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TEMA15-rev060201-ajb.

doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

TEMA 15
CAPTACIONES, CONDUCCIÓN Y BOMBEO
DE AGUA PARA ABASTECIMIENTO.
BOMBEO DE AGUAS RESIDUALES

15.1.- CAPTACIONES DE AGUA. INTRODUCCIÓN


15.1.1.- Captaciones de aguas superficiales
15.1.1.1.- Captación de agua de lluvia
15.1.1.2.- Captación de manantiales
15.1.1.3.- Captación de agua de ríos
15.1.1.4.- Captación de agua de lago
15.1.1.5.- Toma de agua de embalses
15.1.2.- Captación de aguas subterráneas
15.1.2.1.- Captación mediante pozos verticales
15.1.2.2.- Galerías de agua
15.2.- CONDUCCIONES. INTRODUCCIÓN
15.2.1.- Conducciones rodadas o canales
15.2.2.- Conducciones forzadas. Sifones
15.2.3.- Tipología de las conducciones
15.2.3.1.- Tuberías de fundición
15.2.3.1.1.- Juntas de fundición
15.2.3.2.- Tuberías de hormigón
15.2.3.2.1.- Juntas de hormigón
15.2.3.3.- Tuberías de acero
15.2.3.3.1.- Juntas de acero
15.2.3.4.- Tuberías de fibrocemento
15.2.3.4.1.- Juntas de fibrocemento
15.2.3.5.- Tuberías de plástico
15.2.3.5.1.- Tuberías de PVC
15.2.3.5.1.1.- Juntas de PVC
15.3.- BOMBAS. INTRODUCCIÓN
15.3.1.- Tipología de bombas
15.3.2.- Potencia para el bombeo
15.3.3.- Bombas de desplazamiento positivo
15.3.3.1.- Bombas alternativas
15.3.3.1.1.- Bombas de pistón o émbolo
15.3.3.1.2.- Bombas de diafragma o membrana
15.3.3.2.- Bombas rotatorias
15.3.3.2.1.- Bombas de engranajes
15.3.3.2.2.- Bombas de paletas
15.3.3.3.- Bombas de tornillo
15.3.3.4.- Eyector neumático
15.3.4.- Bombas centrífugas
15.3.4.1.- Clasificación de las bombas centrífugas
15.3.4.2.- Velocidad específica
15.3.4.3.- Cavitación. Altura Neta de Succión ó NPSH
15.3.4.4.- Curvas características de una bomba. Diagramas de selección
15.3.4.4.1.- Parámetros característicos de una bomba
15.3.4.4.2.- Curvas características de una bomba centrífuga.
15.3.4.5.- Bombas especiales
15.3.5.- Accesorios de las bombas
15.4.- ESTACIONES DE BOMBEO
15.4.1.- Ubicación de la estación de bombeo
15.4.2.- Caseta de bombeo
15.4.3.- Capacidad de bombeo

15.1.- CAPTACIONES DE AGUA. INTRODUCCIÓN

Un abastecimiento de agua potable puede dividirse en cinco partes: captación,


conducción, tratamiento, regulación y almacenamiento y distribución.

La captación puede ser superficial, profunda o subterránea o de otro tipo como son
hielo, rocío, etc. Suelen consistir en un orificio, colador o rejilla a través del cual entra
el agua que por una conducción pasa por gravedad a un pozo o sumidero, desde el

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cual se eleva hasta las tuberías maestras o a la instalación de tratamiento. Las


captaciones deben ubicarse y proyectarse de manera que se eliminen en cuanto sea
posible las probables interferencias con el suministro. Cuando no exista certeza de
que el servicio puede prestarse con continuidad, las captaciones deben diversificarse.

La conducción comprende los elementos de transporte desde la captación hasta:


• La estación de tratamiento.
• Los depósitos de almacenamiento.
• La propia red de distribución.
• El depósito de cabecera de la estación de tratamiento.

Asimismo, puede comprender los elementos incluidos en el transporte desde el


depósito de agua tratada de la estación de tratamiento a los depósitos de
almacenamiento para la distribución. Las conducciones pueden ser por gravedad o por
impulsión. Las conducciones por gravedad son aquellas en las que la propia energía
potencial del agua se encarga del transporte, estas a su vez se subdividen en forzadas
( a presión mayor que la atmosférica ) y rodadas ( a presión atmosférica ). Las
conducciones por impulsión son aquellas en las que la energía necesaria para el
proceso es suministrada externamente ( bombas ).

El tratamiento del agua captada se puede llevar a cabo en tres instalaciones


diferentes: depósito de cabecera, estación de tratamiento en sí y depósito de cola. El
depósito de cabecera tiene como misión desechar aguas con una eventual mala
calidad sin interrumpir el funcionamiento de la estación. El depósito de cola puede
servir para realizar reparaciones breves en la estación sin interrumpir el suministro de
agua tratada.

La regulación y almacenamiento se lleva a cabo mediante los depósitos de


almacenamiento. En ellos se trata de resolver el problema de los consumos punta. Si
estas instalaciones no existieran todos los elementos del abastecimiento deberían
estar dimensionados para el consumo máximo instantáneo (momento punta del día
máximo) con el consiguiente abaratamiento de construcción. Además almacenan agua
que puede resultar necesaria en ciertos momentos, como, por ejemplo, incendios. Por
último, permite realizar reparaciones breves sin interrumpir el abastecimiento.

La distribución de agua se lleva a cabo mediante redes que tienen por objeto conducir
y repartir agua entre los usuarios de una cierta comunidad. El problema básico de una
red de distribución es conseguir que cada usuario disponga de la cantidad de agua
con una calidad determinada que precise en el lugar y en el momento que la necesite.

Los posibles lugares de toma de agua dependen del tipo de agua de la que estemos
hablando. Así si hablamos de aguas superficiales las captaciones pueden ser de :
- Agua de lluvia.
- Manantiales.
- Agua en ríos.
- Agua en lagos de agua dulce.
- En embalses.

Cuando hablemos de aguas subterráneas, las posibles formas de captación serán:


- Pozos verticales.
- Galerías filtrantes.
Actualmente, ante la escasez del recurso se empiezan a utilizar nuevas estrategias
para la obtención de agua dulce: la desalinización del agua marina y la reutilización de
aguas residuales urbanas regeneradas.

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El criterio de selección de un modo de captación es muy complejo y se basa en varios


aspectos. Se debe tender a la solución más económica teniendo en cuenta los costes
tanto en la construcción como en la explotación. Así, mientras el agua subterránea
requiere inversiones iniciales pequeñas sus costes de operación son, por el contrario,
grandes. Por otra parte las inversiones iniciales en aguas superficiales son altas,
mientras que los costes de operación son normalmente reducidos.

De la totalidad de recursos hidrológicos del planeta los que resultan fácilmente


explotables son los lagos de agua dulce, buena parte del agua de los ríos y una
pequeña parte del agua subterránea, que tan sólo requieren una corrección de la
calidad para su uso relativamente pequeña. Para establecer estos baremos, además
de lo anteriormente citado ha de tenerse en cuenta la calidad del agua en origen.
También es importante su emplazamiento lejano o cercano al lugar a suministrar, así
como su accesibilidad. Un recurso muy lejano o poco accesible lleva a realizar obras
muy costosas que no resultan rentables, aunque el concepto de rentabilidad tiene una
componente social en cuanto a la necesidad de agua de la comunidad a suministrar.
Sirva como ejemplo ilustrativo que una población con clima seco estará dispuesta a
realizar infraestructuras económicamente más costosas que otra de clima húmedo.

Un aspecto importante, en la selección de los recursos de agua a utilizar puede ser el


análisis de los impactos ambientales de la solución adoptada. Para evaluar los
impactos puede utilizarse cualquier modelo que relacione las acciones precisas para la
captación de los recursos con las características del medio tales como: aspectos
físicos y ecológicos, uso del suelo, aspectos de aprovechamiento, aspectos estéticos,
etc..

La utilización conjunta de aguas superficiales y subterráneas ha sido muy reducida y


está limitada a unos pocos países y a determinadas áreas geográficas. Sin embargo
las realizaciones existentes son lo suficientemente satisfactorias para que sirvan como
modelos a posibles soluciones análogas.

Parece claro que debe imponerse su aplicación sistemática en sistemas complejos,


junto con una planificación hidrológica integral.

15.1.1.- CAPTACIÓN DE AGUAS SUPERFICIALES

La tendencia normal ha sido la de captar las aguas superficiales con caudales


mejor conocidos y más accesibles, pero la aparición de la contaminación afecta de
forma más directamente y de forma más inmediata a las aguas superficiales. La
contaminación, sin duda, y la necesidad de localizar nuevos recursos va modificando
la tendencia hacia el uso de aguas subterráneas. Las diferencias entre aguas
subterráneas y superficiales pueden resumirse en el siguiente cuadro:

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Características Agua subterránea Agua superficial


Costes localización Alto Bajo
Coste proyecto Alto Bajo
Garantía de caudales según estudio Medio Alto
Composición físico-química Constante y en general Variable y en general
buena mala
Temperatura Constante Variable
Riesgo de polución Mínimo Grande
Permanencia de la polución Grande Mínima
Consecuencia de su captación para Variable Variable
agricultura, naturaleza y medio
Coste de captación, depuración y Bajo Más elevado
almacenamiento
Coste de transporte principal Generalmente menor
Coste de control de las aguas Bajo por constancia de Alto
calidad

15.1.1.1.- Captación de agua de lluvia

La captación del agua de lluvia es un recurso extremo, que tan sólo se emplea
en aquellos casos justificados por circunstancias especiales. Se aplican siempre a
edificaciones aisladas, caseríos o pequeños pueblos. Puede constituir una solución
aceptable como reserva de estiaje en las regiones de lluvias escasas y desiguales,
resolviéndose de esta forma la escasez estacional de otros recursos más fácilmente
captables.

Una captación de agua pluvial consta de las siguientes partes:

• Una superficie de recogida de agua, que debe estar limpia y ser lo


suficientemente impermeable como para no permitir que cierta parte
importante del agua precipitada se pierda por infiltración en el terreno.
Puede ser un tejado ( que no sea de paja, cartón o metal ) un patio
empedrado o de hormigón, una ladera no cultivada o, en general,
cualquier superficie preparada con tal fin.

• Un depósito en el que se almacene el agua, denominado aljibe, que se


construye subterráneo para minimizar las pérdidas por evaporación y
preservar la temperatura del agua.

• Un tratamiento del agua recogida que generalmente se reduce a una


simple filtración sobre lecho de arena y se realiza en el interior del
propio aljibe. En ocasiones se añade un depósito de decantación.

• Un desagüe de fondo que permita su vaciado y un aliviadero que


permita evacuar las cantidades sobrantes. Además deben estar
dotados de registros de limpieza y ventilación.

Pueden definirse los siguientes tipos de cisternas o aljibes:

• Aljibe veneciano. Se denomina así por haber sido usado de forma


intensiva en la ciudad de Venecia, bajo los patios de sus casas. Consta
de un volumen revestido, lleno de material filtrante, con un pozo central
de toma y canales laterales de entrada donde se produce una
decantación elemental. El agua pasa de los canales al interior de la
masa filtrante, recorriéndola de arriba a abajo y entrando por su parte

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inferior. El material filtro se subdivide en 3 o 4 capas de granulometría


diferente.
Tiene la ventaja de que su bóveda se apoya directamente sobre el
material filtro y el inconveniente de que su capacidad útil es del 30% al
40% de su volumen total.

• Aljibe de filtro superior. Recoge el agua y ésta pasa por un filtro


situado en su parte más alta que desemboca en el aljibe propiamente
dicho. De esta forma el agua no permanece en el filtro más tiempo del
necesario para su filtración. Su bóveda es exenta, pero su capacidad es
casi el 100% de su volumen.

• Aljibe americano. Recoge el agua directamente, y ésta pasa por un


filtro de arena de granulometría creciente, que se constituye en anillos
cilíndricos superpuestos en torno al tubo de aspiración, en el momento
de su salida.

• Aljibe alemán. Está compuesto por un depósito de recogida de agua,


un filtro de arena y una cámara o pozo de toma además de un
aliviadero.

15.1.1.2.- Captación de manantiales

El agua de infiltración puede seguir varios caminos:

• Se infiltra al terreno y se mantiene con una superficie libre a presión


atmosférica. Constituye de esta manera un acuífero libre. Un caso
especial son las aguas subálveas, alimentadas directamente por un
cauce fluvial.

• Sale al exterior en determinados puntos. Formando de esta manera


manantiales.

• Pasa a capas más profundas situándose entre estratos de diferente


permeabilidad, formando acuíferos confinados.

Los manantiales pueden clasificarse en tres grupos:

• Manantiales de afloramiento. Estos manantiales suelen aparecer en


las laderas de los valles, o en los afloramientos de formaciones
impermeables, saliendo el agua a través de sus discontinuidades. Si
aparecen a lo largo de curvas de nivel de un valle suelen presentar
líneas de humedad a lo largo de la ladera aunque lo más corriente es
que solo aparezcan en los puntos bajos de los valles. Si el valle está
labrado en un sinclinal pueden aparecer manantiales en ambas laderas.
Si lo está en un anticlinal es imposible que haya manantiales. Si el valle
es monoclinal lo normal es que aparezcan los manantiales en los
puntos aguas arriba del buzamiento de los estratos aunque si hay
próximo un anticlinal pueden aparecer aguas abajo.

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AFLORAMIENTO

• Manantiales de emergencia. Estos manantiales proceden de la


elevación de la capa freática hasta alcanzar la vaguada. Están, pues,
sujetos a las modificaciones de caudal correlativas a las del manto y a
las variaciones estacionales del nivel de agua.

EMERGENCIA

• Manantiales de grieta o filón. Los manantiales de grieta o filón surgen


cuando hay veneros ascendentes que tienen carga suficiente para salir
al exterior. La mayor parte de las fuentes termales y medicinales son de
este tipo. En terrenos muy permeables las salidas al exterior de las
aguas de infiltración pueden ser resurgencias o exurgencias. Las
primeras provienen de veneros encajados en diaclasas y las segundas
son alimentadas por absorciones múltiples y a veces por
condensaciones internas. Los manantiales de filón por provenir de
terrenos fisurados suelen ser abundantes, pero con grandes variaciones
de caudal, y sus aguas sufren casi siempre turbiedades que obligan a la
filtración. Las fuentes vauclusianas son las que presentan semejanza
con la famosa Vaucluse (Francia).
FILON O GRIETA

ZONA FISURADA

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FUENTE
VAUCLUSIANA

Las tomas o arquetas para captación de manantiales deben construirse con materiales
inertes, que no se disgreguen, evitando la producción de obstrucciones de las venas
líquidas.

En las obras de captación propiamente dichas, así como en las casetas de


manantiales a la vez de facilitar y conducir las aguas que se pretenden captar, debe
prestarse atención muy especial a la operación contraria, la impermeabilización en el
sentido más amplio, buscando el cumplimiento de las siguientes condiciones
necesarias en toda obra de captación:

a) Impedir la contaminación de las aguas, por penetración de aguas


exteriores o elementos extraños como tierras, seres vivos, productos
orgánicos e inorgánicos de cualquier tipo.

b) No permitir cambio alguno en la calidad del agua como consecuencia


del empleo de materiales inadecuados en la construcción.

c) Conservación de las condiciones físicas del agua captada,


especialmente en cuanto a temperatura y gases. Esta condición se ve
incrementada en el caso de aguas minerales y termales.

d) Eliminación de arenas. Esto se lleva a cabo mediante un elemento, a


veces imprescindible, que se llama arenero. Su función es recoger toda
la arenilla que arrastre el agua.

e) Regulación automática del caudal a conducir.

f) Imposibilidad de penetración de organismos extraños, tierra u objetos.


Cuando la obra de captación está próxima a la superficie del terreno es
aconsejable protegerla tanto en cubierta como en los paramentos
exteriores con una capa de arcilla de 25 cm. de espesor, que
desempeña un papel impermeabilizante a la vez que actúa como
aislante térmico. Los elementos de ventilación que se coloquen estarán
protegidos mediante rejillas y tamices u otro dispositivo tendiente a
evitar la entrada de insectos, roedores o incluso a los lanzamientos de
tierra u objetos desde el exterior.

15.1.1.3 - Captaciones de agua en ríos

Las captaciones fluviales son, sin duda, las más delicadas obras de toma. Por
una parte, el agua de los ríos presenta problemas de calidad: variaciones estacionales
de la temperatura, contaminación por efluentes urbanos e industriales ( vertidos de
A.R.U. o A.R.I. ) aguas arriba, fuertes puntas de turbiedad en avenidas y aguas con

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gran carga de materiales en suspensión o en forma disuelta, además de


contaminación bacteriológica. Por tanto, debe seleccionarse cuidadosamente el punto
de captación. Por otra parte, las variaciones estacionales de caudal pueden ocasionar
serios problemas a la hora de conseguir el caudal de captación durante el estiaje, sin
perjudicar a terceros ( pesca, riegos, navegación, etc. ). En alguno de estos casos
puede ser necesario regular el río por medio de un embalse. Finalmente otros factores
hidrológicos que condicionan la captación son la inestabilidad del fondo, las
variaciones del nivel de agua, la navegación y la flora acuática.

Así pues, en las captaciones fluviales sin vegetación debe bastar con el caudal de
estiaje para abastecimiento, sin que el curso del agua resulte perjudicado por esta
toma.

La tipología de captaciones de agua en ríos es la siguiente:

• Captaciones de fondo. En las captaciones de fondo se coloca el punto


de toma, que deberá ir dotado con una alcachofa que impida el paso de
impurezas de gran tamaño, sobre el lecho del río. Esta solución se ve
afectada por los siguientes factores:

- La estabilidad del lecho del río. Deben prevenir se los


aterramientos o el arrastre de la tubería de toma. Esta solución
será tanto más recomendable cuanto más estable sea el lecho
fluvial.

- El nivel mínimo de estiaje. Es conveniente que el punto de toma


quede sumergido, al menos un metro, por debajo del nivel de
agua. Esta solución será tanto más recomendable cuanto mayor
sea el nivel mínimo de estiaje.

- El nivel máximo de avenidas. Es necesario situar los elementos


más delicados de la captación ( caseta de compuertas, estación
elevadora, etc. ) fuera del alcance de las riadas. A este respecto
es también de gran importancia la topografía de las riberas,
escogiéndose con preferencia las orillas escarpadas y demás
lugares donde el agua sea profunda y fluya con rapidez.

- La navegación. Si ésta existe, no debe poner en peligro la


captación. A este respecto este tipo de solución debe
rechazarse si no es posible realizarla sin que existan
interferencias entre ella y la navegación.

La toma de agua puede realizarse directamente sobre el fondo del río.


En este caso la alcachofa o coladera se coloca cubierta con una capa
de 50 cm. de gravilla y la tubería de salida enterrada en el fondo. Es
necesario para esta solución un lecho estable y la no existencia de
riesgo alguno por parte de arenas o limos.

• Captaciones de orilla. La toma se coloca sobre una de las márgenes


del río. Para ello se realiza una protección con escollera, gaviones u
otros elementos, sobre la que se abre la boca de entrada al pozo de
toma, donde se encuentra la alcachofa y la tubería de salida. La boca
de entrada debe quedar protegida por una rejilla que impida el paso de
objetos de gran tamaño al pozo. Esta solución no se ve tan influenciada
como la anterior por los niveles mínimos del río y se interfiere mucho

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menos con la navegación ( salvo en la formación de remolinos). En este


tipo de captación, es frecuente instalar un proceso de predecantación a
continuación de la boca de entrada, sobre todo cuando se utilizan
bombas de elevación a fin de preservar éstas del desgaste.

• Captaciones en canal derivado. Esta solución consiste en derivar un


canal del río. Sobre este canal se sitúa suficientemente alejada la toma
de agua. De esta forma es posible independizarse de todos los
problemas que origina el propio río: niveles máximos y mínimos,
navegación, inestabilidad de lechos y riberas, etc..

• Captaciones en torre de toma. Este tipo de captaciones consiste en


una torre cimentada sobre el fondo del río con entradas a diversas
profundidades, de tipología muy similar a las usadas en los embalses.
Tienen la gran ventaja de poderse seleccionar la profundidad de calidad
óptima en cada momento, pero exigen un fondo adecuado para la
cimentación y grandes profundidades de agua en el río.

• Captaciones mediante pozos subálveos. En este caso las aguas del


río se captan mediante uno o varios pozos realizados en el subálveo del
río. De esta forma se independiza la captación de los problemas propios
del río y se consigue un agua de mejor calidad debido a la filtración
natural a través del terreno, dependiendo de la granulometría del
acarreo y la distancia de filtración.

15.1.1.4.- Captación de agua en lagos

El agua de los lagos suele presentar, en general, buenas características de


calidad debido a la autodepuración por sedimentación que experimenta durante su
largo reposo en ellos.

Sin embargo, si el lago es pequeño, poco profundo o sus riberas están densamente
pobladas, la captación debe localizarse donde el peligro de contaminación sea
mínimo, lo que puede exigir el estudio de las corrientes y de los vientos, y
especialmente el movimiento de las aguas residuales o residuos industriales que
puedan descargarse sobre el lago.

Las principales condiciones que debe cumplir una captación de agua lacustre son:

a) Situarse a una distancia no menor de 600-900 metros de la ribera en


zona de aguas no contaminadas.
b) Situarse a una profundidad no menor de nueve metros a fin de evitar la
actuación perturbadora del hielo, oleaje, etc.. Si es posible resulta
recomendable llegar a 30-40 metros donde pueda obtenerse agua de
buena calidad y temperatura constante.
c) Situar la abertura de captación a más de dos metros sobre el nivel del
fondo del lago, a fin de que el agua captada no arrastre limos o barro.
d) La velocidad de entrada del agua debe ser baja para que no se
produzcan excesivos arrastres de cuerpos flotantes, sedimentos, hielo,
peces, etc.. Es recomendable una velocidad de entrada menor que 15
centímetros por segundo.

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Las captaciones de aguas lacustres pueden ser de tres tipos:

• Captaciones de torre. Son especialmente indicadas para aquellos


casos en los que la toma está por encima de los quince metros bajo el
nivel del lago.
• Captaciones de alcachofa. Están constituidas por una tubería que
termina en codo de noventa grados y una alcachofa situada por encima
de los dos metros sobre el fondo.
• Captaciones de rejilla. Estas tomas están constituidas por una rejilla
horizontal situada sobre una bancada de escollera que la eleva varios
metros sobre el fondo.

15.1.1.5.- Toma de agua en los embalses

Aunque no existe inconveniente alguno en que en los embalses para


abastecimiento de poblaciones puedan instalarse centrales a pie de presa, en cuyo
caso el caudal de conducción arrancaría de la cámara de salida de turbinas, lo más
corriente es que, dados los no grandes caudales de abastecimiento aislados, no sea
importante el aprovechamiento de la energía y haya que efectuar la toma
exclusivamente para el abastecimiento.

El número y capacidad de las tomas de agua dependen esencialmente del volumen


embalsado, de la profundidad del embalse y de los caudales a servir.

En caso de grandes embalses y mucho caudal requerido por los servicios, si la toma
fuese única, sería forzoso colocarla a la máxima profundidad útil de la presa. Ello
requeriría grandes secciones transversales de los conductos de toma, con las
consiguientes dificultades de funcionamiento, coste de los aparatos de cierre y falta de
seguridad en la permanencia de los servicios al originarse una avería en dicha toma.
En este caso es evidente que conviene multiplicar las tomas y disponer éstas a
diferentes alturas.

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Por otra parte, la principal característica de las aguas embalsadas es su calidad,


variable según a la profundidad a la que se encuentre. Efectivamente las aguas de la
superficie presentan una importante vida acuática, pueden estar contaminadas por
sustancias flotantes y presentan variaciones de temperatura. Las aguas de fondo en
cambio pueden estar contaminadas por los productos de la descomposición anaerobia
de las materias orgánicas sedimentadas. Habitualmente el agua de un embalse se
toma unos pocos metros por debajo de la superficie.

Por todo lo anteriormente citado y por las variaciones de nivel del embalse, la tipología
de las captaciones de agua en los embalses es siempre de tomas múltiples a
diferentes alturas, ya que de esta forma es posible seleccionar el punto más
adecuado. El número de tomas es muy variable pero generalmente oscila entre tres y
ocho.

Se distinguen dos tipos principales: los adosados al trasdós de la presa y los de torre.
Ambos tienen una tipología muy similar puesto que constan de un conducto vertical de
forma aproximadamente cilíndrica en el que se sitúan las distintas tomas, dotadas de
válvulas a diferentes profundidades que se manejan desde la parte superior, fuera del
nivel máximo del embalse. Este conducto cilíndrico se consigue, bien realizado sobre
el trasdós de la presa, cuando la tipología de ésta lo permita (es inviable en presas de
materiales sueltos, por ejemplo) o bien mediante la construcción de una torre
cilíndrica, que se une a la coronación de la presa o a una de las laderas por medio de
una pasarela.

15.1.2.- CAPTACIÓN DE AGUAS SUBTERRÁNEAS

Las aguas subterráneas son una importante fuente de abastecimiento de agua


potable y promete serlo aún más en el futuro con el desarrollo de las técnicas de
perforación y explotación con el progresivo agotamiento de las aguas superficiales, las
aguas subterráneas irán cubriendo, en un porcentaje cada vez mayor, las necesidades
humanas.

En 1994, en España, las aguas subterráneas (según ITGE, J. M. Perrúa)


suministraban agua potable para un 32% de la población y para un 29% de las
hectáreas de regadío.

Por otra parte cabe destacar que las aguas subterráneas representan un coste muy
bajo en cuanto a la construcción de infraestructuras, debido a su cercanía a los puntos
de consumo. Además presentan una escasa oscilación de caudales en el tiempo y una
uniformidad en la calidad dada la oscilación lenta en el tiempo de los niveles de los
acuíferos.

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15.1.2.1.- Captación mediante pozos verticales

Bajo la denominación de pozos verticales pueden entenderse comprendidos


todos aquellos que se proyectan y construyen para obtener agua, por penetración
vertical de la obra de captación en una capa acuífera, pudiendo disponer o no de
obras horizontales que faciliten la entrada de agua en el pozo.

La extracción del agua en ellos se realiza, en general, por medio de bombas, movidas
por motores eléctricos. El proyecto de un pozo vertical comporta la definición de varios
parámetros, alguno de los cuales están ligados entre sí, como son:

- Profundidad.
- Método de perforación.
- Entubado.
- Diámetro.
- Longitud de la zona de captación.
- Área libre de captación ( rejilla ).
- Relleno de grava.
- Aspectos constructivos.
- Desarrollo.
- Protección sanitaria.
- Caudal a extraer y su variación en el tiempo.

Los tipos de pozos verticales son fundamentalmente dos: pozos excavados y pozos
perforados.

• Pozos excavados: La excavación de pozos a mano fue el único sistema de


construcción en tiempos pasados, y aun sigue utilizándose en aquellos lugares
donde aún no ha llegado o no es posible la mecanización. Un pozo excavado
se caracteriza por el hecho de que en su construcción la mecanización es
escasa y, en general, por su gran diámetro (mayor que 1.5 metros ).

Veamos algunos aspectos a considerar de este tipo de pozos:

Profundidad: La profundidad que deba ser alcanzada por un pozo vertical


vendrá definida fundamentalmente por las características de la formación a
explotar. Únicamente cabe señalar que este tipo de pozo suele penetrar tan
sólo ligeramente en la capa acuífera, debido a su carestía y gran diámetro. Sin
embargo, puede decirse que a partir de unos pocas decenas de metros, este
tipo de pozos es difícilmente rentable. Si no son totalmente penetrantes se
requiere un tratamiento hidráulico específico. Los órdenes de magnitud, en el
concepto de profundidad, son de veinte a treinta metros en condiciones
normales y más de cien metros en rocas poco permeables o con niveles
freáticos profundos.

Sistemas de construcción: Podemos distinguir dos sistemas fundamentales:

- Tradicional: Conocido popularmente bajo la denominación " a pico y


pala ", si bien pueden adoptarse ciertas mecanizaciones: uso de
explosivos, extracción de materiales con torno eléctrico, etc., sobre todo
en terrenos duros.
Los problemas básicos de este tipo de excavación los constituyen el
achique de agua, que implican la necesidad de bombas en algunos
casos muy potentes, y la seguridad del personal. En este último aspecto
debe considerarse la problemática del desprendimiento evitándola

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mediante revestimientos de anillos de ladrillo u hormigón. También es


importante el posible sifonamiento del fondo que nos obliga a limitar la
profundidad o bien a colocar tablestacas provisionales en la
construcción y un cierre de fondo para la explotación.

b c d
a

NF

a. reci‚n constru¡do

b. en explotaci¢n. sifonamiento
c. pozo aterrado

d. construcci¢n de cierre de fondo

- Sistema indio: En este tipo de pozos el revestimiento se realiza en


superficie, introduciéndose, a medida que se va excavando, el pozo
mediante un encofrado deslizante. También se utilizan anillos de
hormigón prefabricado. El extremo inferior del revestimiento suele llevar
una zapata cortante de acero que se va hincando mediante el peso
propio del revestimiento o bien mediante empuje mecánico. Su
construcción se hace de forma rápida y segura. Si hay mucho
rozamiento lateral es necesario mayor esfuerzo en la hinca.

Diámetro: Cuando en el interior del pozo ha de instalarse maquinaria o han de


realizarse trabajos que requieran intervención humana, ha de ponerse un
diámetro de unas ciertas dimensiones mínimas. También en acuíferos de muy
poco espesor, para conseguir una velocidad de entrada no muy elevada no
queda otro remedio que aumentar considerablemente el diámetro.

Zona de admisión de agua: La entrada de agua se realiza a través de aberturas


en el revestimiento ( ladrillos y hormigón con perforaciones, juntas abiertas,
mechinales, etc. ). Las rejillas de doble capa solo son aptas para diámetros
pequeños, en torno a un metro. Consisten en dos tuberías perforadas
concéntricas unidas por pasadores, para aportar la rigidez necesaria, rellenas
de grava que actúa como filtro estabilizador y lastre que ayuda en la
colocación.

Tipología: Dentro de la tipología de los pozos excavados pueden distinguirse


los pozos normales y los especiales. Los llamados normales pueden, a su vez,
dividirse en pozos de bomba superior al nivel de agua ( hombre por encima del
nivel de agua ) y en pozos con cámara estanca para el alojamiento de bombas
( hombre situado bajo el nivel del agua en esta cámara ).

Los pozos especiales son aquellos que se utilizan para la construcción de


drenes radiales. Estos pozos constan de dos partes fundamentales:

a) Un pozo vertical con pared de hormigón armado y solera de


hormigón en masa de diámetro comprendido entre 1.6 y 6 metros.

b) Un conjunto de drenes horizontales radiales situados en uno o más


niveles y conectados con el pozo vertical, en el que desaguan a través
de válvulas de compuerta.

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El diámetro está entre 20 y 30 cm y los drenes horizontales se hincan con


empuje desde la pared opuesta.

Los procesos constructivos son tres fundamentales: Ronney, Fehlmann y


Clause.

El proceso Ronney es debido al ingeniero americano Leo Ronney que lo


desarrolló en 1934 en California. En este proceso se hincan directamente los
drenes definitivos en el terreno, dotándolos de cabezas especiales de avance.
Su espesor es de 8 mm. ( muy gruesos ) y su diámetro estará entre 216 mm y
316 mm.

El procedimiento desarrollado por H. Fehlmann, de Berna, en 1947 utiliza tubos


de perforación de 267 mm de diámetro y 3 mm de espesor que se retiran
después de la colocación de los filtros. Con ello se consigue que el material y la
abertura de las ranuras de los tubos filtrantes, puedan ser elegidos de acuerdo
con las características químicas del agua y con la granulometría y
permeabilidad del acuífero.

Por último está el procedimiento francés de Clause que consiste en una hinca
inicial de tubos metálicos para posteriormente realizar un desarenado coaxial
con aire comprimido y por último, una retirada del tubo inicial.

• Pozos perforados: Sus principales características son

Profundidad: La profundidad que deba ser alcanzada vendrá definida


fundamentalmente por las características de la formación a explotar.
Generalmente la perforación alcanza hasta el estrato impermeable. Cuando la
zona de filtración abarca la totalidad del espesor del acuífero el pozo es
totalmente penetrante. Si tan sólo abarca una parte del acuífero el pozo se
llamará incompleto. Si el pozo es incompleto pero su zona filtrante se inicia en
el techo o en la base del mismo, el pozo se denomina parcialmente penetrante.
S N S N

Los métodos de perforación serán función, en general, de la profundidad a


alcanzar, el diámetro necesario y la naturaleza del terreno. Sin embargo, puede
apuntarse el interés, en principio, del método de percusión en zonas
compactas, friables y de dureza media, así como en formaciones fisuradas. La
perforación por rotación es recomendable, en general, para terrenos
incoherentes y también en casos de elevada dureza y fragilidad.

La naturaleza de los terrenos atravesados o condiciones de funcionamiento del


pozo, pueden aconsejar, o incluso exigir, el revestimiento de las paredes del
mismo. Para sostener los tramos ya perforados durante la construcción del
pozo puede ser necesaria una entubación provisional. El entubado definitivo de
un pozo desempeña, en general, dos misiones: sostener las paredes de la

T15/P14 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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perforación y constituir la conducción hidráulica que pone en comunicación el


acuífero con el exterior.

Diámetro: Un gran diámetro aumenta mucho el coste y no tanto el caudal.


Sirvan como ejemplo estos órdenes de magnitud:

Diámetro en Caudal (l/s)


pulgadas
6 10
8 15
10 25
12 40
14 60
16 80
20 120
24 190
30 >190

Por otra parte el diámetro disminuye normalmente con la profundidad. Además


en todo pozo se pueden distinguir tres tramos, dependiendo del diámetro, no
siempre bien definidos, que son, de abajo a arriba:

a) El tramo en que se produce la entrada, procedente de la capa


acuífera. Este diámetro deberá ser aquel que disponga de un área libre
para el paso del agua tal que las pérdidas de carga por dicho paso sean
mínimas.

b) El tramo que enlaza con el anterior hasta el punto de situación de la


bomba si ésta existe, que será siempre menos en el caso de pozos
surgentes.

c) El tramo que comprende desde la bomba al exterior. El diámetro en


este tramo debe permitir el paso de la bomba con las holguras
recomendables, y, por lo tanto, vendrá condicionado por las
características de ésta última.

Características de la zona de captación: La zona de admisión del agua al pozo


constituye, sin duda, la parte esencial del mismo no debiendo quedar nunca en
seco. Aún cuando, en ocasiones, no se coloca elemento alguno en esta zona,
lo más frecuente es realizar un revestimiento al que suele denominarse rejilla.
Una rejilla bien proyectada debe permitir que pase al interior del pozo agua
limpia de materiales sólidos y con una pérdida de carga admisible.
La selección de la rejilla para un determinado pozo comprende la elección de la
longitud, diámetro, tamaño de abertura y metal que satisfagan las condiciones
de proyecto.

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En cuanto a la longitud, la rejilla debe ser lo más larga posible, sin que sea tan
larga que pueda restringir el descenso del nivel dinámico en el pozo, puesto
que, a ser posible, una rejilla no puede quedar nunca en seco, a fin de
prolongar su vida. Las situaciones serán diferentes en función del acuífero.

En acuíferos confinados lo ideal sería la colocación de la rejilla en todo el


espesor del acuífero siendo lo más económico y práctico ocupar entre un 70%
y un 80% de la longitud. La rejilla bien puede ser colocada entera o a tramos,
además la disposición será simétrica respecto al espesor del acuífero.

En cuanto a los acuíferos libres el problema es más complejo ya que una rejilla
larga disminuirá la convergencia de las líneas de flujo y aumentará así la
capacidad específica del pozo. Por otra parte la instalación en el pozo de una
rejilla de menor longitud da la posibilidad de que el pozo pueda trabajar con un
mayor descenso dinámico. Se ha demostrado que existe una relación entre el
caudal sacado y el descenso del nivel del pozo. Generalmente, para un
acuífero libre de gran espesor y homogéneo es aconsejable una longitud de
rejilla entre un tercio y la mitad del espesor de la capa saturada.

Para definir adecuadamente el tamaño de abertura de una rejilla deben


realizarse análisis granulométricos de muestras representativas de la formación
acuífera. La experiencia viene demostrando que para el caso de pozos sin
relleno de gravas debe seleccionarse un tamaño de ranura que retenga entre
un 40% y un 60% del material. Si se ha de colocar relleno de grava artificial son
recomendables aberturas que retengan al menos el 90% del material de
relleno.

El diámetro de una rejilla es un factor que se establece una vez definidas la


longitud y la abertura y disposición de las ranuras. Junto con ellas se define el
área de captación.

Una velocidad de admisión adecuada es un factor a tener en cuenta. Una


velocidad igual o menor a 3 cm/seg evita la formación de incrustaciones y

T15/P16 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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constituye un valor recomendable. En la tabla contigua pueden verse las


velocidades recomendables de paso de agua por la rejilla en función de la
permeabilidad del terreno:

Permeab. terreno (m/día) Velocidad óptima (cm/seg)


>240 6
200 5
160 4.5
120 4
100 3.5
80 3
60 2.5
40 2
20 1.5
<20 1

El metal adecuado para la rejilla dependerá de tres factores:


- Composición química del agua ( grado de mineralización ).
- Presencia de limos bacterianos.
- Necesidad de resistencia de la rejilla que deberá soportar esfuerzos
de compresión, presión lateral y tracción.

Otros aspectos: En algunos casos no es suficiente con la colocación de una


rejilla para garantizar el correcto funcionamiento del pozo, sino que se hace
necesario colocar un relleno de grava, de características determinadas, en el
espacio anular que queda entre la pared del terreno perforado y la rejilla. Estos
rellenos de grava son especialmente recomendables en los siguientes casos:

- Acuíferos de arenas finas y uniformes.


- Formaciones muy estratificadas con capas alternativas de materiales
gruesos, medios y finos.
- Aguas muy incrustantes.
- Cuando el material del acuífero es arenisca pobremente cementada.

• Análisis comparativo entre pozos perforados y excavados

- Si el nivel del acuífero es profundo se impone el pozo perforado.


- En acuíferos poco permeables, con bombeo intermitente, es mejor el pozo
excavado, ya que actúa como depósito regulador.
- En acuíferos de muy poco espesor, para una velocidad de entrada
determinada, el aumento de caudal necesita un fuerte aumento de
diámetro.
- Los pozos excavados son generalmente más caros que los pozos
perforados.
- El peligro de colmatación es menor en un pozo excavado que en un pozo
entubado.
- Los pozos excavados (poco profundos ) se pueden ver muy afectados por
las variaciones estacionales del nivel freático.

15.1.2.2.- Galerías de agua

Las galerías de agua son túneles de sección reducida y ligera pendiente


ascendente que se internan en el interior de una montaña en busca de puntos

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inferiores al nivel freático, que permitan un cierto caudal de agua de procedencia


subterránea.

La ejecución de estas galerías es muy costosa por lo que su empleo ha quedado


reducido a casos muy concretos, como pueden ser las Islas Canarias. Las galerías
filtrantes tienen su origen en los llamados Kanats que se desarrollaron hace 2700 años
en América, Persia, Pakistán, Egipto, etc.. Los Kanats están constituidos por una
galería conectada a pozos de ventilación cada 50-100 m., hasta encontrar un punto
donde aflora el agua que era conducida por la propia galería hacia el exterior. Algunos
Kanats tienen casi 50 Km. de longitud y alcanzan una profundidad de hasta 120 m..
También se pueden considerar antecedentes históricos de este tipo de procedimientos
constructivos a las "minas" del llano de Barcelona y a los "viajes" de Madrid en el siglo
XVI.

El sistema consiste en la construcción de una galería en la zona próxima a la


emergencia del acuífero mediante los métodos constructivos habituales en minas
pudiendo ser revestidos o no dependiendo del terreno. Estas galerías se suelen
construir visitables y se pueden realizar sondeos adicionales.

En las Islas Canarias estas galerías se construyeron para captar manantiales y


rezumes, pero poco a poco se fueron prolongando hasta entrar en el cuerpo de agua
principal de las islas. Dado lo abrupto del terreno, es raro que tengan pozos de
ventilación, quedando como único acceso la boca de la propia galería. En Tenerife y
Gran Canaria son frecuentes longitudes de dos kilómetros pudiendo llegar incluso a
cinco kilómetros.

Una peculiaridad de este tipo de construcciones es que no permiten, generalmente,


controlar el caudal.

15.2.- CONDUCCIONES. INTRODUCCIÓN

El objetivo de las conducciones consiste en transportar el agua hacia la red de


distribución. A lo largo de este trayecto se encuentra la ETAP y termina, generalmente
en un depósito situado en cabecera de la red de abastecimiento.

Para realizar el transporte de agua pueden emplearse diferentes sistemas de


conducción:

• Circulación por gravedad, que puede ser de los tipos siguientes:

1. Conducciones con transporte en lámina libre o rodadas. Son canales


abiertos o cerrados que conducen el agua (su superficie se encuentra a
la presión atmosférica) gracias a la diferencia de nivel entre sus
extremos.

2. Conducciones con circulación del agua a presión o forzadas. En estos


sistemas el agua circula por gravedad pero a diferencia de los
anteriores, la línea piezométrica no coincide con la superficie del líquido
sino que se sitúa por encima.

• Circulación por impulsión. Gracias al empleo de una instalación de


bombeo las aguas pueden ganar cota. Obviamente en estas conducciones
el agua se encuentra a una presión superior a la atmosférica.

T15/P18 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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Lo más habitual es la combinación de las conducciones con


circulación por gravedad y las impulsiones, así como dentro
de las primeras las rodadas y forzadas. Es decir, que en una
conducción desde la captación hasta el depósito de cabecera
no es infrecuente encontrar los tres sistemas. En la figura
siguiente se muestra un esquema de un perfil longitudinal de
una conducción en el que se muestran los tres tipos antes
comentados.

 



 





  
  

 

 
 
 


  
 





15.2.1.- CONDUCCIONES RODADAS O CANALES

Las características que deben tener los canales son (Paz y Paz, 1962):

• Sección transversal con formas redondeadas para evitar aterramientos.


• Velocidad mínima de 0,6 m/s a sección llena.
• Mínima rugosidad para evitar los depósitos de materia orgánica.
• Gran impermeabilidad.
• Inatacabilidad (tanto por las aguas conducidas como por las aguas
exteriores al canal) de los materiales de que estén constituidos.

Los canales que transportan agua potable deben estar cerrados, especialmente si
están situados aguas abajo de la ETAP. En general para caudales inferiores a 1 m3/s
se prefiere recurrir a tuberías.

Los canales presentan el inconveniente frente a una tubería forzada de que su perfil
longitudinal debe mantenerse entre unos valores límite de la pendiente para no
alcanzar velocidades excesivas. Por tanto, su trazado en planta debe ir buscando las
líneas de nivel e ir reduciendo cota progresivamente. Por el contrario, en terrenos muy
llanos sólo quedará la alternativa de construir conducciones rodadas.

Un elemento auxiliar de los canales son las almenaras. Son aliviaderos que permiten
dejar en seco un tramo de la conducción mediante el cierre de unas compuertas.

A veces la orografía impide la continuación de una conducción rodada sin efectuar una
obra especial. Entre estas destacan las siguientes:

• Túneles. Permiten el paso de la conducción salvando obstáculos como una


montaña. También se emplean en las conducciones a presión.
• Acueductos. Se emplean para cruzar una vaguada. Consisten en una
estructura resistente sobre la que se sitúa el canal.
• Sifones. Como los acueductos también sirven para cruzar una vaguada
(realmente deberían llamarse sifones invertidos) pero en este caso

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P19


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mediante una conducción forzada que discurre sobre el terreno (o enterrada


en zanja) de la vaguada. Como los sifones ya constituyen otro tipo de
conducción por gravedad los estudiaremos en el siguiente punto.

15.2.2.- CONDUCCIONES FORZADAS. SIFONES

Como ya se ha comentado las conducciones forzadas transportan agua a


presión con la ayuda de la fuerza de la gravedad. Su funcionamiento se basa en el
sifón invertido.

En el caso de tener que cruzar una vaguada debe hacerse una valoración económica
entre la alternativa de usar un canal dando un rodeo (si la orografía lo permite) o la
construcción de un sifón. En general el sifón produce una mayor pérdida de carga y es
de mantenimiento más delicado que el canal (Paz y Paz, 1962). De hecho es frecuente
emplear una doble conducción en previsión del fallo de una, dejando suficiente
espacio entre ambas para poder realizar las reparaciones.

El dimensionamiento de los sifones se hace de tal forma que la línea piezométrica


entre los puntos de salida y llegada no corte en ningún punto a la tubería. Se suele
dejar una distancia de seguridad (generalmente 2 m) entre el punto más desfavorable
de la tubería y la línea piezométrica para prevenir efectos secundarios que
incrementen la pérdida de carga y, por tanto, una bajada de dicha cota a un nivel
inferior al del punto más desfavorable. Obsérvese que si algún punto de la tubería está
por encima de la línea piezométrica se produciría una depresión que podría producir
problemas e incluso impedir la circulación del agua.

En los puntos bajos de la conducción se colocan desagües para poder dar salida al
agua en caso de avería. En los puntos altos se colocan ventosas para permitir la
salida del aire que pueda haber entrado en la conducción o el generado por bajadas
de presión en los tubos. Si la cota del punto alto en el que se sitúa la ventosa está muy
próxima a la línea piezométrica las ventosas funcionan mal, en este caso a veces se
construyen torres a modo de chimeneas de equilibrio en donde el agua está en la
parte superior a la presión atmosférica y se puede dar salida al aire.

Las cabezas y salidas de los sifones consisten en unas arquetas que reciben las
aguas de la conducción rodada y presentan el arranque del sifón en un punto inferior a
la superficie de la cámara. En la salida del sifón si el agua conserva energía suficiente
puede ser necesario dimensionar la cámara de llegada como una cámara de rotura de
carga.

Si la diferencia de cotas entre la entrada y la salida de una conducción es elevada


puede ser necesario ir rebajando gradualmente la línea piezométrica. Esto se realiza
con arquetas de rotura de carga o con elementos que originan una gran pérdida de
carga.

15.2.3.- TIPOLOGÍA DE LAS CONDUCCIONES

En función del tipo de construcción se pueden clasificar en:

• Fabricadas in situ. Actualmente sólo se realizan de esta forma


algunas conducciones destinadas a grandes obras.

T15/P20 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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• Prefabricadas. Se realizan de esta forma casi todas las tuberías y los pequeños
canales y galerías.

Los elementos prefabricados de las tuberías están compuestos de dos elementos: el


conducto y la junta.

En función del material empleado se pueden diferenciar las siguientes clases de


tuberías:

• Fundición.
• Hormigón armado.
• Hormigón pretensado.
• Acero.
• Fibrocemento.
• Plástico: PVC, polietileno y poliéster.

Hay muchos más materiales con los que se fabrican tuberías para pequeñas
instalaciones o para problemas específicos como el transporte de productos químicos
agresivos. Por ejemplo: la fibra de vidrio, el hierro galvanizado, cobre, gres, etcétera.

Los fabricantes realizan tuberías de unos diámetros prefijados que reciben el nombre
de diámetros nominales, por tanto los cálculos deberán adecuarse a los diámetros
normalizados que correspondan con el material que se haya decidido utilizar. Los
diámetros normalizados generalmente corresponden al diámetro interior del conducto,
si bien en los materiales plásticos se emplea el diámetro exterior (MOPU, 1974). El
fabricante facilitará la rugosidad del material del que está hecha su tubería, así como
su presión normalizada. La presión normalizada es a la que se timbran los tubos
(sello que llevan impreso). La presión normalizada es menor que la presión de rotura
(a presión interior), e igual a ésta dividida por un factor de seguridad que generalmente
es 2.

Pr
PN ≥
Cs

siendo:
Pr= Presión de rotura
PN= Presión normalizada obtenida por pruebas en la fábrica. Constituye el
timbraje de los tubos.
CS= Coeficiente de seguridad.

Por otra parte, conocida la presión de trabajo como resultado de los cálculos
hidráulicos puede obtenerse la presión normalizada afectando a la primera de otro
coeficiente de seguridad que también suele ser 2.

PN ≥ C 's ·PT
siendo:
PT= Presión de trabajo (máxima presión de servicio más las sobrepresiones
incluyendo el golpe de ariete).
C’S= Coeficiente de seguridad.

Es decir:
Pr ≤ Cs· Cs' · PT

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A continuación se detallan las características generales de las tuberías más


empleadas.

15.2.3.1.- Tuberías de fundición

La fundición es una aleación de hierro con carbono. La cantidad de este último


elemento oscila entre el 2,5 y el 4%.

Básicamente existen dos tipos de fundiciones con las que se hacen conducciones:

• Fundición gris
• Fundición dúctil

En la fundición gris el carbono está dispuesto formando pequeñas láminas siendo esta
la causa de su fragilidad. Por el contrario en la fundición dúctil el carbono se encuentra
en forma de pequeñas esferas (debido a la adición de magnesio) que prácticamente
eliminan el peligro de fisuración y es soldable, lo que no ocurre con la gris.

Entre las cualidades de la fundición dúctil destacan las siguientes:

• Resistencia al desgaste
• Resistencia a la corrosión
• Elasticidad
• Resistencia a la tracción y a los choques
• Amortiguación de vibraciones

Es frecuente que interiormente vayan recubiertas con mortero de cemento


centrifugado para reducir el coeficiente de rozamiento. Exteriormente van protegidas
con una metalización de zinc y pinturas bituminosas (Funditubo, 1993).

Los diámetros nominales son los siguientes (UNE-EN 545, 1995): 40, 50, 60, 65, 80,
100, 125, 150, 200, 250, 300, 350, 400, 450, 500, 600, 700, 800, 900, 1000, 1100,
1200, 1400, 1500, 1600, 1800 y 2000 mm. Se sirven en longitudes que dependen del
diámetro nominal, son habituales 6 ó 7 m (Funditubo, 1993).

En el Pliego de prescripciones técnicas generales para tuberías de abastecimiento de


agua (MOPU, 1974) se describen los ensayos mecánicos correspondientes a la rotura
a tracción, impacto (sólo para fundición gris) y dureza Brinell.

15.2.3.1.1.- Juntas de fundición

Existen varios tipos de juntas para unir conductos de fundición. Algunas de


estas son las siguientes:

• Mediante enchufe y cordón. Este método es antiguo y actualmente no se


usa. Esta solución proporciona juntas rígidas. Se aplicaba a conducciones
con un extremo de cada tubo terminado en un resalte llamado cordón y el
otro extremo terminado en copa. Se procede uniendo copa y cordón de dos
tubos y se logra la estanqueidad con filástica embreada y plomo fundido
introducido en el espacio que queda entre cordón y copa. Una vez aplicada
la filástica se rellena el espacio entre ambos tubos con arcilla y se deja un
agujero en la parte superior por donde se introduce el plomo fundido. Una

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vez se ha enfriado el plomo hay que recurrir al retacado con la ayuda de un


martillo para hacer estanca la junta.


 

 




Figura. Junta de enchufe y cordón

• Por bridas. Cada tubo termina en un resalte anular por donde se introducen
unos bulones que al atornillarlos y mediante compresión aprietan unos
anillos de goma que son los que logran la estanqueidad.




Figura. Junta de bridas

• De tipo express. Une un tubo con extremo terminado en enchufe y otro


tubo con un extremo liso. Se consigue la estanqueidad mediante la
compresión de un anillo de junta situado en el enchufe gracias a una
contrabrida apretada con bulones que se apoya en el collarín externo del
enchufe (Funditubo, 1993).

 


 




  
Figura. Junta express

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• Automática. Como en el caso anterior une un tubo con extremo en enchufe


y otro con extremo liso. Se obtiene la estanqueidad por la compresión de un
anillo de junta que tiene un elastómero de tipo labial (Funditubo, 1993).

• Mediante junta Gibault. Esta junta se emplea muy frecuentemente en


diferentes tipos de tubería, no sólo de fundición. Se usa para unir dos tubos
que terminan en cordón. Consiste en un anillo central de fundición con
forma bicónica que se coloca sobre la unión de los tubos. A ambos lados
del anillo de fundición se colocan sendos anillos de material elástico y
sendas contrabridas que llegan a morder los extremos del anillo de
fundición. Las contrabridas tienen unos orificios por donde se insertan unos
bulones que consiguen la compresión de los anillos mediante su apriete.

 
 

  


 
Figura. Unión Gibault

Los tubos a unir se dejan con una pequeña separación de unos 5 mm.
Gracias a este juego pueden unirse tubos formando alineaciones
ligeramente curvas.

Una gran ventaja de la junta Gibault es que gracias a la pequeña


separación entre tubos puede sustituirse uno sin tener que soltar juntas de
los inmediatos

15.2.3.2.- Tuberías de hormigón

Las tuberías de hormigón pueden ser de diferentes tipos:

• hormigón en masa
• hormigón armado
• hormigón armado con camisa de chapa
• hormigón pretensado
• hormigón pretensado con camisa de chapa

El hormigón en masa al no poder resistir tracciones se emplea en conducciones


en lámina libre y que no tengan que resistir acciones exteriores.

T15/P24 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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El hormigón armado consta de una armadura paralela al eje de la tubería sobre la que
se coloca una armadura helicoidal perpendicular a la anterior. En el caso de utilizar
una camisa de chapa de acero soldada y de forma cilíndrica el hormigón armado se
coloca exteriormente a ella. En el interior de la camisa lleva un recubrimiento de
hormigón para obtener una mayor lisura de la superficie. Este tipo de tuberías son
capaces de aguantar más presión que las de hormigón armado sin camisa de chapa.

Las tuberías de hormigón pretensado constan de un tubo de hormigón centrifugado


sobre el que exteriormente se enrolla con tensión un alambre de acero de alta
resistencia, finalmente para proteger el alambre se utiliza una capa de hormigón que
conformará la parte más externa del tubo. Las conducciones de hormigón pretensado
con camisa de chapa constan de los elementos siguientes (Uralita, 1994):

• Una camisa de chapa de acero soldada y de forma cilíndrica.


• Recubrimiento de hormigón en el interior para proteger a la camisa del
ataque de los líquidos que circulen por el tubo, así como para aumentar la
lisura de las paredes.
• Segunda capa de hormigón exterior a la camisa. Al conjunto de camisa más
las capas exterior e interior se le denomina núcleo.
• Exteriormente al núcleo se procede al zunchado con alambre de alta
resistencia y tensión controlada.
• Sobre el exterior del alambre se distribuye hormigón como protección.

Los diámetros nominales de los conductos de hormigón armado con y sin camisa de
chapa son (UNE-EN 639, 1995):200, 250, 300, 400, 500, 600, 700, 800, 900, 1000,
1100, 1200, 1250, 1300, 1400, 1500, 1600, 1800, 2000, 2100, 2200, 2400, 2500, 2600,
2800, 3000, 3200, 3500 y 4000 mm. Las normas UNE-EN 640 y UNE-EN 641 dan
prescripciones comunes para tubos de presión de hormigón incluyendo juntas y
accesorios. Los diámetros nominales de los tubos de hormigón pretensado son (UNE-
EN642, 1995): 500, 600, 700, 800, 900, 1000, 1100, 1200, 1250, 1400, 1500, 1600,
1800, 2000, 2200, 2400, 2500, 2600, 2800, 3000,3200, 3500 y 4000 mm.

En el caso de los tubos de hormigón hay que considerar, además de las presiones
nominales, de rotura y trabajo, la presión de fisuración. Es decir, la presión a la que el
conducto comienza a fisurarse y pierde su impermeabilidad. Se debe cumplir siempre
(MOPU, 1974):

Pf ≥ 2,8·PT

siendo:
Pf= Presión de fisuración
PT= Presión de trabajo

Algunas de las ventajas de las conducciones de hormigón armado son las siguientes:

• Pequeño costo de mantenimiento


• Gran durabilidad
• Posibilidad de alcanzar grandes diámetros
• Resistencia a las presiones, tanto interiores como exteriores

Las tuberías de hormigón pretensado, además de las ventajas anteriores presentan


aún mayor resistencia a las presiones.

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P25


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Entre los inconvenientes de los tubos de hormigón armado y pretensado cabe citar:

• Mayor peso por metro lineal que otros materiales, lo que dificulta su puesta
en obra.
• Mayor dificultad de montaje.

15.2.3.2.1.- Juntas de hormigón

Hay una gran variedad de juntas para conductos de hormigón. Para el caso del
hormigón armado se pueden emplear:

• Las que constan de un manguito de hormigón armado que se realiza sobre los
extremos de los tubos a unir.
• Las que incorpora un aro de pletina que se fija mediante un cordón embreado y
plomo fundido. En desuso.
• Juntas rellenas de mortero. Se emplea para tubos de enchufe. El espacio que
media entre ambos se rellena con mortero o betún asfáltico.

En el caso de tuberías con camisa de chapa se pueden utilizar juntas rígidas o


flexibles:
• Rígidas. La camisa de chapa de cada tubo a unir se prolonga en fábrica con
unas boquillas. En el punto de unión se procede a su soldadura y al relleno de
la junta con hormigón.

     



 

 

 

  
 
  
  
 
  
! 

Figura. Junta rígida (adaptado de Uralita, 1993)

• Flexibles. En este caso las boquillas presentan una forma apropiada para
introducir una junta de goma en forma de aro, entre ambas. Este elemento
es el que logra la impermeabilidad.

15.2.3.3.- Tuberías de acero

El acero es una aleación de hierro y carbono en la que este último elemento


interviene en un porcentaje que oscila entre el 0,10 y el 1,76%.

Según el procedimiento que se emplee en su fabricación se pueden diferenciar:

T15/P26 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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• Tubos soldados. Se realizan a partir de una chapa que se enrolla. La junta


paralela al eje de la tubería es la que se suelda. También se utilizan
soldaduras helicoidales.
• Tubos sin soldadura.

Los tubos de acero se han de tratar interior y exteriormente para evitar su


corrosión, para ello se recubren con diferentes elementos: asfalto, fibra de vidrio,
etcétera. También pueden pintarse o recibir protección catódica. Actualmente una
protección muy común es:

• Tratamiento interior: limpieza con granalla metálica y pintura epoxi.


• Tratamiento exterior: limpieza con granalla metálica y aplicación de
polietileno.

Los diámetros normalizados de las conducciones de acero soldado son (Mayol, 1981):
25, 40, 60, 80, 100, 125, 150, 175, 200, 225, 250, 275, 300, 350, 400, 450 y 500 mm.
En el caso de tubos sin soldadura (Mayol, 1981): 25, 40, 60, 80, 100, 125, 150, 175 y
200 mm.

Las principales ventajas de estas tuberías son:

• Gran impermeabilidad.
• Resistencia a golpes o acciones externas.
• Acomodación al terreno.
• Facilidad de transporte.

Como inconveniente principal hay que mencionar que necesitan estar muy bien
protegidas de la corrosión. Si para evitarla se emplea una protección sensible a las
acciones exteriores se pueden ver comprometidas algunas de las anteriores ventajas.

15.2.3.3.1.- Juntas de acero

En conducciones metálicas pueden emplearse juntas de enchufe y cordón, y


también hacerse juntas mediante bridas como las descritas para las conducciones de
fundición. Sin embargo lo más habitual es emplear la soldadura.

• Una solución es aplicar un cordón de soldadura a lo largo del contorno de la copa


de un conducto y sobre el macho del otro.

 

  

Figura. Junta de tubos de acero mediante un cordón de soldadura

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P27


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• Soldadura tope con tope. Se utiliza para tubos con extremos lisos. Se deja un
espacio de 1,5 a 2,5 mm entre topes antes de realizar la soldadura (Paz y Paz,
1962).

 

  

Figura. Junta de tubos de acero tope con tope

15.2.3.4.- Tuberías de fibrocemento

El fibrocemento se fabrica con fibras muy finas de amianto, cemento y agua.


Entre las ventajas de este material destacan las siguientes (Paz y Paz, 1962):

• Son muy resistentes a la corrosión


• Presentan una baja rugosidad
• Su transporte es económico debido a su bajo peso.

El inconveniente principal es la fragilidad. Se llegan a perder del 7 al 10% de


conductos en las labores de carga, descarga, colocación y transporte (Arocha, 1984).

La norma UNE-EN 512 (1995) considera los siguientes diámetros nominales: 50, 60,
80, 100, 125, 150, 175, 200, 250, 300, 350, 400, 450, 500, 600, 700, 800, 900, 1000,
1100, 1200, 1300, 1400, 1500, 1600, 1700, 1800, 1900, 2000, 2100, 2200, 2300, 2400
y 2500 mm. Los diámetros que no están en cursiva se consideran preferentes por
dicha norma.

La norma anterior también establece las características mecánicas de estas tuberías


así como los ensayos a realizar por el fabricante. Para conducciones que no funcionen
a presión sino en lámina libre debe acudirse a la norma UNE-EN 588-1 (1997).

Los elementos como codos, válvulas, etc. no se hacen de fibrocemento y


generalmente se recurre a la fundición. Actualmente existen juntas que permiten unir
dos tubos formando un ángulo entre sí que varía entre 4 y 6º en función del diámetro
de la conducción; también se construyen en fibrocemento piezas como “T” y conos
reductores de diámetro.

15.2.3.4.1.- Juntas de fibrocemento

Existe una variada tipología de juntas para fibrocemento. Desde la unión


Gibault, hasta la Simplex y la Duplex, e incluso juntas de fundición roscadas al tubo y
funcionando como bridas con bulones.

Actualmente se emplea mucho la junta Triplex, idéntica (o al menos con diferencias


prácticamente inapreciables) a la más reciente RK. Consta de un manguito con dos
arandelas de goma y un anillo de caucho o bien tacos de apoyo.

T15/P28 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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Figura. Junta Triplex

Las arandelas de goma tienen múltiples dientes que facilitan la impermeabilidad. Los
tacos centradores centran los extremos de los tubos y garantizan su separación. Se
suele utilizar un lubricante para facilitar el montaje. Esta junta permite un giro de 3 a
6º.

Para tubos que pueden trabajar a tracción existe una junta similar a la anterior pero
dentro del manguito y colocadas exteriormente a las arandelas de goma se colocan
unas varillas de nylon. Estas varillas encajan en unas acanaladuras de los tubos
impidiendo su separación. El fabricante denomina a esta última junta RK T (Uralita,
1993).

15.2.3.5.- Tuberías de plástico

El plástico es un material que cada vez se usa más para realizar conducciones
en las que sean necesarios pequeños o medianos diámetros. Los plásticos más
utilizados son el policloruro de vinilo (PVC), polietileno, polipropileno y la unión de
poliéster y fibra de vidrio.

Los plásticos tienen ventajas frente a otros materiales para su empleo en


conducciones, algunas de ellas son:

• Ligereza, lo que facilita su transporte y montaje.


• Bajo coste lo que beneficia la economía de la obra.
• Tienen unos coeficientes de rozamiento bajísimos.
• Como no son extraordinariamente rígidas permiten acomodarse al terreno
soportando flexiones accidentales.

Sin embargo, tienen inconvenientes como:

• Disminución de su resistencia con el tiempo y con el aumento de la


temperatura.
• No son resistentes a los hidrocarburos clorados ni a los compuestos
aromáticos.

En la norma UNE 53112 (1988) se dan las características que deben reunir los tubos y
accesorios de PVC para conducir agua a presión. En la UNE 53131 (1990) se hace lo
mismo para el polietileno, en la UNE53-380-90 (1990) para el propileno y en la UNE
53323 (1986) para las tuberías de poliéster y fibra de vidrio que transporten agua sin
presión.

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P29


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15.2.3.5.1.- Tuberías de PVC

Las tuberías de PVC son las más empleadas dentro de las plásticas. Las
tuberías de plástico son sensibles a la temperatura, por tanto se deben colocar
enterradas para protegerlas del calor extremo.

Los diámetros nominales de las conducciones de materiales plásticos corresponde al


diámetro exterior y no al interior como sucedía con los materiales vistos hasta ahora.
Los diámetros nominales según la norma UNE 53112 (1988) son: 10, 12, 16, 20, 25,
32, 40, 50, 63, 75, 90, 110, 125, 140, 160, 180, 200, 225, 250, 280, 315, 355, 400, 450,
500, 560, 630, 710, 800, 900 y 1000 mm.

Las presiones nominales contempladas en la norma antes mencionada para la


temperatura de 20º son: 4, 6, 10, 16 y 25 kp/cm2.

Las conducciones de PVC disponen de una gama muy amplia de accesorios


(manguitos, codos, bridas, casquillos, conos, T, válvulas, etc.), lo que las hace
adaptables a muchas situaciones, además existen piezas para acoplar los tubos de
PVC a conducciones realizadas en otros materiales.

Una característica destacable del PVC es su termoplasticidad, es decir, puede


ablandarse mediante el empleo de calor, manipularse y una vez enfriado conserva la
forma realizada en la manipulación (Mayol, 1981).

15.2.3.5.1.1.- Juntas de PVC

La forma de realizar las juntas en estas conducciones es más sencilla que con
otros materiales. Básicamente existen tres sistemas de unión (Uralita, 1995):

• Unión por encolado. Los tubos a encolar se fabrican con un extremo


terminado en copa y el otro liso. Por tanto, tras la limpieza de los extremos
a unir se encolan los extremos y se dejan secar.

• Unión por junta elástica. Para emplear esta unión se utilizan tubos que
tienen en un extremo una copa con un alojamiento donde llevan un aro de
goma de estanqueidad, el otro extremo es liso. La colocación de los tubos
es sencilla ya que sólo hay que emplear lubricante para facilitar la inserción
de los tubos. La longitud del macho que debe introducirse en la copa
aparece en la norma UNE 53112 (1988) y los fabricantes suelen marcarla
en el tubo.

$UR GH JRPD

Figura. Junta elástica

• Unión roscable. Los extremos de los tubos están roscados y se


unen mediante un manguito o una T también roscada. Los
diámetros disponibles y las presiones nominales de trabajo están
limitadas.

T15/P30 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

15.3.- BOMBAS. INTRODUCCIÓN

En Ingeniería Sanitaria o del Saneamiento Urbano hará falta en muchas


ocasiones conducir o transportar agua desde un punto de cota más baja a otro de cota
más elevada o dar presión a una determinada instalación o equipo. En tales casos,
será necesario el uso de bombas de elevación de aguas o de presión.

Las bombas son necesarias en el abastecimiento de agua: 1) cuando la posición de la


fuente es tal que el agua no fluye por gravedad hasta las redes de distribución, 2)
cuando la presión en la distribución debe incrementarse, o 3) cuando se debe elevar
de un nivel a otro el agua.

En el saneamiento urbano las bombas son necesarias cuando las aguas negras de un
colector o de una alcantarilla no pueden transportarse por gravedad.

Hardenbergh y Rodie establecen tres diferencias básicas entre los requisitos del
bombeo de agua de abastecimiento y de aguas residuales:

• Las aguas negras no se pueden almacenar, excepto durante cortos


periodos de tiempo, y su caudal es altamente variable, de modo que se
deben tomar precauciones para escoger bombas que puedan manejar los
caudales máximos.
• Las aguas residuales contienen sólidos gruesos, por lo que se requiere de
bombas especiales.
• El agua de abastecimiento se puede almacenar para su uso futuro, por lo
tanto, las bombas se pueden escoger sobre la base de un consumo medio
diario. Además, como el agua de abastecimiento no contiene sólidos en
suspensión, no se necesitan bombas de diseños especiales.

15.3.1.- TIPOLOGÍA DE BOMBAS

Según su principio de funcionamiento, las bombas pueden clasificarse en dos


grandes grupos:

• Las de desplazamiento positivo, caracterizadas por producir en la


masa de agua un desplazamiento en el sentido de la impulsión.

• Las cinéticas (turbobombas), caracterizadas por la transformación


en energía potencial (presión) de una energía cinética existente o
producida artificialmente de forma interna o externa a la masa de
agua.

Dentro de los dos grandes grupos pueden establecerse varias sub-clasificaciones


atendiendo a otras características (trayectoria del líquido, morfología del rotor, cuerpo
de bomba, ...) no existiendo acuerdo unánime en su clasificación. Una adaptación de
la clasificación propuesta por las Normas del Hydraulic Institute (1983, Cleveland OH)
se recoge en la figura siguiente:

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P31


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

BOMBAS

DINÁMICAS DESPLAZAMIENTO POSITIVO

ALTERNATIVAS
CENTRÍFUGAS

ÉMBOLO
AXIALES
DIAFRAGMA
Monoetapa Rodete cerrado
Multietapa Rodete abierto Paso fijo
Paso variable
ROTATORIAS

Paletas
MIXTAS Y Pistones
RADIALES Tornillo
Peristálticas
Aspirac. Simple Autoaspirante Rodete abierto
Doble aspiración No aspirante Rodete semiabierto Engranajes
Monoetapa Rodete cerrado Lobulares
Multietapa Pistones axiales
Pistones radiales

ESPECIALES

Chorro de agua
Arrastre por aire
Electromagnética

Figura. Clasificación de las bombas


(Adaptada de Hydraulic Institute Standards, 1983, Cleveland OH)

Además de estos dos grandes grupos, existen también bombas especiales como las
de chorro de agua o las de elevación por aire (también conocidas como bombas
mamut), cuyo principio de funcionamiento es el arrastre provocado, a través de una
garganta, por una corriente de fluido distinto al bombeado.

15.3.2.- POTENCIA PARA EL BOMBEO

Para alcanzar su objetivo, elevar un peso de agua W a una altura H, una


bomba debe realizar un trabajo en un tiempo determinado t, es decir, la bomba
requiere o desarrolla una determinada potencia útil:

WH
P = = ρQ H
t

en la cual:
P = potencia útil
Q = caudal a elevar
ρ = densidad del agua = W/V
V = volumen de agua

T15/P32 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

15.3.3.- BOMBAS DE DESPLAZAMIENTO POSITIVO

En las bombas de desplazamiento positivo la energía es transmitida a un


volumen limitado de fluido mediante la aplicación directa de una fuerza sobre los
contornos móviles de las cámaras de trabajo, las cuales se llenan y vacían
periódicamente en cada ciclo. Gracias a la fuerza aplicada a través de los contornos,
la presión del fluido se incrementa hasta el valor necesario para hacer circular el
caudal bombeado a través de la conducción de descarga, y/o elevarlo hasta la altura
requerida. El caudal teórico bombeado depende en este caso tan sólo del volumen de
las cámaras de trabajo y del número de revoluciones, y no de la resistencia del
circuito. El caudal real será menor debido a las fugas del sistema. La altura
comunicada al fluido será la requerida por el circuito para transportar el caudal real,
siempre que las limitaciones de presión y potencia de la bomba lo permitan.

Las bombas de desplazamiento positivo se emplean principalmente para el transporte


de fangos en estaciones depuradoras de aguas residuales, siendo poco utilizadas para
la elevación de aguas, naturales o residuales brutas, ya que por lo general son
bombas de poco caudal y mucha altura.

15.3.3.1.- Bombas alternativas

Son bombas que, alternativamente, introducen el agua en un cilindro en la


cámara de aspiración y la expele en la de impulsión. Las vamos a encontrar de pistón
o émbolo y de membrana principalmente.

15.3.3.1.1.- Bombas de pistón o émbolo

Su funcionamiento es sencillo. Un émbolo o pistón móvil está integrado en una cámara


unida tanto a la tubería de aspiración como a la de impulsión por intermedio de sendas
válvulas. En la carrera ascendente del émbolo, la depresión producida en la cámara
cierra la válvula de salida y abre la entrada aspirando agua del nivel inferior. Durante la
carrera descendente (figura siguiente) la sobrepresión producida en la cámara invierte
la posición anterior de las válvulas y el agua es introducida en la tubería de impulsión.

Figura. Bomba de émbolo simple (Reproducida de Hardenbergh y Rodie)

La presión, en cada punto del sistema, así como la salida de agua, es pulsatoria. Para
atenuar este inconveniente se usan bombas de doble efecto (impulsión -aspiración en

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P33


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

ambos recorridos del pistón sobre cámaras independientes) y/o bombas con varios
cilindros.

Las bombas de émbolo no pueden trabajar a caudal nulo (válvula de salida cerrada),
puesto que se produce una elevación incontrolable de la presión.

Son bombas más caras que las centrífugas, requieren más espacio y su conservación
y manipulación son más complicadas, pero dan un buen rendimiento (> 90 %).

Las bombas de émbolo son poco utilizadas para impulsar agua, sus aplicaciones se
reducen a:

• Elevación de pequeños caudales a grandes alturas.


• Transporte de fangos.
• Transporte de fluidos viscosos.
• Bombas dosificadoras, aprovechando el buen control de caudal.

15.3.3.1.2.- Bombas de diafragma o membrana

Estas bombas tienen un funcionamiento muy similar al de las bombas de


émbolo. En ellas se ha sustituido el pistón por un diafragma o membrana flexible,
sujeto a un marco fijo. Este se mueve de forma oscilatoria hacia arriba y hacia abajo,
bien mediante un mecanismo unido a su centro (mando mecánico) o mediante
impulsos de presión (mando hidráulico) que suelen derivar de una bomba de pistón.

La carrera o tiempo de funcionamiento de este tipo de bomba está limitado por la


fatiga del material del diafragma. La presión máxima está también limitada por la
resistencia de dicho material. Presentan buenas características de altura de elevación.

El rendimiento suele ser muy inferior al de las bombas de émbolo. Su campo de


aplicación y usos coincide con el de las bombas de pistón.

Figura. Instalación de bombeo de fangos mediante bombas de diafragma


(Cortesía de ABEL Equipos, S.A.)

T15/P34 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

Figura. Bomba esférica de membrana (sup.). Membrana cilíndrica (inf.).


(Cortesía de ABEL Equipos, S.A.)

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P35


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

Figura. Representación esquemática de una línea parcial de fangos de una EDAR


(Cortesía de ABEL Equipos, S.A.)

15.3.3.2.- Bombas rotatorias

Las bombas rotatorias constan de dos cilindros rotatorios que, al engranarse,


introducen el agua en una cámara y la fuerzan a salir, de manera prácticamente
continua, por la tubería de impulsión. Los elementos rotatorios forman cámaras activas
de volúmenes alternativamente, en contracción y en expansión. El sistema es, en
esencia, parecido al de las alternativas, pero se consigue un caudal continuo (no
pulsatorio).

La potencia absorbida variará con la velocidad y con la altura manométrica. A


velocidad constante dependerá tan sólo de la altura de elevación.

Como existe fricción en los engranajes, estas bombas deben utilizarse para bombear
líquidos que de por sí posean propiedades lubricantes. Se utilizan mucho en el
bombeo de fangos. No son adecuadas para el transporte de líquidos con materia
sólida en arrastre, ya que son muy sensibles a la abrasión y al desgaste.

Las hay de engranajes y de paletas.

T15/P36 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

• Bombas de engranajes: En las bombas de engranajes los elementos


rotatorios tienen forma de ruedas dentadas. Los rotores giran continuamente
en oposición, manteniéndose en contacto entre sí y con las paredes de la
carcasa. El agua que ha de bombearse llena los espacios entre los dientes.
El caudal es constante para una velocidad de rotación constante,
independientemente de la presión.

Figura. Bomba de engranajes


(Reproducida de Rivas Mijares, 1983)

Las bombas rotatorias de engranajes se suelen instalar en los sistemas de


lubricación de equipos de las estaciones depuradoras tales como motores y
soplantes (Metcal & Eddy, 1995).

• Bombas de paletas: Estas bombas impulsan el agua por medio de paletas


fijas al rotor. Para evitar el caudal de retorno se usan bien de paletas
articuladas en número variable, montadas sobre un rotor ranurado (según
la forma de la caja, se subdividen en bombas de simple, doble o triple
cámara) o bien mediante paletas flexibles que se ven forzadas a ceder al
paso por una sección más estrecha situada en la zona de retorno impulsión-
aspiración.

Figura. Funcionamiento de bomba rotatoria


(Reproducida de Gómez Poncela, 1989)

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P37


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

Aunque las bombas de desplazamiento positivo están concebidas para elevar


pequeños caudales a grandes alturas, dos excepciones a esta regla constituyen las
bombas de tornillo para las grandes estaciones de bombeo y el eyector neumático
para las pequeñas y medianas.

15.3.3.3.- Bombas de tornillo

Las bombas de tornillo, también conocidas como tornillos de Arquímedes,


presentan fundamentalmente la ventaja de permitir el paso de cualquier tipo de sólidos
sin necesidad de un desbaste previo. Hay dos tipos de tornillos: abiertos y cerrados.
Los tornillos se instalan con inclinaciones de hasta 45º para una altura máxima de
elevación de 7.5 m. Para alturas mayores se requieren varias estaciones escalonadas.
Se encuentran desde tamaños de 0.3 a 3 m de diámetro exterior y capacidades desde
0.01 a 3.2 m3/s.

Figura. Tornillo de Arquímedes (Reproducida de Metcalf & Eddy, 1995)

Una característica peculiar es su autorregulación, a velocidad de giro constante, en


función del nivel en la aspiración, ya que el volumen arrastrado en cada revolución
depende de la sección de entrada sumergida, con lo que el caudal elevado termina
siempre igualándose por sí solo al caudal entrante, siempre que este sea menor o
igual al caudal máximo de diseño.

Sus desventajas son la inducción de turbulencias, el desprendimiento de olores y


aerosoles, así como el ruido que generan. Para las mismas prestaciones son más
caros que una bomba convencional, aunque ello puede verse compensado por el
ahorro en instalaciones y equipos de control auxiliares, y por el bajo coste de
mantenimiento que conllevan.

Las velocidades de giro en los tornillos abiertos van desde las 20 rpm en las grandes
unidades hasta las 75 rpm en las pequeñas. Si se excede la velocidad de régimen
haría desbordar el agua por encima del tornillo. Debido a las bajas velocidades de
trabajo, se requiere una transmisión por correas o engranajes entre el motor de
arrastre y el eje del tornillo que es, por lo general, causa de ruido. Además ha de
preverse un freno tras la parada para evitar el giro inverso, ya que el agua retenida
tiende a volver a la aspiración por deslizamiento. Precisamente por este efecto de
deslizamiento en los tornillos abiertos, el máximo rendimiento para el caudal de diseño
no pasa del 80%, mientras que a un 30% de capacidad cae hasta el 60%.

El deslizamiento del agua en operación queda eliminado en el caso de los tornillos


cerrados, con lo que se consiguen mayores rendimientos y se evita al mismo tiempo el

T15/P38 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

giro en inverso tras la parada, ya que el agua queda también retenida. Por otra parte,
la obra civil que exige un tornillo cerrado es de menor envergadura, si bien su
inconveniente resulta ser de nuevo la limitación en el paso de sólidos.

15.3.3.4.- Eyector neumático

El eyector consiste en un recipiente a presión que se llena por gravedad hasta


alcanzar un determinado nivel, momento en el cual un flotador activa el arranque de un
compresor y comienza a entrar aire a presión. Este empuja el líquido hacia la salida al
tiempo que se cierra por la propia presión del aire la ventosa situada en la parte
superior. Una vez vaciado el tanque, el mismo flotador da orden de parada del
compresor, con lo que se abre la ventosa y comienza un ciclo de nuevo. Un par de
válvulas de retención a la entrada y salida mantienen el aislamiento necesario para
evitar el retroceso del líquido impulsado en el momento de su evacuación.

Figura. Eyector neumático (Reproducida de Hardenbergh y Rodie)

Un eyector neumático puede ser utilizado como una estación para subir el nivel o cota
en líneas de alcantarillado, pero generalmente en subterráneos de edificios para
descargar los desechos hacia la alcantarilla de la calle. En este equipo se utiliza aire
comprimido para impulsar las aguas negras del tanque o pozo hacia la línea de
descarga.

Tanto las estaciones de bombeo como los eyectores neumáticos se pueden comprar
como unidades completas, prefabricadas y listas para su instalación. Se utiliza para
caudales de hasta 40 L/s y alturas de hasta 90 m, siendo especialmente indicado
cuando los caudales a evacuar son muy variables.

15.3.4.- BOMBAS CENTRÍFUGAS

Una bomba centrífuga se compone principalmente de un rodete impulsor y de


unos órganos o cuerpos fijos llamados difusores o volutas.

El rodete, única parte móvil de la bomba, está dotado de unas láminas (álabes), cuya
concavidad está dirigida en sentido opuesto al de la rotación. El agua penetra por el
eje del rodete y, por la fuerza centrífuga de éste, es despedida hacia la periferia. Por
este motivo produce una depresión en la parte central (que provoca la entrada de más

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P39


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

agua) y una sobrepresión en las paredes de la voluta. Finalmente, y por disminución


de la velocidad, se transforma la gran energía cinética del agua, al salir del rodete, en
energía de presión. La propia voluta conduce el agua hacia la salida de la impulsión.

Las bombas centrífugas son las más utilizadas para la elevación del agua tanto limpia,
como residual, debido a las siguientes circunstancias:

• Construcción sencilla.
• Manejo fácil y económico.
• Seguridad de funcionamiento.
• Posibilidad de funcionamiento a caudal nulo.
• Gran versatilidad en tamaños, modelos y combinaciones que cubren
prácticamente todo el campo de la impulsión.
• Buen rendimiento (80 – 85%).
• Poco peso y pequeña ocupación de espacio.

En cuanto a sus limitaciones tenemos:

• Necesidad de cebado para su puesta en marcha (reducido por


dispositivos automáticos).
• Bajo rendimiento para caudales pequeños.
• Escasa altura de aspiración (< 6 m).
• Caudal de elevación sensible a la altura manométrica.
• Inadecuadas para el bombeo de líquidos de viscosidad cinemática
superior a 200 – 300 centistokes (el agua a 20 ºC tiene 1 cSt).

Bomba centrífuga. (a) Rodete abierto (b) Rodete cerrado (Hardenbergh y Rodie)

T15/P40 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


TEMA15-rev060201-ajb.doc INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL

15.3.4.1.- Clasificación de las bombas centrífugas

Hay autores que afirman que las bombas centrífugas constituyen un caso
particular de las denominadas turbobombas en las que el flujo es impulsado en un
plano radial (perpendicular al eje de giro) después de girar 90º a la entrada.

No obstante, y de forma generalizada, tanto en América como en Europa, se


consideran centrífugas todas aquellas bombas dotadas de un rodete impulsor y una
cámara de impulsión o voluta.

Así, las bombas centrífugas pueden clasificarse atendiendo a varios criterios:

• Por la dirección en la que impulsan el agua:


Radiales, cuando el agua sale impulsada en el sentido del radio del
rodete (bomba estrictamente centrífuga).
Semiaxiales o mixtas, cuando el agua sale impulsada formando un
cierto ángulo con el eje del rodete (≠ 90º).
Axiales o de hélice, cuando el agua sale impulsada en el sentido
del eje. En este caso el rodete queda reducido a una hélice.

• Por su disposición:
De eje horizontal
De eje vertical

• Por el tipo de rodete:


De rodete abierto
De rodete cerrado

• Por el número de rodetes dispuestos en serie en el interior de la


bomba (un rodete aspira de la salida del anterior):
Monoetapa (un solo rodete)
Multietapa (varios rodetes)

Las bombas radiales son capaces de proporcionar grandes alturas (hasta 100 m por
rodete aproximadamente), pero con caudales bajos. A medida que nos aproximamos
al flujo axial, la altura proporcionada disminuye (el efecto centrífugo se reduce) y los
caudales aumentan (al incrementarse también la sección de paso).

Una bomba radial raramente alcanza 1 m3/s, mientras que en las axiales es normal un
caudal de 4 a 5 m3/s con alturas en el orden de 6 a 7 m.

Las bombas empleadas normalmente para la elevación de aguas residuales y/o


pluviales son las de rodete mixto o de rodetes especiales para evitar obstrucciones.
Aunque con menos frecuencia, también se utilizan rodetes Francis y axiales cuando
las aguas a bombear son claras o poseen un desbaste previo.

15.3.4.2.- Velocidad específica

La velocidad específica o número de vueltas característico de una bomba, nq,


es un parámetro que sirve para clasificar los rodetes en función de sus prestaciones, o
a la inversa, para escoger el rodete más apropiado para una determinada aplicación.
Su expresión es la siguiente:

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P41


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1
Q2
nq = N 3
H4

siendo N el número de revoluciones por minuto, Q el caudal en m3/s y H la altura


manométrica en metros.

Este parámetro tiene especial importancia en el estudio de las bombas puesto que:

• La velocidad específica no varia con la velocidad ni con el tamaño, para una


misma bomba.
• Cada tipo de bomba tiene un campo de utilización en relación con la
velocidad específica, de acuerdo con el siguiente cuadro:

Tabla. Tipo de bomba en función de su velocidad característica


nq Tipo de bomba o rodete
0 < nq < 10 émbolo
10 < nq < 38 radial lenta
38 < nq < 80 radial rápida (rodete Francis)
80 < nq < 160 semiaxial o mixto
160 < nq < 400 axial

Aunque este criterio de selección es el más indicado si se pretende instalar la bomba


más eficiente para unas prestaciones dadas, no siempre es el más apropiado desde el
punto de vista práctico, porque cuando lo que se pretende bombear son aguas
residuales hay que prestar especial atención a las materias sólidas y fibrosas que
pueden arrastrar las aguas, con el fin de evitar la obstrucción del rodete o el
agarrotamiento del eje de la bomba. Por este motivo está muy extendido entre los
fabricantes de bombas para aguas residuales el uso de rodetes especiales cuya
morfología, sino la más adecuada desde el punto de vista del rendimiento, si trata al
menos de serlo desde el punto de vista operativo.

15.3.4.3.- Cavitación. Altura Neta de Succión ó NPSH

Una vez determinado el tipo de bomba centrífuga debemos calcular cual es su


altura o presión neta de succión requerida (NPSHr , siglas en inglés). Este parámetro
nos indica si la bomba debe trabajar sumergida o a nivel del agua o si puede montarse
por encima del nivel del agua.

NPSH r = 1,2 ⋅ 10 −3 ⋅ n q3 ⋅ H
4

La NPSHr resulta en m, si H viene dada en metros.

Al nivel de la superficie libre del agua cualquier bomba dispone en su punto de succión
de una altura o presión de 1 atm (10 m de columna de agua). Si por ejemplo, los
cálculos indicaran que la NPSHr es de 20 m la bomba tendrá que trabajar sumergida
10 m por debajo del nivel libre del agua. Si nos diera que NPSHr es de 5 m, podría
trabajar hasta unos 4.70 m por encima del nivel del agua (considerando unas pérdidas
de carga de 0.30 m).

T15/P42 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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La altura neta de succión requerida puede definirse como la presión mínima del
líquido, inmediatamente antes de entrar en la boca de aspiración, que una
determinada bomba necesita para que su funcionamiento sea correcto, es decir, para
que no se produzca la cavitación de la bomba.

Por cavitación se entiende el fenómeno que se produce cuando la presión en la boca


de aspiración de una bomba centrífuga es inferior a la presión de vapor del líquido. Si
se produjera cavitación una parte del líquido se evaporaría y formaría burbujas que
serían arrastradas por la corriente, a través de los árboles del rodete, hacia zonas de
presión más altas, donde se condensarían bruscamente. Esta condensación originaría
verdaderas microexplosiones, capaces de producir deterioros irreversibles en la
bomba y, en cualquier caso, originando una seria pérdida de caudal y rendimiento.

De modo que, mediante el NPSHr estamos dando o produciendo una presión de vapor
ficticia para compensar la depresión que ha de producirse en la aspiración. Este dato,
correctamente aportado por el fabricante, resuelve el potencial problema de cavitación.

Por otra parte, se define el NPSH disponible como la presión de la que realmente
dispone el líquido, en cada caso concreto, en condiciones similares al caso anterior.
Puede calcularse por aplicación del teorema de Bernoulli (despreciando la carga de
velocidad, teniendo en cuenta la presión de vapor del agua, PV, y las pérdidas de
carga en la aspiración J) desde un punto de presión conocida (punto 1) hasta el orificio
de aspiración (punto 2), mediante la expresión:

P1 − PV P
z1 + = z2 + 2 + J
ρ ρ

siendo z1 y z2 las cotas de los puntos 1 y 2 y ρ el peso específico del líquido. De la Ec.
anterior resulta:

P2 P − PV
= NPSH d = z1 − z 2 + 1 −J
ρ ρ

La cavitación no se producirá siempre que NPSHd ≥ NPSHr.

La presión de vapor de un líquido varía con la temperatura, y la presión atmosférica


depende de la altitud del lugar. Por tanto, estas variables, temperatura del agua y
altitud, influyen en la presión máxima de aspiración.

El número de vueltas característico está relacionado con el NPSHr (para temperatutra


del agua y presión atmosférica normales) mediante la expresión de Stephanoff:

NPSH r
= 1.2 ×10 −3 n q3
4
σ =
H

siendo σ la constante de cavitación. Así, la cavitación no se producirá siempre que:

P1 − PV
− J ≥ 1.2 ×10 −3 n q3
4
z1 − z 2 +
ρ

es decir:

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P43


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3
 NPSH d 4
nq ≤  10 3 
 1.2 H 

Dado un problema concreto puede calcularse la velocidad específica para que no


exista peligro de cavitación. Además, no debe variarse la velocidad de funcionamiento
de la bomba respecto a la de diseño.

15.3.4.4.- Curvas características de una bomba. Diagramas de selección

A lo largo de los apartados anteriores hemos estudiado someramente las


magnitudes más significativas que determinan el comportamiento de una bomba. En
este punto estudiaremos el manejo de las curvas características de una bomba para
determinar su punto óptimo de funcionamiento.

15.3.4.4.1.- Parámetros característicos de una bomba

Las magnitudes de interés práctico son aquellas a las que hacen referencia los
fabricantes, y que Martínez et al. (1991) definen muy claramente como:

• El caudal impulsado, Q. Es el que circula por la tubería de salida, y


debe coincidir necesariamente con el de la tubería de entrada.
Internamente el rodete transportará un caudal algo mayor debido a
la recirculación del caudal de fugas. El caudal se expresa en L/s,
m3/h, L/min o gpm (galones americanos por minuto) dependiendo
del rango de operación y sistema de unidades elegido (1 galón =
3.785 L).

• La altura de bombeo, H. Es la altura útil proporcionada por la


bomba, después de descontar las pérdidas internas. En rigor esta
altura será suma de la diferencia de lecturas entre dos manómetros,
colocados uno a la salida y otro a la entrada de la bomba, más la
diferencia de cotas entre las esferas de dichos manómetros, y más
la diferencia de energía cinética entre las bridas de impulsión y
aspiración, caso de que fueran de distinto diámetro. La altura H
debe ser suficiente para vencer el desnivel más todas las pérdidas
del circuito exterior. Se expresa en mca (metros de columna de
agua).

• La potencia absorbida, P. Es la potencia que hay que comunicar a


la bomba para obtener el caudal Q y la altura H correspondiente:

ρQH
P =
ηg

donde, ηg es el rendimiento global de la máquina. Si Q se da en


m3/h; H en m, y la densidad del líquido en kg/L, entonces la
potencia será:

ρQH
P (kw) =
367 η g

T15/P44 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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ρQH
P (HP) =
270 η g

siendo 1 kw = 1.36 CV.

Si la bomba es de eje independiente, la potencia absorbida se mide


en el eje y, por ser mecánica, se expresa en CV. Si se trata de un
grupo motobomba, la potencia absorbida se mide entonces en el
cuadro eléctrico, y se expresa en kw. En este caso se supone que
ηg incluye también el rendimiento del motor eléctrico.

• El rendimiento global, ηg. Es el cociente entre la potencia útil y la


potencia absorbida. Se puede referir sólo a la bomba, o a la bomba
y motor.

• La sumergencia mínima, S. Es la altura mínima requerida del nivel


del agua sobre la boca de aspiración para garantizar una
alimentación regular de la bomba y sin vorticidades, así como para
asegurar una correcta refrigeración del motor en las bombas
sumergidas. Se mide en metros o pies (ft).

• La altura neta de succión requerida, NPSHr. Definida como la


presión mínima que se debe garantizar en la boca de succión de la
bomba para evitar la cavitación. Se mide también en m o ft.

• La velocidad de giro del rodete, N. Se expresa en rpm, y viene


impuesta por el motor de arrastre. Cuando el arrastre se efectúa
desde un grupo diesel o a través de una transmisión mecánica ésta
puede adoptar cualquier valor, oscilando en la práctica entre las
1500 y 2500 rpm. Si el arrastre es con motor eléctrico la velocidad
de giro dependerá del tamaño de la bomba. Para bombas pequeñas
suele ser del orden de 3000 rpm. A mayor tamaño y potencia de la
bomba, las velocidades se reducen en torno a las 1500 o 1000 rpm
para garantizar una mayor durabilidad de la misma.

15.3.4.4.2.- Curvas características de una bomba centrífuga

Según Gómez Poncela (1989) si el rendimiento de una bomba fuera constante,


podría representarse la curva caudal frente altura mediante la hipérbola equilátera QH
= Pe/ηρ. Sin embargo, el rendimiento de una bomba no es contante sino que depende
de gran cantidad de variables (altura de elevación, tipo de bomba, caudal, etc.). Por
ello la curva Q – H de una bomba difiere notablemente de la hipérbola equilátera,
siendo necesario determinarla en un banco de pruebas. De esta forma, la calidad y
prestaciones de una bomba quedan definidas por las denominadas curvas
características, que deben ser aportadas por el fabricante:

• Curva caudal – altura, que expresa la variación de la altura


manométrica (elevación total, incluidas pérdidas de carga y
aspiración), en función del caudal.
• Curva caudal – rendimiento, que expresa la variación del
rendimiento η en función del caudal Q. Esta curva suele
presentar un máximo para un determinado caudal.

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P45


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• Curva caudal – potencia, que relaciona la potencia


absorbida por el motor de accionamiento en función del
caudal. Su mayor interés consiste en el estudio de la
sobrecarga de los motores, por variación de las condiciones
de impulsión (caudal o altura).

100 100

P absorbida (Hp) Rendimiento (%)


Rendimiento
80 80
Altura

60 60
H (m)

40 40

Potencia absorbida
20 20

0 0
0 300 600 900 1200 1500 1800
Q (L/min)

Figura. Curvas características de una bomba centrífuga


a velocidad constante

En la figura anterior se puede observar las variaciones de H, P y ηg en función del


caudal Q, así como sus valores nominales para el punto de máximo rendimiento (BEP:
Best Efficiency Point), que resultan ser: Q = 1320 L/min; H = 76 m (intersección de las
curvas de rendimiento y altura); P = 22 Hp; ηg max = 0.80.

El caudal de las bombas centrífugas es función de su velocidad de giro pero también


de las condiciones de presión a que funcionan. Las curvas características, como las de
la figura anterior, permiten la predicción del caudal de descarga de la bomba para
diversas alturas de impulsión. También se suelen incluir las curvas de sumergencia
mínima y la del NPSHr.

Para determinar el punto de funcionamiento de una bomba para descargar un caudal


determinado hay que desarrollar la curva "caudal - altura geométrica más pérdidas de
carga (altura manométrica total)", llamada curva resistente del sistema, para una gama
de caudales que varíe desde cero hasta el valor máximo esperado.

El punto de funcionamiento de la bomba quedará determinado por la intersección de la


curva caudal – altura con la curva caudal – altura manométrica total (Ht). La altura
manométrica, de un modo general se expresa mediante:

H t = H 0 + f (Q)

En la expresión anterior se considera que las pérdidas de carga son proporcionales al


caudal, y más comúnmente al cuadrado del caudal. H0 es la altura geométrica o
desnivel entre la aspiración y el punto de vertido. Así pues, en la figura siguiente, el
punto de funcionamiento estaría representado por el punto M.

T15/P46 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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100 100

Rendimiento
80 Curva característica de la bomba
80

Rendimiento (%)
60 M 60

H (m)
Curva resistente del sistema Pérdidas de carga
40 40

20 Altura geométrica 20

0 0
0 300 600 900 1200 1500 1800
Q (L/min)

Figura. Curva característica H-Q y curva resistente del sistema

Es conveniente que el punto de funcionamiento este próximo a la zona de máximo


rendimiento. Sin embargo, este punto no suele ser único, ya que son previsibles
variaciones de la altura geométrica (variaciones en el nivel del depósito de llegada, en
el pozo de la aspiración, cierre parcial de válvula, etc.), del caudal de la bomba
(variaciones de la demanda) o de ambos.

15.3.4.5.- Bombas especiales

En pequeñas estaciones de bombeo, y cuando se deben bombear líquidos con sólidos


de gran tamaño o incluso fangos, se suelen utilizar las llamadas bombas “vortex”.

Figura. Sección de una bomba vortex (Cortesía de SARLIN)

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P47


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En estas bombas el giro del rodete produce un vórtice capaz de arrastrar cualquier
sólido que pueda pasar por la boca de aspiración, ya que el fluido no atraviesa el
rodete sino que va directamente a la boca de salida. Estas bombas son muy
resistentes a la abrasión. Su campo de aplicación es el bombeo de aguas residuales
brutas a bajo caudal y con sólidos de tamaño importante.

Hay bombas de vórtice con revestimiento interior especial que tienen gran resistencia
a la abrasión, para el bombeo de arenas y fangos de cenizas.

La curva de funcionamiento de estas bombas es muy plana, desarrollando poca altura.


Su rendimiento es muy bajo, del orden de un 35%. Pueden funcionar tanto en pozo
húmedo como en pozo seco.

Otro tipo de bomba especial es la conocida como de arrastre por aire o de emulsión
de aire (air –lift), también conocidas como bombas mamut.

La bomba mamut consiste en un simple tubo sumergido en el pozo de aspiración, por


cuyo interior se inyecta un gran caudal de aire comprimido a baja presión. La densidad
reducida de la mezcla aire-agua hace que ésta se eleve de modo continuo por el tubo
hasta el canal de descarga. La bomba es extremadamente simple y puede construirse
in situ, pero su eficiencia es muy baja, no llegando a superar el 35%, sin contar con el
rendimiento del compresor. No tiene partes móviles y, por lo tanto, es prácticamente
inastacable.

Figura. Bomba por arrastre de aire (Reproducida de Metcalf & Eddy, 1995)

T15/P48 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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Excepto para alturas de elevación muy bajas, se requiere una gran sumergencia. Se
precisa tener sumergido el soporte a una profundidad del orden del 66 al 150% de la
altura de elevación (Gómez Poncela, 1989).

El diseño de estas bombas es fundamentalmente empírico. El caudal es función de la


sumergencia, diámetro de la tubería de salida y del caudal de aire. Se fabrican entre
0.5 L/s y 75 L/s (Gómez Poncela, 1989).

En la práctica moderna de la ingeniería sanitaria su aplicación está limitada a la


recirculación de fangos en pequeñas instalaciones de fangos activados en las que su
simplicidad compensa su bajo rendimiento. También se aplican para la elevación de
aguas que arrastran productos abrasivos, en especial con alto contenido de arena, ya
que el líquido bombeado no atraviesa ningún órgano móvil.

15.3.5.- ACCESORIOS DE LAS BOMBAS

Las bombas requieren complementarse de ciertos elementos o accesorios que


sirven para garantizar su buen funcionamiento. Los principales accesorios de una
bomba son:
• Colador, alcachofa (filtro). Es una superficie ranurada, que
se acopla en el extremo del tubo de aspiración. Sirve para
retener sólidos que podría arrastrar el agua. La superficie
total de los orificios debe ser como mínimo de 3 a 4 veces la
sección del tubo de aspiración.

• Válvula de pie. Es una válvula que impide el retorno del


agua por el tubo de aspiración, evitando el descebado de la
bomba. Cuando la bomba aspira el obturador se levanta y
deja paso libre a la corriente. Cuando la bomba para, el
obturador baja (debido al peso de la columna de agua
contenida en el tubo de aspiración) y cierra el paso.

• Válvula de retención. Se instalan a la salida de la tubería de


impulsión con el fin de evitar el funcionamiento inverso de
una bomba centrífuga como turbina. Permiten el paso del
agua en una sola dirección. Su objetivo es evitar el vaciado
de tuberías ascendentes al cortarse el flujo de agua.
También sirven para evitar que el retorno de las oscilaciones
de presión perjudique a la bomba. Deben instalarse con
acceso fácil, con un mando exterior para dejarlas fuera de
servicio. Son productoras de golpe de ariete.

• Válvula de paso. Luego de la válvula de retención debe


instalarse una llave de paso. Su objetivo es de aislar tramos
de línea para proceder a la reparación de ésta. También es
necesaria una válvula de compuerta en el tubo de aspiración
de la bomba si hay una carga positiva de aspiración, para
poder hacer reparaciones en esta última.

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P49


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Figura. Conexiones de una bomba centrífuga.


(Reproducida de Rivas Mijares, 1983).

• Reductores de presión. Su objetivo es evitar que la presión


en la impulsión supere un valor prefijado.
• Manómetro. Debe instalarse un manómetro para que el
operario pueda saber en cualquier momento cuál es la
presión de trabajo. Se instalan preferentemente en la
descarga de las bombas.

• Caudalímetros o contadores. Para conocer las variaciones


del flujo y tener registros históricos. La exactitud en la medida
de los contadores se asegura si se dispone a su entrada un
tramo de tubo recto cuya longitud sea al menos seis veces el
diámetro del tubo. Los registros de los aparatos se
complementan con partes diarios en los que se consignan,
con intervalos de una hora, o más frecuentes, las lecturas,
junto con las horas de puesta en marcha y de parada de
cada una de las unidades.

También será necesario instalar algún dispositivo para el control y protección del, y
frente al, golpe de ariete.

15.4.- ESTACIONES DE BOMBEO

Se conoce como estación de bombeo o elevadora de aguas al conjunto de


motores, equipos auxiliares, llaves de operación, etc., dispuestos en un espacio
confinado para facilitar su operación y mantenimiento. Las centrales elevadoras son
muy variables en forma, tamaño, disposición, etc., ya que varían según sus
características (número de bombas, previsión de ampliación futura, etc.),
emplazamiento, maquinaria, etc.

En el caso de aguas residuales pueden ser estructuras muy sencillas, incluso


prefabricadas, en el caso de elevar parcialmente las aguas de un pequeño sector de la

T15/P50 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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población, o grandes estructuras que albergan diversidad de equipos principales


auxiliares, cuando sirven a un sistema extenso y complejo.

Figura. Vista parcial de una estación de bombeo de aguas residuales. (Cortesía de SARLIN).

15.4.1.- UBICACIÓN DE LA ESTACIÓN DE BOMBEO

Las estaciones de bombeo de aguas de abastecimiento deben estar ubicadas


en un lugar tal que las presiones transmitidas a las redes se distribuyan
uniformemente. Para obtener uniformidad de presiones será preciso que la estación
ocupe una posición centrada en el área servida, si bien la existencia de depósitos
elevados, y su situación, afectará también a la presión que se mantenga. El análisis
hidráulico de la red de distribución será quien determine la situación ideal. En las
pequeñas poblaciones la ubicación de la estación de bombas a un lado del sector de
mayor consumo, y del depósito elevado en el opuesto, permite mantener una buena
distribución de la presión. En las grandes ciudades se dispone una estación elevadora
principal todo lo céntrica que permitan las circunstancias, y sub-estaciones auxiliares
en tantos puntos como la experiencia aconseje. Estas últimas son utilizadas para
elevar la presión de tuberías de servicio localizadas a grandes distancias o alturas
considerables de la estación principal.

En el caso de aguas residuales, las condiciones mismas del sistema indican los sitios
donde, por razones topográficas, deben interceptarse las aguas recogidas. Las
estaciones deben quedar protegidas contra inundaciones o represamientos de las
aguas superficiales, lo que implica inversiones adicionales para proteger los equipos.
Deberán estar provistas de un aliviadero o rebosadero, que sólo debería entrar en
funcionamiento en casos extremos de caudal o cuando fallen los sistemas de energía.

15.4.2.- CASETA DE BOMBEO

Las estaciones deben ser diseñadas de acuerdo con la arquitectura de la zona


de ubicación y evitando que los ruidos producidos por los equipos en funcionamiento
molesten al vecindario. El edificio debe ser de tamaño adecuado y con espacio
suficiente para colocar unidades adicionales cuando sea necesario. Debe ser a prueba

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano T15/P51


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de incendios, agradable de aspecto y tener sus alrededores bien conservados. El


interior debe estar bien iluminado y proyectado de manera que pueda mantenerse
limpio, lo que requerirá numerosas ventanas, paredes de colores claros, y suelos de
baldosas u hormigón pintado.

La arquitectura de las estaciones, sobre todo en el caso de aguas residuales, debe


presentar al público un aspecto atractivo, que haga cambiar la idea del vulgo respecto
a estas instalaciones. Por ello debe tenderse al uso de casetas o estaciones
construidas con materiales autóctonos de la zona de modo que encajen bien con su
entorno.

La fachada y alrededores de los edificios deben conservarse limpios y en buen estado.


La ventilación debe ser imprescindible y óptima, con objeto de eliminar olores y gases
indeseables. Se recomienda que los equipos de ventilación sean capaces de renovar
el aire del ambiente por lo menos seis veces por hora (Rivas Mijares, 1983).

La situación del equipo debe ser estudiada cuidadosamente para evitar tuberías y
conducciones eléctricas innecesarias. Todas las unidades deben ser accesibles, y
debe instalarse un puente-grúa para permitir trasladar y sustituir los equipos pesados.

Será necesario disponer de espacio para la oficina y archivo y habrá que instalar
calefacción, ventilación y cuartos de aseo. Hay que prever el espacio para la estación
de transformación cuando se requiera (casi siempre). Las bombas deberán ir
convenientemente ancladas a una placa de absorción de vibraciones.

15.4.3.- CAPACIDAD DE BOMBEO

Si de agua potable se trata, las bombas deben ser capaces de suministrar el


consumo máximo requerido por las normas sanitarias y a las presiones necesarias
cuando se bombea contra la red (aguas de abastecimiento). Si hay un tanque
compensador de las variaciones horarias del consumo, sólo será necesario que posea
la capacidad correspondiente a los gastos de verano. Cuando las bombas elevan el
agua directamente a los depósitos de distribución, deben tener una capacidad igual a
la de las fuentes productoras (plantas potabilizadoras).

El equipo de bombeo debe ser, además de suficiente para satisfacer la máxima


demanda, capaz de cubrir los riesgos de accidentes o reparaciones. Es recomendable,
al seleccionar las unidades, que la de mayor capacidad tenga una de reserva y que los
equipos sean periódicamente puestos en servicio para asegurar su funcionamiento en
momentos de emergencia. Se suele recomendar que si son varias bombas debería
haber de reserva un mínimo del 25% del número de unidades en operación normal.

En el caso de aguas residuales, las bombas deben tener capacidad para elevar el
caudal máximo esperado. Debe haber un equipo auxiliar de reserva para asegurar la
operación ininterrumpida de la estación. En redes unitarias, los equipos de bombeo se
dividirán en dos partes: uno destinado al bombeo de los caudales de tiempo seco y
otro con bombas mayores que entrará en funcionamiento en tiempo lluvioso.

Las bombas que elevan las aguas fecales deben ser del tipo sin atascamiento, en las
cuales se utilizan impulsores que permiten el paso de sólidos a través de la bomba. En
general, el área de paso libre de estas bombas es alrededor de un 80 a 90 % del área
de la boca de descarga. Las bombas centrífugas de voluta pueden proveer estas
características.

T15/P52 I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano


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Lo más importante en la selección de los equipos de bombeo, sobre todo en grandes


estaciones, es que se permita el arranque y parada de bombas de velocidad
constante, tan pronto cambien los caudales de agua residual que llegan. En caso
contrario, sería necesario diseñar un tanque de igualación para disminuir o reducir las
variaciones de caudal. Estos tanques tienen la ventaja de uniformar parcialmente los
caudales.

Los caudales que llegan a la estación elevadora dependen de las variaciones horarias
del flujo de aguas fecales a lo largo del día, que a su vez son función de los consumos
de agua potable.

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