CCUADERNOS 27, 1994, pp. 11-24
ASPECTOS ACTUALES DE LA
CONCEPCION DE LA ECONOMIA
EN LA OBRA DE LOS HISTORICISTAS:
UNA SINTESIS DE APORTACIONES
RECIENTES*
(Palabras clave: Concepcién Economia,
historicismo, actualidad)
Andrés Marchante Mera
Luis Colomer Real**
1.INTRODUCCION
En 1.971 Leontief ponfa de manifiesto cémo la continua preocupacién por una
realidad imaginaria ¢ hipotética antes que la observable ha conducido graduaimente
a una distorsin de la escala de valores utilizada en nuestra comunidad académica,
en la cual el andlisis empirico se sitia en un rango inferior al razonamiento formal
A nuestro juicio la afirmacién de Leontief goza de plena vigencia en la actualidad.
No obstante, en todas las épocas, grupos de economistas han reclamado una mayor
aproximacién del andlisis tebrico a la realidad social. En este sentido el ejemplo de
los historicistas es paradigmatico.
Yaenel siglo XIX os historicistas criticaron la elevada abstraccién en Economfa
y trataron de acercarla a la realidad de los hechos econémicos, con el objeto de integrar
fa Economfa en la sociedad en que se desarrolla y de la que es parte, y a la que
debe tratar de solucionar sus problemas de asignacién de recursos y distribucién
de riqueza.
Como sefiala Betz en 1.988, un importante cuerpo de literatura que se puede
situar entre los nuevos institucionalistas y los postkeynesianos ha surgido haciendo
hincapié en la importancia del andlisis de los elementos y del proceso histéricos,
y en la necesidad de analizar la interdependencia de lo social y lo cultural en el terreno
econémico con modelos menos rigidos. Un ataque contra el excesivo formalismo
de la economia «oficial», su incongruencia con fa realidad y su obsesién con la
predicci6n.
Original reibido en Julio de 1998 y revisdo en Jutio de 1994
Caled de Estructura Econémicay Proiesor Tivlar de Estuctura Econica de la Universidad de Malaga, respecvamen-
we7 ANDRES MARCHANTE MERA y LUIS COLOMER REAL
La actualidad de estos planteamientos es lo que nos permite la mirada re-
trospeotiva de las escuelas historicistas y cuya influencia ya se manifest6 en la parcial
aceptacién de su posicién metodolégica por parte de A.Marshall
Tanto los historicistas alemanes como los ingleses con sus criticas alacotamiento
progresivo del ambito de la economia y al empleo excesivo del método deductivo
llamaron la atencién sobre {a progresiva separacién entre teoria y andlisis de la realidad
y,enalgunos casos, lograron que los conceptos econémicos fueran mas cuidadosamente
definidos y que los limites de su aplicabilidad fueran mas rigurosamente marcados.
A pesar de sus afinidades metodolégicas y de contenido, sus motivaciones
fueron distintas y estuvieron, en gran medida, determinadas por sus origenes na-
cionales. Por ello, consideramos oportuno exponer por separado los argumentos de
cada escuela.
2. LOS PRECURSORES INGLESES
En el Reino Unido, el precursor més importante del movimiento historicista
fue Richard Jones, cuyas criticas a la economia de Ricardo -tanto por su cardcter
hiper-deductivo como por sus pretensiones de universalidad- habian ganado cierta
opularidad. Para Jones, un estudio de todos los sistemas econémicos del pasado
y del presente era esencial antes de formular proposiciones generales significativas.
Sin embargo, Jones no menospreciaba la teoria, ni la consideraba opuesta
a los hechos (ver Rashid, 1.979, pp. 160-161).
La critica de Jones tuvo escasa influencia sobre la economia clasica debido,
basicamente, a que las condiciones sociales, intelectuales ¢ institucionales para tal
ataque no habian emergido en tomo a 1.840. Sin embargo hacia 1.870, la economia
politica ortodoxa atravesaba una profunda crisis tanto externa como interna. Para
muchos -reformadores sociales, Iideres sindicales, irlandeses- los preceptos de la
economia politica ortodoxa eran percibidos como un obstaculo para la reforma social.
‘Ademés, en estos afios, la obra de J.S. Mill era la referencia obligada y Mill en los
Ultimos afios practicé y estimul6 una aproximacién més inductiva a la Economia
Politica. Mas importante atin, Mill, en armonia con los economistas histéricos, estaba
principalmente interesado en que la Economia sirviera de gufa para la formulacién
de la politica pablica. A la muerte de Mill en 1.873, el colapso de la ortodoxia clésica
se aceleré. Y de sus potenciales herederos, basicamente marginalismo e historicismo,
eran estos iltimos los que estaban mas en sintonia con el clima intelectual de su
tiempo (ver Koot, 1.980, pp 178-179).
Ademés, como ha escrito Hutchison (1.967, p. 32) la «critica metodolégica
de la economia politica clésica en Inglaterra durante los afios setenta parece haberASPECTOS ACTUALES DE LA CONCEPCION DE LA ECONOMIA EN LA OBRA DE. 8
sido reforzada por influencias continentales, mas que haberlas seguido directamente
0 haber sido inspirada por ellos. Entre estas influencias se encuentra la de Comte,
quien probablemente adquirié su mayor predicamento en Inglaterra en los dltimos
afios sesenta, y la de la Escuela Histérica Alemana, cuando a partir de 1.870, entro
una fuerte corriente de pensamiento germano. Unicamente el comtista e historicista
Ingram, pero no Bagehot, Toynbee, 0 incluso Cliffe Leslie, parece haber sacado mucho
de estas dos fuentes. Una influencia nativa mucho més importante para un plan-
teamiento més institucional 0 hist6rico fue la derivada del darwinismo, evidente en
la Plutology de Hearn y més tarde en las analogias biolégicas de Marshall».
Asi pues, la influencia germana y, en general continental, en la mayoria de
Jos historicistas ingleses es dificil de demostrar, a pesar de que a veces invocaban
Jaautoridad de sus contempordneos germanos y de que, enalgunos casos, mantuvieron
importantes contacto.
Siguiendo a Coats (1.954), delimitaremos los aspectos fundamentales de la
corriente critica inglesa. Esta «cuestionaba el status cientifico de la Economia Politica
y los objetivos marcados; protestaba contra la estrechez de su contenido: y se quejaba
de la excesiva dependencia del método de razonamiento abstracto-deductivo y de
la dogmética aplicacién de las conclusiones» (Coats, 1.954, p. 144).
Respecto al excesivo acotamiento del ambito de la Economia Politica, Ingram,
atin reconociendo que se debian de aislar los fenémenos sociales para estudiarlos
cada uno en su debido momento, advertia que las Ciencias Sociales son alin ramas
de un tronco comtn y las relaciones entre las ramas podrian ser lo mas importante
a tener en cuenta. Asimismo, consideré la estrecha concepcién intelectual de los
economistas ortodoxos tanto la causa como la consecuencia de su abandono de las
cuestiones morales. Mill habia argumentado que en las cuestiones prdcticas los
diferentes aspectos de la sociedad estaban interconectados, e Ingram, en cambio
insistié en que ésto era también cierto para los objetivos tedricos; para Ingram, la
estructura econémica de la sociedad y su desarrollo no podian ser previstos
deductivamente sino que debian ser descubiertos por la investigaci6n hist6rica directa
(ver Maloney, 1.988, p. 147)
Cliffe Leslie, aunque no era discfpulo de Comte, compartié los puntos de vista
de Ingram sobre el contenido de la Economia. Economia, moral y fuerzas intelectuales
eran idénticas para ély la Economia Politica era, de esta forma, tan s6lo un departamento
de la ciencia de fa sociedad que seleccionaba una clase especial de fendmenos sociales
para su investigacién, pero que para su objetivo debia tener en cuenta tanto las fuerzas
y leyes econdmicas como las no-econdémicas (ver Coats, 1.954, p. 147).
Por otra parte, los economistas histéricos ingleses pusieron gran énfasis en
la relatividad de las doctrinas econémicas. Para Leslie, «la Economia Politica no es4 ANDRES MARCHANTE MERA y LUIS COLOMER REAL
un campo de leyes naturales en el sentido verdadero, o de verdades universales e
inmutables, sino el conjunto de especulaciones y doctrinas que son el resultado de
una historia particular e iluminada incluso por la historia y caracter de sus principales
escritores» (citado en Hutchison, 1.967, p. 33).
Las diferencias metodoldgicas entre los economistas histéricos ingleses eran
pronunciadas, con posturas radicales como la de Leslie y moderadas como la de
Toynbee, La demanda de un método histérico surgié parcialmente como protesta
contra la aplicacién dogmatica del razonamiento econémico a los asuntos prdcticos.
Como alternativa propusieron comparar sociedades en diferentes niveles de desarrollo
y formular leyes de evolucién social (ver Coats, 1.954, p. 149). No obstante, serfa
errdneo concluir que los historicistas ingleses eran hostiles a la deduccién como tal;
incluso Leslie, el mas iconoclasta de todos ellos respecto a la construccién ricardiana,
nunca sugirié seriamente que el método histdrico pudiera ser empleado para construir
un sistema de principios econémicos nuevos y universalmente validos; sino que creia
que un tratamiento estadistico paciente y comparativo de los temas econémicos era
la Gnica via para crear una Economfa Politica capaz de servir como guia para la
formulaci6n de la politica publica (ver, Koot, 1.980, p. 183). En realidad Leslie, como
el moderado Toynbee, aunque consideraba més urgente el trabajo inductivo, atacaba
no el uso de la deduccién como tal, sino la falta de claridad de las hipdtesis sobre
las que se levantaba toda la estructura deductiva (ver, Hutchison, 1.967, pp. 32-33).
Para la mayoria, el resultado final del debate metodolégico se situé en el
planteamiento intermedio de Bagehot y Toynbee y la posicién antiexclusivista de
Jevons. La historia econémica se consolidé como disciplina auténoma con Jos trabajos
de Rogers; Marshall logré la sintesis de andlisis e historia en sus Principios y J.
Neville Keynes sintetiz6 los principios metodolégicos en su Scope and Method of
Political Economy. Sin embargo, como escribié Hutchison (1.967, pp. 33-34), «al
pasar el tiempo el acento dado por Bagehot y Toynbee a la importancia de la claridad
y precision de los postulados basicos de la Teoria Econémica se borré y fue olvidado»
- «Toynbee habla observado el mas curioso contraste entre la vaguedad e irrealidad
de las premisas de la Economia Politica clasica, y la fidelidad y vigor de la argu-
mentaci6n. Cincuenta 0 sesenta afios mas tarde, J. Maynard Keynes iba a contrastar
la falta de claridad y generalidad de las premisas de la Economia ortodoxa, con su
gran cuidado por la consistencia l6gica de la superestructura».
Zanjado el debate metodolégico, salvo posiciones irreductibles como la de
Cunningham, las cuestiones de politica y, mas concretamente, la politica arancelaria,
el control gubernamental de la economia y la reforma social diferenciaron a los
economistas hist6ricos ingleses de sus contemporaneos ortodoxos. Para Koot (1.980,
pp. 202-204), mientras estos Ultimos permanecian, en su mayorfa, dentro del
cosmopolitismo liberal, los hist6ricos -tanto conservadores como liberales- se volvieron
crecientemente nacionalistas. Mas importante, sin embargo, la disputa fue en parteASPECTOS ACTUALES DE LA CONCEPCION DE LA ECONOMIA EN LA OBRA DE. 6
una consecuencia de puntos de vistas opuestos sobre la cuestién de si la Economia
era una ciencia o un arte. Para los economistas hist6ricos la teoria econémica por
s{era menos significativa que la economia prdctica, que debia estar dirigidaala solucién
de los problemas contemporéneos. Aunque no elaboraron un marco tedrico alternativo
a la corriente dominante, proveyeron una base histérica general para la politica
arancelaria y varios esquemas para la reforma social y la regulaci6n econémica del
capitalismo.
3. LA ESCUELA HISTORICA ALEMANA
La Escuela Hist6rica Alemana se suele dividir en dos grupos: la «Antigua»
representada tradicionalmente por Wilhem Roscher, su fundador, Karl Knies y Bruno
Hildebrand; y la «Moderna», fundada por Gustav Schmoller, y en la que se incluyen
autores tales como Sombart, Weber, Spiethoff, Knapp, Bretanno, ... En todo caso,
tanto entre los componentes del primer grupo, como entre los del segundo, las
diferencias metodolégicas y teméaticas fueron considerables. No obstante, dadas las
limitaciones de este trabajo, nos centraremos en los que han pasado por ser los
fundadores e impulsores de sus respectivas «escuelas»: Rosher y Schmoller.
Previa a la exposicién de sus principales aportaciones, trataremos de resumir
las razones del movimiento historicista aleman y sus criticas a la economia politica
clasica.
Al menos tres razones pueden explicar el arraigo del historicismo en Alemani
factores socio-econémicos y politicos, la tradici6n intelectual y el escaso arraigo del
andlisis teérico.
Comparada con Francia e Inglaterra, Alemania era al comienzo del siglo XIX
un pais subdesarrollado tanto econémica como politicamente. Mas del ochenta por
ciento de la poblacién activa trabajaba en el mundo rural y la revolucién industrial
apenas habia comenzado. Sin embargo, la abolicién de las restricciones gremiales
creé un mercado de trabajo més libre conducente al desarrollo de la manufactura
a gran escala, Ello provocé la erosién de las pequefias empresas e impuls6 a sus
miembros hacia el proletariado industrial, incrementado, a su vez, con la poblacién
procedente del mundo rural. Ademas, ni desde la Optica politica ni desde la econémica
Alemania era una nacién. Asi pues, en este contexto, las ideas econdmicas de los
clasicos dificilmente provefan respuestas satisfactorias a los problemas del desarrollo
(Betz, 1.988, pp. 413-414). No obstante, el movimiento en favor de la unificacién
de Alemania sé encontraba floreciente y la politica de poder prusiano-aleman habia
iniciado su entonces victoriosa carrera. Paralelo a este ideal politico estaba presente
el objetivo econdmico de hacer desaparecer las diferencias tecnoldgicas y productivas
existentes en Alemania, por un lado, y Francia e Inglaterra, por otro. A este entorno
econémico y politico se dirigieron las ideas de List, todo un practico de la integracién16 ANDRES MARCHANTE MERA y LUIS COLOMER REAL
econémica nacional y las de los historicistas alemanes, para quienes los problemas
econdmicos eran también problemas politicos. Para los alemanes, como ha escrito
Seligman (1.966, p. 18), «el énfasis de la palabra Economia Politica sugeria reglas
de administracién publica més bien que la técnica de la determinaci6n del precio
de mercado, y el pensamiento econdmico aleman no s6lo estaba tinicamente satisfecho
de la intervencién gubernamental, sino que al mismo tiempo la alentaba».
En segundo lugar, nos referiremos a la base filos6fica y, més especialmente,
epistemol6gica del historicismo alemédn, siguiendo el trabajo de Betz (1.988, pp. 411-
413). El final del sigto XVIII y el comienzo del XIX representé una linea divisoria cultural
intelectual para Alemania. Se desarroll6 una fuerte corriente de ideas contrala tradicién
racionalistay empirista de lallustraci6n y una nueva concepcién del estado, elindividuo,
la nacién y la libertad ech6 raices. Leibniz, Kant, Herder, Fichte, Schelling, Hegel,
todos ellos contribuyeron a la creacion de un mosaico de teorias del conocimiento
y de imperativos éticos y morales que llegaron a ser tipicamente germanos.
El historicismo se separa de la corriente central del pensamiento econdmico
tanto en su método de andlisis, como en su concepcién del mundo en la que se
interrelacionan sus tres componentes relevantes: organicismo, evoluciéne individualidad.
El término organicismo implica tratar la sociedad y a sus partes constitutivas
como algo viviente, algo en desarrollo. Todos los fendmenos sociales estan
interrelacionados unos con otros y con la totalidad y, por tanto, solo pueden ser
entendidos en términos de esa unidad esencial, que tiene primacta sobre sus partes;
de hecho, la existencia de las partes adquiere sentido a través de la existencia del
todo.
La implicacién de esta linea de razonamiento es doble. Desde la perspectiva
epistemolégica conduce a un rechazo de las supuestas regularidades cientificas
subyacentes al andlisis atomistico. En segundo lugar, en términos de los requisitos
de orden social y de los imperativos del proceso politico de adopcién de decisiones,
tales conceptos como libertad y estado adquieren significados esencialmente distintos
a la tradici6n liberal occidental.
Estrechamente relacionado con esta concepcién de la sociedad como un
organismo viviente esta su percepcién como algo en crecimiento y evolucién. En
términos de andlisis y metodologia, ello significa que la dindmica del «llegar a ser»
es més importante que la estatica del «ser». Hay cambio constante; consecuentemente,
no hay verdades validas eternamente del tipo descubierto en las leyes naturales.
Finalmente, est el concepto historicista de individualidad. Conceptualmente, deriva
casi autométicamente de la analogta orgénica y del principio de evolucién, Nada es
nunea considerado idéntico a cualquier otro ente: cada individuo, nacién o época
histérica, es tratada como una entidad distinta. Por tanto, jndividualidad indivi-ASPECTOS ACTUALES DE LA CONCEPCION DE LA ECONOMIA EN LA OBRA DE 1”
dualismo -definidos sobre bases atomisticas- son polos opuestos. Dentro de esta
concepcién de! mundo, las actividades econdmicas y las instituciones debian servir
al Ultimo fin de educar ética y moralmente a la persona humana.
Por tiltimo, la poderosa tradicién que existia en la investigaci6n hist6rica -
sobre todo lajurisprudencia histérica de Savigny-encontré deficiente lateor‘a econémica
briténica. Asi, como ha escrito Schumpeter (1.967, p. 166), «la economia teérica no
se habia enraizado nunca en Alemania, ni habia conseguido una amplia audiencia.
Era como una planta exética, trasplantada por jardineros poco habiles. Sus repre-
sentantes no habian sabido hacerla atractiva y sus ensefianzas no habian satisfecho
desde el punto de vista intelectual».
Obviamente, la critica a la economia clasica se centraba en la forma en que
los economistas clasicos habian abordado los problemas, a su filosofia social, implicita
con mucha frecuencia, a sus opiniones sobre el campo del andlisis econémico y a
su método (ver Roll, 1.961, pp. 282-284).
En primer lugar, los historicistas alemanes negaban la validez universal de
las leyes econémicas establecidas por el mero desarrollo de las implicaciones contenidas
en unos pocos postulados; las consideraban, en el caso en que pudiesen descubrirse,
esencialmente relativas y variables en el tiempo y en el espacio. En segundo lugar,
criticaron el excesivo empleo del método deductivo, y los miembros mas criticos
intentaron reemplazarlo por el inductivo. Las objeciones al método se relacionan con
eldesacuerdo con las premisas delos clésicos. Los historicistas alemanesnocompartian
que el hombre se moviera dnicamente por el interés personal o egoismo. Para ellos,
los méviles de la conducta humana eran numerosos y complejos; aislar uno, era
exponerse a conclusiones errdneas. Finalmente, la Escuela Hist6rica Alemana insistié
en la unidad de la vida social, en la interrelacién de los procesos sociales individuales
con a concepoién orgadnica de la sociedad, en cuanto opuestaa la concepcién mecénica.
Roscher, a diferencia de Schmoller, no pretendié una transformacién completa
de la Economia Politica. Mientras su tratado principal abundaba en ilustraciones
hist6ricas y estadisticas y estaba repleto de informacién sobre la teorfa de los principios
econdmicos, las doctrinas expuestas siguieron en lo principal la linea ortodoxa tanto
‘en su substancia como en su exposicién (J.N. Keynes, 1.963, p. 317). Tampoco hizo
manifestaciones agresivas o revolucionarias contra otros métodos de investigacién
(Hutchison, 1.967, p. 142). El método «histérico-sicolégico», que decia usar contenia
tanto descripciones y comparaciones empiricas como elementos metafisicos y logico-
abstractos (Betz, 1.988, p. 415). Esta posicién moderada le supondria posteriormente,
el reproche de otros miembros de la Escuela Historica Alemana.
Roscher trataba de describir «io que ha sido» y cémo la vida social o nacional
«habla llegado a ser asf». Seguin éI, «nuestro objetivo es simplemente describir la8 ANDRES MARCHANTE MERA y LUIS COLOMER REAL
naturaleza econémica del hombre y las necesidades econdmicas, para investigar las
leyes y el caracter de las instituciones, y el mayor o menor grado de éxito en el que
han sido atendidas. Nuestro cometido es, por consiguiente, por decirlo asi, la anatomia
y sicologia de la economia nacional o social» (citado en Ekelund y Herbert, 1.990,
p. 253).
Dentro de este escenario, Roscher esperaba descubriramplias leyes del desarrollo
histérico, de las que la teoria ricardiana era slo una pequefia parte. Trataba de descubrir
las leyes de la evolucién histérica con lo que podria comparar etapas dentro y entre
naciones (ver Ekelund y Herbert, 1.990, p. 253).
La semejanza de la obra de Roscher y la de los demas miembros de la Escuela
Hist6rica «Antigua» con la de Marx indica una base intelectual comin. Para ambos
el progreso histérico es un concepto basico. Ambos toman las acciones humanas
en relaci6n con las fuerzas productivas como punto de partida y destacan el concepto
de sociedad. Pero Marx opuso su investigacién «racional» de las leyes del proceso
histérico al concepto relativista de sociedad de los historicistas. Marx consideraba
las instituciones sociales como una superestructura dependiente de la base econdmica,
en lugar de a la inversa.
En definitiva, Roscher mas que suplantar a la economia clasica traté de
completarla, mediante una urgente labor estadistica e historica. Pero fue incapaz de
reorientar el método en Economia y de establecer alguna ley de evolucién historia.
Schmoller estaba bastante mds influido por la tradicién cultural germana y
puso.més énfasis que sus antecesores en los rasgos organicos, evolutivos y de unicidad
en su concepcién de la Economia.
Schmolier identificaba el contenido de la Economia como inseparable de los
aspectos relativos al bienestar del organismo social. La Economia Politica, por tanto
s6lo podia ser una ciencia extendiendo su 4mbito para convertirse en una sociologia
econémica. En particular, consideraba una «fantasia» imaginar a la economia separada
del Estado. Argumentaba que la Economia debia reconocer la idea de evolucién;
considerar las fuerzas ético-sicolégicas dentro del entramado social; llegar a ser una
ciencia politico-moral mediante la investigaci6n de las relaciones entre la vida econémica
y el Estado, la moralidad y la religi6n; y exhibié una actitud critica hacia los fundamentos
de las leyes naturales tanto del individualismo como del socialismo (ver, Betz, 1.988,
p. 421). Su posicién, vista conjuntamente, resultarfa en el reconocimiento de la
necesidad de ajustes y reformas sociales, aunque Schmoller siempre se mantendria
fiel a la monarquia, actitud que perjudicaria la prolongacién de su influencia después
de la | Guerra Mundial (ver Seligman, 1.967, p 27)
En sus Grundriss, Schmoller revel6 una inteligencia enciclopédica; quiso ver
los estudios econémicos de forma total y parcial al mismo tiempo y por esto aplicé/ASPECTOS ACTUALES DE LA CONCEPCION DE LA ECONOMIA EN LA OBRA DE 19
lahistoria, la estadistica y las otras ciencias fisicas y sociales. «Pero Schmolier subray6
siempre su escepticismo en cuanto al ‘historicismo' de Roscher e Hildebrand, sus
nociones de leyes hist6ricas y de leyes y etapas de desarrollo econdmico...» (Hutchison,
1.967, p. 191).
Schumpeter (1.971, pp. 889-890) ha distinguido cuatro rasgos generales en
el tipo de investigacién impulsado por Schmoller y su escuela:
(1) Schmoller y la mayoria de sus discipulos se lanzaron a la lucha social
-Schmoller contribuy6 a la fundacién de la Verein fiir Socialpolitik en
1.872- afirmando sus personales juicios de valor con la mayor firmeza,
pero més alld de su adhesi6n a otros principios de politica econémica
estaba su respeto al hecho econdmico y la voluntad de dejarle hablar
por si mismo.
(2) En segundo lugar, como hemos apuntado con anterioridad, contem-
plaban con reticencia las amplias generalizaciones connaturales a la
filosofia de la historia. Aunque Schmoller eraconsciente delainevitabilidad
de las teorias en el sentido de hip6tesis explicativas, nunca intenté una
reducci6n del entero proceso histérico ala accin de uno o dos factores.
(3) En tercer lugar, Schmoller protest6 siempre contra un andlisis que aislara
los fenémenos sociales -él y sus seguidores llamaban a eso «método
de aislamiento»- y sostuvo que en cuanto se aisla se pierde su esencia.
Detrds de este argumento estaba, una vez mas, el énfasis en los aspectos
éticos y la consideracién de unicidad de todos los aspectos del
comportamiento humano. Por ello, es significative que Schmoller
denominara a su escuela histérico-ética y no solamente histdrica.
(4) Por dltimo, aunque Schmoller intenté al final de sus dias confeccionar
un tratado sistematico, dificilmente el conjunto de monograffas elabo-
rado por su escuela podia redundar en una «economia general».
Por su parte, Seligman (1.967, p. 24) sugiere cierto paralelismo entre las ideas
de Schmoller y las de Marx: admitia la existencia del conflicto de clases y concedia
que, a veces, el Estado se comportaba en realidad como si fuera protector de los
intereses de la clase dirigente, y esto lo deploraba Schmoller, pues flevaba inevi-
tablemente al abuso y, en esencia, a una aplicacién degenerada del poder soberano.
Sostenia que estaba en el interés del Estado proteger a las clases bajas, para, mediante
la legislaci6n social y los convenios colectivos desvincular a los trabajadores de las
ideas revolucionarias.
Debido, en parte, a la controversia sobre el método (Methodenstreit) se ha
extendido la idea de que Schmoller sostenia que «la Economia debia ser un estudio20 ANDRES MARCHANTE MERA y LUIS COLOMER REAL
exclusivamente historico. Es casi igualmente dificil justificar la acusaci6n de que
Schmoller representaba un empirismo ingenuo e incompetente, que trataba de excluir
todo andlisis tebrico. El subrayé repetidamente las intrincadas interconexiones entre
la observacién y el andlisis...» (Hutchison, 1.967, p. 192).
En realidad, como en tantas otras disputas metodolégicas, las diferencias entre
Mengery Schmoller eran mas que metodol6gicas. Detras de la controversia subyacian
dos concepciones filoséficas muy distintas: la individualista y atomista de Menger
yla «historicista> de Schmoller. De hecho, ambos coincidian en la necesidad deestudios
teéricos y empiricos en Economia. Sin embargo, discrepaban en el énfasis que se
debia poner en cada tipo de estudio y en su importancia en el desarrollo de las
conclusiones. Menger argumentaba que la economia «pura» basada en supuestos
de amplia y, quizés, generalidad universal, podia ser desarrollada a través del andlisis
légico para llegar a conclusiones de aplicabilidad igualmente amplias. Dado que los
supuestos basados en datos empiricos eran siempre parciales, al estar limitados en
eltiempoy el espacio, as conclusiones deellos derivadas ser‘an, asimismo, probleméticas
y de limitada generalidad; por lo tanto, insistia Menger, las proposiciones generales
sélo podian derivarsea través de un proceso gio y riguroso de supuestos no limitados
en el tiempo, espacio o por circunstancias especiales. Para Menger, no obstante, los
estudios empiricos podrfan usarse para verificar o ilustrar los resultados de la in-
vestigacién teorética o bien cuando los principios teoréticos eran aplicados a ejemplos
especificos 0 a problemas de politica econmica (ver, Fusfeld, 1.988, p. 454).
Schmoller rechazaba el método I6gico-deductivo de Menger por tres razones:
sus supuestos eran irreales, su elevado nivel de abstraccién los hacia ampliamente
irrelevantes para el andlisis de la realidad, y tercera, estaban desprovistos de contenido
empirico. En definitiva, concebia las generalizaciones en Economia derivadas del
anilisis empirico y contrastadas con datos reales (ver, Fusfeld, 1.988, pp. 454-458).
Para Katouzian (1.982, p. 56), la Escuela Histérica Alemana salié airosa del
debate al menos en tres cuestiones. Primero, se mostrd que su instinto nacionalista
habia sido correcto y la economia alemana logré su desarrollo a través de politicas
intervencionistas y proteccionistas. En segundo lugar, estaba bien fundado su énfasis
enlarelevanciay utilidad del conocimiento histérico y el papel de los factores culturales
0 institucionales. Por Ultimo, su ataque al método puramente légico y deductivo de
la teorfa ricardiana y neoclasica estaba justificado; eso mismo fue sefialado por criticos
posteriores que se burlaron de las cajas «econémicas vacfas» construidas a partir
de supuestos «sacados del aire».
La influencia del movimiento historicista alemén lleg6 a Estados Unidos,
particularmente a través de los institucionalistas norteamericanos. Y, en la actualidad,
los argumentos de la Escuela Histérica se han retomado para atacar el excesivo
formalismo de la economia ortodoxa, su incongruencia con la realidad y su obsesi6nASPECTOS ACTUALES DE LA CONCEPCION DE LA ECONOMIA EN LA OBRA DE. at
con la prediccién. Asf los neoinstitucionalistas y post-keynesianos, con sus intentos
de construir «modelos patrones» (pattern models), estin muy proximos a la tradicion
germana (ver, Betz, 1.988, p. 429).-
4. CONSIDERACIONES FINALES
Apesar de que los economistas hist6ricos ingleses «no lograronnuncaconstituir
una escuela independiente» (Roll, 1.961, p. 285), su compromiso con la bisqueda
de soluciones para los problemas de su época, su critica de la elevada abstracci6n
de la teoria y de la falta de realismo de los supuestos, su concepcién amplia del
Ambito de la Economia y su permanente demanda de mas estudios empiticos, les
confieren plena actualidad.
Por otra parte, todos los miembros de la Escuela Hist6rica Alemana compartieron
una herencia intelectual comin, aunque los elementos individuales de esa herencia
ejecieron influencias diferentes en cada miembro. No obstante, su objetivo comin,
fue desarrollar un marco tedrico mas realista para analizar y explicar la economia
de su tiempo y, también, para configurar una disciplina més accesible alos que debfan
adoptar las decisiones de politica econémica.
En el primer tercio del siglo XX, a través del institucionalismo americano se
mantendra viva la flama del historicismo, a lo que sin duda contribuy6 como sefiala
Torrero (1.980, p.560) la ausencia de respuestas validas a los problemas de la América
de entonces por parte de la ortodoxia econémica
Sin pretender que el institucionalismo sea la versi6n americana de la Escuela
Historica Alemana, podemos afirmar con James (1.974, p.106) queel «institucionalismo,
ciertamente, recordaba al historicismo aleman de 1.850. Los mismos reproches
dirigidos a los cldsicos, la misma critica al método abstracto y deductivo, la misma
recomendaci6n de observar de cerca la vida econdmica, sobre todo, el mismo relativismo
tedrico»,
Veblen nos va a actualizar a los historicistas al afirmar a lo largo de toda su
obra que la vida econémica es fundamentalmente dindmica y el sistema econémico
una realidad hist6rica sometido a un proceso de cambio acumulativo.
La nueva ortodoxia, surgida de sintesis neoclasica, y la posterior posicién de
Friedman en torno al realismo de los supuestos en Economia, dejaron en segundo
plano durante mucho tiempo las pretensiones de economia realista de los historicistas.
Sin embargo, en la actualidad algunos de los objetivos perseguidos por la
Escuela Histérica Alemana han sido retomados en el contexto de la controversia en
torno al excesivo formalismo de la economia ortodoxa, su falta de sintonia con la
realidad y su obsesién por la prediccién.2 ANDRES MARCHANTE MERA y LUIS COLOMER REAL
En definitiva, puede seguir siendo valido para muchos economistas hoy el
objetivo que se planteaba Roscher en 1.854: «Nuestro objetivo es simplemente
descubrirla naturaleza econémicay las necesidades econémicas del hombre, investigar
las leyes y el cardcter de las instituciones que se adaptan a la satisfaccién de estas
necesidades, y el mayor o menor éxito con el que han sido servidas».
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Universidad Complutense de Madrid, Madrid
RESUMEN
En este articulo se realiza una sintesis de algunas aportaciones relevantes sobre
la vigencia de la critica metodolégica de los historicistas. Tratamos de resaltar, en
primer lugar, ciertos aspectos relevantes de los economistas histéricos ingleses.En
segundo lugar, analizamos algunos puntos de vista de la tradicién filoséfica yASPECTOS ACTUALES DE LA CONCEPCION DE LA ECONOMIA EN LA OBRA DE. 23
epistemolégica alemana, en cuyo entorno debe ser entendida la Escuela Hist6rica
Alemana.Por tiltimo, el articulo se centra en las contribuciones de Roscher y Schmoller
para terminar con algunas breves consideraciones.
ABSTRACT
This article synthesizes some relevant contribution on the validity of
methodological criticism of historical economists. We try to highlight, firstly, certain
relevant aspects of the English historical economists. Secondly, we discuss some
opinions of the German philosophical and epistemological tradition and prevailing
socioeconomic condition against which the German Historical School must be understood.
Finally, the article focuses on Roscher and on Schmoller contributions and concludes
with some brief remarks.