentirse ?01s~a que s~a defendido mediante la apelación a creencias y mo~
mal. Esto presenta un problema, pues es difícil entender cómo una ivos 1~consc1entes. ~a objeción consiste en que, de defenderse así
persona que se suicida podría esperar obtener algún placer del acto en el e~o1smo se toma mcontrastabJe y no científico· si el hed . , :
sí mismo. Los psicólogos explican la dificultad suponiendo que quien eg01sta es defendido de t 1 . , . . ornsmo
caso de comportamient ~ manera, no pode~os siquiera imaginar un
se suicida por este tipo de razón tiene que suponer inconscientemente nifica o u_mano que no pudiera explicar, lo que si -
que de alguna manera va a andar merodeando tiempo después para que no puede hacer nm auna aseveración em / . . g
al comportamiento humano. b . , pmca con respecto
gozar con el sufrimiento de la otra persona e invocan suposiciones
Consideremos a modo d ·
inconscientes de este tipo para explicar otros ejemplos aparentemente , e ejernp 1 o, un caso de heroísmo en tiempo
de guerra. ~
contradictorios. Dicen, por ejemplo, que la gente hace testamentos,
en parte porque obtiene cierto placer, antes del evento, al pensar en la
manera en que ha arreglado las cosas, en parte por el placer que puede Yene~;ous~ºsedefsoldados está atrapado detrás de las líneas enemigas. Uno
orrece como voluntario p . -
obtener mostrando el testamento a aquellos que están mencionados ( o fuego enemíao de mo ara_ correr a descubierto y atraer e!
vol t . 6 ' . ~o que los demas soldados puedan escapar. El
no mencionados) en él, y en parte porque imagina, irracionalmente,
que de alguna manera se percatará de lo que ocurra después de muerta
qu/:o ::~/;~~aq~~1:as1 con s~gur!~ad, lo matarán. Además,
es un ateo
por ejemplo ue lue ~terna.Tambienes un realista extremo; no supone,
y, después de todo, se verá influida por lo que suceda entonces. batalla a m¿d~ d ~ e de ~ue lo m_aten su alma flotará por el campo de
Según el hedonismo egoísta, uno espera ser recordado luego de noble acción. e presenciar la huida de sus amigos y oírlos alabar su
su muerte, porque piensa en la muerte como en un tipo de vida. En
primer lugar, te gusta que los demás piensen en ti mientras vives. Te Si este caso. acaeciera 'l.re· f . / 1 .
utaria e hedonismo egoísta? ·Ob ·, ...
da placer saber que los demás están pensando en ti, y la fama tiene no! En primer lu ar 1 • · , vrarnente
vivir en p ~ , e_ solda_do puede pensar que luego no podría
beneficios indirectos: la gente gusta de hablar contigo, te invita a
a~ consigo mismo s1 no hiciera lo que prometió hacer ¡:_,'r¡
sus fiestas. Irracionalmente, supones de manera inconsciente que el consecuenc1 d ·fi · ·· .,._, · - ,,
a, pue e sacn rcarse pensando que de esta manera ev1·ta-1··'1
recuerdo póstumo y la fama serán así. Imaginas, irracionalmente, que e l d o l or fu turo p · - - '" (
d 1 . ero, entonces, mcorporernos a nuestra descripción
aún estarás allí para beneficiarte del recuerdo y la fama póstumos. e caso que esto no sea verdad. - · - ·
Tal como se señaló en el capítulo 5, podemos invocar de manera
similar la teoría freudiana del superyó. Cuando eras pequeño, tus El soldado advierte perfectam, t b"
de d . en e ien que no sufriría mucho si en lugar
padres te recompensaban si actuabas de ciertas maneras y te castigaban correr a escubierto a fin de distraer el fuese . . ~ . - .-- .
Y se escondiera detrás de¡ _ , t , . t_·, _ enemigo, ~e detuviera
·- . . os ar )O 1 es proxrrnos, de modo que el enemico
si actuabas de otras. Después de algún tiempo aprendiste a imaginar
lo que dirían tus padres acerca de los diversos cursos de acción. Los
1 oca Iizara a
.
sus amigos "] ct· _ _
, y e pu rera escapar durante la batalla auIY'LJP
_ 1
c,

s~~ :;1gos result~ran muertos._ Posteriormente sentiría arrepen~üriic~~t~:~


imaginas desaprobando algunos cursos de acción y aprobando otros.
p ~· pero pese a ello estará en condiciones de gozar de la vid. 1

Luego haces lo que piensas que ellos aprobarían y finges que te están
d
memoria es misericordiosa Él s b
f .
. ·
, . -· a e que no es e1 tipo de persona capaz
ª· ª
recompensando. Esta simulación te da placer, aun cuando sólo sea e-~e ug1larse en tales cosas. Sabe que no sufrirá mucho si los engaña ,.:
deja que os otros soldados 'J ' .>
una simulación. Finalmente, actúas de manera rutinaria a modo de e t . , 'y no e ' sean muertos. No obstante, sabiendo
recibir el premio imaginario y las recompensas de un padre ficticio, s o, corre a campo traviesa, atrae el fuego enemi o .
sus amigos escapan. ., g , Y muere mientras
tu superyó, aunque no te percates conscientemente de que ésta es tu
razón.
¿Refutaría esto el hedonismo egoísta?
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do singular acerca de la masa de los electrones, por ejemplo, no tiene
No. Quien aboga por esa teoría siempre puede postular, como úl- consecuencias verificables, considerado en sí mismo. El enunciado
timo recurso, que a pesar del profesad? ateísm_o del ~oldado_ Y su no hace aseveraciones acerca del comportamiento observable de los
creencia consciente de que no hay una vida ultenor, es~a supornend~ macroobjetos. Estamos en condiciones de obtener pruebas a favor o
inconscientemente que luego estará merodeando por alli para ver Y oir en contra de las hipótesis que se refieren a las partículas y acerca de
la huida de sus amigos y oírlos alabarlo. Inconscientemen~e, el ~oldado los instrumentos de medición. Si todas estas suposiciones, tomadas en
piensa que obtendrá mucho placer de esta acción, pues p1en~~ mco~s- conjunto, nos permiten realizar una predicción empírica acerca de lo
cientemente que estará merodeando luego del ev~nto. Tamb1en_ esta el que vamos a observar, y esa predicción no se cumple, podemos decidir
placer que irracionalmente imagina que obtend:a d~, su superyó c~mo que nuestra suposición acerca de la masa del electrón es incorrecta, o
recompensa: aquí está involucrada una dobl_e, 1lu~10n. Su su?eryo_~s podemos en cambio abandonar una u otra de nuestras suposiciones. Si
un padre imaginario y, de cualquier modo, m el ~1 su superyó estaran
así lo quisiéramos, podríamos continuar aceptando consistentemen-
allí luego del evento. Además, puede exagerar ;nconsc1entemente lo
te cualquier hipótesis acerca de la masa del electrón, en la medida
mal que se sentiría si no hiciera lo que promet10 hacer.
en que deseáramos hacer otras suposiciones para dar cuenta de las
El hecho de que el hedonismo pueda absorber tales casos no es
observaciones, aunque hacerlo no siempre resultaría lo más racional.
obviamente un punto a su favor. Por el con~~ario, p~r~ce mostrar que
La cuestión es que no evaluamos las hipótesis individuales a la
la teoría no puede hacer ninguna aseverac10_n empine~ respe~to del
luz de las pruebas empíricas; evaluamos teorías completas. Aunque
comportamiento humano. Las cosas serían diferentes :1 la teona pre-
el hedonismo egoísta tomado en sí mismo no tiene consecuencias
dijera, por ejemplo, que sólo quien n? _fuera ateo actu_ana ?~laman~~ª
contrastables, puede ser una parte útil de una teoría mayor, que sea en sí
descrita. Entonces, la teoría predecma que, en la s1tuac10n descnta,
misma fructífera. Y cuando el hedonismo egoísta es tratado así, como
un ateo no correría efectivamente al descubierto para atraer _el _fuego
una hipótesis científica --en otras palabras, cuando es considerado
enemigo, sino que se escondería detrás de los árbol~s. Y depna q~e
los enemigos mataran a sus amigos. Una teoría que hiciese tal predic- una suposición en la teoría-, entonces, para decidir si es verdadero
ción sería una teoría empírica interesante que podría ser contrastada o no (es decir, si queremos aceptarlo o no) no debemos limitarnos
mediante el examen de casos de heroísmo. (La teoría probablemente a preguntar si hay alguna manera directa de contrastar esa hipótesis

sería refutada.) Pero un hedonismo egoísta que se defiende apelando particular; en lugar de ello, tenemos que comparar la teoría de la que el
a las creencias irracionales inconscientes no puede co~trastarse ~e. es- hedonismo egoísta se considera parte, con otras que no lo involucran.
ta manera. Por lo tanto, parece que no hace aseverac10nes empmcas Al concebir el hedonismo egoísta como una parte ele una teoría más
interesantes acerca del comportamiento humano, pues parece compa- extensa -tal como la teoría freudiana- podemos comprender sus
tible con cualquier comportamiento humano imaginable, sea el que méritos. Por una parte, tal como hemos visto, ofrece una explicación
fuere. Esto, de cualquier manera, es una objeción estándar contra_ el simple de la manera en que se desarrolla la motivación. La apelación a
hedonismo egoísta, cuando se lo defiende de la manera que he sena- las creencias y deseos inconscientes que tiene que hacer esa teoría es,
además, realmente un punto a favor más que en contra. La gente está
lado.
motivada de maneras inconscientes que no comprende completamente
y que puede no reconocer. A menudo está atrapada en patrones de
4. Réplica a la objeción
comportamiento irracional que se repiten constantemente una y otra
Sin embargo, la objeción no está bien elaborada. Está ?,asada en la vez, patrones que a veces tienen sentido sólo si se supone que el agente
suposición de que el contenido ~mpírico de una pretens10n descans~ está actuando respecto de otras personas como si fueran sus padres o
por completo en sus consecuencias cont~·as_tab~es. El pr~blem~ co~ esa hermanos, Pero eso equivale a decir que podemos dar sentido a gran
suposición es que considerará que casi nmgun enunciado ~ient1fico parte del comportamiento que de otra manera parecería irracional,
es empíricamente significativo. Muy pocos de ~s?s enunciados s?n sólo si atribuimos ciertas creencias y deseos inconscientes a la gente.
contrastables independientemente de otras supos1c10nes. Un enuncia-
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. nera en que el hedonismo egoísta Freud mismo planteó dos posibilidades, el hedonismo egoísta y su
Nuevamente,_a~ c_ons1derar 1::;e heroísmo, vimos el modo en que teoría dualista posterior.
explicaría los sU1c1d10s y los.act . t de que el agente iba a estar Otros psicólogos han señalado otras tendencias básicas posibles,
, encia mconsc1en e
podna ape1 ar a 1 a ere H bas de que esto es correcto. tales como la curiosidad. Así, es posible que un bebé nazca con el
d su muerte ay prue 1
mero~eando 1 uego e nte decide hacer algo para herir a otro, e deseo innato de saber cosas, aparte del placer que puede recibir de
Por eJe~plo, cuando el age n.muchos detalles imaginarios, la manera ese conocimiento. Un freudiano podría decir, por otra parte, que la
agente piensa a me~udo, co r ona al imaginar tal cosa, el agente curiosidad es aprendida: el niño es recompensado por aprender cosas
en que se va a sentir la otra pe. s '~ . ncluso en los casos en los y generaliza esto, quizá añadiendo recompensas imaginarias. No es
. . a a sí mismo como s1 lo supiera, i
se imagm d ue nunca lo sabrá. obvio cómo podríamos decidir entre estas teorías. Una rata que nunca
que se percata enteramente e q . ho a su favor La gente ha sido recompensada por correr a través de un laberinto, explorará
, , t mbién tiene mue ·
La teona del su~eryo. a -se censura, se alienta, se alaba, e~c.- sin embargo cualquier laberinto en que se la coloque. ¿Muestra esto
tiende a hablar cons1~0 misma . iadas ara los padres o para quienes que la rata tiene una tendencia innata a conocer cosas? ¿Es innata su
de maneras que podnan ser a~1 op p l capítulo 5 es un hecho curiosidad? El freudiano -o el skinneriano- podría decir que lo que
. T: 1 mo senalamos en e '
los sustituyan. a co . d . temalizar a sus entrenadores de es innato no es la curiosidad, sino una conexión entre la obtención de
conocido que los atletas tren e,n ª. m s a veces incluso en voz alta, ciertos tipos de conocimiento y la obtención de placer; la rata y el bebé
, <lenes a s1 mismo ,
manera que se d an or Ad ás la autoridad del entrenador son curiosos porque obtienen placer de su aprendizaje de cosas nue-
como haría unentre1:1ado_r sever:ne :: el.entrenador ha reemplazado vas. ¿Cómo podemos decidir entre estas teorías? ¿Cómo está hecha la
suele explicarse mejor s1 se sup , qh· cia el entrenador de la manera gente? La evolución ha trabajado a manera de que la gente se adapte
de alguna manera al padre. Se act~a ª.
al mundo que la circunda. Para que esto se produzca, la evolución ha
en que se actuaría hacia un padre idealizado.
asegurado que seamos curiosos. Pero ¿ha hecho tal cosa incorporando
una tendencia especial a la curiosidad o la ha hecho tomando placen-
5. Lo que la gente quiere . tera la adquisición de conocimiento? y ¿hay una diferencia efectiva
. , dos en saber si la teoría freudiana, entre estas aparentes alternativas? Éstas son preguntas difíciles y no
Sin embargo, no e,sta~10~ .1~tere:a roximadamente correcta, sino que está claro que la filosofía pueda responderlas.
o alguna otra teona similar. es 'fip t en el hedonismo egoísta. El bebé recién nacido tiene deseo de comida en ciertos momentos
. ,d ás espec1 1camen e, ,
estamos interesa os, m . , , ue considera que la fuente bá- y deseos de beber. La evolución ha diseñado al bebé de manera que
He descrito como freudiana la tedorlrnlq r y de la ausencia de dolor. cuando su cuerpo esté en cierto estado estará hambriento y cuando su
· ·, s el deseo e P ace ·
sica de mot1vac1on e sólo ara la primera teoría freud1ana, cuerpo esté en un estado diferente estará sediento. ¿Cómo funciona
De hecho, est~ e~ ~erdaderocer
basada en el pnncipio del pla .
Mis tarde, Freud llegó a pensar que
1· c1·0, n plausible de ciertos
esto? ¿Hemos de suponer que el hambre y la sed son tendencias básicas
. , frecía una exp 1ca . puestas en acción, en el bebé, por los estados corporales relevantes?
el hedonismo egoísta no o . ntonces postuló la existencia ¿ O hemos de suponer que el bebé está motivado a sentir placer al llenar
tipos de comportamient~ desttct1:o \:a ¡spe~ie de deseo de muer- su estómago de cierta manera y que está motivado a dar término a la
de una segunda tendencia, T ana o~' os conservar gran parte de la disconformidad que siente cuando tiene hambre y sed? Cualquiera
te. La relevancia de esto es que
, , di

de alguna teona re aci
elm íonada al mismo tiempo que
, de estos mecanismos parece posible; no es obvia la manera en que
teona freu rana, o d l tendencias básicas o de 1 as podríamos descubrir cuál es el mecanismo real.
. · . . · ones acerca e as
vanamos las suposici os comparar (entre otras co- No es fácil decir si el hambre es un deseo de comer o un deseo
. · , Lo que querem -
fuentes de ~ot1vac10n. e ian básicamente a la teoría de Freud en del placer de comer. Pero hay deseos que no parecen de ninguna
sas) son teonas que se asem _J . , . consciente a figuras paternas, manera obvia deseos del placer que acompaña a su satisfacción. De
l a la mot1vac10n m ' d
cuanto a que apean 1· diferentes suposiciones acerca e hecho, esos placeres parecen depender de un deseo previo. Un hombre
, t pero que rea izan 1 ·
a superyos, e c.,, . d intrinsecos. En consecuencia, obtiene placer, por ejemplo, de la felicidad de sus hijos, porque quiere
las tendencias básicas y de los eseos l
YO y LOS OTROS
EL EGOÍSMO 163
162
. . lmente no es verdad que quiera que deraciones distintas de las del autointerés. Un bombero salva a una
que ellos sean felices. Norma f l' ' Aunque eso lo hace feliz, su familia que está en un edificio en llamas, pero muere entre ellas. Un
sean felices porque eso lo hace e _iz. d la felicidad de sus hijos. El prisionero se niega a hablar al ser torturado, aunque resulta claro que
felicidad depende de su dt~~~ r~vl~ s:s hijos no la suya propia. Su favorecería su interés hacerlo. Un soldado se ofrece como voluntario
objeto de ese deseo es la e ic~ ~ e su dese~ es deseo. O así podría para una "misión suicida" con el fin de salvar a sus amigos. Admi-
propia felicidad no es aquel~o e o dqu, considerar esta apariencia ramos a tales personas e incluso esperamos ser capaces de actuar de
parecer. El hedonismo egmsta ten ra que
esa manera si alguna vez las circustancias lo demandaran. De acuerdo
como ilusoria. ., n ser cosas que la gente desea con el egoísmo, cuando pensamos así, nos engañamos.
El amor y la amistad tambien _Parelce ado Consideremos a alguien Hay muchos ejemplos de este tipo que no involucran ningún tipo de
. , W del placer mvo ucr . h
en sí mismas, mas~ a . mi os íntimos que lo quieren mue o heroísmo. Un extranjero te pregunta cómo llegar al Nassau Hall. Se lo
que imagina que tiene vano~. a g lo aman aunque en realidad los dices, aunque hacerlo no te interesa particularmente. Parece correcto
y una espléndida esposa e hiJOS qlued ecie v a los que denomina decírselo e incorrecto no hacerlo, o decirle algo falso. Normalmen-
su esposa o espr · ,J
hijos no sean suy~s,_ or ue se les paga para que lo hagan. te supondríamos que tienes alguna razón para decirle dónde está el
amigos lo toleran umcame~te p q 1 75 an-os y muere sin tener la Nassau Hall; no parecería que esta razón derive de tu autointerés, El
, b to Vive hasta os
El nunca descu re es . . . O no') Su vida, definitivamente, parece egoísmo tiene que negar que haya una razón tal.
menor sospecha. Muere feliz._¿ . t algo que él quería mucho y Si el hedonismo egoísta es verdadero, sólo tienes una razón para
.d d l muy importan e,
haber careci o e a g O , . d' r que lo que una persona hacer lo que satisfaga mejor tus deseos de placer y de ausencia de
, , E t parecena m ica .
que penso que tema. s o laceres y sus experiencias subjeti~as. dolor. Pero si el hedonismo egoísta no es verdadero y hay otras cosas
quiere pu~de trascender sus p ferirían una vida en la que sus amigos que deseas por sí mismas, entonces parecerá que tienes una razón para
La mayona de las personas pre osas o esposos realmente las hacer lo que satisfaga esos otros deseos. Esos otros deseos podrían
realmente las admiraran y e~ la qu,e sus es~da que fuera subjetivamente muy bien involucrar la felicidad de otra gente. Alguien te pregunta
· , a vida ast a una v1
quisieran. Prefennan un h bieran sido realmente amadas cómo llegar al Nassau Hall: tienes un deseo intrínseco de ayudarlo;
. l al no obstante, no u · .
la misma Y en a cu , . t Esto sugiere que 1 os por lo tanto, tienes una razón para decirle cómo llegar al Nassau Hall.
. d . ciadas secretamen e.
Y admiradas,. smo espre d una persona no
deberían identificarse con El bombero advierte que hay niños atrapados en el edificio en llamas:
verdaderos intereses e ente se interesa en más que eso. experimenta inmediatamente un deseo intrínseco de que sean salva-
la búsqueda del placer, porque la ~ lla misma que el placer; dos; por lo tanto, tiene una razón para ingresar al edificio y bajarlos
d algo mas para e
Al parecer, la gente ese~ ltado de su creencia de que se desde la ventana del segundo piso aunque esto involucra poner en
ue tiene es resu ,
a menudo e 1 p 1 acer q S u' n el hedonismo egoísta, riesgo su propia vida.
. d os de otras cosas. eg d
han satisfecho sus. ese_ . . r qué tenemos que estar e El egoísta quiere saber cómo podemos tener una razón para actuar
estos deseos son irracionales, pero, iPº
en el interés de otro si esta razón no deriva del autointerés. La respuesta
acuerdo con esto? capaz de tener una motivación es que puedes tener tal razón si te preocupas por esa persona en
. nte no parece ser , . d
Genuinamente, 1 a ge d . sicológico --en reallda ' misma: puedes tenerla, si tienes un deseo intrínseco de que esa persona
· t ada El he omsmo P
que no sea autom ~res . . ue tratar todos esos deseos co_mo sea feliz.
toda forma de eg?1smo- ttned q avaro que ha olvidado el obJ~to El egoísta considera que es obvio que hay razones para hacer lo que
irracionales y necios; como os e de 1 dinero por sí mismo; neo favorece tu autointerés y se pregunta cómo puede haber razones de
. h' llegado a esear e
de tener dinero y que a . pándose constantemente de algún otro tipo, razones altruistas, por ejemplo, Pero, tal como lo han
. 1 1 nqueza preocu
Pero miserable ca.pcu a sul hecho de, que a ve ces sea irracional actuar observado los filósofos, si es enigmático que pueda haber altruismo,
que se la roben. ero e . t esados no significa que siern- es igualmente enigmático el autointerés. ¿Por qué tendríamos que
. · e no sean autom er
siguiendo motivos qu los ue consideramos elevadament_e preocuparnos por los demás? Bien, ¿por qué tendrías que preocuparte
pre lo sea. Hay otros ~asos "" d qr lo que podrían parecer consi- por lo que te pasa? Una persona puede no preocuparse, por una u
a una persona que esta motiva a po
EL EGOÍSMO 165
YO Y LOS OTROS
164 que ~e P:eocupa por los demás es probablemente una vida más feliz
otra razón, ni por lo que le pasa a otros ni por lo que le pasa a ella que a vida de alguien que es primordialmente autointeresado Si te
misma. En ese caso, no se puede apelar a las razones de altruismo ?
pre?cupas or lo_s demás, entonces tu vida será más interesant~ más
o de autointerés. Esto suele ser verdad con respecto a las razones v~nad_a, mas excitante. Su felicidad conducirá a tu felicidad N ,
ras sujeto a la agonía destructiva de la competencia Al co -~t esta-
autointeresadas a largo plazo de la mayoría de la gente. Tienes una los d ,. · ,. · mpe 1r con
razón derivada de tu autointerés a largo plazo de no fumar; sin embargo . dema~ s1 tu y ellos s?n autointeresados, alguien gana y los demás
fumas, no te preocupas por tu estado dentro de 50 o de 20 años. Las plierden.,. n consecuencia, la mayoría es infeliz. Si en cambio tú y
razones derivan de tus deseos, de aquello por lo que te preocupas. os emas
1 no se p reocupan umcamente
,. · por sí mismos ' ,
sino tarnbié
Si te preocupas por- tu propio futuro, tienes razones autointeresadas por e o:o, entonces no hay una verdadera competen~ia Si alg~~=
para actuar de maneras diversas. Si no te preocupas por tu propio gana, to os ganan, porque todos estarán felices con el éxito d
persona. e esa
futuro, puedes no tener ninguna de esas razones autointeresadas. Si
te preocupas por los demás, tienes otras razones que consideran a los
demás, para actuar de maneras diversas; si no te preocupas por la 6 . ¿·C"'orno pue d en surgir
· deseos no autointeresados?
gente, puedes no tener tales razones para actuar de esas maneras.
¿Cómo puedes tener razones que no deriven del autointerés? Tal Lo que le mo_lesta al egoísta acerca de esto, aunque crea en ello
como Hume creyó, puedes tener, en primer lugar, razones que deriven es que no. entiende cómo alguien podría desarrollar genuinament~
de una simpatía innata y de un interés por los demás que la evolu- preoc~pac10nes no autointeresadas. El egoísta arguye or e iern 1
ción ha incorporado en ti. Además, las consideraciones de autointerés que SI desarrollas una preocupación por los de , ' p Jh p o,
red d · , mas porque acerlo
pueden llevarte a desarrollar preocupaciones no autointeresadas. Por un a en _tu ~nteres, tu preocupación tiene que ser una reocu acié
una parte, hay una cuestión de eficiencia. Te es útil tener la buena
~~ra~tii:~~~::dtearpéosryanlo ~uede _ser una preocupación :enuin!mc~:
reputación de que eres alguien en quien se puede confiar. Si la gente guien mas.
no pensara que vas a devolver lo que te han prestado, no te daría di- Pero esto es supone · ,
porq . E r erroneamente que, s1. configuras un deseo de F
nero; si no pensara que eres honesto, no confiaría en ti; si no pensara ue quieres , tu deseo de Fes a fin de cuentas un deseo de E· esto
que eres amable y generoso, no se sentiría amable y generosamente es supdone: ~ue pue_des formarte tal deseo de F sólo porque crees q' u~ F
dispuesta hacia ti. Pero una manera de tener una buena reputación tecon
p d ucirá
1 a E . Sme m b argo, h ay otros casos que el egoísta descuida~
es volverse el tipo de persona cuya reputación quieres tener. Si con-
u~~e:~ ad menos por un lapso breve, interesarte por algo o conforrna;
viertes en una regla ser siempre honesto cuando tratas con los demás, o e algo, no por lo que esperas obtener de ello sino orlo
pagar siempre tus deudas, ser amable y generoso, ayudar a los de- esperas obtener de tu interés en ello · Puedes. q uerer .F' porque
p . que
E
más cuando precisan ayuda, etc., es probable que los otros lo advier-
, e~ tan~o esperas obtener E no a partir de la obtención de F sino de
tan y es probable que adquieras la reputación que quieres. Ésta puede
quer ~r oS tener F. Es fácil pasar esto por alto porque es un fe;1ómcno
ser muy bien la mejor manera de adquirir ese tipo de reputación; dado
coemun. e mamfiest~ todo el tiempo en las competencias deportivas
que es difícil estar calculando todo el tiempo, y dado que cualquier
y n otras fo1;11a~ de J~ego. Temporalmente adoptas el deseo de ganar
desliz puede deshacer completamente meses e incluso años de pla-
porque
tratas deeshacerlo
mas divertido
~ . t j ugar. SI· tratas d e ganar que jugar cuando
' no'
neación cuidadosa. En consecuencia, tienes una razón poderosa para
. . . e m eresas en un tema de conversación no or ue
actuar moralmente aun en los casos en los que parece poco probable
que alguien pudiera llegar a saber que no estabas actuando así. Pero ~~ m'.orm~c,ón concerniente a esa materia vaya a mejorar t~s in;ere~es
esto equivale a decir que tienes una razón autointeresada para desarro- in~~~~:dsomeonploorqque obtdi~nes más placer de una conversación si es~ás
llar un interés para actuar moralmente, aun cuando actuar moralmente ue se rscute.
no favorezca tu autointerés en una ocasión particular.
Al margen de los f
arrollar una preocu m ~ r·,.1vos uramente automteresados,
. podrías des-
pacion a argo plazo por los demás. No es difícil
También hay razones autointeresadas de un tipo diferente para que
uno desarrolle intereses intrínsecos por los demás. La vida de alguien
YO Y LOS OTROS
EL EGOÍSMO 167
166
posible ad~erirs~ genuinamente a ciertas convenciones sin adquirir
interesarse en alguien por sí mismo; lo hacemos todo el tiempo, aun-
preocupac1o~e_s mtrmsecas por los demás. La convención de respe-
que sólo sea para tomar más soportables nuest~os c?ntactos con los
tar a l?s participantes en una convención podría ser un ejemplo. Una
demás. El problema consiste en mantener tal mteres a lo largo del
moralidad que involucra tal respeto ofrecería necesariamente razones
tiempo. Tienes que repetir los ademanes una .Y otra ~ez _h~sta ~ue ~e
morales _q~e no se~ían de autointerés, incluso en el caso de la gente
vuelvan habituales. Entonces, a través del mismo pnncipio psicoló-
que participase teniendo razones de interés propio para hacerlo.
gico de generalización que lleva al avaro a vol_verse habitualmente
Es, además, una hipótesis verosímil acerca de nuestro uso de lapa-
interesado en el dinero por sí mismo en vez de interesarse en lo que
labra "moral" que las convenciones sean denominadas correctamente
puede comprar con el dinero, puedes encontrarte habit~almente i_n-
c_o~venciones morales sólo si son convenciones de respetar a los par-
teresado en los demás, por sí mismos, y no por tu propio beneficio.
ncipantes. Esto explicaría por qué las convenciones del lenguaje y las
Paradójicamente, al abandonar tu egoísmo y al volverte inter~sado en
reglas de tránsito no se consideran propiamente parte de la moralidad.
los demás, actúas en tu propio interés y ayudas a hacerte feliz. ,
Dadas esta hipótesis y la teoría de la moralidad basada en la conven-
Un niño en proceso de crecimiento adquiere con unos pocos cálcu-
ción social, se seguiría casi por definición que las razones morales
los conscientes muchas preocupaciones no autointeresadas. Esto es
están basadas en preocupaciones por los demás y no en el autointerés.
natural. Es natural para los niños jugar, ser amados por s~s padres
Esta ~oncl~sión es intuitivamente plausible por sí misma, al margen
y desarrollar otros intereses. El egoísta acierta ~uan?o cons~~era que de consideraciones teóricas. Ordinariamente suponemos que alguien
el desarrollo de esos intereses redunda en el mteres del runo; pue- que _actúa únicamente por autointerés no actúa por una razón moral.
de incluso estar en lo correcto al pensar que el niño desarrolla esos El ejemplo de Kant es el de un comerciante que da el vuelto correcto
intereses porque le conviene hacerlo; pero éste no es un argu171~nto porque favorece su interés que se sepa que tiene esa costumbre. El
a favor del egoísmo. No se sigue que esos intere_ses sean,_:n ult1m_a c?merciante hace lo correcto, pero normalmente no pensaríamos que
instancia, preocupaciones por los intereses propios del runo. El m- hizo tal cosa por razones de moralidad. Actuar por razones de morali-
ño --quizá por razones autointeresadas, quizá ?ºr otras razone_s-- dad es actuar no por autointerés, sino por una preocupación intrínseca
desarrolla preocupaciones genuinamente no automteresadas. Habien- y por respeto a las personas en tanto "fines en sí mismas".
do desarrollado estas preocupaciones, el niño y el adult~ en el que
se transforma pueden tener razones genuinamente no a~tomtere~adas
NOTA ACERCA DE LECTURAS ADICIONALES
para hacer cosas, razones que pueden incluso convertir en racional,
dadas las preocupaciones presentes de la pers?na, ha~er ~~sas que no Una crítica clásica al hedonismo egoísta se encuentra en Fifteen Sermons
redundan en su interés. El egoísmo no es la única mot1vac1on humana. Preached at the Rolls Chapel del obispo Joseph Butler, especialmente en el
prefacio de Butler y en los sermones l y II.
No todas las razones son razones de autointerés.
También hay un análisis útil del hedonismo egoísta en Richard B. Brandt,
Ethical Theory, Prentice-Hall. Englewood Cliffs, N.J., 1959, pp. 307-31
7. ¿Pueden ser autointeresadas las razones morales? C.G. Hempel discute "Empiricist Críteria of Cognitive Significance" en
Aspects of Scientific Explanation, Free Press, Nueva York, 1965,
Esto no muestra por sí mismo que las razones morales sean no aut~in-
La teoría posterior de Sigmund Freud sobre la motivación está desarrollada
teresadas. La gente puede tener razones de autointerés para adherirse en "Más allá del principio del placer", Psicología de las masas, Alianza
a ciertas convenciones. Si éstas son convenciones morales, las cua- Editorial, Madrid, 1969.
les dan a los participantes razones para hacer cosas, podría argüirse Michael Scriven describe la manera en que el autoinrerés puede conducir-
que ciertos participantes podrían tener razones morales par~ hac,er nos a la adopción de actitudes morales en Primary Philosophy, Me Graw-Hill,
cosas que en última instancia son, para ellos, razones de au~omteres. Nueva York, 1956, cap. 7.
Otros participantes podrían adherirse a las mismas convenc10nes por
amor y por su preocupación por los demás; para ellos, las _razones
morales no serían razones de autointerés. Por otra parte, podna no ser

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